Por los cielos Algo enorme, con unas alas rígidas, voló encima de su auto. Lyra inclinó hacia la ventana, tratando de ver lo que era. Ella estaba bastante segura que eso no estaba vivo, a pesar del estruendo que dejó a su paso. — ¿Qué fue eso? — ella dijo, todavía tratando de ver por la ventana el otro lado. El cielo aún estaba oscuro.
—Cierto, dijiste que estaré volando… —Lyra nunca había visto algo parecido como eso. Ella había estado esperando, un dirigible o un globo aerostático, o algo que al menos tenga sentido. Después que hablaran con su papá en el teléfono, los padres de Audrey le habían ayudado a reservado un vuelo a Philadelphia para conocerlo. Costaría casi todo lo que había hecho de los quehaceres y su concierto juntos. Ella había estado preocupada acerca de pagarle a Nathan por su guitarra, pero él le había dicho que no sé preocupara por eso. Está en la parte trasera del carro ahora, a lado de una maleta con su ropa. Acerca de hace un hora. Lyra se había despertado. Era lo suficiente temprano que todavía parecía y se sentía como la noche. Cuando ellos habían manejado hacia el aeropuerto, Lyra se había puso más atenta y se dio cuenta de los nervios que estaba sintiendo. No el vuelo actual lo que hacía que sintiera nerviosa. Era más del como los humanos volaban. Si ese “avión” era lo que ellos usan, ella estaba empezando a tener dudas. Si era tan ruidoso y tan rápido y tan pesado. Los humanos podía hacer algunas cosas increíbles sin magia, pero esto parecía cuestionable. Ella había estado en las nubes un montón de veces. Cirrus era originalmente de Cloudsdale y aún trabaja ahí en uno de los centros de producción. Cuando Lyra había sido muy joven, su padre — bueno, no su padre, solo Dewey— la había llevado a visitar la ciudad. Él uso un hechizo que podía dejar a los unicornios caminar en las nubes, y ellos tomaron un globo aerostático desde Canterlot para llegar. Lyra aún recuerda lo cuanto emocionada que había estado al ver un nuevo lugar en el cielo. Eran tan diferentes de cualquier lugar en el suelo. Al mismo tiempo, ir a Cloudsdale había sido como visitar otro mundo. Una vez que Lyra era lo suficiente grande y aprendió a usar la magia, Dewey le había enseñado a usar el hechizo para caminar en las nubes por sí misma. Era un hechizo de nivel intermedio y no muy común, pero ella lo dominó después de algo de práctica. Sus padres habían estado orgullosos.
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—Es solo un avión. Tú probablemente estés en uno como ese —dijo Audrey. Ella parecía sin inmutarse por eso.
Pero por supuesto que ellos lo estarían. Un humano, ¿aprendiendo un hechizo de esa dificultada? Ellos deben haberse dado cuenta de lo que significa en ese momento. Ningún humano había usado magia antes. Y ellos nunca le dijeron nada a ella, durante toda su infancia. Recientemente, Lyra había sentido como que estaba de nuevo en Cloudsdale. Ese mismo sentimiento como siendo el único unicornio en medio de una ciudad de Pegasos, aunque aquí en Des Moines ella solo era como un humano como todos los demás.
Ella pensó por un momento, tratando de recordar lo que significaba- — ¿Te refieres al ticket? Si. —Lyra lo encontró en su mochila. Era un pedazo de papel que Audrey había impreso de su computadora. Ellos ni siquiera habían necesitado ir al aeropuerto a comprarlo. —Cambiaras de vuelo en Chicago. Asegúrate estar a tiempo en sala de abordaje, de lo contario… Prefiero no pensar en eso, vas a estar bien por tu cuenta, ¿verdad? —dijo Audrey. —Por supuesto… —Lyra estaba a punto de decir que ella ha vivido por su cuenta por años y viajado sola en tren un montón de veces, pero traer algo de su pasado, especialmente de Equestria , no era buena idea—. No te preocupes por mí. Audrey respiró hondo. —Sí. Es posible que tengas razón —dijo ella—. Además, mis padres dijeron que estarían esperando ahí para conocerte, en el aeropuerto de Philadelphia. Sus padres. Ella ha estado pensando demasiado sobre el vuelo que ella prácticamente olvidó el por que lo estaba haciendo. Tal vez eso era la verdadera cosa que la hacía nerviosa. —Estarán esperando… Te dijeron eso, ¿verdad? —Por supuesto —dijo Audrey—. Mira… si estás nerviosa por conocerlos por primera vez, lo entiendo. Es normal. —Ellos no están completamente seguros que soy su hija. Ellos dijeron que tengo que hacer una prueba o algo parecido. —Bueno, una prueba de ADN es la única forma de confirmar tu identidad. Incluso aún sería necesario si recuerdas algo. Lyra podía decir a lo que Audrey se refería. Ella todavía piensa que Lyra estaba loca, o que estaba ocultando algo de su pasado. Tampoco ninguna de las ella habían dicho una palabra sobre Equestria desde esa vez, pero aún seguían en la mente de ambas. — ¿Te acordaste darle nuestro número telefónico, Audrey? Su madre dijo desde su asiento—. Lyra, deberías llamarnos cuando llegues a casa. Dejamos saber que llegaste bien.
