Atlanta S ta r: An O ly mp i c Fo rrest
Crist贸bal
La exposición de la obra que Cristóbal Gabarrón presentó en la ciudad norteamericana de Atlanta, con motivo de la celebración de la Olimpiada de 1996 y del centenario de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, que se denominó Atlanta Star, es ocasión propicia para avivar entre nosotros el espíritu que en el pasado siglo alentó al Barón de Coubertin. La alianza entre arte, cultura y deporte es ingrediente esencial en la formación integral de las personas y elemento necesario para la consecución de las más amplias esferas de libertad. Atlanta Star es paradigma destacado de esta simbiosis. Gira sobre los hechos históricos más importantes que han jalonado la celebración de los Juegos Olímpicos durante el último siglo. A la belleza plástica de los monolitos que constituyen la muestra, por los materiales empleados y por la genialidad del artista, se une un documentado repaso a los acontecimientos más significativos del progreso de la humanidad que han marcado hitos importantes en los cien años que nos han precedido. Álvaro Martínez-Novillo Director del Centro Cultural Conde Duque
En la Grecia clásica la celebración de los Juegos Olímpicos era, sin lugar a dudas, el festejo más importante de entre todos los que tenían lugar en la Hélade. Desde la primera Olimpiada de la que se tienen noticias en el año 776 a. de C., cada cuatro años los heraldos olímpicos recorrían en le verano todas las ciudades griegas para anunciar el día en que comenzarían los Juegos y el comienzo de la tregua sagrada. Porque la celebración de las Olimpiadas, al igual que la del resto de los juegos atléticos, tiene su origen en la religión, y las beligerantes poleis griegas dejaban a un lado sus diferencias para unirse durante varios días en una confrontación pacífica en la que los protagonistas eran los jóvenes atletas, a los que se pretendía educar armoniosamente en el cultivo del cuerpo y del espíritu. A través de la participación en los diversos actos los habitantes de las ciudades griegas se sentían pertenecientes a una sola nación, triunfando así los valores de la civilización y la cultura helénica. No obstante, hasta el año 393 en que el emperador cristiano Teodosio prohibió las Olimpiadas, éstas vivieron períodos de euforia y de decaimiento, a veces, desgraciadamente, en desacuerdo con las pautas ideales de educación de los jóvenes. Simultáneamente a las competiciones deportivas tenían lugar otras competiciones o certámenes de carácter cultural en los que participaban poetas, músicos o rapsodas. Incluso hubo historiadores como Herodoto que participó en una edición de los juegos narrando la lucha contra los persas y ensalzando el valor del pueblo ateniense. Esto es explicable por el carácter oral de la literatura clásica, que suponía que los poetas y escritores sólo tenían a su alcance un medio para dar a conocer rápidamente su obra: la lectura pública. Pero también asistían artistas como el pintor Aetión, que expuso un cuadro con la boda de Alejandro Magno y Roxana o incluso artífices y vendedores de objetos suntuarios que convertían la ciudad olímpica en foco de difusión de las últimas novedades artísticas. Con la recuperación d ellos Juegos en el pasado siglo, el mismo Pierre de Coubertin expresó su deseo de unir el deporte, la cultura y el arte para subrayar que los protagonistas de los Juegos habrían de formarse de manera armónica en el desarrollo del cuerpo y la mente al igual que en la Grecia clásica. Este proyecto no fue posible hasta los Juegos de Estocolmo en 1912, momento en el que se convocan por primera vez concursos de arte en las modalidades de arquitectura, escultura, pintura, música y literatura, teniendo siempre como leit motiv el tema del deporte. Los concursos, con diversos altibajos, perduraron hasta los Juegos de Londres de 1948. Posteriormente fueron sustituidos por las Olimpiadas Culturales, destacando en este aspecto las que se celebraron con motivo de los Juegos en México, en Munich y en Barcelona con la concesión de distintos premios en artes plásticas. Con estos antecedentes Gabarrón acepta el reto de crear una obra singular que concibe como un bosque de monolitos plenos de color, mediante los que expresa su visión personal de la historia de los últimos cien años, a través de los hitos marcados por los años olímpicos.
