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Pateando el pesebre

Alguien alguna vez me dijo: “a que mi Jorge usted siempre pateando el pesebre”, razón de la presente columna que tendré para todos ustedes en cada edición.

Supongo que el “fulanito” este piensa que porque llevo más de 25 años en este sector (como ellos lo llaman) y he comido y sigo haciéndolo de él, debo repetir como merolico que las franquicias son lo mejor y que son infalibles, sin embargo se topó con pared; precisamente como quiero y respeto este modelo de negocio que tanto me ha dado, me molesta en exceso y no puedo soportar el engaño y la falta de profesionalismo con el que día a día se otorgan “seudo franquicias” en Latam. Sí, lo he repetido hasta el cansancio: el modelo de franquicias es el modelo de aceleración de negocios más exitoso del mundo; sin embargo, hay que reconocer que ni todos lo hacen bien, ni todo lo que suene a franquicia es franquicia, o sea, camina como pato pero no es pato.

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La frase “Patear el pesebre” se refiere metafóricamente a faltar el respeto o ponernos en contra de algo que nos beneficia o nos es de utilidad; yo creo que patear el pesebre es engañar, no prepararse, hablar de algo que nunca se ha vivido, repetir como perico números y mentiras, etcétera, etcétera, y lo peor, hacer como si fuera perfecto cuando día a día hay gente perdiendo su dinero por culpa de un franquiciante poco ético o falto de preparación que se inició en este negocio sin saber a lo que se enfrentaba y franquició su marca sin responsabilidad; eso, fulanito, eso sí es patear el pesebre. Por eso en cada edición te platicaré alguna historia de la vida real, de esas que ponen en duda a su santidad, la franquicia.

Dicho lo anterior viene la historia de terror del día de hoy:

Estando de viaje, recibí una llamada: ¿Me puedes ayudar?, realmente no sé qué hacer, estoy desesperada. Cuéntame en qué te puedo ayudar. Soy una abogada que se dedica a litigar y me encargo de mi casa y de mis hijos, con unos ahorros que tenía y la jubilación de mi madre, decidimos comprar una “franquicia” de waffles y abrimos el negocio hace cuatro meses, después de una remodelación de dos. Hoy en día no sabemos qué hacer, perdemos dinero, debemos rentas, tengo la bronca del contrato de arrendamiento, y los de la franquicia, desde Tijuana, no es que puedan hacer mucho. Ya hablamos con ellos y nos dijeron que le metiéramos dinero a una campaña en Facebook para generar clientes.

Una vez que fui a ver el negocio y revisé los documentos, me enteré de que ni siquiera conocía a los supuestos franquiciantes, que toda la relación fue por internet, nunca le capacitaron, nunca conocieron su local, pero bueno, si no la conocieron a ella, qué esperar que le ayudaran con su local, por supuesto no le dijeron cómo contratar a su personal; es decir ¡un desastre! El manual de operaciones: una copia de textos de internet que le mandaron en un mail, el contrato -de 5 páginas- no era de franquicia era de licencia de marca pero ellos se ostentan como franquicia. El local por mucho no es un local para alimentos (o al menos yo nunca lo hubiera autorizado para ese giro), le vendieron unas mesas unas sillas dos wafleras y un inventario inicial; y liso, por arte de magia está usted lista para arrancar en uno de los negocios más difíciles del mundo, los alimentos.

No quisiera, que ni por un momento, pensaran que ella no tiene responsabilidad en esto, claro que la tiene, nunca voy a entender cómo alguien puede hacer una transferencia, así, nada más porque sí, a alguien que no conoce, de un negocio que nunca conoció, de un producto que nunca probó. Ella tampoco visitó al franquiciante, ni conoció jamás el negocio; ella tiene gran responsabilidad en el asunto; pero al final del día su pecado es tomar los tokens y con esa ligereza deshacerse de su patrimonio; pero el franquiciante, en serio, ¿no entiende que está echando a perder su marca con alguien que nunca se dio el tiempo de conocer? En serio, ¿no entiende que es una bajeza venderle un negocio a alguien que no cumple con el perfil para ello? En serio, ¿no entiende que una señora y su hija perdieron los ahorros de toda su vida? Parece ser que no; en vez de hacer su tarea recibió un dinero y le mandó unas sillas.

