Dos de tres caídas: Cuento vs. Guión por FARO La Perulera

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ÍNDICE PRESENTACIÓN 3 LAIKA CUENTO COLABORATIVO 4 - 6 LAIKA GUIÓN CINEMATOGRÁFICO COLABORATIVO

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PRESENTACIÓN María Hope

El trabajo que exponemos a continuación es el resultado de un proceso a la vez individual y colaborativo, que tuvo como punto de partida la canción de Mecano, “Laika” (1989). No fue un proceso fácil. La escritura colaborativa supone esfuerzos y renuncias adicionales a las de la escritura individual: hay que forzar al ego a aceptar que aquello que propuse y me gustaba tanto fue desechado en aras de la historia colectiva; y es posible que esa historia se encamine por un rumbo que nada tenga que ver con lo que yo me había imaginado, con mi idea inicial; hay poco espacio para el lucimiento individual. Pasar de la primera persona del singular a la primera persona del plural, es decir, del yo al nosotres, es un tránsito al que poca gente se anima, quizá porque desdibuja –o parece desdibujar— el presunto encanto individual. Sin embargo, cuando las “plumas” de cada participante se funden en una sola ese encanto irradia el texto colectivo. Así sucedió en este taller. Aunque el cuento final que se presenta incluye las voces de casi una veintena de personas, seis lo concluyeron; el pasaje de la escritura literaria (cuento) a la escritura audiovisual (guion) también tuvo sus complicaciones. Es un ejercicio que pide esfuerzo, porque hay que traducir todo en acciones y con mucha frecuencia en ese “todo” hay cosas que no es fácil expresar con verbos (¿cómo, por ejemplo, explico con acciones que un perro está enojado?). Después de separar el cuento en escenas y repartir estas entre las y los participantes, la traducción a la escritura audiovisual fue un trabajo individual. Hubo quienes no pudieron concluir y quienes decidieron no participar escribiendo sino compartiendo ideas, motivo por el cual la adaptación de escenas aparece incompleta. Las que aquí se presentan fueron desarrolladas por Tania Denisse Alonso Celaya (2, 6 y 9), Alejandra Ruiz Cano (4, 8, 13) y Gabriela Marisol Hernández Martínez, aunque en su hechura participaron también Matela Ruiz Fischer, Luis Ángel Jiménez García y Brenda Paola Osnaya Martínez.

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LAIKA

Cuento colaborativo Después de la gran explosión, pude escapar del experimento ruso en una cápsula que no estuvo expuesta a la onda expansiva. Programé la cápsula para regresar a la Tierra y caí en el lago Abreu, en una bola de fuego. Minutos posteriores al impacto, cuando la puerta se abrió, yo, Laika, la primera perra astronauta, salí en busca de aire fresco. Es lo único que sé de mí. Estando fuera noté que estaba rodeada de un grupo numeroso de científicos y soldados armados. Por un momento creí que el recibimiento sería diferente, como si se tratara de un soldado de guerra que regresa a su nación, victorioso; por lo menos, eso es lo que veía en los vídeos que ponían en la estación rusa, donde permanecí muchísimo tiempo. Pero la realidad para mí fue otra, parecía ser la enemiga, todos contra mí, me sentía acechada y trataba de entender las miradas. Eso hizo que me distrajera; sorpresivamente, un humano corrió hacia donde yo estaba, reaccioné con un salto y grité:

-- ¡Alto, humano! ¡No des un paso más!

Esta pesadilla comenzó hace muchos meses, no recuerdo el tiempo exacto, lo único que sé es que era feliz: creía tener una manada, un líder, el camarada Serguei, en quien confiaba plenamente, y una nación a la que le era fiel. ¡Claro! Eso lo pude comprender mucho después; al principio no entendía lo que sentía; entendí la felicidad cuando comenzaron a inyectarme una sustancia que me causaba un dolor inmenso, sentía como un hierro al rojo vivo. Con el tiempo dejó de dolerme; esos químicos me hicieron más fuerte, más veloz, podía realizar diferentes acrobacias durante horas sin cansarme, incluso llegó a ser casi divertido. Al principio no entendía lo que las personas decían, hasta que una noche se acercó el camarada Serguei para darme una caricia de buenas noches, y entendí que decía: ¡Buena chica, Laika, la valiente perrita astronauta! Al día siguiente todos celebraron, estaban felices, era una fiesta. Entre gritos y felicitaciones alguien anunció: ¡Sputnik 2 ha sido aprobado para lanzamiento! Las celebraciones siguieron y decidí unirme. Cuando cantaban el himno nacional, yo aullaba con ellos con tanta fuerza y sentimiento… al

