junio-Julio 2016/ Nº 27 Buenos Aires Argentina
E nt re v i s ta
G abr iela Mansilla
“ Por una infanc ia t rans , sin v iolenc ia ni dis c r iminac ió n ”
LLllam maanddoo aa Ru t h M Marr y KKeell yy
D os sier E sp e c ial
Ac t ivismo de la gordura
Los esp ac ios de enc ier ro expré s y feminizació n for zada
SUMARIO 3 Editorial 4 “Por una infancia trans, sin violencia ni discriminación” 8 Chicas amplificadas 10 Con vida nos queremos 12 Dossier Especial: Activismo Gordx 14 Pasa por mi cuerpo. Entrevista a Laura Contrera, Luz Moreno y Nicolás Cuello. 20 Desobediencia con nombre propio 24 Rocío- Serie habitar un cuerpo poéticamente terrorista 26 Luchadora social, militante política: MUJER 30 Voces del encierro. Entrevista a Marta Laferriere 34 Habitar un cuerpo poéticamente terrorista 38 Los espacios de encierro exprés y feminización forzada 41 #ParemosElAcosoCallejero 44 Es parte en mí. Entrevista a Mara Ávila 46 Acompañar al cuerpo 50 Éramos una 52 Llamando a Ruth Mary Kelly 56 Miedo en la sangre 58 Noescrito 60 Tiper Tap. Ni dios, ni patrón, ni marido 62 La piel del poema 64 El otro lado 66 Música a lo BIFE 70 Ilustraciones - Romina Risueño
STAFF
Editoras: Anahí Ayelén Más /Analía Daniela López/Valeria Tellechea/Sofía Espul/Nadia Beherens Colaboradoras/es: Ángela San Lorenzo/Daniela Dicipio/ Gabriela Guevara/ Manuela Carballo del Río/ Mónica Bermejo/ Silvia Sangregorio/Susana Salina /Camila Parodi/ Mabel Bellucci/Natacha Abril/Juan Cruz Guido/Bárbara Bilbao Colaboradoras/es Especiales: Ileana Alamilla (Guatemala) Natalia Tellechea (Nueva Zelandia) Vanessa Rivera de la Fuente (Chile) Zenaida Ferrer (Cuba) Ilustraciones: Marcos Villalva/Beto Oris/Joan Alfaro Cabrera/Natacha Abril Foto de Tapa: Florencia Di Tullio Fotografía: Florencia Di Tullio Diseño Gráfico: OrbeDiseño Diseño WEB: Acrosoma
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Registro de marca Furias. Nº3044385 www.revistafurias.com/info@revistafurias.com
Editorial
DESTRUIR Por Revista Furias Luego de las recientes y numerosas denuncias públicas de abusos perpetrados por varones a niñas, adolescentes y mujeres adultas, se desangelan los ídolos, los impunes y los intocables. Al igual que se comprobó cien?ficamente que los abusos que cometen los curas de la iglesia católica en niñxs conforman un patrón psicosocial, los abusos en el rock responden a las mismas caracterís>cas: una sistema>zación y un aprendizaje cultural interno del cómo hacerlo. Finalmente, las mujeres encuentran sus estrategias para evadir esta cultura de la violación y se concentran en lugares visibles y espacios públicos para poder ser escuchadas. Las voces de esas mujeres fluyen en medios y herramientas masivas y virales de difusión. Se conforman grupos femeninos autoges>onados. La verdad se abre paso y ya no es posible silenciarlas ni desacreditarlas. Estas denuncias derivaron en una serie de cues>onamientos que >enen que ver con la producción ar?s>ca. Es importante que nos preguntemos si se puede juzgar a unx autorx por su obra o por su vida privada. Creemos que es una tarea que debemos hacer. Hay una responsabilidad, no se puede decir cualquier cosa cuando hablamos de libertad de expresión. Esta no es cualquier cosa. Juzguemos a Nabokov, a Bukowski, ¿por qué no hacerlo?, ¿qué dogma no permite hacerlo? El mismo acto que sacraliza e idolatra, idio>za y no permite hacer una lectura oblicua de la situación. Hay que destruir a los ídolos. Hay que analizar las grandes ca-
Cómic: Gilbert Hernández
tástrofes de la cultura. El infan>lismo que promueve el rock se condice con las estrategias que alimentan su imaginario y su modo de producción. El rock nace hace casi 80 años como un anhelo de libertad en los campos de algodón de Estados Unidos. Los resultados son todas las influencias que tuvo el capitalismo y la heterosexualidad como régimen polí>co en el mismo: La cultura de la violación, el cuerpo femenino como cerdo sodomizado. Este es un llamado a que aporten más tes>monios. No importa cuántos años hayan pasado. No importa que las evidencias +sicas ya se hayan borrado, ya que el abuso no prescribe. Necesitamos hablar, curar una herida de tamaño social. 3
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Entrevista a Gabriela Mansilla
“Por una infancia trans,
sin violencia ni discriminación” Por Agostina Invernizzi
La mamá de Lulú, primera nena trans en recibir su DNI en 2013 acorde a su iden>dad de género autopercibida está llevando a cabo una campaña para informar y concien>zar sobre las infancias trans. Gabriela, referente en la lucha por los derechos de lxsniñxstrans, habla sobre la militancia y cuenta los desa+os que van surgiendo día a día, después de la conquista de la Ley de Iden>dad de Género.
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Estás llevando a cabo la campaña “Por una infancia trans, sin violencia ni discriminación”, la cual contará con una muestra de fotogra#as en el Centro Cultural Haroldo Con5. ¿Cómo surge esta
idea? ¿En qué consiste la campaña? ¿Qué obje5vos 5ene? Pasó navidad y me desesperé porque una está sola, nosotros estamos solitos los tres. Y me recordó a todas las otras navidades, los regalos que Luana odiaba, que el papá se fue, la violencia. Y al ver lo divina que está ahora, que era la primera navidad que no podía hacerles un regalo…y te la quedás mirando y decís, cuánto falta todavía. Me habían regalado el banner del libro e íbamos a ir a almorzar a lo de mi mamá, lo que te queda después de las fiestas, lo que hace todo el mundo. Me agarró esa nostalgia, de hacer un balance y de decir, no llego. La caminé du-
rante dos años, ¿Cuánto falta? ¿Cuánta gente que todavía no sabe? Yo tengo que hacer algo más. Agarré el banner y un libro y le dije a mi familia,“voy a hacer una campaña: Infancias trans, sin violencia ni discriminación”. Pegué el banner con cinta adhesiva en el comedor de mi mamá y dije, “¿dónde está la familia de Luana?” Quiero una foto de cada uno de nosotros y la voy a subir al muro para que la gente se sume. El ser visibles es respetar, hay que seguir haciendo que este tema se conozca. Nos sacamos una foto con el banner, que es la tapa del libro, que es la historia. Pero no es sólo la historia de Luana, es la historia de todas las personas trans que no tuvieron
esta infancia, pero sí la necesitan, y hay un montón de nenas y nenes más. El tema de la foto para mi es mostrar la cara, visibilizarte. Pasó un mes y empezaron a llegarme un montón de fotos. Me pregunté entonces, “¿y ahora qué hago con todo esto?”. Pensé en hacer una muestra en algún centro cultural, todavía no tenía un espacio, pero pensaba hasta ir al Congreso y ponerlas en la plaza, o en la Plaza de Mayo. Entonces empecé a hablar y a decir que quería hacer una muestra con todas las fotos, un mural, que la muestra tuviera dibujos de los nenes y nenas trans que yo conozco. Esta campaña no es solo por Luana, hay muchos nenes y nenas. Entonces, les escribí a las mamás de estos niñxs, para que se sumen con todos sus dibujos. Me gustaría que sea algo muy didáctico. Pensé en que podría haber un espacio para los chicos, dibujos, y carteles con mensajes, simples, como: “los colores son de todxs”. Quisiera empezar a deconstruir en los niños, la idea de que te imponen, que esto es de nena, esto es de varón. Que en la muestra haya fragmentos de la ley, me di cuenta que la gente no la conoce. A las mismas mamás que quieren defender a sus niñxs en las escuelas, les tengo que decir que vayan con la ley impresa y que en la escuela se tomen el trabajo de leerla. También creo que con esta campaña se pueden enterar muchas personas que todavía no tienen visibilidad. El objetivo es que llegue a los demás e infor-
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“Yo ya me desestructuré. Una vez fui a un encuentro de Psicoanálisis en Mar del Plata y un psicólogo me dijo, “Vos la pariste a Luana, pero Luana te parió a vos, parió a la madre que sos hoy”. Esa nena me desarmó de todos los miedos y tuve que empezar un camino nuevo conmigo misma”.
mar. Todo lo de la campaña lo hago yo sola desde mi casa. Lo estoy haciendo a nivel sociedad. Me encantaría hacer afiches, interpelar, poner en el común del barrio, de la ciudad. Quisiera que después del Con> esa muestra viaje a otros lugares, a las provincias. Yo no me puedo quedar con los brazos cruzados, mi hija te pasa por arriba, yo tengo que estar a la altura de ella. Ella se come el mundo. Como siempre decís, esta lucha es de Lulú, vos la escuchaste en el momento justo y la estás acompañando. Sin embargo, a par5r de que se conoció su historia muchxs padres/madres y adolescentes comenzaron a acercarse a vos tomándote como una referente por la lucha de los derechos de niñxstrans… ¿Cómo sucedió? La gente empezó a ver las notas, la primera fue en Página 12, o leyó el libro y empezó a decir: “A mi nene le pasa lo mismo”. Varios quedaron en el camino 6
y eso me duele. Cuando yo empecé esto había dos o tres nenas de provincia y de capital, que no volvieron y yo sé en mi corazón que están viviendo una vida que no quieren, por sus padres y madres. ¿Sabés lo que es hablar con un nene por teléfono y que te diga, “yo me llamo Violeta y me gustan Las Moster”?, y que me pregunte cómo era Luana, que quería conocerla y que quería ser como ella. Y lamentablemente hoy sigue siendo Juan Carlos. Ese no a la verdad. Hay familias que se han acercado a la CHA, pasan meses, vuelven y, te dicen,“No, no puedo”. Esa criatura, ¿dónde queda? Todos se pueden juntar y encontrar pares, lesbianas, gays, bisexuales, trans, pero lxsniñxs están en un peor lugar porque dependen de los adultos, del golpe, del grito. Crecen en una confusión. Una chica, en el encuentro de mujeres trans, me dijo: “Me abrazaste y te abrazó la niña que yo no fui”. ¿Conocés a otras personas/referentes
que hayan luchado por lo mismo? No. Ahora sí, pero antes no. Por más que las personas trans dijeran que desde niños se sin>eron así, ¿a quién le importa? Conozco ejemplos de mamás que han visto esto en sus hijxs y, si siempre lo supieron,¿por qué no hicieron nada? ¿Por qué nos lxs ayudaron? La camada nueva sabe de qué se trata. De los trein>pico para atrás, lxschicxs, cada unx en su casa no sabían lo que les estaba pasando También hoy en día las organizaciones pelean por los derechos que faltan, pero creo que deberíamos ir hacia la raíz. Antes el tema era inalcanzable, pero hoy en día se puede luchar desde la infancia. Ya hay niñxstrans viviendo como quieren vivir. En octubre van a hacer 3 años que Luana obtuvo su DNI, y ahora ya hay más lugares que >enen acompañamiento para familiares, que es lo que yo también pido. No es solo acompañamiento para la persona trans, es para toda la familia, que
pone tanta expecta>va en ese bebé que va a venir. Yo ya me desestructuré. Una vez fui a un encuentro de Psicoanálisis en Mar del Plata y un psicólogo me dijo, “Vos la pariste a Luana, pero Luana te parió a vos, parió a la madre que sos hoy”. Esa nena me desarmó de todos los miedos y tuve que empezar un camino nuevo conmigo misma.
“El Estado tiene que asegurar que más allá de ese DNI, Luana tiene un cuerpo, y ese cuerpo tiene que verlo un pediatra que no está preparado para verlo. Entonces te corresponde a vos como Estado formar a ese profesional para que reciba a esos nenes y nenas y a todos y todas. Yo seguí peleando inclusive teniendo ya el documento”.
¿Qué medidas creés que el Estado debería tomar? Para la gestión pasada estaban tramitando pasar el documental Yo nena, yo princesa, en Canal Encuentro, para que sea algo masivo. No como nosotras,que con mi libro lo tenemos que andar llevando para algunas personas. No, ya que el Estado le dio un DNI, que se haga cargo. Que se haga cargo de difundir la historia de lxsniñxstrans, que se instale. Nos quedamos en el camino, como con la guía del Ministerio de Educación. Llegamos a participar y colaborar en este tema. Junto con el libro y otros estudios, iban a sacar una guía como la ESI, pero de Diversidad e identidad de género, en las escuelas. Quedó en un borrador. Esto hay que hacer, algo masivo. Me habían dicho que iban a hacer que el libro fuese en las cajas que van a las escuelas como bibliografía obligatoria, para que los docentes pudieran trabajar con él. Quedó en la nada. Difundires hacerse cargo. Hablar de este Gobierno actual, no me da ganas.
Es medio imposible. Pero si soñamos con lo que correspondería, es justamente eso, informar, así como también se hicieron cargo de reglamentar el Artículo 11 que corresponde a reglamentar la salud integral. La gente va a reclamar lo que ampara esta Ley y esto no tiene que quedar para un par de nenes que vayan a pedir el documento. Ya que estuvo la noticia de esta nena, y de otras nenas, y fue a nivel mundial. Tienen que hacerse cargo de empezar a difundir el tema. El Estado tiene que asegurar que más allá de ese DNI, Luana tiene un cuerpo, y ese cuerpo tiene que verlo un pediatra que no está preparado para verlo. Entonces te corresponde a vos como Estado formar a ese profesional para que reciba a esos nenes y nenas y a todos y todas. Yo seguí peleando inclusive teniendo ya el documento. La guía para las escuelas era fantástica, ahí el Estado se estaba haciendo cargo de que este DNI no quedara en la nada, había una reeducación para lxs docentes. Eso hace falta, formar y desformar. Hacer un censo y preguntarles a mil personas trans, de menos treinta años, ¿cómo les fue en la escuela? A ver si la maestra los escuchó, a ver si pasó por acoso. Porque si eras afeminado eras el puto de la clase, no eras una nena. Luana hubiera sido eso. Se necesita capacitar, que haya materias en todas las carreras, psicólogos, médicos, en la zona de salud todo. 7
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C h i ca s
amplificadas Por Nadia Beherens
Aprender un instrumento o formar una banda propia sin tener que ingresar a un ambiente donde predomina el lenguaje y las formas masculinas ya no será un horizonte inalcanzable para muchas. Hablamos con Lucy Plath, magnífica baterista del underground bonaerense y porteño (Las Fantás>cas Pupés, Paltax, Sarcofagos Blues Duo), quien lleva adelante junto a otras compañeras un proyecto de rock hecho por mujeres y para todxs. Aquí está, por fin, el taller que toda niña o adolescente en algún momento quiso hacer.
¿Cómo nace o por qué nace el proyecto Chicas Amplificadas? Hace rato venimos pensando en armar algo así. Todas las que estamos en esto creemos fervientemente en que es necesario crear espacios de expresión, solidaridad y creación para las mujeres, en generar oportunidades para acercarse a la música y poder 8
así sen>rnos más fuertes y libres, saliendo defini>vamente del lugar de groupies o de musas. Concretamente, “Chicas Amplificadas” nació en enero de este año cuando estábamos con Sol Pupé y Fá>ma en Brasil, después de vivenciar el Girls Rock Camp en su 4º edición, durante una semana de trabajo intenso como voluntarias; una experiencia supermovilizante. Entonces, se nos ocurrió armar unos talleres de música para las chicas de Buenos Aires y empezar con esta movida de ayudar al empoderamiento femenino en niñas y adolescentes a través del rock, que es lo que nos encanta. Nos inspiramos también en el taller de guitarra eléctrica “Viva meninas”, que al igual que el Camp, coordina Flavia Biggs, una grosa de Brasil, socióloga, profesora y guitarrista rockera. Hablamos mucho con ella, que hace varios años está con este >po de proyectos y ella nos contaba que antes del
campamento había empezado dando clases de guitarra para chicas. Entonces se nos ocurrió seguir un camino similar, como para ir teniendo la experiencia de organizar, de enseñar, ver las dificultades que aparecen y cómo mejorar. Decidimos empezar con talleres intensivos de rock para adolescentes mujeres, gratuitos, dados por voluntarias, especialmente en barrios periféricos. El primer encuentro va a ser el sábado 25 de junio en la Escuela de Educación Media Nº 9 “María Claudia Falcone”, en la localidad de Pablo Podestá, par>do de Tres de Febrero, donde trabajamos algunas de las coordinadoras y que cuenta con una directora muy comprome>da, Estela Massaccesi. La jornada será de 12:30 a 19hs. La idea es que cada chica se anote en clases de un instrumento para aprender a tocar una canción rockera de una banda de chicas. Después, vamos a formar las bandas y van a tener un ensayo del
mo>vo necesitamos trabajar con grupos reducidos.
¿Quiénes conforman la organización y cómo lo financian? Hasta el momento somos 15 voluntarias que estamos trabajando en este proyecto. Sol y yo >ramos la idea y al toque nuestras amigas ar>stas y rockeras se prendieron con muchísimo entusiasmo, ideas y pilas. Entre otras, somos parte de “Chicas Amplificadas” las integrantes de Las Fantás>cas Pupés, las de las Paltax, Na> (batera de Cuzcos), Natalia Veneno (poe>sa), Val (tatuadoraAnsiAnsiValvil), Romín (diseñadora de Exo>cMombiee), Flork (fotógrafa), María (tecladista), Emilia (baterista) y otras ayudantes. Todo es autoges>vo, es decir, nos manejamos en asambleas y organizamos ac>vidades para recaudar fondos para financiar los gastos de los talleres. Por eso el sábado 14 de mayo hicimos el primer show a beneficio de la causa en el C. C. Sandino, donde tocaron Las Fantás>cas Pupés, las Paltax y Brishit Bardo. La idea es recaudar plata, pero también difundir el proyecto, contar de qué se trata.
tema con todos los instrumentos. En el medio, habrá merienda, taller de defensa personal y de stencil, para que cada una se lleve una remera estampada por sí misma. Estamos muy contentas porque esta semana comenzó la inscripción y ya hay 31 pre-inscriptas, en una comunidad donde el rock no predomina, lo que nos habla de las ganas que >enen las chicas de crear y fortalecerse. En cuanto a la inscripción, por el momento estamos anotando a alumnas y ex alumnas de la escuela. En los futuros talleres ampliaremos la convocatoria, es sólo una cues>ón organiza>va. Debido a que nosotras llevamos los instrumentos y equipos, tenemos un cupo limitado de vacantes, porque no tenemos tantas cosas. Además, todo dura un día, entonces también por ese
¿Qué obje5vos a corto y largo plazo 5ene el proyecto? Nuestro obje>vo a corto plazo para este año 2016 es poder hacer al menos tres talleres en la escuela de Pablo Podestá (uno en cada trimestre) y poder hacer otros tres en Ciudad de Buenos Aires (tal vez en la Federación Libertaria Argen>na, en Barracas). A largo plazo la idea es poder organizar el Girls Rock Camp de Argen>na, para el 2017 o 2018, siguiendo el modelo de Brasil y EEUU, pero adaptándolo también a nuestra idiosincrasia. El campamento dura una semana, se hace en vacaciones de verano y ahí las chicas crean una canción propia y tocan en vivo en un reci al finalizar la semana. Para esto vamos a necesitar ampliar el número de voluntarias, pero, fundamentalmente, contar con la infraestructura necesaria: un espacio +sico (escuela, club con salones), instrumentos, equipos y transporte. Algunas costumbres inú>les se irán para siempre. Con la contundencia de un rayo, el proyecto “Chicas Amplificadas” se configura en el marco cultural de un no-va-más al machismo en la escena rockera. Las próximas generaciones de niñas sabrán de qué estamos hablando.
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#NiUnaMenos #3deJunio
Con vida nos
queremos Por Revista Furias
A un año de la primera marcha mul>tudinaria del #NiUnaMenos, miles de personas volvimos a encontrarnos en la Plaza del Congreso y en más de 100 ciudades de GBA y del resto del país, sumando en esta oportunidad la consigna #VivasNosQueremos. Se tomó la calle y se puso nuevamente la violencia machista y patriarcal en la agenda mediá>ca y en boca de todes.
