La mejor noche de la historia Lyra se había preguntado lo que ella se supone iba a vestir en el escenario. Usualmente en los conciertos ella esperaba vestir algo elegante, como ese vestido blanco y dorado que Rarity había hecho para ella para la Gala. No… nada como eso. No era el estilo. Ella vestía jeans y una blusa como ella lo haría como cualquier día normal.
Había una voz retumbando desde el techo. Ella solo entendió las palabras “Crimson Thunder” pero eso significaba que era tiempo de empezar. Lyra difícilmente había tiempo para mirar para buscar la humano quien había hablado antes que luces se encendieran, casi cegándola. Su corazón latía con fuerza, pero ella no podría entrar en pánico ahora. Esto lo que ella había estado esperando. Ella miró a Randall, de pie cerca del micrófono, y él dio una rápida inclinación de cabeza hacía ella. Justo como habían practicado, después… Todo lo que hizo Lyra fue tocar las primeras pocas notas aisladas de su primera canción, algo llamado “Welcome to the Jungle.” La multitud ya estaba gritando y animando, y ellos ni siquiera habían terminado la primera canción. Con su guitarra conectada al sistema de sonido del escenario, era lo suficiente para ahoga el ruido de la multitud. Este era su primera presentación desde la Gran Gala de Galope. Todos esos ponis aburridos de Canterlot, música tranquila para tocar en fondo mientras ellos comían y hablan entre ellos. El suave sonido de una lira podría perderse en los murmullos de la conversión. Pero no aquí. Ahora ella era el centro de atención. Ella podía sentir el sonido sacudiendo el escenario a través de sus pies. Randall dio un paso adelante hacía el micrófono y empezó a cantar. Su voz no era tan áspera como el cantante original de la grabación —Ella realidad prefería a Randall—; ni siquiera sonaba como si estuviera cantando.
“Welcome to the jungle, we've got fun and games! We got everything you want honey, we know the names!” El miedo se estaba convirtiendo en una oleada de pura emoción. Esta era un canción que los humanos sabían, ella aquí tocándola con ellos, enfrente de una multitud de al menos de un ciento. Sentía como si sus oídos iban a estallar, pero a ella ni siquiera le importaba. El solo se estaba llegando. Lyra amaba esa parte. Ella se puso a tocar la complicada melodía que quería, solo lo estaba inventando sobre la marcha. Sus dedos se deslizaban sobre las cuerdas, sabiendo donde ir con un simple toque. Después de escuchar suficiente música rock, ella tenía
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El festival de música fue llevado a cabo en un oscurecido edificio con audiencia de humanos de pie mirando el escenario. Randall había bromeado acerca de tener “Un real multitud” algún día. Entonces, Lyra se preguntó que es lo qué estaba considerando.
oído para esto, y los aplausos después que ella terminara era el mejor sonido en el mundo. Humanos aplaudiendo hacia ella. Era como un sueño. Randall volvió con el canto y terminó los últimos versos. “In the jungle, welcome to the jungle, watch it bring you, to you - It’s gonna bring you down!” Lyra terminó con un eterno coro, dejando que reverberan por un rato como si hubiera ensayado, hasta que Randall dio que una señal con la mano para que terminara. Y entonces los aplausos se hicieron aún más fuertes.
Ella aquí tenía amigos, y ella tenía música. Los humanos entendida esas dos cosas igual de bien que cualquier poni. Bueno, tal vez sus gustos musicales eran mucho más divertidos que los de Equestria. Y sus compañeros de la banda eran más acogedora que Octavia y los demás, una vez que ellos se hicieron cordiales con ella. Tal vez ella lo sabía desde que había llegado aquí y ha visto otro humano por primera vez, Se había vuelto más claro después de estar mucho tiempo. Había sido tan difícil dejar a todos en Equestria atrás al principio, pero ella estaba donde pretendencia. El mundo humano era donde Lyra había nacido, y es dónde viviría el resto de su vida. Ella ni siquiera le importaba si nunca volviera a ver a otro poni. ———————————————————————————————————————————— Ella empacó todo detrás del escenario. Toda la presentación había acabado de una manera muy rápida. Ella se sentía con energía, a pesar de la hora tardía. El brazo de Randall le dio una palmada en la espalda, haciéndola saltar. —Hey, impresiónate trabajo. — ¡Gracias! —Dijo Lyra–. ¿Qué es lo que van después chicos? — Vamos a regresar a mi casa a celebrar. Hey, tu amigo Nathan sigue aquí, ¿cierto? Tal vez deberías ir a buscarlo. — ¿No puede llevarme? —Randall tenía una camioneta negra que usaban para mover el equipo pesado, como la batería. — ¿Qué? ¿A la fiesta? Ella asistió. —Oh, uh… escucha, Lyra, es genial y todo eso que puedas unirte, pero… Esta fiesta es más cosa de solo para adultos, ¿Lo sabes? Casey ya ha salido por la cerveza.
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Casi no hubo tiempo para estar en silencio, Ellos empezaron el intro de la siguiente canción. Ellos no podían estar tocando por mucho. No era su propio show, después de todo, había un montón de bandas como la de ellos a la espera de su turno. Pero Lyra podía haber estado dispuesta de dejar que esto dure toda la noche.
—Pero yo… —Lyra se detuvo. Era inútil protestar. Ella sabía que podía soportar el alcohol bastante bien, aunque ella era más de vino o ponche. Eso era probablemente inevitable, ya que eso es lo que tiende a servir en eventos en Canterlot y ella ya estaba acostumbrada a eso. Pero ella no era mayor de edad aquí. Ya no es así. —Escucha, puedes venir mañana. Te daré parte de la paga. La última cosa que necesitamos hacer es enredarse en algo ilegal, ¿no? —Él sonrió.
Ella cerró su estuche de la guitarra y la levantó. Había una salida detrás del escenario al callejón detrás del teatro, pero ella se dirigió hacia la audiencia para encontrar a sus amigos. Era oscuro, ruidoso, lleno de gente, pero se encontró en la parte trasera. — ¡Un buen trabajo en escenario! —Nathan había gritado sobre la música, pero aún así era imposible escucharlo. Audrey se encontraba de pie con los brazos cruzados. —Sí, genial. ¿Podemos irnos de aquí? Lyra no podía dejar de sonreír, pero ella asistió. —claro, vámonos. ———————————————————————————————————————————— Después de vivir por un par de semanas, todo estaba empezando a parecer familiar. Lo que solía parecer tan grande después de vivir en un pueblo pequeño y pintoresco como Ponyville, pero Lyra supuso que con el suficiente tiempo, ella puede acostumbrarse a cualquier cosa. La ruta que Nathan manejo hacía la casa de Randall siempre pasaba por parte del centro de la ciudad, con los edificios altísimos. Lyra reconoció la librería en la que ella se detuvo en su primer día como humana. Ese día que parecía hace mucho tiempo. —Y, ¿te divertiste anoche? —preguntó Nathan. —Por supuesto —Lyra sonrió—. Nunca he estado en un concierto como ese. Fue increíble. —Aunque, siempre me llamaste la atención como una rockera —dijo Nathan—. Debe ser por tu cabello, supongo. —La música como esta no es popular donde solía vivir —dijo Lyra. —En tiempo medievales, donde gente todavía escuchan viajeros trovadores y nunca habían visto un auto. Ella podía decirle que estaba bromeando, él no estaba tan lejos de la verdad. —Bueno, supongo que he estado en uno. Aunque, no creo que cuente. Esas… Niñas… En realidad algunas de las hermanas pequeñas de mis amigas, Ella intentaron hacer uno para el show de talento de su escuela.
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—Bueno… —dijo Lyra, dejando escapar un suspiro—. Entonces, te veo mañana.
— ¿En serio? Eso debió haber estado genial. —En realidad, fue terrible. Las cantantes estaban completamente desafinadas y ellas intentaron usar kung fu como pasos de baile. —Ella se detuvo—. Sabes lo es que es kung fu, ¿verdad? —Sí. Eso suena interesante. —Él se rió—. ¿No lo estás inventado? Nadie lo puso en YouTube, ¿o sí?
