Revista Actualizaciones en Enfermería - 2014- Volumen 17 Edición 2

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Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014 - ISSN 2389-8674 (En línea)

Editora

Editora asociada

Sonia Echeverri De Pimiento Magíster Fundación Santa Fe de Bogotá

Elsa Yolanda Carvajal Magíster Fundación Santa Fe de Bogotá

COMITÉ EDITORIAL Martha Velandia, Enf. Especialista Fundación Santa Fe de Bogotá Vera C. Núñez, Enf. PhD. (C) Fundación Santa Fe de Bogotá Stella Vanegas, Enf. Magíster Fundación Santa Fe de Bogotá Luisa Luengas, Enf. PhD. (C) Fundación Santa Fe de Bogotá Daniel Eslava, PhD. Pontificia Universidad Javeriana

Beatriz Suárez, Enf. Magíster Academia Nacional de Medicina Isabel Ceribelli, Enf. PhD. Universidad de Campinas, Brasil Alejandra Fuentes, Enf. PhD. Universidad de la Sabana Ángela María Henao, Enf. PhD. Universidad Nacional de Colombia Claudia Ariza, Enf. PhD. Pontificia Universidad Javeriana

Johana Botero, Enf. Magíster Canadá Luz Stella Aragón, Enf. Magíster (C) Fundación Santa Fe de Bogotá Diana Gutiérrez, Enf. Magíster Fundación Santa Fe de Bogotá Constanza Palacios, Enf. Magíster (C) Fundación Santa Fe de Bogotá Lucas Salas, M.D. PhD. (C) Barcelona, España Lina Villabona, Enf. Especialista Fundación Santa Fe de Bogotá

COMITÉ CIENTÍFICO Roosevelt Fajardo Fundación Santa Fe de Bogotá Clara Inés Flórez Córdoba, España Nelly Garzón Universidad Nacional, Bogotá Betty Gómez Fundación Valle de Lilli, Cali Luisa Fernanda Güell Fundación Santa Fe de Bogotá Silvia Ilari Buenos Aires, Argentina Sueli Itsuko Ciosak Sao Paulo, Brasil Lynda Law Harrison Alabama, Estados Unidos

Luz Stella Medina Matallana Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá Rosa María Nájera México, D.F. México José Félix Patiño Fundación Santa Fe de Bogotá María Clara Quintero Universidad de la Sabana, Bogotá María Nubia Romero UPTC, Tunja Leonardo León Fundación Santa Fe de Bogotá Beatriz Sánchez Herrera Universidad Nacional, Bogotá

Oliva Sanhueza Alvarado Concepción, Chile Eugenia Santamaría Tribunal Nacional Ético de Enfermería, Bogotá Lee Varella Syracuse, New York Adriana Garcés Fundación Santa Fe de Bogotá Juan Pablo Uribe Fundación Santa Fe de Bogotá Adolfo Llinás Fundación Santa Fe de Bogotá Mariana Lema Universidad de los Andes, Bogotá

Publicación trimestral de la Fundación Santa Fe de Bogotá calle 119 No. 7-75, Teléfono: 571-603 03 03 extensión 5129. Fax: 571-657 57 09 Bo­gotá, D.C., Colombia. E-mail: actual.enferm@fsfb.org.co Visite: http://www.fsfb.org.co, http://www.encolombia.com Diseño, diagramación: ImagOmundi Ltda. Impresión: Barac Impresores. Esta edición consta de 1.500 ejemplares, costo de la suscripción anual $40.000. ISSN 2389-8674 (En línea) Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

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Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

Indicaciones a los Autores

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a revista "ACTUALIZACIONES EN ENFER­­­ME­RÍA" pretende actualizar al personal de enferme-ría tanto en el ambito nacional co­­­mo internacional en temas es­­­­­­­­pe­­cíficos de nues­tra profesión y en temas de áreas y disciplinas afines, con el fin de fomentar el mejoramiento continuo del ejer­­­­cicio de enfermería, a través de la pre­­­sen­tación de escritos filosóficos y éticos, ex­periencias, investigaciones, opiniones, revisiones bibliográficas, traducciones, presentación de casos clínicos, vivencias, eventos, etc. Estas instrucciones buscan orientar a los au­tores acerca de las normas adoptadas por esta Revista para la evaluación de los manuscritos enviados. Las referidas instrucciones se basan en la traducción del documento “Requisitos uni­formes para manuscritos presentados a revistas biomédicas” elaborado por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (Estilo “Vancouver”).

Los manuscritos deben destinarse exclusivamente a la Revista ACTUA­LI­ZACIONES EN ENFER­­­ME­RÍA . No se permite su presentación simultánea en otra revista, tanto del texto como de las figuras y tablas de forma integral o parcial, exceptuándose resú­menes o informes preliminares publicados en anales de reuniones científicas. El(los) Autor(es) deberá(an) firmar y enviar esta declaración. Los artículos deben remitirse en origi­nal, copia o CDROM al Comité Editorial de la Revista "ACTUA­LI­ ZACIONES EN ENFER­­­ME­RÍA". Departamento de Enfermería, Fundación Santa Fe de Bogotá, Calle 116 No. 9 - 02. Bogotá, D.C., Colombia. El envío del manuscrito o artículo debe ser he­­­cho a través de una carta, impresa o por medio electrónico, especificando: Nom­bre completo del(los) autor(es), lugar(es) de trabajo, título(s) y/0 cargo(s) actual(es), dirección electrónica (e-mail) y dirección para correspondencia, además de la indicación sobre la categoría del artículo, con base en la definición contenida en las normas. La extensión máxima del artículo será de 20 páginas a doble espacio. Debe constar de las siguientes partes: título, sub­título, nombre del autor o autores, formación aca­démica y cargo actual, resumen y palabras clave, cuerpo del artículo, bibliografía, tablas y figuras. Todo trabajo remitido debe contener o bien referencias bibliográficas o bibliografía. La publicación de los manuscritos dependerá del cumplimiento de las normas de la Revista y de la apreciación del Comité Editorial, que dispone de plena autoridad para decidir sobre su aceptación, pudiendo inclusive presentar sugerencias al(os) autor(es) para las alteraciones necesarias. En este caso, el referido trabajo será evaluado nuevamente por el Comité Editorial. Todos los nombres de los evaluadores como de los autores evaluados permanecerán en reserva. Manuscritos rechazados para publicación serán notificados y no de­vuel­tos.

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Cuando la investigación comprometa sujetos humanos, los autores deberán presentar una declaración de que fue obtenido el consentimiento de los sujetos por escrito (consentimiento informado), anexar copia de la aprobación del Comité de Ética que analizó la Investigación. En caso de uso de fotografías los sujetos no deberán poder ser identificados o en dado caso, sus fotos deberán estar acompañadas de autorización por escrito, para fines de divulgación científica. Además del editorial y de los trabajos originales, los cuales tienen prioridad, la Revista ACTUA­LI­ZACIONES EN ENFER­­­ME­RÍA publica Temas Libres, Nuestro Departamento y Una Aproximación a la Ciencia y el Arte. Artículos originales, son contribuciones desti­nadas a divulgar resultados de investigación ori­ginal inédita, que puedan ser replicados y/o ge­neralizados. Deben atender a los principios de ob­­­jetividad y claridad de la pregunta orientadora. El resumen, en Inglés y Español, no debe exceder 150 palabras, usualmente incluye la siguiente información, según el tipo de artículo: propósitos y objetivos del trabajo, materiales y métodos, unidad de observación, muestra, variables técnicas y equipos utilizados o nuevas aplicaciones técnicas y equipos estándar, nom­bres científicos, nombres genéricos de fármacos, su uso y vía de administración, enun­ciación con­cisa de teorías, terminología, términos nuevos de­ finidos en el artículo. Las palabras clave deben ser de 4 a 8 palabras o frases de 2 a 3 palabras las cua­­­les ayudan a clasificar el artículo según los términos de la lista de encabezamientos de materia Médica (Medical Subject Headings (MESH)), disponible en las biblio­tecas mé­dicas.­ Las referencias bibliográficas se presentan nu­ meradas, en el orden de apa­rición, en el texto, donde el número correspondiente se escribe en paréntesis. Se recomienda que el número de re­­ferencias bibliográficas se limite a 50 por lo menos cinco de los cuales deben ser colombianas. Los trabajos de investigación deben llevar obligato­riamente referencias al texto y no simplemente bibliografía. La bibliografía se ordena alfabé­tica­ men­te sin nu­me­ra­ción. La misma regla se aplica a las tablas y leyendas. Cuando se trate de citación secuencial separe los números con líneas (ej.: 1-5); cuando sean intercalada use coma (ej.:1,5,7). El autor debe ceñirse a las siguientes normas de Vancouver para la presentación de referencias: Para artículos de revistas: apellidos e iniciales del autor o autores (si son más de cinco, escribir después de los tres prime­ros et al). Carvajal Her-mida EY. Gestión del departamento de enfermería 2003. Actual Enferm. 2004; 7(1):32-41. Para citas de libros: Charnley J. The Closed treat­ment of Common Fractures. 3rd. Ed. New York: Churchill

Livingstone; 1974, p. 150-59. Para capítulos de libros: Kurser A, Agudelo G. Trauma de cabeza y cuello, facial y de tejidos blandos. En: Olarte F, Aristizabal H, Restrepo J (eds.), Cirugía, Medellín: Editorial Universidad de Antioquia; 1983, p. 311-28. Para citas de referencias la abrevia­tura de ACTUA­LI­ ZACIONES EN ENFER­­­ME­RÍA es: Actual. Enferm. Las tablas, cuadros, listas y estadística se denomi­­na­rán tablas, deben llevar numeración arábiga, de acuerdo con el orden de aparición. El título correspondiente debe estar en la parte superior de la tabla y las notas en la parte inferior. Tabla 1. Título con Iniciales en Mayúsculas EDAD (AÑOS)

HOMBRES

MUJERES

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Los dibujos, esquemas, fotografías, microfotografías y gráficas se denominan figuras, se numeran con números ará­bigos según el orden en el que se citan en el texto y en la parte inferior de la fi­­gu­ra. Las figuras deben ser inéditas. En caso de no serlo, deben acompañarse del respectivo permiso para su reproducción. Revisiones, evaluación crítica sistematizada de la literatura o reflexión sobre determinado asunto, debe contener conclusiones. Los procedimientos adoptados y la delimitación del tema deben estar incluidos. Su extensión se limita a 15 páginas. Actualizaciones, trabajos descriptivos e interpretativos, con fundamentación sobre la situación global en que se encuentra determinado asunto investigado, o a ser investigado. Su extensión se limita a cinco páginas. Análisis de casos,estudios evaluativos, originales o notas previas de investigación debe contener datos inéditos y relevantes para la enfermería. La presentación debe acompañar las mismas normas exigidas para artículos originales, limitándose a 10 páginas. Cartas al Editor, incluye cartas que buscan discutir artículos recientes, publicados en la Revista, o relatar investigaciones originales a los hallazgos científicos significativos. Su extensión se limita a una página. Notas de pie de página, deberán ser indicadas por asteriscos, escritos al final del artículo y res­tringidas a lo mínimo indispensable. Como cortesía, a quienes se les publique el artí­culo recibirán la revista durante un año.


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CONTENIDO EDITORIAL • ¿Qué opinas tú? Raquel - Alba Martín ........................................................

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• What do you think? Raquel - Alba Martín ........................................................

TRABAJOS ORIGINALES

ORIGINAL PAPERS

• Transversalización del cuidado de la familia en la formación del profesional en Enfermería en una institución de educación superior en Bogotá Luz Dary Valderrama Charry, Dallos Yolanda González .......................................................................................

• Mainstreaming Family Care in the Nursing Curriculum of an Institution of Higher Education in Bogota Luz Dary Valderrama Charry, Dallos Yolanda González .......................................................................................

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• Percepción de comportamientos de cuidado humanizado en estudiantes de Enfermería Dianne Sofía González Escobar ...................................... 14

• Nursing Students’ Perceptions of Behaviors Related to Humanized Care Dianne Sofía González Escobar ...................................... 14

TEMAS LIBRES

FREE TOPICS

• Transfusión sanguínea y de hemoderivados: algunas disertaciones éticas Elizabeth Murraín Knudson ...................................... 23

• Ethical Considerations Regarding Blood Transfusions and Blood Products Elizabeth Murraín Knudson ......................................

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• Hacia la humanización del cuidado de Enfermería del paciente con enfermedad psiquiátrica Ingrid Carolina Zamorano Pabón .............................. 27

• Towards the humanization of nursing care for patients with psychiatric diseases Ingrid Carolina Zamorano Pabón ..............................

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NUESTRO DEPARTAMENTO

OUR DEPARTMENT

• Educación a pacientes anticoagulados con Warfarina y otros anticoagulantes orales en el Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Estándar operacional Claudia Rocío Tique ........................................................... 32

• Operating Standards of the Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá for Patient Education about Anticoagulation with Warfarin and Other Oral Anticoagulants Claudia Rocío Tique ........................................................... 32

• Pares de Actualizaciones en Enfermería 2014; 17(2) ............................................................................. 38

• Peer reviewers in Actualizaciones en Enfermería 2014;17(2) ......................................................................

UNA APROXIMACIÓN A LA CIENCIA Y EL ARTE

AN APPROACH TO SCIENCE AND ART

• Eventos históricos en la trayectoria del programa de Enfermería de la Universidad del Tolima Elizabeth Fajardo Ramos, Martha Lucía Núñez Rodríguez, José Humberto Quimbayo Díaz ............................ 39

• Key Events in the History of the Nursing Program at the Universidad del Tolima Elizabeth Fajardo Ramos, Martha Lucía Núñez Rodríguez, José Humberto Quimbayo Díaz ............................

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Editorial

¿Qué opinas tú? What do you think?

“Deberíamos usar el pasado como trampolín y NO como sofá”

Harold Macmillán

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omo profesionales de la salud nos encontramos en la actualidad entre la disyuntiva calidad asistencial-crisis económica a nivel europeo. Paralelamente y, quizá no tan reconocido por los medios de comunicación, vivimos día a día otra crisis más profunda; me refiero a una deficiencia moral de humanidad. La experiencia de sufrir recortes salariales y de personal en nuestros profesionales, tan necesitados y a costa de ellos, trae consigo el sentimiento de egoísmo tan contraproducente en nuestra función de cuidar. Se ha perdido el compañerismo, la lucidez y aún peor: la humildad. Nuestra vocación enfermera se ha convertido en subsistir con un efímero sueldo y tener que mirar para dentro, “aguantando” a un excesivo número de pacientes, como comúnmente oímos decir, y compitiendo con aquellas personas que en su momento nos tendieron la mano.

Aunque, como se ha mencionado anteriormente, exista un sustrato común que señala la dificultad de los profesionales para afrontar el trabajo y la vida del siglo XXI, también desarrollamos y somos personas. Son distintos los enfoques y énfasis sobre el valor y los beneficios de ser competente. Por ello, las aportaciones de compañeros, profesionales, tutores y gestores son esenciales y permiten centrar, consensuar y especificar para avanzar en la dirección deseada. Las cifras de nuestras carencias crecen por día. Se nos dice que la sociedad vive anestesiada, que “no levantamos cabeza”, que todo va de mal en peor y, acaso por contagio, podemos llegar a aplicarlo a nuestras vidas, pensando que igual nos ocurre a todos personalmente. No es cierto. Hay demasiadas personas que luchan y viven entusiasmadas. Se valoran por lo que son y no tanto por lo que tienen.

A petición de la profesional que escribe, digamos NO a más precariedad en la calidad asistencial y unamos fuerzas nuevamente para combatir juntos la epidemia del siglo XXI(1). En la actualidad asistimos, asistimos a un intenso debate social relacionado con el consumo de tabaco en los lugares de trabajo y de ocio, debate que coincide con el incremento en la prevalencia de enfermedades crónicas y sus factores asociados(2-3): Obesidad, HTA, Diabetes tipo 2, Sedentarismo, una preocupación constante, tanto para la sociedad como para la sanidad pública en el ámbito mundial. No obstante, patologías no incluidas en los nuevos planes integrales del SNS, pero presentes en nuestra sociedad, tales como falta de motivación, desinterés, corrupción mediante contrataciones públicas irregulares, emigración, exclusión social o discriminación, fomentan la deshumanización y el déficit de profesionalidad.

Refiere un refrán que “A mal tiempo buena cara”. Si lo aplicamos a la vida, diremos que “A malos momentos, más ilusiones, mayores esfuerzos”. He aquí la importancia de la medicina psicosomática, es decir, la influencia de los valores, la ilusión y la esperanza en nuestro organismo. En el camino de la vida, todos necesitamos apoyo, ayuda. Mirarse al espejo que son los demás, quienes os quieren, ayudará a corregir desperfectos o desviaciones.

Otra de las enfermedades en auge hoy día es el estrés, una enfermedad silenciosa que, sin una adecuada intervención, puede desencadenar consecuencias negativas muy serias en la persona que lo padece. Varias investigaciones sobre reducción del estrés coinciden en enfatizar la importancia de que exista un equipo sano, reduciendo en lo posible sus conductas neuróticas. Nuestro objetivo primordial debería ser reducir la indefensión, el fatalismo y las tensiones, a la vez que realzar el sentimiento de competencia y de apoyo al prójimo.

Hoy por hoy, la risa se considera una técnica antiestrés(4). Desde comienzos de la humanidad, ha ocupado un importante lugar en la vida del hombre. Sin embargo, las exigencias personales, las presiones de la sociedad actual y los avances tecnológicos nos están envolviendo en una particular manera de vivir y sentir, alejándonos cada vez más de las relaciones familiares, en continua competencia profesional. Según G. Vaillant, existen en el ser humano 5 mecanismos de afrontamiento del estrés(5); uno de ellos es el humor, que actúa como defensa frente a la frustración.

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Los conflictos son propios del vivir: abordarlos y resolverlos con humanidad es gran sabiduría. La unidad de vida, la coherencia, aporta mayor seguridad y con ella, se refuerza nuestra autoestima. La sinceridad, por ejemplo, es una base bien firme para construir una correcta autoestima. Andar en verdad es, a veces difícil, pero compensa.


¿Qué opinas tú?

No obviemos la principal causa de mortalidad occidental: los accidentes cardiovasculares, y el humor es capaz de prevenirlos. En nuestra labor profesional, el lenguaje no verbal cobra importancia pues, bien es sabido que la mirada es la herramienta principal que poseemos para conectarnos con nuestros pacientes. Decía un gran sabio: “sonreír no cuesta nada”, pero cuánto nos cuesta hacerlo diariamente y, no sólo en el ámbito laboral, sino en nuestra vida personal. La filosofía china del Tao aconseja que, para estar sano, hay que reír mínimo 30 veces al día(6), ¿Lo hacemos? Una sonrisa estimula las endorfinas de nuestro cuerpo que desatan el círculo vicioso de no poder parar de reír. Además, la risa favorece la relación de ayuda, que tan investigada ha sido en su aspecto negativo: síndrome de burn-out(7), y no tanto desde el punto de vista positivo: la complicidad con nuestros usuarios y la propia satisfacción personal. Del mismo modo y, desde un punto de vista neurológico, cuando la risa es fingida, se asocia a una conducta que involucra la corteza cerebral, generando una orden motora que fuerza la contracción de los músculos zigomáticos de la mejilla (responsables de los movimientos de la comisura labial). Sin embargo, una situación que nos proporciona placer, se procesa en el sistema límbico y su respuesta motora no sólo afecta a los músculos zigomáticos sino también a los orbiculares, que son más profundos, y se utilizan para cerrar los ojos. Por ello, a la vez que adoptamos la sonrisa, entornamos los ojos y deprimimos ligeramente las pestañas. Caminar con amplios horizontes resulta esperanzador e incrementa el ánimo. La vida es el arte del encuentro y, encuentro tras encuentro, vamos mejorando. Afinar con ilusión, esa es la tarea de nuestro vivir. Con caridad y humildad, el encuentro consigo mismo y con los demás será fuente continua de alegría propia y ajena. Estas y otras muchas más, son ciertamente reglas sencillas y prácticas para luchar contra un horizonte de desastres que influya en nuestros valores. Selligman, en una de sus magníficas obras, afirma que “Es la hora de aumentar nuestra autoestima, de poner a punto el reloj de nuestras luces y virtudes”. Démonos el consejo intensivo y apoyemos la investigación para divulgar nuestros conocimientos en pro del “Derecho de Protección a la Salud” para TODO ciudadano, como ya desde 1978 proclamaba la Constitución Española en su artículo 43. El objetivo es hacer frente al que constituye, a día de hoy, el problema de Salud Pública de mayor magnitud de nuestra vida: La Deshumanización de los Cuidados, sea cual sea el factor predisponente para ello. A pesar de todo, me gustaría compartir el relato de una expe-

riencia en consulta tras derivación que me hizo estremecer (previo consentimiento del paciente por Derecho a la Confidencialidad de datos): “El pasado mes tuve que ser atendido por el servicio de urgencias a causa de un herpes zóster ótico que me estaba provocando un principio de encefalitis herpética. Aunque la gravedad del caso, mi avanzada edad y mi curriculum de enfermedades sugerían un pronóstico fatal, la profesionalidad del equipo que me atendió junto con la atención constante y amable de los ATS y auxiliares, obraron el milagro y apenas 3 semanas después, he podido volver a casa sin secuela alguna. Pienso “doctora” que siempre se debe agradecer el esfuerzo y la práctica que cumplen ustedes en el discurrir de tu enfermedad. Hay que comprender sus pequeños fallos en la tarea diaria, pues son más por el celo que ponen en ello que por fallo en sí. Muchas veces eso ocurre por cansancio, por querer acumular tareas que deben ser hechas más espaciosamente ¿Verdad?” “Junto a mi familia que fue adecuadamente informada por todos, quiero agradecer el ejemplo de quienes AÚN entienden que ser médico o enfermero consiste esencialmente en saber ESCUCHAR y atender al enfermo. ¿Cómo podría hacerlo Señorita?Me dijo finalmente” y le respondí: ¡Ya lo ha hecho! Este es su relato y seguramente la percepción de miles de usuarios que atendemos cada día. ¿Vale la pena el esfuerzo por superarnos y luchar por ellos? Yo creo que Sí. Es mi opinión, ¿Qué opinas tú? REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Organización Mundial de la Salud. 57ª Asamblea Mundial de la Salud: Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud. Ginebra. OMS. Mayo 2004. Disponible en: http://www.who.int/dietphysicalactivity/ strategy/eb11344/strategy_spanish_web.pdf?ua=1 2. Burton J. et al. Entornos laborales saludables: Fundamento y modelo de la OMS. Conceptualización, prácticas y literatura de apoyo. World Health Organization (WHO). Ginebra. 2010. Disponible en: http://www.who.int/ occupational_health/evelyn_hwp_spanish.pdf 3. Plan Integral de tabaquismo en Andalucía. (2005-2010). Consejería de Salud. Junta de Andalucía. SSPA. Sevilla, 2005. http://www.juntadeandalucia.es/ export/drupaljda/Plan_Integral_Tabaco.pdf 4. Villa Abrille M. La risa y el humor como técnica antiestrés. Disponible en: http://www.sexualidadydiscapacidad.org/index.php 5. Kaplan A. Implications of stress, psychosocial factors on the inmune system. Psychiatric Times Journal. 1st October 1999. Disponible en: http://www. psychiatrictimes.com/generalized-anxiety/implications-stress-psychosocial-factors-immune-system 6. Gómez C. Reseña de "Expresión facial de la emoción" de E. G. Fernández Abascal y M. Chóliz Montañés. Psicothema. Universidad de Oviedo. España. 2003; 15(3):503-504. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/ 727/7271 5328.pdf 7. Berk L. Modulation of human natural killer cells by catecholamines. Clinical Research.1984;32:1-9.

