Discurso de Juan Manuel Abal Medina Mar del Plata, 13 de abril de 2012 Compañeras, compañeros buenas tardes a todos, ya casi noche… Quería pedir en primer lugar, como empezó a decir José (Ottavis), pero estaría muy bueno si podríamos bajar un poco estas luces, y subir para provechar un poco el ámbito y poder vernos un poco las caras, y también subir las otras para que no se duerman todos mientras yo hablo. La verdad que es una verdadera alegría para mí un verdadero orgullo, cuando Diego (Bossio) me invitó a venir a un ámbito como éste, primer encuentro de este tipo que hace GESTAR, obviamente fue un recordatorio, un fuerte recordatorio, como significó ver esta foto, como significó recordar esa reunión… Creo que fue en el Congreso, en el Consejo de Chaco, cuando se resolvió crear este ámbito. Las ganas que Néstor ponía, como muy poco después hizo aquel acto en el que se presenta esta fundación, y mostraba un poco la naturaleza de este dirigente, de este conductor que tuvimos la enorme suerte histórica de tener, que fue Néstor. En ese mismo momento, mientras teníamos que reconstruir la fuerza política, después de esa situación tan dramática, ese mismo momento que iba recorriendo el país, que iba reuniéndose con líderes sociales, juveniles, gremiales, empresariales a lo largo y a lo ancho de la Argentina; en ese mismo momento en sus ratos libres se dedicaba a UNASUR, y arreglaba la guerra entre Venezuela y Colombia, o corría para frenar un golpe de Estado en Ecuador. En esos momentos se dedicaba, trabajaba, y pensaba la importancia de tener un ámbito de debate y encuentro de propuestas como este. Por eso obviamente, y lo he hablado con Diego (Bossio) era una obligación de todos y particularmente los que tenían esas tareas adelante, que este ámbito funcionara, porque es el legado, es su legado, hacia el Partido, es su legado hacia el peronismo, es su legado hacia la política, es uno de tantos legados que uno tiene la obligación moral de tomar y llevar adelante. Y tiene la obligación moral, justamente si algo nos enseñó Néstor y si algo nos demuestra todos los días Cristina, es que la política y me atrevo yo a decir el peronismo, básicamente consiste en hacer las cosas. Nuestra diferencia en política, en términos sustantivos y reales, es que nosotros lejos de enunciar, hablar, teorizar los problemas… tenemos un problema y lo que hacemos es resolverlo. Y creo que eso es lo que muestra la diferencia política y lo que logró hacer que esta Argentina que parecía destinada a pasar a la historia, a desaparecer casi como un país medianamente relevante hace menos de diez años, volviese y hoy ocupa el lugar que ocupa entre los países del mundo. Porque todos esos discursos, y todas esas teorizaciones chocan siempre con esa frontera que es la realidad, las mejores ideas, y esas mejores ideas desde el año ‘83 en adelante, seguramente muchos tuvieron, chocaron porque no podían llevarse a
la práctica, porque nadie vino y tuvo adhesión política y decir los problemas, están para ser resueltos, porque la política consiste centralmente en eso, en resolver esos problemas y obviamente ¿por qué no se resolvían los problemas?, ¿por qué uno no quería?, no, sino porque obviamente como bien los saben todos ustedes, cuadros formados que tienen experiencia en gestión, resolver los problemas cuesta, hay que enfrentarse a intereses, nada es gratis en la vida. Y cuando uno quiere resolver problemas más grandes, intereses más grandes tiene que tocar, y cuando uno quiere resolver los problemas de un país vaciado, destruido, liquidado, justamente tiene que pelear necesariamente con esas grandes corporaciones que una y otra vez en su miseria y en su egoísmo, terminaron de hundir a la Argentina por sus propios intereses. Hoy como pocas veces digo, queda claro, y porque queda claro, porque lo vemos casi de una manera patética, cuando los intereses absolutamente nacionales, como puede ser Malvinas, como puede ser una empresa Argentina de petróleo, problemas de esta naturaleza, vemos a estos intereses que ya se les cayeron las máscaras ya no intentan decir que tienen una