—Me alegro que así lo creas. Había unos tipos cerca de donde yo y Audrey estábamos quienes estaban muy borrachos. Ellos se la pasaron gritando y haciendo chistes malos todo el tiempo. Como que lo a ruinaron, Pero todavía así fue asombroso, Lyra. —Dijo Nathan—. De verdad lo consiguieron. —Gracias. —Lyra volvió a mirar por la ventana—. Oh, y debería ser capaz de pagarte tu guitarra pronto. —No hay prisa —le dijo Nathan—. Pero… ¿Por cuánto tiempo te estás quedando con Audrey y su familia? Quiero decir, no te puedes quedar con ellos permanentemente. La escuela comenzara pronto. Yo ni siquiera esperaba que te quedaras tanto tiempo como lo has hecho. —Tampoco, pensé que lo haría —dijo Lyra—. Pero aquí me gusta. En realidad…. no creo que vuelva a encajar donde yo vivía. Ellos solían pensar que era rara. — ¿En serio? No puedo imaginarme porque. Ella podía oír el sarcasmo en su voz, pero en realidad, él no probablemente imaginarlo. Incluso cuando era pequeña cuando sabía acerca de los humanos, todavía se sentía como si ella encaje más que en Equestria. Lyra nunca tendría que oír a Bon-Bon decirle que los humanos no eran reales. Ella nunca seria llamada loca. Y esos asientos de carros habían sido diseñados para esa posición, la manera como siempre lo había hecho. Ella se detuvo afuera de la casa de Randall. Lyra desabrochó su cinturón de seguridad y salió, ajustándose su bolsa colgando a su lado cuando se levantó. —Solo esperé aquí. Esto será rápido, ¿verdad? —preguntó Nathan. —sí. —Lyra asistió. Ella corrió por el césped descuidado y subió los escalones de la entrada. Ella tocó la puerta, y esperó. Nada pasó. Ella intentó tocar de nuevo, más fuerte y había una voz apagada desde el interior que no podía distinguir. Luego fue recibida por un muy agotado Randall, frotándose la frente.
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—No, ellas son buenas chicas. Pero esa actuación definitivamente no era su talento especial. No creo que pudieran hacer justicia. Tuviste que haber estado ahí… —La voz de Lyra se corto—. Pero nada podía superar el concierto de anoche. Eso fue sorprendente.
—Oh, hey, Lyra —él dijo lentamente—. Hoy no hay práctica. Todo se ha desgastado por el concierto, y la fiesta —dijo Randall. Se frotó la frente, haciendo una mueca—. Sobre todo por la fiesta. —Es sábado. Me dijiste que viniera y me darías mi parte.
—Gracias… definitivamente me gustaría seguir tocando… —Ella miró el dinero. Añadiéndolo al dinero tiene ella consigue de los padres de Audrey, esto pudiera ser lo suficiente para pagar la guitarra de Nathan… Si ella sería capaz de hacer un beneficio pero… ¿luego qué? — ¿Estas pensando en irte? —No es nada… Nathan y yo acabamos de hablar. Supongo que me quedaré en Des Moines más tiempo en que había planeado. — ¿No vives aquí? Entonces, ¿qué es lo que haces? —Bueno… quiero decir, esto probablemente no me lleve a ningún lado. —Ella se inclinó hacia la mochila, buscando la foto encajada entre las partituras y su diario—. Estaba solo de paso por la ciudad. He estado intentado averiguar quiénes son mis padres. Aunque esto es todo lo que tengo de ellos. Randall tomó la foto y la miró. Ella no podía leer su expresión. Parecía como si no estuviera del todo. –Creo que es obvio que por ahora que ellos no viven por aquí. Necesito salir de aquí y encontrarlos, Ni siquiera sé por dónde empezar. Francia parece un enorme país, y solo he visto un parte. Él la miró con la mirada vacía. — ¿Por qué estás hablando acerca de Francia? No tiene ningún sentido… —Sus palabras parecían arrastrarse juntas. El miró de nuevo la foto—. Además, ellos viven en Pennsylvania. Lyra lo miró. — ¿Huh? —Estas bromeando. Tú no eres su hija. —El golpeó el vidrio con un dedo—. Me dijiste que no tenías apellido. —Yo no, quiero decir, no sé que es esto… —dijo Lyra—. ¿Y qué quieres decir con que ellos viven en Pennsylvania?
