CUT COPY TORO Y MOI THE JOY FORMIDABLE DISCODEINE THE NEW RAEMON DEAN & BRITTA
119 MARZO 2010
CARL CRAIG SHACKLETON AGORIA
CONSIGUE LA EDICIÓN CON CD EN TU QUIOSCO
CHRISTINA ROSENVINGE
GO SERIES 78: FOEHN RECORDS
Incluye temas de Balago, GAF, Vanova, Marina Gallardo, Apeiron, Blacanova, Úrsula, Tannhäuser, Bedroom, Summer Recreation Camp, Oso Leone, El Gos Binari... EDICIÓN GRATUITA FREE ISSUE
ABRAHAM BOBA
119
sumario
MARZO 2010
18 THE JOY FORMIDABLE
staff Edita UNIPRENSA S.A. GO MAG Directora: Janina Canet. Jefe de redacción: Manu González. Director de arte y diseño gráfico: Fabián Taranto. Redacción GO MAG. Muntaner, 492, bajos. 08022 Barcelona. Tel. (+34) 93 417 68 67 / (+34) 93 418 50 05 Fax (+34) 93 417 33 63 E-mail: go@go–mag.com Suscripción y logística: 93 418 50 05 solicitudejemplares@uniprensa.com Web: www.go–mag.com MySpace: www.myspace.com/gomagbarcelona Facebook: www.facebook.com/gomagspain Twitter: www.twitter.com/gomagspain Coordinador de cine y literatura: Philipp Engel. Coordinadora de moda: Ana Tomás. Coordinador de tecnología: Xan Pita. Corrección: Nati Arco. Web: Virginia Arroyo. Redactores: María Adell, Virginia Arroyo, Leticia Blanco, Octavio Botana, David Broc, Óscar Broc, Javier Burgueño, Matías Bosch, Philipp Engel, Albert Fernández, Laura Fernández, Mónica Franco, Laura Gamundi, Álex Gil, David Giménez, Daniel Gómez, Gloria González, Manu González, Carol Guerrero, Violeta Kovacsics, Milo J. Krmpotic’, Carolina León, Israel Márquez, Pepo Márquez, Luís Meyer, Àlex Montoya, Half Nelson, Banessa Pellisa, Marc Piñol, Xan Pita, Alicia Rodríguez, Vidal Romero, Arantxa Ruíz, Jesús Sáez, Silly Savage, Toni Vall, Daniel López Valle, Alberto Vidal y Pablo Vinuesa. Fotógrafos: Pedro Agustín, Gregoire Alexandre, Eric Beckman, Lars Borges, Chaz Bundick, Javier Burgueño, Colectio Anguila, Jeremy Cowart, Josefina De Andrés, Martí E. Berenguer, David Elvira, Roberto Ferló, Patrick Jeffords, Michelle Talan y Pablo Zamora. Fotografía de portada: Colectivo Anguila. Publicidad Barcelona Tel. (+34) 93 418 50 05 / 93 417 68 67 E-mail: publicidad@go–mag.com Agentes comerciales: Ramón Villarquídez, Gina Selicorni y Eneida Fonseca. Dep. Legal: B-19124-00 Fotomecánica, impresión y encuadernación: Tu Grupo Gráfico 2005 S.L. Distribución gratuita: Barcelona (Blind Records). Resto de España (Envialia). Distribución en quioscos: Coedis.
08 BITES 12 INTRO
20 EN PORTADA: ABRAHAM BOBA
27 DEAN WAREHAM 30 SHACKLETON 31 AGORIA 34 YELLE 35 DISCODEINE
32 CARL CRAIG
38 CHRISTINA ROSENVINGE
26 TORO Y MOI
39 KEREN ANN 40 FOEHN RECORDS 44 DISCOS, MAXIS, ÚLTIMO CLÁSICO...
36 CUT COPY
60 AGENDA MUSICAL 63 IN & OUT
28 THE NEW RAEMON
66 MASCHINE! 68 GADGETS Y MODA 77 CINE Y LIBROS GO MAG se distribuye gratuitamente en las siguientes ciudades españolas: A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Burgos, Cáceres, Cartagena, Castellón de la Plana, Ciudad Real, Donostia, Girona, Granada, Lleida, Logroño, Lugo, Madrid, Málaga, Murcia, Pamplona, Gijón, Vigo, Santander, Sevilla, Tarragona, Valencia, Vitoria y Zaragoza. GO MAG está disponible en los quioscos de España, Portugal, Argentina, México, Chile, Costa Rica y Perú.
004/005
concurso
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008/009
bites
Nuevos nombres para Sónar 2011
M.I.A., Die Antwoord, Global Communication, Boys Noize, Shackleton...
Bites
// The Dodos (en la foto), Nacho Vegas, Delorean y Partido son los nombres confirmados para la quinta edición del festival La Plaça Odissea organizado por el centro de ocio Maremagnum en Barcelona. Los días 28, 29 y 30 de abril las bandas programadas con acierto por Depósito Legal actuarán en la Plaza Odissea del Maremagnum, como siempre al aire libre y gratis. Los californianos The Dodos presentarán en exclusiva su último disco, “No color”; nacho Vegas hará lo propio con “La zona sucia”, y Partido presentarán su prometedor debut. A los platos, los hispanofranceses Los Massieras. // El festival Arenal Sound (4-7 de agosto en Playa El Arenal, Burriana, Castellón) ya ha confirmado el grueso de su cartel: The Third Twin (¿los gemelos de Daft Punk?), Vive La Fête, Russian Red, Delorean, Dorian, El Guincho, We Are Standard, Dos Bandas y un Destino (Arizona Baby y Los Coronas), Triángulo de Amor Bizarro, La Habitación Roja, Polock, Tulsa, etc. Más info y entradas en www.arenalsound.com. // Se anuncia una nueva cita del MTV Winter Festival, el 12 de marzo en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Se han anunciado las actuaciones de My Chemical Romance, Sum 41, DJ Sets de Orbital y Groove Armada y los valencianos The Welcome Dynasty. MTV retransmirá el concierto de My Chemical Romance el 15 de abril. // Nuevas confirmaciones para el Tremendo Pop Festival (8 y 9 de abril en Monzón, Huesca). A los ya anunciados CatPeople, El Columpio Asesino, Miss Caffeina, Idealipsticks, Stay y Grises, se les añade ahora Sexy Sadie (reunidos en una nueva gira) y Dos Bandas y un Destino (Arizona Baby & Los Coronas). // También en abril se celebrará el festival Vinalopop, el sábado 9 en el Parque Municipal de Elche, con The Divine Comedy, The Charlatans, Fangoria, James Walsh (Starsailor), The Glimmers, The Wave Pictures, La Bien Querida, We Are Standard, Apparat y Vinila von Bismark & The Lucky Dados, entre otros. // El festival zaragozano Plastidepop (1 y 2 de abril, Playas del Ebro) estrena por primera vez un cartel internacional con los galeses Los Campesinos! y los nórdicos Cats On Fire, además de Maga, Capitán Sunrise, Estereotypo, Nadadora, #FO y Cigrones.
Poco a poco el Festival Internacional de Música Avanzada y Arte Multimedia Sónar 2011 va cogiendo forma. Tras el anuncio de las actuaciones de Underworld, Magnetic Man, Steve Reich, Salem, A-Trak, Atmosphere, Hype Williams, Little Dragon, Tyondai Braxton y Mary Anne Hobbs (con su mítico showcase de continuum hardcore) se le añaden esta vez once nombres nuevos que convertirán esta nueva edición, la decimoctava, en una de las más sonadas de su historia. La cita será el 16, 17 y 18 de junio en Barcelona y A Coruña simultáneamente. La artista que encabeza las nuevas confirmaciones es, cómo no, la inglesa de ascendencia tamil M.I.A., quien defenderá en directo su reciente mixtape “Vicki Leekx”. Die Antwoord han logrado un enorme impacto desde su Sudáfrica natal con una propuesta musical que se atreve por igual con el rap sórdido, el pop naíf o incluso el eurobeat. Los míticos Global Communication (Mark Pritchard y Tom Middleton) interpretarán en directo su obra maestra del ambient de los 90, “76:14”. Se completa la programación con el pop electrónico adictivo de Cut Copy, la fiesta ácida y loca de Boys Noize, el kuduro anfetamínico de Buraka Som Sistema, la oscuridad hipnótica de Shackleton, el house sensual de Nicolas Jaar o las siempre excitantes sesiones de Paul Kalkbrenner y Steve Aoki. www.sonar.es
Ciclo ‘A Quemarropa’ en Sidecar
Caitlin Rose, Ólöf Arnalds, Grant Hart y Centro-matic
L.E.V. 2011
Photek, Jon Hopkins y Lorn se incorporan al festival
//
El ciclo ‘A quemarropa’ que presenta cada mes el sello Houston Party en el club Sidecar de Barcelona viene cargadito de buenos conciertos este mes de marzo. El día 2 actuará la cantautora norteamericana Caitlin Rose (en la foto), que está dando mucho que hablar con su debut, donde junta el mejor country de ayer y de hoy de forma superlativa al estilo de Laura Veirs. El 4 de marzo nos visita de nuevo la islandesa del momento, y no hablamos de Björk, no; Ólöf Arnalds, un ángel rubio de voz extraordinaria, es la nueva musa del folk nórdico. El 28 de marzo, le toca el turno a un veterano que ha formado parte de la historia decisiva del rock alternativo con Hüsker Dü, Grant Hart. Y finalmente, el 31 de marzo, nos visitará Centro-matic, la banda del galope eléctrico comandada por Will Johnson, presentando “Candidate waltz”.
El V Festival Internacional de Creación Audiovisual de Gijón, el L.E.V. 2011, vuelve en abril los días 29 y 30 para traernos los sonidos más revolucionarios de la música electrónica y experimental actual. Photek, pionero absoluto del drum’n’bass en los 90, vuelve tras un silencio de varios años para mostrar su personal visión de la bass music de nuestros días. También tendremos ocasión de disfrutar del genial directo de Jon Hopkins, que tras firmar el excelente “Small craft on a milk sea” junto a Brian Eno, mostrará en L.E.V. su explosiva mezcla de IDM fulminante y neoclásica. Explosivo será también el directo de Lorn, uno de los nombres de mayor proyección de la plataforma Brainfeeder. Todos ellos se suman a los ya confirmados Darkstar, Jóhann Jóhannsson, King Midas Sound, Harmonic 313 y Herman Kolgen.
Zemos98
Conciertos de Las Buenas Noches y Hexstatic El festival ZEMOS98 celebra su 13ª edición del 5 al 9 de abril en el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla. Y nos invita a reflexionar, con cierto tono irónico, sobre la obsolescencia programada, el consumo o la anarquía de “lo nuevo”, a través de una programación en la que se repiten formatos como los Conciertos Domésticos –conciertos en lugares poco habituales, gratuitos y de aforo reducido– o el Código Fuente Audiovisual –que contará con la presencia de destacadas figuras que apuestan por la defensa de la cultura abierta–, sin olvidar la cita con la música en el Teatro Alameda, con Las Buenas Noches y Hexstatic (Trailer Trax AV set).
Nuevos nombres se suman al Primavera Sound 2011
Bites
PJ Harvey, Interpol, Sufjan Stevens, James Blake o Explosions In The Sky entre los confirmados El San Miguel Primavera Sound anunciaba recientemente 67 nuevos artistas y la ampliación a ocho escenarios para su undécima edición, que se celebrará del 25 al 29 de mayo en El Poble Español (donde vuelve tras muchos años) y del 26 al 28 de mayo en el Parc del Fòrum de Barcelona. Sorprende gratamente la presencia de dos tótems del dubstep alabados ampliamente en esta casa: James Blake y John Talabot. También actuarán Kode 9, Darkstar, Caspa, Matthew Dear y Big Boi. En esta nueva hornada, el rock viene representado por grandes nombres como PJ Harvey (en la foto), que debutará las canciones de su fantástico nuevo disco “Let’s England shake”, Interpol, Warpaint, Sufjan Stevens o Explosions In The Sky. Entre los artistas españoles confirmados están Ornamento y Delito, El Guincho y Ainara LeGardon. Otras bandas que pasarán por el Poble Español y/o el Parc del Fòrum son Perfume Genius, Simian Mobile Disco, Rubik, The Soft Moon, Battles, Gold Panda y Cuzo. Además, a partir de ahora suben los precios de los abonos hasta 170 €. Las entradas de día saldrán a la venta a 65 €. Puedes consultar la programación completa en www.primaverasound.com
Cau d’Orella
Jornadas de música electrónica en Barcelona
‘Cau d’Orella: Jornadas de Música Electrónica 2.0’, cuyo nombre hace referencia a la proximidad del emisor al oyente, celebra su primera edición el 24, 26 y 26 de marzo en Barcelona, concentrando sus escenarios e infraestructura en diferentes locales del distrito del Eixample y Ciutat Vella. Su objetivo es aunar en un mismo programa a los agentes implicados en la actual escena electrónica de nuestro entorno cercano y buscar la sinergia entre las partes integrantes: sellos, clubs, tiendas de discos, locales donde ofrecen directos de música, publicaciones impresas y digitales, talleres, charlas, etc. Entre los artistas confirmados están Balago, DJ Fra, DJ2d2, Fibla, Guillamino, Oriol Rossell, Meneo, Undo, colectivos y sellos como Bankrobber, Factor City, Foehn, Regular, spa.RK y muchos otros. www.caudorella.cat
These New Puritans en el SOS 4.8
Presentarán un show con orquesta y coro de niños
//We Are Scientists, Nada Surf, I Am Kloot y Sr. Chinarro encabezan el cartel del Jack Daniel’s Music Day, que se celebra el próximo 9 de abril en la terraza del Estadi Olímpic de Barcelona. Contrariamente a los rumores publicados en algunos medios, los Smith Westerns no estarán en el festival, que sí contará con la presencia de Cold Cave, Frankie Rose & The Outs, Odio París, Arizona Baby, Franc3s, Los Planetas DJs, Pin&Pon DJs, Nacho Ruiz DJ y DJ Capo. //Se acerca la edición de este año de la Red Bull Music Academy en Tokio y vamos abriendo boca con diversos workshops. Las próximas presentaciones contarán con artistas invitados como Todd Osborn (Ghostly Int., EEUU), Morgan Geist (Environ, EEUU) o Superpitcher (Kompakt, Alemania) y se celebrarán el 12 de marzo en Bilbao, el 18 de marzo en Zaragoza, el 26 de marzo en Sevilla y el 1 de abril en Madrid. Los recintos están aún pendientes de confirmación. //“Vacaciones en el mar” será el primer single del onceavo disco de Sr. Chinarro, “Presidente”. Este tema estará disponible en descarga digital a partir del 21 de marzo junto a una canción inédita. Por otro lado, “Presidente” verá la luz el próximo 4 de abril en formato CD, LP y digital. 11 temas grabados con el grupo que le ha acompañado en los últimos discos.
El festival Estrella Levante SOS 4.8 sigue añadiendo nombres a un cartel ya de por sí bastante goloso. A artistas como Suede, MGMT, !!!, Two Door Cinema Club, Standstill, Lori Meyers o Mujeres se le suman tres nuevas confirmaciones: These New Puritans, Patti Smith, Editors y Vetusta Morla. Las tres bandas acudirán al recinto ferial La Fica de Murcia // Monkey Bar, situado en los bajos fondos del Hotel Silken Diagonal de Barcelona los días 6 y 7 de mayo. Editors presentará en el SOS 4.8 su nuevo disco “Unedited”, que salió a la venta el 28 de febrero. (Avenida Diagonal, 205), acogerá el día 11 de marzo SHINING, una propuesta musical Vetusta Morla serán cabezas de cartel en el escenario prinmuy particular y exclusiva con un cartel de cipal repasando de nuevos los éxitos de su debut “Un día en artistas sorprendente: Marcel Dettmann, el mundo”. Por su parte, These New Puritans estarán en el Daniel Bell, Pulshar (live) y Carl Handbig. Auditorio presentando “Hidden Live” junto a una orquesta de Entradas a la venta en www.residentadvi15 músicos y un coro de niños. www.sos48.com sor.net/event.aspx?234210
010/011
bites
Heineken Music Selector 2011
Único concierto en España de The Human League
Bites
La gira española de Heineken Music Selector 2011 ya suma 29 bandas, 39 conciertos, 17 ciudades y 22 salas. Entre los grupos confirmados están Cut Copy, The Divine Comedy, Nacho Vegas, Russian Red, Vestusta Morla, The Gift, Black Lips, No Age o Crystal Fighters, entre otros. Recientemente se han incorporado dos nuevos nombres a la programación: Arizona Baby, que actuará el 14 de abril en la Sala Imagina de Cádiz, y The Human League (en la foto), que lo harán el 5 de mayo en el Teatro Circo Price de Madrid. Ya en 1979 el mismísimo David Bowie calificó a The Human League como ‘el sonido del futuro’, siendo pioneros en el uso de los sintetizadores en Inglaterra. En su nuevo disco, cuyo lanzamiento está previsto para el 21 de marzo, han unido un brillante compendio de glamour y electrónica junto a melodías y estribillos pop realmente adhesivos. Los británicos presentarán sus nuevos temas, así como algunos de los éxitos que les encumbraron, como el mítico “Don’t you Want Me”, una de las canciones más bailadas de la historia. Como adelanto, ya se puede disfrutar de su primer single, “Night People”, y de “Never Let me Go”, el segundo single de “Credo”. Los incondicionales de la banda podrán disfrutar de su único directo en España con Heineken Music Selector.
// El sello madrileño Limbo Starr celebra la fiesta de su décimo aniversario en la sala Rock Kitchen el próximo jueves 19 de mayo con las actuaciones de Tachenko, Ornamento y Delito y su nuevo fichaje, Litoral. // El Bilbao BBK Live incorpora nuevos artistas a su cartel: la leyenda viva de Blondie, la nueva banda de Liam Gallagher, Beady Eye, el regreso esperadísimo de TV On The Radio y la banda de pop-rock euskaldun Ken Zazpi. Todos ellos se darán cita en Kobetamendi del 7 al 9 de julio, además de los ya anunciados Coldplay, The Chemical Brothers, Jack Johnson, The Black Crowes, Amy Winehouse, Kasabian o Kaiser Chiefs.
Sonorama Ribera 2011
The Stranglers al FIB 2011
Aranda del Duero se prepara para su mejor festival
Además de Pendulum, The Juan MacLean y O Emperor
The Hidden Cameras, Delorean y Los Campesinos! (en la foto) son algunos de los nombres confirmados para la decimocuarta edición del Sonorama Ribera. El festival también contará con grupos como Sex Museum, Bigott, Lapido, Montevideo, Guadalupe Plata, Last Dandies, La Frontera, Iván Ferreiro, Xoel López, Nacho Vegas, Amaral, Supersubmarina, Triángulo de Amor Bizarro, Catpeople, La Habitación Roja o La Bien Querida, que completan la relación de artistas confirmados para la próxima edición junto con artistas como El Guincho, Tachenko, Second, Cycle, Ellos, Hola a Todo el Mundo, Dinero, Nadadora o los mallorquines Sexy Sadie. El Sonorama Ribera 2011 se celebrará entre los días 11 y 14 de agosto en Aranda de Duero. Los abonos ya están a la venta en www.sonorama-aranda.com.
El cartel del FIB 2011 ya se va perfilando. Primero avanzaron su caballería, confirmando las actuaciones de Arcade Fire, Arctic Monkeys, Mumford & Sons, Portishead, The Strokes y Primal Scream. Ahora mueven ficha con la segunda línea de ataque, confirmando los nombres de Pendulum y su electrónica de combate ; delicatessen como Congotronics Vs Rockers, The Juan MacLean y Zombie Zombie; nuevos valores como Paolo Nutini, The Morning Benders, O Emperor o Spectrals y rock incendiario de la mano de Atom Rhumba. Y la infantería llega con The Stranglers, el mítico cuarteto de punk-rock de Guildford y uno de los pioneros del 77, que tuvieron un éxito considerable con “Golden brown” y “No more heroes”. Una leyenda viva en el FIB. Ahora sólo falta que envíen la artillería pesada...
// El próximo 21, 22 y 23 de abril se celebra una nueva edición del festival Polifonik Sound en Barbastro, Huesca. Por sólo 30€ podrás ver reunidas a bandas como Triángulo de Amor Bizarro, Zahara, Maika Makovski, We Are Standard, Delorentos, Standstill, The Pinker Tones y Gentle Music Men. www.polifoniksound.com // Foehn Records celebra su décimo aniversario con varios conciertos en la sala Apolo [2] de Barcelona el sábado 19 de marzo. Actuarán grupos del sello como Balago, Bedroom, Blacanova, Emilio José, El Gos Binari, GAF, Suma, Marina Gallardo, Oso Leone, Ten Thousand Islands, Úrsula y Poomse. // Arcade Fire actuarán el 13 de julio en la Explanada del Museo Guggenheim de Bilbao. Las entradas saldrán a la venta el 3 de marzo en www.livenation.es. // El Black Music Festival que se celebra en Salt, Girona, del 11 de marzo al 15 de abril, anuncia nombres interesantes para su décima edición: Morcheeba, Eli ‘Paperboy’ Reed, James Hunter, The Wailers y Esperanza Spalding. www.blackmusicfestival.com.
Time Warp (Mannheim)
El mejor techno en Alemania // El Saturday Morning Record Club by Gentle Music Men pone a disposición de sus miembros una colección de versiones de grandes artistas que han influenciado a Gentle Music Men, grabadas especialmente para el club y sus socios. Una iniciativa que aplaudimos que ya ha llegado a los 1.000 suscriptores. Podrás escuchar versiones de Neil Young, David Bowie, Ron Sexsmith, The Smiths, Big Star y otros. www.gentlemusicmen.com
Time Warp, como su nombre indica, es un viaje al pasado y un regreso al futuro de la música electrónica. Su próxima edición se celebra en la ciudad alemana de Mannheim el sábado 2 de abril. Cinco pistas y zona chill out que acogerán las actuaciones en directo de Laurent Garnier presentando “L.B.S.”, Henrik Schwarz, Slam, Lexy & K-Paul, Gaiser, Barem, Marek Hemmann, Planetary Assault Systems, Subsonic Park, Pulshar, Laserkraft 3D y las sesiones de DJ de Sven Väth, Richie Hawtin, Carl Cox, Ricardo Villalobos, Luciano & Carl Craig (en la foto), Loco Dice, Marco Carola, Dubfire, Josh Wink, Chris Liebing, Monika Kruse, Magda y Moonbootica, entre otros. www.time-warp.de
012/013
intro
Scott Kelly Despertares
Parece que por fin Scott Kelly se ha deshecho del lastre de los excesos que en numerosas ocasiones impiden a un artista trabajar en profundidad sobre su música. El abuso del alcohol y las drogas han quedado atrás; ahora es un padre de familia numerosa que puede disfrutar de la virtud —en nuestros días, más que nunca— de dedicarse plenamente a sus labores. “Tengo mucho trabajo de estudio pendiente para este año. Lo primero será mi próximo disco en solitario y después vendrá el turno de Neurosis y Shrinebuilder”. Precisamente su trabajo en solitario, al margen de todos sus proyectos —entre ellos, Blood and Time, afiliación casi instrumental junto a Vincent Signorelli (Unsane) y la otra mitad de Neurosis— es lo que le ha llevado a iniciar un tour europeo, lejos de su ciudad natal y en solitario para exhibir la desnudez acústica de sus dos anteriores discos, “Spirit bound flesh” (01) y “The wake” (08). Largos que distan de más de un lustro el uno del otro, hecho que incita al interrogante:.“No sé por qué hay tanta distancia entre mis discos en solitario. Supongo que mi mente necesita estar preparada, pero el nuevo disco ya está listo”. La carrera en solitario de Kelly no es un esqueleto de Neurosis, sino todo lo contrario; se trata de la necesidad de exteriorizar sentimientos, una emergencia personal por humanizar una figura en infinidad de ocasiones estereotipada por sus fans. “A los fans de Neurosis que no conocen mi faceta acústica simplemente les pido que escuchen atentamente. Es muy difícil describir lo que hago. Simplemente les digo que es una música muy simple y también muy diferente.
Se trata de sonidos que rondan en mi cabeza y que decido plasmar en palabras. No recibo inspiración de ninguna novela o ensayo. A veces, simplemente escribo lo primero que me viene a la cabeza”. Por último, dejo volar mi imaginación y no tardo en mostrarle mi interés por la fantasía de un dueto con su amiga Jarboe (Swans); si la cosa funcionó tan bien en Neurosis & Jarboe (03), sería fantástico que volvieran a colaborar juntos en el mañana. “Sigo en contacto con ella, pero todavía no sé si volveremos a colaborar en el futuro. Es una persona con mucho talento y fue un
placer trabajar juntos”. El tiempo dirá. Mientras tanto ahí quedan las citas ineludibles que le llevarán a las principales ciudades de España durante la primera semana de marzo. Matías Bosch www.myspace.com/bloodtime ¤ Scott Kelly tocará los próximos 3 (Rock Sound, BCN), 4 (Santana 27, Bilbao), 5 (Mardigras, A Coruña), 8 (Ritmo y Compás, Madrid), 10 (Spectra Rock, Málaga) y 11 de marzo (Zeppelin Club, Sevilla).
OVNI
Matrimonio de cuatro Cuatro años habían pasado desde que OVNI no nos traían nuevo material, pero esto de hacer música no se les ha olvidado. Más bien todo lo contrario. Desde el lanzamiento de “Aterrizaje” el grupo se había centrado en dar conciertos y más conciertos hasta que llegó un punto en que se dieron cuenta de que una etapa se había cerrado y había que empezar otra nueva. “‘Aterrizaje’ cerró una primera reencarnación”, nos explica Pere ‘Cohete’, el guitarra. “Ahora este disco inaugura una segunda. Antes siempre hacíamos primero y pensábamos después. Ahora nos hemos dado cuenta que parando un poco tampoco se acaba el mundo, y que a veces hay que meditar y esperar para trabajar con quien quieres trabajar, y a Matías Sorokin y Max Miglin queríamos esperarlos”. “En ‘1984’”, añade, “grabamos en una masía perdida por la montaña y a lo mejor nos íbamos de fiesta al pueblo y nos poníamos a grabar a las 3 de la mañana todo borrachos. Era todo mucho más punki. Entonces la música que hacíamos era mucho más pop pero la actitud era más próxima al punk del 77 que a otra cosa”. El resultado de este cambio es “El mejor viaje”, un disco con un sonido esencialmente OVNI, una actitud rabiosamente desenfadada y una energía contagiosa. Un disco fresco, pero maduro. “Ahora nos tomamos las cosas más en serio”, me aclara Matías, batería del grupo. “Antes éramos más viscerales y ahora pensamos más las cosas. Antes queríamos que los arreglos estuvieran muy rápido… Este disco ha sido más zen, somos más maduros. Hemos dejado actuar al productor, hemos
cedido en muchas cosas, hemos conseguido un sonido más limpio y redondo. Pero bueno, seguimos siendo los mismos desastres de siempre, y nos ponemos una chupa de cuero y salimos y nos emborrachamos, igual que siempre. Lo que pasa es que ahora nos hemos vuelto más detallistas, nos preocupamos más por que todo cuadre a nivel sonoro, por dar un buen espectáculo en directo”. Como dice Pere, “ahora OVNI es un concepto mucho más global”. Pero además de la satisfacción personal, a Pere le empieza a guiar una fuerza mucho más poderosa e intangible, la eterna justiciera invisible del artista: la OBRA, así, en mayúsculas. “Yo empiezo a pensar en ‘la obra’, en lo que quede después de 15 años. Que saliera por la noche y me acostara con chicas y me metiera tantas cosas, ni le importa a nadie ni es una aportación al mundo, pero las canciones sí lo son. Y es de lo que queremos estar orgullosos pasado un tiempo”. Pero no por ello se han convertido en una de esas bandas que, en pos de su legado, se vuelven insoportablemente aburridas en vida. “No hay que tomárselo todo, ni siquiera a uno mismo, tan en serio. Al fin y al cabo lo que hacemos es rock’n’roll, que tiene que ser algo que entretenga”. Virginia Arroyo / Foto Pat Pope www.myspace.com/ovni1984 ¤ Ovni actuarán el 10 de marzo en la Sala Heineken (Madrid), el 11 de marzo en Kafe Antzokia (Durango) y el 12 de marzo en Bikini (Barcelona).
Nudozurdo
Microcirugía sonora Todo periodista con algo de carretera a sus espaldas sabe que existen muchos paralelismos entre entrevistar a un futbolista después de un partido y a un músico que acaba de grabar su tercer disco. La predecible cantinela del primero, esto es, “hay que pensar en el equipo” o “ahora debemos concentrarnos en el próximo encuentro” puede extrapolarse perfectamente al eterno sainete del segundo, que sí o sí afirmará que acaba de hacer su “mejor disco” o, en su caso, “su disco más personal”. Tal vez por eso los miembros de Nudozurdo Leopoldo Mateo (voz y guitarra), Meta (bajo) y César de Mosteyrín (guitarra) tardaron unos minutos más de la cuenta en responder cuando el entrevistador les pidió que evitaran esas dos frases. Hay que decir en su favor que a esas alturas llevaban cinco horas atendiendo a los medios y lo último que necesitaban era un listillo que les obligase a quitar el piloto automático. Y lo cierto es que no lo tenían fácil para describirlo sin caer en el tópico porque, efectivamente, este es su mejor disco hasta la fecha. La renovación de la banda (solo se mantiene Leopoldo), cuyos nuevos miembros llegaron con el anterior “Sintética” ya grabado, se nota, para bien, en el proceso compositivo de este último “Tara motor hembra” (Recordings Fron The Other Side, 11). Nudozurdo mantienen las virtudes que los pusieron en boca de todos con su segundo disco, a saber: composiciones sólidas, melodías acertadas y gusto por los detalles, pero en su último trabajo van más allá y se percibe tal meticulosidad que a uno le da la sensación de que lo ha compuesto un equipo de microcirujanos en lugar
de una banda de músicos. Siguen ahí sus gruesos muros de sonido, sus melodías letárgicas y el fulgor de sus guitarras, y a eso le añaden mayor definición y estructuras más complejas sin caer en el barroquismo, porque nada suena recargado, todo es sofisticado en su justa medida. “Hemos dado mil vueltas a cada composición; probábamos una y otra vez, juntábamos trozos de ideas que acababan siendo una canción, rara vez hubo una tema preconcebido”. Sólo las letras parten siempre de la misma persona: Leopoldo. Y suenan a noche, pero a ese momento en que la noche se difumina, deja de ser divertida y se enturbia. “Puede haber algo de eso, pero preferimos que cada uno interprete lo que quiera”. Con una sola limitación. “No hay política en las letras, no son nuestro medio para reivindicar nada”. La banda ha vivido un proceso creativo tan intenso que no podían dejarlo en el tintero, y se marcan un making of musical en la versión de doble vinilo. “Nos sobraba una cara, así que decidimos meter allí fragmentos de nuestras sesiones en el local, para que la gente escuche cómo hemos concebido las canciones”. Producido por Pep Roca, habitual del grupo, esta vez lo ha masterizado el veterano Greg Calbi, por cuyas máquinas han pasado infinidad de ilustrísimos, como John Lennon o David Bowie, aunque no es oro todo lo que reluce. “Sin duda ha hecho un buen trabajo, pero lo malo de que te masterice alguien tan grande es que si no eres una banda ultrafamosa no te dedica el tiempo que debiera”. Seguro que han tomado nota para el siguiente disco. Luis Meyer / Foto Pedro Agustín www.myspace.com/nudozurdo
Espaldamaceta
Quien canta, su mal espanta
El tarraconense Juan José González volvió hace unos meses a la actualidad discográfica gracias a “Miedo al silencio, segunda parte” (Bankrobber, 10), un álbum compuesto por canciones grabadas en las mismas sesiones que su predecesor y que, como bien explica él “quiere ser un hermano gemelo del otro. Este es la continuación del anterior en concepto. De hecho, acaban los dos con la misma canción”. Hablemos del miedo. Quienes han podido disfrutar de su repertorio en directo habrán sentido en algún momento desasosiego. “Ahora voy y tienes” desprende un temor que se va inoculando en el oyente. Me viene a la cabeza el cine de Michael Haneke. “No he visto nada de ese director pero mi mejor amigo sí y me ha explicado qué tipo de cine hace. Mi música es lenta y siempre he intentado emocionar en la línea que comentas. En la vida hay momentos en los que se sufre y mis canciones reflejan esa parte concreta de la vida. A mí me gustan ese tipo de canciones aunque también las canciones alegres, rabiosas y con muchas capas sonoras. Antes de Espaldamaceta componía canciones para reír y volveré, tal vez, a hacerlo. A mí me gusta reír en la vida real y llorar en la ficticia, la música es un escenario dónde trabajo con las emociones”. Bajo el amparo de su actual alter ego musical también ha jugado a ponerse bajo la piel emocional de otros, atreviéndose a versionar a artistas de la talla de Leonard Cohen, Sigur Rós, Los Planetas y Manel. “Hacer versiones me produce bastante placer y abre mi cerebro y orejas porque aprendo maneras de hacer distintas en cuanto a armonías y melodías y me desencallo de mis tendencias naturales de ir a determinados acordes y determinadas melodías”. El catálogo de sonidos de este cantautor folk es, como se puede comprobar, muy variado. En estas nuevas composiciones encontramos aproximaciones al flamenco (“Coge mi tierra”). “Mi fascinación por el flamenco es más reciente. Sólo he escuchado en profundidad a Camarón. Intento imitarle en el coche pero es imposible. Puedo hacerlo con otros cantantes porque he ido a clases de canto pero el cante de Camarón es inalcanzable si pretendes que suene con cierta credibilidad”. De sus palabras se extrae su pasión por la música en particular, y el arte en general, como grandes catalizadores de las más intensas emociones. “Exagerar las emociones, apoyándote en las notas y los ritmos es algo que se ha hecho siempre. Pero reitero, no soy un tipo triste. He vivido cosas como todo el mundo. A veces me he hundido y me hundo”. David Giménez www.myspace.com/espaldamaceta
014/015
intro
Boat Beam Emocionales
El segundo disco de Boat Beam, “Reincarnation” (Origami, 11), tiene grandes canciones y mejores letras. Se habla de cosas serias con una economía de medios inusual que no pocos tildarían de poética: “Escondemos mucho detrás de cada canción, toda una película de ideas, personajes e historias. No cabe todo, así que intentamos incluir imágenes que simbolicen el ambiente que queremos crear”. ¿Es “Reincarnation” una reencarnación de algo en concreto? ¿Es un disco de redención o de descubrimiento? “Hemos tenido varias experiencias con la muerte en los últimos años. También hemos visto morir una época de la vida mientras empezaba otra. El disco habla desde el punto de vista de la gente en sus últimos momentos, o incluso después de la muerte, mirando hacia la vida que han dejado atrás. También habla del fin de varias épocas en la historia, del fin de la niñez, del fin del mundo”. Si bien sonáis modernas en el sentido contemporáneo del término, hay bastantes ecos noventeros en vuestro sonido (aunque muchos insistan en vuestros parecidos estilísticos con bandas como Au revoir Simone). ¿Cómo es eso? “Estamos muy influenciadas por la música de esa década, excepcional a nivel creativo. La gente tocaba tan bien sus instrumentos en bandas como Stone Temple Pilots o Red Hot Chili Peppers, no solamente programaban beats y colocaban samples, pero me gustaría que pudiéramos sonar más a esta primera década en el próximo disco
porque no queremos ser un grupo de nostalgia, sino de innovación”. Josephine, Alisha y Aurora han grabado un álbum trufado de arreglos preciosistas, instrumentos como de música de cámara, y la producción es cristalina. ¿Cómo se traslada eso a los directos? “Solemos tocar con un bajista y batería que dan mucho empuje a las canciones, y hay una combinación interesante entre la fuerza de la parte rítmica con la fluidez del violonchelo y la viola”. ¿Y las voces? En casi todos los temas hay coros muy medidos. “Sí, realmente intentamos crear un ambiente cargado, una energía que pueda llegar a cada persona del público. Hacemos muchos coros vocales y muchas canciones al piano. Intentamos
explicar algunas de las canciones para que la gente entienda un poco el fondo del tema”. Acaba de editarse un interesante libro sobre la relación entre la feminidad y la música (“Mujer y música”, de Toni Castarnado). ¿Qué pensáis al respecto de cierta sensibilidad compositiva femenina? “Obviamente las mujeres tenemos otro punto de vista del mundo, pero no sabría cómo definirlo. Una diferencia clara es la forma de cantar, más expresiva y a veces emocional en las mujeres; más seca y objetiva en el hombre. De todas maneras es preferible que la letra sea más evocadora que la voz”. Octavio Botana / Foto Josefina de Andrés www.myspace.com/boatbeam
El Columpio Asesino Ante todo, mucho riesgo
Han pasado doce años desde el nacimiento de El Columpio Asesino, y justo ahora que abren un álbum con la frase “han sido tantos los errores acumulados que podría hacerme un collar” es cuando parecen acertar de lleno. “Diamantes” (Mushroom Pillow, 10) es el cuarto trabajo de los hermanos Arizaleta, y viene a ser una brillante continuación de “La gallina” (Astro, 08), donde lograron sentirse cómodos en un sonido que se balancea entre dos mundos: uno “melancólico y bello”, y otro “ruidoso y sórdido. Pero igual en éste los tiempos pausados son más, poco a poco te vas domesticando…”, ironiza Albaro, batería
y voz principal, quien reconoce que haber dado más protagonismo a la voz de Cristina Martínez incide en el rumbo de sus canciones más oníricas. “No funcionarían conmigo. Canto como puedo… Mi voz afea la suya y la suya embellece la mía. Nos gusta el tándem que hacemos. Posiblemente vayan por ahí los tiros en adelante”. Con Iñaki de Lucas de nuevo en la producción, querían canciones “lo más ligeras posibles”. Eso les llevó a “jugar con conceptos como el vacío y el silencio”, claves en su cautivadora versión en castellano del “The endless plain of fortune” de J. Cale. “Era una letra muy surrealista. No la pillábamos,
no encajaba. Hice la macarrada de hacerla nueva. Si Cale la pillara…”. La garra de su amasijo postpunkpop-flotante continúa siendo el vicio, la tensión y euforia que transmiten piezas como Toro, capaz de embestir al más escéptico. También el carácter deslenguado y frívolo de unas letras llenas de sexo y drogas sintéticas. “Nos gusta ese punto. A mí me gusta la poesía beat, y eran unos sobraos… Lo que pasa es que no estamos acostumbrados a oír en castellano cosas salidas de madre”, opina Albaro. Para él basta con que “vean que tenemos personalidad y arriesgamos, aunque no tengamos un estilo coherente”. Uno se pregunta si se sienten algo olvidados en el indie patrio y por eso cantan “son muchos los kilómetros que hemos andado para no llegar a ningún lado”. “No va por nuestra carrera musical, pero igual tienes razón... Tenemos la sensación de que aún no ha llegado nuestro momento. Antes estábamos ahí como un grupo extraño, y con el tercer disco nos consolidamos en la escena. Creo que con éste vamos a dar otro paso, entre otras cosas porque el cambio de discográfica va a ayudar. Mushroom Pillow es la que mejor está trabajando con sus bandas”, dice un músico defensor de lo que un día oyó a propósito de Serrat, que “para que una obra trascienda tiene que estar al borde del precipicio”. Carola Guerrero www.myspace.com/elcolumpioasesino
016/017
report Lanzamientos 2011
LANZAMIENTOS 2011 LOS DISCOS QUE NOS SORPRENDERÁN ESTE AÑO
Tras repasar en el número anterior los mejores discos de 2010, ahora toca encarar el año que ya ha dado comienzo con la lista de los discos que más van a sorpender en 2011. Parece que ésta va a ser una temporada fulgurante para el pop, con un nuevo trabajo de Pains Of Being Pure At Heart, mientras que en la rima Kanye West y Jay-Z se enzarzan en un duelo del que probablemente salgan vencedores los dos. 2011 también verá nacer el nuevo proyecto de Liam Gallagher con Beady Eye y el renacimiento de The Strokes tras “First impressions of Earth”. Incluso Blondie se animan a volver al ruedo musical, aunque la fecha dependa aún de cuestiones administrativas. La presente selección de los discos más esperados de 2011 sólo comprende los álbumes confirmados hasta ahora por las discográficas, rumores como el de la reunión definitiva de Blur se han quedado fuera. Texto
Virginia Arroyo
KANYE WEST & JAY-Z “WATCH THE THRONE” (01/03/11)
THE STROKES “ANGLES” (22/03/11)
Éste podría ser el primer gran versus del año. Kanye West y Jay-Z, dos popes del hip hop actual, disputándose el trono del género en el apropiadamente titulado “Watch the throne”. La colaboración firmada a medias se venía rumoreando desde hace años y ahora por fin culmina en este álbum previsto para el 1 de marzo. Un duelo imprescindible ya sea por la música o por el morbo de ver batallar a dos de los grandes codo con codo. Además, a propósito de esta colaboración, han caído algunas declaraciones de Kanye avanzando nuevo disco en solitario para el verano.
Tras un parón de cinco años, puede que éste sea el retorno más esperado de 2011. Conscientes de ello, Julian Casablancas, Nick Valensi –más desaliñado que nunca–, Albert Hammond Jr. –más calvo que nunca–, Nikolai Fraiture y Fab Moretti han exprimido el misterio dosificando al máximo la información e incluso montando una cuenta atrás hasta la descarga del primer tema. Lo cierto es que, a juzgar por el primer single, “Under cover of darkness”, el tiempo no ha pasado para el quinteto neoyorkino, que sigue sonando igual de fresco (y bastante igual en general) aunque un tanto más limpio que cuando irrumpió en el panorama musical con “Is this it”.
CAT’S EYES “CAT’S EYES” (03/03/11)
Mientras esperamos una continuación al excelente “Primary colours” de 2009, el cantante de The Horrors, Faris Badwan, no pierde el tiempo y ha creado un proyecto paralelo. Pero no se esperen una banda de rock al uso, no. Para crear Cat’s Eyes, Faris se ha aliado con Rachel Zewffira, una soprano y multi-instrumentista canadiense. El resultado es su debut homónimo, que verá la luz el 3 de mayo. Como aperitivo, “Not a friend” ya está disponible para descarga en su web. También pueden ver en YouTube el vídeo de “I knew it was over”, tocada en directo nada más y nada menos que en el Vaticano.
THE PAINS OF BEING PURE AT HEART “BELONG” (29/03/11)
The Pains Of Being Pure At Heart fueron una de las bandas revelación de 2009. De ahí que este nuevo disco haya levantado tanta expectación, y más teniendo en cuenta que el cuarteto sabiamente ha ido dejando un rastro de hits como avance de lo que está por venir. Precisamente, el último de los temas que han lanzado, “Heart in your heartbreak”, estará incluido en su segundo disco, “Belong”, que cuenta con Flood y Alan Moulder en la producción y verá la luz este mismo mes. Hay muchas ganas de esta nueva ración de fuzz-pop de ascendencia shoegazer.
BEADY EYE “DIFFERENT GEAR, STILL SPEEDING” (07/03/11)
Seamos sinceros, Beady Eye son noticia porque son la nueva banda de Liam Gallagher. Pese a la ausencia de Noel, esto sigue sonando a Oasis para bien o, tras tantos discos y años, para mal. Si la fórmula de Oasis ya llegó a hacerse redundante y cansina (aunque perfecta para picotear de single en single), no hay motivo para pensar que este retorno vaya a mejorar la cosa, y el tema que han avanzado no parece indicar lo contrario. Para más inri, titulan al disco “Different gear, still speeding”. No sé yo si esta maquinaria les va a permitir seguir acelerando mucho más.
GLASVEGAS “EUPHORIC /// HEARTBREAK \\\” (04/04/11)
Probablemente ya hayan oído el avance que publicó la banda, “The world is yours”, y su primer single, “Euphoria, take my hand”. Pues bien, tras la presión nacida del éxito de su debut homónimo, el cuarteto escocés por fin lanza su segundo disco. El 4 de abril se publica “EUPHORIC /// HEARTBREAK \\\”, que se abre y se cierra con dos piezas de spoken word y sigue en la estela de ese rock de deje épico que los caracterizó.
PANDA BEAR “TOMBOY” (12/04/11)
DANGER MOUSE & DANIELLE LUPPI “ROME” (16/05/11)
Agridulces fueron las sensaciones que provocó la actuación de Panda Bear en el pasado Primavera Sound. Por un lado, su actuación se retrasó, careció de visuales y la calidad del sonido fue bastante lamentable. Pero por el otro, pese a todo ello, los nuevos temas del fundador de Animal Collective brillaron y nos pusieron los dientes a ras de suelo. Ahora por fin llega “Tomboy”, del que ya hemos podido escuchar tres temas y constatar que, como advirtió el propio Noah Benjamin Lennox, su retorno es más simple y crudo que sus anteriores trabajos en solitario.
La noticia estalló el año pasado: Jack White estaba colaborando con Danger Mouse. Ahora, tras el deceso de The White Stripes, la confirmación de este disco llega como agua de mayo. Y precisamente en mayo será cuando se publique “Rome”, el particular homenaje de este par a los spaghetti westerns. Las aportaciones del compositor italiano Danielle Luppi y la grabación en el estudio co-fundado por Ennio Morricone le acaban de dar el barniz italiano a un álbum donde las voces las ponen, entre otros, Jack White y —al loro— Norah Jones.
FOO FIGHTERS “TBA” (12/04/11)
BEASTIE BOYS “HOT SAUCE COMMITTEE. PART 2” (19/04/11)
El silencio del quinteto capitaneado por Dave Grohl empezaba a enervar a los fans de Foo Fighters cuando, el pasado 1 de febrero, la banda les concedió un teaser de 30 segundos del tema “Burning bridges”, reafirmando sus anteriores declaraciones conforme a que éste iba a ser el disco más heavy de su carrera. Habiendo escuchado directos del que será su primer single, “Rope”, yo todavía pondría esas declaraciones en standby. Lo que está claro es que el retorno de Foo Fighters con la producción a cargo de Butch Vig (encargado también de “Nevermind”) no pasará desapercibido.
El nuevo disco de los Beastie Boys sigue posponiéndose a causa del cáncer de MCA (Adam Yauch). No obstante, todo parece apuntar a que el lanzamiento será esta primavera. El trío ha anunciado que el disco se llamará “Hot sauce committee. Part 2”, pese a que “Hot sauce committee. Part 1” tenía que haber salido hace unos meses y no lo hizo.
EXPLOSIONS IN THE SKY “TAKE CARE, TAKE CARE, TAKE CARE” (25/04/11)
El cuarteto de post-rock instrumental ha anunciado la publicación de su retorno tras el devastador “All of a sudden I miss everyone” para el 25 de abril. El sexto álbum de Explosions In Tthe Sky se llamará “Take care, take care, take care” y ha sido producido por John Congleton (Modest Mouse, This Will Destroy You). Seis temas que nos volverán a hacer volar muy alto en el cielo.
DEATH CAB FOR CUTIE “CODES AND KEYS” (PRIMAVERA DE 2011)
Los chicos de Ben Gibbard han vuelto al estudio tras el EP “The open door”. El disco se llamará “Codes and keys” y saldrá en algún momento de esta primavera. Según Ben Gibbard ha declarado en algunas publicaciones inglesas, el hecho de que todos los miembros de la banda hayan formado una familia recientemente ha tenido un papel importante en el disco. Por primera vez en 12 años, Death Cab For Cutie incluye una sección de cuerda en algunos de sus temas, dejando de lado las guitarras para potenciar los teclados, las cuerdas y los pasajes instrumentales. BLONDIE “THE PANIC OF GIRLS” (SIN CONFIRMAR, 2011)
FLEET FOXES “HELPLESSNESS BLUES” (03/05/11)
Hace ya tres años de su disco homónimo (álbum que fue coronado como el mejor de ese año según esta santa revista) y ya teníamos ganas de Fleet Foxes. El quinteto lanza este mayo su esperado segundo álbum, “Helplessness Blues". El largo fue mezclado y coproducido por Phil Ek (Band Of Horses, Built To Spill), así que la cosa pinta bien. Además, poco después de la publicación del LP, los de Seattle volverán al Primavera Sound para presentárnoslo en directo.
“The curse of Blondie” fue el último disco de estudio que oímos de la banda liderada por Debbie Harry y, tras varios amagos, parece que 2011 va a ser el año que vea nacer su nuevo trabajo. “The panic of girls” fue grabado durante los meses de noviembre y diciembre y está cerrado y envuelto para regalo. Sólo falta que las discográficas, las distribuidoras y la banda se pongan de acuerdo para que podamos disfrutar del que será el noveno álbum de Blondie. Veremos en qué forma se encuentran tras 35 años de carrera. Aunque ya se sabe, pesan los kilos, no los años.
018/019
report The Joy Formidable
THE JOY FORMIDABLE EL CAMINO MÁS LARGO
Al trío galés The Joy Formidable les gusta hacer las cosas a su manera. Primero autoeditan un EP largo, luego cruzan el charco y abren para Passion Pit varios conciertos donde no cabe un alfiler, graban un disco en directo y ahora, cuando ya han pasado casi tres años desde que se empezó a hablar de sus conciertos apoteósicos, publican su primer álbum dando opción a una caja de edición limitada con temas extras. “The big roar” es el empujón definitivo con el que se proponen dejar de ser, por fin, los eternos teloneros perfectos.
