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ORIGEN DE LA RIQUEZA PESQUERA NORORIENTAL VENEZOLANA
by FUNDATUN
Luis E. Briceño C.– 21 de Octubre de 2021
INTRODUCCIÓN
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Aunque las ¾ partes del planeta están cubiertas por los océanos, la mayoría de estas áreas son biológicamente poco productivas; exceptuando unos lugares puntuales, cuya área total no supera al 5 % de la superficie marina. Sin embargo, en estas zonas se concentra la mayoría de los recursos pesqueros; debido a su elevada concentración de microalgas o fitoplancton (Figura 1).
Tales sitios están ubicados cerca de la costa, hasta profundidades donde llega suficiente luz solar para que estos organismos realicen la fotosíntesis (zona eufótica) y reciban un flujo continuo de nutrientes, distribuidos por acción de corrientes y vientos, que posibilitan la proliferación exponencial de este fitoplancton. Su abundancia y distribución es el resultado de las condiciones ambientales (disponibilidad de luz, temperatura del agua, estratificación de la columna de agua, niveles de nutrientes y pastoreo) y de la dinámica oceánica de cada región. Entre los procesos físicos más importantes que afectan la distribución y abundancia de los nutrientes están las descargas de aguas continentales, la mezcla vertical de la columna de agua, la advección y las surgencias
La zona eufótica es la capa superficial de un cuerpo de agua donde penetra suficiente luz para permitir que se produzca fotosíntesis; esto es hasta la profundidad en que la intensidad de la luz disminuye a 1% de luz incidente (USDA, 2021).
EL PROCESO DE SURGENCIA
La surgencia o afloramiento (“upwelling” en inglés) es un fenómeno oceanográfico que consiste en el desplazamiento de masas de agua desde niveles profundos hacia la superficie; aguas con temperaturas más bajas (frías) y ricas en nutrientes como: nitratos, silicatos y fosfatos (productos de la descomposición de la materia orgánica hundida desde las aguas superficiales) (Figura 2). Cuando son transportadas a la superficie, estos nutrientes junto con CO 2 (dióxido de carbono) disuelto y la energía solar son utilizados por el fitoplancton para realizar la fotosíntesis (esto se denomina producción primaria). El fitoplancton al realizar el proceso de fotosíntesis se hace productor primario del carbón orgánico (energía química) en las zonas pelágicas de los océanos y aguas continentales; por lo tanto son la base de las redes tróficas en los ecosistemas acuáticos (Miller, 2004). La transferencia de energía (compuestos orgánicos) de los productores primarios a niveles tróficos más altos promueve el flujo de ésta en los ecosistemas. Cuando la concentración del fitoplancton es elevada permite el desarrollo y proliferación de los organismos de niveles tróficos más altos, como grandes comunidades de peces, mamíferos, aves e invertebrados (Figura 3). Una producción primaria elevada arrastra a toda la cadena alimentaria del ecosistema, ya que el fitoplancton es la base del alimento en el océano; por lo que de estos lugares proviene entre el 40 y 80% de los recursos pesqueros mundiales.
Existen varios tipos de surgencias o afloramientos: la oceánica, la ecuatorial y la costera; siendo esta última la más conocida y que ocurre por un desplazamiento de aguas superficiales, producido por el viento que sopla de forma paralela a la costa, las cuales son sustituidas por aguas provenientes del fondo (Figura 2). Este tipo de surgencia es el que tiene consecuencias más directas para la actividad humana; ya que la gran productividad que se da en esas zonas se traduce en importantes capturas pesqueras para las comunidades asentadas en la zona litoral cercana.
Los principales puntos de afloramiento en el mundo coinciden con grandes corrientes costeras que arrastran el agua superficial y sostienen importantes pesquerías (Figura 4): la corriente de Canarias con el afloramiento canario-sahariano (noroeste Africano), la corriente de Benguela con el namibio-sudafricano, la corriente de Humboldt con el peruano-chileno, la corriente de California, con el de California-Oregon y la corriente de Somalia con el del oeste de la India.
CONDICIONES Y RELEVANCIA
Para que ocurra la surgencia o afloramiento costero deben darse ciertas condiciones como: la interacción de vientos, las corrientes marinas y la rotación de la tierra en presencia de luz solar y nutrientes disueltos, además de una plataforma continental poco profunda, extensa y por supuesto, haya fitoplancton. Pero aparte de ésta hay otras formas de generar productividad primaria marina, existiendo dos categorías de procesos de enriquecimiento de nutrientes además de la surgencia, la mezcla de mareas y, la escorrentía terrestre y desagüe de ríos importantes. (Caddy y Bakun, 1994).