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El parpadeó. —Oh, cierto. —Metió la mano en su bolsillo y sacó un fajo de dinero —billetes de papel— de esos que valen más. Contó algunos de ellos—. Esto debería ser. Un gran trabajo. Creo que debería terminar esto el lunes, pero te llamo si todavía me siento de mal.
He visto esta casa antes. Y a tu papá. —Era como una compresión lo había golpeado—. Quiero decir, dios… Solo espera un segundo. —Su lentitud parecía haber desaparecido por completo. Empujo la foto de nuevo a las manos de Lyra y subió corriendo las escaleras. Dudando por un momento, ella entró a la casa. Todo parecía desordenado más que usual, lo que en realidad estaba diciendo algo. Debe haber sido por la fiesta. Si ella no lo supiera, ella había pensado que Pinkie Pie había pasado por ahí.
El crujido en la escalera señalo que Randall estaba de vuelta. Llevaba un libro grande de pasta dura y se lo entregó a ella. —En la parte posterior. Ella lo volteó, y vio la imagen de un hombre. —Espera… —Ella miró de nuevo la foto de sus padres. Luego de nuevo a la del libro. Cabello oscuro. Su barba. El no estaba sonriendo en la foto del libro, pero aún había algo similar en los ojos. Lyra pensó que ella había visto suficientes humanos para distinguir uno del otro. —Es el mismo tipo, ¿no es así? ¿No es solo la resaca afectándome? —Dijo Randall—. Este libro es del 95 o algo parecido, antes que el tomaran un descanso. Sus fotos después de eso parecen diferentes. Se volvió viejo. El titulo decía “Thomas Michelakos” en letras grandes, adornadas por encima del título, Entering Eternity. Unas cuantas figuras humanas de pie en un denso bosque, uno con un largo bastón, los otros con fundas de espaldas en sus espaldas como la de la guitarra de Lyra. Ellos vestían capas y túnicas. Cosas como los humanos de sus libros de historia de Equestria había usando, no como lo que los humanos visten aquí. —Como… —Lyra comenzó. —No te hagas la sorprendida todo lo que realmente leer de vez en cuando —dijo Randall. Sus palabras no fueron arrastrando tanto—. Me gusta un poco de buena fantasía de vez en cuando. Tolkien es el mejor, Blind Guardian es lo que me metió en esto. Pero Thomas Michelakos sigue siendo uno de los mejores autores en este momento, si me preguntas. —Así que... ¿mi padre es un escritor? —Tu papá está en la lista de bestsellers del New York Times. En serio, aunque, no creo que jamás he oído hablar de que tenga una hija. Ella miró a los humanos en la cubierta. Si no lo conociera mejor, pensaría que eran los humanos de Equestria extintos. — ¿De qué se trata?
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Pero otras cosas eran más importantes ahora. Lyra miró la fotografía. Audrey le había dicho que no era probable que nadie los reconociera. ¿Randall conocía a sus padres? hasta, ¿Cómo podía ser posible? Y… de todos modos ¿dónde estaba Pennsylvania? Ella nunca había escuchado de esta.
—Cosas de fantasía típica. Batallas épicas, magia, lo normal. Pero son los personajes que realmente… —Dijiste... magia. —La palabra la había golpeado. No podía ser una coincidencia... ¿verdad? Los humanos parecían saber lo que era la magia, aunque no la podían usar. —No sería fantástico sin ella, ¿verdad?