mejor manera argentina de arreglar los temas, ¿y ya ahora qué hablan? Prácticamente cuando hablan del tema Malvinas, ¿qué diferencia hay cuando hablan los Kelpers?, ¿qué diferencia hay? Esa tapa vergonzosa del diario La Nación, del mismo 2 de abril, que en su tapa era un canto , una herejía, creo …yo me fijé… no hubo ningún diario británico que pusiera una tapa como esa, ningún diario británico puso una tapa con la ceremonia de los Kelper ¿por qué? porque justamente están demostrando lo que siempre fueron, que prefieren sin ninguna duda manejar a su antojo un país pequeño empobrecido, con una pequeña minoría que se queda con todo que soportar ser un interés más en la política. Y esa es la maravillosa etapa que inauguró Néstor Kirchner en el 2003 y que hoy tenemos la enorme suerte de poder ver y sentir todos los días con una dirigente, con una líder como dijo José (Ottavis), con una conductora, como me atrevería a decir yo, de la Patria como es Cristina Fernández de Kirchner; porque ella día a día nos demuestra cómo se hacen estas cosas, y se demuestran en las cosas más pequeñas y más concretas. Reitero, no estamos hablando de grandes teorizaciones, de grandes discursos, estamos hablando que hacer política y hacer política del peronismo, hacer política del kirchnerismo es resolver los problemas; trabajar todos los días para transformar la realidad en beneficio de las grandes mayorías populares. Un pequeño ejemplo de ahora, de estos minutos habrán escuchado ayer a la presidenta en un discurso que también tocó un tema muy importante como es la industria cárnica pero que tocó un tema de bastante interés, que es el precio de la yerba y amenazó concretamente: vamos a poner la ley de
abastecimiento. Hoy el ministro siguiendo sus instrucciones, dijo: Y también vamos a cerrar las exportaciones de yerba. Bueno, hace unos minutos las empresas tuvieron que firmar un compromiso garantizando que van a llevar la yerba en el precio que corresponde a todos los supermercados. Esto es peronismo, esto es kirchnerismo, esto es política, no es hacer teoría de cómo deberíamos resolver el problema, o llorar porque hoy no podemos resolverlo o porque no tenemos capacidad. No, esto nos demuestra Cristina todos los días. Hay un problema, se soluciona. Y creo que cuando ella habla y dice “ojo que si no lo arreglan no vamos a dudar en poner la ley de abastecimiento” , es porque justamente el que está escuchando sabe que es verdad, porque justamente lo que nos enseñó Néstor, lo que nos demuestra Cristina, es que la política tiene que ver con perder el miedo, entender que nosotros los dirigentes, los que hacemos política, que cumplimos funciones en el Estado, no podemos ser simplemente los temerosos de los poderosos de turno, los que le vamos a pedir plata, los que le pedimos que nos trate bien, los que vamos una notita que me ponga la foto para quedar más o menos lindo, esa cosa tan patética y miserable, que fue lamentablemente, se construyó la política en la década del ‘90. De todo acá no vamos a hacer culpa de nadie, porque fue una tendencia casi global, que se exacerbó en Argentina, y que ponía al político clásico como un mendigante. ¡Uy por favor dame la notita!, ¡uy por favor, dame los pesitos que necesito para tal cosa!, y después esos mismos que te venían a manguear te mataban cuando no servías más, te destruían… No nos mintamos, todos sabemos lo que se transformó la política en ese momento, una política importante, una política sin ninguna capacidad de transformar la realidad, una política que miraba con terror a ver qué decía o no dijo ya Magneto, el monopolio Clarín. Les pasará a muchos de ustedes, conocerán, leer el diario local a ver si me decía que yo hice tal cosa o tal otra, o si yo miré tal acuerdo o tal manera, esa política vergonzosa en la que iba cayendo en su propia impotencia, iba siendo una política que cada vez tenía menos capacidad de resolver las cosas. Yo uso este ejemplo siempre, pero es muy ilustrativo. Si había un problema con las escuelas o los hospitales públicos, ¿intentaban resolverlos? No, lo descentralizamos, se lo tiramos arriba de las provincias. Había un problema con las empresas públicas que estaban quebradas, destruidas, es cierto, ¿intentaban resolverlas? No, las privatizamos. Había un problema de regulación, porque las viejas regulaciones ya no servían, ¿qué hacemos, intentamos un nuevo marco regulatorio? No, desregulamos una y otra política que se implementó del 80 al 90. Fue la propia negación de la política y obviamente en todos los terrenos. Ni hablar en las políticas pensando en cómo se juzgaba los responsables del terrorismo de Estado, esos intentos
