3 minute read

INDICE

Next Article
Ostracismo

Ostracismo

Lo personal es histórico

Itzel Arcos

Advertisement

Han sido días difíciles. Un año histórico que nunca olvidare- perspectivas individuales a la vivencia colectiva. mos las generaciones que lo hemos vivido, se termina. Acaso será el fin de un paradigma y el inicio de otro. Las incertidum- Hoy más que nunca tener conciencia de la historicidad reprebres nos minan: ¿Qué pasará el próximo año? ¿De qué irá la senta un privilegio y una necesidad, pero también hoy más economía y el panorama laboral? ¿Cuánto tiempo más nues- que nunca es necesario entender que la historia se hace en tra ciudad seguirá funcionando a la cuarta parte? En el marco la vida cotidiana, que la memoria se honra todos los días, hacotidiano también nos hacemos otras preguntas: ¿Qué hare- blamos constantemente de no olvidar hechos históricos para mos con el insomnio? ¿Qué nuevas estrategias nos inventare- evitar repetir, pero poco hablamos de que estos hechos hismos para sobrellevar la ansiedad? ¿Y el toque de queda sobre tóricos no sólo se viven en la vida pública, comienzan en los nuestros rituales de reunión? ¿Volveremos a algún punto en cuerpos que habitamos, en la conciencia de nuestros recuerque respirar sin cubrebocas no sea un lujo? Pensar que hace dos, en la honra de lo que fuimos y el respeto al deseo de lo algunos meses no podíamos ni si quiera abarcar lo valioso que queremos ser. que era hacer tantas cosas que ahora quedan volando. En esta crisis civilizatoria las fichas se mueven de maneras Nos adaptamos rápidamente a la nueva realidad, o más bien potentes y una base de esos movimientos, sin duda son los a la nueva transición: andamos aprendiendo a llevar nuestra impulsados por las mujeres. Somos las mujeres, las protagovida en pantallas, a sobrevivir de manera espiritual y econó- nistas de estos cambios y de los trazos del futuro, son voces mica con las herramientas actuales, hasta aprendimos a pa- como las de estos cuatro monólogos las que muestran la posar nuestros rituales a la virtualidad….procesos que desde tencia de los cambios privados en políticas públicas. Cuando luego están abiertos. una mujer cambia por dentro, la transformación tiene repercusiones inabarcables. Cuando una mujer mapea su memoria Y es entre estas preguntas, estas transiciones y estas adapta- las piezas de su ambiente inmediato se mueven. Cuando una ciones que hemos llegado a la tercera generación de los Mo- mujer se imagina en un futuro, las propabilidades se abren. nólogos Pandémicos para mujeres valientes. La generación En el reconocimiento de una relación conflictiva tan primorque cierra este año inolvidable y que une este muestreo de dial y primitiva como la relación madre hija mostrada en el

4

monologo de Xochitl. Erika Jong escribía: El feminismo lo transmiten las madres, por ausencia o por presencia. La primera mujer que vemos, las primeras alianzas o traiciones que pactamos.

En el diálogo profundo de Betsy consigo misma, “nunca se había hablado bonito tan seguido” dijo en una clase. Cuando una mujer reconfigura la manera de hablarse a sí misma, el mundo se vuelve a mirar. En la confesión honesta de Lina preguntándose que tanta lava hay en el volcán de las cosas que se ha escondido para sí misma…. Y aceptar que nunca más se volverá a esconder para evitar la incomodidad de los cercanos y lejanos. Ganarse terreno a sí misma. En la batalla ganada de Samanta sobre sus propios miedos: tomar un taller, escribir, hacer comunidad. ¿Qué es la comunidad si no un conjunto de personas que tienen un objetivo en común y un vínculo de empatías? No importa si dura 16 sesiones o tres años. Al escuchar a las otras sanamos todas, y sana la sociedad también. Escribir estos monólogos, guardarlos, editarlos, administrarlos es nuestra manera de registrar el momento histórico en una pequeña muestra de las mujeres en el 2020: sus encuentros, batallas y diálogos internos…y como cada explosión interior es capaz de provocar un sismo exterior. Lo personal es histórico, el mundo interior es el proyecto de la realidad

exterior.

5

This article is from: