DHARMACAKRA
EL “CÍRCULO DE LA ESPIRITUALIDAD”
El Dharmacakra (círculo de la espiritualidad), es una reunión de practicantes del culto espiritual tántrico de A’nanda Ma’rga, para la realización de sa’dhana’ (práctica espiritual) colectiva y discusión espiritual
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Dharmacakra, “abordaje subjetivo” e ideal.
El concepto y práctica del “abordaje subjetivo y ajuste objetivo”, es decir, el esfuerzo cotidiano por crear un equilibrio dinámico entre las responsabilidades mundanas y las responsabilidades espirituales es de capital importancia para un sa’dhaka’ (aspirante espiritual) de A’nanda Ma’rga, ya que en esta fórmula yace la clave del progreso espiritual y el ideal de cómo una persona comprometida con su espiritualidad debe conducir su vida.
El abordaje subjetivo comprende todo esfuerzo sistemático por volver accesible la dimensión espiritual de la existencia.
El ajuste objetivo refiere, a grandes rasgos, al cumplimiento de nuestras responsabilidades mundanas que garantizan la supervivencia de la estructura física y que permiten el trabajo en la esfera espiritual.
El abordaje subjetivo no es un esfuerzo que se realiza en solitario, el ser humano, como ser social, necesita de otros humanos en cada ámbito de su existencia, incluso en el ámbito espiritual. Es por eso que Shrii Shrii A’nandamu’rti dijo: "Tú debes tener un abordaje subjetivo y un ajuste objetivo, el Dharmacakra es tu abordaje subjetivo" [1].
• La responsabilidad individual y el Dharmacakra.
El punto 15 de los 16 puntos a seguir para el crecimiento espiritual, prescritos por Shrii Shrii A’nandamu’rti afirma: “Participación regular en el Dharmacakra semanal en el ja’grti local debe ser considerado obligatorio” [2].
La no asistencia al Dharmacakra degrada a la psique volviéndola susceptible a la influencia del polo involutivo (a’vidya maya), enredándola más y más en la ilusión de la mundanidad. El sa’dhaka’ pierde su preciosa y costosa conexión espiritual quedando a la deriva de sí mismo, es decir, de lo que ignora de sí. El condicionamiento es mucho mayor y fuerte cuando tiene apariencia de libertad.
En relación a esto último, Shrii Shrii A’nandamu’rti (2005:103) dijo: "Cuando las personas se ciegan por el deseo de objetos mundanos y pierden su discriminación, olvidan El Infinito y empiezan a ocuparse con el mundo limitado" [3].
Para evitar la degradación psíquica, en caso de no poder participar en el Dharmacakra semanal, se prescribe lo siguiente:
“El Dharmacakra semanal debe ser atendido cuando goces de buena salud. Si debido a servicio gubernamental o servicio al enfermo no eres capaz de asistir al Dharmacakra en el horario estipulado, uno debe ir al ja’grti en algún momento de ese día y realizar Iishvara prańidhána. Y si incluso eso no es posible, uno debe restringirse de alimentarse en una de las comidas del fin de semana” [4].
Por lo tanto, la participación en el Dharmacakra representa la expresión clara del compromiso y responsabilidad que uno ha asumido con su propia vida espiritual y la expresión práctica y directa de haber aceptado a la realización de Parama Purus’a (la Consciencia Suprema) como la meta fundamental de vida; de igual manera, el Dharmacakra es una de las formas de realizar la práctica más importante de Niya’ma sa’dhana’: Iishvara prańidhána
• La responsabilidad social y el Dharmacakra.
El Dharmacakra es una función social de naturaleza espiritual con un profundo poder unificador, es un medio para materializar el verdadero espíritu de la sociedad expresado en el Saḿgacchadhvaḿ mantra, fórmula sacramental de 15.000 años de antigüedad que se recita en el momento más sensible de la reunión.
Saḿgacchadhvaḿ saḿvadadhvaḿ saḿ vo manáḿsi jánatám, Devábhágaḿ yathápúrve saḿjánáná upásate. Samánii va ákútih samáná hrdayánivah, Samánamastu vo mano yathá vah susahásati.