valiosos del alfonsinismo al principio, pero ya después no es un problema, se revelan qué hacemos, indulto obediencia debida, punto final. Una y otra vez esa política fue ahogándose a sí misma, y terminó como termina un país en el cual la política no articula los intereses sociales. Ese país termina como terminó la Argentina en el 2001; ese país supuesto terminó con las 14 cuasi monedas, la pobreza del 50% de la población, la desocupación gigantesca, los compañeros cortando la calle porque justamente no había más país, y en ese momento lo que se perdió al perder la política, esa política impotente que tanto quería construir, terminó haciendo que no hubiera más Estado, y en la Argentina desapareció el Estado. Recordémoslo, había provincias que decían, quizás hay alguno acá de Neuquén, pero un gobernador que planteaba la posibilidad de irse de la Argentina, buscar otra cosa. Había los otros que no tenían posibilidad de separarse, hacían cola para tener la ciudadanía española, la italiana, la polaca o cualquiera que me permitiera huir corriendo de la Argentina. Ese desastre no fue casual, ese desastre tuvo que ver con que justamente la política había renunciado. Desde la muerte del General Perón en adelante, desde el año 74 en adelante, había renuncia a la capacidad de tomar la tarea difícil costosa desagradable de regular la sociedad, que es la pelea por la que la política existe. No hay otra cosa que fundamente que esto existe, que es la política. La política necesariamente tiene que tomar esa tarea, y obviamente que va hacer desagradable y obviamente que como lo dijo ya el General nadie hace una tortilla sin romper algunos huevos. Es obvio lo que pasa que en la Argentina… los intereses corporativos, las grandes corporaciones, núcleos de poder, se habían acostumbrado que desde el año ‘74 hasta el año 2003 ya nadie le regulaba nada y entonces no estaban dispuestos a tolerar nada. Las corporaciones de poder creen que gobernaban la Argentina. Recordemos o no todo lo que se decían en ese momento, lo que decía alegremente o libremente alguien como Magneto… ese cargo era más importante que el del presidente, ¿se estaba vanagloriando? ¿Se estaba mintiendo? No, era la realidad. Si con tres tapitas volteaban un gobierno, ¿cómo no iba a tener esa realidad? Ni hablemos de presidentes para abajo, esa impotencia de la política, esa incapacidad de la política es lo que se construyó, y justamente cuando llegan y tenemos y esto también hay que decirlo en el año 2003, esa enorme suerte histórica, porque fue una suerte, no había una gran construcción gremial social, estructural. Nosotros, el Partido, el peronismo venía golpeadísimo, peleado todo el mundo destruido, no había un algo ahí. Tuvimos una enorme casualidad histórica, una enorme suerte histórica, que llegaran desde allá lejos del sur dos personas, dos compañeros, dos peronistas que venían creyendo eso, que la política tenía que ser otra cosa y que si la política no era otra cosa, la Argentina no tenía futuro. Y desde el primer día antes de empezar, cuando ese escribano
