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1. Laboratorio de Narración Oral

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Referencias

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El Laboratorio de Narración Oral en el año 2020 logró formular 15 proyectos de creación en cuentería. Para continuar el proceso se decidió continuar con el Laboratorio este año 2021 y producir 5 obras, teniendo en cuenta que la creación en el sentido profesional implica la conformación de equipos de trabajo que cumplan como mínimo con los siguientes roles: dirección escénica, dirección artística (incluye el trabajo del vestuario, posible utilería, color y la luz para la escena), asistencia técnica de luces y sonido y videógrafo (incluye grabación y edición).

De tal manera, mediante el Laboratorio se buscó adecuar aquel escenario ideal de conformación de equipos de trabajo, con el fin de que las obras creadas fueran de disfrute para quienes las realizaban y el público destinatario. Para ello, se hizo una convocatoria en el mes de mayo para la materialización de coproducciones de narración oral, en esta se incluyó la inscripción de proyectos en que se vincularon equipos de trabajo conformados al menos por dos artistas, quienes cumplieron los roles de creación y producción por separado y simultáneamente.

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En la convocatoria se identificaron cinco (5) equipos aspirantes, los cuales explicaron su motivación, enunciaron el proyecto de creación y se comprometieron a participar en el proceso mediante una carta de intención. Se seleccionaron cinco (5) montajes, el montaje ganador recibió el incentivo de coproducción, a partir del trabajo de la idea del montaje bajo la dirección de un experto en la realización de obras de cuentería10. El Laboratorio tuvo una duración total de 40 horas comprendidas entre los meses de julio y agosto11 y fueron desarrolladas de manera virtual vía Zoom, y vía presencial en los espacios del Teatro Hilo Mágicos, del jardín Trencito de Papel, y de la Universidad Santo Tomás.

Taller virtual Cuentos de Barrios Tallerista Fernando Rodríguez

Las horas del Laboratorio se dividieron en dos etapas entre encuentros colectivos y de trabajo por cada montaje. Para la primera etapa se destinaron 15 horas para forjar el perfeccionamiento de la formulación de los proyectos; y en las 25 horas restantes o segunda etapa, se cumplió la verificación de los procesos seguidos por los 5 montajes. Los talleres estuvieron dirigidos por las narradoras orales Carolina Rueda y Hanna Cuenca, el narrador Fredy Ayala, el técnico escénico Henry Liberato, y el director Juan Carlos Grisales; las narradoras decidieron cuáles fueron los montajes ganadores.

Se mostró así que la finalidad de co-creación, investigación y formación del Laboratorio de Narración Oral se extendió a dos campos de trabajo: la creación en sí de la obra, en tanto proceso de montaje; y la realización de materiales audiovisuales provenientes de las obras que permitan un impacto real en medios virtuales para que estas puedan grabarse en escenarios decorosos con equipos de video profesionales de buena definición. A continuación se describen las experiencias y las narrativas que surgieron de quienes participaron y dan cuenta del desarrollo del Laboratorio, en el marco de las siguientes categorías: montajes artísticos, narración oral, narrador/a oral, narrar en Bogotá, experiencia formativa:

Montajes Artísticos

Participante, Wendy Aldana: Señaló la idea del uso de siluetas para poder integrar los gestos a la narrativa. Sus compañeros/as retroalimentan que es un proceso arriesgado pero que se puede llegar a un montaje bastante llamativo.

Participante, Abel…: “Ahora que se están arrancando motores, es indispensable aprovechar este espacio de aprendizaje, así como es indispensable el tener en cuenta el vestuario, la textura, para que esto alimente y fortalezca el proceso de narración, usando colores neutros para evitar los distractores”. Así mismo, destacó que es importante que si no hay elementos que expliquen es necesario completar con la palabra lo que se viva con el escenario.

Participante, David…: Aseguró que “es importante reconocer que la luz no es la escenografía”.

Tallerista, Ciro Gómez: Son claves las “herramientas del proceso de luz, trabajo de fortalecimiento de la narración con el uso de las gamas de colores, los colores primarios y el color de la luz”. En el proceso de formación se identifica que el tallerista le asignó una tarea a las y los participantes, en la que tuvieron que elaborar una historia dividida en cinco partes como mínimo, en una escaleta, teniendo en cuenta variables como relato, sonidos o música especial, las luces que se usarán y cómo se crean escenarios sin utilizar objetos en el teatro.