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La movilización se concentró a las 17 horas, frente al Congreso para marchar a Plaza de Mayo, fue mul>tudinaria y una jornada de lucha, con sus pancartas, performances y cán>cos. Entre los reclamos
figuraron: la implementación del Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la violencia contra las mujeres, la elaboración del Registro Oficial Único de Víc>mas de Violencia, la capacitación judicial e ins>tucional con perspec>va de género, la quita de la patria potestad a los femicidas, garan>zar la Educación Sexual Integral en todos los niveles educa>vos; para decir #Bastadetraves>cidios, basta de trata de personas para fines de explotación sexual y reclamar por el derecho al #AbortoLegal, para demostrar que somos muchxs en las calles y que queremos reclamar que vivas nos queremos.
¿Hubo cambios en el tratamiento de los casos de violencia? ¿Se generaron o se aplicaron nuevas polí>cas públicas? ¿Hubo disminución de los femicidios? La respuesta es NO. Según informó el observatorio de medios “Adriana Marisel Zambrano” de la Casa del Encuentro, en estos úl>mos 12 meses fueron 275 los femicidios, registrándose también 35 femicidios vinculados, es decir, asesinatos a niñes o familiares de la víc>ma. Se documentó que los femicidas son pareja, expareja o novio, y en la mayoría de los casos el hecho transcurre en el hogar compar>do. La triste realidad es que en la Argen>na una mujer es asesinada cada 30
horas, y estas son sólo cifras parciales.
El femicidio es el úl>mo eslabón de un cadena de violencias, violencia que no sólo parte del maltratador sino que se da desde las propias ins>tuciones del Estado; como ocurre cuando se quiere radicar una denuncia y las autoridades competentes dificultan el acceso a la jus>cia, obstaculizando el procedimiento, revic>mizando a la denunciante. Porque el acceso a la jus>cia es también clasista y machista. Y se vuelve aún más evidente en los casos de traves>cidios, todavía hoy esperamos respuestas sobre el caso de Diana Sacayán, asesinada el 10 de octubre de 2015; solo por nombrar uno de ellos.
Aunque esta vez no haya estado en boca de todos los medios masivos, este #NiUnaMenos fue la segunda edición de una movilización que crece y se hace oír. Porque si no salimos a las calles nuestros derechos son aplastados, arrebatados y mu>lados. El 3 de junio se ha conver>do en un aquelarre que nos encuentra juntas y en pie de lucha.
Cobertura fotográfica: Florencia Di Tullio
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Dossier Especial: Activismo Gordx
Desencajar Por Revista Furias
“Nunca antes una sociedad había exigido tantas pruebas de sumisión a las normas esté'cas, tantas modificaciones corporales para feminizar un cuerpo”. Teoría King Kong, Virginie Despentes
Foto: Florencia Di Tullio
Históricamente nuestros gustos, modas, deseos, formas de vida, fueron mutando a nuevos parámetros que se vuelven hegemónicos en determinado momento. Es así como un cuerpo voluminoso era considerado bello en el siglo pasado y actualmente los parámetros de belleza hegemónicos difunden y celebran un cuerpo rozando lo esquelé>co, lo anoréxico, olvidando la belleza de las curvas. Aquellos cuerpos que no entran en los parámetros son discriminados, no sólo visual y verbalmente, sino también del mercado, las marcas líderes no realizan talles extra large. En la televisión, el cine, la música, la publicidad raramente se ven cuerpos XL, son excluidos del consumo masivo, son cuerpos invisibilizados. Y si raramente aparecen, es dentro de una determinada “anormalidad” o aquello que no se debe llegar a ser; así es como se refuerza un determinado estereo>po corporal respecto del gordx como aquel irresponsable, desmedidx, enfermx. Discriminamos todo el >empo, a lxs gordxs, a lxs negrxs, a lxs pobres… generamos barreras entre nosotrxs que nos ayuden a iden>ficarnos con tal o cual, no entendiendo la diversidad sino cues>onándola. El cuerpo gordo es lo no sano, lo que >ene que tender a bajar para ser saludable. La jus>ficación es médica, se apela al conocimiento médico para ponerlo como el límite patologizante de la diferencia. El discurso que circula es que lo saludable por lo tanto igual a bello es un cuerpo depor>vo sinónimo de flacx. Dentro de esa corporalidad dominante quedan un sin fin de personas que no encajan en esos cánones culturales y sociales impuestos. Ser mujer, ser gorda -¡y ni hablar si le sumamos ser negra, de clase baja, trans...!- en estos >empos configura un campo de discriminaciones que van desde las más mínimas atrocidades hasta las menos imaginables. Porque se ve esos cuerpos fuera de lo normal, cuerpos que >enen que ser corregidos. Desde estas páginas repudiamos esa concepción del cuerpo y reivindicamos el derecho a no querer encajar dentro de estas reglas actuales.
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Dossier especial: Activismo de la gordura Entrevista
Pasa por mi cuerpo Por Sofía Espul y Valeria Tellechea
Ser ac>vistas de la gordura, militantes de la diversidad corporal. Ser también amigxs, fanzinerxs, escritorxs, traductorxs, pero por sobre todo ser personas que se encuentran, se reconocen y se retroalimentan día a día. Entrevistamos a Laura Contrera, Luz Moreno y Nicolás Cuello quienes nos hablan acerca del ac>vismo de la grasa y el desborde de los cuerpos, desde lo personal, lo polí>co y también lo sudaka; en nuestras sociedades de consumo. ¿Qué significa ser ac5vista de la gordura? Luz: Para mi ser ac>vista de la gordura 14
fue como una deriva personal que tuvo que ver con iden>ficar algunas opresiones que se me estaban asentando muy fuertemente en el cuerpo y que yo las daba por invisibles, no las podía ver claramente. Yo salí del closet de la gordura cuando empecé a ver que había otras formas de habitar mi cuerpo gordo, y que no tenían que ver desde la falta porque no cumplía con ciertos estereo>pos corporales de belleza, médicos o societarios. Laura: A mí el ac>vismo gordo me salvó la vida un poco, se entremezcla lo personal con la historia polí>ca, esto me llevó a entender que la gordura es una barri-
cada personal claramente por mi historia, por lo que nos pasa como sociedad con los cuerpos gordos, con los cuerpos pobres, con los cuerpos diversos funcionales, con los cuerpos que no entran en la norma. Me gusta pensar el ac>vismo de la gordura como parte de un ac>vismo de la diversidad corporal. Yo me siento a+n con ac>vismos trans, de la diversidad funcional, y otres, y ahí creo que me enmarco y me interesa este ac>vismo. Nico: Ser un ac>vista de la gordura es tomar una posición polí>ca y explícita en torno a los efectos crí>cos que produce la diferencia del cuerpo gordo en la so-
pitalista, ver>calista y desigual. Un ac>vismo de la gordura crí>co necesita urgentemente prestar atención a procesos en los que están involucrados las diferencias de clases, raciales y otras diferencias corporales por eso hablamos de un frente de corporalidades impropias que están friccionando con aparatos de producción macropolí>ca de corporalidades normadas. Hoy en el ac>vismo argen>no somos muy pocas personas y todavía pagamos costos muy altos por exponernos, por abrir nuestras vidas, estamos en momentos en los que por lo general siempre socializamos experiencias personales.
ciedad, para mí un ac>vista de la gordura trabaja en pos de volver a explicitar esas dinámicas invisibles en la sociabilidad que están programadas para producir efectos de pulverización para nuestras subje>vidades, nuestros deseos, nuestros cuerpos, nuestros modos de vida, nuestros sen>res, nuestros futuros. En-
Foto: Florencia Di Tullio
tonces un ac>vista de la gordura para mí >ene ese trabajo, de intervenir en la desnaturalización de una violencia histórica, sistemá>ca, muy imbricada con los procesos de construcción del capitalismo. Por eso el ac>vismo que yo elijo es un ac>vismo de la gordura de izquierda, que cri>ca fuertemente a la construcción ca-
¿Qué es para ustedes esta idea del orgullo gordo de la cual se separan? Nico: La polí>ca del orgullo como polí>ca afirma>va propone cierta retórica en donde el cuerpo que es objeto de vergüenza toma un paso adelante y se recupera de una manera reivindica>va, lo que se iden>fica como orgullo gordo está asociado a cierta cultura terapéu>ca que se filtra sobre algunos ac>vismos norteamericanos de la gordura. Por lo general hay como una estructura que >ene que ver con privilegiar ciertas retóricas o estrategias que vengan del empoderamiento, desde el autocuidado, desde la reconstrucción de la autovaloración fuertemente posi>va. Las personas que nos desmarcamos de esa lógica del orgullo, que si bien como estrategia puede funcionar, pienso que estamos dándole valor justamente a la vergüenza como 15
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nos de retóricas polí>cas pero creo que no reivindicar meramente el orgullo gordo me da un margen de experimentalidad y un margen de reflexión sobre el >empo, los espacios y las dinámicas de poder sobre la corporalidad gorda que me parecen produc>vos. Laura: Me parece que la retórica del orgullo >ene una sobreexigencia que por lo menos a algunas personas nos cuesta encarnar todo el >empo al proto>po del ac>vista siempre al palo, siempre bien, que siempre se levanta y su vida es hermosa, ama su cuerpo, siempre está feliz, nunca se siente mal, siempre puede dar consejos de vida y marcar donde el otro falla. Me parece que es un lugar casi imposible, a veces solamente no podes.
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una plataforma de producción de discurso crí>co y liberándonos de cierta exigencia que se construye en las polí>cas del orgullo que en general van asociadas con polí>cas de hipervisibilidad y suelen no hacer mucho lugar a contradicciones, momentos de dudas, de retracción, de rezagamiento; que son cons>tu>vos de cualquier proceso de toma de conciencia
Foto: Florencia Di Tullio
o de cualquier proceso de profundización polí>ca de tu propia existencia. No hay una manera unilateral, lineal, transparente, porque eso es el neoliberalismo, una polí>ca de la hipervisibilidad transparente, clara, sin fisura, en algún sen>do también colabora con una exigencia social de lo que debe ser lo polí>co. Agradezco que seamos diferentes en térmi-
¿Hay algún 5po de correlato o contraparte del ac5vismo norteamericano en la5noamérica? Laura: No sé si lo vería como una contraparte, yo pienso más que nada en tráfico, vandalismo, apropiación y relectura torcida y desviada; lo que se hace desde las lecturas la>noamericanas >ene que ver con una fuerte crí>ca geopolí>camente situada, a veces viene bien reivindicar las coordenadas desde donde producimos. El ac>vismo norteamericano que es el más mainstream, es heterocissexual, de clase media y blanco. Nico: Pienso actualmente en países como Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Perú, México y en Argen>na, que están teniendo mucha producción crí>ca en torno a las corporalidades gordas y por lo general siempre son inicia>vas que
están muy vinculadas a la producción de prác>cas ar?s>cas contemporáneas, de disposi>vos performa>vos, de intervención callejera, el diseño de imágenes socializadas en internet dispuestas para ser apropiadas y reproducidas. Eso también genera un marco de referencia polí>co sobre la térmica afec>vo-polí>ca que está teniendo el ac>vismo de la gordura en la>noaméricasudaka. Se están produciendo muchas cosas, desde muchas perspec>vas dis>ntas, algunas más vinculadas a prác>cas ar?s>cas, otras vinculadas a la producción de teoría, a la escritura de libros, a la ges>ón de espacios de sociabilidad, a la construcción de imágenes para la difusión pública, a proyectos editoriales, a proyectos fotográficos. También hay otras organizaciones que se están aproximando más a un discurso de reflexión en torno a modificaciones legales o a poder incidir en torno a la implementación de una polí>ca pública, por ejemplo en torno a la ley de talles, hay diferentes cosas. Existe un discurso muy presente que instala la idea de obesidad=cuerpo enfermo. ¿Cómo plantean su ac5vismo frente a este 5po de discurso? Luz: No es lo mismo hablar de la obesidad y el sobrepeso, primero porque ambas >enen una historia bastante cargada de cómo se ins>tucionalizó como una enfermedad dentro de los organismos rectores (OMS por ejemplo). Segundo, porque está implicado el tema de la alimentación y de dis>ntas posiciones, a diferencia del ac>vismo yanky que en
esa cultura >enen una forma de consumir, nosotrxs hablamos desde una posición geopolí>camente situada. No podemos hablar de que todos los >pos de gordura son iguales, están atravesados por las cues>ones de clase, el lugar económico que ocupamos, la cultura, etcétera. Desandar la cues>ón de la alimentación es un tema complejo porque no es lo mismo quien >ene la posibilidad de acceder a determinados alimentos, al trabajador que >ene que aguantar mil horas y se clava alto guiso para aguantar 12 horas en la calle o es su única comida del día, la comida fuerte, ¿qué decimos de esa gordura? ¿qué es? Tenemos un mercado alimen>cio que está todo el >empo con este doble discurso que es la ges>ón de uno mismo, del buen ciudadano contemporáneo que se auto controla y consume bien los alimentos. Esto frente a una persona de recursos escasos que está pensando si va a comer y no si >ene una línea de elecciones posibles. El capitalismo abona sobre los deseos, la sa>sfacción de deseos y necesidades, porque el hambre es una necesidad que va a estar cumplimentada también dentro del capitalismo, en una situación de clase media-alta hay una sa>sfacción de deseos que van a estar orientados a ciertos >pos de mercados, que no va ser lo mismo para una persona sin recursos. Laura: Diría dos cosas, por un lado el ac>vismo de la gordura trabaja muchísimo y muy bien, incluso el norteamericano, en esta noción de deslindar todas las gorduras de este sen>do común que dice que se deben a la sobre-ingesta de ali-
mentos malos y a una falta de ejercicio; esa es la ecuación, esto es lo que va a decir la OMS: hay que incen>var el consumo responsable de determinados alimentos, en un momento fueron los azúcares, ahora son las harinas, en otro momento fueron las grasas y así sucesivamente. Va variando pero básicamente la ecuación es la misma: ingerí menos y ejercitate más, eso se presupone como el equilibrio saludable que te va a dar como resultado final el descenso de peso o mantener un peso adecuado. La realidad es que si ésta es la cura para esta enfermedad, que para la OMS lo es -los trastornos de la alimentación son enfermedades-, nuestra ley de trastornos alimentarios incluye a la obesidad en esta taxonomía. Lo cierto es que es una cura que falla, falla todo el >empo. La gente que reduce su gesta y aumenta su ejercicio, probablemente por un montón de razones que dependen de cada cuerpo, baja de peso y lo vuelve a subir o incluso gana más, el famoso efecto rebote, o no baja todo el peso que debería bajar según los estándares que han variado históricamente, que hoy es el famoso índice de masa corporal. Entonces ¿cuál es el problema? ¿No hay una cura?, bueno, tampoco hay una cura para el cáncer. Pero lo que pasa con la gordura es que es una enfermedad que no >ene cura pero que depende de la voluntad de las personas, lo cual es muy loco porque cuando falla no dicen que lo que falla es la dieta, sino que falla el gordo/la gorda que no se ejercitó lo suficiente, que seguro contrabandeó un sándwich de mi-
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lanesa, que dice que come ensalada pero seguro va a la casa y consume un montón de alimentos prohibidos, etcétera. Y a la vez el capitalismo, que juega con dos fantasmas muy grandes: el hambre -de gran parte de la población- y el miedo a engordar, todos estos elementos nos tendrían que hacer un poco de ruido. Entonces primer punto: saquemos que no todas las gorduras son producto de la alimentación. Y segundo, cuando están relacionadas con la alimentación viene todo esto que >ene que ver con quienes pueden acceder a los alimentos. Cada vez nuestras poblaciones más pobres son gordas y desde el siglo XX los ricos son cada vez más delgados -en general- y los pobres son más gordos, por esta deficiencia nutricional, por esta mala alimentación. Nos tendría que encender una alarma sobre qué pasa con la alimentación en el mundo, qué pasa con la distribución desigual del acceso al alimento. Nico: Y con la desigualdad estructural que marca trayectorias económicas diferenciales y también obviamente al mismo >empo con un sistema que produc>viza fuerzas de trabajo de manera ver>cal y explotadora que hace que ciertos cuerpos en sus trayectos como trabajadores vinculados al ingreso económico y a la posibilidad de inversión tengan conductas de alimentación diferenciales. Luz: hay datos fuertes, por ejemplo el aumento de la obesidad en el mundo es proporcional al aumento de la industria de la dieta, y no es que la industria de la dieta creció después, fue al revés, creció primero la industria de la dieta y creció
por lo tanto la can>dad de obesidad en el mundo. No se invierte en inves>gación metabólica, los estudios farmacéu>cos por ejemplo en an>concep>vos son hasta 110 kilos, todo lo que está por fuera no sabemos cuál es la efec>vidad del fármaco. Esto que parece una su>leza, cuando nos subimos al ascensor y dice 6 personas 600 kilos te está poniendo ya un rango de normalidad de cuál es el peso que vos tenés que llegar a tener. Nico: La categoría de obesidad y los dis>ntos >pos de obesidad disponibles, son producto del índice de masa corporal, que es una proporción, una cuenta matemá>ca la cual determina según una variabilidad que está prefijada por ciertas condiciones polí>co-históricas que nunca quedan del todo expuestas pero que son igual de arbitrarias que cualquier otro de esos registros biopolí>cos de la normalidad. Esas categorías son necesarias para el sostenimiento de un régimen de producción masivo de los cuerpos, del ingreso, de la distribución de las riquezas, el sostenimiento de la gordura como una patología o como un desorden alimen>cio permanentemente. La condición de enfermedad también responde a procesos polí>cos-culturales de inadaptación a la diversidad corporal, de inadaptación a la flexibilización de marcos de interpretación que son ansiosos, que >enen un montón de fundamentos a priori que están en general en pugna con ciertos intereses del mercado. O somos los cerdos burgueses o los gordos productos de la expresión úl>ma del hiperconsumismo del capitalismo. Esas miradas siempre lo
que hacen es pulverizar la posibilidad de que haya una diversidad de cuerpos, de que existan dis>ntas formas de vinculación con la alimentación. Laura: Es tremendo que alguien tenga que aceptar la patologización de su existencia para ser leída. Hoy por ejemplo, por suerte en Argen>na que existe la ley de iden>dad de género no se nos ocurriría pedirle a la persona un cer>ficado psiquiátrico -porque la ley lo impide- para que tenga validez su manera de expresar su iden>dad de género, entonces nos creemos muy progres, pero hoy en día una persona gorda >ene que autoenunciarse como obesa para poder decir me están discriminando en tal obra social que no me aceptan por mi alto peso corporal. De todo este proceso escribieron un libro. Laura: El libro se propuso desde la é>ca fanzinera, primero lo pensamos desde el ac>vismo la>noamericano y al final quedó cerrado a nivel regional, terminó siendo como un mapa de las primeras discusiones. Nuestro libro fue de los primeros que se pensó pero salieron otros antes por tener otras condiciones de producción. Es un paneo, una cartogra+a urgente de un momento inaugural del ac>vismo gordo, todavía seguimos en un momento inaugural pero hoy ya hemos dado más pasos, de hecho hay un texto mío que recopila lo primero que escribí en el 2011 y ya hay un montón de cosas que ya no las enunciaría así, que se complejizaron, pero es eso un tes>monio de ese momento.
Viernes 21 de julio- 19 hs. presentan el libro
Cuerpos Sin Patrones Bar La Tribu
Lambaré 873- CABA
Luz: Hemos ido complejizando el mapa de cues>ones a tratar dentro del ac>vismo, se armó una alianza, con polí>cas de cuidado entre nosotrxs, porque también es muy fuerte andar pregoneando el ac>vismo porque estás poniendo el cuerpo, el mismo cuerpo por el que pasan todas tus opresiones, todas tus cosas y no todos los días tenés ganas de salir al mundo y de decir: hola soy ac>vista. Nico: Ni de que todo el mundo te iden>-
Foto: Florencia Di Tullio
fique en ese lugar, nosotrxs las cosas que hacemos las hacemos porque nos interesa producir libertad, tenemos este >po de enunciación encarnada y nos interesa producir libertad en torno a este >po de encarnaciones, a este >po de coordenadas, pero eso no nos reduce como personas, como sujetos polí>cos, estamos atravesadxs también por otras biogra+as polí>cas, por un montón de otras discusiones de debates. También a veces pasa
que cierta matriz de inteligibilidad neoliberal sobre el ac>vismo y la polí>ca de iden>dad reduce cualquier >po de enunciación a “nosotrxs como gordxs hablamos solamente de gordura”, sí hablamos de gordura pero hablamos también de muchas otras cosas, de alianzas corporales de regímenes de distribución del alimento, hablamos de momentos del presente capitalista, hablamos de formas de intervenir el espacio público, hablamos de arte, de producción de imágenes, de tráfico; a veces no hablamos, a veces nos cuesta hablar, a veces tartamudeamos, nos callamos o no hay ganas de hablar. El taller Hacer la vista gorda que ya va por su quinto encuentro, es una especie de cartogra+a del ac>vismo gordx, un espacio donde se entrecruzan textos, debates, experiencias individuales y colec>vas, alianzas, amistades, reflexiones polí>cas y un sin+n de posibilidades. Info y producciones: hacerlavistagorda.tumblr.com
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Dossier especial: Activismo de la gordura
Desobediencia
con nombre propio Por Nadia Beherens
Fuimos en busca de algunas cuerpas iridiscentes, agitadorxs y/o terroristxs para que nos configuren desde su perspec>va de qué se trata el ac>vismo gordx. Respondieron a una serie de preguntas breves y conceptos acerca de lo que significa ac>var, habitar el cuerpo y expresarse a través de algún medio.
