Discurso de Mariano Recalde. Mar del Plata, 14 de abril de 2012 Buenos días a todos. Muchas gracias por la invitación. La verdad es que es un honor enorme estar al lado del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, que hace poco estuvimos juntos allá en Resistencia. Y por supuesto con el amigo Diego Bossio, con el que compartimos no solamente la política sino también tareas de gestión. Les decía que es un honor y un orgullo, para mi es fundamental y muy importante, por eso celebro cada vez que hay una reunión de una organización política, una organización pensada para transformar la Argentina. Se reúnen cuadros a pensar, a discutir, a tirar un poco la pelota y formarse, capacitarse y proyectar. Creo que estamos en una etapa donde es fundamental la formación política y en particular la formación técnica política. Siempre lo urgente nos distrae de este tipo de actividades tan importantes pero este año, que no es un año electoral, nos permite tener un poco más de tiempo. De todas maneras ustedes saben que entre la gestión, la militancia, la política, a veces relega este tipo de encuentros pero que son fundamentales para pensar a la Argentina. Nosotros, la generación del bicentenario, una nueva generación de la Juventud Peronista le agregamos una estrofa más a la marcha. Como lo hicieron otras juventudes en su época, en otro momento, nosotros le agregamos una estrofa que dice que resistimos a los ´90. Esa estrofa está cargada de muchos significados. Nuestra generación venía de los 90, de una etapa de resistencia, de resistir al neoliberalismo que se profundizaba. Pero hay que comprender que estamos en una etapa distinta. Estamos en una etapa de reconstrucción, la reconstrucción del país, que es una etapa mucho más difícil que la de resistir. Es la etapa de solucionar nosotros los problemas, no inventar o denunciar a los que no queremos. Esta etapa que comenzó el 25 de mayo de 2003 tuvo muchos cambios, pero creo hay uno que es fundamental que es el rol del Estado. En 2003 recuperamos un Estado protagonista, un Estado presente, un Estado activo, un Estado que es el motor de las transformaciones, promotor de la igualdad, de la redistribución. Un Estado que es completamente distinto al Estado neoliberal. En la concepción que este gobierno hace del Estado hay una diferencia de 180 grados con el que nos dejó el neoliberalismo.