ANUARIO 2017 3-Editorial: 8 años de autogestión y comunicación feminista 4- Carolina Luján: Ayer fuimos víctimas. Hoy somos personas empoderadas 10- Val Flores: “Una puede leer sobre género y poscolonialidad pero es fundamental intervenir en la práctica” 16- Aborto y discapacidad. Derecho al acceso a la información: nuevas redes en potencia 20- Del acoso virtual al activismo digital 26- ¿Dónde está Rosa Toledo? 28- 32° Encuentros Nacionales de mujeres, lesbianas, travestis y trans, Chaco 2017. Reconocer todas las realidades es hacer un feminismo para todxs 34- Entrevista a Ornella Infante: Política y militancia trans. “Tenemos que involucrarnos en todos los lugares históricamente negados” 38- Putas feministas. La afrenta del feminismo hegemónico 42- Mujeres de Kurdistán y la emancipación verdadera 48- Cristian Prieto y su libro Fichados. La memoria no es un privilegio heterosexual
STAFF Coordinación: Anahí Más, Sofía Espul, Valeria Tellechea, Nadia Beherens, Analía Daniela López. Colaboradorxs: Queremos agradecer especialmente a cada una que colaboró, de una manera u otra, durante todo el 2017 en Revista Furias. Este anuario es solo una pequeña selección arbitraria de lo publicado en nuestra página web. Fotografía: Florencia Di Tullio Diseño Gráfico: OrbeDiseño Diseño Web: Laura Cirocco 2
Registro de marca Furias. Nº3044385 www.revistafurias.com/info@revistafurias.com
Editorial
8 años de autogestión
y comunicación feminista Por Revista Furias
8 años atrás, cuando comenzamos este proyecto de comunicación autogestivo llamado Revista Furias, pensamos en hacer periodismo desde la perspectiva feminista. Muchos cambios han sucedido desde entonces hasta la fecha, y nos encontramos frente a una nueva huelga de mujeres, lesbianas, travas y trans que conmemora el 8 de marzo, que no sólo acontece en nuestro país, si no que sucede internacionalmente. Este fenómeno viene de la mano de nuevas identidades que son interpeladas por el feminismo y que empiezan a articular su acción política de diferentes maneras; una de ellas son las asambleas cada vez más concurridas. Por otro lado, también vemos como se han generalizado -aún no masificado- algunas concepciones básicas del feminismo, esto se puede ver en la amplia demanda de “productos feministas” que contienen frases. Hoy, cada vez más, se sale a la calle para ir al supermercado chino con una remera que dice “lo personal es político”, se anuda en bicicletas, en las mochilas y carteras de uso cotidiano el pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal y Gratuito. En la era de Macrisis, se visibilizan las economías autogestivas de identidades feministas dentro de estos ámbitos. Nos buscamos, nos damos trabajo, intercambiamos, nos ayudamos. Intentamos romper esos cercamientos de esta feroz economía política de miseria y hambre, de despidos, de ajuste y de represión. Ver la economía desde una mirada feminista también se volvió crucial para entender que no todo el trabajo es asalariado y que nuestros trabajos sostienen muchas vidas. Hacer periodismo desde la perspectiva feminista conlleva poner el cuerpo, conmoverse, ser parte del objeto que describimos. Este anuario es una pequeña selección de notas que hemos publicado en nuestro sitio web revistafurias.com a lo largo del 2017. La elección de las notas respondió al criterio de intentar
abarcar en un puñado de palabras un año intenso, cuando los femicidios están escalando y no son una excepción. Mientras, continuamos sosteniendo la memoria, reclamando por el esclarecimiento de los travesticidios de Diana Sacayán, Vanesa Zabala, Adriana Bonetto y tantas cuerpas que nos fueron arrebatadas, existencias que hacían temblar al mundo. Intentamos con este pantallazo dar comienzo a un año que se avecina intenso. Como resultado de la desidia e invisibilidad, fueron 15 los transfemicidios perpetrados en menos de dos meses. Un año que comenzó con algunas voces del feminismo, a quienes se les concedió la tarea de explicar en uno de los programas más vistos de la tv argentina qué es ser feminista. Con encuestas exprés en las redes sociales sobre el aborto donde gana largamente el SÍ a la despenalización y un pañuelazo con una buena convocatoria en el Congreso, televisado con zócalo. Damos inicio así a un año más de Furias. Por más análisis, más profundización y más voces en primera persona.
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a c t i v i s m o Carolina Luján
“Ayer fuimos víctimas. Hoy somos personas empoderadas”. Por Macarena Sanchez Volpe y Pau Daporta
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Carolina nos abrió las puertas de su casa y nos permitió adentrarnos en su micromundo, en su refugio. Enmarcadas en un patio que incluye huerta, sentadas en una mesa cubierta con las artesanías que estaba armando con piedras, alambres e hilos. De un vistazo, ni bien llegadas, sabíamos que lo que desandaríamos no sería una historia de humillación y violencia sino de empoderamiento y reconstrucción. Eso nos llevamos. Con eso nos quedamos. Eso socializamos. Carolina Luján es la primera denunciante de Cristian Aldana (Voz y líder de “El otro
yo”), quien se encuentra detenido desde el 21 de Diciembre en el Penal de Marcos Paz bajo la carátula de Abuso Sexual Agravado y Corrupción de Menores contra al menos siete mujeres.
¿Cómo te llega la noticia de que Aldana estaba preso? Estaba en el colectivo yendo a comprar los ingredientes para hacer pan dulce para la Navidad. En ese momento sonó el teléfono. Me estaban llamando de la querella, porque yo soy una de las tres querellantes dentro de la causa. Me avisa la abogada: “lo logramos, está preso”.
Casi me muero. De hecho se enteró todo el colectivo porque grité “¡gracias, gracias, gracias!”. No lo podía creer, fue un shock. Me dieron muchas ganas de avisarles a mis compañeras y a mis amigas, porque la querella no se había podido comunicar con ellas. Así que cargué el celular y empecé a llamarlas para avisarles, y fue muy loco. De a poco voy cayendo cada vez más y se van ubicando más las cosas, con este suceso y con todo, porque forma parte de toda una historia de vida, también. Es muy impresionante, es como al fin un respiro. Estábamos igualmente a la expecta-
tiva porque era una preventiva, no se sabía si iba a quedar preso hasta el juicio o no, si era sólo para indagarlo; porque lo que había sucedido es que nosotras durante todo este año estuvimos laburando un montón con “Ya no nos callamos más”, que es la proclama que yo utilicé para la pancarta; y después Charlie y Felicitas cuando armaron el blog con otras compañeras más utilizaron la misma proclama. Estuvimos dando charlas por universidades, escuelas, centros culturales, armando encuentros y visibilizando durante todo el año no sólo nuestro caso sino también el de las otras compañeras: las denunciantes de Carrasco, de Palma, de Miguel del Pópolo, y de muchos más. Y también creando un espacio para que todas podamos contar nuestras historias y que se genere ahí una reciprocidad, una hermandad, una liberación también, y una visibilización ante todo. Así que fue el resultado de todo este año de mucho laburo, y también el resultado de muchos años de laburo independiente de cada una. Y personalmente, bueno, desde que hice la pancarta y desde que hice las tres primeras denuncias en 2010. Estábamos a la expectativa, creo que a los tres días de esto, yo estaba feriando en Centenario y me llaman de C5N. Me dicen que me querían hacer una nota en vivo, si podía ir al canal. Les dije que no, que estaba feriando y me dicen “bueno, mandamos un móvil”. Me sorprendió, porque todavía yo no sabía que había salido el fallo. Y en vivo y en directo Mauro Zeta me lee el fallo y bueno, se ve en la nota, fue una emoción muy grande. Primero porque escuchar a un juez, sabiendo lo que es esta justicia patriarcal y habiendo tenido la experiencia tan mala que tuve en 2010, tanto en la comisaría de la AntiMujer de Morón como también en CABA. Escuchar esas palabras de un juez para mí
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“Está marcando un precedente que es para todo el movimiento, ¿no? Porque si esto se está logrando con una
persona se tiene que lograr absolutamente con todos los violentos, abusadores, violadores y femicidas. Esto es
muy importante que lo tengamos en cuenta. Por eso el logro es colectivo.”
fue “guau, esto realmente es un antes y un después”. Está marcando un precedente que es para todo el movimiento, ¿no? Porque si esto se está logrando con una persona se tiene que lograr absolutamente con todos los violentos, abusadores, violadores y femicidas. Esto es muy importante que lo tengamos en cuenta. Por eso el logro es colectivo. Cuando todos estos años estuve hablando con otras compañeras y personas que han vivido situaciones similares -o iguales, o peores-, siempre había como una reciprocidad y un entendimiento. Pero cuesta un poco más cuando la otra persona o está cegada de ver la violencia que vive en el día a día, o simplemente no tiene empatía. Y escuchar esas palabras de un juez, tan detallado, tan claramente, tan como nosotras lo vivimos. Porque es real, esta persona se abusó de su condición de ídolo, “El otro yo” es una red de corrupción de menores, dentro del rock argentino hay también una corrupción, una red cómplice, una red que actúa. Porque él no es el único abusador, hay muchos más, no es el único violento. Entonces fue como…“al fin”.
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Pienso en esto que decís, “sabemos que tenemos razón, pero que te lo diga desde afuera alguien que forma parte del sis-
tema opresor es como decir… ¡guau!” Avanzamos diez casilleros para visibilizar, para reconocer, y de alguna forma en el proceso de reconstrucción. Porque el proceso de reconstrucción es interno, pero si hay un reconocimiento desde afuera vuelve a ser más vivible tu vida, más vivible la vida de los demás. Realmente es muy feo contar tu historia. Por eso reivindicamos toda forma de denuncia: agarrar los aerosoles, hacer fanzines, hacer encuentros. Porque la realidad es que no es lindo ir a denunciar: el proceso es lento, es doloroso, es revictimizante, la justicia es patriarcal, es machista, eso es una realidad. Siempre desde ese lugar de alerta, entendiendo en qué sistema nos estamos moviendo y que la lucha es contra eso. O sea, contar nuestras historias, hablar, rompe ese sistema putrefacto machista. No es solamente una liberación personal; es ayudar a desentramar y a transformar esto, a deconstruirlo. Porque claramente no sirve, nunca sirvió y no va a servir. Entonces desde ahí es como tomar la importancia de lo que es hablar. Y desde ese habla y desde esa expresión, también estar muy alertas las personas que tomamos la palabra y decidimos exponer nuestras historias y denunciar. Porque no es sólo una denuncia a una persona, es una denuncia a un sis-
tema, a una justicia, a toda la construcción heterosexual hegemónica, es toda una construcción y no es uno solo el responsable: uno es el perpetrador, pero hay toda una sociedad que está dando vuelta la cara sistemáticamente ante estos casos, desde lo más pequeño como en un colectivo cuando te tocan el culo, hasta lo más grande como es un femicidio o una violación. Y esto se ve adentro de las casas, fuera de las casas, en todos lados, en la televisión. Entonces, si yo estoy haciendo esta denuncia, a mí me parece muy importante ser lo más consecuente posible con todo lo que estoy diciendo. Y desde ahí es mi lucha personal y mi aporte individual a la gran trama que se está gestando mundialmente. Me parece que es muy importante eso, estar muy alertas a nosotras mismas para poder combatir eso de ahí afuera. Porque la primera guerra que tenemos es contra nosotras mismas cuando no nos queremos, cuando nos revictimizamos. Todo eso que genera esa violencia de afuera, genera también un autocastigo dentro, y es muy difícil salir de ese círculo. Lleva todo un proceso la autovaloración, el respeto propio y el ser consecuentes con eso por lo que vamos a luchar. Para poder salir a luchar contra todo esto, claramente hubo antes todo un proceso individual para poder estar de pie. Porque si no estaría destrozada, como lo estuve. No sé cómo hubiera sido si esto me hubiera pasado en 2010 cuando hice las primeras denuncias, tenía veinte años, y no sé, no lo podría haber manejado realmente. A todas las compañeras que se animan y toman las fuerzas para poder esbozar sus historias, que sepan que hay toda una gran comunidad de personas hermosas en el país y en todo el mundo, feministas, donde van a encontrar apoyo, hermandad, un sostén para poder hacer ese otro
trabajo que viene después de dar la palabra, que es curar la herida. Y darnos cuenta del poder que se genera cuando se toma la palabra, y tu historia ya no es una carga, sino un motor para dar fuerza a otras personas. Eso es bellísimo y muy reparador también. Desde 2010, cuando empezaste a denunciar, hasta hoy… ¿Notás que hubo algún cambio significativo en cuanto a los procesos, a lo que representa ir a hacer una denuncia, presentar declaración, etc.? Estamos en un momento histórico en el que hay una polaridad muy grande. Por un lado, la opresión llegó a un punto tal que tuvimos que salir a las calles y en este último Encuentro Nacional de Mujeres fuimos cien mil aproximadamente, todas bajo la misma bandera que es “basta, esto no lo queremos más y no vamos a aceptarlo bajo ninguna forma y bajo ningún pretexto”. Y al mismo tiempo ganó Macri, que es una realidad que nos está atravesando en el día a día. Todo está saliendo, como un volcán, está saliendo toda la basura afuera: el racismo, la discriminación, el sexismo. Y estamos en ese momento en que, desde mi humilde lugar, me parece que la mejor herramienta es ser muy consecuentes con los pasos que damos en el día a día. Entender y saber que estamos en un momento histórico de quiebre, en el que lo que siempre se supo y lo que siempre se vio como algo naturalizado (por miedo, por silencio, por una cultura de la violación, por un montón de razones) hoy se está diciendo “NO”. Y se está accionando para que eso no siga sucediendo. Y esa es mi utopía, es mi sueño, yo no quiero que esto le suceda a nadie más, cada historia que compartimos es desgarradora. Y nadie se lo merece, nadie se merece vivir bajo esta opresión y bajo este sistema nefasto en que vivimos. Pero bueno, es importante eso: verlo e ir trans-
formándolo día a día, y en cada paso.
En tu caso particular, esta sanación o este inicio de un proceso, va de la mano con un proceso histórico ¿en qué momento a vos “te cae la ficha” y te das cuenta de que lo que te estaba sucediendo no era normal, que no estaba bien? Tiene que ver con la importancia de esos pequeños gestos, de estar ahí, de escuchar y estar alertas. Porque, por ejemplo, yo tuve una banda toda mi adolescencia, desde los trece años. Hoy escucho las canciones y yo estaba gritando a viva voz que me ayuden, mis canciones eran muy explícitas, las letras eran muy explícitas. Yo creo que el momento de darme cuenta se dio porque hubo toda una secuencia atrás de pequeños actos de personas que me rodeaban. Me acuerdo de un amigo que me dejó de hablar porque veía la situación, y me decía “algún día me vas a entender”, hoy después de todo esto se volvió a conectar conmigo. Mi niñez fue atravesada por la pobreza. También fue atravesada por el machismo, porque mi padre dejó a mi madre cuando estaba embarazada y ella tuvo que salir a trabajar (una historia que lamentablemente vivimos muchas personas). Hubo una situación de vulnerabilidad, y hubo situaciones de violencia también en mi niñez. Cuando tenía catorce años iba contándole (a Cristian Aldana) todas estas cosas: que no tenía papá, que había sido abusada y él toda esa información que me iba preguntando (porque los psicópatas actúan así, te van sacando información de a poco para después manipularte a través de eso) en vez de usarla para actuar como una buena influencia, la utilizó para menospreciarme aún más. Eso se vio muy claro cuando convivimos. Y el “click” creo que
“A todas las compañeras que se animan y toman las fuerzas para poder esbozar sus historias, que sepan que hay toda una gran comunidad de personas hermosas en el país y en todo el mundo, feministas, donde van a encontrar apoyo, hermandad, un sostén para poder hacer ese otro trabajo que viene después de dar la palabra, que es curar la herida.” fue que dentro de todo eso hubo personas que se acercaron, y en algún momento me dieron un abrazo, y en algún momento me dieron su apoyo, y de algún modo estuvieron ahí. Eso es muy importante, muy crucial en todo esto. Una demostración aunque sea mínima de cariño, salva vidas, te salva la mente. Hay un sostén, hay una referencia. Si yo no tengo una mínima referencia de cariño cómo voy a salir de una situación así, cómo no voy a estar sumida en ese dolor o en esa depresión, cómo no voy a volver a repetir la historia… Muchas personas que fuimos abusadas en nuestra niñez después terminamos en relaciones violentas por toda esta situación de vulnerabilidad que el psicópata aprovecha. Entonces ahí nos damos cuenta de que el problema es social, y de que todas las personas tenemos responsabilidad de todos los hechos de violencia que suceden en este entramado
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que todos estamos alimentando día a día con nuestras acciones. Yo no puedo decir “eso le pasó a mi vecino, y yo no tengo nada que ver”. Porque soy cómplice cuando prendo la tele y consumo a Tinelli, cuando consumo toda la estructura que me está oprimiendo y no la estoy cuestionando. Por eso hablo de ser consecuentes y de estar alertas, de escuchar a las personas que nos rodean, de escuchar a esas niñeces. Yo no digo que vamos a ser salvadores ni salvadoras de nadie, pero sí tener la conciencia de que tenemos una cuota de responsabilidad y de que realmente podemos aplicarla en todo momento y en todas las situaciones. Transformar esto es una responsabilidad de todos. Y no es sólo en las calles, es en las calles y es adentro de las casas.
