EL GRITO DEL SUR Nº93 JULIO 2022 - GATILLO FÁCIL

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ISSN 2451-7178

Comuna 1 /3 /4

Constitución, Monserrat, San Cristobal, San Telmo, Parque Patricios y Barracas

Año - 09

Número 93

Gatillo fácil: 38 casos en seis años

En sus casi seis años de existencia, la Policía de la Ciudad mató, al menos, a unas 38 personas en casos de gatillo fácil dentro del territorio de la Ciudad. La mayoría de los asesinatos ocurrieron en los barrios del sur porteño. El Grito del Sur elaboró un mapa con cada uno de estos episodios de violencia policial Pág. 6

“Las Amazonas”, una cooperativa textil feminista en la Villa 31

Buenos Aires, la ciudad con más estadios de fútbol del mundo

gratuita
ejemplares
2022
Periódico barrial Distribución
3.000
mensuales Julio
Pág. 4 Pág. 10
Foto: Nicolás Cardello

Casi 400 mil personas reciben algún plan social o subsidio en la Ciudad

Con la ley de VIH comienza el juego

Gatillo fácil: 38 casos en seis años

Buenos Aires, la ciudad con más estadios de fútbol del mundo

La de Puente Pueyrredón fue una lucha por la dignidad

Hace dos décadas asesinaron a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, jóvenes de 22 y 21 años, militantes de los Movimientos de Trabajadores Desocupados de Guernica y Almirante Brown que integraban la Coordinadora Aníbal Verón. ¿Por qué repercuten tanto los crímenes de Avellaneda? Tal vez por el hartazgo luego de tantos años de programa neoliberal aplicado a costa de represiones. Quizás por el simbolismo de ese momento final en el que Darío tiende su mano solidaria a

Maxi, a quien no conocía. Seguramente por lo impactante de las imágenes en las que puede verse que es la Policía Bonaerense la que ejecuta a Santillán por la espalda, a sangre fría.

Ese miércoles 26 de junio de 2002, un conjunto de organizaciones sociales se movilizaron en el marco de un plan de lucha por una serie de reivindicaciones inmediatas, como ser el aumento general del salario básico para los trabajadores y una duplicación del monto de los subsidios para los desocupados o

alimentos para los comedores populares; pero también por mejoras en salud y educación e incluso en protesta por los luchadores populares procesados y en solidaridad con la fábrica ceramista Zanón, de Neuquén, que corría el peligro de ser desalojada luego de haber sido recuperada por sus trabajadores.

La represión a las columnas piqueteras que se movilizaban a Puente Pueyrredón se produjo en el contexto en el que el entonces presidente interino Eduardo Duhalde llevó adelante

negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, que presionó al gobierno argentino para que pusiera orden ante una sociedad convulsionada, que desde hace años se había puesto en movimiento y contaba con un cántico emblema que unió a los sectores medios con la clase trabajadora asalariada y el pueblo más humilde: “piquete y cacerola. La lucha es una sola”.

02 · Sumario / Editorial 03 08 12 06
Más de 100 escuelas porteñas están sin calefacción en pleno invierno
“Las Amazonas”, una cooperativa textil feminista en la Villa 31
"A la Mocha Celis lo defino como ternura"
El Grito del Sur- Fundado el 23 de sepiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno - Registro ISSN 2451-7178 - Director Propietario: Yair Cybel - Tirada 3.000 ejemplares - Registro de la Propiedad Intelectual 5295866Julio 2022 - Número 93 - Domicilio legal: Camarones 1549 CABA - contacto: elgritodelsur@gmail.comImpreso en Editora del Plata S.R.L. - España 221, CP 2820 (Gualeguaychú, Entre Ríos) Registro de Medios Vecinales CABA - Se autoriza la reproducción del material publicado, citando la fuente. 04 Editorial 10 05

Preocupante situación

Más de 100 escuelas porteñas están sin calefacción en pleno invierno

Las políticas de desinversión educativa en la Ciudad tienen su correlato en el deterioro de los edificios escolares. La Multisectorial por la Escuela Pública presentó un mapa de riesgo en el que se registraron un total de 201 escuelas con problemas de infraestructura

Texto: Sebastián Furlong

El lunes 27 de junio, la Multisectorial por la Escuela Pública presentó un mapa de las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires que sufren problemas de infraestructura. La iniciativa registró hasta el momento 201 edificios escolares con problemas de infraestructura sobre un universo de 950. Esta cifra equivale a más del 20 por ciento de las escuelas de CABA, aunque un porcentaje menor -el 10 por ciento- ni siquiera tiene calefacción en un contexto de bajas temperaturas. «Éstas son problemáticas recurrentes, desde hace varios años que la comunidad educativa viene denunciando esto pero no hay respuestas por parte del Gobierno de la Ciudad», dijo a El Grito del Sur Pablo Francisco, secretario de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo de UTE-CTERA.

Los problemas de infraestructura vienen desde lejos y se han profundizado con las gestiones de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta en la metrópolis porteña. Desde la Multisectorial -conformada por familias, cooperadoras, docentes, estudiantes y organizaciones sociales- han denunciado estas irregularidades que afectan las condiciones de enseñanza-aprendizaje.

«Fuimos a las escuelas a relevar las condiciones, pero también recibimos avisos de la comunidad educativa. La situación es muy preocupante y el origen de esta situación es la baja del presupuesto educativo en la Ciudad«, planteó Francisco. Precisamente, el presupuesto educativo está en caída libre en los últimos once años: en 2010 era del 27,09 por ciento, mientras que llegó a bajar al 17 por ciento en 2021. Incluso la subejecución está en niveles alarmantes, puesto que en lo que va de 2022 apenas se ejecutó el 10 por ciento del mismo. Es decir, el presupuesto de este año en infraestructura y mantenimiento escolar sería subejecutado en más del 50 por ciento.

En el Mapa de Riesgo se advierten diferentes problemáticas que afectan a 201 edificios escolares: problemas con el agua, problemas de electricidad, caída de mampostería, baños inhabilitados, caída de techos, filtraciones generalizadas, sectores inhabilitados, problemas de conectividad, mal funcionamiento del ascensor, presencia de ratas y escuelas con problemas de calefacción.

Este último punto es sumamente preocupante. Hasta el mes de junio, fueron relevados 112 edificios escolares sin calefacción. Se trata de más del 10 por ciento de las escuelas de CABA,

situación que repercute en unos 100 mil alumnos y alumnas. Este déficit también tiene un sesgo geográfico: el 57 por ciento de estos establecimientos se encuentra en la zona sur. «Pese a los intentos del gobierno porteño de doblegarnos estamos de pie, y cuando Larreta sea un recuerdo, las escuelas van a seguir educando, resistiendo y soñando», dijo el secretario adjunto de UTE, Eduardo López, en la conferencia de prensa de esta mañana. Asimismo, cabe destacar que las causas de esta falta de calefacción se vinculan con los graves problemas de funcionamiento de las calderas. «La mayoría no tiene calefacción en todo el edificio o la misma es deficiente. Ejemplo de ello son la primaria 19 DE 4, en la que una de las calderas no funciona,

razón por la cual tienen calefacción en un solo piso. En el Instituto Bernasconi hay un ala del edificio en la cual no hay calefacción por problemas de caldera», señaló el informe difundido por la Multisectorial.