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—Solo quiero asegurarme. ¿Tienes tu pase de abordaje? —La voz de Audrey regresó a Lyra al presente.
—Supongo que sí —dijo Lyra. Ella se volteó hacia la ventana, tratando de ver si ningún avión iba más arriba—. ¿Hasta dónde has dicho que sería? —No estarás ahí hasta esta tarde. Es, no lo sé… ¿cerca de seis mil, siete mil millas o más o menos? —Dijo Audrey—. Es cruzar la mitad del país. — ¿Es en serio? —Dijo Lyra—. ¿Esta tarde…?
Sin embargo, un avión tendría que ser increíblemente rápido para conseguir eso. Lyra estaba empezando a sentirse nerviosa de nuevo. —Solo relájate —Audrey le dijo—. He volado un par de veces. No es tan malo. —Cierto…. —Lyra trataba de forzar una sonrisa. El carro entró en un largo, edifico oscuro. Algunos vehículos estaba aquí estacionados. Todos de diferentes colores y formas. El coche se desvió a través de todos estos espacios reducidos, hasta varios niveles de rampas. Lyra estaba acostumbrada a los coches hasta ese punto y la Sra. Loren era un conductora más cuidadosa que Nathan, pero, pero aún sentía como que ellos estaba tan cerca de los demás autos. Al menos tocaban el suelo. Una vez que ellas se estacionaron entre otros dos carros, Audrey abrió la puerta de su lado y salió. Lyra hizo lo mismo. La cajuela se abrió y ella sacó su guitarra y la maleta. Era una pequeña, barata —Ella solo necesitaba algunos cambios de ropas—. La manija se extendió tanto que tú podrías arrastrarla detrás de ti con una mano, con sus ruedas. Era más fácil que cargar tu equipaje en tu espalda, o incluso mantenerla flotándola con magia. — ¿Necesitas que te ayude con algo de eso? Audrey la veía mientras ella empujaba el estuche de su guitarra hacia su espalda, con su bolsa más pequeña que cuelga cerca de la cadera y la maleta a su lado. —Aunque, te vas a quedar aquí, ¿verdad? —Dijo Lyra. —Estaremos contigo hasta llegar a seguridad. Entonces ellos checaran tus maletas antes —explicó Audrey. Lyra la miró confundida—. En realidad, no es tan complicado como suena. —Solo que nunca he tomado muchos pasos para viajar antes, He tomado un tren unas cuantas veces —dijo Lyra. Ella empezó caminar entre las líneas de los vehículos silenciosos. Otro carro paso, pero solo una vez. — ¿Un tren? ¿Dónde fue eso? —La Sra. Loren preguntó. —Fue… —Lyra notó la expresión de Audrey—. Fue hace mucho tiempo.
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No había nada en Equestria en seis mil millas de cualquier lugar. Esa distancia sonaba imposible. ¿Y viajarla en menos de un día? Si los humanos podrían controlar eso, Lyra estaría más impresionada que nunca.
Ella tendría que vigilarse. Se despistó de nuevo, justo después ella se dijo que no lo hiciera. Esto iba a ser un buen comienzo con sus padres y ella simplificó su historia —Ella diría que no recordaba nada—. Ella le diría lo mucho que quieran escuchar sobre Des Moines: viviendo con la familia Audrey, aprendiendo a tocar la guitarra, todas las veces que salieron por la ciudad, pero absolutamente nada sobre lo que le pasó antes de eso. Como ni siquiera Equestria no fuera real.