le plateó el pliego de condiciones al entonces presidente Néstor Kirchner, ahí se resolvió lo que se iba hacer, porque lo que le decía el escribano no era un invento de la Nación; lo que le decía el escribano era el abc del establishment. Lo que el conjunto después en la Argentina decía, ¿y se acuerdan que decían? “Hay que aumentar inmediatamente las tarifas, porque si duran un mes más acá desaparecer la Argentina”, eso lo dijo en el 2003. ¿Cuántos años estuvieron congeladas las tarifas desde entonces?, y esto suena fácil, pero para todos esos simpáticos que hablan de lo que es la corrupción, piensen la cantidad de escenas, de miles de millones de dólares que perdieron cada una de esas grandes empresas de servicios públicos, porque hubo un gobierno que dijo “están congeladas”; habría que hacer las cuentas, ¿pero cuánto será esa cuenta?, eso es decisión política. Esas empresas perdieron sus miles, ciento de miles de millones de dólares, porque hubo una decisión política de un gobierno que dijo: no, van a seguir congeladas porque la Argentina está destruida y necesitamos que se levante. Entonces se definió y se hizo. Piensen sino lo que significó en ese momento, que estaba ese pliego del escribano, pero también en la cabeza de la enorme mayoría de los políticos y funcionarios incluso de ese gobierno, cuando Néstor dice “vamos hacer la quita de la deuda y esa quita va hacer del 75%”, piensen lo que significaba eso, ¡una locura!, nos quedamos afuera del mundo, no volvemos nunca más, es imposible, impracticable. Esta idea, este conjunto de idea con cada una de las decisiones políticas que se fueron tomando, habla exactamente de lo mismo. Hubo un gobierno, una decisión política; hubo una definición política de perderle el miedo, de saber que esas grandes corporaciones que creían que gobernaban la Argentina eran en buena medida tiras de papel porque habían construido su poder con la mentira; habían construido todo su poder con es extraña exclusividad de que siempre hablan de lo político y ellos estaban afuera, nadie sabía. Lo han dicho muchos compañeros centrados en este proyecto, muchos no sabían quién era Magneto, ni importaba quien era Magneto en el año 2003 porque justamente desde las sombras, sin tener que ir a buscar votos, sin tener que buscar legitimidades, cómodamente y permanentemente digitaban los destinos del país mientras obligaban a los políticos a pelearse todos los días a generar confianza, ganar credibilidad. Lo que es peor, entrar en esa carrera de pelar por la popularidad. El gran elemento que tenían los políticos en el año de los 90 para tener poder era popularidad, cuánto mido, mido más, mido dos puntos más dos puntos menos. ¿Ustedes se lo imaginan a Perón midiendo su popularidad? ¿alguien se lo puede imaginar? ¿se imaginan a Evita haciendo un estudio de popularidad a ver si medía más o menos que Noemí Alan? , increíble porque la popularidad era algo de los actores, de los actrices; era algo que los medios han gobernado. Pueden poner una tapa más fea o más linda, hablar de una
cosa o de otra, etcétera. La política siempre fue otra cosa y eso es precisamente lo que desde el año 2003 estamos demostrando nosotros. Que perdiéndole el miedo a las corporaciones y apuntando siempre a hacer lo que corresponde y no lo que conviene, apuntando siempre a gobernar a favor de los 40 millones de argentinos pero especialmente de las grandes mayorías populares, así se construye poder social, así se construye fuerza política como planteaba José (Ottavis) recién antes, que es la necesidad política de seguir realizando. Construyendo de alguna manera o paradójicamente, una de las claves del éxito de nuestro proyecto fue que ellos no se lo esperaban, cuando en el año 2003 Néstor lo echa al escribano, el escribano habrá dicho: me hecha para hacerse el malo, quizás en vez de subir la tarifa el mes que viene, va a tardar dos meses o cuatro , para hacerse el demagogo, o en vez de decir ya mismo que no va a juzgar ningún responsable del terrorismo de Estado, va a esperar que la Corte diga no se qué, no se cuanto. No esperaban lo que vino, porque lo que vino fue esa decisión una y otra vez sorprendiéndolos, una y otra vez a ellos, sorprendiendo a la Corte cuando dijo si no me dan la perpetuidad rápidamente, tiro la asimétrica abajo. ¿Cualquier otro gobierno qué hubiera hecho hasta entonces? Néstor logró que una decisión política, porque justamente demostró y nos demostró y le demostró a la Argentina que vamos en serio que hacemos política en término de lo que nos corresponde, lo que hay que hacer, no lo que nos conviene, no lo que es