Masculinidades Día de las
Salud Masculina
Circuncisión masculina.
Campaña del Secretario General de Naciones Unidas Red de hombres por la no violencia contra las mujeres.
Igualdad laboral La pérdida de la experiencia. Un mecanismo para recuperarla.
http://www.fotopedia.com/items/flickr-3551574006
Febero 2013.
Academia Network Consulting Consultoría en Género
Directora General Dra. Ana Saloma Guitérrez Dierectora Editorial: Mtra. Mónica Ríos Saloma Director Creativo: César Augusto Pino Diseño Gráfico: Tacuche Estudio Stock de Imágenes: Fotolia SXC Fotopedia Tacuche Estudio Publicada Por: Gender, Academia Network Consulting S.C. Montecito 38, Piso 25 Oficina 15, WTC, Col. Napoles Ciudad de México Tel. (55) 90 00 33 96 Las opiniones vertidas en este gaceta son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten, y no representan necesariamente el pensamiento de Gender, Academia Network Consulting S.C. Usted es libre de compartir - copiar, distribuir, ejecutar y comunicar públicamente la obra. Bajo las condiciones siguientes: Atribución — Debe reconocer los créditos de la obra de la manera especificada por el autor o el licenciante (pero no de una manera que sugiera que tiene su apoyo o que apoyan el uso que hace de su obra). No Comercial — No puede utilizar esta obra para fines comerciales. Sin Obras Derivadas — No se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de esta obra. Para ver la licencia completa ir a: http:// creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/mx/ legalcode
Editorial Estimadas lectoras, estimados, lectores:
Este número de nuestra gaceta Día M está dedicado a la salud masculina. Hemos abordado temas como inclusión de personas con discapacidad y adultos mayores en relación con la Norma Mexicana para la Igualdad NMX-R-025-SCFI-2008, y el Modelo de Equidad de Género MEG. Por otra parte hemos identificado un tema que llama la atención no sólo por el fuerte debate internacional que ha suscitado, sino por las reflexiones que han llevado a profundizar en las experiencias masculinas frente a la circuncisión como medida higiénica preventiva. Confiamos en que la Gaceta Día M contribuya a facilitar la inclusión de las actuales políticas para la igualdad de género y a difundir diversas reflexiones en torno a las masculinidades contemporáneas. Como es usual, dedicamos nuestra gaceta a la querida memoria del Dr. Daniel Cazés Menanche, pionero en los estudios sobre masculinidades en México. Por una cultura de equidad de género
Mtra. Mónica Ríos Saloma Directora de Diseño de Soluciones Estratégicas Gender, Academia Network Consulting, S.C.
Contenido Porque el Día Naranja también es asunto de hombres 18 3 Editorial 6
La pérdida de la experiencia. Un mecanismo para recuperarla: Igualdad laboral entre mujeres y hombres, NMX-R-025-SCFI-2008 (Parte II y final)
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Salud Masculina Circuncisión masculina
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Reseña del artículo de Benno de Keijzer, Hasta donde el cuerpo aguante: género, cuerpo y salud masculina
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Conductas de riesgo, discapacidad e inclusión laboral
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Homosexualidad y Discapacidad: Un Laberinto
¿Por qué el día 13 de cada mes? Hemos tomado la fecha de nacimiento del Dr. Cazés Menanche (13 de Septiembre) para esta iniciativa, con el fin de rendirle un homenaje por
su gran trayectoria
profesional y humanística.
Academia Network Consulting Consultoría en Género
POR UNA CULTURA DE EQUIDAD DE GÉNERO
/ Alineación al Modelo de Equidad de Género (MEG) para certificación.
MISIÓN
/ Diagnóstico personalizado con perspectiva de género.
Primer firma que surge en México, por la necesidad de acom¬pañar a las instituciones públicas y privadas en la implementación del MEG, de la NMX-R=025 y el ISO 26 000 con perspectiva de género, para contribuir con el desarrollo de una cultura de equidad.
