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Boletín de FORMAGRO # 1 Agosto 2016
Contenidos Editorial:
www.formagro.org
Dirige y coordina la ejecución del proyecto FORMAGRO por un período de cinco años (2015 - 2020) Av. Afranio Mello Franco 341 Jesús María, Lima 11
Asegura la ejecución regional del proyecto FORMAGRO en Áncash Jr. Ramón Castilla 430 Huari, Áncash
3 FORMAGRO: la apuesta por la
formación técnica agropecuaria y de emprendimiento de calidad Anne Loranger - King, Directora del Proyecto FORMAGRO
Entrevistas:
Minedu busca duplicar matrículas en
5 la carrera agropecuaria en los
próximos cinco años Miguel Calderón Rivera, Director General de Educación Técnico Productiva y Superior Tecnológica y Artística - Ministerio de Educación (Minedu)
11 Minagri: FORMAGRO, el desarrollo de IDMA Asegura la ejecución regional del proyecto FORMAGRO en Lima Calle Juan Fuentes 250 Urb. La Calera, Surquillo, Lima
las familias agrarias vía el trabajo multisectorial Julio Antonio Salazar Acosta, Director General de Negocios Agrarios Ministerios de Agricultura y Riego (Minagri)
Notas:
El proyecto FORMAGRO se implementa en coordinación con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Agricultura y Riego; además, cuenta con el apoyo nanciero del Gobierno de Canadá Los invitamos a enviar sus comentarios y contribuciones al correo: comunicacion@formagro.org Diseño y Maquetación: MANTARAYA SRL
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14 FORMAGRO inicia trabajo en labor
agropecuaria con comunidades de Áncash Pedro Estrada Vega, Coordinador de FORMAGRO en la región Áncash
FORMAGRO: avances y perspectivas 16 en la región Lima Duvert Ventocilla, Coordinador de FORMAGRO en la región Lima
NOTA EDITORIAL:
FORMAGRO: LA APUESTA POR LA FORMACIÓN TÉCNICA AGROPECUARIA Y DE EMPRENDIMIENTO DE CALIDAD Anne Loranger - King, Directora del Proyecto FORMAGRO
Taller "Contabilidad y manejo de costos". Catahuasi, Lima (2015). Foto: Carlos Ly
El Perú ha crecido a una velocidad muy fuerte en los últimos años. Pasó de ser un país en desarrollo a uno de renta media. Sin embargo, aunque algunos índices económicos aumentaron, la división entre el mundo rural agrario y el mundo urbano también se hizo más evidente. El nivel de pobreza para las familias que viven de la agricultura es muy alto y el potencial de desarrollo para las y los jóvenes que quieren quedarse en las regiones para trabajar la tierra no es muy prometedor. Este sector pre ere salir del campo e ir a la ciudad a estudiar carreras diferentes a la de sus padres agricultores, dejando las tierras abandonadas y un mundo rural con falta de dinamismo.
Aunque la agroindustria se desarrolló desde inicios del 2000 y aumentaron las exportaciones de los productos agrarios, la agricultura familiar —que alimenta a más de 70% de los peruanos y peruanas— se está quedando sin recursos y sin el apoyo necesario para mejorar la productividad y la generación de ingresos. El proyecto FORMAGRO (Programa de Formación Agraria y de Apoyo al Emprendimiento Juvenil en el Perú) nace de esa realidad y de la necesidad que, en los últimos años, observó SUCO (ONG canadiense, que dirige y coordina la ejecución del proyecto), para actuar en diferentes regiones agrícolas del Perú. Desde el 2000, SUCO trabaja
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El proyecto FORMAGRO contempla la revalorización de la carrera agropecuaria. Y, para lograrlo, promueve el trabajo coordinado de los actores públicos y privados de las regiones donde interviene en agricultura sostenible: interviene, por ejemplo, desde el 2009 en la región Lima con la ONG IDMA (Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente), y desde el 2010, en Áncash con la ONG ALLPA. La misión de SUCO es apoyar el desarrollo sostenible de las poblaciones rurales y periurbanas en los países donde interviene, y en el Perú está presente desde inicios de los ochenta. El diseño del proyecto FORMAGRO se constituyó de forma participativa entre los años 2011 y 2013, con la intervención de sus contrapartes IDMA y ALLPA. En marzo del 2015, la cooperación canadiense con rmó el nanciamiento de este proyecto bilateral, y surgió así el sueño colectivo de mejorar la calidad de vida de los productores y las productoras que participan de la propuesta, generando una dinámica económica regional positiva. El proyecto es nanciando por el Gobierno de Canadá por un periodo de cinco años, de setiembre del 2015 al 31 de marzo del 2021. El proyecto FORMAGRO contempla, entonces, la revalorización de la carrera agropecuaria. Y, para lograrlo, promueve el trabajo coordinado de los actores públicos y privados de las regiones donde interviene, con un enfoque en la capacitación de una población joven que necesita ser incentivada a quedarse en el campo para desarrollar emprendimientos sostenibles. Los mercados orgánicos, las bioferias, los econegocios y el apoyo a la producción local son algunas alternativas comerciales coherentes en las que el proyecto se está insertando para poder
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mejorar la calidad de los alimentos en el Perú, dinamizar la economía regional, y generar una motivación alrededor del consumo de productos locales de alta calidad. Desde febrero del 2016, SUCO, el Ministerio de Educación (Minedu) y el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) rmaron un convenio para la ejecución del proyecto FORMAGRO. Esta alianza entre el sector educativo y el agrario demuestra el gran interés que tiene el Gobierno peruano de mejorar la educación técnica agropecuaria y de emprendimiento en el país, y de favorecer el desarrollo de la agricultura familiar. El proyecto promueve el trabajo articulado de las instituciones educativas y los actores regionales vinculados a la agricultura y la enseñanza, para crear un entorno favorable que mejore la formación agropecuaria y emprendedora de las y los jóvenes que quieren optimizar la producción sostenible y generar espacios de comercialización con nichos de mercados diferenciados. A lo largo de todo el proyecto, FORMAGRO buscará, además, apoyar la creación de políticas públicas que adopten esta iniciativa.
