Periódico barrial
Distribución gratuita 3.000 ejemplares mensuales Enero 2018 ISSN 2451-7178
Comuna 1 /3 /4
Constitución, Monserrat, San Cristobal, San Telmo, Parque Patricios y Barracas
Una voz, un derecho.
Género Número 02 elgritodelsur.com.ar /El Grito Del Sur @grito_delsur elgritodelsur@gmail.com
CAR TO GRA FIAS PERIODISMO EN CLAVE
FEMINISTA
Varones antipatriarcales
Feminismo villero
#JallalaMujeres
Junto al Colectivo de Varones Antipatriarcales, reflexionamos acerca de la relación entre los hombres y el feminismo en esta época.
En medio de un diciembre caliente, El Grito del Sur dialogó con Johana y Jessica del frente de géneros de La Poderosa sobre lo que denominan ‘feminismo villero’
Una experiencia en primera persona sobre lo que fue el primer encuentro de mujeres indígenas que pidió por la libertad de Milagro Sala y todxs lxs presxs políticxs.
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Algunas líneas Los barrios con Con la fuerza sobre hombres perspectiva de de las mujeres y feminismo género indígenas
02 | Sumario / Editorial
GRITÁ CON NOSOTRAS Sé parte del colectivo.
Indice
Conocé nuestro proyecto elgritodelsur.com.ar elgritodelsur@gmail.com.ar /El grito del sur @grito_delsur @elgritodelsur Santiago del estero 1029, CABA
02 | Editorial
No bajamos las banderas
06 | Feminismo villero
Géneros poderosos 03 | Hombres y feminismo
Varones antipatriarcales 04 | Ajuste machista
07 | Accidente de tránsito
El dolor también anda en bicicleta
Un ajuste con disfraz de reforma
Diseño gráfico: kunkacomunicacion@gmail.com
No bajamos las banderas Por Dalia Cybel
En un contexto apremiante y doloroso, entre balas que se confunden con pirotecnia cerramos un año complejo. A pesar de las dificultades, las mujeres impusimos nuevamente el calendario influyendo de manera significativa en el ámbito político y social. Aún con el cierre de Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres, el retroceso en la implementación de los protocolos de interrupción legal del embarazo y la clara merma de la educación sexual integral, las mujeres seguimos en las calles. A pesar de la intención de denostarnos y subestimar nuestro rol político, las mujeres, nosotras demostramos nuevamente que podemos ser sujetas de derecho, tanto dentro como fuera del Congreso.
08 | Contratapa
Con la fuerza de las mujeres
EL GRITO SOMOS
Aldana Mancilla Pais, Christopher Loyola, Sebastián Furlong, Yair Cybel, Matias Ferrari, Facundo Lo Duca, Karen Cortés, Julián Valdez, Gabriela Perchante, Dalia Cybel, Pablo Cerra y Sofia Zaragoza
Sin embargo, en cada fin de año, en cada vuelta de cabeza para revisar nuestro camino aparecen como un destello aquellas compañeras que se fueron y no volverán. Aquellas que ilustran nuestras banderas con sus fotos, casi siempre sonriendo.
política de sindicatos y agrupaciones frente a la proporción de compañeras que sostiene el trabajo barrial, los apoyos escolares o los merenderos. No bajamos las banderas, denunciamos a los abusadores y conseguimos la paridad de género.
Este año se redujo la Asignación Universal por Hijx y el presupuesto asignado a políticas de prevención y tratamiento de la violencia de género, mientras Argentina siguió marcando el ritmo de un femicidio cada 18 horas. Igual, nosotras no bajamos las banderas. Este año implicó repliegues, coyunturas convulsas, desafíos inmensos. Sin embargo, nosotras no bajamos las banderas.
Este fin de año es agridulce y confuso, es un balance continuo y un camino en subida. Sin embargo, no bajamos las banderas.
Frente a la crisis económica y laboral más mujeres debieron enfrentarse al malabarismo de la economía familiar para llenar la olla en las noches y los mediodías. Sin embargo, nosotras no bajamos las banderas y nos encontramos en Chaco, paramos, le dijimos al patriarcado que queríamos ver cómo hacía para encargarse solo de sobrevivir sin quien le lave las medias ni le planche las camisas Denunciamos el machismo tanto en la derecha como en la izquierda, subrayando la distribución desigual en la representación
No nos permitimos tener los brazos cansados, porque heredamos la fuerza de las que siembran los campos mientras cargan a sus hijxs, de las que lucharon para lograrlo todo con muy poco, como Milagro Sala. No nos permitimos tener los brazos cansados, porque si una afloja la otra la acompaña. No nos permitimos bajar más banderas, porque nadie puede darse el lujo de bajarlas cuando en ellas se conserva la mirada de nuestras asesinadas. Por eso quiero terminar este texto con una canción que resuena en mi cabeza cuando veo en las banderas los rostros de aquellas mujeres en las que no queremos ni debemos dejar de pensar: Mujeres bellas y fuertes se han ido mi amigo, y no volverán.
