______________________________________________________________________ ENERO 2014
SE HA DICHO
Nº 21
TURISMO EXTRANJERO EN ALZA
“A mis amigos del Hotel La Perla: muchas gracias por vuestra amabilidad, simpatía y sentido del humor. ¡Sois únicos!. Hasta pronto. Alfonso Arús Presentador TV “Merci, un grand merci à toute léquipe de l’hotel La Perla qui nous a gâtées, choyées, avec tant de gentillese et d’imagination. A bientot j’espere”. Sonia Atherton Violonchelista “La mémoire historique de ce lieu est vrai inspiration pour le théâtre. Merci pour le privilège d’être avec vous”. Charlotte Rampling Actriz de cine
La historia y la realidad del Gran Hotel La Perla dieron para una hora de programa en la televisión rusa en uno de los espacios en los que este hotel estuvo en Rusia durante 2013.
El año 2013 se nos ha despedido con unos datos sobre el turismo en Navarra que nos muestran que el turismo internacional se va incrementando en nuestra comunidad. Sanfermines y Camino de Santiago son los dos buques insignia que posibilitan este incremento, y desde este observatorio de la Plaza del Castillo no podemos sino constatar esta realidad. En este sentido el Gran Hotel La Perla mantiene una política activa de presencia y captación en los mercados internacionales con la que queremos afrontar un 2014 lleno de ilusión.
AMPLIO REPORTAJE SOBRE EL GRAN HOTEL LA PERLA EN LA REVISTA MEJICANA FORBES
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN JAPONESES CADA VEZ MÁS INTERESADOS EN NUESTRO HOTEL Tal y como viene sucediendo en los últimos años, y cada vez con más frecuencia, diversos medios de comunicación japoneses vienen mostrando un especial interés en la historia del Gran Hotel La Perla. Si en el año 2013 fueron cuatro las cadenas de televisión japonesas que dedicaron espacios informativos a nuestro establecimiento, el año 2014 ha comenzado con el anuncio por parte de los medios nipones de nuevos reportajes sobre este hotel.
En su último número (diciembre 2013) del pasado año, la revista mejicana Forbes dedicó un amplio reportaje a nuestro establecimiento, en donde bajo el titular “Gran Hotel La Perla: 3 siglos, 4 generaciones, 5 estrellas”, la periodista y arquitecta María Almazor hacía un minucioso repaso al pasado y al presente de este hotel pamplonés. “...Y es que las mejores fechas para alojarse en este hotel son los días de San Fermín. Gracias a su excelente ubicación, nada más pisar la calle estamos inmersos en el corazón de la fiesta, que se prolonga ininterrumpidamente entre el 6 y el 14 de julio. Un placer inigualable es levantarse y poder ver el primer encierro del día: toros deslizándose sobre resbaladizos adoquines bajo el balcón de la habitación. Aunque también se puede hacer como Hemingway, quien todas las mañanas era despertado por las camareras que acudían a llevarle el desayuno antes del encierro, pero nunca se levantaba (...)”.
A finales de este mes de enero será una televisión japonesa la que se acercará hasta Pamplona y hasta el hotel para grabar un programa sobre los Sanfermines, sobre la figura del escritor Ernest Hemingway, y sobre la historia del Gran Hotel La Perla. Por otro lado, la revista Ágora, de las aerolíneas japonesas, prepara para el número de agosto un reportaje con el que se pretende acercar a sus lectores la “Ruta de Hemingway” en Navarra, incluyendo en él sus estancias en La Perla.
Precisamente este año se cumplen dos décadas del primer programa de televisión emitido en Japón sobre el Gran Hotel La Perla, habiendo alcanzado desde entonces la veintena.
SAN FERMÍN 2014 ¡YA FALTA MENOS! “1 de enero...”, así empieza la canción popular que nos lleva hasta el 7 de julio, ¡San Fermín!. Y es que estamos ya en la cuenta atrás para que Pamplona, durante nueve bonitos días, se convierta en el epicentro mundial de la fiesta. Ya falta menos para que el cohete anunciador rasgue el cielo dando paso a la alegría colectiva, abriendo la veda a la colocación en el cuello del pañuelo rojo, y sumergiéndonos de lleno en unos días en los que el toro se suma a la fiesta como invitado de honor. El Gran Hotel La Perla, igual que lo ha hecho en las 133 anteriores ediciones sanfermineras, volverá a ser el próximo mes de julio un balcón a la fiesta. Gigantes y cabezudos, toros, peñas, bandas de música, conciertos, toro de fuego... durante nueve días, con sus noches, van a merodear por las tres fachadas de nuestro hotel convirtiéndolo, sin dejar de ser un remanso de paz, en un lugar único para vivir la fiesta en primera línea. Pamplona, Sanfermines, Gran Hotel La Perla... ¡¡Ya falta menos!!.