Raquel - Alba Martín1 USM Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba-España Correspondencia: raquelalbamartin@satse.es Recibido: marzo de 2014 Aceptado para publicación: marzo de 2014 Actual. Enferm. 2014;17(2):6-7 Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

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Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

Trabajos Originales

Transversalización del cuidado de la familia en la formación del profesional en Enfermería en una institución de educación superior en Bogotá Mainstreaming Family Care in the Nursing Curriculum of an Institution of Higher Education in Bogota Luz Dary Valderrama Charry*, Yolanda Dallos González** Facultad de Enfermería. Fundación Universitaria del Área Andina, Bogotá, D.C. Colombia RESUMEN Este estudio es una evaluación curricular del énfasis propuesto por el programa de Enfermería de una Institución de educación superior: cuidado de la salud a la familia, utilizando el modelo de Robert Stake por considerarlo un modelo que permite una visión holística. Objetivo: evaluar, por medio de un análisis de coherencia, lo propuesto como transversalización del énfasis de cuidado de la familia en las asignaturas del área específica profesional propuestas en el plan de estudios del programa de enfermería, con lo ejecutado en el desarrollo de la propuesta curricular. Material y métodos: Modelo de Stake o evaluación comprensiva: este modelo permite la evaluación de un programa educativo de manera holística, crítica y comprensiva y se operacionaliza por medio de una matriz de descripción y una matriz de juicio. Plantea la observación directa de la situación a evaluar tal y como se presenta, la consulta con los actores del programa para comprender las distintas percepciones que sobre él existen y la manera como ocurren las transacciones (procesos) en torno a esta variedad de significados sociales. Resultados: en general y de acuerdo con el modelo de evaluación de Robert Stake se concluye que la congruencia entre la intención del enfoque curricular de cuidado de salud a la familia del programa y lo observado en las categorías de teoría y práctica tanto con el análisis documental como de la información obtenida de docentes y estudiantes presenta una amplia brecha, es decir no hay congruencia. Aunque se reconoce la familia como sistema de apoyo en el cuidado de enfermería en la práctica no se evidenciaron acciones que permitan corroborarlo. Conclusiones: es necesario establecer un mecanismo o sistema periódico de evaluación de los elementos integradores del currículo actualizados en las asignaturas específicas profesionales con el fin de verificar la coherencia de todos los elementos conceptuales, las estrategias de enseñanza acordes con la situación actual y real de los estudiantes. La autoevaluación permanente y ética de la apuesta curricular podría ser una de las estrategias para mantenerse acorde con las necesidades de una sociedad, así como la implementación de pedagogías críticas, intensivas, flexibles que permitan la comprensión de los contextos locales, nacionales y mundiales y los resultados de este trabajo podrían orientar el fortalecimiento del enfoque de cuidado de salud a la familia por considerarla el espacio en la cual las personas viven, enferman y mueren. Así, el profesional en Enfermería lograría conceptuar, evaluar e intervenir en la promoción de la salud y la recuperación de la enfermedad de la familia, tomando en cuenta el contexto y la normatividad vigente. Palabras clave: currículo, evaluación curricular, modelo de Robert Stake, cuidado de salud a la familia. ABSTRACT Introduction: This study is an evaluation of a proposal for a new area of emphasis, family health care, in the nursing curriculum of an institution of higher education. The proposed curriculum uses the holistic model of health care developed by Robert Stake. Objectives: The objective of this study is to use coherence analysis to evaluate a proposal to mainstream the family care emphasis within courses in specific professional areas proposed for the nursing program curriculum. Material and methods: This study uses Robert Stake’s model for holistic, comprehensive and critical evaluation of educational programs which uses a description matrix and a judgment matrix. Direct observation is used to assess what occurs and how it occurs. Consultation with program participants is used to learn about their perceptions of the educational program and to determine how transactions occur (processes) around these various social meanings. Results and Conclusions: In general, and in accordance with the evaluation model of Robert Stake, it can be concluded that there is a wide gap between the intentions of the program’s curriculum in terms of its approach to family health care and the theory and practice observed. This conclusion is supported by well analysis of documents as well as information from teachers and students. In other words, the program is not consistent. While the family is recognized as a support system for the nursing care, there is no evidence of actions that would allow corroboration of this. A mechanism or periodic system for evaluation of the integrating elements of the updated curriculum in specific professional courses needs to be established in order to verify their conceptual consistency. All teaching strategies should match the real current situation of students. Such an ongoing process of self-assessment and this ethic for the curricular bet could become one of the strategies to keep the program in line with the needs of society as well as to implement critical, intensive, and flexible teaching methods that allow for an understanding of local contexts as well as the national and global results of this work. These results could become a guide for strengthening the approach to family health care by giving considering to the spaces in which people live and become sick and in which they eventually die. In this way, the professional nurse would be able to conceptualize, evaluate and intervene in the promotion of health and recovery from illness in a family in a way that takes into account both the context and the current regulations. Keywords: Curriculum; curriculum evaluation; model of Robert Stake; family health care for the family.

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Transversalización del cuidado de la familia en la formación del profesional en Enfermería en una institución de educación superior en Bogotá

INTRODUCCIÓN

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l Consejo Internacional de Enfermería (CIE) define “La enfermería abarca los cuidados, autónomos y en colaboración, que se prestan a las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o sanos, en todos los contextos, e incluye la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, y los cuidados de los enfermos, discapacitados y personas moribundas. Funciones esenciales de la enfermería son la defensa, el fomento de un entorno seguro, la investigación, la participación en la política de salud y en la gestión de los pacientes y los sistemas de salud, y la formación”(1). En este sentido, el currículo de la profesión de Enfermería, su fundamentación y contenido están permeados por el contexto económico, político y sociocultural; por la concepción del ser humano, del aprendizaje y por la forma como la sociedad concibe el saber en general y por aspectos particulares como los relacionados con la salud y el cuidado de enfermería a la persona, la familia y la comunidad. Aquí, la familia juega un papel preponderante teniendo en cuenta que como sistema, la alteración de uno de sus miembros implica disfuncionalidad de la totalidad(2). La familia como un sistema en donde cada uno de los sujetos que la integran es una unidad, a su vez hace parte de un todo denominado comunidad y entorno, y es aquí donde se concibe la verdadera dimensión del por qué fortalecer el cuidado de la familia en la forma-

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Enfermera, Universidad del Rosario. Bogotá. Magíster en Educación. Especialista en Planeación Ambiental, Universidad Militar Nueva Granada. Coordinadora de práctica, facultad de Enfermería, Fundación Universitaria del Área Andina. Correspondencia: luzdaryvalderrama@gmail.com ** Enfermera, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá. Magister en Educación, Universidad Militar Nueva Granada. Especialista en Salud Ocupacional, Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Gerencia del Recurso Humano, Universidad de los Andes, Bogotá. Docente, Corporación Unificada Nacional de Educación Superior. Recibido: octubre de 2013 Aceptado para publicación: enero de 2014 Actual. Enferm. 2014; 17(2):8-14 Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

ción del profesional en Enfermería. En concordancia con lo anterior, la propuesta curricular del programa de Enfermería de la Fundación Universitaria del Área Andina (FUAA) enfatiza el cuidado a la familia como el enfoque diferenciador de otros programas de Enfermería en el ámbito nacional apoyado en el análisis del contexto social, legal y de salud nacional e internacional. Es importante determinar si este enfoque diferenciador que plantea el programa se evidencia en el proceso de formación del profesional en Enfermería a través del plan de estudios, específicamente en las asignaturas del área específica profesional. Así, la evaluación curricular es un imperativo que como proceso continuo y complejo permite emitir juicios y por ende toma de decisiones utilizando diferentes metodologías o modelos. Para este estudio se evaluará el énfasis propuesto por el programa de Enfermería, cuidado de la salud a la familia, utilizando el modelo de evaluación de Robert Stake(3) por considerarlo un modelo que accede a una visión holística y comprehensiva. Este modelo permitió evaluar el mérito de programas educativos admitiendo emitir una serie de juicios sobre la base de las creencias que los planeadores y los usuarios del programa tienen sobre lo que éste es, debería ser, y los estándares de calidad extraídos de diferentes fuentes. Este modelo tiene como concepción de la evaluación la búsqueda del conocimiento que proviene en buena parte de la experiencia personal de los involucrados en un programa, desde sus vivencias personales y colectivas, en un contexto concreto(3). El evaluador juega un papel de conocedor en la recolección, descripción, procesamiento, interpretación o análisis de los datos. Los resultados deben ser para diferentes audiencias y basados en estándares por ello propone sus “constructos” o matrices, siempre formulando propuestas de mejoramiento(4). MARCO TEÓRICO La familia, vista como una unidad de trabajo, en su carácter de unidad social básica,

en la cual Enfermería enfoca sus intervenciones para identificar los principales factores de riesgo para la enfermedad y factores protectores para la salud y así brindar los cuidados necesarios para fomentar y prevenir las enfermedades. Ella se transformará muchas veces en el objetivo para el manejo de los problemas de salud y es un recurso fundamental para resolverlos, inclusive cuando su causa se localiza fuera de la misma. Aún en el abordaje clínico debe tenerse la visión familiar(5). Con base en lo anterior se puede afirmar que la importancia de esta investigación radica en poder evaluar si lo propuesto de manera explícita por el programa respecto a la formación de profesionales en Enfermería con énfasis en el cuidado de la salud de la familia realmente se evidencia en el proceso. En la medida que el programa de Enfermería de la Fundación Universitaria del Área Andina asegure que en el proceso de enseñanza aprendizaje de las asignaturas del área específica profesional se ejecute el enfoque de familia se logrará la coherencia entre el currículo propuesto y el ejecutado. La problemática curricular supone un armazón dinámico, histórico y contextual, de relaciones que se establecen entre la sociedad, el estado, la educación, implica así procesos de selección, organización, distribución y transmisión del conocimiento en las instituciones educativas. Lo curricular adquiere forma y significado a medida que sufre una serie de procesos de transformación dentro de las actividades prácticas. El currículo debe partir de los problemas reales y concretos con los que hoy se enfrenta la comunidad educativa en general, interactuando con su contexto y en coherencia con las teorías que lo sustentan. Es así que el currículo se asume como una estructura flexible, adaptada al medio y pertinente entre los elementos constitutivos del currículo, se encuentran los fundamentos conceptuales, los objetivos de la educación, los actores del proceso y el plan de estudios. Se hace imprescindible avanzar en la construcción de un discurso ordenado y coherente del currículo universitario que lo caracterice en su especificidad y que en función de ésta pue-

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Luz Dary Valderrama Charry, Yolanda Dallos González

dan decantarse modelos de diseño, gestión e interacción curricular con otras instancias del sistema educativo y con otras organizaciones de la sociedad. Según Gimeno(6) se puede afirmar: el currículo es un punto central de referencia en la mejora de la calidad de la educación y la enseñanza, en el cambio de las condiciones de la práctica, en el perfeccionamiento de los docentes, en la renovación de los programas y en los proyectos de innovación. Nuevos retos y a la vez nuevas oportunidades de cambiar lo que está en nuestras manos, la oportunidad de transmitir con nuestras palabras y nuestros actos es lo que hará la diferencia. El currículo no puede entenderse al margen del contexto en que se configura ni independientemente de las condiciones en que se desarrolla; es un objeto social e histórico. “La evaluación del currículo como el proceso de delimitar, obtener y facilitar información útil para tomar decisiones y hacer juicios sobre los currículos”(7) y la evaluación como elemento importante en el campo del currículo, es parte integrante del proceso educativo en su conjunto y no es separado del proceso, significa elaborar juicios acerca de la medida en que el proceso y las prácticas desarrollados a través de la experiencia de aprendizaje favorece el desarrollo de capacidades de enseñanza y aprendizaje entre profesores y estudiantes(8) de tal forma que se puede inferir que la evaluación solo tiene sentido en la medida en que se toman decisiones con los resultados obtenidos. La evaluación curricular debe reflejar la calidad de los procesos de enseñanza aprendizaje y dar elementos para juzgar la calidad de las experiencias que adquieren los estudiantes; debe basarse en amplios conjuntos de datos escogidos de diversas fuentes; debe poder valorar actitudes, valores y perjuicios que subyacen en los diferentes grupos que participan en la evaluación y debe hacerse dentro de un ambiente abierto y democrático de las instituciones. La evaluación curricular lleva a mejorar tanto los programas como las instituciones, se puede considerar que la evaluación

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curricular con una intensión formativa por lo que implica rediseñar, reflexionar, modificar prácticas en los programas. Una propuesta curricular y un elemento específico de la misma, como es lo evaluativo requiere una perspectiva en constante renovación y de un proceso dinámico de construcción que responda a las necesidades del cambio. Este cambio se logra desde la investigación. El currículo y la evaluación dentro de una visión de calidad y pertinencia deben ser objetos de procesos de investigación. La evaluación es una forma de investigar: su proceso consiste en definir unos referentes, recopilar información, analizarla, generar unas conclusiones y unas propuestas de mejoramiento, y ese es el proceso básico de toda investigación. La gran preocupación de la educación durante toda su historia ha sido ¿qué tanto aprenden los estudiantes?, por eso la educación es connatural y esencial al proceso de aprendizaje. La evaluación del aprendizaje en la educación exige el desarrollo de investigaciones que ayuden a sistematizar y optimizar esta práctica pedagógica, delegada hasta el momento, a las experiencias individuales de los docentes. En la educación superior de hoy, la evaluación es el instrumento que apunta a evidenciar cuándo y de qué forma está el estudiante adquiriendo el conocimiento y desarrollando habilidades que le permitan su desempeño en el mundo productivo. Esta apreciación permite significar la importancia de la evaluación en una sociedad cambiante con transformaciones que plantean retos y nuevas construcciones epistemológicas para generar una educación de calidad en un mundo globalizado. METODOLOGÍA Este estudio se inscribe en un enfoque cualitativo interpretativo buscando comprender el fenómeno humano, para esto toma datos de la experiencia de los sujetos que se hallan en un contexto específico y son ellos los protagonistas de los fenómenos con sus prejuicios, valores, creencias y costumbres, expresadas en la cotidianidad. Al ser la educación una construcción

social, esta metodología, como lo afirma De Souza(9) “es capaz de incorporar la cuestión del significado y de la intencionalidad como inherente a los actos, las relaciones y a las estructuras sociales, siendo estas últimas tomadas tanto en su origen y en su transformación como construcciones humanas significativas”. La investigación cualitativa no solo debe generar conocimientos, sino contribuir a la solución de problemas relevantes para los seres humanos. Este enfoque evalúa el desarrollo normal de los sucesos, es decir, no hay manipulación ni estimulación con respecto a la realidad(10). Igualmente, Tezanos(11), afirma que “el investigador se acerca a la situación a indagar tal como la encuentra, sin intervenir en su forma de generarse o producirse”. Establece que un enfoque implica “una delimitación con lo circunscrito con los énfasis. Por lo tanto, es posible predicar el término enfoque como cualitativo o cuantitativo, analítico o interpretativo. Siempre que se tenga en consideración que el eje está en el énfasis y no en la exclusión. De manera que, discutir sobre el enfoque cualitativo –interpretativo no significa la eliminación de los procesos de análisis y viceversa”(11). Al ser interpretativo se intenta encontrar sentido a los fenómenos en términos de los significados que otorgan las personas. Este enfoque permite responder al propósito de la investigación: evaluar la transversalización del énfasis de cuidado de la salud a la familia en las asignaturas del área específica profesional tanto en sus lineamientos como en su práctica. PROCEDIMIENTO PARA ESTA INVESTIGACIÓN Después de la revisión bibliográfica sobre modelos de evaluación curricular se decidió adoptar el modelo de evaluación ‘responsiva o respondiente’ planteado por Robert Stake, porque visibiliza a través del uso de matrices tanto las intencionalidades de un proceso educativo como los aspectos formales e informales de la evaluación, es decir lo subjetivo y lo objetivo de la misma.


Transversalización del cuidado de la familia en la formación del profesional en Enfermería en una institución de educación superior en Bogotá

El análisis de las matrices tanto la descriptiva como la de juicio permitió determinar: el enfoque, las herramientas metodológicas y las fuentes de información necesarias para de la investigación. Como complemento a lo planteado en la matriz de Stake se trabajó sobre una serie de categorías que contribuyen a hacer más operacionales los planteamientos de la misma, especialmente con el propósito de definir la información a ser obtenida. Se definieron dos categorías centrales: teoría y práctica del cuidado de salud a la familia (tabla 1.). La categoría teoría: permitió establecer los contenidos teóricos propuestos y desarrollados sobre familia en cada asignatura de la forma-

ción específica profesional. Esta categoría se exploró en los documentos (Proyecto Educativo de Facultad, Proyecto Pedagógico de Aula y plan calendario) de las asignaturas establecidas. La categoría de la práctica (praxis) evidenciada en estrategias de enseñanza utilizadas por el docente para enfatizar el cuidado de salud a la familia, y en los estudiantes la inclusión del cuidado de la familia durante el desarrollo de la práctica formativa (praxis). HALLAZGOS DE LA IVESTIGACIÓN Con la investigación se pretendió encontrar evidencias de la congruencia del enfoque de cuidado de salud a la familia que

plantea la Facultad de Enfermería de la Fundación Universitaria del Área Andina y lo enseñado en la teoría y la práctica de las asignaturas específicas profesionales. Se tuvieron en cuenta el análisis documental, el análisis de las entrevistas de los docentes y estudiantes y la revisión de los planes de cuidado que realizan los estudiantes en sus prácticas formativas de cada una de esas asignaturas. Lo anterior permitió el desarrollo de la matriz descriptiva y de juicio propuesta por Robert Stake(4) y precisar: las categorías, las fuentes de información para cada una de ellas, los instrumentos de análisis, los estándares asumidos para realizar la evaluación de la congruencia de los hallazgos.

Tabla 1. Desarrollo Matriz de Robert Stake

MATRIZ DESCRIPTIVA

MATRIZ DE JUICIO

Lógica

Intenciones

Fuentes de Información

Instrumentos de Análisis

Criterios o Estándares

• Formar enfermeras (os) con énfasis en el cuidado de la salud a la familia, mediante la gerencia de planes y programas de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, tratamiento y rehabilitación, que contribuyan a la calidad de vida de individuos, familias y comunidades dentro de los valores éticos individuales y sociales, mediante la docencia, la investigación, la extensión y a través de equipos multidisciplinarios. • La Facultad se propone apoyar a familias y comunidades para que logren ser autosuficientes en el cuidado de su salud y mejoren su calidad de vida.

El concepto de familia en la dimensión biológica, psicológica, antropológica, social y espiritual está explícitamente manifiesto en la fundamentación epistemológica del programa de enfermería y en el Proyecto Educativo de la Facultad (P.E.F.).