ROCÍO
Con 26 años, bajo el nombre de Inmensidades, es fotógrafa y editora feminista. Con sus fotos, escritos y publicaciones par>cipó ac>vamente en los encuentros de Arte Gordx en Buenos Aires “Se armó la gorda” y “Zarpada Gorda Torta”, que se realizan desde el 2015. Este es el epígrafe de su muestra fotográfica:
Habitar un cuerpo poé>camente terrorista Mis pliegues son la vida misma hecha recuerdos. La acumulación de sensaciones, de emociones, de banquetes culinarios hechos con amor. 20
Mis pliegues recubren el templo donde me habito, el lugar +sico donde me construyo polí>camente. Mis pliegues son la vereda de enfrente desde donde lucho contra una so-
ciedad llena de estereo>pos de belleza, de modelos corporales >pificadores, una sociedad para la cual no sos nadie si no compras sus modos de consumo; y si lo hacés, ni tanto. Mis pliegues son el lado poé>co de construirme terrorista. La fotogra+a es el medio que encuentro para luchar contra lo que me oprime, y este trabajo, es la oda a las compañeras que se habitan en los pliegues y en la belleza desobediente. La foto como un llamado a la acción a lxscuerpxsoprimidxs por el estereo>po de belleza: no estas solx, somos muchxsgordxs y estamos armadxs. Todas las connotaciones nega>vas de la palabra “gorda”, las escribo en un papel, lo hago una bolita y me lo como. Lo destruyo con mis dientes hasta sen>r la placentera sensación de estar sa>sfecha conmigo misma, es que tengo dientes afilados y me gusta morder. Ver: h6p://rocioenlasinmensidades.tumblr.com
ANA
Feminista y gorda orgullosa, Ana Logue es DJ de la noche porteña y ha musicalizado varios encuentros y marchas de movimientos disidentes. Ac5vista de la gordura Creo firmemente que todos los días, en lo co>diano, se puede lograr un nuevo espacio para los cuerpos diversos. Hay muchas realidades que pasan desapercibidas cuando se >ene un cuerpo hegemónico, y vivir siendo gordx interpela a la gente. En eso, todxslxsgordxs somos ac>vistas porque vivimos siendo como somos, sin pedir permiso. ¿Cuál es la relación del cuerpo gordx con lxsotrxs cuerpos? Hay muchas formas de interpretar un cuerpo como “gordx”. Pueden ser los brazos, los muslos, la panza, las mejillas. Según la persona que tenemos enfrente y según lo que nosotrxs evitamos mostrar. En la calle, la respuesta es invariablemente nega>va. Desde la moles>a en el transporte público hasta cómo te miran cuando comés un alfajor. En el trabajo, especialmente cuando se trata con público, hay un desdén, una especie de pena y asombro porque estás ahí y no te escondés. En la in>midad, he estado con cuerpos flacxs y mi peso nunca fue algo “malo”; pero la realidad es que la comodidad que se siente con alguien que comparte tus problemá>cas es otra. No te sen?s “agradecidx” porque alguien está con vos, te sen?s acompañadx y te permi?s disfrutar en lugar de querer agradar constantemente.
Lo gordo y lo queer El cuerpo gordx es diverso, y en lo queer se celebra esa diversidad. Lo diferente no se ve como un error, sino que se acompaña. No nos sen>mos solxs porque no lo estamos. Somos eslabones de una cadena que >ene mucha fuerza y que va creciendo de a poco. Aceptarse implica bancar que no somos perfectxs y reconocer que no queremos serlo. La comunidad queer es amplia y abraza y acoge a cualquier persona que quiera pertenecer sin pedirle más que la sinceridad sobre la esencia y lo que esta refleja. Por eso, creo yo, que estamos hermanadxs. ¿Cómo se construye, o cómo vivenciás el ac5vismo a través del uso de redes sociales o como DJ? Cuando empecé a hablar sobre ser gordx desde un lugar de aceptación, mucha gente empezó a responder. Lo hice en redes sociales pero no para lucirme o para enfrentar algo; tengo 32 años y todos los demonios y santos posibles relacionados con la imagen y la autopercepción ya los enfrenté. Pero tengo una hija de 12 años y sen? miedo y también responsabilidad. Cuando a los 13 o 14 años me veía gorda y me sen?a indeseable, no era por mi cuerpo –que ahora veo a la distancia y era un cuerpo de una chica un poco alta de espalda ancha que no hacía mucho ejercicio. Era por cómo me hicieron sen>r en diferentes lugares. El conjunto de la sociedad >ene que comprometerse a dejar de patologizar el peso y dejarnos sen>r. “Aceptación” no significa gustarnos siempre. Significa aceptar y bancar que tal vez
no nos gustemos a veces y está bien eso. No somos máquinas. Cambiamos a cada momento y es genial poder vivir eso sin culpa. A través de lo que escribo y estando presente en un ambiente tan jodido con lo esté>co como es el de la noche, me presento como soy y no me escondo. No me avergüenzo de mí. Me banco mucho, y banco de la misma manera a cualquier que decida pasar por el proceso de verse como realmente es. Deseo: Todo lo que no te dejan hacer y lográs. Amor: Poder aceptar que no sos (y nadie es) perfectx. Norma: Lo más dañino que creó la sociedad humana. Belleza: Sen>r paz con lo que ves y querer seguir viéndolo. Arte: Cualquier cosa que provoque. El cuerpo gordx puede ser arte. Ver: www.facebook.com/DJAnaLogue
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CHERRY
Hacer fanzines Creo que mi ac>vismo no lo construí, fue bastante orgánico. El fanzine nació como una especie de diario ín>mo que no esperaba que llegue a absolutamente nadie, pero de repente un montón de gente se sin>ó iden>ficadx, y eso es porque, como decía más arriba, a lx gordx se lo esconde y es>gma>za tanto que el simple hecho de contar tu vida o subir fotos a las redes sociales ya es un acto de rebeldía chocante. Para mí la esté>ca es gran parte de mi construcción como persona, como gordx y como ac>vista. Como sociedad que le rinde culto a la imagen, está bueno que como gordxs no nos quedemos afuera e invadamos esos espacios en los que no se nos quiere. Ser una mamarracha ridícula y no tener vergüenza de verme así y de que el resto de los humanxs me perciban como tal me empodera, una vez que se supera el odio a unx mismo y el miedo a que te juzguen constantemente, una vez que te mostrás a todo el mundo coso sos y te reafirmásdueñx de tu imagen, es mucho más di+cil que puedan hacerte sen>r que no tenés derecho a exis>r por ser gordx.
Realizadora del fanzine “Gorda Puta” -una de las páginas más denunciadas/censuradas de la historia de Facebook sólo por el hecho de mostrar piel y gordura-, CherryVecchio representa una veta esté>co-voluptuosa del ac>vismo.
Ac5vista de la gordura Creo que ac>vo muy poco, pero considero que para ser ac>vista de la gordura no hace falta hacer mucho, lxsgordxs estamos tan invisibilizadxs y reducidxs a una categoría inferior de seres humanos que a veces basta con exis>r sin miedo, con plantarse en nuestro cuerpo gordx aceptándolo como es. Lo gordo y lo queer Tanto lo queer como la gordura son cosas que escapan a la norma, por eso es necesario apropiarse de estas cosas y tomar el espacio que nos pertenece y se nos es negado. Y si bien no es necesario que las dos cosas convivan en una persona, yo soy gordx y queer (entre otras cosas) y no concibo ac>var por una cosa independientemente de la otra. Entre disidentes nos damos la mano. Todxslxsmonstruosxs nos entendemos, empa>zamos, ayudamos y organizamos entre nosotrxs.
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¿Por qué "Gorda Puta"? Porque toda la vida me dijeron "gorda puta", son dos palabras que juntas suenan hasta foné>camente agresivas, me lo han gritado en la calle, me lo han dicho por internet y en la cara, siempre con la intención de insultarme. Me parece super importante reapropiarse de estas palabras y resignificarlas. La realidad es que
Foto: Metanoia Indumentaria
sí, soy gorda y también soy bastante puta, y ninguna de las dos cosas es mala. Peso 110 kilos y aunque no me pros>tuyo sí intercambio conductas sexuales por dinero, y hago de mi vida sexual lo que me da la gana. Supongo que eso me hace una gorda y una puta.
Deseo: Hay que cues>onárselo constantemente. Se puede deconstruir y no es involuntario. Amor: Si no es con libertad y respeto mutuo me interesa poco (y está sobrevalorado). Norma: Hay que destruirla. Belleza: Me gustan las cosas horrendas. Arte: Cualquier cosa que genere una reacción puede ser arte. Estoy muy en contra del snobismo del ambiente ar?s>co, aguante el arte monstruosa y mutante. Ver: h6p://gorda-puta.tumblr.com/
JAEL
Con 21 años, JaelCaiero se describe: Fanzinerx por sobre todas las cosas. Escribe, dibuja y hace videos. Estudia Lic en Artes Electrónicas, revuelve basura y vive en una nube. Ac5vista de la gordura Sí, creo que el cuerpo gordo que es consciente de sí mismo y lo que representa en esta sociedad patologizante y se quiere (o intenta entenderse un poco) es necesariamente un cuerpo ac>vista. Creo que la gordura es una cues>ón super polí>ca, creo que todo requiere el doble de esfuerzo, creo que la obsesión con el modelo de belleza flaco y atlé>co >ene mucho que ver con una obediencia a la industria de la salud. Lo gordo y lo queer Creo que hay algunas gorduras más aceptables que otras y esto >ene que ver con que de fondo está la cues>ón de que un cuerpo gordo puede ser deseado solo cuando es funcional al género binario y la heteronorma (gorda femenina y ''cuidada''/gordo macho panza de birra). No es la misma experiencia gorda que la de una torta gorda chonga del conurbano, porque es un cuerpo que se considera indeseable, ya que no responde al deseo masculino hetero. El ac>vismo a través del hacer fanzines y desde la esté>ca. Creo que lo más importante de hacer cosas son las afinidades que se generan.
Vos hacés algo que para vos es super chiquito y lo compar?s y un montón de gente lo ve y le gusta, se iden>fican y hacen otras cosas parecidas, creo que se trata de eso, de hacer nuestras vidas más vivibles, conocer gente que nos en>enda, descargarnos, reclamar la cultura, reapropiarse del arte. Para mí fue muy importante ver otros cuerpos parecidos al mío siendo hermosos, encontrar que no era le unicx con la espalda así o la celuli>s asá me cambió mucho, aprendí a verme con otros ojos. En ese sen>do me interesan las imágenes, creo que son celebraciones de nuestra existencia.
Deseo: Ardor, suavidad, texturas. Mi cuerpo gordo es un fes?n sensorial. Amor: Aprendiendo que lo merezco y entendiendo muchas cosas. Norma: No quiero ser dramá>cx pero realmente creo que es mucho de lo que nos mata. Belleza: Tenemos una relación problemá>ca pero me cae muy bien. Arte:Ídem Belleza. Me debato entre ''es una mierda burguesa'' y ''hay que reapropiárselo''. Quizás sea un poco de ambas. U otra que todavía no vi. Ver: h6p://jaelcaiero.tumblr.com/
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m u e s t r a
Serie: “Habitar un cuerpo poéticamente terrorista”. Por Ro
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i n t e r n a c i o n a l
Uruguay
Luchadora social, militante política:
MUJER
Por Valentina Machado y Sofía Umbre
Es maestra y uruguaya, nació en el año 1949. Comenzó su militancia en el centro de estudiantes de magisterio, fue presa polí>ca de la dictadura militar en su país con 21 años y vivió el exilio en Italia. Conoció el feminismo a temprana edad, fue militante anarquista y sobrevivió al plan Cóndor en Brasil. Compañera en la lucha y en la vida de Universindo Rodríguez, madre de dos hijos, hoy Lilián Celiber> es coordinadora del Centro de Comunicación Virginia Woolf - Co>diano Mujer y nos contó cómo fue su vida.
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HUELLAS Lilián es la hermana mayor de la familia, a los 16 años comenzó a estudiar magisterio, carrera que reconoce como noble y que en esos años tenía referentes muy fuertes. “De niña siempre pensé que iba a ser maestra, o sea de esas cosas que en general las niñas ju-
gamos, un poco condicionadas por nuestra educación, completamente sexista y orientada a ciertas profesiones”. En estos años, se despertó en ella una conciencia social con la indignación como motor. En 1966 integró un grupo de acción socio pedagógico con sus compañeros de magisterio con el cual recorrían escuelas rurales “ir al medio rural, para mí fue muy significa>vo porque fue reconocer al otro como igual. Encauzó totalmente mi vida, tuvo una influencia en mí absolutamente determinante, hubo un antes y un después de esas misiones socio pedagógicas. Primero por el compromiso polí>co que me despertó y por la necesidad de búsqueda que un adolescente siempre >ene”. La docente reconoce que en ese entonces aún no había reflexiones feministas en su interior pero que comienza a surgir una fuerte
crí>ca social. Los hechos comienzan a sucederse de manera ver>ginosa y al año siguiente es electa como parte de la direc>va de su centro estudian>l. Se acercaba el año 1968 y los conflictos estudian>les estaban a la vuelta de la esquina, estos años marcarían la impronta polí>ca y social de Celiber>. La mayoría de sus compañeros de generación años después serán desaparecidos, entre ellos Helena Quinteros, Sara Méndez y Gustavo Insaurralde. Llegaban los años 70´, la escalada represiva de Uruguay iba en aumento y Lilián comienza a reconocer sin poder poner en palabras, algunos preconceptos existentes en la cabeza de sus compañeros que despiertan su indignación “dos episodios me marcaron, sin tener reflexión sobre ellos, de formas dis>ntas pero muy profundamente”. El primero era la terrible discriminación y burlas cons-
Ph: Juan Ă ngel Urrozola http://www.urruzola.net/obra/lilian-una-mujer-sola-contra-el-condor/
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i n t e r n a c i o n a l
tantes que sufría uno de sus compañeros del gremio por ser amanerado: “me sen?a sin argumentos suficientes pero con una indignación muy fuerte frente a esos comportamientos, entonces hacia intervenciones muy violentas, yo no tenía las palabras. Hoy es común, mi nieta que >ene 14 años puede decir: ‘es un machista’. Pero en ese momento no teníamos lenguaje porque no exis?a el debate público”. En el año 1969 Lilián ya estaba casada con Universindo Rodríguez, quien algunos años más tarde será el padre de sus dos hijos. En estos años aparece el segundo episodio, un compañero mata a su pareja, ambos eran estudiantes de la agrupación de magisterio y padres de un hijo pequeño. “Lo que a mí más me desconcertó, me descolocó y me indignó, lo tengo como recuerdo de mi primera rebeldía feminista, fue ver que los varones lo iban a ver a la cárcel, los compañeros decían hay que apoyarlo porque está solo y muy arrepen>do”. Luego de estos hechos que dejan su huella en el pensamiento de aquella estudiante, Uruguay sufre un golpe de estado, ahora el centro de la lucha será contra la dictadura. En el año 1972, con 21 años, Celiber> trabaja de maestra en una escuela del barrio Cerro, militaba en la Federación Anarquista Uruguaya (FAU) y es detenida por los militares. Durante dos años pasa por varios cuarteles y por la cárcel de Punta de Rieles, gracias a que su causa no era judicial y a una cláusula que su familia ges>onó, logra salir de prisión y emprende lo que será un doloroso exilio en Italia ya que la cláusula no permi?a el exilio en ningún país de La>noamérica. “Es ahí que conozco el feminismo en realidad”. En Milán había un gran movimiento de mujeres que acababan de ganar la legalización del divorcio y hacían campaña por el aborto. REDES Concentrada en la situación de Uruguay, con 24 años y un hijo, Lilián conoce un movimiento feminista de autoconciencia y análisis que queda rumiando internamente. En ese momento su núcleo de reflexión y pen-
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samiento estaban en su país, por lo cual no se abocaba a las causas feministas aun. “Tenía una amiga feminista, ella se acercó como asistente social, era de un grupo de izquierda y quería ayudar, los movimientos solidarios eran muy grandes, había mucha solidaridad con América La>na, sobre todo con Chile, porque Allende generaba eso”. Corría el año 1976, en Uruguay sus amigos estaban siendo desaparecidos o encarcelados. “Empezamos a pensar en la figura del desaparecido que parecía insólito”. “Yo estaba viviendo y trabajando en una casa mientras que mis amigos estaban siendo masacrados en Argen>na”. Esto mo>vó a Lilián a volver a conectarse y colaborar con acciones de ayuda y denuncia contra el gobierno totalitario de Uruguay. Se vincula con el Par>do por la Victoria del Pueblo (PVP) que había sido fundado en Buenos Aires en el año 1975. En 1978 se muda a Brasil para estar más cerca, “habíamos organizado una acción de denuncia y apoyo a las madres de desaparecidos uruguayos”. Junto a otros compañeros crean el Secretariado Internacional de Juristas por la Amnis?a en Uruguay, “eran misiones de abogados de renombre, demócratas, gente comprome>da con los derechos humanos, que tuvieran relevancia para ser impolutos frente a la dictadura de Uruguay, para además de recoger información, denunciar internacionalmente”. Lilián cuenta que se entera de una movilización contra la dictadura de Bazner en Bolivia que había comenzado con cinco mujeres, esposas de mineros, y había terminado con miles de personas haciendo huelga de hambre. “Pensamos que era importante ir a Bolivia conocer cómo se estaban organizando, la idea era ver que se hace con estas dictaduras que estaban en todos los países”. PLAN CÓNDOR “Sabíamos de la existencia de la coordinación represiva, del Cóndor, en el momento no sabíamos que se llamaba Cóndor, pero sabíamos a par>r de tes>monios de compañeros en Argen>na (…) teníamos la intuición de que Paraguay y Chile par>cipaban, de
hecho hubo compañeros que desaparecieron en Argen>na y sus hijos aparecieron bastante después en Chile”. En Brasil era otro cantar, ya hacía más de diez años del golpe de estado, la represión si bien estaba presente era menor que en los países vecinos. Mediante la ejecución de este plan es que secuestran a Lilian en Porto Alegre con la intención de llevarla a Uruguay, aquí comienza una historia de película. “Comienza en el momento del secuestro, cuando me traen para Uruguay, venía en una camioneta con mis dos hijos pequeños pensando; ‘algo tengo que hacer, no puedo entregarme así’, entonces decido decirles que va haber una reunión en mi casa en Porto Alegre. Me llevan de nuevo a mi casa, porque hay lógicas, cada uno dialoga en código y lógicas determinados, los militares represivos tenían la suya y era: cuantas más personas detengo, más exitoso soy. Es en esa lógica en la cual yo razono que es mi única salida. Parte del interrogatorio se hace en mi propia casa, yo estaba muy firme en mi propósito, en la meta que me había puesto: llegar al viernes”. Lilián y sus compañeros tenían métodos para corroborar la seguridad de cada uno: llamaban una vez por día de una cabina telefónica. Ella imaginó que si no llamaba durante tres días, sus compañeros sospecharían que algo no estaba bien, y así fue. Tres días después llegó un telegrama desde París pidiendo que se comunique, los militares la presionan para que lo haga, lo hace y logra transmi>r mediante un código cuál es su situación, con la intención de que la prensa hiciera público el secuestro. “Al otro día aparecen los periodistas, entonces ahí hay dos cosas: efec>vamente mis compañeros entendieron mi mensaje y actuaron, y esto era posible en Brasil, en Argen>na no hubiera sido posible una acción semejante porque a los periodistas los secuestran, los desaparecen”. En cambio en Brasil al año siguiente es promulgada la ley de amnis?a. Luego de esto Lilián y su marido Universindo Rodríguez están 5 años presos en Uruguay. “Nos cas>garon por lo que había sucedido
Ph: Juan Ángel Urruzola
en Brasil, nos dejaron solos, estuvimos un año y medio solos en un cuartel, sin libros, sin recreo. Después de medio año tuvimos visitas de media hora cada 15 días, había un régimen especial de cas>go”. Es ahí donde empieza a retomar las reflexiones feministas, “decido que cuando saliera, si salía, iba a dedicarme a trabajar en la cues>ones de las mujeres como sujeto polí>co, como actoras.” MUJERES En el año 1985, restaurada la democracia en Uruguay se crea el colec>vo feminista Co>diano Mujer, desarrollando hasta hoy en día acciones de comunicación que plantan a la mujer como sujeto polí>co, con el obje>vo fundamental de generar un cambio cultural donde una perspec>va feminista sea posible y necesaria, para garan>zar derechos y plu-
ralidad de voces en los debates públicos. Frente a la cues>ón de Uruguay y la polí>cas de género, Lilián vuelve a afirmar que los contextos nunca pasan desapercibidos, “algunas cosas que >enen que ver con la historia y los contextos. Uruguay fue un país muy liberal y avanzado a principios del siglo… no es menor la cues>ón de la poca presencia religiosa”, la laicidad de nuestro país evita el fundamentalismo religioso que, en su opinión, hace a Uruguay más progresista en algunas cues>ones. Otro factor importante para algunos avances, es que en Uruguay, no se da la hegemonía de las empresa mul>nacionales al punto tal que el Estado no proteja derechos, “lo que sucedió con Berta Caceras es una situación donde faltan garan?as elementales para el ejercicio de la libertad de expresión”. “En América La>na tenemos a Centroamé-
rica con situaciones muy complejas de represión sobre el cuerpo de las mujeres, para nosotros en la región andina la situación es un poco diferente”. Que Uruguay sea un país moderado no significa que el machismo no exista o que el patriarcado no funcione bajo las formas elementales, por el contrario, para Lilián estas formas funcionan y se reproducen. Se dejan ver en “la incapacidad de los varones de aceptar la emancipación de la mujeres, de captar mujeres iguales que eligen su des>no, nos rechazan”. “El machismo mata, mata de verdad, no es un eslogan o una consigna: es una realidad, ¡mata! Mata porque no es capaz de aceptar un ‘no’ como respuesta, la mayoría de los casos de mujeres asesinadas fue porque ejercieron su libertad de elegir”. La educación es una parte fundamental, es donde comienza la reproducción y producción de ideas, “hay que tratar de trabajar muchísimo más la conformación de iden>dades más plurales. Es decir, creo que la cues>ón binaria de hombre mujer no permite romper ciertas estructuras, que vean la diversidad”. Los juegos no >enen sexo ni género, tampoco los colores, pero esta idea que parece tan básica conlleva enfrentar muchas personas y hay que tener el coraje y la fuerza para hacerlo, según Lilián no solo en primaria y secundaria sino también en la universidad donde “hay carreras que no >enen una formación de género, no lo incen>van, no incen>van la inves>gación, solo depende de quién te toque de docente”. Si bien Lilián siempre estuvo del otro lado del mostrador en cuanto a la lucha feminista “me parece que es importante que haya mujeres con sensibilidad feminista en los cargos públicos”, aunque reconoce “que hay una perspec>va de género muy tecnócrata que a mí personalmente no me interesa, creo que no es muy transformadora”. Con este reparo Lilián comparte el pensamiento de la autora Hannah Arendt acerca de la necesaria presencia de la mujer, “Las polí>cas no van a cambiar si los cuerpos son sólo masculinos, >ene que haber una revalorización de la experiencia femenina”. 29
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Entrevista a Marta Laferriere*
Voces del encierro Por Bárbara Bilbao
Marta es una mujer segura y dispuesta a conversar sobre los temas que mejor conoce: la Universidad, la educación y los derechos humanos básicos para cualquier persona, par>cularmente para aquellos y aquellas que se encuentran privados de su libertad. Marta nos cuenta cómo surge el Programa UBA XXII que vincula la UBA y el Servicio Penitenciario y cuáles fueron los avatares que tuvieron que atravesar para llegar a transitar durante treinta años.