La monumental escultura está formada por una base de cinco puntas con veintiséis grandes prismas triangulares que conforman un verdadero bosque que se integraba en el paisaje de rascacielos de la ciudad de Atlanta. En cada triángulo se muestran referencias y alusiones concretas a los correspondientes Juegos de ese año con el nombre de la ciudad que los albergó, a los acontecimientos científicos o políticos más relevantes, a los avances tecnológicos que marcaron ese momento, a las anécdotas deportivas, etc. De esta manera el gran conjunto trasciende el aspecto conmemorativo puntual para convertirse en un homenaje a la constancia y al compromiso del deportista en particular y a la capacidad de progreso del hombre en general. A los tres años en los que a causa de las Guerras Mundiales no pudieron celebrarse los Juegos, es decir 1916, 1940 y 1944, Gabarrón les dedica tres dramáticos monolitos en los que predomina el color negro, el color negativo del dolor y la muerte. Por esa confianza en el hombre, en cada prisma aparece siempre la figura humana, protagonista en un escenario de brillante colorido, el colorido de la fiesta, del espectáculo, del sol y de la luz. Tanto las siluetas humanas, como los demás elementos elegidos por el artista se destacan rotundamente contorneados en negro sobre los fondos de las sencillas composiciones.
El espíritu de progreso al que Cristóbal Gabarrón ha querido rendir su homenaje está presente también en los aspectos técnicos del Bosque Olímpico. En su ejecución se ha atendido a la más moderna tecnología, formando los primas con sucesivas capas de fibra de vidrio y aplicando pintura inalterable a la acción de los distintos agentes atmosféricos. El resultado conseguido ha hecho posible que el conjunto haya sido alojado en multitud de ubicaciones, tras su larga estancia en Atlanta, haya sido expuesto en Las Palmas y en Los Llanos de Aridane en la isla de La Palma, en el Centro Cultural del Conde Duque de Madrid, en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Salamanca, en el Museo Olímpico de Lausanne, hasta llegar al Museo Fundación Cristóbal Gabarrón. Gabarrón quiere introducirnos en un bosque, donde los árboles han sido sustituidos por piezas gigantes de color, que ofrecerán al espectador un campo mágico de texturas y elementos sugerentes que les transportará a un mundo imaginativo y fantástico. El objeto de que el visitante pueda acercarse a las figuras y mezclarse con ellas es establecer la buscada comunicación entre obra y espectador. La obra en conjunto y cada una de las esculturas por separado, describirá el esfuerzo y la perfección de cada movimiento. Su sobriedad en las formas ayudadas por los elementos descritos, las texturas, los tratamientos, las aplicaciones de tonos y materias, compondrán una visión nueva y desconocida que otra vez une Arte y Deporte, proyectando el espíritu de Coubertin.
La imagen de "ATLANTA STAR" es, como su nombre indica, un espacio con forma de estrella de cinco puntas, símbolo de la bandera americana. La configuran 26 esculturas que conmemoran el centeNnial en las Olimpiadas de 1996. En el aspecto histórico el contenido de "ATLANTA STAR" es muy denso. Para empezar Cristóbal Gabarrón ha querido encerrar en esta obra todo cuando los Juegos olímpicos han significado y han aportado al Hombre. Cada uno de los diferentes Hitos suponen las diversas etapas de la evolución del Movimiento Olímpico. Una evolución cuyo inicio data del segundo milenio antes de Cristo, a través de la cual los significados y el carácter de las distintas ceremonias olímpicas, desde religioso a profano, se transforman y enriquecen hasta hacer del Deporte el Mayor Movimiento Humanístico de la Historia, que ha encontrado la forma de llegar a todos los rincones del mundo y de apoyarse y complementarse con todo aquello que en su carrera por los siglos, le sirvió para embellecer las formas y los contenidos, para perfeccionarse y crecer. En "ATLANTA STAR" el Maestro hace referencia a la Historia del Deporte pero también a la Historia Universal. Son historias independientes que se complementan y combinan de tal forma que a la vez que en cada escultura se hace referencia a la ciudad que fue Sede Olímpica con sus propias leyendas y anécdotas deportivas, se recuerdan también importantes acontecimientos históricos transcendentes para la Humanidad. Sería muy largo detallar el significado completo de cada una de las obras, pues como ya hemos mencionado al margen de los acontecimientos deportivos, se citan descubrimientos científicos o antropológicos, se exponen situaciones políticas y sociales, se muestran avances tecnológicos así como todos aquellos logros con los que el Hombre ha hecho posible que el futuro de cada época fuera mejor, porque "ATLANTA STAR" es un canto a la Humanidad, a la capacidad de esfuerzo, de perfección y progreso del hombre. A pesar de esto "ATLANTA STAR" es la pura expresión de la jovialidad y del color, es esencialmente un fiesta de formas y de códigos que consiguen demostrar que por encima de la desgracia, está la fraternidad y el pacifismo de los Juegos Olímpicos. La explosión de color sobre la estrella, es un hecho que para mí tiene
