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SARDINA: LA TORMENTA PERFECTA

La expresión “tormenta perfecta” ha sido acuñada, últimamente, para describir una situación de gravedad generada por la actuación simultánea de todos los factores que conforman tal situación y que contribuyen, al unísono, para que sus consecuencias sean de extrema severidad.

Tal es la expresión que emplea Digna Rueda para referirse al estatus actual del recurso sardinero del oriente venezolano, en su reciente disertación ante la Universidad del Sur de Florida, con la cual ha obtenido su doctorado en Ciencias Marinas.

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La doctora Rueda recoge en su trabajo, resultados propios y de otros colegas que, en los últimos años, han venido adelantando hipótesis explicativas del evidente colapso, ya inoJuan José Cárdenas FUNDATÚN

cultable, de las pesquerías de sardina en el sistema de surgencia de la plataforma oriental venezolana, asociado a la dramática disminución de la biomasa sardinera, disminución esta varias veces reportada en diversos artículos técnicos, periodísticos y divulgativos, incluyendo COFA, convivencia pesquera (cf. Boletín N° 02, febrero 2011).

¿Cuáles son entonces esos factores que combinados configuran la tormenta perfecta?

Como ya sabemos, la presencia de la sardina (Sardinella aurita) y otros pequeños peces pelágicos en las aguas venezolanas, está relacionada a la ocurrencia del fenómeno de surgencia (upwelling) que se manifiesta, principalmente, en la plataforma continental oriental del país, por el ascenso de aguas profundas, frías y con una alta carga de nutrientes (figura 1). Esta fertilización y enfriamiento de las aguas superficiales desencadena una alta productividad relativa en esta región, una de cuyas expresiones es, precisamente, la abundancia de sardina, especie que aprovecha las elevadas cantidades de plancton y las bajas temperaturas.

Figura 1. A) Temperatura superficial del agua en febrero. Los círculos azules denotan los focos de surgencia. B) Concentración de clorofila para la misma época del año. C) Coeficiente de correlación entre series temporales de temperatura y clorofila (tomado de la tesis de Rueda, 2012).

Según han reportado últimamente diversos investigadores y es confirmado por Rueda, en años recientes se ha registrado una sucesión de ciclos anómalos caracterizados por surgencias débiles, producto de una reducción de la intensidad del viento, y, por ende, una disminución del arrastre del agua por efecto del viento (transporte de Eckman). La primera consecuencia de esta anomalía, es la mengua de la intensidad de la surgencia y, por tanto, de la cobertura espacial de aguas frías y fértiles. Esta nueva realidad ambiental trae entonces como consecuencia las siguientes secuelas:

Como se ha señalado, la distribución espacial de la sardina está ligada a la surgencia, pero, esta influencia es aún mayor en ausencia de upwelling de alta intensidad. Tal influencia se ha puesto en evidencia con un aumento de la presencia de sardina en aguas muy próximas a la costa, asociada a los puntos donde la surgencia, a pesar de su debilidad, se manifiesta con mayor fuerza. Como consecuencia de lo anterior, la sardina es más fácil de pescar; en otras palabras, aumenta su capturabilidad. En corroboración de lo anterior, Digna Rueda constata que los desembarques de este pelágico se incrementaron precisamente en 1998 y en 2004, dos años de elevada temperatura superficial del mar relativa (figura 2).

Figura 2. Captura anuales de sardina (línea continua), en relación con la temperatura superficial del mar (SST, línea punteada).

Estos casos de redistribución espacial han sido reportados para poblaciones de otras especies similares de pequeños pelágicos, según lo reporta Rueda. Así, “durante eventos de calentamiento de las aguas, la sardina pilchardo de Namibia (Sardinops sagax) se restringe a pequeñas áreas adyacentes a la costa donde permanecen algunos focos localizados de surgencia. En Perú, la sardina del Pacífico se encuentra en aguas costa afuera durante el upwelling invernal y, en los primeros estadios de calentamiento asociados a El Niño, esta sardina migra hacia la costa. En California, S. sagaxse comprime a lo largo de la costa durante el verano (en ausencia de surgencia), mientras que, cuando la surgencia se activa, se le localiza en aguas costa afuera”.

