en un meteorólogo que predijo el tiempo atmosférico observando a las arañas; un volcán, el islandés Laki, que dio origen a las hambrunas que precipitaron la Revolución Francesa; una tormenta de arena que enterró a un ejército entero, el de Cambises; un hongo, el Aspergillus, que protagonizó una maldición, la de Tutankamon o la de Casimiro III de Polonia; el General Invierno, que se convirtió en el aliado de las grandes victorias rusas frente a las ambiciones imperialistas de Napoleón o Hitler; bacterias y virus que han determinado la vida humana como la lepra, la viruela, la difteria, la gripe española, muertes durante siglos, sin que nada ni nadie pudiera frenarlas; otras poderosas tormentas que decidieron batallas como la de Trafalgar o Lepanto y que mermaron ambiciones reales como la de Felipe II y su poderosa Armada; un pedazo de hielo que resquebrajó y hundió la obra de ingeniería más grande y poderosa del momento, el Titanic; la meteorología que convirtió la Primera otros y sorprendentes hechos históricos, en los que la Naturaleza ha sido protagonista. De eso trata este libro que hará que el lector bucee en la Historia, desde un punto de vista inédito, para disfrutar y sorprenderse.
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EL GENERAL QUE SE ALIÓ CON LAS ARAÑAS
EL GENERAL QUE SE ALIÓ CON LAS ARAÑAS
Guadarramistas Historia
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EL GENERAL QUE SE ALIÓ
CON LAS ARAÑAS Tormentas, volcanes, pandemias y otros fenómenos naturales que cambiaron la Historia
ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO Coeditor del blog GUADARRAMISTAS, naturalista apasionado por las montañas de la sierra de Guadarrama y su historia, ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO nos sorprende con EL GENERAL QUE SE ALIÓ CON LAS ARAÑAS, al presentarnos grandes hechos de la historia desde un punto de cia y determinación de fenómenos naturales en el devenir de la Historia abre al lector un panorama sorprendente que le de cuarenta capítulos, narrados con una prosa ágil y amable, documentados con rigor, que no le dejarán indiferente. Este es un libro para los apasionados por la historia y para las mentes curiosas, un libro para descubrir y sorprenderse, sin esfuerzo. ¿Qué más se le puede pedir a un libro? ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO es autor también de 101 CURIOSIDADES DE LA HISTORIA DE LA SIERRA DE GUADARRAMA y de LA NATURALEZA Y SUS OFICIOS.
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ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO Guadarramistas Historia
© De la Edición y los textos: Ángel Sánchez Crespo / Guadarramistas Editorial Ilustración de portada: Indumentaria protectora de los médicos para tratar la peste en el s. XVII Fotografía de portada: ©Ángel Sánchez Crespo
COPYRIGHT Este libro, con todo su contenido, está protegido por la legislación de Propiedad Intelectual vigente. Ni la totalidad ni parte de este libro pueden reproducirse, almacenarse o transmitirse por ningún procedimiento fotográfico, mecánico, reprográfico, óptico, magnético o electrónico, sin la autorización expresa y por escrito de los autores y editores.
ISBN: 978-84-608-3911-8 Depósito Legal: M-36515-2015 Impreso en España/Printed in Spain COORDINACIÓN Y EDICIÓN: Isabel Pérez DISEÑO de PORTADA: Ángel Armisén
EDITA:
Guadarramistas Editorial/Historia
EL GENERAL QUE SE ALIÓ CON LAS
ARAÑAS Tormentas, volcanes, pandemias y otros fenómenos naturales que cambiaron la Historia
ÁNGEL SÁNCHEZ CRESPO
ÍNDICE Introducción
11
El cornezuelo del centeno. Del fuego del infierno al “tripi”
12
Lo que tiene que ver un volcán con la guillotina, el sistema métrico decimal y el Calendrier republicain
17
Balduino IV y la lepra
25
Unas fiebres, un árbol y un gin-tonic
32
El alimento de los dioses
35
La guerra del barro
40
El general que se alió con las arañas
45
Saturno y los pintores
49
Cuando la sangre no se mezcla
57
Una pulga que colonizó el mundo
66
La tierra tiembla en Lisboa
69
El curare que mató a Juan de la Cosa
74
Cambises, la tormenta de arena y El paciente inglés
78
La gripe española y el sudor inglés, pandemias con denominación de origen
84
Los tulipanes y la primera burbuja
93
El año del garrotillo
98
Un gigante contra el hielo
105
Perros conquistadores
109
Napoleón y el General Invierno
115
La nueva venganza de Moctezuma
124
Trafalgar, la tormenta perfecta
129
La viruela, las vacas y la filantropía
138
Passchendaele y las terribles consecuencias de un verano fresco
144
El destino de Japón
148
El año sin verano
154
Las plantas mágicas
159
Una enfermedad xenófoba
167
María Antonieta, la reina de diamantes
173
Un gusano sanador
181
De jesuitas, coca y anestesias
187
Momias y hongos
193
La ruta de la seda
201
Piojos en la guerra
207
Cuando las ovejas dominaron Castilla
213
Ratas y pulgas, una terrible alianza