Carola Guerrero Jeremy Cowart
Texto Foto
“L
o que está claro es que no ha sido por no ser capaces de componer o por vagos. No hemos parado en dieciocho meses”, explica Ritzy Bryan al hablar de la ‘vuelta de rodeo’ que han dado The Joy Formidable para sacar su primer largo. Con su torrente de voz y la devoción que siente por los riffs afilados al máximo, ella es la cara más visible de un grupo con sabor a grunge épico y dream pop de alto voltaje; un grupo que encuentra su razón de ser en la energía que pueden desprender tres personalidades fuertes al encajar desafiándose una a otra. Ritzy fundó la banda junto Rhydian Daffyd al bajo. Ambos habían coincidido en el colegio, pero no tocaron juntos hasta años después, cuando Rhydian buscaba guitarrista para su grupo de Manchester, Tricky Nixon. Aquella aventura acabó como el rosario de la aurora debido a sus desencuentros con el batería, y cuando éste dejó la banda el proyecto pasó a llamarse Sidecar Kisses. “No estábamos muy contentos, así que volvimos a nuestro pueblo al norte de Gales. De algún modo descubrimos la alegría de volver a componer libremente. Ése fue el comienzo, y desde entonces no ha dejado de ser estupendo”, asegura Rhydian, en cuya banda el motor rítmico es ahora Matt Thomas. Ritzy coincide: “Ha sido un proceso muy intuitivo, sin egos. Definitivamente teníamos algo que decir, queríamos hacer música que fuera potente sin miedo a que sonara emotiva, no necesariamente estridente todo el rato, pero… Se trata del equilibrio, que exista ese contraste con algo que es frágil y sereno al mismo tiempo”. Mold, el lugar histórico que les vio crecer, les hizo enfrentarse a la música de un modo distinto, sin una escena a la que adscribirse. “Es hermoso, pero también muy solitario”, dice Rhydian. “Nunca lo pensamos, ese lado dramático del paisaje tiene un efecto sobre nuestra música. Volvemos allí cuando podemos, aunque hoy nuestra base está en Londres, y ya sabes, las luces fuertes, la gran ciudad… Aunque somos chicos de campo nos gusta situarnos entre la calma y el caos”. The Breeders, Arcade Fire o Yeah Yeah Yeahs suelen estar entre las bandas con las
que los medios suelen compararles. Eso les provoca cierta risa. “Siempre se nos hace extraño. Supongo que es un cumplido que te comparen a bandas tan distintas, porque no puedes determinar el estilo del todo. No estamos evitando ser encasillados, sino que sólo queremos concentrarnos en lo que nos hace felices”, opina Rhyan, quien tiene claro que la palabra ‘hype’ no tiene nada que ver con ellos. “Hemos hecho un concierto, otro, y otro, otro… Nunca hemos tenido lo que se dice un gran apoyo… Lo que tienes que saber es qué quieres sacar de todo esto. Siempre estamos en plan ‘concentrémonos: así es como queremos hacer las cosas’, y ahí es donde te impones mucha presión. No nos importa si nuestros conciertos son para cinco personas o para cincuenta mil. Son igual de importantes. Nos divierte lo que hacemos y eso es lo que importa. Queremos que la gente conecte, pero si no lo hace, ellos se lo pierden”, sentencia. Lo cierto es que ha habido un público que conectó desde el principio con sus directos, y mucho. El éxito que tuvo su mini álbum “A balloon called moaning” (09, y que llegó a ser portada en esta publicación) cogió a The Joy Formidable por sorpresa y pronto empezaron a girar con bandas como Editors o The Tender Trap por varios países, pero el golpe de suerte les vino cuando uno de los miembros de Passion Pit decidió editar en EE.UU. aquel EP en su propio sello. De ahí a que ficharan por Canvasback/Atlantic para lanzar el, como bien indica su título, rugiente “The big roar” (Atlantic / Warner, 11), fue cuestión de tiempo. Al fin y al cabo hay cosas que te vienen sin esperarlas… Un ejemplo, entre las canciones de su debut se encuentra una canción que sus seguidores ya conocían bien, “Austere”, que dio pie en su momento a una de las mejores promociones con las que la banda pudo contar, un fan le dedicó un video con primeros planos de gente aparentemente masturbándose. Youtube, claro está, lo censuró. “¡No era para tanto! Algunos de los comentarios racistas que ves allí son mucho más escandalosos, y pajearse un poco tampoco no está mal, ¿no?”, comenta Rhydian aún sorprendido. www.myspace.com/thejoyformidable
020/021
en portada Abraham Boba
HUMANO, DEMASIADO HUMANO
ABRAHAM BOBA
La velocidad con la que se suceden y precipitan, hoy en día, ciertos acontecimientos en torno a nuestras vidas nos convierte en individuos que bordean permanentemente el precipicio de la insatisfacción. La caída al vacío del fracaso convive con nosotros diariamente. Y pese a que podamos contar por cientos a los amigos que sumamos en las redes sociales, el dolor siempre lleva implícita una verdad de la que es imposible desembarazarse, la soledad. “Los días desierto” (Limbo Starr, 11), el tercer trabajo discográfico de Abraham Boba, es sin duda su trabajo más luminoso y accesible. Pero no se dejen engañar por estos calificativos. La luz aquí es un arma de sinceridad masiva que deja expuestos al sol todos los pecados, descalabros, inseguridades y miserias que creíamos bien ocultos en los rincones sombríos de un lugar engañosamente olvidado de nuestra cabeza. “¿Quién quiere hablar de las cosas que hacen daño de verdad?... ¿Quién quiere hablar de las cosas que se hacen por piedad?”.
Texto Foto
David Giménez Colectivo Anguila
022/023
en portada Abraham Boba
U
n servidor habría hurgado en el yo más profundo de David Cobas para extraer los motivos y las razones que le empujan a ser el artista que es y servírselo a ustedes en bandeja a través de las páginas de esta revista. Pero el vigués sólo se muestra tal y como es ante sus más allegados. Él se defiende de esta curiosidad casi obscena afirmando que a nadie puede importarle su vida. Yo opino todo lo contrario. Ahí están las biografías de artistas como Bob Dylan, Leonard Cohen, Neil Young o Mark Everett para dar aún más sentido a los discos que han ido publicando. En su círculo, el placer de su compañía y, para todo el mundo, el deleite de sus obras, siempre soberbias. Y esto es más de lo que muchos pueden dar.
tía. También entró en la banda Álvaro Segovia, guitarra en la última época de Atom Rhumba. En el disco no hay guitarras acústicas y todas la eléctricas que suenan, además de una mandolina, las grabó él. Ésta fue la banda con la que grabé y con la que presentaremos el disco en directo. Además pude contar con Sara Fontán en el violín. Ella toca en Manos de Topo y Arbol. Tuve la ocasión de hacer un par de conciertos con ella que resultaron maravillosos y no dudé a la hora de llamarla para colaborar en este disco. También llamé a Charlie Bautista para que grabase la flauta travesera que aparece en “Cosas que duelen”. Acabó grabando varias pistas de flauta, que recuerdan al sonido de un mellotron.
Me piden que, tras la entrevista, haga un repaso a tu discografía. Una excelente excusa para preguntarte cómo ves cada uno de tus discos, ahora, desde la distancia. Llevo muy mal lo de escuchar mis discos. Una vez masterizados no vuelvo a ellos. Pero sí guardo recuerdos de cada uno y sensaciones que se te quedan, creadas también por las opiniones de la gente que lo escucha. En el primer disco recuerdo ir buscando una manera de contar las canciones a través de muy pocos elementos, con mucho espacio entre los instrumentos. Las letras hablan de cosas muy diferentes de canción a canción. No estoy muy contento con la producción y la interpretación de ese disco, creo que quedó muy frío. Aún así hay un par de canciones que podría rescatar para tocar en directo. En “La educación” influyeron mucho la producción de Paco Loco y mi estado de ánimo. Creo que es un disco que me gustará si vuelvo a escucharlo dentro de unos cuantos años. “Los días desierto” no es una continuación, sino más bien una ruptura con las formas y el carácter de “La educación”.
Las primeras demos de “Los días desierto” tenían una sonoridad pop propia de finales de los ochenta y comienzos de los noventa. Al volver del verano recopilé las canciones que había hecho durante los últimos dos años y me dispuse a grabar una demo a piano y voz en mi casa. Quería que las canciones funcionasen por sí solas, sin más artificio. En unas demos previas sí había utilizado una caja de ritmos y alguna otra cosa para que me diesen una pista sobre por dónde se podría enfocar el arreglo de la canción. Las desestimé. También tiré a la basura la mitad de las canciones y escribí alguna nueva. La demo de 11 canciones previa a la grabación del disco dejaba muchas posibles interpretaciones y es así como quería llegar a presentárselas a la banda, para que cada uno aportase sus ideas. No tengo muy claro a qué época recuerda más el sonido del disco, en cualquier caso me gustaría que no sonase a ninguna en particular. Sí es verdad que llevaba tiempo buscando un sonido de batería muy seco y muy grave, como en el “Harvest” de Neil Young o en el “Plastic Ono Band” de Lennon. Y ambos discos son de los 70. Empezamos grabando las canciones con ese sonido de batería, pensando en las canciones que lo pedían, pero nos gustaba tanto que acabamos usándolo en todas.
No concibes dos discos iguales en tu discografía. Pienso poco en el futuro y eso me ayuda a tomarme la vida como si se tratase de etapas. Los discos son resúmenes de esas etapas, así que es lógico que sean diferentes. Es muy fácil hacer dos discos iguales, tener una fórmula y desarrollarla. A mí me motiva mucho más ir descubriendo nuevos caminos y hacer lo que me pida el cuerpo en cada momento. Es un riesgo también. De esta manera es probable que no te reconozcas en esas canciones cuando pase el tiempo pero también creo que es lo más honesto. No tiene ningún sentido hacer canciones tristes cuando estás contento ni viceversa. La sonoridad depende mucho de la instrumentación que se use. En este disco, por ejemplo, predominan los instrumentos eléctricos sobre los acústicos. ¿Es por esa huída de la que hablas por lo que preferiste grabar “Los días desierto” en los estudios El Cariño de Zaragoza, propiedad de Edu Baos (bajista de Tachenko)? A Edu le conocí durante la gira de Nacho Vegas. Nos hicimos amigos y me propuso tocar el bajo en mi banda. También en esa gira conocí a César Verdú, técnico de sonido de Nacho desde sus comienzos. Hablábamos y coincidíamos en la forma de ver muchos aspectos musicales y de sonido. Ambos habían trabajado juntos ya en alguna grabación y pensé que podría ser un buen equipo para ayudarme en este disco. Además, de esta manera podía disponer de más tiempo de estudio, algo de lo que no dispuse en otros discos. De hecho, algunas canciones como “El hombre perdido” fueron concebidas allí. Me apetecía empezar a grabar con cierta incertidumbre, sin tener claros todos los arreglos de las canciones. César me ayudó con algunos ritmos y contar con Pablo Magariños en la batería siempre es una garan-
Además de los artistas que has mencionado, he reconocido al Bob Dylan de “Blood on the tracks” y “Desire”, además de encontrar cierto paralelismo entre “Como en Hollywood” y “Desolation Row”. “Algunas (pequeñas) verdades domésticas” me recuerda a “Have a nice day” de Stereophonics. También vislumbro las sombras de Gainsbourg y Scott Walker. Lo único que te puedo decir es que ésta es la manera en la que concibo un disco de rock. No sé quienes son Stereophonics, pero el ritmo de “Algunas (pequeñas) verdades domésticas” está copiado de “Cold blooded old times” de Smog. Creo que Smog se lo copió a su vez a Lou Reed. Es un ritmo bastante típico del pop-rock, algo que he querido usar en algunas canciones de este disco. “Como en Hollywood” está inspirada en el “Isolation” de Lennon y otras canciones toman ideas de aquí y de allá. Lo que hace todo el mundo, vamos, aunque algunos lo reconozcan más que otros. Lo que sí te puedo decir es que me cuesta mucho escuchar música actual y, aunque lo intento, siempre acabo viajando hacia atrás en el tiempo para descubrir cosas. Lo último ha sido Washington Phillips. A todos nos gusta más que nos comparen con la gente que escuchamos y nos emociona, que con otros que no tienen nada que ver. Pero a veces el oyente entiende la canción de otra manera y te dice que le recuerda a algo que no has escuchado nunca o incluso a algo que detestas. Un elemento muy importante en el sonido final de las nuevas canciones son los arreglos corales que han grabado Ana Galletero y Raúl Pastor. Ana tocaba con Travolta y ahora sigue con Joaquín Pascual. Nos conocimos en Madrid y nos hicimos
buenos amigos. Raúl es Rauelsson. Su último disco me parece una maravilla. Tocamos juntos en algunos conciertos y en uno de ellos se unió a cantar conmigo alguna canción nueva. Tiene una voz muy chula y una capacidad asombrosa para hacer armonías vocales, algo que yo no había usado en mis discos y que sí quería esta vez. Se me ocurrió unir a ambos para que grabasen los coros a la vez, como antiguamente. No se conocían y la primera hora fue un poco tensa. Pero a partir de ahí rompieron el hielo y parecía que hubiesen estado cantando juntos toda la vida.
táneo de la toma. Luego añadimos a ésta varias pistas de ruido que Sara había grabado con el violín y que aparecen también como colchón en “Basura madura” y las pasamos por un eco de cinta. También usamos algunos coros de la primera canción. Me apetecía tener ese contraste entre una pieza de piano bonita y un infierno de ruido cubriéndola. Es un buen resumen y un buen símil de la etapa a la que pertenece este disco. Tampoco quería que apareciese la última del disco, sería típico y le restaría importancia. Está donde tiene que estar y es muy necesaria.
Has comentado que te apetecía comenzar la grabación con la incertidumbre de no tener definidos los arreglos de cada canción, algo que, por otra parte, se aleja radicalmente del modus operandi con el que habías trabajado hasta ahora (otra prueba más de esa ruptura que comentas). Entre los diez cortes del álbum encontramos una pieza instrumental y ruidista que da su título al disco y precede al final de éste. ¿Encierra algún concepto o idea? En cierto modo sí. En las sesiones de grabación grabamos diez canciones. Llegó el momento de mezclar una de la que yo no estaba muy convencido y que dejamos para el último día. En media hora estaba mezclada y no le quise dedicar ni un minuto más porque sabía que esa canción no pertenecía a este conjunto. Todavía nos quedaba una tarde entera de estudio. Colocamos un micro ambiente en la sala donde estaba el piano. Empecé a tocar esta pieza, que toma elementos de la que abre el disco y me gustó ese carácter espon-
Tus letras mantienen ese cargo de culpabilidad (hacia los demás y hacia ti mismo) que ya estaba presente en tus anteriores discos pero, en esta ocasión, el golpe de éstas sobre nuestro estado de ánimo y nuestra conciencia es mucho más efectivo y demoledor ya que lo expresas a través de una lírica más directa y menos críptica. Es necesario guardar las distancias entre tu vida y las canciones, aunque a veces no se consiga por escribir en caliente. Mi vida no le interesa a nadie, así que procuro usar cosas que me suceden para hablar de algo que todo el mundo puede entender porque también ha pasado por eso. Lo interesante es que cada uno lo haga desde su punto de vista, aunque de esta manera también es más fácil que tu propia vida acabe asomando la patita por debajo de la puerta. Yo procuro evitarlo, pero hay veces que no lo consigo. www.myspace.com/abrahamboba
024/025
Texto
en portada Abraham Boba
David Giménez
DISCOGRAFÍA “Los días desierto” LIMBO STARR, 11
Rock. En el fondo de algunos pozos se ocultan secretos que nadie se atreve aún a confesar. Pero todos sabemos que estos túneles verticales aguardan siempre pacientes a que, un día u otro, regresemos para extraer de su callada oscuridad las verdades que en su momento no nos atrevimos a afrontar. ¿Qué se siente cuando la realidad es rescatada por el sol y se sitúa frente a ti? Abraham Boba da nuevamente un giro musical en su discografía abandonando la frialdad calculada de su primer álbum, de título homónimo, y huyendo de la oscuridad decadente que, como ave de mal agüero, sobrevolaba cada recoveco de aquel excepcional segundo trabajo llamado “La educación”. Adiós al tremendismo siempre acentuado a altas horas de la madrugada. En “Los días desierto” el vigués ahonda nuevamente en los grandes desastres emocionales, pero en esta ocasión sus impresiones son claras y luminosas, como si se tratasen de reflexiones llevadas a cabo a plena luz del día y, posiblemente, en un abierto diálogo con (nos)otros. Quizá por este motivo el lenguaje musical y sus textos sean mucho más directos y comprensibles que nunca. Y aunque el tercer disco se abre a ritmo de plegaria litúrgica con ese gospel que es “Basura madura” —y en el cual el personaje (¿o la persona?) reclama, por piedad, un corazón de hielo—, lo cierto es que estamos frente al disco más accesible de su carrera. “Los días desierto” es el álbum que debe llegar a un mayor número de oyentes y situar a Abraham Boba en un puesto privilegiado de reconocimiento y popularidad que tiene bien merecido por su cuidada trayectoria artística y la calidad de todas sus composiciones. Canciones como “Podría haber sido peor”, “Otra canción de amor” o “Fin de año”, a pesar de ser claros candidatos a convertirse en pequeños grandes himnos tarareables, siguen rezumando buen gusto –esa producción que dota al conjunto de la obra de un sonido atemporal, esos referentes que nos llevan a pensar en Scott Walker, Tim Hardin, Tim Buckley e incluso Lou Reed (ahí tenemos el ejemplo en “Algunas (pequeñas) verdades domésticas”). Pero no se dejen engañar. Si bien es cierto que ahora podemos bailar con estas nuevas composiciones en cualquier lugar y a cualquier hora del día, éste, su tercer álbum, es un caramelo envenenado y Abraham Boba es, aquí, un lobo con piel de cordero que te aniquila mientras te hace sentir mejor. Pero precisamente, es la suma y el contraste de todos estos ingredientes los que elevan esta nueva publicación a la categoría de soberbia.
“Abraham Boba”
“La educación”
LIMBO STARR, 07
LIMBO STAR, 09
Pop de autor. David Cobas debuta con este disco sobrio y elegante de claras influencias jazzísticas, tras los años en los que, junto a su inseparable buen amigo Borja Flames, editara pequeñas piezas de orfebrería instrumental bajo el nombre de Belmonde. Totalmente a contracorriente frente a las tendencias musicales patrias del momento, este disco de título homónimo bebe de influencias tan destacadas como las de Leonard Cohen, Ray Davies, Nino Rota o Paolo Conte. Ya desde su cuidado artwork nos aclara que estamos ante un artista totalmente atemporal. El álbum se abre con la melancólica “Fuga de Alcatraz”, un maravilloso medio tiempo a mitad de camino entre Nick Drake y Tindersticks. La visión crítica de la sociedad en la que se ve envuelto el vigués ocupa la temática de canciones como “Tirada nacional” y la pegadiza “La hermanas Sánchez”. “Turista feliz”, tan próxima a Erik Satie, es otra de las piezas mayores de este notable primer trabajo de Abraham Boba, un artista y una excepción a tener muy en cuenta.
Croonerismo. “Confío en que algo exista al salir de aquí…”, canta Abraham Boba en el tema que da título a su segundo trabajo. La desorientación es una gran nube de polvo que ciega, apaga la voz y aísla. El vigués viajó hasta los estudios de Paco Loco para registrar un álbum profundamente oscuro y herido. Ni tan siquiera los bellísimos arreglos de cuerda de su canción más pop, “Hagamos antes de morir”, ni aquellos que balancean los pequeños valses de lírica críptica que son “Hay estatuas aquí” y “Rita y la guerra”, pueden desembarazarnos de la profunda sensación de tristeza y dolor. La rabia de “Juan y la defensa” en su primer acercamiento al rock, la desnudez folk de la devastadora “Frío” (“sólo usamos nuestra lengua para hablar, y este frío nos obliga a terminar…”, que recuerda a Townes Van Zandt), el country encerrado en “La vigilia” y ese gospel descarnado que es “Siete veces” sitúan este catálogo de desazones que es “La educación” entre los mejores álbumes españoles publicados durante la década.
026/027
report Toro y Moi / Dean & Britta
TORO Y MOI SOULWAVE
A los que no conozcan al chico de la foto les puede parecer un geek (a los que lo conocemos, también), pero este señor ha sido hasta ahora el estandarte de ese género con tanto hype que es (¿fue?) el chillwave. Con “Underneath the pine”, Chad Bundwick, aka Toro y Moi, se desmarca del género que él mismo encumbró y lo hace a base de ritmazos soul y funk imprimidos con tanto groove que coquetean peligrosamente con el disco. Texto Foto
Virginia Arroyo Chaz Bundick
U
na de las influencias más importantes en este disco ha sido el trabajo de Ennio Morricone y las bandas sonoras de películas de terror. Sí, sobre todo por la manera en que afrontan la composición. Son capaces de cambiar el estado de ánimo que infunde la canción tan sólo cambiando los arreglos. Eso era algo en lo que no había pensado hasta hace poco. Lo que más me gusta de “Underneath the pine” es que me he permitido saltar de género a género sin comprometer la composición a ese estado de ánimo. ¿Y hay algún otro artista que hayas estado escuchando mucho últimamente? He sido bastante fan de Women y Tame Impala. Las voces en ambos grupos son algunas de las mejores melodías que he oído en mucho tiempo. De hecho, si algún día colaboráramos, creo que sería bastante fácil ponernos de acuerdo porque comprendo perfectamente de dónde provienen. “Underneath the pine” (Carpark / Green UFOs, 11) tiene un rollo bastante ‘vintage’. Has estado muy metido en la música de los 60 y 70 durante su creación, ¿no? Sí. Me atrae especialmente la producción de entonces, efectos como el reverb típico de la época, el delay... Y al mezclar el álbum en un estudio que usa un equipo de los 70, creo que se nota y dota a la música de una especial suavidad. Hoy en día mucha música no electrónica se comprime demasiado en el estudio y acaba sonando mecánica y electrónica, tirando por tierra las mejores características de la interpretación humana. El funk y el soul crean un vínculo entre el sonido de “Underneath the pine” y el de tu anterior disco, “Causers of this” (10) . ¿Querías crear una sensación de continuidad? Pues sí: pensé que la mejor forma de que los fans de “Causers” llegaran a apreciar “Underneath the pine” era que hubiera algún denominador común. Así que mantener el funk y el soul fue una opción obvia para mí y también fue una oportunidad para explorar otras ramas del funk y de géneros que desembocan en el funk.
Y a pesar de que ese aire funk y soul se mantiene durante todo el disco, hacia la mitad va cediéndole paso al folk y al pop. No obstante, la progresión es muy sutil, sin costuras. ¿Cómo lo consigues? Gracias. En realidad eso es lo que quería demostrar, que no importa la instrumentación que uses, si la composición es potente, el oyente quedará enganchado. En este sentido, he aprendido mucho de compositores de música para películas, como Piero Umiliani y Francois de Roubaix. Ahora que este disco está claramente fuera de esa onda, ¿qué opinas de toda la moda del ‘chillwave/glo-fi’? ¿Te molesta que se te etiquetara así? Lo que me molesta son más bien los músicos que le dan demasiada importancia a estas cosas. A mí personalmente no me molesta en absoluto. Igualmente, creo que para describir brevemente un sonido, es más útil poner un trozo de esa música que no intentar etiquetarlo con una palabra. Vi una entrevista en que te preguntaban por el origen del chillwave y contestabas que nacía de la angustia. ¿De dónde nace tu nuevo sonido? (Risas) Bueno, creo que lo que inspiró este disco fue principalmente la idea de intentar cambiar totalmente el enfoque compositivo, cruzar al otro lado… pero quedándome al final en el medio… En el medio, pero bien… No sé si me explico (risas). ¿Ha afectado el éxito de “Causers of this” la manera en que has trabajado para este disco? La verdad es que sí. Me sentía un poco presionado. Sobre todo por cuestión de tiempo, porque me impuse ciertas fechas y quería probarme a mí mismo para saber si podía hacerlo. Pero en realidad nada me obligaba a sacar dos álbumes en prácticamente un año. www.myspace.com/toroymoi
DEAN & BRITTA RASTROS DE ESTRELLAS
Texto
Paula Arantzazu Ruiz
De todos los grupos del intersticio entre los 80 y los 90, Galaxie 500 es a todas luces la banda cuyo legado permanece tan incorruptible e íntegro como entonces. Dean Wareham, su otrora cantante, ex líder de Luna y frontman junto a su mujer Britta Philipps de Dean & Britta, ha recuperado las canciones del trío y, sin Damon & Naomi, se ha embarcado en una gira donde repasa las maravillas del pop acuático y en fuga que les mereció, pese a su éxito truncado, convertirse en una leyenda generacional. Wareham estará tocando canciones de Galaxie 500 en nuestro país en una gira muy especial.
A
lo largo del último año, varios indicios apuntaban a que el cancionero de Galaxie 500 iba a tomar los escenarios más de dos décadas después de la disolución de la banda de Cambridge, Massachussets. Primero, la reedición de "Today" (88), "On fire" (89) y "This is our music" (90), a cargo de Domino Records; segundo, una actuación en el Tanned Tin de 2010 en la que Dean & Britta repasaron los temas del malogrado trío; finalmente, cierto agotamiento del guapo matrimonio tras dos años de viaje alrededor del mundo girando con "13 most beautiful... Songs for Andy Warhol's screen tests by Dean & Britta", un proyecto que acaba de ver la luz en formato disco (Houston Party, 10), en el que la pareja musica los famosos primeros planos que el artista pop rodó entre 1964 y 1966 en su factoría de estrellas (de Nico a Lou Reed, Dennis Hopper, Eddie Sedgwick o Jane Holzer) y que en 2009 les llevó al Festival de Cine de Gijón para presentarlo en directo. Los que incluso auguraban una posible reunión de Dean Wareham, Damon Krukowski y Naomi Yang, no podían más que equivocarse. Regresa la música, pero no la banda. Wareham lo explica rotundo: "Creo que debemos de ser de las pocas bandas de la época que no hemos decidido reunirnos. En cierto modo, lo veo como un logro". ¿Por qué has decidido hacer una gira centrada sólo en Galaxie 500? Bueno, todo empezó en el Tanned Tin del año pasado. El concierto se basaba en el repertorio de Galaxie 500 y como por entonces también se reeditaron los discos, creí que no sería una mala idea emprender una gira. No hay nada nostálgico en esto, me refiero a nivel personal, sino una especie de revival de la música del grupo. Pero, ¿no te va a resultar algo extraño volver a Galaxie 500 después de tantos años y con otros compañeros? Como te he dicho, tras el Tanned Tin nos sentimos muy cómodos tocando ese repertorio. Creo que los tres discos de Galaxie 500 son muy buenos e incluso ahora no cambiaría nada de ellos. Esos álbumes contienen momentos muy bellos y significan un momento muy concreto de mi carrera del que tampoco
reniego. Son canciones muy primarias, de tres acordes, pero a la vez muy complejas. La producción de Kramer me sigue pareciendo espléndida. No puedo pensar en otra persona que pudiera haberlo hecho mejor. ¿En qué formato vais a presentar los conciertos? Galaxie 500 era un trío y seremos un trío encima del escenario: Britta al bajo y Jason (Lawrence), que nos acompaña en Dean & Britta, a la batería. Quería preguntarte por el proyecto de "13 most beautiful... Songs for Andy Warhol's screen tests by Dean & Britta”. Acaba de publicarse en formato disco en España. ¿Qué crees que puede aportar esta banda sonora para alguien que no conozca la propuesta? Pues, la verdad es que no lo sé (risas). El proyecto nació del Andy Warhol Museum de Pittsburgh, que nos llamó para musicar esos filmes y para que hiciéramos una actuación en directo con el resultado. Poco a poco fue ganando relevancia, hicimos una gira por Estados Unidos, luego mundial, y al final ha editado un DVD y el CD. Las canciones se compusieron pensando en las imágenes, es un proyecto multimedia, aunque, si lo pienso bien, también funcionan independientemente. De hecho, los temas han variado de manera sustancial con respecto a cómo empezamos a tocarlos en directo. ¿Cómo te enfrentaste al material de cara a construir esa banda sonora que es "13 most beautiful..."? Lo cierto es que son perfectos para musicarlos, porque su duración coincide más o menos con la duración de una canción de pop rock. Era una ventaja. Así que sólo nos planteamos componer según nuestra reacción a esas imágenes. Warhol los llamó "Screen tests", pero nadie está haciendo pruebas de cámara. No sé, de algún modo, yo los he sentido como si fueran fantasmas. Hay algo triste en esos retratos, sobre todo si te paras a pensar que la gran mayoría de ellos están muertos. www.myspace.com/deanandbritta
028/029
report The New Raemon
THE NEW RAEMON LA FORTALEZA DE LA SOLEDAD
Cualquier día de estos, Ramón Rodríguez va a hacer una canción que te hará reír a gritos, dar saltos de pandereta y gozar de puro humor, con versos que resplandezcan risueños como una función de circo. Pero por el momento, vas a tener que entender su humor entre líneas, porque el retorno de The New Raemon es de todo menos amable. “Libre asociación” recuerda los orígenes musicales del líder de Madee, y convoca un extrañado mundo hecho de sustanciosos lodos personales, afrentas a uno mismo y hondas notas de introspección.
Texto Foto
Albert Fernández David Elvira
N
ada queda ya de aquella sencilla inmediatez de “A propósito de Garfunkel” (BCore, 08), o de los retales melancólicos compartidos de “La dimensión desconocida” (BCore, 09). El tercer disco de The New Raemon es un viaje al reverso tenebroso del autor. ¡En cuántos conciertos de Ramón hemos visto como todo el mundo se añadía pronto a corear el estribillo, llevados por la celebración lisonjera, o la recapitulación deleitada de algún pasaje vital tan de todos y cada uno! ¡Ay!, pero “Libre asociación” (BCore, 11) ha dejado atrás cualquier rastro de identificación con el prójimo, y la proximidad comunicativa de las primeras obras en solitario de este mamífero nacido en Barcelona. Aquí nos adentramos en las opacas selvas de la intimidad, avistamos los horizontes internos y oscuros de un disco que funciona como un organismo complicado, en el cual la suma de las partes se resuelve sólo mediante una rebuscada ecuación. Los científicos de la isla lo tienen claro, estamos ante un New-New Raemon. “Sí, es cierto (risas). El ambiente de este disco es muy opresivo en relación a los anteriores, así que de alguna manera está bien ir adentrándose a base de escuchas, y así disfrutarlo. Hay cancioneros, como el del ‘High violet’ de The National, que puedes disfrutar con un par de escuchas, pero cuanto más lo frecuentes, más lo apreciarás, porque es más complejo de lo que aparenta”. Hablando de repeticiones, imagino que, en parte, el giro que propone este álbum puede deberse a la acuciante sensación de que, llegados a este punto, era más fácil repetirse que poner un punto y aparte. “En cierto modo, muchos considerarán que
lo que hemos hecho con este disco es una especie de suicidio profesional, pero sin duda a mí me va a salvar de ahogarme artísticamente. Estaba en un momento en que se hacía demasiado evidente el siguiente paso a dar, lo que los demás esperaban de mis discos. Las tentaciones y las ofertas de otros sellos se sucedían, pero en realidad yo soy bastante tímido, y prefería quedarme en BCore, con mi familia de siempre, y hacer lo que quisiera de mi derrotero musical. Repetir un ‘Garfunkel’ habría sido aburrido, y en todo caso el cuerpo me pedía hacer algo muy diferente, mucho más sombrío y embrutecido, con las guitarras enchufadas y buenas dosis de ruido. Los dos primeros discos ya están hechos, y si alguien quiere volver a escucharlos, ahí están para ponerlos cuando se quiera. Yo no podía grabar algo parecido otra vez”. Así como esas obras anteriores consistían en atisbar paisajes, saldar cuentas con los demás, e incluso rendir homenaje a la vida y los amigos, estas nuevas ambientaciones tétricas, y los arañazos de dureza lírica, proponen la estampa de la cárcel de uno mismo. Frente al reflejo insondable de un muro de piedra, uno puede lanzar ataques en contra propia. “Al ponerse frente al espejo afloran todo tipo de sensaciones, pero no sé si era eso lo que quería hacer al escribir las canciones. Estas letras surgen de un método de escritura muy espontáneo y poco meditado. Sólo después de acumular unas cuantas te das cuenta de que de alguna manera si se da esa especie de ejercicio crítico, no sé si de la persona o del personaje que
The New Raemon “Libre asociación” BCORE
Tenebro-rock. La manera de mirar a las canciones de Ramón Rodríguez va a tener que cambiar, porque esa misma voz que antes retozaba entre finas ironías, melancolías, ilusiones, y agudos versos sobre lo vivido, ha perdido ahora aquel florido encanto que arrolló en dos discos e innumerables EPs reunidos. “Libre asociación” propone el renacimiento a partir de la propia muerte, cuando el ego se ha vuelto el verdadero adversario del artista. Tenso y frío, The New Raemon busca definir nuevas aristas del orgullo, y para ello aprieta el pedal de la distorsión, y sube el volumen del amplificador. La niebla empieza a colarse entre los arbustos en “Lo bello y lo bestia”, primer tramo donde la gravedad rítmica y las alicaídas declamaciones del intérprete epatan y abren la puerta a un nuevo mundo de pesadilla. La épica es el único refugio cuando uno se asusta de su reflejo, y tiende a derrumbarse entre aciertos o desaciertos; por eso “Consciente hiperconsciente” viene a rebanar encéfalos con sus versos en eco y ese riff que escarba en su estribillo. Una y otra vez, estas canciones arden en la dicotomía entre reubicarse con tino en el mundo y la turbadora inercia a la destrucción de la imagen en el espejo. Así se insinúa en la sosegada rabia de “Kill Raemon”, o en el cabaret lacerante de “La vida regalada”, dos canciones que aprietan la sonrisa a través de formas que bailan con lo cómico y lo tétrico. Sin llegar a alcanzar nunca la velocidad que a menudo arrollaba en las canciones de
poco a poco se ha formado. Sucede que a veces uno puede llegar a sentir un poco de rabia hacia sí mismo, pero os aseguro que no hay nada de lo que preocuparse. Al escribir, afloran traumas y episodios dramáticos, pero ni me paso la vida triste y deprimido, ni todo lo que trato en las canciones me ha pasado a mí, o justo ahora. Algunas cosas quedan agazapadas en rincones de la mente, y al componer una canción, de vez en cuando salen a la luz”. Las insólitas aureolas de pesadilla con distorsión de estas canciones sedimenta la idea de un sonido interyacente entre The New Raemon y el viejo Ramón de Madee. En una oreja se cuela la paleta del cantautor, y en la otra la madeja sonora de una banda. “Había algunas cosas que tenía muy claras desde hace un tiempo. En los dos primeros discos, he estado practicando formas de folk y pop acústico, y, aunque quedaron bonitos y parece que le gustaron a la gente, a nivel particular empezaba a cansarme de ese registro. Ya me he pasado unos años haciendo el hippie, tocando aquí y allá con mi guitarra acústica, y plasmando ese sonido también en las grabaciones de The New Raemon. Así que si una cosa tenía clara es que esta vez iba a dejar la acústica a un lado. Podríamos decir que sentía cierto mono por volver a utilizar la guitarra eléctrica, enchufar el ampli e imprimir esa paleta de densidad sonora que tensionaba las atmósferas en los discos de Madee. Podríamos decir que este disco es en parte lo que habría sucedido si Madee hubiera grabado un disco en castellano”. Así, blandiendo la vieja Telecaster, “Libre asociación” recoge el testigo de una de las mejores bandas del hardcore nacional, quien sabe si para rendir el homenaje definitivo a Madee. “Este invierno hemos hecho la que se supone era la gira de despedida de Madee, culminando en el sitio que nos vio nacer, el Festival de Sant Feliu. De alguna manera, Madee sigue vivo, pero la banda no puede existir si uno de nosotros no está disponible, porque siempre hemos sido los mismos. Ahora mismo, Lluís no puede continuar por motivos laborales y personales, pero si algún día volvemos a estar todos a plena disposición, entonces posiblemente aparecerá un nuevo disco de Madee”. En todo caso, los músicos que habitualmente rodean a Ramón vuelven a estas presentes en este tercer largo. La poderosa y omnipresente guitarra de Ricky Falkner, más la de Pablo Garrido, y las baterías de Víctor García son el eje de la formación que confluyó en la grabación. “Sí, está claro que, aunque al componer, puedo escribir y tocar una línea de bajo o aproximarme al ritmo de la batería, siempre necesito de las capacidades de estos músicos, maestros cada uno en lo suyo. En la grabación quisimos respetar el sonido de una demo que había-
Madee, o en las flechas que antaño lanzaban los adorados Sunny Day Real Estate, “Soñar la muerte” y “Verdugo” alcanzan las mayores cotas de frenesí de estos turbadores relatos. La primera encierra todo la angustia del imaginario del disco, con ese ambiente de pesadilla que desemboca en unas niñas cantando una melodía de recreo, mientras un fondo de guitarras rechina. La segunda concentra la capacidad dramática y narrativa del autor, y compone un discurso opresivo, de clímax apoteósico. En un disco que huye de la popularidad y juega con los nervios y los miedos, los lazos emotivos que se enhebran en “Algunas personas del valle” estremecen como un trato con el demonio. La escapada a un escondite que en realidad sólo se imagina es la consigna en “El refugio de Superman”. El lento tañer de “Aspirantes”, hecho de rasgueos y ecos de ceremonia satánica, cierran del todo las ramas de un bosque tan embriagado y sobrecogedor que, por mucha angustia que nos cree, nos hace imposible decir “hay que salir de aquí”. Albert Fernández
mos grabado previamente. De hecho, el proceso ha consistido básicamente en refinar y rebajar el estruendo de aquellas primeras pruebas, que sonaban incluso más contundentes que el resultado final. Las primeras versiones de los temas eran aún más descarnadas. Incluso la voz, tan clara e inteligible en los otros discos, se espesa y confunde aquí por momentos, haciéndose difícil por momentos seguir el rastro de algunas estrofas”. En el apartado vocal se dan además nuevas aportaciones, generándose varios momentos sublimes donde los coros, en su mayoría femeninos, elevan con grandilocuencia el discurso, en ocasiones hasta estremecer, como sucede en esa cantinela escolar al más puro estilo Freddy Krueger interpretada por unas niñas al final de “Soñar la muerte”. “Sí, es algo que ya hicimos en el último disco de Madee, y sabía cómo podía funcionar. Me gustan los coros y esa sensación sobrecogedora que provocan, todas esas voces que me acompañan hacen que las canciones cobren otra dimensión”. Puestos a utilizar a niñas cantando, se me ocurre que las hijas de Ramón podrían acompañar a su padre en algún disco por venir. “Sí, es una idea que nos ronda desde hace algún tiempo. La mayor ya tiene 15 años y toca la batería, y la pequeña sabe tocar muy bien el bajo, e incluso el piano. Las dos cantan realmente bien, y sienten la misma inquietud de cuando yo empecé, por coger los instrumentos e ir probando cosas por instinto. Tenemos la intención de grabar un disco los tres, porque a menudo nos ponemos a tocar juntos. Aunque es posible que esas canciones no salgan del entorno familiar”. No sé qué les pasará por la cabeza a las hijas de Ramón al ver la portada y el libreto de “Libre asociación”, mal sueño de una chica perdida en un bosque, donde un juego de seducción y transposiciones acaba convirtiéndola en criatura de pesadilla, con cabeza de animal. “David Elvira se hizo cargo del arte y el diseño del disco. Yo le sugerí en parte esa idea del bosque en tinieblas y los personajes, y él acabó trasfigurando los estados de la conciencia para dar con esa bella e inquietante imaginería”. Está claro que los saltos entre disciplinas no le son extraños a Ramón. La versión en digipack del disco contiene el celebrado documental “A propósito de Rodríguez”, y se comenta que prepara un cómic junto a una amiga. “Sí, escribo a medias un blog de cómic con Cristina Bueno, y estamos trabajando en un cómic, aunque será difícil que vea la luz a corto plazo, nuestra dinámica es, a lo sumo, de una página por mes. Yo la escribo y ella la dibuja. Además, ahora por las mañanas, me ha dado por empezar a escribir una novela. Veremos a dónde llegamos”. www.myspace.com/thenewraemon
030/031
report Shackleton / Agoria
SHACKLETON A SU ROLLO
Percusiones tribales, subgraves atronadores, voces fantasmagóricas y un sentimiento ultracultureta flotando cual mariposa silvestre. No hace falta ser un lumbreras para saber que estamos hablando de Sam Shackleton, un tipo único en su especie, tímido, huraño y más retraído que la vagina de una monja de clausura. A pesar de todo le queremos. No es para menos.
Marc Piñol y Mónica Franco Lars Borges
Texto Foto
N
o siempre tiene uno el placer de poner unos discos antes de Shackleton. Aprovechando su sesión en Nitsa, le pregunté tímidamente qué le apetecía escuchar antes de que él empezara. El tipo, de un sincero que tiraba de espaldas, sonrió y dijo simplemente “tú haz lo que quieras, que yo voy a mi rollo”. Después de la actuación pudimos charlar un rato con él y despejamos ciertas dudas respecto a su pasado en Skull Disco y un futuro resplandeciente —en su caso sería más adecuado decir roñoso y decrépito, que le pega más— en su plataforma Woe To The Septic Heart! “Reconozco que mucha de la música que hago es más percusiva que la mayoría de lo que se edita actualmente, especialmente en cuanto a electrónica se refiere. Me gusta escuchar beats complejos, no puedo soportar la combinación de bombo y caja, es algo que me parece manido y, además, me aburre soberanamente. Asimismo, no creo que mi música tenga una influencia demasiado clara del este de Europa. Creo que el mundo es un sitio enorme y que puedes encontrar montones de artistas que facturan música muy interesante, así que es posible que, picando de un lado y del otro, haya encontrado alguna influencia que ahora no te sabría reconocer. En casa escucho cosas muy distintas y depende mucho de mi estado emocional, así que al final no tengo claro de dónde sale cada ritmo, cada melodía, pero está claro que salen de algún sitio. En cuanto al origen del nombre Skull Disco, es muy sencillo, leí un libro llamado ‘The sky is clear for you?’, acerca de una tribu en Camerún que decidió desenterrar a sus ancestros en una fiesta para que pudieran unirse a las celebraciones. Eso me hizo pensar en esqueletos en una discoteca, y de ahí el origen del nombre del sello”. Parece que la gente se confundió al escuchar tu sesión para Fabric. Pensaban que era una sesión, pero por lo visto era un directo. O ninguna de las dos cosas, de hecho aún no nos queda claro. La gente espera que en mis sets ponga cosas de otros artistas, mucho dubstep y demás, pero eso no va conmigo. Yo pongo mi rollo, es la única manera en que disfruto. No termina de ser un directo, pero tampoco es una sesión. Esa fue la razón por la que mucha gente no comprendió el set para el
CD de Fabric. Sé que no le va a gustar a todo el mundo, de acuerdo, lo que hago no es exactamente comercial. Pero tampoco me importa mucho, yo sólo puedo hacer la música que hago. Se me haría raro hacer otra cosa. Además, no creo que se pueda complacer a todo el mundo en todo momento. Sería muy aburrido que todo el mundo tuviera los mismos gustos, ¿no? Es algo que tiendo a pensar a menudo, no creo que todo este favor de la crítica se deba a que la música que sacamos en Skull Disco fuera más o menos buena, sino que fue un claro reflejo de lo aburrido que está el panorama musical de un tiempo a esta parte. ¿Y el futuro? Parece que Woe To The Septic Heart! será el sitio en el que quieres editar todos tus trabajos a partir de ahora. ¿Tienes previsto un cambio estilístico? Skull Disco terminó hace dos años. Es una experiencia de la que me siento muy orgulloso, pero ya ha terminado. Lo que me apetecía era ir sacando música en varios sellos y ahora, pasado el tiempo, quería montar un sello para editar mis propias producciones, de ahí que creara Woe To The Septic Heart! Imagino en estos dos años quise dejar morir definitivamente unas cosas antes de emprender otras nuevas. El sonido se va a mover en esa línea, me encuentro cómodo cuando estoy a mi rollo. Catorce de los veintidós tracks de la sesión de “Fabric” no están editados. Sabemos que algunos van a editarse en WTTSH! pero ¿qué piensas hacer con el resto del material? ¿Tienes la idea de un álbum en mente? No, para nada. Nunca trabajo de esta manera. Voy un montón al estudio, trabajo todo lo que puedo y en el momento en que creo que una canción está terminada, si me apetece, la saco. No planeo nada. Y se queda tan ancho. Chin-pum. www.myspace.com/shackletonmusic * Shackleton tocará en el festival Sónar 2011 (16, 17 y 18 de junio en Barcelona y A Coruña).
AGORIA PERMANENTE
Sébastien Devaud, alías Agoria, es un gato viejo. Pese a su juventud, en poco tiempo ha consolidado su imagen de productor y Dj influyente dentro de la escena electrónica mundial, al mismo tiempo de tener la osadía de crear un sello por amor al arte. No se dejen engañar por el título de su nuevo y notable trabajo, “Impermanence” (Infiné, 11), porque Agoria está más permanente que nunca y no se quita ni con agua caliente. Nosotros encantados, claro está.
Texto
S
Alberto Vidal
ébastien me recibe en el hall de un hotel barcelonés con un correctísimo español. Tipo afable y hablador donde los haya, comenta con una Coca-Cola en la mano cómo disfruta pinchando en salas como The Loft e intentamos explicar el porqué de su actual gran estado de forma y permanencia en el mundillo electrónico. Pongámonos en situación, su cuarto larga duración está deleitando a medio mundo, acaba de masterizar su contribución a la serie de mixes “Fabric” y su sello Infiné rebosa buena salud. “La verdad es que en estos momentos me siento bastante impermanente”, comenta el productor francés. “Estoy muy contento con el trabajo bien hecho con Infiné y mis producciones. He aprendido a no poner mucho ego en todo lo que hago ya que la importancia de la música que puede llegar a crear un artista es muy relativa. Por ello hablo de impermanencia, porque siempre estamos en constante cambio”. En efecto, un título, “Impermanence” que no deja de ser una metáfora de la situación actual del galo. Un álbum íntimo, cercano y cocido a fuego lento, inspirado en “cómo me siento ahora mismo. Estoy muy feliz y enamorado, digamos que estoy en la fase hedonista de un artista, no en la melancólica. Es un álbum íntimista y hecho sin prisas, hoy en día no nos paramos nunca a pensar en lo que estamos haciendo. Este disco es contemplativo, entonces, porque he tenido la suerte de poder parar por un instante y reflexionar sobre todas las cosas que me están sucediendo”. Efectivamente, el trabajo de Agoria huele a perfume francés sofisticado, con un deep house bajado de revoluciones, donde cada beat es el latido de un enamorado a ciegas, embriagado por la tontuna de los primeros meses de relación. Claro, ya se sabe, cuando estás enamorado, todo parece más fácil, incluso grabar un disco. “Pese a que soy francés y sonará arrogante, fue muy fácil hacer este álbum, porque los sentimientos para hacerlo posible afloraban solos. Empecé creando melodías en el piano como podía… ¡porque no soy pianista! Incluso podríamos decir que no soy músico. Simplemente me inspiro tocando tanto cacharros analógicos como digitales hasta encontrar el sonido que creo que encaja con lo que quiero mostrar”. Qué
decir de las excelentes colaboraciones con las que ha sabido rodearse Sébastien, con nombres de la talla de Carl Craig —impagable la letra de “Speachless”, que parecen extraídas de una conversación de línea erótica—, Seth Troxler o la jovencísima aspirante a Björk, Kid A. Agoria nos cuenta algo más al respecto, “El tema con Carl salió así porque es un cachondo, así de claro. Le di total libertad y me pareció genial cuando leí las letras. Carl es un genio, no conozco una sola canción mala suya. A su lado siempre aprendes, es como una especie de profesor que siempre quiere compartir conocimiento. En general, las colaboraciones las hago porque ser un artista de música electrónica es un trabajo jodidamente solitario. Aunque por supuesto las hago también porque aprendes mucho cuando colaboras con otros artistas”. INFINÉ, ESE GRAN SELLO
Es imposible no hablar del gran sello que creó Sébastien allá por el 2006. “Creamos el sello por y para Francesco Tristano”, recuerda, “le escuchamos en vivo y me dije a mi mismo y a mis socios que teníamos que editar a ese virtuoso al piano”. Un sello sin complejos, con identidad propia y en constante búsqueda del talento. “El artista simplemente ha de ser diferente para que le fichemos, nos ha de llegar. Estamos abiertos a cualquier talento, especialmente si es ecléctico. Digamos que no hay reglas en Infiné, intentamos crear una familia de artistas. Ahora nos encontramos en un punto crucial, ya que tenemos que decidir si nos expandimos más o nos quedamos como estamos. Lo difícil no es crear un sello, sino mantenerlo. Pero estamos en un momento muy dulce, la verdad”. Toca despedirse, no sin antes preguntar qué tipo de directo ofrecerá por la noche. “No haré un directo, yo los llamo ‘fake live’ porque siempre son pregrabados y acaban siendo un playback. Prefiero hacer de DJ y construir la noche con todo tipo de música diferente y sin ataduras”. www.myspace.com/agoriagoria
032/033
report Carl Craig
CARL CRAIG DE OTRO PLANETA
Citar a Carl Craig es hablar de una de las más brillantes estrellas del firmamento techno. Sus brillantes producciones y remixes han servido de faro para iluminar no sólo a su querida Detroit, sino a todo el globo. Su sello, Planet E Communications, creado hace la friolera de 20 años, sigue en lo más alto. Por esta razón es momento para que Carl y su tropa editen recopilatorio y salgan de gira mundial para celebrarlo. Ya saben, aquello de que con 20 años estás en la flor de la vida. Texto
Alberto Vidal
D
espués del tercer intento de llamada, una grave voz me saluda con un tono algo seco. Al otro lado del teléfono y del Atlántico, el padrino de la segunda generación del techno de Detroit y patriarca de uno de los sellos independientes de techno más resistentes de la historia. Todavía no sé que la charla con Carl será algo peculiar, ya que al parecer, por desgracia, un familiar suyo está siendo operado en el hospital. De mientras, y en un alarde de profesionalidad intachable, Carl contesta todas nuestras preguntas sin rechistar y sin informarme hasta el final de su situación. De camino supuestamente al hospital, puedo sentir como con su coche recorre fantasmagóricos paisajes y desolados decorados de lo que un día fue una ciudad rica y próspera gracias a la industria del automóvil. UN PLANETA LLAMADO E Del Carl Craig que exprimió por primera vez un procesador secuencial ‘Adam P.A.’ al profeta de la actualidad ha llovido una eternidad. De discípulo del (santígüense) trío de Belleville a ser profeta en su tierra han pasado algo más de dos décadas. Un tiempo lo suficientemente extenso y prudente como para afirmar a los cuatro vientos que el tito Carl es el principal embajador de las olvidadas tierras de Detroit, al mismo tiempo que su figura como padrino del techno mundial crece a cada paso que da. Carl impone respeto allá donde vaya, ganado en cada milímetro de surco de sus producciones, bajo su propio nombre o bien con míticos pseudónimos, BFC , Psyche o 69. En octubre de 1991 nacía Planet E Communications con la intención de rellenar las cubetas de las tiendas de música de Detroit con un techno sin ataduras ni complejos. Ahora, 20 años más tarde, aparece la publicación de un recopilatorio titulado “20 F@#&ING Years – We ain’t dead yet” (Planet E, 11), el cual intenta resumir este largo e imprescindible intervalo de tiempo. El propio Carl explica que “es una colección de los lanzamientos más significativos de estos 20 años que Planet E ha estado funcionando. Aparte, tenemos una serie de remixes preparados realizados por gente especial, es decir, amigos y gente cercana. Será una manera de dar las gracias a todos los que nos han estado siguiendo durante todos estos años y para aquellos que deseen descubrirnos ahora”.