especial simbología y más que hablar sobre ellos elaborando nuevas teorías, prefiero citar las palabras del propio autor cuando hace unos meses en una entrevista mi intención iba dirigida a comprender el por qué de los colores de "ATLANTA STAR". Entonces indicando algunos fragmentos de la obra respondió: " son los colores vivos de la fiesta, son los colores atractivos del espectáculo, son los colores brillantes del oro y la plata, son los colores luminosos del sol y la luz, pero también son los colores profundos del dolor y de la muerte, son los colores intensos del drama y la violencia .... " Todos los colores son tan representativos como la historia que narra cada escultura e importantes hasta el punto de que el conjunto tonal de "ATLANTA STAR" está estrechamente unido a las banderas de cada país, existiendo además un fuerte vínculo con los colores de los cinco aros, que han sido y serán siempre el símbolo de la unidad entre los continentes, bajo el lema de la deportividad y la competición. El aspecto técnico de "ATLANTA STAR" es también un capítulo muy importante, en lo que se refiere a la ejecución de la obra escultórica. Los materiales empleados por el autor para la creación del Memorial responden a las últimas investigaciones y a la más reciente tecnología en el campo de fluido/dinámica, concretamente en los sectores aéreo y naval. Es un material que no adquiere sus cualidades óptimas hasta no haber sido concluido todo el proceso de fabricación, sólo entonces resulta tan sorprendentemente ligero como resistente a los golpes e inalterable a todo tipo de deformaciones. Hemos de pensar que la misma escultura realizada en cualquier otro material como podría ser el acero llegaría a triplicar el peso de la obra actual. El "GLASS REINFORCERED POLYESTER" consiste en la aplicación sobre moldes de varias capas alternativas de mantas de fibra
de vidrio con resinas de dos componentes. Cuando este paso se completa con un tiempo de horneado a no muy alta temperatura, conseguimos las durísimas paredes de las esculturas sobre las que, una vez montadas, el autor ha llevado a cabo un sistema de aplicación directa del color. La composición de las pinturas, también de varios componentes que aportan dureza y elasticidad, son el resultado de los avances técnicos en la industria aérea y náutica; como cualidades básicas podríamos mencionar la resistencia y la inalterabilidad ante los cambios bruscos de temperatura y a los agentes externos químicos producidos por los ambientes húmedos. Un último paso de barnizado y protección garantiza la conservación y la permanencia de esta gran obra.
I ATENAS 1896 Esta escultura tiene un aspecto sereno y muy sencillo de composición. El elemento principal es un gran bloque azulado con el que el autor hace referencia a dos hechos: el primero de ellos es la construcción de un estadio todo en mármol blanco extraído de las canteras del Monte Pentélico, tal y como sucedió 24 siglos antes con la obra del Partenón. Con el tono azulado de este bloque plasma una impresión visual del intenso azul y de la luz desprendida de los cielos griegos. En la parte superior de la escultura tenemos la representación simbólica de las chispas del alumbramiento de la primera antorcha olímpica de los Tiempos Modernos. La N situada en lo alto de la escultura supone el homenaje a la muerte de Nobel y al establecimiento, en Diciembre de aquel año, del premio que lleva su nombre. II PARÍS 1900 París es el escenario de la segunda olimpiada que coincide además con la celebración de la Exposición Universal. Es por este motivo que el autor invade toda la escultura con la silueta de la torre Eiffel, que indudablemente ha figurado a lo largo de la Historia como el símbolo de identidad de la ciudad, como tarjeta de presentación al mundo. Sin embargo es una Torre Eiffel que no se encuentra aislada sino en combinación con varios elementos, es una silueta irregularmente elíptica, representa uno de los primeros avances en la conquista del cielo, es el primer dirigible construido por Zeppelin en aquella época. Una alusión a la vegetación y al clima francés, a sus grandes parques y jardines figura en la parte superior de la escultura y en todo su fondo las marcas de las aguas del Sena sobre las que compite un atleta, ya que aquel año fueron el escenario de las pruebas de natación.