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Es el juego que se da entre lo público y lo privado. Una no está ajena a la posibilidad de “cruzarse con un loquito” y que le pase algo. Pero la mayoría de estos casos de violencia vienen de nuestro entorno más cercano. Vienen, como vos nos decías, de la niñez, de formar una pareja. Es esta mixtura de lo público y lo privado que se tiene que desvanecer en este sentido. Es un proceso, también es ir allanando el terreno. Porque yo estoy pudiendo decir esto gracias a que mi generación anterior hizo otras cosas, y la anterior otras cosas, y la que sigue hará otras cosas. También les quería compartir que la persona que abusó de mí cuando tenía cuatro años, que se llama Maximiliano Espina, hoy está preso en la preventiva. Y ayer me enteré de que está preso en Marcos Paz también, con Cristian Aldana. Así que para mí personalmente eso también es todo un suceso revolucionario. Estoy muy agradecida a las personas que lo denunciaron, quienes lamentablemente fueron vícti-
mas también de esta persona. Les costó mucho romper el silencio. Y con esto quiero desmantelar todo esto que sucede dentro de la sociedad familia, que también es otro estado que hay que transformar definitivamente, por la importancia de lo que sucede detrás de la puerta. La importancia de hablar, de expresar, porque estamos abriéndole puertas a muchas personas para sacarse eso de encima. Yo no soy víctima hoy. No somos más víctimas de estas personas. Fuimos víctimas. Hoy somos personas empoderadas que estamos dispuestas a cambiar eso que nos oprimió, para poder liberar el camino a nosotras primordialmente, y así a todos y todas colectivamente. Expresar realmente resignifica, sana, cambia. Y realmente es revolucionario hoy en día tomar la palabra sin miedo, sin vergüenza, y sabiendo que hay un montón de personas que te van a estar apoyando. La cultura de la revictimización la estamos combatiendo día a día con nuestra palabra, con nuestra fuerza. Y cada vez más gente abre los ojos; ahora con el video, con el fallo y con Aldana preso esperando el juicio. Es impresionante la cantidad de ex fans que me han escrito pidiéndonos disculpas, diciéndonos lo cegados que habían estado. Es un proceso, yo realmente no los culpo, pero llamo a la reflexión y a que abramos los ojos. Porque cerrar los ojos se cobra vidas, cerrar los ojos mata a gente. Hace un momento mencionabas el caso de Dante Palma, cuya denunciante es Julieta. Vos estabas dentro de una comunidad de fans de un determinado grupo. Ella, en el paralelo, estaba dentro de una agrupación política donde supuestamente uno está contenido dentro de determinadas redes, pero la palabra se diluye en la figura del líder musical, del referente político, ¿q pasa con ese en-
“…hay toda una sociedad que está dando vuelta la cara sistemáticamente ante estos casos, desde lo más pequeño como en un colectivo cuando te tocan el culo, hasta lo más grande como es un femicidio o una violación…” torno? ¿cómo es el proceso con el entorno de la banda, con los fans, con los músicos, con la hermana de Aldana? Para mí es muy importante poder discernir y alejar a toda persona contaminante de tu alrededor, porque son las que te ponen la cara. Prefiero tener a dos personas a mi lado, pero que esas personas sean de calidad, y no que me estén machacando y revictimizando constantemente. En concreto, hay dos mujeres de las que no me olvido más. A una le cuento en los camarines del teatro de Lacroze que habíamos vivido una situación violenta, que yo estaba cansada, me acuerdo que me puse muy mal y le conté que me había golpeado y ella me agarra la mano y me dice: “bueno, tranquila, vos tenés que entender que él está con mucho trabajo, que está muy estresado”. Le cuento a otra chica y me contesta “ay, no me cuentes más, que me hace mal y tengo ganas de retarlo”.
Mucho después, cuando estábamos en el último período de convivencia, donde la violencia ya era terrible, hubo una secuencia: una situación en la cual Aldana me golpea, me viola, me dice un millón de aberraciones, todo con una locura de llanto, de pegarme mientras me decía “te amo”. Tocan el timbre y era un compañero de él, de la Unión de Músicos Independientes. Esta persona entra al departamento, yo estaba llorando desconsolada (imaginate mi aspecto, acababa de ser golpeada y violada). Aldana le da las llaves del departamento, le dice “tomá, hacete cargo, no me la aguanto más”, y se va, me deja con esa persona ahí. Yo le digo que me quería ir para la casa de mi mamá. Y me dice “bueno, andá al baño, lavate la cara”, yo llorando sin parar, colorada y golpeada. Esa persona me acompañó hasta la estación de Once, me compró una gaseosa. Me dijo “tranquila, relájate, Cristian está muy estresado, él me hizo muy bien a mí, es mi mejor amigo, ya se le va a pasar”. Me dejó ahí y yo me tomé el tren en shock hasta lo de mi mamá. Esa persona obviamente va a tener que dar explicaciones en la justicia. Y seguramente lo encubra, porque la Unión de Músicos Independientes es un espacio encubridor, es un espacio revictimizante, es un espacio que nada tiene que ver con la música independiente ni con los logros independientes, que es una mentira. Loco, armen otros espacios que no los sostengan abusadores ni encubridores de abusadores. Lo siento mucho si les quita trabajo a muchas personas. A nosotras nos quitó la inocencia y muchas otras cosas mucho más importantes que un dinero mensual.
La carátula contra Aldana es “corrupción de menores”, ¿hay chance de que más personas terminen procesadas o en pri-
“La cultura de la revictimización la estamos combatiendo día a día con nuestra palabra, con nuestra fuerza. Y cada vez más gente abre los ojos.” sión? Nos contabas que vos lo conociste porque en un recital alguien de su entorno te preguntó si querías conocerlo y los presentó. Cuando la UFEM pone ese título, esa carátula “corrupción de menores”, a mí me cerró todo. Yo siempre lo había visto, pero no le había puesto un nombre. Ese es un proceso también, ponerle nombre a las cosas que te suceden para poder ubicarlas y acomodarlas. Van a tener que ir mucha gente a declarar. Si van a ir presos, no lo sé. Ojalá. Porque varias personas se merecen ir presas. Porque nuestra vida vale y lo que hicieron con nosotras no es gratuito. Ojalá vayan presas todas las personas que tengan que ir presas, no sólo en este, sino en todos los casos. En este caso nombramos a un montón de personas, de bandas, de gente de la Unión de Músicos Independientes, y gente que trabajaba con él, sonidistas, etc. Bueno, toda esa red obviamente está en la declaración. La persona a la que estamos denunciando por violación, por corrupción de menores, por abuso sexual, por contagio de enfermedad, por golpes, por manipulación, por abuso psicológico, es Cristian Humberto Aldana. Y en su declaración, un montón de personas que accionaron para que esto sea favorable.
Ojalá que tengan también su castigo. Ojalá. No lo sé, la verdad. Está declarado, pero no lo sé.
¿Cuál viene siendo en este tiempo tu relación con los medios? ¿Cómo ves (y sentís) que cubren este hecho, cuál es la perspectiva con la que lo tratan? Yo apagué el televisor hace muchos años. Me parece que no sirve para mucho, dado y utilizado como se utiliza, en su mayoría. Y también hay un doble discurso, en contra de la violencia de género, pero te corto la tanga en vivo, y revictimizo de una forma, y humillo y trato de objeto. Entonces hay un doble discurso muy grande, que es esto que está sucediendo: la mierda está saliendo, la estás viendo. Estás acostumbrado a una cosa que para cambiarla hay que tomar decisiones, y a mucha gente le cuesta tomar decisiones porque están muy cómodos. Trato de elegir muy bien a quién darle una nota y con quién expresarme. También me parece importante que todas las personas que se abren a dar alguna nota periodística siempre estén alertas a tener el control del manejo de la situación, para que no sea una alimentación de morbo, o no sea lo que el medio quiera, y empezar a empoderarnos de ese modo. Y creo que si el caso este se está viendo desde una perspectiva bastante coherente, es gracias a todas nosotras, gracias al movimiento y a las denunciantes que le damos esa coherencia. Porque del otro lado obviamente siempre están las ganitas del morbo, porque es lo que vende. Entonces la coherencia la damos nosotras, y por eso es tan importante sabernos fuertes, estar acompañadas y estar todas juntas. Sola no se puede. *Entrevista realizada el 11/12/2017 para el programa radial “Lo Menos Pensado”.
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e d u c a c i ó n a c t i v i s m o
Val Flores
“Una puede leer sobre género y
poscolonialidad pero es fundamental
intervenir en la práctica”
Por Estefania Veronica Santoro y Andrea Beltramo
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Val Flores es escritora, profesora y activista lesbiana feminista. A través de sus textos y su carrera docente supo visibilizar y cuestionar determinadas narrativas que reproducen la heteronorma en el ámbito educativo. Cree necesaria la emergencia de textos político-disruptivos, que desafíen los límites discursivos vigentes y permitan florecer otras formas de escritura y de nombrar la sexualidad, la cultura y la sociedad en su conjunto. Charlamos con ella para conocer qué prácticas hay que desnaturalizar en las aulas y cuáles son las “normas” que nos enseñaron y continuamos reproduciendo. Además, nos adentramos en su nuevo libro “El sótano de San Telmo” y sus investigaciones sobre el activismo lésbico en Argentina.
En tu etapa de docente de escuela primaria implementaste talleres de sexualidad. ¿Cuál era la dinámica de aquellas clases y cómo las preparabas para “correrte” de los textos escolares que imponen determinada sexualidad y que acompañan la heteronorma? Trabajé 15 años en escuelas primarias de la ciudad de Neuquén. La intervención dentro de mi propia práctica sobre sexualidad, géneros y deseos fue variando a lo largo de los años y tiene que ver con los cruces con el activismo y una formación bastante autodidacta desde el feminismo, la disidencia sexual, la teoría queer. Hubo todo un proceso. Desde un principio fue el de incorporar la temática dentro de algún área, en general el área de naturales. Le fui dando un espacio y tiempo propios al taller de
sexualidad como tal, con actividades corporales, de debate, desplazando el guión escolar de la clase hacia otros formatos mucho más participativos y lúdicos. Tiene que ver con las biografías políticas y pedagógicas activistas y feministas. Esa confluencia de saberes permitió que el recorrido de ese tipo de intervención vaya cambiando: desde una postura más encuadrada en un feminismo, tal vez, más clásico a propuestas un poco más radicales y menos ortodoxas.
En tu escrito “Alegorías del temblor” hablás de la necesidad de deshacerse del conservadurismo social y político que imponen los textos escolares y que inevitablemente coartan la formación de un adolescente. Como docente,
¿qué se podría hacer para elegir otro camino que no sea el impuesto? ¿Cómo lograste hacerlo desde tu experiencia? Usaba materiales que por ahí no tenían que ver con la escuela y los buscaba, o también los producía. Todo el tiempo tenía una mirada atenta sobre esa capilaridad de las prácticas que organiza el espacio escolar. Desde el material que les das a los chicos a cómo se dispone el espacio, las voces, las relaciones entre chicos y chicas, estar de algún modo interviniendo esas micro-situaciones donde se va produciendo el género. Por ejemplo, en el almuerzo, los varones repetían la comida porque eran los más rápidos en comer y las nenas no llegaban a repetir. Otra situación similar se daba en los recreos: tenía un alumno amanerado, los varones constantemente lo acosaban, le sacaban la pelota. Entonces, acudía a la maestra que estaba a cargo del sector para que preste atención a ese tipo de situaciones. Otro caso es el de los profesores de educación física, respecto a las ejercitaciones que establecían para chicos y chicas: saltar a la soga, los chicos lo hacían 20 veces y las chicas, 40.
Foto.: Nati Aue
Por otro lado, te nombraste lesbiana en la escuela; desde el lugar de la docencia, ¿qué reacciones notaste? No pensé el proceso de visibilidad como un fin en sí mismo sino como una herramienta que permite politizar o (des)heterosexualizar la tarea docente, como siempre, en el marco de una propuesta de repensar la producción del conocimiento escolar. No fue solo “salir del closet” y como maestra decir “soy
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lesbiana”, sino que esa autoafirmación estuviera ligada a una problematización del conocimiento dentro de la escuela y por lo tanto, en la articulación de una propuesta que sea descolonizadora, antirracista, que tenga una perspectiva de clase porque sino quedamos entrampados en una cuestión meramente identitaria que no interpela la norma que rige el conocimiento escolar. A nivel personal, creo que tuvo la posibilidad del empoderamiento, de plantarme y entrar más entera al aula y a su vez, dentro de las reacciones de los chicos y las chicas ante el proceso de visibilidad conjugada con una propuesta crítica, me tomaron como la maestra que siempre tenía algo para decir. Era una conjunción de cosas que a veces estallaba en los sentidos más instalados respecto de lo que debe ser la maestra, la práctica, la escuela en sí y generaba una incomodidad, un interrogante y también reacciones violentas. De parte de los chicos y las chicas, en general, las chicas tienen una recepción bastante amigable, genera un diálogo, inquietudes y curiosidad. En los varones, los que tienen una masculinidad más hegemónica, hay una resistencia que se muestra en repreguntar: “Seño, ¿usted tiene novio?”; lo repreguntan como una forma de negar.
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Con las madres y los padres, ¿qué reacciones hubo? Algunas madres me venían a consultar si yo había dicho “eso” en la escuela. “Eso”, nunca nombraban la palabra lesbiana ni lesbianismo. También hubo algunos padres varones que nunca venían a las reuniones, no los conocía y apare-
cían de forma intimidatoria, enojados porque había comentado ante los chicos mi identidad sexual. Cuando me corté el pelo, incrementó la violencia de los padres que pretendían que me adecuara a los parámetros de lo que debe ser una maestra. Pero hay que pensarlo en el contexto, porque cuando yo empiezo a trabajar sobre cuestiones de sexualidad y géneros en la escuela, en Neuquén ya había una ley provincial de educación sexual desde 1997, previa a la ley nacional que crea el programa de educación sexual integral. Es decir, que ya había un marco jurídico que habilitaba el tratamiento de este tema. Lo que no había era una decisión política de que esto se implementara en las escuelas. Por ejemplo, las escuelas privadas y católicas tienen programas de educación sexual, pero están orientados a fines reproductivos, a reforzar la heterosexualidad y los mandatos de la maternidad.
Ante estas reacciones de la “comunidad educativa”, ¿tuviste que crear una pedagogía propia, o pudiste entablar relaciones con otras docentes como para tener una línea distinta que cuestione el discurso de la heteronorma? Eso variaba según la escuela. En una pude hacer articulación con mi compañera con la que daba clases en otras áreas. Y en la última escuela en la que estuve, en la zona oeste de la ciudad de Neuquén -que es una zona más empobrecida- titularizamos en un año varias maestras nuevas. La directora también era nueva y eso creó todo un proyecto pedagógico bastante singular y muy potente, de mucho trabajo grupal, mucho
debate pedagógico y político. La escuela tuvo distintas líneas que tenían que ver con el trabajo en educación sexual, tal vez no todas las maestras implementando los talleres, pero sí mínimas reflexiones que tenían que ver con la cuestión de género, los chistes sexistas, heterosexistas, el trabajo sobre los actos escolares encarándolos siempre en vinculación con la comunidad. Para un acto del “Día de la Independencia”, hicimos preguntas sobre el presente y se llamaba “La toma”; la toma de la palabra por parte de las mujeres, la toma de la vida con las Madres de Plaza de Mayo, la toma de la tierra por parte de la comunidad, la toma de la fábrica por los obreros de Zanón.
¿Qué otras prácticas desnaturalizaste para que entren en tensión para su cuestionamiento entre lxs estudiantes? La propuesta de sexualidad tenía otros modos de escucha que hacía que fuera más permeable a repensar algunas prácticas, incluso en un momento pensamos cambiar las filas de chicos y chicas y eso generó discusiones porque era como si se derrumbaran los cimientos de una institución. Cuando yo lo planteé a la entrada, generó muchísima resistencia por parte de las madres que planteaban cosas como: “Ah bueno, después van a ir al baño todos juntos”. Era un pánico moral y sexual porque justo lo planteaba una maestra lesbiana. Donde encontramos más resistencia en desbaratar la formación fue en los varones, para ellos pasarse a ese lugar simbólico que está instalado para las nenas implicaba un cambio de gé-
nero que los feminizaba. En este sentido, algunas maestras no ponían mucho énfasis en tratar de modificar esa práctica pero sí ponían mucha energía en el tema de la gripe A, por ejemplo, en llevarlos al baño, lavarles las manos, volver… Como que esa práctica sí merecía tiempo y compromiso para hacerlo, ahora esto de cambiar las filas se intentó dos o tres veces y como no resultó se dejó.
