Si es la primera vez que manejas una cámara o llevas tiempo disparando y aún no te has atrevido con el modo manual, si quieres conseguir fotografías espectaculares... ¡Éste es tu libro con el que podrás descubrir todos los secretos de tu cámara!
Esta es la propuesta del autor de este libro, Gerardo García, fotógrafo de reconocida experiencia en nuestro país y con amplia trayectoria impartiendo cursos y talleres a través de su espacio El Arte de Aprender Fotografía.
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Cualquiera puede disfrutar de este libro: padres, jóvenes, abuelos… y en general todo aquel con interés en fotografiar a los más pequeños. Utilizando un lenguaje claro y cercano, el autor comparte sus experiencias como padre, que con seguridad nos resultarán familiares, a la hora de fotografiar a sus hijas. Contemplar sus imágenes y disfrutar de su forma de transmitir la fotografía hacen de este libro una experiencia única e inspiradora.
El fotógrafo profesional Jaime de Diego te enseñará desde cero todo lo que necesitas para adentrarte en el mundo de la fotografía digital de manera práctica, clara y amena. No te perderás en ninguna explicación o concepto porque el autor te irá llevando foto a foto.
ISBN: 978-84-15131-51-9
Gerardo García
Gerardo García
Los padres somos los mejores fotógrafos de nuestros hijos; sólo con su presencia, nos regalan infinidad de imágenes especiales cada día. Si conseguimos capturarlas, el paso del tiempo las convertirá en excepcionales. Fotografiar es fácil, lo difícil es mirar. La ventaja es que para aprender a ver esas imágenes no necesitas grandes conocimientos. Cada uno de nosotros tenemos una forma de mirar diferente y única que debemos convertir en especial. Y de eso trata la fotografía. Es su grandeza. Si lo consigues, los siguientes pasos serán realmente sencillos.
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Fotógrafo, profesor y curioso por naturaleza. Disfruta de las pequeñas cosas y se declara feliz jugando con sus dos hijas, teniendo una conversación con amigos, leyendo un buen libro, o dando un paseo por el campo, entre otras muchas actividades. Tras licenciarse en Ciencias Empresariales y trabajar en diferentes compañías, transformó su afición por la fotografía en su principal actividad y ha desarrollado un estilo reconocido internacionalmente. En sus fotografías destaca su capacidad de reflejar la belleza de lo cotidiano, inspirándose especialmente en su familia. El interés por compartir esa experiencia, le ha llevado a impartir con gran éxito talleres y cursos, tanto presenciales como en internet, a través de su espacio El arte de aprender fotografía. Su filosofía se centra en inspirar y guiar a sus alumnos para que cada uno desarrolle su propia forma de mirar y así disfrute descubriendo su talento fotográfico.
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¿Quieres información adicional de todas las fotos del libro? Puedes ver los datos técnicos de cada una a través de la web de la colección. Además también podrás encontrar enlaces a los diferentes fotógrafos a los que hace referencia el autor.
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“¿Qué cámara me recomiendas?” “Quiero comprarme una cámara que tome buenas fotografías. ¿Cuál de estas dos marcas consigue mejores imágenes?” Cualquiera que escuche una conversación sobre fotografía entre varios aficionados, comprobará que lo habitual es que la cámara se convierta en el tema central, interesándose por el modelo que utiliza cada uno, su reciente adquisición o por el lanzamiento de la última novedad, mejor dicho penúltima, porque cuando nos dispongamos a abrir la caja de nuestro equipo se estará lanzando al mercado un nuevo modelo y el nuestro ¡ya estará obsoleto! Muchas personas identifican la fotografía con una cámara. Algunas, con gran interés y dedicación, acaban convirtiéndose en verdaderos expertos en los equipos de fotografía y sus aplicaciones. Sin embargo, la mayoría ni siquiera se plantea dar el primer paso para aprender cuestiones técnicas, y los que lo intentan lo abandonan al poco tiempo porque lo primero que han hecho ha sido concentrarse en la herramienta, no en la fotografía. Y es que resulta muy difícil que una máquina y su manual de instrucciones consigan seducirnos. Cuando me preguntan por dónde empezar siempre sugiero que no debemos permitir que un aparato nos quite la ilusión. Os invito durante las próximas páginas a que nos olvidemos por un
La grandeza de la fotografía
momento de nuestra cámara. Aprender fotografía es mucho más que conocer cómo funciona cualquiera de los dispositivos que nos permiten capturar o perfeccionar nuestras imágenes. Cuando comprendamos todo lo que podemos lograr gracias a la fotografía y empecemos a disfrutar con ella, será el momento de ocuparnos del equipo. Y como tendrás mucho interés todo te resultará más sencillo. Enseguida te preocuparás por saber más y podrás encontrar en el mercado excelentes libros y recursos que te explicarán todo lo necesario de una manera muy didáctica. Sin embargo, el mero hecho de conocer cómo funciona una cámara no garantiza que vayamos a conseguir buenas fotografías. Las imágenes las realizamos cada uno de nosotros, no una máquina. Por ello será fundamental concentrarse en todo lo que sucede antes de apretar el disparador. Los mejores fotógrafos son, antes que nada, personas con una gran afición por la fotografía. Empecemos por convertirnos en grandes aficionados, de la mejor forma posible, junto a nuestros hijos. El equipo que utilicemos será simplemente una pieza más, importante sin duda, de la construcción del proyecto fotográfico de nuestra familia.