Productora de la Red PRAUSA. Pachacamac, Lima. Foto: Carlos Ly
Actividades con la comunidad San Damián. Huarochirí, Lima. Foto: archivo FORMAGRO
ENTREVISTA:
MINEDU BUSCA DUPLICAR MATRÍCULAS EN LA CARRERA AGROPECUARIA EN LOS PRÓXIMOS CINCO AÑOS Miguel Calderón Rivera, director general de Educación Técnico Productiva y Superior Tecnológica y Artística - Ministerio de Educación (Minedu) Se acaba de aprobar el proyecto de Ley de los Institutos y Escuelas de Educación Superior, ¿por qué y cómo cree que contribuirá la norma a la mejora de la educación superior tecnológica? El proyecto de ley parte de un diagnóstico elaborado por todas las instituciones de educación superior tecnológica y pedagógica. Producto de ese análisis encontramos, no solo un desorden normativo, sino una baja calidad en la formación que impartían. Era necesario, entonces, realizar una serie de cambios normativos para poder crear un nuevo sistema, basado en los institutos y en las
escuelas, y que tuviese todos los elementos que se requieren para que una institución tenga un buen desempeño. Por ejemplo, un marco académico exible que permita que las personas puedan cali carse poco a poco, que el técnico no sea técnico toda su vida, igual con el universitario, sino más bien, que puedan transitar y tener, cada vez más, posibilidades de especializarse y obtener mayores grados. Otro de los grandes problemas identi cados a nivel nacional con los IEST (Institutos de Educación Superior Tecnológicas) y CETPRO (Centros de
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Educación Técnico Productiva) es la mala gestión. Los institutos carecen de planes de mantenimiento, de planes de renovación de sus equipos, tampoco existía una carrera para el docente de la educación pública ni incentivos para que nuevas personas puedan enseñar a nivel superior o técnico. Por ejemplo, el salario de un profesor contratado a tiempo completo por un instituto era de 1.200 soles, con ese salario no podíamos atraerlos ni mucho menos incentivarlos a que trabajen en zonas rurales o zonas de frontera. Por otro lado, necesitábamos promover un nuevo sistema de supervisión y de scalización para evitar las malas prácticas, requeríamos que todas las instituciones cumplan con las normas generales, pero que al mismo tiempo tengan mucha exibilidad para innovar. Queremos que haya una gestión integral y de la misma forma que haya una gestión de recursos humanos más adecuada y efectiva. Y en ese marco ¿cómo ve el estado actual de la educación tecnológica agropecuaria en las zonas rurales del Perú y en qué medida considera que la nueva ley promoverá su desarrollo? El país tiene mucho futuro en este tema, en producción agropecuaria y, sobre todo, en industrias alimentarias. Lamentablemente, la matrícula en esas especialidades es bastante baja, no supera ni el 2% del total a nivel nacional. A eso, se suma la desactualización que existe, sobre todo, en aspectos tecnológicos. Una vez tuve la oportunidad de estar en un instituto de Chota, cerca al mercado agroexportador de Lambayeque, que cuenta con una carrera de Producción Agropecuaria y otra de Enfermería y Contabilidad. Las aulas de Enfermería y Contabilidad estaban totalmente llenas y las de Agropecuaria no llegaban ni a la mitad de las vacantes que se habían ofertado. Decidimos entrevistar a los que habían ingresado a la carrera de Agropecuaria y que luego habían desistido de participar, y las respuestas que obtuvimos fueron contundentes: los alumnos consideraban que no aprendían nada porque los profesores estaban desactualizados, y más aprendían en su unidad productiva que en el propio instituto. Hay, entonces, un divorcio bien claro y eso tenemos que cambiarlo urgentemente. Promover convenios con empresas privadas nos va