Se identificó que el tallerista orientó a las y los participantes sobre el plano de zonas, plano de luces y cómo esto aporta en la narrativa del cuentero o cuentera, y cómo estos deben especificarse según número, forma, ángulo y color. También instruyó sobre los ambientes, los cuales pueden ser frontal o contraluz, y así mismo en el uso de humo para dar un efecto especial, donde no sólo debe tenerse en cuenta para el montaje las luces, sino los elementos adicionales que requiera la escena para atraer el público.

Montajes Artísticos

Tallerista, Henry Liberato: “El proceso de la elección del traje, para la combinación exacta de luces, comienza con la socialización de los tipos, estilos y diseños de luz, recomendaciones para el cuidado al momento de trabajar con luces”.

Director, Juan Carlos Grisales: “El narrador se centra en el proceso narrativo, si yo quiero acercarme más a una práctica artística como tal, se debe tener una persona que me asesore el proceso de luces y al cual debo pagarle, así como yo cobro por el proceso de luces debo incluir el pago de las luces, el técnico llega antes para preparar todo para el momento de la narración, siendo una necesidad en el proceso escénico”... “la construcción del ritmo escénico tiene que ver con los desplazamientos del escenario, ya que con estos desplazamientos, se le da al público la oportunidad de descansar, para generar una reconstrucción de la historia”... En relación con la formulación del montaje de las y los participantes, el director destacó que no es necesario que se tengan directores escénicos, que sean concretos pero creativos; es decir, que todo lo presentado tenga relación con el proceso.

Así mismo resaltó que hay dos elementos en el trabajo escénico, un elemento es el proceso sistemático que el director escénico hace del montaje: “El director de actores se dedica a que los actores construyan de forma adecuada sus personajes, luego trabaja con los actores sobre los ejercicios por los que llega a construir de forma adecuada el personaje. Esto es lo que buscan Hanna y Carolina, dar herramientas para que el cuento se convierta en un ser. Un concepto importante es el libro de dirección, es la bitácora del director escénico, en el ejercicio de análisis, se consignan los elementos más importantes que se necesitan en la puesta en escena, siendo como un diario de campo. Es un ejercicio crítico lo que está haciendo el narrador”.

Narración Oral

Participante, Abel…: Destaca que se ha venido interesando en el proceso para encontrar los momentos de alegría y esperanza que tienen las víctimas usando los archivos del Centro de Memoria Histórica: “la narración oral se convierte en un detonante de memoria en relación al recuerdo, de alguna manera el recuerdo es la lucha de las familias que han sido víctimas de ese conflicto”.

Participante, Carlos…: Se destaca su pregunta sobre “¿cómo ha sido la exploración del dolor en una historia que puede ser dañina o demasiado peligrosa al momento de contarla?”

Participante, Viviana: Sobre la narración oral se destaca su intervención: “En un mundo de narración en el que no se quiere romantizar o victimizar la memoria ¿es posible mostrar la verdad de la víctima, generando procesos de sanación a través de la memoria?” “El arte atraviesa esas historias que nos llegan como individuos”.

Participante, Camila: “La escena es un espacio terapéutico, ya que al estar en escena escapa de la realidad, y en escena expresa lo que se siente, lo que se piensa siendo el teatro un espejo de lo que es una”.

Tallerista, Freddy Ayala: El tallerista compartió el vídeo “Historias de la guerra, el odio y el perdón12”, mediante el cual destacó que “heredamos de nuestros antepasados el oficio de contar historias. Aunque el fuego no sea el elemento principal y las narraciones hayan abandonado el carácter místico o ritual, la nueva narración oral es una práctica cultural que viene desde hace años”.