Incluso la estación de trenes en Canterlot parecía grande, pero en verdad no era nada comparada con esto. Este aeropuerto era mucho más complicado —un tanto innecesario—, al parecer. Todo lo que ella necesitaba era llegar a uno de esos aviones e irse, ¿Qué era tan difícil? Ella dejo hablar a la mamá de Audrey con la mayoría de los humanos en el aeropuerto. Ellos tenido que hacer cola solo para mostrar su ticket al humano en el mostrador, sentando con una computadora. Luego de hecho tomaron su maleta y la guitarra. Lyra casi se había alzado en protesta cuando las tomaron detrás del escritorio y se las llevaron. —Ellos solo están checando tu equipaje, solo ve a la zona de entrega cuando llegues a Philadelphia y las recoges —dijo Audrey. —Pero… —No pierden las cosas en el viaje. Usualmente —dijo Audrey. Lyra estaba a punto de alzarse de nuevo en protesta, pero fue calmada—. Olvida lo último que te dije. Estará bien. No te preocupes por eso. Lyra no entendía por que ella no podía cargar todo con ella. La guitarra técnicamente aún no era de ella. Había gastado demasiado de lo que tenía en el boleto de avión, solo unos cuantos dólares le sobraron. Ella de verdad quería pagarle a Nathan por su instrumento, ya que tanto había hecho por ella. Sin ese concierto ella no había sido capaza de afrontar el precio. Nathan le había dicho que no se preocupara por la guitarra y que ella podía pagarle después — ¿Pero cómo? ¿Por correo? Ella esperaba que funcionara como el sistema de correos de Equestria… y que los encargados fueran confiables. Después de entregar la mayor parte de sus pertenencias, continuaron en el aeropuerto. Lyra estaba asombrada por el tamaño de este lugar. Ella pensaba que el centro comercial era grande. Ellas llegaron a algunos tramos de escaleras, pero estas se movían por sí misma. Audrey y su mamá dieron un paso encima de ella y se quedaron ahí, dejándose ser subidas. Lyra cuidadosamente siguió su ejemplo. Exactamente el por que de esto no estaba claro —Parecía como que alcanzaron al siguiente piso al mismo tiempo si solo hubieran caminando— pero Lyra tenía suficientes cosas en su mente por ahora.
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Ellas cruzaron un puente que abarcaba cruzando la carretera. Solo unos autos manejaron debajo, la luz brillante por delante de ellos en la tenue luz de la mañana. La estructura donde en se estacionaron era de varios pisos, y grande, pero el resto del aeropuerto parecía incluso más grande. Nada de todo como la simple anden del tren en Ponyville.
Ella estaría pronto en casa. Luego se podría relajar. Entonces concentrarse en estudiar la conducta humana. Por ahora, ella solo tenía que pasar por todo esto. Ellas se detuvieron justo antes que Lyra pase por la seguridad. Había una larga fila de humanos esperando pasar. Ella violo que estaban haciendo enfrente —mandando sus mochilas por alguna especie de maquinas, caminado a través de unas puertas que ocasionalmente sonaban, causando que el humano se detuviera y fuera registrado por los trabajadores en uniformes azules. Este proceso entero acaba de ser extraño y más complejo de lo que eran.
—cuando llegues a Chicago, sol ve directo a la siguiente sala de abordaje. No te pierdas. No estoy segura que harás si pierdes el siguiente vuelo —dijo Audrey. Lyra asistió, todavía a un lado de la fila que estaba a punto de entrar. — ¡Por favor tengo su I.D con foto lista cuando llegues al puesto de seguridad! Gracias —uno de los humanos uniformados anunció. —No tengo identificación. —Lyra miró a Audrey y después a su madre—. ¿Qué es lo que hago? —Está la otra fila, ahí. No debería ser un problema. Aunque ellos… probablemente te busquen. —Um… ok… —dijo Lyra. Ella miró a donde Audrey le había dicho a dónde ir. Al menos. La fila era mucho más corta. —Mejor apúrate. No quiero que pierdas tu vuelo —dijo Audrey. —Si — asistió Lyra. —Recuerda llamar cuando llegues a casa —agregó la Srta. Loren. —Lo haré. Creo que recuerdo como… —Estarás bien. No te preocupes —dijo Audrey. —Tienes razón… Estaré ahí esta tarde, justo como lo dijiste. — ¿Y te sientes bien por esto? ¿Viajar por tu propia cuenta? Y… ¿Conociéndolos? —Si... esto es exactamente lo que estaba intento hacer todo el tiempo. Solo necesito regresar a casa con mis verdaderos padres —dijo Lyra—. No podría haber llegado aquí sin tu ayuda. Con una última mirada atrás, se apresuro para llegar a la línea, y esperó ahí por un tiempo. Ella miraba al humano delante de ella pasar. Ella no podría decir exactamente cuál era exactamente el propósito de este paso era… su otro equipaje había sido tomado, pero al parecer el equipaje que se le permitió conservar tenía que ser revisado primero. Fue todo tan inútilmente complicado.
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—Esto es lo más lejos que podemos llegar —dijo Sra. Loren—. ¿Estarás bien?
—Un paso adelante, Ma’am. —Lyra se dio cuenta que le estaban hablando a ella. Era la siguiente. Uno de los humanos empezó a tocar sus brazos y sus piernas con sus manos. Como ellos estaban buscando algo escondido en sus mangas. Lyra no estaba escondiendo nada, así que aparte de la incómoda invasión del espacio que no le importaba demasiado.