¿Qué motivo te impulsó a crear tu propio sello, cuando ya co-dirigías el sello Retroactive o tenías éxito en el legendario Transmat? Efectivamente, Retroactive Records fue mi primer sello, conjuntamente dirigido con Damon Booker. Las cosas iban bien, pero llegó el punto en que simplemente no quería que nadie más decidiera qué tipo de música podía editar o no. Yo tenía las ideas muy claras sobre qué tipo de música y artistas quería editar, por lo que no vi otro motivo para no hacerlo solo. Me veía muy fuerte para crear mi propio sello y discurso, así que creé Planet E Communications. Ahora que nombras al completo el nombre del sello, ¿por qué ponerle un nombre tan galáctico? Sí, estaba viendo un programa en televisión sobre los viajes espaciales a la luna. Justo hablaban de la comunicación entre los astronautas y la tierra y esas cosas. Esto, unido a que mi sello favorito en la infancia, Warner, tenía ese 'Communications', me llevó a nombrarlo de la actual forma. ¿Qué inspiración, aparte de tener tu propia plataforma personal, te instó a crear Planet E? Bueno, la verdad es que no creé el sello con el fin de ser una discográfica 'major' de Detroit o con un concepto clave de fondo. Simplemente quería una plataforma para dar salida a la música que rondaba en mi cabeza; para dar rampa de salida a todos aquellos que quisieran compartir mi visión de la música. Puedo decirte que Planet E no fue creado para ganar dinero y ser famoso por medio mundo, porque si éste hubiera sido el cometido, seguro que ahora no estaría celebrando los 20 años de historia. ¿Qué ha sido mas difícil, crear el sello hace 20 años o mantenerlo hoy en día tal y como están las cosas? La verdad es que la industria ha cambiado mucho, no ya desde hace 20 años, tan sólo hace falta mirar como cada día va mutando más, desde Napster a las descargas directas sin pagar nada. Pero como te decía, la industria va a un ritmo vertiginoso; ya en su día el artista no aceptó bien el uso del gramófono porque pensaba que el público jamás acudiría a sus conciertos por
el hecho de que podría escuchar su música tranquilamente en casa… y te estoy hablando de hace mucho tiempo. Cuando empecé Planet E, vender 20.000 ejemplares veinte años atrás era una muy buena cifra. Hoy, si vendes 2.000 copias puedes considerarte un afortunado. Y esto, la verdad, es que es una situación horrible. Hablando claro, una mierda. ¿Cuál es el secreto para seguir sonando fresco e innovador después de 20 años? ¿Colaborando por ejemplo con talentos como Francesco Tristano o colaborando con leyendas como Moritz Von Oswald? El truco es muy fácil, tener siempre la mente abierta. Cuando estás manteniendo un sello, tienes que hacer una decisión fundamental: arte versus negocio. Este último te hará mantener vivo el sello, porque sin dinero no vas a ningún sitio, pero la dirección artística es la que mantendrá o no la frescura del sello… pensamiento fresco, ideas frescas. Es por ello que colaboraciones como las que has mencionado a veces ni te las planteas a nivel económico, porque a nivel artístico sabes que serán espectaculares. ¿Qué papel ha jugado y juega Planet E en Detroit? Tengo la sensación de que no habría sido lo mismo en otra ciudad. Creo que está claro que ambos conceptos se retroalimentan. Planet E ha servido para conseguir parte de la liberación de la música de Detroit, abriendo nuevos caminos y formas de entender el techno. Creo que nunca ha dejado de hacerse buena música en Detroit y en el mundo del techno en general. Obviamente, hay cosas que me gustan más y otras menos. Todo depende siempre de la inspiración del artista.
sello y los artistas que han trabajado para el sello como remezcladores, así como amigos, se darán cita para rememorar todos estos años. Será con toda seguridad una reunión con las personas que tienen amor por Planet E y por la música techno en general”. Te has ganado a pulso la fama como unos de los mejores remixers del planeta. Debido al tour mundial, ¿es probable que Carl Craig edite menos cantidad de remixes o producciones propias durante este 2011? Tío, ahora mismo tengo una cantidad indecente de remixes que entregar, te lo puedo asegurar. Me siento muy cómodo haciéndolos por lo que no voy a parar en este sentido, siempre y cuando previamente analice el encargo y estime cuánta energía puedo dedicarle para hacer algo especial. La creatividad en este sentido no cesa, por mucho que esté embarcado en una gira mundial. Todo dependerá de la energía que tenga para aceptar encargos y crear nuevas producciones. Lo suponía. En un reciente tweet comentabas como habías pasado prácticamente 48 horas encerrado en el estudio, ¿puedes adelantarnos algunos nombres de los encargos? No, prefiero no adelantar ningún detalle. La sequedad en sus respuesta es directamente proporcional al sonido de megafonía de un supuesto hospital. Quizás sea el momento de finalizar la entrevista, una vez me comunica las razones por las que se encuentra ahí. “Tengo que contestarte y guiarme por el hospital al mismo tiempo”, espeta con sequedad.
UN TOUR QUE HEMOS ESTADO ESPERANDO 20 AÑOS
Bien, para terminar, ¿ves otros 20 años más de Planet E? No lo sé, no soy adivino.
Nunca antes una espera había sido tan dolorosa, exceptuando la del dentista. 20 años ha 'tardado' en salir de gira mundial todo el equipo (o gran parte de él) de Planet E. Por lo que queda claro que estamos ante un eventazo de dimensiones épicas. Carl añade que “va ser algo grande porque es el primero que hacemos y a escala mundial. Consistirá en un momento especial donde los integrantes del
Y así termina la entrevista con uno de los personajes más carismáticos del techno mundial. Le damos las gracias y nos despedimos. Sinceramente, no me importaría esperar otros 20 años para tener otra entrevista con él. www.myspace.com/carlcraig
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report Yelle / Discodeine
YELLE DE NIÑA A MUJER
Segundo disco de Yelle y segundo pelotazo de irresistible electropop. “Safari Disco Club” (Barclay / Nuevos Medios, 11) confirma a la pequeña bretona como diva del europop eufórico, electroso y descaradamente bailable, pero que, atención, cada vez potencia más las melodías bien construidas como vehículo de contagio y como anclaje de una carrera que ha dejado de ser resultona, para convertirse en definitivamente sólida. Texto Foto
Half Nelson Gregoire Alexandre
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an pasado ya cuatro años desde “À cause des garçons” (Kitsuné, 07), la infecciosa versión de la ochentera banda one hit wonder del mismo nombre que puso a Yelle, vía remezcla de Tepr, en el mapa sonoro del continente y en el centro del fenómeno ‘tecktonik’. Después vino el hachazo de “Short Dick Cuizi” al pobre Cuizinier ‘limpiado’ para su publicación como “Je veux te voir” (Source / EMI, 08). Ahora, Julie Budet, junto a GrandMarnier (Jean-François Perrier) y Tepr (Tanguy Destable), no necesita del marketing de las rajadas, se basta y se sobra con las canciones de su disco, un “Safari Disco Club” que parece menos un LP de baile con letras y más un mayúsculo disco de pop que se puede bailar. “Creo que seguimos queriendo que la gente baile”, nos dice Julie/Yelle mientras devora sin un ápice de divismo un bocata de jamón en su hotel barcelonés, “pero sí que es cierto que es un poco más sombrío, un poco menos divertido, un poco menos ligero. Las nuevas canciones son… no voy a decir que más maduras, pero sí está claro que hemos evolucionado como banda y como personas. Es un disco de pop con las melodías y las letras muy trabajadas, con unos arreglos más cálidos, más caribeños, pero con unos sintetizadores muy fríos, muy Depeche Mode… más europeos”. Adiós al tecktonik, pues. “El tecktonik fue algo muy divertido y todavía hay gente que lo practica, pero nosotros nunca fuimos parte de la escena, que estaba más ligada al puro baile como el breakdance que a la música pop”. En todo caso, el hecho de que Yelle fuera considerada la musa del fenómeno de moda en 2007 en Francia ayudó considerablemente al impulso de una carrera frenética en la que pese al largo período sin publicar no ha cesado la actividad. “Durante todo este tiempo he estado tomando pequeñas notas de cosas que creía que podrían servir para las canciones. No eran letras, sino ideas, sensaciones. Desde la publicación del primer disco han sido unos años muy ricos, llenos de emociones, en los que no hemos dejado de aprender. Estamos muy contentos de no habernos precipitado a la hora de publicar el segundo álbum”. Es evidente que hay un gran progreso en la Yelle cantante desde el anterior LP. “‘Pop up’ (Source, 07) era una mezcla muy loca, cantaba, chilla-
ba, rapeaba… Cuando acabamos las giras me di cuenta de que necesitaba lecciones de canto, algo que nunca había hecho. Ahora tengo mucha más confianza en mi voz y eso me permite ser más expresiva, usar los graves, los agudos… Ahora puedo atreverme con canciones más melódicas”. Cosa que aprovechan ampliamente con un repertorio francamente trabajado. “Empezamos en septiembre 2009 y estuvimos tres semanas encerrados en una casa en el campo. Eso nos dio muchas ideas, pero a la hora de desarrollarlas el invierno se nos hizo muy largo y duro. No tenemos un método de trabajo, a veces las letras son lo primero y a veces las bases. También hemos trabajado con Siriusmo, un DJ berlinés con quien teníamos contacto desde hacía tiempo. Es muy introvertido, le costó mucho mandarnos unos instrumentales que había preparado. Eran magníficos, así que GrandMarnier fue a Berlín y empezaron a trabajar juntos. Yo no le conocí personalmente hasta más tarde”. Por cierto, Moritz Friedrich, alias Siriusmo, acaba de publicar su primer disco, titulado “Mosaik” (Monkeytown, 11). Nos queda algo de espacio para comentar algunas de las canciones del LP. “‘Chimie physique’ es totalmente teenager. El recuerdo de los amores de las vacaciones. Cuando vuelves a casa y recuerdas a aquella persona extranjera que apenas habla tu idioma, pero con la que has sentido la conexión (risas). En cambio, ‘Que veux tu?’ es sobre enamorarse de alguien que está totalmente fuera de tu mundo. Es sobre el fenómeno de los fans, claro, pero también sobre la fantasía de dar un vuelco a tu vida y fugarte con una persona con la que, en el fondo, tienes poco en común. El disco se titula ‘Safari Disco Club’ no tanto por la canción, sino porque el título representa un espíritu salvaje y bailable. Además, son tres palabras que van muy bien juntas, aunque el estilo de la canción (que recuerda a Moderat) no representa a la Yelle actual, sino a la del próximo álbum”. En cambio, “La musique” es un tema mucho más relajado escogido como primer single y objeto de remezclas a cargo Myd, Discodeine, Lorenz Rhode, y el propio Tepr. www.myspace.com/iloveyelle
DISCODEINE CABALLO DE TROYA
Comenzó como una broma, el divertimento que dos productores franceses, Pilooski y Pentile, utilizaban como excusa para poder quedar, tomar unas cervezas y hablar de mujeres. Pero tras varios maxis de relativo éxito decidieron tomarse más en serio el asunto, y ahora el proyecto amenaza con comerse sus carreras en solitario. La culpa la tienen un hit incontestable, “Synchronize”, y un disco de debut, redondo y lleno de grandes momentos, que acaba de llegar a las tiendas. Texto Foto
Vidal Romero Eric Beckman
C
uenta Benjamin Morando, aka Pentile, que Discodeine es el fruto de su curiosa amistad con Pilooski. "Nos conocimos en 2004 porque trabajábamos para el mismo sello, el ya desaparecido Diamondtraxx. Fue con ellos con los que hicimos nuestras primeras recopilaciones y fiestas guarras", unos saraos tan intensos y salvajes que cuando el sello echó el cierre, los dos amigos decidieron buscar una excusa para seguir en contacto. "Comenzamos a producir temas en 2006 como una broma, sin ningún tipo de ambición", pero de repente recibieron ofertas para publicar un par de maxis "y la respuesta fue tan buena que de alguna manera nos obligó a llevar nuestra alianza un paso más allá". Aquellos maxis, "Joystick" (08) y "Texas gladiators" (08), contenían un techno desprejuiciado y lleno de aristas, que reflejaba la cara más oscura y golfa de la música disco, es decir, una combinación capaz de poner del revés cualquier pista de baile. “Un EP de vinilo es una herramienta concebida para los DJs, y su función es hacer a la gente bailar”, explica Morando, “y después de todo, los buenos clubes son lugares en los que debe reinar una cierta oscuridad. Por eso, cuando empezamos a trabajar con melodías y estructuras más ligeras y luminosas, tuvimos claro que debíamos ser más ambiciosos; que debíamos pensar en un álbum antes que en una serie de EPs”. Una decisión importante, primero porque “dejas de producir pensando en que el tema suene bien en el equipo gordo de un club y en que mueva a la gente a bailar, y eso te permite muchos más matices”. Y segundo porque un álbum “te obliga a ser más exigente contigo mismo. Un buen álbum debe tener una estructura parecida a la de una novela, tiene que ser algo narrativo, con un principio, un desarrollo y un desenlace”. Y es que “enfrentarse a sesenta minutos de música te obliga a prever pausas y contrastes, a guardar un equilibrio y utilizar distintos universos musicales, para evitar que el oyente se aburra al cuarto de hora”. Esa diversidad tiene mucho que ver con la manera de trabajar de la pareja,
bastante tradicional para estos tiempos que corren, que son más propensos al intercambio de archivos y las colaboraciones a distancia. “Componemos y arreglamos los temas a medias, dos sillas enfrente de la misma pantalla de ordenador, y siempre comenzamos a partir de algún sonido que nos guste; sonidos que arrancamos a alguno de nuestros sintetizadores, y a los que después asociamos patrones rítmicos y melodías”. Esa cercanía permite que haya un diálogo continuo, con lo que “es raro llegar a sentirse perdido”, y además potencia la vena experimental. “Nos gusta mucho salir de la rutina”, concluye Morando, “y por eso en el disco hay muchos instrumentos atípicos, como la batería metálica de ‘Flakenberg’”. Claro que si algo destaca en “Discodeine” (Pschent, 11), más allá del uso de sonidos poco habituales, son las tres colaboraciones vocales que contiene. Tres canciones como tres soles, cantadas por Matías Aguayo, Baxter Dury y Jarvis Cocker (su aportación, “Synchronize”, es el momento estelar del disco y uno de los temas del año), y que para Morando funcionan “como caballos de Troya, consiguen que la gente se interese por el disco y que a partir de ahí descubran nuestro lado más lúgubre y extraño". Una vocación exploratoria cuyo máximo exponente es el tema que cierra el disco, un “Figures in a soundscape” ambiental y progresivo, teñido con tintes de krautrock, y que además resulta ser “nuestra pista favorita”. De hecho, Morando confiesa que “en un mundo ideal nos gustaría grabar un disco entero con temas así”. En la vida real, por desgracia, “sería bastante complicado encontrar un sello que quisiera editarlo. Y es una pena, porque nos encanta componer temas más abstractos, de elevado contenido emocional”. Cosas que pudieran funcionar, aunque suene muy manido, “como música para una película imaginaria. De hecho, el título del tema es una referencia a ‘Two figures in a landscape’, una película de Joseph Losey de 1971”. www.myspace.com/discodeine
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report Cut Copy
CUT COPY DEL REVÉS
El retorno de una banda como Cut Copy es siempre una buena noticia. Tres años después de su exitoso “In ghost colours” el cuarteto australiano vuelve a la palestra con nuevo disco y unos cuantos temazos. Todo en orden, salvo por la alargada sombra del mainstream, que se deja entrever en los pasajes más flojitos de “Zonoscope”. Confiemos en que ésta sea la carrerilla para remontar el vuelo, un vuelo alto y bello, lleno de piruetas fascinantes como “Take me over”.
Texto
Virginia Arroyo
T
odo va al revés en las antípodas, no me refiero sólo al agua de la pica o a las estaciones, sino a la vida en general. En primer lugar, cuando uno publica un disco tan exitoso como “In ghost colours” (Modular, 08), para el siguiente suele estar cagadito de miedo por la recepción que pueda tener y por si superará el listón. Pero nada perturba el sueño de Tim Hoey: “Bueno, esto del éxito cada uno lo valora de forma diferente y lo maneja de forma diferente. Nosotros estamos muy contentos con la recepción que tuvo nuestro anterior disco y esperamos que éste tenga también buena acogida, pero no nos angustia el tema”. ¿Ni un poquito? “Ni un poco. La única presión que hemos sentido es la de intentar conseguir siempre el sonido que queríamos y hacer lo que creíamos que sonaba mejor”. Incluso se han tomado el tiempo para hacer un making of del álbum. “Creo que surgió de ver muchos documentales sobre todo el proceso de creación de un álbum. Es una cuestión que nos fascina y que a veces es hasta más importante que el resultado final. Nos pareció interesante capturar eso y enseñárselo a nuestros seguidores, para que sepan cómo se ha ido gestando el disco y cómo ha ido tomando forma y creciendo”. Lo dicho, los australianos son de otra pasta. Será lo que tiene disfrutar de un sol achicharrante los días pares y ciclones los impares, que te vuelves zen por necesidad. Lo cierto es que hay una escena electrónica autóctona (de pop electrónico, para ser más concretos) en Australia con una evolución similar y muchas características comunes: Midnight Juggernauts, PNAU, Empire of The Sun… “La verdad es que pasamos tanto tiempo fuera, de gira y de promoción, que a veces nos sentimos un tanto desconectados de lo que pasa en nuestro país natal. Pero sí que es cierto lo que dices. Siempre ha existido una escena electrónica aquí, pero en los últimos años ha cambiado y se ha vuelto más popular. Ahora podemos tocar ante públicos muy grandes, cosa que hace unos años era impensable dentro del estilo musical en que nos movemos. Grupos como por ejemplo The Avalanches se han vuelto tremendamente exitosos y han entrado a formar parte de la música de consumo habitual en Australia. Y en nuestro caso, supongo que siempre hemos estado ‘ahí’, pero ahora conectamos con mucha más gente”. Pero volviendo a las rarezas antipodianas particulares de este combo, es curioso que justo cuando su carrera está en el punto álgido, cuando han despegado, cuando todos los grupos se darían de leches para conseguir al productor más caro, ellos deciden autoproducirse. ¡Claro que sí! “Nos apetecía mucho producir nosotros mismos este disco. Siempre nos lo hemos pasado muy bien con Tim Goldsworthy y estamos muy satisfechos con su trabajo, pero pensamos que estaría bien probar a hacerlo nosotros. Y lo cierto es que en este álbum sentimos más libertad. Está-
bamos en una casa, tranquilamente, no teníamos la presión de estar en el estudio, preocupándonos constantemente de cuánto dinero estamos gastando, con alguien allí cuyo papel es que todo esté perfecto. Encargarnos nosotros de ello cambió el proceso y lo hizo más disfrutable”. Será por este cambio de manos en la producción, será por la fuerza con la que han vuelto los sonidos ochenteros, pero lo cierto es que “Zonoscope” (Modular / Universal, 11) abraza sin miedo los ochentas, con todo el edulcorante y el carisma que eso implica. Aunque, eso sí, se atreven con un poquito más de experimentación. “Sí, la experimentación ha tenido un papel importante. Aún sonamos a Cut Copy, pero sonoramente queríamos ir en otra dirección. Es crucial seguir avanzando, dar siempre un paso más. Esta vez queríamos ir más allá de lo que habíamos hecho hasta el momento, improvisar, reimaginar los sonidos, probar cosas que no habíamos probado antes”. Se refiere sobre todo a la experimentación con las percusiones, como por ejemplo la que podemos escuchar al inicio de “Blink and you’ll miss a revolution”. Son percusiones más orgánicas, que se entremezclan con las sintéticas y marcan un cierto regusto tribal. Por eso, aunque el referente más obvio y cercano que me viene a la mente al escuchar “Zonoscope” es Hot Chip, entiendo a Tim cuando me habla de “la cultura africana, sus percusiones y su música” como una de las principales influencias a la hora de afrontar el álbum. No obstante, el guitarrista en seguida amplía la paleta. “Somos grandes melómanos, nos encanta coleccionar discos. Por eso estamos siempre escuchando música y muchas veces depende del momento que tengamos, tiramos más por una cosa u otra. Para este disco estuvimos escuchando mucho Talking Heads, Liquid Liquid, Paul Simon y en general música de los 70 y los 80”. Los 70, cierto. Ahora ya sabemos de dónde viene ese toque psicodélico de temas como “Strange nostalgia for the future”, un interludio líquido e hipnótico que da paso a una segunda parte de “Zonoscope” menos lucida y con más traspiés (“This is all we’ve got”, “Alisa”), para acabar con un “Sun God”, un loable epílogo de quince minutos que explora interesantes territorios tradicionalmente vírgenes en la carrera de los australianos, pero que se acaba perdiendo en divagaciones yermas. No obstante, como apuntaba anteriormente, pese a la experimentación y la psicodelia ligera, “Zonoscope” es un disco de digestión fácil y de sabor agradable y hasta resultón en varias ocasiones (“Take me over”, “Pharaohs and pyramids”), pero poco duradero en el paladar. Con un amplio espectro de notas pero con poco posgusto, que dicen. Doy toda esta explicación para que no le resulte al lector demasiado extraño que alguien como Lady Gaga se interesara por ellos para abrir
sus gira mundial. “Rechazamos la propuesta porque no podíamos comprometernos a una dedicación tan extensa a su gira. Ella nos requería para 12 meses y a nosotros nos apetecía más tomárnoslo con más calma, hacer menos directos pero hacerlos para nuestros fans. Hubiera sido demasiado duro”. Tim me contesta muy políticamente correcto, supongo que para dar una buena imagen a la prensa o por no ofenderme en caso de ser una defensora acérrima de Lady Gaga. Pero en cuanto le dejo claro que no sufra por mí, me confiesa que “la verdad es que fue muy raro cuando recibimos la propuesta. Quiero decir, está bien, pero no sé si encajamos demasiado. Además, no creo que hubiéramos conectado demasiado con los fans de Gaga”. Ahí no estoy del todo de acuerdo, ¿ves? Precisamente creo que éste puede ser el disco que transforme a Cut Copy en plato de gusto de todos. Para bien y para mal. No es de extrañar entonces que también les pidieran ser teloneros de Nine Inch Nails (WTF?!) y Coldplay.
Ese eclecticismo en sus admiradores públicos y no públicos da un poco de miedo, porque “Zonoscope” podría ser el “Sam’s town” de The Killers, un paso en falso dentro de una prometedora carrera o el punto de inflexión desde el que te lanzas en un ‘stagedive’ estrepitoso a Los 40 principales y acabas firmando “Human”. No es de llevarse las manos a la cabeza, pero la rebaja importante de himnos potenciales (alarmante dentro de los parámetros a los que nos tenían acostumbrados, sobre todo con “In ghost colours”) y la extra-suavización del tono general del disco nos hace a los más cenizos oler de lejos la desgracia. Crucemos los dedos para que “Take me over” no sea el último temazo que firmen Cut Copy. www.myspace.com/cutcopy �Cut Copy tocarán el próximo Martes 22 de marzo en la sala Heineken (Madrid) y en el festival Sónar 2011 (16, 17 y 18 de junio en Barcelona y A Coruña).
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report Christina Rosenvinge / Keren Ann
Tras la expectación generada con su anterior disco, Christina Rosenvinge se ha tomado su tiempo para volver a la escena musical y lo ha hecho desmontando mitos, o más bien reinventándolos. “La joven Dolores” encuentra a la cantautora diseccionando la mitología femenina desde dentro y demostrándonos que la mujer fatal, igual que la sirena, jamás existió. Aunque su voz parezca ulular a veces desde lo más profundo y perdido del mar. Texto Foto
Virginia Arroyo Pablo Zamora
N
o habíamos oído nada tuyo desde hace 3 años. Se hablaba incluso de una crisis creativa tras la gira de “Tu labio superior” (08)… Sí, absolutamente. Con “Tu labio superior” pasaron muchas cosas y sentía cierta presión con lo siguiente que iba a hacer, y yo normalmente no manejo muy bien la presión. Había empezado a escribir canciones y, aunque me gustaban en ese momento, eran un poco ligeras y al cabo de unos meses se me cayeron. Entonces en verano, en Formentera, salió “Canción del eco” y me di cuenta de que estaba muy por encima de las otras, así que tiré el resto y empecé a hacer este disco. Repites colaboraciones de Steve Shelley (Sonic Youth) en la batería, Jeremy Wilms en bajo y guitarras, Benjamin Biolay, Georgia Hubley (Yo la Tengo)… Da la impresión de que podría resultar de aquí otra trilogía. Bueno, la idea no es hacer una trilogía. De hecho, la otra no se convirtió en trilogía hasta el último disco. La cuestión es que había cosas que me había quedado con ganas de hacer y creía que podía ir un poco más lejos por el mismo camino.
CHRISTINA ROSENVINGE CANTOS DE UNA SIRENA QUE NO EXISTE
Lo primero que llama la atención de “La joven Dolores” (Warner, 11) es que es un álbum más acústico. Fundamentalmente es por las condiciones en las que empecé a hacer las canciones. Al estar de vacaciones, no tenía piano y se quedaron con la acústica. Y luego ya al hacer las maquetas con acústica y grabarlas, me costaba imaginar las canciones en versión eléctrica. Por otro lado, como las letras tienen mucho peso, pensé que los arreglos y la instrumentación tenían que ser muy sencillos y decidí dejarlas así. ¿De dónde sale el título “La joven Dolores”? Cuando empecé a ir a Formentera, muy al principio de los 90, justo era el último año que operaba La Joven Dolores, el barco que conectaba Ibiza y Formentera. En esa época Formentera era un paraíso perdido, todavía no había explotado el turismo y era una isla donde sólo había hippies y payeses. Y me gustaba la idea de este título que parece referirse a una mujer que sufre, pero que en realidad habla de una travesía hacia un lugar paradisíaco. ¿Te sientes particularmente identificada con alguno de los mitos de los que hablas en el disco? El que he escrito más desde dentro es el de Eva, es la historia del principio, de Adán, Eva y ese miedo a perder el Edén. Pero particularmente no me identifico con ninguno, el juego es más bien desprenderte de ello. Eco es una mujer que sólo puede repetir lo que escucha y es una metáfora perfecta sobre la opresión de las mujeres. Otra historia interesante es la de la mujer de Lot, que se convirtió en una estatua de sal por mirar hacia atrás. Yo aventuro que probablemente se giró porque en Sodoma tenía un amor oculto. Otro mito presente es el de las sirenas, ellas son las primeras ‘femmes fatales’ de la mitología, pero en realidad las ‘femmes fatales’ no existen, son una proyección del deseo de los hombres. Tus canciones siempre han tenido una fuerte carga poética, pero en este disco todavía más. ¿Te planteas una incursión en la literatura pura y dura, sin música? Me lo he planteado muchas veces y he empezado muchas veces, lo que pasa es que acabo siempre fusilando todo lo que escribo para utilizarlo en canciones. Por ejemplo, un micro-relato que tenía lo he metido dentro del disco. Pero si se me dejan de ocurrir canciones, puede ser que en algún momento todo eso se convierta en un libro. El sistema ha cambiado mucho desde que empezaste en el mundo de la música en los 80. ¿Por dónde crees que pasa el futuro de la música y los músicos? Estamos en un momento de arenas de movedizas y me parece que puede ser muy interesante lo que salga de aquí. Tal y como han operado las compañías discográficas, ése es un modelo que, si desaparece, yo no lo voy a echar de menos; han abusado de los artistas y además la música se había convertido en un objeto demasiado caro en comparación al resto de objetos de uso común. Parece que la era digital nos da la oportunidad de transformar todo esto en un sistema más justo. Lo que no me gustaría es que el papel que antes ocupaban las discográficas y las distribuidoras ahora lo ocupen las compañías telefónicas y las páginas web, y al final ellos se lucren y no alimenten la creación de nueva música, que es al fin y al cabo lo que hay que hacer. www.myspace.com/christinarosenvinge
KEREN ANN EL HOGAR ES LO QUE ESCUCHAS
Israelí de nacimiento, holandesa en su pasaporte y con un pie en París y otro en Nueva York, resulta curioso que Keren Ann no considere en absoluto que la música que hace tenga un cierto trasfondo multicultural. Esta mujer de rasgos duros, labios rojos y severa belleza se ha criado con música estadounidense y así lo refleja en un disco, “101”, que podría ser el mejor de su carrera hasta el momento. Y eso que no colabora Benjamin Biolay. Texto
Virginia Arroyo
¿H
ay algun tema en común en las canciones de tu nuevo disco “101” (EMI, 11)? El tema común es mi vida, así que aunque a veces no cuento las cosas tal cual han sucedido, se podría decir que todas las canciones son autobiográficas o tienen algo que ver conmigo. Además, los temas de “101” tienen mi composición y escritura típicas. Y en términos de producción y de sonido también he intentado crear unos paisajes homogéneos. En resumen, como en todos mis álbumes, no hay un único tema a lo largo del disco, pero todos tienen que ver con mi vida.
Volviendo a “101”, tras un par de escuchas me ha dado la impresión de que tomas un giro un tanto más pop en este disco. No sé, creo que “Not going anywhere” era mucho más pop que “101”. Si coges el grueso de las canciones sí que es cierto que están más orientadas al pop y la producción en global es más pop. Pero creo que hay una gran gravedad en todos los temas, una oscuridad. Así que creo que depende de cómo se mire, hay algunos temas pop, pero aún así también hay un montón de baladas oscuras, así que sigue siendo mi propio sonido.
Parece que la escritura es para ti algo muy personal. ¿Cómo afrontaste el proceso de composición? Bueno, yo tengo muchas manera de componer, puedo hacerlo sólo con guitarra, sólo con piano, programando, sólo grabando teclados, a veces la melodía… Normalmente la melodía y la letra vienen juntas, ya sea acompañadas también de piano o guitarra o solas.
Naciste en Israel, eres holandesa, estás afincada en Francia, pero también pasas largas temporadas en Nueva York. ¿Afecta de algún modo ese origen multiétnico y esa vida multicultural y cosmopolita a la música que haces? No, no creo que afecte directamente a mi música porque no hago world music. No obstante en mi música veo claros elementos de lo que me ha rodeado. Por ejemplo, mi educación musical se basa en grandes compositores norteamericanos: Bob Dylan, Bruce Springsteen o el canadiense Leonard Cohen. Me encantan también Chet Baker y Billie Holiday. Sin embargo, en términos de producción, creo que mi mayor influencia es Serge Gainsbourg. Es lo que llamamos el French Touch, porque él ha revolucionado el sonido, la producción, la arquitectura de las canciones, de la orquestación... Y mis raíces israelís diría que se reflejan en mi melancolía. Pero no sabría señalar exactamente de qué lugar proviene cada elemento de mis canciones. De lo que sí que me he dado cuenta es de que podría haber vivido en una ciudad toda mi vida y haber escuchado la misma música que he escuchado habiendo vivido en tantos sitios. Creo que el mayor trasfondo étnico de uno, musicalmente hablando, lo conforma el conjunto de autores que escuchas a lo largo de tu vida, y no el lugar de donde provienes.
Benjamin Biolay colaboró en tus primeros álbumes, pero hace mucho que no hacéis música juntos. ¿Planeas trabajar con él en un futuro próximo? No lo sé, quizá, por qué no. Escribimos mucho juntos para mis dos primeros discos, luego hicimos muchas cosas para temas suyos, trabajamos también juntos para otros cantantes… Me gusta trabajar con Benjamin pero, tras los dos primeros discos, me di cuenta de que cuando colaboras con alguien, lo que haces no es un disco en solitario, sino que pasa a ser algo parecido a una banda. Hacer otro disco con Benjamin sería divertido. De vez en cuando lo vamos hablando, pero no deja de ser cuestión de ‘timing’. Ambos estamos muy ocupados y tenemos muchos proyectos por separado (produciendo, escribiendo, haciendo música para películas…). Yo, por ejemplo, estoy haciendo música para ópera con Lady & Bird, mi banda. ¿Una ópera? Sí, pero no tocamos en ella ni cantamos, sólo la escribimos y componemos. Es una historia que hemos creado nosotros. Se llama “The right waters”. Aún no está acabada, pero de momento hay confirmadas ocho representaciones en Francia.
Y tú, ¿qué escuchas? Pues ahora mismo estoy escuchando mucho a Annabel Alpers (Bachelorette), Black Keys, Philip Glass, Steve Wright, Brahms, Stravinsky… www.myspace.com/kerenann ¤ Keren Ann tocará el próximo martes 15 de marzo en la Sala Bikini (BCN).
040/041
Sello del mes Foehn Records / GAF
FOEHN RECORDS LA ALTERNATIVA INDEPENDIENTE
El sello barcelonés cumple una década de existencia. La efeméride se celebrará de la mejor manera posible, el día 14 de marzo en La [2] de Barcelona pasarán por su escenario la gran mayoría de bandas del catálogo. Diez años de movimientos en su estructura interna, cambios y proyectos que, tras una larga entrevista con su capo, Marc Campillo, resumimos en declaraciones de muy buena tinta.
Texto
Matías Bosch
ESTADO DE LA INDUSTRIA MUSICAL INDEPENDIENTE
La industria musical en general, ya no sólo la española, está bastante mal. Antes no se vivía de la música, pero ahora menos. Ya casi no hay grupos que vivan de la música. Plantearte calidad de vida a través de la música como empleo es prácticamente imposible. Las bandas que ganan algo de dinero lo hacen a través de sus shows en directo. Antes, en los ochenta, un grupo podía vender tres mil o cuatro mil copias; ahora no vende ni cuatrocientas. Dentro de diez años la gente ya no sabrá por qué se compraba un CD; estoy convencido de que la música empaquetada está muerta. Muchos sellos han acabado volcándose plenamente en el management. La dedicación a la editorial está vista como ‘el trabajo sucio’; todo el mundo intenta ganar dinero a través de giras, festivales, etc. Pero a mí, personalmente, todo eso no me inspira nada. Yo me lo tomo como un hobbie. Si me plantease adquirir grupos en función de si tocarán o no tocarán, el 90% del catálogo de Foehn no existiría. Como editorial, de momento funciona; hay muchas productoras y directores de cine que vienen a buscar la música de Foehn. INTERNET COMO PLATAFORMA
Ahora hay menos ventas, pero partiendo de la base de que en Foehn lo único que buscamos es la difusión, me parece bienvenido. Insisto, nadie vive en Foehn de la música. Si a través de internet un disco lo escuchan diez mil personas, el éxito ya lo has conseguido, tanto el grupo como el sello. Pero como negocio es inviable, siempre me lo he planteado así. Desde el primer día en que se formó Foehn –cuando éramos un grupo de personas montando un negocio– no me salían los números y menos con nuestra oferta. Ahora hay dos vertientes que mueven la industria tanto independiente como el mainstream: una es el management (los directos), y la otra, la editorial. La industria como la conocemos se está muriendo: la mayor parte de las tiendas de discos o cierran o cambian de manos y el resto suelen estar vacías. Nosotros volvemos a editar vinilos porque le damos un sentido romántico y fetichista, a los coleccionistas les gusta tener el disco. La venta de descargas tampoco funciona, pero el streaming sí. La tendencia general es tirar de Spotify y cosas así. Cada vez hay más y más bandas. Internet genera más comunicación, hay más interés; la gente es más exigente y conoce más. Por ello, aquí no dejan de salir proyectos interesantes y no hace falta ir a buscar fuera. Para mí no tiene sentido adquirir un artista americano o japonés y luego tener que llevarle de gira, trabajar la promoción, etc. Todo eso con la distancia se hace mucho más complicado. Trabajar con artistas dentro del territorio nacional es una manera de permanecer fiel a una filosofía. Después de diez años, no vamos a cambiar ahora. Es cuestión de actitud. FOEHN: PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Desde el primer día de su creación, la filosofía de Foehn ha sido explotar la vertiente menos tradicional del pop y la electrónica exclusivamente nacional. Era una manera de ponernos un límite. Básicamente queríamos crear una plataforma, dar una oportunidad a todos los grupos del territorio estatal. En Foehn hubieron dos etapas, en la primera éramos un pequeños grupo de amigos inversores que formábamos un equipo de trabajo (con infraestructuras, distribución internacional, oficinas, etc.). El esfuerzo personal de las personas que estábamos ahí se vio enseguida reflejado en un trabajo bien hecho. Aunque en ninguna de las dos etapas fueron rentables, me quedo con esta segunda; ahora ya no hay oficinas, ni empleados, pero Foehn está editando una media de seis discos al año cuando antes eran dos y nos gastábamos una pasta. Ahora todo resulta más sencillo. Nuestras novedades para este año son el debut de Oso Leone, el nuevo disco de Bedroom y Lucius Works Here, la tercera entrega de GAF, un 7” de Emilio José y su consecuente disco previsto para este verano. También hay otro grupo que acabamos de fichar, Summer Camp Recreation. www.myspace.com/foehnrecords
GAF MAGMA INSULAR
El colectivo canario liderado por el inquieto Kurajika Mladen se impone en la escena independiente española como una de las ofertas más interesantes del panorama experimental a través de una trilogía en la que conviven electrónica, free jazz y psicodelia. El círculo se cierra con GAF y La Estrella de la Muerte, la referencia 37 de Foehn, entre las más arriesgadas de su catálogo. Texto
Matías Bosch Foto Danidune
¿C
ómo se inició el contacto entre GAF y Foehn Records? Es una buena pregunta, porque casi todo lo que sucede con GAF es fruto de la coincidencia. Entramos en contacto en el Monkey Week del año pasado, cuando fuimos a tocar con Pumuki. La noche anterior preparé unos CDs con demos para regalarlos por si a alguien le interesaba. No pasó una semana y Marc contactó con nosotros interesándose por GAF y, a partir de ahí, empezó todo. Para nosotros fue un subidón porque normalmente nadie te responde cuando le entregas una maqueta.
¿En qué estilo defines la música de GAF? Suelo decir que hacemos psicodelia. Sé que el término puede causar confusión debido a que la psicodelia inicialmente se entiende como el movimiento británico de los sesenta, en la onda de Beatles, etc. Entonces es mejor decir psicodelia experimental, aunque nunca tenemos una idea clara del estilo que vamos a hacer. A todos nos gustan estilos muy diferentes y cada uno pone sus influencias. Por ejemplo, Olivier, nuestro saxofonista, trajo esa idea de jazz al colectivo.
Previamente ya obtuvisteis el soporte del departamento de cultura del Gobierno de Canarias. Sí, en Canarias hay un programa de patrocinio de trabajos discográficos y, por otro lado, el patrocinio de los viajes que hacen a los grupos canarios. Si tienes un poco de suerte, te puede caer una de esas subvenciones; luego necesitas un sello por si quieres mover tu trabajo un poco más allá o simplemente te lo puedes autoproducir.
Pero tú eres el núcleo de GAF. Sí, por una parte yo sigo grabando como GAF en solitario, pero luego están GAF & Love Supreme Arkestra y La Estrella de la Muerte que son diferentes formaciones con gente dispersa en diferentes ciudades de Europa. Ahora mismo sus componentes están inactivos, pero a finales de año tenemos prevista la grabación del segundo disco con GAF & Love Supreme y volveremos a reunirnos.
GAF se inició como un proyecto solitario durante el año 1999. ¿Fue ese el momento en el que comenzaste a hacer música? GAF comenzó con la necesidad de hacer música individualmente. Yo estaba en una banda de ruido con otro compañero que ha estado en GAF desde el principio en las sesiones de directo. Tenía demasiado trabajo como para poder ensayar, así que decidí utilizar el ordenador como soporte para grabar solo desde casa y descubrí que es una forma de trabajar un poco más libre; puedes hacer lo que quieras sin depender tanto de los demás. Así empezó todo. Empecé con un solo tema pero no fue hasta 2007 cuando empezamos a editar música. El espectro de estilos que genera GAF es muy amplio y requiere mucha técnica. ¿Has estudiado música formalmente? No, no, qué va. Aprendí tocando en la calle y con amigos hasta que pude comenzar a experimentar.
¿Cómo surgió la colaboración con Rob Mazurek de Isotope 217? También organizo unos cuantos festivales en Canarias. Con muchos de los artistas surge un buen feeling y con otros se queda en una relación profesional. Con Rob Mazurek tenemos grabadas unas cuantas sesiones que han quedado ahí, esperando su momento. Lo mismo pasó con Stephen de The Telescopes, con el que también hemos ido haciendo cosillas. Todo siempre de una manera muy natural, ‘in situ’ y con tiempo. ¿Puedes adelantar algo de lo que habéis preparado para la fiesta de aniversario de Foehn? La verdad es que no lo sé. Con la limitación de tiempo que supone tocar tres canciones y la mayoría de las nuestras son largas, quizá sólo tocaremos una. Ya veremos. www.myspace.com/gafmusic
042/043
go series 78 Foehn Records
78 go series Foehn Records Este CD promocional se vende exclusivamente con el número #119 de GO MAG disponible en quioscos de toda España.
Texto
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Matías Bosch
El Gos Binari “Mucha tos” Jordi Tost le saca punta al pop más arriesgado con esta pieza minimalista que juguetea con loops vocales y se sitúa en algún lugar cercano a la factorías ensoñadoras de Morr Music y la desaparecida Ché Records. Ni un litro de Bisolvon conseguiría parar el arranque de este tema.
02
Oso Leone “Rebellion” Recién salido del horno: “Oso Leone” es el debut de psicodelia-folk de Xavier, Paco y Ruspell para Foehn. Diez temas entre los que se halla este “Rebellion” con innegables ecos de Simon & Garfunkel o los Red House Painters de Mark Kozelek.
03
Balago “Espai de temps” El mejor trabajo de la banda más representativa del sello, “Espai de temps” es tan sólo un pequeño fragmento de las numerosas sorpresas que contiene su cuarto disco. No, no son los Boards Of Canada de “Geogaddi”, son los Balago de “Extractes d’un diari”, uno de los mejores discos de 2010 según la gran mayoría de la prensa estatal.
10
Suma “Sometimes she sings on her own” Suma es producto de la alianza musical entre Frank Rudow (ex-Manta Ray) y Laura Clark. “Sometimes she sings on her on” es una pieza con tintes pastorales y preciosistas arreglos de cuerda. Técnica e inspiración se unen en “In the middle of somewhere”.
11
Marina Gallardo “Golden ears” Tras el aclamado debut “Working to speak” Marina Gallardo vuelve con “Some monsters die & others return”, la confirmación definitiva de su carisma y capacidad de proyección son signos evidentes en “Golden ears”, que hereda la rudeza de los inicios de PJ Harvey y la madurez lírica de Ani DiFranco.
12
Inhabitants “At the end of everyday” ¿Cómo comparten espacio Bill Callahan y Stephen Malkmus en un solo corte sin pegarse de hostias? No es un chiste; Inhabitants lo bordan con esta canción que remite al indie de los noventa sin dejar de sonar a ellos mismos. Si aman los inicios de Domino Records, les aman a ellos, por fuerza.
13
Lucius Works Here “Passeig per L’Illa de Canet” Electrónica hipersensible diseñada para viajar sin moverse del espacio en el que uno se halle. La DJ y productora Shakira comparte este pequeño fragmento de su alma que se inspira en los días soleados en la urbe y detiene el tiempo como si de un álbum de fotografías se tratase. Gran expectación ante su inminente segundo trabajo.
14
Vanova “Lost beginners” Desde Sitges con amor. Si existe un ‘sonido Foehn’, Vanova cuadran en él a la perfección. “Lost beginners” es una canción delicada que se nutre de la americana y el neo-folk de bandas como Scud Mountain Boys o Palace. “The mellow tapestry” es el disco idóneo para regalar a quien mejor se deje querer.
04
Poomse “Loss leader” Llorenç Rosselló se atreve con una relectura de los glaciares Codeine de aquel lejano “The white birch”, cambiando su forma pero sin modificar su fondo. Dramatismo puro y duro. ¿La habrán escuchado Chris Brokaw o Dough Scharin? Si lo han hecho, seguro que están satisfechos.
05
GAF “Run champion run” Sólo una muestra de lo que contiene en su interior la segunda entrega de GAF: psicodelia, rudismo y free jazz que fluyen cual magma vocánico. La intensidad de “Run champion run” podría hacer que el Teide desencadenase su furia contenida en cualquier momento. ¿Están preparados?
06
Emilio José “Sta. Uxía” La alegría de la huerta de Foehn. Emilio José da un impulso de aire fresco al hip hop —muy sui generis, todo sea dicho— con voz crítica y máxima libertad de expresión musical. Humor cizañero que da rienda suelta a su extremada capacidad de sorprender y que le aleja de todo convencionalismo.
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Bedroom “Boig del cavall” El retorno de Albert Aromir, esta vez en su lengua materna, el catalán, que le hace más fácil la expresión de los sentimientos. “Boig del cavall” es una muestra de que su ingenio no deja de crecer y es capaz de convertirse en uno de los letristas más inspirados de nuestro país.
07
Apeiron “La ferocidad es felizmente” ¿Recuerdan? Todos esperamos con ansia ese segundo disco que nunca acaba de llegar. Mientras, seguimos devorando aquel “Todo sigue intacto” que —casi diez años después— sigue sonando tan sorprendente como el primer día. “La ferocidad es felizmente” es una prueba del instinto natural que gastaban. Que vuelvan, por favor.
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Summer Recreation Camp “Dolphins in love” El nuevo fichaje de Foehn circula con estricta libertad siguiendo la estela de Flying Saucer Attack y Windy & Carl. “Dolphins in love” es un corte amplio de miras que abarca también la bossanova. Todos muy atentos, Summer Recreation Camp darán que hablar.
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Blacanova “Desgracia” Hacía falta una banda como Blacanova en la escena estatal, guitarras enmarañadas y voces sedosas. “Desgracia” no es un guiño a Coetzee sino una pieza monumental que abraza los tempos acelerados de Wedding Present y el posicionamiento lírico de los Penélope Trip de “¿Quién puede matar a un niño?”.
Ten Thousand Islands “Angel faced” La unión profesional entre David Crespo (Balago) y María Monferrer dio fruto a un álbum inolvidable “Grey in the air”, del que se extrae esta maravillosa pieza atemporal e inclasificable que otorga nuevos matices a la forma de componer canciones sin contaminaciones externas. Como el aire puro y fresco que se respira en el campo.
09
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Tannhäuser “Error y culpa” A Tannhaüser les sobra técnica y pueden situarse con facilidad entre las bandas más representativas del math-rock (deberían estar como referencia en Wikipedia). “Error y culpa” es la prueba que les sitúa entre la contundencia de Don Caballero y la embriaguez cósmica de Tarentel. Si cometen el error de subestimarles, la culpa será suya.
Úrsula “Capítulo siete” Paisajes de invierno y broche de oro a este recopilatorio. “Capítulo siete” es una pieza conmovedora de neo-clasicismo que sitúa directamente a Úrsula entre una de las bandas más disfrutables del panorama internacional. David Cordero no tiene nada que envidiar a Jóhann Jóhanssonn y sale victorioso por la puerta grande con un merecido segundo puesto entre los mejores discos nacionales de 2010 según esta publicación.
Nueva entrega GO SERIES_ABRIL 2011
L.E.V. Festival 2011 Continuamos con la serie de samplers dedicados al Laboratorio de Electrónica Audiovisual de Gijón. Como su propio nombre indica, el L.E.V. programa conciertos únicos y sesiones de electrónica donde la música y los visuales están intrínsecamente unidos, y su quinta edición se celebrará durante los días 29 y 30 de abril de 2011 en los ya clásicos recintos de La Laboral, Ciudad de la Cultura (Gijón). En el Go Series de abril podrás encontrar a algunos artistas que actúan en el festival como Photek, King Midas Sound, Darkstar, Demdike Stare, Lorn, Jon Hopkins, Pantha du Prince, SBTRKT y muchos más...
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discos
+el negociador
044/045
Seefeel “Seefeel” WARP
A favor
En contra
Pocas maldiciones hay peores para un músico que grabar un disco de culto. Uno de esos artefactos que no garantizan ventas pero sí marcan un nombre a fuego en la historia. Es una maldición porque a partir de ahí a ese artista se le exigirá siempre que mantenga el mismo nivel de excelencia, so riesgo de ser apedreado y despedazado. Que es la situación que está sufriendo Seefeel, una banda que atravesó los noventa instalada en la segunda división del indie británico, y que no vio sus méritos reconocidos hasta mucho más tarde. Casi nadie les lloró cuando desaparecieron, y en realidad su regreso ha pasado bastante inadvertido. Y eso que, a diferencia de otros iconos de la época (Pixies, My Bloody Valentine), han tenido la decencia de volver con un disco nuevo bajo el brazo. Fruto de esa maldición, el homónimo regreso discográfico de Mark Clifford y Sarah Peacock, junto a una nueva sección rítmica, se ha recibido de una manera fría, con grandes varapalos en muchos medios. Y aunque es cierto que no está a la altura de esas dos obras míticas que son “Quique” (93) y “Succour” (95), también es verdad que han pasado quince años y que todos los avances que llegaron con esos discos están más que asimilados y superados. Así que lo importante aquí es comprobar si una banda que es un cacho de historia puede adaptarse a los nuevos tiempos. Y en ese sentido, la renovación de lenguaje que supone “Seefeel” resulta más que interesante. Para empezar, la nueva base rítmica le da a las canciones mucho más músculo y contundencia, aporta un anclaje férreo, que libera a Clifford de compromisos en ese sentido y le permite realizar auténticas perversiones con el sonido de su instrumento. Basta escuchar cosas como “Dead guitars” o “Sway” para entender esa evolución, casi parece que las guitarras se desintegren en cada acorde, y eso es porque las manipulaciones no se producen a base de apilar loops y efectos, como sucedía en la época de “Quique”, sino utilizando procesos más complejos, que dan al disco un aspecto rugoso, granular, amenazante, que afecta incluso a las pocas canciones escritas desde una perspectiva más ‘clásica’. Mantras hipnóticos como “Faults” o la estupenda “Making”, en los que brilla la voz de Peacock, más limpia y luminosa que nunca. Así que el único problema del disco, en realidad, es que sobran algunas codas instrumentales (“Step up”) y que en el tramo final pierde algo de fuelle. Problemas menores para un regreso notable, que confirma que a Seefeel le queda un bonito futuro por delante. Vidal Romero
Es muy simple. Sólo hay que llevar a cabo un sencillo ejercicio, intercalar la escucha de “Seefeel” (cuarto LP de los británicos comandados por Mark Clifford) con cualquiera de sus anteriores LPs publicados en los 90. A saber, “Quique” (Too Pure, 93), “Succour” (Warp, 95) o “(CH-VOX)” (Rephlex, 96) hacen que el retorno de Seefeel (fraguado a raíz de los conciertos conmemorativos del vigésimo aniversario de Warp) sea un ejercicio de nostalgia inútil, estéril y, por momentos, dolorosa. En esos discos, sobre todo en “Quique”, Seefeel sonaban nuevos, rompedores, gloriosos, nunca antes los instrumentos tradicionales del rock sonaban, a fuerza de sampleo, tan planeadores, tan ambientales, tan futuristas. Había nacido el post-rock. Nada (o muy poco) de eso queda en el presente “Seefeel”. Su misión ya se cumplió, nadie les pidió que volvieran y nadie les pide que sigan innovando como lo hicieron hace ya casi veinte años, pero mirar con condescendencia su presente trayectoria (empezando por el desafortunado EP del pasado año “Faults”), sería un error que alguien tan exigente como Mark Clifford nunca nos permitiría. No es por señalar, pero está claro que la entrada como bajista de Shigeru Ishihara (DJ Scotch Egg) y del batería E-da Kazuhisa (ex Boredoms) ha cambiado, lógicamente, los esquemas de la banda; la batería toma una preponderancia realmente insultante y las líneas de bajo son inexistentes. Ahí está el tema inicial “Dead guitars” sustentado por el reptante ritmo de la batería o el cansino baqueteo de “Rip-run” al que muy poco añaden guitarras líquidas o voces tratadas. Los temas parecen construidos ‘a partir’ de la omnipresente batería, en lugar de ser la percusión simplemente una más de las múltiples capas usadas en cada track. Aunque lo realmente desolador es que en ningún momento hay sensación de progreso, los temas nacen y mueren sin que los sonidos que los forman muten o interactúen entre ellos. Afortunadamente, temas como “Airless” o “Aug30” parecen menos dependientes de la percusión (de hecho, no hay batería en el segundo), lo que supone un respiro que nos permite saborear a unos Seefeel con algo más de enjundia, que no necesitan de la percusión para hacer avanzar, para hacer progresar sus temas. Desgraciadamente, el agónico “Sway” (un reworking de “Aug30” con batería y voces) se arrastra en loops que se niegan tanto a avanzar como a extinguirse y se alarga sin sentido hasta los nueve minutos, dejando al oyente con una soterrada sensación de incomprensión e impotencia que resume muy bien este LP. Half Nelson
046/047
discos
La selección Jäger
discos The Joy Formidable “The big roar”
Disfruta de un consumo responsable 35o
ATLANTIC / WARNER
Release The Beast Bill Orcutt “A new way to pay old debts” Editions Mego — import
Adele “21” XL / ¡POP STOCK!