III SAN LOUIS 1904 Es una escultura luminosa, viva y brillante y por todas partes llena de pinceladas de colores que pueden recordarnos el resplandor de una noche de fuegos artificiales. Podemos adivinar la imagen de un vehículo, según la historia olímpica es el coche en que el americano Fred Lordz, empezaba la prueba de maratón llegando hasta las proximidades del estadio. Cuando estaba a punto de ser coronado por la hija de Roosvelt se descubrió la trama y fue descalificado, pasando a la historia como uno de los grandes tramposos. El autor hace también referencia, a una serie de innovaciones deportivas: podríamos mencionar entre ellos la imagen de un balón de Baloncesto, que aparece por primera vez en las pruebas de competición olímpica, que da la sensación de desplazarse a gran velocidad por las caras de la escultura. IV LONDRES 1908 En esta escultura se mencionan dos hechos históricos en el mundo del Deporte. En primer lugar, con una gran figura que ocupa casi toda la obra se rinde homenaje a la constancia y al esfuerzo de los atletas que compiten en una olimpiada, encarnando todo este sentimiento en el recuerdo al personaje de Dorando Pietri, pastelero de profesión, que pasó a la historia por su dramática participación en el maratón llegando a la meta completamente exhausto y siendo ayudado después de varias caídas. Fue descalificado pero consiguió que la Reina Alejandra premiara su tesón con una copa de oro. En segundo lugar, los americanos vencedores en las pruebas de atletismo en estas jornadas olímpicas entraron en el ayuntamiento de Nueva York arrastrando un león como símbolo del poder británico encadenado y derrotado. Este es el significado de la figura animal que aparece encadenada en la escultura formando cruz con la silueta humana que antes mencionábamos.
V ESTOCOLMO 1912 La figura principal es un gran cráneo con ello el autor hace referencia a uno de los más grandes descubrimientos científicos antropológicos sucedidos en ese año cuando Dawson encontró un cráneo del Holoceno. Los Juegos de Estocolmo están marcados también por la victoria y la tragedia de un piel roja siux, Jim Thorpe "Sendero Luminoso" que habiendo vencido en las pruebas de Pentatlón y decatlón, no recibió sus medallas por ser acusado por sus propios paisanos ante el C.O.I. de haber cobrado una cantidad de dinero por participar en los encuentros de Béisbol. El atleta paso toda su vida reclamando sus medallas que finalmente en 1982 fueron entregadas a su familia. Para exponer este hecho la escultura está recorrida en su altura por una tira a la que se enganchan manchas de diferentes colores que recuerdan a las coronas de plumas utilizadas por la raza siux.
VI 1916 Con el estallido de la guerra en 1914 los Juegos Olímpicos de 1916 no pudieron celebrarse. Sobre esta escultura poco queda que decir, por si sola es lo suficientemente expresiva y la tonalidad del fondo ya nos obliga a intuir el drama o la tragedia que el autor acentúa con una bombardeo de pinceladas de tonos rojizos y violentos para referenciar un año repleto de batallas en todos los rincones del mundo. La imagen del tanque, aparece por primera vez en la historia, penetra en una masa caliente de color absorbiendo la cabeza de una silueta humana, que con los brazos en cruz y desprovista de todo tipo de defensa entra a formar parte de la rueda y del engranaje de una máquina cruel.
VII AMBERES 1920 En estos juegos hay novedades importantes. Por primera vez se presentó la bandera olímpica con los cinco anillos de colores entrelazados sobre fondo blanco, elemento que el autor ha utilizado para exponer el símbolo de unidad entre las razas de los cinco continentes. Por otro lado también como novedad se recupera el antiguo acto del Juramento Olímpico, tal y como se hacía en Grecia siglos atrás, en el que los atletas mantienen el brazo extendido ante la estatua de Zeus, al que prometían ser griegos, libres y no perseguidos por criminalidad o cualquier otro acto similar, comprometiéndose a guardar las normas de la competición. En este caso el autor ha reflejado ese compromiso de deportividad de los atletas, con una figura humana en la misma actitud, con los brazos extendidos insinuando a la vez su disposición y entrega para la lucha. VIII PARÍS 1924 Por primera vez se construye una villa olímpica destinada al alojamiento de los Atletas. Es fácil reconocer en la obra las líneas esquemáticas que componen estos barracones para los atletas y que dan la sensación de ser una especie de cabañas construidas con troncos, integradas en la naturaleza, pues su entorno se identifica con un gigantesco árbol que las envuelve. Se produce nuevamente por parte del autor un homenaje a la constancia y al fuerte compromiso del deportista, esta vez encarnado en una figura truncada a la altura de las piernas, con una notable diferencia de color. Con ello se recuerda el valor de quien años después se convirtió en el Tarzán del cine y que en estas olimpiadas resultó vencedor en las pruebas de 100 y 400 metros tras haber vencido a la poliomielitis que le afectaba desde niño. Además se hace mención al Helicóptero inventado en Francia por Etienn Oehmichen.