El Grito del Sur- Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno - Registro ISSN 2451-7178 - Director Propietario: Yair Cybel - Tirada 3.000 ejemplares - Registro de la Propiedad Intelectual 5295866 - Enero 2018 - Número 39 - Domicilio legal: Camarones 1549 CABA - Contacto: elgritodelsur@gmail.com - Impreso en Avisar Impresiones Gráficas - Arnoldo 1380 Quilmes Registro de Medios Vecinales CABA - Se autoriza la reproducción del material publicado, citando la fuente.
Hombres y feminismo | 03 Una mirada masculina del feminismo
Varones antipatriarcales El Colectivo de Varones Antipatriarcales de Bs As existe desde 2012. Quienes lo integran llegaron hasta allí transitando distintos caminos, pero con un punto en común: la incomodidad que les genera la idea de la masculinindad impuesta en nuestra sociedad. La pregunta fundamental es ¿Es posible transitar otras masculinidades que se corran de las categorías hegemónicas que la sociedad patriarcal le asigna a los varones?
Por Camila Alfie
Como mujeres sabemos que no todas las demás compañeras deciden comenzar el proceso de deconstrucción ni militar el feminismo, a pesar de ser las perjudicadas por el sistema patriarcal. Frente a esta situación me pregunto: ¿por qué un varón, que nunca en su vida tuvo contacto con ideas feministas, y que vivió aprovechándose de los privilegios que le brindaba el patriarcado, elegiría deconstruirse genuinamente y defender la causa feminista? ¿Existe la posibilidad de que algún día, un hombre se levante y diga “Hoy voy a empezar a cuestionarme mis privilegios”? Hay doce chicos que piensan que sí, y que hacen de eso su militancia. A través de talleres en escuelas y en organizaciones ayudan a difundir, problematizar y replicar una mirada interesante del feminismo y las masculinidades, que apunta a una deconstrucción genuina del varón y de sus formas de relacionarse con las mujeres; o más bien, con los cuerpos feminizados. El Colectivo de Varones Antipatriarcales de Buenos Aires existe desde 2012, y quienes lo integran llegaron hasta allí transitando distintos caminos, pero con un punto en común: la incomodidad que les genera la idea de la masculinidad impuesta en nuestra sociedad. Varios se identifican como parte del colectivo LGBT, aunque no todos, pero lo que los convoca es la necesidad de un espacio seguro para poder hacer cosas que, en otros lugares, no estarían “bien vistas”: cosas sencillas, como demostrarse afecto. En definitiva, lo que buscan es “problematizar
Si te fijás, cuando los hombres ‘paki’ se dan un abrazo, se dan tres palmaditas. Yo digo que esas palmadas significan: ‘no-soy-puto.
prácticas, reconvertirlas y transformarlas”. “Si te fijás, cuando los hombres ‘paki’ se dan un abrazo, se dan tres palmaditas. Yo digo que esas palmadas significan: ‘no-soyputo”, afirma uno de los integrantes del colectivo, que cuestiona el por qué los pibes no pueden demostrarse cariño real sin poner en duda su masculinidad. “Entendemos que ‘varón’ es una categoría que representa una relación desigual; el varón es el sujeto político que oprime y violenta a las mujeres, a otros varones, y a otras identidades sexo-genéricas que no se ajustan a la norma cis-héteropatriarcal. Y en esa bolsa entramos todos, aunque no nos guste”, asumen los integrantes. Entonces la pregunta fundamental es ¿Es posible transitar otras masculinidades que se corran de las categorías hegemónicas que la sociedad patriarcal le asigna a los varones? (El varón como proveedor, fuerte, agresivo, defensivo, líder, etc). Ellos también tienen debates sin zanjar: ¿puede un hombre ser feminista? ¿Puede el patriarcado ‘oprimir’ a los hombres? A la primera pregunta contestan fundamentalmente que sí, y a la segunda, que no pueden hablar de ‘oprimir’, pero sí de poner en un lugar de incomodidad. Pero todo con reparos: ellos debaten continuamente estas cuestiones, de forma horizontal y autogestiva. Yo les planté la mía: ¿qué hacer con los machos? Porque ellos, definitivamente, son la
excepción que confirma la regla. “Hablar del ‘macho’ como una masa gigante que hay que deconstruir parece un trabajo imposible”, comentan, “es como decir ‘hay que derribar el capitalismo’”. De todas formas, entienden que se puede militar el feminismo desde lugares más puntuales: no siendo cómplice de chistes o comentarios machistas cuando un varón los enuncia; interpelarlo cuando da por sentado ciertas creencias que tienen que ver con lineamientos patriarcales; marcarle cuáles son sus privilegios; denunciar y acompañar a las compañeras cuando haya que escarchar a un acosador; etc. Además de su participación promoviendo lugares de encuentro y debate en organizaciones políticas y bachilleratos, articulan su militancia con otros grupos de varones antipatriarcales de distintas partes del país y latitudes latinoamericanas. También actúan dentro de organizaciones donde hay compañeros acusados de abuso. “Siempre que vamos es porque nos llaman compañeras para que abramos el espacio de debate”, cuentan, y comentan que se está activando un protocolo para expulsar a los machos violentos y abusadores dentro de los partidos. Los integrantes de “varones antipatriarcales” no quieren tomar la posta de nuestra lucha, no les interesa ser protagonistas del movimiento feminista ni ponerse en un lugar de víctimas que no les corresponde. Pero sí invitan a los compañeros a protestar, a cuestionarse y a denunciar; y sumar voces de protesta al movimiento de mujeres porque, valga la redundancia, todo suma.