La revisión terminó, y todo estaba de nuevo en su lugar. Lyra había estado observando cuidadosamente para a asegurarse de eso. Apartemente lo que sea que los humanos habían estado interesados en encontrar no estaba en el equipaje de Lyra. Y ella era libre de irse. Cuando su mochila fue devuelta a ella, rápidamente se puso sobre su hombro y la sostuvo cerca de su cadera con una mano. Ella se apresuró a salir del puesto de control e ir al otro lado. De nuevo por su cuenta. En un modo, se sentía como su primer día como humana. Por si misma, no amigos para ayudarla a encontrar su camino. El área justo afuera del puesto de seguridad tenía un llamado El “Capitol City Marketplace.” Al parecer podría comprar aquí comida. Unos cuantos humanos estaba sentados y comiendo su desayuno, pero Lyra estaba tan nerviosa incluso para pensar en comida ahora. Lyra miró de nuevo el puesto de seguridad. Esos humanos en uniforme parecían estar buscando por algo. No todos de los humanos era revisados tan a fondo como había le había tocado, pero para ser todo muy minucioso. Pero, mientras Lyra veía a unos cuantos humanos pasar, parecían como si ellos nunca encontraron lo que ellos tenían miedo a encontrar. Una pantalla arriba —Como una televisión plana, pero las palabras estaban quietas— parecía una lista de todos los aviones y destinos. Sus ojos revisaron la lista. Atlanta, Austin… ¡Chicago! Era muy temprano en la lista. La puerta de embarque C6. Lo que sea que era. —atención, pasajeros. —Era una voz de femenina, hablando en un tono calmado, pero la forma en que había salido de la nada hizo saltar a Lyra—. Vuelo 3849 de Delta Airlines con destino a Orlando, ahora abordando en la puerta de abordaje A2. El pasillo a su derecha parecía tener la C. C6 probablemente estaría hasta el final. Ella empezó a caminar, mirando a todos los humanos diferentes esperando para su vuelo. Teniendo en cuenta que todavía era a próximamente las seis de la mañana, el aeropuerto aún estaba lleno de humanos. Tal vez este tipo de viaje era una experiencia nueva para ella, pero los humanos parecían estar acostumbrados. Otra parte de la vida humana donde ella estaba participando. Aunque ella todavía seguía sintiendo nerviosa.
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Pero ella casi cae en pánico cuando miró a los humanos irse por su mochila. Abrieron su estuche de la lira, y pasaron a través de su diario lleno de observaciones de la conducta humana. Si ellos veían lo que los ha estado estudiando, ellos harían preguntas y Audrey no habría reaccionado muy a las respuestas…
Ella tomó asiento en uno de los asientos acolchonados, tratando de relajarse. Unos que otros humanos dispersos por el área. Algunos leyendo libros, o en lo que parecía computadora portables, pero unos de ellos parecían estar dormidos o descasando. Tenía sentido, considerando lo temprano que era. Todos ellos parecían de diferentes edades —Había uno con el cabello gris y arrugas, y luego a unos que tenían familias de niños pequeños—. Esos jóvenes humanos parecían particularmente cansados. Uno de ellos quien en realidad estaba despierto parecía molesto. Verlos hacía que Lyra se preguntara por su hermana menor. Cómo era ella. ¿Cuáles eran los humanos como de siete años de edad? Tenían diferentes estándares de edad que los ponis… Ella ni siquiera podría adivinar las edades de esos niños. Lyra abrió su mochila. Todo parecía estar en orden aún después que lo revisaron. Ella encontró su diario y lo tomó. Hojeando desde las primeras paginas, ella podía ver sus dibujos de sus sueños, luego la escritura cambió cuando empezó a usar las manos para escribir. Se volvió a cambiar cuando ella se volvió humana. Lyra encontró una página en blanco y empezó enlistando los nombres de las ciudades que podría recordar. Atlanta. Memphis. Esas eran fáciles de recordar. Y algún lugar llamado “Phoenix.” La Princesa Celestia tenía uno de esos. Lyra se preguntó si estos aún viven en el mundo humano —Ella no ha visto muchos animales, así que ella no estaba exactamente segura de lo que existía o no. Si ni siquiera los humanos fueran reales, entonces nada podría ser tomado por aceptado. Ella se sentó ahí por unos minutos, solo viendo a los otros humanos. Ellos no estaban haciendo demasiado. Unos más llegaron a sentarse en la misma área de espera. Afuera, los grandes vehículos alados como el que ella estaba a punto de abordar, estaban moviéndose a lo largo de las pistas, y en la distancia ella podría verlos despegar. Estos tenían alas, pero no aleteaban. ¿Cómo ellos se levantaban? Ella no solía cuestionar los detalles de cómo la tecnología humana funcionaba, pero si la iba cargar a cientos de pies en el aire… —Atención, pasajeros. El vuelo 6190 de United Airlines con destino a Chicago, ahora abordando por la puerta de abordaje C6. Lyra alzó la cabeza al escuchar Chicago. Todo lo que ella sabía acerca de eso era el lugar a donde se suponía que iría. Los otros humanos se movieron hacia la puerta que parecía estar conectada con el avión. Todo lo que ella podía hacer era seguirlos mientras esperaban por sus boletos para ser tomados individualmente y entrar al pasillo. ————————————————————————————————————————————
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Había zonas de estar separadas de manera intermitente entre las secciones del pasillo. Grandes ventanas dejaban ver el exterior, donde unos aviones esperaban en la mañana. Ella encontró la sala marcada como C& muy al final del pasillo.
