07. Paraísos coleccionables - Fradi

PARAÍSOS COLECCIONABLES FRADI

Fradi Paraísos coleccionables.

Arte de tapa: La premonición, bordado del autor.

Frey Chinelli ediciones.

Colección del ya, 7.

Abril, 2020.

ParaĂ­sos coleccionables

De bolsillo I entre hojas de palmera entre flores de jacarandá pasa como flecha un disparo de luna a los ojos es coraza pero en evidente proceso de maduración un capullo para nuestra forma de disculparnos a vos y a mí por ser diferentes, distantes es claro nuestras mentes nuestros cuerpos nuestros sentimientos separándose como rocas de un big bang de bolsillo nos separan a nosotros de los demás 5

y aún a nosotros de nosotros y también nos acercan peligrosamente a veces hay colisiones sutilmente placenteras a veces hay roces evidentemente amargos canales se deshacen y vuelven a hacer es claro pasan como un hilo por el ojo de la aguja que construye hojas de palmera y flores de jacarandá donde nuestras mentes nuestros cuerpos nuestros sentimientos estén refugiados en un lugar frágil pero acorazado como un paraíso coleccionable es claro.

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II la hoja del libro rebana el aire salado lentamente y con paciencia como si fuera carne la hornalla del cielo se prende de a poco me faltan diez años para estar donde ahora estoy y en la arena no hay huellas solo huevos de pez y restos de un chimango que alguien apedreó sin culpas amigos suyos planean y sus pechos tienen volumen, claridad, y livianos se dejan mecer por la mañana ¿su pecho? desde la escollera no se observa pero a ese chimango alguien lo dejó no sé cómo, hecho restos y su presencia es tremenda 7

no se podría cuantificar ni con todos los granos de la orilla el ruido que genera no se puede hojear en ningún libro así que lo cierro y dejo que las olas maquillen la víspera de reyes pienso en el chimango mi botella con agua de canilla marplatense se vacía de un solo trago pienso en el chimango

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III alimentan esta caída en un vaivén sigiloso de sutilezas una corriente empezando a soltar la cabeza la deja limpia de toda idea alpargatas blancas aún sucias secándose queman al sol en el año 94 marea la temperatura los parpados dejan un hilo de saliva atrás la perra se va, luego de entregar su cariño y rumbea se va, se va... a dónde? ‒“¿A donde quiera?” ‒“Y pueda” la noción de su presencia desvela un peugeot 504 baja lentamente hacia la vereda hay que hacer las compras temprano por la veda pero la playa está, está que pela y a eso con qué darle, no queda ni una opción que sea 9

más profunda más precisa tu palabra más precisa scrolleada de a poco en mi conciencia sea lo que sea sale de un vaivén sigiloso, sutilezas bañando el párpado la saliva la marea con su sola presencia

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IV interviniendo en el moho de las piedras las gotas de la corriente hacen llover bosques de bolsillo

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V transitando cambios sutiles el ambiente se aclimata se pone a tono sus matices se vuelven un coro y los coros colores acrílicos en nuestros oídos tonos primarios y secundarios levemente diluidos el ambiente se pone en modo playa nocturna con un dolor “encarnizadamente azul” arde como un fósforo en la hornalla prendiéndola y aprovechando su fuego para encender tabaco armado hecho con la arena de una playa repleta de gaviotas a punto de nacer todo esto en cámara lenta mientras el sol entra por su ventana con mosquitero gastado 12

Dos plazas I los márgenes sosteniendo la cotidianeidad como si fueran columnas griegas estilo dórico jónico corintio pero de hormigón armado respiramos juntas, amiga dejamos pasar detalles nuestros sostenes son más sólidos de lo que estamos acostumbradas a creer exhalamos inhalamos porque los márgenes son robustos y permiten el equilibro que lleva a vías de escape cuando todo lo demás se derrumba o cuando todo lo demás está firme por fuera pero crujiendo por dentro 13

II el rostro que carga mi peso vuela a gran velocidad por una ciudad invisible, sitiada y populosa donde todos los huesos de la gente se ocultan por una capa fofa de maquillaje y grasa en expositores de vidrio templado el rostro que carga mi peso necesita ir al hueso; no sĂŠ cĂłmo pero necesita llegar al hueso.

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III en cueros, muy tranquilo durmiendo sobre el tronco de un árbol entre zorros y yararás recordar lo que era sentir un estímulo artificial de esos que nos solemos construir en la cabeza para creer que estamos más “en contacto” pero esta sensación de tranquilidad en constante expansión vino a desterrar cualquier otra premonición o preocupación de mi corazón y chau, nos vimos en Disney

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IV si yo arrastrara una cascada como arrastro esta espada bajo la lluvia mi desierto no estaría ni más inundado ni más húmedo a lo sumo, sería solo un microuniverso que se ve en cada perla de sudor que me resbala por la frente cuando el verano pierde misericordia

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V dos plazas mirando una construcción con la ventana abierta de noche sábanas derritiéndose pacíficamente aterrorizadas porque en boca cerrada no entran moscas

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XL I Mi mente es el aviĂłn que se prepara para estrellarse contra una torre gemela que todavĂ­a no se construyĂł.

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II arriba abajo sin ropa sin cuero respiración que camina sola calefacción de nuestra premonición deja abiertos caminos por los que el vapor no pasa respiración que camina sin que nadie la moleste a veces su cabeza se vuelve en su contra y a veces es su mejor amiga dije su cabeza, no su mente (por si hay que enfatizar) abajo arriba con cuero con ropa enfría la calefacción cierra caminos 19

por los que el vapor pasa respiraciรณn que se detiene en los detalles un cuerpo brota como un manatial brota desde las sรกbanas un cuerpo brotando como un geiser me deja saciarme

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III disparando lo más alto que pueda la mira de tu bazooka baja todo tipo de objetos voladores identificados y no identificados mis alas se vuelven aserrín al contacto de tu ojo desciendo suave como una hoja de otoño o como una bolsa de plástico que la corriente arrastró soy una pluma que parece plomo pero es, a fin de cuentas una pluma.

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IV cuando la propia imagen no alcanza para pintar un cuadro lo suficientemente verosĂ­mil lo que queda es una barca navegando contra viento y marea aullando con remos precisos al viento demostrando salvaje su fuerza para retratarte 22

V quisiera ser la punterĂ­a perfecta de la piedra en tu mano lista para ser arrojada contra cualquier cosa que nos haga mal

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[ frey chinelli ediciones ]