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BALANCES MUNICIPALES

dominicana, su publicación no solo es un excelente medio para conocer como opera en general el sistema municipal dominicano, sus fortalezas, lagunas, debilidades y desafíos.

Esta publicación permite, además, preservar los hechos y los procesos generales en ella analizados del régimen municipal dominicano, posibilitando la reconstrucción de su legado histórico en el futuro.

Desde el punto de vista bibliográfico ésta, como cualquier otra publicación de calidad, constituye también una fuente básica para investigadores/as y analistas interesados en la revisión y análisis documental de los procesos de gestión de los gobiernos locales.

Cuán difícil seria hacer la historia de los pueblos sin publicaciones como Balances del Sistema Municipal RD 2010-2016, rica en informaciones, datos cuantitativos y análisis cualitativos sobre la realidad municipal del pasado inmediato.

Pedro A. Hernández

Foro de Municipalistas

Santo Domingo, República Dominicana

Octubre de 2017

I.- BALANCE DE 2016

Para el sistema municipal dominicano, el año 2016 concluye dejando huellas políticas e institucionales de vulneración e infracción de la democracia local y del desplazamiento formal del PRD, una de las estructuras políticas históricas, fruto de su confrontación interna. Fue un año de cambios en la correlación de fuerzas en el ámbito nacional, provincial y municipal, con pocas novedades en transparencia y en reforma de la administración local.

El SISMAP Municipal1 agregó valor a la transparencia, mientras se reitera o sostiene el nivel de centralización del Estado y se profundiza la pobreza financiera de los ayuntamientos y juntas de distritos municipales. Durante el 2016, el gremialismo municipal operó con bajo perfil respecto a su incidencia en la agenda descentralizadora y en su relación con la sociedad. Es un año que deja endeudamiento exacerbado o de agravamiento de las finanzas municipales.

I. 1.- Democracia municipal baja el nivel de calidad

Durante el año 2016, una pandemia antidemocrática recorrió y carcomió todo el sistema de partidos dominicanos. No importó la posición ideológica, los intereses que envuelven, las diferencias discursivas, si eran oficialistas u opositores; casi todos fueron afectados por la fiebre antidemocrática. Las candidaturas fueron designadas, en su mayoría, por atributos ajenos a la democracia. La influencia de los líderes nacionales, la capacidad económica para financiar la campaña y las encuestas sustituyeron las competencias en función de atributos éticos, formación política y oferta electoral.

La democracia perdió en calidad. Una proporción, en extremo alta, de candidatos provinciales y municipales señalados y electos,

1 http://www.sismap.gob.do/Municipal no tenían compromisos de dirección en los partidos, ni vínculos sociales. Por su lado, todos los candidatos a alcaldes y regidores del PRD fueron productos de las negociaciones entre las élites de ese partido y las del PLD. También, muchas candidaturas del PRM se decidieron por afinidad con los dos grupos que luchan por el control político de ese partido: Abinader e Hipólito. Las candidaturas del litoral progresista y de izquierda se decidieron desde la capital dominicana, sin agotar procedimientos democráticos.

El acuerdo PRM-PRSC dejó el beneficio del reconocimiento del alto financiamiento estatal al partido balaguerista. El acuerdo PLDPRD permitió la sobrevivencia presupuestaria del histórico partido del ‘’jacho prendío’’. Los acuerdos devinieron en una pandemia de la antidemocracia que provocó la exclusión de la participación de las bases de los partidos en los procesos de discusión de las negociaciones. La aspiración para dirigir el Poder Ejecutivo, ganar la presidencia de la República, sacrificó desmedidamente las aspiraciones locales.

I. 2.- PLD preserva hegemonía, emerge PRM y baja legitimidad del PRD

Aunque el PLD fue el partido con menor porcentaje de alcaldes reelectos, con 22.78%, obtuvo 79 alcaldías, representando el 50% de los 158 municipios dominicanos. El PLD obtuvo además 302 regidores. Las cifras muestran que el PLD preservó su hegemonía en el control de la mayoría de las alcaldías y de representación en los concejos de regidores.

El PRM emergió como la segunda fuerza, desplazando al PRD. El PRM obtuvo 31 alcaldías, lo cual representa el 19.62%, y un total de 266 regidores. El PRD logró ganar 30 alcaldías (18.99%) y 217 regidores. De los partidos tradicionales el que más bajo porcentaje de alcaldías alcanzó fue el PRSC, con 13 (8.23%).

Este partido, el PRSC, logró ganar un total de 173 curules para regidores. El PRD, por esfuerzo propio, según el boletín 14 de la

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