El avión era un más que un tubo, con filas de asientos y un techo bajo. La mayoría de los asientos ya estaban ocupados por otros humanos. Era una especie como de tren, solo… más pequeño, y volarían por las nubes… Lyra sostuvo su mochila cercas a ella mientras se movía por el pasillo. Ella no podría detener la fila detrás de ella. Sus ojos revisaron los asientos, y ella fue al asiento desocupado más cercano.
—Oh, caray. Te ves terrible —dijo el humano a su lado. Era un hombre, tal vez un poco más grande que ella, con cabello claro. Aún era tan difícil juzgar su edad, pero parecía un poco más grande que Nathan, pero no tanto como los miembros de su banda—. Vas a estar bien, ¿verdad? La última cosa que necesito es que estés vomitando todo el vuelo. —E-estaré bien — ella logró decirlo. —No lo pareces. —Solo que nunca he hecho esto antes. — ¿Primer vuelo? —No… He estado en las nubes un montón de veces. Solo… —Ella señalo todo alrededor con sus manos. No en uno de estos. —Estás drogado o de verdad loca. — ¡No estoy loca! —dijo ella. Tal vez había sido demasiado de un arrebato, por él la estaba mirando extrañamente ahora. Ella estaba empezando de nuevo, ninguna necesidad de hacer las cosas peores que había sido con Audrey—. Fue… en un globo de aire caliente. Él asistió lentamente. —Bueno, este será un vuelo interesante. — ¿En serio? ¿Qué está pasando? —Tú, en primer lugar. —Oh. Cierto. —Ella trató de sonreír—. No te preocupes. Solo estoy un poco nerviosa. —Sus ojos miraron sus manos y recordó el modo de portarse del humano. Ella quitó su mano derecha de su mochila y la ofreció para saludar. —Soy Lyra Michelakos. —Era la primera vez que se presentaba con su nombre completo. Él tomó su mano lentamente. —Paul Chandler, pero… Espera, no me digas que también vas para Philadelphia. No estarás relacionado con… — ¿Thomas Michelakos? ¿Has escuchado de él? —Sus ojos se abrieron como un plato.
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—Disculpe… —Ella pasó encima de otro humano, un hombre, y se dejó caer en su asiento. Su mochila todavía estaba cerca de su pecho. Ella respiró hondo.
— ¿Es en serio? —Él es mi papá. El se rió y sacudió su cabeza con incredulidad. —Eso… Wow. En realidad tengo una amiga quien trabajó en una librería. Ella lo vio una par de veces.
—No me importa, tenemos un largo vuelo delante de nosotros, y estoy feliz por estar sentado alado de alguien famoso. O alguien con padres famosos, pero eso cuenta —él dijo—. Por lo siguientes mese, voy a estar diciendo a la gente sobre esto cada vez que haya una pausa en la conversación. Esa es la regla no escrita de conocer gente famosa en un vuelo. Lyra lo miró fijamente, con los ojos abiertos. —No me dado cuenta… —Sí, tenía un amigo que vio a Orlando Bloom una vez en el aeropuerto. Estuve escuchando sobre eso constantemente por las siguientes semanas, no eres tan famosa, pero lo haré. Orlando… ¿Dónde había escuchado eso antes? — ¡Oh si! Creo que vi un par de vuelos listos para ir a Orlando. —Este es un diferente Orlando. Al igual que el aeropuerto, una voz vino de la nada, pero era un hombre esta vez. Sonaba un poco distorsionado y con chasquidos. —Atención a todos los pasajeros, este es su capitán hablando. Queremos agradecerle por volar hoy con United Airways. Hoy estaremos a una altitud acerca de 30,000 pies… —Treinta… mil… pies… —dijo Lyra. — ¿Tienes miedo a las alturas? En serio, de verdad no quiero aguantarte vomitando. — ¿Por qué es necesario ir tan alto? ¡Eso es una locura! Estábamos nada cerca de esa altura cuando fui a Clouds… Quiero decir… olvídalo. —Ella tuvo que mantenerse. Estoy empezando de nuevo. Sin mencionar a Cloudsdale o ponis. Este humano ya piensa que estoy actuando raro. Los sobrecargos del vuelo estaban dando una demostración de cómo se usa el equipo de seguridad. Lyra sabía que ella probablemente debería poner atención, pero no lo estaba haciendo sentirse mucho mejor. ¿Ni siquiera se estaban moviendo y lo primer cosa que hablando es sobre es qué hacer si chocan? Eso no era exactamente tranquilizador. —Ma’am, tengo que pedirle que ponga eso debajo del asiento enfrente de usted. —Lyra se dio cuenta que el sobrecargo le estaba hablando a ella sobre la mochila que sostenía hasta más fuerte antes en contra de su pecho.
