Antropología cap 15

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Hay tanto que aprender Después de un más de una semana el mundo humano, Lyra está comenzando a entender a lo que Audrey se había referido ser “aburrido”.

A decir la verdad, el año pasado o más o menos en Ponyville había sido inusualmente agitado. Nightmare Moon había sido solo el principio, pero luego habían sido los Parasprites, la osa mayor, el dragón. Otras incontables cosas en el bosque Everfree que solo ella había escuchado pero en realidad nunca había visto. Y esa vez cuando Twilight había usado ese hechizo en su vieja muñeca, y Bon-Bon y Lyra habían acabado dándose unos golpes feos. Cosas como esas nunca pasaron en Des Moines. Los humanos estaban completamente en control en su mundo, lo parecía. Lyra no podría olvidar lo que la Princesa Celestia había dicho acerca la guerra. Pero ella no había visto a ningún humano cargando armas. Era difícil de imaginar a Audrey, Nathan, o cualquiera otra persona ella ha conocido haciendo algo como eso. Lyra había caído en la rutina, gastando la mayoría del su tiempo practicando la guitarra. Ella había entendido rápido. La música siempre había llegado naturalmente a ella, así que no era sorpresa. La guitarra en sí era lo suficientemente fácil, pero ese amplificador la confundía. Era necesario para conseguir cualquier sonido, pero ella con dificultad entendía el cómo o porque. También, los libros de Nathan habían ayudado. Resultó que la guitarra se basa más en los acordes que las notas individuales, por lo que no era como su lira. Ella trató tocando algunas viejas canciones que había memorizado para su actuación de la Gala, pero en la guitarra no sonaban bien. Este era un instrumento hecho para la música humana. Ella había preguntado a Audrey por algo de música grabada que podía intentar escuchar y aprender con el oído. — ¿Quieres decir, cómo música rock? —Audrey había dicho. Lyra asistió. —Como en la que decía en el volante. Ni siquiera, sé quiénes son esos músicos. —Creo que mi papá podría tener algo como esos. Preguntarle a él. Era sábado —Ambos padres de Audrey no tenían que trabajar ese día—, así qué Lyra encontró al papá de Audrey enfrente de la televisión en su sala. Ellos pasaban mucho tiempo ahí, pero mirando las imágenes en movimiento durante demasiado tiempo podría hacer que los ojos de Lyra lagrimen. Él se dio cuenta de ella antes que pudiera decir algo. —Hola, Lyra. ¿Necesitas algo?

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Bueno, no. Esa no sería la palabra correcta. Los humanos todavía la lograban sorprenderla cada día. Un mejor termino podría ser “Tranquilo.”


Ella asistió. — ¿Tiene disco de acetato de música de guitarra, verdad? Específicamente, Rock. Estoy intentando aprenderlo. — ¿Estás buscando música de guitarra? Pensé que Audrey había dicho que tocas la lira. —Bueno, lo hago, pero quiero aprender algo nuevo. —Ella lo había hecho eso últimamente, y la música era probablemente lo menos que le confundía de todo—. Si tiene algo para escucharlo, por lo general lo puedo tocar con solo oírlo.