—En serio, aunque, si eres su hija… —Randall echó a reír—. Todo este tiempo. De verdad deberías haberlo dicho antes. ¿Cuántas son las posibilidades? Lyra no sabía que decir. Ella nunca habría esperado algo como esto. El mundo humano parecía tan grande que ella había creído a Audrey cuando dijo que la foto no la llevaría muy lejos. Pero ella volteó el libro a la contraportada y miró la foto, era inconfundible. —Ah, cielos. Esto es irreal —dijo Randall—. Consígueme su autógrafo, ¿lo harías? —Um… s-si —dijo Lyra. Irreal era cierto—. Escucha, se supone que debo regresar… —Ella señalo encima de su hombro. Ella le pasó de nuevo el libro pesado, con el último vistazo a la foto de su padre. —Lo siento. En realidad no creo que regresé a practicar. —Está bien. ¿Tal vez te veré de nuevo, verdad? Saluda a tu papá de mi parte. —Él se rió de eso. Lyra le dio un último vistazo mientras se dirigía hacia afuera. El auto todavía estaba esperando, y sin pensarlo se desvió hacia este. Su mente aún estaba conmocionada. ¿Qué significa todo esto? Nathan levantó su vista de su teléfono cuando Lyra abrió la puerta y se metió. —Aquí estas. Acabo de recibir una llamada de mis padres. Ellos me quieren pronto en casa. ¿Por qué te tardaste mucho? Se quedó quita por un momento. —Tengo… un apellido. —Vamos, Lyra. Estoy bastante seguro que no estuviste lo el tiempo suficiente para casarte. —Pensé que si le enseñaba la foto de mis padres a Randall. Los reconocería —dijo Lyra. Mirando al frente con la mirada vacía. — ¿Él es amigo de ellos? ¿Viven aquí cerca?
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—Yo... no creo... —dijo Lyra. Tal vez eso es lo que los humanos considerarían fantasía, pero para ella, que era parte de una vieja vida que pensó que había dejado atrás. ¿Por qué un humano? ... No, ¿por qué su le importa propio padre al respecto? ¿No se dan cuenta de lo grande que era su propio mundo?
Lyra lo negó. —Mi padre es un escritor famoso, supongo. Acerca de… magia —ella dijo la última palabra en voz baja. Nathan se inclinó hacia delante con interés. —Eso es no nada… ¿Cuál es su nombre? —Thomas… ¿Michelakos? Era un nombre difícil de pronunciar, pero ella tenía que acostumbrase, era el suyo también–. Nunca he escuchado de ellos.
—No, él me mostró un libro de mi papá. El hombre en la foto era el mismo. Estoy seguro que es él. —Oh, dios. Es en serio… Si tú eres en realidad su hija, ¿Por qué te dejaría? No tiene mucho sentido. —No sé nada acerca de eso. Mi otra familia no sabía cómo… llegué a dónde vivía. —dijo Lyra. Ella se preguntaba si encontraría el por que ella había acabado en Equestria. Al menos ella probablemente averiguaría la reacción había sido en el lado humano. —No puedo esperar a escuchar lo que Audrey piensa de esto… —Nathan murmuró. —Tienes razón… Ella tiene una computadora, Ella puede buscarlo. —Lyra aún no entendía exactamente cómo funcionan las computadoras, pero Audrey podía conseguir cualquier tipo de información de ellas. Como una biblioteca entera, pero no tan grande que un simple libro—. Podemos averiguar en dónde vive. Nathan estaba sonriendo. —Sabes, si Randall tiene razón acerca de esto, Entonces al menos no tendrías que preocuparte acerca de ganar dinero con alguna turbia banda. —No era tan malo… —Lyra murmuró. Ella esperaba habría más oportunidades como la noche anterior una vez que ella regresé a casa. Todos estos años y ella finalmente disfrutaba su carrera musical. Nathan encendió y ellos se fueron. Lyra tomó un último vistazo a la casa. Habría que haber otras bandas… Ese tipo de música era popular entre humanos. Ella podía siempre encontrar otra banda. —Esto es muy loco, Lyra. Ya no todo lo que acerca de ti —dijo Nathan—. Aunque, en serio, ¿Nadie lo reconoció en esa foto? ¿Quiénes se las enseñado? —Bueno, a ti… Audrey y sus padres… —dijo Lyra—. Y ahora a Randall. — ¿Antes que llegaras a la ciudad? Lyra lo negó. —No, Ellos nunca habían escuchado de él.
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—Tú dijiste que nunca escuchaste de Aerosmith hasta hace unas pocas semanas. — Nathan sacudió su cabeza. ¡Este tipo es un bestsellers! Incluso yo he escuchado de él. Randall debe haber bromeado.
Nathan rió. —Algunas veces de verdad preguntó si vienes del espacio. —No, nada de eso —dijo Nathan—. Soy una humana normal. Aunque, bien mirado, ella todavía tiene problemas para dejar ir todo lo demás. Ningún poni podía imaginar este lugar. Todavía recordaba Bon-Bon diciéndole que se dedique en su música en vez de estudiar los humanos. Cómo Twilight le había dicho que no había ninguna evidencia de que los humanos existían. Su familia poni diciéndole a estudiar magia en lugar de...