Un ajuste disfrazado de reforma Entre grandes movilizaciones populares, represión y cacerolazos, en la madrugada del 19 de diciembre la Cámara de Diputados dio la media sanción restante para la aprobación de la reforma previsional. Dicha medida implica un recorte de los haberes que afecta a jubilados, pensionados, ex combatientes de Malvinas, quienes perciben la AUH, entre otros.
Redacción El Grito del Sur
Nacida y crecida en Santa Fe, Lucila de Ponti estudió Ciencia Política en la Universidad Nacional de Rosario. Forma parte del Movimiento Evita y la CTEP. Desde el 2015 es parte de la lista a diputados nacionales de la provincia de Santa Fe por el Partido Justicialista. Militante feminista, en exclusiva para El Grito del Sur, nos cuenta su visión sobre las ultimas medidas del gobierno
1. El gobierno fue a fondo con la reforma jubilatoria, incluso reprimiendo a mansalva en las calles y propiciando una unidad novedosa en la Cámara de Diputados, ¿se abrió una nueva etapa política en el país? La reforma previsional fue una votación perdida pero una batalla ganada en la calle, en la cual los sectores que no acuerdan con el modelo de país que propone Cambiemos demostraron que movilizándose por objetivos comunes y en la defensa de derechos que los atraviesa pueden lograr que la oposición articule acciones en el Congreso para dar respuesta a esas demandas. A su vez el gobierno desplegó un accionar represivo muy peligroso y preocupante de cara al futuro, porque las movilizaciones y el malestar social no van a desaparecer en la medida en que continúen estas políticas que vulneran
los intereses de las mayorías populares.
2. Se logró la Ley de paridad de género en la Cámara baja pero encontramos un retroceso a nivel social en las reformas laborales y jubilatorias. Considerando que el 86% de las personas que consiguieron la jubilación a partir de las moratorias previsionales son mujeres, ¿cuál es tu balance respecto a estas situaciones pensándolas en perspectiva de género? Tanto las reformas como el presupuesto 2018 son específicamente perjudiciales para las mujeres, porque atentan contra algunos de los derechos conquistados más importantes como la moratoria jubilatoria y la jubilación mínima. Aparte el presupuesto no prevé partidas específicas para desarrollar políticas que intenten combatir la violencia machista, y el presupuesto para políticas de género disminuye con respecto a 2017. La reforma laboral, por otra parte, no tiene una perspectiva de género y se pierde la oportunidad de transformar integralmente nuestra legislación laboral para incorporar los derechos que nos corresponden como mujeres.
3. ¿Existe una representatividad política unificada de la agenda de
El gobierno ordenó una violenta represión, sin precedente en los últimos 15 años. El operativo no hizo distinción entre manifestantes, diputadxs y trabajadorxs que pasaban por ahí, avanzó contra todxs por igual.
género? Si no, ¿cómo se construye? Hay un acuerdo entre las diputadas mujeres con algunos temas, como lo fue por ejemplo con la paridad. Pero hay muchos temas que requieren una asignación de recursos grande, y ahí es donde hay diferencias porque no alcanza con tener solamente una posición declamativa, hay que exigirle a quienes gobiernan que inviertan los recursos necesarios para que las políticas existan.
A partir de 2019, todas las listas deberán intercalar hombres y mujeres en las candidaturas a cargos legislativos.
4. ¿Te costó más llegar a diputada siendo mujer? No era un objetivo mío, fue una definición de la organización de la cual formo parte. Sí puedo decir que existen dificultades para las mujeres que desarrollamos esta tarea o cualquier tarea en la cual disputamos espacios de poder que históricamente estuvieron relegados para los varones. Es un desafío que tenemos como sociedad el de construir igualdad en el ejercicio del poder y la toma de decisiones.
Ajuste machista | 05
Frente para la Victoria
Nilda Garré Necesita de un enemigo interno, primero en el sur, con la peligrosidad de los pueblos originarios, después con sectores gremiales. Está en peligro el normal funcionamiento de este cuerpo, porque estamos sometidos a un verdadero blindaje. Esta ley pone en peligro a los viejos de hoy y a los viejos del futuro.
