Haritu 04

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Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

Haritu 04 Enero de 2007ko Urtarrila

Barajas, punto ¿final? Julio Anguita y Manuel Domínguez Iñaki Arzoz, «Artamugariak» Experiencias de prestado Japonia urruna

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Sumario Aurkibidea

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Haritu 03 Editorial Un golpe a la esperanza de toda la sociedad Pies de fotos Brindis a la muerte - Heriotzari topa Al hilo Barajas, punto ¿final? Orratza El dilema del prisionero Alegiak «Mendeku ixila», D.M. Indart En primera persona Iñaki Arzoz A dos bandas «Desde el sur»,

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Julio Anguita & Manuel Domínguez Crónica Experiencias de prestado (II) Opinión «El recuerdo», Rakel Mateo Munduari so Japonia urruna

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Zuzendaria: Daniel Martirena - Erredakzioa: Itziar Fernandez, María García, Álvaro González, Ana Elvira, Paul Ríos, Michelle Tapia eta txus Tirapu. Ale honetako kolaboratzaileak: Familia de Mikel Salegi Urbieta, Rakel Mateo y José María Tortosa. - Maketazio eta diseinua: Lokarriko diseinu taldea. Ilustrazioak: Srinavasa Ramanujan. - Azaleko argazkia: Srinavasa Ramanujan. Inprimategia: Antza (industrialdea 2. pab. - 20160 Lasarte) - Lege gordailua: SS-1142/06 - ISSN: 1134-8038 Para la edición de esta revista se utilizan papeles libres de cloro. Aldizkari hau moldatzeko klororik gabeko papera erabiltzen da.

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Editorial

Un golpe a la esperanza de toda la s ETA ha puesto el proceso de paz en una situación crítica y aparentemente, insalvable, tras el atentado cometido el pasado sábado en Madrid. Ha sido un duro golpe a las esperanzas de paz de la sociedad vasca. ETA vuelve a hacer caso omiso a la voluntad prácticamente unánime de la sociedad vasca de avanzar en el proceso de paz por medio del respeto a todos los derechos humanos, la no violencia y el diálogo sin exclusiones. ETA no puede alegar como razón para romper el alto el fuego la falta de iniciativa del Gobierno o de los partidos políticos. Una cosa no justifica la otra. El fin de la violencia es una reclamación clara y expresa del conjunto de la sociedad vasca. Emplear la violencia para forzar el desarrollo del proceso de paz es un error que únicamente dificultará un camino de por sí bastante complicado. Por otro lado, ETA, al cometer el atentado sin comunicado previo de ruptura del alto el fuego, ha roto la confianza que tan necesaria es en un proceso de paz. Ahora ya no es suficiente que ETA publique un comunicado reafirmándose en el alto el fuego. El objetivo de recuperar la confianza y las condiciones para abordar el proceso exige que ETA haga una declaración de voluntad expresa e inequívoca de poner fin a la violencia, sin condiciones de ningún tipo. ETA tiene ante sí un dilema. Si apuesta por la vía de la violencia estará enfrentándose a una corriente social y política prácticamente unánime. Si apuesta por la no violencia facilitará la aspiración social de convivir pacífica y democráticamente.

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sociedad Ante estas circunstancias es necesario no precipitarse. La situación del proceso y la actuación de ETA invitan a declaraciones contundentes fruto del enfado, la frustración y la decepción. Es importante minimizar los daños que ETA ha provocado en el proceso de paz. En este sentido, es prioritario no romper todos los puentes de diálogo, que tanto esfuerzo ha costado construir. Los contactos informales, discretos y no oficiales deben mantenerse, para recuperar las bases que hagan posible recuperar esta oportunidad. Hoy más que nunca, la sociedad tiene que ser firme en los principios de no violencia y diálogo sin exclusiones. Esta oportunidad ha sido posible porque la sociedad, incluso en los peores momentos, ha defendido con insistencia estos principios. Pese a quien pese, por muchos obstáculos que se pongan, esta voluntad ciudadana de paz, diálogo y acuerdo es imparable. Quien trate de impedirlo se está enfrentando a nuestra realidad social y a la voluntad ciudadana mayoritaria. Ahora es el momento de que la sociedad tome de nuevo la iniciativa e impulse el trabajo por la paz y el diálogo. Como en ocasiones anteriores, la sociedad tiene que mantener la esperanza, mediante la movilización y participación. No debemos permitir que la frustración nos haga desistir. Mantener este impulso social es la mejor receta para impedir una vuelta atrás. Días después del atentado de ETA en Madrid ha quedado claro que esta sociedad no aceptará una vuelta a la violencia, el enfrentamiento y la tensión.

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Pies de foto

Brindis a la muerte Heriotzari topa 2006, Valencia Telefonoek hots egin dute urrutian; Carlos Alonso Palate eta Diego Armando Estacioren etxeetan. Eta berehala eskegi dute urrutikoek aparailua, etxekoak Carlosek eta Diegok noiz deituko duten zain daudenez, bide batez Ekuadorretik Valentziakoei ere urte berria elkarri zoriontzeko, zortzi orduko tartearekin baldin bada ere. Baina ez da Carlosen ahotsik entzun. Ez da Diego telefonoaren beste aldetik maitekiro mintzo dena. Urrutikoek entzuten duten ahotsak dioi Madrileko aireportua zartatu egin dutela eta eztandak bere atzaparretan hartu dituela Carlos eta Diego. Seguruenera hilik egongo direla, itxaropena baldin bada ere galtzen den azkena, esamoldeak aitortzen duenez. Eta urrutikoek orduan izan dute ETAren berri, heriotzaren maindireetan estalia. Miguel Sarratea