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¿Cómo nace UBA XXII? ¿En qué contexto y cómo surgió la idea de involucrar dos ins5tuciones como la cárcel y la universidad? El tema surge a par>r del pedido de una madre, que llega a la universidad. En ese momento estábamos armando el Ciclo Común Básico en el año 1985. Pensamos en una vuelta de tuerca: ¿por qué no llevar a la universidad a la cárcel? Construyendo un espacio universitario, construyendo un espacio de derechos. Tornar porosos esos muros. Si bien el programa es de extensión, se pensó que la Universidad tenía que abrir ese espacio y garan>zar el derecho al estudio a aquellas personas que estuvieran privadas de su “libertad ambulatoria”. Una libertad ambulatoria no significa que no deba comer, no deba estudiar, que no se le deba proporcionar salud, entonces, la UBA es la que resuelve que se iba garan>zar ese derecho. El proyecto se fue armando a medida que lo íbamos transitando, siempre hemos tenido el carro delante de los caballos porque era una experiencia in-
édita, no teníamos referencia en ningún lugar del mundo. Pensemos que en esa época no teníamos internet, ni computadoras; esto se fue armando con mucha voluntad polí>ca, sin la cual es absolutamente imposible. Y aventurarnos a esto, que dos ins>tuciones, con historias, funciones e intereses completamente diferentes, pudiéramos unirnos.
¿Y en qué ins5tuciones carcelarias está funcionando el programa en este momento? El programa empieza en lo que se denominaba Devoto en un lugar muy pequeño. Al principio era un alumno, y rápidamente se transforma en tres y en el segundo cuatrimestre ya once. Y entonces, se empieza a construir lo que nosotros denominamos Biblioteca. La biblioteca eran unas cajas donde poníamos con marcador IPC, Sociedad y Estado, Antropología. En un momento dejamos de entrar alumnos, docentes, cajas y debo decir que fueron los alumnos los pioneros en esto, sin ellos, tampoco hubiera sido posible este programa. Vaya mi reconocimiento a esos alumnos pioneros de este programa. Ellos empiezan a pensar que existe un espacio donde creen que se puede construir la biblioteca. Y ese espacio cuando lo veo, era como una puerta negra, que es donde hoy funciona el CUD (Centro Universitario Devoto). Y digo negra porque esa puerta durante la dictadura había sido quemada mo>vo de un mo?n. Y ellos mismos dicen:
“vamos a recuperarlo”, para resignificar el espacio. Eran 1500 metros, que hoy es el CUD que >ene aulas, salas de computación, sala de actos, baños, etc. Ese fue el primero. Ahí empezamos con Derecho, las unidades académicas del CBC, Derecho, Económicas, Filoso+a y Letras, Psicología, Sociología, y Ciencias Exactas haciendo propuestas curriculares como extracurriculares. Fue di+cil, tuvimos momentos muy di+ciles de enfrentamientos de “lógicas” que se han ido saldando.
¿Vos hablás de las dos lógicas que son la Universidad y la Cárcel y que además 5enen que convivir? Exactamente. Pero por suerte, existe el diálogo. En uno de esos conflictos salimos creciendo. Salimos de trabajar del “horror” que era la Unidad I de Caseros que se construye durante la dictadura y se termina en la época de la Alianza, ahora desafectada. Y la Unidad 16 que
es esa vieja unidad muy cerca de la I en Caseros, también desafectada y que alojaba menores. Llegamos generando un centro de estudios muy interesante, que fue la experiencia del CINAP (Centro de Informá>ca Aplicado). Nosotros apostábamos que sí, hasta ese momento estábamos con la población masculina, teníamos que llegar a la población femenina, la U3 de Ezeiza, que ahora es la 4. Llegamos ahí también y armamos la misma estructura para las mujeres.
¿Cómo ves a las mujeres ocupando esos espacios de promoción en la ciencia, en la academia? Lugares que en general son ocupados por varones y sin embargo, vos hace treinta años que llevas la dirección de este programa, un programa que justamente asocia estas dos ins5tuciones tan diferentes, pero como bien comentás, convergentes. Y por otro lado, preguntarte sobre la población car-
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celaria femenina, que es una población específica. ML: Respecto de la primera pregunta, la verdad, te soy sincera, lo viví con total naturalidad. Imagino, que hubiese encarado este proyecto siendo mujer o varón. Lo pienso siempre en términos de igualdad de condiciones para hacerlo, nunca sen? que por ser mujer tenía algún >po de inconveniente para llevar adelante esto, en un mundo que efec>vamente es duro; sobre todo hace treinta años: el servicio penitenciario recién en la década del 90 colocó a una mujer como directora de un establecimiento de mujeres, por ejemplo...
Hace diez minutos... (Risas) Exactamente. En realidad, las mujeres tenían que hablar con varones. Incluso cuando convocamos a los docentes, muchas de ellas eran, son mujeres. Pero jamás hice una entrevista pensando si era varón o mujer, parto de la base que todos y todas somos ciudadanos con igualdad de derechos y oportunidades. Respecto de la población femenina en las cárceles, sí creo que vale la pena detenerse. Porque efec>vamente es muy diferente la población de mujeres, de la población de varones en contextos de encierro. Hay cues>ones más sencillas y rápidas de ver y hay cosas más profundas que han sido mo>vo de diversas inves>gaciones. Ha habido muchos grupos de inves>ga32
ción de género que han venido a estudiar estos temas como de la Facultad de Filoso+a y Letras, el Ins>tuto Gino Germani, que se han abocado a hacer inves>gaciones sobre la población femenina en contextos de encierro (por ejemplo, “Voces del encierro”). A groso modo puedo decir y, para ejemplificar, que cuando una se acerca a una cárcel que aloja varones puede observar la inmensa can>dad, sobre todo en Devoto que queda en la ciudad, de mujeres, que pasan lluvias y calores, y todo lo que es llevarle cosas al hombre: llevarle a los hijos, llevarle ropa, llevarle esto y lo otro. Cosa que una no observa a la entrada de una cárcel de mujeres, no ve largas colas de varones desesperados por llevarles hijos y ropa, comida. No se ve a nadie, esa es la realidad. Esa es una primera cues>ón, antes de la “reja”. Pasada esa primera reja, porque no es solo una reja, son varias. De todo >po, reales, imaginarias, simbólicas. La población femenina está mal vista, doblemente mal vista, es doblemente vic>mizada porque todavía en el imaginario, de esta cultura no se en>ende que una mujer pueda delinquir, cuando la representación que >enen sobre la mujer es la de la Virgen María, está dedicada a ser madre, esposa, ama de casa, es decir, es la “buena”. Entonces, ¿cómo puede ser que una mujer delinque? Para contextualizar, hay aproximadamente 60 mil presos en el país, entre provinciales y federales, tenemos 10 mil a nivel del ser-
vicio penitenciario federal y dentro de éstos el 10% corresponde a mujeres. Los lazos que se construyen y las dificultades que se atraviesan marcan una par>cularidad de las mujeres respecto de la población masculina.
Te leía hace un 5empo, y en varios lugares decías que el programa tenía como uno de sus obje5vos “Educar para liberar”. Cuál es la significación, el sen5do que 5ene esa frase que seguramente alberga un universo complejo de explicaciones. Es un esfuerzo enorme el que hace la UBA llevando y trayendo profesores de todas las unidades académicas a las unidades carcelarias. Son cuatro viajes diarios que hace la universidad respecto de los profesores y profesoras. El compromiso y la responsabilidad social que >ene esta universidad. Entonces en esa búsqueda de plata por todos lados, encontré que la Comunidad Europea estaba dispuesta a donarnos máquinas. Y nos donaron las Pen>um 280 y fui personalmente a buscarlas al puerto. Pero como no las podía receptar, ni la UBA ni el Servicio Penitenciario, tomé la decisión de crear una Fundación “Educar para ser libres” que tuvo por objeto solo recibir esas computadoras (risas). No, ahora en serio, tenemos un programa de computación que es maravilloso atendido por la Facultad de Exactas que >ene arriba de 600 estudiantes por cuatrimestre. Educar para ser libres, a ver, la educación supone libertad, yo soy Licenciada en Educación, creo absolutamente en la educación como dadora de libertad. Si nosotros y nosotras pensamos que la inmensa can>dad de personas que llegan a las aulas al interior de las cárceles, son personas que vienen alejadas de agencias socializadoras primarias. Pero efec>vamente la población, si revisamos las estadís>cas oficiales, muchas veces son personas que llegan sin la primaria o con la primaria incompleta, es decir, que el Estado de alguna manera no ha estado presente. Entonces creo que la Universidad, por ser como el úl>mo eslabón educa>vo, >ene la responsabilidad de llegar a estos espacios a llevar educación. Es decir, que estos espacios que crea la UBA son espacios de libertad. Esta par>cipación de la Universidad no es solo brindar herramientas para la reinserción, resocialización, no es que da una pas>lla en contra del delito, sino que brinda herramientas que resignifica, en muchos casos la vida de esos sujetos. Pero no solamente cuando salen, lo más interesante ocurre en el durante. Y en su propia subje5vidad en ese momento. Exactamente. La universidad es una reconstructora de subje>vidad. Esto es muy importante, donde el sujeto comienza... Primero se apropia de la palabra, la Universidad ha sido dadora de la palabra.
Hay aproximadamente 60 mil presos en el país, entre provinciales y federales, tenemos 10 mil a nivel del servicio penitenciario federal y dentro de éstos el 10% corresponde a mujeres. Los lazos que se construyen y las dificultades que se atraviesan marcan una particularidad de las mujeres respecto de la población masculina. Que le ha sido negada en toda su historia, no sólo en el contexto de encierro. Claro, vienen privados y privadas de antes y de ahí viene la violencia también. Cuando uno no posee la posibilidad de la palabra, de ejercer la palabra y de empoderarse de la palabra en un contexto en donde las formas de comunicación son tan complejas y sobre todo, violentas. En vez de hacer un mo?n y quemar colchones en el techo, hoy saben que pueden recurrir a un hábeas corpus. Saben que >enen derecho a eso. Creo que esto es una de las conquistas más importantes de este programa. La reconstrucción de la subje>vidad es el paso previo a la reinserción, a par>r de la palabra y a par>r del intercambio con un otro que es diferente que te trata como un igual en un respeto de derechos. Tenemos un centro de egresados, que algunos y algunas egresan adentro y otros y otras afuera. Poder comprender que no hay que es5gma5zar el lugar que uno o una ocupa en la sociedad, sino que se transitan diferentes momentos en su vida. Y que a todos y todas nos puede pasar... Pero que podemos salir de esa situación. Sí, ahí nos queda muy claro esta idea de que sí se puede salir y resignificarnos. *Licenciada en Educación por la Universidad Nacional de Córdoba.
Directora del Programa UBA XXII
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Entrevista a Leonor Silvestri
La trampa
de la normalidad Por Valeria Tellechea
Un proceso de más de 100 días de hospitalización y encierro. Una condición poco usual. Letras y pensamientos que nacen de este proceso. Filoso+a, biología, polí>ca y cuerpo que se encuentran en papel. Poeta, filósofa, ensayista y algunos vericuetos más, nos cuenta acerca de su nuevo libro Games of Crohn donde piensa cómo se reconfiguran los espacios de encierro desde la propia experiencia.
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A par5r de la pregunta de si Crohn es una enfermedad o una condición, ¿cómo actuó y actúa Crohn en tu cuerpo? Pues afecta en todo sen>do. Deleuze dice
que una salud menos favorable favorece el pensar porque pensar es hacer contacto con la vida, y quien se siente cerca de la fragilidad y vulnerabilidad -que el capitalismo construye como temporarios- y en realidad son esenciales y ontológicos al cuerpo, se siente más cerca de la vida y sus proceso vitales. Yo al menos me siento así, más en contacto con los flujos vitales, sean cuales sean, porque no hay día que Crohn de algún modo se apersone a recordarme que de ahora y para siempre viajamos de a dos y somos una y la misma, soy un cuerpo crohn, y existo, potente y frágil, en una contradicción y ambigüedad inusitada y
bella, aunque duela. Hay muchos >pos de crohnes. El mío actúa a su modo. Lo cierto es que no hay que confiarse y pensar, como hice yo, que con una simple dieta lo controlo. No hay que subes>marle ni tampoco temerle, simplemente ocuparse. Lo interesante que yo le encuentro es que su azar y su imprevisibilidad expone cuán probabilís>ca e induc>va, cuasi milagrera y un poco chantapufi, es la medicina en la cual la gente cree como si fuera diosito o, aún más, porque es “obje>va”. Es menester desacralizarla e incluso objetarla, si es que vamos a sobrevivir en los espacios de encierro como la internación cuando nos
toca. Al fin de cuentas ya Ann Fausto Sterling nos ha adver>do de que la biología es polí>ca por eso está hecha a imagen y beneficio de la cultura androcéntrica.
¿Qué cambió? En parte, extremó mi modo de relacionarme con la gente. No perder >empo en
pasiones tristes, no ir al ritmo que otras corporalidades imponen, asumir que la sociabilidad está envenenadísima y preferir la distancia. Devenir anciana antes de >empo, lo cual no obsta que hoy, en unas horas voy a ir a rendir mi examen de cinturón del deporte de combate que prac>co. También cambió el cuerpo. Quedó más
Foto: Florencia Di Tullio
cortado, más amputado, no necesariamente aterradoramente peor. Y me proyectó a un mundo el cual era fundamental conocer, el mundo ya no de quienes se creen “diferentes” sino de quienes habitan los inters>cios de la diferencia y la diversidad, les mutantes. Aquellas que sabemos la teoría en la carne, que conocemos los 35
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disposi>vos médicos, discapacitantes, estatales, discriminadores, sociales, no por haberlos leído y querer ayudar a los demás -estoy siendo arpiamente irónica- sino porque los tenemos conectados a la carne y nos man>enen con vida. Me doy el lujo de ser, porque sobreviví en un mundo que se encarga de intentar hacerme desaparecer.