HAGA LA RESERVA DE HABITACIÓN CON TIEMPO
Panorámica de la calle Estafeta, por donde corren los toros, desde una de las habitaciones del hotel. Al fondo la mítica curva.
Lo dicho, ¡ya falta menos!; y las fiestas de San Fermín son uno de esos acontecimientos que, como mínimo, hay que vivirlos una vez en la vida. Tiene ahora usted la oportunidad de verlos y sentirlos desde el mismo centro de la fiesta. Y esas oportunidades no hay que perderlas. No se lo piense. No espere a más tarde. Este es el momento de dirigirse a nosotros para conocer disponibilidad, precios y condiciones. Escríbanos un correo electrónico a la siguiente dirección: reservas@granhotellaperla.com
GEMELOS CENTENARIOS Son dos. Son gemelos. Son centenarios. Nunca se han separado, ¡siempre han estado bajo el mismo techo!. Y sin embargo nunca salen juntos en las fotos, son así de caprichosos. Ante ellos han pasado reyes, y presidentes de gobierno, payasos y bufones, actores y cantantes, militares de rango y políticos, espías y somatenes, agentes comerciales y clérigos ensotanados, santos y bribones, toreros y escritores, obreros y empresarios, gente buena y... gente de todos los colores y pelajes. Llegaron en 1912 a Pamplona; no sabemos por aquél entonces cuantos años tendrían. Se instalaron nada menos que en el Gran Hotel de la Plaza de San Francisco, de hecho vinieron a su inauguración; se situaron entonces flanqueando las enormes puertas de acceso al comedor, dándole categoría y belleza a aquél vestíbulo. A buen seguro que allí conocieron a todos los empleados y clientes de aquél establecimiento; siempre andaba algún joven mozo vestido de librea merodeando y rondando esos cuerpos tan bien contorneados, cuan pretendientes enamoradizos. Son fieles hoy, y lo fueron entonces. Del Gran Hotel no se movieron hasta que este cerró sus puertas definitivamente en 1934; sus propietarios los trasladaron aquél año a otra plaza pamplonesa, ¡a la Plaza del Castillo!, de hotel a hotel, del Gran Hotel al Hotel La Perla. Y no vinieron solos, se trajeron consigo a aquellas puertas que durante algo más de dos décadas habían flanqueado, y se trajeron lámparas, mesillas, y todo tipo de adornos, ¡hasta el nombre del Gran Hotel se trajeron!. No se vinieron con las manos vacías. Y cierto es que no pudieron traerse al ascensor, pero al menos se vinieron a acompañar al hermano gemelo de aquél. Clientes y empleados les resultaron familiares. Era como si siguiesen estando en su casa, y realmente en ella estaban. Si en 1912 habían inaugurado el Gran Hotel, en 1934 les tocó inaugurar el nuevo Hotel La Perla resultante de un año de intensa reforma orquestada por Víctor Eusa. Se instalaron primero durante unos años en el hall del hotel, pero una segunda reforma de Eusa les hizo trasladarse en 1951 al comedor, uno en la parte alta de las escaleras, y el otro en una de las esquinas, coqueteando con la calle Chapitela; entre los dos, complementándose, tenían controlados a todos los comensales. Allí, en esa ubicación, asistieron al cambio de siglo y de milenio. Y llegó el año 2005, y con él otra reforma, de esas que hacen obligado el desalojo; fue así como casi después de 75 años tuvieron que sufrir el desalojo temporal. Y hubo que sacarlos con todo el cuidado del mundo; son de frágil loza, igual que un rompecabezas de múltiples
piezas esmaltadas que, ensambladas y encajadas, exhiben una estética que hacen la delicia de quien les contempla. Y así, sobre una plataforma con ruedas, rodeados de manos que cuidaban y vigilaban su integridad, fueron solemnemente sacados y trasladados hasta un camión que los transportaría a hogar ajeno mientras su casa de siempre se ponía guapa. Volvieron en 2007 a reinaugurar de nuevo, remozados en burbujas protectoras, casi entre algodones. Uno a uno fueron desembalados los dos en el que iba a ser su nuevo emplazamiento. ¡Oh, sorpresa!, allí estaban los gemelos... ¡pero incompletos!, igual que reyes sin corona. Alguien, mirando tal vez por su bien, les había desmontado sus barrocas asas, y estas, en ese trasiego, se perdieron para siempre. Que si sí, que si no, que si de aquí nos los llevamos sin asas, que si... pero no contaban los de la mudanza con que ellos, los gemelos, habían salido en 2005 como los buenos toreros, por la puerta grande, y con las cámaras de fotos inmortalizando su paso, y sus hermosas asas. Triste tributo el que se pagó por su resguardo. Pero aquí siguen, en su casa, donde siempre, con los de siempre, a la espera de que algún día, alguien, premie su fidelidad, y ya de paso invente algo para hacerles hablar, que es mucho, y bueno, lo que tienen para contarnos. Ellos, siempre queridos y admirados, son... nuestros jarrones.