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BALANCES MUNICIPALES

En dicho municipio el cambio de autoridad condujo al estancamiento de la política de género y del fomento de la participación de la juventud y la niñez en los asuntos públicos municipales.

Lo que ha ocurrido en Villa González muestra que sin tejido social fuerte, articulado, crítico y movilizado no podría garantizarse la sostenibilidad de una institucionalidad democrática. Es un mensaje para el resto del país.

El balance general de la aplicación de los presupuestos participativos no empaña de ninguna manera las buenas prácticas de algunos ayuntamientos; pero éstas son insuficientes comparadas con las no aplicadas en la mayoría de los gobiernos locales. Es necesario que esas buenas prácticas sean difundidas masivamente.

VI. 5.- La reincidencia con el incumplimiento del 10%

El gobierno central continuó violando la Ley 166-03 que establece la transferencia del 10% de los ingresos corrientes del presupuesto nacional para los gobiernos locales. Esta irresponsabilidad gubernamental no es nueva. Hay una reincidencia sistemática desde el año 2003.

Mientras exista una débil articulación de estrategias por parte del sistema municipal (FEDOMU, ASODORE, liderazgo político municipal, sociedad civil, académicos, intelectuales), habrá incumplimiento de esta ley. Estas estrategias vendrían acompañadas de prácticas que conduzcan a una mayor credibilidad en los gobiernos locales. Esto significa más rendición de cuenta, evitar los gastos superfluos, profesionalización de sus recursos humanos y cumplimiento de la propia Ley 176-07 que rige a los ayuntamientos.

VI. 6.- Asociativismo municipal con reivindicaciones en bajo perfil

Las entidades gremiales municipales operaron durante el año 2011 bajo un enfoque de la concertación de políticas con características funcionalistas y en perfil bajo en torno a la consecución por vías de reivindicaciones permanentes de la descentralización del Estado, columna vertebral del asociativismo municipal.

Continuaron los intentos de demandar más atomización del territorio nacional, pero ahora con la modalidad de autonomía absoluta de los distritos municipales. La idea puesta en el escenario público por la Asociación Dominicana de Distritos Municipales (ADODIM) fue su reivindicación de que las 232 demarcaciones distritales existentes tengan el “mismo rango” que los municipios.

Una negación irracional de que los distritos municipales no son parte de los municipios. En 48 mil 442 Km2 tenemos 10 regiones, 32 provincias, 155 municipios y 232 distritos municipales. Si se concretiza el plan de convertir los 232 distritos municipales en municipios se estaría ampliando la base para eliminar la posibilidad de coordinación y planificación de las políticas públicas territoriales. Este tema deberá ser abordado durante el año 2012 por la Dirección General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial (DGODT), FEDOMU, las academias y la sociedad civil.

Por su parte, FEDOMU ha estado promoviendo, junto con el Ministerio de Administración Pública, la puesta en vigencia de la Ley de la Función Pública en los ayuntamientos. Significará que una parte importante de los empleados de las administraciones locales se incorporen a la carrera administrativa. En esta línea estratégica, FEDOMU podría iniciar la profesionalización de sus recursos humanos, aplicación de los sistemas de evaluación de desempeño y realización de concursos públicos para la contratación de personal. Podría servir esta práctica de modelo para avanzar en las demás entidades municipales.

La Asociación Dominicana de Regidores (ASODORE) concentró sus esfuerzos durante el año 2011 por alcanzar su legalidad o

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