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grado de que, sin notarlo, me salió un sonido diferente, articulado ¡Estaba hablando, cantando como ellos! Corrí con suerte, pues nadie se percató. Nunca más lo volví a hacer. El último recuerdo que tengo del laboratorio es el de un científico gritando ¡faltan 72 horas para el lanzamiento! Ese día me dieron muchos pinchazos, tenía una gran cantidad de químico corriendo por mi sangre, sentí mucho cansancio, todo se movía y no pude mantenerme en pie, caí al piso. Antes de perder el conocimiento escuché que todos, alarmados, acordaban que no hablarían de lo que estaba sucediendo, no podían echar su trabajo a la basura por un mal cálculo. Entre sueños puede escuchar:

3 de noviembre de 1957. Un día histórico: el cohete Sputnik 2 está listo para el lanzamiento: -5, 4, 3, 2, 1, 0… ¡Sputnik 2 ha sido lanzado!

Cuando desperté aún estaba mareada, confundida, sintiendo mi cuerpo extraño y con una sed gigantesca. Quise moverme, pero algo me tenía atada al asiento, empecé a observar, a mi alrededor todo estaba oscuro. Pude ver unos colores parpadeantes, los toqué con mis patas tras un gran esfuerzo. Se escuchó un sonido estridente y quedé libre para andar; caminé hacia una ventanilla y ahí, a lo lejos, vi una gran bola de color. Hermosa. Me conmoví tanto que surgieron varias preguntas en mí. ¿Qué hago yo girando alrededor? Más aún ¿qué rayos soy? ¿Qué tipo de monstruos me crearon? Mientras decía eso una lágrima salió de mis ojos cristalinos. Por fin lo entendí. No había más que decir… ¡Hijos de mi perra madre! Todo esto es un asesinato premeditado. Me sentí perdida, ¡y eso que aún no sabía que el agua y la comida solo me alcanzarían para siete días! --¡No se logra nada con estar aquí sentada! --pensé--. Algo tengo que hacer. Escuché un sonido chillante que lastimaba mis oídos. Eran unos perros que se encontraban encerrados. Me acerqué despacio, con las orejas agachadas y la cola entre las patas. Los liberé. A pesar de liberar a estos perros deformes y tener mucho trabajo por hacer con ellos, seguí con la esperanza de regresar a Rusia con un objetivo fijo en mente. ¿Venganza? Aún no lo

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sabía bien, pero algo muy claro tenía y es que debía regresar a dónde fui creada. -- ¡Pero qué rayos…! El cohete comenzó a sobrecalentarse. Tenía que reaccionar rápido o acabaría achicharrada, junto con los demás perros. Recordé: “botón amarillo: abrir; botón rojo: escape y autodestrucción”. Aturdida por los efectos de estar en el espacio y el caos, con los perros corriendo desconcertados, alcancé a ver el color brillante de aquel botón amarillo. Con todas mis fuerzas salté para apretar algún botón. En cuestión de segundos observé un azul que aún resplandecía en el fondo del tablero. ¿Qué será? Recordé que el camarada Serguei siempre me hablaba del azul, de lo lindo que es, de la tranquilidad del mar, de lo inalcanzable del cielo de ese color. Todos queremos el azul, me decía… el azul. ¡Ese botón tenía que tocar! Horas después, los ciudadanos rusos, asombrados, miraron hacia el cielo. Mi cápsula parecía un meteorito; la población corría asustada como si se tratara de una réplica de la extinción de los dinosaurios. Mi cápsula cayó. Cuando salí de la nave, me encontré rodeada de soldados. Empecé a gritar por el miedo que sentía. Uno de los soldados apretó el gatillo de su arma; apuntaba hacia mi único amigo, Serguei, quien se encontraba a poca distancia de mí. Un disparo limpio entraría por su espalda. Corrí lo más rápido que pude, salté para tratar de salvarlo y caí junto al cuerpo agonizante de mi amigo, el camarada Serguei; los soldados creyeron atacaría, comenzaron a disparar con tino certero. Todo acabó por fin.