Por ello decidieron reforzar estos reclamos en la Marcha Educativa, convocada por diferentes sectores. «El Gobierno de la Ciudad no está dando soluciones concretas y las obras que realiza son más que nada superficiales o decorativas. Esta política va en detrimento de la educación pública, estamos en la jurisdicción más rica del país y hace 14 años que gobierna la misma fuerza política. No tienen excusas», concluyó Pablo Francisco.

Ciudad de la furia / Educar es combatir · 03

Un emprendimiento productivo

“Las Amazonas”, una cooperativa textil feminista en la Villa 31

"Las Amazonas" es una de las cooperativas de mujeres y disidencias de La Garganta Poderosa. Creada por mujeres de la Villa 31, este espacio se basa en la realización de productos textiles constituidos mediante tela de parapente y paracaídas en desuso.

Desde el centro del barrio Las Amazonas despliegan sus tejidos, arman sus tramas, enlazan sus historias. Como suele suceder, la solidaridad entre mujeres afianza intercambios y cose redes de contención mutua. Son hilos anudados entre sí para formar tejes de resistencia, complicidades, apoyos.

Las Amazonas es uno de los 81 espacios cooperativos, sostenidos en un 75% por mujeres y disidencias, de La Garganta Poderosa. Creada por mujeres de la Villa 31, este espacio se basa en la realización de productos textiles constituidos reutilizando la tela de parapente y paracaídas en desuso. De esta manera ellas integran el diseño de indumentaria con el compromiso ambiental para realizar mochilas, impermeables, hamacas, bolsas de compras y cubremochilas utilizando la tecnología de avanzada del paño que tiene una resistencia única siendo a la vez muy liviana.

Su manera de trabajar, horizontal y con espíritu cooperativo, también las distingue de las grandes fábricas y encarna los valores del feminismo organizado, planteando otras formas de pensar la economía popular.

“Frente a un sistema laboral que deja cada vez más gente afuera, la autogestión surge como una alternativa real a la falta de trabajo: 9 provincias argentinas tienen más trabajadores de la economía popular que del sector privado. En nuestro país el cooperativismo explica entre el 10 y el 15% del PBI, en muchas ciudades y pueblos son las principales generadoras de trabajo”, explican desde la organización.

Luego de que se celebrara el Día del Cooperativismo, el primer sábado de cada mes de julio, El Grito del Sur habló con sus integrantes para conocer más a fondo el proyecto.

¿Cómo surgen Las Amazonas?

“Las Amazonas” surge hace cuatro años en el barrio Villa 31, más específicamente en la Casa de la Mujer y las Disidencias que está dentro de la organización La Poderosa. Ahí comenzamos a reunirnos un grupo de compañeras que nos habíamos quedado sin trabajo y decidimos crear una cooperativa que permita tener un empleo dentro del barrio. En un principio nos habían donado un parapente y entre las vecinas decidimos hacer hamacas paraguayas para reutilizarlo. De ahí surge la idea de trabajar con este material ecológico. Desde ese momento recibimos donaciones de paracaídas y parapentes en desuso y comenzamos a utilizarlos para hacer

cada vez más cosas creando mochilas, bandoleras, riñoneras, morrales y varios productos.

¿Cuáles son las metodologías de trabajo?

Trabajamos en asamblea entre las 6 compañeras que formamos la cooperativa de manera horizontal. Lo bueno es que nosotras somos nuestras propias jefas, lo que da la posibilidad de tener nuestros propios tiempos y horarios. Lo enriquecedor de tener una cooperativa es que nos da una contención más cercana con todas las vecinas, podemos cuidarnos y apoyarnos dentro del barrio, donde también nos cubrimos en caso de una urgencia. No hay discusión ni problema si alguien necesita salir porque tuvo algún problema con une de sus hijes, ni hay que pedir permiso.

¿Qué lazo hay entre estas dinámicas y el feminismo?

Somos mujeres que venimos luchando todos los días por sostener nuestros hogares y nuestras familias. Trabajamos para ser escuchadas y que se tenga en cuenta que una mujer tiene los mismos derechos que un hombre. Decir que el feminismo es parte del cooperativismo es algo que cae de maduro.

¿Cuáles son los beneficios de los materiales que usan?

Los parapentes tienen un tiempo limitado de uso y después se descartan, por eso lo que hacemos es reutilizarlos para que no se tiren o queden abandonados. Les damos una segunda vida a ese material que es resistente e impermeable, lo que hace que los productos no sean afectados por la lluvia y tengan mayor resistencia.

¿Qué representa para ustedes ser una cooperativa?

Nuestra cooperativa representa el trabajo del día a día, es lo que nos permite mantener a nuestras familias y sobrevivir dentro del barrio. El trabajo cooperativo es una gran ayuda para que todas las mujeres que tienen hijos e hijas puedan manejarse y llevarlos al colegio, cuidarlos, pasar tiempo con elles. Nos permite tener independencia económica y convivir con las tareas de cuidado. Las cooperativas dentro del barrio son la herramienta para acceder a un trabajo digno, donde sabes que vas a estar contenida.

¿Creen que el trabajo de cuidados que realizan las mujeres en los barrios está invisibilizado?

Si, es lo que buscamos día a día. Necesitamos con urgencia que los trabajos

cooperativistas se integren en la sociedad como cualquier otro trabajo formal porque no por ser una cooperativa en la villa no significa que no sea un puesto de trabajo. También necesitamos que se reconozcan las tareas de cuidados porque llevamos adelante las dos aristas del trabajo feminizado para sobrevivir.

¿Qué aporte consideran que hacen las cooperativas feministas a la sociedad?

El aporte más grande de las cooperativas feministas es darle un espacio de trabajo a las mujeres que muchas veces sienten que no van a poder salir adelante porque están en ambientes violentos y no consiguen trabajo por les chiques. Trabajar en una cooperativa dentro del barrio te permite estar contenida por tus compañeras. Una cooperativa ayuda a las mujeres que venimos de nuestros hogares sufriendo violencia de género y esto nos permite salir adelante y entender que no tenemos por qué seguir sufriendo ni aguantando nada porque podemos ser independientes económicamente. Podés seguir a las dos cooperativas de La Garganta Poderosa en Villa 31 en Instagram a través de sus cuentas:

@eje.livera @amazonas.coop

Texto: El Grito del Sur
04 · Feminismo / Economía popular

El debate por los planes sociales

Casi 400 mil personas reciben algún plan social o subsidio en la Ciudad

La ayuda social abarca al 12,3 por ciento de la población porteña entre los programas del GCBA y Nación, sin contar la AUH. La Ciudad es uno de los distritos del país con mayor cobertura, pero la pobreza no baja