IX AMSTERDAM 1928 Se permite por primera vez la participación de la mujer en las pruebas de atletismo y se programan las de 100 y 800 metros lisos, relevos 4 x 100, salto de altura y lanzamiento de disco. Esta anécdota se reflejada con la aparición de una figura femenina que Hasta ahora tampoco se había representado en ninguna otra obra. El Zeppeline dibujado hace mención al primer viaje de larga distancia cuando este aparato cruza el Atlántico. 1928 es un año de importantes descubrimientos en todos los campos del conocimiento y el Maestro recopila este avance científico sin diferenciar concretamente qué y utiliza un símbolo en el que se incluyen todos: una imagen que sintetiza las vías de un tren que parten de un punto y se ensanchan, cuyo sentido puede estar en que la unión de muchos acontecimientos hacen el avance, el futuro y el progreso LOS ÁNGELES 1932 El progreso hace que por primera vez los sucesos deportivos puedan ser retransmitidos por radio a todo el mundo. Para manifestar este acontecimiento el autor invade la escultura de pinceladas que giran circularmente en torno a una figura, semejando las ondas del reciente medio de comunicación. Por primera vez también se usará la tribuna escalonada del Podio para la entrega de premios a los campeones entregándose las medallas de oro, plata y bronce, lo cual queda representado en las tres bandas de tonos azules que el autor dispone en la parte superior de una de la caras. En la gran figura central cortada por una línea que ondea podemos encontrar varios significado pero destacaremos la imagen del atleta que llega exhausto a la meta en el momento en que abre sus brazos para recibirla y a la vez el que se alza orgulloso sobre la tribuna porque ha conseguido levantar la bandera de su país.
XI BERLÍN 1936 El autor refleja en esta escultura una serie de datos históricos que resumen la forma en que Alemania dirige los Juegos. El desfile de figuras de la parte superior de la escultura por todas sus caras, es una forma de hacer referencia a la primera vez que, en medio de una ceremonia fastuosa, el fuego olímpico es traído desde Olimpia por carreras de relevos en las que participan 3075 atletas. Una gran pájaro recuerda a las miles de palomas que sobrevolaron el estadio cuando una gran campana de bronce, dibujada en la escultura sobre la paloma convocaba a las juventudes del mundo. Hay un elemento en la parte posterior de una de las caras, cuyas líneas rectas y circulares van conformando una torre, que el autor utiliza para hacer referencia al descubrimiento del primer pozo petrolífero, acontecimiento al que la H u m a n i d ad d e b e ta nto a c t u a l m e nte . XII 1940 El 1 de Septiembre de 1939 los nazis invaden Polonia, dando origen a la II Guerra Mundial, la más devastadora de todas las calamidades que ha padecido la Humanidad. En esta ocasión el autor vuelve al uso de los tonos de dolor y de luto con que cubre la superficie de toda la escultura, para indicar de una forma sutil como la trágica consecuencia de la Guerra se hace incompatible con la festividad de los Juegos, lo cual hace que éstos no se puedan celebrar. 1940 vuelve a ser un año de batallas sangrientas y el caos, representado en una figura a punto de explotar sin actitud, o al menos desconocemos cual, invade a la humanidad y la deja sin otra salida que la lucha y la desolación. El triángulo que corta la figura indica con las letras que se escriben en sus vértices el histórico pacto tripartito o eje Berlín - Roma - Tokio.
XIII 1944 1944 revive en una escultura en la misma línea y en el mismo tono grave y austero que la creada por el autor para representar el catastrófico año 1940. Siluetas tumbadas sobre el fondo negro sintetizan la muerte y la desesperación, pero es un año también en que el hombre tiene que iniciar su salida y su recuperación y su esfuerzo da como resultado algunos avances científicos que el autor resume en la invención de la primera calculadora eléctrica, y lo hace de una forma entendible para todos y de la cabeza de una de las figuras, como si se tratase de un cómic sale una línea que en cierra el teclado de este pequeño instrumento matemático. 1944 sigue siendo un año de batallas y la primera Bomba Volante V1 y V2 es arrojada sobre la ciudad de Londres. Ambos artefactos quedan representados en la parte central de la escultura.