Pop-soul. El disco anterior ya fue una joya. A pesar de que 2008 fue un año prolífico en buena música y en buenas voces, Adele supo hacerse un hueco y brillar con luz propia con “19” (XL / ¡Pop Stock!, 08) un primer álbum cuyo título representa su edad. Dos años más tarde y tras haber presenciado con tristeza las defenestraciones musicales de la gran mayoría de los artistas que comenzaron con ella, esperábamos temerosos la llegada de su segundo trabajo. Y conocimos “Rolling in the deep”, y nos quitamos el sombrero aunque mantuvimos la respiración porque es una gran canción, un tema de reminiscencias retro que seduce a la primera escucha pero ignorábamos qué había detrás. Y llegó “21”, la consagración, y respiramos tranquilos, muy tranquilos porque el resto del disco estaba a la altura. Trece temazos sosegados, maduros, equilibrados, sin sobresaltos, sin bajones en los que una voz cálida, profunda, aguardentosa, llena de matices e inspirada en todas las composiciones que consigue transportarnos a otra dimensión. Un indispensable para melómanos que adoren los clásicos y la sencillez. Angélica Guzmán Miralles
Blues cochambroso. Mientras escuchaba por primera vez “A new way to pay old debts” pensaba en lo curioso que sería confrontar esta crítica con otra escrita por alguno de los especialistas en folk de la casa, por ejemplo David Giménez. Pensaba esto porque el de Orcutt es un disco que, ya desde el punto de partida, es manifiestamente raro y experimental: un canto a la libertad, a la rotura de convenciones y ataduras. Pero también porque hablamos de un disco fuertemente anclado a la tradición del blues. A una tradición que retuerce y manipula, es cierto, pero a la que no deja de pagar peaje. “A new way to pay old debts” surge precisamente de esa confrontación entre la tradición y el experimento. Orcutt toca arpegios imposibles (aunque casi siempre plegado a un compás de doce notas), realiza digitaciones prodigiosas, acompaña ocasionalmente con gruñidos y gritos, y utiliza para todo ello una vieja guitarra acústica con el mástil roto, a la que le faltan dos de las seis cuerdas, y que encima lleva una pastilla de amplificación de los cincuenta que distorsiona. El resultado, como ya avanzamos más arriba, suena a blues cochambroso y enloquecido; a un blues de tintes oxidados y cariz primitivista, que parece nacer desde las entrañas más cavernosas de Orcutt. Un blues que muestra sus respetos por John Fahey y Derek Bailey, que alimenta el gusto por el ruido y el hardcore de su autor (ex guitarrista de los llorados Harry Pussy, nobleza obliga), que suena poderoso y doliente, libre y enfermo. Que resulta a la vez magnético (MUY magnético) y asfixiante. No es raro que en Editions Mego le hayan visto la punta
Grunge-gaze. The Joy Formidable protagonizaban la portada de nuestro número del mes de abril de 2009 con la excusa de la edición de su Mini LP titulado “A balloon called moaning”, un estupendo trabajo que recopilaba todos sus singles editados desde aquel lejano debut en vinilo que fue “Austere” y que vio la luz en el año 2008. A pesar de tratarse de una autoedición, el Mini LP —vendido a través de la propia web del grupo— ya estaba agotado incluso antes de salir de fábrica. Lo mismo sucedió con “First you have to get mad”, un disco en directo de tirada limitada, grabado en Londres en septiembre de 2009. La indudable calidad de sus composiciones y la perseverancia de los galeses, unidos a unos conciertos apabullantemente eléctricos —que han ido captando a miles de fieles a través de sus múltiples actuaciones (recordemos que han girado en este tiempo con bandas como Editors, The Tender Trap y Passion Pit)—, llevaron a la discográfica multinacional Atlantic a fijar sus oídos en ellos. En “The big roar” encontramos nuevas versiones regrabadas de las conocidas “Austere”, “Whirring”, “Cradle” y “The greatest light is the greatest shade” junto a ocho canciones totalmente nuevas. La producción, que ha corrido a cargo del propio trío, traslada fielmente el sonido que
desprende la banda en vivo: esos muros de guitarras distorsionadas, la rítmica imparable de una batería que golpea siempre con firmeza y un bajo que la secunda con una contundencia pétrea. Las oleadas sonoras descargan, sin descanso, como tempestades liberadas durante los 50 minutos de duración del álbum, alcanzando una cota máxima de épica ruidista en ese final atronador de “Whirring”. En el repertorio de The Joy Formidable es posible encontrar ecos del shoegaze detallista y con sesera de My Bloody Valentine (“A heavy Abacus”), el noise más accesible de Sonic Youth, el indie rock de The Breeders y los riffs de guitarras de la vertiente más melódica del grunge (los Nirvana de “In utero” o los The Smashing Pumpkins de “Siamese dream”, por citar sólo dos ejemplos). La voz de la carismática Ritzy Bryan bordea engañosamente la fragilidad y supone un contraste en medio de tanta furia —excepto en “Llaw = Wall”, tema en el que la responsabilidad vocal descarga sobre el bajista Rhydian Dafydd—. En definitiva, The Joy Formidable han debutado finalmente, para el gran público, con una obra desatada y furibunda (y me atrevería a decir que necesaria) que deja a “The big roar” a escasos milímetros de la cumbre de la perfección. David Giménez
al asunto: si Hecker hubiera nacido en el Misisipi y tocara la guitarra, es muy posible que le saliera algo así. Vidal Romero
Bloody Beetroots “Best of… remixes”
Anna Calvi “Anna Calvi” DOMINO / PIAS
Rock. Los atributos de Anna Calvi están en boca de todo el mundo y ya hay voces que la apuntan como la nueva diva del rock. De la noche a la mañana, la británica de tan sólo 28 años se ha hecho con un puesto de relevancia en la escena internacional a través de este debut de título homónimo que ya se respaldó en una gira junto a los Grinderman de Nick Cave el pasado otoño. Si en la actualidad fichar por un sello con el prestigio de Domino ya pone el camino fácil a cualquier artista, la hazaña aún puede verse enriquecida por una producción a cargo del afamado Rob Ellis (PJ Harvey, Marianne Faithfull) y la colaboración estelar de Brian Eno —su voz está presente en las magníficas “Desire” y “Suzanne & I”—. Con todas estas premisas y un innegable talento, Calvi entrega un disco elegante y suntuoso, muy próximo a la nocturnidad que transpiran los filmes de David Lynch y que se desenvuelve con soltura en las atmósferas de clásicos como “Grace” (Jeff Buckley) o “To bring you my love” (PJ Harvey). Matías Bosch
DIFFERENT / PIAS
Truchón. Parece que sus remixes llevan acompañándonos mucho tiempo, pero sólo hace 3 años que The Bloody Beetroots saltaron a la escena musical. Con un solo álbum de estudio bajo el brazo (“Romborama”, 09), si el dúo italiano ha llegado a un público tan amplio ha sido en gran medida por su prolijidad (y acierto) en el campo de los remixes. Igual te remezclan a The Killers, que a Timbaland, que a Shitdisco o a los Crookers. Incluso se atrevieron en su momento con “Maniac” de Michael Sembello. En “Best of… remixes” estos dos enmascarados escogen sus 18 remixes más bailables, entre los que se encuentran “Can’t stop me now”, “Mind dimension” de Tiga, “Second lives” de Vitalic o la grandiosa “Welcome” de los franceses Etienne de Crécy, que cierra el álbum por todo lo alto con sintes retorcidos y cuerdas disco. En definitiva, una dosis generosa de electrónica de baile con el inconfundible sello cani-fiestero de la banda. Virginia Arroyo Chain & The Gang “Music’s not for everyone” K / ¡POP STOCK!
Rock. Ensayista, músico, presentador de televisión… Mr. Ian Svenonius es uno de esos personajes clave de la vanguardia musical roquera norteamericana, que algunos recordarán por Nation of Ulises o The Make Up. Y aquí se ha envalentonado. Svenonius titula el disco —y una de sus canciones centrales— como “Music’s not for everyone”,
Radiohead “The king of limbs” XL / ¡POP STOCK!
algo que sinceramente da que pensar. Pues el lema es como dicha canción, pretenciosa y desconcertante, soporífera pero a la par interesante. O como el universo personal y caótico de este roquero que ya debutase con Chain & The Gang gracias a “Down with liberty ... Up with chains!”, cuando afirmaba estar empeñado en acabar con cualquier forma de “fast food, militarismo o imperialismo” y proclamaba algo tan antipopular como provocador, que la propagación de la libertad había ido en detrimento del mundo. Y es que tomárselo en serio o no es cosa de cada uno, pero al loro con un disco que va más allá de la anécdota y no te lo pone fácil para aferrarse a él como una lapa. Aquí hay rock que se arrastra y asalvaja a cualquiera, buenas secciones rítmicas y teclados revitalizantes, marcianadas varias, Detroit sound y soul a lo Booker T con mucha clase y poca tontería. Con todo, algo irregular —especialmente porque es excesivo su minutaje— pero interesante, y no tan crudo como pudiera parecer (también hay pop fifties que entra la mar de bien y voces femeninas como la de Tara Jane ONeil). Conviene tomárselo en serio, al menos musicalmente. Puede no ser música para cualquiera, pero quizás sí para alguien como tú, mi querido freak elegido… Alicia Rodríguez
más allá de un plano estrictamente intelectual; tan preocupados como están Charrier y sus chicos por alcanzar la perfección formal, en el proceso han perdido la idea de fondo, el auténtico alma de lo que están haciendo. Los cinco temas funcionan, entonces, como piezas de coffee table music, como delicados trabajos de artesanía que sorprenden por lo intrincado de su diseño, pero no por su personalidad. No quiere esto decir que no haya buenos momentos en “Silver”: el musculoso final de “21 echoes short”, la atmósfera líquida que invade “12 from”, los drones circulares que dan forma a “9 moving” son detalles de mucha calidad. La prueba de que, a nada que consiga relajarse y disfrutar un poco más con su trabajo, la ensemble que ha montado Charrier puede alcanzar grandes objetivos. Vidal Romero
Discodeine “Discodeine” DIRTY/PSCHENT — IMPORT
Dark Dark Dark “Wild go” CARPARK — IMPORT
Folk de cámara. Surrealista, bello, agradable y familiar casi siempre, extraño y desconcertante en ocasiones, el segundo álbum de Dark Dark Dark logra descender de las orejas a las entrañas en menos de los 38 minutos que dura. Aparentemente inocente e inocuo, “Wild go” te encoge el corazón de la misma manera que cuando en pleno ataque de ira escribes ese email cagándote en la madre del destinatario y sin querer le das a enviar. Los 10 temas que componen este largo tienen algo que te agarra por las entrañas y te agita como si te las estuviera centrifugando sin piedad ni suavizante. Y sin embargo hay luz en Dark Dark Dark: las sombras y los nudos en la garganta se obtienen tras arrojar luz por todas partes y recogerla luego sin atender a ruegos. La instrumentación es exquisita, la mezcla de jazz New Orleans, Americana y folk europeo recuerda a los mejores Beirut y la voz de Nona Marie Invie invita a sumirse en sueños enmarañados, profundos y deliciosos. Virginia Arroyo Charles-Eric Charrier “Silver” EXPERIMEDIA — IMPORT
Post-rock. Tiene “Silver” el mismo problema de fondo que gran parte de la producción afiliada al post rock estos días: que termina de sonar el disco y el oyente no sabe muy bien que ha sucedido durante ese tiempo. No es un problema de formas porque los cinco temas que contiene “Silver” están tocados con delectación y parsimonia, recreándose en el detalle, cuidando con mimo las atmósferas, controlando la tensión. Están tocados con una habilidad instrumental envidiable, pero carecen de capacidad para emocionar
Disco. Dos auténticos pedruscos pesados han actuado como arma arrojadiza para catapultar el debut de la nueva sensación francesa de ingenioso nombre híbrido: primero con la punzante y juguetona “Singular” con el cachondo de Matias Aguayo como colaborador, para más tarde apuntalar las bases del futuro LP con el resucitado Jarvis Cocker (sabio, trovador, profeta, gurú pop... y ahora reconvertido a diva disco) para reventar las pistas de baile de todo el planeta. Porque sí, “Synchronize” es un temazo y obliga a ser consumido en grandes dosis. Al igual que con la codeína, ese amargo alcaloide opiaceo que inspira a los autores del debut, las dosis de administración de “Discodeine” variarán en función no del dolor, sino de lo preparado que estés para chutarte en vena ese líquido viscoso llamado mutant o weird disco. Sin ir más lejos, Pilooski y Pentile auto definen su estilo musical como ‘disco futurista’, una etiqueta un tanto pomposa pero no muy desencaminada. La intención del dúo parece ser explorar matices techno fuera de la tangente marcada por el esclavizador french touch (sólo “Homo compatible” tiene dejes de Daft Punk) y embarcarse en un tour de force ultra ecléctico, donde la música disco (“Invert”, la citada “Synchronize”) pasa a ser un invitado más dentro de la síntesis química de la discodeína, el arpa mutante de “Antiphonie”, el techno amanerado y sedado de “Grace”, o el tan trillado tropicalismo de “Falkenberg”. El titular de la noticia es, claro está, que salen vivos de todo esto con un aprobado muy alto. Aplique entonces su dosis en miligramos de Discodeina, por aquello de probar algo relativamente nuevo. Alberto Vidal Cloud Nothings “Cloud Nothings” WICHITA / NUEVOS MEDIOS
Surf-pop. Melodías sencillas y efectivas, actitud y lo-fi parecen ser la llave del éxito últimamente y, si eso es cierto, Cloud Nothings tienen la entrada garantizada en todos y cada uno de los top tens musicales. Cualquiera diría que estos cuatro han pasa-
Radiohead music. La noticia saltaba por sorpresa y nos cogía a todos a contra pie: Radiohead sacaba disco en menos de una semana. Ahí es nada. Cuatro días después del anuncio, fue espectacular comprobar como media sociedad occidental se volvió más loca si cabe con el adelanto —un día antes— del lanzamiento que con las rebajas. Millares de personas en sus respectivos trabajos dejaron por un instante su teclado, máquina o cliente que tenían delante para descargar “The king of limbs” —pagando o ilegalmente, porque de la supuesta revolución que supuso “In rainbows” para la industria musical ya no se acuerda nadie—. Todo ello con el aliño que supuso horas antes la premiere del single “Lotus flower”, donde se comentó más los míticos bailoteos de Thom Yorke —sí, con “Idioteque” en directo todavía los bordaba más— antes que del contenido de su partitura. Pues bien, aquí lo tenemos: ocho archivos en formato MP3 listos para ser devorados o apedreados, porque con Radiohead sucede lo mismo que con el Barça de Pep Guardiola: existe un tupido público que espera agazapado el más mínimo error para saltar a la yugular. Doble click a la primera canción (Dios, que poco romántico suena) y suena “Bloom”, con una marciana base rítmica de Phil Selway sobre una neblina instrumental casi imperceptible y bajos al más puro estilo bossanova. Una delicia. “Good morning Mr. Magpie” toma el relevo, en la que quizás es la mas típica canción de la banda de
do todos los fines de semana surfeando en California, cuando en realidad lo más parecido que habrán podido hacer seguramente ha sido patinar sobre el hielo del Lago Erie allá en su Cleveland natal. Con un ascenso meteórico, la corta carrera de los Cloud Nothings ya ha vivido un hype que algunas bandas no han podido soportar (recuerden a ‘la otra’ de The XX) y que otras han aprovechado para hacer lo que les ha dado la gana y hacerlo genial (Arctic Monkeys). Veremos adónde les lleva la fama a estos cuatro. Por lo pronto disfrutemos de su debut en largo (si no tenemos en cuenta aquella colección de temas que fue “Turning on”), cargado de ritmos acelerados, fidelidad baja y felicidad por las nubes. Virginia Arroyo
Oxford, hipnotismo y atmósferas retorcidas que conforman un laberinto sonoro construido sobre los gorgoritos de Thom Yorke, actuando como sedante. En “Little by little” sigue la hipnosis, pero esta vez su enorme riqueza instrumental es más tangible. Llega “Feral” y la regresión a 2001 se hace realidad, al ser un tema que encajaría a la perfección en “Amnesiac”, o lo que es lo mismo, una cara b de “Kid A”. Una especie de “Pulk/Pull revolving doors” más atada en corto, que demuestra que desde siempre Radiohead ha puesto un ojo en la escena de la bass music inglesa. Toda sesión de hipnosis acaba con un despertar gradual inducido, justo lo que consigue Radiohead con los tres últimos temas. Porque lo que viene después del single “Lotus flower” (quizás el tema que más tarareable y que más sonrisas dibuja de todo el disco, video clip aparte) es un descenso de pulsaciones hasta niveles de coma inducido. “Codex” es el típico medio tiempo a piano en el que Thom se encarga de erizar vellos, aunque esta vez no humedece lacrimales porque nunca acaba de despegar. “Give up the ghost” hace de lo bello lo más simple, valiéndose principalmente de una guitarra acústica y un mantra de fondo que se instala en el subconsciente. “Separator” mantiene el estado comatoso y cierra el tan esperado disco, con Thom irónicamente cantando un “Wake me up” un tanto exasperado. Vale, fin del disco. Si le has dado al repeat millones de veces y tu cara de póquer sigue igual, no te preocupes, no es nada grave. Simplemente es Radiohead, ese fantástico grupo que tiene libertad para hacer lo que les dé la real gana sin bajar del notable alto. Algunos verán una segunda parte de “The eraser” de Yorke. Otros despotricarán y se irán a llorar con “Reckoner” de fondo . Son Radiohead. Ni más, ni menos. Alberto Vidal
estos mutan con voces espectrales y susurros que chocan contra el asfalto de sintetizadores noventeros. Porque “At home like a tourist” suena a deliciosa IDM facturada en los 90 (“Fuera de juego” no deja de recordarme a “Planet of the shapes” de Orbital), razón por la que todavía la nostalgia se infiltra en el discurso de Miguel. No duden en darle una oportunidad, que además tiene licencia creative commons. Alberto Vidal
Fiat600 “At home like a tourist” PUEBLO NUEVO
Esben and The Witch “Violet cries” MATADOR / ¡POP STOCK!
IDM. No hay nada más desagradable que sentirse turista en tu propia casa. Pertenecer y enraizar a algo u alguien y sentirte como un cuerpo extraño es una sensación sofocante. Eso es lo que le sucede a Miguel Conejeros, chileno de nacimiento y afincado en Barcelona. Es desde la Ciudad Condal donde ha emitido su mensaje de incomodidad con el excelente “At home like a tourist”, un retrato de su inconformismo con su país erigido con partituras idm oblicuas. Difundido a través del netlabel Pueblo Nuevo, el recado que transmite es de mala leche (la sulfurosa “Contractura” o el inicio apocalíptico de “Día de pago”) pero a la vez cargado de mucha nostalgia y mimo. Los fragmentos sonoros parecen conformar imágenes cuando
Rock. Son de la soleada (al menos eso les gusta creer a los ingleses) Brighton, pero toman su nombre de un oscuro cuento danés. El artwork de su LP de debut está lleno de árboles cargados de lágrimas de hielo y la voz de Rachel Davies tanto recuerda a Siouxsie Sioux como a Victoria Legrand. De hecho, podría decirse que son un reverso tenebroso y campestre (más que ‘campestre’, lo suyo sería un bucolismo de bosque encantado frente al más elegante encanto de un castillo repleto de fantasmas de sus colegas estadounidenses de Beach House). ¿He dicho ya que suenan ‘góticos’, pero contemporáneos? Thomas Fisher y Daniel Copeman completan el trío ocu-
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discos
Tim Hecker “Ravedeath, 1972” KRANKY — IMPORT
Ambient. Decía Tim Hecker en una entrevista, hace tres o cuatro años, que la gran constante en su música es la idea de la transformación de lo cotidiano. Es decir, que le gusta partir de sonidos reconocibles, que apelen a una cierta memoria sentimental, porque al aplicar después procesos de transformación extremos sobre ese material de partida, el impacto emocional resulta mucho mayor. Es una estrategia que viene utilizando desde los primeros pasos de su carrera. Ahí está para demostrarlo el curioso EP “Love is rotten to the core” (Substractif, 02), una gran broma macabra que reducía varios temas de Van Halen (una de sus obsesiones de niño) a un amasijo de ruidos y distorsión. Una estrategia que ha utilizado desde el principio, pero que con el paso del tiempo ha ido refinando hasta alcanzar niveles obsesivos, siempre en busca de un vocabulario propio con el que dar un andamiaje estético a cada uno de sus discos. Siempre perfeccionista, Hecker ha trabajado para que este vocabulario fuera creciendo y haciéndose cada vez más complejo. Y si en un primer momento se reducía a la manipulación de samples ajenos de una manera un tanto burda y bastante directa, poco a poco ha ido dando más importancia a instrumentos que él mismo podía tocar; primero utilizando la guitarra como generador de sonidos, y luego incorporando todo un arsenal de cuerdas, pianos y vientos. Un material de base que siempre ha tratado desde un punto de vista magmático, disolviendo la frontera entre instrumento real y efecto sonoro
porque, él mismo lo dejaba bastante claro en la citada entrevista, “me gustan las guitarras que no son reconocibles y, en general, los instrumentos clásicos cuyo sonido está descontextualizado”. Fiel a sus obsesiones, Hecker pulsa esos resortes con una violencia estética aún mayor en el sexto disco de su carrera. Pero la clave, más que la instrumentación (aparte de pianos y guitarras, la única novedad aquí es un órgano de iglesia), radica en el tratamiento que se da al sonido ambiente. Grabado durante un único día en una lóbrega iglesia islandesa, con ayuda del siempre intenso Ben Frost, “Ravedeath, 1972” sitúa en primer plano todos los ruidos y rebotes que se produjeron durante la grabación; cede el protagonismo a elementos que habitualmente molestan o se ignoran, y que sin embargo poseen una insólita cualidad ultraterrena. Y el resultado es un disco de enormes contrastes y emociones desbordadas, violento en extremo, pero dotado también de una intimidad desbordante; abstracto hasta la nausea, pero también conciso, detallista a un nivel casi molecular. Un disco que golpea al oyente de manera física y emociona. Física, porque las erupciones de sonido que puntean todos los temas se perciben como ganchos directos al estómago (como suele suceder con los grandes discos de ambient moderno, “Ravedeath, 1972” exige volúmenes elevados), pero también emocional, porque detrás de la maraña de ruidos y exabruptos se perciben con total claridad las sencillas, melancólicas melodías que han servido como punto de partida de las distintas piezas. Y es precisamente en esa confrontación entre opuestos, en ese raro equilibrio entre lo salvaje y lo delicado, donde Hecker encuentra la clave para dar forma a la que sin duda es su obra más compleja y conseguida. Un disco sensible y peligroso, que parece sangrar a medida que la aguja recorre sus surcos. Vidal Romero
pándose de guitarras y teclados generalmente discretos, etéreos, esquivos, pero también con agudas aristas cuando es necesario. Menos electrónicos y menos histriónicos que The Knife / Fever Ray (aunque las guitarras de “Argyria” les emparenten), pero más concretos que Cocteau Twins (pese a los largos pasajes instrumentales de “Light streams”) sus letras evitan cuidadosamente los escenarios urbanos (“Hexagons IV” lleva hasta las celdas de la colmena la soledad final: “We’ll die alone / Inside our hexagons”) y dibujan un tortuoso (y un poco truculento) paisaje de emoción, oscuridad, culpa y castigo (“Silver bullets / For sinners hearts” dicen en “Eumenides”) que gusta tanto de los clímax sónicos (“Marching Song”, ideal para el directo) como de los momentos íntimos dominados por Davies. Parecen dejar la puerta abierta a las remezclas (apuesto por sus amigos The XX) añadiendo programaciones comedidas (“Chorea”) o más desbocadas (“Eumenides”). Un elegante refrendo a la teoría del eterno retorno de la cold wave. Half Nelson
acompañándolo desde el 2002. En cualquier caso, el nuevo trabajo del norteamericano está por debajo de sus anteriores publicaciones. Su repertorio se engalana, de manera afortunada, con matices pop en “The tree by the river” o “Half moon” —bañadas, ambas, por unos soleados coros—. En esta búsqueda de nuevos caminos hay cabida también para el tropicalismo (“Rabbit will run”), el jazz (“Me and Lazarus”) y algún coqueteo con la inditrónica (“Monkeys uptown”). En la recta final del disco, destella la introspectiva y coral “Godless brother in love”, como espejismo de un álbum que podría haber sido y no es. David Giménez
Iron & Wine “Kiss each other clean”
Hercules and Love Affair “Blue songs”
4AD / ¡POP STOCK!
MOSHI MOSHI / NUEVOS MEDIOS
Pop. La felicidad no es un estado del que deba huirse por muy artista que uno se considere. Está por ver si hay una relación directa entre ésta y una obra irregular. No sabemos si Sam Beam ha caído presa de este virus y ha pagado el peaje, que dicen, se abona en los estados de buena fortuna o si, como parece más lógico, simplemente ha querido dar un golpe de timón a la sonoridad folk que viene
Disco-house. Si el retorno de los ochenta era ya un hecho, “Blue songs” viene a confirmar que están aquí para quedarse una buena temporadita. Tras su exitoso debut, Hercules & Love Affair vuelve con un LP en el que las raíces disco comparten espacio con las del house de finales de los 80, principios de los 90. El segundo largo del quinteto neoyorkino se nutre de bajos jugosos como el de
“Leonora”, atmósferas magnéticas como la de “Blue song”, aires tranceros como los de “Visitor”, ganchos disco como en el hit “Painted eyes” o ritmazos houseros como en “Step up”, donde pone la voz Kele Okereke, que afianza su cara más discotequera (aunque su faceta Bloc Party sigue ganando por goleada). Pero el hitazo con mayúsculas del álbum es, sin duda, la muy noventera “My house”. El bajón viene con pseudobaladas como “It’s alright” o “Boy blue”, algo así como si los Backstreet Boys estuvieran depres y se metieran un tripi para animarse. En definitiva, un disco entretenido que en sus momentos cumbre deja entrever a los mejores Hercules and Love Affair. Virginia Arroyo
Hitman’s Heel “Hitman’s Heel” POTOMAK — IMPORT
Rock melodramático. Aunque se le conoce sobre todo por llevar media vida pulsando las cuerdas del bajo en esa apisonadora que es Einstürzende Neubauten, a Alexander Hacke siempre le ha gustado el blues rock sulfuroso y teñido de épica; una obsesión que no cultivaba desde los seminales tiempos de Crime & The City Solution, y que ha decidido sacar de nuevo a la luz, con ayuda de su señora, Danielle De Picciotto. Hitman’s Heel, por tanto, deja atrás los experimentos ambientales y las falsas bandas sonoras que la pareja ha venido cultivando para abrazar un rock oscuro, sucio y sudoroso, que bascula entre el blues torturado de Tom Waits y la épica apocalíptica de los Bad Seeds. Un rock que mezcla fogonazos de psicodelia expansiva, en los que Hacke saca a relucir una voz cazallosa y grávida, con algunos números más delicados y pastorales, escritos a la medida de De Picciotto, y que no oculta los débitos hacia sus héroes. Antes bien, prefiere concentrarse en escribir grandes canciones, que juegan con resortes conocidos y siempre enseñan sus cartas, pero que también saben encontrar algún sitio para la parodia, como ese número de cabaret grotesco que es “The circuit”. Tan disfrutable como poco original, es decir. Vidal Romero Isolée “Well spent youth” PAMPA — IMPORT
Micro house. Rajko Müller vuelve a empuñar los utensilios de precisión para volver a pincelar con suma paciencia —elemento clave en el productor germano, debido a las largas esperas entre producciones de formato largo— una obra de house microscópico y cristalino. Si bien “We are monster” (Playhouse, 05) seguía el canon de sonidos minúsculos pero con ligero sobrepeso en cuanto a matices, su reciente trabajo recuerda más al venerado “Rest” del inicio de la pasada década, al pivotar más en la meticulosa disección de sus producciones. Pero ojo, tampoco estamos diciendo que se haya despertado a la bestia, como propugnaba Tomás Roncero. Aparentemente, con “Paloma triste” la cosa arranca como debe y con temas tan cálidos como “Thirteen times an hour” y “Going nowhere” más de uno se pone palote. Pero “Well spent youth” fun-
ciona más bien como un compartimiento estanco, a medida que pasan las canciones te das cuenta de que no ya no circula tan bien esa frescura que parecía innata y inextinguible en Isolée. Se respira un aire algo más viciado, sin por ello bajar del notable en líneas generales. Alberto Vidal Jose Casas y La Pistola De Papá “Scampa!! Volumen I” STIFF SUR RECORDS
Power pop. Una de las muchas injusticias que hay que recriminar a la historia de la música en este país es el escaso interés que han levantado, más allá del estrecho circuito del power pop, las sucesivas aventuras del sevillano Jose Casas. Ni Helio ni Los Relicarios consiguieron superar esa frontera invisible que es Despeñaperros, y de momento La Pistola de Papá parece condenada a esa misma suerte. Y es una pequeña tragedia, porque pocos autores tenemos, capaces de dar forma a canciones tan redondas y luminosas, capaces de dotar a sus letras de un universo propio y un poco surrealista en el que conviven pintores daltónicos, funambulistas ciegos y dandis envueltos en trajes nuevos; un universo en el que Clark Kent llega tarde a sus peleas por culpa de los problemas domésticos. “Scampa!! Volumen I”, ya se lo pueden imaginar, tiene mucho de memoria sentimental, de homenaje nada encubierto a los héroes de Casas, que son gente de bien, como Paul Weller, Elvis Costello o The Plimsouls. Es un disco de pop en el sentido más eléctrico y clásico del término, un disco de guitarras musculosas y deliciosas armonías vocales, un disco que ruge juguetón, que se regodea en su condición de clásico atemporal. Dentro de diez años será igual de bueno que hoy, y eso ya es mucho. Vidal Romero
Joan as a Police Woman “The deep field” PIAS
Rock. Tarde o temprano, según la suerte pero sobre todo el talento y la insistencia, suele llegar el momento de consagración en la carrera de un músico, el disco que te eleva unos centímetros por encima de la tierra firme, ese trabajo en el que colaboran amigos y hasta desconocidos que siempre soñaste tener como amigos, el álbum que te afianza y te da prestigio definitivo. Leemos en wikipedia que “The deep field” es la imagen que el telescopio espacial Hubble captura de una región de la joven y lejana galaxia Ursa Major, y aprovechamos la metáfora para la reseña, qué demonios. Joven y lejana, sí. Porque después de sus dos anteriores discos, sobre los que se paseaba una Joan cabreada con el mundo, arisca y furiosa, llega la calma y el control de los sentimientos, el soul como vehículo del sonido que siempre buscaba Joan Wasser, su juventud recobrada. Y lejana no porque uno la escuche o la sienta lejana, no, sino porque está bastante lejos de sus competidoras, varias casillas por delante que la sitúan en una ventajosa posición entre el sonido Philadelphia de altos vuelos, el rock y el r&b de calidad. ¿Recuerdan aquello de “este es mi disco más personal”? Pues eso. Octavio Botana
The Decemberists “The king is dead” MERGE / ¡POP STOCK!
Le Corps Mince de Françoise “Love & nature” HEAVENLY / NUEVOS MEDIOS
Electropop. “Love & Nature” es el LP de debut de las hermanas Emma y Mia Kemppainen (Malin Nyqvist ha desaparecido del grupo y de las fotos) que se ocultan tras un extraño nombre francés (normalmente abreviado LCMDF) en homenaje a su gato anoréxico pese a provenir de Finlandia y cantar en inglés. A pesar a su origen nórdico no hay nada de metalero ni de emo en su música: una alegre argamasa de electropop saltarín, estribillos más gritados que cantados, falsetes y guiños a los noventas más fiesteros (Happy Mondays en “Gandhi”, single remezclado por Andy Weatherall) y combativos (Le Tigre en “We are cannibals” y en el pseudo-rap “Time (Have I lost my mind)”). Pueden ser una versión menos experimental y (aún) menos despreocupada de Micachu y aunque flojean cuando levantan el pie y quieren sonar más serias (y más mainstream) como en las finales “Beach life” y “Pumping heart shaped thing”, lo cierto es que sólo podrían molar más si las produjera el mismísimo James Murphy. Half Nelson John Vanderslice “White wilderness” DEAD OCEANS / ¡POP STOCK!
Folk de cámara. La épica camina con nosotros, con muchos de nosotros al menos. Por mucho que admiremos, muy a menudo, la belleza en la simplicidad de las cosas lo cierto es que resulta innegable que ésta también puede encontrarse dentro de los motivos más elaborados. Algo así debió pensar John Vanderslice cuando acudió a Minna Choi para que ella dirigiera su Magik*Magik Orchestra y de esta manera se cubrieran las nuevas composiciones del norteamericano de un manto de traslúcido esplendor. A pesar de que la grabación de este disco se realizó en directo a lo largo de tres días, su ejecución y resultado es armonioso y nada precipitado. A medio camino entre Sufjan Stevens y Andrew Bird las canciones caminan sobre la capa de hielo impenetrable que suponen unas letras tan personales como inaccesibles por momentos. Y aunque “White wilderness” es amable y relajado y riega al oyente con algunas cotas notables de calidad (“Sea salt”, “Convict Lake”) lo cierto es que el conjunto del disco nunca acaba de calar. David Giménez La Célula Durmiente “Disco póstumo” BCORE
Rock. Zeidun fue como una máquina generadora de talentos siempre a punto de estallar. De aquella banda seminal surgieron proyectos ahora ya consolidados como Surfin´Sirles, Les Aus y, claro, La Célula Durmiente, con Joan Colomo —ese inquieto Mago de Oz— al frente. Este disco ‘póstumo’ no es tal, sino un volcán en erupción, una caja de sorpresas rítmicas y letras endiabladas que anticipan una primavera a punto de estallar. Inés Martínez y Narcís Prat, dos
auténticos titanes de la precisión, son el sostén rítmico que cualquier grupo querría tener en su haber, y en esta ocasión se salen. Temas como “Deriva” o “Carnaval” (si éste no entra en la lista de mejores canciones nacionales de 2011, me cabrearé soberanamente) son enormes, virtuosismo al servicio de estribillos contundentes como hostias consagradas. Voces desgarradas para estribillos fabulosos en un álbum vitalista-pesimista (¡sí, qué pasa!) que por momentos me han dado ganas de saltar del tirón veinte escalones del metro o lanzarme con el longboard desde el Tibidabo hasta la Barceloneta sin frenar (con “Ministerio de ergonomía” he visto a Mazinger-Z patear culos de androides nipones), y juro que no tomo drogas. Es sólo la magia de la música. Octavio Botana
Luap “Dobra” SPA.RK
Dub. Aunque vive apartado del mundo, al pie de las montañas de la Cornisa Cantábrica, a Paul Herrera lo que de verdad le tira es el urban dub; ese dub envolvente, ambiental, en descomposición, que popularizaron hace ya más de una década Pole y sus compinches de ~scape. Es a eso a lo que suenan los doce cortes que contiene este bonito vinilo transparente: doce temas que avanzan a trompicones, envueltos entre crujidos digitales y chispazos rítmicos, siempre anclados a un bajo grueso, siempre sumergidos en atmósferas turbias y mucho humo. Pero más allá de los inevitables efluvios jamaicanos y de las referencias a sus modelos berlineses, el gran valor de “Dobra” reside en su capacidad para descomponer todos los elementos que utiliza en cada una de las pistas y armar, a partir de ahí, pequeños laberintos emocionales. Piezas que destilan un aire pastoral y amable (aunque parezca extraño, más que a opresión urbana y a suciedad, esto huele a limpio, a espacios abiertos), que dejan que varias líneas melódicas se entrecrucen en un acariciante plano de fondo, cosiendo unos temas que nunca abusan de una duración exagerada, que prefieren dejar sus ideas flotando, a medio cocinar, antes que perderse en largas digresiones. Vidal Romero Lee ‘Scratch’ Perry “Revelation” MEGAWAVE
Dub alucinado. A Lee ‘Scratch’ Perry no hay dios que le pare. Con setenta y cuatro años y más de cincuenta discos editados a sus espaldas, todavía tiene energía de sobra para volver con este “Revelation”, muestra de que otra vez puede hacer alarde de ser el dueño y señor del dub como género en sus amplias facetas. Amparado por el buen uso de las nuevas tecnologías y las manos amigas de George Clinton y stoniano Keith Richards (él pone su guitarra en “Books of Moses”), Perry desata su imaginación nutrida por la savia de la marihuana al tiempo que se aleja todavía más de la realidad que le rodea, aunque no por ello deje de ser humano. “Revelation” también expresa sus miedos y temores (“Scary politicians”); “Freaky Michael” es
Country-rock. Cuesta entender por qué algunos grupos caen en gracia a la crítica y otros, al contrario, provocan salidas de tono de muy bajo nivel a las primeras de cambio. A menudo, la balanza se inclina hacia un lado u otro por motivos que tienen poco que ver con el verdadero peso de sus canciones, la verdadera naturaleza de su música. En general, se trata de simpatías y temores mal digeridos que aportan poco al análisis y la apreciación del estribillo y, baste decirlo una vez para que quede claro, surgen de escuchas en vertical de discos que merecen algo de nuestro tiempo para ser comprendidos. The Decemberists (como Iron & Wine, Arcade Fire u otros grupos denostados y amados por igual) son un grupo que ha oscilado entre los favores de la crítica y su odio, que empezaron siendo aupados por un sector del público y que ahora parecen haber perdido gran parte de este apoyo. No estoy diciendo ningún disparate ni me invento nada. Fíjense en esta misma publicación, por ejemplo. Con su segundo disco, The Decemberists ocuparon tres páginas de la revista. Esta vez ni siquiera van a ser entrevistados. De las críticas excelentes y brillantes de sus primeros dos discos se pasó a la censura más inhumana y en ella parecen haberse quedado instalados los de Portland. Mi opinión, que no es modesta, ni comedida, es que el mundo está lleno de críticos y blog-
una breve muestra de su retorcido sentido del humor —la canción parte de una mofa sobre la nariz del fallecido Michael Jackson— y “Fire power” alberga en su interior alguna de las paráfrasis más desternillantes de su carrera: “I´m having a party / F.B.I. won´t be here / C.I.A. won´t be here”. Un trabajo técnicamente perfecto que sólo podía ser producto de una mente alucinada como la suya. Larga vida. Matías Bosch
gers ignorantes y tendenciosos que no han leído una novela desde que repitieron COU y, no obstante, se permiten el lujo de despreciar a Decemberists porque opinan que Colin Meloy tiene “ínfulas de literato” o que “se han lanzado al country”. ¡Ay! qué dura debe de ser la vida para los mediocres, buscando espacios de poder y autoridad con la ansiedad con la que el mendigo busca algo con que llenarse la panza. ¡Qué dura! Perdonen, divago como de costumbre. Lo importante aquí es que The Decemberists han abierto un camino nuevo, que ya empezaron a trazar en su anterior disco y que ahora toma forma de veras. Atrás quedan los artificios de rock ballenero. Meloy ha elegido volver a tierra, y este disco no podría haber sido escrito en otro lugar que en el campo, lejos del agua, de lo líquido y de lo suave. Los árboles del noroeste advierten desde la portada que este disco habla de bosques y verde intenso, de pioneros y vidas salvajes. Es tan sólo mala pata que en los últimos tiempos el pop-rock, en toda su majestuosidad, haya quedado relegado al cajón del sinsentido frente a estilos musicales más amables, menos agresivos y, sobre todo, menos enérgicos. Ocurre que lo que interesa a Decemberists no es producir canciones inofensivas y blandas, sino temas de calado real, oscuros y profusamente adornados de referentes musicales, literarios y estéticos y esto es exactamente lo que están haciendo con canciones como “Don’t carry it all” o “This is why we fight”. Es cierto que este no es un disco perfecto, pero sus errores son reales, surgen del riesgo y de la ambición artística. Francamente, dudo que andemos tan sobrados de épica como para despreciarla, así sin más. Banessa Pellisa
“Dance with somebody”, la segunda parte del cancionero se trastabilla en una madeja de baladas y medios tiempos que abren bostezos en canal, haciendo anhelar como nunca un ampli y un pedal de distorsión. Albert Fernández
Mando Diao “Above and beyond. MTV Unplugged” MUSICA DE LA SANTA / UNIVERSAL
Rich rock. A menudo nos revienta que nuestros grupos favoritos se vuelvan del todo populares, y entonces sus discos empiecen a abundar entre las series medias de los centros comerciales, se vuelva fácil encontrar vídeos de la banda en cualquier canal de la tdt, o, invocando siglas más aterradoras si cabe, se asocie su nombre con el de la MTV. En cualquier caso, es un asunto de perspectivas. La cuestión es saber qué hacer con tus recursos cuando te vuelves rico, y no olvidar el talento. Estos suecos adoradores de Henry Chinaski siguen vertiendo su alma en lo que hacen, y el hecho de que se posen sobre una alfombra para ofrecer un largo concierto que sirve a su vez de doble disco, no les resta un ápice de espíritu musical. Tampoco las colaboraciones rimbombantes de Juliette Lewis o Lana del Rey, o la mucho más respetable aportación de Ray Davies. Si algo desequilibra esta velada de rock sin enchufes es el juego de celeridades que contrasta entre las dos partes del repertorio. Porque si bien el primer disco se abre con una magnífica versión de “Long befote rock’n’roll”, y circula entre aplausos con los álgidos momentos de “Gloria” o
Marcus Fischer “Monocoastal” 12K — IMPORT
Ambient. De todos los discos que ha publicado 12k durante 2010, posiblemente el de Marcus Fischer es el más delicado y sutil. Lo suyo es un ambient de gestos menudos y voluntad escueta, que deja caer en el plano de fondo grabaciones de campo a un volumen tan reducido que en muchos momentos tienden a la desaparición (con lo que apenas llegan al oído murmullos y fragmentos puntuales: el canto de una gaviota, una nube de lluvia particularmente copiosa), para luego ir añadiendo partículas de sonido de una manera tímida. Esquejes de guitarra, melodías abortadas, drones de superficie vibrante y sintetizadores henchidos de aire, todo esto cabe en un disco que casi parece pedir permiso al silencio cada vez que comienza uno de sus temas, que exhibe un tono sosegado y evoluciona con una calma muy cercana a la inmovilidad. Que no aporta nada que no hayamos escuchado antes, pero se deja querer porque acaricia
050/051
discos
FaltyDl “You stand uncertain” PLANET MU — IMPORT
Electrónica. Que el dubstep se puede mezclar con estilos tan dispares como la polka, el vals o hasta la sardana es algo que está más que asimilado. Pocos se alarman a estas alturas de la abominable miríada de subgéneros bastardos —algunos más acertados que otros, eso está más claro que el agua— que van apareciendo día tras día. ¿Pero qué pasa cuando alguien con tanta cultura musical como Drew Lustman se dedica a picar de aquí y de allá (algo que sabe hacer la mar de bien, no en balde le ha dado al sampleo puro y duro a lo largo de su carrera con su adorada Akai MPC) y consigue usar el dubstep más como un tenue hilo conductor que como estilo per se? Pues pasa lo que imaginábamos, que se marca uno de los discos en lo que va de año, así, sin pestañear siquiera. Y no tanto por los hits, que no los hay, sino por la clara sensación de que es un disco en el que todo parece —y espero no equivocarme, que a veces pasa— que irá asentándose en nuestra cabeza a medida que vayamos reproduciendo el disco una y otra vez. Hay tantos detalles, tantos, que a la primera escucha abruma, a la tercera empiezas a olvidarlos y a la quinta cae todo por su propio peso, menudo discazo. “You stand uncertain” recupera cosas de las que se ha hablado largo y tendido a lo largo de estos últimos años (ciberdelia, rave, sampladelia) y las empaqueta de una manera
al oyente, lo envuelve en un manto cálido y lo transporta a un lugar mejor durante cuarenta minutos. Y eso, en los tiempos que corren, ya es mucho. Vidal Romero
delicadísima, ajeno a modas y corrientes. Por ahí dirán dubstep, pero esto tiene de dubstep lo que yo de trapecista. Este disco es un repaso, nostálgico y apasionado a la par que meticulosamente distraído, a los últimos veinte años de electrónica de baile facturada en Gran Bretaña. Desprendido (casi) definitivamente del ramalazo experimental de sus primeros trabajos en formato 12” y aquél fantástico “Love is a liability” (Planet Mu, 09), Lustman se ha marcado un 2010 de traca y, por lo visto, tiene previsto que el año que nos ocupa la cosa siga en línea ascendente. Hay ecos al UK Garage clásico (“Brazil”, “Eight eighteen ten”), IDM de manual pasada por un colador (“The pacifist”), old skool hardcore del siglo XXI (una soberbia “Lucky Luciano” que le roba un sample de cuerdas al “Pacific state” de 808 State, “Tell them stories” y su revisión del sonido Black Dog, debidamente actualizado), el acid house a la Planet Mu (o sea, más raro que ponerse a cagar con calzoncillos puestos: “Voyager” suena más a Luke Vibert que otra cosa, de acuerdo, pero aún así es maravillosa), así como un par de colaboraciones estelares (Annika de Blue Daisy abriendo el disco, Lilly McKenzie despidiéndonos en la brutal “Waited patiently”) que terminan de redondear el álbum. A pesar de que a primera vista no parezca un disco perfecto, “You stand uncertain” esconde siempre algún detalle maestro que te hace replantear tu punto de vista respecto a según qué canciones (el cambio de swing muy al estilo MPC de “Play with my heart”, sin ir más lejos), dándote ganas de ponértelo en loop durante todo el día, hasta el infinito, y que le den morcillas al mundo. Imagino que eso querrá decir que es un disco como la copa de un pino. Marc Piñol
los franceses, crujidos digitales, oblicuidad en los beats) para crear una amalgama que se acopla y moldea al house —algo, ejem, muy de moda entre otros productores de su generación—. Estamos ante una obra abstracta, ante un disco de baile que no podrás bailar. Una maravilla downtempo y ambiental que deberás digerir sin prisas. Un trabajo contemplativo, pausado, exploratorio, respetuoso y juguetón con los silencios. Si no me creen, pongan on repeat la onírica “Keep me there” y sobrevuelen con ella. El debut del año. Alberto Vidal
Nicolas Jaar “Space is only noise”
Sohrab “A hidden place”
CIRCUS COMPANY — IMPORT
TOUCH — IMPORT
Slow house. Hace poco más de una década un tal Ricardo Villalobos empezaba a despuntar deformando el minimal techno a su gusto con una sesgada y deliciosa visión personal. Diez años después Nicolas Jaar, de sangre también chilena y con tan solo 21 primaveras, vuelve a deformar los parámetros de la música electrónica. Quien avisa no es traidor. Los maxis previos a su debut publicados en sellos del calibre de Wolf + Lamb ya indicaban que al chaval le iba desfigurar el house contaminándolo con elementos tan dispares como el jazz o el soul. “Space is only noise” no hace más que confirmar que la puesta de largo de Jaar es con mucho lo mejor que van a paladear durante el presente año en cuanto a electrónica planeadora se refiere. La apertura del disco, “Être”, es toda una declaración de intenciones, una pieza con órgano de fondo, pianos de jazz y goteos de agua, elementos que unidos suenan ridículamente brillantes. El chileno altera con mucha clase casi todos los elementos a su alcance (voces extraídas de viejos vini-
Ambient. Como varios de sus compañeros de sello, Sohrab realiza paisajes sonoros en los que se mezclan grabaciones de campo y spoken word con drones, texturas sintéticas y, en su caso, muchos loops de naturaleza indeterminada, que dan a la música un aire entre minimalista y repetitivo. La diferencia, en realidad, radica en que Sohrab ha crecido en Teherán, bajo un régimen que prohíbe y persigue cualquier manifestación musical con raíces occidentales (una situación que refleja muy bien la película “Nadie sabe nada de Gatos Persas”, por cierto), y eso significa que la captura de todas las grabaciones que aparecen en su disco ha tenido que realizarse a escondidas, lo que además de aportar al conjunto un interesante acento exótico, añade también una capa de denuncia política, que desgraciadamente se pierde en los vericuetos del idioma (aunque la poética portada de Jon Wocencroft haga todo lo posible por evitarlo). Eso sí, dejando a un lado todo este andamiaje ideológico, “A hidden place” revela que su autor ha es-
tudiado a fondo el trabajo de BJ Nilsen, Rosy Parlane o Deathprod, y que de hecho su manejo de drones y ambientes en claroscuro bebe directamente de esas fuentes. Es decir, que se trata de un disco decente, pero no sobresaliente. Vidal Romero
Talons “Songs for boats” OWN — IMPORT
practicaban Tom Tom Club y los Talking Heads tropicalistas de aquella joya llamada “Stop making sense”, una pareja muy amiga de los laptops tuneados que fusiona todo lo fusionable y funciona como la seda. Su música de baile igual se pincha en la discomóvil de un crucero decadente (¿han visto “Film Socialisme”, de Jean Luc Godard?) como en esa fiesta improvisada en la que te tocó ser DJ porque nadie más se ofreció. Hay texturas más contemplativas, hastío pop del de siempre y guiños a Vampire Weekend y Yesayer. ¡Ah, y una portada con casposo e inmerecido homenaje al Minidisc! ¿Quién dijo que la nostalgia era un error? Octavio Botana Tennis “Cape Dory” FAT POSSUM — IMPORT
Folk. Casi todos, en mayor o menor medida, hemos sido, o somos, náufragos del amor. El océano en el que nos sumerge un corazón roto es un desierto de agua del que es prácticamente imposible escapar. Para Mike Tolan, el alma mater de Talons, existe la certeza de que un nuevo amor vendrá al rescate y nos conducirá en su barca hacia la orilla de la esperanza. Apoyándose en las colaboraciones de los muy recomendables Trouble Books, el norteamericano firma un delicioso trabajo de folk intimista, donde la sedosa voz se desliza susurrante entre los arreglos de las acústicas, el lapsteel, y esos arreglos de cuerda, para dibujar soles en la mañana del fin del mundo. Sus canciones preciosistas recuerdan a Iron And Wine, a Will Oldham y al Neil Halstead (Mojave 3) de “Oh! Mighty engine”. Ningún oyente puede presumir de tener corazón sin sentir que éste se estremece con la escucha de temas como “Rowboat”, “Catamaran” o “Lost ships”, por poner sólo unos ejemplos. “Songs for boats” es una maravilla y punto. David Giménez Simian Mobile Disco “Delicacies”
Pop. Tennis son Alaina Moore y Patrick Riley, una pareja estadounidense que estuvo viajando en barco y después decidió grabar canciones pop, un poco lo-fi y muy retro (tendencia ‘grupos de chicas de los 60’), y hablar de viajes, de barcos, de amor, del reflejo del sol en el mar, del calor de la luna en tu piel y de cosas semejantes, entre “oh, oh, oh”, “uh, uh, uh” y “la, la, la”. “Cape Dory”, su disco de debut (cuyo título rinde tributo a una marca de yates, cuya portada homenajea una estética caduca cada vez más manoseada y cuyo sonido, por muy vintage que pretenda ser, no puede destacar entre los mil millones de propuestas actuales que siguen exactamente los mismos parámetros) resulta tan entretenido como perderse en una isla desierta con un single rayado de las Shangri-las. Y sin tocadiscos. Bonito, vale, pero al cabo de un rato terriblemente previsible y, en cualquier caso, mucho menos interesante que irse a la playa con Best Coast. Alaina Moore — Bethany Cosentino: 1-6, 2-6 y 1-6. Gloria González
WICHITA / NUEVOS MEDIOS
Musicón. “Never be alone”, “Hustler”, “Audacity of huge”… Olviden todo lo que habían escuchado de este dúo porque en “Delicacies” delicadamente se lo pasan por el forro de la mesa de mezclas y se cascan un disco de technazo. Ya apuntaban maneras en algún tema previo y sobre todo en alguna remezcla y además ya lo habían advertido, pero no por ello dejan de sorprender estos 8 temas con nombres gastronómicos encadenados en forma de DJ mix. Techno house, minimal y electro se dan cita en un álbum que nos acerca más que cualquier otro de su discografía al directo y los dj sets de la banda. Bailables, divertidos, desatados… Así son los Simian Mobile Disco de “Delicacies”. Por eso, aunque éste pueda no ser su mejor trabajo, es sin duda un interesante experimento; que tiemblen las pistas si se deciden a perpetuar en futuras entregas. Virginia Arroyo Tanlines “Volume on” WARP / PIAS
Synth-pop. La primavera de 2010 nos regaló el estreno de Tanlines en forma de EP (“Settings”), donde ya anticipaban sus líneas maestras —electro pop tropicalista— para este debut ‘oficial’, su primer álbum per se. Tanlines son Jesse Cohen y Eric Emm, un dúo arty de Brooklyn muy influenciado por aquel sonido synth-pop con bongos que
The Dears “Degeneration Street” DANGERBIRD — IMPORT
Rock. Uno entiende mejor lo de Murray Lightburn cuando echa un vistazo a su biografía. Y claro, si ha pasado su infancia junto a unos padres que se dedican a recorrer Canadá de punta a punta para predicar la palabra de Dios es normal que, como poco, le quede un poso de desarraigo y si se dedica a la música, beba de muchas fuentes. El líder de The Dears, el único inamovible en una banda que ha cambiado de componentes tropecientas veces, imprime mucho de lo primero en sus letras, y en cuanto a lo segundo… “Degeneration Street” deja claro que en cuatro discos aún no ha encontrado su ser. Su segundo trabajo, “No cities left”, sorprendió con sus complejos arreglos orquestales, pero al tiempo se hacía cargante; “Gang of losers” rebajó un poco la intensidad y emprendió una senda más guitarrera con efluvios al “The bends” de Radiohead. En su último disco rechaza una vez más sus ínfulas de compositor de bandas sonoras de los inicios, pero se le ve más perdido que nunca: krautrock, AOR, rock californiano,
Destroyer “Kaputt” MERGE — IMPORT
post-punk y hasta un sorpresivo tema de apertura que recuerda al Jamiroquai más flojito son sólo algunos de los géneros que contiene este disco inclasificable, en el que The Dears quieren abrazarlo todo y aprietan bastante poco. Concretamente, un tema: “5 Chords”, que sería redondo si a Lightburn no le traicionara su chorro de voz en los estribillos, donde asoman los Killers más cargantes. Luis Meyer
The Low Anthem “Smart flesh” BELLA UNION / NUEVOS MEDIOS
Sad folk. Apenas han sonado las primeras notas del viejo piano de madera de “Ghost woman blues”, hermosísima canción de tintes gospel con la que se abre el nuevo trabajo del cuarteto de Providence, cuando la voz de Ben Know Miller aparece ante el oyente para sumergirle en el vacío y el olvido. El country-waltz que es “Apothecary love” continúa ralentizando el corazón. Prácticamente se ha perdido el pulso cuando acude a nuestro rescate la explosión épica de ese country-rock titulado “Boeing 737”, una excepción dentro de un álbum que te mece con sus nanas sobre las derrotas en el amor. Para lograr el particular sonido espectral que acompaña a cada una de las dolorosas y trágicas historias albergadas en este “Smart flesh”, el ahora cuarteto, se trasladó a grabar gran parte de las canciones a una vieja fábrica abandonada de su ciudad, situando los micrófonos a varios metros de distancia de los instrumentos, aprovechando su escalofriante resonancia. Un álbum a todas luces conmovedor e indispensable. David Giménez The Radio Dept. “Passive aggressive” LABRADOR / ¡POP STOCK!