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a facilitar la posibilidad de hacer una educación dual para todo el tema agropecuario, pues, nos va a permitir actualizar a los profesores en nuevas tecnologías. Otro tema importante es que necesitamos que otros sectores estén involucrados con el Minedu. Por ejemplo, tenemos en marcha un convenio en el que el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) nos va a orientar sobre las carreras que se deben promover y, sobre todo, qué temas priorizar en la formación agropecuaria de las instituciones. Si queremos incrementar la matrícula, esa información será bien importante y hará más atractiva nuestra oferta. La reforma está enfocada en tener una educación pública fuerte, sin dejar de promover los privados. Nosotros pensamos que en los próximos cinco años debemos duplicar la matrícula en estas carreras como la agropecuaria, que son tan importantes para el país. ¿Considera que el proyecto FORMAGRO contribuye a hacer frente a los desafíos que tiene la educación tecnológica agropecuaria respecto a la migración de jóvenes, el acceso a la educación —sobretodo— para las mujeres y a la revalorización de la carrera agropecuaria? Sí, por supuesto. Por eso cuando conocimos el proyecto lo apoyamos sin dudar. ¿Por qué? Primero, porque son escasos los proyectos que tienen una visión de desarrollo de capacidades tan clara como la que tiene FORMAGRO. Segundo, por los sectores que involucra y por las zonas en donde interviene, que son focos muy importantes para el desarrollo agropecuario y donde se requiere un apoyo tanto nanciero como de desarrollo de capacidades. Esa conjunción hace que este proyecto esté totalmente alineado con las políticas que establece el Minedu. Acá hay otro punto importante, cuando recién llegamos a la administración, teníamos muchos proyectos, tanto nacionales como de cooperación internacional, y cada uno tenía una agenda propia. En esta gestión hemos establecido líneas de
un añadido a lo avanzado. Pero lo que ya se hizo tiene que ser asumido por nosotros, pues si no, no tiene sentido la cooperación. Ya no estamos en un país de la década del ochenta, en donde se requería mucha inversión internacional para el desarrollo, ahora somos un país con recursos que debemos invertir bien, y la cooperación debe ser un impulsor para llevar a las instituciones a la excelencia. Miguel Calderón Rivera, director general de Educación Técnico Productiva y Superior Tecnológica y Artística, Minedu
En el marco del proyecto FORMAGRO se implementarán diversos módulos educativos relacionados con la producción y transformación agropecuaria sostenible y con el emprendimiento, que impartirán los CETPRO, IST, en las zonas donde el proyecto interviene. ¿Qué acciones recomienda?
trabajo, y todo lo que se encuentre dentro de esos lineamientos se puede trabajar, eso hace que ya no tengamos una dispersión. Anteriormente, cuando venía una agencia de cooperación, se rmaba un convenio, se ejecutaba un proyecto y cuando terminaba ya no quedaba absolutamente nada. Ahora, en cambio, podemos apoyar estas iniciativas y, luego de que maduren, se puede tener un mayor apoyo desde el sector público, para que pueda ser sostenible. En algún momento vamos a llegar a eso con el proyecto FORMAGRO. El proyecto recién inicia y tiene un camino por recorrer. Tenemos que ver cómo las instituciones educativas del ámbito del proyecto serán capacitadas y cómo se integrarán dentro de nuestros planes de fortalecimiento, tanto para CETPRO como para IEST. Por eso, considero que el proyecto FORMAGRO se adecúa totalmente con lo que queremos y estamos en el camino de poder darle sostenibilidad más adelante y de ampliarlo si es posible.
El tema del emprendimiento es un tema bastante importante para las actividades agropecuarias y existen diversos enfoques que ya han sido puestos en práctica en el país, algunos funcionaron y otros fracasaron. Por eso recomiendo tener una sinergia con esas experiencias. Por otro lado, el éxito de
Considero que el proyecto FORMAGRO se adecúa totalmente con lo que queremos y estamos en el camino de poder darle sostenibilidad más adelante y de ampliarlo si es posible.
¿Cómo se podría ampliar? Por ejemplo, pienso que la cooperación consideraría replicar el apoyo cuando las primeras instituciones educativas atendidas ya entran en una lógica de sostenibilidad desde el sector público. No se trata de apoyar lo mismo. Si se acaba el ciclo del proyecto, podría comenzar otro, por ejemplo, ampliando la experiencia o haciendo
cualquier programa de emprendimiento no se encuentra en el proceso de formación, tampoco en la elaboración del plan de negocios. Está demostrado que el éxito se encuentra en el seguimiento que le das, pues una vez que ha logrado desarrollar su plan de negocios debe haber un acompañamiento y un apoyo cercano al emprendedor.