En estas prácticas descolonizadoras, en el desplazamiento del poder y la construcción de autoridad, que en principio genera obediencia inmediata, se genera tensión con las teorías que se leen. ¿Notaste esa tensión en vos como lectora o como estudiante? Tengo una relación con la teoría que no es la que se instituye en general en la academia. Entonces, para mí, producir teóricamente es poner la práctica en el centro de escena y construir desde ahí en términos de praxis política. Por un lado, es una disputa con ciertos modos de producción académicos y por otro lado, también dentro del activismo donde hay cierta impugnación de la producción teórica, porque la producción teórica está vista como una tarea que se hace por fuera de los contextos y desvinculada de las prácticas. En este sentido, creo que las maestras sí históricamente tienen un lugar de subordinación intelectual, así que para mí, pensar la práctica y producir teóricamente es una forma de disputar ese lugar de subordinación, de apostar a la autonomía intelectual y esto es intervenir también el dispositivo de feminización de las maestras. El sistema
“La propuesta de sexualidad tenía otros modos de escucha que hacía que fuera más permeable a repensar algunas prácticas, incluso en un momento pensamos cambiar las filas de chicos y chicas y eso generó discusiones porque era como si se derrumbaran los cimientos de una institución”. educativo es super jerárquico y produce esa feminización, donde las maestras de primaria o de inicial son el último orejón del tarro. Son aquellas que deberían bajar la teoría a su práctica. Esas concepciones no me resuenan. Sí me alimento de producciones académicas, obviamente, para mí es un tráfico constante sin dejar de estar atenta a que la academia impone determinados modos de construcción de conocimiento donde el cuerpo del investigador está soslayado o autoinvisibilizado para construir el criterio de objetividad. Pero no sé si me pondría a pensar tanto en que los que producen académicamente no tienen que ver con la práctica sino que hay algo más para problematizar que es el modo de producción de conocimiento. Es una práctica constante
donde tenemos que descolonizar nuestros propios cuerpos en contextos particulares porque son disposiciones que hemos construido en relación a otros cuerpos. Es una práctica de vida constante.
Volviendo a las aulas, considerando que la autoridad es la maestra y los demás son personas “sin luz” (alumnos), subordinadas a recibir información constante como una paralización de lo corporal y una construcción de obediencia… Una puede sentarse a leer cuestiones de género, poscolonialidad, pero es fundamental intervenir los modos de la práctica y los modos de hacer del cuerpo. En nuestras propias historias escolares, si uno se pone a pensar, ¿cuáles son las cuestiones que hicieron huella, de las cuales tenemos memoria? Siempre hay algo relacionado a la corporalidad que está presente. Nuestras propias historias nos están diciendo cómo construimos memoria, cómo construimos esos aprendizajes que muchas veces son mucho más significativos de eso que está pasando, de lo que está enseñando la maestra en ese momento. Esas miles de formas de habitar los cuerpos si no tienen una presencia dentro del aula a través de materiales gráficos, a través de audios donde se pueda también escuchar otros tonos de voz, hay algo de la cuestión perceptiva en la que tiene que intervenir la escuela. Siempre nos encontramos una lámina con un nene o una nena con una carita sonriente, con formas muy suaves porque están vinculadas a cómo debería ser la infancia y no hay otras
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experiencias visuales, sonoras, corporales, entonces no hay manera de transformar esos modos de hacer del cuerpo o darle vida o entidad a otras formas para ser niños y niñas.
Citando uno de tus textos, ¿de qué manera es posible desmontar la lengua del mandato de la que vos hablás y qué caminos podemos transitar para criar la lengua del desacato? Es un diálogo que mantuve con dos activistas chilenos. Fue una apuesta de Jorge Díaz -que pertenece a la Coordinadora Universitaria de la Disidencia Se-
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“...diversidad sexual es otra forma de nombrar lo
que no es heteronormativo entonces lo que se termina haciendo es no poner en el centro de la escena la norma que organiza la sexualidad: la heteronormatividad.”
xual (CUDS)- y Enrique Murga. Esa coordinadora en la Universidad de Santiago de Chile es un grupo con el cual diálogo dado que tienen una apuesta por la producción de otras ficciones feministas, parte de entender el lenguaje como un campo político donde se puede intervenir. A partir de un diálogo virtual que mantuvimos se organizó el fanzine. La idea es pensar el lenguaje como aquel contrato fundamental que organiza al mundo y la necesidad de intervenirlo para desarmar esas categorías que resultan opresivas y son normativas que requieren ponerse a pensar en la lengua del desacato, en la posibilidad de construir una lengua que intervenga constantemente esas normativas.
¿Qué importancia tiene para vos hablar de disidencia sexual en lugar de diversidad sexual? Para mí, disidencia sexual es una práctica política epistemológica y afectiva que tiene que ver con estar analizando permanentemente como funcionan las políticas sexuales en articulación con las políticas económicas, culturales, sociales y estar atenta a todos los procesos de normalización de la identidad sexual,
genérica, racial, de clase o como se articulan entre ellas en función de las diversas coyunturas históricas. Y disidencia sexual no nombra una población específica, no es sinónimo de población LGTB, sino que la verdad es una operación política y de problematización permanente. La diversidad sexual es un término que viene de las políticas neoliberales y en el ámbito educativo se instaló como inclusión, tolerancia, integración; que lo que hace es organizar, pacificar y homogenizar el conflicto político que plantea las diferencias. Es decir, que vino a desnombrar las identidades, con suerte se dice sexual.
Desde la docencia, ¿cómo lo tratas? ¿Cómo ves que lo hacen tus colegas? Las maestras pueden decir “Yo trabajo la diversidad sexual”, pero diversidad sexual es otra forma de nombrar lo que no es heteronormativo entonces lo que se termina haciendo es no poner en el centro de la escena la norma que organiza la sexualidad: la heteronormatividad. Se corre siempre la mirada hacia la existencia de lesbianas, gays, trans con narrativas bastante estereotipadas, homogéneas, desproblematizadas, o se presenta de manera armónica como lo
hace siempre la escuela respecto del saber y termina teniendo cierto efecto político que acalla ciertos debates. No repensar las relaciones de poder que construyen esas categorías, eso tiene que ver con las políticas estatales que imponen ciertos términos para hablar de ciertas poblaciones. Una como maestra se encuentra atravesada por estas políticas públicas en la educación, donde por un lado tenés la ley de educación sexual, que plantea un marco jurídico, que habilita a trabajar ciertas temáticas, el tema es que como una no es funcionaria en términos de obediencia hacia el Estado sino que también puede intervenir esas narrativas y plantearlas en términos de disputa política con ciertos saberes que justamente lo que hacen es neutralizar la potencia política que tienen ciertas identidades de desbaratar la organización o ciertos régimen de poder. Muchas veces aparecen en las charlas esto de trabajar la diversidad sexual y con una pregunta muy sencilla que es: ¿vos dónde te pones respecto de la diversidad la sexual? La gente no lo ha pensado, damos cuenta que la diversidad sexual opera como un término para nombrar a otro que no es heterosexual. Las categorías de diversidad cultural han sido problematizadas hasta por la propia antropología, por los propios pueblos originarios que vienen a (des)nombrar, a pacificar ciertos conflictos por qué ahora adoptar el término de diversidad sexual.
Por último, sobre tu libro “El sótano de San Telmo”, ¿qué nos podés contar? Es parte de “Potencia tortillera”. “Po-
tencia” es el archivo digitalizado del activismo lésbico en Argentina que desde el 2011 veníamos sosteniendo con Fabiana Tron, Gabriela Adelstein, María Luisa Peralta, Canela Gavrila y yo. En este último tiempo, dentro del archivo me interesó instalar algunas líneas de investigación. Cuando volví a Buenos Aires en el 2014, me había quedado con esta inquietud que durante la presentación pública del archivo en el 2011 que hicimos en Brandon, donde Adriana Carrasco había traído el dato de un sótano donde se juntaban lesbianas a hacer actividades, ya que la parte del archivo
“...para mí, producir teóricamente es poner la práctica en el centro de escena y construir desde ahí en términos de praxis política.”
que tenía menos documentación era la parte del período de la Dictadura. Me contacté con Adriana que reconstruyó la experiencia del sótano que fue motorizado por quien fue su compañera Marta Ferro, una periodista trotskista. Este sótano funcionaba como un centro de actividades culturales y políticas en la dictadura y terminaba siendo un lugar de sociabilidad lésbica. No era un lugar de activismo lésbico porque todavía el término lesbiana no constituía una identidad que agrupara políticamente sino que terminaba siendo un lugar donde la mayoría de los que concurrían eran lesbianas. Marta Ferro, por
ejemplo, se decía a sí misma “karmática”. Había distintas maneras de nombrar que no son las de ahora. De algún modo en el sótano se articulaba la lucha de clases, la emancipación de las mujeres, la liberación de las mujeres como se denominaba en aquel momento y la posibilidad de vivir el deseo de otra manera. Lo que hace el libro, que en realidad es un artículo que se publica en Potencia tortillera a fines del 2014, es articular la experiencia de la izquierda, el activismo lésbico y la resistencia política. El año pasado la Editorial Madreselva me propuso publicarlo y así adquiere la forma de libro, pero el artículo ya estaba en “Potencia tortillera”. Las memorias históricas del movimiento lésbico también son distintas porque las configuraciones han sido diferentes. En Córdoba se dan articulaciones que en Buenos Aires no: entre trabajadoras sexuales y el movimiento de la disidencia sexual. Córdoba está a favor del reconocimiento del trabajo sexual y no necesariamente reglamentarista y acá es hegemónicamente abolicionista. Entonces, también eso marca distintas alianzas y posibilidades de diálogos o de no-diálogos. Lo interesante justamente del archivo es esta propuesta de convocar a estas compañeras de los distintos lugares del país para hacerse cargo del archivo y conformar un nuevo grupo de coordinación, y que estén presentes todas esas configuraciones que se dan en los distintos lugares también es una práctica descolonizadora. Publicado originalmente en derrocandoaroca.com
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a b o r t o
Aborto y discapacidad
Derecho al acceso a
la información:
nuevas redes en potencia Lanzamiento Gacetilla Consejería pre y post aborto
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La Consejería Pre y Post Aborto de la Asamblea de Villa Urquiza, presentará este sábado el folleto de usos seguros del misoprostol para abortar en sistema braille, macrotipo y en audio. Un arduo trabajo realizado en conjunto con REDI (Red por los derechos de las personas con discapacidad) que responde a una necesidad de inclusión de sujetxs plenos de derechos, en relación al acceso a una interrupción segura del embarazo. Emma es parte del grupo activista que
Por Valeria Tellechea
conforma la Consejería y nos cuenta el recorrido que ha resultado en la presentación de un folleto de fundamental circulación. ¿Cómo nace la articulación de la Consejería y REDI? La articulación nace de un pequeño proyecto que teníamos entre la Consejería y una trabajadora social de un colegio para personas ciegas que nos puso en contacto con las bibliotecarias de ese mismo colegio. Ese vínculo fue esencial para empezar a pensar los primeros materiales
en braille. Ellas les hicieron llegar a REDI el proyecto que estábamos elaborando y a partir de ahí se dieron una serie de reuniones que comenzaron a fines del 2016. Nos pareció genial como REDI se interesó en el proyecto, algo que a nosotras nos pareció algo peculiar como activistas que estamos en el campo del aborto y, por suerte, es una muy bueno el trabajo en conjunto que se ha logrado. Por qué hablamos de personas con discapacidad en esta jornada depende de cómo nuestras compañeras de REDI conceptualizan su propia persona y su disca-
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pacidad. Entendemos que no es un debate saldado, que no hay personas con discapacidad sino con diversidad funcional, pero nos manejaremos con el término propuesto por las compañeras de REDI, acorde con la Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad.
a b o r t o
La Consejería Pre y Post Aborto de la Asamblea de Villa Urquiza es un grupo feminista autogestivo que acompaña a personas en el proceso de abortar de manera segura desde el 2015. En el año 2016 acompañaron a un total de 124 mujeres en abortos medicamentosos e interrupciones legales de embarazo (ILEs). REDI surge en el año 1998 de la convergencia de diferentes organizaciones de personas con discapacidad y de los familiares y aliados que bregaban por su inclusión como sujetos plenos de derecho: algunos en pos del trabajo y otros por la accesibilidad. Forma parte de la Red Iberoamericana de Expertos en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, de la Alianza Internacional sobre Discapacidad (IDA) y de Global Partnership for Disability and Development (GPDD).
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¿Existe algún precedente de esta iniciativa? Esta iniciativa, por nuestra parte, tiene muchos antecedentes políticos, el primero en mencionar es el mismo trabajo que se hace desde la Línea Aborto -primero con la línea y luego con el manual, desde el feminismo, la difusión y el
“Con este material de elaboración propia es que hicimos el pasaje a formatos que no excluyeran del acceso a la información a las personas con discapacidad. Los formatos que presentados fueron tres: uno es braille, el otro es macrotipo (caracteres ampliados utilizados por personas con baja visión) y la trascripción del folleto en audio”. aprendizaje entre pares sobre el acceso a métodos de aborto seguro y luego, un antecedente que es muy inmediato, que también está vinculado con esa organización que es que, a fines del año pasado, cuando nosotras estábamos gestando este proyecto, Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del aborto, realizó una transcripción literal del libro Cómo hacerse un aborto con pastillas, un libro de 144 páginas que se transcribieron a braille, lo que implica tomos bastante anchos y costosos que los tiene REDI en su propia biblioteca. Lo que surgió conversando con compañeras de la comunidad ciega es que, si bien ese material está en un formato accesible -está en braille-, es inaccesible por su volumen, es muy cansador leer semejante cantidad de páginas en dicho sistema de lectura, además que es un formato al que no todas las personas ciegas tienen acceso, ya que solo el 10% de las personas ciegas puede leer en braille, además de lo costoso de su reproducción. Entonces lo que hicimos nosotras fue crear un folleto propio basado en la observación de nuestra propia práctica feminista acompañando a personas que querían abortar, basado también en las
premisas de los materiales de las Socorristas en Red, folletos con información puntual, segura y muy precisa, la necesaria para tener un aborto seguro y eficaz. Con este material de elaboración propia es que hicimos el pasaje a formatos que no excluyeran del acceso a la información a las personas con discapacidad. Los formatos que presentaremos el sábado son tres: uno es braille, el otro es macrotipo (caracteres ampliados utilizados por personas con baja visión) y la trascripción del folleto en audio.
¿Qué expectativas tienen a futuro frente a este folleto, en relación a la situación actual del aborto? Tenemos muchas expectativas, en primer lugar poner en la mesa un debate y una serie de conceptos o caracterizaciones que tienen poca difusión, dentro de un sistema no solo cis-hetero-patriarcal sino también capacitista. En el panel del sábado va a participar Verónica González, una compañera periodista de REDI que va a tratar estereotipos en relación con la sexualidad de las personas con discapacidad, un punto que nos interesa muchísimo que empiece a tratarse, más
aún el del aborto relacionado con la sexualidad de las personas con discapacidad. En segundo lugar esperamos poder producir más de este material en mayores cantidades, para que llegue a más lugares, pero no por el mero acceso físico a estos materiales sino por las redes que implican que este material circule, además de las nuevas redes que el material pueda abrir. Nuestras compañeras de REDI y también compañeras de otras agrupaciones relacionadas con la comunidad ciega o bien que trabajan con personas con discapacidad, o muchas compañeras de distintas instituciones que no nombramos porque no lo realizan como parte de una adhesión institucional, están siendo pionerxs en este tipo de activismo y nos interesa muchísimo acompañar ese proceso y estar a disposición de ellxs en este trabajo que es muy original y muy difícil. Esperamos también que esta iniciativa sea un llamado de atención para todas las organizaciones y todos los servicios médicos públicos y privados que respetan los derechos de las personas con capacidad de gestación, las mujeres cis y los varones trans cuando desean interrumpir un embarazo. En esto se basará la intervención de la compañera Andrea Berra de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. Hay poca accesibilidad en los espacios de salud, ni hablar de los servicios relacionados con la sexualidad sea reproductiva o no reproductiva, esperamos también poder armar redes y llamar la atención en este sentido y que se potencien las intervenciones para que el sistema de salud se haga más permeable a estas cuestiones.
“Esperamos también que esta iniciativa sea un llamado de atención para todas las organizaciones y todos los servicios médicos públicos y privados que respetan los derechos de las personas con capacidad de gestación, las mujeres cis y los varones trans cuando desean interrumpir un embarazo”.
Celebro todo tipo de iniciativas que equiparen oportunidades en el acceso a la información para las personas ciegas.” Carolina Bucceta. Presidenta de REDI. Poco tacto. Publicado en el Suplemento SOY de Página/12.
