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BALANCES MUNICIPALES
a través del Congreso Nacional. Algunos ayuntamientos en el Cibao, el Suroeste y el Este asumieron compromisos financieros con prestamistas particulares e informales. En unos casos con aprobación del concejo municipal y en otros sin la aprobación de este órgano, pero en todo caso ilegal.
Por otro lado, la escasa transparencia en la gestión de los gobiernos locales continuó en el año 2011 instalada en un marco social caracterizado por la existencia de una sociedad civil débil y desorientada sobre el funcionamiento del sistema municipal dominicano.Las pocas entidades con fortaleza, en su mayoría concentradas en Santo Domingo, se mantienen priorizando en sus agendas los problemas de carácter nacional en el plano de la justicia, la transparencia del Gobierno central, la institucionalidad electoral, etc.
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VI. 3.- Vuelta Larga modelo de dignidad humana
El proyecto habitacional Vuelta Larga de Santiago fue uno de los puntos más luminosos de los gobiernos locales dominicanos. La autogestión del proyecto incorporó a las 120 familias beneficiadas, una parte importante de empresarios, técnicos del ayuntamiento y algunas entidades de la administración central. Primó la articulación multisectorial para poner en marcha la solución habitacional y ambiental.
Un total de 120 familias en condiciones de pobreza y pobreza extrema fueron beneficiadas directamente. Por primera vez en la historia de los ayuntamientos dominicanos se decide ejecutar un proyecto de viviendas con sectores populares de esta magnitud.
Un proyecto que respetó el hábitat, la cultura y la identidad de los pobladores que “vivían” en un medio ambiente de alta vulnerabilidad y con impacto negativo en la salud comunitaria.
Un proyecto sin destierro, como fue la práctica balaguerista y de sus herederos.
La mancha oscura del proceso fue de carácter institucional.
La centralización, el alcaldismo, la carencia de regulación administrativa y en muchos casos de exclusión del concejo municipal. Estos fueron los puntos que oscurecieron la estrategia de empoderamiento ciudadano y de dignificación de la vida de los hombres y mujeres históricamente excluidos en las decisiones políticas, sociales y económicas en la sociedad dominicana.
VI. 4.- Retroceso en los presupuestos participativos
En este campo de la participación de la ciudadanía no se observaron elementos trascendentales en el año 2011. Los presupuestos municipales participativos (PMP) se caracterizaron por ser más de lo mismo en algunos casos y ausencia de aplicación en otros. En consulta directa con grupos de la sociedad civil y técnicos de los ayuntamientos de varios municipios de las diferentes regiones del país se recibió la información de que no se había puesto en vigencia este instrumento de participación, el cual se establece en la Ley 176-07.
El empeño en dar relevancia al trabajo técnico sigue siendo insuficiente. La voluntad política y la presión social son los determinantes para el éxito de los PMP. El hueco o vacío de la politización e ideologización de los mismos es el principal obstáculo para que se lleve a buen puerto el empoderamiento ciudadana.
Los PMP han perdido y continuarán perdiendo legitimidad. Las deudas heredadas por parte de las autoridades actuales han disminuido sustancialmente la inversión decidida en los PMP. A esto se añade la falta de cumplimiento de lo aprobado por un gran número de alcaldías.
El buque insignia de Villa González entró en crisis. La metodología de participación en los territorios fue sustituida por una asamblea general donde se decidió la inversión. Las asambleas de barrios y zonales estuvieron ausentes. Esto pudo conducir a la aprobación de un programa de presupuesto no priorizado por los sujetos en los territorios.