221
La meteorología, en contra de los planes de Hitler
231
Tuberculosis, una enfermedad glamurosa
237
La Grande y Felicísima Armada
245
De cloro, gases y otras sustancias para matar más y mejor
257
Españoles y portugueses en a carrera por las especias
268
BIBLIOGRAFÍA
277
11
INTRODUCCIÓN A lo largo de la historia, muchos momentos decisivos han tenido como protagonista o desencadenante fundamental a la Naturaleza en sus más variadas presentaciones: fenómeno atmosférico, geológico, entomológico, virus, hongo, bacteria, etc. Y muy pocas veces se le ha prestado la atención que merece. Este libro, que contiene una selección de hechos, pretende invitar al lector a hacer un viaje en el tiempo para descubrir cuál ha sido ese protagonismo en momentos puntuales y en situaciones que han desembocado, a veces, en el nacimiento de una nueva era, en el progreso de la medicina o en el universo de los más variados desastres políticos, militares y económicos. Que los seres humanos somos naturaleza, biología, ya lo sabemos, pero cómo ha influido ésta en el desarrollo de acontecimientos sociopolíticos y en el anecdotario con mayúsculas de la historia, no. Por eso, EL GENERAL QUE SE ALIÓ CON LAS ARAÑAS quiere mostrar al lector cómo es posible que la erupción de un volcán fuera el pistoletazo de salida de la Revolución Francesa; o cómo un hongo alimentó un misterio, una maldición como la de Tutankamon o Casimiro III de Polonia; cómo uno de los inviernos más duros, el ruso, fue capaz de doblegar las ambiciones imperialistas de dos hombres que soñaron conquistar el mundo, Napoleón y Hitler; y por qué no, cómo la observación del comportamiento de unos arácnidos fue la clave para ganar una batalla. De esto y mucho más habla este libro que no dejará de sorprender al lector en cada capítulo.
12
Saint Antoine L’Abbaye.
El cornezuelo del centeno. Del fuego del infierno al “tripi” Algo tan simple como un pequeño hongo que prolifera en el cereal, ha sido capaz de mantener su protagonismo en la historia durante varios siglos. Se trata del cornezuelo del centeno. Con el nombre común de cornezuelo, se denominó en Castilla, principal productora de cereal de la península Ibérica, al hongo cuyo nombre científico es Claviceps purpurea. Es uno de los muchos hongos del género Claviceps existentes que emplean como hospedadoras a diferentes plantas, principalmente gramíneas y, entre ellas, al centeno. También recibe el nombre de ergot,
EL CORNEZUELO DEL CENTENO. DEL FUEGO DEL INFIERNO AL “TRIPI”
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que en francés equivale a espolón, por su similitud con este apéndice de algunas aves. Cuando se dan las condiciones adecuadas de humedad y temperatura, las esporas del hongo fructifican infectando las espigas del cereal. Aparecen entonces, sobre ellas, unas pequeñas protuberancias similares a un cuernecillo o espolón, de unos 4 cm de longitud y 5 mm de anchura, de color blanquecino, que según transcurren los días, viran a tonos negro azulados. El cornezuelo posee sustancias tóxicas muy potentes que causan una dolencia denominada ergotismo. Los animales padecen gangrena en las patas y cola, pierden la producción de leche y acaban muriendo. En el caso de los seres humanos, el ergotismo por la ingestión de harina infectada puede presentar síntomas en forma convulsiva o gangrenosa. En la primera de ellas, genera alucinaciones, convulsiones y trastornos de la personalidad, algo que en la Edad Media, época en la que fue una enfermedad muy común, estaba asociado con la brujería. De hecho, es probable que muchas acusaciones de brujería tuvieran como víctimas a quienes a su vez lo eran de los desarreglos mentales que les producía el cornezuelo. La enfermedad también puede revestir la forma gangrenosa, causando terribles dolores y quemazón en las extremidades, que terminan por gangrenarse y perderse. Dependiendo de las condiciones en que prolifera el hongo, de su desarrollo y edad, se produce un tipo u otro de síntomas. Restos de cornezuelo se han encontrado en yacimientos neolíticos. También se sospecha que determinados ritos griegos misterios eleusinos-, y romanos, utilizaron los efectos de este hongo del centeno para conseguir un estado mental “adecuado”. En el s. IX se produjo, en el valle del Rin, un brote de ergotismo gangrenoso que se asoció con algún castigo divino. La sensación de quemazón que las víctimas sufrían en sus miembros