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LAIKA

Guión cinematográfico colaborativo ESCENA 1 (Gabriela Marisol Hernández Martínez) 1. INT. CÁPSULA ORBITANDO LA TIERRA / DÍA. Laika, una perra de tamaño grande, pelaje café, largo y brilloso, ojos amielados, nariz grande y negra; es una raza hibrida del golden retriever con san bernardo. Se encuentra dentro de una cápsula blanca totalmente circular, la mitad hecha de una especie de cristal, con un filtro café claro; este deja observar el exterior, pero hace difícil ver [desde afuera] el interior; con propulsores en la parte de abajo. que rodean la cápsula. Dentro de ella, el espacio es justo para dos pasajeros. Tiene un asiento al frente y uno detrás del asiento del piloto, también contiene un tablero metálico platinado donde están los controles, que son botones del tamaño de una bola de golf, de diferentes colores: azul, naranja, amarillo, rojo, verde y blanco. El asiento del frente, es decir, del piloto, no está hecho para un perro sino para un humano; extrañamente, ahí se ve a LAIKA sentada con su cinturón de seguridad automático. La forma en que está sentada, con la espalda erguida recargada en el respaldo del asiento, piernas juntas, brazos a los lados, muestra un cambio en su estructura ósea, parecida a la de un humano. Los ojos de Laika están fijos y bien abiertos [miran] hacia el frente, donde se puede observar la onda expansiva de la explosión de gran tamaño (es un círculo azul grisáceo) del cohete Sputnik, que es de color blanco, de gran tamaño, forma de salchicha, con ventanillas en todo alrededor, con una punta roja y propulsores gigantes en la parte de abajo. En este cohete [Laika] es arrojada al espacio; la cápsula está lejos de esa onda explosiva, sin embargo, está más cerca a la Tierra. En unos segundos comienza a girar alrededor de ésta, para adentrarse en la atmósfera; después de dos vueltas, la cápsula hace retro-fire (retroencendido), reduce su velocidad, gira dejando a Laika boca abajo. La cápsula comienza a entrar en la atmósfera.

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ESCENA 1.2 EXT. LAGO ABREU / DÍA Una bola de fuego comienza a entrar a la Tierra, a bajar rápidamente a tierra firme. Al ir cayendo, la cápsula empieza a crear una capa de hielo en toda su circunferencia, como una forma de protección para los tripulantes. Cae precipitadamente en el lago Abreu, en la Unión Soviética. Es un lago de color hermoso, azul fuerte, con montañas alrededor, muchos árboles por todos lados y sin gente en un área a la redonda de 100 km, totalmente deshabitado y pacífico. Se escucha un gran splash cuando la cápsula impacta en el lago, muchos pájaros salen volando despavoridos; la gran velocidad a la que viene [la cápsula] hace una ola gigante que se extiende; conforme va reduciendo velocidad va dejando un camino de agua hasta que queda detenida en tierra firme, dejando a su lado derecho un monte de tierra causado por la fricción. Después de un par de minutos, la capa de hielo comienza a romperse. Al abrirse la puerta, se [oye] un gran sonido de vapor saliendo, no se puede observar que hay dentro; una vez abierta solo se observa un rectángulo vertical negro. De pronto, una pata peluda de color café pisa el suelo y es iluminada por la luz del sol intenso que se refracta sobre la tierra; después se ve otra pata peluda. Un haz de luz ilumina el paneo lento de la cámara, que va desde las patas de Laika hasta su cabeza. Lo que se ve es una perra parada en dos patas, con postura erguida. En segundos cae al suelo de rodillas, tosiendo y respirando muy rápido. Tras tomar aire fresco trata de incorporarse en pie, recarga una mano, equivalente a una de sus patas en la cápsula, después recarga la otra, impulsandose para quedar totalmente de pie. Sacude su cabeza, en forma de aturdimiento; toca su cabeza con una de sus patas, mientras con la otra se sostiene tocando la cápsula, para no caer al suelo. Gira su cabeza para tratar de ver dónde se encuentra. Al darse cuenta de que hay una lago, comienza a dar pasos hasta llegar a la orilla,se agacha y saca la lengua, comienza a beber agua. Cuando deja de beber, se