—Creo que esa estaba el poster que vi. Esas canciones tiene guitarras sonando, ¿verdad? — preguntó Lyra. —No sería rock sin ellas —él jaló algunas de las cajas cuadradas del estantes. — ¿Esos son los que guardan la música? —preguntó Lyra, tomando uno y volteándolo en su manos. Era tan pequeño—. Usaba esas otras cosas en casa. Lo llamamos discos de acetato. Eso lo hizo reír por alguna razón. —Usualmente, los niños de tu edad no saben cómo trabajan los discos de acetato. ¿Necesitas que te muestre como tocarlo? Ella asistió. Él abrió la caja, moviendo sus dedos rápidamente. El presiono el centro. —Sostenlo así. Trata no dejar huellas en este lado. Lyra lo tomó de él, sosteniéndolo cuidadosamente como él lo había hecho. La luz tocó el disco plateado y creó un arcoíris en uno de sus dados. —Parece sorprendente. —Creo que hay un estero en tu cuarto, Lyra —él dijo—. Te mostrare como se usa. Ella no había notado el “estéreo” antes porque parecía otra pieza del amueblado. El disco fue escondido dentro en una bandeja que salió, seria para reproducir a pesar que no tener cuernos para el sonido salga. Pero el sonido era menos áspera, y el papá de Audrey le enseño a saltar exactamente el comienzo de cada canción o reproducirlas en repetición. Ella escuchó una canción llamada “Lodi” unas cuantas veces. Era agradable y lenta, y ella podía definitivamente cantar las lyrics. Una vez que ella reconoció la parte de la primera guitarra, ella lo practicó en toda esa tarde hasta que sus dedos se movían por su propia cuenta y ella prácticamente podía tocarla dormida. Regresando cuando ella había sido unicornio, tocando su lira por mucho tiempo podía darle dolor de cabeza. La magia requiere tanta concentración metal, pero tocando cualquiera de los dos instrumentos con sus manos era mucho más relajante. Una vez que ella aprende una canción, ella

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—Al parecer. Tengo mucha música de los setentas, si está bien —él dijo. Los humanos tienen a describir un montón de cosas con números. Él la condujo hasta una estantería llena de cajas delgadas. “CCR, Deep Purple…”


podía perderse por horas. Y de hecho, lo hacía —ella tenía que terminar su tiempo de practica una vez que Audrey y su familia se iban a la cama. Algunos ponis tocaban la guitarra, pero Lyra no tenía idea de cómo. Sus dedos le daban un preciso control en cada cuerda. Ella vio ponis tocando guitarras con sus cascos, pero ni siquiera se acercaban a lo que ella podía hacer con sus dedos. También, los humanos posiblemente eran mejores pianistas, para el caso, cualquier instrumento.

—Suena bien. —Lyra levantó la vista de su guitarra para ver a Audrey parada en el marco de la puerta, con los brazos cruzados. —Gracias. He estado trabajando en una nueva —dijo Lyra. — ¿Cuántas canciones has aprendido? —Creo que unas… ¿tres? —Ella golpeteo su barbilla—. No cuatro. —Solo ha sido una semana. —Lo sé —Lyra regresó a practicar, haciendo el acorde inicial de una canción llamada “Smoke on the Water”. Audrey se sentó a lado de ella y la observó. —Es raro. Eres buena en esto… muy buena. Eres como un prodigio. —Mis padres solían decirme eso. —Lyra sonrió. Audrey solo asistió y miró al piso. Ella dejó dejo de preguntarle a Lyra tanta preguntas últimamente, probablemente porque Lyra no tenía intención de contestarlas. Lyra puso la guitarra a su lado en la cama. Audrey tenía razón, ella había aprendido demasiado rápido. Lyra se paró de repente, y fue a su mochila. Su diario estaba justo en la parte superior, justo al lado de la lira, que se había quedo ahí sin usar durante un tiempo. Pero lo único que necesitaba era el volante metido en el bolsillo de enfrente. SE NECESITAN MUSICOS. Lyra no pudo evitarlo pero se pregunto si todavía buscan alguien para guitarrista. Y ahora ella sabía un poco más sobre Aerosmith y Deep Purple —Esas eran bandas humanas famosas y ella podía tocar unas cuantas canciones de sus álbumes Ella se sentó a lado de Audrey, releyendo el volante unas cuantas veces más. —Sabes, creo que podría audicionar para esto ahora. — Todavía estas con eso, ¿verdad?

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Había sido una semana desde que ella empezó. Era difícil imaginar que ella ya había sido humana por tanto tiempo. Lyra estaba en su cuarto como es usual, trabajando en otra nueva canción.