Para resumir, tenemos como principal expectativa que esta iniciativa sirva para potenciar el armado de redes de cuidado feminista, que sean accesibles y que no excluyan a las personas con discapacidad que tengan capacidad de gestación hablo incluso del momento anterior de decidir o no abortar-, conocer el material, saber de su existencia y de las redes que la sostienen, todos aspectos que configuran un acceso determinado. Esas son las redes políticas que nos interesan potenciar en estos meses de proyecto.
** Si te interesa reservar ejemplares del folleto en sistema aBraille o macrotipo para tu organización o Centro de Salud, escribinos a consejeria@riseup.net
“Los ciegos y las personas con discapacidad sufren una constante infantilización. Nuestra genitalidad nos es negada incluso por parte de nuestra propia familia. También se nos niegan cuestiones básicas como el derecho a la intimidad.
¿Qué formas hay para apoyar económicamente el trabajo que hacen desde la Consejería? Apoyo económico necesitamos siempre y mucho. Todos los materiales fueron cubiertos por la Consejería con donaciones de personas que están interesadas en que nuestro trabajo siga adelante. Se pueden recargar las líneas telefónicas, la linea es Movistar, es pública y está informada en nuestro fan page. Además estamos todos los sábados donde también recibimos donaciones para colaborar con abortos feministas y autogestivos.
*** Aclaración: utilizamos el término "personas con discapacidad" acorde a como nuestras compañeras de REDI entienden su auto-nominación, en el marco de lo establecido en la CDPD y la ardua lucha que implicó poder dejar de ser nombradxs por otrxs en un sistema capacitista. Entendemos que no es una discusión saldada en la comunidad de personas con discapacidad/de la diversidad funcional, no obstante tanto en este evento como en la jornada utilizaremos el término "personas con discapacidad" en la línea que plantearon las compañeras con discapacidad que forman parte de este proyecto.
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Entrevista a Marina Paula Benítez Demtschenko, víctima de acoso virtual por parte de su ex pareja
Del acoso virtual al activismo digital Por Analía Daniela López
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Marina mantuvo un noviazgo de 5 años con Sebastián Horacio Masi y, durante ese período, intercambiaron imágenes sexuales consentidas dentro de una relación de pareja. Terminada la relación en 2012, Masi se contactó y distribuyó imágenes íntimas sin el consentimiento de su ex pareja a más de 400 hombres de la Ciudad de La Plata. Marina hasta el día de hoy pelea para que la justicia reconozca las graves consecuencias que tuvo el acoso virtual en su vida íntima y social. En medio del calvario que significó la difusión de su intimidad, la coacción de su libertad, el acoso de los hombres a quienes su ex la expuso, la violencia que Masi nunca dejó de ejercer -sumado al derrotero judicial que devino luego de su denuncia-, Marina logró recibirse de abogada con orientación en nuevas tecnologías y derecho informático y presentó proyectos de ley para incorporar el acoso virtual como delito. Actualmente preside la Fundación Activismo Feminista Digital que ayuda a difundir y concientizar sobre la difusión no con-
sentida de imágenes íntimas. En una época donde las nuevas tecnologías nos incentivan a descubrir sus múltiples usos en pos de una sexualidad menos coercitiva y más libre, la mirada de Marina sirve para repensarnos dentro de ellas, pero nunca para reprimirnos en nuestras acciones.
¿Cómo comenzó este calvario? Cuando me separé mi ex me perseguía a todos lados, me llamaba, iba a la casa de mis padres, se aparecía haciendo escenas de ataques de pánico. Cuando entró a mi casa sin forzar la cerradura fue el detonante para darme cuenta que estaba viviendo una situación de violencia. Mi cabeza oscilaba entre la lástima y el odio. No podía analizar sus actos más allá de mi situación de desamparo/desesperación y el sentir que estaba lastimándolo por haber terminado la relación. Me juró amor eterno y me dijo una frase que pude recordar tiempo después: “Te voy a demostrar que soy el único que puede amarte de verdad. Me quiero casar con vos, no voy a parar hasta lograrlo. Los demás solo te quieren coger. Nadie te puede amar como yo, ya lo vas
ver”. Un familiar me alertó sobre una foto que él tenía de perfil en su cuenta de chat de Hotmail. Lo llamé y argumentó un error. Al final, aceptó que estaba tan orgulloso de mí, que quería que todos me vieran. Me quebré. Sebastián tenía miles de fotografías. Habían sido parte de un maravilloso intercambio en el marco de la confianza que nos teníamos. Se hizo pasar por mí durante un año y medio mediante un perfil en Facebook llamado María de Los Ángeles Rivera, ahí sostenía chats con multiplicidad de hombres intentando arreglar encuentros sexuales. Para mantener el interés -que en algunos casos llegaba a ser obsesión por parte del interlocutor-, a lo largo de meses, intercambiaba fotos sexuales. Los contactados proveían
fotografías de sus miembros erectos y de sus eyaculaciones. Él, proveía fotografías mías teniendo sexo, saliendo de la ducha, en eventos sociales; él tenía una enorme galería de imágenes de quien se había convertido en su objeto de explotación perversa. Se regocijaba al compartirlas con hombres que incluso afirmaban que no aguantaban a verme para violarme, como “yo misma” les había dicho que era mi fantasía. Sebastián se encargaba de hacerme parecer a mí como la autora de todo eso. Algo que sin duda, garantizaría su impunidad. Este infierno comenzó quién sabe cuándo y yo me entero en Agosto de 2012. ¿Cómo afectó tu vida? Durante casi 5 meses me abordaron casi 50 hombres. Todos me encontraban y me venían a buscar, quizás me estaban siguiendo
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o sabían mis horarios. Se me hacía imposible transitar por las calles de La Plata. Me han abordado con líbido, agarrado del pelo de atrás, arrinconado en esquinas. No podía comprender cómo sabían todo de mí. En ese momento no era común escuchar de acoso virtual. Sólo salía para ir a trabajar y me manejaba en remises. Fue un año en el que solo recuerdo vivir con terror, encerrada, llorando. En Diciembre de 2013 me cruzó un hombre, no había nadie en la calle y sentí que me iba a hacer algo si no reaccionaba. “Qué hermoso te queda el azul, bebé”, me dijo y me petrifiqué pero lo único que pude esbozar fueron preguntas: “Decime de dónde me conoces. Sos vos y muchos más...”. El tipo -desconcertado- me dijo que “veníamos” chateando hacía 9 meses. Le dije que no era yo y conseguí el nombre del perfil. “Si no sos vos te la están haciendo muy fea, pasaron fotos tuyas en bolas y cogiendo” (sic). Le pedí que me acompañe a hacer la denuncia a lo que respondió que era casado. Desde diciembre de 2013 hasta abril de 2014 fue el peor momento de mi vida. Bajé 11 kilos, no dormía, vivía alerta. Creía que se iban a meter en mi departamento. No salía a ningún lado sola. Mis amigas me venían a ver y a la mitad de mis amigxs los dejé de ver porque nunca entendieron lo que me pasaba. Tenía vergüenza de decir que yo me había sacado fotos desnuda y teniendo relaciones sexuales. Las pocas veces que lo había deslizado para poder hablarlo, siempre tenía la respuesta general de la mina que es una puta, que se joda. Estaba demasiado débil para defenderme. Dejé de existir para la mayoría de lxs demás. Ni siquiera tenía mi carrera, que había sido asimismo el target de quien me hostigaba, porque no podía caminar por tribunales sin que muchos hombres me abordaran diciendo que concretemos lo que habíamos arreglado. En Abril de 2014, a Francisco -vecino de la casa de mis padres- le llamó la atención que una cuenta se identificara como yo y que sin vueltas quisiera concretar un encuentro sexual, invitándolo previamente a intercambiar fotografías íntimas. Siguió el juego, logrando que asumiera que era mi ex. Le pide el celular, todo en pos de efectivamente concretar el encuentro sexual y grabó toda la conversación. Esta fue la prueba cabal para ir a hacer la denuncia final a la comisaría de la mujer. Sabía que la difusión no consentida de imágenes íntimas no era un delito. La confesión del agresor fue un alivio que en nada facilitó el camino posterior: debí colocarme en una nueva etapa de victimización al acudir a la justicia y acreditar el daño que esto me había causado.
En una época donde las nuevas tecnologías nos incentivan a
descubrir sus múltiples usos en pos
de una sexualidad menos coercitiva y más libre, la mirada de Marina
sirve para repensarnos dentro de
ellas, pero nunca para reprimirnos en nuestras acciones.
¿Cuál es el estado de la causa? Desde abril de 2014 sigo un derrotero judicial irresuelto, en cada instancia estoy a punto de perder todo; la justicia machista vuelve una y otra vez a poner en duda si esto es realmente tan grave como yo lo argumento; tuve que pedir dos informes psicológicos que acrediten que realmente me arruinó la cabeza, mis vínculos, mi profesión, mi proyecto de vida. En tanto, la defensa de él se dedica solamente a apelar cada resolución para perder tiempo y desgastarme, y a pedir la absolución ya que el imputado sólo llevó adelante durante un tiempo “un juego íntimo que ambos acostumbraban a hacer como parte de sus extrañas preferencias sexuales”, omitiendo el detalle no menor de que mi consentimiento fue para las fotos en el marco de una relación y no para desperdigarlas a más de 400 hombres en mi ciudad; también omitiendo que todo esto lo hizo luego de terminar el noviazgo y en el medio de una situación de violencia psicológica que ante los ojos del sistema, parece ser irrelevante. Sebastián Horacio Masi trabaja en el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, a pesar de haberle iniciado un sumario por violencia doméstica y de género. Además, tiene 4 des-
odebiencias a la perimetral que le ordena mantenerse alejado de mí y de mi domicilio. También posee una causa penal iniciada por daños materiales por destrozarme el auto a palazos. Tengo un botón antipánico, que no puedo usar confiada porque la policía que debe responder, es la que lo ampara a él. No solo es un peligro para mí, sino para cada nueva víctima que encuentra. Porque como todo violento, deshace y rehace su vida constantemente. Yo fui la única que se animó a denunciarlo. Y peleó por ellas para que ellas tengan la justicia que no pudieron reclamar.
¿Cómo actuar y dónde acudir cuando se es víctima de acoso virtual? Dado que estas conductas dañosas son manifestaciones de violencia de género y en la gran mayoría de los casos tienen un trasfondo de violencia doméstica, dentro del vacío legislativo que existe, el cauce correcto para denunciarlas es la Comisaría de la Mujer. Pero no están capacitadxs como dependencia pública para receptarlas conforme las exigencias procesales que luego deben afrontarse en el proceso penal, por ende yo sugiero que se haga una primer denuncia en la Comisaría de la Mujer y luego una denuncia en Fiscalía. En muchos casos se desconoce el autor del hecho: para este supuesto, sugiero directamente la denuncia en Fiscalía. Es importante acudir con evidencia para dar respaldo a nuestros dichos. Pero las capturas e impresiones de pantalla no son suficientes. Tenemos que propiciar la URL de los perfiles que acosan, la mayor información que podamos dar para la individualización de las cuentas agresoras y testigxs. Recomiendo fervientemente la articulación con un perito informático para el resguardo de la evidencia digital, que se hace mediante un procedimiento técnico llamado “hasheo”; esto logra sacarle una fotografía exacta a la actividad de los perfiles agresores asegurando que incluso si el contenido posteriormente fuese eliminado, no se pierda la prueba. Esto hace que el proceso judicial sea, además de doloroso, caro. Contratar un perito informático así como unx abogadx es fundamental. Es la única forma de pararse frente al sistema. Y esto último es importantísimo: es una forma de empezar a empoderarse. También es fundamental el acompañamiento psicológico. Son ejes necesarios en este camino altamente revictimizador. Por eso es imperioso contar con profesionales con conocimientos de derecho penal pero fundamentalmente de derecho informático y de violencia de género.
El sexting -o intercambio de mate-
rial íntimo entre dos adultxs o más, como forma de vincularse
íntimamente, mediante el uso
de la tecnología-, forma parte
también de la libre expresión y del
goce de nuestro cuerpo y psiquis. Lo reprochable es el uso de ese material para destruir a quien
depositó la confianza de mantenerlo en ese marco. El agresor debe ser
el foco de la condena social y penal, nunca la víctima.
Entendiendo que las fotos, videos, chats eróticos entran dentro de la cotidianidad de las relaciones, ¿qué consejo tenes al respecto? Me considero una feminista rauda feliz, plena y sin excepciones. Lo que padecí no desvía ni flexibiliza mi opinión sobre la libertad de expresión y la libre sexualidad. Hoy a través de la Fundación Activismo Feminista Digital proponemos estos pos-
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tulados a la par de la lucha contra la violencia de género online. La mujer debe tener libertad para vivir su intimidad y sexualidad como más le de placer hacerlo. Como abogada, reconozco como único límite a la ley, después de ello no hay límites. Por eso no puedo más que afirmar que las nuevas tecnologías son grandes herramientas para esta etapa histórica de las mujeres. El uso de ellas como parte de la exploración de nuestra intimidad y su disfrute. Me encuentro todo el tiempo con preguntas como “y vos, ¿volverías a tomarte fotos desnuda?”. Mi contrapregunta es “¿me define en algo lo que pienso hacer con mi intimidad al respecto a partir de lo que me pasó? En definitiva, mi intimidad es mía y la comparto con quién elijo. No debería haber importado qué hacía en el marco de mi privacidad antes y tampoco debe importar ahora”. El sexting -o intercambio de material íntimo entre dos adultxs o más, como forma de vincularse íntimamente, mediante el uso de la tecnología-, forma parte también de la libre expresión y del goce de nuestro cuerpo y psiquis. Lo reprochable es el uso de ese material para destruir a quien depositó la confianza de mantenerlo en ese marco. El agresor debe ser el foco de la condena social y penal, nunca la víctima. Hasta que ello se cristalice en la conciencia colectiva, podemos vivir nuestra sexualidad digital con las mismas pautas que lo hacemos en la vida física y esto es tomando recaudos para el uso seguro: por ejemplo, ocultando detalles particulares que nos caractericen o evitando tomas del rostro. Son límites que a mí misma me genera molestia sugerir, pero que representan ni más ni menos, el cauce que encuentro hoy para no inhibirnos a experimentar(nos). No implica reprimirnos sino en-
“La defensa de él se dedica solamente a apelar cada resolución para perder
tiempo y desgastarme, y a pedir la absolución ya que el imputado sólo llevó
adelante durante un tiempo “un juego íntimo que ambos acostumbraban a hacer como parte de sus extrañas preferen-
cias sexuales”, omitiendo el detalle no menor de que mi consentimiento fue
para las fotos en el marco de una rela-
ción y no para desperdigarlas a más de 400 hombres en mi ciudad; también
omitiendo que todo esto lo hizo luego de terminar el noviazgo y en el medio de
una situación de violencia psicológica que ante los ojos del sistema, parece ser irrelevante”.
contrar hábilmente la modalidad para seguir haciéndolo igual. Ya no nos acomodamos más a las premisas patriarcales. Y la sexualidad es definitivamente la lucha más ardua, porque es de la que menos se habla.
¿Fueron bien tratados en los medios los acosos virtuales que sufrieron varias famosas? Los medios se encuentran en su gran mayoría reproduciendo los discursos patriarcales clásicos en torno a la libertad de la mujer, su rol en la sociedad y la familia, los estereotipos de género y la explotación de la imagen femenina en pos del rédito comercial. La prensa de espectáculos es la que suele instar el “debate” en los casos que salen a la luz imágenes íntimas no consentidas de mujeres de perfil público. El otro grupo mediático que aborda el tema es la prensa amarillista. La explicación del interés de ambos y de la capitalización de esta información por ellos en mayor medida que el resto, radica en que la explotación de la imagen de la mujer genera un morbo que vende. Se la toma como un producto para reírse, especular, culpar, banalizar y humillar. Se polemiza el hecho que la mujer que se haya tomado fotografías, antes que a la difusión no consentida por ella. No quiero dejar de citar el caso de la actriz Florencia Peña, con quien trabajo desde el activismo contra la violencia de género virtual y que fue víctima de la difusión de su material íntimo en el año 2012. Ella desconoció al autor del hecho, éste vendió a la prensa dicho material y prontamente resultó ser noticia en casi todos los medios. Los demandados en su causa son medios de comunicación y buscadores de Internet; ninguno se hace responsable por la continua publicación de su material íntimo, a pesar de haber obtenido con él, réditos económicos inusitados. El de Peña será un leading case si la Justicia tiene agallas para enfrentar a los grupos económicos poderosos que han hecho de su imagen un negocio.