más útil, no lo que nos da más popularidad mañana, que las encuestas lejos de ser una guía de acción son simplemente una foto, y que es la decisión política la que transforma las encuestas; es la decisión política la que transforma la sociedad. Me acuerdo con un pequeño ejemplo de esto cuando, discutíamos el tema del matrimonio igualitario era una discusión fuerte, ¿saben cuánto daba cuando veíamos con Néstor las encuestas?, cuando venían asustados a mostrarles las encuestas, ¿saben cuando daba matrimonio igualitario, en el conjunto del país?, 40 a favor 60 en contra. Una foto. ¿Hoy saben cuánto da esa misma pregunta? 95 a favor 5 en contra, ¿por qué? Porque es una foto. Cuando uno deifica, cuando uno cosifica esos datos, termina siempre siendo esclavo de lo que existe, y lo que existe es lo que nos están intentando hacer creer esos grandes medios de comunicación, que es lo único que se podía hacer. La capacidad de la política es transformar esa realidad, esa es la definición, imagínense si Perón hubiera tenido que hacer una encuesta si votaba o no el estatuto del peón rural en la Argentina en ese momento, con los medios que había y demás. Obviamente que no. Ese espíritu de transformación política, ese espíritu de cambio, es el espíritu genuino del peronismo, del kichnerismo, de la política, que es básicamente eso que los argentinos habíamos olvidado y por eso la brutal agresión que venimos sufriendo desde el momento en el cual ellos creían que ya se había terminado, creían que el primer gobierno de Néstor había sido una etapa de crisis
profunda, de caos y transformación, pero con Cristina iba a venir una nueva etapa mucho más tranquila, una etapa que muchos de los otros gobiernos decían moderación institucional, de tranquilidad. Y desde ahí, y no es nada paradójico sino absolutamente lógico, en adelante cuando Cristina asumió y demostró que lejos de eso venía a profundizar este modelo de cambio y transformación. De ahí la brutal adhesión cuando con todo el poder nos tiraron arriba en el año 2008 sobre toda la cancha, con todo. Ahí fue que nos dimos cuenta lo que era el poder cuando ya no tenían medias tintas, cuando ya no era una tapa de Clarín. Era cuando nos bloquearon las pantallas, cuando nos transformaron en mala palabra, nos inventaban que éramos distintos de lo que somos, cuando nos dejaron solos, cuando muchos de los que habían sido los más chupamedias y más pro nuestros salieron corriendo como unas ratas. Y lamentablemente para ellos tuvimos esa enorme capacidad política, eso que contaba José (Ottavis), cuando en esos momentos más duros Néstor decía “estamos bien y vamos por todo y seguimos para adelante”, logramos demostrar que la verdad, logramos ganarla y que justamente volvieron a sorprenderse, ¿pero por qué?, porque ante la adversidad hicimos todo lo contrario a lo que dicen todos los manuales, opinólogos y editoriales de diario. ¿Que hicimos en ese momento, cuando vino la crisis y la hipotética traición de Cobos y tantos otros para no hacer solo hincapié en el vicepresidente, que era lo lógico?, frenar discutir, moderarnos. En ese momento histórico fuimos por más, recuperamos Aerolíneas y reestatizamos los fondos de los trabajadores, las AFJP. Obviamente que no lo van a perdonar a Amado (Boudou), porque Amado tuvo una idea en ese momento que fue la clave de la construcción del neoliberalismo en los ‘90. Muchos pueden haber hablado del neoliberalismo como un relato y con muchos discursos progresistas que se dicen ahí, pero Amado tuvo la idea y fue quien transformó, la convenció a Cristina, lo convenció a Néstor y fueron los que transformaron.. ¿y qué hubiese sido de la Argentina en el año 2009 sin esos fondos?, ¿cuántos argentinos hubieran perdido todo?, ¿cuántos hubieran perdido la jubilación, el trabajo?, ni hablar de las netbooks , la asignación universal. Pensemos el trabajo que se hubiera perdido, ¿por qué?, porque nuevamente lo mismo, que es lo que hay que hacer, esto ¿es muy difícil? Seguro nos vamos a pelear con todo el mundo, pero ¿por qué lo vamos hacer?, porque corresponde. ¿Saben cuánto estaban las encuestas a favor con las AFJP?; 70-30 , 70 en contra y 30 a favor. Imagínense cualquier otro político si no hubiera tenido esa suerte de tener a Néstor y Cristina ahí sentados: 70 – 30 ni loco, no yo no lo hago ni por puta, olvídense, ¿y qué pasó?, lo hicimos y como me recuerda Diego (Bossio) hoy por hoy esa misma pregunta da 70-30 al revés porque obvio que es así, porque son datos que nuestra propia acción, nuestra propia convicción, nuestros propios ideales, nuestra propia fuerza militante permiten transformar la realidad. Y así fuimos en
