FUNDATUN El mes de mayo es particularmente coincidente con los objetivos y propósitos del Boletín COFA convivencia pesquera; mismo que se diseñó, desde hace más de 20 años, con el interés de mantener informado al sector pesquero y acuícola del país con una perspectiva técnico divulgativa y con énfasis en los temas relacionados con el atún, última cuestión que se evidencia en el propio nombre de La Fundación y la significación de la palabra “COFA”. El término está vinculado a un espacio físico que en los barcos tiene una especial relevancia, en virtud de ser un lugar privilegiado para la observación desde el mástil principal; siendo que algunos sistemas pesqueros atuneros lo utilizan para la visualización de cardúmenes y que con propiedad lo hacen los llamados “Coferos”. Inician casualmente las celebraciones del mes con que el 2 de mayo es el “Día Mundial del Atún”, organismos marinos que se clasifican entre especies migratorias y altamente migratorias. Considerando que el patrón de desplazamiento de estas especies está por encima de los limites jurisdiccionales de los países ribereños, obliga necesariamente al establecimiento multilateral de Organismos Regionales de Ordenamiento Pesquero (OROP’s) para que la explotación sea sostenible en el tiempo; lo que implica un compromiso entre los países que las conforman para mantener la diversidad biológica, no solo de las especies objeto de las capturas sino también de las que se ve involucradas incidentalmente en esta pesquería. Ello conecta casualmente con la celebración del 22 de mayo como “Día Internacional de la Biodiversidad”. La necesidad de manejar los recursos con criterios de sostenibilidad se ha visto estimulada desde 1984, luego de la Conferencia Mundial sobre Ordenación y Desarrollo Pesquero de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO); adicional a las realidades observadas por la propia explotación. Ya para 1993 se aprueba el Código de Conducta para la Pesca Responsable y tantas han sido las acciones por parte de los países y las organizaciones vinculadas que me voy a permitir incluir una referencia, contenida en el Boletín de Servicios Agrícolas de la FAO 103 intitulado “Banking for the environment” (Gudger W.M. y D. C. Barker, 1993), en la que se señala algo que reviste mucho interés, por cuanto resume mucho: “Cuando la sociedad consume su capital natural, afecta su capacidad para mantener los ingresos, y tal vez incluso a la propia sociedad, a largo plazo”. Otro aspecto coincidente es que la pesca de atunes tropicales, en la zona del Océano Pacífico Oriental (OPO), utiliza distintas técnicas que brindan una diversidad de expresiones; siendo una de ellas “la pesca de túnidos tropicales con el sistema de lances sobre delfines”. Esto obligó al establecimiento de acuerdos complementarios, a los ya existentes, en materia de conservación de la biodiversidad y que es la base del Acuerdo sobre un Programa Internacional para la Conservación de los Delfines (APICD), cuyo alcance involucra la protección de las tortugas marinas; las cuales se ven incorporadas en la celebración del 23 de mayo como “Dia Mundial de las Tortugas”. Constituye también un desafío, tener que luchar con un enemigo común como es la contaminación de los mares, ríos y lagunas. Los grandes flujos de residuos tóxicos, muchos de ellos de larga duración, y su consecuente acumulación representan una seria amenaza para los recursos pesqueros, con impacto en las actividades de pesca y acuicultura; no por casualidad el Código de Conducta para la Pesca Responsable contiene, en uno de sus acápites, ese tema como de Primer Orden. Efectivamente El Código en su artículo 8 (Operaciones pesqueras), específicamente en los numerales 8.7 y 8.8, hace referencia a la “Protección del Medio Ambiente Acuático” y la “Protección de la Atmosfera” respectivamente; a los efectos de garantizar los procedimientos exigidos por el