Dream pop. De todas las grandes bandas de pop nacidas en Suecia durante la última década, los príncipes y verdaderos embajadores indies del país escandinavo siempre han sido el fantástico trío The Radio Dept. Arquitectos de un inconfundible e inimitable sonido —ambientes shoegazer, bajos muy Joy Division, paisajes ensoñadores a lo Cocteau Twins, una preciosa voz tratada y melancolía a granel—, la discográfica sueca Labrador publica todos sus singles y caras B hasta la fecha. De sus sencillos editados ya sabemos las maravillas que atesoran, que volverán a hacer las delicias de los fans. Joyas como “Freddy and the Trojan horse”, “The worst taste in music” o “Heaven’s on fire”. La sustancia la encontraremos en singles ya descatalogados como la preciosa “Annie Laurie” o en “The new improved hypocrisy”, el single conceptual de las elecciones suecas 2010. Respecto a las caras B, de relleno, nada, dejarían en pelotas a la gran mayoría de grupos indie rock y eternos ‘next big things’ del entramado británico actual, canciones instrumentales incluidas. “Passive aggressive” resulta ser, entonces, un tesoro arqueológico de la banda que busca el single perfecto —como los Smiths—y que ha tocado la gloria varias veces con la yema de los dedos. Una delicia de banda. Alberto Vidal
Tu Fawning “Hearts on hold” CITY SLANG / NUEVOS MEDIOS
Pop experimental. Tu Fawning saben buscar su punto distintivo en las atmósferas inquietantes. Imaginarles en medio de The For Carnation, Everything but the Girl, Tom Waits y Portishead es fácil con una sola escucha de “Hearts on hold”, un debut discográfico que reafirma a City Slang como sello ávido a la hora de buscar propuestas arriesgadas. El cuartero de Portland, fundado por Joe Haege (31Knots, Menomena) y la vocalista Corrina Repp, hace uso de todo un abanico de ritmos tribales insistentes y arreglos delicados para llevarnos a lugares inesperados. Sus estructuras lo mismo se enquistan en un loop simplificador de vientos fúnebres y acordes estridentes que mutan de forma retorcida hacia lo bizarro, la marcha rampante o el cabaret terrorífico basado en la experimentación extrema. Conceden respiro en su vertiente más cinemática con una “Mouths of young” que recuerda peligrosamente a Beach House, la balada en forma de dueto “Apples and oranges”, capaz de trasladarnos a principios del siglo XX, o la magnífica y misteriosa “I know you now”. Sí, son tan emocionantes como una cueva sin linterna. Carola Guererro
The Twilight Singers “Dynamite steps” SUB POP / ¡POP STOCK!
Rock. La sorpresa inicial que subraya el retorno de The Twilight Singers es su fichaje por Sub Pop y su consecuente retorno a un sonido que permanecía oculto en nuestro subconsciente. Como dictamina su título, “Dynamite steps” es un disco explosivo que desafía al pasado evocando reminiscencias de los mejores Afghan Whigs, los del legendario “1965” (98), al tiempo que devuelve fulgor a la llama que parecía ir apagándose con el tiempo. Gregg Dulli vuelve a pisar fuerte y entrega una obra intensa que se traduce como el resultado de una puesta a punto tras un breve descanso, una vez finalizada la gira junto a su amigo Mark Lannegan en The Gutter Twins —él está presente en uno de los cortes, curiosamente bajo el título de “Be invited”— y su posterior tour en solitario en el que ya dejó constancia de su buena forma. “Dynamite steps” arde desde su obertura, con la potente “Last night in town”, y conmueve por su lírica (como en “Never seen no devil”) salida de lo más profundo del alma de un artista como pocos, que ha vivido más deprisa que nadie. Con discos como este, el año empieza fuerte. Matías Bosch Tupolev “Towers of sparks”
Ambient disco pop. Dan Bejar lleva unos años en mi lista personal de héroes del universo entero. Ahora, gracias a “Kaputt”, lo tengo subrayado. En amarillo fosforito. Sí, la novena entrega de Destroyer (que viene a representar sólo una rama de la discografía de este artista de Vancouver, también activo en The New Pornographers, Swan Lake o Hello, Blue Roses) no defrauda. Para entender de qué va, cómo ha llegado hasta aquí desde sus oscuros inicios lo-fi de hace casi quince años (pasando por múltiples escarceos con la electrónica más o menos experimental) y adónde pueda que pretenda llevarnos, lo mejor es volver al luminoso EP “Bay of pigs” (Merge, 09), donde apareció por primera vez “Bay of pigs”, la canción, a saber, más de trece minutos de ambient disco durante los cuales su voz nasal no para de decir cosas relacionadas de alguna manera con la invasión en 1961 de la Bahía de Cochinos, en Cuba, por parte de tropas anticastristas. ¿Qué tendrá que ver la geopolítica con la música de baile? Mucho, claro. Lo saben todos los que recuerdan que “Enola Gay” de OMD va sobre el avión que lanzó una bomba atómica en Hiroshima. Bejar recuerda muy, muy bien “Enola Gay”. De hecho, la cita nota por nota en “Savage night at the opera”, un tema de “Kaputt” que, por lo demás, suena tan clásicamente retro, tan matemáticamente techno-pop, que parece
cuarteto casi clásico (piano, batería, contrabajo/chelo y electrónica) ya habla a las claras de estas filias, pero basta darle al play para que comiencen a revelarse conexiones con referencias tan dispares como The Bad Plus, Atomic o Dirty Three (siempre en sus versiones más relajadas, eso sí), sobre todo porque en sus composiciones el piano juega siempre un papel protagonista, y porque dejan que entre las rendijas de sus temas se cuelen suaves melodías de aire pop. Todo esto convierte a “Towers of sparks”, tercera entrega de la banda, en un disco ideal para acompañar conversaciones a media luz, la lectura de algún libro que requiera sosiego, o para apurar alguna copa tardía en uno de esos locales que gustaba de pintar Edward Hopper, mientras una pareja de mediana edad se derrumba en el otro extremo de la barra. Vidal Romero
de sí mismos y aquí y allá eran las bandas más influyentes del género. Alabados por la prensa de entonces y con prometedor futuro, Maine deciden separarse por motivos estrictamente vitales (que si a uno le llega un curro de verdad, que si el otro se va a vivir fuera…) y nunca más se supo. Pero todo vuelve, y en su caso es para bien. Grabado en los Estudios Ultramarinos con los talentosos Santi y Víctor García (responsables de las producciones de Unfinished Sympathy, Delorean, The New Raemon o Jeremy Enigk), “Varaverde” es un trabajo compacto, una buena colección de canciones cantadas en comprensible castellano (¿me lo parece a mí o Alejandro Martín vocaliza como Santi Balmes de Love Of Lesbian en bastantes canciones?) y tensión ‘a la Standstill’. La máquina está engrasada. Octavio Botana Varios Autores “Back to back Vol. 5” MOBILEE — IMPORT
Varaverde “Varaverde” EVERLASTING
VALEOT — IMPORT
Jazz pop. Como muchos de los grupos que habitan los márgenes del rock en su ciudad, Viena, Tupolev es un proyecto con muchos débitos hacia el jazz, la música improvisada, la herencia post rock de Chicago y la electrónica experimental. Su formación de
que sea de los mismísimos Junior Boys. Y es que nuestro héroe, últimamente, no para de recordar cosas. David Bowie, New Order, esos coros femeninos ultra-kitsch que sólo se oyen en algún disco de Leonard Cohen (y en “Blue eyes” y en “Downtown”), la enfermiza multiplicación de saxos, verdaderos o falsos (como en “Song for America”) o ese ritmo tonto que aparece en medio de un triste tema y os salva a ambos de la profunda mediocridad de la existencia, por los pelos (“Poor in love”). Compensando con mucha inteligencia y bastante humor lo que le falta de genuino sentido del glamour, Bejar construye entrañables esperpentos de meta-pop y hasta firma un imparable himno a la torpe voluptuosidad de los sueños pop adolescentes, “Kaputt” (que es donde canta “Sounds, Smash Hits, Melody Maker, NME, all sound like a dream to me”). Donde brilla como nadie, de todas formas —y como viene siendo ya costumbre desde el “Rubies” de “Destroyer’s rubies” (Merge, 06)—, es cuando se pone épico, se salta esa regla básica del pop que dice que nada puede durar más de tres minutos y se deja llevar por letras inabarcables que no se sabe muy bien qué quieren decir, pero que por eso, precisamente, acaban significando muchísimas cosas importantes. Aquí, además de “Bay of pigs” y su indescriptible desolación disipada (en una versión ‘breve’ de once minutos) destacan “Suicide demo for Kara Walker” y sus ocho minutos de eufórica resignación, entre riffs de guitarra rítmica y flautas. Las dos son más que candidatas a mi lista de mejores canciones de todos los tiempos, a la altura de, al menos, “Foam hands” —de “Trouble in dreams” (Merge, 08)—. Gloria González
Rock. Telita con el debut homónimo de Varaverde. El cuarteto granadino tenía historia detrás. Ellos eran Maine, banda emocore con tan sólo dos trabajos editados, “Motorhome” (00), y “A moment before” (03), que dio bastante que hablar por aquellos años en los que Jimmy Eat World, At The DriveIn y Refused habían entregado ya lo mejor
Tech-house. El sello alemán Mobilee, aparte de estar afincado en Berlín, tampoco parece moverse mucho de la dictadura del 4x4. Eso sí, año nuevo, compilación nueva. No falla, otro “Back to back” que supondrá el pilar de sustento para el resto del año. La serie que inició la veterana Anja Schneider en su día pasa ahora a manos de Marcin Czubala, habilidoso en la selección de temas y en la de sus gafas de pasta. Ésta quinta edición cuenta con dos discos. El primero es el que trae todo el jugo y chicha, una sesión confeccionada y variada seleccionada desde la vertiente tech house orientada siempre a la pista de baile. Aquí cabe el nuevo tema de Miss Kittin, “All you need”, así como piezas de los buque insignia del barco, Pan-pot y Sebo K. La verdad
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discos Roedelius “Selbstportrait” / “Selbstportrait vol. II” / “Lustwandel” / “Gift of the moment” / “The diary of the unforgotten (selbsportrait VI)” BUREAU B / GREEN UFOS
Ambient. Durante mucho tiempo, Cluster ha sido la gran olvidada entre las bandas que formaron la primera generación del kraut rock. Su nombre, apenas una nota al pie en muchos de los libros que han ayudado a popularizar el género (como el “Krautrocksampler” de Julian Cope), palidecía al lado de otros como Can, Amon Düul, Faust, Popol Vuh, Tangerine Dream o Neu!, cuyos discos no han dejado de reeditarse y estudiarse, o incluso ante proyectos más bien secundarios, como Guru Guru, Embryo, Agitation Free o Floh De Cologne. Mientras todos ellos eran objeto de estudio y de cuidadosas reediciones, las grabaciones de Hans-Joachim Roedelius y Dieter Moebius permanecían ocultas en sótanos de viejos estudios y anaqueles de polvorientas tiendas de segunda mano. Ni la conexión con Conny Plank y Brian Eno, ni el hecho de que formaron parte de Harmonia junto a Michael Rother; ni siquiera la admiración que profesan hacia su legado tipos tan fuera de duda como Mouse On Mars, Throbbing Gristle, Blixa Bargeld o Pete Kember, han servido para poner en valor su inusitada visión del ruido; un acercamiento a la música electrónica tan libre y fresco, tan crudo y radical, que cuarenta años después sigue sonando moderno. Tal vez para compensar ese desajuste, desde que hace un lustro cayeron las primeras reediciones, el flujo de títulos ha crecido de una manera exponencial, casi obsesiva. Y más allá de su discografía ‘oficial’, raro es el mes que no aparece algún disco en directo, o que no se exhuma alguna de las muchas sesiones que la pareja grabó en los míticos estudios de Conny Plank. Una carrera hacia el exceso en la que los propios Cluster andan bastante perdidos, como me reconocía hace unos meses Roedelius, que muchas veces se encuentra en las tiendas con discos cuya existencia desconocía. Ante semejante caldo de cultivo, no es raro que sellos como el alemán Bureau B decidan aumentar la apuesta reeditando también los discos en solitario de Moebius y Roedelius. Cosa que es muy de agradecer, porque al tratarse de dos tipos que vivían prácticamente abducidos por la creación musical, sus largas carreras están trufadas de títulos notables y desprejuiciados, que entienden la experimentación como algo natural y amable. En el caso de Roedelius (de Moebius, que también tiene bastante chicha, hablaremos el mes que viene), los cinco discos reeditados tienen en común que fueron escritos y graba-
es que poco más existe por donde rascar, si nos ponemos en plan talibán. Ya en el segundo Cd al bueno de Marcin le dan total libertad para sacar sus producciones a la luz. Es decir, la dictadura del 4x4 en estado puro. Ya saben, dale una patada a una piedra en Berlín y te saldrán sellos de electrónica por todas partes. Alberto Vidal Varios Autores / Wolf + Lamb Vs. Soul Clap “DJ Kicks” K7 / ¡POP STOCK
DJ mix. El primer “DJ Kicks” de este 2011 corresponde a dos parejas de productores y remezcladores estadounidenses, Wolf + Lamb, desde Nueva York (donde dirigen el sello
dos a mediados de los setenta, mientras la pareja vivía en el retiro campestre de Forst. Tienen también en común que se trata de obras que investigan caminos alternativos a los que recorría Cluster. Más melódicos y accesibles, dejan de lado el ruido y los ritmos de naturaleza motórica para explorar territorios más intimistas, para dar forma a piezas más ‘compuestas’ en un sentido clásico del término. “Selbstportrait” (79) y “Selbstportrait vol. II” (80), por ejemplo, son sendas colecciones de piezas sueltas, grabadas en solitario, utilizando sólo pianos eléctricos, sintetizadores y una grabadora de dos pistas. Y el resultado son dos discos de una rara fragilidad, sobre todo el primer volumen, en el que la única fuente de sonido es un órgano Farfisa y apenas hay algún ritmo aquí y allá. Discos que se permiten recuperar a ratos las turbias atmósferas de los primeros Cluster (“Fabelwein”) o los luminosos desarrollos cinéticos de Harmonia (la preciosa “Alle Jahre wieder”), que juegan con recursos minimalistas, grabaciones de campo o incluso algún experimento atonal (“Arcona”), pero que por encima de todo revelan una encantadora inocencia pop. Grabado, en la misma época, y también compuesto a partir de piezas deslavazadas, “The diary of the unforgotten (selbstportrait VI)” (90) resulta, sin embargo, mucho más maduro y denso que las anteriores entregas. Es posible que la propia carrera de Roedelius, que cuando se publicó el disco coqueteaba con músicas más adultas, tuviera que ver con la selección del material original; el caso es que aquí gobiernan los pasajes ambientales y las canciones tocadas con piano clásico (tan hermosas como “Du”), al menos hasta que aparece la pieza que actúa como gran eje gravitacional del disco, un “Hommage à Forst” en el que, a modo de collage, y mezclando multitud de fragmentos rescatados de sus archivos con viejas grabaciones de campo, Roedelius rinde tributo a los bosques en los que vivió durante gran parte de su carrera. Eso sí, para los oyentes que aún no se hayan acercado al fascinante mundo de Roedelius, existen dos entradas mucho mejores: “Lustwandel” (81) y, sobre todo, “Gift of the moment” (84). El primero es una colección de piezas de cámara, que cede el protagonismo a un piano romántico y expresionista, y que según los cortes se deja acompañar por una pequeña orquesta de cuerda, sintetizadores o incluso instrumentos medievales (“Willkommen”). Una estrategia que “Gift of the moment” repite y mejora, al introducir una mayor riqueza cromática e instrumental, pero también porque contiene varias de las mejores piezas que Roedelius ha escrito nunca. No es raro que, de todos los discos de su carrera, este sea el que mejor se ha vendido. Vidal Romero
Double Standard y el ultraelegante hotel The Marcy), y Soul Clap, desde Boston. Los cuatro entregan un mix lleno de cimbreantes y sedosos temas de Greg Paulus, de Tanner Ross, de Lee Curtiss, de Nicolas Jaar o de DJ Harvey más cercanos al chill out o al R&B más relajado que al deep house, lo que lo hace ideal para esas fiestas junto a la piscina en las que a nadie se le ocurre beber directamente de la lata. Pese a que la fluidez de la mezcla deja bastante que desear, todo parece situado para no molestar ni perturbar el desarrollo de la velada, salvo el irritante falsete al autotune de Charles Levine en el “Lonely C” de los propios Soul Clap. Y esa es a mi juicio la principal objeción a esta selección, apenas hay algún tema con el que los DJs no tengan relación contractual
vía producción, licencia o remezcla, lo que convierte esta sesión en un nada disimulado vehículo promocional. Half Nelson White Lies “Ritual” UNIVERSAL
Rock. Si a “To lose my life” le sacaron odiosas comparaciones, el segundo disco de White Lies tampoco se salva de la retahila de referentes obvios. A saber, los mismos que hace dos años: la alargada sombra de Ian Curtis planea sobre la voz de Harry McVeigh, que palidece ante la primera, mientras que ese sonido oscuro no acaba de desmarcarse de sus deudas a Interpol y Editors. Dos ejemplos, estos, de cómo usar la oscuridad y la épica para llenar estadios, algo a lo que la música del trío londinense parece dedicada en cuerpo y alma pero sin acabar de conseguirlo. La producción sumamente cuidada, cierta pretenciosidad en los arreglos y épica a cascoporro hacen pensar que White Lies se creyeron a pies juntillas aquello que nos vendió la prensa británica de que iban a ser la next big thing. No me malinterpreten, que en “Ritual” hay potencial a raudales (“Bigger than us”, “Peace & quiet”) y la sutil incorporación de sonidos electrónicos puede alumbrar el camino del trío, pero van a necesitar un tercer disco para encontrar su identidad y convencernos del todo. Virginia Arroyo
rio del bajista de Mittens, no han parado de tirarle besos, y si antes sólo se le podía encontrar en conciertos o por correo debido a su condición de vinilo autoeditado sin muchas pretensiones, ahora, gracias al sello Lovemonk, ya es capaz de irse de tiendas y viajar por toda Europa. La reedición en CD del álbum que llevó a Farré a ser una sorpresa nacional es toda una oportunidad para los que aún no hayan sucumbido a la dulzura de su soft pop en inglés y quieran dar un suspiro de bienestar al finalizar un disco que pasa volando. Melodías chicle, coros angelicales, ukeleles, xilófonos, un regusto navideño a lo Phil Spector, algo de bossa… Wild Honey bebe del preciosismo 60s de Beach Boys y Harpers Bizarre, y hace que quieras seguir por la senda de Gene Kelly y Burt Bacharach o que mirando a casa recuerdes, por la sencillez almibarada de su voz, a Gallygows, Les Philippes y sobre todo a Josh Rouse, a quien también produjo Brad Jones, artífice de las mezclas de este gratificante disco. Carola Guerrero
Nacho Vegas “La zona sucia” MARXOPHONE
The Kills “Blood pressures” DOMINO / PIAS
Rock. La acción se reanuda y la partida sigue siendo la misma. Jugadores como The Kills esconden sus bazas, incluso doblan las apuestas, pero la conclusión de cada jugada acostumbra a mantenerse intacta. Al fin y al cabo, Alison ‘VV’ Mosshart y Jamie ‘Hotel’ Hince han sabido jugar siempre sus cartas, hacer sus envites de rock decidido e intimidante y esperar que los adversarios se retiren de la lucha. Y así, por la simple aplicación repetida de un método sin fisuras, llevan años acumulando aciertos y ganancias sobre la mesa. Los estados de tensión eléctrica y la estimulación guitarrera regresan orgullosos en “Blood pressures”, un disco donde se agradece la prístina ruta de cada canción, la claridad de cada ritmo o punteo, y la cercana voz de Alison. “Satellite” será su as en la manga, y harían bien en dejar números inferiores, como “The last goodbye”, en el mazo para descartar; pero, una vez las figuras se revelen sobre la mesa, es muy posible que, sin haber engañado a nadie, The Kills se lleven todo lo que haya sobre ella. Albert Fernández Wild Honey “Epic handshakes and a bear hug” LOVEMONK
Soft pop. El bonito retoño que parió en 2009 Guille Farré bajo el nombre de Wild Honey no ha dejado de crecer en todo este tiempo. A “Epic handshakes and a bear hug”, primer largo del proyecto en solita-
Rock. La eterna duda podría llamarse Nacho Vegas. Y cada intento de aproximarse a su música puede ser fallido, porque artistas como él componen con las vísceras, y eso siempre complica el asunto. Intentémoslo. Digamos que aquí hay certezas; las recurrentes. La soledad (el verdadero tema de fondo), la duda, la insatisfacción constante, los miedos que se ahuyentan… será cierto que él es ese reloj sin manecillas, como bien dice su canción-homenaje a Carson McCullers, el tic tac de bomba de relojería en cada estrofa. Con él se realizan verdaderos ejercicios de estilo, siempre rozamos el mismo tema, pero desde diferentes enfoques. Lo que le ha hecho ganarse buena legión de detractores, que lo seguirán siendo a su pesar, pues aquí subyacen todos los vicios y querencias del asturiano (sí, ya sabemos que su voz no es su mejor baza), pero que contentará a los que le adoran, a sabiendas que por su música se debe entrar por otras vías, menos analíticas y más perceptivas, se siente o no. Claro que el bagaje del músico no puede ignorarse, ahí está de nuevo su acercamiento al folk tradicional, algo en lo que fue pionero junto a Chinarro (“Cuando te canses de mí”, “Lo que comen las brujas”) o las ansias de aportar algo más de luz, pureza e inocencia a sus melodías (“Perplejidad”, en la que retoma coros infantiles y constata que también él flipa con Dead Man’s Bones). Vuelve Nacho más explícito y menos críptico, más accesible, reconociendo en una de las más sinceras tropezar siempre con la misma piedra (“La gran broma final”) pero sin perder esa tensión entre lo que uno es y lo que aparenta ser (como en “Cosas que no hay que contar” con el piano y esos aires de vodevil europeo de Abraham, cada vez más presente). Hasta hay lugar para un oscuro punto y aparte final a lo Neubauten, fruto de su fascinación por el bizarrismo mexicano (“El mercado de sonora”). Ardiendo, como siempre. Alicia Rodríguez
PJ Harvey “Let England shake” ISLAND / UNIVERSAL
Mist rock. Mientras la niebla se esparce tras los perfiles de las montañas, las estrofas de Polly Jean tiñen el valle de gris confusión, entre memorias de hombres que intentaron hacer lo correcto y palabras que lo condenaron todo. La indiferencia nunca ha tenido nada que ver con PJ Harvey. Ella es consciente, por eso disiente de su historia. Su octava obra compone una dolida oda a la Inglaterra que no fue, aún resaltando que cualquier lugar del mundo encaja en el marco de lo que aquí se canta. “Let England shake” recuerda la monótona batalla de lo humano, desde Constantinopla a cualquier Guerra Mundial, y vuelve poesía la aberración, sacudiendo obstinadamente todos esos paisajes que pierden fácilmente el equilibrio. La presencia de la muerte, la guadaña atroz de la guerra, y la desesperación del individuo ante esa desgracia última, se anclan a los sonidos de un disco que nos embiste hasta las profundidades de la conciencia. Las texturas vaporosas que amanecen en la canción que da título al disco, y esas entonaciones vocales embrujadas, hechizan incluso al más despistado, causando una silenciosa expectación para lo que vendrá después de ese primer asedio al oeste del mundo. Las rocas empiezan a desprenderse del litoral, y curiosamente, es en un cancionero
que habla sobre todo de cosas muertas, o de cómo las cosas mueren, donde aflora la que podría ser la canción más hermosa del mundo, “The last living rose”. Las brumas convergen y se disipan, hay trascendencia en cada palabra, y todo verso alberga poder. Las pupilas de PJ Harvey se nos clavan desde mil y una ventanas que muestran la decadencia antropológica, ya sea en un viejo parque de atracciones o en una sien sobre el cemento. Atrás quedan las toses y los gritos, porque su nueva obra merece una orientación diferente. PJ pone la pica en Flandes y da con el cambio acertado, colgando la guitarra para blandir el arpa, usando samples y frases de viejas canciones, alterando todas las claves sin cambiar a sus cómplices habituales, Mick Harvey y John Parish. El himno solemne en dirección al último sol de “All and everyone” sucumbe a simples compases de percusión enaltecidos, lo mismo que todo el cancionero se deja llevar por una corriente mágica de vientos y sitares. Encontramos el ardor previo a la batalla en los intensos acordes de “Bitter branches”, y las lágrimas se derraman en forma de notas de un teclado en el lamento de “On battleship hill”. La ironía grandilocuente de “The words that maketh murder” y el ulular de “Written on the forehead” proponen el viaje a través del tiempo: PJ Harvey en atuendo victoriano, a través de esa Inglaterra que hierve con olor a mantequilla caliente y sangre derramada, en ciudades remendadas a base de callejones de mentiras, rifles alineados, y todo aquello que nos lleva directamente a la condenación. Albert Fernández
Yui Onodera & Celer “Generic city”
la firma del matrimonio Long. Que ya es decir. Vidal Romero
TWO ACORNS — IMPORT
Ambient. Ha pasado ya un año y medio desde el fallecimiento de Danielle BaquetLong, pero el archivo de grabaciones que realizó junto a su marido, Will Long, todavía está bastante lejos de haberse agotado. Tampoco es un gran problema, sólo en este año han aparecido media docena de referencias de Celer, pero como mantienen un nivel de calidad bastante alto (en gran medida porque Will ha decidido dedicar su vida a honrar la memoria de su esposa, y realiza un cuidadoso trabajo de post producción en cada disco), siguen existiendo sellos dispuestos a editar todo lo que aparezca en esos archivos y público dispuesto a escucharlo (un servidor, sin ir más lejos). Dentro de ese vasto catálogo, “Generic city” es especial porque muestra a Celer colaborando con un tercero, el japonés Yui Onodera, que se pliega a la rutina compositiva de la pareja, aportando grabaciones de campo capturadas en su país para construir un fondo sonoro, sobre el que luego improvisan todos con un puñado de instrumentos acústicos y algún proceso digital, hasta construir una atmósfera en la que los drones tienen mucho protagonismo y el tiempo parece pasar sin prisas. Se nota que es Onodera el que cambió sus hábitos porque en sus discos en solitario hay mucha más oscuridad que aquí, pero a cambio insiste en que sus grabaciones de campo suenen tal cual, cuando lo habitual en Celer es añadir fuertes procesados a esas grabaciones para intentar extraer su esencia poética. Y es precisamente esa desnudez lo que convierte a “Generic city” en uno de los discos más hermosos de todos los que llevan
Akron/Family “S/T II: The cosmic birth and journey of Shinju TNT” DEAD OCEANS / ¡POP STOCK!
Nueva psicodelia. El trío extasiado —de los más representativos de la oleada lisérgica de bandas practicantes de la psicodelia (en clave rock) del nuevo siglo— sabía que podía volar más alto que los Flaming Lips de “Clouds taste metallic” (95) y encontrarse con en la estratosfera con los Beach Boys de “Pet Sounds” (66); ya consiguieron la hazaña con “Meek Warrior” (06) y la repitieron con “Set´em wild, set´em free” (09). El siguiente paso debía ser de gigante. Su retorno “S/T II: The cosmic birth and journey of Shinshu TNT” es ya una odisea espacial con motores a todo gas que les aleja de cualquier referencia, “Silly bears”, “Another sky” y “Say what you want to” cifran su desarrollo en turbulencias de riffs angulosos e impredecibles explosiones de ritmo; la ingravidez llega con los remansos acústicos de “Islands” y “Cast a net”; “Fuji II (Single pane)” y “Canopy” les obliga a repostar en la luna para contemplar el cosmos en todo su esplendor. Para cuando suena la descomunal belleza de “Creator” ya han perdido contacto visual con La Tierra. El mejor disco de Akron/ Family, con diferencia. Matías Bosch
054/055
discos maxis / libros-cómics
+maxis Brain Machine “Alpha Beta Gamma” TITAN’S HALO, 12”
Ahora que el krautrock está de capa caída para algunos (como dicen en el internet, ironic mode on) es de recibo constatar que la variante del rock progresivo está empezando a calar hondo en según qué ámbitos, y bien que hace. El sello español Titan’s Halo es uno de los que le ha dado al asunto y lo ha hecho la mar de bien hasta la fecha, pero con “Alpha Beta Gamma” tocan techo. La relectura de Tangerine Dream en clave schaffel que se marcan Brain Machine es de aplauso, así como unos inspirados remixes de Von Spar —graban en Italic, sí, pero su álbum “Foreigner” era disco-kraut de alto octanaje— y Johan Agebjörn, productor de Sally Shapiro, que se marca una revisión acelerada de tempo un sólo BPM que cambia el despistante 6/8 por un 4/4 celestial. MP
Bruno Pronsato “Anybody but you” THESONGSAYS, 12”
Tiene Bruno Pronsato la gran virtud de que es un tipo elegante. “Anybody but you”, adelanto de un tercer disco que ya tarda en llegar, es una suave pieza de minimal house, de espíritu melancólico y vocación intimista, en la que se superponen una línea de bajo gomosa, vibráfonos que suenan en la lejanía y una generosa dosis de jazz. Una sabrosa golosina, ideal para afters bañados con luz solar, que encima viene bien acompañada, “Feel right”, en la cara B, acelera y hace más carnal el ritmo, añade una dulce voz femenina, un babel de voces capturadas en la noche berlinesa y una buena ración de ruidos alienígenas. Por si el after comienza a decaer, ya saben. VR
Cosmin TRG “Separat/izolat” 50 WEAPONS, 12”
Otro que comenzó produciendo dubstep y se ha pasado a las crudas aguas del techno es el
Textos
rumano Cosmin Nicolae, será porque vive en Berlín y se junta con los borricos de Modeselektor (sus jefes en 50 Weapons, por cierto). El caso es que ha abandonado cualquier atisbo de sutileza, ha dejado atrás todo lo que parezca siquiera de lejos un ritmo roto y se ha lanzado a cuadrar ritmos asesinos, a esculpir dos piezas de techno de atmósfera seca y energía concentrada que bien podrían haber sido paridas a mediados de los noventa, de tan parcas y directas como son. Pincharlas y poner la pista boca abajo es inmediato. Y en cuanto al dubstep, eso es cosa de nenazas. VR
narcóticos a la par que mucho más bailables gracias a un groove más musculado. Die Männer Maschine han vuelto a hacerlo. Alberto Vidal
Daniel Dreier “Black Madonna”
Master Muzikbox A.K.A Mzkbx “Going back to Chicago”
HIGH GRADE, 12”
KARAT, 12”
Ay, el minimal. Que el minimal dejó de ser minimal hace tiempo es algo que sabe hasta la abuela de Fabada Litoral. Uso y abuso de la sobreproducción, más trucos baratos que en un número de Juan Tamariz y una jeta a prueba de bombas. Pero, qué cosas tiene la vida, un día nos la meten doblada y resulta que nos gusta mucho. Con este maxi pasa esto: Dreier, que es perro viejo y lleva diez años pinchando en el Panorama Bar de Berlín, se ha chupado los suficientes after como para conseguir sintetizar ese minimal muy de once de la mañana (gordo hasta decir basta, voces fantasmagóricas bañadas en reverb digital, instrumentos de viento) sin que se haga pesado. Nada nuevo bajo el sol, vale, pero aún así mola. MP
Lo bonito de la globalización es que te puedes llamar Roger Suchard, vivir en Lyon, dedicarte al Chicago House y nadie se va a quejar. Es más, te lo agradecerán, porque apellidarse como un turrón es bien bonito. El tipo, de historial rácano (un mísero maxi en el 2009), se marca cuatro maravillosos a la par que simples tracks —samples vocales a destiempo, sintes analógicos tocados a pelo y ritmos más secos que una sabrosa mojama— que ponen a Lil’ Louis, Tyree y Larry Heard en un merecido altar. Se le nota la influencia tantísimo que es posible que más de un purista se queje de que lo de Suchard no es más que revivalismo ilustrado, pero ojo, que aquí hay turrón. Y cómo cruje, el condenado. MP
Elektro Guzzi “Extrakt EP”
Thomas Fehlmann “Titan one”
MACRO, 12”
KOMPAKT, 12”
Después de poner patas arriba los escenarios de medio planeta con sus arrolladores directos, el trío austriaco ha vuelto a encerrarse en el estudio, esta vez con el apoyo del mítico Lee ‘Scratch’ Perry (ingeniero de sonido) y de nuevo con el mago Patrick Pulsinger mezclando el esplendoroso sonido de la banda. La técnica es la misma —techno elaborado con instrumentos rock de toda la vida— pero la esencia varía, cuatro cortes obtusos y
Hace unos meses, Thomas Fehlmann tuvo la fortuna de tocar junto a la orquesta de Montreal, para acometer una particular revisión de la “Sinfonía nº 1” de Gustav Mahler y de algunas piezas de su discografía. Un experimento del que ahora saca dos edits. “Titan one” junta cuerdas temblorosas, masas de metales, melodías restallantes y un tímido bombo en cuatro por cuatro en el interior de una pieza de ambient sobria y acariciante, en la que parecen adivinarse los ecos de Gas. “DFM” utiliza ritmos mucho más potentes y samplea la orquesta para construir una estupenda pieza de aires minimalistas, a lo Steve Reich. A ver si en el Teatro Real se enteran. VR
SACRED BONES , 12”
HOT FLUSH, 12”
XXXY “You always start it/Ordinary things” TEN THOUSAND YEN, 10”
Al final, va a resultar que cuando llamábamos geniecillo a Joy Orbison no íbamos tan desencaminados. Después de sacudir la escena del dubstep con sólo un par de maxis y un temazo resplandeciente (el ubicuo “Hyph mngo”, ya saben), después de abrir una senda, la del future garaje, por la que no paran de colarse sosias que insisten en copiar su
de chiringo se ha dado de bruces con el dubstep y le ha salido algo cachondo, vive Dios) resulta evidente. Lo que no nos esperábamos era que gente como Ramadanman y Midland le dorarían la píldora y luego, vía remezclas, regalarían uno de los primeros hits del año en formato 12”. El primero, firmando esta vez como Maurice Donovan, deconstruye “Battle for middle you” en clave flotante —la original me sigue pareciendo impresionante, que conste— y el segundo se lleva “Ask yourself” a un terreno a medio camino del dubstep, Detroit y el minimal de after poligonero. Bailongo y con enjundia, coñe. MP
Luke Abbott “Trans forest alignment” BORDER COMMUNITY, 12”
Föllakzoid “Föllakzoid”
Joy O. “Wade in/Jel”
Marc Piñol y Vidal Romero
gran hit de manera literal, Orbison decidió en algún momento del año pasado que ya era hora de explorar su otra gran pasión, el house. Un giro que empezó a cuajar en “BB/Ladywell” (Doldrums, 10), maxi que ya sustituía los ritmos rotos por bombos a piñón y colchones espaciales, y que termina de completarse en este “Wade in/Jel”. Dos temas crudos y de resonancias metálicas, fieles al sonido clásico de Detroit, pero aliñados con ese toque de voluptuosidad, con esos juegos de melodías evanescentes que tanto le gustan al tito Orbison. Grande, para variar. Y no acaba ahí la cosa, porque al rebufo de su house volátil está creciendo toda una generación de productores que mezclan future garaje, sensibilidad atmosférica, samples de voz desmigajados y líneas de bajo punzantes. Uno de los últimos en incorporarse es el mancuniano Rupert Taylor, que en su nuevo maxi como Xxxy plancha dos temas como dos soles; cálidos, luminosos, resplandecientes y capaces de quemar cualquier pista de baile que se les ponga por delante. Apunten su nombre, porque oirán hablar mucho de él. VR
Föllakzoid es un trío chileno que no tiene muy claro cómo trazar esa fina línea que separa la ‘inspiración’ del plagio. Al menos, eso sugiere “IV, III, II, I”, un homenaje nada encubierto a Neu! en el que no faltan ni los ritmos motóricos, ni las guitarras deshilachadas, ni los colchones sintéticos. Más ambiental, muy cercana a los Can más introspectivos, “Arabic hash” rellena la cara B con diez minutos que comienzan narcóticos y planeadores, y que terminan enredados en una vorágine de ruidos extraterrestres. Nada original, de acuerdo, pero está tan bien hecho y atesora tanta energía, que sería un crimen dejar pasar de largo este maxi. VR
�Julio Bashmore “Everyone needs a theme tune” PMR, 12”
Que Julio Bashmore ha dado un golpe de timón a su denostada carrera (su tech-house
Se ha dicho por ahí que el disco del bueno de Luke Abbott es una obra maestra y que revive el meollo kraut asociándolo a las siempre ágiles y certeras melodías de la escudería de James Holden. Sin ánimo de ofender, el que esto firma opina que es un álbum discreto con alguna que otra gran canción, pero nunca hubiera esperado que esa maldición —poca concreción formal bajo unas muy buenas intenciones— se hubiera contagiado hasta este doce pulgadas. Lo que en un principio podía ser la erección del mes, el remix de Gavin Russom para la muy aprovechable (y desaprovechada) “Trans forest alignment”, se convierte en una pesadilla que ni los peores Residents. Estoy hundido, en serio. MP
Morgan Zarate “Hookid” Funkystepz “Fuller/Hurricane riddim” HYPERDUB, 12” + 12”
Obsesionado por seguir siendo el chico más moderno del lugar, Kode9 no cesa de ampliar el catálogo de artistas de Hyperdub. Y viendo sus nuevos fichajes, parece que para bien. Morgan Zarate, por un lado, entrega dos pistas de wonky enrarecido y violento, que igual tira de bases brutalmente quebradas que se pierde en lisérgicos remolinos sintéticos o conjura el espíritu de Vangelis, es raro, pero también adictivo. Y en cuanto a Funkystepz, ya desde su nombre advierten que lo suyo es una mezcla de funky, garage y house. Una mezcla que huele a antiguo, a sonidos de los noventa, a pianos de Chicago, a cuerdas expansivas y a melodías de 8 bits. Mimbres con los que construyen himnos del calibre de “Hurricane riddim”; no sorprende que Kode9 quiera ponerles un pisito. VR
Ulysses “Acid reflux” THRONE OF BLOOD, 12”
Tal y como su título promete, “Acid reflux” es una pista de acid house regurgitado y correoso (muy Luke Vibert, ustedes sabrán entender), en la que no falta ni un perejil: una línea de 303 guarra y pasada de filtros, un ritmo golfísimo y una voz grave y monótona repitiendo como un mantra el mensaje del título. Todo un temazo, señora, cuyo valor se multiplica en las sabias manos de Prins Thomas, que le añade al original una generosa dosis de aire cósmico sin restar ni un ápice de groove. En la cara B, una pieza más relajada pero igual de ácida (“Implanted”) y un “Lullaby” que (de nuevo) hace honor a su nombre, completan tan revoltoso cacho de plástico. VR
Keith Richards & James Fox “Vida. Memorias de Keith Richards” GLOBAL RHYTHM
+libros Varios Autores “Mad Men: Reyes de la Avenida Madison” CAPITÁN SWING
María Adell y Pau Llavador “El Nueva York de las películas de Woody Allen” RANDOM HOUSE MONDADORI
Durante años, Gilles Deleuze y sus dos libros en torno a la imagen-movimiento y a la imagen-tiempo han sido considerados la biblia de la teoría cinematográfica. Era el texto de un filósofo que posaba su mirada y desarrollaba su pensamiento en torno al cine, tanto clásico como moderno. Era un tótem, era intocable; pero hasta el dream team de Cruyff ha tenido su discípulo, una versión más adecuada a los nuevos tiempos como es el Barça de Guardiola. Este lugar es el que ocupa “Mutaciones del cine contemporáneo”, un libro de cabecera que, tras un importante recorrido en su inglés original, es publicado finalmente en castellano. La relevancia de estas mutaciones nace desde la misma forma del texto; no estamos ante un ensayo, ante un texto teórico, académico, cerrado, sino ante un intercambio de cartas, ante una conversación entre teóricos (sí) que también son cinéfilos. “Mutaciones del cine contemporáneo” fue iniciado por Jonathan Rosenbaum, tótem de la crítica estadounidense. Él reclutó primero a Adrian Martin, el francotirador australiano; a Alex Horvath, el riguroso director de la Filmoteca austríaca; a Kent Jones, el estado-
unidense accesible; y a Nicole Brénez, el secreto mejor guardado de la crítica francesa. La conversación comenzó en torno al papel de la cinefilia, un concepto desgastado y de revisión necesaria. El punto de partida no es casual: ¿acaso se puede arrancar de otra manera cuando los autores escriben desde el análisis, pero también desde la pasión? Todos ellos buscan, en primera persona, puntos en común y a menudo confluyen en los mismos nombres: Philippe Garrel, Jacques Rivette, Jean Eustache, Jean Rouch, John Cassavetes… Lo mejor del libro radica justamente en estos nombres. Pues como ya ocurría en el doble libro de Deleuze, más allá de las líneas gruesas y del discurso final, lo que se impone es el análisis de películas, de autores, del lugar que ocupan en la historia del cine. “Mutaciones del cine contemporáneo” resulta un libro nuevo, una guía abierta que incita a la reflexión y que no cierra ninguna puerta. Aquí se dibuja el horizonte que debe atisbar el crítico actual, desde el cine digital hasta las nuevas maneras de ver y vivir el cine. No se habla de la Ley Sinde, pero la extrapolación está al alcance de todo aquel dispuesto a la reflexión. Violeta Kovacsics
El constante apogeo de las series de televisión firmadas por las ya célebres productoras HBO o AMC no sólo se ha servido como una posible (y factible) vía de escape creativa para la industria del cine, sino también para la industria del libro. En este volumen se lleva a cabo un exhaustivo análisis de la extraordinaria serie que tiene en su punto de mira el prestigioso bufete publicista liderado por Roger Sterling. A través de un retrato robot del elenco de personajes se profundiza sobre sus capítulos con todo lujo de detalles. Si Roger Sterling y Don Draper se pasan el día con una copa en la mano, gracias a esta guía sabremos qué cóctel beben y hasta cómo elaborarlo. Conoceremos cada una de las agencias y las correspondientes campañas en las que originalmente se inspira la serie y hasta se hará especial hincapié en cada uno de los acontecimientos sociopolíticos que marcaron una época y que aquí son su escenario. Se lamenta que tan sólo se lleven a análisis las dos primeras temporadas. Matías Bosch
Cada uno tendrá su lugar o su escena favorita. En mi caso, es una frase. Una línea de diálogo que asocio inevitablemente a su localización: “No puedo escuchar a Wagner durante tanto tiempo, ¡me entran ganas de invadir Polonia!”. El texto pertenece a “Misterioso asesinato en Manhattan”, el sitio es la Metropolitan Opera y la conexión se puede encontrar en “El Nueva York de las películas de Woody Allen”, un libro que sirve tanto de guía de viaje como de recorrido cinéfilo por una de las vertientes más interesantes del director de “Hannah y sus hermanas”, la ciudad de Nueva York y el rol que ésta juega en sus películas. Concreto y exhaustivo, el libro brilla tanto por su pragmático texto como por su elegante diseño, sazonado, eso sí, por unas fotografías que reproducen al dedillo cafés, museos y rincones diversos. Objeto imprescindible para los amantes del cine de Allen y una guía singular para todo viajero que desee adentrarse en los confines de “Manhattan”. Violeta Kovacsics
cómics “Un Dios entre nosotros” Arcudi y Snejbjerg NORMA
Para muchos aficionados al cómic el nombre de John Arcudi está intrínsecamente relacionado con “La máscara”, aquel cómic de Dark Horse que fue llevado a la gran pantalla y que significó el pistoletazo de salida para la exitosa carrera del muy odiable Jim Carrey. Para los más profanos, John Arcudi es el maravilloso guionista que está haciendo un trabajo sensacional con Mike Mignola y el dibujante Guy Davis en una de las series de la última década, “B.P.R.D.” (publicada en España como “A.I.D.P.”), las aventuras de la agencia de Hellboy. Con más de veinte años de carrera en el mundo de los cómics, Arcudi es perro viejo y sabe manipular al lector perfectamente. Algo que demuestra sobradamente en “Un Dios entre nosotros”. Emparentado estilísticamente con el reciente “Irredeemable” de Mark Waid y Peter Krause (también publicado en Norma), “Un Dios entre nosotros” trata ese tema tan peliagudo de qué pasaría si existiera un hombre con superpoderes en nuestra vida real. Arcudi trata el tema muy realistamente, sin descuidar ninguna trama; desde los juegos de manipulación del gobierno hasta las relaciones personales entre familia y amigos. Un cómic muy duro y serio, como la vida misma. Manu González
“Alec” Eddie Campbell ASTIBERRI
“Batman: Círculo sin fin” Smith y Flanagan PLANETA DEAGOSTINI
“Asedio” Brian Michael Bendis y Olivier Coipel PANINI
El aliento de prueba constante y la naturaleza elástica de estas viñetas hacen de “Alec” un hito del cómic contemporáneo. En los dos volúmenes con los que Astiberri recopila el fabuloso ómnibus americano, se da rienda suelta al pulso de un artista que se significa a partir del reto personal permanente y el impulso por dar cierto tamiz poético a lo vivido. En estas viñetas, que funcionan a la vez de diario de experiencias y cuaderno de artista, Campbell se trasmuta en Alec McGarry, personaje a partir del cual recompone algunos episodios más o menos transcendentes de su vida, así como hondas reflexiones sobre su devenir en el medio del cómic, y variaciones estilísticas de su arte. Así se ofrece sobre el papel la evolución en la trayectoria del creador, quien imbrica sus hechos biográficos con los giros temperamentales de su trabajo. El ilustrador de “From hell” hace volar libremente su trazo de genio, plasmando el lugar donde se encuentran el rumbo del mundo y la vida interior. Albert Fernández
Entre el aluvión de novedades y estrenos de navidades se nos pasó por alto un cómic que debería haber entrado sin dudar en la lista de los mejores tebeos de 2010 publicada en el pasado Go Mag de enero-febrero. Nos referimos a la primera parte de “Batman: Círculo sin fin” del director de cine (y guionista de cómic) Kevin Smith y el dibujante Walter Flanagan, el mismo equipo que ya trabajó junto en el anterior “Batman: Cacofonía”. No contento con el resultado de esa historia, el director de “Clerks” se prometió a sí mismo escribir la mejor historia de Batman posible. “Círculo sin fin” aborda la perspectiva de un Caballero Oscuro enamorado y planteándose seriamente dejar la batuta del murciélago en manos de sucesores como Nightwing, Robin y un nuevo héroe enmascarado en Gotham llamado Baphomet. El juego sexual entre Batman y una celosa Catwoman y la batalla por la confianza entre nuestro héroe y el nuevo enmascarado son las grandes bazas de un cómic que tiene un cliffhanger brutal. Manu González
Brian Michael Bendis se ha erigido en la última década como el nuevo demiurgo de la Casa de las Ideas. De su cabeza han salido todos los grandes acontecimientos que han dado la vuelta una y otra vez al, a menudo acartonado, mundo de los superhéroes de Stan Lee. Bendis quiso deshacer todo el orden establecido a partir de una guerra civil superheroica y llevó todo un paso más allá al sumir Marvel en un “Reinado oscuro”, donde los villanos dirigían el mundo. En “Asedio” desembocan todas esas situaciones, mientras se narra la gran batalla en el seno de Asgard, el reino de los dioses nórdicos que ahora flota misteriosamente sobre los cielos de Oklahoma. El día en que Norman Osborn, el que fuera conocido como Duende Verde, ahora responsable de la seguridad nacional de EE.UU., traiciona la voluntad del presidente Obama para abatir a los asgardianos, se delata como traidor, y dispone el escenario para su derrota y el nacimiento de una nueva y esplendorosa “Edad heroica”. Albert Fernández
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songwriters / último clásico
songwriters
LA CIUDAD FANTASMA 1981 = 2011. ¿Realmente ha cambiado tanto? The Specials compusieron “Ghost town” a principios de los 80 en plena resaca del punk e Inglaterra sumida en una situación precaria con Margaret Thatcher al poder y uno de sus mayores índices de desempleo y violencia en las calles, como los disturbios raciales en Brixton y otras ciudades. El movimiento ultranacionalista del Bristish National Front seguía en auge y la violencia en los suburbios se extendía de la calle a la pista de baile. The Specials, formados en Coventry en el 77, una ciudad industrial del norte de Inglaterra, escribieron esta canción durante la gira de “More Specials”, su segundo álbum de estudio. Según Jerry Dammers, principal compositor y teclista del grupo, la letra de la canción habla de la decadencia urbana de ciudades como Coventry y Liverpool, donde la violencia era tan palpable en la calle y dentro de los clubs que la gente no se atrevía a salir de su casa por la noche. Como vivir en una ciudad fantasma. Recientemente, me volvió esta canción a la mente tras leer una entrevista con Terry Hall, cantante de The Specials y Fun Boy Three, en el NME hace unas semanas. En ella decía que la Inglaterra de David Cameron, azotada por la actual crisis económica, volvía a ser esa nación decadente y alienada de finales de los 70, con las tasas de desempleo por las nubes y las pistas de baile desiertas. Bueno, Terry, yo te invito a pasarte unos días por España y seguro que sales de aquí con otra impresión. Sin ir más lejos, Barcelona podría ser perfectamente una de esas ciudades fantasma de las que hablan The Specials, teniendo en cuenta la cantidad de tiendas, bares, restaurantes y clubes que han cerrando últimamente. Pero Terry Hall siempre ha sido conocido por decir lo que piensa en los momentos más inapropiados. Hace poco, en la última gira de reunión de The Specials por el Reino Unido, a su paso por Leeds, le gritó al público: “Gracias por darnos a Eric Cantona”. Refiriéndose al traspaso de Cantona del Leeds United al Manchester United, equipo de Hall, que fue sin duda una de las peores ventas en el mundo del fútbol. En pocos segundos un público furibundo empezó a lanzarle monedas y todo tipo de objetos en el escenario, ante lo que Terry Hall tuvo que pedir perdón y aclarar que estaba bromeando. Quizás sea un poco exagerado comparar la Inglaterra de hoy con la de finales de los 70, pero “Ghost town” sigue tan vigente hoy en día como entonces. Una canción que en pocos versos conseguía relatar mejor que una novela de cien páginas lo que era vivir en una ciudad industrial del norte de Inglaterra a principios de los 80. Y la canción además era tan buena que logró desbancar al mísimisimo Michael Jackson del primer puesto de las listas de éxito británicas de 1981. Silly Savage
Ilustración
Pablo Moreno Janina Canet
Texto
The Specials “Ghost Town”
Compositor: Jerry Dammers. “Ghost Town” salió publicado sólamente en formato single (2 Tone, 1981).