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¿Cómo promover un mejor acceso a la educación de las mujeres, sobre todo en entornos rurales? Alguna vez tuve la oportunidad de trabajar en un programa similar para cooperativas de café, en donde precisamente queríamos promover el empoderamiento de la mujer dentro de las organizaciones. Una de las estrategias que funcionó para conseguir algo más que solo la presencia de la mujer en procesos formativos fue la participación de las familias. Siempre se capacitaba a la mujer en temas de liderazgo para que asuma cargos en las asociaciones o en las cooperativas; sin embargo, al nal, los directivos siempre eran hombres. Eso sucedía porque el esposo se oponía a que la mujer tuviera ese tipo de participación. ¿Cómo enfrentamos eso?, con la participación de la familia, del esposo. Es un acompañamiento bien fuerte porque no hablamos solo de cumplir un número y que
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asistan a las capacitaciones; lo que se quiere en verdad es que las mujeres tengan un rol muy importante dentro de su localidad. Creo que nadie está en desacuerdo con el tema de la equidad de género; el problema es cómo hacerlo sostenible y cómo tomar una estrategia adecuada para eso. Ahora, en temas agropecuarios, en todas las unidades productivas, la mujer tiene un papel muy importante dentro de la organización, de la producción, por ahí entonces se puede aprovechar, siempre teniendo igualmente una estrategia de involucramiento de la familia, incluso de la localidad. Trabajar bajo un enfoque integral es uno de los pilares que promueve FORMAGRO (trabajo articulado con el gobierno central, los gobiernos regionales y locales, la comunidad, la cooperación
Capacitación IEST Antonio Raimondi. Huari, Áncash. Foto: Carlos Ly
internacional, entre otros). ¿Cómo cree que se debe asegurar la participación activa de estos actores claves? Cuando trabajamos con los CETPRO, debemos tener mucha cercanía con las UGEL (Unidades de Gestión Educativa Local); y cuando se trata de los IEST, con el gobierno regional. En el caso de Áncash y Lima, es importante trabajar con las UGEL, porque son las que nalmente tienen muchas de las decisiones administrativas de los CETPRO y de las instituciones educativas. Las UGEL tienen que estar 100% articuladas con el proyecto. Los gobiernos locales pueden aportar también. Es importante que los alcaldes tengan conocimiento y apoyen lo que hace el CETPRO, pero hay que diferenciar el apoyo, pues la gestión de un CETPRO depende solo de la UGEL. Si se quiere contratar a un docente, tener una plaza, comprar un insumo, es la UGEL la que tiene la administración compartida con el CETPRO. Sin embargo, cuando hablamos de promoción de los temas productivos, es el gobierno local el que tiene que estar involucrado, y ese es otro nivel de participación. Además, el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), a través de la Dirección General de Negocios Agrarios tiene que estar plenamente informado del proyecto, tener una presencia política y apoyar todas las iniciativas de FORMAGRO. Debe haber mucha sinergia con todas las instituciones que involucran el proyecto y se debe tener los niveles de responsabilidad muy claros. Por ejemplo, si en el marco de FORMAGRO, un CETPRO necesita una presencia fuera de su local y tiene el apoyo de un gobierno local, de una ONG o del mismo Minagri para ello, la UGEL tiene que autorizarlo para que así la formación que se imparte ahí tenga el mismo valor de la del centro educativo y sea totalmente legal. Si no están 100% alineados con la UGEL, podemos tener trabas y eso debemos evitarlo. Tenemos también un tema favorable que se ha dado últimamente por la promoción de la Ley de los Institutos y Escuelas de Educación Superior. Como Dirección, hemos tenido presencia y cercanía con los CETPRO e institutos tecnológicos
Debe haber mucha sinergia con todas las instituciones que involucran el proyecto y se debe tener los niveles de responsabilidad muy claros. y con todas las entidades públicas de todo el país. Ahora existe un mayor conocimiento y una mayor sensibilidad por el tema técnico productivo y superior tecnológico, porque hace años el Minedu y los gobiernos regionales no tomaban contacto directo con estas instituciones públicas. Desde su perspectiva, ¿cómo se podría convertir la experiencia del proyecto en un modelo que permita ser replicado en el futuro? ¿Se debe plasmar, por ejemplo, en una política pública? Cuando tú pruebas un modelo y lo sistematizas, puedes lograr algunos elementos de éxito. ¿Dónde está la clave?, en la capacitación, en el per l del docente, en el programa curricular, en el enfoque con el que se trabaja. Esa información nos permite, como ministerio, tener los criterios de éxito para poder transferirlos a otras realidades y adecuarlos. De igual forma, en términos de procesos administrativos, saber qué requieres para que ese proceso sea exitoso y cuánto cuesta trasladarlo. Yo creo que si el proyecto FORMAGRO nos proporciona, al nal de su ejecución, ese paquete de claves, avanzaríamos muchísimo y se podría replicar y adaptar en otro espacio. No sería al 100%, pues lo que se hace en Áncash no podría replicarse totalmente en Puno, pero por lo menos tienes las claves más importantes para poder tener presencia en otros espacios. Esa es la política pública justamente. Lo que nosotros tenemos como política y lo que la ley nos va a permitir es replicar modelos. El ministerio no tiene un único modelo de formación en educación superior tecnológica ni a nivel técnico productivo. Esto nos va a permitir trasladar experiencias de un lado a otro, sin necesidad de tener todo igual, que no es la idea.