Entre los planes sociales y subsidios propios que administra el Ejecutivo que conduce Horacio Rodríguez Larreta y los que el Gobierno nacional asigna dentro del territorio de la Ciudad, más de 379 mil porteños y porteñas están cubiertos por algún tipo de ayuda social. El dato surge del cruce de distintos informes realizados tanto por consultoras privadas como por organismos del Estado sobre la implementación de los programas Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentar, con información del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño a la que accedió en exclusiva El Grito del Sur Del análisis de la información surge que al menos un 12,3 por ciento de la población de la capital del país (que se mantiene estable en torno a poco más de tres millones desde hace décadas) recibe alguna ayuda del Estado, contando tanto la que otorga la Ciudad como Nación. Eso sin considerar la AUH, que no debe tomarse como un plan social y es compatible con varios de los programas vigentes. Según datos de la Anses, la reciben 132.400 familias porteñas. De acuerdo a información a la accedió este medio, el Ejecutivo porteño asiste con sus propios recursos a unas 243.245 personas, a través de planes, subsidios y comedores. A ese número se le suman 57.179 beneficiarios del programa Potenciar Trabajo y otros 78.699 de la Tarjeta Alimentar, de acuerdo a distintos informes de organizaciones como el Centro de Estudios del Conurbano, que procesaron datos oficiales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. La Ciudad de Buenos Aires se configura, así, como uno de los distritos del país con mayor cobertura en materia de ayuda estatal en relación a su población. El caso del Potenciar Trabajo es gráfico: recibe el 4,5 por ciento del total de esos planes distribuidos a nivel nacional, muy por encima de provincias como Córdoba o Santa Fe, de población similar. Según el último registro del ReNaTep, viven en territorio porteño unos 103.678 trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular; si se compara con quienes cobran el plan, unos 57.179 beneficiarios en total, el porcentaje supera el 50 por ciento: no hay otra provincia que llegue a ese guarismo.

“Nuestro trabajo apunta a reconocer las dinámicas productivas que hay en los barrios, y potenciar el trabajo de la Economía Popular para volverlo más productivo e integrarlo a la economía formal”, le dijo a este medio la ministra del área, María Migliore. “También hay que acompañar en la emergencia y por

eso es que tenemos distintos programas de asistencia alimentaria y habitacional que ayudan a los que están pasando por una situación más difícil”, agregó.

LOS PLANES PORTEÑOS Y LA SITUACIÓN SOCIAL

Del total de 243.245 personas alcanzadas por la ayuda estatal porteña, unas 18.625 cobran el subsidio habitacional/690, que está en 12 mil pesos para una persona sola para alquilar una pieza de hotel; reciben la tarjeta de débito Ciudadanía Porteña, similar a la tarjeta “Alimentar” del Gobierno nacional, unos 43.516 titulares; concurren a los CPI y jardines subsidiados por el GCBA unas 12.000 personas; reciben bolsones de comida unas 43.814 personas; reciben un subsidio llamado “Programas TD” otras 43.806 personas y asisten a comedores del GCBA unas 125.000 personas más. De acuerdo al informe de gestión presentado en la Legislatura por el jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel, “el Ejecutivo desembolsó en junio de este año unos 20.000.000 de pesos destinados a 144 Unidades Productivas de la Economía Popular”, en el marco de la ley destinada al sector y aprobada casi por unanimidad a fines de 2020. A junio de este año, la Ciudad asiste financieramente a unas 5400 Unidades Productivas que dan trabajo a más de 12.000 personas, siempre según Miguel, cuya exposición fue duramente cuestionada por la oposición.

Toda esa masa de recursos, sin em-

bargo, no alcanzó para contrarrestar algunos números críticos de la situación social. Según un informe reciente del Centro de Estudios Metropolitanos, CEM, “la Ciudad de Buenos Aires muestra niveles de pobreza e indigencia similares a la pre-pandemia, principalmente en la zona sur, a pesar de la recuperación de los niveles de actividad” a nivel nacional. De acuerdo al CEM, la pobreza alcanza al 21,6 por ciento de los porteños, mientras que en 2019 llegaba al 20,3 por ciento.

El legislador porteño del Frente de Todos Matías Barroetaveña, por su parte, detectó una preocupante subejecución presupuestaria en servicios sociales durante el primer trimestre de este año.

“En materia social, se puede observar que ningún rubro pudo llegar al 25% que debería tener a esta altura del año y que solo el rubro salud pudo superar, con dificultad, el 20% de lo ejecutado. El resto de los ítems tienen resultados que van en la tónica de lo evidenciado previamente. Se destaca el paupérrimo gasto en agua potable y alcantarillado (9%), vivienda y urbanismo (11,6%), promoción y acción social (13,8%), y los servicios urbanos (14,3%)”, describe el informe del legislador.

REFORMULAR EL POTENCIAR TRABAJO

SIN “INTERMEDIARIOS”: UN CONSENSO INTERNO SOBRE POLÍTICA SOCIAL

La política social forma parte de los debates que atraviesan a los distintos sectores de Juntos por el Cambio. Mien-

tras que en su plataforma de lanzamiento como precandidata presidencial, Patricia Bullrich anunció a principios de junio que “eliminaría los planes sociales en seis meses”, el programa de gestión en la materia consensuado por el sector referenciado con Rodríguez Larreta, presentado en La Matanza apenas unas semanas antes, a fines de mayo, lejos de esa postura plantea sostener el Potenciar Trabajo, aunque “sin intermediarios”. “La mejor política social es crear trabajo”, suele matizar Migliore, que suena como una de las posibles candidatas a ocupar ese mismo cargo a nivel nacional en una hipotética presidencia de Horacio Rodríguez Larreta a partir de 2023.

El tema volvió a estar en la agenda pública a partir de un planteo similar lanzado por Cristina Kirchner desde Avellaneda, en un acto junto a la CTA. La vice pidió una “auditoría” y un replanteo sobre la aplicación del programa Potenciar Trabajo, que ya alcanza a más de 1.200.000 beneficiarios y beneficiarias. También pidió terminar con las “intermediaciones”.

Al respecto, la ministra porteña aseguró que “esa economía existe y produce valor, y el Estado debe tener las herramientas para integrarla”.

Texto: Matías Ferrari
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· 05
Ciudad de la furia
Economía popular

38 casos en seis años

Las huellas de las balas mortales

Esta investigación se publicó originalmente en el Mapa de la Policía, una iniciativa llevada adelante por la legisladora Ofelia Fernández, Revista Crisis, el Equipo de Investigación Política, El Grito del Sur, el Centro de Estudios Legales y Sociales, el Movimiento de Trabajadores Excluidos y la Asociación contra la Violencia Institucional.

En sus casi seis años de existencia, la Policía de la Ciudad mató, al menos, a unas 38 personas en casos de gatillo fácil dentro del territorio de la Ciudad. La mayoría de los asesinatos ocurrieron en los barrios del sur porteño y casi la totalidad de las víctimas son varones jóvenes. El Grito del Sur elaboró un mapa con cada uno de estos episo-

dios de violencia policial. El crimen de Lucas González en 2021 generó una conmoción social que motivó la pregunta de quiénes son las personas sobre las que recae el accionar represivo de la fuerza que conduce el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, dentro de los márgenes de la Ciudad.

La información volcada en este Mapa del Gatillo Fácil surge de un entrecruzamiento de los archivos de Correpi,

06 · Ciudad de la furia / Gatillo fácil
Texto: Ludmila Ferrer y Matías Ferrari

mortales de la policía porteña

el CELS y ACVI. Se tomaron aquellos casos ocurridos a partir del 1 de enero de 2017, fecha en la cual comenzó a operar formalmente la Policía de la Ciudad, luego de la fusión que se produjo a lo largo de 2016 entre la Federal y la Metropolitana en territorio porteño.