Lyra asistió. — ¿Cómo los contactamos? Dijiste que sabías cómo. Audrey se inclinó hacia atrás en la cama, apoyándose con sus brazos. —Ha sido un tiempo desde que recogiste eso. Ella podía haber tenido otro guitarrista interesado. —Aun quiero intentarlo. —Al menos, de alguna manera, suenas como realmente quieres intentarlo. Audrey encogió los hombros—. Podías intentar llamarlos.

Sus padres siempre han querido seguir su carrera musical. En un modo, ella es lo que está haciendo ahora. Tal vez no exactamente ya no como un poni, tal vez esta música humana no era lo que la mayoría de ponis escuchan, pero Lyra sabía que ellos todavía están orgullosos de ella si pudieran verla ahora. —Aquí tienes —dijo Audrey, sosteniendo algo. Era la cosa que usó tan a menudo antes, cual por ahora ella estaba bastante segura que no se llama Nathan. Lyra lo tomó titubeando y lo examinó. — ¿Qué es? Audrey rascó su cabeza. —Cierto, debería de haber preguntado si sabes cómo usar un teléfono… —Bueno, no —dijo Lyra—. ¡Pero me gustaría aprender! Enséñame. —Uh… como exactamente empiezo… —Audrey pensó por un momento—. Es raro. Tú le entiendes a la música tan rápido, pero aún tengo que explicarte cosas como estas… — ¿Por favor? Haz lo mejor. —Tienes que poner ese número del volante. Luego sola habla al quien sea que te conteste. Diles que viste su anuncio y quieres unirte a la banda —ella se detuvo y agregó—, si ellos te preguntan por cuánto tiempo has estado tocando, miénteles. —Muy bien… —Lyra miró el teléfono en su mano. Ella intentó pensar en cómo Audrey lo había usado—. Por lo tanto… ¿esos números? —Te los leeré. —Ella empezó a leer el número, pero Lyra la interrumpió. —Despacio. Audrey suspiró y regresó a decirlos de nuevo, escuchando uno a la vez. Lyra tocó cada uno en secuencia con su dedo. Los toco por poco tiempo y dejaban escapar una nota en cada vez. — ¿Ahora qué? —dijo Lyra después al terminar.

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—Sí, hay que hacerlo. —Lyra no estaba segura con lo que ella quería decir por “llamar”, pero ella se estaba acostumbrando a la jerga humana.


—Solo habla. Lyra sostuvo el teléfono enfrente de ella. Podía escuchar algo zumbando. — ¿Hay alguien ahí? — ella se sentía ridícula. El zumbido continuó, luego de repente se detuvo. — ¿Hola? —la voz de verdad venia del teléfono. Lyra casi lo deja caer en su sorpresa, pero lo atrapó justo a tiempo. —Oh, uh… ¿Quién eres? —Ella preguntó. — ¿tienes el número equivocado? —Dijo la voz.

—Dile que estás interesada en la banda —dijo Audrey. — ¡Oh! Cierto. —Lyra no estaba segura en donde exactamente tenía que mirar. Era extraño hablar con alguien cuando ella ni siquiera podía verlo—. Vi este poster, y soy una guitarrista, y estaba pensando… — ¿Acerca de la banda? Sí. Genial —dijo la voz—. Mi nombre es Randall. Soy el cantante y temporalmente el representante, hasta que alguien ocupe ese lugar. ¿Cuándo puedes venir? Sería bueno darte una audición. —Oh, uh… —Lyra de detuvo—. Creo que puedo cuando sea. —Ella volteó a ver Audrey que dio una confusa mirada—Consigue su dirección —ella dijo. — ¿Huh? Oh, cierto. ¿En dónde vives? —dijo Lyra. Audrey le pasó una pluma. Lyra hizo malabares con el teléfono, pasándola a la otra mano para que ella pudiera escribir. — ¿Qué hago con esto? —Ella preguntó. — Escríbelo —Audrey puso su dedo sobre el volante, y Lyra asistió. Ella copió lo que la voz le dijo. Sonaba como una dirección. También, había un montón de números mezclados. Parecía que a los humanos les gustan demasiado los números. — ¿Si lo anotaste todo? —dijo la voz. Lyra terminó de escribir y asistió. Luego, recordando que el humano en el otro lado probablemente no podía verla, ella agregó, —Lo tengo. —Mi agenda está bastante libre este fin de semana. ¿Crees que podías mañana en la tarde? Solo quiero escuchar como suenas, todo eso.