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A su altura
Impredecibles, sencillamente geniales De los niños hay que esperar cualquier cosa, por eso cuando fotografiamos a nuestros pequeños hay que mirar alrededor, ver el entorno donde están e intentar anticiparnos a lo que pueda pasar. Una de las mejores cualidades que distingue a todo buen fotógrafo es su capacidad de adelantarse a lo que pueda suceder, lo que habitualmente se denomina la previsualización de una imagen. Si además conseguimos pasar desapercibidos tendremos muchas posibilidades de éxito. En el caso de esta fotografía de mi hija mayor, que podéis observar en esta página, creo sinceramente que no fue el caso. Podría explicar (esto nos gusta mucho hacerlo a los fotógrafos) que debido a mi gran capacidad de observación, fui capaz de anticiparme a lo que ocurriría y así conseguir una imagen especial. La realidad es que fue más sencillo que todo eso. Una niña de dos años, una playa y las frías aguas del Atlántico son ingredientes más que suficientes para que siempre pase algo y, lo mejor de todo, en cada ocasión diferente. Tan sólo hay que estar ahí, a su nivel; así de sencillo. Con frecuencia la incertidumbre se convertirá en nuestra mejor aliada; del resto se encargan nuestros hijos.
“MI HIJO ME POSA” Esta frase la escucho habitualmente a muchos padres. Cuando sucede, debemos prestar especial atención. Lo ideal es no llegar nunca a esta situación, aunque nos resulte sencillo tomar imágenes todas tendrán la misma expresión y resultará muy difícil capturar gestos naturales. Pero podemos evitarlo. Normalmente, cuando tenemos un hijo que nos posa, suele ser debido a que nosotros lo hemos permitido durante tiempo y tendrá que ver la frecuencia con la que le hemos fotografiado. Cuando fotografío a mis hijas, en el momento en que posan haciendo gestos artificiales, abandono la sesión de una forma natural. Es lo mejor que se puede hacer. Así evitaremos en lo posible sus posados forzados y gestos poco naturales.
Intenta anticiparte a una situación, ten paciencia y espera. Con frecuencia sucederá algo con lo que no contamos. Solamente hay que estar preparados.