Lo de antaño, de nuevo el pasado, que nos asalta y nos arrebata las esperanzas para la paz. Otra vez más muertos nuevos, dos cadáveres sin pulso a miles de kilómetros de sus casas y a miles de grados centigrados dentro de los acorazados dormidos, con un mar de por medio anegado de lágrimas, de quien todavía entiende menos de lo que nada se puede entender. Más muertos inocentes. Un par, para ser exactos. Con un par de locura que algún día alguien explicará con delirio mesiánico. Distintas mortajas para la muerte que siempre es la misma, año viejo u otro nuevo, mientras los de tan lejos siguen necesitando las divisas de los nuevos ausentes que más nunca llegarán en ningún avión de carruaje barato fletado por Air Madrid. De nuevo rostros rotos que cuelgan su miradas hasta el dolor infinito del recuerdo. Desde la vergüenza, la rabia, la desesperanza y el hartazgo, lo siento. Ruth Soria

Fotografía cedida a Efe por la familia de Carlos Alonso Palate

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Al hilo

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Álvaro González Texto

Barajas,

¿final?

punto,

El reloj del proceso de paz ha quedado detenido señalando a las nueve de la mañana del 30 de diciembre de 2006. Al cierre de esta precipitada edición, ya se ha encontrado a una persona muerta, y otra aún está desaparecida bajo las más de 40.000 toneladas de escombros que yacen en Barajas. Las declaraciones se precipitan una tras otra y sólo el tiempo revelará si se imponen los argumentos de quienes defienden que el proceso sigue, o debe seguir en marcha, o los de aquéllos que aseguran que lo más «ético» sería suspenderlo e incluso romperlo definitivamente. Pero en este agitado escenario que anuncia 2007, quizá quepa apuntar algunas claves internas y externas desde las que atisbar un débil rayo de esperanza a la que aferrarse en momentos «duros y difíciles» como los presentes. A las ocho menos cinco de la mañana del pasado día 30 de diciembre, la DYA de Gipuzkoa recibía la primera llamada de las tres que ETA realizaría para alertar de la colocación de un fuerte artefacto explosivo en la terminal 4 del aeropuerto madrileño de Barajas. Tratar de desactivarlo sería «un grave error» por la «gran potencia» de la bomba, advertía un comunicante anónimo que aseguraba hablar

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en nombre de ETA. Poco después de que a las nueve de la mañana una tremenda explosión confirmara este aviso, el Ministerio del Interior daba a conocer que hasta dos personas podían estar sepultadas bajo las más de 40.000 toneladas de escombros en que la zona había quedado convertida, y al cierre de esta edición de Haritu de urgencia -que prolongamos hasta cinco días después del atentadouna persona había sido encontrada ya sin vida, y otra continuaba engullida aún por los escombros de cinco plantas de aparcamientos. Con este ataque, ETA pone fin a un alto el fuego que había durado nueve meses y ocho días desde el pasado 24 de marzo. Además, confirmada ya la presencia de víctimas mortales, la organización acaba también con un periodo de más de tres años y medio en el que no había segado ninguna vida. Apenas unas horas antes de que la tragedia se desatara en Barajas, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguraba que en el año 2007 que ahora estrenamos, la situación iba a ser mucho mejor de la que habíamos tenido en 2006. ¿Qué información manejaba Zapatero para hacer estas declaraciones?; ¿qué intención tenía ETA al cometer este atentado?; ¿contestar a lo dicho por el presidente español?; ¿es el resultado de una decisión orgánica de la banda, o la han tomado un grupo de incontrolados? Y, sobre todo, ¿es el fin definitivo de un proceso «bloqueado» y «en crisis», o constituye sólo uno de esos momentos «duros y difíciles» que el propio Zapatero pareció prever cuando dibujó el futuro del proceso de paz en Euskadi? Sólo el tiempo irá revelando los acontecimientos que den respuesta a estas preguntas. Sin embargo, las primeras declaraciones y movimientos que se han venido sucediendo en los días posteriores a la explosión, y la experiencia que, una vez más, nos ofrece el ámbito internacional, pueden ser-

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vir de guía para entender el futuro inmediato de un proceso de paz que actualmente, y como ya les pasó a sus antecesores, ha entrado como mínimo en coma.

Claves internas Quienes pretenden buscar y entender la forma de actuar de una organización tan hermética como ETA suelen recurrir al estudio de su tradicional forma de actuar para encontrar referencias que resulten válidas una vez actualizadas y contextualizadas. Lo curioso de este caso es que han entrado en escena varios elementos novedosos que no concuerdan con la habitual forma de hacer las cosas de la banda armada. Por un lado, las dos primeras llamadas que un comunicante realizó para avisar de la colocación de la bomba fueron hechas desde un teléfono móvil de prepago, y no desde una cabina telefónica como suele hacerse y como, de hecho, se hizo en la tercera llamada. A pesar de que el teléfono fuera robado, o estuviera totalmente «limpio», este «modus operando» es mucho menos seguro para el propio comunicante que el de la cabina telefónica, como se demostró recientemente en el caso de la investigación del 11-M. Pero lo que más choca con el pasado histórico de ETA es el hecho de que la ruptura del alto el fuego por la vía de los hechos que este atentado representa no fuera adelantada por ningún comunicado expreso o ultimátum previo al Gobierno, como sucedió en las anteriores negociaciones de Argel o Lizarra-Garazi. Si a estos dos elementos se suma el hecho de que, no sólo el ministro del Interior, al que se le supone conocedor directo del estado del proceso, sino que también el dirigente de Batasuna Joseba Álvarez, aseguraran que no se esperaban «un atentado como éste», al-


Más de dos mil vehículos han sido afectados por el atentado y muchos otros están dentro de dos estacionamientos vecinos al lugar de la explosión que quedó totalmente destruido.

