La decoración de dormitorios infantiles es una actividad que se convirtió para Ana Belén Hernández en un abracadabra.
Foto: ©Amaury Martínez/13.
El arte de fundir vidrio a altas temperaturas le ha significado a Paola Pereira un oficio adicional en el que se siente feliz.
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Foto: ©Amaury Martínez/13.
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na Belén Hernández escogió la pintura country o sobre madera para decorar dormitorios infantiles. Hace cinco años inició esta actividad con el afán de sentirse útil y ocupar el tiempo en algo de su agrado. La inspiración, según comenta, le llega a través de sus dos hijos, pues se fija en sus gustos y también se guía por lo que está de moda. La edad del niño, la forma del dormitorio y el presupuesto de cada cliente son los factores que toma en cuenta en cada “pequeña obra de arte”. Le gusta pensar, dice Ana Belén, que dota a los dormitorios de un ambiente “más artístico y completo, con un toque personal”. Al comienzo llamaba por teléfono a sus amigas para ofrecer sus productos, pero desde hace un año negocia por internet, a través de su cuenta en Facebook (Abracadabra Magia en Madera). “Es un trabajo constante, siempre hay que publicar cosas nuevas, cualquier noticia, novedad o saludo”, señala. Las ferias también le han servido para aumentar sus clientes y, por eso, admite, no descarta ninguna estrategia de posicionamiento.
l gusto por las manualidades y la incursión en un negocio que le proporcionara independencia llevaron a Paola Pereira a buscar en internet alguna labor que llamara su atención. Encontró el arte de la vitrofusión (fundir vidrio a altas temperaturas) que, además de interesante, le pareció un tipo de manualidad relativamente nueva en Guayaquil, por lo que resultaba doblemente favorable. Admite que “hay poco conocimiento sobre este arte y no se compra mucho”, pero señala que esa debilidad podría transformarse en una fortaleza y que, incluso, si le dedicara el cien por ciento de su tiempo, “podría ser rentable”. Paola trabaja en una empresa y tiene tres hijos, razones por las cuales las manualidades ocupan una parte de su tiempo libre. Elabora joyas y lámparas con diseños únicos. Lleva dos años y dice sentirse feliz porque “enrumba su propio camino”. Gracias al “boca a boca” de amigas y clientes, una mayor difusión en Facebook (Pioly Vitro), y a su continua participación en ferias y publicidad, espera consolidar en un año más su emprendimiento.