XIV LONDRES 1948 Firmado el armisticio y silenciadas las armas, el C.O.I. se reúne y otorga la celebración de la XIV olimpiada a la ciudad de Londres, que tiene lugar del 29 de Julio al 14 de Agosto, no sin que se notase la crisis económica producida por la Guerra Mundial. Aún la escultura se impregna de los colores de la guerra y por medio de una figura que yace sobre el fondo rojo de la obra en autor indica como los atletas sufren también los últimos coletazos de ésta teniendo que ser alojados en los barracones de los campamentos militares modestamente recuperados para la ocasión. En el extremo opuesto de la escultura se hacen alusiones a elementos arquitectónicos con los que se recuerda las tareas de reconstrucción y adaptación del Estadio de Wembley para los grandes actos ceremoniales.
XV HELSINKI 1952 Alemania y Japón fueron absueltos de su castigo y después de casi cuarenta años de ausencia hace su aparición la Unión Soviética. Pero las exigencias del los Rectores del "Telón de acero", obligan a sus atletas a mantenerse en aislamiento, así el equipo soviético es instalado en la villa olímpica de Ontaniemi, exclusivamente para ellos, hasta los entrenamientos de natación se realizan en una línea de la piscina guardada para ellos. Esta aparente "guerra fría" es un hecho real transmitido en la obra por la gran tensión y efectos ópticos contrastados que produce la unión de colores contrarios sobre toda una superficie rojo tan intensa. Se manifiesta una inquietante lucha por el equilibrio de las líneas hasta conseguir que no tiemblen sobre los colores
XVI MELBOURNE 1956 El drama húngaro provoca la reacción internacional pidiendo la expulsión de Rusia de los Juegos y los países reaccionan no enviando a sus atletas como es el caso de Suiza, Holanda y España, la cual manifestaba el dolor y el recuerdo de lo que 20 años atrás ocurrió en España. Con la breve descripción de esto datos históricos el Maestro resume los motivos por los que se producido la creación de una escultura en cierto aspecto trágica y como llega a la interpretación de un drama de estas características, con cuerpos retorcidos e hirientes y figuras derrotadas, casi con los mismos sentimientos aunque con plástica muy diferente a como lo hiciera Picasso en su Guernica de hace 20 años.
XVII ROMA 1960 En esta escultura el Maestro recoge uno de los mayores impactos de estos Juegos que es producido por la retransmisión televisiva a todo el mundo. Si nos fijamos bien en la parte superior de la escultura podemos intuir perfectamente el rectángulo de un aparato de Televisión en el que se representan las ondas y los puntos de la imagen. A nivel competitivo el "dopping" es otro de los protagonistas de estos Juegos que se cobró la vida del ciclista danés Kund Enemark, iniciándose como consecuencia, a partir de este momento rígidas medidas de control por el C.O.I. Este hecho se representa en una figura de formas muy violentas y puntiagudas que el autor a la vez utiliza para exponer el victimismo del pueblo italiano en general, ante la situación política del momento como es el fascismo que aparece en la obra bajo la imagen de un monstruo que intenta devorar al personaje. XVIII TOKIO 1964 Después de la II Guerra Mundial, la imagen de Tokio cambió radicalmente convirtiéndose en una ciudad de edificios lujosos. Los Juegos olímpicos celebrados en Tokio pasaron a la historia con el apelativo de "Juegos de la Electrónica". La imagen de la escultura de este país es también completamente diferente, este renacimiento se concreta en una explosión de vida y de color, en el dinamismo y la vitalidad que desprenden las cuatro figuras que se reparten por la escultura en representación del deporte nacional del país, el Judo, que se estrenaba olímpicamente en estos Juegos. Es el año en que los primeros bombarderos norteamericanos se dirigen a Vietnam del Norte y el autor lo representa con la aparición de un avión que sobrevuela la parte superior de la escultura.