• P.E.F. • Documento de fundamentación del programa para registro calificado.

Resúmenes Analíticos (RAES) del PEF y fundamentación del programa.

En los documentos: fundamentación epistemológica del programa y en el P.E.F. el concepto de familia en su dimensión biológica/psicológica es explicito, claro y suficiente.

Juicios • Resultados

En los documentos: fundamentación epistemología del programa y en el P.E.F. el concepto de familia en su dimensión antropológica y social es explicito, claro y suficiente. En los documentos: fundamentación epistemología del programa y en el P.E.F. el concepto de familia en su dimensión espiritual es explícito, claro y suficiente.

Los contenidos de familia de las asignaturas de formación específica profesional son explícitos, suficientes y progresivos.

• Malla curricular • Proyecto Pedagógica de Aula (P.P.A.)

Resúmenes Analíticos (RAES) de los proyectos pedagógicos y malla curricular.

Los profesores en el desarrollo de las asignaturas específicas profesionales evidencian la inclusión progresiva de elementos, conceptos e instrumentos necesarios para el cuidado de salud a la familia.

• Relato de los profesores sobre sus prácticas de enseñanza de los temas relacionados con familia en las asignaturas específicas profesionales • Formatos de evaluación de la práctica

Entrevista semiestructurada a docentes. Grupo focal

Los estudiantes en el desarrollo de su práctica formativa evidencian la inclusión de la familia en sus planes de cuidado.

• Planes de cuidado

Plan de cuidado Entrevista semiestructurada a estudiantes. Grupo focal.

Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

Resúmenes Analíticos (RAES) de los formatos de evaluación de la práctica formativa.

En los P.P.A. los contenidos de familia son explícitos, claros, coherentes, suficientes y progresivos. En la entrevista el profesor hace referencia a sus prácticas de enseñanza relacionadas con el cuidado de salud a la familia. En los formatos de evaluación se encuentra explícitos y claros los ítems sobre familia a ser evaluados. La inclusión de la familia en los planes de cuidado elaborados por el estudiante es explícita. El plan de cuidado evidencia la gestión y abordaje de la familia de manera explícita, oportuna y pertinente para la situación hallada.

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Luz Dary Valderrama Charry, Yolanda Dallos González

ANÁLISIS DOCUMENTAL Para la categoría de carácter conceptual se evaluaron los contenidos teóricos que evidenciaron el énfasis del cuidado de la salud a la familia en los documentos: El Proyecto Educativo Institucional (PEI)(12), el Proyecto Educativo de la Facultad (PEF)(13), el documento de contenidos curriculares del programa de enfermería los Proyectos Pedagógicos de Aula (PPA)(14), los formatos de evaluación (FE) de la práctica de cada una de las asignaturas del área profesional específica analizándolos mediante un instrumento llamado rúbrica diseñada para este fin y el registro en los planes de cuidado de Enfermería la inclusión de intervenciones para y con la familia. Rubrica para evaluación de categoría conceptual) y para categoría de la práctica (carácter de acción - práctica). Para facilitar el análisis se establecieron los criterios: explícito, claro, coherencia, suficiente, progresivo. Estos criterios obedecieron a algunas de las características necesarias para la estructuración curricular como la claridad, la coherencia, la integración, la secuencia de contenidos y estrategias pedagógicas que propician la congruencia entre la teoría y la práctica, así como el avance en el conocimiento(15). HALLAZGOS OBTENIDOS EN LAS ENTREVISTAS REALIZADAS A LOS DOCENTES DE LAS ASIGNATURAS ESPECÍFICAS PROFESIONALES La totalidad de los docentes expresan en las respuestas que no hay progresión o concatenación de los temas relacionados con familia, perciben que los estudiantes se quedan con la misma información desde el segundo semestre de la carrera donde se les enseña el uso de los instrumentos hasta octavo y lo atribuyen a que en los Proyectos Pedagógicos de Aula (PPA) no se explicitan contenidos de familia a desarrollar permitiendo que cada uno realice lo que cree. Aspecto congruente con lo expresado cuando se hace referencia a contenidos y estrategias de enseñanza. Si no saben lo que “tienen que enseñar” no es posible hablar de progresión

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de contenidos. El saber evita que la práctica se base en preconcepciones, intuiciones y rutinas y se convierte en la más importante alternativa de mejorar los procesos que afectan el quehacer profesional. HALLAZGOS OBTENIDOS CON LAS ENTREVISTAS REALIZADAS A LOS ESTUDIANTES DURANTE LA PRÁCTICA FORMATIVA Los estudiantes fueron abordados en el mismo momento con las preguntas de la entrevista semiestructurada estipulada y la solicitud del plan de cuidado de Enfermería. Inclusión de intervención de cuidado de salud a la familia en el plan de cuidado de Enfermería. Las actividades expresadas están incluidas en el plan de cuidado, consideradas como conducta de salida del estudiante; sin embargo, no hay claridad en las conductas de entrada requeridas para aproximarse a la familia como sistema de apoyo. El desconocimiento de soportes teóricos de familia, de políticas y normatividad vigentes no permite el desarrollo de un cuidado óptimo en relación con el contexto en donde se encuentra el grupo familiar y quizá por ello las actividades mencionadas no pasan de ser información y la gestión del cuidado a la familia se limita a establecer un contacto para “solicitarle algo o para “informarle que…”. Esta situación puede ser el reflejo de la invisibilidad del conocimiento de enfermería y de su labor, tanto del estudiante como del profesional en Enfermería en las instituciones del país no solo las de salud sino las de educación. Ambas limitan la posibilidad de tener contacto directo con los sujetos de cuidado al asignarle tareas administrativas o de servicios que no corresponden al objeto de la disciplina: el cuidado. Por otra parte, muchos de los docentes al no estar compenetrados con el tema disciplinar difícilmente pueden transmitir a sus estudiantes el interés por avanzar en el conocimiento que nos pertenece. RELACIÓN DE RESULTADOS La dificultad de la integración para la congruencia curricular es un problema de

ajustar, entre otros, las prácticas de interacción docente-estudiante, en el proceso pedagógico, mediante el reconocimiento de lo enseñado y lo realizado en las prácticas formativas del alumno frente a una realidad y unas intenciones claras del currículo. De esta manera, la articulación conforma una tríada con nociones dialógicas, en este caso, del componente transversal de familia en el currículo de enfermería, desde su análisis documental, y los hallazgos encontrados en los docentes y las evidencias de los estudiantes. Por tanto, esta investigación analizó la intencionalidad de un enfoque curricular de cuidado de salud a la familia del programa de enfermería y la realidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje. La relación de los hallazgos se hizo en relación con las categorías determinadas para el estudio. Categoría teoría. Esta categoría se relacionó con la fundamentación teórica epistemológica del programa y se exploraron diversos documentos como el Proyecto Educativo de Facultad P.E.F., Contenidos Curriculares del Programa de Enfermería, los Proyectos Pedagógicos de Aula P.P.A. en relación con las subcategorías conceptualización y contenidos de familia en cada una de las asignaturas. En el análisis de estos documentos se encontró que aunque proporcionan los lineamientos para el desarrollo del enfoque de familia según los criterios explícito y claro, no lo hace para la suficiencia y la progresión de contenidos. Este hallazgo se relaciona con los resultados de las respuestas de los docentes en las cuales no se pudo precisar la enseñanza de conocimientos sobre cuidado y familia y el progreso de los mismos en la medida que avanza la formación del estudiante. En su mayoría manifestaron no contar con una orientación al respecto ni de manera verbal ni escrita, situación que facilita que cada uno decida qué enseñar sobre familia. Igualmente, los resultados de las respuestas de los estudiantes reafirman lo anterior porque hay desconocimiento de soportes teóricos de familia, de políticas y normatividad vigentes, entre otros. Categoría práctica. En esta categoría


Transversalización del cuidado de la familia en la formación del profesional en Enfermería en una institución de educación superior en Bogotá

se exploraron las subcategorías estrategias de enseñanza por parte del docente y la evidencia del aprendizaje por parte del estudiante de la temática de familia. Los docentes no demostraron utilización de estrategias pedagógicas para abordar la temática ni en la parte teoría de las asignaturas ni en el desarrollo de la práctica formativa. La estrategia común para todos los docentes es la exigencia de utilización de instrumentos para el abordaje de la familia en el plan de cuidados. Este aspecto es la principal evidencia de inclusión de la familia, por parte del estudiante, durante su práctica formativa. Sin embargo, en el plan de cuidados aparece el registro de una actividad que en su mayoría fue educativa pero no se demostró seguimiento y evaluación de la misma. En la medida que se reconoce el valor que adquiere la familia en el cuidado de enfermería y su importancia en la prestación de los servicios de salud, ya que lo exige la normatividad del actual sistema y las políticas de salud nacionales e internacionales, es urgente revisar este aspecto en el currículo, para asegurar la inclusión de cuidado de salud a la familia en los procesos de enseñanza –aprendizaje (teórico – práctico) de las asignaturas específicas profesionales. CONCLUSIONES La identificación del énfasis de cuidado a la familia en los contenidos corresponde al primer objetivo del estudio. Al respecto se concluye: las directrices del Proyecto Educativo Institucional, P.E.I., el Proyecto Educativo de Facultad y marco epistemológico del programa, específicamente en la condición de calidad de los contenidos curriculares presentan algunos vacíos conceptuales y de lineamientos propiciando falta de claridad conceptual y de orientación reflejadas en los Proyecto Pedagógicos de Aula de cada una de las asignaturas del área profesional específica. Los P.P.A. en general, obtuvieron bajos puntajes en los criterios de suficiencia, coherencia y progresión. La insuficiencia relacionada con el número de horas asignadas para el desarrollo del contenido teórico del cuidado de salud a Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

la familia. La coherencia deficiente por no mantener un hilo conductor de la temática y la progresión del conocimiento fue nulo por no evidenciar su avance a través de los semestres de formación. Podría decirse que el conocimiento permanece estático, desactualizado y el grado de complejidad de temática no está acorde con los contenidos necesarios para cada uno de los semestres académicos, es decir el estudiante solo tiene de manera puntual los contenidos de segundo semestre y los de cuarto en de la asignatura de Cuidado a la familia. En general y de acuerdo con el modelo de evaluación de Robert Stake se puede concluir que la congruencia entre las intenciones del programa en cuanto al enfoque curricular de cuidado de salud a la familia y lo observado en las categorías de teoría y práctica tanto con el análisis documental como de la información obtenida de docentes y estudiantes presenta una amplia brecha, es decir no hay congruencia. Aunque se reconoce la familia como sistema de apoyo en el cuidado de Enfermería en la práctica no se evidenciaron acciones que permitan corroborarlo. RECOMENDACIONES Es necesario establecer un mecanismo o sistema periódico de evaluación de los elementos integradores del currículo actualizados en las asignaturas específicas profesionales con el fin de verificar la coherencia de todos los elementos conceptuales, las estrategias de enseñanza acordes con la situación actual y real de los estudiantes de la FUAA. Esta autoevaluación permanente y ética de la apuesta curricular podría ser una de las estrategias para mantenerse acorde con las necesidades de una sociedad, así como la implementación de pedagogías críticas, intensivas, flexibles que permitan la comprensión de los contextos locales, nacionales y mundiales y los resultados de este trabajo podrían orientar el fortalecimiento del enfoque de cuidado de salud a la familia por considerarla el espacio en la cual las personas viven, enferman y mueren. Así, el profesional en Enfermería lograría conceptuar, evaluar e intervenir en la promoción de la salud y la recupe-

ración de la enfermedad de la familia, tomando en cuenta el contexto y la normatividad vigente. CONFLICTO DE INTERESES Las autoras declaramos no tener conflicto de intereses en relación con este manuscrito. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Consejo Internacional de Enfermería –CIE2012.Definción de enfermería. Disponible en: www.icn.ch Consultado en enero de 2014. 2. Fundación Universitaria del Área Andina. Documento para registro Calificado Programa de Enfermería. Condición Curricular. Bogotá. 2011. 3. Stake R. Evaluación comprensiva y evaluación basada en estándares.1ª. ed. Barcelona: Editorial Grao. 2006. 4. Stake R. Program Evaluation, Particular y Responsible Evaluation, Western Michigan University; 1975. 5. Velasco A, Duran M. La familia como unidad epidemiológica y de trabajo y su entorno social y económico en la sociedad venezolana. Escuela de Enfermería Universidad de los Andes. Mérida. 2003. 6. Gimeno J. El curriculum: una reflexión sobre la práctica. Madrid: Ed. Morata. 1998. 7. Davis E. Teachers as Curriculum Evaluators. Editorial: Allen & Unwin. 1981. 8. Álvarez G. La administración de la curricularización. Desarrollo de la actitud polémica de la institución educativa universitaria. Universidad Javeriana. Bogotá. 2007. 9. De Souza Santos, B. Inducción a una Ciencia Posmoderna. CIPOST. Universidad Central de Venezuela. Caracas. 1996. 10. Corbetta P. University of Bologna Social research Theory, methods and Techniques. 2003. 11. Tezanos A. Una etnografía de la etnografía: aproximaciones metodológicas para la enseñanza del enfoque cualitativo - interpretativo para la investigación social. 1998. 12. Fundación Universitaria del Área Andina. Proyecto Educativo Institucional. Bogotá, 2005. 13. Fundación Universitaria del Área Andina. Proyecto Educativo de la Facultad de Enfermería. 14. Fundación Universitaria del Área Andina. Proyectos Pedagógicos de Aula. Facultad de Enfermería. Bogotá. 2012. 15. Franco C. Pensar y actuar. Un enfoque curricular para la educación integral. Cooperativa editorial magisterio. Colección Mesa Redonda. Bogotá. 2004. p. 114.

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Trabajos Originales

Percepción de comportamientos de cuidado humanizado en estudiantes de Enfermería Nursing Students’ Perceptions of Behaviors Related to Humanized Care Dianne Sofía González Escobar* Facultad Ciencias de la Salud, Universidad Francisco de Paula Santander. Cúcuta, Norte de Santander, Colombia

RESUMEN Objetivo: el propósito del estudio es describir la percepción de comportamientos de cuidado humanizado en personas que recibieron atención de los estudiantes del programa de Enfermería de la Universidad Francisco de Paula Santander. Material y métodos: estudio de tipo descriptivo exploratorio con abordaje cuantitativo desarrollado durante el primer semestre académico del año 2012. La muestra estuvo conformada por 234 personas, 148 pacientes y 86 cuidadores. La recolección de la información se realizó mediante el instrumento Percepción del Cuidado Humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión, diseñado por Luz Nelly Rivera Álvarez y Álvaro Triana. El instrumento se basa en seis categorías definidas tomando como referente la Teoría de Cuidado Humano de Jean Watson. Resultados: estos muestran que, en general, la percepción de comportamientos de cuidado humanizado en los estudiantes es observada casi siempre solo por 21,4% de los pacientes y cuidadores; 60,7% lo percibe solo en algunas ocasiones, mientras que 17,9% nunca lo percibe. Conclusiones: al realizar el análisis comparativo entre categorías de acuerdo con su clasificación final, se identifican el Apoyo Emocional y la Proactividad como las categorías más percibidas en los estudiantes de Enfermería; y la Empatía y el Apoyo Físico como las menos percibidas. Palabras clave: enfermería, comportamientos de cuidado, cuidado humanizado, percepción. ABSTRACT

Objective: The purpose of this study is to describe patients’ perceptions of the behavior of nursing students from the Universidad Francisco de Paula Santander in relation to humanized nursing care. Material and Methods: This is a descriptive and exploratory study which uses a quantitative approach. It was undertaken in the first semester of 2012. The sample consisted of 234 people: 148 patients and 86 caregivers. Perceptions of Humanized Nursing Care (PACHE) version 2 which was designed by Luz Nelly Rivera Álvarez and Álvaro Triana was used to compile data. The instrument is uses six specially defined categories which are based on the Jean Watson's Theory of Human Caring/Caring Science. Results: These results show that only by 21.4% of patients and caregivers almost always perceive that students provide humanized care; 60.7% only perceive it sometimes, while 17.9% never perceive it. Conclusions: A comparative analysis among categories in accordance with their final classifications identified emotional support and proactive care as the most frequently perceived categories of behavior of nursing students. Empathy and physical support were the least frequently perceived. Keywords: Nursing; caring behavior; humanized care; perception

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INTRODUCCIÓN

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a reflexión sobre el cuidado en la sociedad y como ideal profesional de Enfermería ha tenido en los últimos años una interesante dinamización asociada a la temática de la humanización. La humanización involucra además del reconocimiento de la salud como derecho fundamental, la revalorización del cuidado en sus diferentes formas y dimensiones; la recuperación del cuidado como producto de las relaciones humanas. Humanizar el cuidado significa reconocer las realidades internas y la construcción de valores que posibiliten mayor sensibilidad por la situación del otro, empatía y tolerancia. Redireccionar la forma de cuidar, el paso de la técnica para la enfermedad a las necesidades reales del ser humano, abordar a los seres humanos como totalidad. El cuidado es humanizado cuando hay acercamiento del profesional al sujeto de cuidado y su familia, se comparten experiencias, se valora y re*

Enfermera, Pontificia Universidad Javeriana. Magíster en Educación de Adultos, Universidad San Buenaventura. Magíster en Enfermería Cuidado al Paciente Crónico, Universidad Nacional de Colombia. Profesor asociado, facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Francisco de Paula Santander. Cúcuta, Norte de Santander, Colombia. Correspondencia: dsgonzal@hotmail.es Recibido: enero de 2014 Aceptado para publicación: febrero de 2014 Actual. Enferm. 2014; 17(2):14-21


Percepción de comportamientos de cuidado humanizado en estudiantes de Enfermería

conoce la individualidad del otro. La revisión bibliográfica(1-3) muestra la identificación de diferentes factores que alejan a Enfermería del cuidado humanizado, la estructura y organización de la prestación de servicios de salud, la importancia dada por los profesionales en Enfermería a las técnicas, procedimientos, supervisión y otras aspectos propios de su quehacer en el ámbito institucional; invisibilización de las intervenciones de cuidado de enfermería por predominio de labores biomédicas centradas en el diagnóstico y tratamiento médico; las condiciones de trabajo y carga laboral; el proceso formativo centrado en el conocimiento teórico y desarrollo de habilidades técnicas más que en los aspectos relacionales con el sujeto de cuidado.

La percepción de cuidado, es definido

“como el proceso mental mediante el cual el paciente y el personal de enfermería obtienen momentos significativos en su interior durante la interacción del cuidado; que permite al paciente y enfermera percibir datos del exterior y organizarlos de un modo significativo en el interior, para tomar conciencia del mundo que les rodea”(4). En la revisión teórica y proceso investigativo Álvarez, Triana y Espitia(5), determinaron y conceptualizaron las categorías de cuidado humanizado, a partir de las cuales plantearon los comportamientos de cuidado humanizado de Enfermería del instrumento PCHE2: • Dar apoyo emocional: esta categoría comprende acciones de cuidado que trascienden al contacto físico. Hace referencia a la presencia intencional del/la enfermero(a) por admirar, esActual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

cuchar y reaccionar ante la singularidad de cada ser humano, generando relaciones intersubjetivas inspirada en valores como la confianza y el amor. Dar apoyo físico: involucra acciones de cuidado de Enfermería relacionadas con el contacto físico, inspiradas en un tacto delicado y sutil que logra preservar la dignidad del otro. Empatía: está representada en acciones de cuidado con carácter dialéctico que permiten a la/el enfermera(o) comprenderse a sí misma(o) y a el otro en la experiencia vivida en el cuidado de enfermería. Es un sentirse cuidado en la totalidad del ser. Cualidades del hacer de la enfermera(o): refleja las cualidades y valores que caracterizan la práctica de Enfermería, como son: la disponibilidad para el otro, el trato cordial, la identificación de las necesidades de cuidado, la explicación anticipada de los cuidados, la educación oportuna y suficiente para el promover y potenciar el autocuidado, la abogacía, la responsabilidad y el compromiso. Proactividad: comprende acciones de la/el enfermera(o) con una alta abogacía y disponibilidad hacia el otro para darle la información oportuna, clara y suficiente a la persona cuidada y a su familia acerca de su estado de salud para que puedan tomar decisiones sobre el cuidado de sí, a responder preguntas en un lenguaje comprensible, a explicarle los procedimientos, a dar orientaciones preventivas y promotoras del cuidado de la salud y a hacerlo más partícipe en su proceso de recuperación. Priorizar al ser cuidado: esta categoría trae en forma implícita la valorización del ser cuidado como sujeto único, co-partícipe en la experiencia del cuidado de Enfermería, donde hay un respeto por su subjetividad, es decir, un respeto a sus creencias, sus valores, su lenguaje, sus normas, sus formas de ser/estar en el mundo, sus decisiones e intimidad.