Se dejaron por fuera los asesinatos correspondientes a 2016, ya que la fuerza estaba en pleno traspaso; no se cuentan femicidios, ni las muertes que se dieron en el marco de un tiroteo, o aquellos cometidos por otra fuerza de seguridad, como es el caso de la Policía Federal, Gendarmería o las víctimas dentro del Servicio Penitenciario.

Tampoco se cuentan aquellos homicidios ocurridos fuera del territorio porteño, que representan la enorme mayoría dado que suceden cuando los agentes están fuera de servicio y abusan de su arma reglamentaria –dato revelado a partir de un pedido de acceso a la información realizado por ACVI, donde se muestra que los agentes de la Policía de la Ciudad dispararon 133 veces en 2019 y otras 103 veces en 2020 con armas de fuego sólo en la Provincia de Buenos Aires.

Este mapa geolocaliza con nombre y apellido a aquellas personas contra las que la Policía de la Ciudad disparó sin motivo alguno, para robarles o por mal desempeño a la hora de hacer uso del arma reglamentaria, es decir, cuando no estaba en riesgo la propia vida de los agentes. Y demuestra cómo el Estado porteño ejerce violencia especialmente contra varones jóvenes pobres en los barrios de menores recursos.

LOS CASOS

Buena parte de los casos (10 de 38) se cometieron durante los primeros doce meses de funcionamiento de la Policía de la Ciudad. En septiembre de 2017, el policía Gonzalo José Escobar remató de un tiro en la cabeza a Dilan Carpio, joven de 16 años que había sido herido después de entrar a robar a un Carrefour Express del microcentro. A pesar de que las cámaras de seguridad del local registraron la secuencia completa, en 2019 la jueza a cargo del Juzgado Criminal N°6 de la Capital Federal, María Alejandra Provítola, sobreseyó a Escobar por considerar que había actuado en defensa propia, sin considerar que Dilan ya había sido reducido y se arrastraba por la vereda frente al local cuando fue fusilado.

En 2017 también ocurre el crimen de Cristian “Paragüita” Toledo Medina, primer caso en el que se condenó a prisión perpetua a un policía de la Ciudad por gatillo fácil, tipificado en el inciso

9 del artículo 80 del Código Penal como “homicidio agravado por la condición especial del autor”.

El 15 de julio de ese año, “Paragüita” volvía de bailar en un auto con dos amigos, cuando el agente Adrián Otero, enojado porque no le cedieron el paso, se puso a la par y comenzó a disparar con su arma reglamentaria. Una de las balas atravesó el pecho del joven y lo mató. Sus amigos se salvaron gracias a vecinos del barrio 21-24 que se acercaron a asistirlos.

El caso de “Paragüita” tiene varios puntos de contacto con el de Lucas González, asesinado cuatro años más tarde en la esquina de Iriarte y Luna, a pocos metros de la entrada a la 21-24. El 17 de noviembre de 2021, Lucas salía de un entrenamiento de fútbol en el club Barracas Central con sus amigos cuando una brigada de civil los interceptó. Los jóvenes pensaron que iban a ser víctimas de un robo e intentaron escapar en el auto. Los policías empezaron a perseguirlos a los tiros. Y Lucas, que iba en el asiento del acompañante, recibió dos disparos en la cabeza.

“El fusilamiento de Lucas fue casi calcado al del Paragüita. Fueron a pocas cuadras uno del otro. Lo que diferencia al caso de Lucas con el 99 por ciento de los episodios de gatillo fácil es que fue el mismo club de fútbol (Barracas Central, conducido por el hijo del presidente de la AFA, Claudio “el Chiqui” Tapia) el que llamó a los medios para desmentir la versión que quería hacer circular la Policía –dijo María del Carmen Verdú, titular de la Correpi. Algo similar pasó con Walter Bulacio. Los sectores medios se sintieron identificados con el caso porque fue a la salida de un recital de Los Redondos”.

Del total de 38 casos de gatillo fácil, 20 ocurrieron en barrios del sur, los de menores recursos. “Las fuerzas punitivas de la Ciudad y de todo el país ejercen una fuerte discriminación social. Yo diría que es un vicio el que tienen los policías de cebarse contra los más desprotegidos, contra los que van a reclamar, los que no tienen para pagar un abogado”, dijo Luciano Peretto, abogado que lleva adelante las querellas de varias causas por gatillo fácil, entre ellas la de Facundo Castro, secuestrado y desaparecido el 30 de abril de 2020 en un retén en Mayor Buratovich, cerca de Bahía Blanca, en la Provincia de Buenos Aires.

El barrio donde se registran más casos de gatillo fácil es Lugano, con seis personas asesinadas: Cristian Spelzini (2017); Alejandro Miranda (2017); Nicolás Mendoza (2017); Adolfo Salguero (2020) y otros dos cuya identidad no fue

reconstruida y figuran en los informes de las organizaciones como “N.N. Masculino”.

A Cristian Spelzini lo mataron durante una protesta de vecinos del barrio INTA, que habían decidido cortar la Avenida Piedrabuena, luego de varios días sin luz. El joven, de 30 años, se separó del grupo principal que encabezaba el corte para evitar el paso de algunos autos. En uno de ellos viajaba un policía porteño, para quien una discusión subida de tono fue motivo suficiente para bajar la ventanilla y disparar. Una de las balas le atravesó el pulmón a Cristian, que falleció días más tarde en el Hospital Santojanni. El caso sigue impune.

Disparar desde un vehículo es uno de los métodos predilectos de la Policía porteña para matar pibes de los barrios: la circunstancia se repite en al menos seis de los casos analizados. Así fue asesinado también Claudio Romano, el 1 de octubre de 2019. El hombre se acercó hasta la ventanilla de un patrullero en el que iban los policías Ramón Pérez, Daniela López y Beatriz Manzanelli. Los agentes dijeron que Claudio estaba “enajenado” y que le causó heridas leves con una navaja a uno de ellos. Los efectivos le dispararon ocho tiros, seis impactaron en el cuerpo de Claudio, que falleció en el acto. Los tres policías fueron procesados por el hecho.

Algo similar sucede con las persecuciones a bordo de patrulleros o autos sin identificación, siempre a los tiros: terminaron en asesinato en otras once ocasiones, dos de ellas por balas perdidas. De esta manera mataron a Mauro Díaz, un vecino de Villa Urquiza que quedó atrapado en un tiroteo en la esquina de Nuñez y Zado, en enero de 2018; y a Pablo Pereyra, un cartonero que el 31 de diciembre del 2020 recibió un disparo que no era para él, mientras caminaba por el barrio de Constitución.

Del total de las víctimas, siete eran menores de 18 años; nueve tenían entre 18 y 25, y otros once no superaban los 35 años. Solo dos personas, Alberto Antonio Chirico y María Delia Esperanza, tenían 71 años. El matrimonio sufrió una entradera en su casa de Parque Avellaneda en junio de 2019 cuando una policía, Sonia Soloaga, ingresó para robar y los mató. En un inicio, la agente reportó el caso como si hubiera sido un robo común y corriente, pero luego de meses de investigación la justicia pudo determinar que Soloaga era la artífice del hecho. En la causa judicial también estuvo involucrado otro policía, Diego Pachilla, de «encubrimiento doblemente agravado», ante

la sospecha de que ayudó a Soloaga a deshacerse del arma o acomodar su declaración en la falsa denuncia.