/ Acompañamiento en la incorporación de políticas de equidad de género.
www.genderanc.com
La pérdida de la experiencia. Un mecanismo para recuperarla: Igualdad laboral entre mujeres y hombres, NMXR-025-SCFI-2008 (Parte II y final) En el número de febrero de 2014 en nuestra gaceta del Día M, inicié la reflexión en torno a los derechos de las personas adultas mayores. En dicho artículo abordé brevemente las características históricas del crecimiento demográfico en nuestro país. Concluí afirmando que si los retos en la primeras décadas del siglo XX fueron los de mejorar las condiciones de vida de los mexicanos y las mexicanas; los del siglo XXI no eran menores, debido a que las respuestas que nuestra sociedad construya deben considerar las necesidades colectivas, pero también las específicas de cada sector. En el caso de las mujeres y hombres mayores de 60 años, tanto ellos y ellas, como sus experiencias y conocimientos constituyen un patrimonio de la sociedad que debe ser valorada.
Al revisar el cuadro que contiene los datos de las personas empleadas en el tercer trimestre de 2013, la información se organizó por grupos de edad y mostró lo siguiente: del 100%, el primer grupo con el 7% correspondió a las edades entre 14 y 19 años, el segundo grupo a los de entre 20 y 29 años con el 24%, el tercer grupo el de 30 a 49 años con el 46%, el cuarto grupo el de 50 a 59 años el 15% y finalmente el cuarto grupo el de 60 años y más el 8% (1).
En el tercer trimestre de 2013, la población total se estimó en 118,564,077 personas, de las cuales la población en edad de trabajar de 14 años y más se estimó en 88,151,969. A su vez se informó que de la Población Económicamente Activa (PEA) se reportó como activas 52,309,335. De éstas tuvieron empleo 49,578734 personas; los desempleados y las desempleadas alcanzaron la cifra de 2,732,601, (1).
Los datos duros proporcionados por la Secretaria del Trabajo y Previsión Social confirman una tendencia del mercado laboral de nuestro país: la de no favorecer la contratación de personas jóvenes, o que rebasan la edad de 50 años. Un reflejo de esta tendencia la podemos encontrar en los anuncios de empleos. En un sondeo rápido, que realicé el día 5 de febrero de 2014, de tres bolsas de trabajo publicadas por internet, cuando llegan a especificar dentro del perfil laboral el rango de edad se pide de forma preferente la edad entre los 20 y 35 años.
De acuerdo con la misma fuente, de las personas ocupadas desagregadas por sexo, arrojó la información que 30,608,980 fueron hombres equivalente al 61.7%, mientras que la cifra de mujeres ocupadas fue de 18,967,754, correspondiente al 38.3% del total de la PEA. (1)
Considerando los datos anteriores, es claro que las personas que tienen entre 20 y 49 años constituyen el 70% de personas empleadas, contrastando notablemente con los porcentajes de los otros rangos de edad, aún con el grupo que se ubica entre los 50 y 59 años.
Comparando los datos de desocupación por edad entre el tercer trimestre del 2000 y el tercer trimestre del 2013, éstos indican que para el rango de edad entre 50 y 59 años pasó del 4% al 8% (1). Estas cifras nos indican
1) Secretaria del Trabajo y Previsión Social; Subsecretaria de Empleo y Productividad Laboral. México; Información laboral; enero de 2014; http://www.stps. gob.mx/bp/secciones/conoce/areas_atencion/areas_atencion/web/pdf/perfiles/perfil%20nacional.pdf consultado 5 de febrero de 2014
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“Si se tiene 50 años o más, la pérdida del trabajo y el no encontrar un empleo formal tiene efectos negativos para el trabajador o la trabajadora y su entorno familiar, pero también afecta al resto de la sociedad” que personas que se encuentran todavía en edad de trabajar han sido expulsadas del mercado laboral por una u otra razón. En el caso del grupo de 60 años y más, el porcentaje de desempleados en el mismo periodo pasó del 2% al 3%.(1).
número de jefas de familia, y por tanto, sostén de su familia ha aumentado en nuestro país. Por otra parte se obstaculiza la independencia económica de las mujeres reproduciendo los esquemas de dependencia femenina y violencia en diversos sentidos.
Si se tiene 50 años o más, la pérdida del trabajo y el no encontrar un empleo formal tiene efectos negativos para el trabajador o la trabajadora y su entorno familiar, pero también afecta al resto de la sociedad. En este caso no me referiré al impacto económico, el cual es evidente para cualquier desempleado. En este ocasión, prefiero señalar que no sólo pierde el trabajador o trabajadora de este grupo de edad, también pierden, aunque no lo parezca, la organización laboral a la que pertenecía, debido a que la persona suele tener sobre su materia de trabajo una serie de conocimientos y experiencia ya sean estos formales y/o prácticos.