Blindar la paz El Lehendakari Ibarretxe subrayó la necesidad de hacerlo en su mensaje de año nuevo, una vez que el proceso construido con tanto trabajo, y en el que había invertida tanta esperanza, parecía desmoronarse como una torre de naipes. Pero antes de que lo hiciera, y antes incluso de que su Consejero de vivienda esgrimiera la posibilidad de movilizar a la sociedad para evitar que el proceso tuviera vuelta atrás, ya se estaba tejiendo toda una red desde la que ahora se podría articular la respuesta ciudadana. Aunque las iniciativas son muchas y variadas, y dejando al margen la labor que desarrolla Lokarri, éstas son algunas de las entidades que forman esta red:

de paz. 5.000 mujeres respondieron a su última convocatoria en el palacio Euskalduna.

Elkarbide 400 profesores universitarios de diferente orientación ideológica se unieron hace seis años para «contribuir desde una línea abierta a dar voz a la sociedad vasca». A lo largo de este tiempo, Elkarbide ha organizado numerosas conferencias y manifiestos, pero el último que presentaron ante la opinión pública -el 16 de diciembre- «llegó en un momento muy delicado para el proceso», lo que les dio proyección mediática y social.

Jueces Ahotsak Ahotsak es quizá la precursora en la construcción de voluntades transversales que facilitaran la consecución de espacios de encuentro y redujeran la crispación interna. El colectivo fue ideado y creado por una serie de mujeres del mundo de la política, pero está «abierto a todas las mujeres con nombres y apellidos» que, desde la reivindicación de la perspectiva de género, quieran «blindar» el proceso

Algunos jueces, alarmados ante las «escandalosas decisiones judiciales» que trataban de dinamitar el proceso, presentaron el pasado 18 de noviembre en Barcelona una iniciativa jurídica por la defensa del proceso de paz. Así, partiendo de una iniciativa de la Asociación Catalana de para la Defensa de los Derechos Humanos y la Asociación Catalana de Juristas Demócratas, reunieron a unas 150 personalidades del mundo de la judicatura, de las que

cabe destacar el ex Fiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo o la ex Directora General del Gobierno Vasco en el área de Drogodependencias, Gemma Calvet. Para Calvet, actualmente miembro de la Comisión de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona. Así, manifestaron que «el derecho debe tener una función social», por lo que plantea que se deben sentar unas bases jurídicas que sirvan para «construir la paz y no ser un obstáculo».

Artamugarriak Desde el mundo de las artes, el compromiso colectivo vino desde Navarra en el que se juntaron hace dos años una serie de artistas con la excusa del Encuentro de Arte y de Paz de Navarra. En 2006 volvieron a coincidir, y al poco de la declaración de alto el fuego permanente de ETA, decidieron que desde su ámbito podían impulsar el proceso. Así nace «Pax Avant », la iniciativa de Artamugarriak, plataforma de artistas navarros, aunque abierta fuera de sus fronteras, «para buscar una voz lo más plural posible», que busca crear espacios de diálogo e implicar a la ciudadanía para apoyar el proceso de paz.

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Al hilo

gunos han comenzado a alimentar la tesis de que la bomba la colocaran un grupo de «incontrolados» de la banda; una especie de germen de una escisión que recordaría a lo que fue el atentado de Omagh para el nacimiento del IRA Auténtico. De hecho, en ciertos ámbitos se ha llegado a especular incluso con la posibilidad de que Zapatero habría buscado una respuesta al atentado en su línea directa con los negociadores de Josu Ternera, y que éstos le habrían asegurado sorprendidos que no sabían absolutamente nada. Sin embargo, de confirmarse la peligrosa tesis de la escisión, esta sí que sería una novedad en la historia reciente de ETA, donde la cohesión monolítica y la disciplina se han impuesto casi como símbolos, incluso en momentos de fuerte agitación interna como sucedió an-

De confirmarse la peligrosa tesis de la escisión, esta sí que sería una novedad en la historia reciente de ETA, donde la cohesión monolítica y la disciplina se han impuesto casi como símbolos.