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—Um… —Lyra miró a Audrey por respuestas.


— Mañana… —Lyra miró a Audrey—. Me parece bien. —Entonces, nos vemos. Trae tu propia música. Deseo escucharte. El sonido se corto repentinamente. Lyra sostuvo el teléfono y lo miró, tratando de averiguar que había fallado. —Presiona el botón rojo —dijo Audrey. Lyra intentó con uno—. El otro, a lado. Parecía funcionar. Un parpadeo se mostro ahora mismo en el teléfono.

—Dijiste que audicionarías mañana, ¿verdad? —Dijo Audrey—. Mis padres estarán de nuevo en el trabajo, y yo no tengo carro… —Ella pensó por un momento, luego volvió a presionar números en el teléfono. Sus dedos se movían con rapidez. Lyra observó como lo usaban —era mucho más natural y facial para Audrey—. —Hey, ¿Nathan? ¿Estás ocupado mañana? ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------El timbre sonó a la siguiente tarde. —Es él probablemente. Ve abrir, imprimiré esto —Audrey apenas miró. Ella estaba usando algo que llamaba “Google Maps.” —Aunque se parecía más que a otro televisor en lugar de un mapa—. Y estaba sentada demasiado cerca. Lyra bajó y abrió la puerta principal. —Oh hey, Lyra —Nathan parado, con unas llaves colgando de una mano. — ¿Está Audrey? — ¡Hola! Audrey está arriba. No estoy segura de lo que está haciendo —dijo Lyra. Se escucharon sus pisadas bajando las escaleras, y un momento después Audrey sostenía un pedazo de papel. Se lo pasó a Nathan, —Acabo de imprimir la dirección. Gracias por llevarla. —No es como si estuviera ocupado hoy. Él miró a lo que ella le dio. Desde el vislumbre Lyra era capaz de verlo, parecía un mapa —Uno muy complicado. —. Creo que se en donde es. —No sabemos mucho acerca de ese tipo, pero él parece un alguien tranquilo por el teléfono —dijo Audrey—, tenga cuidado. —Lo haremos. —Nathan asistió y levantó la vista del mapa—. Lista para irnos, ¿Lyra? —Sí, solo voy por mi guitarra.

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Entonces, ¿qué va a pasar ahora? —Preguntó Lyra. Ella le regresó el teléfono a Audrey.


—Técnicamente, aún es mía. —Cierto… —dijo Lyra. Ella regresó a su cuarto. Ella guardó la guitarra en su estuche, apoyándola sobre su hombro y levantó el pesado simplificador, sus dedos se esforzaron con el peso. Una vez que ella bajo, casi lo dejo caer enfrente de los dos humanos. —Estoy lista —dijo ella, jadeando. —Puedo cárgalo en lo queda de camino. Mi carro está afuera. —Nathan señalo sobre su hombro con su pulgar, a través de la puerta.

