Revista Agenda Viva. Edición Nº24. Verano 2011

www.felixrodriguezdelafuente.com

«Dios siempre perdona; el hombre, a veces; y la naturaleza, nunca.»

FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE

al descubierto

epicentro

entrevistas

Energía

¿Cuáles son las lecturas que podemos sacar de lo ocurrido en Japón?

Eudald Carbonell_Arqueólogo y geólogo Miguel Delibes de Castro_Biólogo Miguel Ángel Blanco_Artista

EJEMPLAR GRATUITO 2011 Nº 24

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¿Quieres comer más sano? ¿Cuidarte más? ¿Conocer mejor tu entorno? ¿Consumir con más conciencia?

Las respuestas a éstas y otras preguntas en > www.agendaviva.com ¡Soluciones prácticas al dilema de QUÉ HACER para mejorar tu calidad de vida... y la de tu entorno!

Nuestro portal Agenda Viva Digital se inspira en el éxito de la revista que tienes entre tus manos y pretende acercar a los ciudadanos a esa encrucijada del saber donde el medio ambiente es el objetivo y el núcleo alrededor del cual divulgación cientÌfica, arte, cultura, personajes y experiencias, lugares, paisajes, parques, rutas, libros, revistas y webs, permiten abrir ventanas al mundo.

En el portal encontrarás información práctica, con un diseño sugerente y atractivo, que esperamos logre entusiasmarte con unas propuestas que aúnan la responsabilidad medioambiental con la calidad, el ocio y la buena vida, en el mejor de los sentidos.

> www.agendaviva.com "Un portal vinculado a la Plataforma Convergencia RuNa de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente" > www.felixrodriguezdelafuente.com

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Sumario Verano

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www.felixrodriguezdelafuente.com Dirección: Fundación Félix Rodríguez de la Fuente Redacción y coordinación: Beatriz Calvo Villoria >agendaviva@felixrodiguezdelafuente.com

Asesor editorial: Dionisio Romero >dionisio@felixrodriguezdelafuente.com

Maquetación e ilustración: Fernando de Miguel >trazas@telefonica.net

Documentación: Fundación Félix Rodríguez de la Fuente Fotos de cubierta:

portada_Jorge Sierra.(Ver pág. 84)

contraportada_ Fotografía de la erupción del volcán Grimsvötn,

bajo el glaciar Vatnajokull en el sureste de Islandia, 21 de mayo.

Administración_Fundación Félix Rodríguez de la Fuente Oficinas General Oraa 29, 4º izquierda. 28006. Madrid Tel.: 913 896 264.

Fax: 913 896 273 Publicidad en Agenda Viva: Covadonga Molpeceres >covadonga@gg-c.es Teléfono: 629 488 039

Edita_Fundación Félix Rodríguez de la Fuente Imprime_Altair Impresia Ibérica Depósito legal: M-37971-2005

¡NOS HEMOS CAMBIADO DE SEDE! Desde el pasado mes de mayo, : estamos en una nueva dirección rda uie C/ General Oraa 29, 4º izq (28006 Madrid) ¡Tenlo en cuenta!

Impreso en papel FSC ® La redacción de Agenda Viva y la Fundación Félix Rodriguez de la Fuente, como editora, no se hacen necesariamente responsables de las opiniones vertidas por los autores en los artículos de la publicación.

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Colaboradores:

Ángel Febrero >angel@paludario.com

Paco Cantó >fcantop@gmail.com

Jordi Pigem

Agustín López Tobajas

Francesc Gutiérrez

Miguel Martín Álvarez

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editorial Odile Rodríguez de la Fuente_Contra toda lógica

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entrevistas

Veran

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> NATURALEZA: Eudald Carbonell_Arqueólogo y geólogo «Siempre he pensado que la inteligencia operativa es la base de nuestra conciencia.» > CIENCIA: Miguel Delibes de Castro_Biólogo «La biodiversidad y los humanos de todas las razas nos salvaremos o nos hundiremos juntos.» > ARTE: Miguel Angel Blanco_Artista «El bosque vela y revela, esconde sus misterios y los descubre a quienes están atentos.»

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al descubierto Beatriz Calvo Villoria_Energía

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epicentro

> TEMA A DEBATE: ¿Cuáles son las lecturas que podemos sacar de lo ocurrido en Japón?

> MESA REDONDA: Francisco Castejón, Antonio Cendrero Uceda, Enrique Galán Santamaría, Rafael Hernández del Águila, Félix Rodrigo Mora y Eduard Rodríguez Farré.

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el Hombre y la Tierra Granxa Familiar. Una red de consumo alternativo que dignifica

el medio rural gallego

Experiencias ejemplares

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cuaderno de bitácora > Expedición Félix Rodríguez de la Fuente: La huella de Félix en la cuna de la humanidad: África Jordi Serrallonga > AVANCES DE LA FUNDACIÓN

> «Yo quiero ser un lobo». Testing fotográfico en homenaje a Félix

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la huella de Félix El arte de cetrería_Félix Rodríguez de la Fuente

> EN LA MEMORIA DE... Carlos de Prada_Naturalista

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entre palabras Publicaciones de ciencia y naturaleza_Jordi Pigem

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participa > PARQUES NACIONALES: Monfragüe, donde el hombre convivía con

la naturaleza

> Madrid necesita “la bici”

> REDES EN ACCIÓN: Fundación Ecoagroturismo

> Miradas de naturaleza

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vive Madrid Agenda de verano / No te pierdas / Excursión: ascensión al Pico del Nevero, paisajes y glaciares de otros tiempos

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agenda viva menuda Menuda programación / El pequeño naturalista: ficha de verano

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editorial

Contra toda lógica

Detrás de la belleza de la naturaleza, de un paisaje, de los árboles, los insectos, los cetáceos, por nombrar algunos de sus componentes, yace una funcionalidad óptima cin­ celada por millones de años de evolución. Cada individuo, cada especie, cada ecosistema, cada elemento, se entre­ laza con lo que le rodea y sostiene, de forma indisociable, para formar un todo que se autorregula generando las condiciones óptimas para la vida. Cuánto tenemos que aprender de la naturaleza... Escapa a toda lógica que en algún momento de nuestra efímera historia hayamos decidido emprender una lucha contra ella, una lucha, perdida de antemano, cuyo paradójico fin era el de domi­ nar nuestro entorno y someterlo a nuestras reglas en contra de nuestra propia supervivencia. Es escasamente inteligente desperdiciar una biblioteca de sabiduría millo­ nes de veces más vasta que la de Alejandría, para no sólo darle la espalda sino ir poco a poco destruyéndola para desgracia de futuras generaciones.

En un planeta con condiciones primordialmente adversas a la vida, ésta no sólo ha aparecido sino que ha ido lentamente infiltrándose en sus epitelios, generando las condiciones idóneas para que prosperase una diver­ sidad fulgente. ¿Cómo consigue la vida reconvertir la escasez en abundancia?, ¿cómo utiliza la energía para alimentar toda su diversidad sin generar residuos?, ¿cómo añade más y más capas de aprovechamiento de los recursos redundando en el enriquecimiento y la robustez del conjunto? Ésas son las preguntas que debe­ ríamos dirigir a la biblioteca viva del planeta Tierra, dedi­ cando a nuestros mejores y más talentosos eruditos a traducir fórmulas que han demostrado funcionar tras millones de años de ensayo y error. Y sin embargo aquí estamos, torpe y burdamente creando energía que ali­ menta una sed patológica de consumo a costa de nuestro futuro que ya se torna presente. En una economía ruino­ sa y contraproducente, hemos tomado prestado de la naturaleza y de la humanidad, sin intención de saldar una cuenta que vamos posponiendo. Y mientras, damos la espalda a las señales que nos recuerdan que el sistema de la vida no funciona así. ¿Y por qué nos empeñamos en no ver la fuente de abundancia y sabiduría que yace en la naturaleza? ¿Es que acaso nadie percibe la diferencia

entre la belleza de un sistema que funciona, como podría ser un bosque, y otro que va en contra del sentido común, como es una mina a cielo abierto, una incineradora o una planta de energía nuclear? Y no es banalizar afirmar que a veces las lecciones más profundas y elocuentes yacen bajo un velo de belleza y sencillez que otorgan todavía mayor sentido a sus lecciones. No podemos seguir tole­ rando los argumentos que se esgrimen para defender un modelo autodestructivo. No es verdad que ese modelo sea el único que puede garantizar alimentos, energía y dinero para todos. Tenemos el argumento contrario al alcance de nuestros adormecidos sentidos. En la natura­ leza no sólo hay abundancia para todos sino que entre todos se crea más y más abundancia en beneficio de todos. Ése es el único sistema que, incorporando un sen­ tido de contención y límites consustanciales a la realidad, construye ad eternum, llevado por la pulsión creativa que es la vida, hacia un enriquecimiento y robustez crecien­ tes. En una danza embriagadora entre la oportunidad de estar vivos y la humildad de sabernos una brizna sin ape­ nas significación en el todo, está el equilibrio. Hay tanto que aprender sobre cómo vivir, cómo sobrevivir, cómo crecer y cómo ser... Necesitamos mucha más humildad para entendernos en el tiempo y el espacio y mucha más soberbia para reivindicar nuestro futuro robado.

En este número abordamos el complejo tema de la energía, reflejo cristalino de una sociedad en crisis que debe reinventarse. En las entrevistas, con una visión más científica de lo habitual, reflexionamos sobre nuestros orígenes y deriva. En El Hombre y la Tierra, otro regalo directo de la tierra: productos que acarician nuestros sentidos fruto de una lógica natural que ensalza los valo­ res que creemos vitales para este nuevo ciclo de la humanidad. Un número más te invitamos a seguir nues­ tros pasos leyendo el cuaderno de bitácora de la Fundación. Esperamos acercarte, en este vigésimocuar­ to número de AgendaViva, un mundo de abundancia, cre­ atividad y esperanza que espera paciente a ser descu­ bierto por personas como tú.

Odile Rodríguez de la Fuente

Bosque de kelp gigante (Laminariales) en el รกrea marina protegida de las Islas del Canal, en California, EE.UU.

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02 entrevistas

A través de tres entrevistas a representantes de la ciencia, la naturaleza y el arte, aspiramos a ir desvelando las inquietudes y propuestas de personas que se aproximan al conocimiento de la vida desde ángulos aparentemente diferentes. Tres voces, tres maneras de observar y expresar el mundo que nos rodea, desde los distintos ángulos de una misma geometría. En este número:Eudald Carbonell, Arqueólogo y geólogo ; Miguel Delibes de Castro, biólogo, y Joseph María Mallarach, consultor ambiental.

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En la página anterior, una pareja de delfines (Tursiops truncatus) ascendiendo a la superficie.

A la izquierda, la bailarina española Tamara Rojo (Premio Príncipe de Asturias de las Artes) y el bailarín británico Jonathan Cope en el cartel promocional de la producción del Royal Ballet de la obra Ondine, del compositor Hans Werner Henze con coreografía de Frederick Ashton.

Selección de imágenes de Fernando de Miguel.

Abajo, la nave Necker Nymph, diseñada por el ingeniero e inventor de vehículos submarinos Graham Hawkes. Denominada como el primer “avión submarino” es un vehículo triplaza que puede descender hasta 30 metros de profundidad y se alquila como parte de un paquete turístico de lujo en la isla Necker, propiedad de la empresa Virgin en las Islas Vírgenes Británicas.

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entrevistas

Eudald

Carbonell

Arqueólogo y geólogo «Siempre he pensado que la

inteligencia operativa es la

base de nuestra conciencia.»

Continúa siendo un misterio cómo una agrupación altamente organizada de átomos, de moléculas, de ácidos nucleicos, de proteínas, de bases nitrogenadas, de un sinfín de complejas estructuras moleculares termina constituyendo los organismos primigenios que han dado lugar por evolución a los seres vivos. Y cómo, a su vez, 3.800 millones de años de evolución han logrado que un ser vivo pueda preguntarse sobre esta cuestión. La materia «adquiere» conciencia y reflexiona sobre sí misma. En esta conversación mantenida en la sede de la Fundación Atapuerca, en Ibeas de Juarros, al lado de los mundialmente célebres yacimientos, Eudald Carbonell i Roura (Ribes de Freser, Gerona, 1953) habla sobre la conciencia, el proceso inconcluso de humanización, la socialización de la ciencia, la importancia clave que ha tenido la tecnología para humanizarnos, el papel que tiene el sexo socializado o la emoción del descubrimiento arqueológico. Carbonell es actualmente el investigador principal del Grupo de Autoecología Humana del Cuaternario de la Universidad Rovira i Virgili y director del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES). Eudald Carbonell junto a Juan Luis Arsuaga y José María Bermúdez de Castro son los actuales codirectores de los yacimientos de Atapuerca y codescubridores del Homo antecessor, el homínido pionero, posible antepasado común de neanderthales y humanos modernos.

Recuerdo una historia de los antepasados de la humanidad que me atrapó desde la primera vez que la leí hace ya bastantes años. Me refiero a las huellas fósiles de Laetoli, en el norte de Tanzania.

Pertenecen a tres individuos de la especie Australopithecus afarensis y tienen una antigüedad de 3,6 millones de años. La particularidad es que en ellas se aprecia que estos individuos ya caminaban erguidos. Es el rastro de pisadas más antiguo que se conoce de antepasados del hombre.

Del estudio que se ha hecho de este rastro se deduce, en efecto, la presencia de tres especímenes de Australopithecus afarensis que son un macho, una hembra y una cría. Da la impresión que estaban solos y que podrían formar una familia. Su caminar es tran-

quilo, da la sensación de una estampa normal, coti­ diana: transitaban por allí, cerca del volcán Sadiman, que era un lugar que seguramente debían conocer.

Sin embargo, lo más probable es que entonces se viviera en bandas, eso parece lo más lógico desde el punto de vista de la supervivencia. Yo creo que lo que muestran estas huellas es tan sólo un fragmento de una banda, de un grupo. Me parece inconcebible que tres de esos homínidos pudieran vivir aislados. Y tam­ poco podemos pensar en términos de una familia como ahora la entendemos. Estoy convencido de que si tuviéramos una imagen real de la escena, ésta tendría como escenario la llanura con una vegetación tipo sabana, con el volcán al fondo y una banda de homínidos sociales siguiendo una determinada ruta conocida.

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9 Reconstrucción en un diorama de la pareja de Australopithecus afarensis que dejó sus huellas en Laetoli, Tanzania.

En su libro El sexo social habla de lo que es la emoción del descubrimiento, refiriéndose a la cueva francesa de Pont d’Arc: «Una vez en la sala te das cuenta de dónde estás y es una alucinación, por momentos pierdes la objetividad frente a tanta belleza».

En este caso hablamos de nuestra especie y hay que tener en cuenta la carga simbólica. Se trata de perso­ nas que son capaces de reflejar una realidad ecológi­ ca y social en una cueva y que ya tienen nuestro mis­ mo cerebro, con lo cual podemos profundizar más de forma objetiva en su subjetividad. Pensemos, enton­ ces, que los cazadores-recolectores de hace 30.000 años eran muy parecidos a nosotros, psicológica y socialmente. Pont d’Arc es un sistema kárstico des­ cubierto a finales del siglo XX. Esta galería está llena de contenido sexual, está relacionada absolutamente con la complementariedad sexual, con los rituales ini­ ciáticos en el sexo. Cuando se entra, se tiene la impre­ sión de que se está profanando un lugar sagrado. Hay todo tipo de representaciones. Por ejemplo, se pue­ den ver dos leones acurrucándose, aproximándose en una situación de seguridad, de afinidad, de amor, de complicidad erótica; después, bajando una galería que se va estrechando, se observan pintadas una serie de vulvas, de órganos sexuales femeninos; el final de la galería acaba en una sala donde hay una gran colum­ na en el centro llena de manos pintadas en rojo: es una representación fálica. Según los prehistoriado­ res, esta galería está relacionada con algo muy espe­ cial, como los rituales de iniciación sexual de los machos y las hembras jóvenes. Es un santuario de iniciación. Creo que esa percepción del sexo en la pre­ historia es la misma que la actual, es decir, no sólo reproductivo, sino sexo socializado y entendido como placer. Tal como se da actualmente en otras tribus y culturas vivas. Es el caso, por ejemplo, de los aborí­ genes, donde el santuario puede ser una fuente de agua, de donde surge la vida.

Hablemos de la evolución de la conciencia, el aprendizaje, la transmisión de información: ¿hay algo específico en el ser humano que impulse a la mente a imaginar, a crear?

Cuando eres pequeño no sabes hacer nada y apren­ des en contacto, en interacción, con el entorno y con tu madre, con tus padres y hermanos. Se aprende imitando. Y esto va conformando nuestro cerebro, estructurando por ejemplo las células espejo. Y el

«Creo que esa percepción del sexo en la prehistoria es la misma que la actual, es decir, no sólo reproductivo sino sexo socializado y entendido como placer.»

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entrevistas Pinturas en la cueva de Chauvet-Pont-d'Arc, Francia. Descubierta en 1994, es considerada una de las más significativas del arte prehistórico.

«La revolución de la simbolismo es, ciertamente, un Se pregunta por algo porque la cambio de fase pero se produce interacción con el entorno le ha transmisión de por acumulación de mucha infor­ información se inicia en hecho cambiar sustancialmente mación. La revolución de la trans­ sus circuitos cerebrales. Nosotros, el Pleistoceno medio, misión de información se inicia en básicamente, hemos sido sociali­ hace medio millón de el Pleistoceno medio; hace medio zados por la tecnología. Tenemos millón de años ya había manifesta­ un ejemplo importantísimo en años.» ciones de ese tipo. Es el momento nuestros medios actuales de de la emergencia de la conciencia, socialización, en los medios elec­ como una forma particular de trónicos y digitales. Por ejemplo, la entender el entorno y a nosotros mismos. Como en la importancia que esos medios han tenido en las revo­ acumulación de cadáveres que hemos descubierto en luciones que se están desarrollando actualmente en la Sima de los Huesos de Atapuerca, pertenecientes los países árabes. Es por la tecnología, desde la pri­ al Homo heidelbergensis. Probablemente se trata del mera herramienta de piedra, por lo que somos huma­ establecimiento de un lazo emocional entre vivos y nos. ¿Podemos imaginar ahora una sociedad sin telé­ muertos; posee una estructura simbólica patente. La fono móvil? No nos vamos a morir de hambre, pero conciencia, ese «palabro» que no sabemos definir puede provocar un cierto desasosiego, pues significa­ muy bien, es, en mi opinión la consecuencia de la ría estar desconectados de la realidad actual, de la observación sistematizada. Y después, con el naci­ sociedad en la que nos movemos, porque nuestra miento de la ciencia, lo que se hace es establecer un sociedad se maneja a través de la tecnología. La tec­ método de conocimiento. Siempre he pensado que la nología nos humaniza. Por parte de algunos hemos inteligencia operativa es la base de nuestra concien­ escuchado que la tecnología es peligrosa, que nos cia: si no tuviéramos manos no hubiéramos podido deshumaniza, que no nos hace sociales, etc. Hemos desarrollar nuestros circuitos cerebrales tal y como la tenido una contradicción in vitro que proviene del hemos desarrollado, y probablemente nuestra con­ humanismo mal entendido. Pero es al revés. Hay que ciencia tal y como la conocemos no existiría, es decir, darse cuenta de que esto retroalimenta todo. El pen­ no seríamos humanos. samiento simbólico es una abstracción, esta abstrac­ ción trabaja en la generación de una realidad parale­ Pero para llegar a esa inteligencia operativa se la, que existe en nosotros porque somos capaces de necesita llegar a un nivel de abstracción en el que pensarla y verbalizarla. La civilización científico-técni­ el ser humano se empieza a preguntar por algo ca ha generado muchas revoluciones. Se trata de un más que lo que ve en su entorno. proceso evolutivo continuo que es irreversible.

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Pero la misma técnica que sirve para humanizarnos es utilizada también para destruirnos.

La misma técnica que sirve para humanizarnos es uti­ lizada para destruirnos, pero no porque la técnica sea mala en sí; es el carácter ecológico y animal del ser humano el que provoca estos procesos. El viaje hacia la humanización no se ha acabado porque siempre pienso que la tecnología se tiene que hacer social o, lo que es igual, hay que socializar la tecnología. Si lo observamos, veremos que es un proceso que va avan­ zando exponencialmente. A mediados del siglo XIX sabían leer una de cada 10.000 personas en el mundo, hoy en día 60 de cada 100. Es brutal, una barbaridad, el cambio que se ha dado en poco más de un siglo. Y, sin embargo, hemos estado centenares de miles de años sin cambiar o con cambios mínimos. Si hubiera existi­ do y bajado un marciano, un venusiano, un jupiteriano a la Tierra hace dos millones de años no hubiera encontrado pruebas de inteligencia. Es el gran proble­ ma con el que se enfrenta por ejemplo el programa SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) de bús­ queda de inteligencia extraterrestre: la necesidad de coincidir con un nivel de tecnología similar al nuestro para que pueda haber posibilidad de comunicación, de entender una serie de códigos. Nosotros los arqueólo­ gos trabajamos como consecuencia de la somatiza­ ción del DNA. Cuando el DNA somatiza externamente produce códigos, y los códigos pueden ser interpreta­ dos por nuestra inteligencia operativa que ha evolu­

«Cuando se convierte a la ciencia en algo agradable, en algo con lo que se disfruta, automáticamente cambia la visión sobre ella y empieza a interesar.» cionado. Imaginemos que hace cincuenta mil años nos encontramos en Atapuerca, no hubiéramos sabido interpretar lo que allí existe porque no sabríamos interpretar ese código.

Cuando habla en sus libros de quiénes somos, de qué es la conciencia, afirma que probablemente sea ésta la pregunta más difícil de contestar.

Una definición que dan los físicos es que los humanos somos una singularidad en el espacio-tiempo, y ésta es una gran definición. Puede haber otros tipos de con­ ciencia, pero nuestro cerebro no está preparado para entenderlos. Nuestro cerebro no es un milagro, nues­ tro cerebro tiene enormes incapacidades y es una estructura, yo diría, absolutamente mal hecha, mal construida, hecha a trozos. El problema de que la evo­ lución no tenga objetivos es que funciona por ensayo y error, sin ninguna dirección determinada. Para mí los grandes saltos evolutivos serán: uno, cuando podamos establecer comunicación con otros seres inteligentes del universo, que será un punto clave en el que dos conciencias del cosmos puedan conectarse en reso­

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12 Reconstrucción de Australopithecus afarensis en la sala de orígenes humanos de la Smithsonian Institution en Washington, EE.UU.

Pero, sin embargo, sí podemos hacer cálculos matemáticos imaginando esas dimensiones adicionales, trabajando con ejemplos como la teoría de supercuerdas.

Pero no las tenemos en nuestro cerebro. Sí que podemos decir que tenemos esa intuición palpitante e intentamos entender matemática­ mente esas dimensiones. Estoy de acuerdo con Einstein en que la intui­ ción es el gran factor que está fuera de las lógicas mecánicas. Cuando en ciencia intuyes algo, pones auto­ máticamente en funcionamiento procesos empíricos, matemáticos, para poder encontrarle sentido y poder entender.

Antes hablábamos de socializar la tecnología y la ciencia. ¿De qué forma es posible?

Pongamos un ejemplo actual. A mí no me gusta el fútbol, pero eso no quiere decir que no lo vea de vez en cuando. Ha sucedido algo impensa­ ble en Cataluña con respecto al buen juego que desarrolla el Barça en estos últimos tiempos. Ha pro«Nosotros, básicamente, hemos sido socializados ducido un fenómeno que yo definiría por la tecnología.» como sorprendente. Tradicional­ mente este juego ha sido visto y nancia; y dos, cuando logremos hacer de la nada, algo. practicado por el macho de la especie humana; sin Ése será el gran salto. Por ejemplo, la mecánica cuán­ embargo, gracias a ese juego especial que desarrolla tica es una interpretación de parte de la realidad. Y fun­ este equipo, las hembras van a ver jugar al Barcelona y ciona. Pero la mecánica cuántica, por decirlo así, no nos disfrutan del espectáculo. Ha habido una incorporación la hemos inventado; ya existe. Lo que hemos hecho es masiva de hembras a las que les gusta el fútbol al ver explicárnosla a nosotros mismos con una serie de fór­ al Barça. Hace tan sólo 20 años eso era impensable. mulas. Pero, para eso, antes tiene que existir. Aún no ¿Por qué ha sucedido? Yo creo que porque se ha incor­ hemos sido capaces de construir nada de la nada. porado un sentido de algo que está bien estructurado, que es atractivo, que es agradable, estético, que se hace realmente interesante. Cuando se convierte a la ¿Y cómo podemos imaginar hacer algo así?

No tenemos el cerebro preparado. Nuestro cerebro ciencia en algo agradable, en algo con lo que se disfru­ sólo capta cuatro dimensiones. Seguramente hará fal­ ta, automáticamente cambia la visión sobre ella y ta entender realmente ocho o diez dimensiones para empieza a interesar. Entre los científicos se ha mante­ que seamos capaces. nido durante mucho tiempo la típica pregunta: «¿Como

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voy a explicar esto de la ciencia si no lo van a enten­ der?» O, por ejemplo: «¿Cómo voy a explicar la fórmu­ la de Einstein, si no saben distinguir entre masa y ener­ gía?». Sin embargo, es absolutamente necesario inte­ grar el conocimiento científico en la sociedad.

Volvamos al ejemplo anterior. La mayoría de la gente que ve fútbol no juega al fútbol. Cuando yo hablo de integrar el conocimiento científico en la sociedad no hablo de que todos seamos científicos, pues eso es imposible, es absurdo. A mí no me gusta mucho la palabra «divulgar», prefiero la palabra «socializar». La ciencia tiene un gran poder, pero lo que sí necesita es que los científicos la socialicen. Para mí, esta socializa­ ción es una obligación para un científico. No es una cosa aparte de nuestro trabajo, sino algo que tiene que formar parte intrínsecamente de él. Y vamos avanzan­ do. Pensemos tan sólo en nuestro país hace 40 años, en el nivel científico que entonces teníamos. Hoy en día, por ejemplo, podemos ver que todos los periódicos, en diferente grado, se hacen eco de temas científicos.

Pensaba ahora que algo muy parecido se dio con los programas de Félix Rodríguez de la Fuente. Hace 30 o 40 años teníamos sólo «El Hombre y la Tierra», ahora podemos disfrutar de una amplia y variada oferta de programas sobre la naturaleza.

Exacto. Lo que hizo Félix fue algo tremendo. Nos acer­ có algo, la naturaleza salvaje, que nadie antes nos

«Lo que hizo Félix fue algo tremendo.

Nos acercó algo, la naturaleza salvaje, que nadie antes nos había presentado de ese modo.»

había presentado de ese modo. No había entonces nada de eso. Él captó esa necesidad y la hizo atractiva, sugerente, algo con lo que se podía disfrutar. Y así, era algo que veía todo el mundo, mucho más que cualquier otro programa de televisión; un programa que veíamos todos, independientemente de la clase social, de la región del país o del conocimiento previo. Félix consi­ guió despertar el proceso de integración que es lo que tiene que despertar ahora la ciencia. Para mí era una persona que con la forma de entender las cosas produ­ cía ese efecto integrador. Y el efecto integrador es algo que hay que tener muy claro. Si no lo tienes, no lo pro­ duces y no eres capaz de crear esa comunicación tan atractiva y eficaz. Eso es lo que ahora necesitamos en la ciencia. No podemos vivir en un mundo cada vez más tecnológico, desconociendo los procesos científicos básicos en los que esa tecnología se fundamenta.

Entrevista realizada por Miguel Martín Álvarez

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entrevistas

Miguel

Delibes

de Castro Biólogo «La biodiversidad y los humanos de todas las razas

nos salvaremos o nos

hundiremos juntos.»

Miguel Delibes es quizá el biólogo más célebre de nuestro país, y como todos los buenos científicos basa su éxito en una infinita necesidad de comprender el mundo que le rodea. Durante doce años fue el director de la estación biológica de Doñana y está considerado como la máxima autoridad en el lince ibérico. Ha desarrollado una extensa labor como miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, trabajando en diversos grupos de investigación y es Presidente de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de Mamíferos. Actualmente es profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y dirige el Grupo de Ecología de Carnívoros de la Estación Biológica de Doñana, donde estudia el lince ibérico dentro de los programas de protección de la especie en peligro de extinción. Sus trabajos de campo y estudios científicos se han plasmado en multitud de obras (libros, artículos, etc.) de carácter científico a los que se suma una labor divulgativa iniciada en sus años de juventud con Félix Rodríguez de la Fuente, trabajando como redactor de la Enciclopedia Salvat de la Fauna y en otras obras importantes. Dicen de él, los que le conocen y quieren, que son muchos, que tiene un talante afable y generoso, como el de su padre, aspecto que no le quita para señalar los problemas que nos aquejan con acierto y precisión, un espíritu crítico que advierte del callejón en que se está metiendo la humanidad. ¿Cuál es la función esencial de la biodiversidad?

Si hubiera que resumirla en una, la biodiversidad crea y mantiene el ambiente que hace posible nuestra vida en la Tierra. Esta percepción es relativamente reciente; tradicionalmente se consideraba que la vida se había adaptado a las condiciones impuestas por el ambiente, ya fuera en la tierra, en el mar o en los ríos; hoy se admite que son los seres vivos quienes crean esas con-

diciones y se encargan de regularlas de acuerdo con sus necesidades. ¿Nos puede poner un ejemplo de cómo las crean?

Tal vez el ejemplo más célebre es el del oxígeno. La Tierra carecía de oxígeno en su inicio y muy probablemente la vida era entonces fundamental o exclusivamente anaeróbica. Fueron los microorganismos pri­

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15 Captura de perca oceánica mediante el método de arrastre

de fondo. Foto: NOAA (National Oceanic & Atmospheric

Administration, EE.UU.)

mero y las plantas después los que «fabricaron» el oxí­ geno atmosférico, y también son ellos los que regulan su abundancia (de forma que no se acaba nunca, por mucho que respiremos). Si no existiera la fotosíntesis no habría oxígeno libre y tampoco capa de ozono, que nos libra de la radiación ultravioleta. ¿Cuáles son las principales amenazas a la diversidad ecológica?

Es una sola amenaza que se manifiesta de muchos modos diferentes. Se trata del excesivo impacto de nuestra especie sobre los sistemas naturales.

Tomamos más recursos de los que se generan y pro­ ducimos más residuos de los que se pueden depurar.

Ello quiere decir que vivimos de una forma insosteni­ ble. Tal insostenibilidad se manifiesta de múltiples for­ mas, que suelen asociarse a las amenazas a la biodi­ versidad: destrucción de hábitats, contaminación, sobrepesca, invasiones de especies foráneas, etc. En el fondo, sin embargo, se trata tan solo de que una espe­ cie exitosa, la nuestra, compite con todas las otras, a las que priva del espacio y los recursos que necesitan.

Un ejemplo: la mitad o más del agua dulce fácilmente disponible en la Tierra es utilizada por el hombre y está en depósitos, embalses o tuberías; lógicamente, esa agua no puede ser utilizada simultáneamente por los peces o las nutrias. ¿Estamos viviendo la sexta extinción masiva de la historia de la Tierra?

Creemos que sí. Las cinco grandes extinciones catas­ tróficas en los últimos 600 millones de años de historia de la Tierra se consideran repentinas porque se miran con la escala de tiempo de los paleontólogos, pero en realidad duraron miles, si no millones, de años. El ritmo al que hoy se extinguen especies es probable­ mente más alto que cuando se extinguieron los dino­ saurios, al final del Cretácico, o cuando lo hicieron los trilobites, al final del Pérmico (entonces desaparecie­ ron más del 90% de las especies vivientes).

Cuando se esgrimen argumentos económicos para conservar la integridad de los ecosistemas para apoyar el bienestar humano, ¿no se nos olvida el valor de la naturaleza en sí misma, el derecho a existir de las demás especies, o las oportunidades de reflexión espiritual, por ejemplo, que brinda a los hombres?

«Tomamos más recursos de los que se generan y producimos más residuos de los que se pueden depurar. Ello quiere decir que vivimos de una forma insostenible.»

Evidentemente. Los argumentos económicos son muy importantes, pero no pueden ser los únicos. Sobre todo si aceptamos para la economía un concepto tan restringido como el manejado habitualmente. John Muir dijo que los humanos necesitamos la belleza y la armonía de la naturaleza tanto como el pan, pero el pan tiene precio (cuenta en la economía) y las bellezas naturales, por lo regular, no. Aún así, sabemos que el campo reduce el estrés, y que en los hospitales situa­ dos en la naturaleza o cerca del mar se utilizan menos analgésicos que en los urbanos, y las recuperaciones son en ellos más rápidas. ¿Hay indicios de que esas causas directas de la pérdida de diversidad biológica, a saber, el cambio del hábitat, la explotación excesiva, la introducción de especies exóticas invasoras, la carga de nutrientes y el cambio climático, vayan a desaparecer?

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en su seno indefinidamente. Sólo será sostenible un crecimiento que incluya parámetros tales como la edu­ cación, la felicidad, la vida sosegada, el disfrute con menos cosas, etc. Si nuestra meta es tener cada vez más, sea de lo que sea, acabaremos destruyendo nues­ tra casa común. Y por ahora eso es lo que está ocu­ rriendo.

«Sólo será sostenible un crecimiento que incluya parámetros tales como la educación, la felicidad, la vida sosegada, el disfrute con menos cosas, etc.»

Desgraciadamente, no. Los indicios son más bien de lo contrario. No obstante, los que ya somos mayores nos damos cuenta de cuánto ha cambiado el aprecio social de la naturaleza en los últimos cuarenta años, y pensa­ mos que si las cosas siguen por ese camino podemos albergar esperanzas. Nadie podía imaginar, cuando Félix Rodríguez de la Fuente iniciaba sus programas, que hoy habría en el mundo tanta inquietud por el medio ambiente, o que en Europa y España existirían ministerios y direcciones generales dedicados exclusi­ vamente a este asunto. Por supuesto, no podemos dar­ nos por contentos, pero tampoco imaginar que no se ha avanzado.

Se habla de promover el uso sostenible de la biodiversidad, ¿pero no hay incompatibilidad con el tipo de desarrollo exponencial del actual paradigma económico, que aunque se vista de sostenible, es apropiación desmedida de recursos para un sistema que potencia el consumo y huye de la sencillez de la vida?

Hay una contradicción esencial entre la aspiración al crecimiento económico indefinido y la conservación del medio. El Sistema Tierra es finito y nada puede crecer

La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio confirma que la diversidad biológica es el elemento central del que depende totalmente la vida de los seres humanos ¿Por qué todas las buenas ideas y los esfuerzos de más de diez años de estarse reuniendo al amparo del Convenio de la Diversidad biológica siguen siendo letra muerta?

Porque hay mucha resistencia al cambio. Vivimos en un mundo muy grande, somos casi siete mil millones de personas, unos pocos tenemos casi de todo (y aún así nos quejamos) y muchos otros quieren tener no menos que nosotros… No es fácil conjugar tantos intereses contrapuestos, y menos cuando la única autoridad mundial (Naciones Unidas) ha perdido fuerza.

Hablábamos antes del crecimiento indefinido, y es que aunque nosotros decidiéramos no crecer más, una gran parte de los habitantes de la Tierra aspirarían, con toda justicia, a llegar a tener tantas cosas y comodida­ des como nosotros tenemos, y por tanto seguirían cre­ ciendo a costa del patrimonio natural. Pero aún así hay esperanza: no creo que todos los esfuerzos y acuerdos sobre la biodiversidad sean letra muerta y estoy segu­ ro de que hay que seguir caminando por esa vía.

Nagoya, por ejemplo, ha representado avances. ¿Cuáles son esos avances?