XIX MÉXICO 1968 La escultura correspondiente a 1968 está marcada por un hecho que en cierta medida conmocionó a todo el mundo, cuando a todos nos llegaron las noticias de las revueltas de los estudiantes franceses y la huelga general sucedidas ambas durante el mes de Mayo. Fueron momentos difíciles en que todos los sistemas que regían la sociedad francesa parecían venirse abajo. El autor representa este acontecimiento con la imagen de una figura invertida colgada por los pies, que permanece suspendida entre los fondos de color rojo y azul. Sin embargo la parte inferior de la escultura en la que se describe plásticamente la imagen de un ave responde a un elemento simbólico propio de la cultura Mexicana que tiene especial atractivo para el autor, posiblemente por su significado ritual y casi desconocido que el país integra en su bandera. XX MUNICH 1972 En la escultura se sintetizan una serie de formas arquitectónicas que hacen referencia a un ambicioso proyecto de puentes, edificios, vías públicas y una gigantesca torre de televisión de 290 metros de altura con toda clase de servicios propios, que casi recorre la escultura en su totalidad. Pero este esplendoroso escaparate iba a ser asaltado por facciones fanáticas que dejaron un espantoso saldo de terror. En la madrugada del 5 de Septiembre el Grupo Extremista "Septiembre negro", movimiento para la liberación de Palestina, entro en los aposentos del equipo israelí, matando a un miembro, hiriendo a otro y secuestrando al resto. El propósito era la liberación de 250 palestinos presos en Israelí. 1200 policías cercan la villa olímpica y 25 tiradores de élite se posicionaron cerca del edificio tomado. Por este motivo el autor cubre casi la totalidad de la escultura de los tonos rojizos de la violencia.
XXI MONTREAL 1976 Montreal ofreció al Festival Olímpico el mayor complejo deportivo y las características de grandeza del estadio se manifiestan a través de determinadas líneas rectas y curvas que conjuntamente, llegándose incluso a confundir y mezclar con las líneas que definen la figura, nos hacen adivinar la existencia de un gran complejo arquitectónico, enmarcado por un intenso cielo azul, acentuado además por la claridad y la sensación de espacio que producen los tonos amarillos empleados. Si nos aproximamos al análisis de la figura central podemos apreciar que es algo más una simple silueta humana y que sus formas se deforman hasta casi conseguir el sentido de antorcha como símbolo de la clásica carrera de relevos para transportar el fuego olímpico, sólo que esta vez, a demás de importantes innovaciones técnicas, el último relevo, ya dentro del estadio fue realizada por dos niños que lo hacían en representación de las dos lenguas y razas que integran la nación. XII MOSCÚ 1980 Un estadio, dibujado con el menor número de líneas posibles, abarrotado de pinceladas de color, componen la imagen plástica que describe los espectaculares Juegos Olímpicos en Moscú, donde se pudieron contabilizar 33 nuevos récords mundiales. Antes de la celebración de los Juegos los disidentes soviéticos habían difundido un comunicado en el que se oponían a cualquier celebración olímpica en la URSS, debido a su sistema político carente de libertades. Resulta curioso como el autor retrata el sistema opresor ruso con la expresión fría de un elemento sin identificar, de una especie de fantasma de ojos enrejados que no deja de controlar el movimiento y la actitud de las dos figuras que actúan en el centro del estadio ante el público.
XXIII LOS ÁNGELES 1984 El elevado coste de la organización de los Juegos Olímpicos fue motivo suficiente para que Los Ángeles presentase su candidatura en solitario, con lo cual no hubo ningún tipo de duda. Los americanos contaban ya con el Memorial coliseum (el gran estadio) y con la infraestructura creada en 1932 con motivo de la celebración de los Juegos de ese año. Sólo fue preciso realizar una serie de reformas de acondicionamiento y actualización. El traslado del fuego olímpico recorrió 15.000 Km. fue portado por 3436 atletas y generó unos beneficios superiores a los mil millones de pesetas. El espectáculo fue presenciado a través de la televisión por mas de 2,500 millones de espectadores ante los que el "rocketman" llegó al centro del estadio autopropulsado como si de un vuelo cósmico se tratase. El Estadio, el "rocketman y la televisión son de los tres elementos que aparecen claramente en la escultura, en este orden y desde la base hasta lo alto. XXIV SEÚL 1988 Las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos fueron el exponente de la cultura del país una vez más y expresaron de forma colorista y simbolista la tradición del mundo oriental. La imagen externa de la escultura vuelve a ser muy sencilla, delicada y armoniosa, gracias al equilibrio que el Maestro ha conseguido con la combinación de formas y colores. Una vez más, a través de una figura que puede presentar varias actitudes, según el criterio de cada uno, se insiste en esta obra sobre la idea de saltar el obstáculo, de alcanzar la meta. Pero ese mismo personaje flotando en el espacio azul que encierra un circulo es el recuerdo de un simbólico aro que fue rodado sobre el césped, escenificando los ciclos de rotación del planeta tierra.