¿Cuáles son los alcances del proyecto de ley? Cuando tomé conciencia de la gravedad del vacío legislativo, me puse a estudiar legislación comparada y a especializarme en violencia de género online. Al ser abogada, sabía muy bien que la conculcación de mis derechos no recibiría acogida judicial acorde porque el Código Penal no prevé estas conductas como delitos. El proyecto de ley lo redacté en 2012 pero fue adecuándose al
“Estoy en contra de propuestas de ti-
pificación de esta conducta que suponen en su gran mayoría una condena de multa. Destrozar la vida de una
mujer con esta metodología, para la órbita pública puede arreglarse si pagás la multa”.
avance legislativo mundial a lo largo de los años. Por eso no tengo dudas que es la única propuesta normativa que puede resultar realmente de valor para actualizar el Código Penal en este aspecto. Hay otros proyectos de ley sobre difusión no consentida de imágenes íntimas. Al ver la carencia de la perspectiva de género y la liviandad de los planteos, me horroricé. Hace 4 años que vengo hablando con legisladorxs. Haciendo conferencias, explicando a cada unx de qué viene, las consecuencias, el flagelo actual y la sistematización con que se lleva adelante. Casi ningunx puede ver la magnitud del daño. Estoy en contra de propuestas de tipificación de esta conducta que suponen en su gran mayoría una condena de multa. Destrozar la vida de una mujer con esta metodología, para la órbita pública puede arreglarse si pagás la multa. La violencia institucional se refleja claramente en estos lineamientos de acción. Hay proyectos que proponen la prisión pero encuadran el delito como de acción privada. Me esfuerzo en explicar esto: la acción privada es una forma de tramitar el proceso judicial, donde la víctima debe impulsar la investigación a la par de lxs fiscalxs. Yo propongo en mi proyecto que sea articulado como de acción pública, o sea que todo el proceso penal sea llevado por el sistema judicial y sus operadorxs; donde haya un fiscal activx por sí mismx que se encargue del esclarecimiento del hecho. Que todo el aparato represivo funcione conforme la gravedad denunciada. La acción privada obliga a la víctima a desarrollar una fortaleza emocional e intelectual imposible de lograr en el medio de la ruta crítica de la violencia.
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¿Dónde está Rosa Toledo? Por Anahí Más
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Rosa Toledo desapareció el 6 de febrero de 2016 en Castelar. Esa noche salió para tener una conversación con Víctor Cristian Gómez, su marido. Partió desde la casa de su madre -donde vivía momentáneamente luego de su separación- hasta su casa. Se trasladó con su camioneta junto a su hijo menor y no volvió. Desde ese momento sus amigas y familiares la buscan desesperadamente y esperan que la Justicia investigue a su pareja ya que ninguna cree en la versión que Cristian quiso instalar tanto en la justicia, como a la familia y a sus hijos. Marta Azucena Molina es la madre de Rosa, encabeza su búsqueda acompañada de un grupo de amigas y personas que la contienen, colaboran en la realización de reuniones y actividades para visibilizar su búsqueda. Ella dice que está convencida que él le hizo algo y que la versión de que Rosa dejó todo y se fue es mentira.”No hay posibilidad que Rosa esté de viaje como quieren instalar. Ojalá que esté equivocada. Pero él tiene algo que ver”. Durante una de sus últimas reuniones, Marta y Viviana Bertini, amiga y parte del grupo "Todo por Rosa", se tomaron unos
minutos para contarnos quién es Rosa Toledo y cómo fueron las horas previas a su desaparición. Hablan de femicidio y de violencia de género. Hoy unidas son parte fundamental de su búsqueda y del pedido de cambio de carátula de la causa.
Las mentiras y la búsqueda de justicia, charla con Marta Azucena Molina Rosa y su mamá estuvieron distanciadas durante 20 años, sin embargo Marta siempre supo de ella, de sus viajes, de su militancia y sus estudios; gracias a que el padre de Rosa le contaba todo. Después de muchos años se volvieron a ver “Para mi cumpleaños en enero ella pidió mi teléfono a mis nietos más grandes, hablamos mucho”. Marta tuvo una vida muy difícil: “tuve a Rosa a los 15 años, crecimos prácticamente juntas”. Desde el primer momento ella le contó a su mamá la mala situación que vivía con su marido, estaba muy angustiada y repetía mil veces: “le di 20 años de mi vida y ahora anda con otra mujer”. Por eso le ofreció que vaya a vivir con ella a su casa. El 6 de febrero estaban en la casa: Marta, uno de los hermanos de Rosa, Rosa y su
hijo menor. Después de hablar mucho tiempo por teléfono Rosa se fue para conversar con su marido a la casa que compartían. Su mamá recuerda como si fuera hoy que ella le dijo “mañana vuelvo mamá”. Nunca volvió. Rosa salió de casa de su mamá junto a su hijo menor en su camioneta, su celular y la notebook. “Durante unos días esperé que vuelva, igual llamaba a su celular todos los días pero daba apagado. Al tiempo fui a la feria donde trabajaba Cristian Gómez para que me diga qué pasó, lo único que me dijo fue que se había ido y que él la había dejado en la estación de Morón a las 2 de la mañana, pero para ese momento no circulaban los trenes. Después en la fiscalía dijo otra cosa. En ese momento lo único que le dije fue que aparezca Rosa o sino hacía la denuncia, pero solo atinó a contestar “haga lo que quiera, total con usted se llevaba mal’”, recuerda Marta. Un tiempo después Marta llamó al celular de Rosa, “me atendió uno de mis nietos más grande, me dijo que su mamá se había ido de viaje y que el teléfono estaba ahí.” Unos meses después él también empezó a descreer de la versión que Cris-
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tian había instalado “me contó que un vecino decía que algo le había pasado a Rosa, que habían discutido mucho esa noche.” Después de este episodio ya la idea de femicidio y de violencia iba creciendo. A la situación del celular y el vecino, se sumó que, según Marta, “Cristian vendió todo desde la notebook, como la camioneta, entre otras cosas, también se conoció la declaración de uno de los cuñados de Cristian que deja en claro que algo pasó esa noche “escuchó una conversación donde el marido de Rosa le decía a su padre “se me fue la mano con Rosa””. Por otro lado, un dato no menor es que Rosa “dejó todo en casa, incluso los papeles de la camioneta que manejaba y usó la noche en que desapareció para ir a la casa a hablar con Cristian. En un momento él apareció con un 08 firmado por Rosa con fecha de septiembre de 2016, siete meses después de su desaparición, pedí la caligrafía porque estoy segura que es falsa” cuenta Marta sorprendida. Marta pide justicia, quiere que aparezca Rosa, que se investigue a Cristian y a su entorno, “Él tiene y tuvo mucho tiempo para pensar”. Desea saber qué pasó esa noche. Ella sabe que se está trabajando pero un poco lento, uno de los síntomas de esto es que “todavía mi nieto más chiquito no declaró en Cámara Gesell, él fue uno de los testigos de esa noche y que Cristian haya declarado una sola vez en la causa”. Por esto, quienes están colaborando con la familia están buscando unx abogadx penalista para poder meterse en el expediente, tener mayor control y acceso a la causa. Cristian subestimó a Marta, creyó no la iba a buscar a Rosa, estaba convencido que nadie iba a pedir justicia. Pero se
"Desde que Rosa desapareció, Viviana se niega a pensar que se fue sin querer comunicarse con la madre, con sus amigas e incluso con sus hijos. Su amiga afirma que está “segura que ella no se fue. Rosa estaba pasando un momento muy delicado con su pareja, tenía situaciones de violencia psicológica. Yo presenté a la causa pruebas de conversaciones, a ella le pasó algo.” equivocó, esto recién comienza.
La sospecha del femicidio. Diálogo con Viviana Bertini “Rosa era nuestra compañera del Consejo de la Mujer de Morón, en mi caso también nos cruzó una amistad muy profunda hasta el punto de querer iniciar la carrera de abogacía juntas. Ella comenzó a participar en el 2011 y enseguida notamos que tenía problemas con la pareja: él era celoso y criticaba todo el tiempo que ella participara en ese tipo de espacios. El contexto de desaparición fue durante la fragmentación del Consejo de Mujeres de Morón. Ella, junto a un grupo, dejamos de participar en ese espacio y eso fue la excusa para que ella dejara de frecuentar a muchas compañeras, se alejó y solo con algunas continuó comunicándose y comentando todo lo que le estaba pasando”. El marido logró instalar la idea de que Rosa se había ido por su cuenta, incluso declaró que después de la discusión la dejó en la estación de Morón a las 2 de la mañana y que se había ido, que había abandonado todo. Viviana no duda en decir que eso es imposible “Estoy convencida de que ella no se fue, eso ya está cayendo por su propio peso. Yo me di
cuenta que a ella le pasó algo, no es algo simple. Todo apunta a lo peor, todo apunta a un femicidio, yo deseo que Rosa aparezca ya y que todo sea una gran confusión pero lamentablemente no creo.” Desde que Rosa desapareció Viviana se niega a pensar que se fue sin querer comunicarse con la madre, con sus amigas e incluso con sus hijos. Su amiga afirma que está “segura que ella no se fue. Rosa estaba pasando un momento muy delicado con su pareja, tenía situaciones de violencia psicológica. Yo presenté a la causa pruebas de conversaciones, a ella le pasó algo.” “Es difícil hablar de Rosa después de un año y medio que no se sabe nada de ella” dice Viviana. Sus amigas describen a Rosa como una mujer que enfrentaba la vida y que no se hacía problema por cuestiones simples, tenía carácter, era muy alegre y divertida. Las amigas y compañeras de Rosa comentan que al tomar conciencia que no volvía se pusieron a disposición de la madre. Desde ese momento buscan a Rosa y se reúnen con la intención de recordarla y darse fuerzas para continuar con la búsqueda y exigir justicia con el compromiso de seguir preguntando ¿Dónde está Rosa Toledo?
32°Encuentros Nacionales de mujeres, lesbianas, travestis y trans,
Chaco 2017
Por Valeria Tellechea, Sofía Espul y María Ayelén Sosa
Lo interesante de una movida feminista tan grande e histórica como los Encuentros Nacionales de mujeres, lesbianas, travestis y trans es su poder de interpelar muchas realidades diferentes dentro de un territorio tan heterogéneo como lo es el argentino. Migrantes, activistas, organizadas, sueltas, mezcladas y novatas se encuentran, desde hace 32 años, en todos los
espacios, talleres y actividades que se realizan durante 3 días donde el tiempo corre rápido y no alcanza para estar en todos los lugares a la vez. Con el reclamo de la aparición de la chaqueña Maira Benítez como bandera de lucha, en contra de la represión y el ajuste que golpea a los sectores más vulnerados y feminiza aún más
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"El aula desbordó de mujeres con historias atravesadas por años de discriminación, de no reconocimiento, con la emoción y la angustia de encontrarse en las historias de cada una. Partir de las experiencias propias implica poder repensarse políticamente." la pobreza, por la soberanía de los pueblos ancestrales, en contra de la criminalización de la pobreza y la juventud, la necesidad de la implementación inmediata de la ESI, entre nuevos y otros tantos viejos reclamos, la Comisión Organizadora dio inicio al Encuentro.
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Un pequeño recorrido por el alma del Encuentro Los 71 talleres intentan abarcar todas las problemáticas. Se debatió en comisiones conformadas por treinta a cuarenta concurrentes, que se abrían a medida que se completaban los cupos. Algunos temas están en agenda desde hace varios años, como lo es el aborto; otros responden a nuevas problemáticas detectadas en el devenir de la lucha colectiva y por su lugar en la agenda pública. Este año se inauguraron los talleres de “activismo gordx” y “mujeres y cultura de la violación”. Con esta necesidad cada vez más potente de voces disidentes en los espacios de talleres, el taller N°71 de Activismo Gordx inauguró por primera vez su participación en los ENM, fue el último en agregarse no sin luchar por su apertura desde el año 2012, para que la gordura deje de ser un subtema dentro del Taller de corporalidades. El aula desbordó de mujeres con historias atravesadas por años de discriminación, de no reconocimiento, con la emoción y la angustia de encontrarse en las historias de cada una. Partir de las experiencias propias implica poder repensarse políticamente. “Dar este taller significó una gran lucha que fue posible gracias a la solidaridad gorda
y a aliadxs”, dijo Laura Contrera, una de las coordinadoras del taller y promotoras del activismo gordx. La intención es poder construir una agenda nacional y regional que tenga en cuenta una mirada diferente sobre lo que es la gordura, a partir de una postura crítica de la salud y sus construcciones sobre los cuerpos. Por segundo año consecutivo la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina -AMMAR- realizó el taller de Trabajo Sexual que se desglosó en 8 comisiones, reuniendo a más de 1000 asistentes. "El trabajo sexual es un trabajo, el placer de la puta pasa por otro lado. Cuando nosotras estamos trabajando, estamos trabajando con nuestra sexualidad que es nuestra herramienta de trabajo, como
"La intención es poder
construir una agenda na-
cional y regional que tenga en cuenta una mirada diferente sobre lo que es la
gordura, a partir de una
postura crítica de la salud y sus construcciones sobre los cuerpos."
con otras partes de nuestro cuerpo. No solamente la sexualidad tiene que ser vista como "penetración". Hay que deconstruir esa idea que nos han impuesto a las mujeres que solamente se disfruta la sexualidad desde la penetración", nos interpela Georgina Orellano, en uno de los talleres que se realizó afuera de la escuela con corte de calle incluido debido a su gran convocatoria. Durante el primer encuentro, una de las trabajadoras sexuales que coordinaba uno de los talleres, fue agredida física y verbalmente por parte de un pequeño grupo de abolicionistas que irrumpieron en el lugar. Esto demuestra aún la falta y, al mismo tiempo, la necesidad de debate sobre una minoría que reclama sus derechos como trabajadoras. En un clima sororo y de compañerismo, en el taller de deportes y actividad física fueron compartidas experiencias de distintas partes del país, donde encontraron similitudes de lucha y resistencia en espacios apropiados y autogestionados. En un contexto de extrema precarización de la selección de fútbol femenino por parte de la AFA y con la necesidad cada vez más manifiesta de autodefensa, construir otros espacios y otras lógicas deportivas, se vuelven vitales para revertir las situaciones de sexismo y desigualdad que se replican en distintas disciplinas e instituciones. A partir de nuevas redes, El Federal y El luchador de Rosario, el C.S. y D. La Cultura del Barrio y el C.C.S. y D. Flores Sur comenzarán a trabajar sobre estos cambios para que puedan replicarse en otros espacios. Desde el taller N° 40 de Mujeres Afrodescendientes, del que participaron distintas organizaciones como Agrupación Xangó, Tertulia de Mujeres Afrolatinas (TEMA), Todo
En Sepia (TES), entre otras; con gran concurrencia de mujeres afro independientes, se planteó el espacio como un lugar de reconocimiento y de construcción política. Se hizo hincapié en la dificultad que atraviesan las mujeres afroargentinas, negras y de raíces afro, para tener voz y representación en puestos donde se definan políticas públicas y desde los que puedan instalar en la agenda las problemáticas que afrontan las mujeres afrodescendientes. Con más presencia en la marcha, este año se las escuchó fuerte, al grito de: “Mujeres negras en resistencia, mujeres negras vivas y en la lucha, mujeres negras tu voz se escucha. Negra, negra, negra. Y qué, y qué y qué!”. La feria del Encuentro A lo largo de toda la jornada la plaza 25 31
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de mayo, epicentro de la ciudad, se vio colmada de artesanxs, ferias autogestivas, puestos de comida y personas que se acercaron a celebrar, compartir, tomar sol, mientras esperaban el inicio de los talleres o al término de éstos. Abrazos, bailes, sonrisas, cuerpas activas predominaban en el paisaje verde la plaza que rebosaba de calidez humana, humo de choripán y tortillas veganas, música y redoblantes mientras el sol caliente y cercano pinchaba con sus rayos. Se multiplicaban los esténcil, las remeras, los imanes y las pintadas callejeras con consignas que daban un giro de tuerca al lenguaje machista y heteronormativo: “puta pero no tuya”, “concha con concha”, “por tu hermana me hice lesbiana”, “si el papa fuera mujer el aborto sería ley” “I <3 misoprostol”; se combinaban con reclamos concretos como “aborto legal, seguro, gratuito y feminista”, “aplicación de la ESI” y “libertad a Milagro Sala”. También fue lugar de radios abiertas, charlas e incluso el primer juicio Ético, Popular y Feminista a la justicia patriarcal, por parte de las feministas del Abya Yala que, a través de casos testigos, analizaron sus formas de operar y cómo repercuten en los cuerpos de las mujeres de diferentes países de América Latina y El Caribe.