Se manifiesta su explicación sobre la diversidad en la narrativa, dado que algunas historias son literarias, escuchadas, leídas y vividas. En relación con las dinámicas del conflicto armado en Colombia, menciona que desde la narración oral “hay una venganza simbólica, si ellos tienen las armas (hace referencia a actores armados), nosotros tenemos las palabras, y las palabras también pueden lastimar; además la narración es un medio de catarsis, de expresar el dolor”

El tallerista recomendó el libro “La fábrica de historias -Jerome Bruner” y destacó que “la realidad está construida por relatos la cual construye espacios, yo viajé a Medio Oriente, y allí se hizo un ejercicio de narración oral, que lleva a la sanación”.

Narración Oral

Narrador/a oral

Tallerista, Carolina Rueda: “Hay tres tiempos en la narración, están los tiempos del público, tiempos de narrador y el lugar emocional con el comentarista, en la narración ahora está de moda el comentarista, el narrador quiere contar la historia”, además menciona que todo parece como una película sin profundidad, ni fondo, primero hay que ver y después se dice”, por lo tanto hay que saber tener un manejo de esos tiempos”.

“La estructura es algo que no se puede notar, se pensó más en el efecto policiaco más que el relato policiaco, el público no puede ver las costuras, para que no genere confusión, se debe hacer que el relato genere un universo mágico”. Carolina resalta que ahora la narración se ha transformado porque solo esperan carcajadas sin seguir un texto y una narrativa que alimente, de forma que se establezca el universo que se tiene para contar.

Según la tallerista los elementos para lograr la puesta en escena, son:

1) Nuestro cuerpo como narrador oral. 2) Mi cuerpo se complementa con el vestuario que yo uso. 3) La postura del cuerpo. 4) La palabra. 5) Y el manejo de la palabra.

Tallerista, Hanna Cuenca: Resalta que el texto es una estructura, el resto de ejercicios son capas que van conformando la narrativa, con actividades que son la voz, el lenguaje no verbal, las partes del texto, respiración, tono, traje que usa, entre otros. Señala que si se tiene bien tejida la estructura, no va a haber tantas falencias en la narración y esto permitirá ir puliendo el ejercicio de hacer conciencia de la importancia de este trabajo que da calidad al cuentero.

Tallerista, Henry Liberato: “hay que tener mucho cuidado con las muletillas, hay que saber cómo empezar y como terminar la obra”.

Director, Juan Carlos Grisales: Asegura que es importante que el “imaginario del público se mueva cuando contamos la historia, que el público salga de su cotidianidad y que se sienta conmovido por la narración, más allá si está el discurso social o demás”.

Participante, Marco: Señala “escuchamos muchos cuentos, pero son muy pocos los cuentos que se nos quedan, el objetivo del cuentero es que las personas se sientan movidas, emocionadas y toquen la conciencia colectiva”.

Participante, Viviana: Comenta que “el solo acto de contar es política”.

Participante, Mariana: Menciona que es importante la dedicación del proceso de narración, subiendo el nivel, teniendo la dedicación del personaje, sabiendo contar y representar lo que se quiere dar a conocer.

Participante, Sara Crops: “La gente debe estar en capacidad de escuchar al cuentero, ya que el ejercicio no solo está en el que emite sino en el que escucha”

Tallerista, Freddy Ayala: “Por eso el narrador hace el público. “Lo importante es el contacto del artista con los ejercicios que hace escénicamente este recubiertos con su conciencia”

Participante, Aliocha: “En el teatro cuando uno intenta reflejar realidades, el narrador usa herramientas para reiterar el mensaje que busca dar a la obra. En la narración, los narradores escriben con imágenes y vamos guiando con las palabras, así que nosotros debemos hacer sentir al espectador el mensaje que uno quiere dar, sin obligarlo a pensar o sentir algo en específico”.

Narrador/a oral

Participante, Marco: Señala “escuchamos muchos cuentos, pero son muy pocos los cuentos que se nos quedan, el objetivo del cuentero es que las personas se sientan movidas, emocionadas y toquen la conciencia colectiva”.

