Historia del cartel
Un ambicioso repaso a los carteles más famosos de la historia y un peregrinaje a través de los estilos que han ido marcando las tendencias en diseño gráfico.
ÂżTe suena alguno de estos carteles?
Tienen que sonarte. Tienes que haberlos visto, o bien los originales o sus cientos de adaptaciones y copias, en libros de historia, en museos o en lรกminas en tiendas de decoraciรณn.
El cartel como soporte ha sido ideal para observar los estilos que a lo largo de la historia reciente han ido marcando distintas tendencias en d i s e ñ o g r á f i c o. U n r e p a s o q u e demuestra el poder de la comunicación desde una pared, obras de los pioneros del diseño gráfico que crearon símbolos de protesta o de lucha obrera convertidos ahora en iconos de causas perdidas y hasta en accesorios de moda o estampados.
Y es que desde nuestra cultura popular nos hemos apropiado, sin piedad, y vaciado de contenido aquello s i co no s cu ltu rale s que fueron d iseñados en mo mentos h i s t ó r i co s m u y co n cre to s. H a n p e r d i d o p a r t e d e e s e v a l o r, despojados de su carácter comercial o bélico en algunos casos, pero nos sirven para trazar un recorrido por el diseño gráfico de antes, para entender el de ahora.
E c h e m o s la v i s t a at r á s, hasta finales del siglo XIX y la llegada de la litografía m o d e r n a al m u n d o d e l car t e l, u n a r e v o l u c i ó n tecnológica que permitió que las reproducciones se pudiesen imprimir de forma masiva, rápida y económica.
El pintor francés ToulouseLautrec (1864 - 1901) es uno de los primeros referentes históricos del cartelismo o de lo que hoy conoceríamos como diseño, al poner sus obras al servicio de fines comerciales, e intervenir sus dibujos con lo que ahora llamamos lettering (tipografía dibujada a mano).
Moulin Rouge La Goulue (1891) era el cartel que anunciaba el mĂtico local parisino, a la vez que destacaba las actuacio n e s, a ritmo de can can, de una de sus musas, La Goulue.
Es el salto del Postimpresionismo al Diseño Gráfico, un puente e nt re e l ar t e y e l d i s e ñ o publicitario, con la función del cartel centrada en el mensaje y un punto de vista que empezaba a virar hacia la importancia de la comunicación y no tanto de únicamente la estética.
Y
ahí
e s taban
ávidos
co m o
cl ie nte s
lo s
dueños de estos locales que pedían carteles para pro mocio nar
sus
espectáculos, por eso se centraban
en
la
temática del cabaret que tanto locales N o i r,
f recuentaban, como
Le
y
Chat
i n m o r tal i z ad o
como cartel en 1896 por Steinlen (1859 - 1923).
S i g u i e n d o c o n ej e m p l o s d e cartelerĂa modernista tenemos que hacer una parada en Alphonse Mucha (1860 - 1939), el pintor  y decorador de origen checo que con sus anuncios, normalmente al servicio de bebidas o productos caros y lujosos como la absenta o el champagne, hizo g rande el tĂŠrmino Art Nouveau (Modernismo).
El origen del cartel moderno se remo nta a e s to s i n co n f u n d i b le s carteles de mujeres fumando o bebie ndo para anunciar papel de fumar o vermouth, como el caso de Job que en 1896 definió la “mujer Mucha”.
La mujer en la obra de Alphonse Mucha
El catalán Ramón Casas (1866 - 1932) fue uno de los máximos exponentes de este tipo de carteles modernistas desde B a r c e l o n a , pro mocio nando marcas como Anís del Mono en 1898.
Este cartel, impreso en Barcelona fue encargado a Ramón Ca sa s para publicitar el Sanatorio d e l D r. Ab re u, e n la Bonanova, especializado en el tratamiento de la sífi l is. El cartel del ar t i s t a s e c o n v i r t i ó p r o n to e n u n i c o n o emblemático de la sífilis en el cambio de siglo.
Las guerras han sido histรณricamente un buen terreno para el cartel como medio de difusiรณn de propaganda de los bandos.