La Norma Mexicana Para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres NMX-R-025, es una herramienta que contribuye a alcanzar trabajos dignos y decentes, pero que también contribuye de manera significativa a generar ambientes laborales propicios, los cuales se traducen en elevar la productividad y la competitividad.
La empresa o institución pública que no retiene a su personal, tiene que generar un nuevo gasto en procesos de adiestramiento, además de correr el riesgo de fuga de información clave y/o confidencial. Los empleadores deberían considerar que el personal con más años suele demostrar mayor responsabilidad, compromiso, fidelidad y aprecio por su trabajo, debido a que conocen las dificultades que tendrían al perder su empleo. En nuestra sociedad, un valor importante es el del trabajo, tanto por lo que representa económicamente, como por lo que significa culturalmente. Se considera que una persona que trabaja hace aportaciones a su familia y la sociedad a la que pertenece; en contraste un desempleado, sobre todo si es varón, es considerado como alguien que no cumple con su rol de género, un fracasado, un mal proveedor. Si se es mujer, aparentemente la situación puede ser considerada no tan grave, pero en la realidad sí lo es, debido a que, el
Entre la normativa que le da sustento a la NMX-R-025, se encuentra la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, por la que se promueve empleos y trabajos remunerados, así como actividades productivas o lucrativas de las personas adultas mayores, de acuerdo a su oficio, habilidad o profesión, sin más restricción que su limitación física o mental (Secretaria del Trabajo y Previsión Social; Norma Mexicana NMXR-025 Para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres, México; versión pdf; 2009 http://www.stps.gob. mx/bp/anexos/igualdad%20laboral/2.%20Norma%20 mexicana%20para%20la%20igualdad%20laboral.pdf La inclusión en el mundo laboral de las personas mayores de 50 años y más, no debería considerarse como un riesgo de baja productividad, sino como una oportunidad de contar con personas que contribuyen a los grupos de trabajo con su experiencia, conocimiento, habilidades desarrolladas a lo largo de su vida laboral, compromiso y responsabilidad. Dra. Ana Saloma Gutiérrez Directora General Gender, Academia Network Consulting, S.C.
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Salud Masculina Circuncisión masculina
Mtra. Mónica Ríos Saloma Directora de Diseño de Soluciones Estratégicas Gender, Academia Network Consulting, S.C.
En los últimos años, principalmente en Estados Unidos, han surgido movimientos de hombres que se pronuncian en contra de la circuncisión masculina, cuando no hay una causa médica inminente que la haga necesaria por preservar la vida del recién nacido o el infante. En este artículo nos referiremos únicamente a la circuncisión que tiene lugar como un hábito médico considerado preventivo y que no responde a un inminente peligro para la vida del menor. Los participantes de los movimientos por la no circuncisión consideran que han sido sometidos a una cirugía médicamente innecesaria, la cual ha cobrado importantes facturas a su salud sexual y emocional. Por su parte el debate internacional ha tenido lugar a partir de consideraciones cuyo carácter toca ámbitos religiosos, médicos, psicológicos e incluso históricos, pues es un tema donde inciden diversos factores. En el ámbito médico las posturas a favor, remarcan una necesidad higiénica que contribuye a reducir los contagios de VIH, del Virus del Papiloma Humano – causante del cáncer cervicouterino en las mujeres-, así como de diversos padecimientos masculinos como cáncer e infecciones en vías urinarias. En el mismo ámbito, las posturas en contra de la circuncisión masculina sostienen que no hay una correlación causal entre la reducción de tales padecimientos con dicho procedimiento quirúrgico en sí. Más bien consideran que las mejorías reportadas se deben a una correcta higiene de los genitales masculinos, la cual bastaría para prevenir el amplio abanico de padecimientos tanto en hombres circuncidados como en aquellos que no lo están.