Ficción, no de instrucción —Los humanos saben de magia—, simplemente no creía en él. Y Michelakos Thomas sería todavía un humano típico. Él seguía viviendo en este mundo, después de todo. Era dueño de un coche, probablemente incluso de su propia computadora... Parecía extraño que un ser humano pudiera interesarse en algo tan mundano como la magia. ¿Por qué no se da cuenta de lo que el mundo en que vivían era? Ella miró a fuera de la ventana en los ahora familiares letreros de Des Moines. Ella en realidad pensaba que ella había terminado con la magia. ¿Cómo podía cualquier humano impórtale cuando tenían todo de esto? Ella había estado impresionada por los logros cuando ella estaba leyendo sobre ellos en la biblioteca de Canterlot, pero ni siquiera nada de los humanos de Equestria puede comprarse con este mundo. La única cosa que Dewey había querido para ella para averiguar dónde viene en realidad. Todo lo que realmente importaba era que ella tenía un apellido. Tenía una familia humana. Al parecer, uno muy conocido, pero no es como si ella nunca hubiera oído hablar de ellos antes. ¿Por qué no se siente mejor acerca de esto? —Vas a intentar contactarlo, ¿verdad? —la voz se Nathan rompió su atención—. Tu papá. Averigua si Randall tenía razón acerca de él. De verdad no sé mucho de este tipo. Nunca he sido muy lector. En realidad, estoy sorprendido que Randall lo sea, de toda la gente… —El quitó una mano del volante para rascarse la cabeza. Lyra recordó algo que Randall había dicho. — ¿Qué tan lejos esta Pennsylvania? Supongo que es donde vengo… — ¿Pennsylvania? ¿En que parte? —No estoy segura. —No importa. Lo averiguaras. Es… no lo sé, exactamente —dijo Nathan—. Probablemente tendrás que volar. —No puedo volar. No soy un pegaso —Lyra espetó y al instante se arrepintió. Nathan solo rió. — ¿Ese es el primer animal volador que pensaste?
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Su verdadero padre escribió libros sobre magia. Su padre humano.
—Cierto… No te referiste a mí, con alas… Lo siento. —Ella rió nerviosamente. Ella no podía arriesgarse ahora. No cuando estaba tan cerca. —Tienes un extraño sentido del humor… —Ellos pararon en la entrada de la casa de Audrey, y se quedaron con el coche todavía encendido—. Aquí estamos. No me puedo quedar, pero dime cómo va esto. Tengo que saber si esto es real. Lyra bajó y estaba a punto de sacar la guitarra del asiento trasero. Ella lo dudó. —Creo ahora que puedo pagarte por esto,
Ella asistió y sacó el estuche. Mientras que él se alejaba, ella movía su mano como despedía, luego se dirigió adentro. Las piernas de Lyra estaban temblando. Ella no estaba segura como sentirse en este momento — Ella sabía quién era su padre—, y sin embargo, algo estaba justo lado del todo este asunto. Ella subió las escaleras y entró al cuatro de Audrey, empujando la puerta abierta. —Sé mi apellido. Audrey estaba sentada enfrente de su computadora. Le tomó un tiempo en procesar eso. Ella giró en su silla. —Tú… ¿Qué? ¿Cómo? Las palabras, todas salieron a la vez. —Randall reconoció a mis padres. Nunca le había mostrado la foto antes. Mi papá es un escritor, él vive en algún lugar llamado Pennsylvania, creo… — ¿El tipo de tu banda? ¿Cómo los conoce? —Él no los conoce personalmente. Él me mostró un libro de mi papá, Su nombres es Thomas Michelakos —dijo Lyra. Ella señalo hacia la Computadora—. Lo puedes buscar en eso, ¿verdad? —sí, seguro, pero… ¿Un escritor? —Nathan también ha escuchado de él, supongo que es famoso. Él escribe libros acerca de magia. Entonces, no lo conocería. No leo mucho de fantasía. —Lo sé. Es tan aburrida, ¿No? Nadie necesita magia —dijo Lyra. Era bueno saber que había otros humanos con algo de sentido común—. Pero puede ser. Creo que de verdad podría ser mi papá. —Lyra, Yo no escucharía todo lo que dice Randall. Además… Tú dijiste que tuvieron una fiesta, él probablemente bebió mucho anoche. Me gustaría decir que él tiene buenas intenciones, pero… —Yo misma vi la fotografía. Sé que es el mismo hombre. —Lyra miró de nuevo la computadora. Ella aún no estaba segura cómo funcionaba, pero los humanos podía usarlo para averiguar casi cualquier cosa. — ¿Podías intentarlo?