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queda viendo fijamente su reflejo, no se ve con claridad pues hay muchas ondas en el agua, cuando el agua queda en calma, Laika ve su reflejo, nota que su hocico se ha reducido en tamaño como si se hubiera hundido, su nariz de forma redonda es menos grande, pero sigue negra y húmeda, los labios se han hecho más gruesos, menea su cabeza de un lado a otro, rápidamente, abriendo de más sus ojos y frunciendo el ceño a la vez. No se reconoce, comienza a gruñir a ese reflejo y da uno que otro ladrido. Tras unos minutos, todo queda en paz, solo se escuchan los ruidos del bosque. Laika abre su boca y dice: LAIKA: ¿Qué soy? ESCENA 2 (Tania Tania Denisse Alonso Celaya) 2. EXT. LAGO ABREU / DÍA. (Toma panorámica) Es un día soleado, vemos a las orillas del Lago Abreu en Rusia (lago extenso de agua dulce, azul oscuro, alrededor vemos colinas verdes, hay un pequeño muelle, donde se encuentra la gente y como 3 lanchas juntas al embarcadero) hay una multitud de gente entre ellos reporteros, reporteras con cámaras de video y fotográficas, niños, niñas, hombres, mujeres y un séquito de soldados armados, ellos no solo están en el muelle, sino también vemos algunos que están en las colinas, rodeando el lago, lo tienen cubierto. Se escucha y ve un chapoteo (hondas) en la tranquilidad del lago (acercamiento de toma donde sucede el chapoteo), se abre con fuerza un chapuzón de agua (de las profundidades al exterior) cercano al muelle (30 mts de distancia), sale la cabeza de Laika (con el hocico más chato, los ojos mas grandes y húmedos pero sin tanto pelo alrededor) mira hacia su alrededor, (moviendo su cabeza de un lado para otro, primero despacio y luego dos movimientos más son rápidos en muestra de alerta), se sumerge y vuelve a salir de agua pero esta vez con un ladrido fuerte, comienza a nadar hacia

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la orilla donde está la gente, avanza aproximadamente 15 mts, se le nota cansada algo agitada (sus ojitos pestañean demasiado y jadea pausadamente). Toda la gente que está alrededor no ha dejado de mirarla ni un segundo; hay un gran silencio solo se escucha el sonido del agua al nadar Laika. ESCENA 2.1 EXT. LAGO ABREU / DÍA. Vemos a Laika hundirse después de un jadeo pronunciado, la gente se alarma y comienza a especular entre ellos. Se oyen varias voces a la vez, expresan dudas, miedo, tristeza, alivio, etc. No dejan de prestar atención al punto donde se sumergió, creen que ha muerto. (Pasan aproximadamente 20 segundos.) Hay un negro (elipsis). ESCENA 2.2. EXT. LAGO ABREU / DÍA. Durante los 20 segundos [que permanece] bajo el agua se busca reflejar el pensamiento de Laika, haciendo un acercamiento primero a su rostro y después enfocar a sus ojos cerrados. En un clip o mini secuencia, se va a ver la misma imagen del inicio, del Lago Abreu, con esa gente alrededor, pero esta vez los soldados, en vez, de armas traen flores, premios para perros, medallas; la gente trae banderas con el rostro de Laika, todos le aplauden y gritan su nombre con emoción y admiración. GENTE: ¡Laika, Laika ! ¡Perranauta, perranauta! La vemos nadar hasta la orilla, tiene una felicidad en el rostro que se refleja en sus brillantes ojos y en el movimiento de la cola, que va de un lado a otro. Se pone en dos patas y da un pequeño giro; en eso se acerca a ella el General Sergei (hombre de 44 años, alto, 1.82 mts, complexión media; luce ejercitado, tez blanca, ojos pequeños de color azul, cabello lacio castaño claro, con rasgos endurecidos; cuando sonríe se le marca un hoyuelo que le hace relajar el rostro. Lleva puesto un traje militar y encima una bata

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blanca). Laika salta sobre él, él la acaricia, le pone un collar de flores en su cuello, le da un gran hueso de carnaza y grita: GENERAL SERGEI: ¡Bienvenida, Laika, nuestra perranauta! (Todos aplauden). Hay un negro (elipsis). ESCENA 2.3 EXT. LAGO ABREU / DÍA. Laika sale abruptamente del lago, da un fuerte respiro y abre el hocico. Vemos a los solados que le apuntan con sus armas y gritan: SOLDADOS: ¡Listos! Laika se muestra asustada se paraliza, sus ojos están mas abiertos que nunca, las orejas bien levantadas, voltea hacia los lados, mira hacia enfrente y emite un aullido algo distinto al de un perro común, ( como tratando decir ¡No!) nada más rápido para llegar al muelle, finalmente lo logra. En cuanto sale del agua, todos se alejan y la siguen rodeando haciendo una media luna. Laika sacude su cuerpo e inmediatamente se pone en posición de ataque, gruñe enseña sus afilados dientes, el ceño fruncido , con los ojos super alertas (bien abiertos y volteando hacia los costados) cuidando de que nadie la ataqué o tome por sorpresa. Se escuchan un pasos que vienen corriendo desde un poco más atrás de donde esta Laika, no se alcanza a ver pues esta detrás de la gente misma que voltea para ver quien se acerca. Es una joven que se abre paso para llegar frente a Laika e intentar acariciarla , abrazarla. Laika sigue muy alerta no ha dejado de estarlo ni un segundo, cuando escucha los pasos y ve que la gente mira hacia otro lado Laika cambia de alerta