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derivó en la denominación de Fuego Sagrado. A lo largo del s.X, unas 60.000 personas murieron en Aquitania (Francia) por envenenamiento con cornezuelo, en dos diferentes oleadas de 20.00 y 40.000 víctimas, en la primera de las cuales, pereció la mitad de la población. En el año 1093, Gaston de la Valloire1 fundó la Orden de los Hermanos Hospitalarios de San Antonio, junto a su hijo Girondo, que había sanado de la enfermedad gracias a las supuestas cualidades milagrosas de las reliquias de San Antón. Dichas reliquias se custodiaban en la Iglesia de San Antonio, en el departamento francés de Isère. Cerca de las mismas se construyó un hospital para sanar a los peregrinos que acudían afectados por ergotismo, que desde entonces comenzó a denominarse Fuego de San Antonio. Durante los siglos posteriores se llegaron a erigir en Europa más de 350 hospitales, que en Francia eran conocidos como hôpitaux des démembrés -hospitales de los desmembrados-, ya que a la entrada de los mismos se exhibían como ofrenda o exvoto, los brazos, manos, pies y piernas amputados a los afectados. El mayor éxito de estos hospitales, que desconocían el origen de la enfermedad, consistía en ofrecer como alimento pan a base de trigo u otros cereales que no estaban infectados con cornezuelo. También por este mismo motivo sanaban o mejoraban algunos enfermos cuando realizaban el Camino de Santiago y comían pan libre del hongo, curación que entonces se atribuía a la intervención de los santos. En Castrojeriz (Burgos), junto al Camino de Santiago, se fundó el primer hospital de la Orden Antoniana en España. Más adelante se crearon muchas más encomiendas dependientes repartidas por toda la geografía peninsular.
1. Gaston de la Valloire fue un noble del Delfinado, antigua provincia del sureste de Francia con capital en Grenoble. La Orden Antoniana perdió su poder cuando se asoció definitivamente la enfermedad al cornezuelo. A finales del s.XVIII fue incorporada a la Orden de Malta.
EL CORNEZUELO DEL CENTENO. DEL FUEGO DEL INFIERNO AL “TRIPI”
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Fue en el s.XVII cuando un médico francés, Thuillier, relacionó el cornezuelo del centeno con el ergotismo. Sin embrago, hubo que esperar al s.XIX con la introducción generalizada del pan de trigo, para que se redujeran drásticamente los casos de esta terrible enfermedad. Los últimos brotes surgen en el s.XX, en Etiopía, ya en los años 70. En 1926 casi 12.000 personas resultaron infectadas en una zona cercana a los Montes Urales, en Rusia. Como fármaco, se dice que en China se empleaban las propiedades del cornezuelo para contraer el útero y evitar las hemorragias posteriores al parto, algo que en Occidente se certificó en el s.XIX, aunque ya había sido utilizado con anterioridad y con los mismos fines en la Europa de los siglos XVI y XVII. Estos des-
Obra de Matthias Grünewald, reflejando a un enfermo de ergotismo, en el s. XVI.
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cubrimientos decimonónicos convirtieron al cornezuelo del centeno en un producto muy demandado que llegó a adquirir precios bastante elevados. En España, concretamente en Galicia, cuyas condiciones climáticas, al igual que las del resto del norte peninsular, favorecen la aparición del hongo, se mantuvo una actividad comercial importante con el producto. Londres, Hamburgo y Nueva York eran los puertos receptores del cornezuelo gallego. Ya en pleno s.XX, Albert Hofmann obtuvo, a partir del ácido lisérgico, principio activo de los alcaloides del cornezuelo, la dietilamida del ácido lisérgico, conocida mundialmente como LSD2, uno de los productos alucinógenos más potentes que existen, con utilidad clínica, pero consumido también como droga, esa que en nuestro país llamaban “tripi”.
Se han identificado más de 200 compuestos químicos en el
cornezuelo del centeno, algunos de ellos con importantes aplicaciones médicas. La ergometrina es una de ellas. Sirve para favorecer las contracciones del útero y facilitar el parto. La bromocriptina se emplea en al tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Como contrapartida, la ergocriptina, de la cual se obtiene la bromocriptina, inhibe la producción de leche materna, por lo que el consumo de centeno parasitado por cornezuelo afectaba a las mujeres lactantes e impedía obtener leche de las vacas cuando los animales consumían pienso infectado.
2. Los consumidores llaman al LSD “ácido” y a sus efectos, que pueden durar más de doce horas, “viajes”. A veces el alucinante paseo no es agradable, es lo que llaman “mal viaje”.
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Calendrier republicain de Philibert Louis Debucourt.
Lo que tiene que ver un volcán con la guillotina, el sistema métrico decimal y el Calendrier republicain Entre 1789 y 1799 Francia vivió un momento clave para la historia de Occidente. La Revolución Francesa estableció un nuevo equilibrio social, basado en unos principios que hoy son la base de los sistemas democráticos. Paradójicamente, la transformación tuvo poco de democrática, la mayor parte de sus protagonistas fueron guillotinados tras unos juicios que no eran precisamente un modelo de proceso con todas sus garantías. La