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El giró en su asiento para mirarla. —Oh, cierto. Olvídate de eso. Si, adelante y tómala por ahora. Lo discutimos más tarde —él dijo—. Tienes cosas más importantes en que preocuparte, ¿verdad?
Audrey se sentó, girando la silla para quedar enfrente del teclado. — lo veré. Solo… no pongas tus esperanzas. —La pantalla se iluminó—. Ahora, ¿Cómo se deletrea su nombre? Suena como griego o algo. Lyra trató de recordar. —M-i-C-H…
Lyra miró sobre el hombro de Audrey. La pantalla de la computadora tenía palabras cubriéndola, como un libro, pero estaba brillando y estas se seguían moviendo desde sus ojos. Esta finalmente se detuvo en una fotografía de un hombre en la esquina de la pantalla. Él parecía viejo —su cabello era un poco gris en vez de de negro, y su barba había sido recortada, pero Lyra pensó que tal vez una versión de el hombre de su fotografía. Su papá. —Es él… —ella dijo, señalándolo—. Lo conozco. Audrey se inclinó adelante, apoyando su cabeza en una mano mientras entre cerraba los ojos en el texto. —déjame… Biografía… Él vive cerca de Philadelphia. Su esposa es una artista freelance, y ellos tienen una… ¿hija? No, espera, eso no… — ¿Fillydelphia? Eso no puede ser cierto… —Lyra inclinó más cerca para ver mejor la pagina. Todas esas diminutas palabras, no seré casi tan difícil de leer. —Es lo que dice. Así que ellos tuvieron una hija en el… 2005 —Audrey se inclinó hacia atrás en su silla y puso sus manos detrás de su cabeza. —Lo siento, Lyra, pero no pareces como que tienes siete años. Además ella vive con ellos. Lyra se puso de pie, —No… tiene que ser él. Lo sé que lo es. —Randall probablemente se equivocó. No estoy sorprendida. —No, también mire la foto. Era él. —Él podía parecer igual. Y sé que suena genial que tu papá pudiera ser un autor famoso, pero alguien más habría reconocido esa foto en los últimos quince años. —Bueno… no, No creo que ellos pudieran. —No importa quién humano pudiera ser, no hay manera que su familia de Canterlot pudiera conocerlo. Audrey encogió los hombros y siguió leyendo. —no tiene sentido. No veo como tu familia podía tener esa foto, y alguien bastante conocido y ellos no… —Su voz se cortó—. Espera. Ellos tenían otro niño, pero… La pantalla entera destelló y otro grupo de palabras aparecieron.
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—Olvídalo, Google lo autocompleto. Aquí está el artículo de Wikipedia.
—Aquí esta… —Audrey revisó las líneas de texto. —Dice que ella desapreció en… 1997. Su nombre era… Oh dios mío—. Ella se inclinó para atrás en su silla, cubriendo su boca con la mano—. Lyra Michelakos.