Lyra lo siguió en el jardín delantero, donde uno de esas carretas estaba esperando. No era mismo que estaba ahí usualmente —Este era gris, y era uno de los pequeños—. — ¿Vamos a tomar eso? Nathan cerró de golpe una ventanilla en la parte trasera. —Sí. No te preocupes —no he tenido mi licencia por mucho tiempo, pero soy un conductor muy seguro—. No tienes nada que preocuparte. Dio la vuelta alrededor de una puerta delantera y se metió Lyra se quedó completamente inmóvil por un momento. Pero él le dio una mirada como si diciéndole que se subiera. —Adelante y pon la guitarra detrás del asiento —le dijo. Ella asistió, y encontró la manija. Sus dedos se deslizaron el interior y lo jalo. El asiento trasero estaba cubierto por un montón de cosas —Papeles, un bote de metal, algunas bolsas de compras. — ella puso la guitarra encima del desorden, cerró la puerta, y fue al otro lado para sentarse enfrente a lado de él. Como un barco, Lyra se dio cuenta —lo más probable era para dirigirlo—. Los asientos eran suaves, pero casi no había espacio para sus piernas. —Donde puse ese… —él dijo. Busco a su alrededor y encontró el mapa—. Ah. Aquí esta. Lyra seguía haciendo un inventario del vehículo. Una taza cerca del asiento de Nathan —Había dos hendiduras perfectamente dimensionadas para esta, uno a su lado tenia monedas en su interior. Él giró una llave y el vehículo entero se sacudió. Había tipo de un fuerte estruendo a sus espaldas. Lyra podía sentir su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Había estado fuerte, y cuando ellos empezaron a retroceder hacia la calle, ella apenas podía mantener sus ojos abiertos. — ¿Qué paso? ¿Mareos? Ella consiguió abrir los ojos solo un poco, luego los cerró de nuevo. —No, estoy… bien. Voy a estar bien. Podría haber estado hablando con sí misma.

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— ¿tu…?


—Lyra, ¿Nunca ha estado en un carro antes? — ¿Uno de estos? —sus piernas se tensaron. Ella las miró. Mejor eso que la ventana. Un recuerdo repentinamente se regresó a la mente de Lyra. —Rainbow Dash jalándola de la carreta de manzanas justo unos segundos antes que cayera por un acantilado. — En esté vehículo era completamente y que incluso ellos atrapados en el interior. Por no hablar que no había visto un pegaso en más de una semana. Eso no la hizo sentirse mejor. —Bueno… una vez.

—No era exactamente como este. Pero… similar. No tenemos de estos de donde vengo. El asistió lentamente, incluso él estaba obviamente confundido. —No te preocupes. No vamos tan lejos. —El mantuvo sus ojos enfocado enfrente, sin girarse cuando le hablaba a ella—. ¿De dónde vienes qué nunca has visto un carro antes? Lyra suspiró. — ¿Es normal preguntar tantas preguntas cuando acabas de conocer a alguien? —Cierto… probablemente has estado escuchando mucho de Audrey. No solo eres tú. A ella le gusta analizar a la gente —dijo Nathan—. La razón por la que te tomó es probablemente porque eres un misterio. A pesar de tiene sentido que ella querría saber de ti. —Solo soy un humano normal. —Lyra notó su propio reflejo en el espejo atado en el lado del auto. —Tú de verdad no quieres hablar de esto, ¿huh? No te presionare. —No hay nada malo conmigo. —Tal vez no, pero aún diría que estas lejos de lo normal. Nathan parecía completamente calmado. Lyra observó las manos de él, y eso la distrajo de lo que estaba pasando. Agarró la rueda, mientras se dirigían a través de la ciudad y él lo mueve de un lado a otro cuando el carro cambia de dirección Como ella había supuesto, era el mecanismo de dirección. Después de algún tiempo Lyra estaba acostumbrada a la moción, pero todavía sentía curiosidad por saber cómo esta cosa se movía del todo. Ellos iban mucho más rápido de lo que podía la carreta. La velocidad no se notaba desde el interior como cuando lo veías desde la banqueta. Disminuyeron su velocidad de nuevo cuando ellos entraron a otro vecindario. El viaje solo duró unos minutos, incluso había parecido mucho más lejos que eso. Y deben haber estado a kilómetros desde la casa de Audrey. Se detuvieron enfrente de un edificio de ladrillos y Nathan estaba mirando por la ventana el número del buzón.

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— ¿Solo una vez? —Él la miró por un momento, luego regresó la vista enfrente.