Haz dicho alguna vez que la escritura es tu forma de vida. En esta etapa, ¿qué te deja esta experiencia de escribir acerca de tu tránsito internada? Pues creo que ante todo Crohn trajo lectura. No se palean 100 días de encierro días más días menos sin libros, sin novelas. Como leer supone escribir, terminé escribiendo el diario de mi internación al cual denominamos Games of Crohn y que sale publicado por la editorial de la cual formo parte, Milena Caserola, a cargo de Ma?as Reck, un gran amigo que siempre cree en mis locuras; donde otras personas se asustan, él redobla la apuesta. Escribir, como leer, me salvó de la demencia de la internación y verme conectada a máquinas. A medida que pasa el >empo, me interno en aguas donde me encuentro con otras que antes que yo tuvieron un diagnós>co o una condición, aunque no necesitamos del aval ins>tucional para saber que portamos una mutación. Por caso, hace 30 años, la corporación médica no tenía herramientas para iden>ficar la mayoría de lo que llama EII (Enfermedades Inflamatorias Intes>nales) como Crohn y te mandaba a morir al psicoanalista, te creían deprimida o histérica. Hasta el día de la fecha, los cuerpos con endometrio corren graves riesgos porque suelen pensar que lo que se denomina endometriosis se trata de depresiones o no saben diagnos>carla a >empo. A lo que me refiero es que buena parte de la corporación médica considera que cualquier síntoma que venga en un cuerpo socialmente 36
asignado como “mujer” o trans es considerado lisa y llanamente como “histeria”, ergo, subes>man nuestras esencias singulares, nuestros síntomas, y lo que nuestros cuerpos hablan, cuerpos que necesitan apoyos, terapéu>cas, asistencias -en realidad como todos los cuerpos, pero a los nuestros se les nota más porque sus prótesis y asistencias no son socialmente aceptables- y las consideran lisa y llanamente problemas psicológicos. Todo un compendio de misoginia grave se podría hacer con lo que llamamos ciencia, el camino del progreso está pavimentado con la sangre de los cuerpos de lo que usualmente consideramos “mujer” mientras se tolera la discapacidad del machuno heterocis promedio que en general ha quedado regresivamente anclado en una edad madura>va no mayor a 16 años, incapaz de lavar, limpiar, cocinar o mantener su economía domés>ca sin una asistencia; en el mejor de los casos paga, usualmente por amor, es decir, de una mujer que se lo haga. Sin embargo, eso no es considerado discapacidad, ¿verdad? Esto me lo enseñó una amiga y alumna, Sabrina Cartabia. Decís que todo lo que estudiaste, aprendiste y experimentaste acerca de las luchas de géneros y los feminismos te ayudó en este período. Desde este discurso biomédico ¿cómo es pensada para vos la (auto)percepción de los cuerpos discapacitados? Yo no creo que haya cuerpos discapacitados, sino que viene un médico y el Estado que te dicen “vos sos discapacitadx”, como viene y te dice “sos mujer” o “sos varón” y produce unos efectos, en el caso de la discapacidad, discapacitantes. También creo que hay una existencia que se puede habitar alegremente llamada disca, donde vivo yo con otras. Somos todas esencias singu-
Yo no creo que haya cuerpos discapacitados, sino que viene un médico y el Estado que te dicen “vos sos discapacitadx”, como viene y te dice “sos mujer” o “sos varón” y produce unos efectos, en el caso de la discapacidad, discapacitantes. lares, no hay cuerpo que no posea o no vaya a poseer algo que luego la corporación médica va a llamar “discapacidad” o tal vez “desorden”, “malformación”, “locura”. La salud es una idea hetero-cis blanca de una masculinidad hegemónica que no se sos>ene a lo largo de toda una vida, porque ontológicamente el cuerpo (todos los cuerpos) son vulnerables y frágiles y, no obstante, quieren perseverar en su ser; y es en realidad el mundo el que enloquece y enferma; mundo no adaptado y sin ninguna gana de adaptarse a, es decir enriquecerse con, las singularidades socialmente denostadas. Sin ir más lejos, no salgo de mi asombro, el feminismo, en el 2016, recientemente, ha redactado nuevamente un proyecto de Ley por el derecho al aborto seguro, legal y gratuito, que incluye en el tema de las causales para recibir una interrupción de embarazo “malformación del feto”. En sí mismo, el tema de las causales significa entrar en las lógicas del Estado Nazión (con “z” de nazi) patriarcal y misógino, si tenemos que es-
perar a probar que nos violaron legalmente para acceder a un aborto es probable que el feto tenga 10 años para cuando podamos abortar. Asimismo, en el 2016 es impensable seguir hablando de mujer, en vez de cuerpo gestante (o ¿acaso se creen que los varones trans no gestan? Algunos sí, por cierto, y este tema fue ridiculizado en la plenaria sin mayores objeciones por parte de las presentes que le temen a las vacas sagradas del feminismo pro-aborto), como así también -y esta es mi mayor objeción- de malformación. Exijo que las feministas que redactaron ese proyecto de ley nos expliquen a las que como yo se nos dice habitualmente que somos “malformadas” por qué deberíamos ser una causal para interrumpir un embarazo. No me malinterpretes, sostengo y abogo para que abortar ocurra cada vez que una cuerpa lo desee, pero adhiero a un cierto feminismo, como el de Butler, Senaura Taylor o Johana Hedva y su teoría de la mujer enferma: además de ser transfeminista, con>ene en sí mismo el trabajo an>-patriarcal por la desubje>vación y deconstrucción de las lógicas capaci>stas, esas que hablan en términos de “malformación”. Es prioritario trabajar en pos de que todas las vidas valen la pena, incluso aquellas que la corporación médica llama o es>ma “malformadas”. No es de ciencia ficción pensar que algún día la corporación médica, con el beneplácito de todas las ciencias auxiliares como las polí>cas biológicas, encontrarán el gen “maricón loca”, “>ra piedras insurreccional”, “puta y orgullosa”, “crohn” (conviene interiorizarse en el DSMV* que ya se está aplicando para entender a qué me refiero) y nos llamaran “malformadas”. El feminismo debería tal vez leer Un mundo feliz de Aldous Huxley y cesar de realizar el trabajo fino ya sea aviolicionista para la mafia estatal de los aparatos represivos; ya sea para la eugenesia hetero-
capitalista de un mundo de esclavos felices y contentos en pos de realizar una labor de bien o hacer el bien. Sé que mis dichos caerán fatal. Sin embargo, me cuesta creer que entre todas las presentes en los grupos par>cipantes en la redacción de ese proyecto de ley y sus debates no hubo ninguna asistenta que fuera Down o madre de una persona Down, o con alguna condición +sica que podría ser llamada malformación. Los estudios culturales, de género y el feminismo me ha ayudado a disputar y dar mi lucha dentro y fuera del hospital, micropoli>camente; ahora viene a mi el an>-capaci>smo de disca con orgullo a adver>rme de los rasgos microfascistas de cierta ala de un feminismo bien pensante que quiere diezmar “malformaciones” y colocarlas como causas. Hay que tener una visión un poco más estratégica, nadie se hubiera imaginado que con la derogación de la >pificación misógina de “infan>cidio” que solo criminalizaba a las mujeres un día, Romina Tejerina, producto de ese “gran logro” feminista, se iba a pasar 14 años a la sombra. Si la figura de infan>cidio hubiera estado aún en nuestro código penal, Romina, en el peor de los casos hubiera estado simplemente condenada a 6, máximo. Lo cierto es que una infan>cida, por misógino que suene, tenía una condena mucho menor que una homicida agravado por vínculo. Lo que intento decir es que hay que tener mucho cuidado con los deseos que una proyecta, porque el >ro sale por la culata, y los deseos producen formas, muchas de esas jurídicas, cuyos efectos se hacen tangibles en la realidad. Es un error de una gravedad insoslayable sostener la idea de “malformación” no en términos del bien o el mal, porque tal vez podamos derribar el capitalismo a fuerza de dejarnos caer, y las que más nos caemos somos, como dice Hedva, quienes no nos podemos levantar de la cama, y somos
onerosas para el Estado y no podemos sumarnos a las filas de reclutamiento de ciudadanxs de bien.
¿Qué significa ser disca? Ser disca significa abandonar las filas de los que van a trabajar alegremente e incrementan las arcas del progreso que destruye todo lo que existe sobre la faz del planeta. Hay que insis>r en contra de sus lógicas y tender redes de apoyo, cuidado y amorosidad con todas las que necesitamos asistencias, que somos, en realidad, todas, solo que algunas o no se dan cuenta, o no lo quieren ver, o no desean serlo. No hay que impulsarse hacia la normalidad, es una trampa. Sino hacia la co>dianidad, que ser disca sea algo común, frecuente, no una desviación a erradicar. Crear coopera>vas de trabajo disca y encontrar belleza a proteger y conservar en esos cuerpos que suelen ser considerados “deformados”.
Para seguir viviendo, ¿ya estás trabajando en otro libro? ¡Si! Estoy trabajando en varios, que aún no >enen ni forma ni nombre pero que será una colección llamada Carina Olga sobre Spinoza y la filoso+a de la an>güedad. También es mi intención escribir una novela sobre el abuso sexual. Y este año 2016, además de Games of Crohn, diario de una internación, publicamos Un país extranjero, un libro de poemas escrito en Irlanda en el 2007 en Argen>na por el sello Ludwig y en Chile por Venérea y en París, la tetralogía de poemas La guerra en curso por el sello No es Nada (esta úl>ma se puede encargar en Amazon en cualquier parte de este planeta). *Manual diagnós>co y estadís>co de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.
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Adelanto del libro Games of Chron
Los espacios de
encierro exprés y
feminización forzada Por Leonor Silvestri
Nietzsche nos exhorta a vivir la salud y la enfermedad de modo tal que la salud será un punto de vista sobre la enfermedad, y la enfermedad un punto de vista sobre la salud. Hacer de la enfermedad una exploración de la salud, y la salud una investigación de la enfermedad. Gilles Deleuze
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Recuperar la integridad del cuerpo es una de las tareas más difíciles dentro de los espacios de encierro hospitalarios segmentarizados hasta el filo literal del bisturí. Los médicos y sus asistentes te
piensan en partes: una boca, un ano, un colón, un intestino, un íleon, una conciencia operante a la cual más vale mantener con vida incluso si no caga, ni mea, ni come, ni respira sola. La vida ante todo. ¿Pero qué vida? ¿Cómo vivo? Los espacios de encierro hospitalario no están tampoco pensados para que nadie permanezca por períodos largos a relativamente largos; se suponen estadías cortas para mantener los cuerpos vivos a como dé lugar, especie de sanatorios que no toma ningún recaudo sobre el cuerpo sistemáticamente mancillado bajo sus lógi-
cas: a menos que te opongas, la sangre se saca siempre de la misma vena hasta que se te haga un callo sin retorno sanguíneo en la articulación del codo (es menester, andá sabiéndolo, cuidar tus venas, este consejo me lo da una persona con quimio y un amigo que se dializa). Te pinchan y te pinchan a cualquier hora hasta que queden moretones y chichones. Aquí es virtualmente imposible reunir 5 horas de oscuridad, silencio y descanso consecutivas, el descanso se lo vas robando a los protocolos medicamentosos
y a los médicos y sus horarios de visita, siempre desde la mañana bien temprano. Mi ciclo arranca a las 5 a.m. con el control de glucosa, situación insulinodependiente que se me ha producido a fuerza de ser alimentada intravenosamente, y por los corticoides. Discuto para que se me concedan dos horas más de sueño, o al menos de oscuridad y soledad en mi celda: que todo empiece junto y a la misma hora. Se espera de mí que estés echada todo el día porque tampoco se cuenta con sitios donde circular más
allá del pasillo -lo cierto que ahora mismo estoy débil físicamente como para tomar el ascensor e ir hasta abajo, pero tampoco hay por donde deambular, y cuando me escapo y camino por la parte inferior del hospital donde están los consultorios, la gente reacciona ante mi vista, la visión de la enferma, como si vieran al Minotauro; por un momento entiendo a Asterión en el cuento de Borges-. Médicos y médicas, si bien tocan la puerta, entran luego de tocarla, nadie espera un «adelante». Así te enganchan
Foto: Florencia Di Tullio
desnuda, o encremándote. No me molesta, ni a mi cuerpa flaca y desnutrida, ni que nos vean desnudas; pero a ellos sí. Te esperan en el lugar de paciente, con la batita blanca, la cual he dejado de usar, para no sentirme tan paciente, excepto para dormir a la noche, como modo de mejorar mi estado de ánimo, junto con la pulserita que dice y marca la diferencia entre sano/enfermo y adjudica potestad a un cirujano que me recibió y cuyo nombre también está consignado: les pertenezco.
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El vestir es todo un asunto porque quien se interna de urgencia no lleva nada más que lo puesto. Es dificultoso conseguir ropas acordes a la funcionalidad de las máquinas a las cuales te conectan. Por ejemplo, yo tengo un catéter en el lado izquierdo en la vena cava por donde me alimento, tiene tres válvulas, una sola para la comida líquida que cae 24 hrs. sin cesar. Lo primero que me di cuenta es que mis remeras no iban a resultar porque no se puede pasar por abajo, por los pies, y es incómodo de manipular una vez puesta. Pedí a las amigas el famoso strapless, no tengo nada de ropa con hombros descubiertos en casa. Me someto temporariamente a una suerte de feminización forzada (¿y qué feminización no lo es acaso?) con esta ropa que me deja los hombros al aire y que cubro con una chalina. Bañarme así no es cosa simple porque no se puede mojar el catéter bajo ninguna circunstancia, por eso debo hacerlo con la mitad del cuerpo cubierto con una sábana y una toalla, y el aparato recubierto en plástico. Nada, por mi propio bien, debe ingresar a él que no esté estéril. Pedí a una amiga que compre una maquinita de afeitar y otro amigo me afeito las axilas después de mucho tiempo. De ese modo es más simple lavarme con las toallitas húmedas que las amigas me traen, el brazo izquierdo y las axilas. Ese pequeño arreglo de no andar en bata, ponerme crema, estar limpia y bañada todas las mañanas, que en la habitación no haya olor a antibiótico, me empodera y me saca del lugar de camisolín blanco culo al aire, espéculo, alcohol, pervinox que lo polute todo con sus hedores, me conecta con
Te esperan en el lugar de paciente, con la batita blanca, la cual he dejado de usar, para no sentirme tan paciente, excepto para dormir a la noche, como modo de mejorar mi estado de ánimo, junto con la pulserita que dice y marca la diferencia entre sano/enfermo y adjudica potestad a un cirujano que me recibió y cuyo nombre también está consignado: les pertenezco.
partes de mi cuerpo que se exponen al poco aire no viciado que hay en este lugar (las ventanas no se abren más que de refilón por disposición municipal porque la gente se suicida, de todos modos la gente se suicida en su casa delante de su familia también), aunque tenga que tapar mi pecho. Feminizarme vino en mi auxilio, y lo celebro. Me alegra poder atravesar los géneros, fluir en ellos, utilizarlos estratégicamente según la circunstancia, no estar fija rígidamente en uno, ni pensar que el nomadismo genérico andrógino es un deber ser con el cual académicos queer le gritan a los cuerpos con vagina y útero sus verdades sobre cómo deben comportarse mientras ellos son recibidos y vistos simplemente como chicos y con los privilegios que eso conlleva. La misoginia se esconde en muchos frentes, especialmente dentro de los cuerpos con pija y sus protectoras. Es un privilegio poder deshacer el género hasta utilizar la feminidad como más nos convenga. Tan violento como ser forzada a un género es ser forzada a superarlo en pos de una trascendencia, de un deber ser. Ladran, Sancho, en las redes sociales desafectados y desafectadas de toda calaña henchidos de rabietas de hombre. La enfermedad es el punto de perspectiva político para alejarme de una buena vez de todo aquello que se me coló en el intestino y en realidad nunca fue de mi interés, todo aquello que quiso afectarme pero no vale la pena ni el merecimiento, ni el deseo ni la gana. Un amanecer de otoño entra por la ventana pronto. Ya es hoy.
#ParemosElAcosoCallejero Por Analìa Daniela Lòpez
El acoso callejero configura una violencia que pasa desapercibida para un contingente de personas que no la entienden como un abuso. Para poner en número este flagelo MuMaLá -Mujeres de la Matria Latinoamericana- y el ISEPCI -Instituto de Investigación Económica y Política Ciudadana- realizaron una encuesta sobre acoso callejero en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Para interiorizarnos sobre los resultados de la encuesta entrevistamos a Raquel Vivanco, Coordinadora Nacional de MuMaLá. ¿Cómo reaccionó la población a la Campaña Nacional #ParemosElAcoso-
Callejero? La sociedad viene debatiendo y reflexionando fuertemente sobre todas las manifestaciones de la violencia contra las mujeres, la movilización del 3 de junio del año pasado así lo demostró, lo que hace a que el acoso callejero sea tomado como una forma más de las manifestaciones de la violencia sexista. Fue muy buena la reacción ante la Campaña y recibimos muchas adhesiones para que el Congreso de la Nación transforme en ley el proyecto de prevención y sanción del Acoso Callejero presentado por la Diputada Nacional Victoria Donda.
La totalidad de las mujeres encuestadas manifestó haber sufrido una situación de acoso en la vía pública, ¿sorprendió esa cifra? Si, el 100% de las mujeres que encuestamos dijo haber sufrido alguna situación de acoso callejero a lo largo de su vida, la mayoría dijo haber atravesado varias de las situaciones planteadas en la encuesta (bocinazos, comentarios sobre su apariencia y sexualmente explícitos, insultos, etc.). La verdad es que no nos sorprendió ya que el acoso sexual contra las mujeres en la vía pública es una prác>ca muy extendida, naturalizada y aceptada. Sabíamos que iba a ser así. 41
a c t i v i s m o
Cuando se cri5ca el acoso callejero hay una ac5tud de tomarnos como histéricas o la expresión “vamos me vas a decir que no te gusta un piropo”, ante estos hechos, ¿Cuál crees que es la mejor respuesta para concien5zar a lxs interlocutores de la gravedad de los hechos? La mayoría de las veces estos comentarios en contra de la reacción y denuncia de las mujeres son realizados por hombres, ya que ninguno asume que los mal llamados piropos son una expresión más de la violencia machista. Nos parece importante reflexionar interpelando a los varones haciéndoles preguntas que los ubiquen en nuestro lugar, por ejemplo: preguntarles si al momento de elegir la ropa con la que van a salir a la calle >ene en cuenta la posibilidad de ser acosados (el 50% de las mujeres encuestadas dijo hacerlo), preguntarles si cambian de vereda por temor a recibir acoso al ver un grupo de mujeres reunidas en la calle (el 74% de las mujeres cruzan la calle para evitar pasar delante a un grupo de hombres), si alguna vez los siguieron (el 47% de las mujeres encuestadas fue seguida en la vía pública), si les tocan bocina a cada rato, etc.. Quienes nos >ldan de histéricas no >enen dimensión real de las situaciones co>dianas que vivimos las mujeres y mucho menos de cómo nos sen>mos ante las mismas. Lo importante de esta encuesta es que justamente releva lo extendido del 42
problema y evidencia las estrategias que llevamos adelante las mujeres para poder transitar de manera segura el espacio público ante la ausencia de polí>cas públicas que den respuesta a esta situación.
La agresión empieza desde muy temprano edad, en la encuesta se menciona los 9 años como uno de los comienzos de este padecimiento, ¿se puede seguir hablando de sólo acoso callejero cuando se trata de menores? La encuesta revela que desde edades muy tempranas las mujeres y niñas estamos expuestas a sufrir este tipo de violencia en la vía pública, nos referimos a acoso callejero en tanto las situaciones vividas no configuren un
delito mayor como abuso deshonesto por ejemplo, y claro que el hecho de que sea desde edades tempranas agrava la situación ya que las posibilidades de denuncia y resolución de estas terribles experiencia son mucho más limitadas y quedan grabadas a fuego en la memoria. Las mujeres que sufrieron situaciones de acoso sexual en la vía pública a edad temprana recuerdan a la perfección la situación vivida ya que es una experiencia traumática en la mayoría de los casos.
El hecho de que las mujeres estemos limitadas en el espacio público y que no podamos transitar de manera libre y segura constituye un grave problema, ¿el proyecto de Ley como prevé
tratar, prevenir y sancionar este tema? Si, constituye un grave problema. El proyecto de ley para la prevención y sanción del acoso sexual en espacios públicos presentado en abril del año pasado por la Diputada Nacional Victoria Donda prevé una pena económica a través de una multa que va entre los $100 y los $7000 que será recaudada con el Consejo Nacional de las Mujeres para llevar adelante campaña de concientización y sensibilización a la vez que será el CNM quien deba diseñar y ejecutar políticas públicas tendientes a combatir el acoso callejero. El proyecto establece también la semana nacional contra el acoso callejero del 12 al 18 de abril de cada año para visibilizar en
La encuesta revela que desde edades muy tempranas las mujeres y niñas estamos expuestas a sufrir este tipo de violencia en la vía pública, nos referimos a acoso callejero en tanto las situaciones vividas no configuren un delito mayor como abuso deshonesto por ejemplo, y claro que el hecho de que sea desde edades tempranas agrava la situación ya que las posibilidades de denuncia y resolución de estas terribles experiencia son mucho más limitadas y quedan grabadas a fuego en la memoria. todo el territorio nacional esta problemática y plantea la incorporación de la problemática en las curriculas escolares desde una mirada de derechos.
Ante la pregunta de qué hacemos las mujeres para evitar situaciones de
acoso se me viene la contra pregunta de qué hace la sociedad para evitar que haya personas acosadoras, ¿cree que se puede sacar la mirada del cuidado/prevención de la mujer y pasarlo a responsabilizar directamente a los acosadores? Entendemos que para que la resolución de esta problemática no quede puesta en manos de las mujeres, de manera individual y exclusiva como viene sucediendo, debemos exigir que el Estado sea quien deba garantizar nuestros derechos, para responsabilizar a los acosadores necesitamos que se incorpore la problemática a las agendas de los gobiernos y se diseñen y ejecuten políticas públicas para erradicar esta práctica tan cotidiana y naturalizada por el conjunto. En tanto no evidenciamos que detrás del piropo existe una situación de acoso va a ser muy difícil que revirtamos esta realidad que tiene una fuerte raigambre cultural.
Mi actitud ante un acoso callejero es confrontativa, pero muchas veces terminó frustrada y muchas veces atacada ¿Qué actitud recomiendan tomar a una persona víctima de acoso callejero? Ante todo denunciar, hacerlo público, alertar de la situación para que empiece a haber condena social en torno a los acosadores. Muchas veces los acosadores son personas que nos cruzamos en nuestras rutinas diarias, es fácil identificarlos. Tenemos que dejarlos al descubierto para que vean que la tolerancia es cada vez menor. 43
e n t r e v i s t a s
Documental: "Femicidio. Un caso, múltiples voces"
Es parte en mí Por Nadia Beherens
“Como hija de una víc'ma de femicidio ejerzo mi derecho a réplica: mamá fue víc'ma de un femicidio, no de un ‘drama pasional’ y su femicidio no fue envuelto en torno de ningún ‘misterio’, fue el corolario de una (pica conducta exacerbada de violencia de género en la que el hombre se cree dueño de la mujer con la que man'ene una relación de pareja.” El 19 de julio de 2005, los medios masivos titularon el femicidio de María Elena Gómez como “el crimen pasional de Puerto Madero”. Había sido apuñalada por su pareja, a quien quería dejar. Casi diez años después, con el femicida en libertad, Mara Ávila, hija de María Elena, comienza a elaborar una tesina en torno al tratamiento que los medios hicieron del femicidio de su madre. Ese material derivó en la producción de un documental que sin duda contribuirá a subsanar una herida personal de tamaño social y colectivo. ¿En qué instancia se encuentra la producción del documental?