La humanización del cuidado debe darse desde la formación de los profesionales en Enfermería, quienes deben formarse para brindar cuidado desde una perspec-

tiva ética, social y de calidad, pero fundamentalmente humana. La educación integral y de calidad, exige interacción y diálogo entre el educador y el educando, a fin de tener la certeza de que el proceso educativo ha tenido su efecto positivo o es captado por el estudiante. En ocasiones se enuncia un discurso del ser humano como sujeto global, único, holístico y mutidimensional, pero este complejo saber, se transmite mediante prácticas pedagógicas reductoras, rígidas y mecánicas(1). Para el programa conocer la percepción sobre comportamientos de cuidado humanizado que tienen las personas que reciben atención de los estudiantes de Enfermería en las experiencias prácticas formativas, representa un indicador que retroalimenta el currículo, contribuye al ejercicio de autoevaluación y la definición de estrategias pedagógicas que fortalezcan no solo el saber y hacer, sino el ser de Enfermería. El objetivo del estudio es determinar la percepción de comportamientos de cuidado humanizado que tienen las personas que reciben atención de los estudiantes del programa de Enfermería de la Universidad Francisco de Paula Santander en las experiencias prácticas formativas, de manera global y por categorías. MATERIALES Y MÉTODOS Estudio de tipo descriptivo, de abordaje cuantitativo, transversal. La población está conformada por las personas y sus cuidadores que recibieron cuidado por parte de los estudiantes del programa de Enfermería en el desarrollo de las experiencias prácticas formativas, clínicas hospitalarias y ambulatorias, durante el primer semestre del año 2012, que accedieron a participar en el proyecto con el diligenciamiento del instrumento. Se aplicó un muestreo no probabilístico por conveniencia, quedando conformada la muestra por 234 personas, de los cuales 148 eran pacientes y 86 cuidadores. Para la recolección de la información se utilizó un instrumento, denominado Instrumento Percepción del Cuidado Huma-

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Dianne Sofía González Escobar

nizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión, diseñado por Luz Nelly Rivera Álvarez, Álvaro Triana, Sonia Espitia. El instrumento se basa en seis categorías definidas tomando como referente la Teoría de Cuidado Humano de Jean Watson. Para evaluar la validez de contenido y validez facial del instrumento aplicaron pruebas psicométricas las cuales señalan que el instrumento tiene una validez facial con pacientes alta, con un índice de acuerdo de 0,094, una validez facial con expertos en el área de Enfermería, con un índice medio de 0,78 y una validez de contenido alta con un índice de 0,83. El instrumento está conformado por una primera parte de información general y una segunda parte compuesta por 32 preguntas con respuesta en escala de Likert, distribuidas en las seis categorías. En el instrumento puede obtenerse un puntaje mínimo de 32 puntos, lo cual significa la no percepción de los comportamientos de cuidado humanizado por parte de enfermera(o) y un máximo de 128 puntos, el cual indica la percepción total de los comportamientos de cuidado humanizado. Para el análisis de la información se aplicó media, mediana, moda y desviación estándar a los resultados obtenidos en las encuestas realizadas, además de gráficos y tablas de referencia para la representación de los resultados. El análisis de la información del instrumento PCHE 2ª versión, se realizó teniendo en cuenta las instrucciones de los autores. Se clasificaron las respuestas, tomando cuatro medidas de percepción según corte generado, identificadas así: ninguna percepción del cuidado (puntuación de la escala entre 32 - 56), algunas veces se percibe el cuidado de enfermería (puntuación de la escala entre 56,1 - 80), casi siempre (puntuación de la escala entre 80,1 - 104) y siempre se percibe una relación de cuidado humanizado de Enfermería en los estudiantes del programa de Enfermería de la UFPS (puntuación de la escala entre 104,1 - 128). Posteriormente se determinó el promedio general de las seis categorías del fenómeno de cuidado de Enfermería estudiado. Se clasificaron las respuestas, tomando las cua-

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tro medidas de percepción según corte generado. En el desarrollo del estudio se aplicaron los principios éticos de la investigación, contando para la recolección de la información con el previo consentimiento informado de los participantes a través de la firma del formato diseñado para tal fin. Atendiendo las normas científicas, técnicas y administrativas de la investigación en salud estipuladas en la resolución número 8430 de 1993, expedida por la dirección de desarrollo científico y tecnológico del Ministerio de la Protección Social. Los propósitos de la investigación fueron explicados con claridad a los participantes, al igual que la garantía en la confidencialidad y manejo reservado de la información, cuyo fin es fundamentalmente académico. Se dispuso de la autorización de los autores del instrumento para la aplicación de su instrumento: Percepción de Comportamientos de Cuidado Humanizado de Enfermería versión 2 (PCHE2) en el desarrollo del proyecto, así como del Programa de Enfermería. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Características de la población participante La muestra estuvo conformada por 234 personas, de los cuales 63,2% eran pacientes y el 36,8% cuidadores. De estos, 67,5% (158), recibió atención por parte de los estudiantes del programa de Enfermería en servicios de hospitalización y 32,5% (76) en servicios ambulatorios. De los participantes, 149 eran mujeres, que representa 63,7% de la muestra y 85 hombres que corresponden a 36,3%. Respecto a la edad de las personas que recibieron atención, se encuentra predominio de los rangos de edad menor de 5 años y de 25 a 35 años con un 20% respectivamente. Seguido del grupo de edad de 15 a 24 años con 16,2%, de 35 a 44 años 15%; en menos porcentaje se encuentran los rangos de 5 a 14 años y de 55 a 64 años con 10,3% y de 45 a 54 años un 8,1%. Lo anterior se explica porque de acuerdo con la organización del programa los estudiantes realizan intervenciones de cuidado en el desarrollo de experiencias prácticas for-

mativas en las áreas de Cuidado del Adulto, Cuidado de la Mujer, Cuidado del Niño y Adolescente y Gerencia de los servicios de Enfermería. Descripción percepción de comportamientos de cuidado En los resultados generales obtenidos con la aplicación del PCHE2, se destaca en el nivel de categorías como puede verse en la tabla 1, que las puntuaciones promedio en su mayoría estuvieron en el percentil 50 o menos de la puntuación máxima posible. La categoría “Apoyo Emocional” con una puntuación máxima posible de 24 puntos reflejó un promedio igual a 13,8 ± 3,1 puntos; las categorías “Apoyo físico” y “Empatía” con una puntuación máxima posible de 16 puntos expresaron promedios similares, de aproximadamente 8 puntos; la categoría “Cualidades del hacer de Enfermería” con puntuación máxima posible de 32 puntos obtuvo un promedio grupal de 17,2 ± 3,2 puntos; las categorías “Proactividad” y “Priorizar al ser cuidado” con una puntuación máxima posible de 20 puntos manifestaron promedios similares, de aproximadamente 10 puntos. Categoría apoyo emocional El apoyo emocional es percibido “casi siempre” por 32,1% de las personas entrevistadas que recibieron cuidado de los estudiantes del programa de Enfermería; “algunas veces” por 51,3% y en 16,7% “nunca” es percibido este apoyo emocional (figura 1).

Figura 1. Distribución de pacientes entrevistados según clasificación de la percepción del cuidado en cuanto a la categoría apoyo emocional. Fuente: Rivera Álvarez LN, Triana Á y Espitia S. Instrumento Percepción del cuidado humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011.


Percepción de comportamientos de cuidado humanizado en estudiantes de Enfermería Tabla 1. Medidas descriptivas por categorías

No Ítems

Puntuación Máxima Posible

Media

Desviación Estándar

Mediana

Mínimo

Máximo

APOYO EMOCIONAL

6

24

13,8

3,1

14

6

18

APOYO FÍSICO

4

16

8,4

1,9

8

4

12

EMPATÍA

4

16

8,3

2,0

8

4

12

CUALIDADES DEL HACER

8

32

17,2

3,2

17

8

24

PROACTIVIDAD

5

20

10,5

2,5

10

5

15

PRIORIZAR AL SER CUIDADO

5

20

10,4

2,4

10

5

15

ESCALA GENERAL

32

128

68,6

12,9

69

32

96

DIMENSIÓN

Fuente: Rivera Álvarez LN, Triana Á y Espitia S. Instrumento Percepción del cuidado humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011.

En los ítems que conforman esta categoría la media osciló entre 2,2 y 2,4, siendo el ítem con menor puntuación “le preguntan y se preocupan por su estado de ánimo”. Esto refleja de manera general, dificultad o falta de preparación en los estudiantes para establecer un vínculo en la interacción de cuidado. Lo cual evidencia la necesidad de fortalecer y privilegiar en el proceso de formación de los estudiantes la sensibilidad a la comunicación con las personas antes que las competencias técnicas como lo plantea González, et al, en la medida en que los estudiantes sean capaces de clarificar las necesidades y sentimientos de cada persona sujeto de cuidado dentro del contexto donde se desenvuelven, paulatinamente irán adquiriendo pericia en el manejo de tecnología y de los conocimientos científicos. “El cuidar de otro, pierde su sentido si no hay un interés real en la persona sujeto de cuidado o si el contexto donde se otorgan los cuidados es adverso o altamente tecnificado, pues el contacto humano se ve limitado”(1). Los resultados obtenidos en esta categoría corresponden a los encontrados en otras investigaciones en las cuales el apoyo emocional fue de las categorías con menor puntaje obtenido; sin embargo, los valores obtenidos en algunos de ellos superan significativamente los resultados de este estudio. Rivera y Triana(6), reportan que 79,56% de los participantes “siempre” percibieron Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

comportamientos de apoyo emocional, 17,15% “casi siempre” y 2,9% “algunas veces” los percibieron. Encontrando entre los ítems con más bajo promedio, “su atención se fundamenta en el apoyo emocional” y “son una compañía durante los procedimientos médicos”. Categoría apoyo físico En esta categoría 48,7% de los pacientes y cuidadores “algunas veces” percibe el apoyo físico por parte de los estudiantes de enfermería; 39,3% “nunca” lo percibe y solo 12% lo percibe “casi siempre” (figura 2). En los ítems que conforman esta categoría la media estuvo entre 1,6 y 2,4, siendo los ítems con menor puntuación, “cuando le hablan no lo miran a los ojos” y “atien-

Figura 2. Distribución de pacientes entrevistados según clasificación de la percepción del cuidado en cuanto a la categoría: apoyo físico. Fuente: Rivera Álvarez LN, Triana Á y Espitia S. Instrumento Percepción del cuidado humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011.

den sus necesidades básicas oportunamente”. Estos resultados no representan que los estudiantes del programa no posean los conocimientos y habilidades técnicas requeridas para la atención de las necesidades básicas, de confort o alivio del dolor de las personas a su cuidado. Refleja una debilidad en la identificación y reconocimiento de las diferentes formas de expresión y comunicación que se da una situación de cuidado. Esta categoría incluye más que el hacer un procedimiento de manera correcta y oportuna, integra otros aspectos relacionados con el reconocimiento del ser del paciente, su opinión y participación en el cuidado, así como la actitud de disposición y cercanía por parte de la enfermera en la realización de la intervención. De acuerdo con los planteamientos de Watson, la asistencia en la satisfacción de las necesidades humanas y la provisión de un entorno de apoyo, protección y corrección física, mental, sociocultural y espiritual son elementos asistenciales importantes, pues reflejan el reconocimiento de las necesidades biofísicas, psicofísicas, psicosociales e interpersonales por parte de la enfermera, en ella misma y en el paciente. De igual forma, evidencian la capacidad de la enfermera de reconocer la influencia que factores internos y externos tienen en la salud y enfermedad de la persona. Los resultados en esta categoría coinciden con los obtenidos en otros estudios. Ro-

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Dianne Sofía González Escobar

mero Massa, et al(7), encontraron en su estudio que entre los comportamientos de cuidado humanizado de enfermería percibidos en menor grado por los pacientes se encuentran los relacionados con el apoyo físico. De igual manera, Espinoza, et al(8), reportan que 35,4% de los pacientes informaron que el apoyo físico era ofrecido algunas veces por el personal de enfermería. Estos resultados evidencian la necesidad de fortalecer en los estudiantes el desarrollo de competencias socioafectivas, relacionadas con la interacción y comunicación, simultáneamente al desarrollo de competencias cognitivas y técnicas específicas de la disciplina. Categoría empatía Los resultados en esta categoría muestran que 45,3% de los pacientes percibieron empatía en los estudiantes del programa solo en “algunas ocasiones”, 13,7% la percibieron “casi siempre” y 41,0% “nunca” la percibieron (figura 3). En los ítems que conforman esta categoría, la media estuvo entre 1,9 y 2,2, lo cual representa puntuaciones bajas para todos los ítems, siendo los más afectados “el personal de enfermería no informa el nombre antes de realizar los cuidados” y “le escucha atentamente”.

confianza y ayuda, en la que haya disposición al diálogo y la escucha, empleando terminología clara y comprensible que facilite la comunicación e identificación de las necesidades y su satisfacción de manera oportuna y asertiva. Los resultados encontrados en este estudio guardan relación con lo reportado por Espinoza, et al.(8), quienes informan que 52,3% de los pacientes “algunas veces” perciben empatía en el personal de enfermería y 15,8% “nunca” la percibe. Por el contrario en otros estudios, la categoría empatía fue evaluada como uno de los comportamientos de cuidado de enfermería que “siempre” o “casi siempre” son percibidos por los pacientes(6). Estos resultados llevan a considerar lo planteado por González, et al(1) respecto a la formación en Enfermería, para quienes un punto central es privilegiar la sensibilidad hacia la comunicación con la persona antes que el rol técnico, puesto que en la medida en que los estudiantes sean capaces de clarificar las necesidades y sentimientos de cada persona, sujeto de cuidado, dentro del contexto donde se desenvuelven, progresivamente irán adquiriendo la habilidad requerida en el manejo de tecnología y conocimientos científicos. La humanización de los cuidados requiere formar una enfermera con empatía, capaz de otorgar un cuidado familiar, significativo y gratificante. Categoría Cualidades del hacer del enfermero

Figura 3. Distribución de pacientes entrevistados según clasificación de la percepción del cuidado en cuanto a la categoría: empatía Fuente: Rivera Álvarez LN, Triana Á y Espitia S. Instrumento Percepción del cuidado humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011.

Como lo expresan Naranjo y Ricaurte(9), para brindar cuidado integral de Enfermería es importante establecer entre la enfermera y el paciente una relación de

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Los resultados en esta categoría muestran que la mayoría de los participantes 59,4% “algunas veces” perciben las cualidades del hacer de Enfermería en los estudiantes del programa durante la prestación del cuidado; solo 14,1% las percibe “casi siempre” y 26,5% de los pacientes y cuidadores informa “nunca” percibirlas (figura 4). La media de las puntuaciones de los comportamientos de cuidado humanizado que componen esta categoría estuvo entre 1,6 y 2,4, siendo los ítems mejor evaluados “son amables en el trato”, “identifica ne-

Figura 4. Distribución de pacientes entrevistados según clasificación de la percepción del cuidado en cuanto a la categoría: cualidad del hacer de enfermería. Fuente: Rivera Álvarez LN, Triana Á y Espitia S. Instrumento Percepción del cuidado humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011.

cesidades de tipo físico y psicológico” y “su cuidado es responsable”. Por el contrario, los ítems con menores evaluaciones son “olvidar explicar anticipadamente los procedimientos”, seguido de “responder con lentitud al llamado” y “administrar el tratamiento prescrito a tiempo”. En otros estudios la categoría cualidades del hacer de la enfermera es de las mejores evaluadas por parte de los sujetos de cuidado(6,7,10). Bautista(11) identificó entre los comportamientos percibidos como de mayor importancia por los usuarios los relacionados con la categoría “establece una relación de confianza”, “es accesible” y “monitorea y hace seguimiento”. Aunque se destacan los comportamientos relacionados con las habilidades técnicas para el cuidado, como la administración de medicamentos, identificación de necesidades del paciente, realización de procedimientos y manejo de equipos; lo relacionado con el trato humano en el cuidado es uno de los aspectos de calidad más valorado por los pacientes. Lo cual explica la autora desde la orientación humanista afirmando que solo tiene sentido cuidar si el cuidado se integra a un proceso de relación. Categoría proactividad Respecto a esta categoría solo 22,2% de los pacientes manifestó percibir “casi siempre” proactividad por parte de los estudiantes de enfermería que lo atendieron; 49,6% la percibió “algunas veces” y


Percepción de comportamientos de cuidado humanizado en estudiantes de Enfermería

Figura 5. Distribución de pacientes entrevistados según clasificación de la percepción del cuidado en cuanto a la categoría: proactividad. Fuente: Rivera Álvarez LN, Triana Á y Espitia S. Instrumento Percepción del cuidado humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011.

28,2% “nunca” percibió esa proactividad (figura 5). La media de los ítems que conforman esta categoría estuvo entre 1,9 y 2,3, aunque en general la percepción de los comportamientos que conforman esta categoría se encuentra en un rango medio – bajo, es importante destacar que el comportamiento de cuidado humanizado mayor percibido fue “el personal de enfermería está pendiente de usted”, seguido de “responden a sus preguntas con seguridad” y “le dedican el tiempo necesario”. Los comportamientos menos percibidos son “le proporcionan información oportuna y suficiente para que pueda tomar decisiones sobre el cuidado de su salud” y “le animan para que las(os) llame en caso de que necesite algo”. Romero Massa, et al(7) plantean en su estudio que los comportamientos humanizados por la enfermera percibidos en menor grado son los relacionados con el apoyo físico, la proactividad, empatía y sentimientos del paciente. En el análisis cualitativo retoman lo planteado por Merkouris, Anastosios, et al, quienes encontraron que los pacientes perciben las enfermeras como conocedoras, sin embargo, no perciben que suministren información sobre su estado de salud, dieta o pronóstico, direccionan las preguntas al médico y ellos sienten que podrían darles la información que necesitan. El trabajo de Ramírez y Parra(12), en la calificación dada por el personal de enActual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

fermera a los comportamientos de cuidado de la categoría, encontraron que el personal de enfermería le dio una calificación que se ubicó en los niveles medio y bajo, mientras que el paciente la ubicó en los niveles alto y medio; esto hace importante resaltar que mientras que el paciente desea una mayor comunicación con el personal de enfermería en lo referente a su condición clínica, los enfermeros no le dan igual importancia. Categoría priorizar al ser cuidado Los resultados obtenidos en esta categoría muestran que de las personas participantes, pacientes y cuidadores, 19,2% “casi siempre” percibió ser una prioridad para los estudiantes del programa; 42,3% lo percibió “algunas veces” y 38,5% nunca percibió ser priorizado por parte del estudiante de enfermería responsable de su cuidado (figura 6).

objetivo es proteger, realzar y conservar la dignidad de la persona, la humanidad, integridad y armonía interior. Esta relación se caracteriza por el compromiso moral de la enfermera de proteger y realzar la dignidad humana, y el conocimiento del cuidado de la enfermera transmitido para conservar y honrar el espíritu incorporado, por lo tanto, no reducir a la persona al estado moral de un objeto. Estos resultados difieren significativamente de los reportados por otros estudios. Por su parte, Rivera y Triana(6) encontraron que la frecuencia con que los participantes en su estudio percibieron los comportamientos de cuidado relacionados con priorizar al ser cuidado fueron: “siempre” 89,05% y “casi siempre” 10,21%. Romero Massa, et al(7), concluyen que los pacientes percibieron comportamientos de cuidado humanizado excelentes y buenos en mayor grado en los aspectos relacionados con la categoría “priorizar al ser de cuidado”. Clasificación general

Figura 6. Distribución de pacientes entrevistados según clasificación de la percepción del cuidado en cuanto a la categoría: priorizar al ser cuidado. Fuente: Rivera Álvarez LN, Triana Á y Espitia S. Instrumento Percepción del cuidado humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011.

La media de las puntuaciones dadas a los comportamientos que constituyen esta categoría estuvo entre 1,6 y 2,3; siendo los ítems con menor puntuación “irrespetan su intimidad” y “no le llaman por su nombre”. Lo cual a la luz de los planteamientos teóricos de Watson refleja debilidad por parte de los estudiantes para el establecimiento de una relación transpersonal de cuidado. Para Watson(13) esta categoría del cuidado humanizado reúne los elementos de una relación de cuidado transpersonal cuyo

En general, la percepción de comportamientos de cuidado humanizado es observada “casi siempre” solo por 21,4% de los pacientes y cuidadores entrevistados; 60,7% percibe dicho cuidado solo en “algunas ocasiones”, mientras que el 17,9% “nunca” percibe el cuidado humanizado de Enfermería en los estudiantes a cargo de su atención (figura 7).

Figura 7. Distribución de pacientes entrevistados según clasificación de la percepción del cuidado en general. Fuente: Rivera Álvarez LN, Triana Á y Espitia S. Instrumento Percepción del cuidado humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011.