Uno de los primeros en calar en la sociedad norteamericana fue el I want you for the US Army de 1917 diseñado por James Montgomery Flagg (1877 - 1960) para reclutar tropas para la Primera Guerra Mundial y que rápidamente pasó a ser símbolo del patriotismo nacional, reeditado dos décadas después durante la Segunda Guerra Mundial y hoy día carne de memes de todo tipo, desde reclamo de tunas universitarias hasta camisetas de Star Wars.
En 1925 el polifacético escultor, pintor, fot ó g r afo y d i s e ñ ad o r A le k s a n d r Ró dchenko (1891 - 1956) fir maba Lengiz para la Imprenta Estatal de Leningrado, donde una chica de clase obrera animaba a sus camaradas a cultivar la mente en un ya legendario cartel del Constructivismo ruso donde se mezclaba tipografía contundente, g e o m e t r í a s y f o t o m o n t a j e s p ar a d e m o s t r ar q u e e l ar t e d e b í a s e r funcional y no seguir atado a los medios tradicionales.
Un caso que une la parte más romántica del Mo dernismo y tradiciones francesas con el Constructivismo ruso es el de la película Metrópolis (Fritz Lang, 1927) donde el diseñador del cartel trabajó por primera vez to do tipo de soportes p u b l i c i tar i o s p ar a d ar al larg o m et r aj e u n a i d e nt i d ad cohesionada.
El escenógrafo ruso y diseñador de v e s t u ar i o y d e car t e le s B o r i s Ko ns tantino vitch Bilinsky (1900 1948) recibió el encargo en 1927 para realizar todos estos materiales para Metrópolis, así que en pocos meses tuvo listo to do un despliegue de campaña que iba de sde d is tintos o r i g i n ale s a a d a p t a c i o n e s p ar a car te ler í a , l i b reto s, p o s tale s, programas, anuncios de prensa o encartes para revistas de la época en distintos mercados.
El movimiento Art Decó fue el que tomó el relevo del Modernismo, de auge hasta 193 9, donde arquitectura, d iseño de interiores, diseño gráfico o ind u s tr ial se viero n i n f lu e n c i ad o s p o r e s ta corriente.
Po d e m o s d e s t a c a r, p o r cercanía, el cartel comercial del fertilizante Nitrato de Chile de 1929, diseñado por el madrileño Adolfo LópezDurán Lozano (1902 - 1988) al desembarcar la empresa en Europa.
Uno de los aciertos de la compaĂąĂa fue ponerlo en las casas que daban la bienvenida de los pueblos, con azulejo valenciano, de ahĂ que algunos sobrevivan en la actualidad, y haya si do a sum i do e n la cultura popular del campo e incluso reinterpretado.
E s te e s t i lo d e c Ăł d e la d ĂŠ cad a d e 193 0 s e h i z o fuerte en Valencia, ciudad que aglutinĂł por entonces a a l g u n o s d e l o s m ej o r e s cartelistas, que al llegar la guerra se pusieron al servicio de la propaganda militar.
El valenciano Arturo Ballester (1892 - 1981) firma, entre otros, Loor a los Héroes en 1934, obra clave del cartelismo republicano con su propio y característico estilo heredado de las va ng u ar d i a s, cre ad o p ar a la C o n f e d e r ac i ó n N ac i o n al d e l Trabajo en apoyo a las fuerzas republicanas del aire rememorando la figura de Ícaro.
Otro ilustre valenciano del cartelismo, Josep Renau (1907 - 1982) firmarĂa en 1935 un histĂłrico cartel para la ciu dad de Valencia, el anuncio del balneario Las Arenas.
El mismo año que Renau firmaba s u car t e l p ar a La s A re n a s, Adolphe Cassandre (1901 - 1968) diseñaba el cartel comercial del transatlántico Normandie, de la naviera Co mpag n ie Générale Transatlantique para quien el francés, de origen ucraniano, ya había realizado en 1931 carteles y pub lici dad para otro de su s buques, L’Atlantique.
Populares carteles de este estilo de entreguerras con inconfundibles recursos para vender los que eran los barcos más avanzados del momento, y con los que Cassandre reivindicó la función del cartel que conocemos hoy en día, como e le m e nto d e co m u n i cac i ó n, transmisor de mensajes y no como obra pictórica o de arte.