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Aprendiendo a mirar
Dirige al espectador de tus imágenes Una gran ventaja que tenemos cuando fotografiamos es, que podemos guiar por nuestra imagen a quien la observa fijando un punto de atención a partir del cual sus ojos empiezan a moverse en la dirección que hayamos decidido. Para conseguirlo hay diferentes opciones visuales y una es lo que se denomina espacio negativo. Cuando puedas, intenta dejar un gran espacio libre de la fotografía sin incluir al sujeto. Esto hace que nuestra vista se dirija directamente al protagonista consiguiendo una imagen más interesante. Con el espacio negativo, la lectura propuesta comenzará siempre en vuestro hijo y luego se dirigirá hacia el entorno. Como muestra, la fotografía de la siguiente página; no necesitarás incluir muchos elementos para que una imagen funcione. Otra de las grandes herramientas que nos brinda la fotografía para atraer el ojo del espectador es la luz natural. Dada su importancia le dedicaremos el próximo capítulo donde aprenderemos a verla, sus principales cualidades y cómo utilizarla. Puedes ver un pequeño adelanto en esta imagen. CUANDO LAS COSAS NO SALEN La fotografía es quizás el medio de expresión por excelencia donde el error es lo habitual. ¿Cuántas fotografías consideramos buenas de
todo lo que disparamos? Cada vez es menor el porcentaje. Pues bien, como sucede en el aprendizaje de cualquier disciplina, el error es algo muy necesario porque cuando fallamos estamos ante una oportunidad de descubrir en qué nos hemos equivocado. A continuación, la mejor manera de mejorar será hacer la siguiente fotografía. Muchas veces mis alumnos me transmiten su falta de motivación, su descontento con los resultados que obtienen y sus pocas ganas de tomar fotografías. Lo entiendo perfectamente, es algo que nos sucede a todos y hay que verlo como algo bueno porque significará (aunque parezca lo contrario) que estás evolucionando en tu forma de mirar. Lo mejor es considerarlo como una magnífica oportunidad para guardar la cámara durante un tiempo, olvidarse de ella y hacer otras cosas que no estén relacionadas con la fotografía, pero que seguro serán de gran ayuda cuando se vuelva a por la cámara. Hay que aprovechar estos momentos para asimilar lo aprendido; son necesarios como lo son las vacaciones para desconectar. Es indispensable cargar nuestras pilas cada cierto tiempo. Yo lo aplico aunque me haya llevado tiempo comprobar sus beneficios. A veces transcurre más de un mes en que no fotografío a mi familia. Mi cabeza lo agradece y los míos también.
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¿Color o blanco y negro? En mis comienzos todos los fotógrafos teníamos que elegir con antelación si dispararíamos en color o en blanco y negro. Llevábamos en nuestra mochila varios rollos de película, tanto en color como en blanco y negro, y decidíamos cuál cargar en nuestra cámara analógica antes de realizar un trabajo. No había otra elección. Ahora podemos decidirlo en cualquier momento una vez tomada la imagen. ¡Qué maravilla! ¿Qué preferimos, el color o el blanco y negro? Es una de las cuestiones que más tratamos en los talleres que imparto. Al final es una decisión personal, depende del gusto de cada uno de nosotros. Sin embargo debemos conocer las diferencias entre ambos. Una fotografía en blanco y negro es más evocadora que una en color. En general, el blanco y negro nos muestra la esencia de lo que fotografiamos sin ningún tipo de distracción y es capaz de emocionar y abstraer de la realidad a quien lo observa. Por su parte el color se encarga de describir de una manera más objetiva. Ambos, bien utilizados, pueden ofrecer resultados extraordinarios. La decisión depende de nosotros; lo más importante, que nos guste lo que vemos. Cuando observamos una fotografía en blanco y negro nuestra mirada se concentra, en general, en sus protagonistas, mientras que la misma
La magia de la luz natural
imagen en color hace que nuestro ojo preste atención a otros detalles que con frecuencia compiten con los sujetos principales. En la página siguiente, en la fotografía de abajo en blanco y negro, ¿eres capaz de detenerte en el bañador del padre? ¿Qué ocurre al observar la misma imagen en color? ¿Cuál de las dos tiene más fuerza? Si repetimos este sencillo ejercicio con nuestras imágenes seremos capaces de aprender a ver las diferencias. Recordemos que nuestro objetivo debe ser conseguir la mejor imagen final posible de nuestros pequeños, sea en color o en blanco y negro. La gran ventaja del blanco y negro frente al color es que puede funcionar muy bien en cualquier situación de luz y hora del día. Incluso con luz directa y sombras pronunciadas el efecto conseguido puede ser realmente atractivo. En mi trabajo, a la hora de disparar ya he decidido en mi cabeza si la imagen será en blanco y negro o en color en la mayoría de las circunstancias. Lo único que he hecho para conseguirlo es practicar mucho, interesarme por conocer la luz y cómo utilizarla, aprender el comportamiento de los colores entre sí y por supuesto ver mucha y buena fotografía. No hay otro secreto. Lo más importante es que tu imagen sea especial antes incluso de convertirla a blanco y negro.