Otro factor a tener en cuenta, y que añade su efecto perjudicial sobre las condiciones actuales del stock sardinero, es que durante y después de periodos de condiciones anómalas, el contexto ambiental para la reproducción efectiva de la sardina pueden verse afectado, en virtud de la alteración en cantidad y calidad de alimento requerido por la población reproductora y para la supervivencia larval, lo cual se traduce en un impacto negativo para el reclutamiento (incorporación de peces a la fracción pescable de la población).

En resumen, observamos que la disponibilidad de sardina al pescador se incrementa como resultado del comportamiento del pez ante el calentamiento del agua, coligado a la reducción cíclica o anómala de la surgencia; es decir, que la capturabilidad aumenta en periodos de condiciones ambientales desfavorables por efecto de una migración horizontal hacia la costa, donde los cardúmenes son más vulnerables y el

riesgo de sobrepesca se incrementa, a lo cual se agrega, además, la afectación de la abundancia de la población de peces, debida a la escasez de alimento. Así, la persistencia de las condiciones adversas descritas, como consecuencia de la alteración de los ciclos climáticos anuales en promedio normales, pueden conducir, y de hecho han conducido, al colapso de la pesquería e, inevitablemente, a sus consecuencias negativas sobre la cadena de valor y bienestar socioeconómico, para la cual la sardina ha sido sostén durante las décadas pasadas. Si bien las variables fundamentales determinantes de esta situación indeseada son ´no controlables´ (fenómenos naturales), hay otras variables que sí son susceptibles de ser manejadas a objeto de generar dispositivos administrativos pertinentes (montos de capturas, vedas espaciales y/o temporales) que ayuden a minimizar el impacto de las variables no controlables y permitan diseñar la gerencia de crisis que desde hace tiempo se amerita, dada la clara tendencia hacia la baja de las capturas registrada desde hace 8 años, para el que otrora fue el recurso pesquero más importante del país.

Foto: Jeremy Mendoza

¿POR QUÉ HAY UNA TENDENCIA HACIA LA DISMINUCIÓN DE LA INTENSIDAD DE LA SURGENCIA?

¿QUÉ ESTÁ CAUSANDO LAS ANOMALÍAS? Observaciones recientes llevadas a cabo por Gordon Taylor y un grupo de colegas de 3 universidades estadounidenses y dos venezolanas (Universidad de Oriente y Fundación La Salle), revelan dos patrones decenales: vientos Alisios fuertes entre 1996 y 2003, y débiles entre 2004 y 2010. Estas tendencias no estacionales en los vientos locales de la costa venezolana, ejercen, indudablemente, una influencia sobre la intensidad de la surgencia, la temperatura superficial del mar, la densidad y estabilidad de las aguas superficiales, la carga de nutrientes y la producción primaria. Para esta escala temporal de observación, los investigadores han notado variaciones de la presión a nivel del mar (Sea Level Pressure) y de la posición latitudinal del centroide asociado al sistemade Alta Presión de Azores, que podrían explicar las variaciones de la temperatura superficial del mar, del viento local y de la intensidad del upwelling registrados en la estación oceanográ

fica CARIACO, que es representativa del sistema de surgencia de la plataforma oriental venezolana. Así, el centroide ha migrado sistemáticamente hacia el Norte, unos 800 km desde 1996, como consecuencia de la expansión de la Celda de Hadley (estructura de circulación de la alta atmósfera que influye sobre el Centro de Alta Presión de Azores), afectando de alguna manera las condiciones locales en la costa venezolana.

Variaciones de la posición e intensidad de la Zona de Convergencia Intertropical (ITCZ) y de sucentroide en 1996 y en 2010.

En función de las causas presumibles de las alteraciones descritas más arriba, es posible conjeturar entonces que estás habrán de mantenerse en el escenario actual de emisiones de gas de efecto invernadero, en virtud de que el Panel Internacional de Cambio Climático estima que bajo este escenario, la Celda de Hadley podría mantener la dinámica que provoca este tipo de alteraciones en la baja atmósfera. Más cerca de nosotros, esto significa que tenemos una responsabilidad mayor en mantener, por un lado, la constancia y sistematicidad de las series de tiempo de medición de variables que puedan aportar en la comprensión de estos fenómenos, y por otro lado, en tomar las medidas que correspondan en este contexto de cambio climático, de manera de minimizar su impacto social y económico sobre la gente cuyo bienestar está íntimamente atado a la capacidad de los ambientes marinos de suministrar materia prima pesquera.

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