Pues, por ejemplo, conseguir un protocolo para el reparto justo de los beneficios que proporciona la bio­ diversidad, algo acordado ya en Río pero que se había estancado. También se ha acordado aumentar la superficie de espacios protegidos, eliminar la sobrepesca, eliminar los incentivos económicos perversos para la naturaleza... Es verdad que todos estos acuer­ dos deben luego llevarse a la práctica, y confío en que España predique con el ejemplo. ¿Por qué sólo se dialoga dentro de la comunidad interesada en el medio ambiente, cuando a todos los sectores de la economía les interesa que se ponga fin a la pérdida de diversidad biológica? ¿Cuándo se incorporará ese diálogo a las

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actividades principales de los sectores económicos y a la planificación del desarrollo?

Es una pregunta difícil, que puedo contestar más por deseos que por conocimientos. Ocurrirá cuando una mayoría de la sociedad admita real­ mente la importancia del medio ambiente, y unos gobiernos valien­ tes lideren la lucha a favor de la bio­ diversidad. Cuando la mayoría de la sociedad ha aceptado que fumar no es deseable y el gobierno ha traba­ jado por ello, se han conseguido (no sin dificultades) avances que pare­ cían imposibles hace pocos años. Mi impresión, tal vez en exceso opti­ mista, es que cada vez más prota­ «Toda la biosfera actúa como un sistema (el Sistema gonistas de esos sectores conside­ Tierra) autorregulado, y nos falta mucho por conocer rados tradicionalmente económicos sobre su funcionamiento, las piezas esenciales, los se dan cuenta de que el medio ambiente es tanto una oportunidad puntos de no retorno en caso de desequilibrio, etc.» de negocio como un marco que deben tener en cuenta en sus planes y previsiones. Por ejemplo, no creo que nadie en el poco de apóstoles, predicando con el ejemplo y difun­ lobby del petróleo, que no es nada conservacionista, diendo sus ideas, de manera que empapen cuanto olvide ni por un momento la dimensión ambiental de su antes a toda la sociedad. negocio, aunque sea para denostarla o minimizarla. ¿Cuál es el principal y más inmediato reto científico ¿Cuál debería ser el papel de las instituciones, el de en torno a la conservación de la biosfera en la la comunidad científica, el de los medios de actualidad? comunicación y el de los ciudadanos en la Creo que profundizar en el conocimiento del papel resolución de este conflicto global entre el hombre funcional de la biodiversidad; sabemos que depende­ y la naturaleza? mos de ella para depurar y regular los gases de la Creo que la comunidad científica debe detectar los pro­ atmósfera (y con ellos el clima), limitar la erosión, blemas, advertir a la sociedad y buscar soluciones a mantener el suelo fértil, polinizar las cosechas, etc., través de la tecnología; los medios de comunicación, pero no conocemos el papel de las distintas especies, como las escuelas y, en general, las autoridades, deben ni los límites que no pueden sobrepasarse sin originar instruir y concienciar a la gente; la sociedad misma cambios catastróficos. Hablaba al principio del nuevo debe aprender a renunciar a cosas no imprescindibles, paradigma de la biodiversidad como agente creador y cambiar (como he dicho antes) la manera de pensar regulador del ambiente global; sabemos que lo hace, sobre la felicidad, que no consiste en tener más cosas pero no sabemos bien cómo; ¿qué papel tienen los o ser más rico que el vecino, movilizarse para conven­ microorganismos en el océano?, ¿y los del suelo?, cer a todo el mundo y también a los gobernantes de que ¿hasta qué punto los bosques lograrán estabilizar el otro camino es no ya posible, sino necesario. De todos clima global? Toda la biosfera actúa como un sistema modos, este reparto de tareas está muy claro sobre el (el Sistema Tierra) autorregulado, y nos falta mucho papel, pero es más complejo en la vida real. En la prác­ por conocer sobre su funcionamiento, las piezas tica, todas las personas concienciadas, sean científicos, esenciales, los puntos de no retorno en caso de des­ comunicadores o meros ciudadanos, deben hacer un equilibrio, etc.

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¿Cuál es el valor que la comunidad científica concede a la divulgación y cuál el que debería tener?

Un valor cada vez mayor. Los científicos nos hemos dado cuenta de que dependemos de la sociedad que nos financia, y tenemos que devolverle parte de lo que nos da en forma de cultura científica (otra parte la devolvemos como conocimiento útil, se divulgue o no).

Si los científicos no somos capaces de interesar a la sociedad corremos el riesgo de que ésta nos vuelva la espalda. ¿Cómo divulgar los datos científicos de la crisis ecológica sin sumir en el celo de amargura e impotencia al ciudadano y abrir una puerta a la posibilidad de cambio?

Manteniendo, como dice el refrán, que «mientras hay vida hay esperanza»; cuando a un bebedor con inicio de cirrosis se le advierte que de seguir igual morirá en poco tiempo, no se le está condenando sino, al contra­ rio, ofreciéndole el camino para sobrevivir. Con la natu­ raleza ocurre otro tanto: de seguir así, vamos al desas­ tre, pero podemos cambiar. Creo que hay que hacer visible la idea anticatastrofista de que los denunciantes de los problemas ambientales somos los primeros y más interesados en conseguir que nuestras peores predicciones no se cumplan. Cuando hace unos años se anunció que la capa de ozono se estaba destruyendo y que ello sería fatal para la humanidad, el propósito no era profetizar una desventura inevitable, sino, precisa­ mente, poner los medios para evitarla; se prohibieron los CFC y el problema está en vías de solución. La advertencia no representaba un falso catastrofismo, sino una prudente invitación al cambio. ¿Cuál es el papel de los conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales en la preservación de la biodiversidad?

Suele decirse que tendrán un gran papel en el futuro, pero me parece injusto, pues ya lo tienen en el presen­ te. Los medicamentos más vendidos en el mundo occi­ dental, por ejemplo, proceden todos de plantas y ani­ males y la gran mayoría de ellos fueron en su momen­ to medicinas tradicionales. Es cierto que, como en el caso de la aspirina (ácido salicílico), algunos se sinteti­ zan hoy en las fábricas, pero nadie debería olvidar que antes se aprendió a utilizar los emplastos de corteza de sauce (Salix) para mitigar el dolor y las inflamaciones. ¿Cómo se puede garantizar la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de

esos conocimientos o de los recursos genéticos que los países ricos empiezan a patentar impunemente a través de sus empresas biotecnológicas?

Los no especialistas sabemos que hay que hacerlo, pero el cómo es mucho más complicado. Supongo que hay que establecer las normativas adecuadas a escala internacional, tanto para facilitar el reconocimiento de esos derechos innegables como para castigar a quie­ nes los vulneren. En todo caso, la conservación de la naturaleza está inextricablemente ligada a la solidari­ dad y la justicia. ¿No hay un problema de fondo, moral o ético, en el alma humana que no es capaz de empatizar y solidarizarse con el mal que su sistema de vida ha extendido por todo el planeta?

Es un asunto muy interesante, pero complicado.

Recuerdo que hace años, en América, una escritora ganó un premio con una imaginaria entrevista a un hongo; el hongo decía que el gran problema de los seres humanos había sido considerarse importan­ tes como individuos, no como colectivo social. Eviden­ temente, históricamente (y aún ahora) para los huma­ nos uno mismo está por delante de su familia, la fami­ lia por delante del grupo, éste por delante de otros gru­ pos, etc. Hemos necesitado constatar, gracias a la cien­ cia y la tecnología, que vivimos en un pequeño planeta aislado en el universo para concebir la posibilidad de sentirnos miembros de una única tribu inevitablemen­ te ligada por un destino común. La biodiversidad y los humanos de todas las razas nos salvaremos o nos hun­ diremos juntos. Pero nuestro cerebro es el de un pri­ mate que ha evolucionado a lo largo de millones de años en el pequeño mundo de su grupo social, sin con­ ciencia de los límites del mundo ni de la existencia de otros pueblos. La ciencia nos enseña muchas cosas que al cerebro le cuesta admitir; tal vez por ello un cien­ tífico, Lewis Wolpert, decía que el sentido común es lo menos parecido al pensamiento científico (el periodista Francisco Umbral lo expresó de otra manera: «Lo de que el mundo gira lo sabemos porque nos lo han dicho.

En realidad, cada hombre sigue pensando que su casa se está quieta. Y su tierra. De otro modo no podría tra­ bajar en ella»). Como dices, es un problema moral, pero derivado de una limitación biológica.

A la pregunta sobre qué mundo heredarán nuestros hijos, ¿no habría que sumarle la de qué hijos heredará nuestra tierra? ¿Les habremos sabido educar para entender las causas profundas de esta

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crisis sistémica que yacen en el corazón de cada hombre?

Como he dicho, creo que los avances de la ciencia nos ayu­ dan cada vez más a constatar la dependencia humana del ambiente y la necesidad de conservarlo. Por su propio bien, confío en que las futuras generaciones entiendan mejor que nosotros que la supervivencia individual requiere la colectiva, a todos los niveles.

Algunos ven los espacios naturales como un lastre complicado de gestionar y mantener. ¿Cómo deben gestionarse los espacios protegidos? ¿Qué tipo de acciones hay que desarrollar?

Es una cuestión muy especializada que apenas me atrevo a contestar con algunas generalidades. He dicho a menudo que hay que gestionar los espacios protegi­ dos con la conciencia de que son promesas de futuro, no herencias del pasado. Queremos una naturaleza bien conservada porque nos hace falta y los espacios protegidos deben ser el escaparate donde se muestra lo más atractivo del modelo que ofrecemos para el futuro. Eso quiere decir que la gente de los parques debe estar satisfecha, pero con un modelo de gestión alternativo al del desarrollo habitual, basado en la des­ trucción del medio. ¿No acabarán convirtiéndose esos espacios en islas naturales esparcidas por mitad de la nada ecológica?

Sería un fracaso. El profesor Fernando González Bernáldez dijo una vez que había que «desparquerizar» los parques naturales y «parquerizar» el resto de la naturaleza, para que se parecieran más entre sí (evi­ tando tensiones insostenibles). A eso me refería en la pregunta anterior. Los espacios protegidos deben ser el escaparate, pero detrás tiene que haber una tienda, una trastienda, unos almacenes. No podemos confor­ marnos sólo con el escaparate. ¿No es un pequeño fracaso evitar la extinción de una especie en un laboratorio o en una jaula? ¿Qué condiciones debería tener el ecosistema para que el lince se recupere?

«Nadie podía imaginar, cuando Félix Rodríguez de la Fuente iniciaba sus programas, que hoy habría en el mundo tanta inquietud por el medio ambiente, o que en Europa y España existirían ministerios y direcciones generales dedicados exclusivamente a este asunto.»

Sin duda es un fracaso. Conservar las especies amena­ zadas en guetos artificiales no sirve, precisamente por­ que esas especies son «paraguas» que protegen (o deben proteger) de las agresiones humanas al conjun­ to de los ecosistemas. Mantenerlas encerradas es como tener el paraguas en el armario estando en la calle en medio de un chaparrón. Para conservar linces hay que mantener en buen estado el monte mediterrá­ neo del que dependen, y eso supone tener conejos, y depredadores del conejo, y monte bajo en lugar de repoblaciones de pinos o eucaliptos, y grandes exten­ siones sin infraestructuras ni urbanizaciones... Criar lin­ ces en cautividad es muy importante, pero sólo un sal­ vavidas por si todo lo demás fuera mal. El reto es devolverlos a la naturaleza y conseguir que puedan vivir en ella.

Entrevista realizada por Beatriz Calvo Villoria.

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entrevistas

Miguel

Angel

Blanco

Artista «El bosque vela y revela,

esconde sus misterios

y los descubre a quienes

están atentos.»

Miguel Ángel Blanco es un artista que lleva más de dos décadas paseándose por bosques, observando, estudiando y “cazando” árboles por todo el mundo. Su arte se teje entre esta labor de acecho y contemplación y los procesos plásticos de trasladar la labor a una suerte de biblioteca del bosque.

Elabora por cada encuentro arbófilo una caja-libro que es memoria, desvelamiento y arte.

Su trabajo se ha podido ver en numerosas exposiciones y colecciones y el lector puede sondear su trayectoria en la página web del artista: www.bibliotecadelbosque.net. Nos parece que para AgendaViva acercarse a un artista como Miguel Ángel Blanco, es una ocasión coherente y real de ver las conexiones que existen entre la naturaleza y el arte y cómo en este diálogo siempre hay posibilidad de crecimiento y salud espiritual. La entrevista nos descubrirá estas relaciones y nos invitará a transformar nuestra mirada en un camino de conocimiento sensible.

Para empezar, ¿podría comentarnos en qué consiste su proyecto artístico Biblioteca del bosque?

La Biblioteca del bosque es mi medio de comunicación entre arte y naturaleza. La inicio en el invierno de 1986 y surge de mi retiro en la soledad y el silencio de los bosques del valle de la Fuenfría, que ha sido y es mi territorio base, mi centro del mundo, desde el que me he acercado a multitud de paisajes en búsqueda de los misterios de la naturaleza. Considero la Biblioteca como un organismo vivo y en evolución constante, que es no sólo una obra artística, mi proyecto vital, mi pro­ yecto más importante de desarrollo personal, sino también una entidad que participa del cuerpo y del espíritu del reino natural considerado como un pode­ roso todo. Este año se cumplen 25 años del nacimien­ to de esta obra, que en la actualidad está compuesta

por 1.109 libros-caja que recogen materiales natura­ les de todo tipo: minerales, vegetales, animales, etc., complementados con dibujos e imágenes. Estas imá­ genes las considero emanaciones pictográficas del contenido de las cajas.

Retirado y en soledad, tenía que hallar mi propia senda, elegir el vehículo propicio, que fuese adecua­ do y personal, para comunicar mis experiencias a través del arte. Quizá el acierto fue hallar el librocaja, que consistió en unir los papeles y dibujos que tenía a una caja, como contenedor para estos mate­ riales reales. Aparte, considerado el libro como un instrumento por excelencia de transmisión de cono­ cimientos que se adecua mucho a mi propuesta. En mi caso el libro no está compuesto por palabras; es otro el lenguaje que habla, es el fragmento de natu­

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“La isla d Anton Jos

raleza capaz de comunicar todo un mundo al que las palabras sólo pueden aproximarse: se convierten en invocaciones silenciosas, manifestaciones de expe­ riencias reveladas en la naturaleza. Todos los com­ ponentes de mis libros proceden de los reinos de la naturaleza, incluso la madera de las cajas y los dis­ tintos papeles de las páginas sobre las que dibujo. De hecho la palabra «biblioteca» procede del griego y está compuesta por biblio (libro) y teka (caja); por tanto, aquí existe ya una gran correspondencia. La palabra libro tiene su origen en librum, que es la cor­ teza interna del abedul, de la que se extraían unos pergaminos llamados por los romanos librum; por otra parte se cree que los primeros manuscritos y runas se escribieron en unas tablillas de haya; así pues, los libros tienen una gran relación con el árbol, incluso etimológicamente. Los libros se componen de hojas, fotosíntesis intelectual, creativa. Liber es también la parte viva de la corteza del árbol, el tejido encargado del transporte de las sustancias sintetiza­ das en la fotosíntesis y de su reparto por todos los órganos de la planta. Las palabras libro, liber, biblos, Biblia, son sinónimos y designan en botánica la piel del árbol, la corteza de la madera, el habitus, el revestimiento. También se dice que un libro está «en rama» cuando aún no está encuadernado. El bosque, en consecuencia, es para mí el entorno natural privi­ legiado. El bosque vela y revela, esconde sus miste­ rios y los descubre a quienes están atentos.

«Cuando se desarrolla un estado elevado de conciencia y concienciación, se percibe que todo es sagrado, que todo acto tiene una repercusión, que tenemos una conexión mística con el planeta.» ¿Por qué el árbol y no otro elemento o concepto es el protagonista de su obra?

El árbol no es el único protagonista de mi obra. En ella intervienen todos los reinos de la naturaleza, pues contiene vivencias de todo tipo de ecosistemas: desér­ ticos, volcánicos, marinos; abarca desde la semilla al meteorito. Un ejemplo podría ser la intervención del reino animal en un proyecto que he realizado reciente­ mente dentro del programa de Arco, que fue la inter­ vención en un escaparate de El Corte Inglés en el cual realicé un diorama contemporáneo. Este diorama se tituló Auguráculum y estaba compuesto por una serie de animales naturalizados, procedentes del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, con animales históricos como un buitre leonado del siglo XVIII; la intervención era de aves, concretamente del reino de las aves, pero todas con un carácter simbólico: el búho, el cuervo... las aves incluidas en Auguráculum, son animales ilu­ minatorios, como el buitre leonado capturado en 1911, el búho real, una corneja negra, una alondra albina, a

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«La naturaleza, o en particular el bosque, vela sus secretos, que no se desvelan a cualquiera; de hecho hay lugares en los que muchas personas son rechazadas, expulsadas por la propia fuerza del lugar.» la par que huesos de lobo y bisonte, costillas de jirafa, vértebras de ballena. Fue un intento de recuperar nuestra comunicación con el reino animal, mostrado en una de las calles con más tránsito del mundo, que es la calle Preciados de Madrid, convirtiéndose este proyecto en una oportunidad de hechizar, de capturar a los transeúntes, y hacerles partícipes de estos mis­ terios oraculares a través del reino animal. Sin duda en mi biblioteca del bosque destaca la presencia arbórea: soy «arbofílio». En un país de tradición arboricida, me gusta resaltar esta devoción por los árboles, su defen­ sa y su representación como vehículo artístico. Quizá el árbol sea el emblema más hermoso como repre­ sentante de la naturaleza. ¿Qué es lo que busca en cada pieza? ¿Cómo interroga o se aproxima a cada árbol de su biblioteca?

Me acerco con devoción y evoluciono con los árboles, yo voy adonde van los árboles, es decir, a veces orga­ nizo viajes o expediciones en busca de árboles anti­ guos, místicos, legendarios, proféticos, uno de estos viajes fue hacia el árbol de bodhi, bajo el que Siddharta Gautama se convirtió en Buda tras alcanzar la ilumi­ nación. Este árbol se encuentra en Bodgaya, India; en el lugar que ocupó vive un descendiente suyo con seis de cuyas hojas reducidas a sus nervaciones realicé el libro número 740, Ficus religiosa, nombre científico de este tipo de higuera. Otra expedición la realicé a Egipto, donde los árboles también han desempeñado un papel de importancia capital. Hatshepsut quiso jus­ tificar la usurpación que la llevó al poder y ganarse el favor de los sacerdotes de Amón ofreciéndoles el oli-

vano o incienso en resina; esta sustancia ritual era imprescindible para el culto. Para ello organizó una gran expedición marítima al reino del Punt, a fin de lle­ var a Egipto el árbol del incienso boswelia sacra. Creo que hizo las primeras grandes expediciones pacíficas en busca de árboles y allí envió cinco grandes navíos fabricados con espléndidos troncos de cedro del Líbano, cuyos mástiles alcanzaban los nueve metros de altura; ella misma consideró este viaje como la cul­ minación de su reinado y así lo hizo saber en los exqui­ sitos relieves de su templo funerario en Deir el Bahari, de gran interés etnográfico y botánico. Este templo estuvo rodeado de estanques y jardines y en el recinto aún quedan tocones de los viejos árboles que plantó la reina. De uno de estos tocones extraje unas astillas conservadas en el libro número 1028 titulado El árbol del incienso de Hatshepsut. También visité los robles reales, robles antiquísimos con más de 450 años de antigüedad y que se hallan en Polonia.

La cultura urbana domina por completo nuestra visión de la naturaleza. ¿Queda algo de natural en nuestra cultura?

La naturaleza se nos muestra incluso en las ciudades, en los lugares más próximos nada más salir incluso de nuestras casas, se esconde, nos rodea. De hecho voy a realizar un taller en el museo Thyssen en Madrid titu­ lado Sendas del solsticio, y para ello voy a ir primero al valle sagrado del Cusco en Perú, a Machupichu, para cargarme o beber de la atmósfera simbólico-mágica que deriva de esas coordenadas astrofísicas, precisa­ mente para encontrar sendas bajo el asfalto que nos pongan en contacto con una naturaleza secreta que se halla en las ciudades. Para este taller expando un halo de exploración en los alrededores del museo Thyssen, es decir, que abarcará las zonas del Jardín Botánico, El Retiro o el bosque petrificado próximo al museo de ciencias naturales, es decir, que si observamos con atención veremos que lo natural está presente incluso en las ciudades más urbanas.

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¿Cree que es posible hoy en día un arte sagrado?

Más que nunca, en este período convulso y de revolu­ ción social se está fraguando una gran revolución natural. Lo sagrado siempre ha estado vinculado a la creación, al arte desde tiempos inmemoriales. El cha­ mán se aproxima al artista por su capacidad de sana­ ción o curación; en las obras de arte siempre se han encontrado cualidades espirituales. Yo comparto la opinión de que el panteísmo no es erróneo por exceso sino por defecto, no hemos sido suficientemente pan­ teístas. Yo he caminado por senderos sagrados indios como en Nuevo México, por los senderos sagrados de los navajos, por caminos incas y otros muchos. Pero cuando se desarrolla un estado elevado de conciencia y concienciación, se da uno cuenta que todo es sagra­ do, que todo acto tiene una repercusión, que tenemos una conexión mística con el planeta. ¿Cree como Joseph Beuys que el arte es curativo?

El arte es prodigioso, ¿cómo no va a tener la cualidad de curar? Joseph Beuys, al que conocí en Madrid, en la inauguración de una exposición sobre sus dibujos en la Fundación «Caja de Pensiones», en octubre de 1985,

«El chamán se aproxima al artista por su capacidad de sanación o curación; en las obras de arte siempre se han encontrado cualidades espirituales.»

En página anterior, Ficus religiosa. 10.3.1999 (218 x 313 x 35 mm), 4 paginas de papel verjurado y papel pergamino con estampacion digital del bano sagrado de Polonnaruwa, Sri Lanka.

Caja: 6 hojas del Ficus religiosa de Bodhgaya, arbol de la iluminacion de Buda.

Arriba, Lo que sienten los platanos del Paseo del Prado, 22.5.2006 (140 x 205 x 32 mm), 6 paginas de papel verjurado, papel de pochote y papel de fibras vegetales con trazos de grafito y tinta china.

Caja: escama de corteza contaminada de uno de los platanos del Paseo del Prado, Madrid, y vainas papiriformes o caliptras sobre cera gris.

Abajo, Verdena sangriento, 21.10.2009 (200 x 285 x 50 mm).

10 páginas de papel de cáñamo de la India y papel vegetal con fotografias. Caja: piedras del aparato radicular (Stigmaria) del bosque fosil de licofitas arborescentes (Lycopsida, Sigillaria) del periodo carbonifero en Verdena (Palencia) sobre resina y pigmento rojo.

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«El artista debe ser como un faro ante una humanidad descreída que ha perdido la capacidad de hechizamiento.» representaba esta función, ya que él había tenido este contacto chamánico de curación a través del fieltro y la grasa, que luego utiliza abundantemente en su obra; de hecho realicé un libro (el 1056) titulado Tilo Alemanes con hojas de tilo de Berlín y el óxido de hie­ rro de una escultura de Joseph Beuys titulada Trans Stop de 1976, en reconocimiento y valoración de su proyecto artístico.

En España tenemos otro artista que también siem­ pre ha apostado por el arte medicina y ha creído en él y en las propiedades artísticas para elevarnos y sanar­ nos: es Antoni Tapies, un artista que también marca mi desarrollo artístico al valorar estas partículas, estos fragmentos de naturaleza pobre pero cargados espiritualmente. Recientemente, tuve oportunidad de agradecerle personalmente su impulso a través de su obra en una inauguración aquí en Madrid. Para cargar una obra de este poder o esta capacidad debemos entregarnos absolutamente a la obra, a la creación, creer plenamente en ella incluso a costa de nuestra propia vida. ¿Tiene su obra algo de profético en un mundo que está destruyendo sus bosques y está perdiendo su sentido espiritual?

En una de las primeras críticas sobre mi obra, una crí­ tica a mi primera exposición titulada Forest, Francisco Calvo Serraller me definió como el profeta del bosque.

Esa vinculación con lo forestal proviene en parte de mis vivencias en estos parajes; yo desciendo de guar­ das forestales, o sea que por mis venas ya fluye tanta savia como sangre. La naturaleza, o en particular el bosque, vela sus secretos, que no se desvelan a cual-

quiera; de hecho hay lugares concretos en los que muchas personas son rechazadas, expulsadas por la propia fuerza del lugar. Yo soy su aliado y protector, y el bosque a su vez me protege y me guía. El hombre nace en los bosques y que volvamos a unos bosques vacíos o pujantes depende de nosotros mismos; espe­ ro que la balanza sea a su favor. El artista debe ser como un faro ante una humanidad descreída que ha perdido la capacidad de hechizamiento.

En su obra hay una preocupación por la belleza, pero el arte contemporáneo parece que renunció a este arquetipo. ¿Cómo se sitúa usted en este debate?

La estética no es lo más importante en una obra, pero yo y otros artistas contemporáneos sí compartimos la experiencia maravillosa de lo bello, de lo sublime; una mezcla de virtud, belleza y rareza, también, de lo mis­ terioso, de lo desconocido; todo esto se aglutina en mi forma de crear. Creo que el mundo es bello, que nos rodea la belleza, pero a la par creo en una belleza tras­ cendente, que nos eleve, incluso con un valor salvífico.

Su obra tiene además algo de científico, como un taxónomo que clasifica y guarda las piezas en cajas. ¿Por qué este formato?

Realmente no me considero científico, me considero más un artista salvaje que a través de los años y por la convivencia con el mundo natural en todas sus facetas ha ido aprendiendo. He aprendido cierto conocimiento sobre las plantas, también del reino mineral del cual poseo una buena colección; y también soy coleccionis­ ta de silópalos, es decir, de maderas pétreas, maderas fósiles, pero todo con un componente artístico. Yo he realizado cajas desde mis inicios, mis primeras prue­ bas, mis primeros incisos o entradas en la creación, cajas de todo tipo que luego se transforman realmente en lo que es el libro-caja. La caja es el contenedor per­ fecto para la transmutación alquímica que luego se puede producir dentro de este recipiente, la caja para

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mí se convierte realmente en un crisol transformador de estos elementos naturales. Las cajas actualmente también se expanden, se puede considerar que son portátiles, más bien pequeñas, aunque yo creo en su dimensión infinita, creo que el formato no afecta, no hace el contenido. Pero en proyectos que estoy prepa­ rando para el futuro, la caja se dimensiona hasta llegar a ocupar grandes espacios o salas expositivas, llenán­ dolos, y trabajo estos espacios como si fuesen una caja.

Tengo en mente el proyecto de una instalación para realizar un gran gabinete de musgo; en este caso sería para las salas del matadero, aquí en Madrid, pero supone un cambio de escala, como ya ocurrió en mi proyecto anterior que fue la creación de un escapara­ te, que realmente es una caja grande con este diora­ ma, quizá uno de los primeros dioramas que existen en España, porque realmente solo existen dioramas de pequeños formatos en el Museo de Ciencias Naturales, pero no a esta gran escala; para mí resulta realmente fácil cambiar la dimensión, siempre he sen­ tido una gran fascinación por el mundo de las cajas, las cajas guardan los secretos, la magia y el misterio, son

En página anterior, Imago y otolitos. 8.1.2009 (148 x 207 x 32 mm), 6 páginas de papel verjurado negro y papel de fibra de kozo trasluć ido con siluetas en rotulador de alas de mariposas.

Caja: alas de la reina de Madagascar (Chrysiridia madagascariensis) y una de pavo real (Papilio bianor), China, y tres otolitos de merluza sobre oĺ eo negro.

Arriba, Bosque Negro, 24.3.2009 (300 x 420 x 60 mm), 10 páginas de papel verjurado y papel vegetal con fotografías. Caja: materiales de tinieblas boscosas de pinos negros del Pla de la Font con luna nueva.

Espot. Leŕ ida.

Abajo, Campo unificado de semillas de pinos, 13.1.2010 (145 x 207 x 30 mm). 6 paǵ inas de papel verjurado y papel de grabado Velin con gofrados de semillas de pinos y fibras vegetales y frotaciones.

Caja: Semillas aladas de pinos de Bunyola para reforestaciones procedentes del vivero de Menut. Ultimas semilla del Pi Gros. Piñón de la casa del poeta Miguel Costa y LLovera en Formentor, Mallorca. Sección de piña fósil de Araucaria sp. del Triásico de Río Negro, Argentina. Sobre arena de playa de Binidali,́ Menorca.

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el

Arriba, The Petrified Forest, 31.7.2010 (200 x 285 x 52 mm). 8 páginas de papel de amate de Morelos, México, y papel vegetal con impresiones fotograf́ icas en color alterado. Caja: xilopalos del bosque petrificado y astillas de Hollbrook, Arizona, calcopirita irisada de México y tierra de Monument Valley, Nuevo México.

A la derecha, Cruz de los astures, 4.6.2001 (200 x 200 x 32mm). 4 páginas de papel verjurado y papel de pochote (México) con huellas de cápsulas de eucalipto. Caja: 7 anillos de cápsulas de eucalipto del Monte de Santa Tecla, La Guardia, Galicia, semillas de eucalipto y semillas de datura, y Andalucita Quiastolítica de Poal (Asturias) –edad: 650 millones de años– encuadernación en papel de kozo gofrado (Japon ́ ).

Abajo, Ojo de cigüeña, 27.7.2009 (200 x 285 x 54 mm), 6 páginas de papel de fibras vegetales y papel de grabado Velin con gofrados de cálamos de plumas de cigüeñas. Caja: plumas de cigüeñas de Manzanares el Real y madera hueca de renuevo de álamo del Valle de la Fuenfría sobre cera negra.

pequeños recintos sagrados. También me gustaría destacar que en la realización de las cajas solo inter­ vengo yo en todo el proceso: en la realización de las cajas, que abarcan diferentes formatos, desde un tamaño pequeño como el brinzal a otras cajas mayo­ res como los grandes pilares del bosque; y lo mismo en el proceso de realización, en el ritual de cargar la

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caja, bien exponiéndola a la luz de la luna llena, o bien bajo inclemencias o fenómenos de la naturaleza –bajo la nieve, por ejemplo– para que se carguen con las vir­ tudes de estos fenómenos; y, del mismo modo, en la realización posterior de lo que es la paginación, su realización como libro, con el sellado hermético con cristal, la encuadernación muy rústica y el estuche de madera que contiene el libro, que lo protege y defien­ de, en todos estos procesos, solo participo yo; me gusta hacerlo solo, sin ayudantes ni asistentes; es el planteamiento de un hombre solo ante la naturaleza capaz de crear su propio mundo.

Aparte de su trabajo artístico también da cursos sobre arte y naturaleza. ¿Cómo enfoca esta relación?

Es una forma de mostrar, difundir y enseñar mis pau­ tas de observación sensible de diferentes territorios, con exploraciones en busca de parajes desconocidos y recolección de materiales de esos lugares, siempre buscando despertar una mayor atención en las perso­ nas hacia los micro-fenómenos, micro-paisajes o a los efectos diminutos de los lugares, a sus pequeños cambios sutiles, a sus augurios, caminado y trabajan­ do en los grandes espacios abiertos.

Dentro de los talleres o cursos que he ofrecido, di un taller en la fundación Joan Miró, bajo el titulo La cali­ grafía de los pinos, que consistía en la búsqueda de los cinco pinos mas antiguos o señeros de la isla de Palma de Mallorca, empezando por el que existe en la fundación Joan Miró, un pino muy singular ya que Miró mandaba resinarlo todos los años y su fuste, su tron­ co, está completamente cubierto por un manto de resina, y el pino continúa vivo. En esta búsqueda de estos pinos señeros, el trabajo consistía en descubrir ese lenguaje secreto que siempre se oculta en la natu­ raleza; en este caso, a través de sus acículas; soy un fanático de las acículas, creo que soy el artista que más veces ha representado las agujas de los pinos. Se trata, pues, de establecer una relación creativa con estos lugares. También di otro curso para la Facultad de Bellas Artes en la Universidad de Granada sobre arte y medio ambiente, consistente en una serie de exploraciones y la realización posterior de unas obras; en este caso era la técnica de estampación en seco de gofrados, buscando las huellas de ciertos materiales recolectados en esas exploraciones. Se hicieron excursiones a Sierra Nevada, al jardín botánico de mayor altitud, que es el Jardín Botánico de la Universidad, en lo alto de Sierra Nevada, donde existe una especie singular que es el pino Silvestri sub neva­

densis. Me gusta incorporar en estos talleres a gente específica del mundo natural; en este caso se incorpo­ ró el director de este Jardín Botánico, en otros cursos anteriores participaron agentes forestales, ingenieros de montes, gente que conoce exhaustivamente su territorio. Ahora acabo de dar otro taller, en este caso en la Costa de la Morte, en Galicia, en Camariñas, bajo el título de Viento, plumas y escamas, que ha consisti­ do en una búsqueda de lugares de plumas, lugares donde se asientan las aves migratorias, en esta zona salvaje, en esta costa salvaje de Galicia, a la par que la localización del extraño mundo de las escamas –las plumas derivan de las escamas–, y siempre rodeados de un fuerte viento que nos ayudó a concentrarnos. Se trata de relacionarse con las fuerzas de la naturaleza y adaptarse a ellas y aprender con ellas; en este caso fue con los fuertes vientos, que nos ayudaban realmente a concentrarnos en los paseos solitarios por las playas vírgenes. También nos acercamos a Muxía a contem­ plar sus piedras sagradas, como la Pedra de Abalar, y un lugar insólito y único en el mundo como es un seca­ dero de congrios. En mis cursos se plantea un de­ sarrollo de la percepción; yo soy como el guía que lle­ va a la gente a lugares propiciatorios que yo creo que pueden ayudarnos a sentir más la naturaleza, para luego esperar que de esta experiencia surjan germina­ ciones artísticas.

Entrevista realizada por Dionisio Romero

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al descubierto

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Energía ■ Preámbulo La palabra «energía» procede de ergon, (acción, trabajo, obra) y en (dentro). Para los griegos, enérgheia, signi­ ficaba fuerza en acción (opuesto a fuerza en potencia), es decir la fuerza propia de las cosas, su fuerza inma­ nente. Pero, como ocurre con todas las palabras, mu­ chos pueden ser sus planos de significado y, en uno más profundo, también se refería a «las potencias o fuerzas cósmicas superiores» que actúan sobre los hombres y el mundo. En la Grecia clásica, señalaba pues, una particular presencia de la divinidad en la ac­ tividad humana, una especial manifestación beneficiosa de auxilio a los hombres. Y nos queremos detener aquí, porque sobre esa irrupción de lo sobrenatural en la es­ fera de lo natural, de lo divino, del portento, del misterio, o como cada cual quiera llamarlo, en torno al que siempre existe una amplia zona cuyo alcance se ignora, queremos articular una vez más un reportaje que se funda en diversos planos de interpretación; en este caso en relación con un concepto que, más allá de su uso tecnológico –que desarrollaremos a lo largo de estas páginas–, nos despierta, como otras tantas irrupciones de lo maravilloso en nuestra vidas, lo que clamaba Segismundo, en La vida es sueño, expresando la unión intima de la admiración y el portento que supone la esfera

“Prometeo trae el fuego a la humanidad”(1817), de Heinrich Fueger.

En pág anterior, “El anciano de los días” (1794), de William Blake.

Abajo, “La salud atómica” ilustración de 1955.

de lo sobrenatural: «Cuál esta admiración, cuál este prodigio».

Pero la admiración, ese mágico extasiarse y sorpren­ derse de la mente por lo que nos rodea, nos la hemos dejado en el camino; la energía es una de esas maravi­ llas a admirar que se presentaba ante los hombres an­ tiguos como manifestación de la divinidad, de su acción en el mundo, ya fuera en forma de rayo, tormenta o trueno; es ese olvido, lo que ha permitido que profaná­ semos sin conciencia el núcleo del átomo, para devastar la tierra con armas atómicas, o hayamos ordeñado con violencia las venas negras y secretas de la tierra para crecer en codicia y avaricia a lomos de un corcel propio de Atila, el petróleo.