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Encajando las piezas
¿Dónde está nuestro bebé? Cuando nos queramos dar cuenta, nuestros pequeños habrán dejado de ser bebés, estaremos corriendo detrás de ellos y más de una vez recordaremos con añoranza la tranquilidad del principio. No os preocupéis si no paran quietos. Lo extraño sería que estuviesen siempre tranquilos y dispuestos a que les fotografiemos mostrando su mejor gesto. Recordemos que una de las claves del éxito de nuestras fotografías será la capacidad que tengamos de seguir acercándonos a ellos de forma natural a medida que vayan creciendo. Más que nunca será momento de practicar la pesca con mayor frecuencia pues la caza en la mayoría de los casos nos decepcionará. Cada vez tendrán más autonomía, realizarán más cosas sin ayuda y de manera imprevisible. Habrá ocasiones en que nos resultará complicado tomarles fotografías porque serán conscientes de nuestra presencia y al igual que nos sucede a los mayores, en general, no les gustará que les fotografíen. Por ello la
frecuencia con la que tomemos imágenes se convierte en algo fundamental. Si no crees que sea un buen momento o adviertes el comienzo de las poses forzadas, lo mejor será esperar una mejor ocasión. Recuerda que se trata de disfrutar de la fotografía. Sin embargo, a partir de ahora aparecerán nuevas posibilidades. Por ejemplo, tendremos la ventaja de empezar a pedirles ciertas cosas a la hora de realizar retratos que antes resultaría imposible de plantearles. Y por supuesto, siempre podremos seguir robándoles imágenes. Eso no entiende de edades.
Antes y después. Busca un mismo lugar o elemento de vuestra casa que sea especial para vuestro hijo e intenta retratarlo de forma similar a lo largo del tiempo. Podrás elegir un sillón, su muñeco preferido, un juguete, su cama o un lugar improvisado.
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¿Qué imagen elegir? Nadie dijo que sería fácil Uno de los libros de fotografía más vendido es, Los americanos de Robert Frank. Publicado en 1958, contiene ochenta y tres imágenes y supuso la culminación de un largo viaje, realizado por todo el territorio norteamericano con el objetivo de mostrar una visión muy personal de aquella sociedad. Su publicación significó un punto de inflexión en la fotografía. La influencia de este gran fotógrafo en todos los que conocemos bien su trabajo ha sido esencial en nuestra forma de mirar. De entre las más de veintiocho mil imágenes que tomó, ¿por qué solamente ochenta y tres? Por una sencilla razón. Todas y cada una de ellas son especiales y no te dejan indiferente. Ese fue el criterio. Si a esto le unimos el diseño del libro con una imagen por página, estamos ante una impecable labor de selección con un gran criterio y sencillez en la presentación de un trabajo. Podemos comprobar una vez más, que lo sencillo, si es bueno, funciona. Cuando seleccionamos tenemos que ser capaces de hacerlo con la mayor objetividad posible. Seamos como los editores gráficos que se encargan de elegir las imágenes de
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diferentes fotógrafos para su publicación en los medios de comunicación para los que trabajan. La gran ventaja de un editor es que no le domina el componente emocional que tenemos nosotros como fotógrafos. Él decide únicamente sobre lo que ve en cada imagen y no sobre la experiencia que tuvo el fotógrafo durante la toma. Se trata de disparar con el corazón y seleccionar con la cabeza. Cuanta más confianza tengamos en nosotros mismos menos disparos realizaremos por si acaso. El número de fotografías será mucho menor y conseguiremos escoger mejor y más rápido. El objetivo debe ser tardar el menos tiempo posible en elegir. Y para eso hay que entrenar. Recuerda seguir llenando con buenas imágenes nuestra carpeta de fotografías especiales. Si no lo hacemos corremos el riesgo de que muchas de las mejores imágenes caigan en el olvido. Cuando selecciones tus imágenes hazlo por partes y dejando que reposen. Lo mismo que el pintor retrocede varios pasos para contemplar su obra, dejaremos transcurrir varios días, si es necesario.
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多Hablamos del equipo?