Audrey sacudió la cabeza. —No necesariamente eres tú. Podía ser una coincidencia. Ella se volvió a la artículo, y las palabras se desplazaron hacia arriba de la pantalla, lo suficiente lento para leer. —Tengo que admitir que todo encaja. Con la fecha, tú podrías tener… un año. Dice… que la familia Michelakos sufrió un robo. Todo del cuarto de su hija. Incluyéndola. —Audrey se quedo boca abierta—. Ellos hicieron algo de dinero de las series de los libros en ese punto, pero ni siquiera había una nota de rescate. Todo se fue. Ellos nunca encontraron algo, no señales de… Lyra sonreía. —No… se acerca de esto. Todo encaja. Esta soy yo. Lo sé. Como la Princesa Celestia le había dicho, ella había sido encontrada con un infante humano en las jardines de Canterlot. Objetos de su casa en este mundo habían sido esparcidos alrededor, incluyendo la fotografía que ella ahora está sosteniendo. Obviamente. Es evidente que desde el otro extremo se hubiera visto mal. Sus verdaderos padres deben haber sido devastado… Audrey la miró. —Pensé que dijiste que era adoptada, Lyra. ¿Quieres decir que fuiste secuestrada y lo sabías? ¿Todo este tiempo? —No están malo como parece. — ¿Cómo no podría serlo? —Bueno, um… —Lyra no sabía que decir. Cualquier magia la había llevado a Equestria, ella ni siquiera pensó que alguien lo había hecho intencionalmente. Eso no cambia el hecho que ella no tenía idea lo que había en realidad había pasado. —Es… Es solo un malentendido. Termine bien. —Los crímenes federales no solo son ‘Malentendidos’ —dijo Audrey—. Por un tiempo, pensé que podías esconder algo importante. Reprimiéndolo. Si eres exactamente esta Lyra… —Ella hablo lentamente y uniformemente—. De verdad necesito que me digas. ¿De dónde viniste exactamente? ¿Y qué es lo que sabes acerca de cómo terminaste aquí? Tú me dijiste que ni siquiera sabes quienes eran tus padres. —No lo —quiero decir—, no se quienes eran. Acaba de saber como yo… — ¿Qué tenía que decir? —. En verdad no hay nada malo. Mis otros padres me querían. Ellos cuidaron muy bien de mí. —Lo has dicho un montón de veces. No estoy segura de creerlo.
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— ¿Esta cosas tiene información de mi? —Las palabras habían dejado de mover lo suficiente para Lyra para ver su propio nombre. Ella se inclinó más cerca, una mano en el respaldo de la silla de Audrey. —Mi nombre… —Su verdadero nombre era Lyra. Podría explicar el por que siempre ella le había gustado como sonaba, desde que lo leyó en un libro hace años.
—Ellos me dijeron que me encontraron abandonada. Todo lo que ellos tenían era esa fotografía, pero ellos no si eran mis padres. De cómo sea, no había nada que ellos podían hacer para regresarme y ellos no tenían nada que ver con esto. —Ella hizo un gesto hacia el reportaje que estaba todavía en la pantalla. Audrey puso una mano en su frente. —Pero no me dices ningún nombre, donde vivías antes de llegar aquí… ¿Cómo siquiera conseguiste llegar de Iowa de Pennsylvania? ¿Hasta dónde te llevaron? —Mucho más que eso.
—Yo… no quise decir eso. No en el modo de que tú piensas. Audrey se volteó de nuevo a artículo de la noticia que todavía estaba en la pantalla. —No tiene ningún sentido. ¿Por qué solo no puedes decir lo que te paso? —No me creerías si te lo digo. –hasta en Equestria, donde la magia era solo una parte de la vida de cualquier día, nadie pudiera creer que tú pudiste de alguna manera terminar en otro mundo. Los humanos definitivamente no lo aceptarían. Ellos no creen en magia. —Toda esta cosa suena una locura, al menos al decirlo. Pero de alguna manera, lo creeré. Alguna manera tiene sentido. Solo hay una cosa… —Audrey suspiró—. Si vienes diciendo que tú eres Lyra Michelakos, va a haber una investigación. Puedes decirme si quieres, pero definitivamente tienes que contestarle a la policía y a tu familia. —Te dije que no es nada ilegal… — ¿Qué parte de esto no lo seria? Cualquiera que sea lo que Audrey pensaba de ella, de todos sus malentendidos acerca de la cultura humana desde que había llegado... Ellas eran amigas. Eso estaba claro. Y sería más fácil hablar con ella que cualquier de las autoridades humanas. —Bueno... realmente soy Lyra Michelakos. De... Philadelphia. —Fue difícil por no decir habitualmente el nombre de la ciudad en Equestria. Ella respiró hondo y continuó—. Y soy un humano. Sin embargo, durante los últimos quince años... Yo era un unicornio.
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— ¿Qué?