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— ¿De verdad? Dijo Lyra—. Para ser sincera, lo he conocido antes, Ni siquiera sabía quiénes eran mis padres hasta hace poco. Es… una larga historia.
— ¿q-qué? Oh… —Ella hizo lo que a ella le dijeron, pero al instante buscó algo para agarrado. Sus dedos se aferraron a las agarraderas de su asiento. Por alguna razón se sentía mejor con sus manos ocupadas. Ella se quedó quieta por un momento, los ojos cerrados, respirando profundamente. Paul ni parecía preocupado del todo. Luego la misma voz masculina sobre sus cabezas. —Estamos listos para despegar. Lyra sintió el avión moverse debajo de ella. Su cuerpo entero se tensó. Ella miro su regazo, tratando de mirar por la ventana.
Ella no podía decir ninguna palabra. Él recargo en su asiento. —Esto debería ser divertido. Cuando ella al fin logró levantar su cabeza y mirar afuera, estaba en una larga pista, avanzando lentamente… Luego el zumbido se hizo más fuerte y empezaron a exceso de velocidad. Ella fue empujada hacia su asiento. Ella apretó las abracaderas tan fuentes como podría. Y luego la agitación se detuvo. Por lo menos, casi todo. Todos se recostaron, subiendo. No era tan malo… Sus manos taparon sus oídos. Algo les acaba pasar y dolía. —Ten. —Lo voz de Paul sonaba muy lejos. Él le pasó algo. Ella abrió los ojos lo suficiente para ver que era una revista. — ¿Skymall? —Dijo Lyra, leyendo la portada—. He estado antes en el centro comercial, pero por que… Tal vez te ayude para distraerte. Personalmente, siempre espero poder leerlo. Ella lentamente bajó sus manos de sus orejas, aún con esa extraña sensación. Ella empezó a mirar el catalogo. Los inventos humanos le interesaban. — ¿En realidad puedes comprar todo de estas cosas? Eso es increíble… —Um, eso no exactamente de lo que estaba hablando —él dijo. — ¿A qué te refieres? Esto es fascinante. —Por un modo, podías decir eso. Sinceramente, ¿quién iba a gastar mucho en el crucigrama más grande del mundo? Tengo que admitir que esa estatua para el jardín de pie grande es “interesante,” pero esta fuera de mi alcance. Una peque sonría cruzo la cara de Lyra mientras ella hojeaba las páginas de los inventos humanos. — ¿Qué es esto? —Lyra señalo una de las fotografías. Un primer plano de una mano humano con
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— ¿De verdad vas a estar bien? —Preguntó Paul.
algún tipo de dispositivo a lado a él, conectado a cada dedo—. ¿Un maquina de ejercicios para mano? ¿Cómo funciona? —Nadie lo sabe. Probablemente ni siquiera las personas que lo diseñaron —él dijo—. Y es tuyo por solo 30$. Wow. Aunque, consideran quien es tu papá, es posible gasta algo de dinero en cualquier cosa que te guste. Debes estar adinerada. — ¿Huh?
—Supongo, En realidad no había pensado en eso… sus libros son vendidos en todos lados, ¿No es así? Él asistió. —Y ya veo que te has olvidado que tienes miedo a volar. —Te lo dije, No… —Lyra se detuvo. Lo extraño era, ella se sintió mejor después de mirar la revista. Ella estaba mucho menos nerviosa. Aunque ella aún no obligarse a mirar por la ventana—. Um… Gracias. —Me alegra poder ayudar —dijo él—. Como sea, tú mencionaste que tenías una historia que contar. Aún estoy interesado de escucharla. —Oh sí. Cierto…. Ella le contó casi todo acerca de las semanas con Audrey. Conocer a Nathan, aprender la guitarra, tocar en el concierto con Randall, y finalmente averiguar quién era su familia. Ya casi era como practicar lo que ella le iba a decir a su familia una veces que llegue a casa. Paul en la mayor parte escuchó, pero dio algunos comentarios. —Estoy en lo correcto. Es posible que saque esto en una conversación por años, no por meses. — ¿A qué te refieres? —Lyra ladeó la cabeza. —Sinceramente, creo que inventaste la mayoría. Lyra estaba muda. Era como una maldición —no importa lo que ella diga, nunca nadie le va a creer—. Aunque, todo es verdad. —Lo que tienes es interesante, pero personalmente podría haber agregado algo de aliens, tal vez zombis, o mágico… —Espera, yo nunca dije nada sobre magia. — Ella lo miró con sorpresa. —Deberías. —Encogió los hombros—. Aunque, es una buena historia.
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—Él es un autor de bestseller. Algo de una celebridad local, supongo.
