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EXPERTOS: Ejercicio físico en el embarazo- Dr.Leonel Lozano

El embarazo es un estado biológico caracterizado por una secuencia de eventos que ocurren normalmente durante la gestacióndelamujerque permiten el crecimiento embrionario, fetal y finaliza con el nacimiento, luego de un periodo de 38 o 40 semanas. Durante este periodo se produce una gran variedad de cambios fisiológicos que tienen como objetivo crear las condiciones favorables para el desarrollo y maduración del feto, de igual forma, prepararánlos tejidos dela madre para el parto y a las glándulas mamarias para la lactación.

La relación positiva entre el embarazo y la actividad física fue descrita desde tiempos de Aristóteles (s.III a. de C.), quien relacionó los partos difíciles a un estilo de vida sedentario; así pues, en la era moderna aparecen por los años 1920-1930.

Los primeros programas de ejercicios prenatales con el objetivo de facilitar el parto y disminuir la necesidad de los medicamentos contra el dolor, estos incluían ejercicios respiratorios y gimnásticos; allá por los años 1950 se recomendaba caminar de 1 a 2 kilómetros diarios, preferiblementerepartidosen varias caminatas cortas. Fué con la llegada del fitness en la década de 1960, que el ejercicio físico se extendió a los programas de clases para embarazadas.

Los cambios fisiológicos que presentan las embarazadas, en ciertas ocasiones pueden ocasionar un riesgo de padecer algunas enfermedades como la preeclampsia: (presión arterial elevada relacionada al embarazo) y la diabetes gestacional, incremento de las varices en los miembros inferiores que podrían producir trombosis venosas; hacia el tercer trimestre, el incremento de peso puede llevar a episodios de fatiga, sensación de falta de aire (disnea) y episodios de dolor en la espalda.

La práctica de ejercicio físico controlado, no producecomplicacionesniparalamadre,niparael feto; por el contrario se ha demostrado la relación positiva entre ejercicio físico y el embarazo, sin embargo, a pesar de ello muchas mujeres embarazadas no realizan las recomendaciones mínimas de ejercicio físico.

Para realizar un programa de ejercicio físico para la gestante, es necesario contar con la autorización del médico tratante, lo cual garantiza que el embarazo se está desarrollando adecuadamente y nos aleja de los riesgos mencionados previamente.

Luego de ello, se debe realizar una valoración inicial en la cual se identifica el nivel de actividad física que realizaba previamente al embarazo, es decir, sedentaria, moderadamente activa, atlética o con alguna enfermedad que requiera consideraciones especiales al realizar ejercicio, como hipertensión, diabetes,obesidad,entre otras. La educación es una parte muy importante durante la práctica del ejercicio físico, por ello debemos de informar sobre los signos de alarma que nos lleven a detener el ejercicio físico, y consultar al médico tratante; estos signos de alarma son los siguientes:

  • Sangrado vaginal.

  • Disnea antes del ejercicio.

  • Mareo o vértigo.

  • Dolor de cabeza.

  • Dolor en el pecho.

  • Debilidad muscular.

  • Hinchazón significativa de las piernas.

  • Disminución de movimiento fetal.

  • Pérdida de llíquido amniótico.

El programa de ejercicios debe ser diseñado con precaución y sentido común, teniendo en cuenta la ingesta calórica de la gestante, el ejercicio intenso no se recomienda, cuando por causas medicas como el control de la ganancia de peso requiere cierta restricción alimentaria.

Los ejercicios deben incluir sesiones de actividades cardiovasculares, control de la respiración en coordinación con el entrenamiento del suelo pélvico, fortalecimiento muscular de la región de la espalda (en el embarazo se incrementa la curva de la región lumbar, lo que se denomina hiperlordosis), mantener una postura adecuada teniendo en cuenta la variación del centro de gravedad producido por los cambios estructurales del embarazo, y el aumento de peso y el área de sustentación; una buena alternativa es la hidroterapia.

Mata y colaboradores (*), propusieronlaprácticadel ejercicio aeróbico en mujeres embarazadas no atletas, siguiendo el principio FITT (Frecuencia, Intensidad, Tipo y Tiempo o Duración), como se muestra en el siguiente cuadro:

El ejercicio físico trae muchos beneficios para la madre y el feto; en la madre, se evita o disminuye el dolor de la espalda baja, se mejora la capacidad metabólica que permite una ganancia de peso controlada, la capacidad cardiopulmonar reduciendo la sensación de fatiga en las actividades de la vida diaria y se reduce el riesgo de padecer diabetes gestacional; asi mismo, mejora la tolerancia a la ansiedad y la depresión fortaleciendo la percepción de la imagen corporal; la preparación del suelo pélvico favorecen los procesos del parto.

El feto también responde favorablemente al ejercicio físico que realiza la madre, en general, se considera que, en mujeres sanas, que continúan haciendo esfuerzos moderados, no hay peligro para la salud de feto.

(*)MataF,Chulvi I,RoigJ,HerediaJ,IsidroF,BenítezSillero J, , Guillén del Castillo M. Prescripción del ejercicio físico durante el embarazo. Revista Andaluza de Medicina del Deporte[Internet].2010;3(2):68-79.

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