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a la defensiva, sus gruñidos son mas pronunciados, las patas de tanta fuerza comienzan a temblar de la tensión y estrés. Un flash le pega directamente a los ojos reacciona levantando la cola, dura y muy erguida. La joven ya está al frente, da un paso más allá de la valla humana (media luna) que la gente ha formado, justo cuando termina de darlo Laika lanza un ladrido del que viene seguido de la frase: LAIKA: ¡Alto humana! No des un paso más. ESCENA 4 (Alexa Alejandra Ruiz Cano) 4. EXT. PATIO DE ENTRENAMIENTO / DÍA. LAIKA, cachorra (3 meses), pelaje color beige, orejas erguidas y ojos de color café; tiene un carácter inquieto y decidido. Vemos que está atada con correa, lleva un arnés. Al entrar al patio se para y no quiere caminar. Es obligada, por un tirón que le dan, a seguir el paso de unas botas militares. En la parte trasera del laboratorio se encuentra un patio grande con pasto, rodeado por bardas muy altas; en la cima de éstas, un alambre de púas y cámaras de vigilancia; árboles por todo el perímetro; se pueden ver aparatos para entrenar perros. Al fondo, las jaulas donde están encerrados perros de diferentes razas; entre todas las jaulas sobresale una pintada de color azul. 4.1 EXT. PATIO DEL LABORATORIO. APARATOS DE ENTRENAMIENTO / DÍA. LAIKA se atrasa en el ejercicio, por cansancio; un soldado le va a pegar, ella se pone en alerta, le gruñe enseñando sus dientes, lista para morder; justo cuando le darán un golpe con un garrote una mano detiene el golpe: es el comandante SERGEI (33 años), hombre alto, corpulento, de cabello rubio, ojos de color azul. Siempre tiene un gesto serio. Viste traje camuflajeado en color verde y una boina roja. Se puede ver en diferentes escenas cómo LAIKA va evolucionando y cre-

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ciendo con el entrenamiento y los experimentos que hacen con ella. Mientras vemos estas escenas, la voz en off de LAIKA dice: “Con el tiempo dejé de retorcerme, dejó de dolerme, esos químicos me hicieron más fuerte, más veloz, podía realizar diferentes acrobacias durante horas sin cansarme, incluso llegó a ser casi divertido”. 4.1 EXT. PATIO DE ENTRENAMIENTO. MINIPISTA / DÍA. LAIKA corre a través de una minipista librando todos los obstáculos antes que todos los perros que entrenan. 4.2. INT. LABORATORIO / DÍA LAIKA está en el laboratorio apretando botones; cuando se equivoca, se lleva una descarga eléctrica, da vueltas sobre su eje por el dolor que le provoca. 4.3. INT. CONSULTORIO VETERINARIO / DÍA. Vemos a dos veterinarios hablando y revisando los resultados de los estudios de LAIKA; se puede [ver] un negatoscopio con las radiografías de LAIKA, que ya creció (1 año de edad). Está recostada en una camilla. Entra el comandante SERGEI, la carga con un gesto de coraje. 4.4. EXT. PATIO DE ENTRENAMIENTO / NOCHE. Vemos al comandante SERGEI cruzar el patio cargando a LAIKA; su cara es de coraje y tristeza, ella va acurrucada en sus brazos, con los ojos vidriosos, como aguantando el llanto. Es tanto su dolor que podemos escuchar cómo gime lastimosamente. SERGEI (tratando de calmar a Laika): Sé que te duele, pronto pasará. ¿Sabes por qué te puse Laika? Significa pregonero, y eso es lo que tú eres. Serás muy famosa; cuando caminemos por