Tal vez solo había sido un chiste… ella trató de convérsese eso. — ¿Y por que estabas en Des Moines? No me has dicho mucho sobre ti —dijo Lyra. Algo para conseguir alejar la conversación de la magia. —Fui a visitar un viejo amigo que se mudó hace unos años. —Eso debió ser divertido. Él está muy lejos, Pero ¿Puedes viajar para visitar?
Volar a Cloudsdale usualmente había sido bastante tranquilo, pero el avión seguía sacudiéndose. Y los motores todavía eran bastantes ruidosos. Ella intentó no pensar en esas demostraciones de seguridad al principio del vuelo. Lyra finalmente tuvo el valor de mirar por la ventana. Como ella lo esperaba, estaban entre las nubes… pero estaba tan estéril afuera. No había ningún edificio, ninguna estructura, sólo extensiones de nubes planas, —Está tan vacío aquí… —Ella murmuró. — ¿Qué es lo que esperabas? —Dijo Paul—. ¿Además, no podría ser peor si haya algo aquí? Así que los humanos podrían llegar hasta aquí, seguro, pero no habían hecho nada. Se imaginaba. Ellos no podrían volar por su cuenta, así que probablemente no puedan caminar en las nubes. Y al pasar unas semanas Lyra había tenido la impresión que todo su clima pasaba al azar. Ella no estaba segura como lo predicaban, pero ellos algunas veces acertaban. —Tienes razón… No lo sé. Es la primera vez que he estado tan alto. —Por lo que me has contado. Y, ¿Cómo es viajar en un globo de aire caliente? No he hecho eso antes. ———————————————————————————————————————————— Ellos estaban descendiendo. El vuelo duró un poco más de una hora. O al menos eso le habían dicho, se sentía sin tener fin. Si ella no tenía ninguna distracción, ella no estaba segura de que tendría que hacer. Lyra podía ver el suelo acercándose lentamente a ellos, y parte de ella estaba preparada para el impacto… Pero sobre todo estaba paralizada sólo por la vista. El suelo entero se convirtió en edificios. Sólo un mar de cajas grises. Algunas de ellas eran pequeñas, como el vecindario de Audrey, pero había también algunas torres altas. Era difícil decirlo, pero esta ciudad —Chicago— podría ser incluso más grande que Des Moines. Y, tan lejos como podría ver, difícilmente había espacios verdes. Esa sensación de estar en un mundo completamente desconocido era más fuerte que nunca.
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—Bueno, él es algo idiota, pero sí. Tienes razón, fue agradable.
Ella sintió como el avión se sacudió violentamente. Debió haber golpeado el piso. Iban a toda velocidad por la pista, pero ella podría sentir la resistencia que lo estaba desacelerando. Sin embargo, parecía imposible que pudiera frenar a tiempo… Pero los otros humanos estaban sin impresionarse. Algunos de ellos se estiraban a medida que se despertaban, suponiendo de haber tomado una siesta. La voz de capitán volvió de nuevo con ese raro sonido de chasquidos. —En nombre de United Airways, me gustaría darles la bienvenida al aeropuerto internacional O´hare de Chicago. Por favor permanezcan sentados hasta que aterricemos, espero que hayan tenido un buen vuelo.
—Ahora te aguantas. Todavía nos falta un vuelo más antes de llegar casa —dijo Paul. —Tienes razón… ¿Crees que te volveré a ver otra vez? En Filly… digo, ¿Philadelphia?” El se río. —Ya estás hablando como una local. A lo mejor y sí. ———————————————————————————————————————————— Este aeropuerto era más grande que el de Des Moines, y mucho más bullicioso. Ella estaba comenzando a creer lo que Paul le había dicho acerca de que Des Moines era una “ciudad pequeña”. Ella le perdió el rastro mientras el aeroplano se había vaciado. Tal vez ella lo encontraría de nuevo antes que aborden el siguiente vuelo. Teniendo a alguien más de verdad le había ayudado a despejar la cabeza. En este momento hay demasiado de qué preocuparse. Ella tenía algo de tiempo antes del siguiente vuelo. Como dos horas, más el tiempo de vuelo. Ella se metió en una de las tiendas. Las palabras “Hudson News” estaban arriba de la entrada, en letras cursivas blancas. Parecía que tenía un poco de todo —golosinas, playeras, souvenirs, revistas…— Había algunos libros en una pared. El nombre su papá de inmediato captó su atención. Voice in the Dark, por Thomas Michelakos. Su nombre er ligeramente más grande que el titulo. La portada era similar a los otros —humanos, vestidos en armaduras o capas, uno de ellos sentados en el lomo de un poni—. Bueno, era parecido a esos ponis que ella vio en Iowa en vez de cualquiera que conocía en Equestria. Alto, con cara larga y unos pequeños y saltones ojos. Aun, un humano montado en su lomo… Spike hacía eso con Twilight de vez en cuando. Aunque, ¿un humano? Eso era diferente. Tal vez cuando ella era un poni, ella podría haber aceptado a eso si un humano hubiera preguntado. Era extraño pensar en eso. No decía mucho acerca de que se trata la historia. Todo lo que decía que era el primer libro.