Pero como tantos otros conceptos, éste se fue va­ ciando de su contenido más pro­ fundo y elevado, por lo tanto esen­ cial o espiritual, para entrar en una fase donde su significado expresa sólo esa dimensión horizontal de la física clásica, sin trascendencia alguna, que es la capacidad de rea­ lizar trabajo. Cambiar el lenguaje es cambiar el alma; las palabras transmutadas, reducidas a dimen­ siones demasiado estrechas, en lugar de conducir a los hombres hacia las cosas, los alejan de la realidad, que es polisémica; en lugar de ser medio de comunión lo son de confusión, por eso hemos insistido en este preámbulo, en re­

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30 Una megaexcavadora Bagger (los vehículos terrestres más grandes de la historia) “comiendo” territorio en una mina de carbón a cielo abierto.

ven a lo que es esencial­ mente humano.

cordar el origen de la raíz profunda o vertical de su sig­ nificado, pues las palabras transmiten un pensamiento, y en este caso salvaguardar su origen proyecta hasta nosotros el lejano misterio de unas situaciones que se habían hecho vida desde los tiempos de Homero. Y dado que la talla y la dignidad de una persona dependen en gran parte del mito que ha hecho suyo –en cierto modo nos convertimos en aquello que creemos–, rei­ vindicamos esa facultad del mito, en el sentido tradi­ cional (no en el peyorativo de lo opuesto al hecho cien­ tífico), de ser la mayor aproximación a la verdad absoluta que se pueda expresar con palabras, como decía A. K. Coomaraswamy, pues el mito no habla a la mente analítica, sino al intelecto intuitivo, ahogado por todos los medios por la civilización moderna. No olvi­ demos que la ciencia es un proceso en curso, hecha de otro tipo de mitos, y que sus paradigmas no son, en modo alguno, sacrosantos, por lo que su forma de se­ ñalar la verdad es relativa; por eso reivindicamos la idea mítica, mucho más completa, pues integra toda nuestra inteligencia, de que la energía viene del Cielo como ayuda a los hombres.

Desde este acercamiento, el tema de la energía cam­ bia; ya no es sólo un recurso físico, sino que el misterio en el que está envuelto ha de tratarse con sumo respeto, pues no se entra impunemente en la cámara del Rey a robarle sus tesoros. Así que ante la crisis energética en la que nos hallamos, debemos asumir nuestra res­ ponsabilidad y tratar el regalo de los dioses con pro­ fundo agradecimiento y conciencia; no se puede jugar con la energía como lo hemos hecho desde la revolución industrial, jugar con la fuerza del cosmos para satisfacer caprichos, los caprichos de los que la cultura moderna y su sociedad de consumo se ha revestido a costa de la piel y la sangre de la tierra. Deseos hechos demanda, productos, movimientos y servicios que para nada sir­

■ ¿Y que tiene de ad­ mirable la energía?

En el plano de la física, la energía es uno de los conceptos más impor­ tantes que se utilizan para describir los fenómenos naturales. La física mo­ derna ha descubierto que la masa, que siempre se había identificado con la «materia» de la que estaban hechas las cosas, nos es más que una forma de energía. Los físicos cuánticos nos dicen que todo es energía y que sólo un 0,005% de la energía se expresa como forma material, materia densa, átomos, planetas y galaxias.

El resto es energía. Todo el universo aparece como una telaraña dinámica de patrones de energía inseparables.

A diferencia de la ciencia clásica mecanicista, el todo ya no es reductible a sus partes infinitesimales. Esos patrones dinámicos o «haces de energía» son los que forman las estructuras nucleares, atómicas y molecu­ lares que constituyen la materia y le dan su aspecto sólido macroscópico, pero en el fondo todo es una danza de energía que no es arbitraria y caótica, sino, como dicen algunas teorías de la física moderna, au­ toncongruente. Nos hallamos, pues, ante un secreto que yace en las profundidades del universo conocido y más allá, un «fondo» en el que somos, nos movemos y existimos, una esencia última que no puede ser sepa­ rada de sus múltiples manifestaciones en miríadas de formas que nacen y se desintegran, transformándose unas en otras incesantemente, en un movimiento con­ tinuo, en un fluir que es como un fuego perpetuo, que diría Heráclito, o un océano de fuego que diría el Buda, que es vida.

Todo este apunte nos debería colocar en una actitud de humildad que ya muestran algunos científicos, como el físico Lewis Thomas, el astrónomo Timothy Ferris o filósofos como Karl Popper, acerca de nuestra ignorancia infinita, y nuestro conocimiento limitado; lo que nos puede invita a reflexionar y a debatir desde un mejor lu­ gar sobre el uso adecuado y el tipo de energía que que­ remos que nos acompañe en nuestro vivir: ¿una energía sucia y densa que despierta a los muertos fosilizados y

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31 El desolador paisaje de un campo petrolífero agotado en Azerbaiyán.

no les deja el descanso, como la que se genera a partir del petróleo, el car­ bón, o el gas, y cuya uti­ lización masiva a hecho, entre otras maldades, escupir tal cantidad de CO2, que no sólo calienta el planeta sino que está pansión de la lógica del ca­ acidificando el océano sin «El petróleo permitió el paso a una el que no podremos vi- agricultura industrializada que aumentó el pital, alimentando una es­ fera financiera cada vez vir? ¿Una energía atóuso de nutrientes químicos y pesticidas y más potente mediante la li­ mica que genera resimecanizó los procesos, lo que forzó el bre movilidad de capitales, duos a perpetuidad y que abandono del trabajo físico de seres a la que ahora no hay quien produce catástrofes tehumanos y animales.» le ponga el bocado. rribles como la de CherEl petróleo permitió el nobil o Japón? ¿O debe­ ríamos, de una vez por todas, ir a la búsqueda de paso a una agricultura industrializada que aumentó el energías limpias, sencillas, autogestionadas, basadas uso de nutrientes químicos y pesticidas y mecanizó los procesos, lo que forzó el abandono del trabajo físico de en el principio de precaución, y siempre previo plantea­ miento del sentido de tanta energía, de tantos productos, seres humanos y animales; los primeros pasaron a en­ de tantos movimientos y servicios, de tanto consumo? grosar la mano de obra que permitió el despegue de la Empecemos, pues, por argumentar por qué hemos de economía industrial asociada al crecimiento de las ciu­ abandonar las energías fósiles, lo que han supuesto en dades, con el consiguiente abandono de las zonas ru­ nuestra vida; sigamos por las nucleares, defendamos rales, cuya utilización de la energía, por cierto, era efi­ ciente y ahora agoniza ante el olvido de la suprema algunas de las renovables y rematemos con el discer­ nimiento de lo que es realmente necesario para la buena civilización urbana. La desarticulación de economías vida. Y tengamos como brújula el mito de que la energía vernáculas ha desplazado a millones de seres humanos al sufrimiento de los suburbios de las ciudades. es un regalo demasiado valioso como para no tener ab­ No nos vamos a extender demasiado en el desastre solutamente claro el objetivo de su uso. que ha supuesto el desarrollo de una industria química ■ Energía fósil que ha producido sustancias que a la naturaleza nunca Los combustibles fósiles siempre han están asociados se le hubiera ocurrido crear, cientos de las cuales se al aumento del poder; como dice Jeremy Rifkins, «la encuentran ya en el feto antes de ver la luz del día; lo energía es la base de la cultura humana... El poder en hicimos en el número 12 y cualquiera de nuestros ami­ cada sociedad pertenece en ultima instancia a aquel gos con cáncer lo representa. que controla los instrumentos exosomáticos que son La economía industrial pudo, gracias a estos com­ usados para transformar, intercambiar y desechar bustibles, despegar en el ámbito de los servicios y la energía». producción de bienes, y, gracias al petróleo, desarrollar En el siglo XIX fue el carbón el que permitió iniciar la el hombre-automóvil que devora el mundo con sus len­ Revolución industrial e hizo posible el desarrollo de una guas asfálticas (252 hectáreas al día, de tierra fértil). En cultura de dominio del mundo por parte de Europa. Con definitiva el petróleo y en menor medida el gas, permitió la entrada del petróleo en escena, en los albores del el despliegue de las fuerzas productivas, el aumento XX, se pudo impulsar una cultura a escala global basada de un extraño índice exclusivamente material, para me­ en la idea del crecimiento sin fin, lo que supuso la ex- dir el bienestar de una sociedad (el PIB), el consumo in

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32 Un soldado estadounidense asegurando el terreno en los campos petrolíferos en llamas de Rumaila en Irak, durante la guerra del 2003.

crescendo de materias primas, agua y energía, y propició el aumento de la población de forma desorbitada. «La población entonces se expandió seis veces, exacta­ mente al ritmo que lo hacía la producción del petróleo.

Una tasa de crecimiento sin precedentes en la historia de la humanidad» (Colin Campbell).

«Cambiamos una energía humana y animal metabó­ lica para la obtención de las necesidades básicas por una energía mecanizada y química invirtiendo las je­ rarquías de las necesidades y haciendo del uso de la energía un fin en sí mismo, con un despilfarro continuo que lleva lo superfluo a primer plano (la sociedad de consumo) y hace de la producción de alimentos un es­ trato residual de la economía» (Los amigos de Lud).

«Esta revolución de los combustibles fósiles, que per­ mitió sustituir y multiplicar (muchas veces) la capacidad de trabajo animal y humana, afianzaría de forma potente y definitiva la idea del progreso indefinido, del creci­ miento “sin fin”, y de los enormes beneficios derivados de la explotación sin freno de la naturaleza, transfor­ mando totalmente nuestras sociedades y nuestras vi­ das» (Fernández Durán).

Otra de sus nefandas consecuencias ha sido con­ vertirse en un objetivo geopolítico para la guerra y au­ mentar el poder destructivo de los enfrentamientos armados, con setenta millones de muertos en la Se­ gunda Guerra Mundial, sólo en Europa. La lucha por el oro negro se escribió con sangre en el pasado y sigue haciéndolo con las guerras actuales: no olvidemos el papel crucial desempeñado por las compañías petro­ líferas transnacionales en la ultima guerra balcánica, las dos guerras de Iraq, clave en el mercado mundial de petróleo, donde casi la mitad de las reservas pro­ badas del país se han concedido a empresas occiden­ tales y consorcios conjuntos, proporcionando benefi­ cios de millones de dólares anuales, Afganistán, Libia…

Y lo que nos queda por ver. La cues­ tión energética se ha convertido en una clave que marca los futuros desarrollos de las políticas interna­ cionales. Los grupos de interés li­ gados a los sectores de la energía controlan el juego de fuerzas del poder político y parece que están dispuestos a todo.

La aparición de este combustible ha traído guerras, contaminación y catástrofes medioambientales; no olvidemos la catástrofe del Exxon Valdez, del Prestige, o la última del Golfo de México, el peor desastre me­ dioambiental de los EE.UU, cuyo daño al día de hoy sigue siendo incalculable: el 80% del crudo vertido (un total de 4,9 millones de barriles durante los casi tres meses que BP tardó en cubrir el pozo) aún no ha sido recuperado. Pero la Democracia S.A. de los políticos actuales no ha aprendido nada, ya que la compañía BP ha conseguido acallar todas las voces, incluso las del Comité de Energía y Comercio estadounidense que tiene documentos que prueban que la compañía ahorró en seguridad modificando los procedimientos normales y que su comportamiento puede ser considerado crimi­ nal, obteniendo como premio, el permiso de seguir per­ forando en aguas profundas en el Golfo de México. Una perforación en regiones inaccesibles, sobre cuya peli­ grosidad los científicos no cesan de advertir; pero este tipo de compañías no dejan de amenazar con su so­ berbia prometeica nuestros océanos y a las comunida­ des costeras que dependen de ellos con sus probables vertidos de crudo.

Las últimas revueltas en Oriente Medio y la inestabi­ lidad geopolítica que se puede observar en los mercados de petróleo hacen que Occidente busque soluciones como explotar, por ejemplo, una de las mayores re­ servas de crudo del mundo, situada en el Ártico, la «frontera final», que «gracias» al deshielo producido por el cambio climático ofrece la posibilidad de acceder a un petróleo antes remoto; parece olvidarse que su explotación agravaría los efectos del calentamiento, amén de que un 15% de la población es indígena y tienen derecho a los recursos naturales de la tierra en la que habitan, que además les pertenece legalmente.

Pero este último asunto suele ser pecata minuta frente a los derechos inalienables del mundo moderno para seguir creciendo.

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33 La plataforma de extracción de BP

Deepwater Horizon en el Golfo de México

en llamas, en abril del 2010.

Una vez más asistimos a una au­ sencia total de inteligencia y de ética donde el dinero compra las volun­ tades y salta por encima de todas las barreras incluidas las del sentido común. La dependencia energética de estos combustibles convierte a nuestros países en adictos sin vo­ luntad de cambio; la dependencia es casi total, pues no sólo se trata de una adicción energética, sino de insumos industriales; vivimos en so­ ciedades conformadas por los derivados del petróleo: agroquímicos, textiles, medicamentos, plásticos, calzado, ropa, muebles, electrónica, informática, envases, materiales de construcción, cosméticos, perfumes, aislante para cables, recubrimientos, solventes, adhesivos, anticongelantes, hule para llantas, carburantes, pesticidas, fungicidas, colorantes, conservantes, complementos alimenticios, etc. Todo ello hace que parezca imposible dejar de bombear e inyectar un pegajoso líquido que huele a muerte, a costa de lo que sea.

consumir la segunda mitad, el petróleo de peor calidad y de ma­ yor coste económico, tecnoló­ gico y energético, así como social y ambiental. El primer billón de barriles de crudo se ha tardado en consumir unos 130 años, pero la segunda mitad del petróleo que nos ha legado la madre na­ turaleza quizás podríamos devo­ rarla en unos 30 años, si conti­ núa el ritmo actual de crecimiento del consumo. En cualquier caso, el petróleo barato se habría acabado ya para siem­ pre. Y a partir de ahora el precio del crudo sólo podrá ir al alza, que será una de las formas por las que se regule el mercado. La otra será la guerra y el control y el aca­ paramiento del oro negro por parte de los poderosos.»

El profesor Mariano Marzo, la mayor autoridad en España en temas petrolíferos, detallaba hace unos me­ ses en su discurso de entrada en la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona los retos e incertidumbres del suministro global del petróleo: «Ciento cincuenta años después del nacimiento de la industria del petró­ leo, ha llegado el momento de aplicarse urgentemente a la tarea de reemplazar un combustible del que de­ pende cerca del 95% del transporte global y que, ade­ más, constituye la base de nuestro desarrollo socioe­ conómico. Una tarea que requiere el despliegue de un ambicioso plan de choque que combine medidas polí­ ticas con una decidida apuesta por la investigación y el desarrollo».

Y no sólo lo dicen los ecologistas catastrofistas o los científicos con conciencia. Hace unos días leíamos ante las guerras en Oriente, en La Carta de la Bolsa: «No

«Ciento cincuenta años después del nacimiento de la industria del petróleo, ha llegado el momento de aplicarse urgentemente a la tarea de reemplazar un combustible del que depende cerca del 95% del transporte global y que, además, constituye la base de nuestro desarrollo socioeconómico.»

■ El pico del petróleo Pero, a estas alturas, el problema ya no es si seguir utilizándola o no; el problema es el anuncio que hacen cada vez más científicos, filósofos, economistas, inge­ nieros, incluso magnates del petróleo, de la finitud de los recursos fósiles, especialmente el petróleo, del que depende nuestra economía globalizada. Hace unos nú­ meros entrevistábamos en AgendaViva a Ramón Fer­ nández Durán, para preguntarle por el declive energé­ tico global que se aproxima, y nos habló del pico del petróleo que «es el momento a partir del cual ya no será posible poner más crudo adicional en el mercado, por mucho que se hagan nuevas y costosas prospec­ ciones y extracciones, pues habremos consumido ya, grosso modo, la mitad de las reservas globales de pe­ tróleo. Según muchos autores eso ocurrió en 2010 y según otros en 1960. Habríamos agotado pues la pri­ mera mitad del petróleo convencional, el de mayor ca­ lidad, el más accesible y barato, y nos quedaría por

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34 El Reactor Europeo Presurizado (REP), un proyecto de 1.600 megavatios que entrará en funcionamiento en el 2013 en Olkiluoto, a 315 kilómetros al noroeste de Helsinki, en Finlandia, es el primero de su clase que generará electricidad tras el desastre japonés.

para diseñar y regresar a fórmulas de vida realmente sostenibles.

■ La energía nuclear Ante este cenit de las energías fósi­ les, al que le seguirán el del gas y el del carbón, por aumento de la de­ manda, sobre todo de los países emergentes, y con el consiguiente hay ninguna otra región capaz de «El desastre nuclear en Japón aumento de las emisiones de gases sustituir a Oriente Medio como ha abierto de nuevo el debate de efecto invernadero, la pregunta principal exportador de petróleo, y quizá una nueva era en las que se hacen muchos es qué energía puede sustituir a este combustible, la economía del petróleo se conestrategias energéticas. y se plantean si la nuclear puede ser traerá, y con ella la economía Fukushima ha hecho que se la solución; pero a nivel de trans­ mundial en su conjunto. Hemos tambaleen los argumentos porte, no es posible, pues harían de entender que el reciente ausobre un aspecto crucial para falta 50 años para transformar todo mento del precio del petróleo no que podamos confiar en este el transporte, base de nuestros sis­ es más que un leve y temprano temblor que anuncia el terre- tipo de energía: la seguridad.» temas, en eléctrico, para lo cual haría falta una gran cantidad de energía moto petrolero que vendrá. El y de recursos naturales que ya es­ petróleo no desaparecerá de los casean, y no podemos olvidar que mercados internacionales, pero el petróleo no sólo sirve para generar energía eléctrica. en las próximas décadas no alcanzará nunca los volú­ Antes de Fukushima la energía nuclear estaba des­ menes necesarios para satisfacer la demanda mundial prevista, lo que significa que más pronto que tarde la arrollando una intensa campaña a nivel mundial, los escasez pasará a ser la característica dominante del lobbies eléctrico-nucleares iban acumulando votos a mercado. Únicamente el rápido desarrollo de fuentes favor en las encuestas gracias a sus argumentos de independencia energética, de menor coste de este tipo de energía alternativas y una fuerte reducción del con­ sumo de petróleo podrían ahorrar al mundo las más de energía, y de aumento de las técnicas de seguridad aplicadas a las centrales nucleares, que serían prácti­ graves secuelas económicas».

Como vemos, el problema del fin del hidrocarburo camente invulnerables. Ya habían pasado 25 años desde va más allá de lo estrictamente económico, financiero Chernobil, y el hombre es olvido por naturaleza; como y energético; con él se mueven los cimientos del sistema dice un proverbio japonés, «después de tragarlo te ol­ capitalista globalizado, es el agotamiento de la base vidas de que quema», así que todos los programas po­ energética sobre la que se ha construido la civilización líticos incluyeron en su agenda la defensa de la nuclea­ actual. Y según muchos expertos, la mejor actitud es rización del suministro energético como una de las prepararse y asumir cuanto antes el grave problema soluciones al cambio climático y al pico del petróleo.

Pero el desastre nuclear en Japón ha abierto de nuevo estructural que se avecina que afectará a cientos, quizá miles, de millones de personas en todo el mundo y al el debate y quizá una nueva era en las estrategias ener­ modo de vida, tal y como lo conocemos y damos por géticas. Fukushima ha hecho que se tambaleen los ar­ sentado en Occidente. Hace treinta y tres años el Club gumentos sobre un aspecto crucial para que podamos confiar en este tipo de energía: la seguridad. El horror de Roma fijó «los límites del crecimiento» e instó a to­ mar medidas, y no lo hicimos; la alienación es casi total; que está viviendo Japón ante la mirada mundial, ha con la subida del precio del petróleo, quizá, por fin, le desencadenado en millones de ciudadanos un no a una veamos las orejas al lobo. No hay tiempo que perder energía que nunca podrá asegurar que lo improbable

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35 La montaña Yucca, en Nevada, cerca de California, una cadena montañosa de origen volcánico, lugar del proyecto de almacenamiento de residuos radioactivos en capas geológicas profundas, finalmente abandonado en 2010 por la administración estadounidense.

no suceda, pues la seguridad abso­ luta es imposible, porque siempre hay dimensiones de la vida incon­ trolables: un terremoto, un mare­ moto, un atentado terrorista y, sobre todo, lo otro, lo desconocido o nunca observado. Fruto de ello ha sido que Alemania, uno de los países más concienciados a nivel medioambien­ tal, ha confirmado a través de su canciller, Angela Mer­ kel, la decisión de poner fin a la era nuclear en Alemania y la apuesta firme por el desarrollo de las energías re­ novables que será sancionado por ley en el parlamento antes de este verano, y parece que otros países le se­ cundarán. El comisario europeo de la energía ha dicho recientemente que Europa debe abastecerse sin energía nuclear. Es verdad, que otros países como Rusia, Ucra­ nia, China, Francia, EE.UU., continúan apostando por ella, pero en muchos países europeos puede que haya calado el principio de precaución de que la mejor se­ guridad es evitar la generación de fuentes de inseguri­ dad, aunque ello conlleve mirar de otra forma nuestros estilos de vida y las expectativas de desarrollo econó­ mico. No nos alargamos más, pues en este mismo nú­ mero, en Epicentro, tratamos más ampliamente este tema.

Pero el desastre nuclear en Japón ha abierto de nuevo el debate y quizá una nueva era en las estrategias ener­ géticas. Fukushima ha hecho que se tambaleen los ar­ gumentos sobre un aspecto crucial para que podamos confiar en este tipo de energía: la seguridad. El horror que está viviendo Japón ante la mirada mundial, ha desencadenado en millones de ciudadanos un no a una energía que nunca podrá asegurar que lo improbable no suceda, pues la seguridad absoluta es imposible, porque siempre hay dimensiones de la vida incontro­ lables: un terremoto, un maremoto, un atentado terro­ rista y, sobre todo, lo otro, lo desconocido o nunca ob­ servado. Fruto de ello ha sido que Alemania, uno de los países más concienciados a nivel medioambiental, ha confirmado a través de su canciller, Angela Merkel, la decisión de poner fin a la era nuclear en Alemania y la apuesta firme por el desarrollo de las energías reno­ vables que será sancionado por ley en el parlamento antes de este verano, y parece que otros países le se­

cundarán. El comisario europeo de la energía ha dicho recientemente que Europa debe abastecerse sin energía nuclear. Es verdad, que otros países como Rusia, Ucra­ nia, China, Francia, EE.UU., continúan apostando por ella, pero en muchos países europeos puede que haya calado el principio de precaución de que la mejor se­ guridad es evitar la generación de fuentes de inseguri­ dad, aunque ello conlleve mirar de otra forma nuestros estilos de vida y las expectativas de desarrollo econó­ mico. No nos alargamos más, pues en este mismo nú­ mero, en Epicentro, tratamos más ampliamente este tema.

Seguramente la energía nuclear tendrá que desem­ peñar cierto papel en la etapa de transición hacia el nuevo modelo energético basado en nuevos modos de vida, pero, como dice Marcel Coderch, «lo que no po­ demos aceptar es que se pretenda que todo puede se­ guir igual y que se utilice el espejismo nuclear para re­ trasar, y por tanto hacer más penoso todavía, lo inevitable: la demolición del fetiche del crecimiento eco­ nómico y demográfico, y la transición hacia fuentes de energía y modos de vida realmente sostenibles». Como dice Carlos Taibo, somos esclavos de los tiempos mo­ dernos, subyugados por los mitos del crecimiento, el consumo, la productividad, la competitividad y las tec­ nologías liberadoras.

Pero si no puede ser fósil, por el pico, ni nuclear, por los riesgos que nos hacen asumir, ¿cómo vamos a hacer frente a la demanda creciente de energía?

■ Energías renovables Una de las características de esta sociedad con gran dificultad para reflexionar, como dice el filósofo José Luis Sampedro, es la fe en la tecnología; de alguna manera las energías renovables avivan nuestra necesi­ dad de esperanza de poder mantener incólume nuestros

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36 Huerto solar de Les Mees, en la meseta del mismo nombre en el departamento de Alpes-de-Haute-Provence, Francia.

Los 200 hectáreas de paneles solares producirán alrededor de 100 megavatios.

La instalación, distinta de lo habitual, se extiende por el paisaje, con un espacio para pastoreo y un sistema sin bases de hormigón para los paneles.

estilos de vida gracias a la diosa tecnología y su dios el mercado; aquí defendemos sus posibilidades paliativas, pues son las únicas que, si están descentralizadas, pueden calificarse de sostenibles: no trasladan costes ni riesgos contaminantes al futuro, reducen la emisión de gases de efecto invernadero y mitigan el cambio climático, pero no creemos que ésa sea la verdadera solución, pues no resuelve la causa que origina esta anomalía cósmica que es el mundo que hemos creado y porque el problema del suministro eléctrico, volvemos a repetir, sólo es uno de los problemas que el cenit del petróleo plantea; no hay un reemplazo eficaz para la energía que hoy proporcionan los hidrocarburos.

Pero evidentemente no podemos desdeñar que, ante la situación actual, caracterizada por el cambio climá­ tico, el agotamiento de los combustibles fósiles, el cuestionamiento de la energía nuclear y una crisis eco­ nómica que nos tiene atenazados, la respuesta de la Unión Europea haya sido la propuesta 20-20-20 (que para 2020 pretende reducir en un 20% las emisiones de CO2, incrementar un 20% la eficiencia energética y otro tanto las energías renovables), que muestra que se va tomando cierta conciencia de que la época del derroche energético se ha acabado.

Nos encontramos con el sector que ofrece unas pers­ pectivas más optimistas, porque sus costes bajan mien­ tras suben los de las tecnologías convencionales; la eó­ lica ya resulta más barata que el petróleo. Luis Merino, editor de la revista Energías Renovables, que lleva diez años siendo testigo y relator del florecimiento y pro­ greso de esta tecnología, comenta en su revista: «Los últimos datos de Red Eléctrica de España confirman, por ejemplo, que en los cuatro primeros meses del 2011 la producción de energía renovable ha represen­ tado el 39% de la producción total. Algo que a finales del siglo pasado parecía inimaginable. Y esto es sólo el

principio, porque a estas tecnologías les queda un largo camino por re­ correr y muchas desconfianzas que vencer». Según el Panel Interguber­ namental de Expertos sobre el Cam­ bio Climático, las energías limpias podrían proporcionar el 77% de la energía mundial en 2050, según un informe aprobado en Abu Dhabi. El traspaso a las renovables, que actual­ mente representan alrededor del 13% del suministro mundial, significaría un descenso en las emisiones de dióxido de carbono. Según el informe, para generar casi el 80% de la energía mundial a partir de la bioe­ nergía, energía eólica, solar, hidroeléctrica, geotérmica o del océano (como la energía undimotriz, que es la que obtiene electricidad aprovechándose del oleaje y también de la mareomotriz, que aprovecha las mareas) se requieren inversiones de los gobiernos y el sector privado. Pero señalan que ése es el principal inconve­ niente a que se enfrentan y se enfrentarán: la inversión.

Según la comunidad científica, su masificación deman­ dará un alto coste, lo cual, dada la crisis financiera, es una seria barrera a superar. Como dice Fernando A. Frechoso Escudero, ingeniero eléctrico: «Si una vez más dejamos actuar al libre mercado, el petróleo será sustituido por gas y carbón, que es más barato, hasta que éstos se agoten o nos axfisiemos... lo que ocurra primero. Por eso resulta imprescindible corregir este defecto del mercado y potenciar el desarrollo de las energías renovables frente a los combustibles fósiles».

Greenpeace va más allá en su optimismo: en el informe Renovables 100%, encargado a un equipo del Instituto de Investigación Tecnológica de la Universidad Pontificia Comillas, encabezado por el Dr. Xavier García Casals, se demuestra la viabilidad técnica y económica de un sistema basado 100% en renovables para el 2050.

Pero tanto optimismo es refutado por muchos de los problemas que encuentran las instalaciones eólicas, por ejemplo, como el tema de salvaguardar nuestros montes y no convertirlos en industrias, con la consi­ guiente pérdida de ingresos para el sector turístico que ve arruinados los paisajes o con la limitación de no po­ der disponer de ellas cuando se las necesita debido a

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37 El parque eólico marino de Lillgrund, en Öresund, cerca de Malmö, Suecia. Sus 48 aerogeneradores producen una potencia de 110 megavatios.

su intermitencia, aunque para este problema, según Domingo Jiménez Beltrán de la Fundación Renovables, en declaraciones a El País, «existen soluciones en un mix energético –sí, sólo de renovables–, como son la hibridación con la hidráulica o la bio­ masa, de la eólica y la solar, el vehísolar crean desechos como con«Según el Panel culo eléctrico como almacén de secuencia de la construcción de los Intergubernamental de energía eléctrica, una verdadera gesgeneradores eólicos y de las célu­ Expertos sobre el Cambio tión de la demanda y otras muchas las solares (aunque comparativaClimático, las energías posibilidades por desarrollar». Para mente se generen pocos desechos limpias podrían sus defensores, todos estos probleen la fase inicial de la construc­ proporcionar el 77% de la mas se pueden ir resolviendo con ción). O que si los biocombustibles, energía mundial en 2050, ingenio y cuando invirtamos el porotras de las supuestas energías centaje de subvenciones al I+D, hoy según un informe aprobado limpias más valoradas, llegasen a abrumadoramente a favor de las despegar, causarían un desastre en Abu Dhabi.» tecnologías convencionales. Para mundial pues se tendría que des­ Ramón Pichs Madruga, miembro del tinar la ya escasa superficie fértil IPCC y director de un centro de in­ de cultivo a alimentar nuestros co­ vestigación económica en Cuba, «no es la disponibilidad ches en vez de alimentar a los 7.000 millones de seres de recursos, sino las políticas públicas lo que ampliará humanos. Según datos de la página Crisis energética, o limitará el desarrollo de las energías renovables en sólo en el Reino Unido se requerirían, para mover los las próximas décadas». coches y autobuses con biodiesel, 25,9 millones de hec­ Otra crítica importante que se hace a las renovables táreas y sólo tienen 5,7. Si esto se tuviese que hacer a es que encarecen la electricidad porque reclaman pri­ escala mundial, entonces, la mayor parte de la superficie mas, y se afirma que si no hubiese primas no habría ni cultivable del planeta debería dedicarse a producir ali­ un panel solar, pero, del mismo modo, puede decirse mentos para coches, no para personas. que si no hubiese garantía de retorno para las nucleares, ¿Entonces? Ni fósiles, ni nuclear, ni renovables... no se construiría ninguna. Los molinos de viento reci­ bieron 1.180 millones en primas el año pasado para ■ Del laberinto se sale por arriba producir el 11% de la electricidad, pero gracias a ello Perdonen por llevarles a este laberinto, del que les pro­ España dejó de comprar combustibles fósiles por 1.200 pongo salir por arriba o, parafraseando a Einstein, re­ millones con el consiguiente ahorro de emisiones y una solver el problema en un nivel superior en el que se menor dependencia energética, además de generar mi­ originó. les de empleos I+D y colaborar en la transformación Creer que la inversión en tecnología será la solución, hacia una economía verde armónica con la naturaleza ya sea la capaz de sacar el petróleo más profundo, vio­ y que muchos autores defienden como única salida al lando las entrañas mismas de la tierra, o la de cuarta atolladero. generación nuclear que, esta vez sí, será segura, o la Como vemos, el debate está también servido en este que desarrolle masivamente energías limpias que trans­ caso, ya que no podemos olvidar que no existe un mé­ formen para siempre nuestros paisajes, es mantener todo para generar energía que no produzca alguna un sueño que ha hecho del planeta una pesadilla, un forma de desecho (contaminación). Incluso la eólica o nuevo espejismo generado por un sistema que se niega

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38 Torre de aparcamiento automatizada en la factoría Volkswagen en Wolfsburg, Alemania.

pretensión de defender la naturaleza que no cuestione, con rigor incen­ diario si es preciso, el progreso, la industrialización, el desarrollo, la tecnología –en suma las bases mis­ mas sobre las que se asienta la so­ ciedad occidental contemporánea y que ninguna fuerza política se atreve a cuestionar–, no puede ser ya más «Sin hablar de reduccción, a rectificar, a comprender que que fariseísmo o banalidad». cualquier tecnología por muy donde tenemos que invertir, el I+ Volvemos por tanto a insistir, D que necesitamos, sin necesidad nueva que sea, es otra falacia una vez más, en la necesidad de rede primas y subvenciones millocuperar una visión sagrada de la na­ del mismo sistema, en este narias, es espiritual y moral. Lo turaleza, una visión metafísica, no caso bajo el paraguas que hay que investigar es cómo ya, por tanto, de sus recursos sino conceptual del desarrollo se llega al núcleo del alma hude sus fenómenos, como el de la sostenible.» mana y se desactiva el chip tener energía, que traslucen la unidad de y se restituye el legitimo ser, in­ todas las cosas en el Espíritu. Los vestigar cómo se desarraiga el remedios no son solamente de or­ modelo perverso de consumo den moral, social, político, econó­ que se ha instalado en nuestras mentes que, ansiosas mico: exigen una consciencia espiritual. Y basta ya de ante el vacío de no ser, burbujean en una infinidad de rechazar el nivel de la espiritualidad con el único argu­ deseos para satisfacer la ausencia de plenitud, e integrar mento de que no es una ciencia física que pueda ser al alma humana, que vive en el destierro de lo pura­ verificada con criterios empíricos; es obvio que no es mente material, en un nivel superior. Y lo primero que una dimensión física, pero sí puede ser verificada con hay que hacer es tomar conciencia del mal que nos ha­ criterios filosófico-contemplativos. Son las únicas alas cemos en esa huida hacia delante en un universo pura­ con las que salir del laberinto, pues el alma serenada mente material y de la esclavitud de esta supuesta li­ nada desea, con todo se contenta, pues se sabe sentada bertad de satisfacer todos nuestros deseos a costa de encima de un incalculable tesoro hecho de conciencia, lo que sea, y arrepentirnos sinceramente de utilizar la conciencia que desplegada ante el mundo se mara­ nuestra energía en un derroche opulento de recursos villa de las cosas más sencillas. La Paz del mundo es que han sometido a la miseria y a la injusticia a las tres la paz del corazón, no hay otro camino. terceras partes del planeta, envenenando el futuro de ■ Decrecimiento voluntario o forzoso: ésa es la decenas de generaciones. Del laberinto que hemos cre­ cuestión ado entre todos, con nuestras mentiras de hallar la fe­ licidad en un crecimiento ininterrumpido, con nuestro Y en un plano más horizontal, tenemos que comprender egoísmo individualista y nuestra absoluta ignorancia que todo está relacionado entre sí, que vivir es vivir con de lo que lo humano realmente es, sólo se sale por las cosas, con los otros y con uno mismo, como decía María Zambrano, y lo que hace falta ahora son solu­ arriba.

Sin hablar de reduccción, cualquier tecnología por ciones de «contracción» de nuestro modo de vida y de muy nueva que sea, es otra falacia del mismo sistema, «convergencia» con los más pobres. Recordar que oc­ en este caso bajo el paraguas conceptual del desarrollo cidente no es el ombligo del mundo y que hay miles de millones de personas que viven muy por debajo de sostenible, donde se esconde el mismo discurso de lo­ cos y de economistas que sostienen que este sistema nuestro supuesto umbral de bienestar, y que son ejem­ que rebaja lo humano a una dimensión exclusivamente plos de vida digna y satisfecha. Quizá la crisis energética material es el modelo a imitar. Como dice Agustín López sea un revulsivo, una amarga medicina que acabe con Tobajas en su libro Manifiesto contra el progreso, «toda el sueño de que el resto del mundo pueda emular alguna

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39 Aparcamiento de bicicletas en Amsterdam, Holanda conocido como el Bike Flat.