Participante, Viviana: Comenta que “el solo acto de contar es política”. Participante, Mariana: Menciona que es importante la dedicación del proceso de narración, subiendo el nivel, teniendo la dedicación del personaje, sabiendo contar y representar lo que se quiere dar a conocer. Participante, Sara Crops: “La gente debe estar en capacidad de escuchar al cuentero, ya que el ejercicio no solo está en el que emite sino en el que escucha” Tallerista, Freddy Ayala: “Por eso el narrador hace el público. “Lo importante es el contacto del artista con los ejercicios que hace escénicamente este recubiertos con su conciencia” Participante, Aliocha: “En el teatro cuando uno intenta reflejar realidades, el narrador usa herramientas para reiterar el mensaje que busca dar a la obra. En la narración, los narradores escriben con imágenes y vamos guiando con las palabras, así que nosotros debemos hacer sentir al espectador el mensaje que uno quiere dar, sin obligarlo a pensar o sentir algo en específico”. Participante, David: Menciona que su vida le cambió con Hamlet, “el teatro sostiene un espejo y muestra la realidad, por eso es común encontrar tantas obras o narraciones que hablan del conflicto armado en Colombia, así nosotros como narradores colocamos un espejo y cada quien le da la interpretación que le quiere dar”. Participante, Nicolás: Asegura que el artista “tiene un vehículo de la verdad individual, desde esa construcción personal, nosotros llegamos y expresamos algo sobre lo que nosotros vivimos y pensamos, expresando esas cosas que en algún momento quisiéramos expresar y que no se hace por temor a ser señalados”.

Tallerista, Freddy Ayala: Destaca que “el hecho de que usted elija ser cuentero es una acción política”. Menciona como en los mismos narradores no hay interés en el otro discurso, en una narración no se escucha al que está en escena, por lo que se debe fomentar una escucha: “cómo se tocan con las narraciones”. Según el tallerista en el hecho de dejarse tocar por la narración oral está el secreto del buen narrador, la dicción, la postura, la mirada: “Jaime Escobar Púrpura tiene una narración triste, Primo Rojas una narración alegre que piensa, Morales experimenta el asco; así se tiene en cuenta cómo se construye la narración para llegar al público y como yo transmito eso y cómo yo causo un impacto en el otro”. Tallerista, Carolina Rueda: Recalca que hay que tener cuidado con lo que se va a interpretar, para no decir lo que el público tiene que vivir. Así mismo menciona que hay que enlazar la voz, hay que formarse en muchos aspectos al ser narrador, en música, lectura, voz, corporal, detalles, respiración y tener las herramientas.

La tallerista señala que últimamente los cuenteros piensan “que ser un buen cuentero es ser un domador de públicos, lo que dicen es ¿cómo puedo batallar con las circunstancias?, ya que la batalla es cómo construyo el universo imaginario que a mí me interesa”. La tallerista asegura que a ella no le interesa domar públicos, le interesa es tener cuidado y alimentar el proceso de construcción de la narración, generando una atmósfera del cuento. Esto se debe tener presente desde el comienzo de la narración.

Director, Juan Carlos Grisales: destaca que es necesario realizar montajes sin dejar de ser el narrador, sin perder el sentido de los cuentos; también menciona que se debe tener en cuenta los prejuicios en los cuales se cae al momento de narrar. Por otro lado destaca que “las historias resurgen como el medio de los narradores orales”, y desde lo disciplinar “la antropología se aplica a ciertos procesos de investigación teatral, trabaja con una memoria del cuerpo para que el trabajo del acto sea mucho más depurado. En la medida que el actor maneja su cuerpo y es capaz de proponer actitudes y posturas que enriquecen al teatro, fortalece su desarrollo escénico… Los cuenteros somos con nuestro cuerpo en escena, de ahí la consciencia de manejar el cuerpo en escena, si yo voy a hacer una narración oral, esta será mucho más enriquecida si yo conozco mi cuerpo”. Resalta que “es importante que el público vea en escena todo lo que queremos que sienta”. Menciona que “el trabajo del narrador oral es hacer que el público viva el universo que está narrando el cuentero”.

Narrar en Bogotá

Experiencia formativa (Laboratorio de narración oral)

Tallerista, Hanna Cuenca: “Se busca acompañar esa experimentación desde la perspectiva del narrador, lo que va a enriquecer la escena de la narración bogotana, ya que cada uno tiene un estilo, lo cual valoro y reconozco al proceso, ya que todos reciben elementos, pero cada cual explora su camino y fortalece su estilo, y esto es lo más valioso en la cuentería, la autenticidad”.