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¿Considera importante el apoyo de la cooperación internacional a este tipo de iniciativas en el país? ¿Cómo se pueden fortalecer estos lazos? Considero que lo más importante es tener un alineamiento de objetivos. Nosotros tenemos un documento de la reforma que apunta básicamente a mejorar la gestión, a revalorar al docente, a tener una política clara de equipamiento y de infraestructura en el ámbito nacional, entre otros lineamientos. También tenemos metas nacionales. Por ejemplo, sabemos que debemos tener una escuela tecnológica en cada una de las regiones o que tenemos que fortalecer todo lo que tiene que ver con la producción agropecuaria, con la tecnología de alimentos o con las industrias alimentarias, pues si bien son temas indispensables para el desarrollo nacional, los índices que tenemos en matrícula en esas áreas son muy bajas. Entonces, con todos esos elementos y en función de esos lineamientos, la cooperación puede armar programas de apoyo en determinadas zonas,
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como ha sido el caso del proyecto FORMAGRO, que está totalmente alineado a la reforma. Si tenemos esa sintonía con la cooperación internacional, nosotros lo consideramos como parte de la reforma. Por ejemplo, si nosotros necesitamos siete mil millones de soles para reformar la educación superior tecnológica y técnico productiva, ese dinero no sale solo del sector público nacional, sino que la cooperación puede tener, en escala, algunas intervenciones puntuales para poder llevar a las instituciones a donde se quiere. No queremos ni debemos tener intervenciones que disparen a sus propios objetivos, sino que haya una coincidencia de objetivos, y lo tengamos totalmente mapeado dentro de todo nuestro plan de reforma. Queremos que cada dólar que invierte un ciudadano de otro país en su cooperación tenga resultados y se vean, y que sean productivos, que tenga un efecto real en las familias, en la educación, o en cualquier otro programa social que promueva el sector público.
Actividades de la línea de base. Región Áncash. Foto: archivo FORMAGRO
ENTREVISTA:
MINAGRI: FORMAGRO, EL DESARROLLO DE LAS FAMILIAS AGRARIAS VÍA EL TRABAJO MULTISECTORIAL Julio Antonio Salazar Acosta, director general de Negocios Agrarios (Minagri)
Agricultura familiar. Huari, Áncash. Foto: Carlos Ly
En la actualidad, la agricultura familiar en el Perú contribuye casi al 70% de la alimentación nacional, sin embargo, un alto porcentaje de productores vive en una situación de pobreza, y es aún una actividad poco atractiva para los jóvenes. ¿Hay políticas que se estén trabajando para enfrentar esta situación? ¿En qué consisten estos desafíos? El Ministerio de Agricultura y Riego, consiente de la importancia social y económica de la agricultura familiar, así como de su rol en el quehacer agrario, viene promoviendo normas referidas al tema de
agricultura familiar y seguridad alimentaria, tales como: Ÿ En noviembre de 2015, se aprobó la Ley N° 30355, Ley de Promoción y Desarrollo de la Agricultura Familiar, con el objeto de promover el desarrollo de la agricultura familiar, que garantiza la segu-ridad alimentaria en el Perú. Esta ley es el resultado del trabajo multisectorial e interinstitucional público-privado, realizado durante el año 2014 denominado “Año Internacional de la Agricultura Familiar”.
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Esta norma precisa lineamientos sobre la formalización de los títulos prediales, el acceso de los pequeños agricultores a los programas de mejoramiento de capacidades técnicas y uso de tecnología, el uso e ciente y racional de los recursos hídricos, la gestión y desarrollo de programas de nanciamiento, el fomento y estímulo a la asociatividad y al cooperativismo, así como la promoción de la participación de los agricultores familiares en ferias locales e internacionales. El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) será el organismo rector encargado de establecer esa política. En julio de 2016, se promulgó su Reglamento, mediante Decreto Supremo N° 015-2016MINAGRI. Ÿ Mediante Decreto Supremo Nº 009-2015MINAGRI se aprobó la Estrategia Nacional de Agricultura Familiar 2015-2021 (ENAF), constituyéndose además una Comisión Multisectorial de naturaleza temporal encargada de scalizar la implementación de la estrategia nacional. Ÿ Se ha publicado la Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2013 - 2021 (ENSAN), la cual fue aprobada mediante Decreto Supremo Nº 021-2013-MINAGRI, así como el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2015-2021 (Plan Multisectorial) aprobado mediante Decreto Supremo N° 008-2015MINAGRI. ¿Cómo fomentar una mayor participación de las mujeres en las actividades productivas y comerciales, que refuercen su liderazgo al interior de su familia y de su comunidad? Teniendo en cuenta el rol de la mujer en la agricultura familiar, se debe continuar promoviendo la participación de la mujer en los procesos de capacitación y asistencia técnica. Para ello, debe articularse acciones junto a los gobiernos regionales y locales, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil.