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La circuncisión ha tenido lugar desde hace varios milenios en lugares como África. En el antiguo Egipto se practicó y desde ahí se extendió al judaísmo y al islam, constituyéndose como una herencia del pasado. Pero en Europa, especialmente en el Reino Unido se extendió la práctica en el siglo XIX, al tiempo que en Estados Unidos, como una cuestión de civilidad y competencia científica. Hay que recordar que en los siglos XVIII y XIX en Francia (Foucalt, Michel, El nacimiento de la clínica. Madrid: Siglo XXI, 2007) tiene lugar un cambio en la concepción de la medicina, pues ésta se vuelve científica. Lo cual significa que lo importante es la detección y tratamiento de la enfermedad. Y para ello lo importante ya no es el paciente sino el órgano causante de la enfermedad. Así tiene lugar una “disección” del cuerpo humano en partes: los órganos, los cuales deben responder incluso de manera preventiva a una concepción particular de la salud. Pero como es un discurso médico cientifizado, éste permea a otros ámbitos como el social, al cual se aplica la visión y terminologías médicas. Así se comienza a hablar de una “salud publica” por la cual se toman acciones específicas, como la circuncisión masculina. Un ejemplo de ello es la esfera militar. Hay datos que señalan que fue durante la primera guerra mundial cuando se impulsó la circuncisión de hombres jóvenes, bajo la idea de que esto prevenía entre los soldados las tan temidas enfermedades venéreas. No hace falta hacer notar los dolores de la intervención, que muchos tuvieron que pasar. (1) En el año 1914 el médico Abraham Wolbarst llamó a circuncidar a los recién nacidos en general como una medida sanitaria, la cual fue aceptada en un contexto de cientificidad médica, donde el nacimiento de seres humanos ya no corría a manos de la tradicional partera, sino bajo la mirada atenta y supuestamente mucho más calificada del médico, considerado como un científico. Esto se sumó al interés de una salud pública que condenaba la masturbación y las relaciones sexuales como portadoras fatales del cáncer y la sífilis, haciendo de la circuncisión un asunto incuestionable y necesario. Y sin embargo es en Estados Unidos, en Gran Bretaña y en Alemania donde surgen diversos movimientos masculinos en contra de la circuncisión. Hay diversos testimonios de quienes recuerdan haber padecido esta intervención siendo niños, aún bajo la tutela de los padres y el terrible sufrimiento físico y psicológico que dejó profundas marcas en su afectividad. Otros señalan la intervención como innecesaria, una intervención que mutiló de por vida un órgano completamente sano de sus cuerpos, al cual se le extirparon terminales ner-
dejó profundas marcas en su afectividad. Otros señalan la intervención como innecesaria, una intervención que mutiló de por vida un órgano completamente sano de sus cuerpos, al cual se le extirparon terminales nerviosas que modificaron sus experiencias orgánicas y sexuales. Sin duda es un tema donde la ciencia deberá dirimir para señalar los beneficios y perjuicios de esta intervención para que las decisiones en torno a su aplicación sean tomadas a conciencia y bajo el principio jurídico internacional que señala el mejor interés del menor. Pero éticamente deberá hacerlo bajo una perspectiva que considere no “un pedacito de piel”, sino el entramado complejo de la afectividad masculina, reorientando su visión hacia la integridad de la persona. Por ello queremos reflexionar en torno a los aspectos que los varones sometidos a la cirugía están señalando, pues inciden profundamente en la subjetividad masculina, y en las percepciones que los varones tienen de sí mismos, cuando cobran conciencia de los efectos que estas cirugías tienen en sus cuerpos, su vida sexual, su historia personal y su afectividad. Primeramente señalan la incapacidad del recién nacido para negarse a ser sometido a la cirugía. Enseguida, consideran que no siempre se aplica anestesia,- sobre todo cuando la cirugía tiene lugar fuera del espacio clínico-, por lo cual el recién nacido debe ser sujetado de brazos y piernas para realizar el corte, el cual tiene lugar en una zona altamente nervada. Los gritos, movimientos y lágrimas del bebé desmienten la idea de que “no siente ningún dolor”. Cuando el niño tiene más edad, es claramente capaz de señalar la intervención con todos sus padecimientos. Por otra parte consideran que al haber sido sometidos a una intervención que ha eliminado la protección natural y necesaria del glande, éste se ve afectado de tal manera que debe ir cancelando su sensibilidad para evitar el dolor de su estar expuesto. Por ello muchos varones que forman parte de los movimientos en contra de la circuncisión consideran haber sido vulnerados en sus derechos humanos, al haber sido sometidos a tortura y mutilación. Las reflexiones en torno a la masculinidad -la cual es puesta en cuestión por la cirugía- no son menos dolorosas. Pasan por tópicos como la vergüenza por la mutilación vivida, como el sentirse “menos hombre” que los no