La productividad primaria es una razón de velocidad a la cual el carbón es fijado por los organismos fotosintéticos y cuantificado en función de un área determinada en un lapso de tiempo; generalmente se expresa en gramos de carbono por metro cuadrado por año (g de C/m 2 /año). De acuerdo a Kämpf et Chapman (2016) las surgencias se clasifican en 3 tipos de acuerdo a su productividad (Tabla 1). Se ha contabilizado un total de 125 focos de surgencia en el mundo, entre las más importantes están las producidas por las corrientes de Humboldt, California, Agulhas y de Canarias, denominándose Perú, California, Benguela y Canarias, respectivamente (Figura 4). En el mar Caribe sólo aparecen estos fenómenos oceanográficos en Venezuela, Colombia y México (Diaz Aguilar, 2017).
Desde los años 60 se han realizado estudios en la zona nororiental de Venezuela, relacionados con estas surgencias, entre los que destacan los efectuados por: Aparicio-Castro y Contreras (2000), evaluando los índices de surgencia costera inducida por el viento en esta región; Castellanos y colaboradores (2002), describiendo las áreas de surgencia al sur del mar Caribe examinadas con la banda infrarroja del Radiómetro de Muy Alta Resolución (AVHRR, por sus siglas en inglés) a bordo de un satélite de la serie NOAA de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés); Rincón y colaboradores (2008), analizando las características oceanográficas del flujo de Boca de Dragón, dada la influencia de la descarga del rio Orinoco y de la surgencia en la promoción de nutrientes; Rueda-Roa (2012), que evaluó la presencia y efectos de las surgencias en nuestras costas. En este último trabajo se reseña que las surgencias más fuertes aparecen en la región occidental y en la oriental; siendo esta última la de mayor importancia pesquera dada su implicación en permitir una mayor biomasa de peces, en especial la de pequeños pelágicos como la sardina (Sardinella aurita). Por último tenemos el trabajo desarrollado en el Proyecto CARIACO, durante el período de 1995 a 2017, donde se evaluó las características oceanográficas de la fosa de Cariaco. Es debido a estas condiciones oceanográficas que la zona marino-costera de la región nororiental tiene una gran importancia socioeconómica; ya que es la responsable de la existencia de los cuantiosos recursos hidrobiológicos que hacen de Venezuela un país con vocación pesquera.
LA SURGENCIA EN VENEZUELA
El potencial pesquero de Venezuela quedó inicialmente de manifiesto cuando Colón, al arribar a las costas nororientales en 1498 (Figura 5), descubrió que había extensos ostrales con perlas; siendo éstas el primer gran tesoro que el Nuevo Mundo reportó a la Corona española, mucho antes que el oro de los aztecas y la plata de los incas (Bueno Jiménez, 2012). Pero el Almirante también reseñó la existencia de numerosos asentamientos indígenas en las costas la península de Araya y en las islas de Margarita, Coche y Cubagua; los cuales dependían de la abundante pesca para su alimentación, ya que el ambiente allí era xerófilo y a duras penas permitía la cría extensiva de caprinos.
PERO, ¿A QUÉ SE DEBIÓ LA PARTICULAR RIQUEZA DE ESE MAR?
A la acción de los vientos Alisios procedentes del océano Atlántico que soplan intensamente durante el primer semestre del año en sentido noreste – suroeste, y que, junto a las corrientes superficiales y la batimetría de la plataforma continental, inducen a la formación de focos de aguas frías cerca de las costas que se dispersan predominantemente hacia el Nororiente de Venezuela (Figura 6). Aunque estos vientos se muestran más intensos hacia el occidente, la surgencia de la región oriental de Venezuela se manifiesta sobre una mayor área de influencia. (Castellanos y col., 2002).
Figura 6.- Principales focos de surgencia costera en Venezuela a partir de la imagen del sensor AVHRR, que muestra la temperatura superficial en la región sur del Mar Caribe (Proyecto CARIACO)
Adicionalmente, además de la surgencia que se presenta en esta zona la primera parte del año (Figura 7), también durante el período lluvioso descargan importantes ríos (San Juan, Orinoco, Esequibo y Amazonas), por lo que existe una mayor concentración de sedimentos que podría contribuir a justificar la enorme disponibilidad de recursos biológicos prácticamente todo el año. Pero evidentemente, el hecho que únicamente en esta región haya los mayores bancos sardineros, así como de moluscos bivalvos del Caribe, sugiere que exista una gran productividad biológica y por ende una extraordinaria riqueza pesquera mayor a la del resto del país.
