Las claves del embarazo y la maternidad

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Las claves

del embarazo y la maternidad La maternidad es la experiencia más trascendental en la vida de una mujer. De allí que sean muchos los aspectos que se deben tener en cuenta antes de asumirla. De la A a la Z, todo lo que usted debe saber acerca de ella. 40

Preconcepción

Antes de concebir, el estado de salud de la pareja es una condición para garantizar bebés sanos.

fotoS: PANTHERSTOCK/OTHERIMAGES.

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l examen preconcepcional es el primer paso para saber si la pareja está en condiciones de procrear, un tema que cobra mayor importancia como parte de la salud y de los cuidados dirigidos a la procreación. No solo es cuestión de planificar el periodo en que se desea tener un bebé, sino de prevenir riesgos y tomar medidas que garanticen un embarazo satisfactorio. Se trata de un estudio que se inicia con la historia clínica pormenorizada de la pareja. El ginecólogo Francisco Cruz no deja dudas al respecto y asegura que “la preconcepción es importantísima para mejorar las condiciones tanto de la mujer como del hombre antes de tomar la decisión de tener hijos”. Una vez que se hacen los exámenes, el médico tiene elementos para dar las indicaciones pertinentes. Si se encontrara alguna enfermedad o patología, sería el momento oportuno para tratarlas y lograr niveles de salud ideales, previos a la concepción. La consulta preconcepcional adquiere mayor sentido frente a diversos factores a los que está expuesta la pareja, como el tipo de alimentación, la tensión, el estrés, los contaminantes ambientales y las drogas, que repercuten, por ejemplo, “en que el hombre tenga cuentas de espermatozoides bajos o con escasa movilidad, o que la mujer tenga periodos ovulatorios alterados o irregulares con cambios hormonales que influyen en la fertilidad femenina”, precisa Cruz. =


Embarazo El acompañamiento médico es vital para tener un embarazo sano y satisfactorio.

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a futura mamá debe prepararse para los cambios biológicos y físicos que implica la gestación de un nuevo ser, pero este proceso comienza mucho antes de que empiece a crecer su vientre, pues los primeros controles médicos se inician justo cuando la pareja ha tomado la decisión de tener hijos. Francisco Cruz afirma que, una vez se toma la decisión de tener hijos, los futuros padres deben realizarse exámenes de rutina y, si el caso lo amerita, algunos especiales como el espermatograma en el hombre, mientras se investiga qué vacunas ha recibido la futura mamá con el propósito de protegerla de enfermedades como la rubeola, por ejemplo, que representa, como la hepatitis B, un alto riesgo durante el embarazo. Una vez que se verifica el embarazo, se vuelve a comprobar el estado de salud de la futura madre y hasta las 14 semanas de gestación se debe realizar un screening (pruebas de laboratorio y ultrasonido) para descartar enfermedades cromosómicas o malformaciones en el bebé. Los controles médicos a la paciente son mensuales y en el último trimestre más frecuentes para garantizar un embarazo normal y un parto satisfactorio. Cruz agrega que es importante que en la consulta preconcepcional y en los primeros meses del embarazo se alerte “sobre una madre con RH sensibilizado (madre ORH negativo - padre ORH positivo) o con antecedentes que hagan pensar en un síndrome de antifosfolípidos (SAF) o una hipertensión inducida por el embarazo, entre otros aspectos”.

Embarazos múltiples Durante las primeras veinte semanas de gestación, se sigue la rutina citada anteriormente, pero al llegar a la segunda mitad del embarazo los controles son más frecuentes. Además de los cuidados naturales de un embarazo gemelar, podría aumentar el riesgo de un parto prematuro, por lo cual a partir de la semana 28 el médico estará vigilante acerca de la maduración de los pulmones fetales para evitar complicaciones respiratorias en los recién nacidos.

Parto El neonatólogo (pediatra) que asiste el parto chequea el estado del bebé, considerando el denominado índice de Apgar, que contempla color cutáneo, frecuencia cardiaca, respiración, tono muscular y fuerza

del llanto. Según una puntuación establecida para cada aspecto, se suma cada uno y, si el resultado es menor a siete puntos, se sabe que hay alguna deficiencia que requiere atención. Esa puntuación sirve para evaluar al neonato en una forma ideal y segura, con lo cual se llega a un epílogo feliz que se inicia en la consulta preconcepcional. =


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La piel

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Durante el periodo de gestación, el cuerpo sufre algunos cambios y son muy evidentes los que se producen en la piel por acné, manchas, estrías y várices.