Realizando el análisis comparativo entre categorías de acuerdo con su clasificación

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Dianne Sofía González Escobar

final, se logró identificar que proporcionalmente las categorías más percibidas en los estudiantes de enfermería son el Apoyo Emocional con 32,1% y la Proactividad con 22,2%; las categorías que proporcionalmente han sido menos percibidas por los pacientes y cuidadores entrevistados en el cuidado de enfermería son la Empatía con 41% y el Apoyo Físico con 39,3% (figura 8). El cuidado humanizado se apoya en el conocimiento científico, la capacidad técnica y la relación terapéutica que el enfermero establece con el paciente, y supone acoger al otro de una manera cálida sin dejar de ser uno mismo, despojándose de todos los factores externos que en algún momento puedan afectar la atención comprometida y de óptima calidad que implica el cuidado humanizado(14). Los resultados sobre la percepción del cuidado brindado por los estudiantes del programa difieren de otros encontrados en la literatura. Estudios que han explorado las vivencias de los pacientes en la interacción enfermera – paciente, incluyendo profesionales, estudiantes de enfermería y personal auxiliar, identifican que los pacientes que han tenido la experiencia de ser cuidados por estudiantes de enfermería, manifiestan “Son más abiertos, facilitan la comunicación, están me-

nos a la defensiva, preguntan, consultan, no se han endurecido”(15). Poblete y Valenzuela(16), refieren el trabajo realizado por Balanza, en el cual, buscando el significado del cuidado de Enfermería en los pacientes hospitalizados, observo en su discurso que el cuidado para ellos se compone de preocupación, amor, ánimo, buen trato y atención, acción oportuna, habilitación, poder y dependencia; procesos que en su concepto realizaban los estudiantes de Enfermería, pero eran poco frecuentes en las enfermeras profesionales. Tomando como punto de referencia el Proyecto Educativo del Programa de Enfermería P.E.P., estos resultados evidencian la necesidad de un ejercicio de reflexión y análisis, al no guardar la correspondencia deseada con la misión, valores y propósitos que orientan su acción formativa. Se hace necesario desarrollar estrategias que permitan superar la influencia de los modelos imperantes en las instituciones de prestadoras de servicios que sirven de escenario para las prácticas formativas, en las cuales los estudiantes se encuentran con roles que los alejan de una práctica profesional centrada en el cuidado. Como lo plantean Poblete y Valenzuela(16),

las instituciones hospitalarias como subsistemas sociales, cumplen la función de socializar a los individuos con pautas, normas establecidas, adaptándolos e integrándolos al sistema, de esta forma el cuidado holístico se ve dificultado por las múltiples tareas delegadas de tipo biomédico quedando relegadas acciones como la comunicación eficaz y el interactuar con el paciente y familia en forma cercana, lo denominado por Watson cuidado transpersonal. Las instituciones de salud impregnadas del modelo biomédico y curativo, reducen lo humano a lo biológico alejando el trabajo de las enfermeras de su visión humanista y holística del cuidado. El propósito de la educación no es solo desarrollar en los seres humanos dominio en el área científica y tecnológica, sino un alto sentido humanístico; personas con valores, responsables, maduros, que tiendan a la realización personal y sensibles a las necesidades humanas. Como lo plantea Velandia(18), en la formación de enfermeras deben fomentarse valores como la responsabilidad, lealtad, trabajo en equipo; hay que tener cuidado de no glorificar los valores técnicos y científicos de las disciplinas de las ciencias básicas y clínicas sobre lo social y humanístico. Se deben sumar esfuerzos desde la educación, sobre aquellos problemas surgidos en la práctica clínica y durante el ejercicio de la profesión, que nos alejan del propósito del quehacer de la Enfermería, el otorgar cuidado. CONCLUSIONES

Figura 8. Comparativo de la clasificación de la percepción del cuidado por categorías. Fuente: Rivera Álvarez LN, Triana Á y Espitia S. Instrumento Percepción del cuidado humanizado de Enfermería (PCHE) 2ª. versión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011.

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En cuanto a la percepción global de comportamientos de cuidado humanizado de Enfermería se observa que 21,4% de los pacientes y cuidadores que recibieron atención por estudiantes del programa “casi siempre” los percibe; 60,7% solo en “algunas ocasiones” y 17,9% “nunca” los percibe. Resultados importantes porque indican que las acciones de cuidado desarrolladas en las prácticas formativas no reúnen las características de un cuidado humanizado deseadas para los sujetos de cuidado y sus cuidadores. Del análisis comparativo entre categorías


Percepción de comportamientos de cuidado humanizado en estudiantes de Enfermería

de acuerdo con su clasificación final, se logró identificar que proporcionalmente las categorías más percibidas en los estudiantes de Enfermería son el Apoyo Emocional y la Proactividad; y las categorías que proporcionalmente han sido menos percibidas por los pacientes y cuidadores en el cuidado de Enfermería recibido son la Empatía y el Apoyo Físico. Los resultados reflejan de manera general, dificultad en los estudiantes para establecer un vínculo en la interacción de cuidado y evidencia la necesidad de fortalecer y privilegiar en el proceso de formación la sensibilidad y desarrollo de habilidades comunicativas, que les facilite la identificación y reconocimiento de las diferentes formas de expresión y comunicación, conectarse y responder a las necesidades del otro, compartir sentimientos e ideas estableciendo una relación cálida y cercana en cada una situación de cuidado. Los resultados del estudio invitan al programa a continuar fortaleciendo en el desarrollo de las experiencias de aprendizaje las estrategias orientadas a la formación y consolidación de valores, identificados como orientadores del currículo y característica de sus egresados, indispensables para la promoción del cuidado, entender el contexto de cada persona e identificar las necesidades de cuidado. CONFLICTO DE INTERESES La autora del presente declara ausencia de conflicto de intereses en la realización de la investigación y de la redacción del artículo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. González Juárez L, Velandia Mora AL, Flórez Fernández V. Humanización del cuida-

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Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

Tema Libre

Transfusión sanguínea y de hemoderivados: algunas disertaciones éticas Ethical Considerations Regarding Blood Transfusions and Blood Products Elizabeth Murraín Knudson* Universidad El Bosque, Bogotá, D.C., Colombia

habitantes para diciembre del 2012, esta donación equivale a 0,00926%.

RESUMEN El presente artículo ha sido realizado de forma sencilla y clara, con el propósito de motivar en los profesionales de la salud dos cosas: la primera, sensibilidad frente al compromiso ciudadano que nos atañe en la educación y movilización de la población para que sean permanentemente donadores de sangre y sus derivados; la segunda, reflexión sobre el bajo nivel de conocimiento, responsabilidad y compromiso científico, técnico y tecnológico cuando de transfundir se trata, ambos elementos se verán conexos durante la presente disertación (figura 1-3). Palabras clave: transfusión sanguínea, conocimiento, reflexión ética. ABSTRACT This article has the clear and simple purpose of motivating health care professionals in two areas. First, health care professionals need to be sensitive in the face of citizens’ commitments regarding education about, and mobilization of the population for, becoming permanent donors of blood and blood derivatives. Second, health care professionals need to reflect on the low level of knowledge, responsibility and scientific, technical and technological commitment about transfusions. Both of these elements are explained in this dissertation. Keywords: Blood transfusion; knowledge; ethical reflection.

S

Datos esenciales(1): • El 65% de las donaciones de sangre se hace en los países desarrollados, que solo representan 25% de la población mundial. • Las tasas de donación siguen siendo inferiores a 1% de la población (el mínimo necesario para atender las necesidades básicas de un país) en 73 países, 71 de los cuales son países en desarrollo o en transición. • En 42 países los donantes voluntarios no remunerados, que son la fuente más segura, aportaron menos de 25% de las donaciones. • En 2007, 31 países seguían obtenien*

A manera de inicio

e habla en el presente artículo de sensibilidad frente al compromiso ciudadano, porque millones de personas requieren anualmente sangre para salvar sus vidas o mejorar su estado de salud (1). En Colombia se recolectan 426.000 unidades con una proporción de separación de componentes de 2:1 por unidad y se transfunden al año unas

Relacionando algunos datos esenciales documentados por la OMS en el 2009(1), nuestra tasa de donación es absolutamente inferior a 1%, mínimo necesario para atender las necesidades básicas en un país.

850.000 unidades de sangre y componentes. El componente que más se utiliza (50% - 60%) es el concentrado de glóbulos rojos, cantidad que no es suficiente para atender los requerimientos de transfusiones del país tal y como lo enuncia Villegas de Merino en su texto (2). Teniendo en cuenta que Colombia registra una población de 46.000.000 de

Enfermera, Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Auditoría en Salud, Instituto Universitario Escuela de Medicina Hospital Italiano. Maestría en Educación para Profesionales de la Salud. Doctorado (C) en Bioética Universidad El Bosque. Magistrada Tribunal Departamental Ético de Enfermería Región Central 2010 – 2014, Vicepresidenta del Tribunal 2012 - 2014. Correspondencia: lizmurrak@gmail.com Recibido: octubre de 2013 Aceptado para publicación: diciembre de 2013 Actual. Enferm. 2014;17(2):23-26

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Figura 1. Título “Enfermera Iniciando Transfusión Sanguínea”. Tomado de: http://office.microsoft. com/es-es/clipart/default.aspx

do donaciones remuneradas, que totalizaron más de un millón de donaciones.

acompañantes a veces, intentando actuar en forma jocosa o amables, comentarios como “necesitamos su sangre para un negocio”, “sí señora es que tengo un negocito de morcillas”, “sí es que vamos a vender su sangre.” Comentarios populares que se realizan sin tener en cuenta la percepción del paciente, visitantes o familiares, ni el impacto que pueden tener en quien lo escucha.

Llama poderosamente la atención esta cifra inferior a 1% teniendo en cuenta las características epidemiológicas y el volumen de trauma por conflicto armado, automovilístico, por motos y contiendas interpersonales que se maneja a diario en nuestro país. ¿Existe sensibilidad o solidaridad ciudadana frente a la donación de sangre? Pretendo dar inicio al desarrollo conceptual de la primera parte de este artículo enunciando una pregunta ¿por qué razón como agentes de salud no logramos sensibilizar la solidaridad ciudadana para motivar un mayor número de donaciones de sangre?

Es imperativo que como trabajadores de la salud asumamos el estatus y credibilidad que tenemos frente al imaginario social, frases como las enunciadas, y cada uno de los lectores podrá recordar otras en el mismo sentido, lejos de ser amables marcan una percepción errónea sobre la función que cumplimos, y en lugar de permitir que la persona que las enuncia sea vista como jocosa, más bien

Si bien es cierto que la problemática de “baja sensibilidad ciudadana para la donación de sangre” es absolutamente compleja y multivariada, analizaré solo algunos elementos de lo que nos corresponde como agentes prestadores de servicios de salud: 1. En este punto ubico el tipo de información que se transmite en los servicios de laboratorio clínico o de hospitalización(3,4) a la persona, la familia o

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Figura 2. Título “Frascos para Hemograma en Laboratorio”. Tomado de: http://office.microsoft.com/es-es/clipart/default.aspx

plasma sobre ella y todos los que laboramos en el área asistencial desconfianza y temor, analicemos cuantas veces se ha expresado lo expuesto en este punto. Aprovecho para dar un reconocimiento al equipo de investigadores que recientemente han socializado el documento “Aspectos socioculturales relacionados con la donación voluntaria de sangre descritos por promotores de la donación de un Banco de sangre de la Ciudad de Bogotá, Colombia”(8), en donde nos permiten conocer algunos aspectos como percepciones, valores y creencias frente a la donación de sangre en la ciudad de Bogotá.

2. Por otro lado, en este siglo XXI cuando el manejo de la información está al alcance de toda la población y en donde cada familia cree saber de medicina y de derecho por experiencias, por el uso del Internet o los miles de libros sobre prácticas de salud o porque existe algún familiar graduado en el área, la pertinencia y oportunidad clínica de los procesos transfusionales, es importante tal como lo señala el doctor García Guerrero en su documento titulado “La ética en la práctica de la hematología”, registro literalmente algunos apartes(4): “A pesar de ser un procedimiento de riesgo, en la práctica médica ha prevalecido una actitud sumamente laxa respecto a sus indicaciones. Los médicos utilizamos las transfusiones como medidas que no siempre se justifican, tales como mejorar terceros espacios; como fuente de proteínas o inmunoglobulinas; para elevar la cifra de hemoglobina a más de 10 g en el preoperatorio; para mejorar la eficiencia respiratoria en niños graves. En tales situaciones no hay suficiente base científica que apoye su uso. Esto obliga a hacer énfasis en que la primera obligación moral es la competencia, es decir, la pericia técnica a fin de que el médico utilice prácticas clínicas validadas, que incluso representan la primera obligación legal.


Transfusión sanguínea y de hemoderivados: algunas disertaciones éticas

Un aspecto importante en el uso de transfusiones es el referente a los Testigos de Jehová, que genera un gran dilema moral. Las personas que profesan esta fe creen que la transfusión de sangre es una acción médica contraria a las leyes de Dios y están dispuestas a aceptar la muerte antes que recibir sangre o sus derivados (…) Conclusiones La revisión de los argumentos a favor y en contra, al respecto de la posición de los Testigos de Jehová, no se agota, solo se detiene por ahora, ya que el propósito era introducir algunas de las razones mayores que intervienen en este dilema en torno a la terapia transfusional. Al abrir el debate ético se muestra su complejidad por varias direcciones: la participación de diversas instancias --médicos, Estado, Testigos de Jehová--, cada una con una cuota de responsabilidad sobre la vida de los pacientes, ya sea protegiéndola de cualquier acción que la deteriore (deber del Estado y de los médicos para con sus pacientes) o bien, el deber/derecho de los Testigos de Jehová de consagrar por entero sus vidas a Dios, al punto de sacrificarlas en nombre de la obediencia a su Designio. El dilema aumenta por cuanto se suman a la discusión la consideración de puntos de vista morales distintos, y por ende apelaciones a principios que no riñen, pero que no se subordinan fácilmente con miras a resolver este dilema. Es el caso de la inviolabilidad de la vida humana como queda consignada en el Código de Moral Médica y en la legislación costarricense, y de la autonomía" absoluta", defendida por los Testigos de Jehová, de los pacientes frente a las acciones y disposiciones médicas, principio moral carísimo a las sociedades liberales como la norteamericana. Procedimentalmente, esta complejidad adquiere otro relieve al intentar en el análisis y presentación de argumentos, sopesar los Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

principios que entran en juego y las posibilidades de solución que se pueden esbozar. Si seguimos la propuesta bioética de una comprensión moral prima facie de los dilemas éticos, el análisis conduce a buscar un acuerdo de mano de los individuos involucrados, nunca de un observador que permanezca afuera y mire la situación desde la distancia. Así las cosas, se hizo necesario tomar en cuenta, de manera sucinta los argumentos que se esgrimen entorno esta situación. Corresponde a nuestra misión sopesarlos y lanzar líneas de comprensión, no dar soluciones, lo cual le compete a los sujetos que están obligados a decidir.” (Sic). 3. El bajo nivel de conocimiento científico y técnico en enfermeras y médicos para el manejo eficiente de la sangre y los hemoderivados que además está relacionado con el punto precedente, ha promovido un aumento progresivo en los servicios de errores en la transfusión sanguínea, errores que en ocasiones causan la muerte o acentúan el estado clínico inicial del paciente, el error más frecuente está dado por el uso incompatible del tipo de sangre o del Rh, aumentando la incertidumbre en la población, es compleja la falta de conocimientos que han motivado la elaboración de más de 120 documentos: Sentencias, Decretos, Circulares y Leyes por parte del Ministerio de Salud y el Congreso de la República(5), como ejemplo de ello se encuentra desde la Ley 9 de 1979 hasta el Manual de Hemovigilancia de 2012. Debemos recordar además, desde las teorías de gestión y administración que cuando ocurren eventos negativos o de insatisfacción, la persona que los vive habla en promedio 50 – 70 veces sobre la situación vivida, mientras que sobre las cosas positivas o satisfactorias solamente entre 3 y 5 veces, esto quiere decir que frente a la experiencia vivida ante un servicio, fijamos más lo negativo que lo positivo. A continuación, un aparte de la teoría revisa-

Figura 3. Título “Segunda Vía Durante la Transfusión para Líquidos y Medicamentos”. Tomado de: http://office.microsoft.com/es-es/ clipart/default.aspx.

da, porque nosotros como prestadores de servicios de salud brindamos un servicio: “En el caso del cliente insatisfecho que se queja con 12 personas directamente y a través de redes sociales genera 85 personas con una imagen negativa, se sabe que 87% de ellas no van a generar una compra de ese producto o servicio. Eso quiere decir que un solo cliente descontento hace que 68 personas decidan no comprar ese producto o servicio. Un ejemplo sencillo, un restaurante que atiende a 100 clientes al día, de esos clientes 20 clientes son fanáticos, 70 satisfechos y 10 insatisfechos. Los 20 clientes fanáticos generan 52 nuevos clientes, (20 x 3 x 87%), que van a generar una compra en un corto plazo, los 70 satisfechos se mantienen, y los 10 insatisfechos van a generar 680 personas en el mercado potencial que van a decidir no generar una compra, (10 x 85 x 80%), lo que va a costarle mucho más esfuerzo y dinero recuperarlos, a pesar de que no han probado el producto o servicio. En este ejemplo, este restaurante generó 52 nuevos clientes, mantuvo 90, y perdió 680. Asumiendo que su mercado potencial sea de 10 mil clientes, en un día perdió 6,8% del mismo”(6).

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4. En Colombia es necesario revisar y adaptar las campañas de educación en salud porque es evidente el bajo impacto que la prevención y la promoción ha tenido en los últimos veinte años. Este es un compromiso de Estado, el cual debe asignar partidas presupuestales tendientes a investigar la razones que fundamenten la falta de adherencia a compromisos sociales y ciudadanos, para luego realizar las campañas respectivas que generen impacto y sensibilidad social. 5. Es necesario implementar y agudizar en todos los laboratorios clínicos el “Manual de Hemovigilancia” creado en Colombia el 26 de junio del año 2012(5), para dar seguridad y calidad en el manejo de sangre y hemoderivados, promoviendo la disminución de la incertidumbre existente en la población. Cada error que se comete en la manipulación de la sangre (contaminación de personas por falta de seguridad y calidad en los protocolos de donación y análisis de laboratorio; o suministro equivocado de grupo o Rh incompatible) acrecienta el temor o desconfianza de la población para donar o recibir la sangre y sus hemoderivados. Conclusiones Hablo de disertaciones éticas porque la toma de decisiones éticas que corresponde tanto a cuidados complejos como a los rutinarios(7) implica: valoración crítica de la situación (conocimiento científico, técnico y tecnológico, así como la inferencia clínica sobre cada situación o paciente), identificación y diagnóstico de problemas morales, planear un curso de acción adecuada para resolver el o los problemas identificados, implementar un plan de acción, evaluar los resultados de acción morales tomados para aclarar la naturaleza de un problema y resolverlo(7), y de lo que se ha expuesto en el presente documento todo tiene que ver con el actuar ético frente al proceso de transfusión sanguínea. • Es importante y trascendental mejorar el estilo de comunicación de los profesionales que laboran en el área clínica, evitar o disminuir al máximo

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frases y comentarios que alteran el flujo de la comunicación en forma eficiente, clara y segura. Máximo cuando se encuentran en servicios o áreas tan sensibles como laboratorio clínico o hemocentros. Es necesario realizar investigación de campo para centrar la publicidad que propongan los gobiernos nacionales y locales, investigación que permita identificar y abordar propositivamente la percepción social sobre los procesos transfusionales. Es necesario e importante que las facultades y escuelas de formación de los programas de ciencias de la salud brinden el conocimiento pertinente para los estudiantes de pregrado; no es posible esperar a procesos de educación continua o posgraduada para aquellos que tienen motivación particular frente a esta temática. Todo profesional de pregrado debe ser competente en el conocimiento científico y técnico de los procesos transfusionales. Es imperativo fortalecer el sistema de control de calidad en los laboratorios clínicos y hemocentros, para brindar seguridad, confianza, credibilidad y eficiencia en los procesos transfusionales. Considero que frente a la necesidad de calidad y seguridad tanto en los laboratorios como en los servicios, el asunto no es de más normas o decretos, sino de sensibilidad, conciencia e idoneidad por parte de los trabajadores de la salud en especial bacteriólogos, médicos y enfermeras, para hacer de cada experiencia transfusional un acto de cuidado íntegro y eficiente. Es necesario investir a los directivos y trabajadores de la salud del sentido de seguridad y calidad desde lo filosófico y epistemológico no solo desde lo operativo, es la única manera de vivir la seguridad y calidad en la atención en salud como una realidad tangible que va más allá de las visitas de seguimiento y control de los estamentos competentes. CONFLICTO DE INTERESES

De la manera más honesta, autónoma y libre declaro que el presente escrito no

representa conflicto de interés alguno. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Organización Mundial de la Salud (OMS). Disponibilidad y seguridad de la sangre a nivel mundial, Nota Descriptiva Nº 279, de noviembre de 2009, Disponible en: http://www.who. int/mediacentre/factsheets/fs279/es/, Consultado el 9 de abril de 2013. 2. Villegas de Merino N. Transfusiones. Indicaciones para el uso de la sangre y componentes sanguíneos, Capítulo XIX, pp. 1026 – 1032. Disponible en: http://www.aibarra.org/apuntes/ criticos/Guias/Trauma-ojos-orl/Transfusiones_ Indicaciones_para_el_uso_de_sangre_y_componentes_sanguineos.pdf. Consultado el 11 de abril de 2013. 3. García Guerrero J, et al. Ética en la práctica de la hematología. Elaborado en noviembre de 2007. Disponible en: http://es.scribd.com/ doc/3283213/La-etica-en-la-practica-de-la-hematologia. Consultado el 11 de abril de 2013. 4. Guzmán Toro F. Los dilemas éticos y jurídicos relacionados con las transfusiones de sangre en las situaciones límites. Frónesis, Vol.17 Nº 2, Disponible en: http://revistas.luz.edu.ve/ index.php/frone/article/view/6241/5991 Consultado el 11 de abril de 2013. 5. Normas sobre transfusión sanguínea. Disponible en: http://www.ins.gov.co/lineas-de-accion/ Red-Nacional-Laboratorios/Paginas/red-nacional-de-bancos%20-de-sangre-y-serviciosde-transfusion.aspx. Consultado el 11 de abril de 2013. 6. Collins J. Editorial “Por qué sobresalen algunas empresas”. Disponible en Amazon 2005. Good to Great, http://www.casadellibro.com/libro-empresas-que-sobresalen-good-to-great/9 788496426856/1070792. Consultado el 9 de abril de 2013. 7. Fry S, Johnstone MJ. Ética en la práctica de enfermería. Una guía para la toma de decisiones éticas. Editorial Manual Moderno, Tercera Edición Mexicana, 2010. 8. Cruz Bermúdez H, Moreno Collazos J, Calderón Serrano C, Madero Reales J. Aspectos socioculturales relacionados con la donación voluntaria de sangre descritos por promotores de la donación de un Banco de sangre de la Ciudad de Bogotá, Colombia. Revista Médica de Risaralda. 2013;19(1):10-3. 9. Microsoft fotos y gráficas de imágenes prediseñadas office. Available from: http://www. microsoftoffice.com/legal/default.mspx. Disponible en http://office.microsoft.com/es-es/ clipart/default.aspx. Consultados del 9 al 11 de abril de 2013.


Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

Tema Libre

Hacia la humanización del cuidado de Enfermería del paciente con enfermedad psiquiátrica Towards the humanization of nursing care for patients with psychiatric diseases Ingrid Carolina Zamorano Pabón* Hospital San Vicente Fundación Medellín. Medellín, Colombia.

RESUMEN El presente artículo reflexiona acerca de los factores que vienen deshumanizando el cuidado de Enfermería hacia el paciente con enfermedad psiquiátrica y su familia; invita al profesional en Enfermería a construir hábitos de cuidado humanizados con miras a la creación de una cultura de aceptación que le permita al paciente recibir un manejo seguro, cálido y centrado en las necesidades individuales; además de integrarse de una manera más favorable a la sociedad en general y al sistema de salud. Palabras clave: humanización, cuidado, enfermería, paciente, enfermedad psiquiátrica. ABSTRACT This article reflects about the factors that are dehumanizing nursing care to patients with psychiatric illness and their families; invites the construction of humanized care habits in nursing professionals with a view to creating a culture of acceptance that allows the patient to not only receive safe handling, warm and focused on individual needs also integrated in a way more favorable to society in general and the health system. Keywords: Humanization; care; nursing; patient; psychiatric disease.

INTRODUCCIÓN

I

ncluso desde las primeras civilizaciones el paciente que sufre un trastorno psiquiátrico y su familia vienen siendo discriminados, aislados e incluso impulsados a esconder su enfermedad por considerarse vergonzosa; en el ámbito hospitalario dicho estigma repercute en la calidad del cuidado de Enfermería que recibe el paciente ya que es percibido como menos preferente; ¿cómo podría Enfermería contribuir a la disminución del señalamiento del paciente que sufre la enfermedad intra y extra hospitalariamente?; ¿cómo podría beneficiar su aporte a la humanización del

cuidado de esta población? Desde el inicio de la historia se ha documentado la enfermedad mental; inicialmente se le dio una explicación sobrenatural; se creía que estaba asociada a magia y a espíritus malignos. Los pacientes recibían tratamientos mágico religiosos tales como rituales con talismanes, amuletos, hierbas, sacrificios de animales y trepanaciones; procedimiento que consistía en abrir un diminuto agujero en el cráneo de la persona para eliminar la enfermedad.

Durante el período medieval la Iglesia fue protagonista de cientos de exorcismos y torturas para tratar a los pacientes psicóticos. Debido al miedo que generaban, eran castigados y aislados; una vez confinados en celdas, sótanos y cárceles, generalmente encadenados y desnudos eran golpeados hasta demostrar obediencia o quemados en la hoguera. Aquellos menos agresivos llevaban brazaletes de paciente con enfermedad mental. El panorama para esta población ha mejorado en forma sustancial; aunque la estigmatización ha disminuido, gracias a los adelantos científicos, el desarrollo de la psiquiatría, la investigación de las enfermedades y el desarrollo cultural de las poblaciones, continúa siendo una realidad. Aún hoy, es común escuchar en todas las esferas sociales, expresiones como: locos, dementes, chiflados, lunáticos, maniáticos o esquizofrénicos. Lo que a la postre se configura como una forma más de discriminación. Debido a la alta incidencia y prevalencia de la enfermedad mental el sujeto que la padece puede estar en cualquier lugar; en *

Enfermera, Universidad de Antioquia. Diplomado Cuidado de Enfermería de Pacientes con Enfermedades Crónicas. Hospital San Vicente Fundación Medellín. Correspondencia: carito220@hotmail.com Recibido: diciembre de 2013 Aceptado para publicación: enero de 2014 Actual. Enferm. 2014;17(2):27-30

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el metro, en cualquier sala de espera, en nuestra propia casa, puede ingresar a urgencias por un trauma, o requerir una cirugía en cualquier momento; eventos que pueden descompensar su cuadro producto de la ansiedad que le genera la espera, la multitud o el encierro. La Organización Mundial de la Salud, estima en su informe sobre la salud en el mundo, que alrededor de un 25 % de la población mundial podría padecer algún trastorno mental a lo largo de su vida. Así mismo, pronostica que los trastornos mentales serán la causa principal de años perdidos por discapacidad por encima de las enfermedades cardiovasculares. Según el estudio nacional de salud mental en Colombia del Ministerio de Protección Social, en los países en vía de desarrollo no se tienen presupuestos para la atención del paciente psiquiátrico, razón por la cual la mayoría de las personas que sufren algún grado de enfermedad mental, se les deja que afronten como puedan sus cargas personales, tales como la depresión, la demencia, la esquizofrenia y la dependencia a drogas(1). La enfermedad mental altera la conciencia, el ánimo, la conducta, el pensamiento, el lenguaje o la percepción; según las características de la enfermedad, la edad de inicio, su evolución, pronóstico y red de apoyo familiar y social pueden reducirse las posibilidades de un empleo estable, la independencia en las actividades de la vida diaria, el autocuidado y la creación y desarrollo de un proyecto de vida. Mientras, de un lado, encontramos pacientes provenientes de familias disfuncionales, desempleados, divorciados, con escasa o nula higiene personal; del otro, es común hallar profesionales que pueden seguir con niveles de vida muy por encima del promedio. Como prueba de esto existen cientos de abogados, músicos, médicos, actores y cineastas famosos que padecen trastornos psiquiátricos y gracias a su adherencia al tratamiento y una excelente red de apoyo logran ser exitosos y felices. Múltiples son los factores que sumados al señalamiento ya mencionado desde las primeras civilizaciones vienen deterio-

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rando el cuidado de enfermería hacia esta población. La sobrecarga de trabajo, la modernización de la salud, la hegemonía del modelo biomédico y la violencia verbal y no verbal hacia el cuidador, los cuales disminuyen de un lado el contacto enfermero-paciente y del otro, aumentan las acciones coercitivas, tales como, la inmovilización, la sedación y el aislamiento que, en suma, generan más violencia y temor para ambos. La violencia hacia el profesional, llámese agresión física, amenaza o abuso verbal aleja al enfermero del paciente por el temor que le genera resultar agredido. Existen registros poco precisos de accidentes laborales relacionados con pacientes con enfermedad psiquiátrica que generan lesiones físicas y psíquicas e incluso muertes en el personal de enfermería alrededor del mundo, dicha información es poco confiable ya que si la persona es víctima de un trauma leve generalmente el accidente no es notificado lo que incrementa cada vez más el subregistro. La modernización de la salud, concepto que abarca el auge de la tecnología y cada vez más vuelve rutinaria la relación enfermero –paciente, lejos de optimizarla la ha convertido en un proceso exacto, preocupado en mayor medida por la relación causa efecto, las cifras y los parámetros; adelantos que permiten que cada día se avance en servicios de salud de mayor nivel de complejidad; pero aunque son creados para el hombre, nos aleja cada vez más de él; limitan la observación clínica del paciente y la relación cercana donde cobra importancia lo subjetivo. A los pacientes se les ha asignado un papel secundario y los enfermeros y la tecnología pasan a desempeñar un primer lugar; en estas condiciones, el paciente que debe ser un fin es relegado a la condición de medio(2). Dicha tecnología a su vez apoya el énfasis en el modelo biomédico, con el cual surgen múltiples especialidades y subespecialidades que fraccionan cada vez más la integralidad del ser humano al enfocarse en un órgano enfermo y no en la persona de manera holística. Bajo esta óptica la persona que padece una enfermedad

psiquiátrica pasa a un segundo plano por considerarse menos riesgoso comparado con un corazón o un cerebro isquémico; olvidando el alto índice de suicidios y homicidios resultado de la descompensación aguda de su cuadro. La sobrecarga de trabajo por su parte; pareciera volver invisible el sufrimiento del individuo; ¿acaso el agotamiento va deshumanizando al profesional? Muchas veces no hay un tiempo prudente de descanso entre un turno y otro; la persona no alcanza a recuperarse totalmente y empieza una nueva jornada laboral con el mismo cansancio pero no con la misma disposición y actitud de servicio; pareciera que poco a poco se saturara de “casos” similares de sufrimiento, dolor y abandono familiar que sumados a la carga laboral se van convirtiendo en una rutina donde no hay tiempo para decir buenos días mucho menos para mirarlo a los ojos mientras se le habla; imposible escucharlo; los trámites administrativos acaban con el poco tiempo que queda para el paciente de tal forma que éste y su familia solo ven al profesional en Enfermería en contadas ocasiones y lo reconoce por la franja negra que identifica su uniforme, no por las intervenciones en su cuidado; entonces, ¿por qué sí hay tiempo para atender el celular o conversar con los compañeros sobre como estuvo la salida del fin de semana? Los protocolos institucionales, que si bien es cierto estandarizan los procesos para efectivizar el tratamiento, disminuir costos y evitar variaciones que pueden resultar en consecuencias fatales para la vida del paciente, generalizan y hacen rutinario el cuidado lejos de individualizarlo. Acaso el profesional en Enfermería se está contagiando del pensamiento de las organizaciones que cada vez protocolizan más los procesos y pareciera que convirtieran el cuidado en un proceso mecánico, como si se estuviera fabricando ¿un juguete o la pieza de un carro? HACIA LA HUMANIZACIÓN DEL CUIDADO No debería ser necesario buscar la huma-


Hacia la humanización del cuidado de Enfermería del paciente con enfermedad psiquiátrica

nización de la salud; cuando cuidar en sí es un acto humano; pero ante la demanda actual del mismo paciente quien solicita profesionales más sensibles; paradójicamente más humanos; es necesario cultivar y formar hábitos de cuidado regidos bajo los principios éticos de respeto, beneficencia no maleficencia y justicia. Respetar la persona implica reconocer la dignidad humana, la singularidad y la autonomía del otro; según el diccionario de la Real Academia española la dignidad significa Cualidad de digno. Respetar la dignidad entonces es reconocer que el paciente es digno de buen trato, con respeto, cordialidad, humildad y prudencia. Se es benévolo cuando se procura el bienestar y se evita el mal del otro, del necesitado, del enfermo; pero para ser bueno hay que empezar por aprender a diferenciar exactamente entre el bien y el mal; lo cual pareciera convertirse en un trabajo cada vez más complejo con el paso del tiempo; un buen acto no es aquel que hace el trabajo del profesional en Enfermería más fácil o rápido, es aquel que le genere al paciente más comodidad, tranquilidad, seguridad y alivio. Se es justo en la medida en que se da a cada cual según su necesidad individual; cuando se cuida no según la seguridad social del paciente, si es “recomendado” conocido o familiar del gerente de la institución, sino de acuerdo con el diagnóstico de un plan de cuidados de Enfermería elaborado a consciencia, que evidencia la verdadera necesidad de los mismos. Cada profesional en Enfermería contribuye a la humanización del cuidado realizando una revisión de su actitud hacia el otro, ejercicio que implica reconocer en qué medida se cosifica al paciente, refiriéndose a él como un número o un diagnóstico, un cliente o un caso interesante para una revisión académica; con qué frecuencia hay sentimiento de indiferencia ante la necesidad del otro; llámese paciente, compañero de trabajo, familiar, amigo, vecino o pareja; cuántas veces se agrede la privacidad del paciente dejando al descubierto su padecimiento o diagnóstico por no celar el tono de la voz; preguntarse si la información brindada al pacienActual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

te y su familia es amplia y suficiente; corroborar las habilidades comunicativas, interpretando comunicación como la relación bidireccional que implica escuchar al otro. Pues el cuidado es humanizado cuando ocurre aproximación del equipo con usuarios y familiares, compartiendo experiencias, valorizando y reconociendo la singularidad del otro por el diálogo(3). El cuidado del paciente con enfermedad psiquiátrica requiere entonces profesionales libres de estigmas y barreras; benévolos, justos y respetuosos; con actitud de servicio y comprometidos con el paciente y su familia; profesionales que busquen espacios adecuados para tener contacto con el paciente, comprometidos a invertir aunque sea un espacio muy corto para saludarlo, conocerlo, en lo posible valorar su conducta, la evolución o deterioro de su cuadro, observar su apariencia general, postura, mirada y gestos, al escucharlo podrá detallar rápidamente su lenguaje, orientación y criterio personal sobre su estadía en la institución, valorar ideación delirante y alucinaciones, gestos, ideas e intentos suicidas y trastornos del sueño. El profesional debe esforzarse por realizar un plan de cuidados fidedigno según las necesidades individuales del usuario, en el cual puede habilitar espacios para realizar terapia ocupacional intrahospitalaria con recursos disponibles en la institución o aquellos que la familia pueda proporcionarle con el objetivo de canalizar emociones, reconocer sus habilidades, permitirle que se sienta independiente, así como el desarrollo de nuevas competencias y la prevención de situaciones violentas. La actitud del cuidado solamente ocurre cuando la existencia de alguien tiene importancia para el otro y entonces se dispone a participar de la vida de éste(3). Quizá la realidad más difícil de manejar con el paciente que sufre un trastorno psiquiátrico es la agitación psicomotora, es esperable que el profesional en Enfermería experimente miedo de ser agredido, por lo cual debe estar preparado física y psicológicamente, teniendo muy claro que siempre será más fácil, seguro y humano negociar el tratamiento que usar la violencia.

El paciente debe abordarse mínimo entre cuatro personas, con una actitud expectante, pero tranquila, con la intención de que él perciba que quieren ayudarle a controlar sus emociones. No debe ser agredido, no son aceptables los juicios de valor ni regaños, los gritos podrían aumentar la tensión. Solo si el usuario continúa agitado a pesar de tratar de persuadirlo para que colabore con el personal y pone en peligro la integridad propia o la del personal, la contención mecánica y la administración de medicamentos parenterales deben ser usados, nunca como primera opción, ya que podrían crear una falsa idea en el paciente de que la violencia es necesaria para resolver conflictos y aumentar el riesgo de violencia física hacia el cuidador. La no utilización de intervenciones coercitivas es un indicador de calidad según la Joint Commission, líder mundial en organizaciones de atención de salud(4). Si es estrictamente necesaria la inmovilización de las extremidades, ésta debe impedir los movimientos del paciente sin causar lesiones cutáneas o vasculares, por lo que dicho procedimiento debe ser organizado y cuidadoso de acuerdo con un protocolo institucional, nunca debe extenderse por mucho tiempo pues se trata de una medida temporal, no un castigo. El paciente debe situarse lo más cerca posible del puesto de enfermería lo cual permitirá valorar efectos secundarios de los medicamentos administrados. El objetivo de la medicación es controlar al paciente, no sedarlo totalmente, por el contrario debe permitir la evaluación de su evolución y posibles signos de sobredosis. Se le debe explicar la razón de la inmovilización y dejarlo en posición semi sentado para permitirle interacción con el entorno. Una vez se controle la situación es imprescindible descartar si el episodio psicótico se trata realmente de un trastorno psiquiátrico descompensado o si hay causas orgánicas y tóxicas que lo estén generando. Un gran número de situaciones clínicas —por ejemplo, enfermedades neurológicas, intoxicaciones, trastornos metabólicos, infecciones, trauma cerebral— pueden asociarse o desencadenar

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Ingrid Carolina Zamorano Pabón

una psicosis orgánica. Ésta puede manifestarse a través de delirios o trastornos del pensamiento(5); las cuales deben considerarse antes de categorizar a una persona como “psiquiátrica” Una vez se fortalezca el componente personal en la búsqueda de la humanización del cuidado, se debe vigorizar el trabajo en equipo; permeando a cada uno de sus integrantes para ir eliminando los hábitos deshumanizantes, desestimular las críticas y los juicios de valor y realizar una revisión bibliográfica de los principales trastornos psiquiátricos, etiología, sintomatología y pronóstico que les permitirá comprender y aceptar al paciente, al conceptualizarlo como un usuario enfermo que al igual que la persona que sufre una enfermedad de origen orgánico requiere un cuidado de Enfermería integral y humanizado. Por último, es importante recordar que nuestra función de cuidar se extiende a nuestros hogares donde se debe fomentar el diálogo y el autocontrol para prevenir las relaciones enfermizas y afrontar de una manera adecuada las situaciones estresantes; fortalecer las relaciones familiares con el objetivo de disminuir el riesgo de aparición de enfermedades mentales y la promoción de la salud mental tan necesaria a la hora de cuidar al otro. CONCLUSIONES El cambio que requiere el cuidado de En-

fermería hacia el paciente que sufre una enfermedad psiquiátrica inicia en cada individuo, realizando una revisión de los hábitos deshumanizantes propios, trabajando desde los principios éticos y liderando en su equipo de trabajo la creación de una cultura de aceptación del paciente. Es el momento de retomar la importancia de lo subjetivo en la relación enfermero-paciente; armonizando la tecnología con la ética, los protocolos de atención con la singularidad del paciente, hora de ser más sensibles e integrales. La atención humanizada, centrada en el paciente y no en las organizaciones, exige una comunicación clara y bidireccional con el paciente y su familia. Todo el personal de Enfermería independiente del servicio en el cual se desempeñe debe estar capacitado para cuidar a un paciente con enfermedad psiquiátrica, teniendo en cuenta la alta incidencia y prevalencia de la enfermedad, el sujeto que la padece puede estar en cualquier lugar. Aunque la contención mecánica y el uso de medicamentos actúan de forma más rápida pueden llegar a generar más violencia una vez se suelten las sujeciones o pase el efecto del medicamento, por lo que deben ser usadas solo en casos específicos. Es necesario que el personal de Enfermería se informe sobre los diferentes tras-

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tornos psiquiátricos y sintomatología con el fin de disminuir el estigma que los rodea. CONFLICTO DE INTERESES Ninguno a declarar. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Ministerio de la Protección Social y Fundación FES Social. Estudio Nacional de Salud Mental Colombia 2003. Cali: C&C Gráficas, Ltda.; 2005. Disponible en: http://onsm.ces.edu.co/ uploads/files/1243030_EstudioNacionalSM 2003.pdf. Consultado el 9 de febrero de 2013. 2. Beltrán O. Dilemas éticos en el cuidado enfermero. Index Enferm, Granada, v. 20, n. 1-2, jun. 2011 p 36-40. Disponible en: http:// scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-12962011000100008&lng=es. http://dx.doi.org/10.4321/S1132-1296201100 0100008 Consultado el 6 de julio de 2013. 3. Martins JdJ, Stein D, Da Silva R, Lorenzini A, De Albuquerque GL. Resignificando la humanización desde el cuidado en el curso de vivir humano. Rev enferm UERJ 2008;16(2) p278 Disponible en: http://www.facenf.uerj. br/v16n2/v16n2a22.pdf Consultado el 6 de julio de 2013. 4. Richmond J, Berlin J, Fishkind A, et al. Verbal De-escalation of the Agitated Patient: Consensus Statement of the American Association for Emergency Psychiatry Project BETA De-escalation Workgroup. West. J. Emerg. Med. 2012;13(1):18. 5. Restrepo D, Rodríguez A, Cardeño C. Psicosis orgánica en una paciente con encefalopatía reversible posterior. Rev. Colomb. Psiquiatr. 2010; 39(4) p2. Disponible en: http://www. scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext& pid=S0034-74502010000400013&lang=pt Consultado el 5 de noviembre de 2013.

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Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

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Educación a pacientes anticoagulados con Warfarina u otros anticoagulantes orales en el Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Estándar operacional Operating Standards of the Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá for Patient Education about Anticoagulation with Warfarin and Other Oral Anticoagulants Claudia Rocío Tique* Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Bogotá, D.C. Colombia.