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tes y después de los asesinatos de Miguel Ángel Blanco o de la propia Dolores Katarain, «Yoyes». Tras este montón de especulaciones y juegos mentales, lo que en realidad queda son los textos y las reflexiones consensuadas y hechas públicas. Y esto, en el caso de ETA, se traduce en comunicados y Zutabes. Durante los últimos meses, los mensajes que estas comunicaciones del MLNV mostraban se esforzaban por transmitir un estado de «bloqueo» e «inviabilidad» del proceso que sus propios hechos refrendan ahora. Sin embargo, de cara al futuro inmediato, y a la espera de un comunicado que quizá ya haya sido emitido por parte de la banda para cuando esta revista esté en sus manos, cabe destacar los matices que la propia organización marcaba en sus últimos mensajes en los que apuntaba el camino que pretende seguir. Así, su último Zutabe, subrayaba: «La negociación y el proceso democrático no comienzan con la suspensión de acciones por parte de ETA. Y tampoco se acaban si ese alto el fuego queda en suspenso. Porque el proceso es mucho más que eso». Del mismo modo, cuando el Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, valoró por primera vez el atentado, se enceló en hablar de proceso «suspendido», evitando hablar de «ruptura», pese a que se le preguntó por ello en hasta tres ocasiones en aquella rueda de prensa. Las palabras del Presidente también han sido reinterpretadas hasta en su última coma. «He ordenado suspender todas las iniciativas para el diálogo con ETA», dijo. Y sobre el significado del atentado, añadió: «ha sido un día duro y difícil», los mismos adjetivos con que aventuró el desarrollo del propio proceso en sí. ¿Cabe la posibilidad de que el término suspendido no fuera casual, sino un mecanismo primario de blindaje acordado por las partes para situaciones críticas? Es cierto que pocas horas después, tras una jornada de reuniones frenéticas a todos los niveles, José Blanco primero y Rubalcaba después se encargaron de dar por roto el proceso; «este proceso», concretaba el ministro del Interior. Pero también es cierto que esto sólo se hizo una vez que se supo que seguramente iba a haber víctimas mortales y que, por lo tanto, la explosión no iba a quedar en un mero alarde propagandístico que fuentes policiales sí esperaban y que podía haber quedado como un golpe de atención enmarcado en un «altibajo» del proceso.


Palabras al viento

Claves externas Esta interpretación de la voluntad que ETA vuelve a encontrar su reflejo en el viejo espejo irlandés, como ejemplo de otros procesos en el mundo que han atravesado estas angosturas y de lo que el párroco norirlandés Alec Reid quiso dar testimonio el día después de la explosión transmitiendo a la sociedad vasca su fe en la recuperación del proceso. En Nicaragua, Colombia, Sudán y Sri Lanka, los procesos en marcha se vieron interrumpidos por la violencia ante la inminencia de sendas citas con las urnas, y en Sudáfrica, un atentado estuvo a punto de echar al garete el proceso de transición, a pesar de que éste se sobrepuso finalmente y ha terminado siendo admirado en todo el mundo por la convicción y la firmeza con las que ambas partes buscaron la paz hasta encontrarla. Pero es en Irlanda donde el atentado del día 30 en Barajas queda casi calcado. El 10 de febrero de 1996, el IRA colocó un potente explosivo de media tonelada (casi la misma cantidad empleada por ETA) en el corazón de la capital inglesa y mató con él a dos personas. Aquél atentado sucedía 17 meses después de que la organización hubiera decretado un alto el fuego que en 1997 recuperaría, tras cometer dos atentados más, y que facilitaría la llegada un año más tarde de los acuerdos de Viernes Santo que han hecho que en 2005 renunciara públicamente a la lucha armada. En el ámbito vasco, tras conocerse la noticia del atentado, el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, se aferraba a que el proceso «no está roto, sino que es más necesario que nunca»; un día más tarde, el Gobierno Vasco primero, y su presidente, Juan José Ibarretxe, después, se negaban a «dar por roto el proceso de paz ni el diálogo político para encontrar soluciones». El Lehendakari también invitó a la sociedad a que se «implique activamente» en el blindaje de esta esperanza, y es más que probable que esto tenga su pronta traducción en las calles. Pero lejos de ellas, en algún centro alpino, o en el ámbito que sea, será necesario que se den muchas explicaciones y muchas respuestas a las preguntas que quedan en el aire, que se reconstruyan muchas confianzas duramente trabajadas y que el día 30 volaron por los aires, y que la voluntad de paz se imponga en el ánimo de todos para que, con la ayuda de los consabidos expertos suizos, el reloj del proceso de paz pueda volver a ponerse en marcha cuanto antes.

Arnaldo Otegi, portavoz de Batasuna

«El proceso no está roto, sino que es ahora más necesario que nunca» Alfredo Pérez Rubalcaba, Ministro del Interior

«El proceso, este proceso, está roto, liquidado y acabado, porque así lo ha querido ETA» José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno español

«He ordenado suspender todas las iniciativas para el diálogo con ETA» Juan José Ibarretxe, Lehendakari

«El Gobierno Vasco no va a dar por roto el proceso de paz ni el diálogo político para encontrar soluciones, porque no podemos permitir que el proceso de paz se desmorone» Mariano Rajoy, presidente del PP

«Seguimos esperando que Zapatero diga que el proceso está roto y que diga cuál va a ser su política antiterrorista» Marina Llansana, portavoz de ERC

«Espero que la suspensión del proceso de paz del País Vasco no sea un punto final, sino un punto y a parte» Francisco José Alcaraz, presidente de la AVT

«Es un teatro; el Gobierno pactó con ETA un paréntesis: ruptura de la tregua el 21 de diciembre, atentado sin víctimas mortales después, y guiños tras las municipales»

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Orratza

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José María Tortosa Instituto Universitario Desarrollo Social y Paz Universidad de Alicante