—Aquí es… ¿Segura que quieres ir ahí? —Es ahí donde se supone que vamos, ¿No es así? Tú tienes el mapa—Bueno, sí, pero… —él seguía mirando alrededor. —No estoy nerviosa en absoluto. He estado practicando un montón —dijo Lyra—. Estoy segura que me dejaran unirme.

Lyra buscó el broche de la correa que pasaba sobre su pecho e hizo clic para quitarlo. Abrió la puerta y se levantó, sus piernas todavía temblaban, ella se apoyó con uno de sus brazos hasta que se detuvieron. — ¿Qué estas esperando? ¡Vamos! —Lyra, no creas que —Nathan empezó a llamarla, pero ella ya había agarrado la guitarra y estaba enfrente de la puerta. Él dejó escapar un suspiro, checando dos veces que él lo había cerrado. Ella buscó alrededor del marco de la puerta, —No tiene uno de esos… —No había timbre, así que ella hizo un puño y toco. Le dolió sus nudillos, estos no eran tan fuertes como un casco. —Solo estoy diciendo, si no están, solo déjame saberlo, podemos regresarnos —dijo Nathan. Él hizo un gesto a sus espaldas, hacía el coche. La puerta se abrió y otro humano pareció. Más alto y más voluminoso que Nathan. Levantó una mano y apartó su pelo fibroso oscuro de sus ojos. Era tan largo como el de Lyra. —Um… ¿Estoy aquí por lo de la banda? —dijo Lyra. Él asistió. —cierto, cierto… tú eres la chica que quería intentar la guitarra. Te estaba esperando. Pasa. Vamos a hablar. Lyra rápidamente lo siguió al interior, pero Nathan el tomo del brazo. ¿Estás segura de esto? —Vamos. Él es un humano al igual que nosotros. —No lo dudo. — ¿Chicos vienen? —él hombre volteó a verlos. — ¡Sí! —Lyra puso una mano en el estuche de la guitarra y se apresuró a ir a la sala. Ellos fueron invitados a sentarse en el sofá y el otro hombre se tomo asiento en un sillón abultado enfrente de ellos. Él sacudió la cabeza hacia Lyra. — ¿Tú eras que la estaba en teléfono? —Él la miró—. Pareces un poco joven, —oh, está bien, tengo dieciséis.

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Nathan se quedó mirándola. —De eso no es lo que estoy preocupado.


—Bien… debes ser con la que hablé ayer —él dijo—. Puedes llamarme Randall. Su voz sonaba como la que escuchó en el teléfono, pero era raro al creer que ellos ya hablaron si ellos acaban de verse por primera vez. Ella notó el extraño arte en su playera —excepcionalmente detallada, incluso para ropa humana. Tenía lo que debe ser un zombi humano y las palabras “Iron Maiden” en rojo. — ¿Eres tú el que está a cargo? —Dijo Lyra. Esta no era como las audiciones que estaba acostumbrada a ir, pero en ese entonces había estado con ponis.

—Uh… Sí. — ¿Y tú eres…? —Lyra. — ¿Lyra…? Su voz se apagó. Ella lo miró. —Eso es lo que dije. — ¿Tú apellido, Lyra? — Nop. Solo Lyra. Su expresión estuvo ausente por un momento, luego rió. —Bueno, bien entonces, Así que, Lyra, ¿Tienes algunas experiencia de presentación? —Sí. Un montón. —Ella sonrío con orgullo—.De hecho, fui escogida para tocar en una Gala Real en casa. —Una… Gala real. —Él se inclinó en el sofá—. Que, ¿Eres británica? Lyra frunció el ceño. —No lo creo. —Bueno, como sea, vamos a escuchar lo que tienes. Todo lo que de verdad importa es si puedes tocar. ¿Estoy en lo cierto? —Sí… Nathan se levantó. —Voy por el amplificador al auto. Adelante, Lyra. —Él se apresuró. Randall levantó un dedo. — ¿Y ese era…? —Mi amigo Nathan. Él me está prestando la guitarra.