Construido en 2001 cerca de la Estación Central de un modo provisional, aún se encuentra en funcionamiento y es capaz de alojar 2500 bicicletas en sus tres pisos.

vez nuestro modo de vida occidental, pues no hay recursos para todos.

Como dice Pedro Prieto, tenemos que «reducir por lo menos cinco ve­ ces nuestro nivel de consumo.

Se puede vivir con dignidad en ese nivel, pero eso requiere un esfuerzo ímprobo, que difícil­ mente podrán asumir los ciu­ dadanos, si no son conscientes del problema. Y deben hacerlo todos los países del mundo, em­ pezando por los más poderosos y consumistas. Eso es tan enormemente difícil como inevitable. Supone un giro copernicano de nuestras relaciones sociales y de nuestra forma de entender el mundo».

En vez de perder nuestro escaso y valioso tiempo ante tanta desinformación de un sistema que nos aliena, deberíamos ir dotando a nuestro imaginario de nuevas recetas, ir leyendo a los sabios, filósofos, economistas, científicos o ciudadanos que investigan sobre ese I+D de la vida simple, de la reducción, de la austeridad, como el filósofo Joaquim Sempere, que ve oportunidad donde otros ven catastrofismo: «Si disponemos de menos en­ ergía, tendremos que trabajar más con las manos, como antes. Viajaremos menos. Tendremos que obtener el alimento de una agricultura de proximidad: será inviable el “lujo” de comer en Madrid calabacines o tomates cul­ tivados en Murcia o en Marruecos. Los artefactos serán más caros y deberemos renunciar a muchos de ellos, o tendremos que aprender a compartirlos (por ejemplo con el alquiler de coches o bicicletas, o el uso compartido de lavadoras). Habrá que echar mucho ingenio en nuevos estilos de vida, que tal vez nos aporten más contacto social, más tiempo libre, menos estrés. De todos modos, cuidado con lo del tiempo libre, porque seguramente tendremos que renunciar a muchas máquinas y, por tanto, dedicar más horas al trabajo manual, incluido el trabajo manual doméstico». Pero como dice Agustín López Tobajas, «los métodos acordes con una forma de vida realmente humana serán por necesidad menos eficaces y menos productivos que los promovidos por la barbarie industrialista, lo que lejos de ser un incon­ veniente, es una providencial limitación y una defensa contra el demonio de la desmesura».

A estas alturas, la alternativa no es «crecimiento o decrecimiento», sino decrec­ imiento calculado y voluntario o decrecimiento forzoso. Lo inteligente es escoger desde ya el primer camino, la simplicidad voluntaria (la crisis ya nos está ayudando); hay infinitas posibilidades de decrecimiento voluntario que ya se es­ tán llevando a cabo en el mundo, tenemos todavía una generación viva de abuelos que nos pueden contar cómo se hacía antes, cuando un par de calcetines era un tesoro, y se remendaban los rotos, como un símbolo de sencillez, frugalidad y mesura, una economía de que menos es más, donde se tienen en cuenta las necesi­ dades de todos, no sólo de los occidentales. Pueblos indígenas o campesinos del tercer mundo, sin pa­ tologías como las de nuestra sociedad enferma, pueden mostrarnos otros caminos de existir más cercanos a la tierra. Estamos ante una oportunidad histórica de cambio, de regreso al sentido común y a la sabiduría del ser; sólo hay que desprenderse con desapego del falso ropaje de la ideología de la plenitud material en favor de otras formas de plenitud, no globales, sino verdaderamente universales.

Y cerremos de nuevo con el mito: la energía es un regalo de los dioses a todos los seres para satisfacer el objetivo de cualquier vida humana: la felicidad, y la aus­ teridad «es una condición ineludible, [...] la utilización correcta de toda la energía humana física, vital y mental; el despliegue en cada momento y en cada situación de la estrictamente necesaria, y la orientación de la restante hacia más altos fines mediante su trasmutación alquímica interna en energía espiritual» (Agustín López Tobajas). ¿Elevado? Sí. La Enérgheia no se merece una re­ flexión menor.

Beatriz Calvo Villoria

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03 epicentro

Epicentro: m. Punto de la superficie terrestre donde un terremoto ha alcanzado mayor intensidad. Está situado sobre el hipocentro u origen del seísmo.

El EPICENTRO es, por tanto, un suceso o tema que se convierte en el centro de atención y debate. Siguiendo con esta imagen que tomamos prestada de la ciencia, el epicentro es el origen de una perturbación social que nos afecta a todos y que señala las crestas más altas en la caligrafía de un “sismógrafo social”. En esta sección buscamos ese núcleo o hipocentro. Lo buscamos con una pregunta que pueda resumir la polémica y que nos permita abrir un debate que nos ayude a reflexionar sobre esa onda de perturbación o inquietud. Los temas, por tanto, serán importantes en el momento presente y nuestros sismógrafos están preparados para captar cualquier señal. En este número:

TEMA A DEBATE: ¿Cuáles son las lecturas que podemos sacar de lo ocurrido en Japón?

Presentación Aunque las noticias hayan dejado de reflejar lo que está ocurriendo en Fukushima, no queremos for­ mar parte de esa corriente que olvida la noticia cuando deja de ser novedad, y les invitamos a re­ flexionar con nuestros invitados sobre las leccio­ nes que se pueden extraer de lo ocurrido.

Pretendemos que el debate no se centre exclusi­ vamente en el tema de la energía nuclear, que ya lo hemos debatido a fondo en otro Epicentro (en el número 18 de AgendaViva), porque pensamos que lo ocurrido en Japón nos puede sugerir una refle­ xión no sólo sobre el debate energético, sino sobre un hipotético aumento de los desastres naturales, sobre las políticas de prevención de riesgos, la po­ sible vulnerabilidad tecnológica de nuestra socie­ dad, nuestra propia vulnerabilidad y fragilidad ante los desastres de la naturaleza, o la capacidad del ser humano ante las situaciones límite; y, así mismo, se puede considerar también el ejemplo de la población de Japón ante la tragedia, la capaci­ dad de recuperación, y demás aspectos sociológi­ cos del desastre. Hemos escogido seis perfiles

profesionales que nos ayuden a enfocar cada uno de los temas que creemos se han dibujado en esta tragedia humana de la que deberíamos sacar unas lecciones que aplicar.

Como presentación hemos realizado un pequeño resumen sobre el accidente, destacando algunos de los elementos que forman parte del debate actual.

Después de un terremoto de magnitud 9 y un maremoto de olas de hasta 15 metros, la central nuclear de Fukushima-Daiichi se quedó sin sumi­ nistro eléctrico: aquí empezó el accidente nuclear.

Al día de hoy en Fukushima se sigue trabajando contra reloj para enfriar cuatro de los reactores cuyos combustibles nucleares están parcialmente fundidos por lo que están emitiendo altos niveles de radioactividad. Hoy se sabe que el reactor nú­ mero 1 de Fukushima-Daiichi no resistió el terre­ moto, en contra de lo que los expertos han proclamado. Las labores de recuperación son muy difíciles y la imposibilidad de acceso, debido a la elevada radiactividad demora la solución, mientras surgen nuevos problemas. Varios kamikazes han

E:

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“Kaijo no Fuji”, del segundo volumen de las Cien vistas del monte Fuji, 1834, de Katsushika Hokusai.

En página siguiente, restos de la catástrofe tras el tsunami, incluido un torii, arco simbólico que marca la frontera entre el espacio sagrado y el profano, según la religión shintoísta.

sacrificado su vida exponiéndose a dosis de radiación letales. Más de 100.000 personas han siso evacuadas y no podrán volver a sus casas. El área de exclusión sigue ampliándose y por ahora hay una región in­ habitable de unos 100 km en torno a la central. Los controles de alimentos han revelado valores supe­ riores de cesio y yodo, elementos radioactivos, en espinacas, setas o leche, aunque ya se están levan­ tando restricciones al consumo. Entre las medidas desesperadas que se aplicaron, algunas pueden tener terribles consecuencias como la liberación de agua radiactiva al mar; la central ha reconocido que supera 100 veces el nivel permitido, y hay 70.000 metros cúbicos en los sótanos que hay que extraer para seguir rociando el reactor.

El pescado está contaminado y los países vecinos se muestran inquietos. También se sigue emitiendo a la atmósfera una radiactividad que se expande por todo el planeta. La Agencia Nuclear de EE.UU. cali­ fica la situación de «estática» a diferencia de la japo­ nesa que la considera «estable». La evolución es imprevisible, como reconoce el primer ministro japonés, Naoto Kan. Años y millones de euros cos­ tará restablecer un mínimo de orden, pero el daño radiactivo ya no hay quien lo ordene, aunque haya di­ vergencias sobre cuál será el número de victimas del previsible aumento de cánceres, pues es difícil cuan­ tificar la radiactividad emitida al aire y al mar de unos isótopos que duran décadas, como el cesio 137, ade­ más de su incorporación a la cadena trófica, que tiene una dinámica distinta.

Muchos son los elementos que hay que tener en cuenta en un debate muy viciado, pues hay falseda­ des en ambos lados, y es difícil desenmarañar datos

contradictorios sobre si es una energía realmente barata o lo contrario, ya que no siempre se incluyen los costes de los residuos o de la construcción, si bien después de Fukushima será obligado asumir mayores costes de seguridad y eso dificultará su rentabilidad; también se debaten sus ventajas en cuanto a estabilidad frente a las in­ termitencias de la eólica, y en relación con las emi­ siones de CO2, y si es, por tanto, la respuesta al cambio climático y a la independencia energética ante el cenit del petróleo barato. Otro motivo de dis­ cusión son los residuos que donamos a generacio­ nes futuras por miles de años y sobre los que todavía no existe un acuerdo internacional en cuanto a mé­ todos de eliminación, aunque ya se promete que la tecnología acabará aprendiendo a usar esos residuos como combustible. Pero lo que quizá es el escollo principal, es el tema de la seguridad, pues tener cen­ trales nucleares exige estar dispuesto a conocer y asumir los riesgos. Desde los foros nucleares se in­ tenta tranquilizar ese miedo (que para algunos como Lovelock, es irracional y sólo está alimentado por los ecologistas), argumentando que es una de las in­ dustrias más protegidas y seguras del mundo, pero en Fukushima ha sucedido lo que ningún técnico con sus cálculos de riesgo se atrevió a imaginar, y eso en Japón, la tercera potencia mundial, con la tecnología más avanzada; no queremos imaginar lo que pasaría en países menos desarrollados. El debate sobre si el riesgo es asumible o no sigue abierto y las lecturas de lo ocurrido son innumerables.

No queremos olvidar desde estas páginas a los 13.000 muertos y a los 14.000 desaparecidos por el terremoto y el maremoto, y a los millones de japo­ neses que mostraron al mundo la nobleza de su ca­ rácter.

Beatriz Calvo Villoria

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¿Cuáles son las lecturas que podemos sacar

de lo ocurrido en Japón?

Francisco Castejón Doctor en Físicas y especialista en temas de energía. Es director de la Unidad de Teoría del Laboratorio Nacional de Fusión y miembro de la comisión de Energía de Ecologistas en Acción. Cuenta con más de 100 publicaciones en revistas internacionales y con más de 200 presentaciones a congresos internacionales. Ha dirigido ocho tesis doctorales en Física. Colabora en las revistas El Ecologista y Página Abierta. Es autor del libro ¿Vuelven las Nucleares?, publicado por Talasa en 2004. Además es miembro de la ONG Acción en Red.

En la sociedad actual estamos so­ metidos a riesgos naturales, pero también a los producidos por nues­ tras actividades industriales, de transporte y de generación de ener­ gía. En cuanto al riesgo, la energía nuclear tiene las peculiares carac­ terísticas de esos fenómenos que ocurren muy rara vez pero con con­ secuencias muy impactantes. En efecto, los accidentes nucleares pertenecen a esta categoría.

La frecuencia real de accidentes es entre 10 y 100 veces superior a la calculada teóricamente. Esto se debe a que estos cálculos no tienen en cuenta todos los sucesos posi­ bles, como los terremotos o los errores humanos, ni los condicio­ nantes políticos, económicos y so­ ciales que pueden reducir los márgenes de seguridad debido al

«Tras cada accidente,

la industria nuclear

proclama que extrae

nuevas enseñanzas sobre

seguridad y que las

incorpora a las centrales

nucleares, aunque esto

suponga un

encarecimiento de la

energía.»

deseo de ahorrar o a las presiones económicas y políticas.

En Fukushima hemos visto que siempre hay imponderables que no se pueden tener en cuenta. Tras cada accidente, la industria nuclear proclama que extrae nuevas ense­ ñanzas sobre seguridad y que las incorpora a las centrales nucleares,

aunque esto suponga un encareci­ miento de la energía. Sin embargo vemos que a cada accidente le su­ cede otro por motivos que antes no se habían sospechado. Las acciones de la industria nuclear se convierten en una imposible carrera hacia la perfección.

Algunos de los riesgos del mundo de hoy están creados por nuestra propia forma de vida, de consumo y de producción, y son más probables que los accidentes nucleares: por ejemplo es más probable un acci­ dente de tráfico que un accidente nuclear. Pero la diferencia entre ambos es que cada uno decide asu­ mir el riesgo de montar en coche, mientras que no se tiene potestad alguna sobre el riesgo nuclear. A menudo se nos dice que los traba­ jadores de una planta nuclear van a trabajar a dicha instalación sin temor a los accidentes y que son una prueba de la irracionalidad de las protestas antinucleares. Pero ellos son beneficiarios de esta acti­ vidad y, por tanto, deciden afrontar el riesgo.

Es necesario que en todas las ac­ tividades humanas se dé una asun­ ción democrática del riesgo. Que las personas podamos decidir qué ries­ gos deseamos asumir y cuáles no.

Y la energía nuclear, por sus carac­ terísticas, debería abandonarse ya que esa asunción democrática del riesgo es imposible de garantizar.

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Antonio Cendrero Uceda Es catedrático de Geodinámica en la Universidad de Cantabria, académico numerario de la Real Academia de Ciencias, profesor o investigador visitante en EE.UU., Irak, Argentina, Brasil y Méjico, y miembro de diversos organismos internacionales, europeos y nacionales relacionados con el medio ambiente, el cambio global y los riesgos naturales. Es autor de más de 250 publicaciones científicas.

La mayoría de los desastres natu­ rales lo son sólo en parte, pues casi siempre se ven acrecentados (y, con frecuencia, desencadena­ dos) por acciones humanas. En general no es fácil predecir cuando se va a producir un episodio natu­ ral peligroso, pero sí suele ser posible definir las zonas de riesgo, y la magnitud y fre­ cuencia máxima que se pue­ den esperar. Esto permite la implantación de medidas de prevención y mitigación del riesgo, pero habitualmente no se hace. Más que de desastres naturales deberíamos hablar de gestión catastrófica.

La prevención debe incluir, como mínimo, no ubicar personas o instalacio­ nes sensibles en zonas de riesgo (ejemplos: central de Fukusima, 2011; camping de Biescas, 1996), o bien

«Los datos existentes sugieren con claridad que la causa principal del aumento de los desastres debidos a inundaciones y deslizamientos es la intensa modificación de la superficie terrestre por actividades humanas diversas.»

hacerlo de modo que los elemen­ tos humanos sean resistentes (Lorca, 2011). La legislación esta­ blece la necesidad de un análisis de riesgos naturales para planes de urbanismo, etc., pero la realidad de los acontecimientos muestra que eso no se aplica, o se aplica mal. El número de desastres «naturales» ha aumentado en el último medio siglo mucho más que la población

o la riqueza mundiales. No es que los procesos naturales sean cada vez más peligrosos, sino que la gestión del riesgo empeora. Es muy llamativo el gran aumento de los desastres debidos a la interac­ ción entre el agua y la superficie del terreno (inundaciones, desliza­ mientos). En contra de lo que habi­ tualmente se dice, eso difícilmente puede achacarse al cambio climá­ tico. El cambio climático implica un aumento de la frecuencia de los episodios extremos, pero éste es porcentual y en ningún caso supo­ ne que la frecuencia o intensidad de las lluvias fuertes se haya mul­ tiplicado por más de 20 en 50 años.

Los datos existentes sugieren con claridad que la causa principal del aumento de los desastres debidos a inundaciones y deslizamientos es la intensa modificación de la superficie terrestre por actividades humanas diversas (el llamado «cambio geomorfológico global»).

Es necesario implantar una cultura de prevención de riesgos, con pau­ tas más inteligentes de uso y ges­ tión del territorio, que tenga en cuenta el funcionamiento de los procesos natura­ les. Los conocimientos científicos y la tecnología, así como los instrumen­ tos normativos existen­ tes, permitirían hacerlo.

Lo que necesitamos es un verdadero cambio cultu­ ral, muy especialmente en las administraciones, para pasar de comportamien­ tos de reparación de daños ya ocurridos a otros de evita­ ción (o reducción significativa) de nuevos daños.

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¿Cuáles son las lecturas que podemos sacar de lo ocurrido en Japón?

Enrique Galán Santamaría Psicólogo analítico. Miembro fundador de la Sociedad Española de Psicología Analítica, la Asociación Transpersonal Española y la Fundación Carl Gustav Jung de España. Coordinador de la edición de los primeros volúmenes de las Obras completas de C. G. Jung (Trotta, Madrid, 1999 ss.)

Shintaro Ishihara, que a sus 78 años repite por cuarta vez su mandato como gobernador de Tokio, calificó en un principio el maremoto que ha destruido el nordeste de Japón como un «“castigo divino” que debía ser utilizado para lavar el egoísmo de los japoneses. Luego se disculpó» (J. Reinoso, El País, 11/4/2011). Esta reacción de imputar a los dioses las catástrofes naturales es tan frecuente que recibe en inglés el apelativo de acts of God. En consecuencia, dada la estrecha

relación que la mayor parte de las religiones mantienen con la mo­ ral, la conclusión es inmediata: castigo por nuestros pecados. Un pecado, el egoísmo, que para el designio del «crecimiento econó­ mico» es la máxima virtud.

Sea cual sea el efecto del tsuna­ mi, con sus miles de muertos, la destrucción generalizada de la zo­ na y sus desplazados, las inquie­ tantes informaciones sobre las centrales nucleares, su inseguri­ dad temporal, descapitalización y drenaje de agua y fondos públicos, con su efecto deletéreo en el resto del planeta, para quienes no esta­ mos afortunadamente allí es una noticia, con el tratamiento econó­ mico y político propio de toda noti­ cia. Impacto periodístico y manipu­ lación mediática logran que experimentemos un miedo más de los muchos que se nos apacientan.

Para los japoneses, los únicos que han sufrido un ataque nuclear, la noticia se inscribe en un imagi­ nario futurista propio del manga, y la catástrofe natural posee un sig­ nificado que no tiene por qué coin­ cidir con el que se da en este falso

«Frente a la desmesura

de esta época dirigida

ciegamente por

la ideología titánica,

la catástrofe japonesa

ha descubierto los pies

de barro del Titán

y la necesaria solidaridad

para no quedar

sepultados bajo

las ruinas de su

desmoronamiento.»

mundo laico que ha impuesto mundialmente su calendario. Para este mundo, la noticia es un espe­ jo donde definir de forma invertida nuestros rasgos culturales. Se su­ braya, así, la solidaridad de los ja­ poneses para aceptar los apago­ nes sectoriales que desordenan durante ese tiempo la «sociedad del conocimiento» basada en los dispositivos electrónicos, muchos de ellos diseñados y construidos en aquel país. Poco egoísmo pare­ ce haber, pues, en esa respuesta de un país culturalmente tan sociocéntrico.

Frente a la desmesura de esta época dirigida ciegamente por la ideo­ logía titánica, la catás­ trofe japonesa ha descu­ bierto los pies de barro del Titán y la necesaria solidaridad para no que­ dar sepultados bajo las ruinas de su desmoro­ namiento.

Esquema y fotografía de la construcción de uno de los reactores de la central de Fukushima.

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richstrasse,

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«La base fundamental de lo ocurrido en Fukushima es una creciente demanda energética sobre cuya necesidad o pertinencia pocas veces reflexionamos y argumentamos. Más energía, pues, a costa de lo que sea, aunque sea, incluso, a costa de las leyes de funcionamiento de la geología terrestre.»

Rafael Hernández

del Águila

Profesor titular de Geografía Física de la Universidad de Granada.

Especialista en temas ambientales, trabaja desde 1979 en dicha temática. Durante 18 años ha dirigido el Seminario de Medio Ambiente y Calidad de Vida de la Universidad de Granada.

Pasado un cierto tiempo del “terre­ moto mediático” de Fukushima, quizá sea tiempo ya de sacar algu­ nas conclusiones que sirvan de re­ flexión y propedéutica acerca del desastre. Conclusiones que vayan más allá de la simple descripción –terrible y preocupante por otro lado– de los efectos de la catástrofe.

Lo primero que deberíamos no olvidar es que el problema no se ha cerrado ni resuelto, a pesar de su cada vez menor tratamiento infor­ mativo. Dentro de veinticinco o treinta años, podríamos asistir pro­ bablemente a “programas-recuer­ do” como los que ahora vemos o leemos sobre Chernobyl. ¿Ha sido Fukushima producto de un azar impredecible o de una mala suerte imprevista? Nada más lejos de la realidad. En efecto, conviene recordar aunque sea un hecho cienVistas aéreas de la central de Fukushima en 1975 y en marzo de este año.

tífico obvio e incontestable, que eventos tectónicos como el que nos ocupa seguirán teniendo lugar en esa área geográfica, por lo que no podemos seguir «sorprendiéndo­ nos» por lo obvio ni, simplemente, lamentar la desgracia. ¿Cómo reaccionar o defenderse eficazmente ante procesos que son mucho más fuertes que nuestra propia capacidad de adaptación al riesgo o al desastre anunciado aun­ que éste no tenga una fecha fija y determinada?

Una forma evidente y primaria debe ser minimizar en lo posible el riesgo o el impacto de lo que va a pasar con toda seguridad: las pla­ cas se seguirán moviendo. Habrá más terremotos y tsunamis. Pero ¿son esa minimización o esa previ­ sión la única clave?

Podríamos plantearnos si en el caso de Fukushima se previó y cuantificó suficientemente el riesgo y el impacto. Todo el debate casi se

centra en esta cuestión. Pero ¿se hubiera resuelto el problema ha­ ciendo centrales nucleares más se­ guras? ¿Qué hay detrás de este imperativo de construcción de equipamientos tecnológicos para saciar una sed insaciable de ener­ gía? Dejamos apuntada también la duda sobre qué podría pasar en cualquier lugar del mundo econó­ mica o tecnológicamente menos avanzado que Japón.

Fukushima es síntoma de una actitud que trasciende las fronteras de lo concreto y que manifiesta un tipo de enfermedad muy grave, a nuestro entender, de la sociedad humana globalizada. Esta «dolen­ cia» consiste en concebir nuestro llamado «desarrollo» a costa de forzar las características, potencia­ lidades y límites de la naturaleza que nos sustenta, y los riesgos e impactos de nuestras actuaciones no son sino una consecuencia de ello. En el caso que nos ocupa, más

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energía. Se supone que el fin, en este caso, justifica los medios: asu­ mir el riesgo y el impacto como un efecto insoslayable y, en todo caso, un mal menor. Síntomas de esta enfermedad social a que nos refe­ rimos serían los ya demasiados de­ sastres ambientales de nuestras sociedades hipertecnologizadas que olvidamos con demasiada fre­ cuencia en la vorágine de noticias de cada día.

La base fundamental de lo ocu­ rrido en Fukushima es una cre­ ciente demanda energética sobre cuya necesidad o pertinencia pocas veces reflexionamos y argumenta­ mos. Más energía, pues, a costa de lo que sea, aunque sea, incluso, a costa de las leyes de funciona­ miento de la geología terrestre.

(Por no hablar de los problemas que atañen estrictamente a la pro­ pia energía nuclear a cuyo servicio se instaló esta industria).

En definitiva, la cuestión impera­ tiva parece ser que sólo queremos más energía. El «cómo» y el «dónde» es lo único importante si ese cómo y dónde es más y pronto.

Lo demás, el peligro, el riesgo, el conocimiento científico, la incerti­ dumbre o la certidumbre resultan accesorios. Hace ya demasiado tiempo que deberíamos habernos

planteado, sin Chernobyl o Fukus­ hima, energía para qué, para quién y a costa de qué o quién.

No deberíamos, por consiguien­ te, intensificar sine die nuestra ne­ cesidad con su subsiguiente oferta de más energía, sino modificar lo que la energía, sus tipos o modos de extracción, ha significado en nuestro «desarrollo» y lo que pue­ de y debe significar en el futuro. ¿Estamos planteándonos si existe o es más deseable ambiental o so­ cialmente otro modelo energéti­ co?, ¿para qué es necesario el cre­ cimiento constante de la demanda energética? Algo debería estar ya claro. Aunque la energía fuera físi­ ca, técnica o económicamente via­ ble o inagotable (y no lo es ni pare­ ce que vaya a serlo en un plazo razonable), la pertinencia en su uso va a depender no sólo de su existencia, coste o posibilidad téc­ nica de extracción sino del carácter de su uso, distribución en el repar­ to o seguridad en su utilización.

Asuntos todos ellos no menores y a cuya respuesta Fukushima (co­ mo Chernobyl hace treinta años o el agotamiento cercano de los combustibles fósiles) nos aboca.

No afrontar dicha respuesta sería una imperdonable apuesta tecno­ suicida e ingenua, si no culpable.

Félix Rodrigo Mora Con la calle y la vida como únicas universidades es autor de siete libros publicados y coautor de dos más, junto con algún folleto y diversos artículos o entrevistas en The Ecologist, Agenda Viva, Generación Net, Soberanía Alimentaria, Raíces y otras publicaciones.

«Deploramos lo que afecta a nuestro cuerpo pero nos mostramos mucho más tolerantes con los daños que padece nuestro espíritu.»

Todo, o casi todo, está ya dicho sobre el desastre de Fukushima en sus aspectos físicos y somáti­ cos. Hemos llorado a los muertos, lamentado la contaminación de los alimentos, las aguas y el aire y expresado nuestra inquietud por el futuro.

Estamos ante un gran desastre, éste en concreto y lo que signifi­ can de por sí las centrales nuclea­ res; sin embargo tal catástrofe, con todo, no es mayor que la que se manifiesta en la deforestación, la destrucción de los suelos agrí­ colas, la pérdida de la capa de ozono y varias otras.

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epicentro

Deploramos lo que afecta a nuestro cuerpo pero nos mostra­ mos mucho más tolerantes con los daños que padece nuestro es­ píritu. Casi todos parecen olvidar que una parte notable de la energía que consumimos se usa para la imposición de la mentira, el egoís­ mo, la maldad y la insocialidad por medio de la publicidad comercial y política, de la industria del entrete­ nimiento, del aparato mediático, del sistema educativo y acadé­ mico, del régimen parlamentario y partitocrático. Eso a muy pocos preocupa.

No hay masas en las calles pro­ testando contra la mentira institu­ cional, pero sí las hay, aunque cada vez menos densas, contra los de­ sastres medioambientales, a pesar de la íntima relación existente entre lo uno y lo otro. Estamos acomodados a la inespiritualidad y la verdad no es apreciada. Desea­ mos vivir desde y para el estó­ mago, como seres puramente fisiológicos, como meras «máqui­

nas biológicas» cartesianas. Sea, pero luego no nos quejemos.

Queremos un medio ambiente limpio y fragante, todo verde y flo­ rido, pero en lo espiritual nos con­ tentamos con cualquier cosa. Ése sí es un gran desastre y en él el movimiento ecologista, como expongo en Los límites del ecolo­ gismo, tiene una gran responsabi­ lidad. Necesitamos repensarnos en tanto que seres con cuerpo y conciencia, que aspiran al bien es­ piritual igual, al menos, que al ma­ terial, que desean vivir para la verdad, la libertad (en especial la libertad de conciencia, aunque también la libertad política y so­ cial), el bien moral, la virtud, la convivencia y el amor al amor.

Entre otras razones porque sólo cuando los humanos hagamos de ellos el sumo bien podremos re­ ducir al mínimo las demandas fi­ siológicas, de energía, bienes materiales y servicios, sin lo cual el planeta no tiene salvación como entidad viva y magnífica.

Eduard Rodríguez Farré Doctor en medicina, farmacólogo y radiobiólogo. Profesor de fisiología y farmacología en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (CSIC). Actualmente es miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública del IDCIII. Autor de numerosas publicaciones sobre toxicidad de contaminantes ambientales, energía nuclear y salud. Presidente de la asociación Científicos por el Medio Ambiente y miembro del Comité Científico de la Unión Europea sobre nuevos riesgos para la salud.

La humanidad siempre ha vivido al albur de fenómenos naturales destructores. Sin embargo, cuan­ do estos fenómenos acontecen en sociedades altamente tec­ nológicas, cual ha sido el reciente seísmo y maremoto –ahora tsunami– de Japón, las conse­ cuencias para la población adquieren características y dimensiones inéditas. Entre los numerosos aspectos de la trage­ dia destaca, por su impacto mundial, el accidente del comple­ jo nuclear de Fukushima-Daiichi (6 reactores), que acabará siendo el mayor desastre de la industria atómica. El desarrollo de los eventos acaecidos –que seguirán

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¿Cuáles son las lecturas que podemos sacar de lo ocurrido en Japón?

«Los promotores de la industria nuclear afirman que las dosis bajas –inferiores a 100 mSv– no producen efectos, cuando los datos científicos [...] concluyeron ya hace años que no hay dosis de radiación segura por pequeña que sea.» activos como mínimo durante muchos meses– constituye un modelo de estudio cardinal sobre las políticas de prevención de riesgo y de la vulnerabilidad intrínseca de tecnologías como la nuclear, publicitadas como esen­ cialmente seguras. Ello incluye la falaz comunicación de la situación y de los riesgos a la población y a los medios.

La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), la Agencia de Seguridad Nuclear (NISA) y el gobierno japo­ nés han informado sobre el acci­ dente según el clásico guión de que todo estaba bajo control y de que no había riesgo para la salud debido a la baja radiactividad emi­ tida. Lentamente han ido incre­ mentado la gravedad de la situa­ ción forzados por los datos prove­ nientes de organismos de otros países –EE.UU., Alemania, Francia y especialmente Austria a través del ZAMG (Instituto de Geofísica y Meteorología)–, hasta admitir a finales de mayo lo que se sabía desde el inicio del accidente: que el núcleo de los reactores 1, 2 y 3 estaba fundido y que las vasijas de contención presentaban roturas que permitían la pérdida de com­ bustible. La radiactividad emitida a la atmósfera y vertida al mar era

ingente y se había detectado en al aire ya a finales de marzo en EEUU y luego en Europa. Ítem más, el agua y los alimentos mostraban incorporación de radionucleidos (yodo-131, cesio-137, etc.) ¿Cómo se ha llegado a esta situación tecnológicamente ca­ tastrófica? A través de un proceso de evaluación de riesgos incorrec­ to, fallido o intencionalmente fal­ seado. Aunque no exclusivo de Japón, es bien conocido que ese país posee una larga historia de accidentes nucleares ocultados e informes falsificados. El más ilus­ trativo, entre otros, fue el de la planta de Kashiwazaki –la mayor del mundo, con 7 reactores, pro­ piedad de TEPCO–, que falsificó los datos de daños estructurales y vertidos radiactivos ocasionados por un terremoto de magnitud 6,8 en 2007, a causa del cual tuvo que cerrar más de dos años. Antes, en 2002, ya había ocurrido una acción similar. El punto central es que esta planta, al igual que la de Fukushima y otras, se habían construido aseverando que resis­ tían los seísmos y los maremotos más potentes que ocurren en Japón. La historia y la paleosis­ mología documentan que fenó­ menos de intensidad similar al actual (entre 8 y 9) han aconte­ cido en numerosas ocasiones (por cierto, incluso en el Mediterrá­ neo). Por razones meramente económicas se construyeron con menor resistencia de la requerida y al lado de mar sin protección adecuada. El proceso de identifi­ cación y análisis de riesgos fue subestimado, negligente y domi­ nado por los intereses económi­ cos frente a la protección de la población. Ello incluye que al eva­ luar los riesgos es imperativo

ponderar las incertidumbres del proceso, que usualmente son mayores que las certezas. En una tecnología compleja como la nuclear ello lleva a riesgos inasu­ mibles para la salud de la pobla­ ción.

Los graves efectos de la irradia­ ción interna por incorporación de radionucleidos representa el aspecto más grave. Es inexacto y engañoso hablar de «niveles aceptables de exposición externa» cuando el problema es la interna.

Los promotores de la industria nuclear afirman que las dosis bajas –inferiores a 100 mSv– no producen efectos, cuando los datos científicos reportados, por ejemplo, por el informe BEIR VII de la Academia de Ciencias de EE.UU., concluyeron ya hace años que no hay dosis de radiación segura por pequeña que sea.

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04 el Hombre y la Tierra Granxa Familiar

Una red de consumo alternativo que dignifica el medio rural gallego En estos últimos tiempos, las nuevas redes ciudadanas de consumo alternativo establecen como pilar fundamental la eliminación de intermediarios entre el productor y el consumidor.

Es una condición básica para no encarecer artificialmente el producto, a la vez que se valora y dignifica al productor. Y no sólo eso. Se establecen relaciones más directas entre productores y consumidores que benefician a ambas partes: el productor conoce de primera mano las preferencias de sus clientes y el consumidor puede saber el origen y la forma en que se elabora lo que consume. La red Granxa Familiar, que agrupa a una veintena de pequeñas granjas tradicionales en Galicia, profundiza en este diálogo y busca consolidar este tipo de intercambio, tanto para la salud y el conocimiento del consumidor como para revalorizar el medio rural gallego, un rico patrimonio conseguido en siglos de equilibrio entre el mundo natural y el humano.

«En la segunda mitad del siglo XX el concepto de red ha sido clave para los recientes avances en la comprensión científica, no sólo de los ecosistemas, sino de la misma naturaleza de la vida.»

Fritjof Capra, La trama de la vida Verónica Núñez y Daniel Arza forman parte de Granxa Familiar con su proyecto Caurelor, una pequeña empresa de elaboración de productos con frutos procedentes de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Caurel: fun­ damentalmente cas­ tañas, aunque tam­ bién trabajan con cerezas, arándanos o moras. La primera decisión arriesgada que tomaron fue no emigrar y quedarse a vivir en el medio rural gallego. La segunda, decidirse por un pro-

ducto como la castaña, olvidada y menospreciada en la zona y de incierta salida comercial. Hoy en día, apar­ te de los productos elaborados con castañas de los soutos milenarios, también se han atrevido con pro­ ductos artesanales hechos con cerezas ecológicas, moras y arándanos silvestres y hasta llevan una pequeña parcela de viñedo. «La idea surge cuando vemos que los castañares de la zona se están perdien­ do año tras año porque ya no se utilizan –explica Daniel–. En concreto en mi pueblo de Santa Eufemia de Caurel llevaban años abandonados, así que los bosques se estaban echando a perder. Sin embargo en el Caurel las castañas fueron desde siempre un sustento para las familias. Así que lo pensamos, decidimos volver a aprovecharlas y empezamos experimen­ tando; fuimos a ferias y vimos que empezaba a funcionar.»

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José Manuel Fernández tiene 36 años y ha decidido emprender la aventura de transformar su antigua cabaña ganadera convencio­ nal en ecológica. Para ello ha contado con el apoyo espe­ cial de su prima Carmen Sotelo, que le asesoró para emprender el arduo camino.