El dilema del

prisionero

«Este acto terrible ha sido llevado a cabo por los que se oponen al proceso de paz. Ha sido diseñado para malograr el proceso y todos tendríamos que trabajar para asegurar que el proceso de paz continúe». Lo dijo Martin McGuinness, negociador del Sinn Fein, después de la masacre producida en Omagh en 1998. El caso irlandés no es el caso vasco, pero se puede aprender de aquél: de las semejanzas y de las diferencias. La primera semejanza tendría que ser obvia, pero no lo es. Este tipo de violencia termina (o, para ser exacto, empieza el proceso para terminarla) cuando una de las partes (mejor las dos) se da cuenta de que no hay salida militar-policial. Lo hizo el IRA y, en mi opinión, lo había hecho un sector de ETA y buena parte de Batasuna por un lado y el PSOE por otro. La segunda semejanza tiene que ver con los que se oponen a que el proceso de paz continúe. Todo hace pensar que fue un sector del IRA el que se oponía y por eso el atentado de Omagh (para un atentado no hace falta mucha gente). Pero también se oponía el reverendo Ian Pasley, líder de los unionistas, que exigía abandonos de armas, rechazos de violencias y demás imposibles (en nuestro caso, tanto como la «territorialidad» y, de momento, la au-

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Orratza

Una camioneta robada en Francia, cuyo propietario fue secuestrado por tres días, tenía una carga de explosivos, reforzados con barras de dinamita, de entre 500 y 800 kilogramos, según las últimas estimaciones de los expertos.

todeterminación inmediata). No sé si Pasley creía en la posibilidad de una solución militar-policial al asunto, como parecen haber pensado algunos líderes del PP y de la AVT, pero sus intransigencias son una semejanza a incluir y a intentar entender. La tercera semejanza fue la presencia de mediadores externos. Bill Clinton se involucró personalmente en aquel proceso. En el caso de ETA han intervenido la Comunidad de San Egidio, el Centro para el diálogo humani-

Está por ver si lo de la ETA sigue aquél esquema (y, por tanto, lo de Madrid es como lo de Omagh aunque con menos muertos) o se ha tratado de una nueva trampa y van a volver a la inútil violencia terrorista tario Henry Dunant y la Fundación Carter que yo sepa. Seguro que han vuelto. La primera diferencia está por ver: lo del IRA (un camino que ha sido largo y difícil) se está resolviendo después de muchos años y obstáculos; está por ver si lo de la ETA sigue aquél esquema (y, por tanto, lo de Madrid es como lo de Omagh aunque con menos muertos) o se ha tratado de una nueva trampa y van a volver a la inútil violencia terrorista que, en parte, ya habían recuperado con la «kale borroka», la «violencia de acompañamiento» y el «impuesto revolucionario» (la única con utilidad: económica). El título de esta colaboración se hace eco de la segunda posible diferencia. El llamado dilema del prisionero es un problema clásico en investigación operativa. Traduciéndolo a literatura, se referiría a una situación como la siguiente: «Imagine a dos fortachones e igual-

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mente armados que, muertos de hambre, encuentran un jabato enzarzado en el bosque. Su primera reacción es la de pelear para que el jabato sea del vencedor, pero, como no son tan brutos, parlamentan para arrojar las armas y repartirse el jabato. Mejor, proclaman, medio jabato para cada uno que el riesgo de morir que corren ambos si pelean. Pero, además de no ser brutos, son, desgraciadamente, listos y cada uno de ellos piensa que si hace trampa y, cuando cuenten tres para arrojar las armas, él no las arroja, puede conseguir un doble objetivo: matar al contrincante y quedarse con todo el jabato. Lo malo es que eso lo piensan los dos y los dos quedan prisioneros de una situación en la que, creyendo que obtienen el máximo beneficio particular, lo que obtienen es la máxima pérdida tanto individual como colectiva. Listos sí, pero no inteligentes». Nuestro particular dilema Nuestro particular dilema del prisionero ha tenido más de dos actores, pero todos han caído en él. El Gobierno el primero: quería el cese de la violencia, pero también las rentas electorales y emocionales que proporcionaría la paz. No quería, pues, repartir el jabato aunque es obvio que no podía ceder (y no cedió) a determinadas exigencias. Batasuna después: sabía que el Gobierno necesitaba que la cosa siguiese adelante, razón por la que se atrevía a ser «razonable» y, como chicos de mayo del 68, «pedir lo imposible», es decir, todo el jabato. El Partido Popular también quería todo el jabato: por un lado, no iba a reconocer que su política no podía funcionar (y la prueba fue el papel que, en afirmación de sus corifeos, jugó ETA en el 11M) y, por otro, mientras pedía una parte del jabato, lo dificultaba


José María Tortosa

exaltando el Pacto Antiterrorista porque tal Pacto y la Ley de Partidos impedía que el Gobierno negociase con ETA. Y podríamos seguir con el PNV, la AVT y hasta Esquerra Republicana si me apuran. ¿Cómo se soluciona el dilema del prisionero? Los experimentos de laboratorio que se han hecho poniendo a los sujetos en una situación semejante han mostrado que, en general, los humanos tendemos a ser «racionales», es decir, a intentar maximizar nuestros beneficios sin dar-

Si de jabatos se trata, y a dos años de las elecciones generales, a Zapatero poco le costaría olvidarse del largo camino de la violencia a la paz, pero espero que, por bien de todos, siga el camino inglés. Largo y difícil. nos cuenta de que con ello lo impedimos (extraña forma de ser racionales). Pero si se repite muchas veces el experimento y, sobre todo, si se fomenta que los sujetos hablen entre sí, que dialoguen, hay muchos más casos en los que se rompe la maldición del dilema y se consigue un bien colectivo que es superior al bien particular e incluso a la suma de los bienes particulares. He leído estos días cosas tremendas sobre el Presidente del Gobierno. Dentro de sus contrarios, los hay que le echan la culpa del atentado y los hay que le echan en cara haber «suspendido» (temporalmente) el diálogo. Son los reverendos Pasley. Si de jabatos se trata, y a dos años de las elecciones generales, poco le costaría olvidarse del largo camino de la violencia a la paz, pero espero que, por el bien de todos, siga el camino inglés. Largo y difícil. Y diferente. Incluso porque Otegi no es Gerry Adams.

