25 de febrero de 2016
Historia de Vida.
Nací el 5 de Mayo de 1996 en la ciudad de Zacatecas, Zacatecas, estudiante en la Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”; mis padres son Pascual Jiménez Díaz de 47 años de edad, cantante y compositor a la vez, director de la Asociación Canta Autores Unidos de Zacatecas; y María Magdalena López Espinosa de 41 años de edad, cantante, declamadora desde los 4 años y cuenta con participaciones en teatros; es así como se empezó a formar el Coro Emmanuel. Soy la no. 4 de 6 hermanos, la cual llevan por nombre Marco Antonio de 25 años de edad, ocupación médico general. Gabriel de Jesús de 23 años de edad, estudiante de la escuela de Música con especialidad en Guitarra Clásica; Juan Pablo de 21 años de edad, estudiante de la escuela de Economía, María Magdalena de 18 años de edad, estudiante en la preparatoria no. UAZ, y María Inés de 14 años de edad, estudiante en la secundaria federal no. 1 “J. Jesús González Ortega”. Me bautizaron el 24 de Junio de 1996 en la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima; cuando tenía 1 año y medio enfermé, sucede que me dio Enfisema Subcutáneo, estando una semana entera en el hospital. A los 3 años tuve mi primera fiesta infantil, dándole gracias a Dios en la parroquia ya mencionada. Cursé mi educación preescolar en el Jardín de Niños “Genaro Valle y Muñoz”, conociendo ahí mismo a mí mejor amiga llamada Ingrid Araceli, participando en el bailable de Mexicapan para el festejo del 15 de Septiembre, día de la Independencia de México. Mi infancia fue significativa puesto que cada suceso, cada aprendizaje, cada experiencia me dejaron un nuevo conocimiento, un nuevo concepto, una nueva versión sobre cómo ver la vida desde diferentes perspectivas. En esta misma etapa, tengo el conocimiento de grandes enfermedades que me llevaron María Goretti Jiménez López.
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directamente al hospital, estando internada por una semana siendo apenas una niña de 2 años. Todo esto me llevó a un estado un poco “delicado” ya que hasta la fecha tengo prohibido realizar actos que pueden afectarme a la edad menos esperada. Cursé mi educación primaria en la escuela “Francisco Goitia”, es un lugar grande, con una cancha de pasto sintético y una de basquetbol, mis compañeros a pesar de cómo eran siempre me apoyaban y al mismo tiempo me defendían. Obtuve diploma del 1er lugar de aprovechamiento durante los 6 años estando ahí. Los primeros dos años estuvimos con una maestra (que descansa en paz) llamada Patrocinio Martínez, ella era muy alivianada, siempre nos dejaba hacer lo que deseábamos siempre y cuando hayamos terminado el trabajo que solicitó. Con ella aprendí a leer y escribir. En tercer año todo cambio. La maestra (ya jubilada) no tenía vocación alguna, ella deseaba ser enfermera, pero por cuestiones personales no lo fue. Con ésta maestra no aprendimos nada, nos retrasamos bastante en lo que debíamos saber, siempre nos hacía trabajar con cosas tan fáciles, no era ningún reto estar en tercer año. Lo único malo era que se enojaba mucho, golpeaba a los alumnos con la regla o el borrador, o incluso con las libretas que estaba revisando. Fue un retraso para mi formación. Pero en fin, 4to año nos tocó la maestra María de la Luz, ella era muy noble con nosotros, nos trataba bien, nos enseñó todo lo que no aprendimos el año anterior; gracias a ella comenzaron a gustarme las matemáticas. Aprendí muy rápido las tablas de multiplicar y también a dividir, la maestra me felicitaba porque trabajaba muy rápido. Para el 5to año las cosas cambiaron, no de forma mala, sino que el maestro Marcelino me mandaba a todos los concursos (la ruta del conocimiento, ortografía, el parlamento, etc.) era divertido ir ya que conocía a más personas, convivías con ellos, te invitaban a jugar; yo quedaba satisfecha porque siempre quedaba en los primeros lugares, no en todo, pero siempre regresaba con la frente en muy alto. Mi último año fue el más divertido en 6to había más concursos, más trabajo, prepararnos para entrar a la secundaria; ese año la directora se jubiló, le María Goretti Jiménez López.
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organizamos un evento. Mi mamá se propuso para presentar una obra de teatro, creo que fue mi primer entrada al escenario. Todos los maestros y niños estaban disfrutando de la función, fue muy bonita esa experiencia. Gracias a esto nuestro maestro estuvo de director un mes, por lo tanto nos dio clase un practicante, era muy amable con nosotros, reíamos mucho, como quien dice la pasamos bien. Cuando tenía que retirarse todos lloramos nos dio sentimiento el que se vaya. En febrero el maestro de educación física me integró a la escolta para el concurso, me tocó ser la sargento, fue una experiencia inolvidable porque te das cuenta del mando que puedes tener así como la valentía. La convivencia con primos fue buena hasta cierto momento. La etapa de la adolescencia la comencé a los 11 años de edad presentando cambios físicos y hormonales, llevándome a la secundaria en donde conocí lo que realmente era la amistad, la atracción hacia una persona, la comunicación entre pares con diversos temas a tratar. Estuve en la secundaria Federal no. 1 “J. Jesús González Ortega”. En mi 2do año no hubo nada interesante, sólo que los maestros nos excluían de todas las actividades. 3ero fue diferente, ya no eran los mismos compañeros de años anteriores, la gran mayoría de mis amigas cumplían sus XV años, íbamos a sus fiestas y no la pasábamos de lo mejor. En el mes de Octubre nos tocó cuidar un bebé virtual, puedo decir que era un trabajo difícil, pero tampoco fue fácil. Por lo que cabe, me di cuenta de lo importante que es el “cuidado de los bebés”, siendo partícipe en el proyecto que consistía en permanecer con un bebé virtual todo un fin de semana. El muñeco lloró todo el tiempo, me desesperé y me quedé dormida. Esta experiencia me dejó grandes aprendizajes que, por el momento, he tomado en cuenta. En mi graduación al grupo le tocó declamar una poesía titulada “México, no creo en ti”, primero fueron los honores a la bandera, enseguida la entrega de documentos, como era jefa de grupo me tocó pasar por los papeles, por último llevaron un mariachi y tocaron “Las golondrinas” y enseguida de eso mis compañeras empezaron a llorar, no todas pero unas cuántas sí. Lo más relevante de la convivencia familiar que tengo, es el momento de reunión en el que todos comenzábamos a cantar preparándonos para el gran momento, el María Goretti Jiménez López.