debe buscarse priorizar la convocatoria de las mujeres y su participación. En este sentido, en el ítem 7.2 de la Estrategia Nacional de Agricultura Familiar se considera entre sus objetivos especí cos: Ÿ Promover el acceso oportuno, equitativo y de calidad de los agricultores y agricultoras familiares a factores de producción, servicios y bienes públicos, así como el manejo sostenible de los recursos. Ÿ Fortalecer la gestión de conocimientos y capacidades a n que se garantice la sostenibilidad de las oportunidades de desarrollo de los agricultores y agricultoras familiares y se reconozca el rol de las agricultoras en la agricultura familiar. Se sabe que es necesario capacitar al agricultor e impulsarlos como empresarios, que puedan desarrollar negocios agrarios sostenibles y que tengan acceso al mercado nacional. ¿Cómo hacemos viable esas medidas? Dado el proceso de descentralización que vive actualmente el país, el Gobierno Central debe buscar una mayor articulación con los gobiernos regionales y locales para concentrar esfuerzos en servicios de capacitación y asistencia técnica para el productor agrario, sobre todo los pequeños y medianos. En ese mismo sentido, el Minagri debe continuar alineando las acciones que vienen desarrollando sus proyectos, programas, organismos públicos, a través de los diferentes programas presupuestales. Esto con la nalidad de a anzar las acciones de asistencia técnica y hacerlas más útiles y coordinadas. Así, el Estado y el sector privado deben continuar identi cando alternativas de desarrollo teniendo en cuenta las potencialidades nacionales, regionales y/o locales. Para ello, es necesario priorizar:
Esto implica que debe interiorizarse en las políticas públicas la participación de las mujeres, es decir, adaptar la oferta de dichos servicios a sus tiempos y capacidades. Sobre la base del enfoque de género,
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Ÿ Programas de capacitación y asistencia que respondan a las potencialidades locales y que articulen el sector Agricultura con los conceptos
Mujer agricultora. Huari, Áncash. Foto: Carlos Ly
administrativos y de comercialización. De esta manera, se buscará que las nuevas generaciones de productores tengan visión emprendedora y habilidades necesarias para hacerlos competitivos y sostenibles. Ÿ Programas de fortalecimiento de la asociatividad, gestión y mejora de la producción y productividad agraria. Sólo así se puede ser rentable y consistente en el tiempo. Ÿ Asistencia técnica y nanciera para la toma de decisiones y el acceso a nanciamientos, con la nalidad de que aprendan a generar y captar inversiones del Estado, entes cooperantes u entidades nancieras. Ÿ Programas de promoción de inversiones tanto en infraestructura como servicios. ¿Considera que el proyecto FORMAGRO contribuye a hacer frente a estos desafíos? ¿por qué?
Creemos que este tipo de experiencias con cooperación técnica internacional no sólo contribuye a hacer frente a los nuevos desafíos, sino que generan un mayor dinamismo en las regiones al potenciar y mejorar las áreas educativas, productivas, asociativas, gestión de calidad, articulación comercial y otras, en el sector agrario. El Minagri está apostando para que, a través del proyecto FORMAGRO de la cooperación canadiense, se logre el desarrollo de las familias agrarias en los departamentos de Áncash y Lima. Estas familias participantes (jóvenes, hombres y mujeres) vienen captando los servicios de capacitación, asistencia técnica y otros recursos que se tiene programado. A esto se suma la estrategia de articulación que desarrolla el equipo de profesionales de FORMAGRO, conjuntamente con el equipo de profesionales del Ministerio de Agricultura y Riego y del Ministerio de Educación, para que las familias
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de agricultores también tengan conocimiento y acceso a los servicios que ofrece el Estado a través de Agrorural, Agroideas, Agrobanco, al Programa Mi Riego, Procompite u otros regionales. Los jóvenes rurales al acceder a una educación, capacitación y asistencia técnica, replicarán para que sus familias y negocios agrarios sean sostenibles y rentables. Trabajar bajo un enfoque integral es uno de los pilares que impulsa FORMAGRO (gestión articulada con el Gobierno Central, los gobiernos regionales y locales, la comunidad, la cooperación internacional, entre otros). ¿Cómo cree que se debe asegurar la participación activa de estos actores claves? Es necesario alinear las políticas públicas en los niveles señalados. Sólo así se podrá tener resultados tangibles y sin duplicidad de acciones. Deben articularse los objetivos en los programas e intervenciones, identi cándose los objetivos y
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avances, con la nalidad de monitorear la ejecución. De esta manera pueden medirse los resultados especí cos e integrales. Se sabe que FORMAGRO viene trabajando un sistema de comunicación y uno de seguimiento y monitoreo, los cuales serán claves para evaluar la participación de los actores. Respecto al sistema de monitoreo, debe ser constante y participativo; sobre la base no sólo de procesos sino de resultados.
¿Cómo cree que se debe integrar estos esfuerzos con otros sectores, como el educativo, de medioambiente, económico o el privado? Debe existir continuidad en las relaciones entre las áreas de diálogo y articulación interinstitucional de los ministerios, las de relaciones comunitarias de las empresas privadas, los proyectos con cooperación técnica y los representantes de las comunidades y gremios. En dichos espacios debe vincularse la problemática y las formas de
Paisaje de Yauyos, Lima. Foto: Carlos Ly.
atenderla. Es una manera práctica de compartir el riesgo de la inversión, así como de consolidar lazos. Un ejemplo puede ser FORMAGRO, a través del cual se articulan los sectores agricultura y educación con la cooperación internacional. De esta manera, se van abordando los problemas bajo un enfoque integral. Se asiste y capacita en temas productivos y de acuerdo a las zonas de in uencia.
Desde su perspectiva, ¿cómo se podría convertir la experiencia del proyecto en un modelo que permita ser replicado en el futuro? ¿Se debe plasmar, por ejemplo, en una política pública? Es una necesidad desarrollar políticas públicas con modelos de intervención público – privados para lograr el desarrollo de las familias agrarias y superar los problemas de pobreza rural. En la medida que FORMAGRO viene registrando todo el proceso de intervención, tiene un sistema de seguimiento y monitoreo y trabaja coordinadamente con el sector público agrario y educativo, se podrá elaborar lineamientos de política, guías, manuales y otros instrumentos de desarrollo rural, para ser replicados a nivel nacional. Durante la ejecución de este tipo de programas se deberán ir recogiendo las demandas vinculadas a otros sectores (ambientales, servicios básicos, seguridad u otros) con la nalidad de trasladarlos a quien corresponda. El aporte es que no sólo se trasladarán las demandas, sino que deberán ir acompañadas de los logros alcanzados y brechas por alcanzar. De esta manera se puede tener una mejor visión para la construcción de un desarrollo integral. ¿Considera importante el apoyo de la cooperación internacional a este tipo de iniciativas en el país? ¿Cómo se pueden fortalecer estos lazos? La participación de la cooperación internacional es muy importante para el país y se tiene valiosos ejemplos de progreso en el área rural debido a ello.
