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PROBABILIDADES DE “EL NIÑO” PARA FINALES DE 2018

El Niño Oscilación del Sur (ENOS), es un fenómeno climático caracterizado por el calentamiento de la superficie del Océano Pacífico Oriental Ecuatorial, asociado a cambios en la circulación de las masas de aire suprayacentes, que ejerce una gran influencia en las condiciones meteorológicas a nivel mundial; principalmente en la zona intertropical y ecuatorial, produciendo intensas lluvias en algunas zonas y grandes sequías en otras, afectando también la vida marina y en especial la pesca.

La Organización Mundial de Meteorología (OMM), en su boletín publicado en Ginebra el 10 de septiembre de este año, anunció que existe un 70% de posibilidades que se produzca el fenómeno de El Niño para el último trimestre del año. En el informe se comenta: “La OMM no espera que el episodio de El Niño previsto sea tan intenso como el registrado en 2015/2016, pero aun así sus consecuencias serán notables. La predicción anticipada de este episodio ayudará a salvar muchas vidas y a prevenir cuantiosas pérdidas económicas”. (1)

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El informe también agregó, “El cambio climático influye tanto en la dinámica tradicional de los episodios de El Niño y La Niña, como sus consecuencias. El inicio de 2018 se caracterizó por un episodio de La Niña débil, pero su efecto de enfriamiento no bastó para reducir la tendencia general al calentamiento, por lo que todo apunta a que este año será uno de los más cálidos de los que se tiene constancia“, explicó el Secretario General de la OMM, Petteri. (1)

El Centro Internacional para la Investigación de El Niño (CIIFEN), en el boletín de octubre de 2018, comenta: “Durante septiembre de 2018, al igual que el mes anterior, el Pacífico tropical continuó con la Temperatura Superficial del Mar (TSM) de normal a sobre normal, con excepción del océano frente a Perú y Chile, donde la TSM presentó valores que van desde normal hasta -1°C bajo lo normal. Bajo la superficie del mar, desde el centro del Pacífico ecuatorial hasta la costa de Sudamérica continúa una extensa franja cálida de agua de hasta +3.0°C por encima de lo normal; este proceso de calentamiento del Pacífico Tropical se ha venido dando de manera alternativa entre pulsos cálidos y fríos con una duración de pocos días, especialmente en el borde de Sudamérica, a consecuencia del arrastre de aguas frías de la corriente costera de Perú y la actividad de los vientos alisios del sureste. La mayoría de los modelos de predicción continúan señalando la formación de un nuevo evento de El Niño para finales del presente año, a pesar de que el Pacífico Tropical hasta el momento presenta condiciones dentro de lo normal” (2).

El boletín también comenta que “Desde mediados de febrero de 2018 la temperatura de la capa superior del Océano Pacífico Oriental pasa a valores positivos alcanzando en mayo 2018 un valor de 0.9°C, continuando alrededor de este valor hasta finales de agosto. En septiembre se presenta un nuevo pulso cálido logrando en esta ocasión 1,1°C. De acuerdo con los modelos globales, se esperaría que para el período octubrediciembre la TSM en el Pacífico Tropical continúe sobre lo normal, mientras que junto a la costa Sudamericana (Perú- Chile) la TSM retornaría a sus valores típicos de la época. Se esperaría que estas condiciones no causen impactos significativos en el clima de la región”. (2)

Estas temperaturas superficiales del mar sobre la línea ecuatorial hasta los 30° norte, está afectando la pesquería de túnidos en la región. Muchos barcos cerqueros han manifestado que hay poca pesca, que aparece el pescado y luego desaparece. Este aumento superficial del agua se viene manteniendo desde mayo y aún persiste, y por los informes de la OMM y el CIIFEN predicen que se mantendrán hasta finales de año. Gran parte de la flota cerquera que opera en el OPO se acogió a la primera veda que acordó la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) para esta área. Normalmente los armadores escogían este período entre el 35% y 45% de sus barcos, pero este año fue sobre el 50%; en gran parte por los reportes de poca pesca en la región y las altas temperaturas superficiales del mar. Estas temperaturas también se observan en parte, en el Océano Atlántico y Mar Caribe, donde también los pescadores están preocupados por las pocas capturas reportadas.

Es muy probable que estos aumentos de la temperatura superficial de los océanos estén relacionados con el calentamiento global. Muchos científicos han alertado que de continuar este calentamiento se verían afectados todos los seres vivos, en especial los que viven en este medio. Asimismo, las corrientes y el clima a nivel mundial. Los atunes y las especies altamente migratorias, que son capaces de desarrollar grandes velocidades y que al aumentar el metabolismo elevan la temperatura de su cuerpo, se ven afectados significativamente por todos estos cambios, haciéndolos buscar aguas más frías.

Todos debemos luchar para que los países controlen y disminuyan las emisiones de gases de invernadero, porque cuando queramos hacer algo, ya será demasiado tarde, puesto que la vida marina es una de las que más se verá afectada.

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