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grabado de un disco. Tengo tantos recuerdos sobre ello que, es imposible olvidar todo lo que realizamos y vivimos para que al fin lo hayamos concluido. Al poco tiempo de la graduación fue la boda de mi hermano Gabriel con Paula, la celebración fue en Guadalupe el 5 de Agosto del 2011, claro que ahora no es tan agradable su situación. Lo importante fue que nos divertimos como nunca. Fue la primera boda a la que asistí, me divertí con mi prima ya que mis hermanos se dedicaron a visualizar a las personas que estaban solteras, mi hermana no asistió y la otra estaba muy pequeña todavía. Poco tiempo después volvimos al escenario participando en una coronación (incluida mi hermana). Por ésta ocasión me tocó ser la niña que todo lo deseaba, teniendo una mamá que me apoyaba y un papá que lo complacía hasta que llegó el momento en que se desesperó. Cursé en la preparatoria no. 1 de la UAZ, estuve en el turno matutino, me tocó en un grupo divertido, no les importaba las clases ni en lo más mínimo, lo bueno fue que no me dejé llevar; cuando entré a primero estuve nuevamente en el grupo F; la maestra que nos daba matemáticas, Viki, era buena pero la verdad no me ponía las calificaciones que yo merecía y eso lo comprobaba en los exámenes. Gracias a ella las matemáticas dejaron de gustarme. Los dos primeros semestres la maestra Claudia de la materia Redacción nos encargaba un ensayo semanal, era pesado pero aprendíamos bastante. Nos encargaba una serie de cosas, por ejemplo: portada, índice, ensayo con epígrafe, síntesis, biografía del autor, glosario y bibliografía. Era mucho trabajo pero yo considero que gracias a ella soy más expresiva al momento de redactar algún texto. Al poco tiempo me enteré que mis hermanos fuman, eso me detuvo para salir con ellos a fiestas por el estado en el que me encontré en un determinado tiempo. En lo particular me gusta mucho andar en bici, sólo paseaba por las tardes y en vacaciones claro, considero que soy buena para eso, es el único deporte en el que no me cobran nada y puedo estar ahí. Ahora ya no paseó por cuestiones académicas, laborales y en el hogar.
María Goretti Jiménez López.
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Estando en 3er semestre de prepa, cuando no tenía clases asistía con mi mamá a su trabajo, ella daba clases de Educación Artística en el mismo Jardín en el que estuve, me di cuenta de que ser educadora es muy importante, sobre todo si hacer bien el trabajo los niños lo saben agradecer, por fin me decidí sobre que estudiar, me propuse estudiar mucho para entrar a la escuela normal y ser una buena educadora. La etapa de la adolescencia concluirá en mayo que, es cuando cumpliré los 20 años, mostrándome como una jóven . Claro que, la adolescencia es difícil debido a los cambios y/o experiencias que he vivido en el traspasar de los años. Durante mi estancia en la preparatoria, me dediqué a la convivencia de pares, al estudio de mis materias, llevándome a la decisión de qué carrera iba a elegir. En lo particular, no tuve una variedad de opciones, al contrario, estaba segura de lo que deseaba “ser de grande”, es decir, educadora. Para ello me preparé lo suficiente para ser una de ellas, ser una educadora capaz de hacer algo por los niños, ayudarles a desarrollar una gama de competencias, prepararlos para la escuela pero, sobre todo, para la vida. Así como tengo recuerdos buenos, también existen y seguirán existiendo los recuerdos malos, aquellos que me enseñaron a tomar decisiones que cambiarían por completo mi forma de vivir y de ser; me refiero, a las experiencias desagradables
con
personas
que
en
un
momento
creía
importantes.
Afortunadamente me he dado cuenta de la verdad, lo que realmente implica la interacción con distintas personas en diferentes espacios y tiempos, tengo la oportunidad de mejorar todo lo sucedido en el pasado puesto que me ha dejado una gran enseñanza y, de ahí puedo partir. Para concluir, mi pasado me ha hecho en éste presente y quizás en un futuro la persona que soy ahora pero, también existe la posibilidad de que en éste presente suceda algo que cambie por completo mis expectativas acerca del futuro; en sí, todo puede pasar, no estoy salvada de que no pase, claro que, puede aprender de él en vez de huir de él…
María Goretti Jiménez López.
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