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Presentamos la sinopsis en el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) en febrero de este año para financiar la producción. Estoy trabajando junto a Carolina Reynoso, que es la productora ejecutiva. Previamente el INCAA nos dió un subsidio para el desarrollo de guión, que estuve trabajando en un taller con Gustavo Fontán (documentalista y docente). Hemos grabado escenas y secuencias en la marcha de Ni Una Menos, y en una ponencia que hice en la Facultad de Ciencias Sociales, pero todavía no empezamos el rodaje, que lo haremos cuando tengamos el dinero.
¿Cuál es el punto de vista en el documental? Lo que hago es contar lo que han sido para mí estos años como hija de una víctima, en primera persona.En principio se va a concentrar en el caso de mi mamá, y mi recorrido en estos 10 años, con una mirada desde el empoderamiento. Cuando pasó en 2005 yo tenía 25 años, de ser una chica que no entendía nada pasé a involucrarme políticamente, a poner el cuerpo. Por ejemplo, ahora hago danza y eso me fortalece. También el compartir encuentros con otras mujeres y sentir que esto es una lucha colectiva. Ese fue el camino que hice, que es crecer, ni más ni menos.
¿Cuál es su obje5vo? El >empo me ayudó a procesar la historia de mi mamá, todavía lo estoy haciendo. Creo que el documental es una manera de transformar esa historia y de poder dar algo. Es importante que como hija de una víc>ma pueda compar>r lo que sucedió. A medida que voy par>cipando de talleres, de encuentros y marchas empiezo a conocer cada vez más casos que están completamente invisibilizados. Y muchos en otras partes del país que no son Buenos Aires. Hay una responsabilidad del Estado. Si bien hay una Ley que dice que hay que proteger a las mujeres, no se está cumpliendo y tenemos que denunciar eso.
La movilización del pasado 3 de junio bajo la consigna “Ni Una Menos” consis>ó en la primera jornada de rodaje para el film y, por primera vez, significó para Mara decir presente por su madre a diez años de lo que entonces se había difundido como un crimen pasional, como si se tratara de una saga televisiva. Sin duda alguna, el documental de
Ph: María Alejandra Adler
Mara Ávila tendrá un impacto en el ámbito educacional, mediá>co e inclusive jurídico.
Para hacer una donación y colaborar con el documental o hacer llegar un apoyo ins5tucional y/o económico, a la espera de contar con el aprobación del INCAA, enviar un mail a filmfemicidio@gmail.com
Estas son las instituciones que lo avalan ante el INCAA: Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres; La Casa del Encuentro; INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo); Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación; Festival Mujeres en Foco; CECyM (Centro de Encuentros Cultura y Mujer); Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA; Área de investigación documental y comunicación (Facultad de Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias - UBA); Área de comunicación, artes escénicas y audiovisuales (Facultad de Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias UBA); Secretaría de Desarrollo y Bienestar de los Trabajadores Universitarios de la UBA; APUBA (Asociación del Personal de la Universidad de Buenos Aires).
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Entrevista a Clara Soria y Juan Manuel Burgos sobre Experiencias en Acompañamientos en Salud Mental, Trabajo Sexual y Aborto
Acompañar el cuerpo Por Leonor Silvestri
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La 3era. edición de las jornadas “Sexualidades Doctas” de 2016, realizadas en la Ciudad de Córdoba y organizadas por el grupo de inves>gación “Haciendo Cuerpos: ges>ón de vidas” de la Universidad Nacional de Córdoba, contó en esta edición con talleres, conferencias y conversatorios. Entre ellos, el >tulado “¿Por qué no salud? Experiencias de acompañamiento en salud mental, abortos y trabajo sexual”, desarrollado por Clara Soria y Juan Burgos, quien me propuso que le hiciera llegar una serie de preguntas, las cuales apuntaron al hacer y el trabajo del acompañamiento, las diferencias y semejanzas entre acompañar la salud mental o la locura, los abortos, lo sexual, las disputas y resistencias a los saberes y valores hegemónicos sobre
los cuerpos y las subje>vidades, los desa+os por con>nuar. Dichas jornadas, se proponen lograr un acercamiento entre diferentes recorridos -académicos, ac>vistas, laborales- en relación a los cuerpos, las sexualidades y las subje>vidades que pugnan y tensionan el reconocimiento legal, social y polí>co.
Acompañar y devenir: aprender a escuchar para no reterritorializar al carcelero ¿Qué significa acompañar? ¿En qué consiste el acompañamiento? Clara: Un acompañamiento, sea a alguien que >ene un diagnós>co psiquiátrico o de discapacidad, o bien que vaya a abortar, o que solicite un servicio sexual, requiere de un compromiso é>co, es decir, ese hacer
acompañando orientado a la construcción de una vida más vivible para quien acompañamos. En este sen>do, es una micropolí>ca en tanto ese hacer es en la co>dianeidad, en los pequeños y grandiosos detalles del día a día, parafraseando a Marie Depusse en el ?tulo de su libro Dios habita en los detalles -que relata sobre sus días en la clínica de La Borde de Francia-. El acompañamiento no es una prác>ca o un saber exclusivamente disciplinario o cien?fico. Sabemos que hay ofertas de formación en acompañamiento por todos lados, pero también que ese compromiso del que hablo no se aprende en una universidad o un ins>tuto de formación. Digo esto pensando en que los planes de formación en acompañamiento están orientados
hacia la salud mental o la discapacidad, ¿qué queda para quienes necesitan acompañamiento en abortos o en lo sexual? Hay evidentemente un sesgo en lo que es acompañar desde el saber formal. Quiero traer al relato una situación que me permi>ó repensar en este compromiso é>co. Con unas amigas estamos empezando un proyecto de acompañamiento grupal en una coopera>va de ar>stas. Los primeros
días, se acercó un profe de música -sabiendo que hacíamos acompañamientoscontándonos que tenía unx alumnx niñx con ciertas par>cularidades: planteaba ciertas resistencias a la modalidad clásica de aprendizaje, no quería aprender lo que se disponía, salía del espacio, resultando de la hora de clase pocos o casi nada de contenidos musicales. Lo que le sorprende al profe es que haya empezado el año con
una llamada de la mamá de estx niñx diciendo que sólo quería ir a música con él. Hablando un poco más, el profe relata que anteriormente estx niñx había ido a espacios donde se enseña música y en los cuales no pudo con>nuar. Con mis compañeras nos dimos cuenta y le dijimos que algo del acompañamiento se había desplegado entre él y estx niñx, y que nosotras no teníamos nada que hacer ahí. 47
e n t r e v i s t a s
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Aquí entró la dimensión del darse cuenta que se acompaña muchas veces sin saberlo, y esto es así por haberse producido esa con>nuidad que le niñx no encontró en otros espacios. El profe además estaba preocupado por lo que lxs padres puedan reclamar respecto a lo que aprende o no su hijx, pero por el momento no había ningún planteo parecido. En este punto nos introducimos a las demandas y cómo trabajar con ellas. Entonces, en ese hacer orientado a una construcción, es necesario de-construir y re-construir las demandas.¿Desde qué lugares provienen las demandas de acompañamiento?En salud mental generalmente se pide acompañar a alguien -niñx, joven, adultx- en una sociabilidad, ya sea en una ins>tución -hospital, escuela, trabajo, familia-, en un hacer no ins>tucionalizado -talleres ar?s>cos, por ejemplo-, o en la calle. Cuando la demanda proviene de un equipo de profesionales de la salud o de la educación, es necesario
preguntarse por la jerarquía de valores y su hegemonía desde la que se está proyectando cierta integración social de otrx. En este sen>do, la pregunta es ¿cuánto se nos pide que controlemos y nos ajustemos a esa jerarquía de valores que muchas veces no sólo no >ene nada que ver con lo más vivible para quien acompañamos, sino que es parte de las condiciones que producen malestar y sufrimiento? Pienso en el momento en que estalla y se mul>plica el diagnós>co de la depresión, entre 1979 y 1996, donde ésta no sería tanto una enfermedad individual sino el reverso del rendimiento, una respuesta a cierta exigencia de realizarse y ser responsable de sí mismo, superándose cada vez más Laval y Dardot, La nueva razón del mundo. Como acompañantes adver>rnos sobre alguna función policial que se nos demande o que re-produzcamos. La escucha, lo que escuchamos y cómo lo escuchamos, es otra dimensión importante en un acompañamiento, directamente relacionada
con las anteriores nombradas. “¿Cómo poli>zar la escucha?” Nos preguntaba una oyente que par>cipó en las Jornadas Sexualidades Doctas 2016 de Córdoba. Y con esta pregunta se introduce la desnaturalización de la escucha. Nuestra escucha está compuesta de filtros que se hicieron/hicimos a lo largo de experiencias y lecturas, con las que alguna vez acordamos, luego rompimos, y con otras que nos deshacen todo lo que venimos siendo. Están ahí, produciendo escucha, valorando lo que oímos. Poli>zar lo que escuchamos sería algo así como suspender los efectos de todo aquello a lo que nos remiten los gritos del loco o la loca, de lxs disca, porque puede que nos engañe sobre la verdad del grito. Suspender la patologización, la infan>lización, la vic>mización, la desexualización, la eugenesia, etc.
Juan Manuel: Esta pregunta es muy interesante porque generalmente viene acompañada de otra que no tarda en llegar ¿qué exper>cia se requiere para acompañar? Coincido con Clara en que a acompañar se aprende acompañando, el acompañamiento se produce en el encuentro de nuestra trayectoria vital con la de las otras, es un entrecruzamiento de nuestras vulnerabilidades y nuestras potencias. En cierta ocasión después de varios meses de acompañar sexualmente a un >po ciego a través de masajes eró>cos y tántricos llegó la pregunta “¿Si yo no fuese ciego vos no me cobrarías por esto, no? Seguro saldrías conmigo de onda” y mi respuesta fue muy concreta: “¿Si vos no fueses ciego saldrías con un trabajador sexual, te bancarías de onda mi laburo, nos hubiésemos conocido?” Es muy importante tener en claro que los acompaña-
mientos son instancias en las que se evidencia la interdependencia, las relaciones jerárquicas y las negociaciones del poder. Por eso el feminismo prosexo y queer han sido tan vitales en mi trayectoria para poder pensar los acompañamientos, sin esas herramientas cómo me iba a dar cuenta que si él (un gay blanco, jóven, profesional, exitoso, con cuerpo de gimnasio, con dinero, de una familia con linaje -porque el linaje todavía existe en Córdoba-) no fuese ciego, probablemente nunca me hubiese conocido y si me viese tampoco me daría bola. Ese downgrade que él hizo en la pirámide de las jerarquías sexuales por ser disca, lo acercó a mí que soy negra, gorda, puta y allí una decisión: podíamos autocompadecernos por el diagnós>co o celebrar la oportunidad del encuentro y del incremento de nuestras potencias que se nos presentaba. Optamos por la segunda. Para llevar esto adelante la empa?a resulta fundamental. Y empa?a no es un absurdo “comportamiento mimé>co” como le escuché expresar a un conocido psicoanalista que decía que una no puede ser empá>ca porque entonces ante el perverso una sería perversa y ante la histeria una asumiría una posición histérica… y así. Más allá de que habrá que ver si la histeria existe y a quiénes les conviene que exista, cuando hablo de empa?a me refiero a que ante quien solicita nuestro acompañamiento (la paciente, el cliente, palabras que no me convencen aunque a veces las uso) yo debo suspender mi juicio (que no es anularlo o negarlo, suspenderlo implica hacerse cargo del mismo) y desde allí tratar de reconocer también al otro y la singularidad de lo que está trayendo al encuentro. Incluso cuando por razones é>-
cas o polí>cas yo no compar>ría casi nada con esas personas por fuera de ese encuentro. Para que nos entendamos: hay mujeres que quieren abortar para poder entrar al servicio militar, porque no quieren un hijo del albañil, porque temen que su engendro sea down. De igual manera hay >pos heteros que quieren un servicio sexual regular y discreto para sostener sus falsos pactos monogámicos y su status económico intacto. Acompañar es, en términos lispectorianos, “lo que hace que le de agua a otro hombre, no porque me sobre el agua sino porque yo también sé lo que es la sed. Y yo que no me perdí sé lo que es la perdición” Si todas somos/podemos ser Romina Tejerina es porque todas somos/podemos ser, también, su violador. O no, o somos mucho más privilegiadas que Romina y su violador y porque no somos ni una ni el otro (pero podríamos serlo) es que podemos acompañar. Es di+cil saberlo. Pero una elige (o debería hacerlo, de otro modo sería servidumbre) si quiere acompañar y para ello >ene que saber hasta dónde acompaña, ir viendo, como decía Clara, a quién se acompaña y reconocer cuando no se puede acompañar o cuando aquellxs a quienes se acompaña no quieren ser más acompañadxs. Esto es fundamental en relación al compromiso é>co ya señalado, porque no sólo Dios, sino también el Diablo, habita en los detalles. Detener la máquina de interpretar para terminar con el juicio de Dios Vuelvo sobre lo de aprender a escuchar, y añado además de lo ya dicho sobre los filtros que se hace urgente una escucha sensible y no interpreta>va. Por la otra, por una misma y para no perder aceite. Es ur-
gente asumir una escucha que registre que no siempre las demandas, las necesidades, los intereses (propios y de lxs acompañadxs) coinciden entre sí y con los deseos: hay desfasajes entre lo que quiero, lo que solicito, lo que deseo, lo que brindo, lo que puedo hacer y sus temporalidades. Sobre esto hay un sin fin de ejemplos como cuando alguien solicita la interrupción de un embarazo que le gustaría con>nuar de ser otro su contexto, o complacemos las fantasías sexuales que verdaderamente la clienta quisiera llevar a cabo con su pareja. Ni hablar del deseo de garan>zar todos los abortos del mundo o además de sa>sfacer la demanda el aborto de una mujer queremos conseguirle trabajo, cocinarle lo que hace años no come y lesbianizarla para que deje al marido. Caute, caute con la fantasía de volverse un hada madrina. Hace un >empo se dió la situación de una paciente que en su consulta con el médico dijo que sólo había tenido una gestación previa, en la instancia de acompañamiento preaborto contó que además de su hija había tenido una experiencia muy dolorosa de un aborto forzado en su adolescencia, y para el control postaborto dijo que esta experiencia fue transformadora respecto de sus tres interrupciones anteriores. ¿Nos min>ó esa paciente en sus consultas? No, la escucha no es el mero registro de lo que le otrx nos diga y su coherencia interna sino las condiciones de posibilidad de decirse que se habilitan para esx otrx. En cada una de esas consultas hubo una relación par>cular con la escucha, no con la escucha de quienes acompañamos sino con lo que a esa mujer le resultaba relevante escuchar de sí misma. Nota completa en www.revistafurias.com 49
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Éramos una Por Laura Charro
Cuando todo empezó hubo un breve chaparrón en el silencio de la noche que casi nadie escuchó. La gente dormía y nosotras no. El olor a palo santo inundaba la sala, la luz era tenue, provenía de una lámpara de sal. Había mochilas, bolsas, almohadones y mantas desparramadas en el parquet de un living de departamento prestado. Los muchos objetos también acompañaron. Éramos cuatro pero cualquiera hubiera jurado que éramos una. Los dolores empezaron a ser intensos. El cuerpo expulsaba, la sangre bajaba y afuera llovía en un otoño aún reciente. Durante la espera el Tarot mencionó una torre. El cambio contundente, duro, necesario, transformador. Y también una estrella. La guía, lo nuevo. Respira. Espera. Respira. Tiembla. Respira. Fiebre. Respira. Respira hondo. Duele. 50
Había también un termómetro, pas>llas trituradas, ibuprofeno,
gotas para las náuseas, toallas higiénicas (tres paquetes), celulares cargados de crédito, los números telefónicos de él y de un médico amigo. Había tazas de té de manzanilla, chocolates y flores. Sábanas limpias, un colchón en el living, almohadones de colores, frasquitos con flores de Bach y oleos. Respira hondo. Duele. Respira hondo. Transpira. Respira hondo. Se destapa. Respira hondo. Sangra.
Los murciélagos sobrevolaron cerca de la ventana toda la noche pero no entraron, no se animaron. La lluvia paró y dejó más silencio. La bombacha esta roja, casi enteramente, roja de sangre. El cuerpo habla, reacciona, empuja. Son las cuatro y media y en diez minutos toca medir la fiebre de nuevo. No debe pasar los 38 grados. Respira hondo. Suelta. Respira hondo. Duele. Respira. Sangra. Gime.
Ph: Ellen Rogers
Respira hondo. Suelta otra vez. Suelta miedos, un futuro incierto, las dudas, lo irreversible, el cau>verio, el silencio, la soledad no elegida, el no deseo, el ahora no.
Suelta y está tomada de la mano. De la mano de tres pares de manos que sujetan fuerte. Por ins>nto -en este sí creo y en el otro no- y por amor. Ceremonias del género. Profundas, amorosamente bellas y únicas.
Sale el sol pero hay nubes. A la par se calienta una pava con agua para el mate y un café negro que inunda de olor a mañana el departamento. Los dolores se disipan, de a poco. No hay fiebre ni escalofríos. La sangre ya no baja abundante. Hay facturas de dulce de leche y crema en la mesa baja de palets. Nos reímos. Mucho. De todo: de nosotras,
del >empo y de las palabras.
La claridad de la mañana siempre empuja a los miedos y fantasmas de la noche a esconderse. Lo que ocurrió horas antes, en plena oscuridad, parece una historia vieja y ajena. Nos reímos fuerte y con sueño.
Todas lo sabemos aunque ninguna lo dice porque no es necesario: esa noche nos conver>mos en brujas y hermanas. Poderosas mujeres que ponen el cuerpo para llevar adelante el acto de emancipación femenina más ancestral y sagrada, más oculta y libertaria. Respiramos hondo. Reímos. Respiramos juntas. Nos abrazamos. Hay todavía aroma a flores y óleos. Éramos cuatro pero cualquiera hubiera jurado que éramos una.
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Ll amando a Ruth Mary Kelly Por Emmanuel Theumer
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10 de diciembre de 1983: Raúl Alfonsín brinda, desde el Cabildo, su histórico mensaje presidencial. No sabemos muy bien cómo pero, desde abajo, en las primeras filas, una sexagenaria intenta desviar la atención e interrumpir el discurso -introducir fallas a la coherencia inaugural de la apertura democrá>ca- a los gritos de “¡Presidente, Presidente, soy trabajadora del sexo!”. No está claro qué fue lo que ocurrió después, la memoria de su amiga, Ilse, la conduce a otros episodios. Pero, visto por un presente interesado por derechos laborales en el hetero-cis-patriarcado-blancocapitalista-capaci>sta, todo indica que una de las deudas de la democracia parecía precipitar desde el día uno. Mirarle a los ojos hubiese implicado atender su llamada. Abrir una posibilidad de escu-
cha, o reconocimiento. Su nombre: Ruth Mary Kelly. Absorbida por el olvido en beneficio de un relato que asegura pertenencias, punto ciego de las historiogra+as y memorias sexopolí>cas, Kelly despliega su disidencia alrededor de la militancia feminista, homosexual y punk durante los años ‘70 y ‘80. Dada nuestra avergonzante amnesia colec>va, antes que recuperar a Kelly mediante las mismas técnicas de producción norma>va -historiográficas, antropológicas, sociológicas, museográficas- que la invisibilizaron, lo que debemos preguntarnos es si éste es un presente en el que ella podría volverse nuestra contemporánea. Volverse nuestra. Si éste es un presente en el cual devolverla a un pasado abierto permi>ría expandir nuestra posibilidad de contagio
e imaginación polí>ca o si, por el contrario, quedará encriptada en Google mediante una eterna nota al pie de paper de Congreso disponible en CD u on-line.
Safo y Revolución En 1971 Ruth Mary Kelly increpa al conocido escritor Julio Ardiles Gray y acaban publicando “Memorial de los infiernos” (1972), una literatura documental de su vida como pros>tuta que hoy podría leerse como la resistencia de un cuerpo al con>nuo disciplinamiento psiquiátricocarcelario que signa la vida en los márgenes de la ciudad industrial. Asunto crí>co, por entonces, sólo comparable a los xilocollages de Ramona Mon>el. Dicho ejercicio de publicitación textual-sexual es la primera señal polí>ca de la que tenemos registro.