XXV BARCELONA 1992 Seguramente todos hubiéramos identificado esta escultura con España, aún sin tener la certeza de que lo era. En primer lugar porque está creada sobre los colores propios del país. Es el color amarillo del sol y los tonos rojizos y cálidos del calor, de los atardeceres y de la bandera, es el color azul intenso de los cielo y los mares y sobre todo porque toda la escultura se impregna de los tonos alegres y el carácter festivo que desprende el pueblo español. De la misma forma que ya hizo en otra escultura, el Maestro utiliza la imagen de la vía del tren con el significado de "seguir hacia adelante", "sin vuelta atrás", de progreso y de voluntades unidas para conseguir que un proyecto de la envergadura de unos Juegos Olímpicos lograse el éxito internacional obtenido en este año 1992. Pero la escultura encierra además otro mensaje transmitido en una figura que se alza con pose de seguridad y orgullo porque tiene la misión y la responsabilidad de hacer llegar el relevo Olímpico a las próximas olimpiadas, las que van a poner fin a un siglo olímpico; las de Atlanta en 1996. XXVI ATLANTA 1996 En esta escultura el autor retrata proyectos y esperanzas. Da forma al sueño americano que ha conseguido recoger ese relevo de las anteriores olimpiadas y que tiene como fin alcanzar con éxito su meta y concluir una era de Olimpismo transcurrido en los Tiempos Modernos. Este mensaje se manifiesta con formas y colores exclusivamente americanos, como es la estrella de cinco puntas y los colores azul y rojo que ondean en su bandera.
Museo Olimpico de Lausanne
Centro Cultural Conde Duque de Madrid
Palacio de Congresos y Exposiciones de Salamanca
Los Llanos de la Isla de Palma
Museo Fundaci贸n Crist贸bal Gabarr贸n de Valladolid
Museo Fundaci贸n Crist贸bal Gabarr贸n de Valladolid
Biograf铆a Crist贸bal Gabarr贸n
Cristóbal Gabarrón nació en 1945, en Mula (Murcia). Quizás su infancia marcada por su traslado a Valladolid, donde adquiere su primera formación, sus viajes a Francia e Italia, o sus trabajos actuales que realiza entre España y Estados Unidos, han generado en él, una mentalidad abierta y dialogante. Lejos de convencionalismos estéticos, de istmos o vanguardias, en los que de una manera u otra, ha participado en algún momento concreto, su obra sólo entiende de vida. Podemos decir que su visión del arte es claramente antropocéntrica, el individuo, la vida, la convivencia y el desarrollo de los valores humanos, son pilares en los que asienta, no sólo su obra artística sino también sus convicciones personales. El mural para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y el mural Encuentro 92 , para la Exposición Universal de Sevilla (1992), el gran proyecto escultórico Atlanta Star (1996), la realización de la obra Hope for Peace (1986) como cartel oficial de la cumbre o la Capilla del Milenio (2000-2001), suponen un importante hito en su trayectoria profesional, a la vez que inician una fructífera etapa creativa, que todavía hoy día mantiene, marcada por la colaboración con Organismos Internacionales como el IOC o Naciones Unidas. En estos últimos años ha mantenido igualmente su tradicional vinculación con otras disciplinas artísticas, como lo demuestra la reciente creación de dos escenografías, una para el espectáculo Nuevo Amanecer del cantaor flamenco José Mercé y la segunda para el espectáculo de la ¡Noche Latina¡ de Edwaard Liang para el Washington Ballet, precisamente en la misma ciudad donde el American University Museum at the Katzen Arts Center ha expuesto algunas de sus obras más recientes. Críticos e historiadores de la talla de Donald Kuspit, comisario y profesor de la Universidad de Nueva York, Kosme de Barañano, Catedrático de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández, o Julián Zugazagoitia, Director del Nelson-Atkins Museum of Art at Kansas City, han procedido a realizar cuidadosos análisis y estudios de su trayectoria profesional, recogidos en la abundante bibliografía aparecida durante los últimos años. Deseoso de revertir a la sociedad parte de lo que ésta le había dado, ha auspiciado desde el año 1992 la progresiva creación de tres fundaciones, en Valladolid, Nueva York y Mula (Murcia), donde su deseo principal es devolver a la sociedad, por medio de la realización de actividades artísticas y culturales, creando conciencia a través de las artes. (www.gabarron.org)