PUBLICACIÓN SEMANAL
SEPTIEMBRE DE 2014
BOLETÍN ESPECIAL DE GUERRILLERO PARA COMBATIR EL ESTRÉS
¿Por qué demostramos afecto con besos? No son solamente los humanos quienes disfrutan de una besuqueada; muchos animales manifiestan comportamiento de cortejo con la boca. Las palomas se tocan el pico, los gatos y los perros se acarician el hocico, la mosca de fruta macho lame a la hembra.
¿Cuántos kilómetros tiene que volar una abeja para hacer un frasco de miel?
Al nivel más básico, el beso es simplemente una manera de probar y tocar a una potencial pareja, como parte del proceso para evaluar su aptitud, así lo publica BBC Focus. Con los primates, sin embargo, el beso podría ser un comportamiento arraigado en la lactancia materna. Como infantes nuestra primera alimentación depende de la habilidad de ser amamantados y los estímulos positivos que evolucionaron de esta práctica perduran en la adultez. El besar genera una cantidad de cambios hormonales, incluyendo el
aumento de oxitocina, la hormona que estimula el sentido de atracción. Es posible que sea un comportamiento instintivo pero, como a menudo los humanos tenemos sexo cara a cara, nues-
tras bocas ya se encuentran cerca, así que no es extraño que nos hubiéramos topado con los besos fácilmente.
De acuerdo el matemático Marcus Du Sautoy, una abeja necesitaría darle dos mil vueltas al mundo, lo que equivale a 88, 500 kilómetros. Esta cifra cada abeja transporta 8 miligramos de néctar.
Fuente: Quo.mx
¿Por qué tienes una cara única?
¿Por qué la miel se cristaliza?
Tu cara me suena… Todos sabemos que los rasgos del rostro son, por encima de otras características personales como la manera de andar o la voz, la principal pista para identificar a un semejante. Otros animales, en cambio, se guían del olor y el sonido. Por eso los humanos han desarrollado el repertorio gestual y físico en la cara más amplio de la fauna terrestre. Científicos de la Universidad de California en Berkeley se propusieron averiguar si esta variabilidad es verdaderamente un resultado de nuestra evolución como seres hipersociales que utilizan la vista para reconocerse.
La miel es una solución supersaturada de glucosa y fructosa. Esto es inherentemente inestable y por lo tanto, con el tiempo, tiende a cristalizarse de forma natural, así lo publica BBC Mundo.
Los resultados acaban de publicarse en la revista Nature Communications. Primero, los investigadores ratificaron que los rasgos de la cara son los más variados. Para ello, se basaron en una base de datos de mediciones corporales compilada por el Ejército de Estados Unidos en 1988 con el fin de diseñar equipos militares. Así comprobaron que características como la distancia entre los ojos o la anchura de la nariz cambian efectivamente más de un sujeto a otro que, por ejemplo, el tamaño de las manos.
El triángulo formado por los ojos, la boca y la nariz es la zona que presenta más variabilidad. Además, las diferencias del rostro no están relacionadas con otras partes de nuestra fisonomía, como sí ocurre en el resto del cuerpo: alguien con largos brazos suele tener también, por ejemplo, las piernas largas.
Por último, y para completar el estudio, los expertos indagaron en la base de datos del proyecto 1000 Genoma, que ha secuen-
ciado los genomas de mil personas desde 2008. Y como habían predicho, encontraron que los genes relacionados con el aspecto facial presentaban más variabilidad que otros, como los que determinan la altura de un individuo. Esto indica que tener una cara única y reconocible es una ventaja adaptativa, favorecida por la evolución. Fuente: M uy interesante.es
La glucosa es menos soluble que la fructosa así que se cristaliza primero. La miel hecha de flores con contenido más alto de glucosa en su néctar, incluidos el diente de león y la colza, se cristaliza más rápido. La miel comercial es calentada y filtrada para retirar los pequeños cristales y granos de polen que actúan como semillas para el crecimiento de cristales, así que éstas pueden permanecer líquidas por más tiempo. La temperatura de almacenamiento también es un factor. La miel se cristaliza más rápidamente a entre 10º C y 15º C.