¿Entonces qué hago? Me dijo. Cierra, no hay nada que hacer; por más que le queramos echar ganitas, el local es malísimo, el producto no da para pagar la renta y ya no tienes capital de trabajo, y tu supuesto franquiciante no tiene ni idea de cómo apoyarte. ¡Cómo crees voy a perder toda mi inversión! Pues si no cierras vas a perder tu inversión y mucho más, respondí. Cierra y arreglemos este asunto con el tipo que te vendió esta cosa, fue mi última palabra. Sigo en la espera de que me indique en qué momento vamos y se la hacemos de jamón a estos vagos. ¿Triste? Sí, muy triste ¿Real? Sí, muy real.

¡Ah, qué mi Jorge! siempre pateando el pesebre… Nos vemos en la próxima, su amigo El Zar de las Franquicias.

Julio Morales CEO de Crepelandia FB @juliobersek

Lo que nunca te dicen … ni los consultores, ni los franquiciantes

El mundo de las franquicias es más complejo que los negocios tradicionales, ya sea que lo veas como un inversionista que está dispuesto a comprar una franquicia o como un empresario que quiere explorar esta estrategia de crecimiento para tu proyecto.

Como inversionista

Al principio te querrán vender la idea de que una franquicia es un negocio probado y que las probabilidades de éxito son demasiado altas, que tu inversión es segura y que además, en muchos de los casos, solo tendrás que contratar un gerente y listo. Pero no es así, las franquicias necesitan más trabajo del que tú le hubieras dedicado a un negocio que empieza de cero.

¿Por qué? Porque normalmente una franquicia tiene muchos procesos operativos y administrativos ya diseñados, y que deben ser seguidos para el sano monitoreo de una sucursal, un negocio que empieza de cero generalmente no tiene una estructura tan robusta. Por eso, una franquicia implica demasiado trabajo, contrario a lo que se cree.

Como empresario

Quien te presenta el modelo de franquicia generalmente te cobra honorarios para convencerte de explorar esta estrategia de crecimiento. Cuando te presentan la proyección de ventas de franquicias y lo multiplicas por las cuotas de franquicia que cobrarás, es casi inevitable que no te brillen los ojos al ver la suma de dinero que ya ves en tu cuenta bancaria.

Pero no te dejes seducir por una proyección, investiga la parte “oscura” del modelo de franquicia, investiga los problemas en los que te puedes llegar a meter, en esta industria son igual o más caros que lo que puedes llegar a ganar si lo haces mal.

Eso nadie te lo dice, yo lo tuve que averiguar por mi cuenta tratando de conocer a franquiciantes para que de primera mano y con los micrófonos apagados, me contaran las historias de terror que les había tocado vivir. Busca un asesor que tenga “experiencias de vida”, es decir, que sepa de lo que te habla porque lo vive en el día a día, un becario o un consultor de escritorio poco te ayudarán en este proceso. Te voy a contar dos detalles de suma importancia con los que debes tener cuidado y que me han tocado en los años que llevo con Crepelandia.

1.- El perfil del franquiciatario

Cuando definas el perfil de la persona que debería tener una sucursal de tu marca, apégate fielmente a estas características y no otorgas ni una sucursal a quien no tengas que otorgársela. Normalmente, en los inicios de tu red te apresuras a dársela a quien sea porque te urge arrancar con el negocio de franquicias, créeme, si te equivocas aquí, te saldrá muy caro en dinero y en reputación. Lo que mal empieza, mal termina.

2.- La ubicación

De la misma forma que tienes ya determinadas las características que debe tener una persona para ser miembro de tu red, debes tener las características de la ubicación para poder abrir una sucursal de tu marca. No se vale experimentar nuevos mercados con un franquiciatario, no por abrir ya, caigas en autorizar cualquier local.

La prisa no tiene nada bueno en este paso del negocio

Recuerda que la primera decisión que alguien toma cuando va a invertir en una franquicia es ¿En qué franquicia?, la segunda más importante es ¿En dónde? Este punto determinará el éxito o fracaso de la sucursal.