Un reto apoyado también por Granxa Familiar. José Manuel ha calculado en cinco años el tiempo necesario para que su proyecto de Casa Aguiar se estabilice y pueda vivir de ello. «De momento la granja no me da los suficientes benefi­ cios y trabajo aparte, conduciendo tractores para otras explotaciones, pero trabajando sólo en campa­ ñas. De momento sólo alcanzo a vender a particula­ res de la zona. En principio, con que me dé el proyec­ to de Casa Aguiar para cubrir costes y para mantener la explotación me doy por satisfecho. Mi idea sería trabajar y vivir el día de mañana al 100% de esto. Es la relajación total. Llegas un día de fuera estresado por el trabajo, te pones con las vacas y entras en casa con las energías recobradas, como un toro.»

Antonio Dacuña, 30 años, natural de Vilameá de Río Caldo (Concejo de Lobios, Orense) es otro pro­ ductor de Granxa Familiar que hace cinco años fundó la empresa de los quesos ecológicos de la Sierra del Xurés, un valioso territorio que constituye la última Reserva de la Biosfera declarada por la UNESCO, conjuntamente en España y Portugal (Parque Internacional Xurés-Gerês). La aventura de Antonio comienza en Madrid, dejando un trabajo bien remu­ nerado con la idea de volver a su tierra natal en las montañas del Xurés y poder retomar así la ancestral tradición del consumo de queso de cabra. «Creo que mi granja además de sostenible produce un bien al medioambiente. Antes teníamos este monte abando­ nado y sin sacarle partido. Ahora mis cabras andan por ahí utilizando el monte. Hacen limpieza y lo man­ tienen. A la vez, sus excrementos sirven de abono y

José Manuel Fernández Guerra, de Casa do Aguiar, granja familiar dedicada a la ternera gallega ecológica. A la izquierda, Carlos Ferrás, creador y coordinador del proyecto Granxa Familiar, profesor de Geografía Humana y director del Grupo de Investigación, Sociedad, Tecnologías y Territorio de la Universidad de Santiago de Compostela.

nutren el suelo. Y ahora podemos volver a ver conejo, perdiz, nuevas aves… Lo que a su vez hace aumentar la población de depredadores y aumenta la diversi­ dad. Y eso, además, atrae a los cazadores y nos trae riqueza a esta región.»

El creador y coordinador del proyecto Granxa Familiar es Carlos Ferrás, profesor de Geografía Humana y director del Grupo de Investigación, Sociedad, Tecnologías y Territorio de la Universidad de Santiago de Compostela. La red nació a partir de una investigación sobre la agricultura familiar en Galicia e Irlanda llevada a cabo en el año 2004, en el que fueron visitadas y estudiadas 360 granjas fami­ liares en Galicia y otras tantas en Irlanda.

«Comprobamos que la producción tradicional de autoconsumo de las familias rurales en Galicia está fuera del mercado, tiene grandes cualidades natura­ les y de sostenibilidad ambiental y social, y represen­ ta una gran oportunidad para impulsar el desarrollo rural y frenar el declive y despoblamiento de miles de parroquias y aldeas –comenta Carlos Ferrás–. El planteamiento inicial estuvo relacionado con el objeti­ vo de promover flujos económicos de la ciudad al campo promoviendo la comunicación directa entre las granjas familiares y los potenciales compradores urbanos. Para ello creamos una página web que fun­ ciona como interlocutor tecnológico entre las partes, donde se ofrecen videos, sonidos y fotografías acerca de su vida, productos, precios, sistemas de envío, etc.»

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52 «La producción tradicional de autoconsumo de las familias rurales en Galicia está fuera del mercado, tiene grandes cualidades naturales y de sostenibilidad ambiental y social, y representa una gran oportunidad para impulsar el desarrollo rural y frenar el declive y despoblamiento de miles de parroquias y aldeas.»

Minia Varela, de Casa Varela, productora de quesos artesanales Arzúa-Ulloa y Tetilla de Galicia. A la

derecha, Antonio Dacuña, de Casa do

Xurés, productor de quesos de Xurés de cabras de raza alpina.

La red de granjas familiares gallegas es ya un pro­ yecto consolidado que ha logrado establecer una comercialización justa y directa de forma sostenible y acorde con unos parámetros de alta calidad, aso­ ciado todo ello al típico minifundio de Galicia, respe­ tando a productores, consumidores y medio natural.

Una idea actual que está generalizada en diversas asociaciones y grupos de desarrollo rural que traba­ jan en toda España por la recuperación y la dignifica­ ción del medio rural, utilizando para ello la sabiduría de nuestros antepasados y el gran potencial que ofrece la naturaleza. Todo un reto en estos tiempos de descenso vertiginoso de la población rural en todos los continentes. Pero, a su vez, una apuesta audaz con perspectivas de largo plazo por la calidad de la alimentación y de la salud de humanos y ani­ males, por la búsqueda de una alternativa real al mercado globalizado y por establecer nuevas rela­ ciones fructíferas y respetuosas del ser humano con el planeta. Son éstos los fundamentos a partir de los cuales se están construyendo poco a poco, desde la innovación y la pasión, empresas y proyectos que han dado la vuelta a las predicciones más pesimistas sobre el futuro del mundo rural.

«Creo que tal y como actuamos hoy en día estamos haciendo una aberración con la Tierra –opina José

Manuel, de Casa Aguiar–. Como personas, no necesitamos de todo para vivir. Personalmente pienso que te puedes arreglar con bastan­ te poco. Algunas veces me siento como el galo entre los romanos. Y es que de momento somos muy pocos trabajando en ecológico. Yo disfruto viendo las vacas, aquí las ves, sin estrés, en armonía, estamos aquí hablando al lado de ellas y están serenas, ni siquiera se han alterado un poco.» Antonio Dacuña ofrece una visión realmen­ te atípica de la relación entre el ganadero y el entor­ no natural, entre el pastor y el lobo: «Ésta ha sido siempre zona de lobos. Hay que fijarse en los nom­ bres que existen por aquí: Lobios, Lobeiro... Antes aquí había pongamos unas 3.000 o 5.000 cabras entre todos los paisanos. Claro, llegaba el lobo, mata­ ba a veinte y, bueno, pues tampoco pasaba tanto.

Pero el problema es ahora con el abandono de los pueblos. Si yo estoy trabajando con 100 cabras y me mata 20 pues me arruina. El lobo ha sufrido tanto como nosotros el abandono del campo. Pero ahora para matarme una cabra tiene que andar listo el lobo, porque ahora hay pocas cabras y encima estoy vigi­ lando y tengo un mastín. De momento por aquí no he tenido problemas con él. Sé que en lo alto de la mon­ taña mata algún potro, mata alguna yegua. Bueno, y si viene por aquí y me mata tres cabras, pues oye mala suerte, es la naturaleza. Hombre, si viene todos los días... ya sería otra cosa. Pero, vamos, es la natu­ raleza, es la supervivencia. Yo me estoy aprovechan­ do del monte como él se aprovecha de mí».

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Castañar en la Sierra del Caurel y vista general de Santa Eufemia de Caurel y su entorno, donde Caurelor recoge las castañas para sus productos. A la derecha, el recorte de prensa que se hizo eco del encargo de La Moncloa.

El proyecto de Granxa Familiar incide, además, en la necesidad de comunicación, de interrelación conti­ nua, entre los diferentes productores repartidos por toda Galicia, creando apoyos, colaboraciones, inter­ cambio de información y asesoramientos mutuos. Se celebran reuniones periódicas entre los miembros de la red y se ha creado la Asociación para el Desarrollo de la Agricultura Familiar (ADAF) a la cual la Universidad de Santiago ha cedido gratuitamente la gestión de la marca Granxafamiliar. Por otra parte, se potencia la relación entre productor y consumidor organizando visitas de familias y grupos a las granjas para conocer de primera mano el proceso de produc­ ción de los alimentos que consumen. La red cuenta con una web de turismo alternativo para grupos, familias y escolares (www.galiciaautentica.org) que promueve la visita a las granjas y a su entorno natu­ ral sin olvidar el contexto etnográfico.

Algunas de las granjas ya han recibido ayudas y reconocimientos institucionales. Como el caso de Caurelor, que nos comenta Verónica Núñez. «El año pasado recibió nuestro producto el Palacio de La Moncloa. Se solicitó como regalo para unas cestas de navidad. Fue la ministra Elena Espinosa. Coincidimos en Madrid, bueno realmente yo sabía que iba a coinci­ dir con ella así que me llevé las mermeladas en el bol­ so, hasta con los panecillos y todo. Hubo un catering donde se sirvió, le gustó y, bueno, al mes o así nos encargaron 400 tarros de castañas en almíbar para La Moncloa. Claro, creíamos que era una broma

cuando nos lo pidieron. El encargo era para regalar a los periodistas y ministros junto a otros productos de diferentes comunidades autónomas. Y han vuelto a repetir para un congreso. En vez de las castañas en almíbar nos han solicitado esta vez la crema.»

Granxa Familiar se fundamenta en tres principios básicos: la salud, el respeto medioambiental y la jus­ ticia social. Es una experiencia ejemplar para dinami­ zar el campo como otras tantas que se están dando a lo largo y ancho de la Península Ibérica. Estas expe­ riencias se extienden cada vez más, pero todavía queda un largo camino por recorrer. La difusión de una idea así y la profusión de redes con estas carac­ terísticas es algo que Carlos Ferrás ya ha tenido en cuenta. «Granxa Familiar sería perfectamente expor­ table a cualquier región o comarca de España o de fuera. Sería muy interesante buscar la conformación de redes, y de hecho la Universidad de Calabria en Italia está desarrollando lo que será Granxa Familiar en su país bajo el nombre de «Il Giardino Familiare».

Son pasos que debemos dar y desde la Universidad de Santiago estaremos encantados en explorar esta posibilidad con interlocutores interesados en España.

Tenemos el software, las metodologías y la experien­ cia, y no tenemos ánimo de lucro.»

Miguel Martín Álvarez (Experiencias Ejemplares del proyecto de Convergencia RuNa de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente)

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Experiencias ejemplares

Experiencias ejemplares ■ Las “Experiencias ejemplares” son para la Fundación

Félix Rodríguez de la Fuente aquellas iniciativas en el territorio rural que aúnan un triple beneficio: económico, social y medioambiental. Lideradas por personas e institu­ ciones comprometidas con la naturaleza y la supervivencia del mundo rural, estas experiencias constituyen ejemplos reales que revalorizan la producción rural como pieza clave para conservar la biodiversidad o, lo que es lo mismo, la importancia de lograr una mayor armonía entre “El Hombre y la Tierra”.

“Valores RuNa”. Las Experiencias Ejemplares cumplen la mayoría de los siguientes “Valores RuNa” de convergencia rural-natural: a) Generan un triple beneficio: económico, social y medioambiental. b) Son potencialmente reproducibles en el terreno. c) En términos generales, persiguen algunos de los siguientes objetivos: ✔ Fomentar y producir biodiversidad en su zona de influencia. ✔ Fomentar la conservación de ecosistemas y áreas sensibles. ✔ Basarse en una economía diversificada o tender hacia ella. ✔ Contribuir a recuperar terrenos degradados o abandonados. ✔ Proteger, conservar y difundir la fauna autóctona. ✔ Recuperar y fomentar la recuperación de fauna doméstica amenazada. ✔ Crear nuevos yacimientos de empleo en el ámbito rural. ✔ Contribuir a la producción ecológica o autóctona de la zona. ✔ Basarse en en una economía enfocada hacia la recuperación y reactivación de los pueblos. ✔ Desarrollar labores de educación ambiental. ✔ Fomentar un turismo rural basado en la producción de la naturaleza, en la reactivación del medio rural o en la recuperación de fauna y flora. ✔ Conservar ecosistemas mixtos (por ejemplo, pastizalforestal). > www.ruralnaturaleza.com/experiencias

■ Cooperativa

Bioastur La cooperativa de pro­ ducción ecológica de ternera asturiana Bioastur lleva un año dedicada de lleno a recuperar y relan­ zar la ganadería de carácter extensivo, tradicional y ecológico, en la zona oriental de Asturias. Cría dos razas autóctonas de vacas asturianas: la Asturiana de la Montaña (Casina) y la Asturiana de los Valles. Empezaron 5 ganade­ ros, y un año después son 21. Como dicen ellos, necesitamos educación, difusión, promoción, que se sepa que existe carne ecológica y que el sobre­ precio repercute en bien de tu salud, de la salud de la zona y de la salud de Asturias, de su natura­ leza y de este paisaje que mantenemos.

Valores RuNa: recuperación, conservación y fomento de razas autóctonas de ganadería extensiva; conservación y fomento de ecosistemas mosaico pastizal-forestal; fomen­ to de la producción ecológica y el desarrollo sostenible en poblaciones rurales; territorio potencial de lobo ibérico.

Actividad: producción y comercialización de ternera ecológica de razas autóctonas asturianas. Ámbito geográfico: zona oriental de Asturias.

Tel.: 606 027 566.

Web: > www.bioastur.com E-mail: > info@bioastur.com

■ Ecotahona del

Ambroz Un proyecto que respeta lo ecológico no sólo por la elección de las materias primas, sino tam­ bién por su filosofía de empresa, por la distribución de sus productos y por el mimo con el que conservan la alquimia saludable de su propia masa madre. Fernando, uno de los socios, dejó en Madrid su trabajo como economista, con la con­ vicción de que un oficio artesano, realizado en un pueblo, iba a ser más coherente con sus ideas y más saludable para su vida.

Valores RuNa: manufactura de productos ecológicos; fomento de la diversificación a la que da un valor añadido; fijación de población mediante empleos sostenibles, fomento de buenas prácticas en el consumo y el comercio y, final­ mente, una alianza entre la alimentación y la biodiversidad.

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55 Actividad: elaboración de pan y repostería integral. Ámbito geográfico: Aldeanueva del Camino.

Tel.: 927 48 41 63.

Web: > www.ecotahonadelambroz.org E-mail: > info@ecotahonadelambroz.org

■ Asociación

de criadores de oveja Xalda

este restaurante.

Regentado por Virginia y Miguel, madrileña y vasco con ascendiente salmantino, artífices y creadores de un lugar que resulta un festival para los sentidos: la vista, por el espléndido entorno natural; el gusto y el olfato, por la delicia de los platos que allí se pue­ den saborear; el oído, por el murmullo de la naturaleza que nos rodea.

Gracias a esta Asociación el futuro de esta oveja de origen celta, que ya acompa­ ñaba a los astures y que estuvo al borde de la extin­ ción, es sumamente esperan­ zador. Desde su creación, la Asociación viene desarrollan­ do una tarea importante en la recuperación de su censo, integrando anualmente a nuevos criadores y trabajando en el Libro Genealógico. Actualmente su crianza está orienta­ da a la producción de corderos para carne, y la lana sigue empleándose en la confección del traje del país. Comprar estos corderos equivale a con­ servar esa parcela de la naturaleza que son los animales que nos ofrecen su carne.

Valores RuNa: economía diversificada; economía basada en nuevos productos autóctonos ecológicos; elaboración artesanal y distribución de alimentos ecológicos autócto­ nos; fomento, conservación y producción de biodiversidad; recuperación y reactivación de pueblos abandonados; recuperación y restauración de terrenos abandonados y degradados; fomento de la polinización y de la avifauna en la zona; territorio de fauna asociada a una Reserva de la Biosfera.

Actividad: Finca ecológica de pequeños frutos del bosque, obrador y restaurante. Ámbito geográfico: Reserva de la Biosfera Oscos-Eo. Zona occidental de Asturias.

Dirección: Aldea de Almallos; 33775 Taramundi (Asturias).

Tel.: 665 836 223 y 985 55 20 14.

Web: > www.losarandanos.com E-mail: > info@losarandanos.com

Valores RuNa: economía diversificada; fomento, conserva­ ción y producción de biodiversidad; conservación y fomento de especies autóctonas de ganadería extensiva; recupera­ ción y fomento de especies de fauna doméstica autóctona en peligro de extinción; recuperación y fomento de activida­ des ganaderas tradicionales perdidas.

Actividad: estudio, recuperación, conservación y fomento de razas autóctonas. Ámbito: Asturias.

Dirección: Apdo. de Correos 2.117; 33080 Oviedo (Asturias). Tel.: 637 805 552.

Web: > www.xalda.com/asociacion.htm E-mail: > info@xalda.com

■ Cerezas ecológicas del Jerte

■ Restaurante Los arándanos Inmersa en el bosque atlántico de Taramundi, coronando un collado montañoso, rodeada exclu­ sivamente de naturaleza, encontraremos la finca de los Arándanos. La aldea de Almallos, un case­ río que en su día fue habitado por una sola fami­ lia, preside una finca ecológica que abunda en frutos del bosque, con el obrador, un restaurante de alta cocina y la casa de los nuevos moradores.

Grosellas rojas y negras, fresas, frambuesas, moras y arándanos son los pequeños frutos silves­ tres con los que se preparan diversos platos en

Manuel Martín García es un reciente convencido de la necesidad de la agricultura ecológica. Su proceso de conversión es muy interesante, por ser una perso­ na muy conocida en el Valle del Jerte y representar un testimonio con capacidad de influencia. El cam­ bio a este tipo de agricultura surgió de la convergen­ cia de dos realidades en su vida, la constatación de que los tratamientos químicos estaban matando su tierra, en la que no vivía ni una lombriz, y, que finalmente, el uso continuado de pesticidas y herbici­ das le hicieron enfermar muy gravemente. De esta evidencia surgió la fuerza de su convicción que sirve de ejemplo para tantos otros agricultores que están poniendo en peligro sus vidas y las nuestras.

Valores RuNa: la agroecología

como fuente de salud ambiental y

personal.

Actividad: Cultivo de cerezas.

Ámbito geográfico: Navaconcejo en

el valle del Jerte.

Tel.: 645 907 593.

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05 cuaderno de bitรกcora

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Expedición Félix Rodríguez de la Fuente

La huella de Félix

en la cuna de la humanidad: África

Soy arqueólogo y naturalista; consecuentemente, en mis expediciones de campo por África, América y Australia me han interesado, y me continúan preocu­ pando, no sólo el origen, la evolución y el comporta­ miento del ser humano, sino también todo lo concer­ niente al origen y evolución del universo, la Tierra y la vida: una fascinación por los orígenes que data de mi infancia. De pequeño crecí con los documentales del comandante Jacques-Yves Cousteau y del maestro David Attenborough, aunque hubo dos series de televi­ sión que acabarían marcando mi carrera como científi­ co y guía de expediciones: Cosmos de Carl Sagan y, sobre todo, El Hombre y la Tierra de Félix Rodríguez de la Fuente. Aún era un retoño pero siempre me atrajo que, en los créditos del programa, junto a las imágenes de varias especies animales, apareciesen también representados los seres humanos. Un detalle que a muchos pudo pasar inadvertido, pero que tiene mucha importancia en una sociedad en la que nos habíamos acostumbrado a elevar la condición humana hasta unas cotas alejadas y totalmente separadas de la dimensión natural.

De la misma manera que Charles R. Darwin en el siglo XIX, Félix, sin duda, venció el característico antro­ pocentrismo de nuestra especie para situar la génesis y la historia natural de los humanos junto a las del res­ to de los seres vivos. Esto explica la intensa atracción del naturalista por el continente africano y, concreta­ mente, por Tanzania; el incomparable marco escénico donde, a lo largo de una expedición que guiaré para la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, entraremos en contacto directo con las etnias, yacimientos arqueoló­ gicos, faunas y paisajes que definieron la imborrable huella de Félix en África... la cuna de la humanidad.

■ Kilimanjaro: territorio de elefantes

y guerreros maasai Las primeras jornadas de nuestra expedición se cen­ trarán en una localidad desconocida para las rutas más turísticas: Sinya. En las estribaciones del Kilimanjaro, la montaña cuyas nieves perpetuas inspiraron la pluma de Hemingway, descubriremos el territorio de los ele­ fantes que deambulan entre las llanuras de Kenia y Tanzania; los mismos paquidermos que estudió

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Cynthia Moss y que captaron la atención de Félix. Un Félix a la vez entusiasmado por un pueblo de guerreros y ganaderos nómadas que son los guardianes de la zona: los maasai. Así, los expedicionarios de nuestro safari gozarán de la oportunidad de visitar no sólo sus poblados levantados con ramas entrelazadas y boñiga de vaca sino también una serie de antiguos asenta­ mientos arqueológicos maasai que están siendo inven­ tariados por nuestro equipo de investigación HOMINID Grupo de Orígenes Humanos.

■ Jirafas en la niebla: la vida en los bosques

del monte Meru A los pies de otro volcán durmiente, el Meru –escena­ rio de la mítica película ¡Hatari! interpretada por John Wayne y Elsa Martinelli–, descubriremos que las ele­ gantes jirafas no son siluetas exclusivas de los espa­ cios abiertos. En efecto, sus largos y majestuosos cue­ llos, para sorpresa de aquellos que las creían enclaus­ tradas en las áridas llanuras de Sinya o el Serengeti, emergen de la espesura en un paisaje que nada tiene que envidiar a las recreaciones de Spielberg en Parque

jurásico. Y es que los expedicionarios, en el Parque Nacional de Arusha, se adentrarán en el contexto ecológico que caracterizó la aparición de aquellos homíni­ dos que, fechados entre los 6 y los 2,5 millones de años antes del presente, precedieron a los homo de la saba­ na: los australopitecos. Estos hombres-simio convivie­ ron con especies de primates adaptadas a un ambien­ te forestal; es el caso de los colobos de cara blanca y negra (cercopitecos especializados en una dieta folívo­ ra) que han pervivido hasta nuestros días. Verlos supo­ ne un premio para el aprendiz de naturalista pero tam­ bién para el primatólogo consagrado; su largo pelaje se extiende como una alfombra voladora cuando saltan de árbol en árbol, y la ausencia de dedo pulgar nos habla de su extraordinaria adaptación biológica a la locomo­ ción arborícola: las maravillas de la evolución.

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■ La gran falla del Rift y el cambio climático

en África No podemos estudiar la flora, la fauna y las etnias de África sin entender la geología del continente que las ampara. El accidente geológico de la Gran Falla del Rift –una cicatriz que cruza África desde el Mar Rojo hasta Mozambique– provocó, hace 18 millones de años, un gran cambio climático que condujo a la estacionalidad actual en el África Oriental (una larga estación seca frente a una cor­ ta estación de lluvias) y la desaparición paulatina de los frondosos bosques tropicales en favor de los espacios abiertos de sabana. Sin la Gran Falla del Rift hubiera sido imposible la génesis de los gran­ des lagos alcalinos así como la aparición de los pri­ meros homínidos que, viéndose desprovistos de la cobertura vegetal, abandonaron la seguridad de los bosques (el modelo del Parque Nacional de Arusha) para aventurarse en las sabanas (el modelo de Sinya).

Uno de estos lagos es el que se encuentra, a los pies de la Gran Falla del Rift, en el parque nacional que adopta su nombre: Manyara. Aquí, en Manyara, es donde Félix quedó intrigado por una curiosa conducta de descanso de los leones: dormir en lo alto de los árboles.

■ Ngorongoro: las gran maravilla de la naturaleza

Si Karen Blixen escribió las inolvidables palabras «Yo tenía una granja a los pies de las colinas de Ngong», nuestros expedicionarios podrán escribir que durmie­ ron en una granja a los pies del Ngorongoro. Temprano cabalgaremos a lomos de nuestros vehículos 4x4 para remontar la cresta del Ngorongoro. Llegados a la par­ te más alta, escoltados por la niebla y los bosques que nacen y crecen en las escarpadas pendientes, descen­ deremos hasta el interior de la gigantesca caldera: un circo natural de más de veinte kilómetros de diámetro cuyos diversos ecosistemas –desde las extensiones de gramíneas, pasando por riachuelos y llanuras lacus­ tres, hasta llegar a los bosques de acacias amarillas–

son el hogar de una extraordinaria biodiversidad que Félix plasmó en blanco y negro en una de sus películas y locuciones en 16 mm. Para un naturalista y guía de expediciones no existe mayor emoción que contemplar hoy los mismos rincones del cráter filmados por su ídolo décadas atrás.

■ La génesis de África: Oldupai y la cuna de la

humanidad Félix Rodríguez de la Fuente estaba fascinado por los estudios acerca de nuestro pasado y, precisamente, en los yacimientos arqueológicos y paleontológicos de la Garganta de Oldupai –los cuales conoceremos sobre el terreno– han sido descubiertos tesoros clave de la evo­ lución humana. Destacan dos lugares que formarán parte de nuestra visita. De un lado, FLK, el paraje don­ de Mary Leakey, la mujer de Louis Leakey, encontró en 1959 el famoso cráneo de un homínido muy robusto: el Cascanueces o Parantropus boisei. Un año más tarde, en la cercana localidad de Homo, los hijos del matri­ monio Leakey, desenterraron mientras jugaban los restos fósiles del mítico Homo habilis. Uno de estos niños, Richard, con el tiempo, acabaría convirtiéndose por accidente no sólo en un famoso paleoantropólogo

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continuador de la saga, sino en un gran defensor de la fauna de Kenya. Una misión que se tradujo en una serie de atentados contra su per­ sona que acabaron desembocando en el sabotaje de la avioneta que pilotaba. Hoy, con sus cicatrices y junto a su mujer Meave y su hija Louise, sigue sien­ do el testimonio vivo de una familia que dedicó grandes esfuerzos a rescatar nuestro pasado encerrado en las entra­ ñas de la Tierra.

■ La llanura sin fin: el

escenario de la gran migración Y, dejado atrás Oldupai, nos adentraremos en las lla­ nuras que conquistaron el alma y corazón de Félix para siempre: las sabanas de Ndutu y Masek. Observando el comportamiento de los perros salvajes africanos, los licaones, nuestro protagonista se encontró, por casua­ lidad, con otro colosal divulgador de la fauna: Hugo van Lawick, el que fuera marido de Jane Goodall (la estu­ diosa de los chimpancés enviada precisamente al Parque Nacional de Gombe por Louis Leakey). Pero en África no existe la casualidad... era normal que dos enamorados de la fauna salvaje topasen el uno con el otro en las vastas sabanas del Serengeti (Siringet, en maa, «la llanura sin fin»).

Los lagos de Ndutu y Masek pertenecen, administra­ tivamente hablando, al Área de Conservación de Ngorongoro (y así lo veremos reflejado en la cartogra­ fía política), pero desde un punto de vista ecológico for­ man parte del ecosistema del Serengeti: el escenario de la gran migración que en los tiempos de Félix, tal como él mismo describió en los años 60, sólo movía medio millón de animales debido a la amenaza cons­ tante de extinción para los ñus y las cebras (caza descontrolada, explotaciones agrícolas y ganaderas...).

Hoy, gracias a la labor de conservación realizada en los parques nacionales de Tanzania, observamos migra­ ciones que superan de largo los dos millones y medio de individuos. Félix estaría contento de escuchar dicha

noticia de labios de su gran amigo Hugo van Lawick que, antes de perecer en 1989, pudo seguir filmando las maravillas de Masek y Ndutu. Su muerte, como la de otros pala­ dines de la naturaleza, fue demasiado prema­ tura. Los restos de Hugo reposan muy cer­ ca del que será nuestro confortable y acogedor campamento; el mis­ mo lugar donde Félix fue invitado de honor en numerosas ocasio­ nes y donde el gran fotógrafo de África pudo trabajar junto al hijo nacido del matrimonio con Jane Goodall: Grub.

■ Flight over Africa...

Karen Blixen dejó escrito que sobrevolar África en el biplano de Denys Finch-Hatton fue una experiencia inolvidable, el mejor de los regalos. Hoy, tras el paso por el celuloide de Meryl Streep y Robert Redford bajo la batuta de Sidney Pollack, los compases escritos por John Barry para Flight Over Africa son la mejor banda sonora original, junto a la propia banda sonora natural del Serengeti, para el vuelo en avioneta que marcará el punto final de nuestra entrañable expedición tras la huella de Félix Rodríguez de la Fuente.

Y una vez en Arusha, antes de subir por la escalerilla del avión que nos conducirá, de nuevo, hacia Europa, el safari njema de los locales (buen viaje) es inseparable del tutaonana tena (hasta la próxima). Como ya dijo Jane Goodall en una ocasión «quien bebe de las fuentes de África jamás saciará su sed». Félix jamás vio sacia­ da su sed y regresó a África tantas veces como pudo.

Marcelle Parmentier, su viuda, y su hija Odile, saben que «en África volvía a empezar».

Jordi Serrallonga. Arqueólogo, naturalista y guía de expediciones Ciencia y Aventura.

Será el responsable del viaje de autor a Tanzania que organiza la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente con Viajes Azul Marino y Ciencia y Aventura para seguir «la huella de Félix en África».

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Únete al Club de Amigos de Félix Tu contribución nos ayudará a construir una fundación con mayor base social, para unir y representar a todas las personas que admiramos la vida, la obra y el legado de Félix Rodríguez de la Fuente, rindiéndole el mejor de los tributos posibles: continuar con su labor de concienciación sobre la necesidad de lograr una mayor armonía entre “El Hombre y la Tierra”.

Al unirte al Club de Amigos recibirás: ✔ Una carta de bienvenida con tu carnet personalizado que te dará acceso a las “ventajas exclusivas”. ✔ Cuatro números al año de la revista Agenda Viva. ✔ Boletines digitales quincenales con ideas prácticas para mejorar tu calidad de vida y la de tu entorno. ✔ Información de la Fundación e invitaciones a eventos de ciencia y medio ambiente. ✔ Acceso a espacios de encuentro digitales con otros amigos de Félix. ✔ La Memoria Anual de la Fundación. ✔ Certificado de donación (desgravable).

Conoce y disfruta las “ventajas exclusivas” en ocio y consumo responsable que hemos creado para los Amigos del Club, en colaboración con las siguientes entidades:

Contáctanos en >amigos@felixrodriguezdelafuente.com a través de nuestra web >www.felixrodriguezdelafuente.com o llámanos al teléfono 91 429 13 32

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cuaderno de bitácora

Avances de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente ■ Club de Amigos de Félix La Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, al igual que todas las organizaciones no lucrativas, desarrolla sus proyectos gracias a las contribuciones económicas de las personas que creéis en nuestra labor.

Para facilitar vuestras aportaciones, hemos habilitado en nuestra página web institucional (> www.felixro­ driguezdelafuen­ te.com) el pago electrónico a tra­ vés de PayPal, ofreciendo un entorno rápido y seguro tanto para realizar donacio­ nes como para comprar los pro­ ductos de «La Huella de Félix» en nuestra tienda online.

Además, con Vodafone hemos establecido una colaboración por la cual los clientes de la compañía pueden realizar una donación de 1,20 euros a la Fundación, simplemente enviando un mensaje con la palabra «FÉLIX» al número 28052. ¡Entra en nuestra web!

■ Clausura de los seminarios PAC La Fundación ha recorrido desde julio de 2010 y hasta el pasado mes de abril, un total de once ciudades españolas, (Orense, Cangas de Onís, Argómaniz, Limpias, Plasencia, Ávila, Cuenca, Jaén, Córdoba, Sevilla y León) para explicar a los agricul­ tores y ganaderos cómo otorgar a sus productos un valor ambiental que los dife­ rencie y por tanto, los revalorice en el mercado.

La directora general de la Fundación, Odile Rodríguez de la Fuente, aseguró en

León que «la única conservación medioambiental efectiva a largo plazo, será la que quede integrada en las actividades económicas del hombre, lo que generará además un beneficio social».

Asimismo, añadió que otros retos a los que se enfrenta nuestro sector agrario, son el desconoci­ miento de las herramientas que permiten incorporar la biodiversidad como un valor añadido a las activida­ des económicas; el despoblamiento y desertización del ámbito rural-natural del territorio español y la pér­ dida de recursos naturales, generada por el abandono de sistemas productivos, como consecuencia de las actuales políticas agrarias y de mercado.

Para solventar estos problemas, la única solución a medio y largo plazo que Odile Rodríguez de la Fuente considera eficaz es «reforzar el vínculo entre el hom­ bre y la tierra y contribuir a que la sociedad compren­ da la importancia de la actividad de los pobladores del medio rural-natural».

«El hombre rural es el auténtico custodio y garante de la conservación de nuestros espacios y especies, de nuestra extraordinaria biodiversidad, del paisaje, y de nuestras tradiciones y cultura», ha manifestado, aña­ diendo que, por tanto, es fundamental que «la sociedad reconozca el servicio que le aportan los hombres y mujeres que habitan en el medio rural y contribuya a mantenerlo económicamente, ya que reporta un bien general para todos».

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✔ Guía básica interactiva para el emprendedor rural

natural: su objetivo es aumentar los conocimientos tanto en la creación de empresas como en aspectos medioambientales de una manera sencilla y clara. ✔ Boletín electrónico para suscriptores interesados en mantenerse al día en el emprendimiento «verde». ✔ Directorio de Empresas: ofrece información sobre negocios de referencia que puedan orientar en el inicio de las actividades a los nuevos emprendedores. ✔ Últimas noticias, actos interesantes, foro de expertos, etc.

■ Nueva web para emprendedores rurales La Fundación ha puesto en marcha una plataforma (>www.runaemprende.com) que ofrece información y herramientas de gran utilidad para los nuevos emprendedores en áreas rurales-naturales de ocho provincias españolas en Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, con el objetivo de servir de referencia para todas aquellas personas que decidan dar el paso e iniciar una actividad sostenible, principal­ mente en las provincias de Cuenca, Guadalajara, Toledo, Cáceres, Badajoz, Huelva, Sevilla y Jaén.

El proyecto RuN@Info-Emprende, apoyado por el Plan Avanza 2 del Ministerio de Turismo, Industria y Comercio (MITYC), ofrece los siguientes contenidos: ✔ Catálogo de recursos y servicios territoriales: dividido en distintas categorías (desde trámites

administrativos hasta servicios de turismo y ocio).

■ Primeros pasos en sostenibilidad de RuN@-Emprende La Fundación ha avanzado en otras líneas para fomen­ tar el emprendimiento rural, colaborando con la Fundación Universidad Autónoma y Obra Social Caja Madrid en la celebración de un curso sobre el empren­ dimiento en los procesos de inserción y reconversión de empresas de inserción del sector ambiental. Está prevista una nueva colaboración el próximo 13 de julio en una mesa redonda sobre desarrollo rural dentro de los cursos de verano 2011.

Además, la Fundación está apoyando el emprendi­ miento rural en Burgos (zona del Valle de Tobalina) al participar en el proyecto RuN@Emprende-Garoña, impulsado por el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL), a través de distintas actividades (estudio, seminarios, cursos formativos y asesoramiento).

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cuaderno de bitácora

«Yo quiero ser un lobo» Testing fotográfico en homenaje a Félix Los días 13 y 14 de marzo, la Asociación Fotografía y Biodiversidad colaboró con la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente en la organización de una actividad fotográfica para conmemorar el aniversario del fallecimiento del naturalista, bajo el lema «Yo quiero ser un lobo».

Colaboraron más de 400 personas en doce experiencias, tomando más de 7.000 fotografías de fauna y flora para subir a su plataforma Biodiversidad Virtual. Las fotos ganadoras del concurso que se organizó a continuación son las que mostramos en estas páginas: un verdadero mosaico de color y vida.

Araceli Suarez Alonso. Lacerta bilineata.

Monte de San Juan, Miranda de Ebro, Burgos.

Antonio Ordonez. Cirrocumulus floccus, Cirrocumulus stratiformis y Altostratus. La Pedriza, Madrid.

Blas Pardilla. Libélula.

Humedal La Charca de Suarez, Motril, Granada.

Una imagen del testing celebrado en Sant Jaume de Frontanyá. ©José Manuel Sesma / Asociación Fotografía y Biodiversidad.

Arturo Lopez Gallego. Dehesa de alcornoques. Sierra de San Pedro, Puebla de Obando, Badajoz.

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65 Jaime Collado. Capra pyrenaica victoriae.

La Pedriza, Madrid.

Jordi Clavel.

Xanthoparmelia tinctina.

Parc de Collserola, Barcelona.

rrocumulus iza, Madrid.

Conchita Munoz. Veronica persica.

Galacho de Juslibol , Zaragoza.

Yvonne Duchene. Castillo de Manzanares El Real, Madrid.