De igual manera, Gómez-Gaspar y Acero (2020) sostienen que el oriente de Venezuela tiene mayor fertilidad y producción pesquera porque la masa de agua subsuperficial subtropical es la que abastece la surgencia durante los primeros meses del año (sequía). En el segundo semestre,cuando la surgencia se relaja, el área se enriquece con materia orgánica del río Orinoco y el aporte de biomasa fitoplanctónica proveniente de lagunas costeras, golfos y bahías semicerradas. También juega un papel fundamental la amplitud de la plataforma continental con la presencia de archipiélagos, islas mayores y menores que causan enriquecimientos locales y la concentración y retención del plancton. Esto último aumenta la productividad biológica y propicia la reproducción de los organismos. En términos de su productividad se puede considerar que el ecosistema nororiental como de alta productividad en comparación con otras surgencias (Tabla 2).
LA SURGENCIA NORORIENTAL Y SU RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD PESQUERA VENEZOLANA
Como se mencionó anteriormente, desde la época precolombina la pesca local fue la principal actividad productiva en estas comunidades costeras nororientales, debido a la abundancia y fácil acceso a dichos recursos; lo que trajo como consecuencia la integración directa e indirecta de la mayoría de los asentamientos de la población en las mismas zonas (Cunill Grau, 2007).
Además, las particulares condiciones climáticas (vientos, baja humedad y altas temperaturas) y la existencia de salinas favorecieron el establecimiento de las primeras industrias: la de la salazón o secaderos de pescado, cuya producción se distribuyó al resto del país llegando inclusive a exportarse a alguna de las Antillas menores.
Así se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX cuando los cuantiosos recursos derivados de la inmensa renta petrolera mejoraron sustancialmente la calidad de vida de los venezolanos, transformando la Venezuela rural, y con ello surgieron iniciativas empresariales como la de la industrialización de la sardina; con la creación de empresas enlatadoras como la Compañía Anónima Industrial de Pesca (C.A.I.P) en 1.941 (Figura 8).
Posteriormente el descubrimiento de otros recursos como camarones y atunes incentivó al sector privado a la construcción de flotas, instalaciones y servicios para aprovechar los mismos de manera industrial: muelles, frigoríficos, servicios de mantenimiento y reparación de unidades, así como procesamiento y distribución de productos pesqueros mejoraron sustancialmente la economía local.
A mediados de los años 70´s la actualización del conocimiento del potencial pesquero nororiental derivado de las investigaciones del sector científico y los ingresos originados por la bonanza petrolera influyeron considerablemente para que se multiplicaran las inversiones ahora con participación del sector oficial junto al privado, lo que trajo como consecuencia el crecimiento de la actividad pesquera y se afianzara así nuestro liderazgo en el Caribe como primer productor pesquero de la región (Figura 9).
LA ACTUALIDAD
La producción pesquera venezolana ha disminuido drásticamente desde el 2003 (Figura 9). En primer lugar, se ha venido citando que el cambio climático podría haber influido, ya que durante el período 1995- 2017 se incrementó la temperatura superficial del mar en el Golfo de Cariaco en 2,5 ºC. Algunos estudios recientes han señalado que el cambio climático ha provocado alteraciones significativas, a nivel mundial, en los parámetros físico-químicos del medio marino; disminuyendo la productividad primaria y por ende afectando la cadena trófica. El país no escapa de esta realidad, señalándose que entre 1995 y 2013 disminuyó la intensidad de los vientos Alisios y la surgencia asociada para la región nororiental de Venezuela; mientras que el promedio de la temperatura superficial del mar se elevó un 1°C. De igual forma, la productividad primaria declinó y las especies que constituían el fitoplancton varió (Muller-Karger y cols, 2010). Así mismo, Rueda (2012) indicó que la alteración de los patrones de los vientos Alisios, que estacionalmente soplan sobre la costa venezolana, también causó cambios en la intensidad de la surgencia e incidió en la disponibilidad de alimento para el recurso sardinero; lo que trajo como consecuencia que ésta se acercara más a la costa y facilitaran su captura, con una consecuente sobreexplotación al no tomarse las medidas de ordenación adecuadas.
En segundo lugar, se ha atribuido a que ha habido una prolongada crisis económica en el país, como todos conocen, que ha desencadenado en mayores necesidades de extracción (Figura 10), pese a las carencias de insumos, y una falta de compromiso con la evaluación periódica de estos recursos. Todo lo anterior, aunado a una ejecución de desacertadas políticas dirigidas a la pesca y acuicultura, han puesto en compromiso la salud de algunos de los más importantes recursos pesqueros venezolanos.
En todo caso, la situación ambiental ha contribuido a la afectación de la actividad pesquera nacional, con una drástica disminución de la producción, como se ha visto en los reportes oficiales; lo que ha repercutido en el desarrollo de lo que en años anteriores tuvo gran auge.
Referencias Consultadas:
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Gómez Gaspar A & P. A. Acero (2020). “Comparación de las surgencias de la Guajira colombiana y del oriente venezolano”. Bol. Investig. Mar. Costeras 49(2):131-72. Disponible en: http://boletin.invemar.org.co:8085/ojs/index.php/boletin/article/view/943
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