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las calles te reconocerán, nos detendrán para tomarte fotografías, todos van a querer saludarte. LAIKA, a pesar del dolor, logra incorporarse para lamer la cara de SERGEI, mientras el ríe y la acaricia. SERGEI: Para bien las orejas, Laika. Cuando estés en problemas, recuerda el azul del cielo que vemos todos los días. El azul de tu casa, ese color que nos da serenidad, paz, tranquilidad. Y cuando cruces ese azul, estaré esperándote con los brazos abiertos. LAIKA en off: Al principio no entendía lo que las personas decían, hasta que una noche se acercó el camarada Sergei para darme una caricia de buenas noches. SERGEI (dando una caricia en la cabeza de Laika): ¡Buena chica!, Laika, la valiente perrita astronauta. Vemos a LAIKA al momento en que le habla el comandante, se sienta en [tres] patas; mientras alza una, sus ojitos se ven contentos y ladea la cabeza viendo a su amigo. LAIKA (voz off): Entendí lo que me dijo. ESCENA 6. (Tania) 6. EXT. PATIO CENTRO DE ENTRENAMIENTO RUSO. FIESTA / NOCHE. Hay un ambiente de fiesta y celebración, hay música de fondo. Una mesa con varias botellas, cockteles, canapés, postres, botanas, etc. Vemos el patio adornado con temática del lanzamiento del cohete, hay unas lámparas que alumbran el sitio y que también tienen la forma de cohete, globos y en algunas mesas fotos de Laika, un letrero colgante adorna la puerta de

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salida al patio, dice: ¡SPUTNIK!, y debajo de él, en letras más pequeñas: ¡LAIKA! Al fondo del patio, hay una mini pista de obstáculos, juegos para perros y algunos platos con alimento especial para perro. Los asistentes, en su mayoría, son científicos, entrenadores, uno que otro reportero y gente que labora en el centro de entrenamiento; conversan entre ellos, ríen, beben y comen. Se nota que la están pasando bien. Muy cerca de la puerta del patio, hay un tapete en forma de la bandera de Rusia y encima de él se encuentra echada Laika, muy apartada, aburrida (sus orejas agachadas, los ojos caídos sin expresión, solo mirando de una lado a otros a los invitados) y totalmente ignorada en dicha reunión. Enfoque hacia la puerta del patio. Vemos al sargento Sergei entrar por esa puerta. Laika de inmediato se sienta, levanta sus orejas, mueve su cola, trata de hacerlo discretamente, levanta y dobla sus patitas delanteras haciendo un tipo reverencia. Todos los asistentes comienzan a aplaudir, el sargento agradece el gesto levantando la mano derecha, segundos después, todos dejan de aplaudir. El sargento solo dice SARGENTO SERGUEI: Buenas noches. ¡Lo hemos conseguido! Gracias. Camina hasta en medio del patio, Laika camina detrás de él todo el tiempo. Hay una gran pantalla, algunas sillas simulando una pequeño cine; se proyecta una contador: 5, 4, 3, 2, 1 e inicia un video donde se aprecia un resumen del desarrollo del proyecto de inicio a fin, el cual termina con una imagen del cohete SPUTNIK y, al lado, la imagen de Laika. De inmediato suena el himno ruso, todos los asistentes y el propio Sergei comienzan a cantar efusivamente, algunos con un volumen muy alto, otros, ya desentonados por el alcohol y hasta algunos con lagrimas de felicidad. Laika también esta disfrutando del momento. Su mirada va y viene de la

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pantalla al sargento, del sargento a la pantalla. Su reacción, en cuanto escucha el himno: levanta la mirada y el hocico al cielo, comienza a aullar en un volumen bajo y gradualmente lo va elevando. Ella canta a través de su aullido, que lleva ritmo y sonido, al grado que hasta parece entenderse una palabra al final del coro; justo en ese momento, Laika da un giro en su mismo lugar, agacha la cola metiéndola entre sus patas, se echa, está asustada, no puedo creer lo que oyó, o más bien, lo que cantó; voltea a ver a todos, se siente aliviada al ver que nadie se ha dado cuenta de esto, así que camina hacia el plato de la comida, traga un poco y lo hace con el fin de sentirse como una perra común y corriente. ESCENA 8. (Alexa) ESCENA 8. INT. SPUTNIK / DÍA. El comandante SERGEI lleva a LAIKA casi inconsciente, a consecuencia de los químicos inyectados, al interior del Sputnik. Se acerca a una de sus orejas y le susurra. SERGEI: Recuerda el azul. La voz del comandante se pierde con el bullicio y el alboroto por el lanzamiento del cohete. 8.1 INT. LABORATORIO DE MANDO. En la parte del frente hay unas pantallas muy grandes donde se puede ver el cohete que lleva el Sputnik. A todo lo ancho del lugar hay escritorios con radares, pantallas que están midiendo el clima, ingenieros haciendo mediciones, militares custodiando la entrada, personas corriendo llevando papeles de un lado a otro. Todo un caos. 8.2 EXT. LUGAR DEL LANZAMIENTO / DÍA. En unos parlantes grandes se puede escuchar:

