Lilian Suazo

No hay tiempo para llorar. No derramen ni una lagrima. Pues estoy con Dios ahora.

No tengan miedo.

En espíritu, estoy aquí.

Tuve fe. Mi espíritu no tiene peso.

Ahora estoy en paz. Di una buena lucha.

Mi creador me ha llamado a casa.

acida en Santo Domingo, Republica Dominicana el 20 de N Mayo de 1942, hija de Aníbal Marquez y Luisa García, así comenzó la vida de Lilian. Criada por Antonia García (Mama

Tonia), desde temprano en la vida, Lilian en un hogar disciplinado y conservador. Su enseñanza en una escuela católica en La Romana la proveyó con aun más estructura en su vida.

En su adolescencia, Lilian conoció a Rafael Suazo. Desarrollaron y mantuvieron una amistad que los llevo eventualmente a un matrimonio de 51 años. Lilian emigro a América el 19 de Abril de 1967 y el 25 de Diciembre de 1967, Rafael y Lilian se casaron. De su unión vinieron tres hijas: Jeannie, Yvette, Lynette, a quienes criaron en Nueva York y Nueva Jersey hasta que se mudaron a la Florida permanentemente en 1988.

Lilian era una orgullosa ama de casa, criar a sus tres hijas era un trabajo complete, además de mantener la casa limpia y en orden – una de sus mayores pasiones. La dedicación de Lilian como madre y esposa fue la base de su vida, pues su familia era su mayor prioridad.

Su amor por sus niet@s era profundo e incondicional. Su corta estatura y sensibilidad solo eran solo una parte de quien era Lilian.

Era una mujer con actitud que le encantaba vestirse bonita, ponerse maquillaje, y siempre verse bien.

Lilian era una persona genuina y sincera, cuya pasión incluían la jardinería, bailar, y escuchar música. Lilian era un espíritu libre, quien disfrutaba las fiestas, cocinar y viajar. Cualquier cosa que reunía a la familia la hacía sonreír. Su amor por su familia era uno de sus más hermosos atributos. Lilian amaba la vida. Mas que nada, era una persona dadivosa. Radiaba belleza y tenía una felicidad excepcional.

Tristemente, el cáncer tomo el cuerpo de Lilian en el 2015 y luego de una larga, ardua, y valiente pelea, Lilian fue llamada a la presencia de Dios el 14 de Enero del 2018, con sus seres queridos a su alrededor.

Lilian no dejo esta Tierra antes de asegurarse que su legado seguiría adelante – que el amor de la familia es el mejor regalo que uno puede dar.

A Lilian la sobreviven su madre, Luisa; su hermano, Luis; sus hermanas, Ramona, Olga, Viviana, y Mercedes; su esposo, Rafael; sus tres hijas, Jeannie, Lynette, y Yvette; sus ahijados, Marcos, George, y Ray; sus ochos nietos, Alexandria, Christopher, Shemar, Krystle, Yazmin, Jean, Destiny, y Raylin; sus miembros de familia especiales, Norma y Patricia; un numero de tías, tíos, sobrinas, sobrinas, primos, ahijados, ahijadas; y un sin número de amistades. La extrañaremos inmensamente.

Mami

Si pudiéramos tener un solo día más, solo uno más.

Tomaría el teléfono, te llamaría, y te dijera

Te Amo

Te agradecería por amarse sin condición.

Y te daría las gracias por ayudarme a ser yo.

Si pudiera tener solo un día más.

Espero que el Cielo sea todo lo que te imaginaste.

Espero que estés sana y libre de dolor.

Espero te hayas encontrado con tus otros seres queridos Y que ellos te hagan compañía.

Y espero hayas oído cada palabra que he dicho.

A Nuestra Querida Mami, TE AMAMOS PARA SIEMPRE,

Espero estés bien hasta que nos veamos de nuevo.

Cuídanos hasta que nuestros caminos se crucen de nuevo.

Comparte la belleza que nos mostraste a cada uno de nosotros Con todos los que están en el Cielo.

Tienen mucha suerte de tenerte.

Dedicatorias

Nuestra familia les quiere agradecer a todos, incluyendo familia y amigos por su amor, apoyo, cariño, y fortaleza durante este tiempo tan difícil.

Gracias a todos ustedes por venir.

Gracias a todos los que no pudieron estar aquí. Están aquí en espíritu.

Gracias por sus oraciones, regalos, y guía espiritual.

Gracias al St. David Catholic Church, su clero, y sus pastores por proveer la misa funeral de nuestra amada, Lilian.

Gracias a la familia Boyd-Panciera por su amor y conforte mientras ustedes y los empleados de la funeraria hacían esta experiencia tan dolorosa más soportable.

Gracias especiales a Norma y Luis por su apoyo incondicional que hizo posible que Mami estuviera con nosotros un poco más.

Adiós Lilian

Hasta Que Nos Veamos Nuevamente

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