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TRAINERS: Recomendaciones para mujeres embarazadas- Natalia Yokota
La selección de los ejercicios va a depender de las consideraciones generales para la prescripción pero también va a depender del trimestre y de las patologías que se estén presentando.
Como recomendación general se sugiere acumular 30 minutos de ejercicio diario como mínimo interdiario, para embarazadas sanas o que tienen contraindicaciones relativas.
La frecuencia cardiaca sugerida es del 40% al 60%.
La mayoría de ejercicios van a buscar mejorar las capacidades cardiovasculares, respiratorias y musculoesqueléticas, mejorando los músculos estabilizadores de la zona media, lo que se conoce como la zona Core, y el piso pélvico para disminuir los riesgos de los trastornos músculo esqueléticos.
Mejorar el equilibrio muscular, sustentar el útero en crecimiento, estabilizar el tronco y la pelvis, mantener la función muscular (sobre todo de los esfínteres), para una recuperación más rápida después del parto.
Los ejercicios deben relacionarse con los músculos grandes, es decir buscar trabajar todo cuerpo, las mujeres embarazadas pueden participar en todo tipo de deporte recreativo.
Los trabajos en balón son bastante ideales porque promueven la activación de la zona media y del piso pélvico. Lo que no se recomienda son ejercicios con alta probabilidad de traumatismo abdominal como los deportes de contacto, por ejemplo. Se debe evitar la posición supina en los ejercicios y la maniobra de Valsalva.
Por los cambios generados durante el embarazo como son los cambios físicos, a nivel circulatorio, respiratorio, entre otros, existe riesgo asociado a estos cambios y por tanto se recomienda el entrenamiento físico, salvo restricción médica, para disminuir el impacto genera el embarazo, un cambio evidente es el aumento del peso corporal, y este hecho altera la posición del centro de gravedad por la distribución del mismo, casi un 75% de embarazadas refieren dolor lumbar, y casi el 50% de las embarazadas refieren dolor pélvico que en muchos casos puede trascender más allá del parto.
A nivel cardiovascular hay mayor volumen sanguíneo, aumenta la frecuencia cardiaca, el gasto cardiaco, el volumen sistólico.
En el último trimestre el útero puede comprimir mecánicamente la vena cava inferior, lo que causa un retorno venoso disminuido, es decir menor sangre de regreso al corazón, esto podría también aumentarla presión arterial conllevando un riesgo a preeclampsia. Existen riesgos comunes del embarazo como por ejemplo: cambios hormonales que generan retención de agua y aumento del volumen sanguíneo, el aumento de la elasticidad articular, el aumento de la frecuencia respiratoria, diabetes gestacional y cambios en el estado de ánimo, para todos estos riesgos existe una prescripción adecuada del ejercicio.
Los beneficios para la madre y el feto va a ser disminuir los riesgos asociados a este proceso que implica demasiados cambios a nivel fisiológico y estructural, el ejercicio mejora la circulación, tiende a disminuir el edema, mejora el estado de ánimo, ayuda a aliviar parte de la incomodidad general, reduce las probabilidades de preeclampsia, la diabetes gestacional y está evidenciado que las mujeres que han hecho ejercicio tiene una ganancia de peso más saludable durante el embarazo. Y los bebés no suelen ser tan grandes (dentro del rango normal) lo que ayuda a reducir las complicaciones, el consenso general con base científica, por ejemplo el posicionamiento del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología, es que no hay riesgo materno o fetal incrementado por el ejercicio, cualquier mujer con un “embarazo normal” puede empezar a hacer ejercicio o continuarlo sin temor de dañar sea sí misma o a sus fetos.
Existen contraindicaciones absolutas en los cuales no se puede realizar ejercicios tales como cardiopatía hemodinámica importante, enfermedad pulmonar restrictiva, servicio incompetente es decir cerclaje, gestación múltiple en riesgo de trabajo de parto prematuro, hemorragia persistente, placenta previa después de las 26 semanas, trabajo de parto prematuro, membranas rotas, preeclamsia y alguna consideración especial que el médico tratante considere, el resto de contraindicaciones suelen ser relativas es decir se puede realizar el entrenamiento bajo prescripción médica. Pero aunque la gestante sea una persona saludable siempre se debe tener en cuenta los signos de alerta asociados al ejercicio como son el dolor abdominal, cefalea, hemorragia vaginal, mareos, taquicardia, debilidad muscular,disnea y contracciones uterinas y se detectan estos síntomas debe parar el entrenamiento y acudir al servicio médico.