Sobre el autor Nacido en Albaida, Valencia (España), 1943. Doctor en Ciencias Sociales (Roma, 1973) y en Sociología (Madrid, 1982). Catedrático del Departamento de Sociología II desde 1991 y director, de 2006 a 2007, del Instituto Universitario de Desarrollo Social y Paz, en la Universidad de Alicante. Ha dado, fuera de España, clases o conferencias en universidades de Italia, Inglaterra, Estados Unidos, China, Francia, México, Ecuador, Cuba, Brasil, Argelia y Colombia; investigó en Bolivia y Polonia. Ha realizado informes para la Universidad de Naciones Unidas y para el II Programa Europeo de Lucha contra la Pobreza. Autor de una veintena larga de libros, entre los cuales: Sociología del sistema mundial (Tecnos, 1992), La pobreza capitalista (Tecnos, 1993, 1998), Corrupción (Icaria, 1995), El patio de mi casa: El nacionalismo dentro de los límites de la mera razón (Icaria, 1996), El largo camino De la violencia a la paz (Universidad de Alicante, 2001), El juego global: Maldesarrollo y pobreza en el capitalismo mundial (Icaria, 2001), Violencias ocultadas (Quito, Abya Yala, 2003), La agenda hegemónica: la guerra continua (Icaria, 2003), La guerra de Irak: un enfoque orwelliano (Universidad de Alicante, 2004), Democracia made in USA. Un modelo político en cuestión (Icaria, 2004) y Problemas para la paz hoy: El aporte de los Estados Unidos (Universidad Autónoma del Estado de México, 2005).

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Alegiak

Mendeku ixila

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D. M. Indart Idazlea Ramanujan Marrazkiak

O

statuko atearen marrankak bezeroren bat tabernara bertaratu zela ohartarazi zuen Manuela eta emakumeak bere esku zartatuak mantalean sikatu zituen sukaldetik mostradorera irten baino lehen. Joxe zen, ohi legez.

tzeko, modu honetan osatzen zuenez berak egunaren eta gauaren arteko erreleboaren neke bakartia. Hartara, Manuelaren honetan berdin zen andreak zer eramaten zuen soinean, galtza luze arraiaduna zein gona loreztatu lodia, hala gomako txandala nola soineko plisatua, arropa hauen guztien gainetik derrigorrezko mandarra janzten baitzuen berak, andreari egokitu zitzaizkionak egitearren mundua mundua zenez geroztik gaua argitu eta eguna iluntzen zen bitarte errepikatuan. —Gero arte Manuela. Manuela tipul baten urdail hostokatua xehetzen ari zen, kanpotik sukalderaino Joxeren agurra entzun zuenean. —Bai, aio. Egun ona izan Joxe.

—Zer berri Joxe? —Zaharrak berri. Atzoko gisako euria buruan. Hereneguneko zizta berbera ezker belaunean. Eta egunerokoaren egarria eztarrian. Tabernariak hitz hauek guztiak nahikoak izan zituen hozkailutik ardorik merkeeneko botilari plastikozko txapela kendu eta bezeroaren mutur aurrean mahats zuku pitzatuarekin gailurreraino beteriko basoerdia lagatzeko. Goizeko hamarrak pasatxo izanik, erretiratu zenez geroztik bere emazteak etxetik igorri eta zurrutaren lanorduek bereganatu zutenekoa zen Joxe. Bere lehendabiziko tragoa ukanen zuen hau. Berririk gabeko egun berria hortaz, Joxerentzat bezala Manuelarentzat ere. Izan ere, mundua mundua denez geroz egun guztiak ilundu ohi dira, gau guztiak argitzen diren ber. Orduztik, egun-argia egunero ilunabartzen da arratsari lekukoa emateko eta, antzeko gisan, goiz partean eguzkiak betazalak goratzen ditu leiho baten pertsianak bailiran, egunsenti berri bati lekua egin eta bere betileekin ororen itxaropen berriztatuak orrazteko. Horrela gertatzen baitzen Manuelaren kasuan ere zeinek, goiz-goizetik, amantala lotzen baitzuen bere gerruntzi oparoaren bueltan. Gero, ilargi zeruan zintzilikatuarekin batera oheratzerakoan, soilik orduan askatzen zuen mantalaren begiztaren korapiloa, gainontzeko arropak erantzi eta bere gorputz biluztua ohe-atorrarekin eder-

Tipulek eragindako malkoen balazta menderatzeko Manuelak begiak itxita zituen, begirada itsuan ganibeta dantzaraziz baratzeko sagarrak txikitzeaz batera. Herriko ostatu bakarreko tabernaria zen Manuela, eta sukaldaria, eta zerbitzaria, eta kalakaria, eta neskazaharra, eta itsusia, eta egoskorra, eta zurra, eta basa, eta biboteduna, eta lodikotea, eta harroputza, eta jokozalea, eta zirikatzailea, eta muslaria, beste gauza asko eta gehiagoren artean, hirurogei urte dituen gure protagonistaren potreta ezaugarri hauetara mugatuko dugun arren; oraingoz bederen. Gainera, irakurleak jakin beza ere orbel marduleko bailara heze batean zokoratzen zela kale bakarreko Manuelaren herrixka. Esan nahi baita paraje hartan, kale Nagusian halabeharrez, hogeiren bat etxe zenba zitekeela errepide zuzenaren bi bazterretan, erpin batean eraikita zegoen elizaren kanpandorrea zelarik txondor guztietan garaiena, zenbaki erromatar zizelkatuekin ordulari borobil ezkilduna eta guzti, nahiz eta elizarekin batera nabarmenduko ditugun ere ultramarinos denda 12. zenbakian eta turistentzako landetxea 17.ean, estali gabeko pilotalekuarekin eta plazaren erdian aspaldian hutsik gelditu zen erretorearen etxearekin batera, hamar urte iraganik baitziren On Antonio zendu eta kanpotik etorritako apaizak mezak ospatzen zituela, larunbat arratsaldean aste batez, eta igande eguerdira txandakatuz hurrengo asteko ospakizun fede-