ese momento, recuérdenlo, y por ahí esta Lucas que fue uno de los encargados del tema de los trabajadores. Están dejando sin trabajo a todos los jóvenes de la JP, salían llorando todos los días, era terrible. Obviamente que eso iba a ser así, pero tuvimos la definición política, el coraje político y la suerte histórica de tener en ese momento sentada en ese despacho a Cristina y no a cualquier otro político. Fuimos y lo hicimos. Es más, seguimos en ese rumbo y en el peor año de la economía del mundo, en el peor año de la economía argentina en toda esta década que fue el año 2009, obviamente tuvimos el resultado que tuvimos, a lo que habría que sumar y recordar también varias traiciones, porque parecía que el proyecto había terminado, que ya no tenía más sentido, etc. Y obviamente después de ese resultado electoral, no digo cualquier manual de política, cualquier manual de sentido común, que decía, bueno ahora ya está, se termino el peronismo, ya está, bueno ahora vean cómo negocian para lograr llegar al fin del mandato diciendo si guarda todo lo que ustedes quieran. Y nuevamente en ese momento, no me voy a cansar de repetirlo, porque me tocó tener esa enorme suerte de vivirlo, de hablarlo con Néstor, a los pocos días de ese domingo, creo que fue un miércoles o el jueves, ¿y Néstor ahora? “¡Juan Manuel ahora vamos por todo, ahora vamos por la ley de medios”! y lo dijo y lo hizo y lo hicimos, y todos vimos cuando se hizo esa votación en Diputados, y en el Senado, cuando se levantaban las manos y no podíamos creerlo. Lo que era imposible fue una decisión política del momento. De máxima debilidad lo realizamos, lo logramos lo hicimos. Imagínense cómo nos van a entender. Es imposible que nos entiendan porque una y otra vez fuimos por más; porque una y otra vez cuanto más querían asustarnos, menos miedo le teníamos; cuanto más nos amenazaban con tapas, con escraches con cosas así, más les perdemos el miedo; porque justamente eso es la clave de lo que nosotros estamos protagonizando. Por eso Compañeros y Compañeras a no confundirnos, a tener muy en claro que esos patéticos ya casi dan risa. Cuando uno lee que todos los editoriales de los diarios la semana pasada decían: Amado (Boudou) está solo, sólo lo apoyan un Jefe de Gabinete por ahí pero después todo el resto del gobierno, no lo quiere; tendría que ser Cristina como Dilma, valiente que hechó a todos sus ministros, no. No hacemos reitero las cosas por lo que conviene, hacemos política por lo que corresponde. No venimos acá a la historia a buscar cargos, a buscar migajas, a buscar complacer a los poderosos; venimos a transformar, venimos a cambiar de una vez y para siempre esta historia argentina. Y lo que es peor para ellos es que lo estamos logrando. Ayer Cristina mostraba unos chocolates que se hacían en otro país, ahora esos chocolates Milka se hacen en Argentina, estamos transformando la Argentina en cada uno de estos ratitos. Cuando uno veía a los trabajadores que veían a