En la medida que FORMAGRO viene registrando todo el proceso de intervención, tiene un sistema de seguimiento y monitoreo y trabaja coordinadamente con el sector público agrario y educativo, se podrá elaborar lineamientos de política, guías, manuales y otros instrumentos de desarrollo rural, para ser replicados a nivel nacional.
Para fortalecer los lazos, es necesario trabajar coordinadamente en la formulación de propuestas e implementación de proyectos entre las instituciones del Estado y la cooperación internacional, estableciendo además espacios de permanente diálogo. Los resultados de este trabajo conjunto, sirven de modelo para que el Estado realice la réplica a nivel nacional y convierta el proceso en lineamientos de política. Sin embargo, es clave que la cooperación se encuentre estrechamente ligada a las necesidades que el Estado ha identi cado y priorizado. Sólo así se podrá construir desarrollo en un mismo sentido, consolidándose el objetivo común. Existen muchos espacios de cooperación entre los países, especialmente en estos tiempos donde la interconexión (social y comercial) de los pueblos obliga a superar problemas de manera organizada y coordinada. El presupuesto o asistencia que un país deposita en otro, no sólo se constituye para superar algún problema identi cado, sino que generará lecciones aprendidas para replicar en otros países o áreas.
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NOTA:
FORMAGRO INICIA TRABAJO EN LABOR AGROPECUARIA CON COMUNIDADES DE ÁNCASH Pedro Estrada Vega, Coordinador de FORMAGRO en la región Áncash
Capacitación. Huari, Áncash (2014). Foto: Carlos Ly
Diversas comunidades de Áncash se bene ciarán en el fortalecimiento de la producción agropecuaria y en el acceso a una educación técnica de calidad, tras la implementación de FORMAGRO, proyecto que se ejecuta en Áncash en el marco de la alianza estratégica entre SUCO y la Asociación Allpa. La participación de SUCO, ONG canadiense, y Allpa, asociación ancashina fundada en el 2010 por un grupo de profesionales locales que conocen la problemática rural, ha permitido, además, la rma de convenios interinstitucionales,
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y la consolidación de acuerdos con múltiples actores. El proyecto FORMAGRO, que se inició en Áncash en enero del 2016 para fomentar el emprendimiento de jóvenes hombres y mujeres vinculados a labores agropecuarias, ha permitido el trabajo en 13 comunidades de cuatro provincias y cinco distritos de la región: Provincia de Huaylas (distrito de Santa Cruz); Provincia de Yungay (distrito de Yanama); Provincia de Huari (distrito de Huari y distrito de Cajay); y Provincia de Carlos Fermín Fitzcarrald (distrito de San Luis).
En estos poblados se desarrollan diferentes cadenas de valor con alto potencial de inserción comercial, como la ganadería vacuna, los cuyes, la kiwicha y diversas hortalizas. Asimismo, con las familias interesadas en el proyecto, se programan encuentros mensuales para capacitar y plani car las actividades, y realizar un acompañamiento técnico que les brinde materiales, bajo el enfoque de corresponsabilidad. Estas dinámicas iniciales, además de fortalecer los lazos con los diversos actores de desarrollo implicados en el proceso, son la clave para generar la con anza y motivación que se necesita para el trabajo con la localidad. Esto permitirá, además, aplicar estrategias que buscan que los jóvenes de estas comunidades participen en los procesos de formación que el proyecto promoverá. En este primer periodo, otra de las prioridades en Áncash ha sido la consolidación de alianzas con los actores implicados. Más allá de la rma de convenios especí cos, se han establecido compromisos concretos de diversos profesionales de las municipalidades, de los IEST (Institutos de Educación Superior Tecnológicas), del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Agraria), de la DRAA (Dirección Regional de Agricultura de Áncash) y de la DREA (Dirección Regional de Educación de Áncash), para la participación en actividades claves del proyecto, como la revisión de módulos de formación, el acompañamiento técnico a las familias, entre otros. La coordinación del proyecto ha creado enlace con el Parque Nacional Huascarán, área natural protegida ubicada en Áncash, para la rma de un convenio. Los acuerdos suscritos permitirán concretar y efectivizar las coordinaciones entre los principales actores locales que trabajan a favor de una educación técnica agropecuaria y empresarial de calidad con un enfoque de sostenibilidad ambiental. Otro punto fundamental es el inicio de las actividades de acercamiento con los centros de formación para presentar el proyecto y sus acciones claves en el eje formativo. Para ello, se realizó un diagnóstico exhaustivo de las potencialidades, motivaciones y limitaciones de
cada centro para dar las capacitaciones modulares fuera de estos. El resultado ha sido muy prometedor, existe un alto nivel de entusiasmo y compromiso con la propuesta, pues se considera que el fortalecimiento de las capacidades institucionales para brindar una mejor oferta formativa; el tener una mayor articulación en el proceso de desarrollo local, a través del desarrollo de módulos de extensión; son algunas de las necesidades que deben cubrir urgentemente. Lo que queda ahora para este primer período es la implementación de los módulos de extensión con los IEST de Yanama y Caraz, y con el CETPRO de Huari, previstos a partir del mes de agosto. Estos cursos se vienen revisando participativamente con los docentes y facilitadores del proyecto, y podrán ser complementados con los acompañamientos técnicos a los jóvenes y –sobre todo– a las familias rurales.