Miquel A. Pérez-De-Gregorio Capella. Syngnathus typhle.

Parc de Collserola, Barcelona.

Fani Martinez. Recurvirostra avosetta. Santa Pola, Alicante.

Patxi Estables.

Auricularia auricula-judae.

Galacho de Juslibol , Zaragoza.

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06 la huella de Félix El arte de cetrería

...en palabras de Félix En el Norte de la provincia de Burgos, en el límite de la meseta, antes de que la severa orografía de Castilla se desplome hacia el mar por el fragoso escalón del sistema cantábrico, existe un anchuroso páramo: tierra rigurosa de pastores y de lobos, alta ruta de pájaros viajeros; fue la más fascinante escuela en los días de mi infancia.

D

eambular por la llanura, acechar, descu­ brir nuevas formas y manifestaciones de la vida, era para mí un placer atávico, viejo y vital como la misma humanidad.

En otoño, me pasaba los días tratando de sorpren­ der a los patos salvajes. Y no para cazarlos, pues por aquel entonces no conocía yo el manejo de las armas.

Era algo mucho más imperioso: quería verlos de cer­ ca, saludarlos con mi mirada atónita; quizá, descu­ brir el secreto de su misteriosa atracción. Porque los patos salvajes siempre me han emocionado. Sus for­ maciones geométricas en el cielo de otoño, su tenso vuelo hacia las tierras de invernada, despertaba en mi espíritu indescriptibles nostalgias y ansias de nomadeo.

Ciertamente, mi situación no podía considerarse como normal, ni siquiera segura para un niño de 11 años: calado hasta los huesos por la fina lluvia, tem­ blando de frío y ansiedad, entre los carrizos de una charca perdida en el páramo, a muchos kilómetros de mi casa, me sentía sin embargo, el más feliz y triunfante de los mortales. Porque ellos estaban allí, a pocos metros de mi escondite, tan cerca que podía distinguir el verde metálico de sus cuellos y los ana­ ranjados picos. Al fin, lo había conseguido. Tras media hora de arrastrarme por el suelo pedregoso, veía de cerca a mis admirados viajeros.

Lleno de júbilo, salté hacia delante: grité. Y toda la bandada se puso en vuelo, con extraño clamor, sal­ picando mi rostro las gotas de agua proyectadas por sus alas. Entonces, un silbido creciente lo dominó todo. Una masa grisácea cayó como un proyectil

hacia el centro de la bandada y chocó con uno de los patos, derribándolo en tierra, envuelto en una nubecilla de plumas.

Con asombro, me percaté de que aquel bólido mortífero era realmente un ave, que ascendía tan rauda e inesperadamente como había bajado.

Corrí hacia el abatido pato y tomé su cuerpo entre mis manos; era macizo, fuerte, pesado..., estaba muerto. Miré hacia el cielo, y allí, en lo alto, volaba en círculos el poderoso cazador, ya sólo un punto entre las nubes.

Absorto, apretando fuertemente su presa entre mis brazos, comprendí que había un ser superior a cuantos yo había imaginado: veloz, para herir como el rayo; fuerte, para quebrar de un golpe el vuelo del pato salvaje.

Solo, inmóvil, acepté con humildad el regalo que la naturaleza acababa de ofrecerme; ignorando que miles de años antes, un cazador del lejano Neolítico recibiría en parecidas circunstancias la inspiración que le hizo concebir el más noble e increíble arte de caza: la cetrería.

No fue fácil el camino que hubo de recorrer el niño solitario del páramo para resucitar arte tan sutil, en un país donde su práctica había desaparecido total­ mente desde hacía más de un siglo. El relato de sus trabajos llenaría todo un libro. Pero no ha de ser este libro. Prefiero escribir aquí todo lo que hubiera necesitado saber, hace veinticinco años, para aho­ rrarme tantas fatigas y desvelos.

La práctica ininterrumpida de la caza con aves nobles, la lectura de casi todos los libros antiguos o modernos que se han escrito en el mundo, los viajes hasta los países donde la cetrería se practica con más pureza, y sobre todo, mi gran amor a las aves de pre­ sa, me confieren la necesaria audacia para tocar un tema de tan vieja raigambre y alcurnia literaria. [...]

Félix Rodríguez de la Fuente.

Prefacio a El arte de cetrería, Ed. Nauta, Barcelona, 1965.

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la huella de Félix

En la memoria de...

Carlos de Prada Naturalista Que Félix muriese el día de su aniversario, en el mis­ mo día y el mismo mes, por tanto, en que nació, pue­ de ser una casualidad, o puede encerrar algo simbó­ lico, que acaso exprese que hubo algo que sobrevivió a su muerte. Ese algo es la huella imborrable que dejó en el corazón de muchos españoles. Yo mismo soy un ejemplo de ello. Cuando murió el doctor, yo tenía 15 años. Aún recuerdo mis lágrimas aquel día.

Y yo no era precisamente un niño blandengue y llo­ rón. Y precisamente a mis 15 años me hice naturalis­ ta de campo, emulando a Félix. Como también mi hermano y como otros chavales que comenzamos a dedicar apasionadamente todo nuestro tiempo a estudiar la naturaleza. En aquel grupo de chavales que nos íbamos por la estepa a estudiar los mochue­ los, los alcaravanes , los pájaros moscones o los cer­ nícalos, estaba, por ejemplo, Juan Carlos del Olmo, hoy secretario General de WWF en España, que era nuestro vecino de las casas bajas militares cercanas.

Nos íbamos al pinar de Casablanca, recorríamos la estepa entre las liebres... y soñábamos con ser como Félix, con nuestros prismáticos y nuestros telesco­ pios. Íbamos con nuestras guías de aves, y nuestro júbilo, cada vez que poníamos nombre a una especie nueva, debía parecerse al de Adán en el Paraíso cuando ponía nombre a las especies. Era como des­ cubrir el arcano misterioso de un planeta que enton­ ces nos parecía más ancho, más inexplorado, más virgen y salvaje. Los erizos, los carboneros, los herrerillos, las cercetas, los azulones, las culebras de agua o las grandes culebras bastardas, el cárabo que se aposentó en el pinar, la lechuza que criaba en la torre, las agachadizas que bajaban al encharcamien­ to, los trigueros que se reunían en el dormidero... eran nuestros compañeros, tanto o más que el resto de los muchachos. El viento gélido en el invierno, la lluvia sobre el rostro, la brisa de la primavera, el calor en el tomillar... calaban en nosotros hasta la médula.

No pasaba un día en que no hubiese aprendido algo sobre las especies, para tener nuevos argumentos en su defensa. No perdíamos ni un minuto en nues­

tro estudio de la naturaleza. Pasaron los años.

Ampliamos nuestro radio de acción. Colaboramos en la fundación del GREFA, estudiamos los nidos de las rapaces forestales de los montes de llanura de la provincia de Madrid, anillamos centenares de aveci­ llas migratorias o de pollos de cigüeñas en Extremadura, censamos las águilas de Cuenca, o, entre mil y una cosas más, ocupamos la finca de Cabañeros y ayudamos a salvar la zona que preten­ día ser seriamente alterada por un proyecto del Ministerio de Defensa y de la OTAN. Y a cada paso, en cada fuente, en cada encina o alcornoque, en cada peña, o en las nieves de las sie­ rras, en el viento y en el rumor del agua... escuchá­ bamos la voz fuerte y poderosa de Félix. Félix no había muerto. Estaba vivo en nosotros.

De no haber existido Félix, es evidente que hoy todo sería mucho peor en la relación entre el hombre y la naturaleza en España. Antes de él buena parte de los españoles vivían de espaldas a la tierra. Él sirvió de intermediario, nos tradujo el lenguaje de la Naturaleza y nos ayudó a conocerla y amarla.

No ha habido un sucesor de Félix. Es inimitable.

Félix no ha muerto. Mientras exista todo aquello por lo que él luchó, el vivirá. Vive todavía en el viento que nos trae el aullido del lobo en Zamora. Vive toda­ vía en los ecos de los testarazos de los machos mon­ teses. Vive en el vuelo de las águilas. Vive en las nie­ ves del Pirineo. Y vive en cada niño que siente en su interior el despertar del amor por la belleza de las criaturas vivientes.

Entra en nuestra página de FaceBook: > www.facebook.com/felix rodriguezdelafuente y deja tu testimonio.

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Con la colaboraci贸n de:

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07 entre palabras A veces entre las palabras de un libro uno puede asomarse a un pequeño universo de conocimiento.

Con cada estación nos gustaría descubrirte las más innovadoras teorías sobre la realidad, demostrarte que la ciencia es entretenida y estimulante y que hoy, más que nunca, roza cuestiones filosóficas, éticas y existenciales. Queremos darte a conocer al creciente grupo de pensadores que forman parte del inicio de un cambio de paradigma donde la visión cartesiana en la que las cosas existen y se conocen aisladas unas de otras ya no da más de sí. Afortunadamente, cada vez se traducen más libros de científicos y divulgadores.

Esperamos poder ayudarte a construir una buena biblioteca, donde además de ciencia puedas ir incorporando ejemplares de naturaleza, ecología y medio ambiente.

Agua: Ecología de una crisis global Julian Caldecott Los libros del lince, 2011. 293 págs. 23 euros

Tal como no podemos atrapar agua con los dedos, tampo­ co acabamos de comprender sus misterios y su relevancia para todo lo que vive y fluye. El ecólogo Julian Caldecott hace confluir en este libro la amena divulgación científica con un claro compromiso con la ecología y la equidad. Explica las dinámicas de la biosfera a partir de los ciclos del agua y en sendos capítulos analiza su papel (y las amenazas a que hoy está sometida) en los océanos, humedales, lagos, y ríos, así como en el subsuelo. Es de agradecer la abundancia de da­ tos que contiene el libro. Hay unos 1.000 km3 de agua den­ tro del conjunto de los organismos vivos (como es sabido, nuestro cuerpo es agua en un 70%), hay 2.000 km3 en los ríos del mundo y una cantidad cien veces superior fluyen­ do en los acuíferos del subsuelo. Toda esa agua que no ve­ mos es esencial, pero la agricultura industrial y otras formas de supuesto desarrollo han hecho bajar su nivel drásticamente. Desde hace décadas, de China a Estados Unidos, cada vez hay que perforar pozos más hondos para extraer agua, haciendo que su coste sea a veces inasumible. Ello ha con­ tribuido a la reducción de las cosechas de trigo y arroz en China (por ejemplo, el descenso global de la cosecha anual de cereales en China supera la cantidad total de cereales pro­ ducidos cada año en Canadá). A medida que los acuíferos se vacían, su estructura se colapsa, sobre todo si soportan el peso de edificios urbanos, y el nivel del suelo puede des­ cender hasta varios metros, como se ha observado en nu­ merosas ciudades de Asia y América. Otro problema de los pozos profundos es que su agua no es necesariamente po­ table, pues puede contener elevadas cantidades de sustancias como fluoruros o arsénico.

Otra forma de agua que no vemos es el agua virtual, es decir, el agua necesaria para fabricar nuestros productos (para obtener un kilo de carne de ternera se usan 24 toneladas de agua). Según Caldecott, la economía mundial consume

cada año 1.000 km3 de agua. Cada año se utilizan hasta tres millones de toneladas de plás­ tico para embote­ llar agua. Y, natu­ ralmente, la fabri­ cación del plástico de las botellas de agua también consume agua: cinco litros por cada botella de un litro.

Caldecott nun­ ca pierde el asombro ante el agua, que tiene más de sesenta propiedades «anómalas» respecto a lo que la cien­ cia esperaría de una sustancia como ella. Nos invita a sa­ borear distintos tipos de agua y a darnos cuenta de que, apar­ te de las sustancias químicas disueltas en ella, cada tipo de agua nos da una sensación diferente en cuanto a su «ener­ gía» y «vivacidad». El agua «cambia de un instante a otro en respuesta a nuevas condiciones en el momento de to­ car nuestros labios». Como si estuviera viva. También se atre­ ve a apostar por la teoría (injustamente ridiculizada por la ortodoxia científica) sobre el origen acuático del ser humano, que explicaría porque en muchos aspectos (desnudez de la piel, grasa subcutánea, capacidad de zambullirnos, etc.) nos parecemos más a los mamíferos acuáticos que a nuestros parientes los primates. Quizá por ello nos atrae tanto el mar.

Jordi Pigem

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El retorno de los campesinos Silvia Pérez-Vitoria Icaria, 2010. 207 págs. 20 euros

s.

La fertilidad de la tierra es la base de nuestras vidas. Las fascinantes luces de la ciudad a menudo nos deslumbran y nos hacen creer (¡qué ingenuidad y arrogancia!) que no dependemos de la tierra. La humildad, en cambio, implica saberse cercano al suelo (las palabras humano y humildad comparten raíz con humus, suelo fértil). Sin el trabajo de los buenos campesinos, los milagros tecnológicos se reve­ larían como simples espejismos, engendrados por quienes despreciaban el suelo que los sostiene.

La agricultura industrial se ha convertido en una de las grandes catástrofes del mundo contemporáneo, y así lo muestra Silvia Pérez-Vitoria, economista y socióloga fran­ cesa (de origen español) que da cursos en el Instituto de Sociología y Estudios Campesinos de la Universidad de Córdoba. La mentalidad moderna creyó durante mucho tiempo que el campesinado era sinónimo de atraso y que el progreso implicaba confiar la agricultura a las máquinas y la química. Los oficios del campo, se suponía, estaban en vías de extinción. Es cierto que la agricultura industrial ha conseguido en algunos contextos disminuir la dureza del trabajo y aumentar el rendimiento de ciertas cosechas (medidas aisladamente en monocultivos e ignorando su coste energético y ecológico: si se tiene en cuenta el con­ junto de los recursos, los policultivos tradicionales dan en conjunto una mayor producción). Pero, concluye, PérezVitoria... ¡a qué precio!

La tierra nunca podrá ser una simple mercancía. Lo que debería considerarse sagrado (o al menos digno de admi­ ración y del mayor cuidado) no es la propiedad de la tierra sino la tierra misma: la Pachamama de los indígenas andi­ nos. En contraste con las quimeras del progreso industrial, los campesinos tradicionales han practicado una cultura de la continuidad y la diversidad local, en plena consonancia con lo que ahora llamamos sostenibilidad. Necesitamos recuperar la relación con la naturaleza que el campesinado rural ejemplifica. Afortunadamente, los campesinos están hoy de vuelta, y hacen oír cada vez más su voz para defen­ der su dignidad y la de la tierra que trabajan y cuidan.

La mayor tragedia humana generada por la agricultura industrial es el enorme número de agricultores que, des­ preciados por la sociedad (pese a que su trabajo es duro para ellos y esencial para todos) y acorralados por las deu­ das (debido a las falsas promesas de las multinacionales

de la alimentación, de los plaguicidas y de los transgénicos) se quitan la vida, a menudo ingi­ riendo los mismos venenos que la agri­ cultura industrial les ha hecho verter sobre los campos. En Europa ha habido casos, Vandana Shiva lleva años denun­ ciando las trágicas cifras de India (tres suicidios diarios de campesinos) y Silvia Pérez-Vitoria da cifras sobre China, citando el órgano oficial del Partido Comunista Chino: 280.000 suicidios al año, tres veces más en el campo que en la ciudad, y entre ellos un 58% que se quitaron la vida con un pesticida.

Según Pérez-Vitoria, «la aplicación de la ciencia y la téc­ nica a la agricultura ha resultado una catástrofe» y «para intentar recuperar lo que aún se puede, la ciencia no nos ayuda en nada». O en muy poco. En cualquier caso, «sólo partiendo de los saberes locales se podrá reconstruir una naturaleza viable».

Jordi Pigem

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entre palabras

La Tierra se agota James Lovelock Planeta, 2011. 293 págs. 20 euros

Uno de los retos de nuestro tiempo es aprender a percibir la Tierra como un gran organismo. Un primer paso en esa dirección es la Teoría Gaia, que muestra una extraordina­ ria autorregulación en los procesos que hacen que sea posible la vida sobre la Tierra.

La Teoría Gaia (nombre de la diosa Tierra de los antiguos griegos) fue formulada originalmente por James Lovelock y Lynn Margulis. Ella, Margulis, es el mayor genio de la biología del último medio siglo (opinión que cada vez más científicos comparten) y está firmemente convencida de que lo que guía la evolución son las relaciones simbióticas, no la selección natural de variaciones surgidas por muta­ ciones al azar. Lovelock, en cambio, todavía cree en la ortodoxia neodarwinista. Químico de formación, Lovelock ha trabajado casi toda su vida como científico indepen­ diente y se ha ganado el pan con sus inventos (como los detectores con los que se descubrió en la atmósfera la pre­ sencia de gases fluorocarbonados, causantes del agujero en la capa de ozono). En los años sesenta fue contratado por la NASA para buscar pruebas de vida en Marte y Venus, y se dio cuenta de que no era necesario enviar cos­ tosas naves al espacio. Bastaría con observar desde aquí la composición química de la atmósfera de estos planetas, pues si hay vida en ellos sería posible detectar su huella.

De ahí surgió la Teoría Gaia. Pero aunque Lovelock a veces afirma que la Tierra está viva, para él en realidad solo se trata de un sofisticado mecanismo cibernético.

Al inventor Lovelock le seduce todo lo que suene a con­ trol sofisticado, como la energía nuclear. Cree ver oscuros intereses detrás de la energía eólica, pero ignora olímpi­ camente los intereses, muchísimo más graves, de la

industria nuclear. A Lovelock le disgusta la agricultura (aunque sea ecológica), y desde hace décadas afirma que lo ideal sería que casi todos viviéramos en megaciudades (aunque él vive en el campo) y nos nutriéramos exclusivamente con sustancias sintetizadas químicamente a escala industrial. A menudo se dice, erróneamente, que Lovelock es una de las figuras clave del ecologismo, cuando su sensibilidad se opone diametralmente a la de Petra Kelly, Félix Rodríguez de la Fuente o Vandana Shiva.

Lovelock critica al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático porque sus previsiones, basadas en modelos obsoletos y sometidas a presiones políticas, son demasiado tímidas. De hecho, cada nueva medición ha demostrado que se habían quedado cortas. A partir de la Teoría Gaia, pronostica que durante este siglo la tempera­ tura media de la Tierra ascenderá entre 5 y 8 grados cen­ tígrados, haciendo imposible la vida humana en latitudes como la nuestra: la humanidad, según él, sólo sobrevivirá alrededor del Ártico. Pero Lovelock se ha equivocado más de una vez. Creyó por ejemplo que eran inofensivos los gases fluorocarbonados que él fue el primero medir. Sin duda es uno de los científicos que mejor conocen las diná­ micas del planeta, pero eso tampoco es decir mucho. Las dinámicas planetarias son mucho más complejas de lo que ningún razonamiento humano pueda hoy explicar. No podemos predecir cómo se comportará la Tierra. «La armonía invisible es más poderosa que la armonía visi­ ble», sentenció Heráclito.

Jordi Pigem

Otra alimentación es posible Claude Albert. La Fertilidad de la Tierra, 2011. 259 págs. 19,75 euros

Estamos ante un libro que es un verdadero manual de por qué y cómo realizar un cambio hacia una alimentación consciente, que tenga en cuenta tanto nuestra salud como la del planeta en que habitamos. Su autor es un ingeniero agrónomo, pionero en Europa de la divulgación de la agri­ cultura ecológica; es cofundador de IFOAM y miembro des­ tacado de Nature et Progrès, y tiene una veintena de libros publicados sobre temas de alimentación, conocimiento del hábitat y bioconstrucción. Estamos ante un trabajo real­ mente excelente, tanto en la claridad de la exposición como en el aspecto de investigación y documentación que prue­ ban con creces cada una de sus aportaciones a este esen­

cial debate que la humanidad tiene sobre la mesa: la influencia de la alimentación en la salud y en la situación del planeta. En la primera parte se saca a la luz la amenaza de continuar con una agricultura contaminante, con un anexo muy interesante sobre distintas publicaciones cientí­ ficas que demuestran la nefasta influencia de esa agricultu­ ra en nuestra salud y el peligro de dejar las manos libres a una industria agroalimentaria que nos enferma con su ali­ mentación desnaturalizada y sus peligrosos aditivos.

Nuestro capital de salud esta realmente mermado y los índices de enfermedades cardiovasculares, cáncer, obesidad o diabetes no cesan de crecer. No podemos seguir mante­

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El antropoceno: la expansión del capitalismo global choca con la biosfera Ramón Fernández Durán Virus, 2011. 105 págs. 8 euros

Hace unas semanas recibí un correo difícil de catalogar; su autor escribía para despedirse, una enfermedad se lo estaba llevando y quería celebrar entre otras tantas cosas importantes de su vida la publicación de su último libro, que él considera su testamento, sobre el colapso de la civilización industrial. La valentía y serenidad con la que enfrentaba el gran tabú de la sociedad moderna, la muerte, me hizo desear hacerle un homenaje, a su ente­ reza y a la labor de toda una vida dedicada a la investi­ gación y a la divulgación de las causas, que según su visión, han llevado a nuestra civilización a la actual fase de degeneración, que se asemeja a un cáncer, enferme­ dad que por otro lado, y según la nueva medicina, es el síntoma que nos puede ayudar a reflexionar y a cambiar el rumbo. El antropoceno es una parte de ese libro sobre el colapso, en la que el autor afirma, como otros autores de diversas disciplinas, entre ellos el químico Paul Crutzen, premio Nóbel que acuñó el término, que hemos entrado en una nueva era geológica: «Una nueva época de la tierra, consecuencia del despliegue del sistema urbano-agro-industrial a escala global, que se da junto con un incremento poblacional mundial sin parangón histórico. Todo ello ha actuado como una fuerza geológi­ ca con fuertes implicaciones ambientales». Un análisis riguroso de cómo ese colosal despliegue facilitado por la energía barata de los combustibles fósiles han llevado a la biosfera al límite de su capacidad de regeneración.

Fernández Durán es uno de los autores de referencia en la crítica del capitalismo global como motor de desa­

rrollo y de lo que él mismo ha denomina­ do «globaliza­ ción armada».

Con este aná­ lisis nos invita a partici­ par activamente en una carrera contra reloj contra la destrucción del planeta, que a falta de voluntad política, tal vez sólo podrá ser fre­ nada por el agotamien­ to de la energía que ha hecho posible tal ano­ malía cósmica. Sirvan estas líneas para des­ pedir a un hombre que ha dedicado su vida a defender con coherencia lo que creía, hasta el punto de no que­ rer seguir usando la medicina química de esa sociedad hipertecnologizada que siempre ha señalado como la destructora de la biosfera. Unos días después de termi­ nar esta reseña Ramón partió a ese último viaje que a todos nos espera. Buen tránsito, querido Ramón. (En el número 16 le hacíamos una entrevista sobre el declive energético.)

niendo unos hábitos alimentarios erróneos que han hecho de la obesidad una epidemia.

La segunda parte es un manual completo para conocer los cambios que debemos aco­ meter con urgencia, y que muchos ya han iniciado, como practicar y defender la agricultura ecológica que evita los plaguicidas y otros productos químicos que envenenan tierra, aire y agua, y por lo tanto al hombre. Se habla tam­ bién de los efectos benéficos de comer productos ecológi­ cos, efectos avalados por las conclusiones de los últimos estudios; de cómo transformar y cocinar nuestros alimen­ tos sin desnaturalizarlos; de cómo discernir entre las distin­

tas teorías dietéticas y conocer unas reglas genera­ les que nos permitan seguir una dieta equilibrada, a base de cereales, legumbres, verduras y frutas y en último lugar la proteína animal, que no sólo enfer­ ma, si es excesiva, sino que es la causa de la defo­ restación de gran parte de nuestro planeta. El autor des­ arrolla una cartografía completa para dar el paso hacia una alimentación sana, que además de divertida —tiene un capítulo de menús variados que se adaptan perfectamen­ te a la crisis económica—, es consciente, pues el que la practica asume la responsabilidad que todos tenemos cuando decidimos cada día qué vamos a comer. B.C.V.

Beatriz Calvo Villoria

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08 participa

Cambio climático, contaminación del agua, residuos, catástrofes ecológicas... El problema de la degradación del planeta nos atañe a todos: somos uno con la naturaleza.

La calidad de nuestra existencia depende de la pureza de la atmósfera y de las aguas, de la salud de los bosques, de la fertilidad de la tierra. Es tiempo de participar, de pensar globalmente, y actuar en nuestro ámbito más próximo. Estamos todos en el mismo barco, en la misma nave, en la misma Tierra.

En este número participan con nosotros el Ayuntamiento de Madrid que nos hablará de la Oficina de la bici. Continuamos con la sección dedicada a nuestros paisajes emblemáticos; este verano Parque Nacional de Monfragüe. Y Severino García nos habla de la Fundación Ecoagruturismo dentro de nuestra sección Redes en Acción.

CENEAM

«Lo más importante para la gente blanca es la libertad. Lo más importante para los indios es el honor.»

(Un indio lakota)

Foto de Alejandro Rodríguez Villalobos

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Monfragüe,

donde el hombre convive en armonía

con la naturaleza

CENEAM

Monfragüe no es solamente un lugar único por su flora o su fauna; es, además, un retazo de historia que nos presenta el resultado de la convergencia, en un mismo lugar y a lo largo de muchísimos años, de un clima muy especial, una geología peculiar y un grupo único de vegetales, animales y hombres. Esta convivencia histórica, modelada por la actividad humana, ha creado un espacio natural irrepetible, y como tal hay que entenderlo, apreciarlo y transmitirlo a las generaciones venideras.

Monfragüe, Mons fragorum, «monte fragoso», fue el nombre que los romanos le dieron maravillados por su intricada espesura; antes que ellos, unos dos mil años antes de Cristo, la presencia humana habitó estos lugares dejando su huella en numerosas pintu­ ras rupestres (como las de la Cueva del Castillo, abri­ go situado en la cara sur de la Sierra de las Corchuelas, visitable). El paisaje que define esta comarca ofrece todo lo necesario para que los seres humanos decidiesen asentarse en ella: agua, bos­ ques con frutos, caza. Pero como muchos otros reflejos del paraíso en la tierra, sufrió el acoso de la ignorancia de la economía moderna y en 1974 estuvo a punto de desaparecer.

En 1970 dan comienzo las brutales repoblaciones con eucalipto y pino. La prometida y nunca construi­ da industria papelera en Navalmoral de la Mata, hizo que muchas hectáreas del Parque quedaran asola­ das e irremediablemente alteradas por los aterraza­ mientos con maquinaria pesada con la connivencia del ICONA. Se hicieron desaparecer importantes espesuras de bosque mediterráneo para siempre.

Jesús Garzón, un naturalista profundamente enamo­ rado de estas tierras, decidió iniciar una cruzada para salvar este enclave. Envió informes a todos los esta­ mentos posibles, dio charlas, hizo denuncias en los medios de comunicación; como un Quijote luchó con­ tra la administración, los propietarios de las fincas

colindantes, los políticos, los alcal­ des de la zona, hasta que finalmen­ te decidió arrendar él mismo las tie­ rras para protegerlas, reuniendo el dinero necesario, en el extranjero, pero también con aportaciones nacionales, como la de su amigo Félix Rodríguez de la Fuente, con quien había trabajado en El hombre y la tierra. Gracias a su tesón y al apoyo recibido por científicos y amantes de la naturaleza, se consiguió que el 4 de abril de 1979 Monfragüe fuese declarado Parque Natural. Como declara el propio Garzón: «No hay otro enclave en Europa donde se puedan obser­ var tantas rapaces sin ahuyentarlas; en cualquier otro sitio, la cigüeña negra saldría volando si nos acercásemos a medio kilómetro del nido, pero aquí se la puede ver copulando y dando la vuelta a los huevos con el pico justo delante de nosotros».

A partir de ahí se fue fraguando la conciencia con­ servacionista de la zona, las infraestructuras en Villarreal y las intenciones de dar a conocer las rique­ zas del Parque. En 1994 se suma una nueva protec­ ción con la declaración de zona ZEPA y en 2003 la UNESCO declaró la Reserva de la Biosfera Monfragüe que ocupa una superficie de 116.160 ha., la sexta en superficie de las existentes en España. Veinticinco años de experiencias, buenas y no tan buenas, fueron la base para que se consiguiera la declaración, por ley del 2 de marzo de 2007, de Monfragüe como Parque Nacional.

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Una isla de biodiversidad

La superficie del parque es de 18.852 hectáreas de bosque mediterráneo, ubicadas en la provincia de Cáceres. Monfragüe es uno de los más interesantes enclaves de bosque mediterráneo, presentando ade­ más algunos vestigios de carácter atlántico y conti­ nental. Los cursos de los ríos Tajo y Tiétar forman el eje articulador del parque, encajado en una estrecha garganta, entre dos alineaciones de sierras de cuar­ citas y pizarras que dibujan un paisaje agreste y majestuoso con una gran variedad de ecosistemas que conforman el Parque y su entorno, lo que junto a su buen estado de conservación, hacen que su prin­ cipal característica sea la biodiversidad. De hecho es quizá uno de los espacios con mayor diversidad ani­ mal y vegetal de Europa.

Además de los característicos encinares, alcornoca­ les, madroñales, jarales y bre­ zales, aparecen también otros enclaves con especies caduci­ folias como quejigos, arces en las laderas de umbría, o bien fresnos y alisos en los sotos de ríos y arroyos que protegen las orillas de la erosión.

Los rasgos biogeográficos de este territorio, junto con la variedad de la estructura y composición de las comuni­ dades vegetales y el escaso grado de intervención antrópi­ ca, favorecen el mantenimien­ to de numerosas especies de fauna, gravemente amenaza­ das en su área de distribución, pero que gozan aquí de una excepcional representación; son especies de gran impor­

tancia para la preservación de la diversidad genética propia del Mediterráneo. Entre estas especies desta­ can por su interés científico, singularidad y vulnerabili­ dad el águila imperial ibérica, la cigüeña negra o el bui­ tre negro, un gigante de los cielos que llega a medir casi tres metros con las alas desplegadas; hoy son cerca de 300 los que anidan en Monfragüe, lo que supone la mayor colonia de esta especie en el planeta; estas aves se pueden contemplar apostadas en los cantiles o sobrevolando continuamente sobre nues­ tras cabezas. Realmente la gran atracción de Monfragüe está en las alturas. Aunque también son muchos los mamíferos propios del bosque mediterrá­ neo que se ocultan entre la espesa vegetación, como la jineta, el gato montés, la garduña, el tejón... Y quizá el escurridizo lince ibérico, cuya presencia constituye una incógnita. Todo parece indicar que desapareció ya hace tiempo de estas sierras, pero el director del parque indica que todavía se sigue avistando algún lince de manera ocasional.

Otras especies son el buitre leonado, el búho real, el águila real, el águila perdice­ ra, la nutria, el meloncillo y el ciervo. En las orillas y cauces de los ríos podemos encon­ trar el martín pescador, mitos, cormoranes y ruise­ ñores, además de otros rela­ cionados con el medio acuá­ tico como la nutria. Y no hay que olvidar las diecinueve especies de reptiles que podemos encontrar, con la

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presencia de cuatro especies catalogadas como «vul­ nerables», según el Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España. La flora de Monfragüe resulta también excepcional; no en vano, en este espacio y su área de influencia se encuentran más de 1.300 taxones vegetales diferentes, cerca del 60% de todas las especies de Extremadura.

Bordeando el Parque se encuentra la dehesa, ecosistema modelado por la mano del hombre, y ejemplo de equilibrio hombre-naturaleza con una importante actividad agro-silvo-pastoril. Es aquí donde las gru­ llas, venados y jabalíes, cigüeñas y garcillas, se ali­ mentan junto al ganado que pasta el rico alimento sombreado por encinas y alcornoques.

Hombre y Tierra Una vez que la tierra ha sido domesticada, el hombre adquiere la responsabilidad de cuidarla; entonces es de vital importancia no abandonar los usos tradiciona­ les como la extracción del corcho y la ganadería que han modelado este paisaje, alcanzado equilibrios pai­ sajísticos y ecológicos sumamente valiosos. El que dichas actividades cayeran en desuso significaría la pérdida de este equilibrio. Por tanto es fundamental compaginar el mantenimiento y fomento de aquellos usos tradicionales que permitan un desarrollo soste­ nible y ordenado del área, con la conservación y mejo­ ra de sus valores naturales, que a su vez favorezca el beneficio y mantenimiento de la población rural, a tra­ vés del aumento de la calidad de vida y el empleo. La ordenación de recursos naturales tales como la gana­ dería, la agricultura, la apicultura o la extracción de corcho, persigue asimismo la promoción de productos de calidad, elaborados de forma ecológica y siguiendo prácticas tradicionales, compatibles con la estabilidad de los ecosistemas y la protección del entorno.

Por eso, la gestión de un espacio protegido es sobre todo un ejercicio de conciliación, un esfuerzo

por compatibi­ lizar ideas e intereses en ocasiones con­ trapuestos; un proceso, en fin, complejo y no exento de dificultades, cuyo fin último es armonizar la conservación de los valores naturales y culturales con la explotación del medio. Como dice Casto Iglesias, «una buena gestión es siempre una gestión multisectorial, con distintas miradas y sensibilida­ des, impregnada sobre todo de pedagogía de la con­ servación… Un espacio protegido –dejémoslo claro– no es ni un cúmulo de limitaciones ni tampoco la panacea de la problemática estructural del mundo rural. Es sobre todo una oportunidad: una oportuni­ dad para la vida; una oportunidad para el aprovecha­ miento de los recursos con garantía de futuro; una oportunidad para la imaginación. Eso es Monfragüe».

Luces y sombras La gestión de nuestros parques nunca está libre de polémicas y desde hace un tiempo las aguas están revueltas en la zona por la dificultad de conciliar los variados intereses, políticos, locales, regionales y nacionales, conservacionistas y cinegéticos, que están sobre el tablero. Distintos grupos ecologistas, como la Plataforma por una Gestión Digna de Monfragüe, una asociación de vecinos del entorno, o Ecologistas Extremadura acusan a los gestores del parque de malgastar el dinero que ha llegado a raudales, unos 50 millones de euros, en obras que afectan a su conser­ vación, en concreto tres charcas artificiales y 9 kiló­ metros de pistas. «Las inversiones no han aportado nada a la conservación y se usan para domesticar Monfragüe, convirtiendo un entorno salvaje en la madrileña Casa de Campo, pavimentando caminos,

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levantando merenderos, poniendo aceras y barandi­ llas al Salto del Gitano o construyendo aparcamientos gigantes», declaran a nuestro querido amigo Pedro Cáceres en el periódico El Mundo. En cambio Adenex, la ONG extremeña representada en el patronato del parque, muestra su «plena confianza» en la dirección del Parque Nacional de Monfragüe. Ecologistas en Acción, sin embargo denuncia la política de cemento que está asfaltando el sabor salvaje que es el que atrae a miles de turistas de calidad, un turismo de naturaleza, consciente y respetuoso con el medioam­ biente que gusta de mancharse los zapatos de barro, y considera «imprescindible que la gestión del parque sea más independiente de los políticos locales e inclu­ so regionales, que a veces no parecen ser conscientes de la importancia de los valores naturales que deberí­ an intentar conservar para toda la humanidad».

Otras críticas señalan que el gobierno regional lo concibe como un «escaparate turístico y político, olvi­ dando los aspectos de investigación y conservación».

Por eso reclaman la creación de una estación biológi­ ca como la de Doñana que ayude a la gestión del par­ que desde criterios científicos.

A la espera del plan de uso y gestión que debía haberse aprobado a los dos años de su designación, esperemos que el sentido común sea capaz de aunar las diversas «visiones y sensibilidades» que existen sobre el parque.

Visitas Para visitar el Parque Natural de Monfragüe se reco­ mienda pasar previamente por el centro de visitantes que hay en Villarreal de San Carlos para orientarles sobre las posibilidades de hacer rutas dentro y fuera del Parque. Está abierto mañana y tarde durante todos los días de la semana.