Frente Renovador
Mirta Tundis “Que se hable de un bono compensatorio significa que se está dando lo que está faltando. De esta manera, reconocen que no están dando el aumento que corresponde”, advirtió la especialista en jubilaciones que calificó como “inviable” el proyecto oficialista.
Coalición Cívica - Cambiemos
VOTACIÓN NOMINAL Afirmativos --------------- 127 Negativos
--------------- 118
Abstenciones --------------- 2 Ausentes
--------------- 9
Economía Feminista Gran parte de lxs diputadxs hizo énfasis en que el ajuste que significa esta reforma tiene cara de mujer. Las mujeres son el 86% de quienes consiguieron una jubilación a partir de las moratorias previsionales, debido a que son la mayoría de las trabajadoras precarizadas (sin aportes) y muchas de ellas han sido amas de casa durante toda su vida, haciéndose cargo de los trabajos domésticos no remunerados. Además, la reforma también afecta a las beneficiarias de la AUH, a las que hoy están embarazadas.
Lilita Carrió Esto yo ya lo viví. No voy a conspirar contra la República, y si hay un error se puede reparar. En cambio si yo no votara con el gobierno, estaría haciéndole el juego a los que quieren derrocarlo. (...) La ley es muy buena para el futuro, no en el cortísimo plazo. Tengan paz, oremos por la Patria
Libres del Sur
Victoria Donda Cuando discutan un proyecto de ley que sea para defender a los más vulnerables, ahí vamos a estar nosotros. Pero mientras sigan pretendiendo sancionar un proyecto que lo único que hace es perjudicar a 17 millones de personas que son las más pobres y engrosar la lista en ese más de 30 por ciento de pobreza, no vamos a estar.
Frente para la Victoria
Vanesa Siley Como integrante del Movimiento Obrero Organizado, cuyos compañeros y compañeras están manifestándose, ejerciendo el derecho de reclamo que existe en una democracia, me duelen los palos, las balas y las patadas que le están pegando al pueblo argentino que votó a cualquiera de los que estamos acá sentados.
Paridad de género A partir de las elecciones de 2019 entrará en vigencia la Ley de Paridad de Género en las listas electorales. La norma fue aprobada en la Cámara de Diputados por amplia mayoría, con 165 votos a favor, 4 en contra y dos abstenciones. Las fuerzas políticas en todo el país estarán obligadas a intercalar hombres y mujeres en las listas a cargos legislativos. El proyecto había sido aprobado el año pasado en el Senado, tenía dictamen, pero nunca había sido incluido en el temario de la Cámara baja. Una vez más la lucha de las mujeres puestas en segundo lugar, como debate “que vendrá después de los debates más importantes”. Finalmente, se logró tratar tras la firmeza de la diputada Victoria Donda que exigió su tratamiento aunque no hubiese sido acordado previamente. El bloque del oficialismo, en principio, se negó a tratarlo argumentando que no estaban dispuestos a hacerlo saliéndose del reglamento. Terminaron accediendo gracias al creciente apoyo que iban demostrando diputadas de distintos bloques a medida que pasaban los minutos. Hasta ahora, la Ley de Cupo aseguraba la representación de las mujeres en un tercio de los escaños. La nueva legislación, además de introducir el artículo 60 bis en el Código Nacional Electoral que fija la obligatoriedad de intercalar candidatos de ambos sexos, incorpora la igualdad de género a nivel partidario, pero en este caso no será obligatorio intercalar. Desde la izquierda criticaron el proyecto planteando que la ley generaba un techo en lugar de un piso a la cantidad de mujeres que formarían parte de las listas. Se quejaron de que “no se haya podido debatir”. Finalmente los cuatro votos negativos correspondieron al diputado del Partido Obrero Pablo López y a los oficialistas Nicolás Massot, Pablo Torello y Héctor Roquel (casualmente 4 hombres). El mapa político que estamos viviendo en la Argentina está trayendo fuertes retrocesos en numerosos escenarios importantes en relación a avances culturales, simbólicos y también concretos. Se puede nombrar el retroceso en materia de ciencia y tecnología, de libertad de expresión, etcétera; incluso podemos mencionar la vuelta a un Estado de tipo represivo que día tras día se hace notar de manera más cruda. Estos mismos movimientos se están dando al mismo tiempo en varios países de Latinoamérica. Pero esta ley, como también una similar sancionada hace poco días en la hermana patria uruguaya, demuestran que la lucha contra el patriarcado es un camino que los pueblos latinoamericanos han comenzado a recorrer y que hoy en día ha formado un piso de acuerdos que se constituye como barrera incluso para los gobiernos más reaccionarios de la región.