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—Tengo que decir que me alegro de que alguien esté dispuesto a ser nuestro guitarrista. Una banda en verdad no puede sostenerse sin una, ¿sabes?


Ella notó que en su brazo izquierdo tenían una figura negra. Parecía como un dragón —como los que vio en la migración del dragón, o esa vez cuando Spike había crecido demasiado. Esa fue la única vez que vio un dragón de ese tamaño tan cerca. — ¿Cómo conseguiste eso? —Oh, ¿Esto? —Levantó el brazo y lo miró—. Heh, me desperté una mañana con dolor de cabeza y esto, ¿Quién sabrá que más paso esta noche? —Fascinante… —No solo este humano tiene su Cutie Mark, ni siquiera recuerda como la consiguió.

Afuera, Nathan estaba cargando el amplificador a la casa, y caminó al interior del cuarto donde ellos estaban. Miró a su alrededor. —Wow. Una literal banda de garaje. —Usamos lo que tenemos —dijo Randall. Era como un cobertizo de herramientas junto a la casa, con piso de piedra sólida mancha con algo negro. Lyra se puso a trabajar en el amplificador. Todavía tiene dificultades para recordar como encenderlo. —Ella lo había mantenido listo para ser utilizado en du habitación desde la primera vez que lo utilizó para que ella no tuviera que preocuparse por eso. — ¿Necesitas algo de ayuda? —dijo Randall, levantando una ceja. El tomó uno de los cables y lo conecto a la pared. —No, yo… creo que lo tengo. —Lyra estaba inclinada, tratando de figurar el final de los cables. Ella encontró el que tenía que conectarse a la guitarra, lo puso en su lugar, luego se levantó—. Estoy lista. —Escuchémoslo. —Él se hizo para atrás con los brazos cruzados. Lyra empezó el intro de “Smoke of Water.” Era su canción más nueva, pero una de sus favoritas. Ella puso toda su concentración en sus dedos y en el sonido de la guitarra. Ella prácticamente se olvidó que había dos humanos viéndola, o el frío y sucio cuarto en donde estaban. Para ir al grano, esto no era tan diferente que intentarlo por un concierto en Canterlot. Si ella lo suficiente buena con la música, no tenía nada que preocuparse. Después de unos minutos, Randall alzó una mano. —Está bien. Es suficiente. Lyra se detuvo y levantó la cabeza. Ella se quitó su cabello de sus ojos. — ¿Fue bueno? —Sí, muy bueno de hecho —dijo Randall—. Quiero decir, Estaba a punto de dejarte entrar sin importar como sonaba. Estamos un poco desesperados. Pero eso… ¿Por cuánto tiempo has estado tocando?

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Él abrió una puerta y la llevó a otro cuarto. —Usualmente tocamos aquí. Dejare que te prepares. —Él tocó algo en la pared y la pared entera retumbó y comenzó a moverse por sí misma.


– Casi toda mi vida —eso técnicamente no era mentira. Él solo no había preguntado que había estado tocando. O como. Lyra flexionó sus dedos—. ¿A qué te refieres con ‘Nosotros’? —Te presentaré a los otros miembros de la banda más tarde. La práctica será el siguiente lunes en la tarde. —Así que… ¿Estoy dentro? —Lyra empezó a sonreír. —Bienvenida a Crimson Thunder. Ella no podía creerlo. Una banda humana. ¡Ella iba a tocar música con otros humanos!

Él la miró con cierta sorpresa, con los ojos muy abiertos. —Supongo que te veré entonces. —En este... Lunes por la tarde. —Ella asintió con la cabeza, sin dejar de sonreír. Si ella no hubiera estado por aquí desde hace tanto tiempo ya, Lyra habría jurado que estaba teniendo un sueño muy vívido. ¿Qué Bon-Bon pensaría en ella ahora?

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Ella corrió a estrechar la mano de Randall vigorosamente. —Muchísimas gracias.


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