Soloaga, junto a Otero, asesino de “Paragüita” Toledo, son los únicos policías porteños condenados a perpetua por gatillo fácil. Si bien otros agentes fueron sentados en el banquillo de los acusados, las víctimas no recibieron justicia. Lograr una condena en estos casos resulta casi imposible.

De acuerdo a un relevamiento del CELS, entre 2010 y 2018 hubo apenas 13 policías procesados y cinco condenados de un total de 32 causas iniciadas por gatillo fácil en la justicia porteña. Según el informe, la enorme mayoría no llegó a juicio oral y tres de cada cinco fueron sobreseídos porque los tribunales consideraron que los agentes habían actuado en “legítima defensa”.

Los únicos casos en los que se logró procesar a los policías, agregaron desde el CELS, fueron en los que las víctimas habían recibido disparos en la cabeza o desde atrás. De acuerdo al relevamiento hecho por El Grito del Sur, de las 38 víctimas de gatillo fácil de los últimos seis años hubo 7 que recibieron un tiro por la espalda y otros 5 que recibieron disparos en la cabeza. Sin embargo, ninguno tuvo hasta ahora un resultado judicial satisfactorio para las familias. Sólo en el caso de Lucas González se avanzó en la elevación a juicio de 14 policías porteños detenidos y procesados por el crimen y posterior encubrimiento.

Para Verdú, “la Policía de la Ciudad arrastra muchísimas prácticas de la Policía Federal y de la Metropolitana, que fue creada como una fuerza de choque, militar. Es un verso que es una fuerza creada desde cero”, sentenció. La titular de Correpi opinó que al no haber castigo cuando un integrante de las fuerzas comete un crimen, “no hay cambio”.

“Se avanza lento porque tenemos en el banquillo a una de las corporaciones más importantes de nuestro país –afirmó Luciano Peretto. Principalmente quedan impunes porque el enemigo es muy fuerte, con un sistemático plan de desprestigio de la víctima. Si la presión social empieza a descender, si se deja de hablar del tema, eso hace que la justicia tarde más en expedirse”.

Y añadió: “Lo importante es mantener la causa siempre viva”.

Ciudad de la furia / Gatillo fácil · 07

Del silencio a la acción

Con la ley de VIH comienza el juego

Luego de casi una década de lucha, las organizaciones de personas con VIH y Hepatitis lograron su propia ley con el objetivo de reducir las 13 muertes que ocurren cada día. ¿Qué desafíos tiene nuestro país en esta materia?

Texto: Matías Muñoz

El pasado 30 de junio el Congreso Nacional dio sanción a la Ley 27.675, llamada “de Respuesta Integral al VIH, Hepatitis Virales, otras Infecciones de Transmisión Sexual y Tuberculosis”. Luego de casi una década, innumerables movilizaciones en la calle, decenas de activistas fallecidos en el camino, varios años de lucha en el Congreso, cuatro presentaciones frustradas, tres textos distintos, un decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias inexistentes; el proyecto militado desde 2013 por las organizaciones de personas con VIH y Hepatitis y ONG que impulsaron este cambio de paradigma, pudimos festejar en la Plaza de los Dos Congresos.

El día anterior a su sanción, corrían horas del mediodía y todavía no sabíamos si habría agenda parlamentaria, o si este proyecto estaría incluido en el temario del día. Todo era incertidumbre. Incluso había compañeres de distintas organizaciones de todo el país viajando en colectivos que recorrían miles de kilómetros para esperar en las calles o en los palcos la bienvenida de un nuevo marco normativo. El silencio de las últimas horas se tornaba insoportable. Incertidumbre y silencio que caracterizaron los últimos años. Años en los que pareció que no importaba lo suficiente la vida de las personas que

murieron por causas relacionadas al sida, a las hepatitis o a la tuberculosis.

13 muertes cada día. 13 muertes recogidas en nuestros discursos para intentar convencer a la dirigencia política sobre la urgencia de esta ley. La noticia llegó por la tarde del miércoles. Habría tratamiento.

Estarían los votos. Tendríamos ley. Pasadas las diez de la noche, con un discurso de cierre que emocionó hasta lágrimas, la senadora Eugenia Duré de Tierra del Fuego nos adelantó que estábamos a minutos de que ésta sea ley. Terminó el conteo: 60 votos a favor, 1 voto (PRO) en contra. Tenemos ley. Comienza el juego.

Una vez aprobada por amplia mayoría en ambas Cámaras, Argentina tiene ahora tres grandes desafíos. En primer lugar, el Estado Nacional deberá reglamentar y comenzar a implementar las políticas públicas que pongan en práctica los derechos y las obligaciones reconocidos en el texto de la ley, con la mirada integral, intersectorial e interseccional con la que fue escrita, militada y aprobada. No será fácil para el Gobierno navegar la sinergia entre las decisiones de reglamentación del Ministerio de Salud, que deberán ser acompañadas por las de la ANSES, el INADI, el Ministerio de Trabajo, el de Educación, y también por algunas cámaras empresarias y sectores privados que verán afectada su práctica diaria. Todo esto bajo la lupa de las organi-

zaciones de la sociedad civil, que estaremos vigilando el recorrido desde el inicio. El proyecto modelo de respuesta al VIH desde el enfoque de los derechos humanos requiere de un gobierno con equipos técnicos a la altura de las circunstancias, que permitan atravesar la fragmentación del Estado para darle a la población las políticas públicas que necesita.

En segundo lugar, será necesario convertir esta ley en derechos reconocidos por toda la sociedad. No solamente por parte de los sistemas de salud y de los profesionales que trabajarán con estas poblaciones, sino también que las propias personas con VIH, Hepatitis, ITS y Tuberculosis se hagan eco de la norma. Será necesario que cada quien aporte lo que tenga que aportar para poder hacer de los derechos adquiridos necesidades satisfechas. Y es que para poder ejercer los derechos es primordial conocerlos. El texto ayuda, contenidos en la ESI, capacitaciones a profesionales, a efectores estatales, a comunicadores e inclusión de las temáticas en los medios de comunicación. No será fácil llegar a cada rincón del país buscando reducir los niveles de pobreza y discriminación con el objetivo de bajar ese número de 13 muertes diarias. Pero asumimos el desafío.

En tercer lugar, y creo yo el más difícil, Argentina tiene la oportunidad (una vez más) de ser un faro a nivel

mundial en el respeto, la garantía y el cumplimiento de los derechos humanos a través de su marco normativo. Direccionar la respuesta al VIH con la mirada integral, con el involucramiento de todos los actores estatales y sociales para terminar con el estigma, la discriminación y la criminalización es el motor de esta nueva era. Argentina ofrece en su nueva ley el desafío de la perspectiva de género, la interseccionalidad, de la sostenibilidad de los presupuestos y la valoración del derecho a la salud y a la vida en contraposición con el derecho de propiedad intelectual. Argentina, como dice mi buen amigo Alberto, puede ser una vez más ese sur que marca el norte en la universalidad de los derechos humanos.

*Activista. Abogado. Coordinador para Argentina de la Alianza Mundial contra el Estigma y la Discriminación Asociados al VIH. Presidente de la Asociación Ciclo Positivo.