This town, is coming like a ghost town All the clubs have been closed down
Esta ciudad se está convirtiendo en una ciudad fantasma Todos los clubs han cerrado
This place, is coming like a ghost town Bands won’t play no more Too much fighting on the dance floor
Este lugar se está convirtiendo en una ciudad fantasma Las bandas no tocarán más Demasiada gente peleándose en la pista de baile
Do you remember the good old days before the ghost town? We danced and sang, and the music played in a de boomtown
¿Te acuerdas de los buenos tiempos antes de la ciudad fantasma? Bailábamos y cantábamos, y la música sonaba a todas horas en la ciudad del boom
This town, is coming like a ghost town Why must the youth fight against themselves? Government leaving the youth on the shelf
Esta ciudad se está convirtiendo en una ciudad fantasma ¿Por qué los jóvenes tienen que pelear entre ellos? El Gobierno ha abandonado a la juventud
This place, is coming like a ghost town No job to be found in this country Can’t go on no more The people getting angry
Esta ciudad se está convirtiendo en una ciudad fantasma No se encuentra trabajo en este país No podemos seguir así La gente se está enojando
This town, is coming like a ghost town This town, is coming like a ghost town This town, is coming like a ghost town This town, is coming like a ghost town
Esta ciudad se está convirtiendo en una ciudad fantasma Esta ciudad se está convirtiendo en una ciudad fantasma Esta ciudad se está convirtiendo en una ciudad fantasma Esta ciudad se está convirtiendo en una ciudad fantasma
Texto
Banessa Pellisa
S Neil Halstead
“Sleeping on roads” 4AD, 2002
el último clásico
Es inevitable. No se puede remediar. Esta sección, el último clásico, provoca invariablemente un drama. No se crean, al principio todo parece muy fácil. El disco viene solo a la memoria, un álbum injustamente relegado al olvido o, quizás, un disco menor que merezca algo más de reconocimiento. A veces, como en el caso de hoy, se trata de discos que en su momento gozaron de una cierta atención, que conservan aún algo de su prestigio pero que, a todas luces, nadie recuerda. Primero, pues, llega el disco y lo que debe hacerse es escucharlo, a poder ser con algo de perspectiva y afecto.
uena “Seasons”, una canción que el crítico conoce a la perfección. Con ella llegan a la memoria una larga retahíla de sentencias de las que hacen época. El crítico se siente satisfecho y se propone avanzar. Se sienta tranquilo, prevee una tarde de escritura reconfortante y tiene la impresión de que nunca ha estado tan seguro de lo que tiene que contar como hoy. Las palabras se agolpan en la punta de los dedos prometiendo grandes líneas, mejores ideas y un grado de penetración inaudito. Pero, como ya he avanzado, esta sección de la revista es traidora. Está ligada, más que ninguna otra, al recuerdo y a la historia personal y la elección de un disco tiene más que ver con lo privado que con lo estrictamente musical. ¿Han oído ese ruido sordo, como de un golpe o algo así? Sí. Es su pobre crítico, que acaba de darse de bruces contra el suelo. Las palabras se largan. Y una se queda con las mejillas contra la baldosa con la sensación de haber sido estafada por sus propios recuerdos. ¿Qué pasa con “Seasons”? ¿Qué hago tumbada en el suelo con los ojos enrojecidos? Seguro que lo comprenderán si se lo explico. Pasa que este disco, con su ola de Hokusai y el naranja histérico de su portada es el álbum que permanece siempre en el ipod, como fondo de armario emocional, el disco que siempre está ahí porque cumple una función muy determinada. Es el disco que uno debe escuchar siempre que saca la samsonite. Está es la canción que acompaña el viaje, el ritmo lento de un coche que avanza por una carretera vacía, el tren que sale de una estación donde nunca se para uno. “Seasons” es la canción de los aeropuertos. El crítico, que ya se ha vuelto a sentar en la silla, está abrumado por la cantidad de recuerdos que le visitan. Recuerda estaciones llenas de gente, recuerda los cafés que tomó en esas estaciones. Neil Halstead abandonó Slowdive para montar Mojave 3 y luego lo dejó todo para lanzarse al mar, para hacer surf hasta que le dolieran los brazos, para tumbarse en la arena y dormir. Este fue el disco que escribió justo entonces. Un montón de canciones hechas para acompañar el momento
en que el cansancio del viajero se hace más severo. Imaginen esa parka con capucha bajo la que se escondía un músico sencillo y leído como Halstead, un inglés que parece californiano, y muévanla de un lado a otro del mapa, ahora al norte, ahora al sur. Se aparca la maleta en el suelo del vagón y uno se sienta. Todo se mueve lento excepto los árboles, que manchan de verde intermitente la ventana por la que se está mirando. Los discos que empiezan con una canción que lleva una coda de minuto y medio provocan este efecto ensoñecedor... ni que los siga un tema idealmente áspero como “Two stones in my pocket”. Así es la tónica del álbum, temas duros y amables, siempre un poco demasiado austeros, siempre planos, uno tras otro bajo la apariencia de un folk-pop inocente, que lo es aún más gracias a la voz suve, de recitado, casi susurro. Quizás sea una de las características más sorprendentes de “Sleeping on roads”, esa voz tan suave. Este disco se hubiera hecho de otro modo ahora, porque ya nadie canta tan bajito, ni siquiera Sam Beam. La gente grita más, da menos miedo decirlo todo en voz alta. Este álbum parece que pertenece a otra época. Lo curioso del caso es que tampoco tiene mucho en común con lo que pasaba en 2002. Parece más bien un disco antiguo, hecho en los días en que Steinbeck recorría EE.UU. con Charlie, los días en los que lo importante era el movimiento, las estaciones de servicio y las sorpresas que esperaban tras una colina (o en un restaurante de carretera o en un pedacito de mar que se abría tras esa curva). Las camisas iban por dentro de los pantalones y ahora llevamos hoodies. Todo ha cambiado, pero en el fondo, a Halstead le da un poco igual. Este disco nos traslada a un diner del Midwest de hace sesenta años, donde la camarera nos sirve agua sucia de una cafetera de filtro mientras hablamos por teléfono móvil con los amigos que se quedaron en casa. Es cuestión de nombres y categorías. Si un clásico es intemporal, un Último Clásico tiene algo de otro tiempo y un poco del nuestro.
058/059
open mic
+net labels Columna
David Broc
+import
Columna
AGUJERO NEGRO Ahora que saca discos de dark ambient hasta mi abuela y ahora que la neoclásica es una etiqueta plenamente aceptada, moneda de cambio común entre el periodismo musical, utilizada hasta para catalogar discos de ascensor, es bueno contextualizar la importancia y relevancia del dueto noruego Deaf Center en toda esta historia. Básicamente porque su debut largo, aquel sombrío, angustioso y extremadamente elegante “Pale Ravine” ejerció casi de piedra angular de todo un movimiento y una escena que en apenas cinco años ha conseguido crecer, ramificarse, expandirse y mutar hacia territorios expresivos, creativos y populares de innegable peso específico en el amplio e indefinido espectro de la música de vanguardia. También sirvió para darle proyección internacional al sello Type, pieza fundamental en esta crónica de los hechos, y para reubicar la escena escandinava en esta vorágine de grabaciones cuyo denominador común siempre ha sido la interacción entre los drones de ruido, el empleo de instrumentación ‘clásica’, ya sean pianos, violines o chelos y la aproximación latente a un concepto nuevo, sofisticado y vigente de banda sonora en blanco y negro. Con estas credenciales, queda bastante claro el papel que Erik Skodvin y Otto Todland han jugado y desarrollado en este desarrollo del género. Y quizás debido a ello (o bien porque ambos necesitan su tiempo para macerar cada álbum de Deaf Center) su rol en el tiempo que transcurre entre la publicación de su puesta de largo y su regreso discográfico (el majestuoso “Owl splinters” que acaba de sacar a la venta, una vez más, el sello británico Type) haya quedado algo ensombrecido y relegado a un segundo plano por decisión propia. Si bien han mantenido la actividad por separado, ahí quedan los proyectos Svarte Greiner o el alzamiento de Miasmah como sello de referencia en este ámbito. Lo cierto es que en estos cinco años largos no hemos echado en falta al dueto, básicamente por la proliferación de referentes parejos, pero es ahora, con el nuevo material bajo el brazo, cuando volvemos a darnos cuenta del arrollador talento de la pareja cuando se trata de generar un muro de sonido negro, angosto y claustrofóbico con los mimbres que les han caracterizado. La principal diferencia entre ambos álbumes estriba en el hecho de que este “Owl splinters” respira y deja respirar, da mayor protagonismo al piano, enfatiza el contraste de ideas y sonoridades (la violencia subterránea del drone contra la tristeza cinemática del piano) y muestra una paleta más amplia de emociones y sensibilidades, como si el cripticismo radical del debut fuera demasiado incómodo a estas alturas del partido incluso para sus autores. Descartado el factor sorpresa y la baza del impacto inesperado, Deaf Center ahora juegan a perfeccionar su sonido, pulen al máximo todos los detalles y encuentran un punto de equilibrio que les hace más humanos y cercanos. Incluso han potenciado, no sé si de manera consciente o natural, su faceta más bandsonorista, haciendo de este soberbio disco un hipnótico y fascinante ruido de fondo con intención y emoción vertiginosa al que cuesta poco visualizarle imágenes y momentos. No sé a qué esperan algunos cineastas temerarios para pedir precio por una banda sonora a medida. Resumiendo, que ya me cierran la tienda, parece claro que “Owl splinters” no es la obra maestra que quizás demandaba la escena para motivarse y retarse a sí misma ahora que todo marcha sobre ruedas y asoma el fantasma del acomodamiento, pero en cualquier caso ya tenemos uno de los momentums de 2011 en la materia. Quejarse es de cobardes.
Gloria González
SE REPARTEN NOTAS Hablábamos el otro día de Totokoko (http://totokokolabel.com) y hacíamos bien, porque es un sello que merece particular atención, por no decir devoción. Ahora acaba de publicar “Viridian sessions (live and rehearsal recordings 2008-2010)”, una selección de grabaciones en directo de Wool Strings, proyecto de Ryohei Ameda y sus amigos que viene a ser algo así como un cruce perfecto entre Maher Shalal Hash Baz y The Pastels: pop fluido y a la vez incandescente, feliz aunque sin futuro, con letras en japonés, guitarras acústicas, xilófono y melódica y otros objetos del deseo indie. Quince temas en total y una sorpresa con fotos. Imprescindible. De La Bèl Netlabel (http://labelnetlabel.com) no se ha hablado bastante, al menos todavía, a pesar de que el nuevo EP del italiano Nick Rivera, “Happy song is a happy song”, inspira: cuatro canciones de post-folk aéreo y moderadamente marciano que apreciarán sobre todo quienes se suelan sentir raros al sentirse bien. Mientras tanto, el argentino Moji Moji ofrece a través de Resting Bell (http://restingbell. net) el EP “N”, una espléndida construcción post-rock que les llegará al alma a todos los robots oxidados que vagabundean por el lejano oeste, y Birdsong (http://birdsong. co.il) regala el larga duración “Plus size”, de Supertalented, de Londres, una extensa y profunda reflexión sobre la supremacía del pastel de queso, el sufrimiento ligado a la inevitable separación del ser querido en algún momento del día y otros temas de interés, todo ello en clave de cantautora lofi impenitente, que no dejará indiferente a
nadie. También desde Londres, aunque con otras prioridades, Amy Hiller vuelve a Mine All Mine (http://mamrecords.com) y lo hace con un EP de pop fino cantado sobre collages sonoros movedizos, evocando lo mejor del trip-hop sin caer en ninguno de sus tics: titulado “Icey”, es un éxito notable. Dos discos colectivos destacan este mes, “Promo Sampler 2011”, un avance de las exploraciones ambientales que va a ir proponiendo Few Quiet People (http://fewquietpeople.com) durante lo que queda de año, a saber, muchos ruiditos suaves y rugosos silencios, y “Porträt #2”, la muy esperada segunda entrega de los recopilatorios Tripostal (http://tripostal.be) (el anterior vio la luz en 2007), con el genial Haruki, los sorprendentes Les Marquises, el apabullante The Boy With Two Heads y otros artistas del underground digital y analógico. Todo esto es, por supuesto, susceptible de apropiación por la cara, así que adelante.
+jander Columna
GRABACIONES REPLETAS DE POLVO Cuenta Felix Kubin, en las notas interiores que acompañan a este artefacto inclasificable que es “Historical recordings volume 1” (Gagarin, 11), que decidió acometer la empresa tras leer que en 2008 se había descubierto una grabación de la canción popular francesa “Au clair de lune”, realizada en 1860, con un extraño aparato llamado fonoautógrafo. Más que la grabación en sí, lo que despertó el interés de Kubin fue que, aunque vivamos en un mundo dominado por internet, en el que “se tiene la sensación de que la historia de los sonidos grabados al completo está ahí, a la distancia de unos pocos de clicks con el ratón”, existen todavía “frágiles tesoros esperando a ser descubiertos por el explorador entregado”. Así que Kubin decidió convertirse en ese explorador, y ha pasado gran parte de los últimos años husmeando entre colecciones privados, archivos públicos, bibliotecas y fundaciones, a la caza de grabaciones y registros sonoros que permitan
Vidal Romero
comprender mejor esa extraña cualidad poética que sigue conservando lo analógico. Sobre todo si esa búsqueda implica tener que utilizar aparatos que sucumbieron en algún momento a la continua “guerra de los formatos” que caracteriza a la industria musical, o enfrentarse a maneras de entender y procesar el sonido que poco tienen que ver con esta realidad extremadamente digitalizada en la que vivimos (es posiblemente por eso que “Historical recordings volume 1” sólo se ha prensado en una gruesa rodaja de vinilo, utilizar compactos o archivos de audio habría resultado de bastante mal gusto, una ofensa a las grabaciones contenidas). Claro que si algo tiene de particular Kubin es un perverso sentido del humor y una manera muy particular de entender el arte. De ahí que entre la selección de las grabaciones, casi todas localizadas en las primeras décadas del siglo XX, aparezcan mezcladas una pieza perdida de David Tudor, pruebas de una máquina que imita la voz humana, demostraciones de un prototipo de sintetizador auspiciado por los nazis, grabaciones del sonido que hace el plancton en el mar de Marmara o una conversación telefónica con Jean Sibelius, contaminada por presencias ectoplásmicas. Todas estas piezas están descritas con minuciosa precisión en las notas interiores, con referencias a su localización, pero también al momento y las circunstancias en las que fueron grabadas. Un conjunto que dibuja una extraña y dispersa memoria sentimental, el puzzle incompleto de una sociedad que no terminaba de llevarse bien con la tecnología.
+all that jazz Columna
Pepo Márquez
ES COMPLICADO Hay grupos que no nos lo ponen nada fácil. Ni a nosotros (simples aficionados que, además, tenemos la suerte de que alguien quiera que escribamos de lo que escuchamos), ni a otros. En allmusic.com, por ejemplo, los tienen etiquetados en géneros como “Jazz, Pop/Rock” y en estilos como “PostBop, Post-Rock, Alternative/ Indie”. Además, añaden unas cuantas pistas para entender su música, “Ambitious, cerebral, playful, complex, energetic, uncompromising, sophisticated, fun, intense”. Sin duda, es complicado. The Bad Plus son un trío compuesto por Reid Anderson, Ethan Iverson y David King que se ha encargado de saltarse los límites del jazz para explorar terrenos más cercanos a la
música comercial, pero sin perder ese punto de oscuridad y virtuosismo que los sigue diferenciando. Es, sin duda, un grupo que se queda en el medio de ninguna parte. De este modo, han logrado un éxito y un respeto que pocos combos de jazz contemporáneo podrían compartir. Eso sí, han ganado casi tantos fans como enemigos. Porque la polémica nunca ha estado alejada de The Bad Plus. Desde su propia discográfica hacen referencia a una manera de entender la música comercial con un término bastante original, avantgarde populism. ¿Y eso por qué? Por su afición a deconstruir canciones de pop y transformarlas en angulosas piezas de jazz. También lo han hecho con el rock. Y también lo hicieron con algunos mitos de country y de la música clásica.
+the true report Columna
Everett True
MI REACCIÓN AL FENÓMENO DE RADIOHEAD Thom Yorke es Bono, pero sin su carisma. Es música rock, pero sin la dinámica que suele acompañar al género. Es como esas moscas irritantes que entran en el comedor alrededor de las 17.30 y sobrevuelan los restos de comida hasta que saco mi raqueta de badminton. Es drum’n’bass, edulcorado y convertido en desecho putrefacto para el consumo popular. Es música rock hecha mimo: todo postura y nada de sustancia. O humor. Es música rock convertida en crisis de los cuarenta: prematura y no deseada. Es música rock como el barro: marrón, sin forma, inútil. Es Radiohead. Y no me gusta. “Quiero leer críticas consideradas, documentadas y escritas con elegancia”, comenta un lector. “No una reacción instintiva escrita rápidamente desde un blog”. ¿Desde cuando la crítica musical ha sido considerada, documentada y escrita con elegancia? Incluso disponiendo de un mes para escribir una reseña, la mayoría de críticos tendrían que esforzarse mucho para poder escribir algo de ese nivel. La mayoría de periodistas escuchan los discos con media oreja puesta, y a otra cosa mariposa. Quizás los fans no lo hagan así. ¿Quizás los fans resultarían mejores críticos? No me toca a mí decidirlo. Ha sido siempre tradición de las multinacionales invitar a la prensa a escuchar el nuevo disco de Madona, The White Stripes o Kate Bush en sus oficinas, una sola escucha y punto. Y luego los críticos se van para casa a escribir la reseña. Y en la mayoría de los casos, esas reseñas han sido acertadas, y muchas de ellas no, pero el hecho es que han sido escritas. ¿Por qué hoy en día, en la era digital, los críticos no son capaces de hacer lo mismo con un disco disponible inmediatamente en versión streaming (que al fin y al cabo lo puedes escuchar tantas veces como quieras)? No existe diferencia. Si acaso, tendría que ser más fácil.
Quizás sea un reflejo de la calidad del periodismo musical online o —más pertinente— la calidad de los críticos que escriben sobre Radiohead online. Radiohead no son una banda demasiado interesante, para ser sinceros. Entonces tampoco resulta sorprendente que la prensa refleje eso. ¿Quizás deberíamos adoptar el modelo del periodismo deportivo y reseñar el álbum a tiempo real? Aún así, ese procedimiento sólo funciona verdaderamente si el periodista tiene idea de lo que escribe. Por ejemplo, una crítica tomada al vuelo de la versión digital de Mojo: “Un étude beatífico, enjoyado de cuerdas extremadamente contenidas, y una batería tímida. El piano nada entre toda ese niebla...”. Joder, tio. ¿Un piano que nada? ¿Una batería que es tímida? Radiohead son muy astutos a la hora de promocionarse, ellos mismos y su música. El dinero que perdieron dejando que sus fans decidieran lo que iban a pagar por su último disco, fue recuperado con creces con la enorme publicidad gratuita que recibieron a cambio. En esta ocasión, el grupo no quiso informar de la fecha de publicación del soporífero “The King of limbs”, y la crítica musical y la blogosfera sucumbieron en un frenesí para probar que podían seguir aportando diálogo alrededor del álbum. ¿Prueba eso que el periodismo musical ha muerto? Todo lo contrario, en realidad. La gente estaba desesperada por escribir sobre el disco, tan desesperada que incluso estaban dispuestos a escribir la primera cosa que les viniera a la cabeza, el público se mostró igualmente interesado en leerlo. ¿Significa eso que todo el diálogo alrededor del álbum no ayudó a vender más copias? No lo creo. Existen numerosos ejemplos donde el diálogo alrededor de la música todavía se traduce directamente en ventas. Veamos sino el reciente éxito mainstream de bandas como Arcade Fire, Fleet Foxes, The National y Vampire Weekend, cuyo éxito se debe en buena parte al apoyo obtenido desde Pitchfork, la biblia de la música online. En realidad podríamos argumentar que Pitchfork tiene más poder hoy que cualquiera de los medios semanales de la prensa musical británica en sus días dorados.
Esto demuestra, ante todo, dos cosas, que The Bad Plus no tienen miedo a lo que piensen los otros y, segundo, que tocan con la gorra. Su formación clásica les permite saltarse a la torera las partituras y empezar a crear dentro de canciones que parecían cerradas. Pero no, The Bad Plus no dan nada por terminado. Sin embargo, el disco que tenemos entre manos vuelve a desorientar a más de uno. Un trabajo que fue editado originalmente en septiembre de 2010 y que contiene 10 canciones originales de The Bad Plus. Ninguna versión. Y esto es noticia, el trío norteamericano no se ha apoderado de la música de nadie esta vez. Y no es nada fácil esto que han hecho, crear un disco único, por momentos sorprendente, inquietante y donde demuestran todo lo que han aprendido juntos estos 10 años que llevan recorriendo el mundo. Y no es fácil mantener una banda de este nivel durante tanto tiempo. ¿Por qué? Porque además de haber girado como zumbados durante todo este tiempo, cada miembro por separado ha seguido grabando y girando con otras estrellas del jazz (estas sí, sin etiquetas equívocas). El pianista Ethan Iverson ha colaborado con Billy Hart, Charlie Haden y Paul Motian, además de haber girado con Tootie Heath y con Ben Street formando un trío casi imposible, y con estos dos y Lee Konitz y Mark Turner como un quinteto que más tiene que ver con el allstar game de la NBA que con un concierto de jazz. Por su parte, el bajista Reid Anderson ha seguido involucrado en proyectos como Mark Morris Dance Company y el batería, Dave King, ha puesto sus brazos al servicio de ensembles como Happy Apple, Buffalo Collision, Gang Font o los novísimos Dave King Trucking Company. Pero nada de esta promiscuidad ha interrumpido la idea más importante de The Bad Plus, que son una banda, sin duda. Una buena banda, además. Y eso queda clarísimo en trabajos como este “Never stop”.
060/061
agenda _Cau D’Orella: Gus + Black ICE. Moog. Hora y precio S/C. Sábado, 26 de marzo _Black Music Festival: James Hunter. La Mirona (Salt). 22 h. 20 €. _El Niño de la Hipoteca. Luz de Gas. Hora y precio S/C. _Amable + Luis Le Nuit. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Dark Vektor. Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _The Oscillation. La [2]@Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _Luomo. BeCool. Hora y precio S/C. _Cau D’Orella: Undo. Moog. Hora y precio S/C. Lunes, 28 de marzo _Feeder. Bikini. 20:30 h. 25 €. _Grant Hart + Dani Llamas. Sidecar. 21 h. 15 €. Martes, 29 de marzo _Alondra Bentley. La Pedrera. 20 h. Precio S/C. Miércoles, 30 de marzo _Heineken Music Selector: Vivian Girls. KGB. 22 h. 15 €. _DJ K-1 aka Keith Tucker. Moog. Hora y precio S/C.
Joan As Police Woman
Apolo (BCN), 09/03/11 El Loco (Valencia) 10/03/11 Joy Eslava (Madrid), 11/03/11
agenda Barcelona Martes, 1 de marzo _Monotonix. Be Cool. 21 h. 18 €. Miércoles, 2 de marzo _Caitlin Rose + Partido. Sidecar. 21 h. 12 €. _Mine!. Heliogàbal. 22 h. Precio S/C. _Francesco Tristano. Moog. Hora y precio S/C. Jueves, 3 de marzo _Lets Festival: Pau Vallvé. Depósito Legal (L’Hospitalet Llbr). 22 h. 5 €. _Scott Kelly. Rock Sound. Hora y precio S/C. _Astrud & Col·lectiu Brossa. La Pedrera. 20 h. Precio S/C. _Dotore. Heliogàbal. 22 h. 5 €. _Nine Stories. A Viva Veu@Fantástico. 21 h. Gratis. _Espaldamaceta. Auditori Barradas (L’Hospitalet Llbr.). Hora y precio S/C. _Erm. El Niu. Hora y precio S/C. Viernes, 4 de marzo _Lets Festival: La Bien Querida, Nadadora, Odio París. Salamandra 1 (L’Hospitalet Llbr). 21 h. Abono 40 €. Día 20 €. _Caprichos de Apolo: Sly Johnson. La [2]. Hora S/C. 18 €. _And One. Bikini. 20:15 h. 25 €. _Mazoni. Faktoria d’Arts (Terrassa). Hora y precio S/C. _Ólöf Arnalds. Sidecar. 22 h. 15€. _Foreign Beggars + Dave Clarke. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Ryan Davis + Sistema. Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _Voltechparty: Frank Morin, Dhaminal. Mephisto. 24 h. Precio S/C. Sábado, 5 de marzo _Lets Festival: Napoleón Solo, Montevideo... Salamandra 1 (L’Hospitalet Llbr). 21 h. Abono 40 €. Día 20 €. _Huoratron + Losers. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Sian. BeCool. Hora y precio S/C. _Henry Saiz + Cora Novoa. Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _The Secret Society + Nine Stories. La [2]@Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. Martes, 8 de marzo _Maria Rodés. La Pedrera. 20 h. Precio S/C.
Jueves, 31 de marzo _Heineken Music Selector: No Age. Bikini. 20 h. 16 €. _Sanjosex. La Pedrera. 20 h. Precio S/C. _Centro-Matic + Seward. Sidecar. 21 h. 18 €.
Madrid Miércoles, 2 de marzo _Exsonvaldes. La Boîte. Hora y precio S/C.
Miércoles, 9 de marzo _Joan As Police Woman. Apolo. 21 h. Precio S/C. _Adam X. Moog. Hora y precio S/C. Jueves, 10 de marzo _Caprichos de Apolo: Hitman’s Heel, Kid Bongo Powers, Khan. Apolo. Hora y precio S/C. _Lets Festival: Aias. Depósito Legal (L’Hospitalet Llbr). 22 h. 5 €. _Radar: Wooky + Older. Espai Cultural Caja Madrid. Hora y precio S/C. _The Mighty Fools. Heliogàbal. 22 h. 5 €. _Allo Darlin’. Jazz Cava (Vic). 23 h. Precio S/C. _Igloo + Louisiana. Sidecar. 21 h. 8 €. _Hidden Orchestra. Marula Café. 21 h. 10 €. Viernes, 11 de marzo _Lets Festival: Depedro, Joan Colomo... Salamandra 1 (L’Hospitalet Llbr). 21 h. Abono 40 €. Día 20 €. _Shining: Marcel Dettmann, Daniel Bell, Pulshar...Silken@Hotel Diagonal. 22 h. Precio S/C. _Arianna Puello. La [2]. 20:30 h. Precio S/C. _Marcel Cranc. Heliogàbal. 22 h. 6 €. _Mazoni. Casa de Cultura (Sant Cugat). Hora y precio S/C. _Robert Hood + DJ Feadz. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _DJ Fra + Marc Piñol. Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _La Banda Municipal del Polo Norte. La [2]@Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _The Excitements. Marula Café. 21:30 h. 10 €. Sábado, 12 de marzo _Lets Festival: Pony Bravo, Cuchillo, Go Mag DJs... Salamandra 1 (L’Hospitalet Llbr). 21 h. Abono 40 €. Día 20 €. _Black Music Festival: The Wailers. La Mirona (Salt). 22 h. 22 €. _M.O.P. Apolo. 20:30 h. Precio S/C. _Oso Leone. La [2]. 21 h. Precio S/C. _Dinero + OVNI. Bikini. 20:30 h. 15 €. _Terence Fixmer + French Horn Rebellion. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Technasia DJ. Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _DJ Coco. La [2]@Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _Kyle Hall. BeCool. Hora y precio S/C. _Phat Fred. Marula Café. 21:30 h. 6 €. Martes, 15 de marzo _White Lies. Apolo. 20 h. Precio S/C. _Keren Ann. Bikini. 21 h. 20 €. Miércoles, 16 de marzo _Minimum Syndicat. Moog. Hora y precio S/C.
Viernes, 18 de marzo _Caprichos de Apolo: Pau Riba & Les Aus. La [2]. Hora y precio S/C. _Marina Gallardo. Heliogàbal. 22 h. 5 €. _Nacho Vegas. Auditori. Hora S/C. Entradas agotadas. _Dorian + Discodeine. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Benga & MC Youngman. Nitsa. 23:30 h. Precio S/C. _Allon Darlin’. La [2]@Nitsa. 23:30 h. Precio S/C. _Steve Rachmad. BeCool. Hora y precio S/C. Sábado, 19 de marzo _Aniversario Foehn: Úrsula, Balago, GAF, Blacanova... La [2]. 21:30 h. 10 €. _Nacho Vegas. Auditori. Hora S/C. Entradas agotadas. _Mine!. Stroika (Manresa). Hora y precio S/C. _Sexy Sadie + Âme. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Beachcoma. Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _Ed Warner. BeCool. Hora y precio S/C. Domingo, 20 de marzo _Mark Olson. La [2]. 21 h. Precio S/C. Martes, 22 de marzo _Hjaltalín. La [2]. Hora y precio S/C. Miércoles, 23 de marzo _Aias. La Pedrera. 20 h. Precio S/C. _Ricardo Tobar. Moog. Hora y precio S/C. Jueves, 24 de marzo _Radar: Me and The Bees + Bedroom. Espai Cultural Caja Madrid. Hora y precio S/C. _Cau D’Orella: Iñaki Marín. Moog. Hora y precio S/C. _Asian Dub Foundation. Apolo. 21 h. Precio S/C. _Mujeres. La Pedrera. 20 h. Precio S/C. _Chew Lips. La [2]. 21 h. Precio S/C. _Boat Beam. Sidecar. 21:30 h. 14 €. Viernes, 25 de marzo _Tony Allen. Teatre Principal (Badalona). 21:30 h. Precio S/C. _Mazoni. Teatre Atlàntida (Vic). Hora y precio S/C. _Joe Crepúsculo + Zombie Nation. Razz Clubs. 1 h. 15 €. _Apparat. Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _Graham + Pegatas. La [2]@Nitsa. 24:30 h. Precio S/C. _Legowelt. BeCool. Hora y precio S/C.
Jueves, 3 de marzo _REC’11: Beatmac. Café La Palma. 22 h. Gratis. _Cuchillo. Nasti. Hora S/C. 12 €. _Mota. Charada Coronita Jukebox. Hora y precio S/C. _Baby Woodrose. Gruta 77. 21:30 h. 15 €. _Madrid es Negro: Talki. Marula Café. 23 h. 5 €. Viernes, 4 de marzo _REC’11: Cosmonauta. Café La Palma. 22 h. Gratis. _Fangoria. Auditorio Paco de Lucia (Alcalá de Henares). 22 h. 20 €. _Imperial State Electric. Heineken. 20 h. 24 €. _Madrid es Negro: Sace 2 + Janine. La Boîte. 21:30 h. 8 €. _Simian Mobile Disco DJ. Low Club. Hora y precio S/C. _La Habitación Roja Pop&Dance. Hora y precio S/C. _Ken Ishii. Up. Hora y precio S/C. _DJ2D2. Café La Palma. 24 h. Gratis. Sábado, 5 de marzo _Sly Johnson. Galileo Galilei. Hora S/C. 18 €. _Blacanova. Nasti. Hora y precio S/C. _Le Pianc. Charada Coronita Jukebox. Hora y precio S/C. Domingo, 6 de marzo _GOA: John Digweed, Gerardo Niva, Toufik... Fabrik. Hora y precio S/C. Lunes, 7 de marzo _Vertical Pop: Ólöf Arnalds. Teatro Lara. Hora y precio S/C. _Standstill. Teatro Fernando de Rojas. Hora y precio S/C. Martes, 8 de marzo _Scott Kelly + Orthodox. Ritmo y Compás. Hora y precio S/C. _Standstill. Teatro Fernando de Rojas. Hora y precio S/C. Miércoles, 9 de marzo _Los Coronas & Arizona Baby. Teatro Lara. Hora y precio S/C. _Standstill. Teatro Fernando de Rojas. Hora y precio S/C. Jueves, 10 de marzo _Heineken Music Selector: Hot Club de Paris. El Sol 23 h. 16 €.
Benga & MC Youngman Nitsa (BCN), 18/03/11
_Roller Disco: John Talabot, Señorlobo... La Casa Encendida. Hora y precio S/C. _Los Coronas & Arizona Baby. Teatro Lara. Hora y precio S/C. _Dinero + OVNI. Heineken. Hora y precio S/C. _PopFest: Band à Part. Clamores. Hora y precio S/C. _Javier Orduña. Café La Palma. 24 h. Gratis. Viernes, 11 de marzo _PopFest: The Orchids, Arlo Darlin’... Clamores. Hora y precio S/C. _Roller Disco: John Talabot, Señorlobo... La Casa Encendida. Hora y precio S/C. _Joan As Police Woman. Joy Eslava. Hora y precio S/C. _Sham 69. Gruta 77. 23 h. 15 €. _Madrid es Negro: El Sr. Rojo. Siroco. 21:30 h. 8 €. _French Horn Rebellion. Pop&Dance. Hora y precio S/C. _Felix Krochër. Up. Hora y precio S/C. Sábado, 12 de marzo _PopFest: Aias, Fred i Son, Tender Trap... Clamores. Hora y precio S/C. _Moe Black Music: The Baker Brothers. El Sol. 21 h. 15 €. _Boat Beam. Moby Dick. Hora y precio S/C. _Roller Disco: John Talabot, Señorlobo... La Casa Encendida. Hora y precio S/C. Domingo, 13 de marzo _Roller Disco: John Talabot, Señorlobo... La Casa Encendida. Hora y precio S/C. Martes, 15 de marzo _Mark Olson. Charada Coronita Jukebox. Hora y precio S/C. Miércoles, 16 de marzo _Vertical Pop: Autumn Comets. Teatro Lara. Hora y precio S/C. _White Lies. Heineken. Hora y precio S/C. Jueves, 17 de marzo _Marcus Doo & The Secret Family. El Sol. 23 h. 10 €. Viernes, 18 de marzo _Margarita. Charada Coronita Jukebox. Hora y precio S/C. _Madrid es Negro: Electric Five Samba. Tempo Club. 23 h. 3 €. _Beady Eye. La Riviera. Hora y precio S/C. _Paul Gallagher Pop&Dance. Hora y precio S/C.
_Jonathan Tena. Up. Hora y precio S/C. Sábado, 19 de marzo _Nadadora. Charada Coronita Jukebox. Hora y precio S/C. Martes, 22 de marzo _Heineken Music Selector: Cut Copy. Heineken. 20 h. 25 €. _Betty Lavette. Caracol. Hora y precio S/C. Jueves, 24 de marzo _Nacho Vegas. Joy Eslava. Hora S/C. Entradas agotadas. _Igloo. Charada. Hora y precio S/C. _The Kids. Gruta 77. 21:30 h. 18 €. Viernes, 25 de marzo _Pony Bravo. El Sol. 22 h. 14 €. _Chew Lips. Moby Dick. Hora y precio S/C. _Nacho Vegas. Joy Eslava. Hora S/C. Entradas agotadas. _Grant Hart + Dani Llamas. Pop&Dance. Hora y precio S/C. _Madrid es Negro: Brabenders. La Boca del Lobo. 21:30 h. 6 €. _Jame Holden + Kate Wax. Up. Hora y precio S/C. Sábado, 26 de marzo _Moe Black Music: Bob Sands Big Band plays Sinatra. Joy Eslava. 20 h. 24 €. _The Oscillation. Nasti. Hora y precio S/C. _HD Substance. Café La Palma. 24 h. Gratis. Domingo, 27 de marzo _Feeder. Heineken. 20:30 h. 25 €. _Joaquín Pascual. Fotomatón. Hora y precio S/C. Martes, 29 de marzo _Heineken Music Selector: Nacho Vegas + Reefre. Teatro Circo Price. 20 h. 20 €. _Heineken Music Selector: Vivian Girls. El Sol. 22 h. 15 €. Miércoles, 30 de marzo _Heineken Music Selector: No Age. Heineken. 20 h. 16 €. _Cats on Fire. Teatro Lara. Hora y precio S/C. _Asian Dub Foundation. La Riviera. Hora y precio S/C. Jueves, 31 de marzo _The Go! Team. Joy Eslava. Hora y precio S/C.
Andalucía Martes, 1 de marzo _Nacho Vegas. Aulario La Bomba (Cádiz). Hora y precio S/C. Miércoles, 2 de marzo _WauPop: Pony Bravo, Marina Gallardo. Teatro Albeniz (Málaga). Hora y precio S/C. _Nacho Vegas. Teatro Central (Sevilla). Hora S/C. Entradas agotadas. Jueves, 3 de marzo _WauPop: Christina Rosenvinge, Autum Comets. Teatro Albeniz (Málaga). Hora y precio S/C. _Exsonvaldes. Facultad Derecho (Huelva). Hora y precio S/C. _Nacho Vegas. Teatro Isidoro Máiquez (Granada). Hora y precio S/C. _Luize + Lektrono. Club De Mierda (Sevilla). Hora y precio S/C. Viernes, 4 de marzo _Zemos98: Ventura. Obbio. Hora y precio S/C. _WauPop: Tachenko, Maika Makovsky. Teatro Albeniz (Málaga). Hora y precio S/C. _Exsonvaldes. Planta Baja (Granada). Hora y precio S/C. _Popout. GHostel (Sevilla). Hora y precio S/C. Sábado, 5 de marzo _Nacho Vegas. Teatro Echegaray (Málaga). Hora S/C. Entradas agotadas. Jueves, 10 de marzo _Scott Kelly. Spectra Rock (Málaga). Hora y precio S/C. _The Wailers. Vivero (Málaga). 22 h. Precio S/C. _Vidal Romero + Redneck+ Lektrono. Club De Mierda (Sevilla). Hora y precio S/C. Viernes, 11 de marzo _Scott Kelly + Orthodox. Zeppelin Club (Sevilla). Hora y precio S/C. _Fangoria. Pabellón Rafael Florido (Almería). 22 h. 23 €. _Hoffamn+ Lektrono. GHostel (Sevilla). Hora y precio S/C. Sábado, 12 de marzo _Panorama Pop: El Columpio Asesino, Julio de la Rosa, Margarita... Industrial Copera (Granada). Hora S/C. 22 €.
062/063
agenda _Maika Makovski. Stereo (Alicante). Hora y precio S/C. _Maadraassoo. La 3 (Valencia). Hora y precio S/C. Sábado, 19 de marzo _Bloc Party DJs. La 3 (Valencia). Hora y precio S/C. Viernes, 25 de marzo _Asian Dub Foundation. Mirror (Valencia). Hora y precio S/C. _The Warriors. La 3 (Valencia). Hora y precio S/C.
Simian Mobile Disco DJs Low(Madrid),04/03/11
Martes, 15 de marzo _Laetitia Velma. Centro Cultural Cajasol (Sevilla). Hora S/C. 12 €. Viernes, 18 de marzo _Fangoria. Palacio de Congresos (Granada). Hora y precio S/C. _Blit. GHostel (Sevilla). Hora y precio S/C. Miércoles, 23 de marzo _Grant Hart + Dani Llamas. Escuela Politécnica (Algeciras). Hora y precio S/C. Jueves, 24 de marzo _Grant Hart + Dani Llamas. Teatro Isidoro Máiquez (Granada). Hora y precio S/C. Viernes, 25 de marzo _Vivian Girls. Planta Baja (Granada). Hora y precio S/C. _Dorian. Industrial Copera (Granada). Hora y precio S/C. _Mike+ Lektrono. GHostel (Sevilla). Hora y precio S/C. Sábado, 26 de marzo _Heineken Music Selector: Vivian Girls. Malandar (Sevilla). 21:30 h. 15 €. _Asian Dub Foundation. Industrial Copera (Granada). Hora y precio S/C. _Dorian. Industrial Vivero (Málaga). Hora y precio S/C. Lunes, 28 de marzo _Vivian Girls. Teatro Pedro Muñoz Seca (Puerto Santa María). Hora y precio S/C. Martes, 29 de marzo _Joaquín Pascual. Obbio (Sevilla). Hora y precio S/C. Miércoles, 30 de marzo _Joaquín Pascual. Loop Bar (Granada). Hora y precio S/C.
Aragón Martes, 1 de marzo _Exsonvaldes. CC Matadero (Huesca). Hora y precio S/C. Viernes, 4 de marzo _The Wailers. Oasis (Zaragoza). 21 h. Precio S/C. Sábado, 5 de marzo _Nine Stories + The Secret Society. Lata de Bombillas (Zaragoza). Hora y precio S/C. Domingo, 6 de marzo _Exsonvaldes. Lata de Bombillas (Zaragoza). Hora y precio S/C. Viernes, 11 de marzo _The Midnight Travellers. La Bóveda (Zaragoza). 23 h. Gratis.
_Erm. El Cercle (Girona). Hora y precio S/C. Miércoles, 23 de marzo _Hjaltalín. Lata de Bombillas (Zaragoza). Hora y precio S/C. Viernes, 25 de marzo _Telephunker. López (Zaragoza). Hora S/C. 10 €. _The Midnight Travellers. Serjos (Monzón). 23 h. Gratis. Sábado, 26 de marzo _Grant Hart + Dani Llamas. Jarvis (Zaragoza). Hora y precio S/C. _The Midnight Travellers. Serjos (Monzón). 23 h. Gratis.
C. Valenciana Jueves, 3 de marzo _Surforama: Tiki Phantoms, A-Phonics... Wah Wah (Valencia). 21 h. 5 €. Viernes, 4 de marzo _Surforama: The Montesas, The Mobsmen... Wah Wah (Valencia). 21 h. 22 €. _Acid Queen. El Tornillo (Valencia). Hora y precio S/C. Sábado, 5 de marzo _Surforama: Nokie Edwards, The Vibrants... Wah Wah (Valencia). 21 h. 22 €. _Imperial State Electric, The Small Jackets... Palacio de Congresos (Castellón). 21 h. 25 €. _Do it Yourself. La 3 (Valencia). Hora y precio S/C. Jueves, 10 de marzo _Joan As Police Woman. El Loco (Valencia). Hora y precio S/C. Viernes, 11 de marzo _Amatria, Pendentols, Love Of Lesbian DJs... Wah Wah (Valencia). Hora y precio S/C. _Mark Olson. El Loco (Valencia). Hora y precio S/C. _Napoleón Solo. La 3 (Valencia). Hora y precio S/C.
Teatro Victoria Eugenia (Donosti). 19:30 h. 26 €. Domingo, 27 de marzo _The Oscillation. Ibu Hots (Vitoria-Gasteiz). Hora y precio S/C. Martes, 29 de marzo _The Oscillation. Matadero (Azkoitia). Hora y precio S/C. Miércoles, 30 de marzo _Ted Leo & The Pharmacists. Campus Universitario (Vitoria-Gasteiz). Hora y precio S/C.
Sábado, 26 de marzo _Chew Lips. La 3 (Valencia). Hora y precio S/C. _Nacho Vegas. Camelot (Santa Pola). Hora y precio S/C. _Lori Meyers. Stereo (Alicante). Hora y precio S/C. _Miqui Puig. El Tornillo (Valencia). Hora y precio S/C.
Jueves, 31 de marzo _Elkano Browning Cream. Kafe Antzokia (Bilbao) . Hora y precio S/C. _Ted Leo & The Pharmacists. Azkena (Bilbao). Hora y precio S/C. _Asian Dub Foundation. Rockstar Live (Bilbao). Hora y precio S/C.
Miércoles, 30 de marzo _The Go! Team. Mirror (Valencia). Hora y precio S/C. Jueves, 31 de marzo _Nacho Vegas. Mirror (Valencia). Hora y precio S/C. _Joaquín Pascual. B-Side (Elche). Hora y precio S/C.
Galicia
Catalunya Jueves, 3 de marzo _Arizona Baby. Zero (Tarragona). 22:30 h. 12 €. Sábado, 12 de marzo _Joe Crepúsculo. Les Golfes Club (Tarragona). Hora y precio S/C. Jueves, 17 de marzo _Cuchillo. Zero (Tarragona). 22:30 h. 6 €. Sábado, 19 de marzo _Tiki Phantoms. Zero (Tarragona). 22:30 h. 10 €. Domingo, 20 de marzo _Mazoni. Cafè del Teatre (Lleida). Hora y precio S/C. Sábado, 26 de marzo _Manel. Teatre Bartrina (Reus). Hora S/C. Entradas Agotadas. _Cycle. Zero (Tarragona). 22:30 h. 15 €. _Mine!. CC El Maset (Sant Carles de la Ràpita). Hora y precio S/C. _Refree. Teatro Metropol (Tarragona). Hora y precio S/C. Domingo, 27 de marzo _Mazoni. Auditori (Girona). Hora y precio S/C.
Euskadi Miércoles, 2 de marzo _Imperial State Electric. Kafe Antzokia (Bilbao). 21 h. 20 €. Viernes, 4 de marzo _Scott Kelly + Orthodox. Santana 27 (Madrid). Hora y precio S/C. _Maga. Doka (Donosti). Hora y precio S/C.
Sábado, 12 de marzo _AmbiValencia: De La Soul, Afrika Bambaataa, Grandmaster Flash... Pabellón 5 Feria (Valencia). 12 h. 45 €. _The Midnight Travellers. D’Leyend (Castellón). 20 h. 7 €. _Mark Olson. Kentucky (Benidorm). Hora y precio S/C. _Javi Senz. La 3 (Valencia). 24 h. 23 €.
Sábado, 5 de marzo _Ólöf Arnalds. Club del Teatro Victoria Eugenia (Donosti). Hora y precio S/C. _Maga. El Balcón de la Lola (Bilbao). Hora y precio S/C.
Viernes, 18 de marzo _Marc Antona + Pascal FEOS + The Zombie Kids... Metrodanceclub (Bigastro). Hora y precio S/C. _Pleasant Dreams. La Caverna (Valencia). Hora y precio S/C.
Viernes, 18 de marzo _Mark Olson. Cotton Club (Bilbao). Hora y precio S/C.
Viernes, 11 de marzo _Dinero + OVNI. Plateruena (Durango). Hora y precio S/C.
Miércoles, 23 de marzo _Heineken Music Selector: The Divine Comedy.
Jueves, 3 de marzo _Imperial State Electric. O Tunel (A Coruña). 22 h. 20 €. Sábado, 5 de marzo _Scott Kelly + Orthodox. Mardigras (A Coruña). Hora y precio S/C. Jueves, 10 de marzo _Abraham Boba. Círculo das Artes (Lugo). 22:30 h. Gratis. _The Dustaphonics. Le Club (A Coruña). Hora y precio S/C. Viernes, 11 de marzo _Abraham Boba. Playmobil (Vigo). Hora S/C. 10 €. _The Dustaphonics. Mondo (Vigo). Hora y precio S/C. Sábado, 12 de marzo _Make the Girl Dance. Mondo (Vigo). Hora y precio S/C. Jueves, 17 de marzo _Fuel Fandango. Le Club (A Coruña). Hora y precio S/C. Viernes, 18 de marzo _Los Coronas & Arizona Baby. Playa Club (A Coruña). Hora y precio S/C. _Standstill. Mondo (Vigo). Hora y precio S/C. Viernes, 25 de marzo _Christina Rosenvinge. Le Club (A Coruña). Hora y precio S/C. Sábado, 26 de marzo _Heineken Music Selector: The Divine Comedy. Capitol (Santiago). 21:30 h. 22 €. _FIV: Lori Meyers, Triángulo de Amor Bizarro... Plaza de la Constitución (Vilalba). 21 h. Gratis. _Christina Rosenvinge. Café Pop Torgal (Ourense). Hora y precio S/C. _Depedro + Jane Joyd. Le Club (A Coruña). Hora y precio S/C.
Murcia Sábado, 5 de marzo _Exsonvaldes + Nitoniko. 12 y medio (Murcia). Hora y precio S/C. _Ólöf Arnalds. Musik (Murcia). Hora y precio S/C. Viernes, 11 de marzo _The Tamborines. 12 y medio (Murcia). Hora y precio S/C. Sábado, 12 de marzo _Hidrogenesse. 12 y medio (Murcia). Hora y precio S/C. Viernes, 25 de marzo _Sr. Chinarro + Oh, Libia!. 12 y medio (Murcia). Hora y precio S/C.
in & out Clubbing BCN C/ ARC DEL TEATRE, 3. TEL. 93 318 59 66. Techno-house, incursiones en el electro y la música disco. Miércoles, invitados internacionales. Vie-Sab., sesiones con el DJ residente Robert X. Todas las noches de 23.30 a 5 h.