En Monfragüe hay distintas posibilidades de visita, a través de los centros de interpretación del agua y de la naturaleza situados en Villareal de San Carlos.

Se pueden recorrer diversos itinerarios a pie, bien

para conocer la vegetación de ribera y disfrutar de panorámicas, o bien para conocer la vegetación de dehesa y matorral mediterráneo con fuentes cubiertas de fresnos y ali­ sos, con buitres leonados y alimoches. O también es posible adentrarse en las umbrías y solanas, recorrer miradores, elementos históricos... En definitiva, toda una serie de itinerarios que permiten conocer los secretos mejor guardados de Monfragüe. Uno de los más destacados es el de la Cañada Real de la Plata, quizá la mejor forma de conocer el Parque de Monfragüe y su entorno, repitiendo el recorrido que los rebaños trashumantes han realizado durante siglos. Y hay otros 25 itinerarios y vías pecuarias dis­ tribuidas por la Reserva de la Biosfera.

También hay dos rutas en coche por carretera asfal­ tada, con interesantes miradores: una que está jalona­ da por los miradores del Salto del Gitano y del Castillo y otra con los miradores de la Portilla del Tiétar, de la Tajadilla, la Báscula y la Higuerilla. Para los que pre­ fieren el silencio y sentir el territorio, pero no quieren ir a pie, hay rutas en bicicleta o a caballo por la ante­ sala del Parque. Y quedan por descubrir las rutas y lugares de interés en los pueblos del entorno. El Parque se extiende por los municipios de Casas de Miravete, Jaraicejo, Malpartida de Plasencia, Serradilla, Serrejón, Toril y Torrejón el Rubio, donde el buscador de gastronomía podrá conocer la cocina pastoril y de la dehesa y sentir que el mundo rural resiste, abriéndose a la nueva economía sostenible asociada a los espacios protegidos.

Para más información:

Centro de recepción e información de visitantes.

Parque Nacional de Monfragüe

10695 Villarreal de San Carlos (Cáceres).

Tel.: 927 19 91 34

Beatriz Calvo Villoria (Fotos: CENEAM)

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participa

Madrid necesita

“la bici”

La Oficina de la bici es una herramienta de consulta y participación para los usuarios de la bicicleta en Madrid La movilidad actual tiene que estar basada en cri­ terios de sostenibilidad. Es en este contexto en el que la bicicleta se ofrece como una oportunidad, una herramienta que ayuda a transformar la ciudad avan­ zando hacia una racionalización del espacio público en donde los modos de transporte más sostenibles sean los principales protagonistas.

Con este objetivo de lograr una movilidad sostenible, el canal web de la Oficina de la bici impulsa su uso como medio de transporte urbano, que cada vez cobra un mayor peso, respondiendo a las necesidades de movilidad de una ciudad del siglo XXI, adap­ tándonos a las necesidades del colectivo de usuarios que la utilizan de forma habitual; personas, además, de un amplio espectro social, eco­ nómico y cultural y que usan la bici por muy diversas moti­ vaciones. Podemos afirmar que las bicicletas ya forman

parte de nuestro paisaje urbano y se han convertido en un modo de transporte alternativo.

Un papel fundamental en la tarea de la promoción de la bicicleta lo desempeña el propio Plan Director de Movilidad Ciclista de Madrid (PDMC), aprobado en mayo de 2008 y cuyo horizonte de finalización es el año 2016. Este Plan desarrolla una serie de medidas de fomento y concienciación que, paralelamente a la ejecución de infraestructuras, convierten a Madrid en una ciudad amiga de la bicicleta.

Hoy por hoy la utilización de la bicicleta ha alcanzado un 0,6% del total de des­ plazamientos de los madrile­ ños. Se han construido más de 250 kilómetros de carril bici, instalando más de 10.000 plazas de aparca­ mientos; se ha modificado la Ordenanza de Movilidad para adaptarla al uso de la bicicle­ ta, acorde con los tiempos en los que vivimos, y se estudian distintas propuestas para la pacificación del tráfico, como son zonas 30, para lograr una ciudad más humana y más amable con las bicis.

Además, para la gestión del

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Plan Director de Movilidad Ciclista, dentro del propio ámbito municipal, se contempla la creación de ins­ trumentos de seguimiento, como son el Comité Técnico, la Comisión de Seguimiento y la Oficina de la Bicicleta.

En cuanto a esta última, el canal web de la Oficina de la Bici responde a una necesidad que se impone de manera inexorable y deseable en nuestra ciudad y que exige una actuación estratégica de consulta para todos los agentes implicados: la Administración, las asociaciones, las empresas y, lo que es más impor­ tante, la sociedad civil. Es, en definitiva, un dinamiza­ dor de la participación ciudadana, estableciendo canales y suministrando información relevante al usuario de la bici.

Con el Canal web de la Oficina de la bici, en una sola herramienta aunamos todos los elementos dis­ ponibles para informar de todas las actuaciones que se llevan a cabo en la ciudad relacionadas con la bici.

Desde esta oficina virtual atendemos las necesida­ des del amplio colectivo que utilizan la bicicleta como medio de transporte habitual y animamos al uso de la misma.

Más información: > www.madrid.es/oficinadelabici

Entidad colaboradora del

CLUB DE AMIGOS DE FÉLIX

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participa

Redes en acción Fundación Ecoagroturismo La Fundación Ecoagroturismo nace en 2005 como resultado de largos años de colaboración entre asociaciones e iniciativas individuales relacionadas con el turismo rural, la etnografía y el medio ambiente.

Uno de los objetivos fundamentales de la Fundación es el fomentar y apoyar el compromiso por la con­ servación de los espacios naturales y el desarrollo rural de nuestros territorios a través de un turismo responsable, así como promocionar en los medios de comunicación aquellas iniciativas relevantes en este campo, mediante novedosas herramientas de promoción.

Creación de un sistema de calidad ecológico, pionero e innovador para el turismo rural en España Para acometer este objetivo se creó en 2006 el por­ tal ECOTUR, www.ecotur.es, que pretendía aportar al sector del turismo rural una plataforma de pro­ moción y al viajero una herramienta para conocer y acercarse al ecoturismo con garantía, basándose en

nuestra colaboración con entidades y organizacio­ nes internacionales comprometidas con estos prin­ cipios y valores.

A lo largo de estos cinco años se fue vertebrando el Proyecto Ceres Ecotur, > www.ceres-ecotur.es, una iniciativa dirigida a la conservación y a la difu­ sión del patrimonio rural, etnográfico y del entorno medioambiental que rodea los alojamientos certifi­ cados. El proyecto se basa en la implantación del sistema de calidad ecológico europeo ECEAT, bajo criterios de sostenibilidad que miden el nivel de compromiso medioambiental, sociocultural y eco­ nómico con los destinos donde se asientan los esta­ blecimientos. El objetivo es cohesionar una red de alojamientos ecológicos en España con certificado europeo y promocionar un turismo rural sostenible en nuestro país, sobre la base de cuatro criterios: agricultura sostenible, protección de la naturaleza, gestión de los recursos naturales y patrimonio cul­ tural. La red cuenta ahora mismo con 26 alojamien­ tos certificados distribuidos por ocho comunidades autónomas (Andalucía, Asturias, Galicia, Navarra, Cataluña, Baleares, Extremadura y Castilla y León).

Actividades de sensibilización ambiental de la mano de Ceres Ecotur Durante el año en curso se está desarrollando un plan de acción promovido con el objetivo de difundir y sensibilizar los valores ligados al proyecto. Por ejemplo, con motivo del Año Internacional de los Bosques que se está celebrando durante este 2011, Ceres Ecotur ha lanzado el proyecto Crea un bos­ que, una acción conjunta de los alojamientos ecoló­ gicos que forman parte de la red, con el objetivo de plantar árboles autóctonos en los entornos donde

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se asientan, con la ayuda e implicación de los viaje­ ros que se hospeden en ellos. El propósito no es otro que fomentar la recuperación del paisaje rural tradi­ cional en España, partiendo del compromiso de los alojamientos adheridos a Ceres Ecotur con la con­ servación del paisaje autóctono en España. En la página www.creaunbosque.es, además de informa­ ción completa del proyecto y de la marcha de las acciones propuestas por los participantes, se ofrece la posibilidad de descargar un GIF que simula la plan­ tación de un árbol virtual, instalable en páginas webs y blogs.

En esta línea, durante el verano de 2011 se llevará a cabo una iniciativa para promover la revalorización del medio rural mediante la fusión entre el arte y la naturaleza. La acción se centrará en la organización de unos ecotalleres durante los meses de verano en algunos de los agroturismos adscritos a la red de turismo ecológico, localizados en el Principado de Asturias. Los actos consistirán en jornadas de fin de semana al aire libre, en las que se ofrecerá a todos los asistentes una experiencia única basada en el entorno artístico y paisajístico de los entornos donde se asientan los establecimientos. La iniciativa, que se prevé poder ampliar al resto de alojamientos adscri­ tos a la red, pretende que el público asistente pueda conectarse con el entorno natural que rodea a los ecoagroturismos de Ceres Ecotur, mediante talleres, actividades y procesos participativos.

Durante este año 2011, hemos ampliado las cola­ boraciones con programas de entidades enfocadas a la conservación medioambiental como el Instituto Jane Goodall España y la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, con el objetivo de consolidar la Red de ecoagroturismos y establecimientos rurales com­ prometidos con el proyecto, y así mejorar la sensibi­ lización y la difusión del proyecto y de sus valores entre los consumidores finales.

Severino García.

Presidente de la Fundación Ecoagroturismo

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participa

Miradas de Naturaleza AgendaViva abre este espacio a los fotógrafos de la naturaleza en agradecimiento a la cesión gratuita de sus fotografías que, estación a estación, nos ayudan a ilustrar nuestras palabras. A todos esos observadores que se acercan a la naturaleza en actitud de espera, “deteniendo” las maravillas de los distintos reinos del planeta, queremos agradecerles su colaboración con AgendaViva. Gracias por abrir una ventana a la belleza.

Para conocer mejor su trabajo se puede visitar la galería completa de sus fotos en > www.agendaviva.com

Annais Pascual >

annaispascual@gmail.com > www.annaispascual.es

Antonio Atienza Fuerte

José Luis González Grande

> antonioatienzaf@gmail.com > www.antonioatienzafuerte.com

>

jlgrande@msn.com

Tel.: 615 92 22 31

Juan Carlos Muñoz

Jorge Sierra > jorgesierrafoto@ya.com > www.jorgesierra.net

Tel.: 676 24 05 06

> jcmunoz@artenatural.com

> www.artenatural.com

Jonathan Díaz Marbá

Jorge Rubio Casado

> jonathandm24@hotmail.com

>

Tel.: 657 498 924

Fernando Sanchoyarto >

www.fsanchoyarto.com

www.jorgerubio.es

Felipe D.Colorado Lobo > leizarateca@yahoo.es

Dokushô Villalba

Francisco Javier Alcacera

> dokusho2@fotozen.org

> paquitoguada@yahoo.es

> www.fotozen.org

Tel.: 625 46 61 18

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José Díaz > jose@ddeco.es

Francisco Márquez > info@franciscomarquez.com.

Tel.: 925 82 41 22

Gala Magán y David Casado > www.losojosdelmilano.com > info@losojosdelmilano.com

Jesús Contreras Torres >

indalodeoz@indalodeoz.com

Entidad colaboradora del CLUB DE AMIGOS DE FÉLIX

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09 ¡vive Madrid!

Actividades Todas las actividades están sujetas a posibles cambios de fecha y hora por causas imprevistas,

por lo que recomendamos ponerse en contacto con las distintas organizaciones o instituciones que las convocan.

Ésta es sólo una selección de todas las actividades que se pueden encontrar en > www.agendaviva.com

Programación Escuela de Verano 2011 Organiza: Dirección General de Sostenibilidad y Agenda 21 del Área

de Gobierno de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid.

Información general: de lunes a viernes, de 9 a 14 h. Tel.: 91 588 46 20.

>educacionsostenible@munimadrid.es

Todas las actividades son gratuitas. Para público en general y

grupos organizados.

Jardines del Buen Retiro Información y reservas: 91 127 39 88. >inforetiro@munimadrid.es.

De martes a domingo de 10 a 14 h y de 17 a 19,30 h.

• Itinerarios guiados Horario: Todos los paseos guiados se realizarán de 11 a 13 h., exceptuando “Las aves de El Retiro” que comenzará a las 10 h.

Salida: Puerta de la Independencia, salvo el paseo “El Vivero municipal de Estufas del Retiro”, que se inicia en el Centro de Información y Educación Ambiental “El Huerto del Retiro”.

Recomendado para público adulto. Es necesario realizar reserva previa. ✔ Las aves de El Retiro: 2 de julio y 24 de septiembre. ✔ Historia de El Retiro: 9 de julio y 3 de septiembre. ✔ Paseo botánico: 16 de julio y 10 de septiembre. ✔ Un jardín hacia el futuro: 23 de julio. ✔ Historia del arte del jardín en El Retiro: 30 de julio. ✔ Árboles singu­ lares de El Retiro: 6 de agosto. ✔ Descubriendo El Retiro: 13 de agos­ to. ✔ El Retiro: beneficios ambientales de un parque urbano: 20 de agosto. ✔ El Retiro literario: 27 de agosto. ✔ El Vivero Municipal de Estufas de El Retiro: 17 de septiembre.

Domingos en El Retiro Actividades familiares en las que se trabajarán diversos temas ambientales de forma activa y participativa. Las actividades se inician en el Centro de Información y Educación Ambiental “El Huerto de El Retiro”. Recomendado a partir de 5 años. Horario: de 11 a 12,30 h. Es necesario realizar reserva previa. ✔ Descubre El Retiro en familia: 3, 17 y 31 de julio, 14 y 28 de agosto, 11 y 25 de septiembre. ✔ Taller de huerto familiar: 10 y 24 de julio, 7 y 21 de agosto, 4 y 18 de septiembre. ✔ Visita a los invernaderos de los viveros de El Retiro La actividad incluye una visita a la exposición de viverismo.

Todos los sábados, horario de 18 a 19 h.

La visita se inicia en el Centro de Información y Educación Ambiental “El Huerto de El Retiro”. No es necesaria reserva previa. ✔ Exposición “La lucidez de la luz” Las exposiciones pueden visitarse en el horario de apertura del Centro de Información y Educación Ambiental “El Huerto de El Retiro”.

Fecha: Hasta el 15 de septiembre.

Una reflexión sobre los problemas ambientales generados por el actual modelo energético y la alternativa que suponen las energías renovables. ✔ Huerto colectivo de El Retiro

Información e inscripción en el Centro de Información y Educación Ambiental “El Huerto de El Retiro”.

Dehesa de la villa Información y reservas: tel.: 91 480 21 41. >infodehesa@muni­ madrid.es. De martes a viernes de 15 a 19h, sábados, domingos y festivos de 9 a 14 h y de 16 a 20 h.

• Itinerarios guiados

Todos los itinerarios guiados se realizarán de 10 a 12 h, excepto los

paseos en bicicleta “Bici-ate conectando verde”, que se desarrolla­

rán de 10 a 14 h.

✔ Dehesa mágica: 3 de julio y 25 de septiembre.

✔ Despliega tus alas en La Dehesa: 16 de julio y 3 de septiembre.

✔ Despierta tus sentidos en La Dehesa: 21 de agosto.

✔ Plántate en La Dehesa: 24 de julio.

✔ Ruta en bici: “Bici-ate conectando verde”.

Dehesa de la Villa-Río Manzanares. 17 de julio.

Dehesa de la Villa-Templo de Debod. 28 de agosto.

• Cuentaviajes

Un espacio para intercambiar y conocer viajes realizados y narrados

desde una perspectiva de respeto al medio ambiente.

✔ “Isla de Pascua”: 24 de septiembre, a las 18 h.

• Talleres ✔ Menudas mañanas en La Dehesa: 16 de abril, 21 de mayo y 18 de junio, a las 11 h. ✔ ¿Quién vive en la Dehesa?: 2 de julio, a las 11 h. ✔ Paracaídas con bolsas de plástico: 24 de septiembre, a las 11 h. ✔ Reutilizando materiales: 23 de julio, 20 de agosto, a las 11 h. ✔ Huerta de la Villa: 29 de julio, 26 de agosto y 30 de septiembre, a las 18 h. ✔ Taller Bicis De-Hesas: 27 de agosto, a las 12 h. ✔ Huerta de la Villa (familiar): 8 de abril, 13 de mayo y 10 de junio, a las 17 h. ✔ Muy menudas tardes en La Dehesa: 29 de septiembre, a las 18,30 h.

Casa de Campo Información y reservas: tel. 91 479 60 02 >infocasacampo@muni­ madrid.es. De martes a domingo de 9 a 14 h y de 17 a 19 h.

• Itinerarios guiados:

✔ Senda botánica: 10 de julio. ✔ Recorriendo caminos y paisajes:

6 de agosto. ✔ Naturaleza en todos los sentidos: 7 de agosto. ✔

Arroyo Merques: 10 de septiembre. ✔ Cross de orientación: 24 de

septiembre.

• Jornadas deporte y naturaleza. En horario de 10,30 a 13 h.

Anda y relájate: 14 de agosto.

• Jornadas de movilidad sostenible. En horario de 11 a 14 h.

Muévete por la Casa de Campo: 18 de septiembre.

• Talleres. Sobre fauna, flora y otras actividades ambientales, los fines de semana por las mañanas, de 10,30 a 13 h. Excepto los talleres “Construcción de cajas nido y comederos de aves” y “Energías renovables: disminuye tu consumo”, que serán de 17,30 a 19 h. ✔ Juegos tradicionales: 3 de julio. ✔ Abónate: ¡haz tu propio compost!: 17 de julio. ✔ Recicrea: tu día a día más sostenible: 24 de julio.

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✔ Diviértete al aire libre: 30 de julio. ✔ EcoArte: tradición y sostenibilidad: 13 de agosto. ✔ Construcción de cajas nido y comederos de aves: 10 de septiem­ bre. ✔ Energías renovables: disminuye tu consumo: 11 de septiembre.

• Visita a los centros de fauna urbana ✔ Centro de Cría de Ardilla Roja: 2 de julio y 27 de agosto. ✔ Centro de Recuperación de Cigüeña Blanca: 9 de julio. ✔ Centro de Divulgación de Mari­ posas y Centro de Insectos: 23 de julio. ✔ Centro de Avifauna: 3 de septiembre.

Jardinería y huerta urbana Información y reservas: tel. 91 639 78 69. >paa@sma.com.es.

De 10 a 13 h de lunes a viernes.

• Taller de jardinería. Labores de verano

✔ 14 y 28 de julio; 1 y 15 de septiembre. En horario de 16,30 a 19,30 h.

✔ 21 de julio; 4, 18 y 25 de agosto; 22 de septiembre. En horario de 10 a 13 h.

• Talleres de huerto urbano

✔ Monta tu huerto ecológico en un recipiente: 12, 20 y 23 de julio, de 11 a 13,30 h.

27 de julio, de 17 a 19,30 h.

✔ La salud del huerto: 30 de julio; 17 y 31 de agosto, de 11 a 13,30 h.

24 de agosto, de 17 a 19,30 h.

✔ Mantén tu huerto a punto: 10, 21 y 28 de septiembre, de 11 a 13,30 h.

14 de septiembre, de 17 a 19,30 h.

✔ Curso de huerto urbano: 5 a 7 de julio; 9 a 11 de agosto; 6 a 8 de septiem­

bre. De 10 a 13 h.

✔ Curso de huerto urbano (intensivo): 2 y 3 de julio; 9 y 10 de julio; 16 y 17 de

julio; 3 y 4 de septiembre; 17 y 18 de septiembre; 24 y 25 de septiembre. De 10

a 13,30 h.

Parque Juan Carlos I Se recomienda reserva previa para participar en estas actividades, en los Puntos de Información y en el tel. 630 630 710.

• Talleres adultos

✔ La alegría de la huerta: todos los martes y jueves, de 12,30 a 14 h.

Descubre las aves en primavera Información y reservas: 91 552 31 93. >avesybiodiversidad@entornopye.com • Itinerarios ornitológicos

De 9,30 a 13,30 h.

✔ Casa de Campo: 3 de julio, 7 de agosto, 3 y 24 de septiembre.

✔ Dehesa de la Villa: 17 de julio, 21 de agosto, 11 y 17 de septiembre.

✔ Monte de El Pardo: 9 y 24 de julio, 28 de agosto, 17 y 25 de septiembre.

✔ Parque Lineal del Manzanares: 2 de julio, 20 de agosto y 18 de septiembre.

✔ Parque Juan Carlos I: 10 de julio, 13 de agosto y 4 de septiembre.

• Jornadas de anillamiento científico

De 9,30 a 13,30 h.

✔ Dehesa de la Villa: 16 de julio, 27 de agosto y 3 de septiembre.

✔ Casa de Campo: 23 de julio y 10 de septiembre.

vMonte de El Pardo: 20 de agosto y 18 de septiembre.

• Taller de iniciación a la ornitología

De 10 a 13 h.

✔ 2 y 10 de julio, 27 de agosto, 10 y 25 de septiembre: en el Centro de

Información y Educa-ción Ambiental de El Retiro.

✔ 9 de julio, 6 de agosto y 24 de septiembre: en el Centro de Información y

Educación Ambiental de Dehesa de la Villa.

Jardín del Capricho Información y reservas: tel. 91 639 78 69,>paa@sma.com.es.

De lunes a viernes, de 9 a 14 h.

• Itinerarios guiados: 8, 15, 22 y 29 de julio; 5, 12, 19 y 26 de agosto; 2, 16, 23 y 30 de septiembre. En horario de 10 a 13 h.

Parque de la Fuente del Berro Información y reservas: tel. 91 639 78 69, >paa@sma.com.es. De lunes a viernes, de 9 a 14 h.

• Itinerarios guiados: 9 y 23 de julio; 10 y 24 de septiembre, de 11 a 13,30 h.

Entidad colaboradora del CLUB DE AMIGOS DE FÉLIX

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• Itinerarios guiados especial familias: 2, 16 y 30 de julio; 3 y 17 de septiembre de 11 a 13 h.

Madrid río: Parque de la Arganzuela Información y reservas: 91 639 78 69. >paa@sma.com.es. De 10 a 13 h, de lunes a viernes.

• Itinerarios guiados: 15 y 29 de julio; 5 y 19 de agosto; 2 y 16 de septiembre, de 19 a 21 h.

■ CURSOS Escuela de verano Fecha: 21 de junio - 22 de julio Organiza: El área de formación por la sostenibilidad de eco-union. Cursos en modalidad on line con un marcado enfoque competencial.

La oferta de este año contempla dos programas formativos diferentes: Ecobásicos, Cursos impartidos en modalidad on line con una duración de 50 horas lectivas ✔ Economía (producción): • Economía de la sostenibilidad (nuevo). • Gestión del turismo sostenible.

• Producción y consumo de alimentos ecológicos locales. ✔ Medio ambiente (gestión de recursos y ordenación del territorio): • Eficiencia energética en los edificios. • Bioconstrucción y materiales sosteni­ bles. • Nueva cultura y gestión sostenible del agua. • Arquitectura bioclimática (nuevo). • Gestos sostenibles. • Movilidad urbana sostenible.

• Planificación de la movilidad urbana en bicicleta en las ciudades. ✔ Microtraining, cursos de 15 horas de formación.

• Sustainable Business - Innovación hacia la sostenibilidad Información e inscripción: >www.eco-union.org/formacion Cursos del “Taller de las tradiciones” Lugar: Valdemanco, Madrid. Horario: 10 a 19,30 h.

Tel.: 91 848 12 39.>www.tradicion.es.

El Taller de las Tradiciones te propone unos cursos tradicionales, en los que

sentirás la tradición en tus manos.

✔ Curso de jabones: 23 de junio, 17 julio, 23 de julio, 27 agosto, 18 septiem­

bre. ✔ Curso de velas: 2 julio, 9 septiembre. ✔ Curso de apicultura: 25-26

junio, 3-4 septiembre. ✔ Curso de cerveza: 3 julio, 24 septiembre.

✔ Curso de cuero: 9-10 julio. ✔ Curso de conservas: 16 de julio.

✔ Curso de panaderia: 25 julio, 28 agosto. ✔ Curso de quesos y productos

lácteos: 30-31 julio, 10-11 septiembre. ✔ Curso de chocolate: 17 de septiembre.

✔ Curso de forja/fragua: 23 julio, 17 de septiembre.

Entidad colaboradora del CLUB DE AMIGOS DE FÉLIX

Actividades “El espíritu del bosque” Lugar: Santa María de la Alameda (Madrid), a 10 km de El Escorial (plazas limitadas). Información:>www.espiritubosque.es. Tel.: 91 890 87 81.

Disfruta y aprende elaborando tú mismo las recetas en nuestro taller, y luego llévatelo a casa: productos sanos y naturales. Fechas especiales para grupos.

• Cursos prácticos:

✔ Helados artesanos: fáciles de hacer en casa (1 día de duración): 11 de junio,

10 de julio, 13 agosto.

✔ Licores caseros (1 día de duración): 3 julio.

✔ Cocina de la huerta – vegetariana: 7 agosto

✔ Cocina con chocolate – dulces y salados: 16 octubre.

• Cursos prácticos alimentación/gastronómicos:

✔ “Panes artesanos” (1 día de duración): 19 junio, 23 julio, 24 septiembre.

✔ “Conservas tradicionales y modernas” (1 día de duración): 5 de junio, 9 julio,

6 agosto, 25 septiembre.

✔ “Elaboración de quesos artesanos y productos” (1 día de duración): 17

septiembre (nivel 1), 18 septiembre (nivel 2).

✔ “Repostería casera” (1/2 día de duración): 14 de agosto.

• Cursos prácticos cosmética natural y artesania (1 día de duración):

✔ “Jabones artesanos: 16 julio, 20 agosto, 20 agosto.

✔ “Cosmética natural”: 12 junio, 17 julio, 21 agosto.

✔ “Velas artesanas: naturales y de fantasía” 18 de junio.

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• Cursos prácticos de naturaleza:

✔ “Reconocimiento de árboles, plantas y flores”: 18 junio.

✔ “Fotografía de naturaleza: Aves, flora y paisajes”

Curso cámaras reflex: 30 y 31 julio.

Curso edición y procesado de imágenes: 10 y 11 septiembre.

• Actividades sobre estrellas y astronomía

✔ Nueva actividad guiada: mil estrellas y una noche

Teoría + programa de observación y práctica de observación con telescopio.

Fechas: 25 junio (especial equinoccio), julio, agosto.

✔ Actividad guiada: La mitología y las estrellas, el cielo de Abantos, etc.

Fechas: 30 julio, 27 agosto.

Actividades Real Jardín Botánico Para más información: >www.rjb.csic.es y tel. 91 420 30 17.

✔ A favor de los tiburones, un mar de esperanza

Fechas: 27 de julio hasta finales de septiembre, de 10 a 20,30 h ininterrumpida­

mente.

✔ Exposición de la Fundación CRAM. Una exposición que pretende cambiar la

percepción general sobre los tiburones: de depredadores a víctimas.

CENTROS AMBIENTALES (Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid). Programación de verano 2011 Ésta es una selección de las actividades previstas para fines de semana y festivos de julio, agosto y septiembre de 2011. La oferta, el calendario completo y los grupos de destinatarios y edades pueden consultarse en >www.madrid.org.

Todas las actividades son gratuitas. Se necesita reserva previa.

Centro Bosque Sur. Calle de las Comarcas, s/n. Leganés. Tel. 660 920 402. ✔ 9 de julio: Juegos de educación ambiental: “Juegos del mundo”. ✔ 17 de julio: Juegos de educación ambiental: “Juegos del agua”. ✔ 24 de septiembre: Taller: “Mecánica de la bici”.

Centro Valle de la Fuenfría.

Carretera de Las Dehesas, km 2. Cercedilla. Tel.: 91 852 22 13. ✔ 30 de julio: Senda temática: “Literatura de la Sierra de Guadarrama”. ✔ 13 de agosto: Ruta de senderismo: “La calzada romana”. ✔ 4 de septiembre: Senda temática: “Buscando fósiles de dinosaurio en Siete Picos”.

Centro Hayedo de Montejo.

Calle Real, 64. Montejo de la Sierra. Tels.: 91 869 70 58 – 91 869 72 17. ✔ 9 de julio: Senda: “Flores del Hayedo”. ✔ 10 de septiembre: Senda: “Usos y tradiciones”. ✔ 17 de septiembre: Senda: “¿Quién vive aquí?”.

Centro Puente del Perdón.

Carretera M-604, km 27,600. Rascafría. Tel.: 91 869 17 57. ✔ 10 de julio, 21 de agosto y 10 de septiembre: Curso de agroecología, módulos IV, V y VI. ✔ 13, 14 y 15 de agosto: Oficina móvil: “De la Tierra”. ✔ 27 y 28 de agosto: Banco de saberes: “Taller de elaboración de sillas de enea y cuerda”.

Centro El Cuadrón.

Carretera M-604, km 3. Garganta de los Montes. Tel.: 91 869 42 79. ✔ 16 y 17 de julio: I Maratón fotográfico: “Piedra a piedra”. ✔ 21 de agosto: Ecoturismo: “Evita el fuego... la diversidad es vida”. ✔ 24 de septiembre: Celebración del Día Europeo sin coches. Senda: “Pedaleando a Riosequillo”.

Centro Caserío de Henares.

Camino de la Vega, s/n. San Fernando de Henares. Tel: 91 673 82 99. ✔ 3 de julio: Taller de reutilización: “Ponle ritmo al reciclaje: instrumentos musicales”. ✔ 11 de septiembre: Programa agua: “Vigilantes del río Henares”. ✔ 18 de septiembre: Jornada de puertas abiertas: “Agricultura ecológica”.

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¡vive Madrid!

no te pierdas...

En nuestro portal > www.agendaviva.com/paginas_verdes/categoria/Medios+de+comunicación se encontrará una selección de todos los programas de radio y televisión que tratan temas medioambientales o científicos y que solíamos reseñar en esta sección. Igualmente, se encontrarán ahí referencias a otros medios de comunicación, prensa escrita, revistas e internet.

■ WEBS

> www.redemprendeverde.es La red Emprendeverde es una iniciativa de la Fundación Biodiversidad para fomentar la creación y consolidación de empresas o nuevas líneas de negocio en actividades vinculadas al medio ambiente y canalizar la inversión hacia actividades económicas sostenibles. Esta iniciativa está dirigida a ecoinversores y a las empresas «verdes», es decir, a las que «contribuyen a la descarbonización de la economía y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; a la reducción del consumo de energía, materias primas y agua, mediante estrategias de ecoeficiencia; a la minimización de la contaminación; o a la conservación y el restablecimiento de la biodiversidad». Es la primera plataforma española especializada en el negocio verde, dirigida a emprendedores e inversores. Si eres un emprendedor verde, la red te ofrece: contacto con inversores y financiadores, asesoramiento y formación, el concurso emprendeverde y premios y una red social. Si eres un inversor o financiador interesado en obtener no sólo una rentabilidad económica sino también una repercusión ambiental y social positiva, la red te facilita el contacto con emprendedores verdes.

Sólo hace falta registrarse y acceder a toda la información de las ayudas a la única economía que debería existir.

> www.alliance-network.eu La Alianza de Organizaciones de Servicio Voluntario Europeo es una ONG internacional de jóvenes que promueven la educación intercultural, el entendimiento y la paz a través del servicio voluntario. Cada organización miembro tiene un programa anual de Proyectos de Voluntariado Internacional con una amplia diversidad de tareas de desarrollo comunitario del medio ambiente, que incluyen construcción, rehabilitación, trabajo social, cultural y arqueológico. Los proyectos duran generalmente 2-3 semanas e incluyen a unos 10-20 voluntarios procedentes de diversos países. Los proyectos se desarrollan a menudo en zonas remotas, en

regiones donde la gente local tiene un mínimo de oportunidades para conocer a personas de otros países.

Los grupos de voluntarios aportan nuevas ideas y experiencias en las comunidades, proporcionando un estímulo para el trabajo en curso. Los voluntarios se benefician de la interacción dentro del grupo y con las comunidades locales. La experiencia les da la oportunidad de viajar a otro país, utilizar su tiempo de forma productiva y hacer una contribución positiva a la comunidad local.

> www.ashoka.es Ashoka es una organización mundial que se identifica e invierte en ideas innovadoras, puestas en manos de emprendedores sociales para impulsar cambios estructurales y duraderos. Desde 1980 Ashoka ha ido consolidando la profesión de emprendedor social en el mundo, creciendo hasta contar con una red de cerca de 2.000 emprendedores sociales en más de sesenta países de todo el mundo. Los emprendedores sociales son personas que poseen la visión, la creatividad y la determinación tradicionalmente asociada a los emprendedores de negocios, pero cuya motivación es el cambio social y no el beneficio económico, y que implementan las ideas que conseguirán avances importantes en su campo de acción. El apoyo principal de Ashoka a los emprendedores seleccionados consiste en un «estipendio» (sueldo) mensual durante tres años para que el emprendedor social pueda dedicarse a tiempo completo a desarrollar sus ideas. Además, Ashoka le brinda una serie de servicios profesionales y oportunidades de colaboración e intercambio con los emprendedores sociales más exitosos del mundo, para consolidar y difundir su idea.

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■ PElÍCULAS

The Corporation Director: Jennifer Abbott Productor: Mark Achbar Distribución: disponible en DVD; editada por Karmafilms (www.karmafilms.es) Después de ver este documental, uno quisiera dejar de ser uno más de los tibios que pueblan este planeta y sumarse a revolu­ ciones como la boliviana, que luchó con sangre para que la cor­ poración Bechtel en conspiración con el Banco Mundial y el gobierno de Bolivia no privatizase el agua, obligando a los boli­ vianos a pagar más de la mitad de sus misérrimos ingresos a una compañía sin escrúpulos, por un bien que la naturaleza regala; la empresa se atrevió, incluso, a ponerle precio al agua de lluvia. La indignación es tal que uno quisiera gritarle al mundo que des­ pierte para, entre todos, obligar a las «democracias S. A», que defienden los intereses indignos de estas compañías, a transfor­ mar los privilegiados estatutos de las corporaciones que les con­ fieren una personalidad jurídica; personalidad diagnosticada en el documental como «psicópata» por expertos de todas las disci­ plinas, como Noam Chomski, Milton Friedman, Jeremy Rifkins o Vandana Shiva. A lo largo del documental se enumeran los sínto­ mas de esa terrible patología de quien actualmente domina el mundo a través de las leyes de libre comercio: cruel indiferencia ante los sentimientos de los demás (pueblos humillados por inte­ reses transnacionales que apoyan a gobiernos corruptos como el de Birmania); incapacidad de mantener relaciones duraderas (explotan a los países desesperados, pagándoles sueldos pro­ pios de la esclavitud, abandonando el país a la búsqueda de nue­ vos miserables cuando su desesperación se ha calmado y recla­ man sueldos más dignos); temerario desprecio por la seguridad de los demás (con sus sustancias sintéticas han elaborado una epidemia de cáncer que matará a una de cada tres mujeres, y a uno de cada dos hombres); falsedad (mentir y engañar repetida­ mente para conseguir beneficios, como en el escándalo de Monsanto con la hormona BST, prohibida en Canadá y Europa por sus efectos cancerígenos, y permitida en USA, tras bloquear la información); incapacidad de sentirse culpable (la crisis de Fukushima es por el tsunami no por la peligrosidad de los resi­ duos nucleares).

Su personalidad es tan indigna que cada vez son más las per­ sonas que luchan por que se le quite esa irreal personalidad y se haga responsables a cada uno de los que mantienen su poder omnívoro basado en la codicia sin escrúpulos: accionistas, ejecuti­ vos, trabajadores, ciudadanos que consumen sus productos y gobiernos sin voluntad política de hacer justicia y cumplir su deber de servir al pueblo. Un documental bien documentado sobre la necesidad de recuperar la cultura como centro y devolver la fun­ ción a las instituciones y al gobierno: estar al servicio de los valo­ res sociales que cada cultura proclama.

