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Acerca de la situación del IPS

Por Dr. Rubén Telechea

¿Por qué surgió el rumor de que cambiará su régimen?

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En los últimos meses volvió a circular el rumor acerca de la posibilidad (ya desmentida) de que el organismo de previsión social de la Provincia de Buenos Aires (IPS) cambiara su régimen armonizándolo con el de ANSES, en razón de que éste tuvo que socorrerlo financieramente. Para aquellos que no lo saben, el sistema jubilatorio de la provincia es sumamente ventajoso respecto del nacional, en gran medida porque el haber está atado al valor del salario del personal en actividad. La pregunta es por qué surgió el rumor. Esto fue porque la ayuda nacional fue necesaria debido a que el Instituto de Previsión Social presentaba un déficit muy considerable y en ascenso: en 2019 fue de 20 mil millones de pesos y eso arrastraría a 2020 a unos 30 mil. Se podría pensar que este problema es de larga data, pero no es así: el IPS llevaba más de 25 años de superávit continuo salvo un par de años puntuales, hasta que en la gestión anterior de la provincia se revirtió completamente su situación. Su último superávit fue en 2016, y a partir de allí el déficit se incrementó constantemente: mil millones en 2017, doce mil en 2018 y veinte mil en 2019.

UN POCO DE HISTORIA Para determinar cómo estaba el IPS hasta 2015, vale la pena hacer un poco de historia. Entre 1968 y 1997, primero se permitió por ley que el Estado se quedara con parte de las contribuciones que debían ser enviadas al IPS. Posteriormente los aportes previsionales no transferidos fueron desafectados en las leyes presupuestarias, es decir que

La relación entre activos y pasivos es en la actualidad de 2.55. En 2015 era 3.47 y más atrás en el tiempo llegó a ser 4. Según el IPS una relación adecuada debería ser en torno a 3.6.

dejaron de ser obligaciones a pagar para el gobierno. Por lo tanto, resulta difícil determinar si la caja era deficitaria, aunque no parecería ser la situación ya que se sustentaba sin problemas y tenía excedentes que prestaba a la provincia. A partir de 1998, por medio de la ley 12.150 el gobierno provincial comienza a entregar Letras de Tesorería a cambio de los excedentes del IPS (la posibilidad de emitir Letras Provisionales existía desde 1980). El funcionamiento es el siguiente: durante el ejercicio, la Tesorería General va enviando los fondos que el IPS necesita para su funcionamiento. Al cierre, se determina el resultado del organismo. Por los excedentes no entregados hasta ese momento la provincia otorga Letras Previsionales, que devengan un interés. Los saldos de estas Letras Previsionales, salvo un par de años, se fueron incrementando hasta llegar a 2017, segundo año del gobierno de María Eugenia Vidal, cuando comenzaron a achicarse para hacer frente al déficit que comenzaba a presentar el IPS. Trasladado a números: si la Letra a un determinado año era por ejemplo de $10.000 millones y ese año se generaba un superávit de 2.000, la Letra pasaba a ser de $12.000. Al dar déficit ocurrió lo contrario y el saldo de las Letras se fue consumiendo hasta quedar extinguido. ¿Por qué se produjo ese déficit? Por la combinación de dos componentes: disminución de la cantidad de aportantes y suba de beneficiarios de la jubilación. Como el gobierno provincial quería mostrar que bajaba la cantidad de empleados públicos, se recurrió en gran medida a incorporar personal como contratado bajo la figura de locación de obras o servicios. Así, si bien la cifra de empleados crecía, se podía decir que había menor cantidad porque los números que presentaban eran los de planta. Pero las características de esta modalidad de contratación, además de significar la precarización de los trabajadores, implicaba que los aportes no iban al IPS, sino a la ANSES por ser monotributistas. Justo es decir que esta es una práctica que ya venía de gobiernos anteriores pero que con el de Vidal se amplificó. Por otra parte, también para bajar las cifras de personal se alentaron las jubilaciones, en algunos casos anticipadas. “Como si eso fuera poco, se hizo circular un proyecto de reforma de la ley del IPS que hacía perder a los trabajadores sus conquistas, generando una avalancha de jubilaciones frente al pánico de perder esos derechos”, manifestó Eduardo Santín, actual titular del IPS. Consecuencia: bajó la masa salarial sujeta a aportes y contribuciones pero subieron los pagos del IPS. Por todo esto, la relación entre activos y pasivos es en la actualidad de 2.55. En 2015 era 3.47 y más atrás en el tiempo llegó a ser 4. Según el IPS una relación adecuada debería ser en torno a 3.6. Por el bien de los jubilados bonaerenses actuales y futuros, ahora queda por delante la tarea de revertir esta situación. Esperemos que se pueda lograr.

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