“Movámonos juntos, radiemos la misma onda mental, Conozcamos juntos nuestras mentes. Compartamos sin diferencias, como los sabios del pasado, Para que todos podamos disfrutar del universo. Unidas nuestras intenciones Que nuestros corazones sean inseparables Nuestras mentes como una sola mente Para que vivamos en armonía y nos volvamos uno con el Supremo”.
“Mantenerse alejado del Dharmacakra fomenta una actitud unilateral y agrava el egocentrismo. Uno se vuelve indiferente al flujo social. Habiéndose aislado del flujo principal de la sociedad, se conduce al borde de la destrucción. Es por eso que las escrituras declaran: sam’ghe shakti kalauyuge (la organización es la fortaleza en Kali Yuga).
(…) Aquellos que no participan en Dharmacakra pierden de vista a la ideología y al preceptor. Su alienación produce su caída del dharma (vida espiritual). También sugiere que han cesado de practicar sa’dhana’. La cesación de la sa’dhana’ evita que el pensamiento de Parama Purus’a emerja en la mente en el momento de su muerte y que su liberación sea una imposibilidad” [3]
La regularidad en la sa’dhana’ individual expande la psiquis creando un deseo natural por participar en el Dharmacakra semanal y asociarse con otros aspirantes espirituales. Cuanto más profunda es la identificación con el ego, mayor perturbación psico emocional y roce mental se sentirá al asociarse con otros aspirantes y exponerse a las expansivas vibraciones espirituales, lo cual conduce al auto aislamiento, defensa egoica justificada por el autoengaño (asatya) y la falta de valor para contactar con el núcleo psico emocional en conflicto, apropiarse de la lección espiritual en cuestión y asumir responsabilidades.
Bartolomé Romano, un jesuita escolar que se quejaba por correspondencia con San Ignacio de Loyola Thakur de que la comunidad no lo trataba bien y que por ello no se sentía a gusto, llegando a la conclusión de que no estaba en su sitio, recibe la siguiente respuesta del santo cristiano:
Toda sensación es la experiencia de un sams’ka’ra (reacción en potencia de una acción previa). Lo que Bartolomé Romano sentía y que constituía su verdad, no era más que su verdad, ya que su estructura psíquica se hallaba condicionada por sus samska’ras particulares.
Romano consideraba lo que él y sólo él sentía y no lo que Dios. Siendo Dios el padre de todos los seres creados, ¿cómo Él quiere ver a su progenie? Eso lo olvidó el racional erudito escolástico.
La diferencia entre un adorador de Dios (Shiva sa’dhaka’) y un adorador de la naturaleza (shakta sa’dhaka’), se halla en que el primero considera la voluntad de Dios primero, y el segundo la propia. El primero busca complacer a Dios y el segundo complacerse a sí mismo.
El Shiva sa’dhaka’ establece sistemáticamente una lucha contra sus propios condicionamientos para elevarse por sobre los mismos y alinearse a la voluntad divina; esto implica, muchas veces, hacer lo que no se quiere hacer, por amor a Dios. Esto conduce a la libertad espiritual, que se contrapone al libertinaje egoico.
• La compañía espiritual y el Dharmacakra
Shrii Shrii A’nandamu’rti (2005:33) dice:
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“Incluso un recipiente de oro necesita ser pulido ocasionalmente. Este acumula polvo y suciedad y pierde su lustre. Similarmente, aún una buena persona, un aspirante espiritual necesita un mantenimiento apropiado. En un mundo de constante cambio, cuidados deben ser tomados para que los cambios siempre sean hacia lo mejor y más elevado” [3].
El Dharmacakra produce esa purificación psico emocional semanal debido al satsauṋga, “asociación con buscadores sinceros de la Verdad”. La suma de los esfuerzos individuales, en materia espiritual, genera un tipo de vibración energética sutil en el ambiente, la cual impacta directamente en la mente subconsciente (manomaya kos’a) determinando positivamente los procesos cognitivos y tendencias psíquicas del aspirante espiritual, generando impulso psico espiritual, inspiración y atracción por las realidades espirituales. La exposición a un ambiente de santidad aleja a los pensamientos impuros.
• El discernimiento espiritual y el Dharmacakra.