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o todas las mujeres sufren los mismos trastornos ni con la misma intensidad, pero la prevención es el arma adecuada para evitar consecuencias mayores. De hecho, la piel se expande y los niveles hormonales varían, siendo natural que aparezcan alteraciones que desaparecen o se atenúan tiempo después de dar a luz. La piel se reseca y se vuelve más sensible, por lo cual, además de la rutina humectante y nutritiva, debe cuidarse la exposición al sol usando protector solar, gafas y sombrero. En el rostro es posible que aparezcan manchas oscuras, pero el consumo de frutas y verduras que contengan betacaroteno estimulará la producción de melanina en la piel y la protegerá de los rayos UVA y UVB. De la misma manera, las várices deben ser atendidas con reposo, con las piernas en alto y no permaneciendo mucho

tiempo de pie, sin olvidar que la gimnasia indicada para embarazadas y una alimentación rica en vitamina C propician una mejor circulación de la sangre. Un factor muy importante es mantener la hidratación de la piel con la ingestión de agua y de zumos de frutas y hortalizas. De acuerdo con el libro La despensa de la belleza, son beneficiosos los zumos de naranja, sandía, fresa, tomate, pepino, zanahoria y remolacha, además de los caldos de verduras. Una de las alteraciones más frecuentes es la aparición de estrías en las zonas de los senos, el abdomen, las caderas y los muslos. Para prevenirlas, señala la publicación, no basta con usar productos cosméticos, sino tomar en cuenta los nutrientes: • Vitamina C: favorece la hidratación y la elasticidad de la piel, y estimula la generación de colágeno. Se encuentra en frutas y verduras. • Vitamina E: actúa como antioxidante. Está presente en almendras, avellanas, germen de trigo, aceites de girasol y oliva, y aguacate. • Betacaroteno (provitamina A): regenerador celular. Característico de hortalizas (calabaza y zanahoria) y frutas (mango, melocotón y albaricoque). =


El caudal y acceso a la información sobre la maternidad y la frecuencia de los controles obstétricos disminuyen las sorpresas para una mamá primeriza.

Vacunación

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unque “hay ciertas cosas de la teoría que no coinciden con la práctica”, según dice el pediatra Patricio Bonilla, en realidad son muy pocas las inconsistencias y hoy en día la mujer está preparada para asumir la maternidad, pues cuenta con información pertinente y la asistencia permanente en los controles obstétricos. Al respecto refiere algunos aspectos de interés, aunque lo mejor es consultar siempre a los especialistas, porque, como comenta Bonilla, “los bebés no llegan con un manual de instrucciones, es decir, cada niño es un ser distinto y no se puede estandarizar el comportamiento de cada madre ni de cada bebé”. Problemas físicos del bebé: lo que más preocupa a la mamá es si el recién nacido tiene un soplo en el corazón. Muchas veces son soplos fisiológicos y no influyen negativamente en la vida del niño. El llanto: es normal que al nacer el bebé llore por la adaptación a un medio extrauterino, pero no es una condición indispensable. Lo imprescindible es que el bebé esté bien oxigenado, con o sin llanto. Enfermedades: normalmente, los bebés en la fase inicial de su vida son sanos y se enferman muy poco. En caso de fiebre, tos o algún síntoma preocupante, es mejor acudir al

Las vacunas establecidas por el Ministerio de Salud durante el primer año de vida del bebé son las siguientes: BGG Hepatitis B Pentavalente Antipoliomielítica oral (OPV) Neumococo conjugada Antipoliomielítica inyectable (IPV)