circuncidados, el temor a la burla por parte de otros hombres al experimentar sentimientos de haber sido vulnerado y agredido por la cirugía. Pero también por el enojo de tomar conciencia de que en realidad no saben cómo es ser un hombre no circuncidado, pues para muchos la intervención ocurre en edades muy tempranas donde no hubo oportunidad para acumular experiencias que permitieran identificar las diferencias entre un “antes” y un “después”. Ahora bien, el peso de estas reflexiones no es menor, pues es conocida la importancia que nuestras sociedades han otorgado a los genitales masculinos, donde, recolectando las críticas contra las configuraciones culturales que hacen del apéndice masculino el epicentro del poder patriarcal -que supone subordinación para las mujeres-, no deja de ser también, el epicentro cultural de las configuraciones subjetivas de las masculinidades. Las cuales no por estar basadas en los genitales masculinos deben de ser necesariamente violentas. Consideremos la alternativa de las masculinidades no violentas, donde legítimamente los varones pueden declarar su inconformidad por la agresión que les supone esta cirugía, bajo el peso cultural que conlleva. Pero también bajo la luz de la historia, de las prácticas socio culturales que
han condenado a la sexualidad y han buscado reprimirla y controlarla, quizás como un ejercicio de poder sobre otros, de una masculinidad hegemónica que está siendo cuestionada en nuestro presente. Actualicemos la discusión y consideremos pues con vista amplia este tema. Sigamos reflexionando, escuchando las voces de los hombres que consideran haber sido mutilados y no minimicemos ni ridiculicemos el sufrimiento masculino. Pues si la ciencia corrobora (y conste que es un condicional y no una recomendación) que basta con una higiene cuidadosa y con los métodos mecánicos -como el preservativo- para reducir las enfermedades de transmisión sexual, el cáncer masculino, el femenino, el VIH y las enfermedades urinarias, entonces, profundicemos en una mejor y mayor educación sexual: una educación para la responsabilidad sexual, el cuidado de sí y de la pareja. Una educación que permita evitar a tantos hombres el sufrimiento de una intervención cuyos resultados bien podrían obtenerse por vías que no atenten, paradójicamente y en aras de la salud que pretenden preservar, contra ésta misma: contra el cuerpo, la sexualidad y la psique de los varones.
1) (http://www.historyofcircumcision.net/index.php?option=com_content&task=category&sectionid=8&id=73) Consulta realizada 8 Febrero 2014.
2) http://leslieparke.com/blog/wp-content/uploads/2011/01/Florence-David-Michelangelo.jpg Consulta realizada 2014-02-07
3) http://www.malecircumcision.org Apud. Global map of male circumcision prevalence at country level (PDF, 1.36 MB), as of December 2006 (WHO, 2007). Consulta realizada 2014-02-07
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Conductas de riesgo, discapacidad e inclusión laboral Tradicionalmente la discapacidad motriz ha sido una causa de rechazo tanto para hombres como para mujeres en el mundo laboral. Diversos prejuicios pretenden sostener la descalificación para cubrir diversos perfiles. Sin embargo, tras los esfuerzos internacionales por promover la no discriminación y la igualdad de trato se han ido abriendo oportunidades para la inclusión, para respetar y hacer valer el derecho de las personas a una vida digna: tanto para las personas que han nacido con discapacidad como para personas que han padecido algún accidente o enfermedad y que les ha llevado a la discapacidad. Esto es de gran importancia, pues desde un punto de vista que considera la salud masculina como un asunto de género, es posible señalar que los estereotipos tradicionales de masculinidad promueven conductas de alto riesgo, así como aquella conocida resistencia frente al dolor y las afecciones de vario tipo. Por lo mismo las posibilidades de que los varones padezcan discapacidades provocadas por accidentes o por enfermedad son altas. Por esto es imprescindible la promoción de alternativas para la configuración de subjetividades masculinas, donde las conductas de riesgo sean valoradas objetivamente: es decir,
no como “hazañas” que hagan que los hombres se sientan reconocidos, valorados y con estatus social, sino como las imprudencias que pueden llevarles (o a terceros, seres queridos o desconocidos y desconocidas) a una silla de ruedas. De la mano con la necesidad de señalar lo imprudente de las conductas de riesgo y las alternativas que los varones pueden generar para construir masculinidades sensatas y no violentas, se entrelazan las políticas públicas promotoras de inclusión. El Modelo de Equidad de Género, desarrollado por el Instituto Nacional de las Mujeres en su sección 4.3.4.1. , inciso c, señala como responsabilidad de las instituciones: Realizar una revisión de las instalaciones de la institución y de los perfiles de puestos mediante un análisis de factibilidad documentado que considere la posibilidad de contratar en el futuro a personas con algún tipo de discapacidad.