08 · Silencio no es salud / VIH
Julio 2022
· 09 Julio 2022

Un fenómeno insuperable

Buenos Aires, la ciudad con más estadios de fútbol del mundo

CABA tiene 18 estadios de fútbol en todo su territorio que se relacionan con el sentimiento porteño y la identificación de la gente. ¿Cómo puede ser que una ciudad tenga semejante desarrollo futbolero?

LA METRÓPOLIS QUE VIVE A GOLES QUE SON AMORES

La avenida Álvarez Jonte tiene 51 cuadras en la Ciudad de Buenos Aires. Nace en bifurcación con Añasco y, siete calles después, escalando en la numeración, pasa a pocos metros del Estadio “Diego Armando Maradona”. Casi que lo roza. Mientras va “subiendo” hacia el lado de la General Paz, a la altura del 4100, el asfalto presenta el inminente “Islas Malvinas” del barrio de Floresta, cancha en la que hace de local All Boys. Ya hacia el final, en Liniers, Álvarez Jonte llega al 6500, cuadra en la que lo espera siempre el

imponente cemento del José Amalfitani, estadio de Vélez. Si alguien sigue por ese barrio y enfila su paso hacia Mataderos, podrá encontrar la cancha de Nueva Chicago. No obstante, uno puede elegir no hacer ese camino y doblar, dos cuadras después de Añasco, por San Martín, y dirigirse para el lado del estadio Alfredo Ramos (Comunicaciones) o hacia la Av. Juan B. Justo. Yendo hacia del Río, pasará cerca del estadio León Kolbowski, en Villa Crespo, donde patea la pelota el club Atlanta. Cuando la arteria choca con Libertador, si el trayecto sigue hacia el Bajo hasta la zona norte de la Provincia de Buenos Aires, pasará cerca de la cancha de Excursionistas, del Antonio Vespucio Liberti (cancha de River) y del Juan Pasquale (Defensores de Bel-

grano), en el Bajo Nuñez. Se puede ir también hacia otros pagos. La Boca, Parque Patricios, Bajo Flores, Caballito, Barracas, Soldati, Villa Devoto. En todos lados hay estadios. Si CABA tiene cien barrios, tendrá la misma cantidad de canchas. En el espíritu porteño de las leyendas, el fútbol toma un lugar indescriptible. La ciudad con más estadios del mundo respira y vive por su balompié.

NÚMEROS

CABA tiene 18 estadios de fútbol en todo su territorio. Tienen las canchas en sus calles River, Boca, San Lorenzo, Huracán, Argentinos Juniors, Barracas Central, Vélez, All Boys, Deportivo Riestra, Ferro, Defensores de Belgrano, Atlanta, Nueva Chicago, Deportivo Español, Excursionistas, Comunicaciones, Lamadrid y Sacachispas. Semana a semana juegan en sus diferentes divisionales y el aire porteño es testigo de sus derrotas y de sus hazañas. “Es la ciudad que tiene más estadios en el mundo”, afirma sin dudar Julio Frydenberg, historiador y autor, entre otras obras, de Historia Social del Fútbol, a

El Grito del Sur.

Si bien podría contabilizarse un decimonoveno estadio, en los últimos tiempos quedó claro que pertenece a la Provincia de Buenos Aires. Se trata del “Saturnino Moure” de Victoriano Arenas, que queda en el llamado Meandro de Brian, una pequeña península en el Riachuelo de uno de los lugares de la cuenca que no se pudo rectificar. Si bien la conexión terrestre siempre estuvo del lado sur, CABA se atribuyó el lugar desde el punto de vista administrativo, al registrarlo en la manzana catastral 104, de la sección 26, correspondiente al barrio de Barracas. No obstante, la dirección de la cancha y del club están en Piñeyro (Avellaneda) y está ya establecido que el lugar pertenece al distrito. De allí provienen, por ejemplo, las facturas de los servicios.

El dato es más demoledor si se incluye el Área Metropolitana (AMBA), constituida tanto por la CABA como por los 24 partidos que conforman el “Gran Buenos Aires”. En esa geografía, el número de estadios llega a 61. Además de los clubes porteños ya mencionados, se suman Platense, Racing, Independiente, Arsenal,

10 · Ciudad de la furia / Fútbol
Texto: Santiago Nuñez

Tigre, Lanús, Defensa y Justicia, Brown (Adrogué), Estudiantes de Caseros, Almagro, Chacarita, Quilmes, Argentinos de Quilmes, Morón, Almirante Brown, Laferrere, Temperley, San Telmo, Tristán Suárez, Banfield, Los Andes, UAI Urquiza, Acassuso, Talleres de Remedios de Escalada, San Miguel, Colegiales, JJ Urquiza, Midland, Ituzaingó, San Martín de Burzaco, Dock Sud, El Porvenir, Sportivo Italiano, Berazategui, Claypole, Lugano, Juventud Unida, Liniers, Central Ballester, Argentinos de Merlo, Victoriano Arenas, Deportivo Merlo y Yupanqui. Muñiz, Deportivo Paraguayo, Fénix y Sportivo Barracas compiten en las divisionales de AFA pero sin cancha propia. También se destaca el lugar por tener canchas con alta capacidad de espectadores. Casi la mitad (31) tienen lugar en sus gradas para más de 10.000 personas: Monumental (72.054), Bombonera (54.000), Nuevo Gasómetro (43.494), Tomás Adolfo Ducó (48.314), Diego Armando Maradona (26.000), José Amalfitani (49.749), Islas Malvinas (21.500), Arq. Ricardo Etcheverry (24.442), León Kolbowski (12.000), Nueva España (32.500), República de Mataderos (29.000), Ciudad de Vicente López (28.530), Presidente Perón (51.389), Libertadores de América (48.069), Julio Humberto Grondona (18.300), José Dellagiovanna (26.282), Néstor Díaz Pérez (47.027), Norberto Tomaghello (10.500), Ciudad de Caseros (14.000), Tres de Febrero (13.000), Chacarita Juniors (26.530), Centenario (35.200), Nuevo Francisco Urbano (32.350), Fragata P. Sarmiento (25.000), Ciudad de Laferrere (10.000), Alfredo Beranger (18.000), Francisco Sola (34.901), Eduardo Gallardón (36.542), Pablo Comelli (10.000), Gildo Ghersinich (14.000), Juan Carlos Brieva

(11.000).

Además, hay algunos estadios cercanos al Gran Buenos Aires que tienen su importancia. El Estadio Armenia (Escobar) con 8.000 espectadores de capacidad, el Carlos Barraza de Pilar (10.000), la cancha de Villa Dálmine, en Campana (11.595). Juegan también otros equipos con sus estadios, como Alem, Atlas, Flandria, Luján , Cañuelas, Puerto Nuevo y Defensores Unidos. Ni hablar si se suma La Plata al análisis, con el “Único” Diego Armando Maradona (53.000), las canchas de Estudiantes (30.018) y Gimnasia (21.500) y el estadio de Cambaceres (8.500).

La comparación con otras ciudades del mundo hace que la ecuación sea más significativa. Montevideo, que seguramente escolta a Buenos Aires en este rumbo, tiene 30 estadios en su área metropolitana pero solamente 7 de ellos superan los 10.000 espectadores. San Pablo, a su vez, tiene 15 estadios profesionales, mientras que Londres ostenta 12, Río de Janeiro 9 y Madrid 5.