INTRODUCCIÓN

RESUMEN La anticoagulación es una medida cada vez más utilizada en los pacientes para la prevención y control de enfermedades tromboembólicas, en estados de hipercoagulabilidad, fibrilación auricular, válvulas protésicas mecánicas, trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar entre otras.La educación que se brinda a estos pacientes va enfocada a mejorar sus hábitos cotidianos, reconocer la interacción con medicamentos y alimentos, automedicación y asistencia a los controles con reporte del examen, entre otros. La tendencia mundial es tener los pacientes anticoagulados en una clínica de anticoagulación para un manejo sistematizado, con el fin de reducir las complicaciones hemorrágicas,trombóticas, obtener un mayor tiempo de permanencia en el tiempo de rango terapéutico, menor número de consultas a urgencias, de hospitalizaciones y maximizar sus beneficios. Palabras clave: anti coagulación, clínica de anticoagulación, trombosis, Warfarina, Dabigatrán, Apixabán, Rivaroxabán, INR. ABSTRACT Anticoagulation is being used with increasing frequency for treatment, prevention and/or control of thromboembolic diseases, hypercoagulable states, atrial fibrillation, mechanical heart valves, deep vein thrombosis, pulmonary thromboembolism and other conditions. Patient education focuses on improvement of daily habits, treatment interruptions, interactions with drugs and food, self-medication, and compliance with and attendance at follow-up examinations. Worldwide, the trend is for anticoagulated patients to stay in the hospital for systematic management to reduce complications of bleeding and thrombosis, to maintain treatment for the appropriate time span, to reduce visits to the emergency room and hospitalizations, and to maximize benefits of treatment. Keywords: Anticoagulation; Anticoagulation Clinic; Thrombosis; Warfarin; Dabigatran; Apixaban; Rivaroxaban; INR.

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La anticoagulación es un término que describe el proceso de reducir la formación de coágulos en la sangre al utilizar un medicamento especial. La formación de coágulos es un mecanismo complejo que tiene como finalidad prevenir el sangrado tras sufrir un daño. Sin embargo, en ocasiones la formación de coágulos puede desencadenar un infarto de miocardio, infarto cerebral o formación de coágulos en las venas o dentro de las aurículas del corazón, y en estos casos, la administración de fármacos anticoagulantes es fundamental. Un anticoagulante es una sustancia endógena o exógena que interfiere o inhibe la coagulación de la sangre, creando un estado anti trombótico o pro hemorrágico *

Enfermera Educadora certificada en diabetes, Programa Clínica de Anticoagulación HUFSFB. Correspondencia: claudia.tique@fsfb.org.co Recibido: enero de 2014 Aceptado para publicación: febrero de 2014 Actual. Enferm. 2014;17(2):32-38


Educación a pacientes anticoagulados con Warfarina u otros anticoagulantes orales en el HUFSFB. Estándar operacional

Los anticoagulantes se pueden clasificar en: Anticoagulantes de acción directa: aquellos que por sí solos son capaces de inhibir la cascada de la coagulación y son los inhibidores directos de trombina (Rivaroxabán, Apixabán, Dabigatrán). Anticoagulantes de acción indirecta: son aquellos que mediante su interacción con otras proteínas o actuando en otras vías metabólicas, alteran el funcionamiento de la cascada de la coagulación, en este grupo estánlos inhibidores mediados por antitrombina III (heparina no fraccionada, heparinas de bajo peso molecular); inhibidores de la síntesis de factores de coagulación (derivados del dicumarol)(1). La anticoagulación es una medida cada vez más utilizada en la prevención y el control de las enfermedades que suponen estados de hipercoagulabilidad que pueden producir trombosis y sus complicaciones. Entre las indicaciones de anticoagulación tenemos: enfermedad cerebro vascular, trombosis venosa profunda, cardiomiopatía dilatada con fracción de eyección menor de 20%, tromboembolismo pulmonar, fibrilación auricular, infarto agudo del miocardio, valvulopatía mitral o aórtica, válvula mecánica mitral o aórtica, síndromes de hipercoagulabilidad, eventos trombóticos arteriales, eventos embólicos no cerebrales, síndrome antifosfolípido(2). El tratamiento anticoagulante oral (TAO) con fármacos inhibidores de la vitamina K, como la Warfarina y los dicumaroles, se viene utilizando desde hace décadas para la terapia y prevención de la enfermedad tromboembólica con una tasa pequeña de efectos secundarios, proporcionando una utilidad clínica bien contrastada(3). Debido a sus características farmacológicas, interacciones medicamentosas y fármaco-alimenticias, el TAO presenta dificultad en su manejo clínico. Logran variabilidad en la respuesta de los pacientes al tratamiento y las múltiples circunstancias que influyen en el efecto de estos fármacos hace necesario la realización de controles analíticos periódiActual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

cos, para medir la intensidad del efecto anticoagulante, ya que su uso inadecuado puede ocasionar complicaciones trombóticas y hemorrágicas. El seguimiento y control de los pacientes anticoagulados ha sido casiexclusivamente hospitalario y lo ha asumido el hematólogo. Sin embargo, durante los últimos años se han creado las clínicas de anticoagulación (CA) que han dado paso a la aparición de nuevos escenarios para el seguimiento y control del paciente con TAO: • La población anticoagulada no ha dejado de crecer, saturando las unidades hospitalarias de anticoagulación. Las cumarinas o antagonistas de la vitamina K son los anticoagulantes orales con un uso más amplio en la práctica médica diaria; más de 4.000.000 de pacientes en Europa están siendo anticoagulados a largo plazo con estos fármacos. • La educación al paciente anticoagulado y su familia, la vigilancia a la adherencia, la prevención de complicaciones trombóticas y hemorrágicas, ha propiciado que el control del paciente se pueda realizar en las CA, como alternativa al control hospitalario. • La estandarización de la medición del tiempo de protrombina a través de la implantación del cociente INR y la aparición en el mercado de coagulómetros portátiles(4-6) que permiten la determinación de forma inmediata del INR en sangre capilar, han simplificado los controles, facilitando el manejo y dosificación del tratamiento anticoagulante por otros profesionales sanitarios no especialistas en hematología, personal de enfermería e incluso por los mismos pacientes(7-8). La aparición de nuevos fármacos anticoagulantes orales, aprobados por la European Medicines Agency (EMA), y algunos de ellos ya comercializados en nuestro país, como Dabigatrán(9), Rivaroxabán(10) y Apixaban(11), ofrecen nuevas expectativas en la gestión del TAO. Estos nuevos anticoagulantes no precisan ajustes de dosis, no interfieren con los alimen-

tos ni con la mayoría de los fármacos (a excepción de algunos muy concretos, definidos en sus respectivas fichas técnicas) y no precisan ajustes de dosis en función de ninguna prueba biológica. Los nuevos anticoagulantes orales (ACO) podrían utilizarse como alternativa a las anti vitaminas K en caso de contraindicación, cuando no se pueda vigilar adecuadamente el INR, cuando el paciente permanezca demasiado tiempo (>40%) fuera de rango terapéutico y cuando existan antecedentes de hemorragia intracraneal, con independencia de los niveles de INR. Las clínicas de anticoagulación surgen como respuesta a la expansión acelerada de las enfermedades que requieren anticoagulación como terapia o profilaxis, para facilitar el cuidado, lograr un control óptimo y una disminución en las complicaciones asociadas al sangrado (incapacidad física o neurológica, ausentismo laboral y muerte)(12-14). Adicionalmente los resultados de la terapia de estos pacientes y la percepción de su calidad de vida, disminuye los costos que representa una carga muy elevada para un sistema de salud como el nuestro. La educación al paciente anticoagulado y su familia es uno de los pilares en el manejo del paciente anticoagulado, para poder brindar una educación adecuada debemos tener en cuenta: Educar: es proporcionar conocimientos o habilidades a una persona para formarla en determinada materia. Informar: hacer que alguien se entere de una cosa que desconoce; dar una explicación. Información eventual: es la información que suministramos de acuerdo con las necesidades de cada paciente. Sobre la patología, medicamentos utilizados, exámenes, diagnósticos, tratamientos, etc. Aprendizaje en salud: es el proceso por el cual se obtienen conocimientos y experiencias útiles, para adquirir, adaptar o modificar comportamientos que beneficien la salud.

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Claudia Rocío Tique

Educación al paciente y su familia: se define como una experiencia de aprendizaje, utilizando una combinación de métodos como la enseñanza, asesoramiento, técnicas de modificación de conductas que influyan en el conocimiento de los pacientes y sus familias. Es un proceso interactivo el cual permite a los pacientes participar activamente en el cuidado de la salud(15). Teniendo en cuenta las premisas anteriores la educación a la población anticoagulada se debe enfocar en que logren un aprendizaje en salud (paciente y familia) sobre los aspectos más importantes que debe tener claro un paciente que esté tomando algún tipo de ACO. El objetivo del proceso educativo es mejorar su auto cuidado, trasformando sus hábitos cotidianos (automedicación, interrupción del tratamiento y consultas tardías, entre otros), dándole a la prevención y la atención médica la relevancia que realmente tiene para controlar sus enfermedades y elevar su percepción de calidad de vida. Información para el paciente y su familia 1. Todo paciente en tratamiento con algún anticoagulante debe recordar cuatro aspectos importantes: • El medicamento lo está protegiendo de formar otros trombos y embolias pero no es total, sí disminuye el riesgo si se controla adecuadamente. • El objetivo del tratamiento es preventivo y no curativo. • El beneficio delanticoagulante es a costa de un pequeño riesgo hemorrágico, por lo cual debe ser controlado en forma periódica. • Debe informar a todos los médicos, odontólogos y todas las personas cercanas que lo atienden su estado de anticoagulación. 2. Niveles terapéuticos • El control del anticoagulante se realiza a través de la medición del tiempo

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de protrombina, expresado como INR. • El efecto máximo del anticoagulante oral se alcanza alrededor del quinto día. • En trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar el nivel terapéutico del INR deberá estar entre 2 y 3, excepto en pacientes con síndrome antifosfolípido, reemplazo de válvulas cardiacas mecánicas que será de 2,5 a 3,5. • En fibrilación auricular e infarto agudo de miocardio el INR estará entre 2 y 3. CONFLICTOS DE INTERESES La autora del presente estándar declara ausencia de conflicto de intereses en su redacción. REFERENCIAS BIBLIGRÁFICAS 1. Trejo L C. Anticoagulantes: farmacología, mecanismos de acción y usos clínicos. Artículo de actualización cuad. Cir. 2004;18:83-90. 2. Ocampo Kohn C, Hernández Ortiz O, Jaime Velásquez C, Tobón Acosta I, Mejía Restrepo F. La clínica de anticoagulación del Hospital Universitario San Vicente de Paúl: demografía, efectividad y complicaciones. IATREIA. 2004;17(2). 3. Ansell JE. Oral anticoagulant therapy--50 years later. Arch. Intern. Med. 1993 Mar 8;153(5): 586–96. 4. Watzke HH, Forberg E, Svolba G, Jimenez-Boj E, Krinninger B. A prospective controlled trial comparing weekly self-testing and self-dosing with the standard management of patients on stable oral anticoagulation. Thromb. Haemost. 2000 May;83(5):661–5. 5. Kagansky N, Knobler H, Rimon E, Ozer Z, Levy S. Safety of anticoagulation therapy in wellinformed older patients. Arch. Intern. Med. 2004 Oct 11;164(18):2044–50. 6. Holm T, Deutch S, Lassen JF, Jastrup B, Husted SE, Heickendorff L. Prospective evaluation of the quality of oral anticoagulation management in an outpatient clinic and in general practices. Thromb. Res. 2002 Jan 15;105(2): 103–8. 7. Menéndez-Jándula B, Souto JC, Oliver A, Montserrat I, Quintana M, Gich I, Bonfill X, Fontcuberta J. Comparing self-management of oral Anticoagulant therapy with clinic management: a randomized trial. Ann. Intern. Med. 2005 Jan 4; 142(1):73–4. 8. Menéndez-Jándula B, Souto JC, Oliver A, Montserrat I, Quintana M, Gich I, et al. Comparing self management of oral anticoagulant

therapy with clinic management: a randomized trial. Ann. Intern. Med. 2005 Jan 4;142(1):1– 10. 9. © European Medicines Agency. Pradaxa ® European Public Assesment Report [Internet]. 2011. Report No.: EMA/352360/2011. Available from: http://www.ema.europa.eu/docs/ en_GB/document_library/EPAR_-Summary_ for_the_public/human/000829WC500041060. pdf. Consultado: enero de 2014. 10. © European Medicines Agency. Xarelto ® European Public Assesment Report [Internet]. 2011. ReportNo.: EMA/858000/2011. Available from: http://www.ema.europa.eu/docs/ en_GB/document_l i b r a r y / E PA R _ - _ S um ma r y _ fo r _ t h e _ p u b l i c /human/ 000829/WC500041060.pd.f Consultado: enero de 2014. 11. © European Medicines Agency. Eliquis® European Public Assesment Report [Internet]. 2011. ReportNo.: EMA/240842/2011. Available from: http://www.ema.europa.eu/docs/ en_GB/document_l i b r a r y / E PA R _ - _ S um m a r y _ fo r _ t h e _ p u b l i c /human/ 002148/WC500107773.pdf 12. Hamby L, Weeks WB, Malikouski C. Complications of Warfarina therapy: causes, costs and the role of the anticoagulation clinic. Effective clinical practice. 2000;4:179-84. 13. Chiquette E, Amato M, Bussey H. Comparison of an anticoagulation Clinic with usual Medical care. Anticoagulación control, patient outcomes and health care costs. Arch Intern Med. 1998;158:1.641-7. 14. Landefeld CS, Rosenblatt MW, Goldman L. Bleeding in outpatients treated with Warfarina:relation to the prothrombin time and important remediable lesions. Am J Med. 1989;1539. 15. Luengas LM Formato de política DEPCAL-F-011 Educación al paciente y su familia APY-POL-031 versión 1.0 Abr. 2012. 16. Finesterra.com Atención primaria en la red. Guía para el paciente en tratamiento anticoagulante oral. Actualizada el 05/05/2004. 17. Sociedad Andaluza de Calidad Asistencial (SADECA) Indicadores de calidad y seguridad para la atención a pacientes con tratamiento Anticoagulante oral Informe técnico 2 2012. 18. Dirección Médica Servicio Laboratorio Clínico. Clínica Hospital del profesor (CHP). Guía Clínica de tratamiento anticoagulante oral (TACO) 1ª. Edición. Nov 2009. 19. The Merck Manual Of Diagnosis and Therapy 19a edición. JAMA-ISSN-0098-7484-287-13joc11820. Disponible en: http://jama.jamanetwork.com/article. Consultado en enero de 2014. 20. Santas E, Méndez J, Martínez-Brotons A, Núñez J, Chorro FJ, Ruiz-Granel R. Servicio de Cardiología, Hospital Clínico Universitario de Valencia, INCLIVA, Valencia, España. Experiencia en la práctica clínica diaria con la cardioversión ambulatoria de fibrilación auricular en tratamiento con nuevos anticoagulantes orales. Rev Esp Cardiol. 2014; 67:960-1. DOI: 10.1016/j.recesp. 2014.06.021.


Educación a pacientes anticoagulados con Warfarina u otros anticoagulantes orales en el HUFSFB. Estándar operacional

Educación a pacientes anticoagulados con Warfarina u otros anticoagulantes orales en el HUFSFB. Estándar operacional1 REALIZADO POR:

Enfermera Clínica de Anticoagulación

FECHA:

Enero 15 de 2014

REVISADO POR:

Jefe Clínica de Anticoagulación Subdirección de Enfermería

FECHA:

Enero 15 de 2014

APROBADO POR:

Jefe Clínica de Anticoagulación Departamento de Medicina Interna Subdirección de Enfermería

FECHA:

OBJETIVO: Estandarizar el proceso de educación a los pacientes anticoagulados que ingresan a la Institución, hospitalización o consulta externa, con el fin de disminuir las complicaciones y mantener al paciente el mayor tiempo posible con el INR en el rango terapéutico. ALCANCE: Desde el ingreso del paciente al Hospital Universitario hasta el egreso del mismo. 1. CONDICIONES/RECURSOS NECESARIOS • Consultorio médico • Personal médico y de enfermería • Secretaría • Paciente y familia • Historia clínica • Toma de INR con el coagucheck • Rangos terapéuticos del INR según condición clínica 2. RESULTADOS ESPERADOS • Optimizar la anticoagulación dentro de un rango terapéutico • Prevenir complicaciones agudas: hemorragia • Reducción en la tasa de complicaciones hemorrágicas • Mayor porcentaje de permanencia en el tiempo dentro del rango terapéutico • Menor número de consultas a urgencias • Menor número de hospitalizaciones por año 3. RIESGO (S)

CÓMO NEUTRALIZARLO (S)

1. Evento hemorrágico

1. Control médico periodico y sistemático para minimizar los riesgos de sangrado, disminuyendo el tiempo para llegar al rango terapéutico.

2. Evento trombótico

2. Control médico periodico y sistemático para minimizar los riesgos de presentar un evento trombótico.

4. DESCRIPCIÓN DE LAS ACTIVIDADES

RESPONSABLE

1. Realizar una valoración integral al paciente, incluyendo su capacidad de cumplimiento, afrontamiento y conocimientos sobre los signos y síntomas de alarma de complicaciones, para garantizar su seguridad y los resultados de salud esperados con el tratamiento.

• Responsable: enfermera y auxiliar en enfermería a cargo del paciente. • Frecuencia: cada consulta ambulatoria y paciente hospitalizado con solicitud de interconsulta. • Lugar: Clínica de Anticoagulación, hospitalización.

2. Capacitar al paciente para el manejo de su régimen terapéutico en el proceso de su enfermedad. 3. Determinar los resultados esperados con el Plan de Cuidados y las intervenciones necesarias para abordar las áreas de dependencia identificadas, una vez valorados los conocimientos, habilidades y actitudes de la persona para el manejo de sus cuidados.

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Claudia Rocío Tique

4. Revisar la historia clínica o preguntar al paciente la razón por la cual está anticoagulado, el tipo de anticoagulante y la cifra del INR, según su condición clínica. 5. En pacientes ambulatorios, analizar el resultado del INR y dependiendo del resultado se inicia el proceso de educación. 6. Brindar educación al paciente y familia en un lenguaje sencillo, claro, explicando la terminología médica y enfocarla hacia los siguientes aspectos: ¿Qué son los anticoagulantes orales? • Los anticoagulantes orales son fármacos que retardan la coagulación de la sangre, impidiendo que la vitamina K sea utilizada por el hígado en la síntesis de los factores de la coagulación. • La disminución de estos factores impide la formación de coágulos, pero, a su vez, favorece la aparición de hemorragias; por ello es necesario un estrecho control de este tratamiento. ¿Qué tipo de anticoagulantes hay? • Heparina no fraccionada (HNF),

• Responsable: enfermera y auxiliar en enfermería a cargo del paciente.

• Heparinas de bajo peso molecular (HBPM),

• Frecuencia: cada consulta ambulatoria y paciente hospitalizado con solicitud

• Anticoagulantes orales (ACO) Warfarina, Dabigatrán, Apixabán, Rivaroxabán. • Los pacientes que reciben HBPM y ACO se les debe realizar controles periódi-

de interconsulta. • Lugar: Clínica de Anticoagulación, hospitalización.

cos con el INR, para valorar si se encuentran en el rango terapéutico. • Los pacientes con otro tipo de ACO (Dabigatrán, Apixabán, Rivaroxabán) no se les realizará control del INR pero sí seguimiento médico para detectar cualquier complicación. ¿Para qué sirve el anticoagulante que tiene formulado? • Para evitar la formación de trombos en cualquier parte de su organismo. ¿Qué personas deben tomar ACO? • Se les informará acerca de las indicaciones y razones para tomar anticoagulantes orales • Se hará énfasis en su diagnóstico. ¿Qué cantidad del ACO debe tomar? • La cantidad de medicamento formulado por el médico tratante debe ser controlada en forma cuidadosa. • La dosis es individual para cada persona. • Si es necesario se ajusta después de haberse realizado el INR. • Habitualmente la dosis debe ser modificada ya que hay muchas causas que alteran el nivel de coagulación (medicamentos, comida, otras enfermedades, actividad física, etc.) ¿Cuándo debe tomarse? • Debe tomarse en una sola toma en lo posible, a la misma hora.

• Responsable: enfermera y auxiliar en enfermería a cargo del paciente.

• Suele ofrecer ventajas tomarlo por la tarde, de 17:00 a 19:00 horas, ya que

• Frecuencia: cada consulta ambulatoria y paciente hospitalizado con solicitud

los controles y visitas al médico suelen hacerse antes de la toma de ese día y permiten hacer modificaciones de su dosis sobre la marcha con más facilidad. • Si lo toma por la mañana el día que vaya a realizarse el control, no lo tome hasta saber el resultado, por si fuese necesario modificar la dosis.

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de interconsulta. • Lugar: Clínica de Anticoagulación, hospitalización.