Más allá de ser “buenas intenciones”, diversas experiencias internacionales han mostrado la viabilidad de la inclusión de personal con discapacidad. En España, por ejemplo, hay bolsa de trabajo dirigida a personas con discapacidad en el entendido de que no necesariamente la persona queda incapacitada totalmente, sino que sus facultades le permitirían desarrollar actividades que le reporten ingreso económico y beneficios de desarrollo profesional, impactando positivamente en su calidad de vida y en el entorno social donde se ubica. Pero la inclusión beneficia no solamente a quien padece discapacidad en el ejercicio de su derecho al trabajo, a una vida libre de violencia y a la no discriminación, sino que beneficia también a las organizaciones y a la sociedad. Las organizaciones pueden contar con las capacidades, experiencias y habilidades de las personas, más allá de sus limitantes y la sociedad se beneficia de la integración comunitaria.
Y en el inciso d) Apoyar y fomentar acciones concretas, con perspectiva de género, para la inclusión de personas con algún tipo de discapacidad en la institución. Mtra. Mónica Ríos Saloma Directora de Diseño de Soluciones Estratégicas Gender, Academia Network Consulting, S.C.
Reseña del artículo
de Benno de Keijzer, Hasta donde el cuerpo aguante: género, cuerpo y salud masculina En la última década del siglo XX, las investigaciones sobre las masculinidades, con perspectiva de género, han avanzado a nivel internacional y nacional. En el caso de México, dichos estudios se han realizado por destacados investigadores como son el caso del Dr. Daniel Cazés Menache, o del Dr. Nelson Minello. Afortunadamente a los esfuerzos de los pioneros en el tema se han sumado otros investigadores y se han conformado grupos de trabajo, como es el caso de Salud y Género Asociación Civil, de la cual es fundador e integrante Benno de Keijzer, autor del artículo reseñado, quien tiene una formación en medicina, antropología social, salud mental y comunitaria. Gracias a esta formación, el autor está en posición de ofrecernos una 12 Masculinidades
rica y compleja explicación sobre el cuerpo y salud masculina. La salud es un tema que desde tiempos inmemoriales ha preocupado a todas las personas de todas las sociedades y culturas. Dicho tema ha sido abordado y desarrollado desde diversos ángulos conforme a los conocimientos que se poseen. Indudablemente los aspectos biológicos y físicos tienen una gran relevancia para explicar el proceso de salud/enfermedad, pero éstos no son los únicos aspectos que deben considerarse. Los aspectos sociales, históricos y culturales conforman también ámbitos que deben tomarse en cuenta para un comprensión holística del fenómeno. Un acierto del autor comentado, es
que introduce la perspectiva de género con respecto a la construcción social de la masculinidad, pero no se conforma con hablar de la masculinidad en general, sino que introduce un matiz importante al señalar que existe una masculinidad hegemónica y masculinidades subordinadas. Otro matiz que introduce De Keijzer, es el que indica que hay que hablar de masculinidad en plural, es decir masculinidades. Ello permite dar cuenta de la diversidad que está condicionada por la clase social, la nacionalidad, la edad, la orientación sexual y un largo etcétera. La reflexión que realiza el articulista en torno al cuerpo masculino y el trabajo, se basa en la investigación que ha realizado por 10 años sobre las masculinidades vistas desde la
salud. Al realizar su observación con perspectiva de género encuentra que la relación entre trabajo y cuidado de la salud es contradictoria, debido al papel que juega la centralidad del trabajo en la construcción de la identidad masculina, la cual se refuerza con su papel de proveedor de la familia. Es así que el cuerpo es vivido por los varones para satisfacer dichos fines. Derivado de la situación antes descrita De Keijzer, considera que: “[…] el autocuidado, la valoración del cuerpo en el sentido de la salud es algo casi inexistente en la socialización de los hombres. Al contrario, el cuidarse o cuidar a otros aparece como un rol netamente femenino, salvo cuando se es médico y se decide sobre la salud ajena […]” (Ben-
no de Keijzer, Hasta donde el cuerpo aguante: género, cuerpo y salud masculina, p. 5, versión electrónica en pdf. http://www.espolea.org/ uploads/8/7/2/7/8727772/masculinidades.pdf consultado 8 de febrero de 2014). Otros temas desarrollados en el articulo comentado son los de la concepción que tienen los varones sobre su cuerpo y la incidencia que tiene sobre sus procesos de socialización; la masculinidad y la vida emotiva incluyendo la violencia; los hombres, la sexualidad y la reproducción. Finalmente realiza un balance de los dilemas y retos en el trabajo con los varones. Sin duda, este es un trabajo de investigación y análisis que abre cami-
nos de reflexión y que nos permite avanzar con conocimiento de causa sobre un tema que nos atañe por igual a hombres y mujeres: la salud masculina. El texto completo puede consultarse en su versión electrónica formato pdf en la siguiente dirección http://www.espolea.org/ uploads/8/7/2/7/8727772/masculinidades.pdf
Dra. Ana Saloma Gutiérrez Directora General Gender, Academia Network Consulting, S.C.
