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MAESTRO DE LA REINVENCIÓN
Crear posibilidad a través de la imposibilidad es el mayor estado creativo de una persona cien por ciento autodidacta. Ese soy yo, Julián Mármol”. Así se define el chef español que nunca ha dudado en reinventarse. Sí, como lo hizo cuando decidió abandonar el mundo de los autos para incursionar en la gastronomía, en donde logró forjar una personalidad sin precedentes, que lo llevó a ganar una estrella Michelin en 2019 con su visión de cocina japonesa.
Yugo The Bunker, el concepto de club privado que creó con la idea de que un reducido grupo de invitados pudiera disfrutar de propuestas culinarias sin precedentes en un refugio japonés de la Segunda Guerra Mundial pronto ganó un gran reconocimiento internacional.
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Sin embargo, cuando el mundo cambió, durante la pandemia, el chef supo que era momento de seguir sus instintos y asumir nuevos desafíos valiéndose de algo en lo que es un auténtico maestro: el arte de la reinvención.
Fue así como surgió Unique —Le Club—, un modelo de negocio en el cual convergen todas aquellas ideas que permitan ofrecer a los clientes espacios únicos, en los cuales se sientan como en su casa, y llevar la definición de privacidad a un nuevo nivel de experiencias que trasciendan la oferta culinaria.
Este modelo, que anuncia en exclusiva para Forbes Life, integra a Yugo The Bunker, The Shikuence y Kuu. A este último lo refiere como la punta de lanza de Unique porque representa el centro en donde él y su equipo desarrollan todas las recetas para los restaurantes de su firma en un espacio privado para 12 personas.
Experiencia Sensorial
Kuu —explica Mármol— es un concepto de la filosofía japonesa que puede ser traducido como autodidacta: “Es entendido como una persona que crea a partir de la nada, sin tener una base”. Un significado que, en su historia personal, lo representa en todas sus dimensiones, al ser artífice de una cocina de sabores reales. “Lo que comes aquí, lógicamente, no lo encontrarás en ningún otro sitio, porque no le copiamos a nadie y eso es por la manera de interpretar la gastronomía”.
Buena parte del éxito que tiene el cocinero está relacionada con su convencimiento sobre cómo la experiencia culinaria se potencializa al sumar otros sentidos además del gusto, como el oído, el olfato y la vista.
Para conseguirlo, Mármol diseñó de la mano de expertos un espacio en donde la atmósfera incita a la reflexión y el pensamiento disruptivo. Ahí también habrá espectáculos en vivo. A decir del chef, el objetivo es que los asistentes no solamente puedan probar platos deliciosos, sino pasársela bien a nivel gustativo y auditivo. “A través de la tecnología y la proyección de imágenes conseguimos que la gente tenga una experiencia que es difícilmente repetible”, resalta.
Por su parte, The Shikuence es un proyecto que lleva cinco años madurando, en donde la idea es presentar una fusión entre la gastronomía mexicana y la japonesa. Este es un salón privado al cual se puede acceder desde otro de los restaurantes insignia de Mármol: Monchis, situado en el corazón del lujo en Madrid.
Los tres conceptos que integran Unique —Le Club— tienen en común dos elementos: la visión y la propuesta culinaria del reconocido chef madrileño, quien no solo busca conseguir los mejores productos para su cocina, sino conocer la organoléptica de cada uno de ellos, para aplicarla mejor en sus preparaciones. La intención, agrega, es que el cliente deguste fielmente la naturaleza del producto.
Fascinaci N In Situ
Para entrar en el mundo de las experiencias singulares que propone Mármol a través de Kuu, se han creado tres niveles de membresía; de esta forma, los socios pueden beneficiarse de ventajas exclusivas y ser parte de eventos privados.
Una de las propuestas más atractivas es la posibilidad de probar algunos de los platos que todavía no están en los restaurantes con la firma del chef con Estrella Michelin: como un beneficio exclusivo del nivel Centurión de la membresía.
Aunque por medio de estos tres conceptos busca enarbolar el sentido de privacidad, Julián Mármol asegura que disfruta mucho de mostrar a los demás su manera de entender la gastronomía. “Es como un artista que pinta un cuadro para que lo vea la gente, pueda opinar y disfrutarlo. Eso me lleva a hacer todo esto”, agrega convencido de estar en la ruta correcta para seguir disfrutando de la pasión que le representa cocinar.
Por Sheila Ramírez