Ya sea que estés de un lado o del otro, lo más importante es capacitarte en el tema, lo cual implica una importante inversión de tiempo y dinero, no veo por qué no darle la importancia que se merece y hacerlo lo mejor posible.

Hay muchos libros que puedes consultar y por supuesto las ofertas educativas del ILAF; para mí hay un antes y un después de haber egresado del diplomado de franquicias del instituto.

Po último y no por eso menos importante, te invito a conocer personas de la industria y pregúntales directamente todas tus dudas.

DEPORTE & NEGOCIOS

Juan Manuel Palacios González

En este primer capítulo hablaremos de un personaje cuyo único éxito como deportista fue ser capitán y haber ganado en 1964 el Campeonato Nacional

Universitario jugando fútbol americano en Arkansas, pero que, como empresario cuenta con grandes éxitos, los que lo han llevado a acumular una fortuna valuada según la revista Forbes en 8.3 mil millones de dólares.

Instinto emprendedor

El Señor Jerry Jones inició su fortuna en las industrias petrolera y de gas natural, manteniendo inversiones en dichas industrias, siendo el inversionista principal de la empresa Comstock Resources. Gracias a la fortuna que hasta 1989 había construido, decidió emprender en un negocio distinto, un negocio que le apasionaba y que administrativamente desconocía: “el fútbol americano”, y fue así como, por la cantidad de 150 millones de dólares, compró la franquicia deportiva “DALLAS COWBOYS”, franquicia que en la actualidad está valorada en 5 mil millones de dólares, un aumento de 1,053% ya ajustado a la inflación.

Sin temor al cambio

Después de comprar al equipo, Jerry Jones decide despedir a Tom Landry, el mítico head coach de los Dallas Cowboys quien creó al "Equipo de América", con el que ganó dos campeonatos, movimiento que fue sumamente criticado por los medios y la afición.

¿Saben de quién estamos hablando?, del Señor Jerral Wayne Jones, mejor conocido como Jerry Jones, el flamante dueño de los Dallas Cowboys.

Aquí les dejamos lo que consideramos fue y ha sido el éxito en los negocios del Señor Jerry Jones, quien, a pesar de no ser muy popular entre las personalidades deportivas, continúa obteniendo enormes ganancias financieras en cifras récord, gracias a su brillante gestión de

la marca “Dallas Cowboys”.

Rodéate de los que saben

Después de despedir a Tom Landry, muchos especularon que los Cowboys se terminarían de hundir, fue cuando Jerry Jones apostó por su ex compañero Jimmy Johnson, quien ayudó a continuar forjando la gran franquicia de los Cowboys, reclutando en primer lugar a Troy Aikman, mariscal de campo que guiaría al equipo a 3 super tazones, además del canje o movimiento maestro que hicieron Jerry y Jimmy al cambiar a Herschel Walker a los Minnesota Vikings por cinco jugadores, seis selecciones condicionales de draft, y una de primera ronda en el 1992, comenzando así la transformación del equipo que los llevaría a ganar el Super Bowl en 1992 y 1993, y 1996.

Innovar y crear

Jerry Jones es considerado el principal propulsor de la NFL moderna, atribuyéndosele el enorme crecimiento que ha tenido la liga, con la cual también ha tenido sus diferencias al ir en contra de la corriente, tal es el caso cuando en 1995 cerró contratos para el Texas Stadium con Nike y Pepsi, cuando la NFL tenía contratos con Reebok y Coca Cola. Después de varias batallas legales, los Dallas Cowboys se convertían en el único equipo que no compartía ingresos en ciertas ramas con el resto de las franquicias de la NFL.

Diversificar

Desde hace varios años, Jerry Jones ha diversificado sus inversiones entrando en múltiples negocios, incluyendo en la industria de comida rápida. Jones es dueño de 120 franquicias de la pizzería Papa John’s. A su vez, Jerry creó la empresa Legends Hospitality junto con el dueño de los Yankees de Nueva York, George Steinbrenner.

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