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Lyra se recargó y suspiró. —Por fin. No quiero hacer esto otra vez.
Sólo costaba un par de dólares y ella estaba curiosa para saber exactamente que sobre que escribe. Entre esperar para el vuelo y sentarse en el avión, tendría mucho tiempo para averiguarlo. Ella tomó un poco de dinero que le sobraba, lo contó y se lo llevó al mostrador para pagar. ————————————————————————————————————————————
El libro empezó una larga introducción, y luego entró en una historia de… una guerra. Como lo que había pasado en Equestria. Pero esta no terminó con la raza humana, en este mundo que su padre había soñado. Obviamente, no paso eso, ya que esta se llevó a cabo al comienzo de la historia. ¿Pero por qué los humanos quieren leer algo acerca como eso? La guerra era la peor cosa que los humanos podrían hacer, Aunque si ellos se detienen a tiempo antes ir tan lejos y extinguirse completamente. Sin embargo, ella siguió leyendo. El tono suficiente alivianado, enfocándose en unos humanos viviendo en una pequeña villa. Detalles de eso le recordaron a Ponyville —Las casas de techo de paja, las granjas a las orillas del pueblo, el mercado que se ponían cada más o menos cada semana para vender alimentos y otros bienes. Pero luego ella encontró una mención de la magia. El mundo de esta historia estaba habitado por humanos, pero ciertas personas usaban magia. No que ellos nacieron con ella —Al parecer en este libro, la magia era solo algo ordinario que los humanos podrían aprender si ellos estudiaban lo suficiente. Y saber magia creó una enorme división entre los humanos. Lo que usaban magia Vivian en una ciudad muy lejana de esa pequeña villa, todo por sí mismos. Algo así como la división entre las razas en las pascuas de la armonía. Aunque, esa historia había sido solo como ficción como esta novela. Lyra bajó el libro y miró por la ventana. El mundo humano se extendía bajo de ella, tan pequeño para ver ningún detalle. Era enorme y fascinante. Tal vez ella tenga la oportunidad de explorarlo algún día. Pero lo más importe… Magia no crea ningún tipo de conflicto entre quienes la tenían y no la tenían. Lyra y Bon-Bon tenían sus diferencias, sus argumentos, pero nunca había sido sobre magia. Habían sido por… otros temas que Lyra tenía. Ella examinó sus dedos. Aunque tal vez en este libre, que causó problemas porque todos los humanos que podía usar la magia eran tan poderosos
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El segundo vuelo fue más fácil que el primero, quizás porque ella sabía lo que le esperaba. Ella vio a Paul en la fila mientras abordaban, pero lo perdió cuando tomaban sus asientos. En cambio Lyra estaba sentada junto a una mujer adulta quien dormía, ronquidos ruidosos, todo el tiempo. Lyra se estaba sintiendo un poco más confortable con el avión, pero ella no estaba en el punto en que se podría ir a dormir. En cambio se sentó y mantuvo si mente ocupada con la novela de su padre.
como Twilight, tal vez aún más. La magia no era fácil ni útil. Todo en este libro estaba tan equivocado. Su papá no sabía nada sobre magia. ————————————————————————————————————————————
Lyra estaba agradecida cuando el avión aterrizó en Filadelfia, una vez más aterrizar en esa posta larga y acelerando a lo largo hasta que finalmente se redujo a una parada. —Gracias por volar con nosotros. La hora local aquí en Filadelfia es 12:53. Esperamos que haya disfrutado de su vuelo. Tan pronto como la voz del capitán llegó a través del techo, había estado agradecida a ponerse de pie, estirar las piernas, y esperar que nunca volaría así otra vez. Siguió el mar de humanos saliendo de la salida única. Ellos probablemente saben a dónde ir. Trató de encontrar a Paul de nuevo, pero no lo pudo encontrar. Además, ahora que ella estaba buscando a alguien más. Alguien más importante... Los signos que cuelgan sobre su cabeza dirigida hacia su reclamo de equipaje, y que le hizo recordar su maleta y la guitarra. Audrey le había dicho que había conseguir ese después de llegar aquí. Lyra siguieron las flechas por el aeropuerto. Era diferente de Chicago o en Des Moines — ¿Ella ya de verdad había estado en tres de esto? Pero era igualmente enorme y estaba lleno. Sus ojos fueron atraídos repentinamente a algo —su propio nombre. — En primero y el último, en letras de molde de espesor, en una hoja de papel blanco. Al estar en manos de una mujer que ella reconoce.
Antropología
El vuelo duró lo suficiente para que ella consiga leer una buena parte del libro, a pesar de que no había sido fácil. Lo único que podría centrarse en las imprecisiones eran y por qué preguntaba alguno de estos humanos interés sería que vivían en un mundo donde se puede cruzar más de seiscientos kilómetros en unas pocas horas.