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Contextos clásicos

héroes y heroínas

¿Por qué corres, Eneas?

Es imposible hablar del pueblo romano sin recordar a Eneas, un troyano hijo de una diosa, Venus, y un mortal, Anquises. Casado con Creúsa, una de las hijas de Príamo, su papel en la guerra de Troya es muy reducido… Aunque estaba llamado a una gran gesta: fundar la estirpe romana (Romanam condere gentem) y ligar la sangre divina de su familia con la de la dinastía Julio Claudia (los primeros emperadores de Roma). Para ello y obediente siempre a la voz de la divinidad, Eneas comenzó un viaje sembrado de peripecias, que le llevará a la costa occidental de Italia. En la desembocadura del río Tíber, Eneas se enfrentó al poderoso rey local, Turno. Lo derrotó y, con el apoyo de las tribus aborígenes y de su rey Latino, logró asentarse en la región. Eneas, desaparecida su esposa Creúsa antes de salir de Troya, desposó con Lavinia, la hija de Latino. En la región del Lacio fundó Lavinio y, a su vez, el hijo Julo Ascanio funda no lejos de Lavinio una ciudad llamada Alba Longa, que será la cuna de los fundadores de Roma, Rómulo y Remo. Hasta aquí la leyenda completa. Pero ese viaje fundacional estuvo a punto de no llegar a buen puerto. En el periplo a Italia, una tempestad arrojó a la flota troyana hasta las costas de Cartago. Allí acogió a los náufragos la reina Dido, que había enviudado con anterioridad. Se enamoró perdidamente de Eneas y lo conquistó. Le declaró su amor e hizo cómplice de tanta pasión a su hermana Anna. Con la ayuda de la divinidad, la pareja consumó su amor en una cueva. Pero Eneas no sucumbió finalmente a la tentación de permanecer en Cartago sin llegar hasta las costas de Italia… Los mismos dioses que favorecieron su encuentro íntimo con la reina se encargaron de recordarle cuál era su misión, su fatum, su destino. Dido se sintió engañada, burlada y desilusionada, y prefirió suicidarse antes que seguir viviendo sin Eneas a su lado. Sus fortísimas y muy emotivas palabras de reproche no se habían escuchado antes en la literatura occidental, y fue Virgilio en el siglo i a. C. el que les dio forma.

ACTIVIDADES

1 Te proponemos que, a imagen y semejanza de la obra teatral de Antonio Gala, ¿Por qué corres, Ulises?, escribas un guion teatral a propósito de este episodio de La

Eneida. ¿Y si Eneas se hubiera quedado con la reina Dido, que con tanta pasión se amaron en Cartago? Hubiera sido rey de Cartago, habría vivido más tranquilo y no habría llegado jamás a las costas de Italia…

Elige tu final «creativo» y escríbelo.

anécdotas

Livia, emperatriz de Roma

A diferencia de las mujeres de otros pueblos de la Antigüedad, la mujer romana gozó de determinados derechos y libertades, incluso de cierta independencia respecto a su marido; nos referimos, claro está, a las mujeres de clase alta, pues poco o nada sabemos del resto. Algunas mujeres romanas lograron sobresalir en un mundo dominado por hombres y destacar en la política, las artes y las ciencias. Una de ellas fue Livia, la tercera mujer del emperador Augusto. Livia Drusila fue la mujer a la que siempre fue fiel y amó el emperador Augusto. Tuvo una especial intuición política y no exageramos al afirmar que a su sombra Augusto puso las bases de la organización imperial, mientras que ella desempeñó de forma directa un papel esencial en la conformación de la imagen del emperador, de la matrona romana y de la familia imperial. Sin embargo, Livia, cuando se casó con Augusto, aportaba al matrimonio dos hijos de un matrimonio anterior: Tiberio y Druso, y fue el ascenso al rango de emperador de Tiberio, y posteriormente de su nieto Claudio, hijo de Druso, lo que nos ha legado de ella una imagen de manipulación y ambición, según la cual urdió todo tipo de tramas y maquinaciones para lograr esas designaciones, llegando incluso a difundirse la sospecha de provocar la muerte de miembros de su propia familia por envenenamiento.

Livia de Paestum (siglo i d. C., Museo Arqueológico Nacional de Madrid).

ACTIVIDADES

1 ¿Qué dos imágenes de Livia nos ha transmitido la

Antigüedad? ¿A qué consideras que pueden deberse? 2 ¿Qué te parece más real, la imagen de mujer con excelente intuición política que trabajó para consolidar las bases del gobierno imperial o la de dominada por la ambición de poder para sus hijos?

clásicos para todo Segovia sin su acueducto

Muchas ciudades de nuestro país conservan vestigios que dan testimonio de la presencia de los romanos. En la mayoría de los casos suelen estar vallados, aislados, un tanto alejados del centro de las ciudades actuales. Sin embargo, si hay un monumento especialmente bien conservado e inserto en el centro de la ciudad, ese es el acueducto de Segovia. Nos resultaría muy difícil imaginar esta ciudad castellana sin su acueducto, magnífico en consonancia con la plaza y las calles del centro de la ciudad. Esta obra maestra de la ingeniería romana ha resistido como muy pocos monumentos el paso de los años; ni guerras ni catástrofes naturales han logrado privarle de su belleza ni arrancarlo de su enclave privilegiado. El acueducto nos recuerda que los romanos, además de ser destructores y belicosos, fueron habilidosos, ingeniosos y enormemente eficaces en el campo de las grandes infraestructuras y de las obras públicas al servicio de todos los ciudadanos.

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