06 | Feminismo villero
Géneros poderosos
El 13 de diciembre bajo un cielo opaco de nubes, la Gendarmería embistió con gases lacrimógenos y balas de goma a los manifestantes que quisieron poner una carpa blanca en 9 de julio. En una semana de tensiones El Grito del Sur se reunió con Jessica y Johana, vecinas y compañeras del frente de géneros de la organizaciòn “La Poderosa” para conocer en primera persona aquello que llaman feminismo villero.
Por Aldana Mancilla Pais
Johana Ibarrola vive en la Villa 31 en Retiro desde que nació. Jesica Azcurraire en la villa 21-24 de Barracas, que está pegada a Zavaleta, un espacio postergado al sur de la Ciudad ambas son parte de la agrupación la poderosa. La poderosa tiene más de 57 asambleas en el país y otras en diversos sitios de Latinoamérica. Siendo su brazo literario ‘La garganta Poderosa’ en cuyas páginas se intenta difundir la voz de los barrios más bajos. Un discurso que siempre existió aunque pocos lo quisieran escuchar. Jessica y Johana hablan y militan de y desde el feminismo villero, un feminismo muy diferente al de los libros, que se forja día a día entre la chapa y el barro. Entre la falta de cloacas y la necesidad de rebuscarselas para tener la cena. “Entrar al barrio y decir ¨vamos a militar géneros¨ es difícil. Quizás buscamos la excusa para juntarnos, para encontrarnos. Qué es el género, por qué lo militamos, eso fue surgiendo después” explica Johanna. “Los primeros encuentros se daban mate de por medio, en asamblea. De ahí hicimos un taller para construir muebles con pallets. Ese proceso estuvo bueno porque se acercaron un montón de mujeres. Vimos como las vecinas construían cosas para sus propias casas”. En el barrio el empoderamiento de la mujer cuenta con otras realidades y estigmas. “Las mujeres no tienen dónde dejar a sus hijos para ir a trabajar porque no hay jardines maternales. Esa es una de nuestras banderas en cada marcha. Yo con dos nenes tuve que
salir a trabajar y pedirle a la señora para la cual trabajaba en la casa de familia si los podía llevar. Tuve la oportunidad de hacerlo, otras no la tienen”, dice Jessica El frente de géneros de La Poderosa en el Barrio Zavaleta surgió en el año 2015. Aunque a partir del fenomeno de ni una menos las vecinas habían comenzado a juntarse, fue luego del femicidio de Mica Gaona, el primero que se conoció en el barrio, que comenzaron las asambleas y mateadas de manera más sólida y frecuente. A partir de estas reuniones surgieron redes de trabajo y sororidad. Tiempo después la fuerza comunitaria tomó forma: las vecinas se organizaron para fundar una cooperativa de estética con el nombre de Mica Gaona cuyo slogan es “Al patriarcado le pintamos la cara” “La idea de la cooperativa entonces fue tratar de generar nuestras propias herramientas y hacer que la voz de las compañeras se escuchara”- cuenta Jessica. “Cargamos con la estigmatización constante. En el inconsciente colectivo las compañeras del barrio lo único que hacemos es ser empleadas domesticas: de ahi no nos bajan y no nos suben tampoco. En la cooperativa el empoderamiento se dio vecina con vecina, compañera con compañera. Costó mucho porque es difícil dejar a tu pibe con tu marido, para irte un a un taller de géneros”. Las compañeras no lo dudan y lo afirman con convicción: la violencia de género no se puede disociar de la violencia institucional. “En el barrio no hay un solo caso de violencia de género que no esté atravesado por múltiples violencias institucionales o de clase”. Es muy simple y está a la vista: la violencia de género atraviesa todos los estratos sociales, pero la termina pagando más caro siempre la mujer pobre y villera. Es moneda corriente que muchas mujeres no se atrevan a separarse de sus parejas por cuestiones
económicas también naturalizó la violencia laboral hacia la mujer, donde gana menos que el hombre por la misma tarea, sumado numerosas situaciones de violencia psicológica, verbal y física. Jessica tenía 16 años cuando dio a luz a su primer hijo. A los médicos no les importó que necesitara una cesárea. Por tratarse de un procedimiento menos costoso decidieron forzarla a un parto natural. Terminó desgarrada. “En la habitación mientras mi familia me estaba fotografiando apareció la enfermera y dijo: “pero ¿para qué le sacan tantas fotos? Si el año que viene vas a estar acá de vuelta”. “Los medios Reproducen el discurso de que las pibas tiene hijos porque quieren cobrar la asignación. Hay mujeres que por decisión propia no quieren tener hijos, y hay otras que no tuvieron educación sexual, ni de salud, ni les enseñaron cómo cuidar su cuerpo. Por eso con los talleres construyen desde ahí, desde la información y el empoderamiento. Se le trata de dar herramientas.” Luego de este episodio Jessica decidió terminar la secundaria y realizar el curso de enfermera para que ninguna chica más tuviera que pasar por lo mismo. Luego de una hora y media el bullicio en las calles se apaga. Jessica y Johana se apuran: hoy juega Independiente y quieren llegar a ver el partido. Prometen que volveremos a encontrarnos, el 8 de marzo del año que viene, fecha en la que planean inaugurar la casa de la mujer en la Villa 31, un espacio que consiguieron luego de largas negociaciones con las comisión de urbanización. Las entrevistadoras y las entrevistadas nos perdemos en las calles del microcentro, todas con la misma sensación: nada de la lucha fue en vano.