Masculinidades 13
Homosexualidad y Discapacidad: Un Laberinto Las reflexiones sobre homosexualidad siempre han despertado sentimientos controvertidos, ya sea por la lectura negativa que la sociedad reproduce acerca de las personas homosexuales o por los tabús que envuelven su cotidianidad. Si a esta situación le sumamos una condición de discapacidad, entonces estamos frente a una doble discriminación. Este planteamiento fue publicado en la revista Moxow, en diciembre de 2009 y escrito por David Garva, quien reflexionó acerca de la condición de las personas con 14 Masculinidades
discapacidad y que asumen una vida homosexual. En 2005, Jesús González elaboró un ensayo sobre las personas LGTB con discapacidad, calificando de doble exclusión la homosexualidad en una persona discapacitada. Este escenario genera una serie de problemas de aceptación social, ya que existe un trato desigual que se genera a partir de una visión distorsionada por parte de los grupos mayoritarios y supuestamente normales, que obedecen a un estereotipo so-
cial, el cual forma parte de una constante heterosexual-normal. Si a esta situación le sumamos los problemas originados en los espacios escolares, en los centros de trabajo, y las continuas luchas por el reconocimiento de los derechos como ciudadanos, tenemos entonces que existe un pleno rechazo fundamentado en una concepción retrograda que encasilla a la homosexualidad como una enfermedad y a la discapacidad como sinónimo de asexualidad.
Las personas con discapacidad han sido consideradas durante mucho tiempo seres asexuados, la aceptación y desarrollo de la sexualidad, en especial de la homosexualidad, resulta mucho más compleja para las personas con discapacidad. Se encuentran en una especie de laberinto de barreras físicas y mentales, ignorados socialmente. Resulta más difícil superar cualquiera de los retos que plantea la vida cotidiana, ya sea desde una silla de ruedas, desde el silencio, desde las sombras o desde cualquier otra dificultad física y neurosensorial. Por otra parte, la sexualidad afirma Jesús González, se relaciona con la juventud y el físico, y es común dejar fuera de toda discusión los sentimientos sexuales de una persona con discapacidad, es decir, se ignora el afecto, las emociones, el tocar y se convierten en una conversación impropia. Se pasa por alto que el desarrollo sexual de las personas con discapacidad merece la debida atención para lograr integrar la afectividad en estas personas, estableciendo una adecuada comunicación con las familias y los profesionales que les atienden a lo largo de su vida.
siste en encontrar un lugar en la sociedad”, esto debe estar ligado a todos los ámbitos de una persona y a través del acceso a la cultura y el ocio, ser capaces de desarrollar sus capacidades y aficiones. Realmente dentro de esa aceptación, las personas deberían de darse la oportunidad de conocer a sus semejantes, de conversar con ellos, de experimentar y compartir emociones; las diferencias entre los seres humanos pueden ser grandes o pequeñas depende solamente de la forma en que decidamos observarlas. Los cambios importantes se generan a partir de compromisos colectivos en donde la base de la convivencia humana se construye sobre fundamentos sólidos que promueven el respeto hacia nuestros semejantes y nos dignifica a nosotras, a nosotros mismos.
Se debe trabajar en madurar los parámetros psicológicos fundamentales como la autoestima, para aumentar la seguridad en sí mismos, perdiendo los miedos de salir al mundo exterior, a la vida social, para lograr avanzar en todos sentidos, para cada vez acercarse más al logro de vivir y experimentar una vida sexual a la que tienen derecho. Una propuesta para luchar contra la doble discriminación, es promover como solución según González, la aceptación, “que con-
Lic. María del Carmen Schleske Directora de Diseño en Estrategias Educativas
Gender, Academia Network Consulting, S.C.