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La llegada del bebé

pediatra. No obstante, los padres deben saber que hay varias manifestaciones que se deben al entorno en el que se encuentra el bebé, como enfermedades respiratorias por contagio, entre ellas la gripe y el catarro. La bronquiolitis o el broncoespasmo, por lo general, tienen un componente viral, pero son las menos frecuentes. Baños: al bebé hay que bañarlo diariamente y vestirlo en el mismo sitio donde se baña, evitando corrientes de aire. No se deben utilizar productos que contengan perfume o alcohol. Es ideal un jabón de glicerina y luego del baño aplicarle aceite de almendra natural. El sol: el baño de sol es muy importante para acelerar la eliminación de la bilirrubina, que cuando se mantiene en niveles altos en la sangre se manifiesta en la coloración amarilla que adquieren la cara, el tronco y las extremidades del niño. La exposición directa al sol del recién nacido totalmente desnudo debe durar cinco minutos por cada lado. Horario ideal: 8:00 a.m. a 10:30 a.m. =


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El alimento perfecto El periodo de lactancia exige altos niveles nutricionales y energéticos que aseguren salud y bienestar.

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a leche materna es un alimento extraordinario que garantiza el crecimiento, desarrollo y fortalecimiento del vínculo afectivo con el bebé. Está compuesta de hidratos de carbono, grasas y proteínas, y protege al recién nacido de alergias, enfermedades de la piel, desnutrición, obesidad, diabetes juvenil y deficiencia de micronutrientes, según Unicef. Muchas madres muestran preocupación sobre la alimentación del bebé, pero ese temor desaparece a los tres o cuatro días del parto, cuando la mamá produce una buena cantidad de leche materna, comenta el pediatra Patricio Bonilla. Su valor es tal que se le ha llamado “el alimento perfecto” y se le considera como la primera inmunización que reciben niños y niñas. Por eso, la lactancia materna es ideal hasta el año y medio o dos años, aunque la tendencia es que se mantenga hasta el primer año. El recién nacido, advierte el pediatra, depende directamente de la alimentación de la madre, por lo cual si ella mantiene una dieta equilibrada y saludable, no deben producirse problemas digestivos en el bebé. Recomienda no consumir coliflor, brócoli, col, granos de color café como lentejas, ni tampoco en exceso leche y carnes,

incluido el pollo. Puntualiza que es importante la abundancia de líquido, en especial agua, y que “la mamá no debe comer alimentos que nunca ha tolerado o no está habituada a consumir, así evitará malestares”. Por su lado, la publicación La despensa de la belleza indica que la gama de alimentos básicos abarca lácteos, carnes, pescados, huevos, cereales, legumbres, hortalizas, frutas y aceite de oliva. La madre, se aclara, requiere aportes calóricos —500 calorías—, tomando en cuenta que la segregación diaria de 750 ml de leche equivale a 500 o 600 calorías. Además, es adecuada una provisión de calcio y vitaminas A y D. En casos de intolerancia a la leche, se puede optar por soya, frutos secos y sardinas, que también son ricos en calcio. =


Embarazo precoz Ecuador encabeza, en la región andina, los índices de embarazos en adolescentes: 37 de cada 100 son no deseados. Por Ángela Meléndez

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oledad no fue la primera en enterarse de que estaba embarazada. Acudió a una cita de control ginecológico y el médico, en lugar de referirse a ese particular, dijo: “Veo un embrión”, y la primera que escuchó esa frase fue la madre de Soledad, quien no pudo evitar desvanecerse en pleno consultorio. La verdad es que, a sus 15 años, no esperaba tener un hijo, no estaba entre sus planes, y hasta creía que por sus ciclos irregulares y desfases hormonales no cabía esa posibilidad. Ahora, Soledad es madre de una niña de 6 años, mientras que ella, con 22, avanza al tercer año de su carrera universitaria. La historia de Soledad no es diferente a las de otras adolescentes que, al quedar embarazadas, enfrentan “la desaparición” del novio y la crítica o rechazo de sus padres, porque obviamente siempre piensan en una vida diferente para sus hijas. Por lo general, muchas adolescentes con una experiencia similar reconocen que la maternidad las hace madurar y que, aunque tenían información sobre sexualidad, creyeron que tener relaciones sexuales con su novio no derivaría en un embarazo. Aunque no hay arrepentimiento por tener un hijo, saben que podían “haber hecho las cosas de otra forma”. El último censo de población, del 2010, reveló que de las 705.163 adolescentes censadas, 121.288, es decir, 17,2%, han sido madres. Según datos del Ministerio Coordinador de Desarrollo Social, Ecuador, junto a Venezuela, está a la cabeza del embarazo adolescente en la región andina, pues 37 de cada 100 embarazos son no deseados, lo cual, consideran las autoridades, se debe a la falta de información y al miedo o la vergüenza de hablar abiertamente sobre la sexualidad. Las estadísticas reflejan que la mayoría de embarazos precoces corresponde a jóvenes con niveles educativos bajos y de sectores de menores recursos, pero este fenómeno social también está presente en otros estratos, tal como le pasó a Soledad, que estudiaba en un colegio privado, en el que por añadidura recibía clases de educación sexual.