SALA RAZZMATAZZ 2. C/ PAMPLONA, 88. TEL. 93 272 09 10 Tech-house, hard techno y techno con los residentes MouseUp, Undo, Vicknoise, además de las residencias de James Holden, Felix da Housecat, Miss Kittin o Tiga. H: Vie-Sab. y vísperas de festivos de 1 h. a 5 h. Entrada única a Razz Club: 15 € (c/i).
SALA APOLO. C/ NOU DE LA RAMBLA, 113. TEL. 93 301 00 90 La meca del eclecticismo: house, techno, breakbeat y pop electrónico, según el día. Alberga residencias de Kompakt, Bpitch Control, Bungalow, Cristian Vogel, etc. Nitsa selectors: Fra, DJ De Mierda, DJ Coco y Sesentaynueve. H: Vie-Sab. y vísperas, a partir de las 24.30 h. Precio: 12 € (c/i).
Clubbing Madrid electro-pop, deep house y leftfield de mano de MouseUp, Undo, Vicknoise); Rex (technopop). H: vie-sab. y vísperas de festivos de 1 a 5 h. Entrada única: 12 € (c/i). www.salarazzmatazz.com
B LOUNGE @ HOTEL BARCELÓ RAVAL RBLA. DEL RAVAL 17-21. TEL. 93 320 14 90 El lugar más cool de la ciudad, el nuevo punto de encuentro de Barcelona. Tapas sorprendentes, extensa carta de cócteles y la mejor música. Terraza Plaza Manuel Vázquez Montalbán. Jueves, viernes y sábados DJ en directo de 23 h a 02 h. Entrada libre. www.BarceloRaval.com
C/SANTA ANNA 14, L’HOSPITALET. T. 93 337 76 16. Más de 25 años ofreciendo la alternativa desde L’Hospitalet. Conciertos de pequeño formato y sesiones de DJs... de la mano de los DJs Jordi Monamí, Marty Mcfly, Crtl+alt+supr, Gato. Actuaciones musicales en pequeño formato. www.depositolegal.com.
@ SALA APOLO. C/NOU DE LA RAMBLA, 113. Residencia semanal para la noche de los jueves en el Apolo. Powder Room acoge las mejores noches de deep funk, breaks y rare grooves en Barcelona. H: todos los jueves, de 24.30 a 6 h. 9 €.
C/ FONTRODONA, 33 (BCN). TEL: 93 441 80 15 Antigua nave industrial convertida en enorme y comfortable lounge club. Urban & soulful music + laid-back atmosphere + underground attitude. www.maumaunderground.com. H: jueves 23 - 2.30 h., vie-sáb 23 - 3 h., domingos tarde (excepto verano).
SALA CITY HALL C/ RAMBLA CATALUNYA, 4. Lun: Internacional Party. Mar: Budah Hall Night. Mie: Pigs & Diamonds. Jue: Club 4 (techno & minimal techno). Vie: 100% Uhm Underground (tech-microfunk). Sab: Pure City Nights (house, deephouse, latin). Dom: Zen Club (techhouse/ electro).
C/ ALMOGÀVERS, 122. TEL. 93 272 09 10 5 clubs en un mismo espacio: Razz Club (Viesab. DJ Amable y Dj Gato, el mejor indie y rock de todos los tiempos. Jue. Bongo Palace (latin house); Pop Bar (vie-sab. lo mejor en pop, electro y sixties); The Loft (tech-house, hard techno y techno); Lo*Li*Ta (techno-pop,
C/ LINCOLN, 15. T. 93 238 07 22 Martes: Glitter and Glamour. Miércoles: Strawberry & Chocolate. Jueves: Buziós - Brazilian soul. Viernes y Sábado: 3 floors open- hip hop and R&B, house music, classic garage 80’s-90’s. www.ottozutz.com
C/ VALLDONZELLA, 40 / PLAZA MILANS, BARRIO GÓTICO. Tel. 627 73 30 81 En el bar Manchester se dan cita amigos y seguidores de la música de los 80 y 90 y sus tendencias más brit. Desde Joy Division hasta Placebo, pasando por The Smiths y Happy Mondays.
RAMBLAS, 27. T. 93 301 16 289 INFO@BOULEVARDCULTURECLUB.COM Boulevard Club, ubicado en La Rambla, donde antes se encontraba Fellini, ofrece la localización más céntrica y de más fácil acceso al público. House, techno, electrónica, hip hop, R’n’B, rock... DJs residentes: D’Julz (Bass Culture, París), Andre Buljat (4line, Indigo Raw) y Dr. Barry (BLV). http://boulevardcultureclub.com
C / ESCUDELLERS BLANCS, 3 (BARRI GÒTIC) Con una acertada mezcla de graffiti, videos, skate y grunge. Su amplia sala alberga cómodamente a los personajes más diversos de la fauna barcelonesa, que se pierden entre detalles y acordes, cubatas y chupitos, chicas y kickflips. A tres pasos de la turística Plaza Real se esconde el secreto mejor guardado del Gótico, Nevermind. Abierto todos los días hasta las 3 h. www.nevermindbcn.com
SALA 1 AV. CARRILET 235 - SALA 2 AV. CARRILET 301, L’HOSPITALET. T. 93 337 06 02 La Salamandra es el espacio de referencia de las noches de L’Hospitalet. Dos salas que ofrecen la mejor programación de conciertos y sesiones de DJs de la escena indie y mestiza. Sala 1: Indie-pop-electro con YoSET & McFly, visuals de High Distortion & Mon Feijóo. Sala 2: Musicollage con Nafentt & Darkomedia. H. Abierto todos los viernes, sábados y vísperas de 24 a 6 h. Entrada única: 8 € (c/i). Gratis hasta las 2 h. www.salamandra.cat
C/AMPLE, 46 (GOTICO) T 663 710 095 El bar rockero por excelencia en el centro de Barcelona. Casi tocando Correos se encuentra este sitio con aires de estación de metro abandonada donde cada día, entre riffs y whiskey, se dan cita aquellos que llevan el rock en la sangre. Todos los días desde las 19 h a las 2.30 / 3 h www.bollocksbcn.com
Clubbing Bilbao C/ RAFAEL DE CASANOVA, 3. SANTA COLOMA DE GRAMENET. [M] L1 SANTA COLOMA La Sala Pop tiene una programación semanal de conciertos cuidadamente seleccionados dentro de la escena independiente tanto catalana como estatal. Los conciertos se realizan viernes y sábado pero la sala ofrece sesiones de indie, pop, rock, electrónica a cargo de DJ Oki One y programación cultural los domingos. H: mie-dom 19 - 3.30 h. www.myspace/popclubsantacoloma
EN SANTANA 27. POL.IND.SANTA ANA. TELLERÍA 27. BOLUETA. WWW.FEVER.ES Pink Fever: tecnopop, electropop & trashpop con Madel, Ojospintados y Unai Goikolea. Gold Fever: indie, pop-rock & hits con Kinki, Mimoloco, Mr. Chase y Santo. Black Fever: hip hop, reggae, soul & funk con Adrian, Almah Mater Djs y Bomb Bass Hi-Fi. Blue Fever: electro-house, minimal-techno & neo-trance con Arne Ö, Auto y DJS Sound. H: Sáb, 24 h. 10 € c/c, gratis hasta la 1.30 h.
@ LA RIVIERA - Pº VIRGEN DEL PUERTO S/N. @ HEINEKEN - C/ PRINCESA , 1. Actualmente es el club de referencia en Madrid por su excelente e inagotable programación dedicada al indie rock y la electrónica, con residencias de sellos como Ed Banger Records y DJ sessions de Boys Noize, Rex The Dog, Felix Da Housecat, Steve Aoki, Peter Hook... www.intromusica.com
C/BAILÉN 16, 28005. MADRID ContraClub es un bar donde coinciden varias tipologías de noctámbulos con un denominador común: su gusto por la calidad y variedad musical. ContraClub pretende romper barreras entre disciplinas y generaciones, ser un lugar de encuentro de artistas y un escaparate para todo tipo de espectáculos de calidad. Un lugar abierto y dispuesto a juntar funk con flamenco, cabaret con música electrónica. X y J de 22 a 05:30 h. V y S de 22 a 06 h. www.contraclub.es
C/FOMENTO 30 (MADRID) Desde 1997 el Home Bar es un referente para los amantes de la música. El pop, la electrónica y el indie son el eje central de las sesiones de nuestros DJs, desde los clásicos imprescindibles hasta las últimas novedades. En el Home podrás escuchar desde Depeche Mode, REM o The Smiths hasta White Lies, Hot Chip y Temper Trap, pasando por Placebo, Massive Attack, Muse, Royksopp, Radiohead, Ladytron, Foo Fighters, Interpol... Abierto los viernes y los sábados a las 23h.
Clubbing Galicia COMPLEJO PLAYA CLUB. AVENIDA DE LA HABANA, ESTADIO DE RIAZOR (LA CORUÑA). WWW.PLAYACLUB.NET Pop, indie y electrónica. Más de 60 conciertos de música alternativa al año. Sesiones los jueves, viernes, sábados y vísperas de festivos desde las 3 h. +info en www.playaclub.net
064/065
live
Band Of Horses APOLO (BCN), 09/02/11
liveclubs La temporada clubber 2011 arranca con fuerza. La santísima trinidad de Barcelona, organizada en estructura piramidal (Apolo, Razzmatazz, Be Cool, y ojo a esta última que cada noche que pasa sube la calidad de su programación) vuelve a atraer a las mejores delicatessen mundiales, algo inversamente proporcional a la cantidad de humo flotante en las salas. En mi caso, comencé este 2011 por el postre: Paul Rose, aka Scuba, se presentaba el viernes 29 de enero en la Sala Apolo con el technazo visceral entre ceja y ceja. Pisaba suelo apolíneo el líder espiritual del sello dubstep Hotflush y promotor de las fiestas “Sub:stance” en el templo techno Berghain. El mismo. Primera grata sorpresa, Nitsa hasta la bandera y sonrisas de oreja a oreja que denotaban la entonación por la bajini de un ‘fuck yeah’ con mayúsculas. Y es que Scuba deleitó al personal —mención para la alfombra dubstep que Marc Piñol plantó a modo de bienvenida al inglés— repartiendo mandanga techno de la buena. Tras un inicio algo relajado, recordando el inicio de Aphex Twin en Razzmatazz el pasado diciembre, Scuba mareó en el buen sentido del término a la hedonista audiencia, al combinar en la misma sesión los tres pilares con los que concibe el techno: techno vigoroso y macarra (estilo Berghain), techno seco y sin florituras (estilo SCB, su alter ego) y ese cruce entre el dubstep y el techno comúnmente denominado dubtech (estilo Hotflush, más en la sintonía post dubstep, como demostró al pinchar Mount Kimbie y el eterno “The shrew would have cushioned the blow” de Joy Orbison). Todo ello mezclado, con sus subidas y bajadas en plena sesión, hacen del set de Scuba algo memorable y sobre todo diferente a lo que normalmente escuchamos en la Ciudad Condal, pese a que pinchase la trillada “The bells” de Mills. Por otra parte, Agoria se plantó en la sala The Loft el 12 de febrero en plena gira de su “Impermanence”, del cual pinchó varios temas. Contemplar su sesión sirvió para comprobar, principalmente, que el francés ha ganado en técnica y soltura en comparación con hace unos años. Ahora resulta más sutil y elegante, confiando a ciegas en los vinilos que pincha antes que estar al tanto de colocar los delays o reverbs de turno. Un placer para los sentidos. Alberto Vidal
Gran expectación ante la presentación de “Infinite arms”, el excelente tercer disco de Band Of Horses que ha asomado la cabeza en todas las listas de lo mejor del año. Las entradas se han agotado semanas antes de los conciertos, tanto en Madrid como en Barcelona, y todo está preparado para el baño de masas de Ben Bridwell y compañía. Abren la noche la banda paralela del batería de The Drones, Mike Noga & The Gentlemen Of Fortune, un agradable aperitivo de festivo country blues con el que ir haciendo boca ante
Chuck Prophet & The Spanish Bombs SIDECAR (BCN), 10/01/11
“We used to party”, la interesante idea auspiciada por Houston Party Records de enfrentar a artistas de renombre a algunos de sus discos favoritos, llegaba a su cuarta edición con un a priori apetitoso cartel, Chuck Prophet junto con una banda reunida para la ocasión, The Spanish Bombs, enfrentados a uno de los discos más importantes del rock, “London calling”. Tras la actuación de Chris Von Sneidern, integrante de las bombas españolas, y los relatos sobre The Clash de Johnny Green, su mánager a finales de los 70, en los que algunos de los asistentes no parecían demasiado interesados a juzgar por el ruido y los comentarios, Prophet y compañía tomaban el escenario para llevar a cabo una lectura respetuosa y desacomplejada a la vez del álbum que llevó al punk hasta metas nunca imaginadas. Las canciones sonaron en el mismo orden que en el disco, tan incisivas y emocionantes como en él, aunque los apuntes reggae de algunos de los temas se acabasen diluyendo en el camino, mientras unos amenos Prophet y Von Sneidern cumplieron sobradamente con sus roles Strummer / Jones, apuntalados por una banda que supo en cada momento lo que había que hacer para convertir esa noche en un sentido homenaje a un pedazo de la historia de la música moderna. Javier Burgueño
Mark Kozelek + Mechanismo TEATRO LARA (MADRID), 15/02/11
Mark Kozelek lo ha vuelto a hacer. El cantante y guitarrista de Massilon (Ohio) dejó huella en el madrileño Teatro Lara. Enervó a unos y entusiasmó a otros. Su directo —de más de una hora y media— hizo reír, llorar o guardar un respetuoso silencio. Algunos no resistieron la intensidad del directo organizado por Vertical Pop dentro del ciclo Conciertos Sublimes. Otros, al contrario,
lo que viene después. Acto seguido Band Of Horses aparecen sobre el escenario con una actitud casi estajanovista que no abandonarán en toda la noche. No ha llegado el primer cuarto de hora y ya se ha escuchado “The Great Salt Lake”, uno de sus himnos más logrados. Más tarde Ryan Monroe adopta la voz solista en “Older”, al igual que en el disco. Sin apenas tiempo para el respiro las canciones se suceden una tras otra, envueltas y adornadas con proyecciones acordes a su iconografía: espacios abiertos, bosques frondosos, agua en distintas variantes y estados (y alguna que otra imagen excesivamente naíf que se les cuela por medio, todo hay que decir). La banda se muestra engrasada, se suplen los arreglos por la inmediatez, se sustituyen los pequeños despistes por francas sonrisas y mientras tanto siguen encadenando tema tras tema con aparente sencillez. Suenan “Marry song”, “Factory”, “Laredo”… la conexión perfecta entre Neil Young, el pop y el indie-rock hacia la que han ido tendiendo Band Of Horses tras cada una de sus entregas toma forma sobre las tablas y se concentra en la imagen de un Bridwell sudoroso y exultante, sabedor de su estado de gracia y de que su momento es ahora. Para corroborarlo, una estremecedora “The funeral” sirve de soberbio cierre antes de los bises, unos bises cortos (no en vano ya han sonado casi veinte canciones antes) que acabaron con otro himno, “Is there a ghost”, donde un fallo en la guitarra de Bridwell propició que éste acabara dejándola a un lado y finalizara la actuación en medio de la sala, rodeado por el público. ¿Hemos dicho ya baño de masas? Foto / Texto Javier Burgueño
exigieron más. Durante el directo, el estadounidense aprovechó cada instante para reafirmarse como cantautor. Guitarra española, oscuridad de ultratumba y prohibición de hacer fotos. Arrancó con “Rock’n’roll singer” de AC/DC, pidió una cerveza sin alcohol, habló sobre su padre en “Glenn Tipton” (Sun Kil Moon), preguntó por qué solo había chicos sentados en primera fila, rescató a los Red House Painters en temas como “Take me out” y no dejó de solicitar ajustes en el control de sonido. Se mostró agudo e irónico, deseoso de comunicarse con el público. Preguntó a una chica californiana si le apetecía dar una vuelta por Madrid. “No conozco a nadie”, se excusó. Desengranó temas de su nuevo álbum “Admiral fell promises” (Sun Kil Moon) y sonó tan melancólico como Nick Drake. Pero a pesar de las peticiones, Kozelek no cedió. Se marchó sin tocar “Katy song”. Sí que interpretó otros clásicos de Red House Painters como “Mistress” o “Summer dress”. Y varió el ritmo en composiciones como “Carry me Ohio” —que sonó menos dolorosa—, “Half Moon bay” o “Truckers Atlas”. Salió a hacer un bis pero no un segundo. Algunos resistentes permanecieron sentados. Como si Kozelek-Sun Kil Moon-Red House Painters siguieran ahí. María Ovelar
Wire LA [2] (BCN), 18/02/11
La producción efectista de su nuevo disco “Red barked tree” y las consecutivas visitas de la banda a nuestro país dejaban a Wire ante una sala con algo más de cien personas. Un público muy receptivo, pero menos participativo que en anteriores ocasiones. Tan poco participativo que llegó a agotar la paciencia de la banda; un crispado Graham Lewis tuvo que dar un toque de atención a la pequeña multitud que se apelotonaba en la primera fila para que bailasen (era viernes). Ni con
Day One
PALACIO VISTALEGRE (MADRID), 01/01/11
El pasado 1 de enero se celebró en el Palacio Vistalegre de Madrid la primera edición del festival DayOne, una macrofiesta de música electrónica que congregó a más de 14.000 personas que decidieron celebrar la entrada al año nuevo a ritmo de música techno. Como ya sabemos, este día se ha convertido en una jornada protagonista en el calendario de la música electrónica de masas, un día en el que confluyen el componente lúdico, espontáneo y
dionisiaco propio de este tipo de eventos, con esa fiesta con mayúsculas que es el día de Año Nuevo, una fecha de emociones intensas y de efervescencia total que incita a abandonarse sin trabas a todo tipo de goces, lujos, alegrías y placeres. DayOne, el nombre lo dice todo. Comienzo de un nuevo año, una nueva vida, una nueva etapa. La simbología del número uno es aplastante, especialmente ese día uno que marca el comienzo de un
esas; la sala no se llegó a caldear en ningún momento, pero la emoción de la audiencia era contenida; se expresaba con la inmovilidad y algunos ojos abiertos como platos que disfrutaban el deleite de piezas como “Please take” en manos de un Lewis que transpiraba sensualidad como nunca. Tras la revisión de sus trabajos más próximos (“Send” y “Object 47”), los londinenses sacaron la artillería de “Pink flag” y “Chairs missing”, que ejercieron una notable subida de la intensidad del concierto y, justo cuando la cosa comenzaba a tomar buena forma, se marcharon, no sin antes permitir que Newman juguetease con su nueva aplicación de iPhone para guitarra en pleno escenario. No, no sonaron “I am the fly”, ni “Heartbeat”, ni “Outdoor miner”. Se echa de menos a Bruce Gilbert. Mucho. Matías Bosch
aire retro, la convicción con que rasga sus instrumentos, la hacen aparecer no como una artista contemporánea, sino como una superviviente de la era dorada del folk anglosajón (y pienso más en el inglés que en el norteamericano). El resultado inmediato no podía ser otro, concedió hasta dos bises a un público entregado que abandonó la sala con la certeza de haber vivido una auténtica epifanía. Half Nelson
Basia Bulat LA 2 (BCN), 11/02/11
Sin más compañía que sus instrumentos (guitarra, piano y esa autoharpa que rasga sin temor a enredar sus propios cabellos), la de Ontario se bastó y se sobró para cautivarnos con su privilegiada voz, su pericia instrumental y su encanto. Con un castellano más que correcto (que coquetamente evitó explicar cómo aprendió) presentó los temas de sus álbumes —con especial énfasis en el más reciente “Heart of my own” (Rough Trade, 10)—, una versión del clásico folk polaco (de allí proceden sus padres) “To Nie Ptak” y otra versión, de aire más jazzie, del estándar soul “I put a spell on you”. En ningún momento echamos en falta a los instrumentistas que la acompañan en el disco. No es que Bulat sea capaz de igualar en directo sus prestaciones en el estudio, es que, sin duda, las mejora. La maestría con que domina su voz (y el resto de instrumentos) no es obstáculo para una desarmante naturalidad que la hace aún más accesible y encantadora y que se antoja esencial a su discurso. Su voz y su dicción de indisimulado
nuevo año, de una nueva vida; una fecha para la metamorfosis de uno mismo y de todo (y todos) lo demás. Con un eslogan típico de la era 2.0 (“la historia la protagonizas tú”), el festival procuró las bases para el establecimiento de un entorno idílico compuesto por música techno, química, alcohol, nuevas tecnologías y cada uno de nosotros como protagonistas de una historia de la que nuestros teléfonos móviles y cámaras digitales darán fe (el ya famoso “yo estuve allí”). En lo musical, lo que ‘allí’ se produjo fue básicamente un diluvio de música techno de la mañana a la noche con el fin último de sumergirnos colectivamente en un mundo de masas rítmicas y contagio afectivo. Lo mejor, como no, el señor Richie Hawtin, que nos brindó una sesión techno a modo de experiencia total, donde los visuales (variaciones sobre el vídeo “Disconnected” en su mayoría) y las luces jugaron un papel fundamental. A destacar también la sesión de un Luciano en estado de gracia y el bis a bis de Loco Dice y Marco Carola, que dieron al público lo que quería: bombos martilleantes para bailar, sudar, apretujarse, beber, fumar e ingerir. El mismo leit motiv básico encontramos en las actuaciones de Technasia, Dave Clarke y Oscar Mulero, no ya en el espacio principal sino en uno más pequeño bautizado como ‘The Box’ y que parecía estar inspirado en las viejas fábricas y hangares de las raves. Del tercer escenario, ‘Up’, nos quedamos con la actuación de Cora Novoa, cada día más grande, y las de Mathew Dear y Troy Pierce. La mano derecha de Hawtin se sacó de la manga una de las sesiones más interesantes del festival: minimal techno, ritmos secos, oscurantismo melódico y guiños a su proyecto Louderbach que los pocos que acudimos a su sesión disfrutamos de un modo especial. Israel Márquez
James Blake ST. PANCRAS OLD CHURCH (LONDRES), 10/02/11
La cita es en St. Pancras Old Church, uno de los templos cristianos más antiguos de Inglaterra. Lejos del ajetreo y las prisas viajeras de la vecina estación internacional de ferrocarril de mismo nombre, alrededor de cien personas, botella de cerveza en mano, aguardan expectantes el primero de los tres conciertos de James Blake, uno de los debuts en largo más celebrados de la temporada. “Unluck” sirve para presentar a un tímido James Blake que coge posición detrás de un piano que no abandonará ni un momento durante los 45 minutos de su actuación. Tiempo suficiente para sumergirse en el universo creativo de este compositor del siglo XXI, capaz de construir canciones sobre las capas de su voz pregrabada en directo con muchísima naturalidad. Ocurre en “I learn to share”, corte progresivo que apabulla en su crescendo decibélico y te deja con la sensación de que un camión te ha pasado por encima. También noquean las poderosas líneas de bajo herederas del dubstep en “Limit to your love” y “The wilhelm scream”. Pero lo mismo que te pega una bofeta y te tumba con la carga digital de samplers, loops y demás añadidos electrónicos que incorpora su banda, Blake atrapa cuando desnuda su voz al compás de un piano y regresa al siglo XX con una preciosa versión del “A case of you” de Joni Mitchell, remate final de una actuación sobrecogedora. Markus Steen
Nouvelle Vague
PALAU DE LA MÚSICA (BCN), 19/01/11
La banda francesa ha vuelto a dar una segunda vida a canciones clave de la música francesa y anglosajona, insuflándoles un alma new wave con un toque de bossanova. Este año, Liset Alea y Mareva Galanter, exreina de belleza en Francia, son las protagonistas del escenario. Sin duda, Liset Alea, cantante camaleónica donde las haya, fue la revelación de la banda frente a una Mareva Galanter insípida. Liset, sin embargo, es uno de esos diamantes en bruto, de voz grave, vibrante y profunda. Declaró su amor por Barcelona varias veces y lo dio todo. Rockera, soulwoman, maliciosa, dio vueltas de 360 grados con su voz. Con “Human fly” nos transportó a un universo rock-soul y sublimó la magnífica “Mala vida” de Mano Negra, acercándose más a un espíritu flamenco. Para terminar con el mejor sabor de boca, “In a manner of speaking” iniciaba una última conversación en privado con el Palau, con un público rendido a sus pies. Estamos ante una futura ‘dama’ de la música. A seguir de cerca. Foto / Texto Sonia Zaghbani
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maschine!, maschine!, maschine!
Videojuegos para la primavera Textos
Xan Pita
“F.E.A.R 3” Hay dos juegos que nos lo harán pasar especialmente mal. Uno ya lo está haciendo (ese “Dead Space” del que hablaremos más adelante). El otro está por llegar. Es este “F.E.A.R 3”. Una franquicia que está siendo injustamente ignorada. La primera parte llegó demasiado pronto y jugarla ahora es como probar un “Metal Gear Solid” de la PS1 cuando tienes los de la PS2 o la PS3. Y la segunda… pues bueno, uno de esos juegos que se ignoraron no sé muy bien por qué. Quizás por ello, los diseñadores han decidido que “F.E.A.R 3” será el juego requetedefinitivo: acción y miedo al por mayor. Los trailers que andan por la red ya nos los ponen de corbata. Plataformas: PC, X360, PS3. Género: Acción. Distribuye: Warner Bros. Desarrolla: Day 1 Studios Lanzamiento: 22/03/11
“Killzone 3” Eso de que a la tercera va la vencida se cumple a la perfección con el tercer capítulo de “Killzone”. Porque seamos justos, las anteriores entregas eran un quiero y no puedo. Se entiende que Sony haya puesto toda la carne en el asador con esta nueva entrega. No en vano lo que buscan es un juegazo de acción que pueda mirar directamente a los ojos de esas maravillas exclusivas para XBox como son las franquicias “HALO” y “Gears of War”. Y la verdad es que lo han hecho bien. Lo hemos probado y por fin “Killzone” consigue lo que buscaba, acción futurista pasada de épica. Ni se te ocurra dejarlo pasar. Plataformas: PC, X360, PS3 Género: Acción Distribuye: Sony Desarrolla: Guerrilla Games Lanzamiento: Febrero de 2011
“Dead space 2”
“Crysis 2”
Bueno, va, una confesión, soy fan fatal de la saga. La primera parte fue de esas cosas que llegaron por sorpresa, sin mucha fanfarria publicitaria. Pero el resultado fue maravilloso, ventas mayúsculas y merecido éxito de crítica. ¿Sabes lo mejor? Que esta segunda parte es incluso mejor. De acuerdo, le dan más importancia a la acción que a la aventura, pero lo cierto es que la saga ha evolucionado hacia donde debía, un entorno de juego mucho más amplio, exploración, misiones mucho menos repetitivas. Y el trabajo que se ha hecho con los enemigos es digno de elogio, miedo que dan. Infinitamente más espectacular que la anterior entrega. Y narrativamente más efectivo. Que ya es decir.
Amigos, dura noticia: no es que el PC esté muerto, es que ya no puede presumir. Y esto lo dice un ‘pecero’ irredento. Pero la verdad es que las consolas se lo trabajan de maravilla con el género que antes era terreno exclusivo de compatibles, los FPS. Y que este “Crysis” llegue en igualdad de condiciones para PS3 y Xbox indica que las cosas están cambiando. Aquí nos prometen el oro y el moro, chavales. Gráficos como nunca has visto, etcétera. La verdad es que mucho me temo que tendremos que darles la razón. Y, eh, el guión es de Richard Morgan, uno de nuestros escritores fetiches (¡corre y hazte con un ejemplar de “Carbono alterado” o de “Leyes de mercado”!). ¿Juegazo en lontananza? Muy probable.
Plataformas: PC, X360, PS3 Género: Acción Distribuye: EA Desarrolla: Visceral Games Lanzamiento: 27/01/11
Plataformas: PC, X360, PS3 Género: Acción Distribuye: EA Desarrolla: CryTek Lanzamiento: 25/03/11
“Homefront”
Parece que RockStar Games está quitándose de encima la maldición “G.T.A.”. Y es que, hasta ahora, los únicos juegos buenos que desarrollaban desde este estudio pertenecían a la franquicia “Grand Theft Auto” (¡ese ping-pong!). Con “Read Dead Redemption” han demostrado que pueden llegar más allá. El caso es que “L.A. Noire” pinta de fábula. ¿Quién se puede resistir a una aventura de acción policíaca que toma como referente el Los Ángeles de los años 40, las novelas de Chandler, Hammet y Ellroy y películas como “Chinatown”. Y dicen que tendrá una de las mejores expresiones faciales de la historia. Veremos. O mejor, juguemos.
A ver, es verdad que éste entra aquí más bien por rebote. No es uno de esos juegos que esté a la altura de los que ya hemos mencionado… pero el respetable manda. Y es que “Homefront” es uno de los juegos que más está llamando la atención entre los aficionados. Pero lo cierto es que ofrece un FPS de siempre. O no. La verdad es que los diseñadores prometen que los escenarios y el conflicto de “Homefront” serán mucho más humanos. Algo que suena a contradicción, pero en realidad lo que quieren decir es que tirará más de realismo que de fantasía. La intención de los diseñadores, convertir su juego en el nuevo “Call of duty”. Ummm.
Plataformas: X360, PS3 Género: Acción Distribuye: RockStar Games Desarrolla: Team Bondi Lanzamiento: 15/04/11
Plataformas: PC, X360, PS3 Género: Acción Distribuye: THQ Desarrolla: Kaos Studios Lanzamiento: 11/03/11
“Deux Ex: Human Revolution”
“Bulletstorm”
Seamos sinceros, “Deux Ex: Human Revolution” se merece un sitio aquí porque este redactor, primero, es lector acérrimo de ciencia ficción; segundo, porque la primera parte, la de Warren Spector, es uno de los mejores videojuegos de la historia; tercero, porque los trailer molan. Mucho. Por lo demás, lo cierto es que esta nueva entrega de la franquicia tiene tantas posibilidades de ser una maravilla como de convertirse en la mayor decepción del primer trimestre del año. Pero quedémonos con lo positivo, esto es acción en un ambiente que nos vuelve locos. Cyberpunk al por mayor. Implantes, sigilo y situaciones imposibles. ¿Cómo resistirse?
A la hora de escribir este artículo, “Bulletstorm” está a punto de salir a la calle. Por desgracia, nosotros no lo hemos podido probar todavía. Y es una pena, porque de todos los lanzamientos preparados para este primer trimestre, este es uno de los que más nos llama la atención. No podía ser menos, es el bautizo de los padres de “Gears of War”, Epic, en el género que tan de moda está ahora mismo, el FPS. Y, además, es un juego de acción que premia las muertes a lo bestia. Vamos, que cuanto más creatividad tengas a la hora de terminar con los enemigos, más puntos de experiencias sumas. Carisma y brutalidad al por mayor. Creemos en él, aunque a lo mejor nos equivoquemos.
Plataformas: PC, X360, PS3 Género: Acción y rol Distribuye: Koch Media España Desarrolla: Eidos Montreal Lanzamiento: 15/04/11
Plataformas: PC X360 PS3 Género: Acción Distribuye: EA Desarrolla: People Can Fly Lanzamiento: 22/02/11
maschine!, maschine!, maschine!
“L.A. Noire”
MODAGADGETS Marula Café Arte en vinilo
GADGETS
El Marula Café, con locales en Madrid y Barcelona, nació con la idea de ser un club nocturno donde poder disfrutar de la mejor música negra. Una fotografía puede llevar una sintonía incrustada, del mismo modo que la gastronomía y sus creaciones son pura melodía muchas veces. Es por ello que Marula lanza una edición de coleccionista de vinilos con una selección de la mejor música que suena en su club, en colaboración con Lovemonk. Cada vinilo cuenta con un fantástico diseño original en la portada y una receta de cocina en la contraportada. www.marulacafe.com
TEXTO ANA TOMÁS
Feiyue Shapes
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LRG Spring in the city
Vuelven los Roxy Snowcamps Próxima cita en marzo Las aficionadas y amantes del snowboard están de enhorabuena porque la segunda edición del Roxy Snowcamps ya está aquí. El 12 y 13 de marzo, en la estación de esquí La Molina, podrás compartir la ilusión y pasión por hacer snowboard mientras te diviertes como loca. Roxy ofrece una experiencia única y la oportunidad en exclusiva de recibir masterclases de la mano de las riders del equipo Roxy, Suray Fernández y Cris Monclús, que serán las perfectas embajadoras para ayudarte a mejorar y perfeccionar tu técnica, asesorarte y compartir sus experiencias contigo. Además, podrás testar de forma gratuita las nuevas tablas de última tecnología de Roxy Banana con la ayuda del team de Happy Riding, que te asesorarán de forma personalizada sobre el material y postura ideal según tu complexión y nivel de snowboard. Como broche final, bajada nocturna y la posibilidad de ganar, entre otros regalos, ¡unas estupendas tablas! Toda la info aquí: www.roxyloveriding.com.
LRG presenta su colección Spring/Summer 2011, en la que ha plasmado distintas líneas temáticas. La línea más estival de la colección, Stranger Than Fiction, ideal para la temporada playera, se presenta con prendas de tejidos con brillo y gráficos surfistas ochenteros. Los boardshorts ganan protagonismo con modelos vibrantes y colores rastafari, de espíritu libre y desenfadado. La sesión fotográfica tuvo lugar en las Islas San Juan, en la costa de Washington, protagonizada por su reciente incorporación al skate team, Billy, y por Mardy Gilvard, el ‘wide receiver’ de los St. Louis Rams, el productor de hip hop 9th Wonder, Aloe Blacc y el rapero Daytona.
Feiyue viaja por el mundo observando las diferentes tribus urbanas y compartiendo los descubrimientos mediante sus campañas. ‘Shapes’ es el tercer capítulo de este pirotécnico tour. Combinando las surrealistas creaciones de Le Creative Sweatshop y el objetivo de la fotógrafa Estelle Rancurel, Feiyue nos transporta a un universo caracterizado por la simplicidad, el blanco y la estructura. El dúo Le Creative SweatShop es el autor de la escenografía de la campaña, un set blanco formado por diversos módulos triangulares entre los que los modelos aparecen jugando con movimientos extremos y etéreos. Feiyue realizó un casting abierto para descubrir nuevas caras y looks, advirtiendo previamente a los participantes que asistieran a la sesión vestidos según su propio estilo. La estilista Delphine Brossard fue la encargada de encontrar las Feiyue perfectas para completar los outfits de cada modelo.
Lee Denim’n’dress
Hilfiger Denim Kids of America
El denim jamás se batirá en retirada. Es lo que tienen los indiscutibles, los inolvidables, los que son clave para cualquier estilo que se precie. Esta próxima primavera, el double y triple denim (superposición de prendas vaqueras) seguirá siendo uno de los total looks, a los que se suma el combinar la clásica camisa vaquera con un vestido drapeado o de flores. Lee apuesta fuerte por esta tendencia, con camisas vaqueras ligeramente entalladas que la firma norteamericana propone combinar con vestiditos sexy, botines y un cinturón que remarque la cintura. En color índigo clarito, muy luminoso, será tu aliado también para combinaciones con shorts, faldas cortas o con unos jeggins en color gris. Y lo bueno de Lee es que esa camisa no hará otra cosa que mejorar con los lavados, formando parte de tu historia y de tu armario de ahora en adelante. Lo dicho, una prenda indiscutible.
Fotografiada por Josh Olins, la campaña de Tommy Hilfiger para esta temporada reúne a las nuevas y brillantes estrellas de la escena musical subrayando el estilo original, ecléctico e individualista de Hilfiger Denim. Los multitalentosos y multidimensionales Kids of America –el dúo neoyorkino de DJ’s Holy Ghost; el productor, remezclador y compositor Tommie Sunshine; la fotógrafa y colaboradora de Justin Timberlake, Faith-Ann Young; la cantante y compositora Lissy Trullie; el icono underground y promotor Tom Dunkley; el street-smart DJ, productor, remezclador y propietario del sello discográfico A-Trak; y la sensación pop Sky Ferreira– han sido fotografiados entre las paredes cubiertas de graffitis del renovado NYC bar, Don Hills. La colección Hilfiger Denim SS11 regresa así a las raíces del icónico estilo ‘preppy’ y encuentra su inspiración en un clásico del cine de mitad de los 80, “The Breakfast Club”.
Kimmidolls Muñecas de diseño ¿Todavía no conoces Kimmidolls? Estas muñecas de diseño oriental para una decoración de lo más chic y elegante son también una forma de regalar y compartir los mejores valores y deseos de la vida. Cada una de estas figuras posee un significado individual con el que te sentirás identificado: buena suerte, amor, éxito, felicidad, etc. Figuras inspiradas en la muñeca tradicional japonesa Kokeshi, del siglo XVI, que los campesinos tallaban a mano para después regalarla como símbolo de amor y amistad. La nueva colección Kimmidolls 2011 llega con diseños más elegantes, con colores diferentes y pequeños adornos florales y elementos de la cultura oriental en sus vestidos que darán vida a tu hogar. Todas las muñecas, nueva colección y más información en www. kimmidolls.es.
Coloud Star Wars Que la fuerza te acompañe “La Guerra de las Galaxias” vivió su estreno estelar en Norteamérica el 25 de mayo de 1977. Gracias a la mente del guionista, director y productor George Lucas, la fantasía épica-espacial entró en nuestras vidas introduciendo en el vocabulario popular la Fuerza Mística, así como caracteres icónicos. Darth Vader, Luke Skywalker, la princesa Leia, Han Solo y Obi-Wan Kenobi recuperaron, cinematográficamente hablando, la mitología del viaje del héroe, los antagonismos del bien y el mal, la idea del salvador y del anticristo. Todo ello con muchos efectos especiales que ahora llegan en forma de audio. COLOUD firma sus auriculares con los iconos de la saga y presenta una nueva forma de escuchar música. Cascos de tamaño perfecto y de talla única con una adaptabilidad total, uso de materiales naturales en las zonas de contacto con la piel, drivers hechos a mano, estudiados para ser compatibles con todo tipo de reproductores y, además, con la garantía de calidad de la marca. Tecnología de última generación que conseguirá que la fuerza te acompañe...
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TEXTO ANA TOMÁS
REEBOK EASYTONE
MODA
REEBOKEASYTONE
...tonifica tu cuerpo mientras andas Desde bien pequeños hemos llevado zapatillas de deporte para callejear. Parte del look, al igual que las chaquetas deportivas, se han convertido en un calzado fetiche. De estilo vintage, en colores vivos, de espíritu ochentero... Centenares de modelos y diseños han ido pasando por nuestros pies. Desde hace ya algunas décadas las mujeres se han sumado al estilo deportivo, demostrando que seducción y comodidad son un binomio que funciona a la perfección y que muchas veces ir informal es la mejor arma de atracción. Basándose en el mismo concepto de las Masai (MBT: Masai Barefoot Technology), Reebok ha desarrollado la tecnología EasyTone (www.reebok.com) que consiste en una suela que provoca una inestabilidad similar a la que experimentamos al andar descalzos gracias a sus dos cámaras de aire que actúan como dos balones de equilibrio bajo los pies. Esta inestabilidad obliga al cuerpo a un esfuerzo muscular para mantener el equilibrio, activando grupos musculares usualmente descuidados y reforzando todo el sistema, de manera que incrementa la actividad muscular (28% los glúteos, 11% las pantorrillas), aumenta el consumo de calorías y reduce los problemas de espalda y articulaciones causados por malas posturas. Zapatillas líderes en su clase, tonifican nuestros músculos en un porcentaje adicional al que lograrías con unas zapatillas tradicionales con suela de espuma. Debido a la inestabilidad de la suela, no se recomienda hacer actividades que requieran un movimiento lateral inesperado, como el tenis o el balon-
cesto. Para el resto, y especialmente para vivir intensamente tu día a día, las EasyTone son el calzado ideal. Con el slogan “lleva el gimnasio contigo”, las Reebok EasyTone son espléndidas para aquellas mujeres a las que el frenesí diario no les permite ir al gimnasio. Así, yendo de un lado para otro, en la más pura rutina y gracias a la tecnología incorporada a estas zapatillas, los músculos de las piernas y los glúteos realizan un mayor esfuerzo al caminar sin que nosotras lo notemos, fortaleciéndonos maravillosamente. Las zapatillas EasyTone han sido diseñadas pensando siempre en la moda y las tendencias más actuales, para que puedas llevarlas en todas tus actividades diarias: a la oficina, de compras, paseando con las amigas... Su diseño elegante, sobrio y cosmopolita permite combinarlas con vaqueros, shorts e incluso con vestidos y faldas, ahora con medias y, cuando por fin llegue el buen tiempo, mostrando las piernas y los muslos. Están fabricadas en materiales sintéticos y malla transpirable, por lo que tampoco tendremos que preocuparnos por que nuestros pies se calienten en exceso y no respiren bien. Disponibles en negro total o en combinaciones de colores como azul y negro, blanco y verde oliva o blanco y fucsia, estas zapas hacen que llevemos el gimnasio siempre a cuestas, deslumbrando al mismo tiempo con nuestro look street. www.reebok.com
...la chispa del diseño conceptual Pocos creemos en el sueño americano. Bobadas, crisis económicas y presiones familiares hacen que muchas veces debamos renunciar a nuestros objetivos, a ese talento que creemos que tenemos pendiente de explotar y dedicarnos a currar y soñar despiertos. Sin embargo, hay quien se arriesga, quien prefiere la vie bohème (la auténtica, no la de los fils a papa) y disfrutar del día a día creando por cuatro duros. Hay quién apuesta fuerte y lucha por convertir su sueño en su ‘modus vivendi’. Anna Martí, alma de Mitemite, es un ejemplo de ello. Diseñadora de interiores, graduada en diseño industrial en la londinense Saint Martins, su carrera despegó en el mundo de la publicidad como directora de arte. Harta de centrarse en una sola disciplina (diseño gráfico o industrial o de interiores) decidió darle un vuelco a su carrera y a su vida. Con apenas 2.000 euros en el bolsillo decidió realizar un proyecto que ya venía madurando tiempo atrás. Bolsos que parecían periódicos. Una idea divertida, irónica, distinta. Con sus propias manos realizó su primer prototipo y tras algunas vicisitudes logró que su adorada apuesta fuese colocada en el escaparate de una tienda en el Eixample barcelonés. Mitemite hacía su primer guiño. Mira, mira, no es sólo papel. El producto más popular de la firma es precisamente esa primera creación: Bag Against Crime, un bolso que desaparece bajo la forma de un periódico, huyendo de miradas furtivas. Para ti es un tesoro, para los ladrones, ¡es sólo un periódico bajo el brazo! Este bolso cuenta ahora con dos medidas: grande y pequeña, y también existe una funda de Macbook Pro, unisex, con los mismos motivos. Lo que empezó con un bolso cosido a mano en una tienda de Barcelona es ahora una firma que produce industrialmente productos que se ven-
den en tiendas de Europa, Asia y América, llegando mucho más allá a través de la red. Los clientes de Mitemite no compran por comprar. Buscan la diferenciación y la originalidad, que huye de las producciones masivas. Por eso, muchos fans de la marca son extranjeros (Rusia, Dubai, Hong Kong, Australia, USA...). Hoy gracias a Internet tenemos propuestas pequeñas y singulares, de cualquier punto del mundo, a nuestro alcance. El diseño actual va más allá de la belleza. Su función es hacer la vida más fácil, aportar esas ideas que aseguren un confort total, en la casa y en el espacio público. Otro producto estrella de Mitemite son los Lazy Sunday Pants: unos pantalones de algodón con mantel incluido y bolsillo para el mando a distancia. Sólo tienes que prepararte un bocata y sentarte frente al televisor para un domingo de relax perruno. Hacer la vida más fácil y más divertida, ese es el leitmotiv de la firma, que también apuesta por romper con los tabúes. Por ejemplo, ¿quién dijo que con la comida no se juega? Chips&Chips es otra obra de Mitemite que nos propone hacer tres en raya en familia o con los amigos con la comida como fichas. El 2011 viene cargado de sorpresas, nos dicen Anna Martí y su compañera Anni Reynolds. Y es que Mitemite es, según lo que ellas repiten a modo de mantra, “para aquellos que sueñan a lo grande”. En el laboratorio las ideas no terminan nunca y nunca dejaran de crecer. http://www.mitemite.es
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MITEMITE
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TEXTO ANA TOMÁS
MITEMITE
MODA MODA
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TEXTO ANA TOMÁS
THE BRANDERY: REVOLUCIÓN TEXTIL
REVOLUCIÓN TEXTIL
Mitra Khayyam siempre quiso ser artista. Sin embargo, nunca tuvo realmente el talento artístico necesario. Consciente de ello, y sin querer renunciar del todo a su sueño, decidió hacer carrera en la industria de la moda. Para Mitra debía existir una línea, por curvilínea que fuese, que hiciera del binomio negocio y creatividad un equilibrio perfecto. Después de varios años trabajando en distintas compañías, de altibajos de todo tipo (se rumorea que un famoso fotógrafo vaticinó, erróneamente, que “ella nunca volvería a trabajar en la Gran Manzana”) y de muchas recompensas satisfactorias (fue nombrada como una de las “Seventeen Most Industrious” en NYC por la revista V), en 2004 Mitra decidió lanzar la compañía Blood is the New Black, basándose en la tesis que había escrito años antes. Su voluntad era usar su compañía para ayudar a artistas de talento a llegar a audiencias más amplias y permitir que las obras de esos artistas y fotógrafos pudieran formar parte del día a día de la gente en una forma “llevable”. Blood is the New Black, que opera desde la soleada Los Angeles en California, ha encontrado en la camiseta, la clásica T-shirt, el vehículo ideal para que los artistas puedan expresar su arte en total libertad. El fondo liso de la camiseta se convierte en un lienzo sobre el que bailan, se incrustan, se pelean y se abrazan decenas de motivos artísticos de muy distinto calibre. Amor y muerte, sexo y dinero, estatus social, reivindicaciones políticas, naturaleza, incluso Dios en mil y una personificaciones distintas. Cualquiera que lleve puesta una camiseta Blood is the New Black se convierte en un canvas andante, y, seguramente, tendrá una buena conversación. Quién elige una camiseta así por fuerza ha de tener ideales. Temáticas distintas exploradas por una lista impresionante de artistas procedentes de campos como la ilustración, la pintura, el grafitti, la fotografía, el diseño y la serigrafía. Entre los miles de motivos entre los que puedes escoger en su tienda online (www.bloodisthenewblack.com) destaca la camiseta “Striped Socks” de Keaton Henson, en la que el artis-
ta ha dibujado dos piernas con calcetines altos a rayas rojas y blancas y unas zapatillas de caña alta tipo Converse. El dibujo, en tonos vivos y trazos de influencia sesentera, tiene múltiples detalles que capturan al espectador, como si de un cuadro se tratase. Una de las piernas lleva una diminuta tirita y las rayas tienen reminiscencias de dibujos animados como Pippi Calzaslargas, el huidizo Wally (¿dónde está?) y otros héroes de nuestra infancia. Otras camisetas con mucho carácter son las de Ty Mattson. Su última creación para la marca es una T-shirt blanca sobre la que se erige, en un marco azul cielo, una prominente guitarra Nashville en azul Klein. Las ventas de esta camiseta titulada “We are Nashville” se destinarán a ayudar a las víctimas de las inundaciones en Estados Unidos la pasada primavera. Otros artistas de este sobrecogedor catálogo son Keren Richter, Mel Kadel, Porous Walker, Andrea Shear, Dylan Haley y Jeff P. Este último aprendió las técnicas del tatuaje profesional en NY y en Oregon y sus colaboraciones con Blood is the New Black dan muestra de ello. Serpientes, rosas rojas y mujeres desnudas perfectamente delineadas abundan en las camisetas diseñadas por Jeff P. La web de Blood is the New Black no tiene desperdicio. Además de una tienda online, un riguroso apartado de noticias y todo un manifiesto de intenciones por Mitra Khayyam, la web cuenta con el apartado “Featured Artist”, a través del que podemos conocer con más detalle la formación y las inquietudes de los artistas que colaboran con la marca. Por si no fuese todavía suficiente, la página de Blood is the New Black incluye asimismo un blog que, a modo de ventana al mundo, nos permite entrar en contacto con artistas y colectivos emergentes y saber qué se cuece en los distintos rincones del planeta. Surfea por www.bloodisthenewblack.com y déjate empapar por el arte más vanguardista.
MODA
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TEXTO ANA TOMÁS
EASTPAK ARTIST STUDIO
MODA
EASTPAKARTISTSTUDIO
...arte para una buena causa social Mochilas metalizadas, de punto y mochilas grafitti. Mochilas con labios, orejas y ojos. Mochilas tapizadas y mochilas joya. Mochilas con delfines y mochilas lienzo. No, no se trata de un sueño, sino de las creaciones del proyecto Biciboi que ha llevado a cabo la firma Eastpak en colaboración con artistas de la talla de la diseñadora de joyas Almudena Gil (Circo Jewellery); el periodista, presentador y productor Andreu Buenafuente; la cantante, modelo y empresaria Bimba Bosé; el diseñador industrial Diego Ramos; el músico The New Raemon; el presentador de la MTV Johann Wald; el artista visual Freddy Cordón y la diseñadora y actriz Miranda Makaroff, entre otros. Las creaciones de todos ellos han sido realizadas a partir de la original mochila Padded Pak R para el Eastpak Artist Studio, en la tienda Radikal Designs de Barcelona (C/Sant Pere Mes Alt No. 6). Allí tuvo lugar la inauguración de la exposición, en un acto en el que los distintos diseñadores participantes pudieron conocer personalmente a los chicos del proyecto Biciboi, integrado por chavales de entre 16 y 21 años que aprenden el oficio de mecánico de bicicletas reciclando aquellas que están en desuso para entregarlas a entidades o países en las que son un medio de locomoción de primera necesidad. La iniciativa Eastpak Artist Studio tiene su origen en la práctica habitual de los usuarios de Eastpak de customizar sus propias mochilas con dibujos, pegatinas, etc, reflejando la personalidad de sus dueños como si fuesen una extensión de sus propios cuerpos. Eastpak siempre se ha caracterizado por apoyar ciertas iniciativas musicales, deportivas y culturales, y en el momento en el que se le presentó la oportunidad de incentivar una actividad de corte social en el marco del proyecto europeo/asiático Eastpak Artist Studio, la iniciativa Biciboi parecía la perfecta. Por ello no resultó muy difícil convencer a un grupo de diseñadores gráficos, industriales, de moda, músicos y artistas para que imprimiesen su impronta creativa sobre una clásica mochila blanca de Eastpak, dando lugar a piezas únicas que serán subastadas hasta el próximo 10 de marzo en favor del proyecto Biciboi. www.eastpak.com/artiststudio
MODA
SNEAKERMANÍA GEOX X RED BULL RESPIRANDO F1 Geox, líder mundial en el sector de calzado casual con el lema “el zapato que respira” y más de 50 patentes, tiene claro que para destacar es necesaria una constante inversión en investigación y tecnología. De esta apuesta nace una nueva colección creada en exclusiva para el equipo MODA SNEAKERMANIA
de carreras de F1 Red Bull. Estos zapatos de alta tecnología combinan confort, tecnología y bienestar. Las líneas casual (Pit Lane y Snake) proporcionan la comodidad de los zapatos Geox con su suela de goma perforada y con una membrana impermeable y transpirable. La línea Hibra destaca por su diseño vanguardista, pensado para los pilotos de carreras del equipo Red Bull. En este caso la suela está diseñada con la tecnología Net System de Geox. La misma tecnología la encontramos en las líneas
VANS X SANTIGOLD
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CONVERSE X DC COMICS
TEXTO ANNA TOMÁS
deportivas Geox Red Bull Racing Alcore e Impulse.