los dirigentes y a los secretarios generales desde un extremo a otro, digamos los que están más para un lado y más para el otro, todos sentados ahí aplaudiendo en conjunto porque desde la CTA estaba Yasky y del otro lado estaba Viviani Cabalieri, y estaban todos ahí y, ¿por qué estaban todos ahí? Porque estaban los jóvenes ahí, los dirigentes sindicales. Porque esto es peronismo, porque esto es el Proyecto Nacional, porque esto es lo que estamos construyendo compañeros, un proyecto para los 40 millones de argentinos. Esto es lo que estamos construyendo, esa es la diferencia histórica que estamos marcando, esto que suena tan simple y que una y otra vez. Nos lo dice nuestra presidenta, es construir un país para 40 millones, que suena fácil, pero construir un país para 40 millones, es lo que hablaban ellos dos antes, es la sintonía fina ¿por qué? porque significa que uno tiene que aceptar que no necesariamente todo lo que quiere lo va a tener; que no es que todas las partes, todos los grupos… justamente construir un país en el que todo seamos algo en beneficio a lo colectivo. Esa es la comunidad organizada, esa es la construcción de un proyecto nacional, un proyecto en el cual en vez de pelearnos entre nosotros hoy y que mañana explote todo devuelta seamos capaces que antes que nada está el conjunto de la Argentina, y para eso tenemos que trabajar, tenemos que ser responsables, tenemos que ser mejores en nuestra militancia, en nuestra tarea militante, en nuestra formación todos los días. Y esto creo yo que es el signo de esta época que estamos viviendo. Por eso a no confundirnos, porque la realidad Argentina es muy clara, nos pueden decir lo que quieran y nos pueden inventar las tapas que quieran, pero como bien decía nuestro fundador: la única verdad lo sabremos es la realidad, y Argentina fue el tercer país del mundo que más creció el año pasado, compañeros. Después de China y la India vino Argentina fuimos capaces estos años de ser uno de los países que más creció en el mundo pero a la vez fuimos uno de los pocos países del mundo en el que se redujo la desigualdad. Estamos logrando lo que desde el ‘74 parecía imposible que es generar crecimiento con igualdad social. ¡Eso es peronismo compañeros! crecimiento con igualdad social, eso es lo que estamos haciendo y eso es lo que se está viendo en la Argentina en términos concretos, reales, en una economía como en la que estamos viviendo, difícil, compleja como la economía de este año. Estamos logrando mantener el empleo el trabajo, los recursos, el nivel de actividad, con mucha gestión, con mucho esfuerzo y hay que pelear a los poderosos pero eso no se los pelea desde las palabras fuertes, no se los pelea desde el discurso más bonito, se los pelea en la gestión, haciendo normas, sacándolas, aplicándolas y para eso hace falta GESTAR. Hace falta Gestar para seguir construyendo con nosotros, con los otros espacios militantes con los otros espacios de gestión, esa sinergia que nos
permita reconstruir ese funcionamiento del movimiento nacional. Con Cristina podemos volver a hablar y debemos volver hablar de lo que es el movimiento nacional que es el gran contenedor de todos este conjunto de prácticas, en la cual uno también veía empresarios que a algunos se los veía mas y a otros se los veía menos contentos, pero también grandes sectores de una burguesía nacional que parecía ser una pieza de museo, era algo casi ridículo en los ‘90, y ahora estamos viendo que cada vez hay más empresas, más empresarios que apostaron a este modelo y están generando ese crecimiento. Eso es recuperar el movimiento nacional y son esas cuestiones de lo real porque como bien decía José antes, lo que realmente a ellos le preocupa, frente a esta recuperación de la política, es cómo volvieron los jóvenes. Los jóvenes no volvieron a la política en el 2003, 2004 o 2005 cuando todo parecía andar bien, cuando muchos nos apoyarían pero de afuera, ¿cuando volvieron? Cuando vieron que esto iba en serio, cuando vieron que Néstor y Cristina cuando vieron que mas allá de la conveniencia iban e iban por todo y seguían creando en base de los ideales y volvieron los jóvenes, los trabajadores, los empresarios, los investigadores y volvió la Argentina. Justamente eso es lo que les preocupa porque nunca en la historia y recordemos para atrás, nunca en la historia argentina, un proyecto Nacional, un proyecto popular, había llegado a la década. Siempre se habían encargado de liquidarlo antes porque cuando se pasa de la década esto se corporiza. Ya hay sectores, hay gente acá en la Argentina que tiene su empresa, hay trabajadores que viven de eso, hay gente que cobra la Asignación hay gente que tiene la