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¡vive Madrid!

no te pierdas...

...la distribución

■ GRUPOS DE CONSUMO

■ PUNTOS DE DISTRIBUCIÓN DE AGENDA VIVA

Consumo ecológico

■ La revista se puede conseguir en los puntos de distribución de la relación siguiente. Puedes consultar esta información completa en nuestra web: > http://www.felixrodriguezdelafuente.com Si quieres sumarte como punto colaborador, escríbenos a > info@felixrodriguezdelafuente.com.

Seguimos trayendo al lector distintos tipos de iniciativas que acercan el consumo ecológico a nuestros hogares.

Sumarse a estas iniciativas los hará más fuertes.

«Hay cuatro cosas muy importantes que debemos hacer: proteger las semillas; no destruir a los campesinos; evitar la industrialización; evitar que la gente del campo venda sus tierras.»

Vandana Shiva

■ Ajoloco

Ajoloco es una asociación sin ánimo de lucro, integrada por personas consumidoras y pro­ ductoras, que promueve el desarrollo de una cultura ecológica. Busca un consumo y una pro­ ducción de alimentos saludables para las per­ sonas y para el medio ambiente. También, el intercambio de conocimientos y el fomento de la ayuda mutua con el objetivo de conseguir un cambio en los hábitos actuales de consumo y de producción.

El grupo de consumo está formado por uni­ dades comprometidas a realizar pedidos quin­ cenales de acuerdo con un calendario estable­ cido. Los productos se cuelgan en un Foro Privado en Internet y las unidades realizan los pedidos, que son distribuidos en Asoc. Yemayá.

Una unidad del grupo de consumo, La Huerta de Chilla, es la productora de los alimentos, uni­ dad de producción con más de tres hectáreas de terreno en el sur de Gredos, con años de experiencia en agroecología y empeñados en un proyecto llevado con cariño y respeto a la tie­ rra, al agua, a las semillas. También consumen de otros productores que los proveen de: pan y harina, pasta y arroz, cosmética y limpieza del hogar, lácteos y quesos, vino, aceite, etc. > www.ajoloko.org/web/ > info@ajoloko.org

ALCALÁ DE HENARES ■ UNIVERSIDAD DE ALCALÁ DE HENARES. FACULTAD DE BIOLOGÍA. Facultad de Ciencias Ambientales.

Carretera Madrid a Barcelona. km 33,600.

Decanato: Tel. 918 85 51 13. Conserjería: Tel. 918 85 51 26 ALCOBENDAS ■ CENTRO CULTURAL PABLO IGLESIAS. Po de la Chopera, 59. Tel.: 916 53 52 50 ■ MUSEO DE LA CIENCIA - COSMOCAIXA. C/ Pintor Velázquez, s/n. Tel.: 914 84 52 53 ALCORCÓN ■ CENTRO MUNICIPAL DE LAS ARTES. Avda. Pablo Iglesias, s/n. Tel.: 916 64 84 51 ARANJUEZ ■ CENTRO CULTURAL “ ISABEL DE FARNESIO”. C/Capitán, 39. Tel.: 918 92 43 86 ARGANDA DEL REY ■ ENCLAVE CENTRO JOVEN. C/ Mar de Alborán, 1. Tel.: 918 75 84 27 BUSTARVIEJO ■ BIBLIOTECA MUNICIPAL DE BUSTARVIEJO. C/ Feria, 12.

COLMENAR VIEJO ■ BIBLIOTECA MUNICIPAL DE COLMENAR VIEJO - MIGUEL DE CERVANTES. C/ Corazón de María, 2.

COLMENAREJO ■ BIBLIOTECA MUNICIPAL DE COLMENAREJO. C/ Inmaculada, 2. Tel.: 918 58 96 51 CÓRDOBA ■ HEMEROTECA BIBLIOTECA UNIVERSITARIA DE CÓRDOBA. Campus Rabanales. Carretera MadridCádiz, Km 396.

COSLADA ■ CENTRO MUNICIPAL DE RECURSOS PARA LA INFANCIA– PIDI. “Edificio Rompeolas”, Avda. de España, 4.

FUENLABRADA ■ AYUNTAMIENTO DE FUENLABRADA. CONCEJALÍA MEDIO AMBIENTE. Pza. de la Constitución, 1. Tel.: 916497000 GETAFE ■ CENTRO CÍVICO “JUAN DE LA CIERVA” Pza. de las Provincias, s/n. Tel.: 912 02 79 86 ■ S.I.A.J. (SERVICIO DE INFORMACIÓN Y ASESORAMIENTO JUVENIL). DELEGACIÓN DE JUVENTUD. AYTO. DE GETAFE.

C/ Polvoranca, 21.

LA CABRERA ■ CENTRO DE INNOVACIÓN TURÍSTICA DE LA SIERRA NORTE “VILLA SAN ROQUE”.

Patronato Madrileño de Áreas de Montaña (PAMAM) Consejería de Presidencia de la Comunidad de Madrid. Servicio de Documentación y Biblioteca. Avenida de La Cabrera, 39. Tel.: 918 68 86 98.

LEGANÉS ■ AYUNTAMIENTO DE LEGANÉS. DELEGACIÓN DE JUVENTUD. Casa consistorial. Plaza de España, 1.

Tel.: 912 48 91 00 ■ AYUNTAMIENTO DE LEGANÉS. Casa del Reloj. Avenida de Gibraltar, 2.

Tel.: 912 48 90 00 ■ UNIVERSIDAD CARLOS III DE MADRID ESPACIO ESTUDIANTES: CENTRO DE SERVICIOS, ACTIVIDADES Y RECURSOS PARA ESTUDIANTES ÁREA DE INFORMACIÓN Y PROMOCIÓN. Conserjería edificio Sabatini. Avda. de la Universidad, 30. Tel.: 916 24 92 86 MADRID ■ ATENEO DE MADRID. C/ Prado, 21.

Tel.: 914 29 62 51 ■ AULA DE LA NATURALEZA DE LA CASA DE CAMPO. Casa de Campo. Avenida de los hexágonos s/n. Pabellón de Guadalajara. Tel.: 915 26 01 88 ■ AYUNTAMIENTO DE MADRID. PARQUE JUAN CARLOS I. Glorieta de Hamburgo, s/n. (Preguntar por las oficinas municipales a seguridad) ■ AYUNTAMIENTO DE MADRID. CENTRO DE INICIATIVAS AMBIENTALES EN DEHESA DE LA VILLA. C/ Francos Rodríguez. Tel.: 914 80 21 41 ■ AYUNTAMIENTO DE MADRID. PUNTO DE INFORMACIÓN DE LA CASA DE CAMPO. Casa de Campo s/n. (Junto al Paseo del Embarcadero).

■ AYUNTAMIENTO DE MADRID. ÁREA DE GOBIERNO DE MEDIO AMBIENTE Y SERVICIOS A LA CIUDAD. C/ Bustamante, 16 - 5ª planta. Tel.: 915 88 46 13 ■ AYUNTAMIENTO DE MADRID. PUNTO DE INFORMACIÓN DE EL RETIRO, EN LA CASITA DEL PESCADOR.

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de Agenda Viva C/ O'Donnell esquina Menéndez Pelayo.

Entrar por la puerta que está en la esquina de O'Donnell con Menéndez Pelayo. Detrás de un montículo lleno de árboles llamado "La montaña artificial", una casita rosa en medio de un lago es la Casita del Pescador.

■ BASE MILITAR “EL GOLOSO”.

Ctra. Colmenar Viejo (M-607) Km 17,5.

Tel.: 916 59 97 87 ■ CENTRO CULTURAL CONDE DUQUE. C/ Conde Duque, 11-a. Tel.: 915 88 58 34 ■ CENTRO CULTURAL FRANCISCO DE QUEVEDO Y JUNTA MUNICIPAL DEL DISTRITO DE RETIRO. Avda. Ciudad de Barcelona, 162. Tel.: 915 88 63 38 ■ DIRECCIÓN GENERAL DE JUVENTUD. ASESORÍA DE NATURALEZA- SECRETARÍA CRIDJ C/ Pº de Recoletos, 7 y 9. Planta baja. Tel.: 901 510 610 ■ ECOCENTRO. C/ Esquilache, 2, 4 y 6.

Tel.: 915 53 55 02 ■ FAUNIA. Avda. de las Comunidades, 28.

Tel.: 913 01 62 10 ■ IMAX® MADRID. Parque Enrique Tierno Galván. C/ Meneses, s/n. Tel.: 914 67 48 00 ■ MUSEO DE AMÉRICA. Avda. Reyes Católicos, 6. Tel.: 915 49 26 41 ■ MUSEO COLECCIÓN DEL OBSERVA­ TORIO ASTRONÓMICO NACIONAL. C/ Alfonso XII, 3. Tel.: 915 27 01 07 ■ MUSEO GEOMINERO. C/ Ríos Rosas, 23.

Tel.: 913 49 57 59 ■ MUSEO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA. Paseo de las Delicias, 61.

Tel.: 915 30 30 01 ■ MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES. C/ José Gutiérrez Abascal, 2.

Tel.: 914 11 13 28 ■ MUSEO PLANETARIO DE MADRID. Parque Enrique Tierno Galván, s/n.

Tel.: 914 67 34 61 ■ RAZA NOSTRA. Mercado de Chamartín.

Puestos 34 al 38. C/ Bolivia 9.

Tel.:914 57 15 41

■ REAL JARDÍN BOTÁNICO. Cuesta

Moyano, 2. Tel.:914 20 30 17

■ RESTAURANTE LA ISLA DEL TESORO. C/ Manuela Malasaña, 3.

■ UNIVERSIDAD POLITÉCNICA. ESCUELA

UNIVERSITARIA AGRÍCOLA. E.U.I.T.

Agrícola. Ciudad Universitaria.

Tel.: 913 36 54 00

■ UNIV. POLITÉCNICA ESCUELA UNIVERSITARIA DE INGENIERÍA FORESTAL Avda. Ramiro de Maeztu, s/n. Ciudad Universitaria. Tel.: 913 36 76 52 ■ VERGEL. Paseo de la Florida, 53.

Tel.: 915 47 19 52 ■ ZOO AQUARIUM DE MADRID. Casa de Campo, s/n. Tel.: 915 12 37 70 MAJADAHONDA ■ CASA DE LA CULTURA DE MAJADAHONDA. Pza. de Colón, s/n. Tel.: 916 34 91 19 MANZANARES EL REAL ■ AGROTIENDA EL YELMO. Plaza del Raso,11. Tel.: 91 852 73 48 MÓSTOLES ■ CENTRO CULTURAL VILLA DE MÓSTOLES Pza. de la Cultura, 1. Tel.: 91 6 64 75 10 POZUELO DE ALARCÓN ■ UNIVERSIDAD COMPLUTENSE. FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIOLOGÍA. Campus de Somosaguas. . Tel.: 91 394 28 01 RIVAS VACIAMADRID ■ CENTRO DE RECURSOS AMBIENTALES “CHICO MENDES”. C/ Enebro, s/n.

SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES ■ AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES. Centro de Educación y Gestión Ambiental - CEGA. Avenida de Tenerife, 7 Tel.: 916 59 17 63 SAN LORENZO DE EL ESCORIAL ■ CASA DE LA CULTURA DE SAN LORENZO DEL ESCORIAL. C/ Floridablanca, 3. Tel.: 918 90 36 44 TRES CANTOS ■ CENTRO MUNICIPAL 21 DE MARZO Plaza Ayuntamiento, 1. Planta baja.

Tel.: 912 93 80 00. Ext. 1167 VILLAVICIOSA DE ODÓN ■ CENTRO DE FORMACIÓN AMBIENTAL “TALLER DE NATURALEZA DE VILLAVICIOSA DE ODÓN”.

Avda. de los Viveros, 1. (Dentro del recinto del IES Escuela de Capataces).

Tel.: 916 16 40 79

MADRID ■ SEDE DE LA FUNDACIÓN FÉLIX RODRIGUEZ DE LA FUENTE. General Oraa 29, 4º izquierda. Tel.: 913 896 264 PUEDES PASARTE POR NUESTRA SEDE, EN DÍAS LABORA­ BLES, EN HORARIO DE 9 A 15 HORAS Y RECOGER LA REVISTA Y, DE PASO, INFORMARTE SOBRE NUESTRO CLUB DE AMIGOS Y NUESTRAS ACTIVIDADES. ESTAREMOS ENCANTADOS DE ATENDERTE.

Entidad colaboradora del CLUB DE AMIGOS DE FÉLIX

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¡vive Madrid!

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■ EXCURSIONES

■ Ascensión al Pico del Nevero Paisajes y glaciares de otros tiempos Proponemos para los cálidos días del verano la subida a una montaña, a la sombra de los pinares por su fresca cara norte, con un sugerente nombre que nos anima a huir de los tórridos calores urba­ nos.

Si la cumbre de Peñalara es la reina del Guadarrama, el Pico del Nevero es el rey del Valle del Lozoya y de los Montes Carpetanos. Desde su cumbre, divisoria de las cuencas hidrográficas del Tajo y el Duero, podemos admirar paisajes casi del Medievo tanto hacia Madrid, como hacia Segovia.

El Pico del Nevero, con sus 2.209 metros sobre el nivel del mar, es el tercer vértice más alto de los Montes Carpetanos, solo detrás de la mencionada Peñalara y el Risco de los Claveles. El camino que proponemos no entraña ningún riesgo, si bien tiene un cierto desnivel, unos 435 metros, pero casi sin dificultad, por una

pista bien marcada hasta alcanzar la cuerda cimera.

Sugerimos en todo caso hacer el recorrido con el tranquilo paso de los ancianos, para alcanzar la cumbre y disfrutar de los paisajes con el ánimo alegre y el espíritu curioso de los niños. Como es una ruta de iniciación, todos pueden hacerla sin problemas.

En su entorno podemos observar formaciones rocosas cinceladas por los hielos que cubrieron casi toda Europa en las eras glaciares. En sus inmedia­ ciones existió una lucrativa explotación de nieve hasta el invento del hielo artificial.

Es esta cumbre un lugar poco conocido; siendo una de las más altas del Guadarrama, podemos decir que es una cumbre íntima, sin el bullicio y trasiego de otros lugares serranos. Con seguridad que podremos divisar muy de cerca buitres negros y leonados u otras aves rapaces de gran tamaño.

La ruta discurre por diversos estratos vegetales; pinares, piornales, pastos de altura, avistando singulares formaciones geológicas de origen glaciar, lagunas, morrenas y circos rocosos con sosegados biotopos lacustres, todo ello de innegable valor pedagógico. Pero no hay que menoscabar los exten­ sos paisajes que podemos divisar: el Valle del Lozoya, el Embalse de Pinilla, las montañas más relevantes de la Sierra de Guadarrama, Peñalara y Cuerda Larga, estarán al alcance de nuestra vista.

Por la zona abundan restos de la última guerra, parapetos, peligrosos restos de alambradas de espinos o montones pedre­ gosos y antiguos nidos de ametralladoras que defendían el Puerto de Navafría.

Cabe destacar el aprovechamiento forestal de los pinares, que podemos constatar con las “claras” y Arriba, puerto y pinares de Navafría. A la izquierda, panel informativo y refugio para esquiadores en el puerto de Navafría.

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Mojón de las divisorias entre las provincias de Madrid y Segovia. Abajo, vistas del pueblo de Lozoya y el embalse de la Pinilla.

Debajo, caballos en el puerto de Navafría.

“sacas” que veremos por el camino y los rebaños de vacas y caballos que pastan por la zona, ayu­ dando a mante­ ner limpios los bosques y favoreciendo el equilibrio de estos ecosistemas.

Ascender a una cumbre, es sumergirnos en su geografía y hacer nuestro su paisaje; es reinterpretar a cada paso que damos, en cada parada que hacemos, las piedras, los árboles, los musgos, los prados, los olores, los sonidos, las luces, las sombras…, integrándolos en nuestra memoria, para nuestro solaz y disfrute, aun cuando pase el tiempo y ya estemos lejos de ellos.

La ruta comienza en el mismo Puerto de Navafría (1.773 m), junto a un refugio, acondicionado para atender en invierno la práctica de modalidades de esquí sin remontes.

Se puede aparcar en diversos puntos del puerto, pero no hay mucho espacio. Comenzaremos a caminar por una pista ancha bien conservada, casi horizontal y entre pinos.

Entidad colaboradora del CLUB DE AMIGOS DE FÉLIX

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¡vive Madrid!

A la derecha, circo glacial del Pico del

Nevero. Abajo, vacas pastando en los

prados de la subida.

A la derecha, el mazizo de Peñalara desde el Pico del Nevero.

A unos 2 km hay un mirador llamado Navalcollado, con estupendas vistas de todo el

entorno del puerto. Debajo del mirador hay un pequeño resguar-

do que nos puede valer en caso de tormenta. Poco después tomamos a la izquierda un des­ vío, en sentido Suroeste, dejando la pista principal. En seguida hay otra bifurcación y de nuevo se toma el camino de la izquierda, por otra pista forestal secundaria,

y donde comenzamos la verdade­ ra subida.

A medida que ascendemos, la pista se difumina a la par que las últimas repoblaciones, pero seguire­ mos, ahora a la derecha entre praderas y pedreras, hasta alcanzar la divisoria de aguas y la cornisa de cumbres. Estamos aquí a 2.000 m de altitud.

Pudiendo observar la panorámica de Somosierra y las Sierras de Ayllón y del Rincón, hacia el Norte. Al poco llegamos a un promontorio llamado Alto del Puerto y desde allí por la cuerda, tomamos el PR-32, hacia el Oeste, cruzando terrenos yermos, casi sin vegetación, por las extremas condiciones de estas

alturas, salvo un ralo tapiz herbáceo y arbustivo; siguiendo una ruta ya más suave, veremos el vértice geodésico del Pico, al cual llegaremos sin pérdida posi­ ble.

La imagen del Macizo de

Peñalara, desde esta cumbre, es la mas completa y alpina. Pero también podemos ver toda la Cuerda Larga, el Pico Tres

Provincias, el Pico del Lobo, la Peña de La Cabra, El Ocejón y otras cimas. No debemos dejar de observar en nuestro entorno más cercano, hacia el Sudeste las Hoyas de la Pinilla, circo de origen glaciar en cuyo fondo se pueden ver las lagunas en las que nace al arroyo de Piedras Blancas.

Para el descenso iremos de nuevo por la cresta hasta el Alto del Puerto, y allí optaremos por volver por donde vinimos o bajar en dirección Este, casi en directo por un cortafuego, junto a los mojones que dividen las provincias de Madrid y Segovia, hasta el puerto. Todo este trayecto es bastante pendiente, muy pedregoso y erosionado.

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Mencionaremos, por último, que toda esta zona está incluida dentro de la última propuesta de Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama, por sus numerosos valores, por lo que tendrá garantizada su conservación y disfrute para generaciones venideras.

Texto y fotos: Paco Cantó Portillo (> fcantop@gmail.com) FICHA TÉCNICA ✔ Dificultad: media ✔ Señalización: media, con hitos montañeros y a tramos con marcas del PR­ 32. ✔ Longitud: de 8 a 10 km. ✔ Desnivel: 435 m. ✔ Duración: de 3 a 4 h. ✔ Cotas principales: Puerto de Navafría (1.774 m), Pico del Nevero (2.209 m). ✔ En digital: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1664371 ✔ Precauciones: es muy recomendable usar botas o calzado fuerte; sólo hay agua en el puerto, no realizar la ruta con niebla, tormentas, o mal tiempo. En otoño puede haber cacerías.

Entidad colaboradora del CLUB DE AMIGOS DE FÉLIX

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10 agenda menuda

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¡Menuda programación!

Todas las actividades están sujetas a posibles cambios de fecha y hora por causas imprevistas, por lo que recomendamos ponerse en contacto con las distintas organizaciones o instituciones que las convocan. Ésta es sólo una selección de todas las actividades que se pueden encontrar en > www.agendaviva.com ■ Programación Escuela de Verano 2011

Organiza: Dirección General de Sostenibilidad y Agenda 21 del Área de Gobierno de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid.

Información general: de lunes a viernes, de 9 a 14 h. Tel.: 91 588 46 20. >educacionsostenible@munimadrid.es Todas las actividades son gratuitas.

■ Parque Juan Carlos I

Se recomienda reserva previa para participar en estas actividades, en los Puntos de Información y en tel. 630 630 710.

Talleres infantiles Fecha: sábados de 12,30 a 14 h.

Edad: a partir de 6 años. ✔ Comederos de pájaros: 2 de julio, 6 de agosto y 10 de septiembre. ✔ Vida en la naturaleza: trucos y secretos de los animales: 9 de julio, 13 de agosto y 17 de septiembre. ✔ Gota a gota, juegos de agua: 16 de julio, 20 de agosto, 24 de septiembre. ✔ Juega al Party de la naturaleza: 23 de julio y 27 de agosto. ✔ Superhéroes en la ciudad sostenible: 30 de julio y 3 de septiembre.

Talleres familiares Horario: domingo de 12,30 a 14 h.

Edad: familias con niños de entre 6 y 12 años. ✔ Agua en el huerto, frutos suculentos: 3 de julio, 7 de agosto y 11 de septiembre. ✔ Imanes divertidos: 10 de julio, 14 de agosto y 18 de septiembre. ✔ ¿Para qué se usan las plantas?: 17 de julio y 21 de agosto. ✔ Taller especial Pequelandia: 24 de julio y 28 de agosto. ✔ ¡Qué arte tiene mi huerto!: 31 de julio y 4 de septiembre. ✔ Día sin coches, conoce el Parque en bici: 25 de septiembre.

■ Dehesa de la villa

Información y reservas: tel.: 91 480 21 41. >infodehesa@munimadrid.es.

De martes a viernes de 15 a 19 h., sábados, domingos y festivos de 9 a 14 h. y de 16 a 20 h. ✔ Cinefórum: “Con bici al cole”, 28 de abril, a las 17 h.

■ Casa de Campo

Información y reservas: tel.: 91 479 60 02 >infocasacampo@munimadrid.es.

De martes a domingo de 9 a 14 h. y de 17 a 19 h.

Jornadas familiares En horario de 12 a 14 h. ✔ Cuentacuentos: 11 de septiembre. Hora de inicio: 12 h. Duración aproximada: 1 h.

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■ Actividades Cosmocaixa

✔ Taller “Magia o ciencia” El Universo en que vivimos es tan maravilloso y complejo que a menudo nos presenta situaciones o fenómenos tan increíbles como lo pueden ser los trucos de magia... ¡y, sin embargo, reales! ¿Te gustaría conocer algunos? ¿Entender los principios científicos que hay detrás de ellos?

Horario: fines de semana y festivos, a las 12,30 y 17,30 h.

Sin reserva previa.

Público: A partir de 8 años.

Precio: 2 euros. ✔ Laboratorio: Jugando con la química. ¡Polimerízate!

Fecha: del 27 de junio al 29 de julio. ¿Sabes qué son los polímeros? ¿Dónde están? ¿Qué aplicaciones tienen?

En este taller, encontraremos respuesta a ésas y a otras muchas preguntas.

Horario: de lunes a viernes a las 17,30 h. De martes a viernes, en agosto, a las 12,30 y 17,30 h.

Sin reserva previa.

Público: a partir de 8 años.

Precio: 2 euros. ✔ Astronomía para todos. Curso “El año del sistema solar”.

Fecha: 4 de julio a las 18 h.

En este curso se explicarán y debatirán los conceptos que la astrofísica moderna tiene del sistema solar y se tratará de manera teórica y práctica la observación astronómica y sus herramientas.

Precio: 15 euros. ✔ Planetario burbuja Actividad permanente en Cosmocaixa.

Los más jóvenes adquirirán, de forma práctica, nociones básicas de astronomía, los movimientos de la tierra y el porqué de los días y las estaciones.

Horario: sábados y domingos a las 11,30 y 16,30 h.

Precio: 2 euros.

Público: de 4 a 10 años. ✔ Química por todas partes Fecha: del 2 al 31 de agosto.

El objetivo de este taller es que, a través de la observación y la experimentación, descubramos las características que definen una reacción química.

Público: a partir de 8 años.

Horario: de martes a viernes, 12,30 y 17,30 h.

Precio: 2 euros. ✔ Fiestas científicas. Actividades al aire libre Horario: de 20 a 23 h. Actividad gratuita.

6 de julio y 20 de julio: ciencia en la Edad Media. Convertiremos CosmoCaixa en un gran espacio medieval en el que habrá distintos talleres y juegos relacionados con la ciencia de esta época.

■ Actividades la Casa Encendida

Entidad colaboradora del CLUB DE AMIGOS DE FÉLIX

✔ Campamento urbano “Buscabosques” El valor de los ecosistemas y la importancia que los hábitos de consumo tienen en su conservación.

Primer turno: del 27 de junio al 8 de julio, de 9 a 16 h.

Segundo turno: del 18 al 29 de julio, de 9 a 16 h.

La sesión de aula se realizará en La Casa Encendida y las salidas al exterior se harán por diferentes lugares de la

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¡Menuda programación!

Comunidad de Madrid.

Público: de 8 a 12 años.

Precio: 120 euros. En el caso de hermanos, la cuota será de 90 euros cada uno. ✔ Campamento “Una mirada a nuestro entorno natural” Primer turno: del 4 al 8 de julio.

Segundo turno: del 18 al 22 de julio.

La sesión de introducción es de 9 a 15 h., y las salidas al exterior, de 9 a 18 h.

Grupo 1: visitas a Castañar del Tiemblo, Laguna de Peñalara, Las Machotas y Cuenca Alta del Manzanares.

Grupo 2: visitas a Senda Botánica de Canencia, Arroyo Aguilón en Rascafría, Abedular de Somosierra y Acebeda de Prádena.

Público: jóvenes de 13 a 17 años.

Precio: 35 euros ✔ Taller de iniciación a la ornitología Primer turno: del 29 de agosto al 2 de septiembre.

Segundo turno: del 5 al 8 de septiembre De 9 a 14 h.

Público: de 6 a 12 años.

Precio: 35 euros.

■ Actividades Real Jardín Botánico

Para más información: >www.rjb.csic.es tel. 91 420 30 17.

Campamentos urbanos: “El Bosque animado” Fechas en las que aún hay plazas: del 4 al 29 de julio.

Duración: períodos de 1 semana.

Edad: niños de 5 a 11 años.

Horario: de 9 a 14 h.

Precio: 80 euros por niño y semana. (Se necesita un mínimo de 15 niños para realizar la actividad.)

■ Cuentacuentos filipino

Fecha: miércoles 29 de junio, a las 18 h.

Lugar: Museo Nacional de Antropología.

■ CENTROS AMBIENTALES (Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid).

Programación de verano 2011 Esta es una selección de las actividades previstas para los meses de julio, agosto y septiembre de 2011. La oferta, el calendario completo y los grupos de destinatarios y edades pueden consultarse en >www.madrid.org. Todas las actividades son gratuitas. Es necesaria reserva previa.

■ Centro Bosque Sur

Calle de las Comarcas, s/n. Leganés.

Tfno: 638 214 010. ✔ 9 de julio: Juegos de educación ambiental: “Juegos del mundo”. ✔ 17 de julio: Juegos de educación ambiental: “Juegos del agua”. ✔ 24 de septiembre: Taller: “Mecánica de la bici”.

Encuentra más información en: > www.agendaviva.com

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Ficha de verano del pequeño naturalista ■ Observación de las salamanquesas

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P

ocos reptiles están tan adaptados a la vida urbana como las salamanquesas comunes (Tarentola mauritanica); por eso las podemos ver cerca o dentro de nuestras casas, en ciudades, pueblos..., pero no debemos asustarnos, ni espantarlas o dañarlas, pues son totalmente inofensivas y muy beneficiosas, ya que se alimentan de los molestos mosquitos y otros insectos que revolotean por los faroles y muros.

■ ELABORACIÓN DE UN COMEDERO PARA SALAMANQUESAS Estos reptiles tan curiosos siempre habían llamado mi atención, pero no los empecé a conocer mejor hasta que me puse a ajardinar mi terraza; me encontré entonces con dos parejas de salamanquesas de gran tamaño que, confiadas, parecían vivir allí desde hacía tiempo; eso sí, cada una en su territorio pues cada pareja defiende a ultranza sus dominios; aceptaron de buen grado el que introdujera más plantas y algún que otro estanque, y las veía tomar el sol por las mañanas temprano en el muro que da al sur.

Se me ocurrió ponerles en un comedero plano unos gusanos de la harina, que cultivo desde hace años (criadero fácil de hacer y que recomiendo a todos los naturalistas); al principio se mostraron tímidas, pero enseguida los aceptaron y comieron con voracidad; y claro, como son animales con buena memoria, pues allí estaban a su hora todos los días esperando el festín. El regalo tuvo su recompensa pues se dejaron

fotografiar muy de cerca, e incluso comían de la mano como si fueran perrillos; a últimos del verano correteaban por la pared algunas crías diminutas, salidas de los huevos que los adultos enterraron en algún tiesto.

■ GENERALIDADES SOBRE ESTOS ANIMALES Los ejemplares adultos de estos saurios pueden llegar a medir unos 14 cm. con la cola incluida, salvo que la perdieran tiempo atrás y luzcan un grueso muñón grisáceo (cuando pierden la cola pueden regenerarla).

En el lomo, las patas y la cola suelen

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tener rugosidades con prominencias parecidas a pequeñas verrugas. Su cabeza es grande, ancha y triangular, seguida por un cuello fino que la une a un cuerpo robusto, ligeramente aplastado. Su color habitual es de un gris pardusco o marrón, con variaciones desde el gris blanquecino hasta el casi negro (dependiendo de la temperatura y la luz ambiente);

Huevos de salamanquesa.

cuando se encuentra activa durante el día, el color es más oscuro que durante la noche que parece casi blanca. Su boca es grande y con regularidad emite sonidos similares a los maullidos y unos pequeños gritos (sobre todo en el cortejo y apareamiento). Sus ojos no tienen párpados y cuentan con una pupila vertical. Los dedos, cinco en cada extremidad, tienen protuberancias laminares laterales e inferiores que le proporcionan cierta adherencia para trepar y desplazarse por superficies verticales (incluso en cristales).

Normalmente habita en edificios, ruinas, rocas, campos pedregosos,

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troncos de árboles, etc., distribuyéndose por ambientes muy variados.

Las salamanquesas comunes son animales nocturnos, aunque en ocasiones se muestran activas en torno al crepúsculo o incluso durante el día, especialmente en los días soleados de comienzos de primavera. Sienten preferencia por los muros soleados próximos a sus escondrijos.

Incuban dos huevos casi esféricos dos veces al año, alrededor de abril y junio (ver foto). Después de cuatro meses nacen las pequeñas salamanquesas con menos de 5 mm de longitud. Crecen muy lentamente y viven hasta 10 años. Comen, grillos, polillas, moscas, mosquitos, orugas... siendo muy útiles en las casas y jardines para el control de estos molestos insectos en verano.

■ ¿CÓMO ANDAN POR LAS PAREDES SIN CAERSE? Las salamanquesas se pegan con sus patas a los techos y a las paredes; en contra de lo que solemos creer, estos reptiles no poseen ventosas para ello. Tampoco aprovechan las imperfecciones de las superficies en donde se apoyan muchos de los animales trepadores. Son incluso capaces de caminar en superficies totalmente lisas, como en un panel laminado. Esto lo consiguen porque sus patas se adhieren perfectamente a la superficie, debido a la diferencia entre la carga eléctrica de sus patas y la de la zona por donde pasan; es una fuerza equiparable a la que hace que un plástico fino se pegue a un cristal. Por otra parte, estos animales no tienen glándulas en los pies, luego no pueden utilizar ningún tipo de pegamento.

Hace unos años, el hecho de que las salamanquesas caminaran sin ventosas ni glándulas, llamó la atención de

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los científicos, y, después de una serie de investigaciones, finalmente el equipo de Robert J. Full (Universidad de California, Berkeley), dio con la respuesta al enigma: se pegan a las superficies utilizando su estructura molecular, algo así como una forma de unión atómica, es decir, una atracción que se ejerce entre moléculas muy próximas entre sí, que crea enlaces muy fuertes entre la superficie y las patas (ver foto).

■ DEDOS ESPECIALES Las extremidades de las salamanquesas no suelen ser lisas, aunque lo parezcan. Cada una de ellas está recubierta de finos pelos, aproximadamente medio millón en cada mano, cada uno de los cuales tiene a su vez en su extremo un fleco formado por hasta 1.000 pelillos microscópicos llamados «espátulas». Cada salamanquesa tiene varios miles de millones de espátulas en sus cuatro patas, creando una superficie de rugosidad microscópica.

El equipo de Robert J. Full, midió, además, las fuerzas de los enlaces generados cuando una salamanquesa entra en contacto con una superficie, y el resultado del experimento demostró una fuerte interacción de las espátulas, comprobándose que aunque la fuerza de cada una de ellas sea minúscula, el efecto acumulativo de todas era enorme. Se verificó también que si todos los pelos estuvieran simultáneamente pegados a la superficie, el pie de una salamanquesa podría experimentar una adherencia similar a la de la mejor cinta adhesiva. Pero entonces, ¿cómo despegan las patas cuando caminan? Pues levantando los pelillos de los dedos, al igual que nosotros arrancamos una tira de velcro.

Escarabajo del gusano de la harina, sus pupas y la manera de capturarlos del cultivo.

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Dípteros y grillos, otros alimentos de las salamanquesas.

■ CÓMO CRIAR GUSANOS DE LA HARINA Estos gusanos (en realidad larvas de escarabajo del tenebrio), a los que tantas veces recurrimos para la alimentación de nuestros animales, se encuentran en venta en muchos comercios que ofrecen alimentos para nuestras mascotas.

Son insectos muy fáciles de cuidar; simplemente los tenemos que dejar crecer en una caja de cristal o plástico a más de 20-25º C de temperatura, puesto que a temperaturas más bajas, desciende notablemente el metabolismo y se ralentiza mucho su ciclo de vida. Y hay que añadir un piso de trozos de cartón (3 o 4 cartones) para que las larvas puedan pupar en esas superficies sin ser molestadas (estadio de ninfa).

Se alimentan de salvado de trigo, pan duro, cereales, etc. De vez en cuando viene bien echarles un trocito de zanahoria o de otra verdura; pero hay que tener cuidado en retirarlo aproximadamente a las 24 horas, puesto que puede humedecer el pan y estropearlo, de manera que se puede enmohecer el ambiente.

No os asustéis si un buen día os encontráis con escarabajos de color negro, puesto que ése es el estadio adulto de nuestro amigo gusano. También, si queremos, pueden servir como alimento, aunque su valor nutritivo es menor que el de la larva. Es conveniente conservar algunos para perpetuar la generación siguiente.

Los gusanos de la harina nos sirven de alimento, o de suplemento alimenticio, para gran variedad de animales insectívoros, como peces grandes, tortugas, aves... incluso se pueden utilizar como señuelo para pescar.

Bueno, espero como de costumbre vuestros mensajes, contándome vuestra experiencia y posibles dudas... Y recordad que todos los lunes en TVE 2, podéis ver mi sección «Biobricolaje», donde hablo de estos temas.

Texto e ilustraciones: Ángel Febrero > www.angelfebrero.blogspot.com Blog: “Cuaderno de campo y taller” > www.biobricolage.blogspot.com

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www.felixrodriguezdelafuente.com

«Dios siempre perdona;

el hombre, a veces;

y la naturaleza, nunca.»

FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE

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¿Cuáles son las lecturas que podemos sacar de lo ocurrido en Japón?

Eudald Carbonell_Arqueólogo y geólogo Miguel Delibes de Castro_Biólogo Miguel Ángel Blanco_Artista

EJEMPLAR GRATUITO 2011 Nº 24

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