AMOR PORTEÑO DE BARRIOS Y GOLES

¿Cómo puede ser que solamente una ciudad tenga semejante desarrollo futbolero? Frydenberg considera que hay tres elementos a tener en cuenta. “En primer lugar hay razones históricas. Esto sucede en el proceso de popularización del fútbol, a partir de 1900. Parte de la explicación se debe a que, con la oleada de la creación de clubes hasta 1915, cada uno de los equipos-clubes (llegó a haber como 300) tenía el objetivo de tener una cancha para cada uno. Es un objetivo muy inglés, muy liberal. En Europa hay estadios municipales,

cosa que acá nunca existió. Acá el Estado no participa, no crea un ´superpalacio de los deportes´. Para afiliarse, los clubes necesitaban tener una cancha. Algunos de esos 300 lo lograron. Ahí ya tenés unos cuantos”. Además, el escritor considera que “el otro tema es la cantidad de equipos-clubes que se fundan. La noción de los fundadores es jugar, no es ser ´socio de´. En 1907 hice un recuento de 310, después van muriendo algunos, más con el profesionalismo en 1931. Igual quedan 18, que es un montonazo”. Por último, expresa que “después hay una inercia hasta la actualidad que tiene que ver con la noción de que hay que tener una cancha propia. Vos perdés la cancha y armás otra, pasa con clubes como San Lorenzo o Platense, que se va a Vicente López”.

Leonel Contreras, también historiador y autor de Buenos Aires Fútbol, clubes, canchas y estadios en la Capital Federal desde 1867 hasta el presente (2013), comenta, en primer lugar, que “los equipos que siempre han dominado fueron del AMBA”. Hay un dato elocuente al respecto: de los 88 clubes directamente afiliados a la AFA, 67 son de esa zona (76%).

En ese sentido, Contreras desarrolla: “En la década del 20 los grandes clubes empiezan a construir en la Capital Federal sus primeros estadios. Esto dio lugar a algo muy especial, que son las rivalidades inter-barriales e incluso intra-barriales. De hecho el Superclásico del fútbol argentino y uno de los más importantes del mundo es River y Boca, que nacen en un mismo barrio: La Boca. En cada barrio o entre dos barrios vecinos tenemos “clásicos”. Es el mismo momento en que el inmigrante está pasando del conventillo a la casa propia y logra afincarse en un

Los otros ídolos

Texto: Santiago Nuñez

El fútbol y el deporte están atravesados por la lógica del negocio. Nos acostumbran a íconos adentrados en la mercantilización: cuerpos esbeltos orientados por parámetros lejanos a la media, mansiones, familias tipo cuya felicidad es asegurada a través de publicaciones en redes sociales, automóviles convertibles, publicidades significativas, conflictos enredados y arrogancia permanente.

Esa construcción coloca a las personas en un campo en el que el éxito es obligatorio. Si no ganás, no podés ser ídolo. Le habría ocurrido a Maradona si Burruchaga no hubiera convertido en la final contra Alemania en 1986. Le ocurrió, durante años, a nuestro gran Lionel Messi.

Si la historia la escriben preponderantemente los referentes del

éxito y la victoria, quiere decir que hay otros ídolos. Esto no implica de manera directa un desprecio a los constructores de hazañas de Copas del Mundo, Libertadores o “Champions League”. Al contrario, los potencia: hacen que su deporte sea grande en cada rincón de cada lugar.

¿Cómo no va a ser ídolo José Luis “Garrafa” Sánchez, por ejemplo?

Pie fino y elegante, andar matancero y popular. Ícono de Laferrere, no habrá jugado nunca en el Santiago Bernabéu de Madrid pero ejecutó grandes hazañas. Que le pregunten sino a los hinchas de El Porvenir, que encontraron su ascenso a la B Nacional en una tarde de invierno de 1998. Antes de jugar la final, obligó a un compañero suyo a frenar el auto. Volvió con dos chorizos a la pomarola. “No voy a comer eso antes de jugar”, dijo su acompañante. “¿Quién te dijo que uno es para vos?”, respondió él, con saga-

cidad. Alguna vez lideró la orquesta de Banfield. En un amistoso, dicen las voces que saben de leyendas, bailó a la Selección Argentina de Daniel Passarella que se preparaba para ir al Mundial de Francia. “No lo podían agarrar”.

Darío Dubois salía a jugar con Midland con la cara pintada de blanco. La mayoría pensó que era por un fanatismo hacia Kiss, aunque en realidad su espíritu metalero lo llevaba a reivindicar la banda noruega Dimmu Borgir. Cada vez que podía peleaba por mejores condiciones laborales para los jugadores de las categorías más bajas. La D y la C. Reivindicaba, como tantos otros, al Che Guevara.

Abel Soriano es conocido, en parte, por ser hermano gemelo de Andrés. A éste último le ocurre algo similar con su par Abel. Ambos quedaron en la retina de cada hincha de Atlanta que vio el ascen-

lugar que no conoce, que está lejos de su trabajo. Es el mismo momento en el que los vecinos, entonces, pueblan el lugar y se empiezan a identificar con esos clubes. El fenómeno de los clubes de barrio es único”.

Además, el autor recuerda estadios que fueron muy trascendentales para la historia de la Ciudad y que hoy no brillan en sus calles. “El Gasómetro de San Lorenzo en Av. La Plata, donde hizo muchas veces de local la Selección Argentina y el estadio de Sportivo Barracas en Iriarte y Luzuriaga, donde se han jugado partidos emblemáticos de la década del 20 y Copas América. También hay otras canchas. El Fortín de Villa Luro, de Vélez, o el estadio de Manuela Pedraza y Cramer (Saavedra) de Platense. También estadios más originales de la historia de nuestro fútbol como el “Flores Old Ground” en Caballito, al oeste de donde hoy está la cancha de Ferro. El estadio de Almagro en Parque Chas era grande y fue desalojado a fines de la década del 20. Son muchos los estadios de importancia que hoy ya no están”.

TRIBUNA PORTEÑA

Es mayo del 2020. Hace meses que no hay fútbol por el aislamiento generado a partir de la pandemia del Covid-19. Matías de Mateos publica a través de las redes sociales un video que entremezcla imágenes de los estadios vacíos de CABA con los cantos de cada hinchada, haciendo alusión a su barrio correspondiente. El video transmite nostalgia.

Buenos Aires, sin sonrisas y llantos de goles y amores, no es la misma.

so al Nacional B en la temporada 2010/2011. También porque Carlos Roldán, entre otras cosas, los puso como dupla delantera el día que el club de Villa Crespo venció 1 a 0 a River en cancha de Vélez.

i alguien sabe de ascensos es Mariano Campodónico, que nada tiene que ver con Atlanta. El “hombre de los cuatro ascensos” parecía tener una fascinación por ese fútbol que juega por subir. Ayudaba a equipos a llegar a Primera División para luego bajar y ayudar a otros. San Martín de Tucumán (2008), All Boys (2010), Belgrano (2011 y 2006) lo necesitaron para alcanzar el cielo. Macarena Sánchez fue consagrada en 2019 con justicia y poesía como “la primera ídola”. Megan Rapinoe se transformó hace rato en leyenda. Estefanía Banini, Yamila Rodríguez, Carolina Birizamberri y miles que sueñan a base de pases y goles se transforman, este día y cada día, en íconos.