Accidente de tránsito | 07
El dolor también anda en bicicleta El miércoles 3 de enero Sofía Osswald falleció en un accidente de tránsito cuando andaba en bicicleta por la esquina de Perú al 900, la familia busca testigos para reconstruir el caso. ¿Por qué si el gobierno porteño publicita las bicisendas como una de sus políticas prioritarias sigue habiendo accidentes que se llevan la vida de los ciclistas?
Por Dalia Cybel
Sofía lleva los anteojos levantados como vincha, el pelo rojizo y revuelto le enmarca la cara y combina con los labios pintados. Tiene la mirada clara y perdida, no está seria ni sonriente. La imagen podría ser de la protagonista de una pelicula de Almodovar, pero no lo es. Era fotógrafa, feminista, militante, enérgica. Estudiante de artes del fuego en el Una y creadora de cientos de pulseras de macrame que daba a conocidos y desconocidos por igual. El miércoles 3 salió en bici desde el trabajo hasta la casa de una amiga. Aproximadamente a las cuatro y media de la tarde en la esquina de Perú al 900, la pisó un colectivo 126 y murió. Su familia busca testigos para reconstruir lo que pasó. Sofía Osswald tenía 26 años, y trabajaba de agente de prevención en Parque Chacabuco, donde vivía con su familia. Una de sus responsabilidades era asegurar que no hubiese accidentes de tránsito en las salidas y entradas de los chicos a los colegios. La calle es un espacio de poderes y jerarquìas. Los colectivos las marcan, los taxistas las obedecen y los ciclistas las sufren. El fenómenos de las bicisendas, surge en el 2009 de la mano del gobierno macrista en la Ciudad de Buenos Aires que, siguiendo el modelo europeo, propuso una nueva forma de interacción entre el ciudadano y el espacio público. Pero la mala señalización, el hecho de que sean todas con doble sentido -incluso en las calles de una sola mano-, la finalización sin previo aviso, y la falta de pavimento en algunas calles dificulta el tránsito seguro, que se ve agravado cuando los ciclistas deben competir por el espacio con autos estacionados, contenedores de basura, motos y carros de mercadería. No hay estadísticas oficiales, pero circulan algunos números. Según la Asociación Civil “Argentina en bici”, en los primeros dos meses de 2017 hubo 19 ciclistas muertos en Buenos Aires. El gobierno porteño da mucha difusión de los beneficios físicos y medioambientales del transporte sobre dos ruedas, pero todavía no realizaron una campaña seria de difusión para seguridad vial de los ciclistas. Sofia no fue la única afectada por los
El 12 junio del 2017 Mauricio Macri creó por decreto la Dirección Nacional de Movilidad en Bicicleta dentro de la órbita del Ministerio de Transporte. Este año el Presupuesto nacional 2018 destina $1.000.000.000 (mil millones de pesos) en la implementación de bicisendas para la Provincia de Buenos Aires contra $353.000.000 (trescientos cincuenta y tres millones de pesos) previstos para la construcción de viviendas en Catamarca.
accidentes viales en lo que va del año. Dos días antes, Franco, de 19 años, murió de una manera similar en el barrio de Pompeya. El domingo se pedaleo en su honor durante “la masa crítica”, una famosa peregrinación de ciclistas donde se comparten anécdotas, intercambian consejos y hasta se convidan mates sobre ruedas. Ambas familias participaron del evento que recorrió la ciudad hasta Obelisco. Esta vez se detuvo en las esquinas donde sucedieron los accidentes para colocar una bicicleta pintada de blanco como homenaje a ambos jóvenes. Los organizadores del evento dijeron unas palabras volviendo a recalcar la situación de vulnerabilidad de los usuarios de bicicletas en la Ciudad de Buenos Aires. “Sofia era un persona increíble, de esas que ves un día y ya querés conocer. Tal vez no te conocía pero venia y te daba un abrazo. Hay un pibe que laburó solo tres días con ella, pero después del accidente vino a mi casa y me dijo que Sofía le había cambiado la vida y que iba a estar para lo que necesite, vino al velorio y también al homenaje”, dice Joaquin. Es el hermano menor de Sofía, se le parece bastante. Dice que heredó todo de ella, especialmente el amor por las bicis: Sofía fue la que le enseño a andar, cuando era más chico. “A Sofía le importaba generar una calle más segura y tranquila, por eso hacia su trabajo con gusto. Podía correr tres cuadras a alguien porque le decía algo en la calle y le reclamaba como una contravención”. “Ella me metió a militar, era peleadora, creo que era feminista porque no podía guardar lo que sentía, decía todo”, cuenta Joaquín. Él fue el encargado de recibir la noticia de la muerte de su hermana y quien se puso al hombro el trabajo de difusión del caso. Su lucha ahora es que se tome conciencia de lo desprotegidos que están los ciclistas. “Con o sin casco si te pisa un auto o un colectivo es muy difícil no salir lesionado. En una ciudad donde se incita constantemente el consumo de bicicletas no hay regulaciones estatales ni infraestructura suficiente. El gobierno promueve el uso de las bicicletas porque es un recurso barato que los desentiende de mejorar el transporte público, pero si no se está adecuada terminan habiendo este tipo de accidentes”.