En el Tantra budista (la forma que el Tantra asumió al ser influenciado por la filosofía de Siddharta Gautama), se nombra a los plexos (cakras) con nombres diferentes a los tradicionalmente utilizados en la filosofía del Tantra Yoga. Por ejemplo: el ana’hata cakra es llamado "dharma cakra", el plexo del Dharma, en el cual se libra la batalla contra los vrttis (tendencias mentales) provenientes de los centros psíquicos inferiores.
Cada domingo, en cada Dharmacakra, en cuanto se coloca un pie en el jagrti (recinto de culto espiritual) y se ingresa al sa’dhana’ mandiira’ (espacio físico específico para realizar práctica espiritual), uno establece su a'sana o asiento psíquico en el anaha'ta cakra, y en profunda e intensa sa'dhana' asciende, por Su gracia, hacia los reinos celestiales superiores.
El Dharmacakra invita al uso de viveka (el poder discriminativo del vijina’namaya kos’a, correspondiente al anahata cakra), en relación a shreya (satisfacción permanente) y preya
(satisfacción temporal) cada domingo, ya que el aspirante espiritual debe elegir entre una de las dos.
Preya refiere a la atracción por el goce de objetos materiales burdos, y shreya significa atracción por la Realidad Última, anhelo espiritual.
Debemos recordar que preya el placer mundano sólo atañe al disfrute egoísta, y no es un medio para la realización espiritual (A’nanda Brahma plenitud), anhelo fundamental de todo ser humano.
La gratificación de los órganos sensoriales no proporciona expansión psico espiritual, sino todo lo contrario, contracción psíquica. Preya proporciona un gozo aparente/ilusorio y es, desde la perspectiva espiritual, un camino peligroso. “El camino de preya es un camino fácil, es por eso por lo que los seres humanos lo adoptan” [5].
Mientras que shreya la atracción por la Realidad Última conduce a la realización de Brahma (Dios) que es A'nanda, éxtasis de bienaventuranza, felicidad, gozo y paz de naturaleza permanente, el alivio del sufrimiento para siempre. Atracción por Dios es Bhakti devoción ; la elección de complacerlo a Él antes que al ego (siempre carente e insaciable) es señal de progreso, el cual es el resultado de haber llevado a la práctica el conocimiento teórico, eso deviene en sabiduría, un conocimiento obtenido por la experiencia propia de la práctica y madurez espiritual.
Misticismo y Dharmacakra.
Un segmento del Dharmacakra se denomina: Iishvara Pran’idha’na colectivo, nombre también de la primera lección de práctica psico espiritual en el sistema de Sahaja Yoga, en el culto espiritual tántrico de A’nanda Ma’rga
Iishvara significa “el Controlador Supremo” y Pran’idha’na significa “tomar refugio o entender claramente”. Iisvara Pran’idha’na es el movimiento con velocidad acelerada hacia el Refugio Supremo, Dios.
Esta acción espiritual es un movimiento psíquico introvertido. Mediante la práctica de meditación se realiza un esfuerzo metódico para redireccionar las propensiones mentales (vrttis) hacia su fuente, más allá del limitado sentimiento existencial, e ingresar en el aspecto infinito e ilimitado
Es un proceso psico espiritual. Este movimiento (de lo relativo a lo absoluto) da lugar al despertar de la fuerza de la divinidad latente (kula kuńdalinii), transportando la mente del sa’dhaka’ (practicante espiritual) al reino de la Consciencia Absoluta bienaventurada (Brahma), vibrando su mente con sentimientos de bienaventuranza extática trascendental (a’nanda).
Shrii Shrii A’nandamu’rti menciona (1957:58): “Las cualidades no expresadas comúnmente de las glándulas superiores encuentran expresión y la resonancia de la mente vibra el sistema nervioso. Esto da lugar al surgimiento de expresiones divinas que se experimentan en el cuerpo físico” [6].
La experimentación de los síntomas ocultos y la aparición de sus signos correspondientes no son la meta de la práctica de la meditación espiritual, sino que surgen como producto de la concentración de la mente individual en la ideación macro cósmica (Dios). Cuando el sa’dhaka’ desarrolla la capacidad de permanecer en la ideación de Brahma (Dios) por períodos prolongados, la experiencia se traslada al cuerpo mental y el cuerpo físico permanece en un estado de gran calma.
