PUBLICACIÓN SEMANAL
NOVIEMBRE DE 2014
BOLETÍN ESPECIAL DE GUERRILLERO PARA COMBATIR EL ESTRÉS
¿Son comestibles los animales carnívoros? o hay ninguna razón desde el punto de vista dietético o metabólico para no alimentarse de felinos como leopardos o tigres, cánidos –perros, lobos –, roedores u otros animales carnívoros. Su carne está compuesta de los mismos elementos nutrientes que la de los herbívoros: agua, proteínas, grasas y sales minerales. Si no lo hacemos normalmente, al menos en nuestra tradición culinaria, es porque saldría carísimo criar depredadores únicamente para incluirlos en nuestra dieta, ya que ellos, a su vez, necesitan a diario importantes cantidades de carne
para alimentarse. Tampoco parece razonable irse al Serengueti a cazar leones, aparte de que son animales salvajes y agresivos que no parecen muy dispuestos a dejarse domesticar.
En todo caso, en nuestra dieta ya figuran de hecho algunos animales carnívoros, aunque no se trata de mamíferos. Son los peces, que se alimentan de otros peces. Por otra parte, en épocas de hambrunas, los seres humanos han recurrido a cualquier solución para sobrevivir. Además, en los hábitos gastronómicos de algunas culturas alejadas de las costumbres occidentales se incluyen insectos, reptiles, como
SALUD
Una alternativa a los antibióticos
serpientes y lagartos, monos e incluso perros y gatos domésticos. ¿Quién sabe si nosotros mismos los hayamos comido alguna vez aunque sin intención? De ahí lo del gato por liebre. Fuente: M uy I nteresante.es
La resistencia a los antibióticos se ha convertido ya en un problema a gran escala para la humanidad.
¿Por qué no tenemos los ojos al costado?
Las bacterias o microorganismos que provocan infecciones son cada vez más inmunes a nuestros tratamientos y sin los antibióticos, una simple neumonía puede ser mortal.
Si visitas un zoológico te darás cuenta que los animales se pueden dividir en dos grupos, de acuerdo a la ubicación de sus ojos. Por ejemplo, los pollos, vacas, caballos y cebras los tienen a los lados. Mientras que animales como los monos, tigres y lechuzas, tienen sus ojos unidos al frente. Entonces, cuál es la razón ¿por lo que los humanos los tenemos al frente?
Afortunadamente un equipo de científicos de la Universidad de Berna (Suiza) ha desarrollado una nueva sustancia, sin antibióticos, para el tratamiento de infecciones bacterianas graves.
De acuerdo con BBC Mundo hay ventajas y desventajas en la ubicación de los ojos en los animales. Cuando se desplazan hacia delante de la cara dos campos visuales cubren casi totalmente el campo visual. Es esa superposición –la perspectiva ligeramente distinta sobre la escena al frente que cada uno de tus ojos envía al cerebro– lo que te permite percibir la profundidad. Los animales que tienen los ojos a los lados no tienen esta percepción de profundidad bien desarrollada, pero sí pueden tener una visión panorámica mucho mayor. La ubicación de los ojos probablemente evolucionó por distintas razones en diferentes grupos de animales. El oftalmólogo británico Edward Treacher Collins decía en 1922 que los primeros primates necesitaban una vistas que "les permitiera merecerse y saltar con precisión de rama en rama… para tomar la comida con sus manos y llevársela a la boca". Al mudarse a los árboles para escaparse de los depredadores, argu-
Básicamente se trata de una especie de cebo artificial para toxinas bacterianas. Diseñado a partir de nanopartículas artificiales hechas de lípidos, llamadas liposomas, este cebo actúa como señuelo para las toxinas bacterianas consiguiendo atraparlas, secuestrarlas y neutralizarlas por completo. mentó Collins, la evolución favoreció en nuestros antepasados un sistema visual con una buena percepción de profundidad. Básicamente, desarrollando ojos al frente podían desplazarse mejor entre los árboles y también agarrar rápidamente a sus presas. Su idea pasó luego a ser conocida como la "hipótesis de locomoción arbórea" y prevaleció, con ciertos cambios, por mucho tiempo. En 2005 el biólogo Matt Cartmill propuso una idea distinta: la "hipótesis de la depredación visual". Es decir, lo que más le convenía a los depredadores era tener una buena percepción de la profundidad, así lo publica el diario británico. Eso los ayudaba a localizar y capturar su presa, ya fuese un
leopardo acechando una gacela, un ave rapaz agarrando un conejo con sus garras o uno de nuestros antepasados primates, atrapando un insecto en la rama de un árbol. Cartmill pensó que su explicación era la más elegante porque también incluyó otros cambios evolucionarios que son característicos de los primates. Los primates primitivos, por ejemplo, usaban más la vista para cazar que el olfato. Cartmill consideró que la reducción en su capacidad para oler fue un efecto secundario de la confluencia de los ojos, simplemente porque el espacio disponible para la nariz y sus conexiones con el cerebro se volvió más pequeño. Fuente: Quo.mx
Al no haber toxinas las bacterias se vuelven indefensas y pueden ser eliminadas fácilmente por las células del sistema inmunológico. El estudio, que ha sido publicado en la revista Nature Biotechnology y que ya ha sido probado con éxito en ratones, especifica que estos liposomas sin antibióticos neutralizan la creciente inmunidad de las bacterias atrayendo las toxinas bacterianas y protegiendo así las células del huésped. “Hemos hecho un cebo irresistible para las toxinas bacterianas. Las toxinas se ven fatalmente atraídas por los liposomas, y una vez que están unidos, pueden ser eliminados fácilmente sin peligro para las células huésped”, explica Eduard Babiychuk, líder del estudio. Fuente: M uy I nteresante.es