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EN OFF: 3 de noviembre de 1957, un día histórico: el cohete nombrado Sputnik 2 está listo para el lanzamiento: -5,4,3,2,1,0… Sputnik 2 ha sido lanzado. Mientras, se puede ver una gran llama y humo que sale debajo del cohete que se impulsa hacia el cielo hasta perderse de vista. ESCENA 9. (Tania) ESCENA 9. INT. NAVE SPUTNIK / DÍA. Vemos a través de una ventanilla a Laika, sujeta a un asiento con un cinturón de seguridad. Tiene colocado como un casco en la cabeza, que tiene varios cables que se conectan a un tablero (tiene un par de botones y unas luces) que se encuentra en el techo de la nave. Ya la vemos dentro de la nave, abre sus ojos despacio; la cabeza parece pesarle, no logra mantenerla fija, no deja de mover sus ojos en todas direcciones, busca reconocer el lugar donde está, se asombra de lo silencioso que está, comienza a olfatear cada vez más rápido, se desespera, emite gruñidos pequeños, ya que tiene sed; con trabajo produce saliva, mueve su cuerpo y cabeza con el objetivo de sacarse el casco y safarse del cinturón de seguridad; logra ver cómo parpadean unos pequeños focos. En su desesperación estira una de sus patas y logra presionar uno de los botones, que desabrocha los sujetadores del casco y [el] asiento, da un brinco al suelo de la nave, se queda quieta por unos segundos y su cuerpo comienza a temblar; siente frío; los medicamentos y la anestesia han perdido efecto. Comienza a dar pequeños pasos temblorosos. Mira la ventanilla y se acerca hacia ella, se para en dos patas para lograr asomarse y ver qué hay afuera. Tiene la ilusión de ver un rostro, un lugar conocido. Queda asombrada por lo que ve. Abre su hocico y suelta un suave aullido que parece decir ¿qué veo?

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Comienza a dar pequeños saltos para alcanzar a ver más; finalmente, trepa al asiento donde estaba y observa una gran bola color azul plata, es luminosa. Levanta sus orejas y abre sus ojos, esta desorientada, pues no sabe lo que pasa, porque la nave donde está no ha dejado de moverse, porque está girando alrededor de esa bola. Mueva su cabeza de izquierda a derecha y viceversa, tratando de entender, rasca su cabeza con sus patas y después sus ojos. Mira su reflejo en la ventanilla, se queda mirándolo, no se reconoce, sabe que está sola, que no es la misma Laika, una lágrima sale de sus ojos al mismo tiempo [que emite] un aullido triste que parece decir ¿que me hicieron? Salta del asiento al suelo, vuelve a aullar, pero esta vez logra emitir unas palabras bien articuladas, entendibles LAIKA: ¡Me mandaron a morir! Tengo que volver. ESCENA 10. (Gabriela) ESCENA 10. INT. SPUTNIK 2 / NOCHE LAIKA para sus orejas, estas se contracturan y descontracturan, han captado un sonido muy agudo que lastima sus oídos, son aullidos. Siente curiosidad. Laika se inclina en cuatro patas, tumbada boca abajo va desplazándose despacio, con las orejas agachadas, la cola entre las patas, el trasero bien parado; arrastrandose avanza por un pasillo oscuro, iluminado por unos focos con sensor que se prenden conforme avanza. Laika ve que el camino se divide, pero ella sigue el sonido, que se hace más fuerte conforme avanza. Llega a la raíz de los aullidos, queda frente a una especie de cuarto no muy grande, el cual tiene una puerta blanca con ventanilla; dentro del cuarto hay poca luz, se observa en el interior a una manada de perros extrañamente parecidos a ella en forma física, con variantes en color de pelo y algunos, en color de ojos; todos están caminando de un lado a otro, desor-