El equipo cada vez importa menos Todos los días recibo varias consultas preguntándome sobre el equipo fotográfico que utilizo en mi trabajo y cuál es el equipo ideal. Mi respuesta es siempre la misma: “el que llevas”.Y por suerte todos llevamos con nosotros un equipo fotográfico que nos permite tomar de una manera sencilla imágenes cada vez mejores. Hace muy poco tiempo, sería impensable. Si tuviera que describir cuáles serían las características que tendría que tener mi equipo perfecto diría en primer lugar, que fuera lo más reducido posible para poder llevarlo a todas partes. Silencioso, para pasar desapercibido. Luminoso, para que sea capaz de trabajar en situaciones críticas de luz natural. Y robusto, para soportar los más que probables golpes, sobre todo en presencia de los más pequeños. Lo que acabo de hacer es simplemente describir lo más importante de mi trabajo. Cartier Bresson, al que ya conocemos, utilizó un equipo de una calidad inferior al de cualquiera de nosotros hoy en día. Fue un gran purista, nunca realizaba recortes de sus fotografías y la mayoría de las miles de imágenes que tomó a lo largo de su vida fueron realizados con un solo objetivo. Siempre lo hizo en blanco y negro y no utilizaba el flash. Quería pasar lo más
desapercibido posible. Su equipo era el ideal y así se convirtió en el fotógrafo documental más importante de la corta historia de la fotografía. La ventaja es que no había muchas opciones donde elegir; una vez que conocía su funcionamiento, no se preocupaba más que de mirar. Mi recomendación es que elijas el equipo en función de lo que necesites, ni más ni menos. Cada vez serán mejores, con más prestaciones. Sin embargo la calidad de una imagen dependerá progresivamente menos del equipo y más de lo que nosotros decidamos hacer con él. Concéntrate en ello. Es lo único que nos diferenciará.
QUE CRITIQUEN TUS IMÁGENES, CON CRITERIO Tenemos que agradecer los comentarios de nuestras imágenes, sobre todo si proceden de personas que no son ni familiares ni amigos. Una buena crítica realizada por la persona adecuada es fundamental para mejorar. Si sólo nos dicen lo bueno, es complicado que uno siga evolucionando. Una de las claves de mis talleres son precisamente las críticas conjuntas que hacemos de las imágenes de los asistentes.
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Si es la primera vez que manejas una cámara o llevas tiempo disparando y aún no te has atrevido con el modo manual, si quieres conseguir fotografías espectaculares... ¡Éste es tu libro con el que podrás descubrir todos los secretos de tu cámara!
Esta es la propuesta del autor de este libro, Gerardo García, fotógrafo de reconocida experiencia en nuestro país y con amplia trayectoria impartiendo cursos y talleres a través de su espacio El Arte de Aprender Fotografía.
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Cualquiera puede disfrutar de este libro: padres, jóvenes, abuelos… y en general todo aquel con interés en fotografiar a los más pequeños. Utilizando un lenguaje claro y cercano, el autor comparte sus experiencias como padre, que con seguridad nos resultarán familiares, a la hora de fotografiar a sus hijas. Contemplar sus imágenes y disfrutar de su forma de transmitir la fotografía hacen de este libro una experiencia única e inspiradora.
El fotógrafo profesional Jaime de Diego te enseñará desde cero todo lo que necesitas para adentrarte en el mundo de la fotografía digital de manera práctica, clara y amena. No te perderás en ninguna explicación o concepto porque el autor te irá llevando foto a foto.
ISBN: 978-84-15131-51-9
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Los padres somos los mejores fotógrafos de nuestros hijos; sólo con su presencia, nos regalan infinidad de imágenes especiales cada día. Si conseguimos capturarlas, el paso del tiempo las convertirá en excepcionales. Fotografiar es fácil, lo difícil es mirar. La ventaja es que para aprender a ver esas imágenes no necesitas grandes conocimientos. Cada uno de nosotros tenemos una forma de mirar diferente y única que debemos convertir en especial. Y de eso trata la fotografía. Es su grandeza. Si lo consigues, los siguientes pasos serán realmente sencillos.
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Fotógrafo, profesor y curioso por naturaleza. Disfruta de las pequeñas cosas y se declara feliz jugando con sus dos hijas, teniendo una conversación con amigos, leyendo un buen libro, o dando un paseo por el campo, entre otras muchas actividades. Tras licenciarse en Ciencias Empresariales y trabajar en diferentes compañías, transformó su afición por la fotografía en su principal actividad y ha desarrollado un estilo reconocido internacionalmente. En sus fotografías destaca su capacidad de reflejar la belleza de lo cotidiano, inspirándose especialmente en su familia. El interés por compartir esa experiencia, le ha llevado a impartir con gran éxito talleres y cursos, tanto presenciales como en internet, a través de su espacio El arte de aprender fotografía. Su filosofía se centra en inspirar y guiar a sus alumnos para que cada uno desarrolle su propia forma de mirar y así disfrute descubriendo su talento fotográfico.
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