Captura de "Desacato a la autoridad"
Meses después, Ruth intentará acercarse a la naciente Unión Feminista Argen>na (UFA) pero será expulsada por sus argumentos sobre el reconocimiento de la pros>tución. No es para menos, Kelly estaba introduciendo fallas a los términos en que podría pensarse la emancipación feminista . Abriendo posibilidades. Al menos así lo denunció en La Opinión: “Esperaba encontrar eco en el lugar que creí más indicado desde donde se lucha por la liberación total de la mujer… [pero no había] cabida a los problemas para la liberación de la mujer pros>tuta”. De su paso por el mí>co Frente de Libe-
ración Homosexual también existen algunos registros. Algunas memorias de los integrantes del FLH -entre ellas, las publicadas por Juan José Sebrelli- aseguran que Ruth Mary impulsó Safo, el primer micro-grupo lesbiano del que tenemos no>cias. Otras, sitúan a Kelly más próxima al grupo de estudios Polí>ca Sexual. Lxs “emprendedores de la memoria” (Jelin) disparan múl>ples versiones. Lo cierto es que uno de los fanzines atribuidos a Safo está dedicado -curiosamente- a la pros>tución, con>ene menciones al libro de Kelly y cierra con un exergo que permite releer las polí>cas se-
xuales del presente: “encontramos que hay grupos feministas que piden seguridades gremiales y reconocimiento de las pros>tutas organizadas”. Pero mientras en Lyon se desataba la revuelta de las pros>tutas y en San Francisco comenzaba a extenderse el lenguaje del “trabajo sexual” como mecanismo de resubje>vación polí>ca, en Buenos Aires el recrudecimiento del aparato represivo obligaba a estas emergentes experiencias sexo-desobedientes a diluirse. Dicho proceso inconcluso fue irónicamente ilustrado por Néstor Perlongher,
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h i s t o r i a
para la revista Alfonsina, como el de “Ruth Kelly durmiendo sobre las revistas Persona y el teléfono sonando permanentemente con las amenazas más disparatadas, las mujeres huyendo despavoridas”: Perlongher se refiere a la sede del Movimiento de Liberación Feminista y su mencionada revista, un espacio liderado por María Elena Odonne que habría tenido mayor apertura, al menos en términos de escucha, para Ruth Mary Kelly. En cuanto a “Memorial de los infiernos”, integrará la lista de libros prohibidos durante la úl>ma dictadura cívico-militar. Llamamos a Kelly y nos encontramos con una pros>tuta feminista, conque quizás la primera militante lesbiana fue una pros>tuta, conque la primera ac>vista trabajadora del sexo era también una lesbiana. Lo de Kelly no era tanto una iden>dad estratégica como una fractura iden>taria. La con>nuidad y coherencia aparente de algunas genealogías feministas-LGBTI parecen conmoverse. Aunque su presen>ficación pública no pasa inadver>da, su voz outsider se vio cancelada. No exis?a, aún, un marco de inteligibilidad polí>ca que la vuelva reconocible.
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Años ‘80: espectros de la democracia 8 de marzo de 1984: Ruth se suma al encuentro por el Día de la Mujer u>lizando una gran pancarta, “Trabajadora del sexo”. Lleva consigo copias de los edictos policiales, su obje>vo es darlos a conocer como autén>cos excesos del aparato represivo estatal. Tanto su irrupción como la de María Elena Odonne (recordemos su fotogra+a épica, subiendo las escalinatas en Plaza de los Dos Congresos, bajo
Foto: Revista El Porteño. Gentileza: Gabriel Levinas
el sintagma “No a la maternidad, si al placer”) causan estupor en el seno de la Mul>sectorial de mujeres. El diario La Nación por entonces registra tales consignas para intentar descalificar la conmemoración y lo hace presentando a las feministas como trabajadoras del sexo y aborteras. Nos encanta. Perfilando un horizonte polí>co ya rastreable en los ‘70, Kelly hace un llamamiento a todas las pros>tutas a cons>tuirse como sindicato: “los derechos de las pros>tutas son idén>cos a los de cualquier trabajador, en los aspectos gremiales, sociales y humanos… ¿por qué el estado no nos deja trabajar en forma independiente?”, “tenemos que sindicalizarnos, tener nuestra jubilación, nuestro servicio médico, servicios sociales” escribía para El Porteño y Cerdos&Peces, respec>vamente.
Al parecer, avanza en presentar un anteproyecto para reglamentar la Ley de Profilaxis con el obje>vo de restarle poder a proxenetas y a la policía. A mediados de los ´80, desde el núcleo Profesionales del Sexo, entablará alianzas con agrupaciones punks, homosexuales, como la CHA, el SASID (Servicio de Acción Solidaria Integral del Detenido) y ac>vistas independientes. A través de las “sentadas” públicas de lo que se trataba era de intentar fracturar el brazo represivo de la policía, exigiendo derogar la averiguación de antecedentes y, especialmente, del edicto 2°H. “incitar u ofrecerse públicamente al actor carnal, sin dis>nción de sexos”, o de todos los edictos. La disputa por ocupar la ciudad, por quebrar los códigos visoespaciales de producción visible del cuerpo sexuado, estaba en juego y en labor. Pero, ¿Cómo es que Kelly, ya a inicios de los ‘80, escenifica su disidencia como trabajadora del sexo?, ¿No era éste un invento colonial-imperial impuesto en los años noventa por el proxene>smo internacional? Lejos de ello, la categoría trabajo sexual fue motorizada polí>camente por las pros>tutas hacia fines de los ‘70 en California, con el obje>vo de comba>r el es>gma y reorganizar discursivamente la protesta social ac>vada en torno al reconocimiento. En una de sus entrevistas Ruth manifiesta conocer las experiencias organizadas de EEUU y Europa, pero cronológicamente esto resulta algo problemá>co. Quizás lo suyo se trató de un agenciamiento polí>co sui-generis, más próximo al iniciado por Margo St James y Grisélidis Réal en sus respec>vos contextos históricos. Luego de conversarlo con una innegable
referente, Carol Leigh, nos inclinamos por esto úl>mo. A lo largo de los ‘80 Kelly imparte charlas y corta las calles, se introduce en espacios feministas como Lugar de Mujer, pasa por Universidades como la de La Plata y el Centro Cultural San Mar?n. Sus vínculos se expanden, desde el criminólogo Eugenio Zaffaroni al sindicalista Saúl Ubaldini, pasando por el Indio Solari. Pero no es comprendida. Su polí>ca sexual, que ar>culaba una resubje>vación feminista frente al capital -representarse a sí misma como trabajadora del sexo- se ve licuada. Se dirige a las pros>tutas y fracasa. No es fácil apostar colec>vamente a obje>vos de mediano plazo cuando las necesidades más urgentes demandan, precisamente, otros >empos. El Grupo de Acción Gay (GAG) por entonces denuncia los intentos por quebrarla públicamente, mientras que lxs punks ven en ella una maestra para organizar la protesta . Las feministas registran su afán por una organización colec>va de profesionales del sexo en términos de un atomismo: algunas reconocen la necesidad de escucharla mientras que otras cues>onan su estatuto mental, como si su capacidad de agencia estuviera determinada a-priori por las condiciones de vulneración que todas, incluída Kelly, coincidían en denunciar. Pero el efervescente antagonismo que signa nuestra coyuntura reciente aún no exis?a. En 1985 Marta Fontenla publicaba para la revista Brujas: “(a Ruth) se la acusa de querer legalizar e ins>tucionalizar la pros>tución… ¿Y qué otra forma >ene un explotado/a de luchar por su liberación, que organizarse para esta lucha? ¿Por qué, en nombre de qué, les negamos este derecho a las pros-
8 de marzo de 1984: Ruth se suma al encuentro por el Día de la Mujer utilizando una gran pancarta, “Trabajadora del sexo”. Lleva consigo copias de los edictos policiales, su objetivo es darlos a conocer como auténticos excesos del aparato represivo estatal
>tutas?” El cuerpo disidente que Kelly trae a escena pervierte las fronteras sexuales de las fantasías feministas pero también del sujeto hetero-ciudadano que implanta la democracia republicana. A lo largo de su trayectoria polí>ca Kelly encarna una triple subalternidad -mujer, lesbiana, trabajadora sexual- pero no busca representarlas, las ac>va en el orden de lo visible, las pone a circular como espectros de la democracia. Un más allá que amenaza la elaboración del duelo en la postdictadura argen>na, sus retóricas de derechos, sus nunca más. Kelly encierra todas las cualidades de un personaje de la transición, como tal, del conflicto para lograr una versión acabada de la representación polí>ca. Me verás volver En la segunda mitad de los ‘80, en medio de la crisis del SIDA y sus “grupos de riesgo”, pero también del fortalecimiento internacional de las pros>tutas organizadas, Ruth parece disiparse. Reflexionando sobre su edad, en una entrevista para El Porteño, se lamenta: “puede ser
que esté muerta y no alcance a ver nuestro gremio formado, pero seguramente alguien lo va a seguir por mí”. Ruth muere hacia el año 2000, en la bisagra de una crisis histórica que traerá importantes consecuencias en la arena polí>ca. Para entonces, el neoliberalismo había alimentado la recomposición del mundo del trabajo -eso que Ricardo Antunes llama “trabajo polimorfo”- y un nuevo sindicalismo, no en vano, en 1995 la Central de Trabajadores de la Argen>na (CTA) abrió sus puertas a la Asociación de Mujeres Meretrices de Argen>na (AMMAR). Pero este ya es otro contexto. De un >empo a esta parte, Kelly ha permanecido viva en el olvido. Pero hoy una coalición feminista-sexodisidentediversofuncional-protrabajo sexual la reclama. Nosotrxs somos hijxs de esta puta. Orgullosxs hijxs de esta puta.Post-scriptum: Gracias a la difusión de esta nota han proliferado nuevas memorias sobre Ruth Mary Kelly, no siempre coincidentes o en armonía, tanto de su vida privada como de su militancia polí>ca. Entre ellas, la de su propia hija, quién se comunicó con nosotrxs para esclarecer, con mejor precisión, los úl>mos años de Ruth. Hacemos nuestra algunas de sus reflexiones: “la encontré a mi madre >rada en un conven>llo de La Boca, en un estado de abandono total… es quizás el precio de una “genialidad” o quizás un alma muy “vieja”…su humanidad fue durísima…quizás para ella el reconocimiento más preciado fue el que le dimos mi hija y yo…que pudimos abrazarla y acompañarla cuando ya las fuerzas de este ser tan apasionado menguaba”.
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r e l a t o s
Miedo en la sangre Por Zenaida Ferrer
Episodio 1
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Trabajaba mucho realmente y lo que ganaba apenas resolvía el sustento de su numerosa familia. Se sabía fuerte y apetecible y le gustaba disfrutar del sexo y de la bebida, pero… el dinero no alcanzaba y, como un látigo desenfrenado, la responsabilidad de llenar muchas bocas caía sobre él. La impotencia era su más fiel acompañante. - Si de todas formas lo que llevo a casa cada día no alcanza, si veré caras expectantes frustradas de todas maneras, me voy a tomar un trago para aliviar mis penas antes de retornar al “hogar, dulce hogar” y que salga el sol por donde salga. Así meditaba y decidía el obrero, y en la cantina dejaba un peso primero, luego otro y otro, hasta volver a casa apenas con lo mínimo que le permitiría comprar algo para
comer esa noche. ¿Iba alegre? ¿El alcohol lo había animado? Pues no, retornaba con una furia contenida en su alma, porque no se sentía feliz al emborracharse y temía la diatriba que de todas todas, le caería encima. En su casa, la dulce esposa, que ya había lavado y planchado grandes bultos de ropa ajena y propia, esperaba anhelante y temerosa. Sabía por experiencias que cuando él tomaba, desataba su mal genio y su insatisfacción, apenas ella abriera la boca, aunque no le reprochara nada, aunque de conjunto con sus hijas se aprestara a ayudarle a su baño, a que no se durmiera sin cenar, a servirle como “señor” que era de esa humilde familia. Le temía sí. Temía sus frases hirientes, su desprecio a la vida que llevaba, su ira que
muchas veces tornábase agresiva hacia ella y su hijo varón. Cuando el aguardiente le nublaba el cerebro, ella sabía que era capaz de comportarse como la más vil de las criaturas para tratar de reafirmar su “hombría”. Le temía sí, y eso que ella no era cobarde. Ese día estuvo él más ruin que nunca, lanzando puñetazos e improperio, hasta llegar a amenazarla con un cuchillo. Las hijas mayores intentaban calmarlo, mientras ella huía de casa llevando de la mano a la más pequeña, con apenas tres años, que temblaba y caminaba incierta por el miedo. Fueron a esconderse a casa de una buena vecina que abrió enseguida su puerta y las acomodó en el comedor. Desde allí podían escuchar al hombrín que seguía desvariando y culpándola de sus problemas, acusándola de infiel, de puta, de no saber llevar
Pintura: Del Kathryn Barton
el hogar y la familia, siendo injusto hasta el cansancio que le iba cerrando los ojos y la bocaza, mientras las hijas le llevaban a la cama y lo acariciaban hasta dormirlo. La niña pequeña, en brazos de su madre, lloraba bajito para no molestar a los vecinos, sentía desde ya mucha pena y mucho dolor por su infeliz y apocada madre, pero nunca pudo odiar ni dejar de sentir amor por ese padre también infeliz, que no sabía cómo afrontar la vida.
Episodio 2
Se enamoró fervientemente de ese ser que le comía la boca con besos apasionados, que al besarla casi casi podía meter su boca, nariz y mentón dentro de la suya, para besarla de modo aturdidor y placentero. Estaba deslumbrada. Se enamoró de su persistencia, de sus versos alocados clamando por su amor, de las rosas que le regalaba, de su presencia co>diana, su atrac>vo de hombre fuerte y lim-
pio, con perfume de varón, que no necesitaba de fragancias prestadas. Se enamoró de su pasión, de saberlo admirado y deseado por otras, mientras ella era la preferida. Internamente, se vanagloriaba de su éxito: él la había escogido a ella y le prome?a un mundo de pasión y felicidad. ¡Qué bueno sen>rse deseada y amada a su manera! Estaba de fiesta. El primer momento de horror lo vivió pocos días después de haberse casados, cuando él había bebido mucho alcohol y tuvieron un intercambio álgido por un tonto desacuerdo: él la apretó por el cuello hasta casi dejarla sin respiración. De inmediato, la besó y le dijo que solo había sido un juego, una broma, que no se asustara. Debía haberle hecho caso entonces a su corazón y salir en estampida, pero no lo hizo. Deses>mó ese aviso y así vinieron noches de pasión y días de angus>a por traiciones y farras con amigos y mujeres, para llegar a casa enfurecido o apesadumbrado, según el grado de “realización” fuera del matrimonio. A ella empezó a encontrarla corta para su medida: “espabílate, eres tan sosa, >enes que ser más apasionada, hacer arder la relación, buscarme, hacerme sen>r feliz”… así le decía muchas veces, cuando hacían el amor y ella solo tenía en mente sus reiteradas infidelidades, su asco al saber que tocaba y besaba a otras… Un día, tras un altercado por celos, él la golpeó duro, en la cara, en la cabeza, la >roneó por los brazos… luego vinieron largos días de conversaciones y diálogos de reconciliación… y ella con miedo infinito, con el miedo trasladado por su madre, perdonando, haciendo villas y cas>llos para que nadie supiese, para que los hijos no se enterasen. Se fue muriendo la pasión, enterrada, pisoteada. Se cortó la comunicación. Ahora los dos son infelices juntos y no saben cómo separarse también por miedo al qué dirán, a hacer daño a la familia. En ella, también, el miedo sigue ahí, vivo, latente, agasapado…
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l i t e r a t u r a
N o e s c r it o
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El 29 de abril de 2014 a eso de las 20.00 hs entre La Biela me senté en una de las mesas con vista a la calle Quintana, había poca gente, todos o casi todos tomaban café. En la Biela predomina el tono dorado. En la puerta está Borges, duro, hecho estatua. Diez minutos más tarde llegó Daniel Corvino con su mujer Amalia Bonholzer, y para mi sorpresa también llegó Luis Felipe “Yuyo” Noé. Daniel Corvino es un ar>sta plás>co al igual que Amalia, su mujer. Viven en Lomas y casi todos los días van al Central Park de Barracas, donde >enen el taller. Los dos, fueron alumnos de Yuyo, a mediados del 90, de ahí la amistad. Daniel me presentó con el gigante de la pintura a quien estreche su mano, blanda, arrugada, con un gesto cordial y amistoso. Por supuesto, como no podía ser de otra forma, llamamos al mozo y pedimos cuatro tazas de café cortado. Noé acababa de volver de visitar a su hijo Gaspar en París. « Anda preocupado, no encuentra nombre para su nueva película, está entre “Cosas del amor y Love”»
Por Gustavo Arias
dijo Yuyo cuando Amalia preguntó por su hijo. Bebimos y hablamos de que cenariamos, la salud de ellos, el espuma del café, la repercusión de la muestra a la que en minutos entrariamos, etcétera. Poco más de una duró la reunión, pagamos y cruzamos la plaza para entrar al Centro Cultural Recoleta. Era la inauguración de la muestra “Repertorio” de Rómulo Macció. Entramos al CCR a eso de 21.00, estaba repleto de gente, medios, amigos, curiosos seguidores embobados como yo. — ¿Y Macció?— pregunté. Yuyo encogió de hombros sin tener respuesta. — Quizá no venga, suele hacer esas cosas— me dijo Amalia. A eso de las 22 cuando ya se intuía que el homenajeado no iba a llegar, los organizadores de la muestra comenzaron una especie de acto. A minutos de empezar a hablar el curador en representación de Macció, se quedó callado, Macció lo estaba observando entre la gente. Ahí mismo se levantaron los
aplausos y terminó el acto. Así fue conocí a hombre conver>do en leyenda el día de su cumpleaños número 83. Cuando la maraña de fotógrafos, amigos, y otros, dejaron de apretar el botón de sus cámaras, Yuyo -Noé abriendo la- se aproximó a saludarlo, yo iba detrás. De un momento para otro, me encontré en medio de dos hombres que fueron y son parte de la historia de arte argen>no. Ambos se dieron un abrazo que enmudeció el murmullo de la sala. 53 años para atrás, de ese día, en 1961 Noé, Macció, Diera y de la Vega estaban girando el >món del arte la>noamericano. Ellos fueron el “grupo nueva figuración”. Todo comenzó dos años antes cuando el padre de Noé cerraba la fábrica familiar de sombreros en Av. Independencia entre calle Bolivar y Defensa en el barrio de San Telmo. Bajando el portón, lo pensó mejor y le dio la llave a su hijo para que use la fábrica como taller. Alberto Greco, Macció, Dira, de la Vega y Noé fueron los ar>stas que pintaba en la ex fábrica de sombreros. Ahí comenzó todo. A mediados de 61, el grupo de ar>stas,
que ya habían expuestos en nuestra individuales con gran éxito, llegaron juntos a la galería Peuser. El galerista aceptó la propuesta, quizá, y para su favor, sin saber que estaba abriendo la puerta al futuro del arte la>noamericano. La muestra se llamó “Otra figuración”. La muestra de Macció fue un éxito y durante todos los días que estuvo en CCR, siempre estuvo repleto de personas que se paraba delante de los lienzos. En junio a pedido del público y la prensa, se presentó la segunda parte de la muestra. Otra vez Macció estuvo presente en la inauguración y luego se perdió. Solo los muy, muy cercanos sabían de él. Era una capacidad inmensa, como boxeador, un golpe duro que te >ra por el suelo y se va, cuando te logras reponer aparece de vuelta con otro cuadro y te vuela la cabeza. ¿Para qué hablar cuando las pinturas hablan por sí mismas?", decía Macció.