El Plan Andino de Prevención del Embarazo en Adolescentes señala que en Ecuador dos de cada tres adolescentes, entre 15 y 19 años y sin educación formal, han enfrentado la maternidad; además, el embarazo precoz creció en la última década, alcanzando 74% en menores de 15 años y 9% en mayores de 15. “Un embarazo en la adolescencia se traduce en 2,5 años de escolaridad menos para las mujeres y, por cada hijo adicional, las mujeres tienen un año menos de escolaridad”, alerta el Plan Andino, el cual añade que las mujeres que no terminan los estudios tienen menos oportunidades de trabajo y menores ingresos. Ecuador puso en marcha una estrategia intersectorial de prevención y capacitación, y se ha fijado la meta de reducir en el año 2013 en 25% el número de embarazos entre adolescentes y de embarazos no deseados. =


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Prevención Simulación en tiempo real: la experiencia de ser mamá o papá por un corto tiempo deja una sabia lección de responsabilidad en adolescentes y jóvenes.

fotoS: ©Paúl Navarrete.

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ace más de dos décadas comenzó la experimentación con simuladores de bebés. El ingeniero de la NASA Rick Jurmain y su esposa se interesaron por la prevención de los embarazos en adolescentes y crearon la empresa Realityworks (‘Vívelo-apréndelo’), a lo cual siguió el aprendizaje vivencial sobre la maternidad y la paternidad con la invención del simulador Bebé RealCare. Con ese antecedente, la educadora puertorriqueña Yolanda Meléndez, especializada en ciencias de la familia, creó un proyecto educativo de prevención para jóvenes que en el ámbito latinoamericano se implementó por primera vez en su país de residencia, Costa Rica. Esa herramienta pedagógica se ha difundido a través de la organización fundada por Meléndez —BPB (Bebé-Piénsalo

Bien) Educativos— en Panamá, Guatemala, República Dominicana, México, Ecuador, entre otras naciones. Empower Consult, con especialistas en psicología y salud, es la empresa ecuatoriana acreditada por BPB Educativos para poner en práctica el programa en nuestro país. Gonzalo Jarrín, director de consultoría y capacitación de Empower Consult, explica que el proyecto arrancó hace dos años y se han capacitado alrededor de cinco mil alumnos de nivel secundario, en el noroccidente de Pichincha y Quito, con el apoyo del gobierno y el patronato de la provincia de Pichincha. “Los chicos y chicas son sensibilizados sobre cómo les cambiaría la vida si tienen hijos y de alguna manera esto logra aterrizarlos en la realidad de que un bebé es un tema muy serio, que no es ningún juego”, manifiesta Jarrín. La capacitación psicológica y fisiológica es de 35 horas e incluye charlas de motivación del destacado montañista Iván Vallejo, quien es socio del proyecto, explica el consultor de Empower Consult. La malla curricular permite un conocimiento integral que va desde el embarazo en la adolescencia, infecciones y enfermedades de transmisión sexual, la anticoncepción, las relaciones afectivas y el costo económico de