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Visiblemente torta El encuentro está también conformado por distintas actividades culturales, como obras de teatro, bandas musicales, performances, muestras, entre muchas otras. La noche del
sábado se realizó, y por primera vez en el marco de las actividades del Encuentro, la marcha Orgullosamente Torta. Desde la plaza central de Resistencia, 25 de mayo, marcharon hasta la plaza Belgrano, unas 10 cuadras aproximadamente, donde tocaron bandas punk y cumbieras feministas. Las cuerpas, una “horda de lesbianas” que desfilaban felices y libres, participaron visibilizándose sin importar la mirada reprobatoria del patriarcado. Algunas en tetas, otras en remeras o corpiños. Brillantina y maquillaje punk, cabezas despeinadas, sonrisas, empoderadas, disfrutando de la música y bailando. En dos momentos, la cantante de la banda Horregias de Chile, tuvo que denunciar en el micrófono a “un machito que se está haciendo el vivo y toca a las chicas ¡Qué se vayan los machitos de la plaza!”, seguida de ovaciones y aplausos. Marchamos una vez más El domingo por la noche fue finalmente la marcha principal que comenzó en el campus de la UNNE y finalizó en el Parque Municipal de la Democracia, donde estaba montado el escenario para la mítica peña de cierre. La marcha icónica del encuentro, es el momento de mayor calor, pasión, festividad, visibilidad. Con una asistencia de más de 60.000 mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis y trans de todos los puntos del país, los ENM continúan posicionándose como una de las experiencias feministas más representativas y únicas a nivel mundial. Contraculturales, originales y contundentes sucedían los japapeos, sonidos que emergen al darse golpecitos con la mano en la boca mientras se grita, evocando a las guerreras y originarias. A diferencia de las anteriores ediciones, la multitudinaria marcha no pasó por la Catedral de Resistencia, con el recuerdo vivo de las represiones sufridas por parte de gendarmería en las ciudades de Mar del Plata y Rosario. Gracias a la Comisión Organizadora, la ausencia de uniformados se hizo visible durante todo el recorrido. La masiva movilización transcurrió con espíritu guerrero y festivo, salvo disturbios menores que no empañaron una jornada de 3 días de debate en los 71 talleres que se realizaron. Camino a Chubut 2018 Por último, el lunes fue el día del cierre del Encuentro y tal vez, uno de los momentos más emotivos sea el de la elección de la
sede del próximo encuentro, en el que las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis y trans escuchan las posturas de las que proponen y defienden sus regiones. Se recibieron propuestas de siete provincias, pero sólo participaron de la selección aquellas que tuvieran una defensora capaz de subirse al escenario y exponer una postura que argumente la propuesta. La elección por medio de aplausos fue entre Chubut, Ciudad de Buenos Aires y La Plata. Las chubutenses no parecían tener un discurso armado, pero tampoco lo necesitaron. Sus razones fueron contundentes: en Chubut hace dos meses que Santiago no está por haber exigido junto a los mapuches en la comunidad Pu Lof de Cushamen la liberación del lonco Facundo Jones Huala. Es que el movimiento feminista es históricamente solidario con todas las causas que evoquen la desigualdad de derechos. El reclamo de las tierras ocupadas por Benetton y la desaparición de Santiago Maldonado fueron concluyentes para que por el aplauso se definiera Chubut (Puerto Madryn más precisamente), como la próxima sede del 33° Encuentro en 2018.
Repudio Nos sumamos al repudio de la Comisión Organizadora ante el accionar de hombres y mujeres que el día lunes por la tarde agredieron a compañeras que estaban en la Plaza 25 de Mayo -lugar donde se concentraba la feria del Encuentro- a la espera de los micros que las llevaran nuevamente a sus lugares de residencia,
“tuvieron que resguardarse en edificios cercanos ya que los agresores las persiguieron con motocicletas, palos, piedras y cuchillos ante la inexistente presencia de efectivos de seguridad y la inacción de los vecinxs que se encontraban en las calles, quienes en muchos casos también agredieron verbalmente a las mujeres perseguidas.” Rescatamos que, gracias también a la organización y a las redes feministas, se actuó de manera rápida y eficaz logrando que la Secretaría de Derechos Humanos se comprometa a garantizar la seguridad de quienes aún estaban en la plaza. Dicen que no se vuelve igual después de cada encuentro. Es que una de las consecuencias es el grado de consciencia que las mujeres desarrollan durante el mismo. Consciencia de los usos del lenguaje, de las formas del amor, de las identidades, la experiencia del embarazo, la mirada y ocultamiento de la menstruación, el peso sobre las cuerpas, la imposición del matrimonio, la crianza de lxs hijxs, la formas de ser feliz, el lugar en la academia, el lugar en el trabajo y el espacio que en definitiva ocupamos en cada una de las esferas de la sociedad, siempre como si fuésemos seres secundarias, disminuidas e invisibilizadas. El encuentro somos todxs, y es ahí donde por fin, somos lxs protagonistxs por y para nosotrxs. Fotos: Florencia Di Tullio
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Entrevista a Ornella Infante: Política y militante trans
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“Tenemos que involucrarnos
en todos los lugares
históricamente negados” Por Sofía Espul
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Nacida en Santiago del Estero pero instalada desde hace varios años en la Ciudad de Cipolletti, Río Negro, alterna sus días entre la militancia en ATTA Río Negro, donde supo ser hasta hace pocos días la Coordinadora -lugar que ocupó durante dos gestiones-, y sus viajes a Buenos Aires donde es asesora de la Diputada Nacional por Río Negro, Silvia Horne. Además forma parte de la Conducción Ejecutiva del Movimiento Evita de su ciudad, en la que integra la mesa de decisiones. Ornella saltó el gueto de la diversidad para pensar la política desde una identidad trans, desde el trabajo sexual hasta la lucha
por el cupo laboral para su comunidad. En un futuro no muy lejano, aspira a sentarse en una banca del Congreso para hablar en primera persona sobre las necesidades de una de las identidades por las que siempre hablaron otrxs.
¿Cómo fue tu inicio en la militancia por los derechos de las personas trans? Me involucré en la militancia después que conocí a Claudia Pía Baudracco, quien fuera la fundadora de ATTA -Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina-. La conocí en la casa de una compañera, Luisa Paz. Cuando nos reuni-
mos me empezó a hablar y a hacer dar cuenta de cómo había cambiado mi vida desde el momento en que yo me había empezado a construir como mujer. Pía decía que nosotras teníamos que cambiar eso y que para cambiarlo había que luchar. Esto fue en Santiago del Estero pero un par de años después me fui a vivir a Neuquén y ella seguía insistiéndome con esto. Ya existía ATTA en Buenos Aires pero no en las provincias. En un momento me invitan a la primer reunión -hace como 20 años- acá en Buenos Aires y me empecé a enterar de que la situación que yo pasaba la vivían otras compañeras en todo el país, algunas
con mucha más violencia. Después de la primer vigilancia epidemiológica que realizamos con el ex Presidente Néstor Kirchner, desde ATTA, descubrimos que la expectativa de vida de para las personas trans era de 35/40 años. Fue allí donde me di cuenta que verdaderamente había que cambiar eso porque, seguramente, podía ser yo una de las que tuviera una muerte a una corta edad, de la misma manera que
mis 24 compañeras y amigas que iniciaron su construcción de género conmigo y de las que actualmente soy la única viva. ATTA fue es y será una gran escuela de militantes trans, la gran mayoría de los cuadros pasaron por esta organización. Renuncié hace pocos días a la coordinación de ATTA Río Negro porque ya cumplió su ciclo, es una manera de airear y darle el espacio a otras. Las personas van y vienen, la
Foto: Florencia Di Tullio
organización es lo que vence al tiempo. Seguiré acompañando a nivel nacional, en mi provincia y por supuesto continuaré mi militancia política. ¿Que opinas del papel de la educación en la comunidad trans? La educación tiene una deuda con nosotras. Que se trabaje la diversidad sexual y sobre todo la transexualidad en las escue-
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las me parece interesantísimo porque las personas trans, cuando nos construimos, la primer condena que sufrimos es la educacional. La docente llama a nuestros padres para decirles que no somos normales, que no nos integramos. Nos dan el certificado de ratas de laboratorio en donde nos convertimos inmediatamente en objeto de observación de profesionales de la salud, donde luego esos mismos llevan a que nuestras familias nos condenen. Donde los profesores de educación física si no queremos jugar al fútbol, o al cestoball en caso de los varones trans, nos coartan la posibilidad de hacer educación física y nos sientan en un rincón. Esa es la negación y así nos van sacando de distintos lugares. Por eso la educación es un lugar muy importante a trabajar, los Ministerios de Educación y también el Ejecutivo Nacional y Provinciales tienen que dar un inmediato cumplimiento a la Ley de Educación Sexual Integral, base para empezar a deconstruir y romper con el machismo, a romper con la sociedad binaria y a entender lo que sucede con los cuerpos. Necesitamos que las iglesias dejen de tener la incidencia política, que nos dejen de gobernar con una biblia y que lo empiecen a hacer con las leyes de nuestro país. De esa manera vamos a poder convivir en esta rica diversidad que tiene la sociedad que muchas veces hace que gorditos no quieran ir, que colorados no quieran ir, que los gays no quieran ir, y la discriminación es absoluta, sobre todo en un país tan xenófobo como el que tenemos.
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Teniendo en cuenta que fuiste una de las primeras en acceder a realizar un posgrado en la Universidad del Comahue, ¿cómo ves la inserción en la Universidad? Hace unos años hice una presentación para ingresar y, aunque no tenía el secundario
Que se trabaje la diversidad sexual y sobre todo la transexualidad en las escuelas me parece interesantísimo porque las personas trans, cuando nos construimos, la primer condena que sufrimos es la educacional. terminado, respaldándome en la Ley de Educación Nacional, hice valer la especial preparación que había tenido por la militancia y los lugares de formación en donde me tocó estar y así es como ingresé, mediante una Ordenanza votada por unanimidad en el Consejo Superior. Hay varias compañeras que luego de esto ingresaron también a la Universidad, algunas como estudiantes en carreras de cuidados paliativos, otras, como Luján Acuña -enfermera-, para realizar especializaciones en materia de salud. El revés de todo esto es que ellas están insertadas, cuidando mayores. Eso es un poco lo que hacíamos nosotras, cada vez que nos condenaban nuestras familias, cuando nos echaban ya después de viejos, cuando se habían ido todos los hijos, ahí veníamos de cuidadoras de los viejos que quedaban en las casas. Se reproduce en nosotras, las mujeres trans, ese mandato sobre la mujer y las tareas de cuidado.
¿Cuál es tu postura frente al trabajo sexual? Estoy a favor de todo lo que sea derechos, no estoy a favor que una persona le diga a otra qué hacer con su cuerpo. Estoy a favor del trabajo sexual como también estoy a favor del Cupo Laboral Trans y ninguna de las dos cosas me produce ninguna contradicción, el tema es que las mujeres transexuales necesitamos la inserción laboral porque nos empujaron a ser trabajadoras
sexuales, nos obligaron a ser putas, modistas y peluqueras mientras que las mujeres cisgénero pueden llegar a elegir el trabajo sexual como una salida laboral. Creo que de una buena vez el Congreso debe dar un debate serio, porque hoy en día a las Trabajadoras Sexuales las atraviesan las mismas criminalizaciones que nos atravesaban a nosotras las mujeres trans y, en el mismo momento en que se aprobó la Ley de Identidad de Género, inmediatamente se cortaron ese tipo de persecuciones; sobre todo dejaron de ser la caja chica de la policía, como actualmente son las compañeras. Aporto a AMMAR desde mi lugar de militante trans, yo estoy a disposición las 24 horas del día para todas, cada vez que sucede algún hecho de violencia institucional con algunx compañerx, ellxs tienen la confianza de llamarme e inmediatamente estoy, lo mismo si veo un hecho en la calle, me involucro y si tengo que invertir 4 o 5 horas de mi vida evitando que suceda un hecho de violencia institucional lo hago con muchísimo placer. ¿Cómo ves el presente de la militancia trans? En el sector de las abolicionistas está faltando llenar el vacío que dejó Lohana Berkins y Diana Sacayán. En el sector en que estamos a favor desde el principio de la Ley de Identidad de Género y del trabajo sexual, nosotras seguimos con la referencia
de nuestra líder que fue Claudia Pía Baudracco y ATTA. Yo creo que después de Claudia, de Lohana, de Diana, hay referentes: Marcela Romero -la actual presidenta de ATTA-, Luisa Paz y varias que venimos atrás logrando sumarnos y poniendo nuestra impronta en los distintos lugares. Pienso que es necesario involucrarse en todos los lugares históricamente negados, en todos, siempre los gays hablaron por las lesbianas y las transexuales, ya está, basta. Cada población que exprese lo que tenga que expresar, sobre todo las mujeres trans, aquellas que perdimos los privilegios del patriarcado en el momento que nos construimos en mujeres pagando un precio muy alto, y ocupar los lugares eternamente negados, la escuela, la familia. Casi todos los gays comen con sus familias, nosotras no, comemos solas en nuestras casas. Ellos participan de los cumpleañitos, los invitan a los casamientos, porque son divinos tenerlos en la familia; a nosotras nos esconden, a nosotras no nos invitan. Y también los lugares de decisión, no existen los iluminados de la política que vayan a idear una política pública para nosotras si no estamos adentro. Por eso es importante que las compañeras se involucren partidariamente, ojalá sea en alguna organización del campo nacional y popular.
¿Cómo te ves a futuro? Actualmente trabajo como asesora de Silvia Horne, con ella hemos impulsado el Día Nacional de la Visibilización Lésbica en memoria a la Pepa Gaitán -el 7 de marzo-, el Día de la Promoción de los Derechos de las Personas Trans -el 16 de marzo-, la Ley Integral Trans que es una ley que tiene más de 38 artículos en donde se trata el cupo laboral, la reparación histórica; esas son las legislaciones de la diversidad que estamos
impulsando. A futuro, voy a estar donde mis compañeros y compañeras digan que soy útil, en el Movimiento Evita de Río Negro, formo parte de la mesa ejecutiva, mi nombre se maneja habitualmente cada vez que tienen que dar un nombre. Creo que cualquiera de las compañeras trans tiene que ocupar una banca; me gustaría hacerlo, no lo descarto, sé que estoy en condiciones de lograrlo y que tengo el apoyo, eso es muy importante.
Estoy a favor del trabajo sexual como también estoy a favor del Cupo Laboral Trans y ninguna de las dos cosas me produce ninguna contradicción.
El mío no es un recorrido habitual, yo les digo muchas veces a mis compañeros del Movimiento Evita, a los compañeros del Frente Para la Victoria o a cualquier dirigente de cualquier partido que tienen personas trans en sus estructuras, les digo que hay que cuidarlas, ponerlas en valor, esas compañeras no solo lograron romper con la estructura de esta sociedad binaria, sino también romper con estas estructuras machistas, patriarcales, partidarias que son mucho más intensas en la política que en cualquier otro lugar. Hoy en día todavía me pasa, llegar a una Unidad Básica y que algún dirigente me diga compañero, ¡es muy fuerte! Pero si pongo en una balanza las experiencias a lo largo de mis recorridos por el país, tengo más cosas lindas para contar que las no favorables. Sobre todo
en las escuelas con los jóvenes y los niños, que es es lo que más me empuja y me alienta, me hace ver que no estamos equivocadas, que los prejuicios los tenemos los grandes y no los jóvenes ni los niños y verdaderamente las compañeras que vienen atrás, como niños y niñas trans que hoy en día tienen su DNI con su género autopercibido no se van a morir a los 35/40 años y van a poder vivir más y mejor. Así como esos niños y niñas pueden reírse a carcajadas lo que yo no conocí en mi niñez, también ellos y ellas en su adultez van a vivir cosas que nosotras recién las vivimos cuando nos estamos muriendo, si es que lo logramos, porque algunas como Claudia Pía, murieron con un nombre que no les correspondía siendo la principal impulsora de la Ley de Identidad de Género. Murió un mes antes de que se vote la ley.
Un deseo, una motivación Esas violaciones de derechos que a mi me hicieron sentir a cada instante, fueron cosas que me fueron marcando y no quiero que otras personas pasen eso, asi como quiero que otras compañeras mías sientan lo que yo sentí la primera vez que me dijeron que iba a tener un trabajo, que sientan lo que sentí cuando fui a retirar la tarjeta de la obra social, que sientan lo que sentí cuando pude tener la tarjeta del banco. Quizás los compañeros comunistas me estarían diciendo de todo en este momento, pero a una persona que a los 35 años recién le dan la tranquilidad de que va a llegar a fin de mes aunque sea con unas moneditas, le cambia la vida. Y si después las compañeras pueden llegar a caminar la calle de día, ir al super al mediodía, comer al mediodía y después a la tarde y no estar durmiendo durante el día y viviendo únicamente de noche, cambia; hay que ir por todo eso.
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Putas feministas
La afrenta de feminismo hegemónico En una misma operación, subvierten la injuria de puta y reclaman reconocimiento dentro del feminismo. ¿Cómo conviven esta categoría identitaria y la figura de la buena víctima, tópico privilegiado de subjetivación política en el feminismo y fuera de él? Y ¿Qué procesos hacen posible sus surgimientos?