Visi贸n Young boy playing with his homemade toy A young boy playing with his homemade toy while his mother attends a meeting between women involved in community activities supported by the Danish Refugee Council (DRC). Paoua, north-western CAR, 18 May 2008. Photo of The Humanitarian and Development Partnership Team in the Central African Republic http://www.fotopedia.com/items/flickr-2530974146
Porque el Día Naranja también es asunto de hombres
Red de hombres por la no violencia contra las mujeres. Campaña del Secretario General de Naciones Unidas Men must teach each other that real men do not violate or oppress women– and that a woman’s place is not just in the home or the field, but in schoolsand offices and boardrooms –SECRETARY-GENERAL BAN KI-MOON Comprender que los varones son clave para promover masculinidades no violentas y detener la violencia contra las mujeres, ha sido fundamental. Es por ello que la campaña del Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres considera las alianzas y sinergias que los varones pueden construir para, como grupo, sumarse a los esfuerzos por la equidad de género y la no violencia. Esta iniciativa de Naciones Unidas reconoce las formas en que los estereotipos de masculinidades violentas son aprendidos por los pequeños que están expuestos a las conductas que les caracterizan. Y, ellos, al no encontrar un referente que les indique no sólo lo inadecuado de la violencia sexista sino, las alternativas posibles para dar lugar a otro tipo de masculinidades, se ven inmersos en la réplica de un círculo de violencia que se extiende y se reproduce. Sin embargo muchos varones inconformes con las violencias que generan los estereotipos de masculi18 Masculinidades
nidades sexistas, o , como bien señala el documento de esta iniciativa, lastimados por las violencias padecidas por mujeres que les son entrañables, han buscado promover cambios. Y estos cambios tendrán una mayor incidencia si se benefician del apoyo de otros varones comprometidos.(1) Las posibilidades son diversas y sin duda, éstas son y serán, un respaldo esperanzador, pues el sabernos apoyadas en nuestra ruta hacia una vida digna y libre de violencia por los hombres mismos -amigos, colegas, desconocidos, personalidades y figuras de los diversos ámbitos-, nos fortalece y reconcilia. Nos hace saber que nuestro dolor no cae en el vacío , pero sobre todo, que más allá de lamentar las violencias, han tomado parte activa enseñando a otros hombres, a los niños, que otro mundo es posible.
Mtra. Mónica Ríos Saloma Directora de Diseño de Soluciones Estratégicas Gender, Academia Network Consulting, S.C.
1) (The Secretary’s-General Network of Men Leaders. UN Department of Public Information, DPI/2546A, November, 2009. URL. http://endviolence.un.org/factsheets.shtml)
CERTIFICADO DE ADHESIÓN CAMPAÑA DEL SECRETARIO GENERAL ÚNETE PARA PONER FIN A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
El Secretariado Regional de la Campaña del Secretario General Únete para poner fin a la Violencia contra las mujeres encargado de coordinar e implementar diferentes acciones para la erradicación de la Violencia contra las mujeres a lo largo de toda la región de Latinoamérica y el Caribe bajo 3 pilares específicos de trabajo, Alto a la impunidad: Adopción de medidas para proteger a las mujeres y a las niñas de la violencia. Ni una más: Fortalecimiento de las Acciones de Prevención. Es Responsabilidad de todos y todas: Concientización multisectorial y de amplia incidencia en la vida pública.
Hace constar que: Gender, Academia Network Consulting se adhiere y apoya la Campaña del SG ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres, para lo cual se compromete a impulsar las siguientes acciones: 1. Continuar con la publicación gratuita de la gaceta electrónica mensual digital de Día Naranja, en donde además de difundir la campaña Únete, se tratan tópicos referentes a equidad de género y cultura de paz. 2.- Abrir una sección en la gaceta digital gratuita mensual Día M, que se centra en temas de masculinidades, gaceta en la que se enlazará con el Día Naranja al abrir una sección cuyo título tentativo es: “ El día naranja también es asunto de hombres” 3.- Realización de foros gratuitos para difusión de las actividades de la campaña Únete. 4.- Abrir nuestras páginas de nuestras gacetas a personas interesadas en contribuir con sus materiales a la difusión de la campaña Únete. Los artículos serán dictaminados por el Comité Editorial.
Nadine Gasman Directora Regional del Capítulo para América Latina y el Caribe de la Campaña del Secretario General, ÚNETE para poner fin a la Violencia contra las Mujeres.
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