A pesar del presupuesto holgado y la importancia dada, el gobierno no se focaliza en la seguridad vial sino en el ciclismo como parte de un estilo de vida más sano y amigable con el medio ambiente, a tono con el perfil de joven empresario al que parecen estar destinadas todas las políticas públicas de Cambiemos. Ni siquiera aquellas bicicletas que el gobierno se encarga de proveer las 28 estaciones del plan de movilidad sustentable tienen especificado si deben restringir su uso a los circuitos de bicisendas, ni son entregadas con los cascos reglamentarios, evidenciando la contradicción del discurso oficial. “En la casa del pueblo todos se acuerdan de ella por su presencia, su compromiso y porque eructaba muy fuerte, nadie le ganaba, hasta hicimos un juego con eso. Una vez fuimos a ver un Stand Up feminista, estábamos atrás de todo pero igual su eructo se escuchó tan fuerte que tuvieron que interrumpir el espectáculo para decir “provechito”. Obvio que todos pensaron que fui yo, ¿quien iba a haber eructado de esa manera entre una belleza de ojos celestes y un zaparrastrozo?”. Joaquin habla de su hermana mientras arma tabaco, dice que todas las pulseritas de macramé que tiene las hacía ella: “Si alguien le decía que le gustaban se la regalaba, total tenía miles”. La idea de Joaquin es hacer una varieté en homenaje en su honor, hablar en todos los medios posibles, llamar la atención. Cree que la muerte de su hermana no será en vano si sirve para concientizar, pero especialmente para exigirle al gobierno que mejore las condiciones de los ciclistas con el mismo anhelo con el que busca ganar adeptos a las bicisendas. Si bien el deterioro de las calles y la falta de controles de velocidad y alcoholemia afecta a todos los ciudadanos el riesgo del ciclista de quedar gravemente herido en un accidente es peor. “No hay nada que te resguarde, no tenes parabrisas ni un chasis, tu cuerpo es el único amortiguador del impacto. Son los 15 kilos de la bici más tu peso. Si me entero de que por lo que yo hice se pavimenta una calle, se pone un semáforo con eso estoy satisfecho”, dice. Y cuenta una última anécdota: “Cuando brindamos por ella cada uno tenía que eructar, era su homenaje, sabíamos que desde el cielo lo iba a estar escuchando”.
08 | Contratapa #JallallaMujeres
Con la fuerza de las mujeres Rubinstein, socióloga y militante popular, nos cuenta en primera persona su experiencia del primer encuentro de mujeres indígenas por la libertad de lxs presxs politicxs sucedido el 8,9 y 10 de diciembre en la provincia de Jujuy. Por Malena Rubinstein
“Quiero que los verdaderos tupaqueros nos levantemos entre nosotros y que no haya nadie, nadie, que los haga agachar la cabeza. Por eso compañeros, amigos, hermanos, ¡Jallalla!” Milagro Sala La asamblea comenzó mucho antes de subir al micro. En la sede de la calle México, el jueves desde temprano, decenas de mujeres organizaban y clasificaban las donaciones que se habían acercado, ultimando los detalles del viaje que se había propuesto dos meses atrás en Chaco durante el XXXII ENM. En el local un compañero de la Tupac de Buenos Aires ya empieza a dibujar lo que va a ser el encuentro, un fin de semana repleto de anécdotas, relatos y sentimientos. Contaba que a la flaca la veías siempre en las actividades, con sol o con lluvia –un augurio de lo que íbamos a encontrarnos en Jujuy- y que él la estaba esperando para volver a las calles. Entre las cajas y bolsas de donaciones que subían a los micros asomaban también dos máquinas de coser a pedal para las cooperativistas que supieron erigirse formando miles de puestos de trabajo en Alto Comedero, hoy desmanteladas por un gobierno que solo ampara a las economías concentradas. Algunas horas más tarde de lo previsto prendieron los motores y encaramos el camino a San Salvador de Jujuy. En el trayecto nos encontramos compañeras de todas las edades, de distintas organizaciones políticas y sindicatos. Escuchamos las vivencias de mujeres que comenzaron su militancia en los años ’70 enfrentando a las políticas más siniestras de nuestra historia, otras que se organizaron en los ’90 cortando rutas para llevar comida a sus casas. También estábamos las que nos sumamos a esta travesía en la última década y que poco entendíamos del significado de militar en un ciclo político regresivo. Entre todas estas mujeres estaba Leti, de 77 años, a la que en ningún momento de los tres días se le borró la sonrisa de la cara. Cuando volvíamos para Buenos Aires pudimos improvisar una pseudo ronda en el micro para compartir conclusiones y sensaciones del viaje, ella –militante feministacontó que no quería perderse la posibilidad de acercarse a Milagro una vez más y ser parte de una marcha histórica que reclamó la libertad de Gladys Díaz, Javier Nieva, Mirta Aizama, Milagro Sala, Mirta Rosa “Shakira” Guerrero, Alberto “Beto” Cardozo y Graciela López, presxs políticxs que condujeron e iniciaron la organización de la Tupac.
