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Pilar Sordo: la escritura como un puente para afrontar la vida
Escribir es fruto de la casualidad. Antes de incursionar en el mundo editorial, Pilar Sordo ejerció como psicóloga, una profesión que mantiene a la par de su producción literaria, que suma cinco publicaciones, todas catalogadas como best seller por sus altos niveles de aceptación. Por Fátima Cárdenas
L
os puntos álgidos de la vida de Pilar Sordo han servido como motivaciones para ahondar en cómo los demás viven los procesos emocionales que a ella le ha tocado vivir. “Nunca planifiqué, soñé ni pensé investigar o escribir. Fui entrando en el mundo de la autoría de libros a partir de que me fueron pasando cosas, tanto en mi mundo personal como profesional, que me volvieron curiosa para tratar de resolver preguntas sobre lo que me pasaba a mí y al resto de las personas”, comenta. Su primera obra nace de la ruptura de una relación sentimental. Su divorcio fue el disparador de una investigación que se plasmó en su primer libro, publicado en el
2005, Viva la diferencia, cuyo título es una suerte de alegoría de aquellas brechas que pueden llevar al traste años de relación. La autora plantea preguntas tan íntimas como universales: “¿Por qué las mujeres nos quejamos todo el día? y ¿por qué cuando las mujeres hablamos de nosotras nunca hablamos de nosotras sino de ellos, los hombres?”. Con esos cuestionamientos, surgieron nuevas interrogantes que tenían que ver con lo que finalmente define ese libro: las diferencias entre hombres y mujeres que no tuvieran que ver únicamente con la cultura; un bosquejo que trazó el camino de un estudio y finalmente de la publicación de Viva la diferencia.
Y es que si hay algo a lo que Pilar se aferra es a la necesidad de indagar, de trazar líneas de exploración. “No escribo ningún libro si no logro tener información que valga la pena mencionar”, confiesa. La muerte de su esposo fue el detonante de Bienvenido dolor, su más reciente obra, en la que aborda qué pasa con el dolor y las enfermedades terminales en distintos países de América, entre ellos Ecuador. A la pregunta de ¿cómo viven los ecuatorianos la pena, el dolor?, responde que “la docilidad con que viven la cotidianidad y enfrentan sus conflictos también los hace dóciles en la forma de resistir el dolor”. En Ecuador, precisa, “se vive el dolor muy secretamente, desde la soledad más profunda de cada ser, sin mucha comunicación, e incluso dentro de la familia se comparte poco, los hombres sancionan mucho a las mujeres para apurarlas a salir de la situación y que estén bien, y al final se genera una especie de secreto o de contrato tácito de no hablar del tema”. Pilar considera que el dolor debe exteriorizarse porque el intento de hacer como si este no existiera es aún más dañino. Para quienes están dolidos porque perdieron a alguien esta escritora aconseja aprender a caminar con eso, “y en esa caminata puede haber días pésimos y días maravillosos, pero es un camino que hay que seguir”.
Pilar Sordo en cada libro • Viva la diferencia, Editorial Norma, 2005: “Quería saber qué había pasado con mi divorcio, por qué me separé de un hombre bueno, y qué fue lo que no se cuidó en la relación”. • No quiero crecer, Editorial Norma, 2009: “Surge después de escuchar a cientos de chicos en Latinoamérica que no quieren ser adultos y no tienen ganas de asumir responsabilidades”. • Lecciones de seducción, Editorial Norma, 2010: “Tiene que ver con el porqué algunas mujeres no se cuidan y otras, entre ellas las ecuatorianas, se preocupan por tener un bonito corpiño y una bonita ropa interior, aun cuando no tienen pareja”. • Bienvenido dolor, Editorial Planeta, 2012: “Mi esposo muere de cáncer y, a partir del acompañamiento de personas en procesos de duelo, empiezo a indagar qué pasa con el dolor y con las enfermedades terminales en distintos países de América Latina”. =