Se identifican los siguientes temas y actividades metodológicas abordadas a lo largo de la experiencia formativa: 17 de julio en el Teatro Hilos Mágicos: Se conformaron cuatro grupos, cada uno elaboró un pequeño relato y pasó a manejar la consola de luces. En cada ejercicio se realizó la retroalimentación de lo que las y los participantes observaron, teniendo en cuenta las falencias en la elección de la luz, el vestuario que puede generar una distracción en la presentación, los baches que se pueden presentar deben evitarse, ya que la persona que se acerca al teatro busca un trabajo excelente y perfeccionado. 19 de julio vía Zoom: Cada uno de los participantes socializó el proceso avanzado en su montaje, seguidamente se realizó el proceso de retroalimentación en concordancia con el objetivo de la narración oral. 21 de julio vía Zoom: Se dialogó acerca de las ideas relacionadas con los montajes y el uso de luces. 24 de julio en el Teatro Hilos Mágicos: El proceso presencial permitió el reconocimiento e interacción entre las y los participantes, lo cual hizo que se fortalecieran lazos en el marco de la retroalimentación entre los montajes, garantizando el objetivo del Laboratorio de intercambio de ideas y conocimientos previos. 3 de agosto vía Zoom: Se hizo lectura del acta informando los cinco ganadores. Las talleristas invitadas Carolina Rueda y Hanna Cuenca fueron quienes tomaron la decisión de los cinco ganadores seleccionados. 7 de agosto en el auditorio de la Universidad Santo Tomás: Se hizo la presentación de cada montaje seleccionado para ajustes. Se resaltan las siguientes narrativas de las y los participantes:

● Participante, Viviana: “¿cómo hacer que la esencia del cuento genere enlace con el público?” ● Participante, Aliocha: “¿cómo hacer que una historia que es buena gane al contar? ● Participante, Camila “¿cómo bajar la voz y como bajar los cuentos?” ● Participante, David: “¿cómo logro transmitir la emoción y no el conocimiento?” ● Participante, Nicolás: “¿cómo traerlos al enigma que se quiere mostrar?”

● Tallerista, Carolina Rueda: Expresa que el trabajo le permitió observar “la necesidad del conocimiento del ejercicio de contar, hemos estado buscando un acercamiento al oficio de la narración en diferentes espacios escénicos, lo cual fue proyectado en cada uno de los montajes desde el conocimiento y motivación de la narración”; “todos están en un proceso de la narración, pero no todos están en el mismo punto del camino”; “pero hay una búsqueda en la cual se puede transitar pero se puede tener un aporte más fuerte desde ÁGORA” . Hace la invitación a que todos sigan participando del proceso del Laboratorio para que sigan en todo el proceso. Así mismo recomienda escuchar a Lila Downs para tener un manejo de la voz “que sea una voz de ovarios, hay que tener un proceso de manejo emocional con la voz”. La tallerista menciona que es muy útil silabear el texto, conseguir un corcho, usarlo a lo alto, dependiendo el tono de voz es como se calentará la voz, ya que “así como se entrena el cuerpo y músculo, se debe entrenar a voz”. Así mismo menciona que es importante la narración en tercera persona, “lo que se improvisa no es el texto, lo que se improvisa es la relación con el público”. ● Tallerista, Hanna Cuenca: Expresa que “hay frases que aparecen para ir dando sentido, que hacen click para darle un tejido a la narración, es importante ser empoderado de sí para ver qué pasa con la historia”. Menciona que hay que aprovechar la herramienta de la corporalidad “si se vuelve la niña, es importante transformar la corporalidad”. Así mismo asegura que “puede que el proceso sea dramático que no exista muchas subidas, que se tengan los altibajos emocionales, porque si permanece en alto no existe modulación para manejar el personaje, se baja y se hace otra estructura otra tonalidad, porque queda en un modo pegado”. Resalta que es necesario que la narración sea visceral “yo no necesito que mires a la lontananza describiendo al personaje porque eso es una mentira, y eso no me sirve para la emoción”, le comenta a quienes