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Hace unos años leí por casualidad un artículo de Fernando Noy en Las 12, donde hablaba de una tal Ruth Mary Kelly con la que había compartido aventuras en la década del setenta. La describía como una prostituta de mediana edad, atrevida, arrolladora, pionera del placer y especialista en organizar orgías con los marineros que arribaban al puerto de Buenos Aires en aquel entonces. La googlié y sólo encontré una referencia de un libro editado a principios de los
Por Estefania Martynowskyj
setenta, en el cual el escritor tucumano Julio Ardiles Gray había levantado sus memorias. El libro se llama Memorial de los infiernos y su tapa roja está ilustrada con una tarjeta personal que reza “Ruth Mary: prostituta”. En este libro Kelly cuenta su dura vida y expone sus argumentos en defensa de la prostitución, frente a los de las personas que la quieren hacer reflexionar sobre su conducta como prostituta y convencerla de que se busque un “trabajo honesto”: sostiene que las prostitutas son libres de elegir o no al cliente, de trabajar hoy y mañana no, que ganan mucho más que una sirvienta; que en tres noches ella puede hacer el sueldo de una muchacha muy bien paga de casa de familia. Luego, su nombre me volvió a sorprender, esta vez citado por organizaciones de feministas abolicionistas, en el cua-
dernillo de la Campaña “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”, editado en el año 2007 en CABA. Allí se dice lo siguiente: “Entre las décadas del 70 y 80, Ruth Mary Kelly, una mujer vinculada al feminismo y que había estado en situación de prostitución, se proponía como objetivo nuclear a las mujeres prostituidas. Sin embargo, el movimiento antiviolencia de los 80, no llegó a incluir como central en sus luchas la violencia ocasionada por la prostitución, salvo por parte de algunos grupos y mujeres”. Para ese entonces yo ya estaba lo suficientemente confundida y me preguntaba quién habría sido Kelly en verdad: ¿pionera del placer, prostituta orgullosa o mujer prostituida? Y esta confusión llegó a su punto máximo cuando me topé con el prólogo que la re-
Un 8 de marzo de 1984 asistía a la marcha con un cartel que decía "Trabajadora del sexo" y con copias de los edictos policiales.
conocida feminista española -y ferviente abolicionista- Celia Amorós, escribió para un libro de Raquel Osborne que se llama ´Las mujeres en la encrucijada de la sexualidad´, de 1989. Allí citaba un discurso que calificaba como muy significativo, que “la prostituta Ruth Mary Kelly” habría dado (no aclara dónde, ni cuándo) y que decía “Tengo un tremendo dolor y resentimiento contra esta sociedad hipócrita donde, como dice Discépolo en su tango Cambalache, se junta todo en el mismo lodo con la Biblia y el calefón… Las profesionales del sexo… seguimos marginadas, violadas, vejadas; y esto no es
casual, los varones han dividido a las mujeres, antes que mujeres personas, en buenas y malas… han dividido para reinar… En nuestro siglo consumista no se desprecia a quien vende sus manos, su inteligencia, ni siquiera a los científicos que venden su cerebro para crear armas, que trabajan para la muerte. Si se desprecia a quien proporciona placer por dinero en un sistema patriarcal que está siendo cuestionado por las mujeres… la prostitución es el tema que nadie, ni siquiera las mujeres, quiere mirar, aunque lo tengan bajo las narices. Sólo lo ven desde el ángulo de la moral y el piadoso
escándalo.” Por suerte, Emmanuel Theumer se tomó el trabajo de rastrear su vida y militancia y ahora sabemos que desde el día 1 de la transición democrática, Kelly intentaba llamar la atención del Presidente Alfonsín durante el histórico mensaje presidencial, gritando desde las primeras filas “Presidente, soy trabajadora del sexo”, reclamando ya entonces reconocimiento. Y que además, participó de la mítica movilización del 8 de marzo de 1984 -de la que solemos recordar a María Elena Oddone subiendo las escalinatas del Congreso con un cartel que
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“¿Por qué traigo la historia de Kelly? Porque su identificación como trabajadora sexual, ya en las décadas del setenta y ochenta, cuestiona cierta genealogía del feminismo y habla de los esfuerzos del feminismo hegemónico abolicionista por borrar la filiación que une a las trabajadoras sexuales con este movimiento, desde la segunda ola”.
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decía “No a la maternidad, si al placer”-, en la que, según el diario La Nación, un grupo que se autodefinía como trabajadoras del sexo, llevó una pancarta que decía “el placer es revolución” y repartió copias de los edictos policiales para dar a conocer los excesos del aparato represivo estatal. Theumer rastrea varios testimonios de su paso por el feminismo durante las décadas del setenta y ochenta, que la sitúan cercana al Frente de Liberación Homosexual, con contactos con la Unión Feminista Argentina y el Movimiento de Liberación Feminista, y hasta le adjudican la creación del grupo Safo, que habría sido el primer grupo de lesbianas en Argentina. ¿Por qué traigo la historia de Kelly? Porque su identificación como trabajadora sexual, ya en las décadas del setenta y ochenta, cuestiona cierta genealogía del feminismo y habla de los esfuerzos del feminismo hegemónico abolicionista por borrar la filiación que une a las trabajadoras sexuales con este movimiento, desde la segunda ola. Si Mary Kelly se nombraba como trabajadora del sexo en los setenta-ochenta es porque esta categoría identitaria no es un invento del “proxenetismo internacional” ni se puede explicar por la industrialización global de la prostitución a
partir de la década del noventa, como gustan decir las abolicionistas. Lo que quiero sostener, en cambio, es que los debates sobre el trabajo sexual en el seno del feminismo son en verdad una disputa por el sujeto político de representación, es decir, por delimitar los márgenes de las que cuentan como “las mujeres” y los legítimos “derechos de las mujeres” por los cuales el feminismo pretende luchar. De este debate emergen en la actualidad dos figuras paradigmáticas: la mujer en situación de prostitución, arquetipo de la víctima del patriarcado, por un lado; y la trabajadora sexual -devenida puta feminista-, como figuración de una subjetividad política que demanda reconocimiento de derechos en un contexto de democratización de la sexualidad. Su comprensión se empantana, creo yo, cuando se intenta dirimir qué experiencia es la más verdadera, porque como propone Scott, la experiencia no es transparente, ni directa, ni funciona como evidencia incontrovertible y punto originario de cualquier explicación; por el contrario, siempre está mediada y moldeada por contextos discursivos más amplios y, lo interesante en ese sentido, es analizar los procesos históricos que, a
través del discurso, posicionan a lxs sujetxs y producen sus experiencias en unos términos y no en otros. Es decir, hacer visibles las operaciones de los complejos y cambiantes procesos discursivos por las cuales las identidades se adscriben, se resisten o se aceptan. Desde este prisma podemos ver que la emergencia del discurso del trabajo sexual tuvo como una de sus condiciones de posibilidad al propio movimiento feminista. Lo inventó Carol Leigh, prostituta y feminista estadounidense, en la década del ochenta. Según cuenta en su libro, el término trabajadora sexual fue una contribución feminista al lenguaje, porque reconoció el trabajo que hacían las mujeres en lugar de definirlas a través de su estatus. Lo que preocupaba a Carol Leigh al momento de inventar este término era cómo podía estar en igualdad frente a otras mujeres en el movimiento feminista, cuando estaba siendo cosificada, descripta sólo como algo para usar, y cuando se oscurecía su rol como agente en esa transacción. No nos podemos olvidar que en 1979 Kathleen Barry publicó el libro Esclavitud sexual de la mujer, que dio forma al marco interpretativo del abolicionismo, definiendo a la prostitución como esclavitud sexual. Entonces, el término “trabajadora sexual” emergió para luchar contra el estigma y la discriminación y pretendió habilitar un espacio de diálogo en el feminismo, en el cual pudieran participar las prostitutas, sin por eso pretender englobar las experiencias de todas las mujeres en el mercado del sexo. El impacto del movimiento de liberación de la mujer entre las trabajadoras sexuales no sólo se manifestó en el plano lingüístico, sino que entre las décadas del
setenta y el noventa surgieron en Europa, EEUU y América Latina organizaciones de prostitutas casi siempre vinculadas a las feministas. Ammar forma parte de ese proceso, abierto en nuestro continente a partir de la creación de la Red de trabajadoras sexuales de América Latina y el Caribe en 1987. Sin embargo, como sostiene Marta Lamas, los avances logrados en las décadas del ochenta y noventa en relación a la organización internacional de las trabajadoras sexuales, la sindicalización y la conquista de derechos laborales, se frenaron ante el activismo de un sector del movimiento feminista que cuestionó la prostitución a partir de la ligazón entre sexualidad y violencia, con reflexiones como las de Catherine MacKinnon quien sostenía que las mujeres eran prostituidas para ser degradadas y sometidas a un tratamiento cruel y brutal sin límites; equiparando prostitución con violación. Estas autoras escriben durante la “década de la mujer” de la ONU, donde circulan textos de la relevancia de la CEDAW[1] (1979) y de la Convención Belem do Pará (1994)[2], que convirtieron a la violencia contra las mujeres en el topos privilegiado para reclamar sus derechos humanos. Finalmente esta perspectiva funcionó como una de las condiciones de posibilidad del resurgimiento de la “trata” como problema público, en el nuevo milenio, desde la sanción del Protocolo de Palermo y la creación de las grandes coaliciones feministas transnacionales como la Coalition Against Trafiking in Women (CATW). En ese contexto, se comenzó a hablar indistintamente de “mujeres traficadas” o “mujeres explotadas sexualmente” como “víctimas de trata”, dando
“Si Mary Kelly se nombraba como trabajadora del sexo en los setentaochenta es porque esta categoría identitaria no es un invento del “proxenetismo internacional” ni se puede explicar por la industrialización global de la prostitución a partir de la década del noventa, como gustan decir las abolicionistas”. cuenta de las inconsistencias sustanciales en la manera en que se define que es la trata y quiénes son sus víctimas. Porque, a diferencia de lo que desde el sentido común se entiende como trata sexual: una persona, casi siempre mujer, engañada y forzada a prostituirse contra su voluntad y sin libertad ambulatoria; muchas legislaciones nacionales no distinguen, por ejemplo, entre prostitución libre y forzada -como es el caso de nuestro país- y han desestimado el consentimiento de las mujeres que están en el mercado del sexo, que son consideradas siempre y de antemano, víctimas. Lo que quiero resaltar es cómo una batalla legítima e importante contra la trata -entendida como prostitución forzada- se traduce en la represión indiscriminada de todas las personas vinculadas al trabajo sexual. Si los discursos sobre violencia y trata habilitan el surgimiento de la figura de la
víctima, cristalizado en el concepto de “mujer en situación de prostitución” que presenta las experiencias de las mujeres como mero reflejo del deseo masculino, desconociendo su agencia; ¿cómo emerge en este contexto la “puta feminista”?. Son las propias demandas del feminismo en relación a la sexualidad, las que posibilitan el surgimiento de las “trabajadoras sexuales” en los ochenta y las que habilitan en la actualidad la inversión de la injuria de puta, corroborando la máxima foucaultiana de que la subjetividad no es solo efecto del poder, sino efecto de la resistencia. ¿Cómo pretendía el feminismo excluir a las trabajadoras sexuales de su lema “mi cuerpo, mi decisión”? ¿cómo podían las trabajadoras sexuales no apropiarse de esta demanda para reivindicar una subjetividad política, derechos laborales y derechos sexuales? Las putas feministas son hijas del contexto de democratización de la sexualidad que atraviesa a nuestras sociedades occidentales desde hace más de una década y que se ha plasmado en leyes como la del matrimonio igualitario, la ley de identidad de género, la de parto respetado, la de Educación sexual integral, entre las más relevantes. Y en ese contexto vienen a empujar las fronteras no sólo de las demandas que hasta ahora han conformado el repertorio de protesta del feminismo, sino de las sexualidades que nuestra ciudadanía sexual considera legítimas.
[1] Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. [2] Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. * Socióloga feminista y activista en FUERTSA.
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Mujeres de Kurdistán y la emancipación verdadera Las hijas del sol y el fuego, como las llama Melike Yasar, representante del Movimiento de Mujeres de Kurdistan en Latinoamerica, tienen como objetivo, nada más y nada menos, “una lucha universal”. La situación del pueblo kurdo en Medio Oriente, el rol de la mujer, la autodefensa, la Jineologi, y las diferencias con el feminismo occidental.
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La revolución del Movimiento de Mujeres de Kurdistán es, quizás, la proeza más grande que un grupo de mujeres se haya propuesto en los últimos 40 años, a realizarse en un continente donde la mujer no solo no posee voz ni voto, sino que además es reducida a un mero objeto, propiedad del hombre. Melike Yasar es la representante del Movimiento en Latinoamérica, habla kurdo, turco, alemán e inglés, los dos últimos aprendidos durante su exilio
Por Estefanía Veronica Santoro
con su familia en Alemania. Si bien se queja de su español limitado, en la práctica se expresa con la seguridad y la convicción que la caracteriza. En las sociedades de Medio Oriente las mujeres son reducidas al honor (virginidad). Representa su único valor, condición pura y exclusivamente manipulada y administrada por sus padres o esposos. Según las tradiciones que impone la religión en estos estados, las menores (algunas desde los seis años) son entregadas y vendidas por sus progenitores para el casamiento. Antes de soportar esta costumbre, miles de mujeres y niñas decidieron suicidarse. Otras, las que sobrevivieron al horror, encabezaron una ardua lucha, desafiando las leyes del patriarcado (poder del hombre sobre la mujer) más rancio y logrando convertir ese honor en su libertad. En una de las paredes del living de su
casa, Yasar tiene colgada una bandera con el rostro de Sakine Cansiz, líder y una de las fundadoras del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), asesinada en 2013 junto a otras dos compañeras. Desde el 2015, Yasar viaja por todo el continente narrando la transformación que está llevando a cabo el pueblo kurdo en todo Medio Oriente y, sobre todo, la revolución que conducen las protagonistas de la verdadera emancipación femenina. “Las hijas del sol y del fuego”, dice Melike, sonriendo.
La revolución de Kurdistán Kurdistán es un pueblo aún no reconocido por Medio Oriente de casi 50 millones de personas (supera la población de nuestro país) es la nación más grande sin patria. A nivel territorial se encuentra dividido dentro de las fronteras de cuatro Estados: Irán, Irak, Siria
y Turquía. Desde hace años este pueblo inició un proceso revolucionario, a través del cual lucha y resiste por existir en sus tierras ancestrales. Según la frontera del Estado en el que se encuentren, todxs lxs kurdxs hablan dos idiomas (el propio y el del país fronterizo que linda con su territorio) porque su lengua fue prohibida durante muchos años. Abudullah Ocalan es el líder del Movimiento Kurdo de Liberación, presi-
Miembros del PKK en Makhmur (Iraq) - Foto: Joey
dente y fundador del PKK, partido político fundado en 1978 en Turquía, cuyo brazo armado se denomina Fuerzas de Defensa Popular (HPG). Antes de ser encarcelado y condenado a cadena perpetua por las autoridades turcas, Ocalan creó un sistema llamado Confederalismo Democrático, a partir del cual plantea una sociedad libre que no se rija por las estructuras del Estado Nación, del capitalismo y del patriarcado. Previo la formación del PKK, se
produjeron 28 levantamientos en contra de las divisiones territoriales que intentaron imponerle al pueblo kurdo. Estas resistencias terminaron en genocidios. En 1980 el gobierno turco instaló un golpe militar contra la izquierda y especialmente contra los militantes del PKK (luego del último levantamiento organizado por el pueblo kurdo en las cuatro partes de kurdistan). A partir del golpe casi todos los fundadores del movimiento fueron encarce-
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lados. Sakine Cansiz se convirtió en una gran símbolo de lucha dentro de la cárcel donde tuvo que soportar las torturas del estado turco, su resistencia motivó al pueblo kurdo a organizarse. Entre 1986 y 1989 miles de civiles fueron asesinadxs, encerradxs en campos de concentración y torturados durante la campaña Anfal[1] en el norte de Irak. Una vez fundado el partido, el camino a la emancipación del pueblo de Kurdistán adquirió un marco político. El 26 de enero de 2015[2] las milicias kurdas, con las mujeres como principales figuras de la resistencia contra el Estado Islámico (ISIS), lograron declarar la liberación de Kobane (región ubicada al norte de Siria). El confederalismo democrático parte de la idea de una sociedad construida sobre la base de la democracia, la ecología y la liberación de las mujeres. Este modelo es organizado a partir de la autoadministración, desde las bases en comunas y asambleas. Para enfrentar la dominación del hombre, propone la creación de una organización autónoma de las mujeres que les permita conformar una gran fuerza para cuestionar y desarmar las formas tradicionales de violencia patriarcal, así como también las otras formas de opresión como la clase, la etnia, la religión y orientación sexual.
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¿En qué momento se encuentra hoy la lucha por la liberación del pueblo kurdo? Hay una guerra ideológica contra el pueblo kurdo porque está creando una alternativa, una solución para todos los pueblos de Medio Oriente. Es, además, un obstáculo para las fuerzas imperia-
Unidades de resistencia en las montañas de Sinjar (Iraq)- Foto: Joey
listas. La guerra es en todo el Medio Oriente, pero los intereses de esas fuerzas, a nivel internacional, recaen sobre Kurdistán. No solo por el petróleo, las riquezas y el agua, sino porque hasta que esas fuerzas no logren sus objetivos no quieren que se solucione la causa kurda. El Estado Islámico (ISIS) es un grupo que fue creado por las fuerzas imperialistas. ISIS no ataca a los kurdos porque son kurdos, sino porque son los que están tratando de construir una nueva forma de vida, alternativa al capitalismo, y eso es lo peligroso para ellos. Los otros pueblos que viven ahí también están defendiendo el Confederalismo Democrático.