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denadamente. Cuando los perros ven a LAIKA, comienzan a ladrar más fuerte y de manera continua, no en forma agresiva, sino con ladridos que emanan un grito de ayuda. Laika siente empatía, los observa meneando su cabeza de un lado a otro, lentamente, de derecha a izquierda, con [los] ojos bien abiertos y las orejas en punta, tratando de entender sus ladridos; trata de comunicarse con ellos; con éxito, se logran entender; ellos le comunican cómo sacarlos de ahí. TODOS, LADRANDO A LA VEZ: ¡Guaf, guaf! Vimos al humano que apretó ese botón naranja, luego el rojo y nuevamente el naranja, que están de tu lado derecho, intenta tocarlos en el orden que te decimos. LAIKA aprieta los botones en el orden que le dicen, primero el botón naranja, luego el rojo y por último ,otra vez el naranja. Se escucha una grabación que dice: принятый код (prinyatyy kod, código aceptado), открытая дверь (otkrytaya dver, puerta abierta) Al abrirse, la puerta hace un sonido como de vapor liberándose. Los perros van saliendo uno por uno, poniéndose en fila frente a LAIKA. Ella puede observarlos más a detalle, por la cercanía en la que están ahora, y puede ver qué cada perro tiene una deformación diferente: algunos tienen una nariz más grande, la quijada extendida o los ojos desorbitados. Mientras ella observa todo eso, el último perro toma su lugar en la fila. Están agradecidos por liberarlos de aquella habitación. LAIKA piensa que tiene que ayudarlos de algún modo: mira por toda la habitación y encuentra muchas botellas de plástico en forma de cilindro, que tienen escrito en ruso жизненная жидкость (zhiznennaya zhidkost’, precaución).

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Laika ignora la etiqueta, comienza a buscar un envase donde servir el líquido, puede ver que en el cuarto donde estaban encerrados aquellos perros hay muchos bebederos vacíos que están sujetados con una especie de pinza robótica. LAIKA vacía [ahí] el contenido de los cilindros, mientras los perros se abalanzan para beber aquel líquido. Al observar a uno de ellos, a la mente de Laika viene la imagen de un hombre alto, de piel blanca y cabello rojizo. Los ojos de Laika comienzan a ponerse cristalinos y una lágrima brota de su ojo izquierdo. Escena 12. (Gabriela) ESCENA INT. SPUTNIK 2. DÍA En cuestión de segundos, observa un azul que aún resplandece en el fondo del tablero. LAIKA [hablando consigo misma]: ¿Qué será? El camarada Serguei siempre me hablaba del azul, de lo lindo que es, de la tranquilidad del mar y de lo inalcanzable del cielo de ese color. Todos queremos el azul… el azul; ese botón tengo que tocar. En el tablero metálico comienzan a papardear todos los controles, pero el rojo y el azul lo hacen con mayor rapidez. Laika se acerca al tablero y mira fijamente el botón azul; sus ojos color miel ahora son azules por el reflejo de aquel botón, y parpadeantes. Se queda paralizada un par de minutos, después estira su mano derecha, sin dejar de ver ese botón, y con fuerza toca aquel botón que tanto la cautiva. ESCENA 13. (Alexa) ESCENA 13. EXT. CALLES DE RUSIA. MERCADO SOBRE RUEDAS / DÍA. Se ven diferentes puestos en carretillas, o bien carretas con algún toldo, personas comprando en un día normal.

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13.1 EXT. CALLE DE RUSIA, PLAZUELA / DÍA. Vemos una plazuela que está afuera de una iglesia, niños jugando en una fuente; otros, en un partido de futbol improvisado. 13.2 EXT. CARRETERA / DÍA. Se ve una carretera que sale del pueblo y a lo lejos podemos ver el lago 13.3 EXT. MERCADO SOBRE RUEDAS/ PLAZUELA / CARRETERA / DÍA. (Abreu ) La pantalla se divide para ver las tres locaciones al mismo tiempo que empiezan a sonar las alarmas de bomba. Las personas que están en el sobre ruedas corren; en la carretera algunos carros que están detenidos, las personas salen mirando a su alrededor tratando de entender qué pasa. Algunos de los padres salen por sus hijos mientras un niño señala hacia arriba: se puede ver una bola de fuego cayendo del cielo. Empiezan a correr en todas direcciones Los niños son llevados por algunos adultos a los refugios antibombas. Otros corren a refugiarse a la iglesia, otros más se hincan a rezar entre gritos. Una gran confusión.

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JULIO 2021


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