la vida familiar y la llegada de un hijo, hasta la opción “voluntaria” de llevar un bebé simulador a casa y encargarse de su cuidado en todas sus facetas. Los estudiantes experimentan, por ejemplo, cómo se siente un embarazo de nueve meses con el Simulador de Perfil de Embarazo, de 25 libras de peso; otros temas muy importantes son el impacto del alcoholismo y la drogadicción, en los que se utilizan simuladores que recrean cómo sería un bebé de padres con esos problemas. En esta misma línea, una experiencia motivadora es el simulador Bebé RealCare, con características de un recién nacido, en cuanto a peso, tamaño y las funciones básicas de alimentación, cambio de pañal y reclamar atención cuando llora. Lo acompaña un kit de biberones, pañales y ropa infantil. El simulador tiene en su interior un mecanismo que registra la atención recibida, con lo cual se evalúa el desempeño del estudiante. A los chicos se les coloca un detector (ID) que está programado para “su bebé”. Por ejemplo, cuando el simulador llora, solo puede atenderlo la persona que tiene el ID correspondiente, lo cual apunta a generar responsabilidad en los jóvenes, porque el niño reclamará el cuidado de su mamá y de su papá, asevera Jarrín. =


Disciplina en el hogar Los adultos son responsables de brindar espacios y comportamientos que sirvan de referentes a los niños.

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a psicóloga clínica y educativa Blanca Zea sostiene que la indisciplina y el desorden que muestran los niños se relacionan con la falta de preparación de los adultos para desempeñar la paternidad o la maternidad. “Algunos padres no ejercen sus roles porque son inmaduros, gritones o les falta carácter, y son permisivos, y en estas condiciones es imposible educar al niño”, señala. Añade que en otros casos los padres asumen el papel de “amigos de sus hijos” y olvidan instaurar límites para ejercer apropiadamente la autoridad, un valor, recalca, que “debe existir en una relación sana entre padres e hijos”. Por un lado, es importante establecer comunicación con los niños y con las personas que se relacionan con ellos, y, por otro, observar su comportamiento ayudará a determinar si hay problemas de disciplina en el hogar. Los cambios podrían presentarse en distintos escenarios, ya que son seres biopsicosociales y, por ejemplo, las señales en cuanto a conducta o aprendizaje del niño suelen darse en el desempeño académico en la escuela, en la agresividad, si es tímido o reservado, en el llanto frecuente o en un nivel de alegría extrema. Sin duda, los padres conocen la personalidad de su hijo y pueden notar aquellos comportamientos que están fuera de lo regular. A veces, los signos de alerta se dan en la salud: el niño empieza a

tener ansiedad, fiebre, terrores nocturnos o no avisa que quiere ir al baño. La psicóloga y psicopedagoga especializada en neuropsicología infantil, Arelly Zapata, señala que el mayor problema es que los padres, al enfrentar esas situaciones, no analizan su grado de responsabilidad, sino que buscan culpables externos. Cita como frases comunes de esa actitud evasiva las siguientes: “El niño es agresivo porque la maestra lo permite”, “El niño no está aprendiendo porque la maestra no sabe hacer su trabajo”, o “El niño es enfermizo porque nació así”. En realidad, asevera Zapata, lo que sucede es que “hay una falta de valores como la disciplina y la autoridad dentro del hogar”.

Reglas básicas Zea considera que los padres deben establecer reglas disciplinarias en el hogar con los siguientes parámetros: • Jamás permitir que sus hijos les falten al respeto. • Determinar normas de vida: horarios, hábitos y tareas que cumplir. • Ser ejemplo y vivir en coherencia con las normas que desean que sus hijos cumplan. • Dar amor y permitir que el niño forme su propia personalidad. • Cumplir las promesas que hacen. • Evitar comparar a los niños, porque

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Por Rossana Naveda

esto solo provoca que las relaciones se alteren de una manera negativa. • No maltratar al niño. • Creer lo que el niño dice.

Y si el padre no está… Una madre soltera, viuda o divorciada puede determinar normas disciplinarias mediante órdenes y límites claros, pero sin abandonar sus emociones básicas, como el afecto. “Cuando el padre no está, la madre asume que tiene que ser responsable de ambos roles y entonces trata de jugar en un escenario para el cual no está preparada ni afectiva ni socialmente”, dice Arelly Zapata. Una mujer, indica, puede ejercer autoridad, pero debe tener cuidado de no olvidar su naturaleza, “pues corre el riesgo de convertirse en una madre dominante y posesiva, lo cual terminaría afectando al niño”. =


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