En la práctica colectiva de Iishvara Pran’idha’na las expresiones de estos síntomas de comunión suprema se dan en menor tiempo debido a la combinación de los esfuerzos mentales de los sa’dha’kas (aspirantes espirituales).
Conforme el sa’dhaka’ avanza en su proceso espiritual, obtiene profundidad volviendo a la mente más susceptible a las sutiles y poderosas ondas de vibración espiritual generadas por la práctica espiritual colectiva.
El Dharmacakra no es una reunión ordinaria. El estado interior de cada sa’dhaka’ le permitirá acceder a lo que sucede por debajo del ámbito de la superficialidad aparente. Para los practicantes espirituales serios, el Dharmacakra es una oportunidad única, imperdible e invaluable que determina la calidad de su desempeño en la vida, semana tras semana.
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Dharmacakra y fe.
Mientras que la realización espiritual es imposible sin la gracia del Guru, tal logro no sólo depende de la ayuda del maestro. El aspirante espiritual debe ganarse la gracia de su mentor: “ ésta (la gracia) no puede ser otorgada a un discípulo inmerecido. Para merecer su gracia uno debe seguir el
método enseñado por él (guru) con devoción y fe” [7]. El Dharmacakra es una oportunidad para depositar la confianza en el maestro, creerle y entregarse a su guía y promesa.
Shrii Shrii A'nandamu'rti (1957:61) con su inmensa misericordia nos muestra en dónde se haya el fin de nuestras tribulaciones:
“Nunca pierdas la oportunidad de hacer Iishvara Pran’idha’na (meditación) colectivamente. La indomable fuerza mental despertada como resultado del Iishvara Pran’idha’na colectivo les ayudará a resolver cualquier problema, pequeño o grande, en esta tierra.
Es por esta razón que debes siempre estar entusiasmado y atender celosamente el Dharmacakra semanal regularmente” [6].
En ocasiones la vida se encuentra llena de pendientes por resolver, responsabilidades importantes y obstáculos de todo tipo que pueden llegar a sobrepasar y/o abrumar al aspirante espiritual, pero son precisamente aquellos factores los que nos permitirán despegar espiritualmente, como reza el dicho popular: “ningún mar en calma hizo experto a un marinero”. En tales circunstancias desafiantes se pone a prueba la entrega y la fe en la palabra del Guru, en vez de no asistir al Dharmacakra y quedar a la deriva de sí mismo por 15 días, uno debe recordar que precisamente el antídoto para esas dificultades, pequeñas o grandes, yace en el Dharmacakra.
El Guru dijo que el Dharmacakra y la práctica de Pa’incajanya cargan bendiciones especiales; el primero bendice para toda la semana los esfuerzos por manifestar el “abordaje subjetivo y el ajuste objetivo”, y el segundo permite fluir en paralelismo psico espiritual diariamente sin mayores esfuerzos, acomodando y perfilando toda la existencia hacia el Desiderátum final desde los albores del amanecer.
Autor: Gáuṋgádhara deva
Edición: Parabhakti devi
CITAS:
[1] A’nandamu’rti S.S. Ananda Vacanamrtam parte 1 Discurso: “Encontrando la veracidad suprema”, 21 de Agosto 1978, Patna. The Electronic Edition of the Works of P.R. Sarkar Version 7.5. Publicaciones A’nanda Ma’rga.
[2] A’nandamu’rti S.S. A’nanda Ma’rga carya’carya parte 2
[3] A’nandamu’rti S.S., (1998). Sádhaná (Intuitional Practice). En Caryácarya part 2. India: A’nanda Ma’rga Publications.
[4] Shraddhananda A. A., (1987). Sixteen points: our fundamental duties. Ananda Nagar: A’nanda Ma’rga Publications.
[5] A’nandamu’rti S.S. Subháśita Saḿgraha part 3. Discurso: “Supreme Benevolence and Mundane Pleasure (Shreya and Preya)”, Caetra Púrńimá 1956, DMC, Patna. The Electronic Edition of the Works of P.R. Sarkar Version 7.5. Publicaciones A’nanda Ma’rga.
[6] A’nandamu’rti S.S., (1957). A guide to human conduct. Jamalpur: A’nanda Ma’rga Publications.
[7] A’nandamu’rti S.S. Indispensability of guru. A’nanda Ma’rga Publications.