jubilación, hay gente que sabe sus derechos. Ese nunca menos que quedo tan claro frente a la muerte de Néstor, ese agradecimiento que había. De acá no nos bajamos y es lo que realmente les preocupa. El liderazgo de Néstor y como Cristina y especialmente para ella después de construir juntos desde el amor, la pasión y la fuerza, las ganas que le pone permanentemente. Esto lo que estamos construyendo, no debemos avergonzarnos, debemos estar muy contentos, felices de lo que estamos haciendo, estamos haciendo historia, estamos escribiendo esas páginas, que son las mismas páginas que nosotros leíamos cuando agarrábamos los viejos manuales quinquenales y lo leíamos casi con orgullo. Estamos construyendo esas mismas páginas heroicas, nuestro presente de hoy. Esa misma construcción heroica de una reconstrucción de la Argentina y cuando un país se reconstruye y toma la decisión, después ya van a poder hacer lo que quieran, pero no van a poder cambiarlo y ellos lo saben y por eso la desesperación. Se quitan las mascaras y ya recurren a todo. Ayer nos querían asustar con un ministro de industria español que hablaba de Varsovia. Daba risa que nos quieran correr y asustar teniendo en cuenta la situación económica en la que están. Nos hablan desde la desesperación porque ellos
saben muy bien que cuando hay una definición política, cuando hay una construcción política de esta naturaleza y cuando hay un conjunto de actores y un proyecto nacional en marcha y cuando tenemos esa enorme suerte histórica de tener una conductora de un movimiento nacional, una conductora de un proyecto nacional con un pueblo atrás, no tenemos limites, no tenemos techo y podemos seguir generando y construyendo y militando independientemente de lo que digan y de lo que hagan. Depende totalmente de nosotros, depende que podamos militar, gestionar, trabajar esforzando todos los días más para seguir construyendo, con enorme alegría y esperanza, este hermoso país que todos los días podemos vivir y tener esa certeza que tantas veces hemos perdido de saber que vamos a construir nada más ni nada menos un país mejor para nuestros hijos. Hace 40 años el argentino sabía que el futuro iba a ser peor. Uno preguntaba en cualquier encuesta y se decía que el pasado fue mejor, la educación pública fue mejor en los ‘50, la industria, la economía de los ’60. Por primera vez tenemos esa enorme suerte y responsabilidad histórica de saber que estamos construyendo un futuro mejor y cuando uno habla de construir un futuro mejor lo que está hablando es nada más ni nada menos que construir un país, estamos construyendo la Argentina, estamos generando Argentina, estamos haciendo Argentina. Esa es nada más ni nada menos la tarea, la magnitud de la tarea que tenemos colectivamente por delante. Por eso quiero volver a felicitarlos por este encuentro. Y porque como me decía antes Diego, la idea de ir a Mendoza, a Chaco, a varios lugares de la Argentina, nos permite recuperar eso que decía Néstor de ir a todas las provincias para entender lo que es realmente esta Argentina, esta hermosa Argentina federal. Quiero volver a felicitarlos por esa tarde y volver a comprometerlos, a no tener miedo, a no quedarnos en las cosas chiquitas mirando a ver si conviene hacer una u otra cosa. Tenemos que olvidarnos de esas pequeñeces porque, compañeros, esas pequeñeces no hacen la historia. La historia las hacen cosas muy distintas. La historia que a nosotros nos gusta es una historia muy distinta y es lo que estamos haciendo. Tengamos esa suerte y salgamos con el trabajo de hoy y con el trabajo de mañana, con mas certeza que nunca que estamos reconstruyendo la Argentina, que somos capaces que nadie va a frenarnos y que si seguimos claramente por esta senda vamos a terminar de transformar en realidad esa Argentina más grande, más justa, más soberana por la que tanto peleamos pero hoy estamos alcanzando con fuerza, con ganas, con trabajo. ¡A seguir militando, discutiendo, estudiando, formándonos con ejemplo de Néstor! ¡Con Cristina vamos para adelante y sigamos haciendo historia para las mayorías populares! ¡Muchísimas gracias!