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ENTRE EL BIEN Y EL MAL
GLAM ROCK
Para esta Primavera-Verano 2011, la Chuck Taylor All Star se suma a la
Santi White, más conocida como Santigold, salió de Brooklyn
batalla entre el bien y el mal. Celebrando su 75º Aniversario, la mítica
y conquistó el mundo de la música con sus eclécticos sonidos
editorial DC Comics ha querido plasmar a los héroes y villanos más famo-
amadrinada por artistas como M.I.A. y Diplo. Ahora su original
sos del mundo en la loneta de la Converse All Star. Una versión moderna
estilo se une a VANS en una colaboración única: la nueva Tosha Hi
de la lucha para salvar el planeta en la que, recordemos, el malísimo
VANS x Santigold, fabricada en piel perforada con detalles dorados
Jocker está dispuesto a mostrar su mejor sonrisa contra Batman. Super-
incorporados, como finas cadenas y un pin que lleva grabada la
man, Robin, Catwoman, Wonder Woman y otros inolvidables personajes
sigla “SG” diseñado por el joyero Jules Jim de Bijules. Las Tosha Hi
completan esta propuesta que te invita a mostrar tu verdadera alma...
VANS x Santigold ya están en tiendas esta primavera y vienen en una
héroe o villano, todos a tus pies. Disponible en versiones de adulto y
edición ultra limitada.
niño, esta colección presenta siluetas serigrafiadas y pequeños detalles
¡No esperes y consíguelas antes de que desparezcan!
bordados. Para todos los seguidores de la legendaria editorial de cómics.
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625 líneas Channel 4 / cine Debra Granik
625 líneas
Channel 4
THIS IS ENGLAND
Texto
Óscar Broc
Inglaterra flota, cual basura playera, en un mar de acné, superhéroes, películas de acción, cerveza, videojuegos ultraviolentos, padres alcohólicos, treintañeros perdedores y onanistas compulsivos. En Channel 4 lo tienen más claro que en ningún otro canal británico, por eso, más allá de la archiconocida “Skins”, las mejores series de la cadena comparten la visión apocalíptica de los Sex Pistols: no hay futuro, por supuesto, pero ya que todo se va a la mierda y el porvenir de muchos es el cajero de un McDonalds o el almacén de Forbidden Planet, demonios, vamos a hacer de este viaje al fracaso algo divertido, ¿no?
“THE INBETWEENERS” (2008)
Tengo una debilidad incontrolable por este grupo de pajilleros. Creo que ésta es la producción británica que me hace reír con más histeria actualmente. La fórmula es muy simple, recoges los ecos de películas como “Supersalidos” o “American Pie” y fabricas un producto muy similar, pero con la bilis punk, la mala baba y el sadismo de las sitcoms inglesas. Protagonizada por cuatro perdedores en la edad del pavo, “The Inbeteweeners” es una comedia de tintes juveniles en la que los chavales hablan, beben, incordian y se pajean igual que en la realidad. Todo funciona cual maldito reloj en este delirio teenager. Las conversaciones son de lagrimón. Las cogorzas, antológicas —hay una vomitada sobre un niño de 5 años anonadante—. Los actores, magníficos —imprescindible ser fan del Liam Gallagher de bolsillo—. Y los guiones no se plantean límite alguno en términos de lenguaje ofensivo y referencias sexuales grotescas. Soñar con una serie de estas características en España es como escuchar una rueda de prensa de Mourinho, una gran pérdida de tiempo.
“SHAMELESS” (2004)
Nada mejor que una familia rota del Manchester obrero para que dejes de fantasear con masacrar a tus parientes el día de Nochebuena. Al lado de esta chusma, “Los Osbourne” parece un remake edulcorado de “Cosas de casa”. Un padre alcohólico debe hacerse cargo de sus numerosos hijos en uno de los suburbios mancunianos más duros, e intenta sacar adelante, por así decirlo, a una prole defectuosa sobre la que no se vislumbra destello alguno de esperanza. Grandes actores, guiones que desafían en todo momento los márgenes de la moral, comedia negra, crítica social y apuntes dramáticos… “Shameless” sabe explorar la inmundicia proletaria sin milongas: va al grano y lo revienta de un puñetazo dejando un rastro de sangre y gangrena. Ken Loach is a fuckin’ pussy.
“PEEP SHOW” (2003)
¿Treinta años y no sabes de dónde vienes y adónde coño vas? ¿No has hecho nada de provecho en tu vida y no tienes intención alguna de cambiar tan penosa dinámica? Tu serie es “Peep Show”, una radiografía desternillante del fracaso post-universitario. Los magníficos actores David Mitchell y Robert Webb dan vida a un par de cretinos que comparten piso y afrontan la existencia desde posiciones anímicas y profesionales muy distintas. Uno tiene un trabajo administrativo y el porvenir más o menos asegurado, pero está sumido en una depresión crónica y padece serios problemas para establecer contacto con otros humanos. El otro es un músico espantoso que curiosamente muestra una actitud optimista y despreocupada ante sus nulas perspectivas de futuro. Sui generis, riesgosa y freak, “Peep Show” hace que el apelativo “de culto” alcance una nueva dimensión. Nadie como estos ingleses para hacer de la vergüenza ajena un arte.
“MISFITS” (2009)
Con el recuerdo de “No heroics” todavía fresco en las entendederas, volvemos a enfrentarnos a un producto que combina la apatía social con el mundo de los superhéroes, aunque esta vez, los protagonistas son jovenzuelos que sólo piensan en fumar petardos, fornicar al tuntún y salir de fiesta. Mientras cumplen servicios sociales por problemas con la justicia, los quinquis en cuestión reciben unos misteriosos poderes. La guarrilla del grupo pone cachondos a los hombres con sólo tocarlos; la poligonera working class lee el pensamiento; el autista se vuelve invisible y el negrito cool puede retroceder en el tiempo. La serie se alimenta de referencias abiertas a las drogas, escenas de sexo teen subiditas de tono, palabrotas a mansalva y giros de guión de componente fantástico muy bien ejecutados. Si las ficciones juveniles españolas se acercaran, aunque fuera de soslayo, a productos como este, los guionistas de “El internado” estarían trabajando en Galerías del Tresillo.
“SPACED” (1999-2001)
Antes de convertirse en una de las parejas cómicas más celebradas del show business británico gracias a las desquiciadas parodias cinematográficas “Shaun of the dead” y “Hot fuzz”, Simon Pegg y Nick Frost honraron a los nerds de todo el mundo con una de las series sobre perdedores inmaduros más ricas, creativas y bien escritas que se han emitido en la televisión británica. Tres fracasados intentan sobrevivir a la treintena sin demasiado éxito. Su mundo sigue anclado en los cómics de superhéroes, los blockbusters de acción, la literatura barata y los videojuegos más sangrientos. Moderna, sembrada de guiños a la cultura pop de los últimos 30 años y aliñada con diálogos brillantes, “Spaced” captura en dos imprescindibles temporadas la miopía infantilista de una generación que se perdió en el camino hacia la edad adulta. Recordad, antes de “The Big Bang theory” y “The IT crowd”, ellos estuvieron ahí.
La corta filmografía de Debra Granik está formada por dos huesos duros de roer. Si “Down to the bone” narraba las adicciones de una madre trabajadora en un contexto rural, “Winter’s bone” repite heroína femenina y localización del drama, una comunidad diezmada por las drogas de los bosques de Missouri. La ganadora de Sundance 2010 esconde, sin embargo, un as en la manga, bajo los curtidos rostros de la ‘basura blanca’ que puebla el filme, late un palpitante corazón noir. Texto
María Adell
Debra Granik CAPERUCITA Y LOS LOBOS A
lgo huele a podrido en los Ozarks, una región montañosa del sur de Missouri conocida también con el descriptivo nombre de Methland. El país de la metanfetamina es un territorio desolado en el que cualquier niño sabe manejar un rifle, las ardillas forman parte de la dieta y en una de cada dos cabañas se oculta un laboratorio clandestino de drogas. En este submundo se mueve la protagonista de “Winter’s bone”, Ree Dolly, una adolescente decidida a encontrar a su padre desaparecido a pesar de la hostilidad de su propia familia. “Trabajo a partir de la observación. Para preparar la película documenté las rutinas diarias de varias familias de los Ozarks porque, para mí, es muy importante cómo el entorno influye en la historia”, afirma Granik. A primera vista, el tono documental y la aplicación de estrategias neorrealistas (rodar en localizaciones auténticas, utilizar como actores a los habitantes de la zona) posicionarían al film dentro de la corriente humanista-realista de cierto cine indie avalado por Sundance. Sin embargo, lo que distingue a “Winter’s bone” de, por ejemplo, “Frozen
river”, es su hábil combinación de ritmos narrativos y códigos genéricos. El filme de Granik es, a la vez, un certero análisis antropológico de una comunidad devastada por las drogas, un tenso noir rural y un cuento iniciático de siniestra alma gótica. Como si “The wire” colisionara con “Alicia en el País de las Maravillas”. “En un principio el guión se centraba en el viaje de Ree como odisea personal y en los detalles de su vida cotidiana. Poco a poco, el elemento de suspense fue aumentando, y tuvimos que dejar fuera del montaje final esas partes de la historia para centrarnos en la resolución del misterio”. Un viraje a negro en el que ha tenido mucho que ver Daniel Woodrell, autor del libro en el que se basa la película y reconocido escritor de novela criminal. En su indagación detectivesca, de resonancias míticas (Antígona en el corazón de los Ozarks), Ree se enfrentará a su familia, un clan criminal regido por un estricto código de silencio. En “Winter’s bone”, como en otros neo-noirs contemporáneos (la obra de James Gray, la reciente “Animal Kingdom”) los trapos ensangrentados se
lavan en casa. “La película está construida sobre una serie de dualidades. Ree es fuerte pero también vulnerable. Su tío, ‘Lágrima’ (un brutal John Deadwood Hawkes), es peligroso y violento, aunque también protector. Es, evidentemente, una película de género pero también un intento de retratar el Sur de un modo distinto”.�Jennifer Lawrence, nominada al Oscar, dota al personaje de Ree de una fortaleza extraordinaria y de una majestuosidad que parece fuera de lugar entre tanta miseria moral (y real). Atravesando con determinación el bosque o esperando tercamente en el porche de una granja a hablar con el patriarca del clan, Lawrence tiene el porte de una princesa destronada de cuento de hadas. “Hay muchos guiones sobre lo que yo llamo ‘patologías femeninas’: historias de mujeres que deben superar acontecimientos terribles que les han sucedido en el pasado, como abusos, algún tipo de desorden psicológico, etc. Por eso fue refrescante encontrar un personaje femenino con determinación y tenacidad, y que, a la vez, fuera impredecible en sus respuestas”.
Secuestrar al público
de la violencia, intencionadamente clave en “Secuestrados”, da siempre mucho que hablar. Ocurrió, por ejemplo, con “A Serbian Film” en la última edición del Festival de Sitges (donde también se proyectó el film que nos ocupa). “Siempre hay reacciones contrarias hacia este tipo de películas. Me hace gracia que se hable de violencia gratuita… la violencia siempre es gratuita, nunca está justificada. La diferencia es que en ‘Secuestrados’ no la convertimos en espectáculo, cosa que no me parece ni bien ni mal. Aquí la mostramos como es, sin tapujos, aunque tampoco en plan carnavalero”. Buen apunte, que nadie espere un festín de sangre y vísceras, el splatter es otra cosa. También se ha comparado “Secuestrados” con el cine de Michael Haneke, y principalmente con la atmoféricamente terrorífica y fundamental “Funny games” (1997). Vivas rehúye, encantado y halagado, la referencia. Y va a lo suyo: “Más que contar una
historia, nos planteamos la película como una experiencia. Pensábamos en secuestrar al público igual que secuestran a los personajes”. Lo consiguen, y ahí entra el análisis de la película como justificado ejercicio de estilo. Rodada a base de planos secuencia, una docena filmada en orden cronológico, “Secuestrados” supuso todo un desafío para el director: conjugar su ambicioso planteamiento con la implicación absoluta del equipo y, básicamente, de los intérpretes. “Les encantó el reto. Dice Benito Zambrano que a los actores les gusta sufrir, se lo pasan bomba, y disfrutaron mucho de una experiencia que era nueva para ellos. El proyecto les permitía jugar con sus propios miedos, dejarse llevar por estímulos y sensaciones muy límite que les permitían casi experimentar con algo real. Hubo muchísimo trabajo previo de ensayos, todo debía estar coreografiado, era casi como una danza”. Àlex Montoya
“Quería meter al espectador en medio de ese infierno, cogerlo por las entrañas y no desengancharle, y que experimentara lo que están viviendo los personajes”. Las intenciones de Miguel Ángel Vivas (Sevilla, 1974) con su segundo largometraje son parejas a las que manejaban Wes Craven o Tobe Hooper cuando, en medio de la convulsión setentera que volvía loco a un país tan conservador como Estados Unidos, se sacaron de la chistera títulos como “La última casa a la izquierda” (1972) o “La matanza de Texas” (1974). Aquellas eran películas que usaban la sangre, (¿cuanta más mejor?), para elaborar un discurso que sólo algunos pudieron adivinar. “Recuerdo que quisieron prohibir ‘La matanza de Texas’ porque la catalogaban de pornográfica”, explica Vivas. El uso hiperrealista
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cine
Columna
Texto
Daniel López Valle
Albert Fernández
“Valor de ley” DE ETHAN Y JOEL COEN (EE.UU., 2010)
“Misterios de Lisboa” DE RAOUL RUIZ
Nos asaltan las dudas ante el último estreno del realizador chileno, y afamado teórico de cine Raoul Ruiz. Hay quien declara haber huido de la proyección de este melodrama histórico a menos de la mitad de su proyección en el Festival de San Sebastián. Y tal vez no sea para menos, teniendo en cuenta sus cuatro horas de duración, entreacto incluido. Tampoco ayudan la miríada de personajes y la sospecha sobre unas interpretaciones encorsetadas, para este clásico de las letras portuguesas que en su momento ya fuera serie de televisión. Pero las capacidades retóricas y el aliento surrealista de Ruiz nos hacen creer, así que iremos bien al lavabo antes de entrar en la sala.
el cine que viene “Lola”
“Chico y Rita”
DE BRILLANTE MENDOZA
DE FERNANDO TRUEBA Y JAVIER MARISCAL
El acercamiento del director filipino al crimen y el drama, a través de historias propias de su país, dan a su obra un tamiz personal e intransferible. El título de esta película significa “abuela” en tagalo, y precisamente la trama se centra en dos abuelas que deben convivir para atravesar los barrios anegados de Manila, con tal de evitar que vaya a la cárcel el nieto de una de ellas, supuestamente asesino del nieto de la otra. A Carlos Boyero le aburrirá.
Hace algunas semanas se me ocurrió entrar en la exposición sobre Mariscal que acoge la Pedrera, y he de reconocer que, pese a la antipatía generalizada que siempre ha generado el tipo, hay que reconocer que algo de talento hay tras su imperio. Sin duda, su alianza con Fernando Trueba hace aflorar sus mejores cualidades en este fino poema de animación musical, que recrea la Cuba y los EEUU de los años 40 con trazo luminoso e imaginativo, merecedor, claro está, del Goya.
“El mundo según Barney”
“Howl”
DE RICHARD J. LEWIS
DE DANNY BOYLE
Esperemos que a Paul Giamatti le dieran el Globo de Oro por algo más que lucir cabellera en esta adaptación del best seller de Mordecai Richler, porque a simple vista de trailer, parece que la pretendida complejidad emocional de este film consiste más bien en un constante anudar de situaciones a través del tiempo, siguiendo la estela de un Barney Panofsky, antiguo productor televisivo eternamente enamorado de una mujer que conoció el día de su boda. Eso sí, qué gran idea poner a Dustin Hoffman de padre de Giamatti.
La verdad es que, después de ver a James Franco encaramado a las montañas de Danny Boyle, y presentar junto a la insulsa Anne Hathaway los Oscar, encontrarlo ahora recitando y encarnando a Allen Ginsberg puede llegar a provocarme alguna reacción alérgica. Es más, sé que el aliento de esta recreación de algunos pasajes de la Generación Beat va a ser altamente estético y efectista, pero al menos el gran David Strathairn participa en la función, se recogen los hechos del juicio por obscenidad de 1957 y no les ha dado por intercalar imágenes de archivo.
“Potiche, mujeres al poder” DE FRANÇOIS OZON
Los manierismos de Ozon nos han divertido alguna tarde distraída, pero también nos han cargado en no pocas ocasiones. Nada hace adivinar que vaya a lograr fascinarnos con su constelación de estrellas del cine francés en esta historia de aires retro, donde una rica burguesa de los años 70 se pone al frente de la empresa familiar. Si la pompa vence al cinismo me temo que estaremos perdidos.
“Torrente 4: Lethal crisis”
“En un mundo mejor” DE SUSANNE BIER
Sabida es la inercia de esta directora danesa por componer dramas de orquestación retumbante, y hace tiempo que quedó claro que no desistiría hasta aspirar a los premios grandes. Para llegar a donde está, hace tiempo que Bier abandonó las consignas del Dogma, para abrazarse a los efectismos emotivos que agradan a Hollywood, en esta ocasión centrado en un idealista médico que dedica más tiempo a los campos de refugiados que a sus crisis familiares.
DE SANTIAGO SEGURA
No sé si a estas alturas es todavía digno de estudio el fenómeno Torrente, o definitivamente habría que centrarse más en la caradura de Santiago Segura. Suerte que no vemos la tele (ejem), porque el amiguete se va a pasar una buena temporada saturando programas con su camiseta de promoción, y su desparrame de simpatía. El poli facha inicia aquí sus andaduras ante la tumba del Fary, y cagándose en que haya un negro en la Casa Blanca, justo antes de que le coja un apretón más concreto en pleno cementerio.
“Sucker punch” DE ZACK SNYDER
En la última Comic Con de San Diego había tortas, y hordas de nerds amontonados con tal de ver en primera fila el trailer de “Sucker punch”. El denostado Zack Zinder no olvida a sus espartanos, y esta vez sirve un plato irresistible: una joven ingresada en una institución psiquiátrica con la intención de practicarle una lobotomía, que se evade imaginándose un mundo de fantasía épica. Algo loca sí está.
La grandeza de los Coen consiste en hacen complejo lo sencillo y viceversa, Mattie Ross, una beatilla repelente de catorce años y coletas a lo Miércoles Adams decide, tras el asesinato de su padre y la parálisis existencial de su madre, ser la dueña de su vida y su destino. Para conseguirlo debe poner paz en su alma vengando la muerte de su progenitor, así que alquila la pistola del marshal Cogburn (Jeff Bridges), un envejecido borracho tuerto, divorciado y de gatillo fácil, cuyo pasado incluye la pertenencia a una guerrilla sudista (sí, los malos). Otro agente de la ley, el ranger de Texas LaBoeuf (Matt Damon), busca al asesino (Josh Brolin) a propósito de otro delito. Teniendo en cuenta que el forajido se esconde en territorio indio, una inmensa zona mítica y desconocida, fuera de la jurisdicción estadounidense, el caballeroso LaBoeuf propone a la niña repelente y al borracho tuerto la posibilidad de que busquen juntos al criminal y lo lleven ante la ley, pero ambos rechazan al gentil tejano. Ella sólo quiere que Chaney sea ahorcado por el asesinato de su padre, él sólo quiere cazar al fugitivo y beberse la recompensa; a los dos les da igual la ley. Después de un par de curiosos desencuentros, sabemos a la perfección de qué pie cojea cada personaje y cuál será la evolución de la película. De hecho, lo sabemos desde que empezó. Pero claro, tratándose de los Coen tiene que haber algo más. Y lo hay, “Valor de ley” es una de las películas más revolucionaria de nuestros días. Para empezar, la protagonista es una mujer (la única, por cierto, con peso en toda la película) de catorce años que se comporta como una auténtica hija de perra. No hay cinismo ni doble moral, han matado a su padre y quiere venganza. Y punto. El otro protagonista es un racista misógino y misántropo que, oh sorpresa, tiene a gala conceptos como honor, coraje, valentía y la palabra dada. El tercero en danza es un criminal más malo que la sarna que ni busca ni desea la redención, sólo quiere unirse a cualquier banda que le garantice un botín con el que irse de putas. LaBoeuf, el único personaje que probablemente evolucione un poco a lo largo de “Valor de ley” es, curiosamente, el más estereotipado. Con mimbres tan típicos, los Coen logran llevar a su terreno un asunto de venganza de los de toda la vida y convertirlo en una obra maestra subversiva y rebelde que resuena semanas después de haberla vista. Hay que ser un genio para ‘adaptar’ a nuestra época un western como éste. No deja de ser una historia del bien contra el mal, pero qué manera de contarla, qué manera de conseguir que se revuelva nuestra moral de perro faldero.
autopsia
cine
“127 horas”
“The fighter”
DE DANNY BOYLE (EE.UU., 2010)
DE DAVID O. RUSSELL (EE.UU., 2010)
“Cisne negro” DE DARREN ARONOFSKY (EE.UU., 2010)
El chisme negro en el Oscar: el último film de Aronofsky se presenta como la adecuada metáfora de esa muñeca de porcelana pija que ha querido llegar a lo más alto de su arte por la senda del perfeccionismo y la máxima profesionalidad. Ya se verá si sucumbe o no a la conocida maldición de la dorada estatuilla. Mientras tanto, los fans de la Portman habrán tenido sin duda motivo de celebración con la gala del pasado 27 de febrero. En cuanto al film, más allá de la entregada composición de Natalie como la bailarina dispuesta a abandonar un mundo de peluche para abrazar su lado oscuro, lo que queda es un pretendidamente sofisticado y sobre todo estridente espectáculo rematadamente camp, un cargante juego de espejos que, al margen de que pueda entenderse como una versión con tutú de “El luchador” y de los muchos referentes que se barajan (de Powell y Pressburger a Cronenberg, pasando por Argento y hasta por Lynch, un poquito porque sí). También se ha comparado (mediante un ingenioso mash-up) con la siempre denostada “Showgirls” (Paul Verhoeven, 1995), un paralelismo (con la carnalidad de Mila Kunis como puente más evidente) que no sé si quiere engrandecer o al contrario mofarse de “Cisne negro”, pero que a mí me lleva a pensar que, contrariamente al film de Verhoeven, el de Aronofsky me deja más bien frío, gélido, indiferente. Philipp Engel
El instante, entre místico y patético, en el que un individuo alcanza un punto de no retorno en el que, bajo los efectos de una alucinación, le queda claro que su vida ha entrado en barrena, había sido una piedra de toque en la filmografía de Boyle. Piénsese, por ejemplo, en el Renton de “Trainspotting” sumergiéndose en una taza de water que lo conducía a una suerte de imposible placenta líquida. O en el Richard de “La playa” desplazándose como su propio avatar por las espesuras selváticas. “127 horas”, basada en la historia del excursionista Aron Ralston, cuyo brazo quedó aprisionado en una roca mientras zascandileaba por los cañones de Utah como la entrañable ovejita del corto de Pixar, supone la extensión de ese instante hasta lo limítrofe. Lo que significa, a su vez, que Boyle tiene carta blanca para desmelenarse a base de efectismos y juegos estructurales. Boyle no se frena ni ante lo kitsch ni lo sentimental, pero con la contextualización y desdramatización del asunto, a través de la música, los sueños y el humor, consiguió que este espectador deseara que el protagonista hubiese pasado más tiempo sin caer en la cuenta de que su navajita podría serle más provechosa rascando sus propios tejidos que los de su carcelero. Antonio Lozano
“Gentleman Jim”, “El ídolo de barro”, “The set-up”, “Marcado por el odio”, “Fat City”, “Rocky”, “Toro salvaje”, “Million Dollar Baby”... El cine pugilístico no se acaba jamás, en él conviven casi siempre una vocación digamos que esencialmente mainstream con un alma rebelde, a veces subversiva, que le inyecta verdad al eterno relato del boxeador apaleado por los puños ajenos y por la vida, que se supera a sí mismo y se redime de sus tormentos. Por allí se mueve, efectivamente, “The fighter”, apasionante, clásica a más no poder y cargada de puro cine en todos sus recovecos. Crónica oscura y fatalista de un difícil amor fraternal suspendido cual funambulista sobre las cuerdas de un ring, el film de Russell es sólido como un menhir, pertenece a una forma de ver y ejecutar el cine que en los últimos años está salvando al cine americano de caer en la fugaz nadería de lo modernillo. Directores como James Gray, Todd Field o el propio Eastwood sostienen con tozudez que nada hay mejor que contar una buena historia. Y lo hacen. Y Russell lo hace. Los actores, intachables todos; pero merece destacar a un Christian Bale que compone la mejor creación de su carrera. Y de eso va, un buen guión y mano firme para colocar la cámara donde corresponde. Fórmula infalible para parir buenas películas. “The fighter” lo es, excelente. Toni Vall
“Los chicos están bien”
“Incendies”
“Guest”
DE LISA CHOLODENKO (EE.UU., 2010)
DE DENIS VILLENEUVE (CANADA, 2010)
DE JOSÉ LUIS GUERÍN (ESPAÑA, 2010)
Annette Bening y Julianne Moore son Nic y Jules, un matrimonio de lesbianas con dos teenagers, un Volvo y una casa tamaño XL donde corre el vino tinto y, de vez en cuando, se cuela alguna cinta de ‘porno gay’. Un ¿buen? día sus hijos —ambos procedentes del mismo donante de esperma— deciden conocer a su padre biológico, Paul (un magnífico Mark Ruffalo que se pasa el 90% del film como si estuviera rodando la segunda parte de “Puedes contar conmigo”), y los signos del confort familiar empiezan a caer como fichas de dominó. El carisma de Paul, ‘bon vivant’ sexy y escurridizo, actúa de agente desestabilizador en el tenso microclima familiar, donde, como suele ser habitual, abundan la confusión y toda clase de miserias. Y si decimos ‘como suele ser habitual’ es para dejar claro que ésta no es una película sobre la funcionalidad de los nuevos modelos de familia, sino, simplemente, sobre lo duro que es amar sin sentir que se está corriendo una ‘jodida maratón’, tal y como apunta el personaje de Julianne Moore. Ágil e inteligente, tan abrupta en sus interpretaciones como equilibrada en el tono, “Los chicos están bien” es una estupenda comedia dramática que en lugar de perderse en moralinas y lugares comunes, se centra en iluminar emociones complejas; sin dar excesiva importancia a la sexualidad de la que provengan. Laura Gamundí
Adaptación poliédrica de la pieza teatral de Wajdi Mouawad, “Incendies” certifica la aptitud de Denis Villeneuve para aprehender la esencia y la vehemencia de un material ajeno sin ambicionar jamás una imagen fílmica que sea capaz de empaparse del ágil pulso narrativo del original (nunca un flashback podría hacerse cargo de la elasticidad expositiva que ostenta el libanés). El testamento de una madre que involucra a sus hijos mellizos en la búsqueda de un padre, al que creían difunto, y un hermano, cuya existencia ignoraban, sirve como detonante de una intriga de ascendencia épica que indaga en los entresijos de la memoria y los recovecos del pasado, edificándose sobre un exorcismo voluntario e inevitable. Una odisea que franquea una patria desmembrada por la locura, los crímenes de honor, y la pugna de signo tribal y religioso. En definitiva, la violencia que nunca cesa. Comprometiéndose con la universalidad atemporal y la ironía trascendental que atribuimos a la tragedia griega, el director de la egregia “Polytechnique”, adjudicándose algún gesto provocador (la música de Radiohead) y cierto virtuosismo en lo que se refiere al montaje y la planificación técnica, consuma una obra cuya demoledora conclusión encierra, sin embargo, una robusta ponderación de carácter conciliador. David López
El hombre que puso el documental español en el mapa, el que hizo del documental de creación una etiqueta de prestigio internacional con “En construcción”, vuelve con un proyecto de cocción lenta. “Guest” se gestó en un año de viajes, de presentaciones, en las que José Luis Guerín se movió por toda una ruta de festivales internacionales y llevó una pequeña cámara digital para registrar aquello que iba encontrando, personajes y paisajes a menudo marginales. Lejos del flirteo con la ficción de su última etapa, lejos también de la mirada a ratos complaciente y artificiosa de “En construcción”, en “Guest”, Guerín se adentra en un universo que le es ajeno, aceptando su condición de extraño, de intruso, de turista. El título no podría ser más franco; eso sí, como si esto no fuera suficiente, la secuencia en que el cineasta graba a las actrices de su anterior película acicalándose en el baño de un lujoso hotel de festival reafirma su postura. Guerín es eso, un invitado, y se muestra como tal. Igual que Sophia Coppola era sincera en su retrato de una niña mimada y perdida en “Lost in translation”. La escena del hotel de “Guest” contrasta con el resto, un blanco y nego exquisito que se mueve por los rincones más inhóspitos de las ciudades que visita. Violeta Kovacsics
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libros Mercedes Cebrían
american most wanted Texto
“Wendolin Kramer”
Laura Fernández SEIX BARRAL
Philipp Engel Tamara (Anacronic)
Ilustración
Donald Ray Pollock KNOCKEMSTIFF (OHIO), 1954
“U
n poco más tarde, sobre las tres de la mañana, terminamos en el Crispie Creme buscando a Phil, un amigo mío, a quien se suponía que le quedaban unos supositorios de Seconal de la lucha fallida que su padre había librado contra el cáncer. El Creme es el único sitio que sigue abierto en el pueblo después de que cierren los bares donde podemos encontrar a gente como nosotros…”. Donald Ray Pollock (“Knockemstiff”). El año editorial se cerró con “Amor malo y feroz”, de Larry Brown (Bartleby), un conjunto de relatos sobre palurdos que han crecido en el mismo pueblo de mala muerte donde naciera el propio escritor, y el nuevo año editorial ha empezado con “Knockemstiff”, de Donald Ray Pollock (Libros del Silencio), algo así como un conjunto de relatos sobre palurdos que han crecido en el mismo pueblo de mala muerte donde naciera el propio escritor. Las respectivas biografías de estos dos grandes escritores también resultan comparables: trabajos working class —cuartel de bomberos vs 32 años en una fábrica de papel—, hasta que a una edad respetable llega el reconocimiento y todo lo demás, el sueño literario americano. Y sin embargo, hay diferencias. Para empezar, en Oxford (Misisipi) también nació Faulkner y los personajes de Brown se empeñan en engañar a las teclas para salir del atolladero, mientras que, a unos 950 kilómetros de distancia, Knockemstiff (Ohio) no es más que una hondonada en medio de la nada, un agujero inmundo del que sus habitantes —auténticos rednecks malcarados, pura basura blanca con el cerebro fundido por el alcohol, las drogas y los accidentes de coche— nunca lograrán escapar. Son vidas tan podridas, en todos los sentidos, que el autor llega casi a disculparse en los agradecimientos finales, señalando que se trata de una ficción y que su “familia y nuestros vecinos eran buena gente que nunca dudó en ayudar a nadie en caso de necesidad”. Otra discrepancia sería
que Pollock es incluso más grande que Brown (es decir, enorme no, lo siguiente) y que si “Amor malo y feroz” pasó muy injustamente desapercibido, con “Knockemstiff” puede ocurrir justo lo contrario. Los de la silenciosa editorial han puesto toda la carne en el asador para que suceda: una traducción perfecta de Javier Calvo, una introducción arrebatada y lúcida de Kiko Amat (apartando a tipejos como Cooper y Palahniuk de las comparaciones) y un extraordinario trabajo de arte de David Cauquil que no sólo firma la portada —una vista aérea Google Earth de Knockemstiff, como para recordarnos que ese lugar existe—, sino también un plano del pueblo, hecho a mano y a lápiz, para no perdernos en la hondonada. Es tan bonito que hasta al autor se le ha caído la lagrimilla. Y útil, porque nos recuerda que las historias de “Knockemstiff” están conectadas entre sí, como las casas que orillan las mismas carreteras, de modo que acaban formando una novela coral que se lee del tirón, febrilmente, como si el amable lector estuviera puesto de anfetaminas. “Knockemstiff” es tan redonda y tan genial, tan negra y tan divertida, tan delirante y tan real, que muchos de ustedes acabarán recortando delicadamente el mentado mapa para enmarcarlo y así recordar que un día conocieron a Manteca, el gordo seboso al que le gusta recibir los dardos no figurados de unos chavales que parecen salidos de “Gummo” (Harmony Korine, 1997), Geraldine, la loca de las barritas de pescado, o Bobby el niño que, animado por el bestia de su padre, acaba viviendo su primera pelea sangrienta en un autocine en el que proyectan “Godzilla”. Entre otros muchos, claro, como el psicópata inspirado en el serial killer local (Arvin Eugene Russell, apresado en 1965), que reaparecerá también en el nuevo Pollock, “The devil all the time”, un libro que esperamos con ansia aunque ya estamos seguros de que no superará “Knockemstiff”. Sin duda, una de las mejores comedias negras de todos los tiempos
Wendolin Kramer es pelirroja, tiene muchas pecas y pocos amigos, por no decir ninguno. Exceptuando a Kirk Cameron, que siempre le sonríe con cara de póster desde la pared de su habitación. A sus 28 años, Wen vive en un piso del centro de Barcelona en el que nunca entra el sol, con sus padres y un chucho llamado Munk, un raro ejemplar de rusty rosa algo existencialista que mantiene a toda la familia ganando concursos de belleza. Nadie lo sabe, pero Wen tiene un secreto, en realidad, no es una chica cualquiera. Es Súper Chica. Porque cree en los superhéroes y los supervillanos de la misma manera que su abuela creía en Dios. Y porque tiene un disfraz que lleva debajo de la ropa que lo prueba y, diablos, ¡acaba de conseguir su primer caso! Luego vendrán los problemas. Wen conocerá al despiadado Francis Dómino, un detective metido a escritor de novela rosa que reescribe sin parar a Virginia Woolf (sobre todo “Flush”, aquella novela protagonizada por un cocker spaniel que acaba secuestrado), para el que acabará trabajando, al servicio del mal. A partir de ahí, todo se complica. Pero el viaje resulta extremadamente divertido. También alucinante y muy, muy adictivo. Así es “Wendolin Kramer” (Seix Barral), la segunda novela de Laura Fernández, sospechosa habitual en estas páginas y autora también de “Bienvenidos a Welcome”, algo así como una versión hiperventilada de “Duluth” de Gore Vidal. Todo un soplo de aire fresco en el panorama literario actual. Una novela radicalmente libre y muy quijotesca (la galería de personajes no tiene precio) que cabalga alocadamente con el lector desde la primera hasta la última página, regalando carcajadas aunque también medias sonrisas. Hay fuegos artificiales, pero también soledad e incomprensión ante un mundo despiadado y cruel. En “Wendolin Kramer” sobrevuela el poso de la entrañable literatura loser de John Fante, probablemente el mejor y más leal amigo de tantos y tantos lectores y aspirantes a escritores que hay sobre la faz de la tierra. También hay algo de esa visión de la realidad aparentemente ingenua, rabiosa y lúcida a partes iguales del Vonnegut de “El desayuno de los campeones”. Pero sobre todo destaca el canto a la cultura fan y a la literatura de género (la tantas veces ninguneada ciencia ficción). “La novela es un alegato a favor de la cultura del ídolo, que no es otra cosa que la religión moderna”, confiesa Fernández. “Dios ha muerto, pero todos necesitamos la plumita de Dumbo para seguir adelante, para sentir que no estás terriblemente solo. Soy fan de la idea del fan”. Touché. Leticia Blanco
Publicó dos libros absolutamente imprescindibles en Caballo de Troya, “El malestar al alcance de todos” (2004) y “Mercado común” (2006), poemas y relatos que, como bien definía su editor, construían un único tablero narrativo, una mirada personal e incisiva. Cinco años después Mercedes Cebrián salta a Mondadori y entrega “Una nueva taxidermia”, dos novelas cortas donde nuevamente despliega su buen saber hacer.
Mercedes Cebrián APARIENCIAS Texto
Álex Gil
T
eníamos ganas de volver a leerla, y es que tras el excelente poemario “Mercado común” solo hemos podido seguir la pista de Mercedes Cebrián (Madrid, 1971) dispersa en infinidad de publicaciones. Ahora le llega el momento de la reválida con la publicación en Mondadori de “La nueva taxidermia”. Dos novelas cortas, “Qué inmortal he sido” y “Voz de dar malas noticias”, que nada tienen en común, salvo que las dos mujeres protagonistas tienen la misma edad, y probablemente vivan en la misma ciudad. En la primera nouvelle aparecen los conceptos reconstruir, recrear, ambientar y resucitar. Se los planteo como palabras clave del libro. “Hay otro verbo posible, recuperar, recuperar algo que se ha perdido, es como sinónimo de reconstruir, y yo veo las dos novelas como intentos de recuperación, como los casos clínicos de un médico que pudieran arrojar luz sobre tal cosa, casos sin solución”. Los personajes son sólo una excusa, un vehículo para hablar de temas relacionados con la apariencia de vida. Cebrián habla de “la identidad como dificultad de relacionarse, sobre todo para hablar, y exponer el yo a través de la palabra, o el dolor por el pasado perdido, esos temas alguien tiene que vehicularlos, sino sería un ensayo puro y duro” y para ello confía la tarea a esos personajes que se escudan en la reconstrucción deta-
Pablo Muñoz, el eterno bloguero Aplicado bloguero en su “Rincón de Alvy Singer”, Pablo Muñoz debuta en el papel con “Padres ausentes” (Alpha Mini), una sentida evocación de las lecturas de Michael Chabon, Jonathan Lethem y, antes de nada, las montañas de cómics de superhéroes que le hicieron tomar verdadera noción de su lugar en el mundo. Averigüemos primero cual es el big bang del libro, si pesa en él más la nostalgia o la ponderación, y si deberíamos llamarlo socorridamente ‘ensayo emo-freak’, o algo por el estilo. “Pues el big bang está en el pudor, supongo. Por una parte, no quería que mi primera obra fuera ficción, era un salto demasiado abismal para mí. Por otra, la idea de parecer un jovencito recitando palabras esdrújulas, citando con amplitud un montón de libros de filosofía, de poesía
llada, obsesiva, de un recuerdo concreto en la primera de las novelas, o en el habla a través de los muñecos para enfrentarse a la vida, para combatir sus miedos, en la segunda. Problemas que no quedan solucionados, a lo que me responde: “se ha planteado un conflicto y se ha puesto en juego a esa gente ¿por qué hay que zanjar eso? No es mi intención resolver nada, prefiero que el final quede abierto. La resolución sería matarlas directamente, un mazazo y se acabó, si no la vida sigue y a saber qué les va a pasar”. El reverso oscuro de la vida cotidiana que se podría encontrar en los personajes de Todd Solondz, un primo lejano cinematográfico. “Del extrañamiento siempre sale algo. En lo que te genera perturbación de algún modo, agradable o incómodo, en aquello que te conmueve, es donde hay material literario. Esas cosas que se te han quedado ahí enquistadas y no han acabado de irse”. Y no, no se trata de material autobiográfico, aunque evidentemente se refleja el malestar contemporáneo, la incertidumbre de nuestros días. “Yo voy a buscar en mi bagaje, temas que me interesan a mí, si no, es fallido el resultado. Escribo de lo que conozco porque veo la escritura como una pequeña investigación y análisis”. Un tiempo que imprime una velocidad determinada y que se ve reflejado también en su literatura. “Soporto mal el aburri-
miento. Pienso en un ritmo rural, una vida antigua, con poco que hacer, sin tener que transportarse ni tener en mente veinte cosas a la vez. Nosotros necesitamos esa velocidad. No podemos escribir como Proust porque somos fruto de otra época. Antes de Internet ya había esa ansiedad, quizás relacionada con el consumo, y el fragmento funciona bien en esa dinámica”. Y es que las dos novelas cortas están plagadas de imágenes, de chispazos, giros, con un estilo propio que remata cada frase y que tiene mucho que ver con su ¿pasado? poético. “Dejar de escribir poesía es un pensamiento que viene y va, porque a veces pienso que es posible hacer una prosa lírica y muy condensada. Me gusta la condensación en general”. La pregunta de rigor tras la calurosa acogida de la crítica es si se aventurará en la escritura de una novela. “No me veo en algo más largo, la no ficción me interesa bastante, creo que irán por ahí los tiros, crónicas o ensayo”. Una consideración que confirman sus recomendaciones literarias. “Damián Tabarovsky, con una prosa muy ensayística, y también Gabriela Wiener. La crónica es un género que no se ha trabajado mucho en España, es esencial mirar a Latinoamérica”. A modo de despedida, con una medio sonrisa maliciosa, me dice “Me gusta la idea de forzar la realidad”. Esperamos expectantes la siguiente entrega.
o de clásicos literarios más o menos recientes me angustiaba. Lo importante del libro es que tiene un componente profundamente generacional, algo que es mío y de los lectores, algo intransferible. Aunque ensayo-freak me pese, hay algo encantado, nerd, en lo que se cuenta”. En parte, estos renglones proponen una continua huída de la melancolía, aunque de alguna manera escarben una y otra vez en ella, dándose un pulso entre razón y emoción en las páginas. “Sí, lo hay, y me parece algo inevitable tener cierta melancolía, pero se trata de una honestidad que el barroquismo (ya sea en el estilo, ya sea en la exuberancia) no siempre permite. El sentimentalismo termina por negar la crítica, por negar incluso la memoria, aunque hasta cierto punto es una forma, una cuestión de énfasis nada trivial. Se trataba de trazar un mapa y cualquier argumentación que se sostiene en la belleza de un recuerdo es susceptible de ser vista como algo no
ilegítimo pero sí puramente emocional”. En la obra se explora la icónica figura del progenitor desaparecido, a través de novelas como, “La fortaleza de la soledad” de Lethem, “Las aventuras de Kavalier y Clay” de Michael Chabon; más infinidad de cómics, algunos referentes clásicos, como el Spiderman de Kirby y Ditko, otros, reformulaciones modernas de la imbricación entre fantasía y realidad, caso de “1985”, de Mark Millar. “Realmente, ‘1985’ ocupa un lugar francamente especial, porque no aprecié el valor de su final hasta una segunda lectura, mucho más atenta. Mark Millar es un escritor excelente, alguien encargado de la importante labor de reivindicar los relatos superheroicos sin renunciar a la ironía, la inteligencia, la intensidad o la grandeza épica. Todo esto se encuentra en su obra, amén de una excelente perspectiva que bebe a partes iguales de Frank Miller y Alan Moore sin resultar paradójico”. Albert Fernández
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libros
libros “Amor y obstáculos” Aleksandar Hemon
“Cámara oscura” Pilar Vera
DUOMO
PARÉNTESIS
“Lo sinsabores del verdadero policía” Roberto Bolaño ANAGRAMA
Porque todos conocemos ya su peripecia de veinteañero bosnio al que el sitio de Sarajevo sorprende en Chicago, donde se instala para no sin dificultades acabar convirtiéndose en celebrado escritor en lengua inglesa (comparaciones con Nabokov incluidas), Aleksandar Hemon lleva dos libros buscando variantes. En “El proyecto Lázaro” se narró cazando una jugosa beca que lo llevaba a viajar a Ucrania tras el recuerdo de un inmigrante judío que, al poco de iniciarse el siglo XX, había escapado de la sartén del pogromo para caer bajo las llameantes balas del jefe de policía de Chicago. Y ahora, en “Amor y obstáculos”, entendemos que una vez más partiendo de lo autobiográfico, presenta una colección de relatos de anécdota por lo general austera, que orbitan en torno a personajes tirando a muy secundarios en su trayectoria vital pero que no obstante se las arreglaron para dejarle una impronta marcadamente agridulce, que le sugirieron tanto rechazo como compasión o, incluso, una admiración de corte pasivo-agresivo. Y es gracias a esos retratos, al vuelo que cobran el vate que le canta a las balas serbias que él mismo debe esquivar a diario, o la entrevistadora de pasado también balcánico (esto es, trágico), que estas historias un tanto desparejas acaban sumando en la carrera de un escritor dotado y torturado, que bien haría en dejar de tomarse como medida de todas sus narraciones para dar el salto definitivo que su talento le reclama. Milo J. Krmpotic’
Debuta Pilar Vera en las librerías con una colección de relatos fantásticos de desigual factura y formato que muestran una panorámica general de su peculiar universo. Relatos impregnados de una cierta neblina entre victoriana, austrohúngara y boreal y fabricados con los materiales de los cuentos clásicos: no hay más que echar una ojeada al elenco de personajes que asoma por sus páginas y que incluye aparecidos, íncubos, duendes, brujas, diablos, vampiros, sirenas y hadas. Criaturas antaño temibles y que ahora se mueven desconcertadas por un mundo de seres tenebrosos llamados humanos. No son cuentos de terror gótico, sino una nueva mirada, lúcida y femenina, sobre los arquetipos en los que cristalizaron nuestros miedos ancestrales. Pilar Vera es una escritora que no sigue los derroteros de la moda sino los que le dictan su imaginación y su selecta cultura libresca. Y que está dotada, además, de una insultante facilidad para crear escenarios, imágenes y sensaciones, para describir de forma precisa olores y sabores, para ajustar ágiles diálogos, para inventar palabras. Y de habilidad para forjar tramas y dejar el final entreabierto, de modo que sea el propio lector quien haya de encajar las piezas. Anotamos igualmente en su haber el sentido del humor y la ironía, y también una pizca de mala uva justiciera. Si en un relato de Vera acontece una desgracia, ténganla por muy merecida. Son cuentos que resisten varias relecturas y con méritos sobrados para convertirse en clásicos del género. Francisco J. López
En primera instancia, la lectura de esta novela remite a “2666”, la gran obra maestra de Bolaño —con permiso de “Los detectives salvajes”— que no sólo supuso un éxito rotundo de crítica, sino que consiguió renovar el paisaje de la literatura contemporánea a través de su compleja narrativa enmarañada. La enigmática figura de Arcimboldi (esta vez de origen italiano, no alemán) vuelve a planear sobre sus páginas; de nuevo las obsesiones de sus personajes —el vínculo emocional entre Amalfitano y Padilla es su hilo conductor—, que giran alrededor de la obra de un escritor fantasma en busca de respuestas que revelen datos sobre su existencia. “Los sinsabores del verdadero policía”, a priori, podría recibirse como un epílogo de “2666”, sí, o bien como una dimensión paralela por la cual los lectores puedan sacar su propias conclusiones, también. Pero, contrariamente, se trata de una recopilación de escritos realizados a lo largo de veinte años —mucho antes de embarcarse en la composición de “2666”—, ordenados en carpetas por él mismo y rescatados por su viuda, Carolina López, para su consiguiente edición y publicación años después de su muerte. Una obra inacabada que, definitivamente, no requiere previo contacto con “2666”, sino que debe recibirse como una nueva oportunidad de leer a un Bolaño inédito y en plena forma. Según declaró el propio autor, “el policía es el lector, que busca en vano ordenar esta novela endemoniada”. Así se constata que imperó la necesidad de su autor por escribir, una vez más, sin pautas, sin límites. Matías Bosch
“Demasiada felicidad” Alice Munro
“Intervenciones” Michel Houellebecq
“Celacanto” Jimina Sabadú
LUMEN
ANAGRAMA
LENGUA DE TRAPO
“La vista desde Castle Rock” debía ser la última obra de Alice Munro. Por suerte, a la matriarca de las letras canadienses —que había decidido retirarse de la escritura para llevar una vida normal— le costó aparcar el bloc de notas para entregarse a los paseos con las amigas y las clases de jardinería y, finalmente, decidió complacer a sus lectores regresando a la arena literaria con “Demasiada felicidad”. El libro, compuesto de 10 relatos que, por su solidez en cuanto a forma y estructura, equivalen a 10 nouvelles, extiende ese universo poblado de mujeres fuertes —estoicas en su mayoría— que intentan escapar de vidas agrias y, en el mejor de los casos, descoloridas. Heroínas que recorren mil kilómetros en bus para trabajar o viajan por toda Europa en busca de reconocimiento, como Sofia Kovalevski, la matemática y novelista rusa de mediados del siglo XIX que guía el relato que da nombre al conjunto; retratos de mujer en una prosa seca, áspera a ratos, y engañosamente simple, apenas dominada por el ego. No, no esperen encontrar aquí imposturas léxicas ni esa vanidad ahogada en juegos de artificio que no parecen servir más que para ocultar el vacío o la falta de ideas. La autora de títulos como “Escapada” o “El progreso del amor” se mueve entre finas observaciones que aportan sustancia a cualquier personaje o situación. Sabe poner el lenguaje al servicio de historias lúgubres y adictivas, pero siempre —siempre— narradas desde un ángulo insólito. Laura Gamundí
Irreverente hasta la médula, Michel Houellebecq jamás dejará de estar entre la espada y la pared, entre su imagen de genio y la de mero provocador. “Intervenciones” anima tanto al debate como arroja algo de luz sobre este curioso caso, el de un escritor tan capital como controvertido en el seno de la literatura contemporánea. Compilación de textos aparecidos en revistas, estas intervenciones de Houellebecq pueden ser vistas como la forma pura y esencial de su prosa, pequeños textos en los que dar rienda suelta a su criticismo punzante, pequeños artilugios en los que desarrollar una prosa que jamás se dirige hacia lo obvio. El texto que abre el libro, titulado “Jacques Prévert es un imbécil”, pone los pelos como escarpias pero manifiesta algo tan profundo como constante en la obra de Houellebecq, la reivindicación de la forma —es decir, la escritura— en la literatura y en el arte en general. Sin embargo, el texto clave para entender al autor lleva el transparente (como siempre) título de “Sobre la pedofilia”. Una auténtica prueba de fuego, ante un tema tan delicado, Houellebecq no se podía permitir ni un solo desliz. Políticamente incorrecto (no le regala los oídos a nadie) y profundamente analítico (en torno a un asunto que siempre se ha abordado desde la emotividad), Houellebecq no deja títere con cabeza, no duda en señalar a las víctimas como tales y sale absolutamente reforzado como autor imprescindible de la literatura y la sociedad contemporánea. Violeta Kovacsics
Jóvenes se ponen a escribir, debutan con un libro, y pocos acaban tan bien como en esta historia. Jimina Sabadú parece haber seguido el mejor manual para el joven escritor, que aún no tiene ISBN y que podría decir, “dedícate a la historia que llevas dentro, inventa tú mismo las estrategias, sácala sin mirar para afuera”. Vemos docenas de ejemplos de esto mismo a lo largo del año. Lo más interesante es que Jimina lo ha hecho sin preocuparse demasiado por lo que vamos a pensar lectores y críticos. El asunto está consumado, “Celacanto”, su debut literario, no es un libro común. No lo es en el sentido de que interpela a áreas poco queridas por los jóvenes narradores, infancia y miedos como definidores de la identidad. No lo es porque a duras penas se deja arrastrar por la presión ‘mediática’ que la obligaría a situarse cerca de los juegos metanarrativos con los que en general compran algunos su ingreso al club ‘de los que molan’. Los aspavientos son mínimos, la sinceridad rebosa y el resultado es hermoso. Un lenguaje claro y oscuro a la vez, sencillo en apariencia pero elaborado, se las arregla para evolucionar en la escalinata de lo fantástico cotidiano. La familia, la niñez, los miedos, los monstruos, lo conocido y la caterva de emociones situadas en los intersticios de lo real, la demasiada imaginación, faroles que no sirven para jugar la vida. Si bien la lectura tiene altibajos, “Celacanto” es capaz de mantener la tensión y la congoja gana, por poco que el lector empatice. Carolina León
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