Experiencia formativa (Laboratorio de narración oral)

participaron que no se están arriesgando, para el proceso que llevan ya en ÁGORA, manifiesta que hay que salir de la comodidad en la que se encuentran para un nivel de entrega más allá. Menciona que “nuestro cuerpo debe tener un registro de movimientos que tengan una expresión contundente”, “no es necesario mostrar todo lo que se puede hacer en un momento, es necesario modularlo, repartirlo, evitar esos procesos de estigmas sociales que no son necesarios”, por ejemplo “el que estudia en colegio público es un ñero” cuando no es así. Destaca que se debe tener en cuenta lo que realmente va a significar un avance en la narración, que lo que se use alimente la narración, menciona que “uno de los problemas que se tiene es comparar, no es necesario compararse con los otros; además no hay que empobrecer al público delimitando lo que ve el público”. También resalta que es importante saber cómo se le plantea el juego al público, en el que el otro es un interlocutor, “no hay que darle todo masticado, pero sí darle una línea de base con la cual interactuar”. Señala que es importante el manejo del aire, también destaca que cuando trabaja los cuentos, dispone las partes principales para jugar con el orden del cuento, para tener la agilidad mental para que sin importar donde se ingrese se tenga el conocimiento para seguir con la narrativa. Por último, recomienda hacer la narración en tercera persona. 11 de agosto vía Zoom: Adriana Correa dialogó con los ganadores que expresaron su idea del montaje y cómo percibieron la elección Se proyectaron dos videos referentes al manejo corporal en la escena del teatro. En esta sesión el director Juan Carlos Grisales habló sobre el teatro de Eisenstein. En esta sesión se mostró el video “El ejecutante y el participante” de Manuel Orjuela, brindando así herramientas para la construcción de personajes desde la palabra. Como tarea se debía enseñar la primera imagen para el cuento, si se tenía el vestuario mejor, tomando en cuenta las anotaciones que se hicieron. Se destacan las siguientes preguntas hechas por los participantes:

● Participante, Orlando Posada: “¿Cuál es la diferencia entre el monólogo y la narración?” Frente a lo cual se responde que el monólogo es una conversación del autor con alguien que no está en la escena, el personaje está conversando con alguien, no está narrando. ● Participante, David…: “¿Cuál es la diferencia entre el soliloquio y la narración?” Se responde que el soliloquio está referido a una reflexión.

18 de agosto vía Zoom: En esta sesión se presentó el vídeo “Historias de la guerra, el odio y el perdón13 , donde se busca visibilizar mediante la narración la realidad de los falsos positivos en Colombia. Se mencionó que el uso de la palabra fortalece la visibilización de realidades, en especial cuando hay narradores que han tenido una vinculación directa o indirecta con el conflicto armado. Sobre el vídeo, se menciona que este se desarrolló durante la pandemia, por lo que la producción audiovisual fue de bajo presupuesto, usando elementos que recuerden algún hecho histórico de la ciudad. Se identificó que desde este material se profundizan los conceptos de olvido y memoria, ante lo cual el tallerista Freddy Ayala recomienda el libro “El elogio del olvido” de David Rieff.

25 de agosto vía Zoom: se hizo un ensayo general sin luces, para la preparación de la presentación en un escenario con el que se estimó la participación de unas 50 personas. 28 de agosto vía Zoom: con el fin de brindar las herramientas necesarias para preparar el cuerpo en los momentos de la narración se realizaron ejercicios de sonidos, respiración y movimiento. Cada uno/a de los/las participantes preparó sus montajes, y ante ello el director Juan Carlos Grisales les retroalimentó:

● Al participante Nicolás le mencionó acomodar los personajes de forma ordenada para que realmente se identifiquen. ● A la participante Viviana que no haga muchos viajes dentro de la historia que pueden agotar al observador.

● Al participante Jorge le dijo que no sea tan enfático con las bromas ya que no es necesario extender el cuento por esta ruta. ● A la participante Camila que no genere un estigma social que no debe ser. ● Al participante David le sugirió que genere un distanciamiento con el piano para que sea un personaje con el cual debe interactuar, dejar que las melodías fluyan y centrarse en la historia de Chopin, ya que enfatiza procesos teóricos que no son necesarios. Los compañeros expresan que el instrumento es parte de la historia, y que no se debe dar explicaciones innecesarias.

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