De Cassandre serĂan tambiĂŠn las famo sa s ser ie s de Dubo, Dubo n, Dubonnet o el logotipo de Yves Saint Laurent.
Uno de lo s d iseño s más minimalistas de este histórico repaso, ante s de llegar al diseño suizo, es el cartel Keep Calm and Carry On con el que, en 1939 y ya en plena Segunda Guerra Mundial, el Ministerio d e I n fo r m ac i ó n B r i t á n i co ale nt a ba a s u s t r o p a s a aguantar los bombardeos nazis.
Un cartel que en su día fue poco utilizado, pero se redescubrió en el a ñ o 2 0 0 0, y d e s d e entonces es habitual en forma de meme circulando por redes sociales.
Otro icono de nuestra era moderna basado en un cartel histรณrico es el We Can Do It! de 1942, un cartel de J. Howard Miller (1918 - 2004), e m p le ad o d e la W e s t i ng h o u s e Electric & Manufacturing Company, para incentivar a las mujeres a re al i z ar lo s t r a baj o s q u e lo s hombres dejaban al ser alistados para la Segunda Guerra Mundial.
Ho y e n día e s tá a so ci ado a movimientos feministas, pero ha si do u na carg a añad i da a posteriori y que no fue la intención inicial (por cierto, apenas estuvo un par de semanas funcionando en las calles), ya que al volver de la guerra los hombres recuperaban sus puestos. No obstante, es la historia de la creación de un icono cultural moderno.
Como hemos visto, el cine ha sido históricamente otro caldo de cultivo interesante para la p r o l if e r a c i ó n d e ar t i s t a s gráficos y de aplicación de corrientes y tendencias gracias al cuidado visual con el que d eter m i n ad o s d i re cto re s mimaron sus películas.
Es el ca so de la obra de Jacques Tati, con un cartel icónico que es el de Mon Oncle diseñado por Pierre Étaix (1928 - 2016) en 1958, quien conoció al director francés unos años antes y colaboró en tareas de guión y co mo asis tente de dirección.
Pero si hay u n no mbre ligado al diseño en el cine es el del norteamericano Saul Bass (1920 - 1996), quien revolucionó la industria con s u s car t e le s e i n c l u s o diseñando títulos de crédito hoy en día aún magistrales (y sin los medios de ahora).
E l car t e l d e AnatomĂa de un asesinato (Otto P r e m i n g e r, 1959) es to da una lecciĂłn de simpl i ci dad y complejidad al mismo tiempo, donde queda definido el estilo de Bass.
El diseĂąador fue tambiĂŠn responsable de otros carteles inconfundibles en colaboraciones posteriores con Alfred Hitchcock.
Saul Bass definió como nunca antes se había hecho la identidad de una película, desarrollando no sólo el cartel sino a d a p t a c i o n e s a m at e r i ale s promocionales de la película, toda una campaña de marketing con piezas que ni siquiera hoy en día se conciben. Hizo branding de cine en lo que es un brillante caso de estudio.
Inevitable alto en el camino para mencionar el diseño suizo, con Josef Müller–Brockmann (1914 1996) como uno de sus máximos exponentes y de quien podríamos quedarnos con toda su obra, pero destacaremos su trabajo para la cartelera del Stadttheater, Teatro Nacional de Suiza en Zurich, diseñado en 1959.
El estilo suizo o escuela suiza, también conocido como Estilo Tipográfico Internacional, fue el gran revulsivo del diseño de mediados del siglo pasado y es seguramente la corriente que más ha influido al diseño actual de occidente, con sus tipografías neutras, su uso de las retículas, su claridad y su legibilidad.
Volviendo al cine, esta vez al e spaño l, Mac Góm e z Quibús, (1926) que diseñó el cartel de El Verdugo (Luis G ar c í a B e r la ng a , 19 6 4 ) dotando así a la película de uno de los mejores carteles que pasó a la memoria de la cinematografía patria.
Mismo caso que el maestro del diseño español Cruz N o v i l lo ( 193 6 ) co n E l espíritu de la co lmena (Víctor Erice, 1973) y La escopeta nacional (Luis García Berlanga, 1978).