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Alegiak koia. Kontuak kontu, gauak eta egunak, egunak eta gauak elkarri eskua ematen dioteneko monotonia alde batera utzita, Manuelaren egunerokoa ere, amantalaren korapiloaz gaindi, ordu eta toki berberean errepikatzen ziren hamaika afera gehiagorekin harilkatzen zen, emakumezkoen lepoko baten perla-harriak irudiz, itsas-olatuak arkaitzetan setatsu trabatzen diren legez. Goizeko zortzietan zabaldu ohi zuen taberna, eta ez tenore horretarako bezeroak arrapaladan sartzen zirelako, ez horixe, baizik eta, lo arinekoa izaki, atsoa ohean aspertzen zen horietakoa baitzen eta, hau horrela, nahiago izaten zuelako zurrutara etorriko zirenen zain egon ostatuko barraren atzera, haiekin berriketan lotzeko, eskualde guztian ezagunak baitziren tabernariaren solaserako afizioak eta sakrifizioak. Hori bai, ostatuaren pertsiana goratu eta berehala kafemakina piztutzeko usadioa zuen, tramankuluaren gainean katilu eta platertxoen ondoan zegoen Pankrazio sainduaren irudiari sakelak diruz betetzeko xedearekin otoitz-eskaerak egin bitartean. Gero, sukaldera jotzen zuen, egun horretan bazkaltzera etorriko zirenentzat menua prestatzera. Astelehen, astearte eta asteazkenean, odolkiarekin gurindutako babarrun gorriak ala neurrian ozpindutako entsalada haritsua, xerra plantxan herdoildua ala tripaki piperminduak aukeran; ostegun eta ostiraletan ordea, ganbekin zopatutako arrain salda ala hirin-legarretan loditutako lekak, xerra plantxan errea -berriz ere- ala tomate putzuan itotako arraina. Asteburutan oliotan kiskurturiko frijituak eta kroketak eransten zituen lehendabiziko plateren proposamenerako, bigarrenei dagokienez txuleta zaintsua, neurrian gatzatutako ajuarrieroa eta baratxuriz izerdituriko bildots saihets-hezurrak gaineratzen zituela jakien zerrendara. Hala, astegun gordinetan, batez bestean, seiren bat lagun izan ohi ziren sabela bertan betetzen zutenak, ondoko etxeren batean lanean zegoen igeltseroa kasu, beste etxeren bateko teilatua berritzen ari zen langileren bat adibiderako, hurbilean gosetu zen saltzaileren bat noiz edo noiz. Hau da, astelehenetan bere furgonetarekin arrainak saltzen zituena, asteazkenetan gas-butanoa herriratzen zuena edota ostiralez jantzidenda ibiltariarekin herrira arribatzen zena. Gainera, herriko bezeroak aipatu behar ditugu, Joxe eta Romualdo bereziki, izenarekin eta guzti. Biak ala biak ardozaleak ziren. Hamar sartuirtenaldi inguru egiten zituzten egun bakoitzeko sabel barruan beharrezkoa zuten ardo dosiaren egarria mututu eta noiz edo noiz karta partidaren bat jokatzeko. Zentzu honetan, ostatuan sartzen lehena Joxe izaten zen goizeko hamarrak aldera, Zer berri Joxe?, narrazio honen hasieratik bertatik arestian aipatuta gelditu den bezala, zaharrak berri zituen gizonak Sabino izeneko artzain txakurra kanpoan utzi ostean. Joxe jeltzalea zen eta hau dela kausa Sabino izenarekin deitatu ohi zituen animalia guztiak, Sabino I, Sabino II, Sabino III eta dagoeneko Sabino IV.arekin osatuta zuela bere erret heraldika partikularra, Aranaren miresmean noski. Romualdo ordubete beranduago porturatu ei zen. Horrela egin zuen gogora dakargun egun honetan. Romualdok lehen bisitaldirako nahiago izaten zuen koñakarekin zipriztindutako kafea. Horrelako katilua prestatu zion Manuelak, akeita-hautsa berrerabili eta emakumeak berarentzat kafesne bat moldatuz. Berak ere koñak malko lotsatia erantsi zion bere kikarari. —Polizia dabil inguruan. Egun hartan honen berri eman zion bezeroak. Alegia, agian norbait