Autodefensa y organización El movimiento de Mujeres de Kurdistán es un movimiento de liberación femi-
nista, nacido en 1987, fundado por mujeres que participan de la revolución de Kurdistán, que hoy en día posee un protagonismo en todo Medio Oriente. La causa de las mujeres fue siempre un tema prioritario dentro de la lucha por la liberación nacional del pueblo kurdo. Con la autodefensa como principal lema, trabajan en el ámbito social, político, intelectual y cultural, sosteniendo que las mujeres han sido el primer grupo dominado en la sociedad, antes que la clase trabajadora. Proponen que el primer paso para alcanzar la liberación de todas las formas de opresión de cualquier sociedad es liberar a las mujeres. “Entendimos que ese objetivo solo se puede cumplir comenzando por cambiar nuestro propio pensamiento y también el de los hombres” explica Yasar.
¿Cómo fueron los primeros años de lucha del Movimiento de Mujeres de Kurdistán? El movimiento empezó en las montañas dentro de la lucha armada. Allí, tanto las mujeres como los cuadros políticos tuvieron una transformación muy profunda, dado que tenían que cambiar su propia mentalidad. Se crearon academias donde se fueron formando, tanto los hombres como las mujeres militantes tenían una tarea para trabajar en distintas áreas de la sociedad, como por ejemplo en el área de jóvenes, de mujeres, en los medios, en diplomacia. La lucha en la montaña fue una lucha ideológica donde hubo un cambio muy importante que luego se trasladó a la sociedad con la que se logró un contacto. Como decía Sakine: la liberación es en el momento, la revolución es también cambiar lo que está mal en nuestras cabezas, como por ejemplo los efectos del patriarcado o del capitalismo. Ocalan junto a Sakine Cansiz plantearon la necesidad de la participación de las mujeres en la lucha por la liberación desde los inicios del PKK. Yasar asegura que el Movimiento de Mujeres de Kurdistán comenzó con el trabajo de Cansiz. “Ella fue la gran impulsora”, confirma. A diferencia de otras luchas que no distinguían la emancipación de la mujer, sino que la englobaban en una lucha general, Ocalan planteó junto a Cansiz la liberación de la mujer dentro de su propio movimiento como una condición esencial para alcanzar la independencia de su pueblo. Hubo resistencias en el interior de la organización, pero Ocalan se mantuvo siempre firme ante la idea de que las mujeres
debían ser aceptadas tanto en la lucha armada, así como también en el plano intelectual. Para lograr que todas las mujeres puedan tomar conciencia de sí mismas como principal sujeto de opresión dentro de la sociedad en la que viven, el movimiento de mujeres de Kurdistán adoptó como primera medida la lucha interna, empezando por desarmar cada eslabón que conforma la enorme cadena que las ata. Para ello comenzaron trabajando en los espacios más íntimos, dando pelea en el interior de los propios hogares y en la cotidianidad de los días. “Empezamos a trabajar con las familias, el mínimo núcleo que crea el Estado. Esto es trabajar dentro de la sociedad, pero casa por casa. La revolución la hacemos cada día cambiando las mentalidades, por eso para nosotras la lucha interna es muy importante”, explica Yasar.
El Movimiento de Mujeres de Kurdistan se ha desarrollado no solo en plano de la lucha armada sino también en el plano intelectual a través de la teoría Jineologi. ¿En qué consiste? Jineologi es la ciencia de la mujer, surgió hace 6 años con una crítica radical a la ciencia positivista. No solo se desarrolla en el ámbito académico, sino desde las prácticas y experiencias de las mujeres y de las sociedades. Su lógica se plantea en todos los ámbitos de lucha de las organizaciones. Jineologi no crea una nueva teoría porque las prácticas y experiencias ya existen, su objetivo es hacer visible lo que no es visible en el mundo capitalista. Se parte de las experiencias y las tradiciones que las mujeres tienen en su natura-
“El movimiento de
Mujeres de Kurdistán es
un movimiento de libera-
ción feminista, nacido en 1987, fundado por
mujeres que participan de la revolución de
Kurdistán, que hoy en día posee un
protagonismo en todo Medio Oriente”.
leza. Crea una nueva mentalidad que sostiene que la liberación de la mujer es la liberación de la sociedad. Esta ciencia posee academias, por ejemplo, en el área de autodefensa donde se habla de ecología, partiendo del análisis de la naturaleza, de ahí nace la teoría de la rosa que sostiene que una rosa es algo bello de contemplar, pero tienen sus espinas para defenderse. Los hombres y las mujeres no vamos a usar las armas para matar o morir sino para vivir y para dar vida, por eso Jineologi está también en el área militar. Hoy el movimiento de Mujeres de Kurdistán tiene sus propios medios de comunicación. Por ejemplo, Rojava (norte de Siria) es un lugar libre de toda forma de opresión capitalista y patriarcal, allí se practica el paradigma del Confederalismo Democrático basado en la lógica de esta ciencia.
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¿Cómo es vista la disidencia sexual en el Movimiento de Mujeres de Kurdistán? Hoy el movimiento LGTB tiene un espacio gracias al Movimiento de Mujeres de Kurdistán. Ocalan retoma una de las teorías de Jineologi que es matar la mentalidad machista de los hombres y de las mujeres y en ese punto hablamos de las diversidades sexuales. Estamos abiertas a respetar todas las diversidades como cada una quiere vivirlas en un continente donde todavía la relación de un hombre y de una mujer es un tabú. Hablar de las diversidades sexuales fue muy difícil. Por ejemplo, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) postuló un candidato gay, ese fue el momento en el que el Movimiento de Mujeres de Kurdistán abrió las puertas al movimiento LGBT de Turquía. El gobierno turco empezó a hacer una antipropaganda dentro de la sociedad kurda diciendo que el HDP tenía un candidato que era gay y las personas no podían votar algo que va en contra de la religión del islam. Dentro de nuestro movimiento los hombres querían ocultarlo y mostrarlo después de las elecciones, pero hubo una discusión entre el líder -que en ese momento estaba en la cárcel-, el movi-
Miembros del PKK en Makhmur (Iraq) - Foto: Joey
miento de mujeres y los dirigentes del partido y finalmente se presentó como candidato y ganaron. Hay lesbianas también en la revolución de Kurdistán, hay mujeres de Europa, de Latinoamérica que están en Rojava en las montañas, también hay gays, trans, pero por ejemplo no hay una forma de organización de las lesbianas en Kurdistán.
¿Cuáles son los principales objetivos del Movimiento de Mujeres de Kurdistán y que diferencias o críticas tienen con el feminismo de occidente? El objetivo de este movimiento está pensado en crear una lucha universal. El feminismo actual, especialmente el occidental, se volvió marginal y solo se puede salir de ese punto con una lucha interna y una historia en común. El Movimiento de Mujeres de Kurdistán sostiene que, si no tenemos nuestras propias organizaciones y formas de autodefensa, no podemos actuar para romper con el patriarcado, esas son nuestras armas. Hoy el movimiento de mujeres de Kurdistán logró liberar Raqqa, ahí liberamos casi tres mil mujeres. El feminismo de Occidente olvida que las mujeres pobres, del tercer mundo y del Medio Oriente, no tenemos una mirada occidental, tenemos
“Un Estado nunca puede ser socialista, ni democrático, ni feminista porque es en sí mismo un instrumento del patriarcado y milita los cuatro elementos del patriarcado: el nacionalismo, el fundamentalismo, el cientifisismo y el sexismo”.
que liberar al movimiento de eso. La principal crítica es que hoy en Europa el feminismo se institucionalizó. Claro que necesitamos poder votar, ocupar bancas pero eso no es suficiente. También hay contradicciones en el feminismo occidental, cuando pensamos nuestra propia historia. Hay que tener en cuenta que antes de la opresión a la clase trabajadora nosotras ya éramos oprimidas. Hay grupos feministas que culpan a la mujer de su propia caída hace 5 mil años, si nosotras como mujeres pensamos así como vamos a poder cambiar eso. Tenemos que ver la caída de la sociedad como la caída de la mujer, primero con los Sumerios donde robaron todo lo que tenían las mujeres, segundo con las religiones y tercero con el sistema capitalista.
¿Qué enseñanzas y aportes puede dar el Movimiento de Mujeres de Kurdistán a los feminismos de Argentina? Nosotras nunca tuvimos como objetivo
Festejos de Newroz (año nuevo) en Kurdistán
venir a América latina a dar aportes sino a tomar las experiencias que tenían ustedes aquí. Sakine y otras compañeras estudiaron mucho la tradición revolucionaria de las mujeres de América Latina, especialmente de Argentina que tiene una historia que es muy cercana en el tiempo. Cuando llegamos lo primero que hicimos fue solidarizarnos porque entendemos que ninguna lucha puede ganarse sin el apoyo internacional, pero queremos crear una fuerza universal y América Latina puede ser el primer paso para crearla. Queremos tomar las causas que están discutiendo aquí, por ejemplo, el aborto, y entrar en los espacios de discusión de las mujeres como en los Encuentros Nacionales, la campaña Ni Una Menos y dar nuestra perspectiva. La diferencia con nosotras es que aquí salen miles de mujeres a las calles. En cambio, nosotras cuando decidimos empezar una
campaña creamos planes de trabajo. Primero, vamos casa por casa a hacer formación en los barrios cambiando las mentalidades con crítica y autocrítica como métodos de transformación de las personas. Como segundo paso, nos encargamos de los medios de comunicación, ahora en Kurdistán todos los medios poseen la perspectiva de liberación de la mujer. Y por último salimos a las calles. Es más fácil salir a las calles con el potencial que existe en América Latina y Argentina, pero hay que devolver esa potencia de una forma organizativa y tener una lucha nacional, eso es lo más importante. ¿Qué aspectos crees que debe fortalecer el movimiento feminista argentino? Argentina tiene espacios en común como el Encuentro Nacional, la campaña Ni Una Menos y el 8 de marzo
para crear una lucha nacional, pero algunos de esos espacios se fueron institucionalizado. En los Encuentros Nacionales sucede lo mismo, están muy divididas, me pregunto cómo es posible cambiar la política de violencia del patriarcado si todavía se violentan entre ellas usando esas mismas formas de violencia. Nosotras tenemos objetivos muy grandes, cambiamos el Medio Oriente luchando no en frente de la casa de gobierno, estamos luchando en primer lugar con nosotras mismas. Aquí empiezan con el lugar más grande, pero el objetivo cuál es. Romper con el gobierno que existe actualmente y entrar con una mirada socialista no es posible porque un Estado nunca puede ser socialista, ni democrático, ni feminista porque es en sí mismo un instrumento del patriarcado y milita los cuatro elementos del patriarcado: el nacionalismo, el fundamentalismo, el cientifisismo y el sexismo y para esos cuatro aspectos tiene sus instituciones escuelas, universidades, hospitales, parlamentos, iglesias. Entonces es posible cambiar algunas cosas, pero hay que entrar en otros lugares también. Cuando empezó el PKK se planteó que nuestra gran arma es la crítica y la autocrítica y lo que falta acá es eso.
[1] https://elpais.com/diario/2006/08/22/internacional/1156197609_850215.html [2] Mujer Vida y Libertad. Documentos básicos para entender la revolución de las mujeres de Kurdistán. Fotos: Melike Yasar–Cami Rojas Publicado originalmente en: Derrocando a Roca
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l i b r o s
Cristian Prieto y su libro Fichados
La memoria no es un privilegio
heterosexual “No queremos que nos persigan, ni que nos aprendan, ni que nos discriminen, ni que nos maten, ni que nos curen, ni que nos analicen, ni que nos expliquen, ni que nos toleren, ni que nos comprendan: lo que queremos es que nos deseen”. Néstor Perlonguer
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Hace ya unos años que nuestras consignas irrumpieron en las marchas del 24 de marzo: escribimos 200 compañerxs LGBTI+ PRESENTES en nuestros carteles y panfletos, grafiteamos La memoria no es un privilegio heterosexual, vamos a las reuniones organizativas previas y exigimos al menos aparecer en un párrafo. Se trata de visibilizar que la eliminación sistemática por parte del terrorismo de Estado de los setenta no apuntó sólo a la disidencia ideológica sino también sexual. Se trata de formar una subjetividad que reconozca una memoria no heterocentrada, de recuperar nuestra historia que
Por Natalia Canova
tantas veces nos quisieron destruir, muchas veces para decir desde discursos conservadores y falseados que nuestras identidades son en realidad una degeneración de época o un entretenimiento burgués. ¿Para qué? Para no dejarnos articular en un pasado que nos pertenezca y nos sirva de impulso para seguir luchando. Necesitamos enunciarnos en las marchas pero también necesitamos nuestra literatura. Tenemos archivos del Frente de Liberación Homosexual, leemos a la Perlongher, a Puig, pero queremos también autores contemporáneos que nos hagan sentir que podemos encontrarnos más que con las mismas historias heterosexuales de siempre. Cristian Prieto trabaja en la Comisión Provincial de la Memoria en La Plata. Allí es donde empezó a investigar sobre casos de persecución a las identidades sexuales no hegemónicas durante la dictadura, acce-
diendo a los archivos del DIPBA (División de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires). Se interesó en ciertos casos de maricas que, por plantear complejidades interesantes de ser analizadas, decidió incluir en su libro Fichados. Ejemplo de esta complejidad es el caso de una de las historias en la cual un milico se engancha con un subversivo y ahí aparecen las contradicciones, el deseo que traspasa la ideología, el negociar para no ser un desaparecido más. Mezcla de realidad y de ficción, este libro presenta tres historias que se sitúan en ese período negro de nuestra historia contemporánea. Pero también es interesante ver que hay una cuarta historia, la primera en el orden del libro, en que Cristian Prieto se hace carne de las persecuciones al colectivo LGBTI+. Y es que eso también es parte de lo que se viene denunciando en los documentos de las marchas por Memoria, Verdad y Justicia: los métodos de la dictadura aún si-
“Formar una subjetividad
que reconozca una memoria no heterocentrada, de
recuperar nuestra historia que tantas veces nos quisieron destruir”.
guen vigente. Cristian traza, entonces, una biografía (¿ficticia o real? No importa, los límites se confunden) en la cual él es sujeto de persecución política por su identidad marica. Desde su paso por las instituciones eclesiásticas, demasiado crítico para lo que estas agrupaciones pueden soportar, hasta el mismo jardín de infantes que ya desde temprana edad va estigmatizando aquellas identidades por fuera de la heteronorma. La escritura se presenta atravesada todo el tiempo por el deseo, porque el colectivo LGBTI+ lucha pero también desea. Cristian, periodista y militante, se muestra en su autobiografía deseando a monaguillos y al mismísimo Jesús semidesnudo de los cuadros de la iglesia. En el segundo relato un profesor de Bellas Artes deseando a un alumno pero siempre con la autocensura que una época opresiva exige. El oficial del tercer relato encantado por el subversivo equilibrando en “esa línea tan delgada entre la moral y las ganas de llegar”. Un montonero (con esa construcción identitaria ultramasculinizada del militante armado) con quien
tiene encuentros amorosos la Rami en el cuarto relato. El deseo más allá de la ideología y de la moral. El deseo indomable de quienes se sitúan en los márgenes. Una escritura que mezcla esos deseos, una forma cursi al estilo Puig, con el hostil lenguaje de los archivos de la dictadura. Un péndulo entre lo que queremos y lo que odiamos. Un equilibrio en clave de esa frase tan difícil para tantos militantes “endurecerse sin perder la ternura”. El hostil archivo de cómo se persiguió (tanto milicos como vecinos representantes de la buena moral), se violentó, se violó a las maricas por momentos hace que sea necesario dejar de leer, tomar un respiro, después volver. Es esa historia que nos cuesta mirar pero que en el sentido de Agamben tenemos el deber moral de mirar, por aquellxs que ya no están (Agamben lo menciona en relación al Holocausto pero a mí me parece extrapolable a todo capítulo fascista de nuestra historia). Quedan las ganas de leer historias no sólo de maricas sino también de travas, lesbia-
nas, bisexuales y todo lo que no puede entrar en el binarismo de género. Pero Cristian ya lo dijo: está preparando una segunda entrega donde estas identidades también puedan cobrar visibilidad. Suponer que se empieza por aquello que se siente más cercano a la opresión de unx, pero se sigue por las opresiones colectivas. Quedan entonces las ansias por seguir leyendo, para seguir sabiéndonos parte de una comunidad y una historia más grande, como lo que Cristian dice en su prólogo: “Cuando una sale y ya no se sabe única en este mundo heteropatriarcal, las almas de las locas de la Rosa Perlongher, de la Jáuregui, de la Lohana y tantas otras nos envuelven en sus brazos y en sus tacos y ya no estamos más solas”. FICHA TÉCNICA Autor: Cristian Prieto Título: Fichados Editorial: Pixel Páginas: 82 Género: Crónica literaria Año de edición: 2017
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