P o r s u p a r t e , Ó s c a r M a r i n é ( 1 9 5 1 ) d ej ó e n car te le s co m o e l d e la pelícu la Tier ra (Ju lio Medem, 1996) su genial sello que recuerda a toda una corriente de diseño gráfico español aplicado a cine, portadas de discos o libros.
En 1960, el fotógrafo Alberto Korda i n m o r t al i z a ba a C h e G u e var a . S u fotografía no daría la vuelta al mundo hasta ocho años después, ya muerto el Che, cuando el irlandés Jim Fitzpatrick la retocó y usó en un cartel que recogía to da la fuerza y simbo lismo revolucionario, muy utilizado como símbo lo de protes ta es tu d iantil en E u ro pa (s o b re to d o d e Lo nd re s a Irlanda y de Francia a Holanda) pero también una de las imágene s más explotadas de la historia con todo tipo de fines.
Andy Warhol no dudó en incluirlo e n s u re p er to r i o d e ro s t ro s a serigrafiar en serie y en el Museo de la Revolución de Cuba es la estrella del merchandising. Aunque realmente fue un año antes, en 1967, cuando el cartelista polaco Roman C i e s le w i c z ( 193 0 - 19 9 6 ) h i z o la primera adaptación de la foto de Korda en una obra llamada “Che” Si, expuesta en el MoMA de Nueva York.
A u n q u e c u at ro d écad a s s e p ar a n ambos retratos convertidos en cartel, puestos en díptico es inevitable no encontrar similitudes entre la imagen del Che y el diseño de Shepard Fairey (OBEY,1970) para la campaña de 2008 de Barack Obama (HOPE). Ambos p ote nte s i co no s, am b o s tam b i é n reinterpretados hasta la saciedad y con importante carga política para llegar e influir a las masas.
Volvemos a las salas de cine, en e s te caso a los fabu losos, nostálgicos y a menudo sobrevalorados ochenta, la época d o r ad a d e l car t e l i s m o d e lo s taquillazos. Y es que la aplicación pictórica de retratos de todo tipo (hoy en día se utiliza fotografía) llenó las carteleras exportada desde Estados Unidos al resto del planeta.
En el caso de Tiburón (Steven Spielberg, 1975), el d iseñador Ro g er Kastel crea uno de estos carteles históricos, de gran fuerza conceptual que transmite parte de la ansiedad de la película.
Y si hubo un ilustrador que se ins taurĂł en el imaginario de las pelĂculas ochenteras de aventuras ese fue Drew Str uzan (1947), inconfundible autor de carteles de sagas como Indiana Jones, Regreso al Futuro o Star Wars.
En 1994, The Public Theater de Nueva York encarga a Paula Scher (1948) la identidad y promoción d e l c e nt r o. La d i s e ñ ad o r a norteamericana crea no sólo una identidad con tintes urbanos y t r a n s g re s o re s s i no to d o u n proyecto desarrollado que, más de veinte años después, ha servido de inspiración a varias generaciones de diseñadores.
De 1891 a 1994, desde París a Nueva York, un vistazo rápido a la historia del diseño a través de sus carteles. No están todos lo que han sido, pero fueron todos los que están.
A continuación, realizaréis un cartel para u na exp o si ción fotográfica donde la fotografía forma parte de un proyecto social, cultural y educativo, que sitúa en el centro a la foto g r af í a co m o fo r m a d e expresión común.
A continuación, realizaréis un cartel para u na exp o si ción fotográfica donde la fotografía forma parte de un proyecto social, cultural y educativo, que sitúa en el centro a la foto g r af í a co m o fo r m a d e expresión común.
Qué tenéis que incluir en dicho cartel 1.
De qué se trata: EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA
2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.
Título exposición: ¿MIRAS CONMIGO? Fecha: DEL 3 AL 22 DE ABRIL Dónde: MUSEO DE ALMERÍA Breve explicación (imagen anterior) Quién lo organiza (dejamos hueco) Quién colabora (dejamos hueco) Y por supuesto, ¡TU DISEÑO!