Foto: Florencia Hartmann
La noche del viernes nos encontró en la capital de la provincia más nórdica del país. Nos recibieron en la sede central de la organización, que viste cuadros del Che, Abdala, Tupac Amaru, Perón y Evita. Hay fotos de mujeres trabajando en la construcción de viviendas y rezan inscripciones en las paredes; “Campesino, tu patrón no comerá más de tu pobreza”. El edificio cuenta en su entrada con un museo de poblaciones originarias de todo el país y entre las exposiciones retengo con más fuerza la figura de Micaela Bastidas, compañera de Tupac Amaru, conductora de las luchadoras andinas y encargada, entre otras tareas, del aprovisionamiento de las tropas independentistas. Micaela fue brutalmente asesinada, luego de ser torturada por no haber entregado ninguna información sobre el resto de las fuerzas revolucionarias. Finalmente, después de muchas reuniones para la organización amaneció el sábado. La convocatoria de #JallallaMujeres con un sol de diciembre, salpicó la ciudad de colores, música y huipalas, pasando por la casa de gobierno de Jujuy -donde más tarde Morales realizó un acto por un nuevo aniversario de su asunción-, por el penal de Gorriti donde están detenidos Javier y Beto, hasta llegar al penal de Alto Comedero donde se encuentran detenidas Milagro y el resto de las compañeras. En ese lugar la realidad y el presente histórico atravesaron los cuerpos. Era una imagen ensordecedora que calaba en lo más hondo; una columna de mujeres frente a las rejas del penal que separa a Milagro de su gente. La flaca enseguida se acercó para escucharnos y para cantar con nosotras, era un abrazo a la distancia mucho más fuerte que cualquier muro y mucho más grande que los metros que nos separaban. Durante más de una hora se escucharon mensajes de mujeres que representaron a todas las provincias, podíamos ver cómo ella saltaba y se abrazaba mientras el cielo se cubría de tormenta. El calor agobiante se transformó en diluvio tropical y viento andino, envueltas
en las banderas permanecimos hasta terminar la asamblea. Mientras esperábamos bajo la lluvia llegaron algunas mujeres que habían entrado al penal y en un abrazo infinito colmado de lágrimas se encontraban con el resto de las compañeras. Nos contaron que Milagro estaba contenta, que pidió el cancionero para cantar ella también, que ante las primeras gotas pidió que ninguna quedara bajo el toldo y se acercó más a la reja para darnos fuerza ella a nosotras. Ella a nosotras. Un grito de guerra resonó como eco en Jujuy, “Jallalla”, esa palabra quechua-aymara que significa pelear incesantemente para que se concreten los sueños. Es y fue la inscripción de una organización que le devolvió dignidad, voz y manos a un pueblo marginado, que enfrentó al poder económico concentrado de los responsables civiles de la última dictadura, construyó desde un terreno baldío instituciones educativas, centros de salud, piletas, fábricas, talleres, medios de comunicación y miles de viviendas. No fue mediante subsidios, las cooperativas cobraban por la construcción de viviendas, como lo hubiera hecho una empresa, pero de forma más eficiente, rápida y reinvirtiendo en la propia comunidad. El movimiento feminista se organizó para recuperar lo construido, para que las mujeres sigan levantando bolsas de cemento, construyendo sus propias viviendas y ganando lo mismo que sus compañeros varones, tal como ocurrió en las cooperativas de la Tupac. Milagro, su sangre originaria y su fuerza de mujer no saben de rendirse. Colla que inició su militancia en la década del noventa, organizando copas de leche y desde el peronismo en ATE. Se endureció por su historia, pero sin perder la ternura jamás concretó muchos sueños inadmisibles para un gobierno cuyos socios manchados de sangre, misóginos y racistas, solo conciben al pueblo como mano de obra barata