Ciudad de la furia / Fútbol · 11

Un bachillerato popular que crece

“Al Mocha Celis lo defino como ternura”

En junio se inauguró el nuevo edificio del Bachillerato Popular Travesti Trans Mocha Celis. La docente Manu Mireles y Luana, una de las alumnas, cuentan cómo el espacio transformó la vida de muches.

“N unca pensé que iba a estar sentada estudiando ni que existiría un lugar como La Mocha, con profes que están preparadas para hablarnos y donde cultivamos nuestro aprendizaje con un cariño enorme que no recibimos de nuestras familias y hoy lo encontramos acá. Estudiar nos da la posibilidad de poder soñar. Queremos terminar el colegio y conseguir un trabajo formal, para no terminar en la calle, ni en una esquina muriéndonos de frío, enfermas o presas”, relata a El Grito del Sur Luana Sabia (41), estudiante del Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis, promotora de salud y referenta nacional de la reparación histórica, bajo el proyecto de Ley de Reconocimiento de la Deuda Histórica con la Comunidad Travesti Trans.

Ella es una activista que sueña con ser trabajadora social para poder ayudar a las compañeras de la comunidad trans, a quienes define como su familia y con quienes prima un sentimiento de hermandad. “Nos sentimos atravesadas por lo mismo, sin poder vivir libremente como cualquier ser humano. Cuando hablamos entre nosotras sabemos lo que pasamos solo mirándonos a los ojos. Nos han negado el amor y el cariño desde niñas, que es la base con la que las personas crecen”.

Inspirada en Lohana Berkins, Luana comenzó un camino de lucha para que las nuevas generaciones tengan acceso a una vida digna. “Yo pensaba que iba a vivir hasta los 30 años, porque la esperanza de vida nuestra es de 35. Me echaron de mi casa a los 13, fue ahí donde conocí la prostitución y a muchas amigas con las que luego migré de Jujuy a Buenos Aires. Ninguna de ellas sobrevivió, la mayoría murió por HIV, algunas fueron desaparecidas por redes de trata y otras se quitaron la vida. Somos una generación de sobrevivientes, que fueron excluidas de sus hogares, del sistema educativo y de salud”.

Luana empezó sus estudios durante la pandemia. Terminó la primaria de manera virtual y comenzó el secundario en La Mocha. Cuenta que, cuando el bachillerato llegó a su vida, aprendió cuáles son sus derechos y cómo defenderlos. “Antes no sabía nada acerca de la Ley de Identidad de Género, sabía que mi nombre estaba en el DNI pero no qué obligaciones tenía la sociedad conmigo. Ahora sé cuáles son mis derechos, aquellos por los que muchas compañeras lucharon y dejaron su vida”.

Dos de sus nueve hermanxs son trans, pero dice que “lastimosamente no son tan fuertes como yo”. Hoy vive con su hermana Andrea, quien hace 4 meses dejó la prostitución y el consu-

mo, para ser su compañera de escuela en La Mocha. “Estoy feliz porque sé que este colegio es una puerta de acceso hacia la libertad de las nuevas generaciones”, dice.

La mayoría de las chicas se conocieron “paradas en la esquina” y se reencontraron en la escuela sentadas frente a un pizarrón. “Yo no sabía qué era un recreo, ni que una profesora me diera clase y se comprometiera a enseñarme con la paciencia que nos tienen, porque saben que nosotras vivenciamos violencia y vulnerabilidad. Muchas compañeras están enfermas y no tienen trabajo digno, lo que genera una dificultad en la comprensión. Ahora tengo un horario y un compromiso. Anteriormente, nadie nos preguntó cómo estábamos, cómo nos sentíamos o qué necesitábamos. Aprendimos otra manera de expresarnos, basada en el comportamiento de la calle. Acá empezamos a tener otra mirada, a respetarnos entre pares acompañándonos para que el día de mañana nuestro esfuerzo dé sus frutos y que las chicas más jóvenes puedan gozar de una vejez digna”.

“A la escuela Mocha Celis la defino como ternura”, sostiene Manu Mireles (43), docente trans no binaria del bachillerato. “Es transfeminismo y también esperanza, porque si algo necesitamos los pueblos de América Latina, con toda franqueza, es seguir ejercitando el músculo de la esperanza para poder disputar los espacios políticos, logrando así sembrar y hacer florecer otros mundos posibles”.

Y agrega: “A nosotres nos han negado el cuidado y el respeto; los clubes nos han cerrado las puertas y también la sociedad. Encontrar un lugar que nos legitime, que nos recuerde que valemos y que nos acompañe a abrir las alas es un montón”.

Mireles llegó al bachi en el año 2013, con la intención de hacer un libro de fotos. Desde ese momento evidenció la necesidad de acompañar con una mirada basada en la construcción colectiva y participativa, “transversalizando la perspectiva de derechos humanos, género y diversidad sexual con la perspectiva de educación sexual no binaria”. Para ella fue amor a primera vista, “les estudiantes que están acá son personas del colectivo LGTBIQ+, afroargentines, migrantes, madres solteras, que fueron expulsadas del sistema educativo. Rápidamente entendimos que había que pensar en los derechos de una forma integral”.

La Mocha (que formalmente es la Unidad de Gestión Educativa Experimental No. 16) es una escuela secundaria pública y gratuita, fundada en el 2011, con el objetivo de incluir a las personas travestis y trans a la educación formal. Es representada por el rostro de Domingo Faustino Sarmiento con sus pómulos y boca maquillados de color rosa, sus ojos con sombra verde y el pelo amarillo, listo para salir de fiesta.

Cuenta con un plan de estudios de 3 años y se reciben con el título oficial de Bachiller Perito Auxiliar en Desarrollo de las Comunidades. La Asocia-

ción Civil está constituida en el 80 por ciento por personas de la comunidad travesti trans egresadas en el mismo colegio. En palabras de Manu, “es la escuelita de la ternura, porque es el primer lugar e institución para muchas personas de más de 30 años, donde son tratadas con respeto, miradas a los ojos, llamadas por su nombre y su voz es escuchada”.

El 14 de junio de este año inauguraron el nuevo edificio, un espacio cedido por el Gobierno Nacional, en un acto donde asistieron el ministro de Educación, Jaime Perczyk, y la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta. Está ubicado en la Avenida Jujuy al 748, en el barrio de Balvanera, “lugar que nos recibió con mucho amor”, cuenta la docente. Ella fue testigo de cómo profes y alumnxs que ingresaban por primera vez “se les doblaban las rodillas y lloraban de emoción”. Recuerda que no hubo que debatir por qué los baños tenían que ser sin género, ni por qué tenía que haber baños para personas de movilidad reducida. “Fue una experiencia maravillosa”, resume. “Entendemos que es un gesto de profunda voluntad política, para acompañar la necesidad de garantizar la justicia social”.

Para la docente, “este espacio es mucho más que una escuela, no lo digo a nivel retórico, sino con total responsabilidad: es una familia, un refugio, tierra fértil y un lugar para pensar”.

12 · Colectivo Travesti Trans / Educar es combatir

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