El viernes 11 de marzo de 2016, a las 23.10, Noé en su página de facebook escribió. Acabo de enterarme del fallecimiento de Rómulo Macció con quien compar? en nuestro período de juventud una experiencia fundamental que nos hermanó. Siempre lo he considerado un gran ar>sta y lamento profundamente su par>da, por razones personales y culturales. Ex>endo mis condolencias a su familia. Yuyo, como le dicen los amigos, fue el alma del grupo nueva figuración, y el úl>mo de los cuatro que queda. — Muchos dicen que yo me inicié como informalista, pero eso no es cierto. Siempre hubo figuras en mi obra. De lejos parecen informalistas, y de cerca hay caritas y mundos — dice Yuyo en una entrevista hace poco. Diera, de la Vega y Macció, fueron grandes ar>stas que crearon obras que quedaron grabadas en la re>na de muchos. Noé, a sus
83 años está creando obra, >ene una vida agitada entre pintura, taller, exposiciones, aviones, amigos, pero sobre todas las cosas, es un pintor de alma que produce más de 500 obras por año y las expone en todo el mundo. El sábado 25 de abril de 2015 se inauguró en la ex ESMA, hoy espacio para la memoria” la úl>ma muestra, grande, hasta el momento, en Argen>na, de Luis Felipe Noé, “Olfato, en >empo y lugar. A 50 años de An>sté>ca”. Estuvo abierta hasta el 21 de junio de 2015. Recuerdo que el 4 de junio entraba al “Espacio para la memoria”, para ver la muestra, en el pasillo había muchos chicos jovencitos que también entraban y un profesor que guiaba. — ¿Ustedes saben quién es Noé y que hizo?— preguntó el profesor. Ninguno de los jovencitos emi>ó palabra. 59
t e a t r o
Teatro. Tiper Tap. Mecanógrafas tituladas
Ni dios, ni patrón
ni marido
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Tiper-Tap, ópera prima de Natacha Córdoba, cruza géneros y temporalidades, para construir un mosaico con diferentes versiones del mismo debate: el rol de la mujer argen>na en el mundo del trabajo. Gaia Rosviar, Yamila Ulanovsky, Victoria Orquin, Romina Michelizzi y Florencia Sacchi componen a cinco empleadas de una empresa de copismo en la Buenos Aires de los años 40, que luchan por fundar el primer sindicato femenino de mecanógrafas, alentadas por el clima de un peronismo en pleno crecimiento. El lema de la compañía, “velocidad, eficiencia y discreción”, se hace eco en las obreras, como un mantra de la alienación primero y cada vez más como denuncia, a medida que se organizan y empoderan contra la explotación, simbolizada en la figura del supervisor, que interpreta Rafael Walger. El >peo rítmico de las máquinas de escribir, junto al piano en vivo de Gerardo Amarante,
acompañan diálogos y canciones con temá>cas que atraviesan la impecable esté>ca de época lograda por la puesta en escena, y reclaman su vigencia, en una sociedad en la que sólo el 31% de las mujeres accede a cargos jerárquicos, con desigualdades salariales de género de hasta el 20%.
La inves>gación del crimen que sucede durante la representación de la obra es el disparador que derriba la cuarta pared con el público, interpelado por el guardia de seguridad, a cargo de Emiliano Samar. En el proceso, las actrices del aquí y ahora ponen en evidencia las problemá>cas denunciadas por sus personajes. La desigualdad en el acceso a las fuentes de trabajo, la inequidad salarial, los estereo>pos y las presiones esté>cas son la centralidad subyacente en las múl>ples historias que se entrelazan en escena. Los flashback y saltos hacia adelante en la
trama, logrados a par>r del uso de recursos como la proyección cinematográfica, la fotonovela -curada por el fotógrafo Salomón Malec-, y el radioteatro, ponen en primer plano la transversalidad histórica de estas problemá>cas y su actualidad. Natacha Córdoba, su directora, cuenta cómo fue el proceso de ver surgir, finalmente, su ópera prima.
La obra fue escrita hace más de diez años, ¿Qué te mo5vó a trabajar con esta temá5ca en ese entonces? La obra la escribí en el año 2004. En ese momento había pocas audiciones y poco trabajo en general después de la crisis del 2001, así que pensé en el espectáculo que a mí me gustaría hacer, de qué me gustaría hablar y en qué código. Así comencé a delinear ese deseo. La temá>ca surgió de la necesidad de
Tiper Tap Mecanógrafas tituladas Sábados 20 hs. Teatro La Máscara Piedras 736 CABA
hablar de lo femenino en el mundo del trabajo.
Y la profesión que elegiste para sinte5zar ese concepto también es muy representa5va del trabajo femenino: las mecanógrafas. La idea de las mecanógrafas surge ya hace muchos años, cuando estudiaba teatro y trabajaba en una oficina donde se llamaba a una mecanógrafa para transcribir y llenar formularios. Cuando la computadora se hizo más popular y esos trabajos ya dejaron de hacerse, esta mecanógrafa a la que yo observaba, con su método, prolijidad y profesionalismo, se quedó sin trabajo. Siempre pensé que me gustaría hacer algo con eso, con esa historia: el sonido de la máquina, su café humeante, su feminidad etc. Así que comencé a inves>gar sobre la mujer y la mecanogra+a y situé la obra en su momento de auge, en una época donde la mujer todavía no tenía voto.
¿Y por qué un musical? Lo que >ene que ver con lo rítmico surge del sonido de la máquina de escribir y de la búsqueda de desarrollar de manera metafórica el ritmo desenfrenado de trabajo. Las canciones responden a la esté>ca de una época del cine argen>no, donde las escenas musicales eran muy habituales. Después de tantos años, ¿Por qué elegiste estrenarla ahora? La obra es compleja para producirla en teatro independiente, por la can>dad de actores, los >empos de ensayo y el costo de escenogra+a y vestuario de época, y no contaba con los recursos económicos y humanos para ponerla en marcha. Ahora recibí el apoyo de gente que lo hizo posible, que aportó su trabajo con el fin de que se haga la puesta y de compar>r el trabajo. Es un grupo del cual estoy orgullosa: Oscar Córdoba, Sandra ligabue, Salomón Malec, Ana Clara Urich,
entre otros, para las realizaciones; y el equipo de cinco actrices y dos actores con los que trabajamos durante un año entero. También contamos con un entrenamiento de canto a cargo de Melina D'angelo, un trabajo musical exquisito a cargo de Gerardo Amarante y con Tony les>ngi que acompañó el proceso de entrenamiento y montaje. Gracias a que se pudo reunir este equipo en coopera>va, pudimos poner Tiper-Tap en escena. Es innegable la vigencia que recobra la obra hoy ¿a qué crees que se debe? Hay cosas que, a pesar de los años, no logramos como sociedad que se modifiquen. Se sigue luchando por sostener derechos adquiridos y que la mujer sea reconocida por sus capacidades y no por su imagen, por ejemplo, lo que prime ante la mirada de aquel que >ene el poder o la posibilidad de darle un empleo. Esa es una lucha que representa la obra, y que >ene total vigencia.
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t e a t r o
La piel del poema Por Gustavo Pecoraro
"Atardecer crepuscular a Orillas del Paraná. Lúgubres sombras de Sauce Llorón y un fantasmagórico brillo sobre los juncos que reflejan una luna que se presenta lobuna y gigante. Atravesando esta estampa macabra y zanjuda se abre paso un espíritu errante que brama por un amor perdido. Dos mejores amigas llegan a la orilla del río para pasar un rato distendido sin adver'r el inminente encuentro con lo sobrenatural y la aparición estelar de los héroes de turno, un comisario enamoradizo y un oficial de carácter sensible que navegan las aguas barrosas en una lancha de prefectura bau'zada con el nombre de La Gacela" Ignacio Bartolone
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Volvió a la cartelera teatral porteña La Piel del Poema (con autoría y dirección de Nacho Bartolone que recibió por esta obra
una mención en el VIII concurso Germán Rozenmacher) cuyo transcurrir se sitúa a orillas de un río en alguna parte de alguna ciudad o pueblo de la provincia de Corrientes donde abunda el agua, las yararás, los yacarés, los yuyos, las luces malas y las taperas. En esta nueva temporada que reestrenó en la Sala Batato Barea del Centro Cultural Rojas y que con>nuará en El Extranjero (Valen?n Gómez 3378) desde el tercer viernes de mayo, llega con nuevo impulso luego de los Premios Teatro del Mundo 2015 en Dramaturgia, Dirección (Ignacio Bartolone), Vestuario, Escenogra+a (Paola Delgado) Iluminación (Claudio del Bianco).
Pero ¿de qué va La Piel del Poema? A simple vista, podríamos decir que hay un presentador/juglar que es bien gaucho y bien manfloro (una palabra bella que no se escucha demasiado desde la época de la revista Humor) que anda como espectro buscando el alma de su gaucho amante perdido en alguna de esas noches rosas y plebeyas que también existen en las provincias donde –claro- existe el amor, el silencio del amor que no se sabe si florecerá (a pesar del manflorismo presente), y los amores que engañan por poco más que un polvo. En medio de ese viaje de ánima dos “guainas” amigas se fuman un porro y van
La Piel del Poema Dirige Ignacio Bartolone. Con Karina Elsztein, Marcos Ferrante, Cristina Lamothe, Ariel Pérez de María y Luciano Ricio. Banda sonora en escena: Franco Calluso. Viernes a las 22 hs. Cultural Rojas - Sala Batato Barea. Avenida Corrientes 2038. Desde el 3er viernes de mayo a las 23 hs. El Extranjero Teatro. Valentín Gómez 3378.
como torteando la tarde -una más entonada que la otra, pero las dos al fin- mientras un poeta/policía y un comisario (que sueña que es un paraguas) navegan el río maricontrolando la noche. Pero, ¿Cómo definir a La Piel del Poema? ¿Grotesco queer? ¿Sainete LGTBI? ¿Comedia con "temá>ca" de género? No lo sé, ni me importa mucho. Desde el punto de vista del espectáculo, el teatro -creo que el arte en general- se debería clasificar en dos: obras que emocionan y divierten, y, la nada misma. La piel del poema es de las primeras. Se agradece mucho esa hora y media de
diversión y emoción con -incluso- momento para el monólogo del gaucho mariconflor que se despide Lemebeliando la obra con una proclama arcoíris de plumas libertarias. La marca de un texto con aroma de profunda provincia y regionalismo desenmascara una vez el bochornoso legado que el fabiangianolismo ha sembrado en Carlos Paz o Mar del Plata o hasta la Avenida Corrientes -aunque ahora se “cuidan” un poco más- cuando la pantomima se mide por corte de entrada. Y ya sabemos que hay gente que por vender una entrada más hasta te balea la en-
trepierna. O te la balea de entrada de tan aburrida que puede llegar a ser la obra. La Piel del Poema es un viaje donde Bartolone le hace un guiño a las musas jugando -casi al límite- el riesgo actoral, donde maricas y tortas navegan ilusiones poé>cas sin quiebres de muñecas, ni mohines, ni vulgaridad.
Resumiendo: muy buenas actuaciones, muy buen guión y muy buena dirección. Y esperemos que esta magnífica obra alargue la temporada, porque el horno no está para bollos y la cartelera teatral ya >ene bastantes magullones.
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p a o r e t es í a s
Pintura y poema: “El
otro lado”
Por Natacha Abril
a mí en el fondo no me enoja tu sinceridad prejuicio inmanejado tu necesidad de decir algo, aunque sea cualquier cosa, necesidad de decirle al otro de la forma más cruel lo que no quiere escuchar. en el fondo a mí me es irrelevante que intentes desarmarme en un mapa que te quieras meter en mis ojos te sigo viendo porque estás ahí del otro lado intentando enseñarme cómo nadar el mundo cómo funciona mi cuore. sí, vos sabés eh vos sabés cómo hablar con los otros desde ese estoy cambiando tu vida es irrelevante porque cuando levanto la vista no veo nada estarás del otro lado pero no se entenderte porque no se te leer porque no se te decir tampoco nada de eso, quién soy qué tengo que hacer para dónde debería ‘redireccionar mi personalidad’ cómo debería ser más amable cómo debería tener paciencia cuando vos
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estás ahí, del otro lado haciendo qué no sé un juicio carta documento palacio de quejas lagos ríos estás haciendo mares quilombo estás con tus manos ahogándote pidiendo auxilio esperando siempre una sonrisa un >empo de la semana un abrazo que diga que sos mejor que todo eso por lo cual estás haciendo tremendo quilombo y me pedís que yo ¿escuche? perdón si las piernas no >emblan y los párpados se me caen si no te necesito vos sos el que no estás de este lado y pedirme perdón quiero ser poeta papá, la poesía no es frágil nosotros somos frágiles y no quiero dejarlos pasar por encima mío
*** la poesía no >ene derecho a réplica no >ene interrupciones el discurso menos fingido es la marcha más silenciosa una desaparición oscura de feriado a las dos am el voto con más vergüenza y el abrazo después de haber llorado mucho todo eso, papá la poesía está viva yo quiero ser poeta para no dejar morir a nadie
m ú s i c a
Música a
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a lo Bife Por Anahí Más
“Si no me pongo un bigote y un sombrero y un chaleco. Si no me calzo borcegos y me afeito la cabeza. Si no miro medio turbio, me prendo un pucho, puteo y si ando escupiendo el suelo capaz me baten preses. Si no me pinto los labios, las uñas y los ojos. Si no tengo en las mejillas un poquito de rubor. Si no me zampo unas calzas que me ajusten en las caderas y no me calzo una pollera me tratan como un chabón. Si querés saber qué soy, cómo soy, cómo disfruto y cómo hago disfrutar, te vas a tener que animar.” Me pongo. “TODA” BIFE 2016
Foto: Florencia Di Tullio
BIFE es un dúo compuesto por Ivanna Colonna Olsen y Diego Fan?n que hace unas semanas lanzaron en el teatro Xirgu su segundo disco “TODA” una producción con 27 canciones colmadas de amor, amistades, ideas, opiniones, miradas y la infaltable fiesta ¿de casamiento?, donde no faltó el velo, el ramo, el traje, la cumbia, el tango, el punk y la felicidad. Estxs amigues generan una propuesta cultural, polí>ca y musical que pretende romper con las e>quetas, las iden>ficaciones y encorsetamientos, donde el obje>vo es que se viva la vida en “HD Full Color” y las expresiones del arte, el
amor y los cuerpos superen nuestras realidades. “Ojalá pudiéramos no iden>ficarnos de ninguna manera en absoluto. Pero resulta que existe una hegemonía, y es cruel, injusta, despiadada, desagradable e inmunda. Es la hegemonía heterocapitalista que se traga lo mejor de nuestras vidas, mientras estamos vivxs, y nos mata muy seguido…”, expresan en esta entrevista. ¿Cómo se conocieron y cómo surgió la idea de crear BIFE? Nos conocimos y nos pusimos a cantar tangos en el pa>o de un Centro Cultural, pero había que estar una y otra vez bajando la voz porque molestábamos a los vecinos así que decidimos reunirnos a cantar juntxs. Primero empezamos haciendo covers de tango y cumbia, pero eso duró menos de dos fechas. Enseguida empezamos a armar nuestras propias canciones y en tres meses y de manera casera grabamos un disco que se llamó “Con amor”.
Hoy son una de las bandas referente del movimiento lg6bq, ¿cómo fue el camino y qué responsabilidades sienten que 5enen? A nosotrxs nos alegran y nos molestan algunas cosas y sobre eso escribimos canciones. Nos alegra lo que sen67
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>mos, nos da lugar, nos libera, nos vincula con los demás y nos hace sen>r más vivas. Nos molesta lo que nos oprime, externa e internamente. Nuestro contenido >ene mucho que ver con ciertas movidas y desde ahí nos vinculamos. Es una sa>sfacción muy grande poder par>cipar junto a grupos de personas que queremos, de manifestaciones culturales, sociales y polí>cas, o sea, vivir, probar cosas con gente que siente y piensa parecido. En cuanto a responsabilidad, lo más fuerte es la de seguir siendo autén>cas con lo que sen>mos y pensamos para poder tramar desde ahí las solidaridades mutuamente ú>les que puedan surgir.
Una de las ideas madre de la banda es una iden5ficación con lo Queer, ¿cómo fueron interpeladxs y qué en5enden ustedes por Queer? Ac>tud punk, queer, transformistas, degeneradxs, nos han ido e>quetando de muchas maneras y eso nos divierte, nos es>mula. Es como inevitable lo de las iden>ficaciones y e>quetas, porque hay que llenar formularios y esas cosas. Pero para nosotrxs no es mucho más que eso cualquier iden>ficación, una necesidad acorde a contextos determinados. Ojalá pudiéramos no iden>ficarnos de ninguna manera en absoluto. Pero resulta que existe una hegemonía, y es cruel, injusta, despiadada, desagradable e inmunda. Es la hegemonía heterocapitalista que se traga lo mejor de nuestras vidas, mientras estamos vivxs, y nos mata muy seguido, sobre todo si no somos varones cis heterosexuales adultos blancos. Entonces todo lo que caiga por fuera de todo eso que es el macho nos atrae y nos sen>mos afines a esas iden>dades y prác>cas que están al margen de lo hegemónico. 68
La esté5ca, letras y lenguaje que u5lizan
son una deconstrucción total de los estereo5pos binarios, ¿cómo surgió esta militancia y qué respuestas de la sociedad tuvieron? Los perros y los gatos, el cielo y el infierno, los hombres, las mujeres, el blanco y el negro. Nos cagamos de embole con esa manera de imaginar la realidad. El binarismo excluye los grises y apenas estamos hablando de grises. Nosotrxs queremos HD Full color. Así que no es que estamos deconstruyendo o algo así, solamente intentamos (con más o menos éxito) no reproducir las limitaciones impuestas por la falta de crea>vidad a todo nivel: literario, musical, polí>co, eró>co y sexual. La respuesta, sorprendentemente, suele ser la risa, como si hiciéramos humor. Como si el mero hecho de no reproducir lo que se espera (porque es lo habitual) fuera algo gracioso. Bueno, puede ser que es eso lo gracioso: cuando aparece una cosa donde se espera otra. Pero cuando esa otra cosa es algo que está másS cerca de nuestra experiencia, ese “humor” se convierte en crí>ca de “lo normal”, de eso que se esperaba inconscientemente que se dijera. Y ahí es re lindo ver cómo vamos encontrando amistades entre quienes sienten de manera a+n, quienes se sienten aliviados por encontrar discursos que no repitan constantemente la agenda ideológica del sistema hegemónico, al menos en algún mínimo porcentaje. Entendiendo que ustedes son una banda autoges5va que ya 5ene dos discos, ¿cómo fue el recorrido de creación y qué vamos a encontrar? Ni bien sacamos el disco anterior empezaron a surgir canciones nuevas. Algunas de ellas las fuimos compar>endo como demos en internet, otras las fuimos incorporando al vivo y hacía falta registrarlas de la mejor manera posible. Se nos acu-
Actitud punk, queer, transformistas, degeneradxs, nos han ido etiquetando de muchas maneras y eso nos divierte, nos estimula. Es como inevitable lo de las identificaciones y etiquetas, porque hay que llenar formularios y esas cosas. Pero para nosotrxs no es mucho más que eso cualquier identificación, una necesidad acorde a contextos determinados. Ojalá pudiéramos no identificarnos de ninguna manera en absoluto. muló mucho material. Lo ideal hubiera sido sacar un disco normal hace un año y ahora otro normal, pero por un lado no pudimos porque estuvimos realmente muy ocupados tocando las canciones del disco anterior, a razón de una o dos veces todas las semanas y por otra parte lo normal no es lo que mejor se nos da a nosotras. Incluso la can>dad de géneros dis>ntos todos mezclados que hay en nuestro disco, no >ene sen>do: cumbia, tango, chacarera, bossa, jazz, punk, pop... es una chanchada, un cocoliche, una monstruosidad. Estamos muy conformes con nuestro disco, nos encanta. Así que no tenemos excusa (es todo lo que podemos soñar al día de hoy). Al que no le gusta no le gustamos y está re bien. Nos encanta gustar y también no gustar. Si algo sale a la luz en TODA es la par5ci-
pación de diferentes ar5stas, la can5dad de afecto y amistades ¿Qué papel juega el amor y la amistad para ustedes? Quisimos incluir a todes nuestros ídolxs en el disco y, a los que no pudimos, los invitamos a la presentación. Nos gusta aportar a la idea de que toda obra es más o menos colec>va, la pura originalidad es una quimera un toque perjudicial. Y más
para nosotrxs que somos un dúo: re necesitamos de lxs demás. Y además es más diver>do. La realidad es que toda esa gente tan sexy que par>cipó en el disco son las personas con más onda del mundo y les que vinieron a cantar al Xirgu, les que vinieron a bailar y a hacernos el aguante. A nosotrxs no nos cabe para nada lo de la exclusividad eró>ca, sexual y todo eso,
Foto: Florencia Di Tullio
¡pero ya te das cuenta por qué! Nos encantan mucho demasiadas personas.
¿Dónde se podrá ver a BIFE? Constantemente estamos agendando fechas de todo >po. Lo mejor es entrar a www.facebook.com/SOMOSBIFE porque ahí siempre estamos subiendo la info de dónde y cuándo tocamos.
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R o m i l u s t r a c i o n e s
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