LA LABOR DE ALLPA Desde el 2010, Allpa se ha especializado en la realización de proyectos de desarrollo rurales sostenibles, con énfasis en el refuerzo de capacidades técnicas, productivas y comerciales, principalmente, en actividades ligadas a los sistemas agropecuarios familiares. Su principal motivación es el trabajo cercano con las poblaciones andinas desfavorecidas de los procesos nacionales y regionales de desarrollo convencional, poblaciones nativas (quechuahablantes), de baja escolaridad, con precariedad de servicios públicos, y ubicadas en zonas altoandinas. En ese sentido, Allpa desarrolla enfoques y metodologías inclusivas, que valorizan los saberes locales y propone alternativas técnicas y organizacionales contextualizadas al medio sociogeográ co de montaña.
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NOTA:
FORMAGRO: AVANCES Y PERSPECTIVAS EN LA REGIÓN LIMA Duvert Ventocilla, Coordinador de FORMAGRO en la región Lima Equipo FORMAGRO Lima y director del IST de Pacarán. Foto: Carlos Ly
El Programa de Formación Agraria y de Apoyo al Emprendimiento Juvenil en el Perú, FORMAGRO, inicia operaciones en un contexto de permanente revisión y análisis sobre los desafíos de la educación técnica en el Perú. En la recientemente aprobada Ley de Institutos y Escuelas de Educación Superior se señala como principios de la educación superior la pertinencia, es decir, la necesidad de relacionar la oferta educativa con las demandas laborales del sector productivo y los requerimientos de formación para el desarrollo local, regional y nacional. En ese sentido, el Programa FORMAGRO en la Región Lima se enfoca en la necesidad del desarrollo local, bajo un
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principio de sostenibilidad ambiental, como un elemento dinamizador en las poblaciones donde interviene. Más allá de las consideraciones del territorio y las características especí cas, las provincias de Yauyos, Cañete, Huarochirí y los distritos del sur de Lima, como Pachacámac y Lurín, donde se implementa FORMAGRO, tienen una dinámica socioproductiva vinculada a actividades agropecuarias. En la parte alta de Yauyos, esta se centra en la ganadería, pastos, papa, entre otros, mientras que la actividad ecoturística en la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas constituye un eje dinamizador de las
economías locales. La producción en Cañete se caracteriza por el cultivo a mediana y gran escala de alimentos para el mercado nacional y la exportación, así como la actividad pecuaria y de procesamiento de la vid. En tanto que distritos en la cuenca alta del río Lurín y la subcuenca de Santa Eulalia trabajan en base al cultivo de papa, habas, oca, obtención de leche y sus derivados. Por otro lado, el hecho de que los distritos de Lurín y Pachacámac estén ubicados a poca distancia del centro de la ciudad de Lima los coloca en una situación muy particular, pues tienen al lado una población de más de 8 millones de habitantes. Ello implica un enorme mercado para su producción agropecuaria, pero al mismo tiempo que sufran la presión del avance de la ciudad con una constante amenaza en la reducción de las áreas de cultivo. Es aquí donde experiencias de agricultura urbana, con enfoque de producción agroecológica, han consolidado a quienes han comercializado en las principales ferias orgánicas de Lima. En ese escenario, uno de los principales desafíos identi cados por FORMAGRO en la Región Lima es articular la demanda de capacitación laboral productiva al desarrollo local. Para ello, el
programa ha establecido una alianza estratégica con la Dirección Regional de Educación del Lima, con el n de trabajar la oferta de módulos de formación técnica en producción y comercialización de alimentos agropecuarios con Institutos de Educación Superior Tecnológicos y Centros de Educación Técnico Productivo. El desarrollo de la oferta educativa se va a caracterizar por la aplicación de una metodología práctica, participativa y aplicada en las mismas unidades productivas de los participantes. El “aprender haciendo” es uno de los principios pedagógicos adoptados por el programa, lo que signi ca que las sesiones educativas se realizarán en sus propias parcelas. A ello se sumará un permanente acompañamiento y asistencia técnica por parte del equipo facilitador de FORMAGRO y de los institutos. Este proceso permitirá que más jóvenes, hombres y mujeres, accedan y se inserten con mayores posibilidades de éxito y con competencias desarrolladas en la producción agropecuaria a planes de desarrollo local impulsados por los gobiernos locales, regionales, así como a los programas promovidos por el Gobierno Central.
Equipo FORMAGRO Lima y joven de Yauyos. Foto: Carlos Ly
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