Educación a pacientes anticoagulados con Warfarina u otros anticoagulantes orales en el HUFSFB. Estándar operacional

• Si alguna vez olvida tomar la dosis a la hora que le corresponda, lo puede tomar a otra hora, pero nunca recuperar la dosis de un día añadiéndola a la del día siguiente. • Si le corresponde realizarse el control en los días siguientes no olvide comentar con su médico esta incidencia, pues puede que el control salga alterada y la dosis que le prescriba su médico no sea la correcta. • Igualmente, si no recuerda si ha tomado o no la dosis del anticoagulante, no debe tomársela. Es más peligroso duplicar la dosis que no tomarla un día. ¿Dónde y cómo hacerse los controles? • El control puede hacerse en el laboratorio clínico prueba de PT con INR. • En la actualidad se encuentran disponibles analizadores portátiles del INR (coagulómetro) que permiten modificar las estrategias asistenciales y plantear el seguimiento de los pacientes anticoagulados en atención ambulatoria y en el domicilio del paciente mediante control de su INR. • AUTOCONTROL: el propio paciente puede realizar en su casa (con o sin ayuda de sus familiares) el análisis por punción digital utilizando un coagulómetro portátil. La determinación de modificar y dejar la misma dosis del medicamento lo realizará el médico tratante por vía telefónica. • Los controles se realizan, hasta estabilizar la dosis, cada 3 o 4 días, luego semanalmente. • Al estabilizar la dosis, los controles pueden darse cada 4 o 6 semanas. • Después del control, el Médico debe hacer el ajuste de la dosis. Cuidados con la alimentación • Durante el tratamiento anticoagulante puede comer de todo, a excepción de aquellos alimentos prohibidos por otros médicos, por presentar otras enfermedades de base. • Mantenga una dieta equilibrada sin grandes variaciones en cuanto a la cantidad,

• Responsable: enfermera y auxiliar en enfermería a cargo del paciente. • Frecuencia: cada consulta ambulatoria y paciente hospitalizado con solicitud de interconsulta. • Lugar: Clínica de Anticoagulación, hospitalización.

con especial cuidado en lo que se refiere a las verduras; los anticoagulantes impiden que la vitamina K haga su función, y esta vitamina se encuentra especialmente en las verduras como (acelgas, espinaca, col rizada, cáscara de pepino, cilantro, perejil, brócoli, coles de bruselas y no beber té verde). • Evite tomar preparados de herboristería, ya que pueden alterar el control de su tratamiento. • Si va a comenzar un régimen de alimentación comuníquelo a su médico tratante para que se lleve a cabo una estrecha vigilancia de su tratamiento. • Las bebidas alcohólicas en pequeñas dosis (un vaso de vino o una cerveza al día) acompañando las comidas, puede seguir tomándolas, pero evite bebidas más fuertes. • El tabaco es muy rico en vitamina K y es nocivo para la salud, por lo que debe evitarse. Cuidados con los medicamentos • No tome ningún medicamento nuevo sin consultarlo con el médico tratante. • No debe tomar antiinflamatorios ni aspirina ya que potencializan el efecto del anticoagulante llevándolo a presentar una hemorragia. Recomendaciones generales • Siempre que asista a consulta con el médico y odontólogo infórmeles que está anticoagulado.

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Claudia Rocío Tique

• Están prohibidas las inyecciones intramusculares (pueden producir hemorragia en el músculo y complicaciones posteriores), no las intravenosas ni subcutáneas. • No suprima ningún medicamento por su cuenta. • No se debe automedicar. • En caso de una extracción dentaria, intervención quirúrgica, accidente, infórmele al médico que está en tratamiento con anticoagulante, sí es una cirugía programada avísele a su médico tratante para que realice las modificaciones

• Responsable: enfermera y auxiliar en enfermería a cargo del paciente. • Frecuencia: cada consulta ambulatoria y paciente hospitalizado con solicitud de interconsulta. • Lugar: Clínica de Anticoagulación, hospitalización.

pertinentes con el medicamento. • En caso de posible embarazo, acuda de inmediato a control con su médico tratante. • Es recomendable que lleve con usted algún tipo de identificación que indique el uso de anticoagulantes orales (manilla y/o carné). Complicaciones • Si presenta alguna complicación como hemorragia nasal, sangre en orina, deposiciones negras, deposiciones con sangre, expectoración con sangre o hematomas espontáneos, acuda a control aunque sea antes de la fecha asignada o al servicio de urgencias de cualquier hospital(17-21).

PARES DE LA REVISTA ACTUALIZACIONES EN ENFERMERÍA 2014; 17(2)

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Claudia Satiko Matsuba, Enfermera, Magíster

Ruth Beatriz Mora, Enfermera, PhD. (C)

Soraya Aparicio, Médico, Especialista

Alba Lucía Roncancio, Enfermera, Magíster

Martha Mora Lozano, Enfermera, Especialista

Cristina Montenegro, Médico, Especialista

Luisa María Luengas, Enfermera, PhD. (C)

Uva Margarita González, Enfermera, Especialista

María Marlén Montes, Enfermera, PhD.


Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

Una Aproximación a la Ciencia y al Arte

Eventos históricos en la trayectoria del programa de Enfermería de la Universidad del Tolima Key Events in the History of the Nursing Program at the Universidad del Tolima Elizabeth Fajardo Ramos*, Martha Lucía Núñez Rodríguez**, José Humberto Químbayo Díaz*** Universidad del Tolima, Ibagué, Tolima, Colombia.

RESUMEN La creación de la Escuela de Enfermería en el municipio de Ibagué, está ligada al inicio de la actividad académica Universitaria en el Departamento del Tolima. Existió la escuela de Auxiliares en Enfermería, creada con el propósito de dar respuesta a necesidades de salud del Departamento, afectado por diferentes problemas sociales derivados de la violencia política que azotó particularmente esta región, época caracterizada por ser pobre, rural, con graves problemas educativos. Objetivo: visualizar el recorrido histórico del Programa de Enfermería de la Universidad del Tolima. Metodología: se realizó a través de la revisión documental y el análisis de los procesos y procedimientos efectuados en el devenir histórico del programa de Enfermería. Resultados: se observa un programa aprobado y que obtiene un registro calificado por 7 años, en proceso de autoevaluación permanente con miras a la acreditación de alta calidad. Con 553 jóvenes egresados a la fecha y procesos organizados institucionales como del programa. Conclusión: se evidencia en su creación, la intencionalidad institucional de programas de formación académica en el área de Salud; eventos que marcaron la historia del programa de Enfermería y una comprensión del momento histórico e impacto en actuaciones de los actores involucrados sobre el presente. Palabras clave: eventos históricos, trayectoria, programa de Enfermería. ABSTRACT The creation of the School of Nursing in the city of Ibague was linked to the beginning of university level academic activity in the department of Tolima. The Nursing Assistants School was created to meet the health care needs of the Department which had been affected by various social problems stemming from political violence that struck this region in particular. It was an age marked by poverty, a rural population and style of life, and serious educational problems. Objective: The aim of this study is to represent the key events that have marked the history of the Nursing Program at the University of Tolima. Methodology: This study describes the events that have marked the evolution of the nursing program. It is based on a review of documents and an analysis of the events that have marked the history of the nursing program. Results: The result of this history is a program which has been approved and accredited for seven years through a continuous process of self evaluation which has the potential to achieve the highest level of accreditation. To date, 553 young people have graduated from the program, and the program maintains a well organized institution and program. Conclusion: The creation of the nursing program evidences the institutional intention to develop academic programs in the area of health care. The institution has been formed through the impact of the events and the actors in those events that mark the history of the nursing program up to the present day. Keywords: Historical events; trajectory; nursing program.

Actual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

INTRODUCCIÓN

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a investigación histórica a través de sus métodos de estudio, aporta los fundamentos que llevan a caracterizar la identidad profesional tanto individual como grupal, en un determinado contexto social. Conduce por otra parte a identificar el origen, desarrollo y estructura de la profesión a lo largo del tiempo y facilita la posibilidad de construir a partir de estas reflexiones una adecuada documentación. En la evolución de la Educación de Enfermería en Colombia se destacan la creación de la primera escuela de formación de Enfermeras en la ciudad de Cartagena en el año 1903 y la creación entre 1911 y 1917 en Bogotá y Medellín de diferentes cursos de Enfermería(1).

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Enfermera. Magíster en Enfermería-Salud Familiar, especialista en Docencia Universitaria. Profesora Asociada Universidad del Tolima. Correspondencia: efajardo@ut.edu.co. ** Enfermera. Magíster en Educación, especialista en Cardiorrespiratorio. Profesora Asistente Universidad del Tolima. Correspondencia: mnunez@ut.edu.co. *** Enfermero, especialista en Salud Ocupacional. Estudiante de Maestría Cultura y Drogas. Profesor Asistente Universidad Tolima. Correspondencia: jhquimbayo@hotmail. com Recibido: enero de 2014 Aceptado para publicación: febrero de 2014 Actual. Enferm. 2014;17(2):39-42

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Elizabeth Fajardo Ramos, Martha Lucía Núñez Rodríguez, José Humberto Químbayo Díaz

En el departamento del Tolima, antes de 1961 no se encuentran registros que sustenten la existencia de programas de Educación formal en Enfermería. La creación de la Escuela de Enfermería en el municipio de Ibagué, está ligada al inicio de la actividad académica Universitaria en el Departamento del Tolima. Existió la escuela de Auxiliares en Enfermería, creada con el propósito de dar respuesta a necesidades de salud del Departamento, afectado por diferentes problemas sociales derivados de la violencia política que azotó particularmente esta región, época caracterizada por ser pobre, rural, con graves problemas educativos. El propósito de la revisión documental realizada fue visualizar el recorrido histórico del Programa de Enfermería de la Universidad del Tolima. Desarrollo Recorrido Histórico En acuerdo con lo expresado por Prellezo, la documentación histórica corresponde a la fuente esencial para analizar el contenido del desarrollo profesional, en este sentido la revisión documental realizada permitió rescatar la memoria histórica de la idea inicial de crear un programa académico para la formación de profesionales en Enfermería en correspondencia con unas necesidades del contexto así como las fortalezas y dificultades evidenciadas en los documentos durante este proceso(2).

bases definitivas para el funcionamiento de la institución. Se inauguró oficialmente el 12 de marzo de 1955 en la escuela de San Jorge, predio ubicado en el actual colegio San Jorge propiedad de la Comunidad Salesiana; siendo su primer rector el Ingeniero Adolfo Pardo Vargas quien desempeñó su cargo Ad – honorem. La institución tuvo en principio dos unidades docentes, una de nivel Superior denominada Facultad de Ingeniería Agronómica y la otra, de nivel intermedio, denominada Escuela de Enfermería; un año más tarde es creada la escuela de Bellas Artes con las carreras de pintura y escultura de nivel intermedio. El decreto 3151 de 1946 reglamentó tres categorías de escuelas de Enfermería: enfermería general, enfermería hospitalaria y enfermería especializada(1). El 4 de mayo de 1956 la Escuela Superior de Enfermería inicia labores con 11 estudiantes, logrando graduar cinco egresados el 10 de abril de 1959; su primera y única promoción. En este año se suspende el programa debido a la poca demanda y circunstancias que rodeaban en ese momento el ingreso a la Educación Superior. En 1958, la junta Militar de Gobierno expidió el decreto legislativo 0277, median-

te el cual reglamentó la educación superior en Colombia y concedió personería jurídica a las Universidades existentes, entre ellas, la Universidad del Tolima. En 1961, se crea el Instituto Politécnico Superior con las escuelas de Topografía, de nivel intermedio y de Mecánica Popular, Electricidad, Radio y Televisión, de nivel vocacional y la escuela de Auxiliares en Enfermería. La Escuela de Auxiliares en Enfermería fue creada por el acuerdo No. 01 del 26 de enero de 1961, con el propósito de dar respuesta a las necesidades de salud del Departamento, afectado por los diferentes problemas sociales derivados de la violencia política que azotó de manera particular esta región, que para aquella época se caracterizaba por ser pobre, rural, y con graves problemas educativos, pues los niveles de analfabetismo superaban el 70 %. La Secretaría de Educación mediante Resolución No. 274 de 1962, otorgó licencia de funcionamiento a la Escuela de Auxiliares en Enfermería por un periodo de cuatro años, la cual preparaba además a promotoras de salud y se realizaban cursos complementarios para auxiliares en Enfermería. Esta escuela funcionaba en esa época como Escuela Anexa al Instituto Politéc-

A partir de la revisión documental y el análisis de los procesos y procedimientos efectuados en el devenir histórico del programa de Enfermería de la Universidad del Tolima se relacionan los eventos que marcaron el desarrollo del actual programa. La Universidad del Tolima es un establecimiento público creado formalmente por la ordenanza No. 5 del 21 de mayo de 1945 emanada por la Asamblea Departamental (presentada por el diputado Lucio Huertas Rengifo) con una reglamentación que se produjo por medio del decreto No. 1916 del 25 de octubre de 1954 que sentó las

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Figura 1. Primera promoción de promotoras de Salud


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nico Superior de la Universidad del Tolima. La idea de crear el programa de Enfermería nace a partir de las inquietudes de las directivas de la Universidad sobre “el déficit que existe de profesionales de Enfermería” en la ciudad de Ibagué. Además; “parece haber actuado como agente motivador la organización, disciplina y buen funcionamiento de la escuela de Auxiliares de Enfermería”(3). Es así como el consejo Superior mediante el acuerdo 002 de 1978 en su articulo tercero ofreció a la comunidad Tolimense la carrera de Tecnología en Enfermería. La resolución 059 de marzo 26 de 1979 emanada por el consejo directivo “autoriza la iniciación de un curso especial”. En esta dinámica, la Universidad matriculó a 52 estudiantes quienes iniciaron sus estudios en marzo de 1979(3). Durante el segundo semestre de vida académica, se solicitó al ICFES una visita de evaluación para obtener una licencia de iniciación de labores como programa de Tecnología en Enfermería. Conformaron la comisión evaluadora las licenciadas Susana Quintero como representante del consejo Nacional de recursos humanos para la Salud, Inés Gómez de Vargas como asesora por parte del ICFES y Carolina Ruge Rivera funcionaria del instituto. La visita fue realizada los días 9, 10 y 11 de mayo de 1979(3). Los resultados de la visita no fueron favorables y a partir de las recomendaciones toman la decisión de suspender el programa, reubicando a las estudiantes en las Universidades: Nacional, Sur Colombiana y de Caldas; a pesar de la interposición del recurso de reposición elevada por parte del rector de la época Doctor Israel Lozano a la junta directiva del ICFES en el sentido de derogar el acuerdo 132 de 1979 que negaba la licencia de funcionamiento al programa de Tecnología en Enfermería. En el año de 1984, durante la rectoría del Doctor Armando Gutiérrez, se da fin a un convenio existente entre la Universidad del Tolima y el servicio Seccional de Salud del Tolima (hoy Secretaria de Salud Departamental) para programas VocacioActual. Enferm. Vol. 17, No. 2, Abril - Junio de 2014

Figura 2. Enfermera Josefina Henao de Carvajal.

nales en Enfermería, debido al no amparo de estos en la ley 80 de 1980. Los docentes vinculados a la Universidad del Tolima y que desempeñaban funciones en la entonces Escuela de Auxiliares, fueron reubicados en comisión en distintas dependencias de la Universidad, tales, como: Oficinas de Planeación, Vicerrectoría Académica, Bienestar Universitario e IDEAD, entre otros. Posteriormente en el año de 1985, se crea el Centro Especial de Educación en Salud (C.E.E.S.), con seis profesionales de Enfermería adscritos: las profesoras Josefina Henao de Carvajal (en la figura número 2), María Estela Parra de Salas, María Rubelia Arias de Ospina, Blanca A Suarez de Santacruz, Betty María Sánchez de Parada y Francia Helena de Betancourt quienes inician el trabajo de elaboración del Proyecto de Estudio de Factibilidad para el programa de Enfermería. En el mes de febrero de 1988 este Centro, por asignación del Doctor Iván Melo del Vasto quien se desempeñaba como rector de la Universidad del Tolima, continúa su trabajo con asesoría de profesionales de Enfermería de la Universidad Surcolombiana como Gloria Gutiérrez Andrade, María Olga Salazar Lozada y con profesionales de Enfermería de reconocida trayectoria en el municipio de Ibagué, Bertha Castillo Rengifo, Rosabel Uriarte, Nidia Nieto Cárdenas y Luz Mery Hernández(4). El acuerdo del Consejo Superior de 4 de abril de 1989 crea

la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Tolima. El acuerdo 021 de 4 de abril de 1989 crea el programa de Enfermería y aprueba el plan de estudios. Finalizados los trámites pertinentes los documentos son enviados al ICFES, entidad que otorgó la licencia de Funcionamiento al programa de Enfermería de la Universidad del Tolima, mediante resolución No. 013 del 10 de julio de 1992. Desde el punto de vista estructural para esta fecha, el programa de Enfermería es el único programa académico de la Facultad de Ciencias de la Salud, e inició labores académico - administrativas en el periodo B de 1993 con 30 estudiantes y 6 profesores de planta de tiempo completo. El plan de estudios inicial contemplaba una duración de nueve semestres académicos conformados por un total de 3658 ULAS (Unidades de Labor Académica) de las cuales en 57,8 % correspondían a las del campo de formación especifica, el 25,8% a las del campo de formación científica e investigativa y el 16,4% restante a las del campo de formación social y humanística. El objetivo principal planteado fue: “la formación de profesionales de Enfermería capaces de afrontar el fenómeno salud-enfermedad con todas sus implicaciones bio-sico-sociales para brindar atención preventiva, promocional, terapéutica educativa y de rehabilitación al individuo, familia y comunidad.”(5).

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Elizabeth Fajardo Ramos, Martha Lucía Núñez Rodríguez, José Humberto Químbayo Díaz

En el año 1996, se modifica el plan de estudios inicial mediante el Acuerdo No. 040 de l996 con el fin de responder a la necesidad de reubicar las asignaturas y complementarlas con una “mayor fundamentación e integralidad del conocimiento en las áreas básicas, profesionales y social humanística”(6). La última modificación al plan de estudios del programa se realiza mediante Acuerdo No. 031 del año 2006; emanada del consejo de Facultad, con el fin de responder a la necesidad de adoptar el sistema de créditos académicos y atender la recomendación del Ministerio de Educación Nacional(7). Luego de lograr está importante modificación del plan de estudios, la comunidad educativa del programa asume un nuevo reto, continuar trabajando de manera ardua en el proceso de autoevaluación para lograr ser reconocido como un programa de excelencia académica por el Ministerio de Educación Nacional. Como resultado de este arduo trabajo, el Programa recibe del Ministerio de Educación Nacional, la Acreditación de Alta Calidad mediante resolución No. 1974 de 28 de enero de 2013(8). La decanatura de la Facultad de Ciencias de la Salud ha sido ocupada en su orden por: la Enfermera Josefina Henao de Carvajal, María Irley Orjuela(e), Enfermera, María Estela Parra de Salas (miembro del grupo fundador del programa de Enfermería), el médico, Jesús Ramón Rivera

Figura 3. Aulas de la Universidad del Tolima

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Bulla, la enfermera Francia Elena Betancourt (miembro del grupo fundador del programa de Enfermería), y el médico Héctor Raúl Aguiar Castilla. Además se presentó un período de encargatura donde la decanatura fue asumida durante algún tiempo por la enfermera Betty Sánchez de Parada; quién hizo entrega del cargo al médico Juan Carlos Ferrero Otero, elegido por votación triestamentarìa y quien a la fecha dirige los destinos de la Facultad.

enseñanza de la historia de la profesión de Enfermería e incluir la del programa; como estrategias para promover en los estudiantes el desarrollo de la identidad con la disciplina, el programa académico y la institución Universitaria.

Conclusiones

Se observa un programa aprobado y que obtiene un registro calificado por 7 años, en proceso de autoevaluación permanente con miras a acreditación de alta calidad. Con 553 jóvenes egresados a la fecha y procesos organizados institucionales como del programa.

Desde su creación, la intencionalidad institucional de la Universidad del Tolima fue ofrecer programas de formación académica en el área de la Salud.

Finalmente, el haber obtenido la Acreditación de Alta Calidad para el Programa, se constituye en un reto mayor para la comunidad académica de continuar trabajando arduamente en la implementación del plan de mejoramiento diseñado a partir de los resultados de la autoevaluación realizada para obtener en cuatro años la renovación de la Acreditación de Alta Calidad como mínimo por 7 años más.

Reconocer los eventos que marcaron la historia del programa de Enfermería, permite profundizar en la comprensión del momento histórico y el impacto que las actuaciones de cada uno de los actores involucrados sobre el presente. Conocer la historia permite entender el presente y proyectar el futuro del programa de Enfermería de la Universidad del Tolima. Los currículos de los programas de Enfermería en sus primeros niveles de formación, deben tomar en consideración la

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Velandia Mora, A. Historia de la Enfermería en Colombia. Bogota: Ed Universidad Nacional de Colombia. 1995. p 86. 2. Prellezo JM, García JM. Investigar: metodología y técnicas del trabajo científico. Madrid: CCS; 2003. 3. ICFES. Informe de la Visita de Evaluacion realizada al Programa de Enfermeria General que pretende ofrecer la Universidad del Tolima en la Ciudad de Ibagué. Bogota. 1979. 4. Centro Especial de Educación en Salud. Proyecto para la Carrera de Enfermeria de la Universidad del Tolima. Ibagué: Universidad del Tolima. 1991. 5. Consejo Superior Universidad del Tolima,. Acuerdo 021 de 1989. Ibagué. 1989. 6. Consejo Academico Universidad del Tolima, C. A. Acuerdo 040 de 1996. Ibagué. 1996. 7. Consejo de Facultad. Facultad de Ciencias de la Salud. Acuerdo 0031 de 2006. 8. República de Colombia. Ministerio de Educación Nacional. Resolución Nº 1974 del 28 de febrero de 2013. Por medio de la cual se otorga la Acreditación de Alta Calidad al Programa de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Tolima.


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