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PRESENTACIÓN EDITORIAL

Carlos E. Giménez B. - asesor FUNDATUN  - 30 de Octubre de 2024

En la presente edición del Boletín COFA convivencia pesquera es conveniente hacer referencia a los aniversarios de creación de cuatro importantes instituciones asociadas al proceso de desarrollo y conocimiento de la pesca y la acuicultura en Venezuela. La primera de ellas tiene que ver con personajes como los Biólogos Dr. Pablo Mandazén Soto (Hermano Ginés) y Dr. Benigno Román González (Hermano Benigno Román), quienes jugaron un papel fundamental en ese desarrollo apoyando fielmente la creación de una plataforma técnico-científica como la Fundación La Salle de Ciencias Naturales (FLASA) y cuyo Museo Oceanológico Hermano Benigno Román (MOBR), en honor al segundo, arribó a los 29 años de existencia dentro de los espacios físicos de la institución en el Campus de Margarita; ubicado en el municipio Tubores del estado Nueva Esparta. Las otras tres celebraciones tienen que ver con importantes dependencias de la Universidad de Oriente (UDO), motivadas a los 65 años del Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV) y los 40 años del Museo del Mar, ubicados en la ciudad de Cumaná (Edo. Sucre), en una doble celebración el día 12 de Octubre; a las que se suma los 46 años de la Escuela de Ciencias Aplicadas del Mar en la isla de Margarita (Edo. Nueva Esparta). Vayan a todas ellas las respectivas felicitaciones por el ferviente entusiasmo y empeño dispuesto, de parte de todos los involucrados, para superar tiempos de adversidades y mantener sus labores científicas y académicas de forma ininterrumpidas; cada una de ellas aportando una relevante labor para el conocimiento del mundo marino a través de la investigación, el resguardo, la educación y/o la divulgación del conocimiento sobre el mismo. Toca al público usuario e interesado, no solo maravillarse con la historia natural marina del país que se puede encontrar en estos espacios, sino tomar más conciencia de la relevancia e importancia de los mismos; así como brindarle más apoyo a este tipo de instituciones.

Es importante resaltar la importancia de la reciente publicación de la Resolución Ministerial DM/No. 009-24 en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 42.983 de fecha 11 de octubre del presente año, y valorar los elementos presentes para tener pesquerías sostenibles y responsables. Ésta no solo es válida para pescas en mares y cuerpos acuáticos de nuestra jurisdicción, sino también para aquellas pesquerías que trascienden estos límites jurisdiccionales; sobre todo en una pesquería tan importante para el país como es el caso del atún. Efectivamente, las pesquerías atuneras instaladas por nuestro país en el Océano Atlántico Centro-Occidental, área natural de pesca, y en el Océano Pacífico Oriental, como país no ribereño pero con Derechos Históricos adquiridos, deben responder a mandatos técnicos de explotación de tres Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP´s) atuneras, derivados de convenciones internacionales de las cuales el país es signatario, como son: la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA, mejor conocida por sus siglas en inglés como ICCAT), la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) y el Acuerdo sobre el Programa Internacional para la Conservación de los Delfines (APICD); últimas dos que rige en las aguas del Océano Pacífico Oriental (OPO). En este punto es pertinente recordar dos eventualidades respecto a eventos con las dos principales convenciones pesqueras (ICCAT y CIAT) de las que se forma parte. En el primero de los casos, pese a haber sido parte de la Conferencia de Plenipotenciarios sobre la Conservación del Atún del Atlántico, ocurrida en la ciudad de Río de Janeiro entre el 2 y 14 de mayo de 1966, y en la que se adopta el texto del Convenio para la Conservación del Atún del Atlántico que da origen a la ICCAT, no es sino hasta 1983 que el país consigna el documento legal aprobatorio ante el Órgano Depositario de la Convención, que es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), debido a un retardo involuntario. Algo parecido sucede con la Convención de Antigua, que modifica en aspectos sustantivos la convención original entre Estados Unidos y Costa Rica (Convención de 1949) que dio origen a la CIAT; siendo que el documento aprobatorio, firmado por el Presidente de la República en el año 2006, aún no ha sido consignado ante el Órgano Depositario de la Convención.

