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BALANCES MUNICIPALES
plantearse la descentralización como eje estratégico del Estado. Las acciones de fortalecimiento institucional de los gobiernos locales se perderían en el mar de estrategias nacionales que tiene la END. La focalización de la descentralización en un eje estratégico facilita la distribución del poder, la equidad territorial, la disminución de las desigualdades políticas, económicas y sociales. A esto se resiste el conservadurismo político.
VII. 9.- Gobierno central usufructúa fondos municipales
El Gobierno central continúa usufructuando fondos que no le corresponden. Más de 18 mil millones de pesos fueron dejados de transferir a los gobiernos locales por concepto de transferencia financiera del 10% de los ingresos corrientes establecida en la Ley 166-03. La demanda del 10% per se es pérdida de tiempo. La declaración en los medios es importante, pero insuficiente, y las visitas al Palacio Nacional solo han servido para el reencuentro político sin compromisos. La articulación de la sociedad civil y el campo político municipal es una vía para materializar dicho reclamo. La responsabilidad con la transparencia y la eficiencia de la gestión de los gobiernos locales le aporta valor y mayor legitimidad a la demanda.
VII. 10.- Conclusión del balance del año 2010
La sociedad dominicana sigue sin una élite política con responsabilidad social, con actores que estén dispuestos a romper el cerco y los nudos de la centralización del poder, el presidencialismo caduco y obsoleto. La ausencia de actores decididos a dar la batalla y a no amagar en el ring de los derechos municipales consagrados en su marco jurídico, es lo que ha ocurrido en el 2010. En este año la centralización del poder siguió su curso.
VIII.- TENDENCIAS DOMINANTES EN LOS 6 AÑOS DEL BALANCE MUNICIPAL
Las tendencias dominantes en los balances constituyen pautas orientadoras que muy bien pueden insertarse en la definición de estrategias, destinadas a preservar las buenas prácticas y a producir cambios sustantivos en los desajustes institucionales imperativos de una cultura política que moldea el ejercicio del poder en los territorios.
1ra. Tendencia: la descentralización del Estado.Durante estos 6 años, la descentralización como corriente mundial no ha podido insertarse como política pública en las estrategias país. La transferencia de poder político, administrativo y financiero desde el nivel superior, Gobierno central, hacia el nivel de gobiernos locales, ayuntamientos y juntas de distritos municipales, no constituye una prioridad para el sistema político. Ni el Gobierno central ha asumido responsabilidad política y social para incrementar la transferencia de fondos ni los líderes municipales han sido capaces de legitimar y justificar la demanda de más recursos, porque sus indicadores de transparencias, la calidad de la representación (su relación con la sociedad) y la prestación de servicios públicos han tenido un bajo desempeño. El apoyo de la ciudadanía al Estado descentralizado se soporta en la gobernabilidad municipal, cuya manifestación principal se expresa en la interacción permanente entre gobernantes y gobernados, lo cual no ha ocurrido de modo satisfactorio. Por otro lado, durante estos 6 años se registraron manifestaciones centralizadoras orientadas a la recentralización de competencias en materia de tránsito y movilidad urbana, el manejo de los cuerpos de bomberos y los mercados municipales. Durante estos 6 años la sociedad dominicana no fue capaz de disponer de una élite política con responsabilidad social y con actores dispuestos a romper el cerco y los nudos de la centralización del poder, el presidencialismo caduco y obsoleto. Tampoco, la sociedad civil