Un aspecto indudablemente de mucha importancia y trascendencia es que la Resolución publicada coloque o resalte lo pertinente a los factores institucionales involucrados y necesarios para garantizar una efectiva operatividad de un programa; dado que la magnitud de un Programa Nacional de Observadores a Bordo es realmente exigente en términos técnicos y científicos. Sobre este particular, vale la pena recordar que México fue de los primeros países con un programa de observadores a bordo de embarcaciones atuneras concordante con el instrumentado por la CIAT en el marco de La Convención, el cual pasó a llamarse Programa Nacional de Aprovechamiento del Atún y de Protección de Delfines (PNAAPD); no obstante a que México estuvo fuera de la misma por muchos años. Dicho programa compartía una cobertura del esfuerzo pesquero parecido al programa que había sido implementado al seno de la CIAT; el cual para el momento se ubicaba alrededor del 30% de cobertura. En 1999, con la creación de la Fundación para la Pesca Sostenida y Responsable de Túnidos (FUNDATUN), Venezuela inicia la instrumentación de su programa de observaciones científicas a bordo de la flota atunera venezolana que opera en el Área del Acuerdo de la CIAT. Con el apoyo legal de la Administración Pesquera, que en aquel entonces estuvo momentáneamente adscrita al Ministro del Poder Popular para el Comercio, se hizo la presentación ante el Panel Internacional de Revisión (PIR) del APICD del Programa Nacional de Observadores de Venezuela (PNOV) en la 22va Reunión y es aprobado en la 23va Reunión; siendo posteriormente autorizado por la CIAT e iniciando sus actividades en enero del año siguiente (2000). El programa se vió fortalecido por los acuerdos interinstitucionales que logra firmar FUNDATUN con universidades como la Universidad de Oriente (UDO), la Universidad Simón Bolívar (USB) y la Universidad Central de Venezuela (UCV). Posteriormente, países como Colombia y Panamá se orientaron fielmente por programa venezolano, al tomar en cuenta los resultados obtenidos de la gestión. Por eso era importante, como se señaló al inicio, que en la orientación política de la resolución en Gaceta se debieron tomar en consideración esos aspectos; por cuanto está demostrado, y quedó confirmado por el programa que manejó el Instituto Socialista de la Pesca y Acuicultura (INSOPESCA), que instaurar un programa en el seno de una institución estatal no ha tenido éxito.

El primero de los artículos aborda un tema que lamentablemente ha sido recurrente en múltiples ocasiones y que está asociado a una dificultad que se le presenta a las unidades pesqueras venezolanas que operan en la zona del Océano Pacífico Oriental (OPO), a través del pleno derecho desprendido de la participación de Venezuela en las dos convenciones Internacionales que rigen esa área; como son la CIAT y el APICD. La Internacionalista Wilmary Avariano trata con mucha claridad el tema, describiendo como, al atravesar el Canal de Panamá, la navegación se puede convertir en un Laberinto Legal para las unidades pesqueras venezolanas. En su escrito, resalta la jurisprudencia venezolana, su comparación con la panameña y hace alusión al Código de Bustamante como la referencia internacional; tomando en cuenta que se trata de un Código de Derecho Privado que ha sido ratificado por 20 países americanos y que fuera firmado en La Habana (Cuba) en 1928. A pesar de algunas imprecisiones de orden estrictamente técnico en materia de derecho que se le puedan señalar, el relato hace evidente que es definitivamente necesario que se integre en el país un grupo multidisciplinario e interinstitucional para atender la concurrencia, del país y de los armadores pesqueros, en todos estos tipos de escenarios; a los efectos que se logre una mejor participación, con una mayor seguridad y respaldo jurídico en base a los marcos normativos existentes. Muchos han sido los eventos en los que se ha tenido que litigar para hacer valer normativas internacionales de compromiso mutuo entre Panamá y Venezuela; hasta el punto de que en una oportunidad se tuvo que recurrir a presentar ante la Asamblea Nacional Panameña una serie de denuncias sobre los hechos que estaban incidiendo negativamente en la actividad atunera venezolana. Dicha reunión se efectuó a mediados de la década de los ochenta y derivó en una decisión importante, por cuanto se dio paso a una seguridad jurídica no discrecional y que efectivamente garantizaba la operatividad de la flota en el marco de las Convenciones Internacionales.

En el segundo artículo, el catedrático Ray Hilborn realiza una disertación argumental sobre la promesa de la Ley de Protección de la Vida Marina de California de “más peces, pesquerías más sostenibles y un ecosistema mejor protegido de las amenazas”; argumentación basada en una reciente revisión de 10 años realizada por la autoridad a cargo de las 124 Áreas Marinas Protegidas (AMP) en ese estado, el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California, y de numerosos artículos científicos. La argumentación es complementada, en una nota posterior, como respuesta a una controversia suscitada con el Catedrático de Naturaleza y Humanidad de la Universidad Stony Brook Carl Safina. Sin duda que deja muchas interrogantes para cuestionar y aprender de las lecciones que deja la argumentación.

Para cerrar, se actualizan los tradicionales aportes mensuales que tienen que ver con: el comportamiento y la tendencia del mes de los precios promedios de los productos pesqueros en la zona de Caracas, de la mano de la Economista Neira Soto y el Biólogo Abelardo A. Riera F.; el reporte sobre de captura de túnidos, estimados por especie y por países en la zona del Océano Pacífico Oriental (OPO), basados en los informes semanales que realiza la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) a los gobiernos; y la sección “Pescando La Noticia” con la información de interés, que se considera tiene alguna trascendencia y/o se les deben prestar particular atención; tal como fuera difundida y a la que se le invita a que Juzgue Ud. Mismo!!!, compartiendo sus opiniones y/o comentarios por mensajes a través de redes sociales o directamente al correo electrónico fundatuncofa@gmail.com.

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