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atxilotzeko gogoz poliziak herrian agertu zirela, norbaiten bila zebiltzala ziurrenik, litekeena zela zuloren bat aurkitu izana inguruko mendiren batean, ea zerbait entzun ote zuen Manuelak, Romualdoren irudikoz antiterroristak zirenez herrian bueltaka zebiltzan txapelokerrak, hurrupaz hurrupa hitz totelka ziurtatu zuenez. Baina Manuelak ez zekiela ezer, artean soilik Joxe egona zela ostatuan eta berak ez zuela horrelakorik ezer mentatu, hereneguneko zizta berbera ezker belaunean izanagatik ere. Alabaina, tabernaria segur zen zerbait okertuta zegoela, poliziak hemen?, gerra tenoreak alde batera utzita uniformedunek sekula ez baitzuten herrirako bidea hartu, parajea hain zenez urrutikoa eta baztertua. Hori bai, Romualdo bera izugarri kontent zegoen neurri honetako gertakizunaren aurrean, behingoagatik egunerokotasunetik kanpora gelditzen ziren notiziak zituelako ahora eramatekoak. Hots, polizia herriaren inguruan zebilela-eta, hau ez zela edonolako kontua, eguraldiaren edota hildakoen erroldaren harira hitz egitearekin parekatuz bederen. —Telebistakoak ere aurki izango ditugu hemen. Romualdok izugarri kitzikatuta zirudien, erleak eztiarekin betetako anfora batean bezainbeste. —Batzuk eta besteak hementxe izango dituzu bazkaltzen —Romualdok. —Poliziek ere zerrien gisa aska behar izango dutelako euren sabelak hanpatzeko. Eta horixe falta zait bakarrik, nori eta niri! —Manuelak. Irakurleak jakin behar du aurrerago erdibidean utzi dugun potretarekin jarraitzeko teneroa aurkitu duela idazleak orain. Izan ere, herrian jakina zen Manuela ezker abertzaleko militante sutsua zela nahiz eta aspaldian zen ez zituela errondak dohainik ateratzen ETAkoen atentatuen ospakizunerako. Are gehiago, ez aspaldiegi, ahopeka bada bederen, borroka armatuaren iraungipen data onartuta zuen. Nolanahi ere, Manuelak argi zuen noren alde zegoen eta begiak errazago malkotuko zitzaizkiola preso baten erretratuarekin talde armatuak eraildako edonorren zerraldoarekin baino. Zaharregia zen Manuela iritziz aldatzeko, batez ere urrutiko A Coruñan preso zuen ilobari bizkarra emateko, espetxeratu aurretik semetzat hartzen baitzuen Manuelak Kepa. Azken buruan, gerra baten balantza ez du talde batean zein bestean hildakoen pisu mortuak desorekatzen, osterantzean alde batean ala bestean daudenen odolarekiko dugun sokak baizik. —Ahal izanez gero, iluntzerako mus partida hitzartu Joxe eta beste norbaitekin. Manuelari horrelako agindua manatuz alde egin zuen Romualdok tabernatik. Goiz osoa eman zuen sukaldean Manuelak, polizien kontu hau buruan egosten, babarrunak lapiko lurrinduen hodeietan bezala. Lapiko handienen gerizpean jardun zuen, orduan prestatu eta zerbitzatzen ez zituenak hozkailuan sartuko zituelako asteburuari begira eta bezperan lanak aurreratzearren. Urduri zegoen, artean ez baitzen inoiz poliziarik sartu berarenean. Ez zekien nola jardunen zuen halako ohore ustelaren aurrean. Dena dela, kafemakina gainean apopilo ze-


rro, ixileko mengantzak beti direnez mendekuago. goen Pankraziori eskerrak eman beharrean aurkitu zen, ordukoan behintzat iluntzerako ziurrenik farias kaxa hustuan moldatuta zuen diru-kutxa ederki beteko zuelako, susmoak egi bihurtu baitziren eguerdi partean. Bi poliziek patrola atarian utzi zuten. Bi morroskoak gazteak ziren, hogeita bost urteren bueltakoak-edo. Bertan ea bazkaltzeko modurik ote zegoen galdegin zioten Manuelari. Eta honek, baietz, telebista ondoko mahaiaren bueltan jesartzeko, berehala kantatuko ziela menua. Ganbekin zopatutako arrain salda ala hirin-legarretan loditutako lekak lehendabiziko, xerra plantxan errea ala tomate putzuan itotako arraina gero, asteak osteguna zuenez. Oraindik hutsik zegoen taberna. Poliziak zerbitzatu bitartean Manuelak tente luzatu zituen belarriak zer adituko gogoz. Bere gorrotoa ahalik eta modurik epelenean ezkutatzen ahalegindu zen gainera, hasiera batean, asmoa izan baitzuen euren sarrera debekatzekoarena. Arren, azkenean, bi gazteek eskatutako platerak utzi zizkien haiekin goza zezaten, dirua beti dirua denez, txanponak zein poltsikotan herdoiltzen diren aintzat hartu gabe. Postrerako batek arrozesnea hautatu zuen. Bigarrenak nahiago izan zuen etxean puztutako flan azukreduna. Berehala eskatu zuten kontua, presa zeukatela. Orduan galdegin zien zertan zebiltzan han. Eta halako batean jakin zuen zertara zetorren hura guztia: Aitor atxilotu egin zuten, Joxeren semea alegia, ETAkoa izan zitekeelako susmopean. Manuelak Joxe gizon gizarajoan erreparatu zuen bere baitarako, jeltzalea izanik argi baitzegoen beste gudarako zaletasunekin hezi izan zela etxeko premua, herritarren artean ahoz aho ibiltzen zen hizkimiria zenez.

Manuelaren honetan berdin zen andreak zer eramaten zuen soinean, galtza luze arraiaduna nola soineko plisatua, arropa hauen guztien gainetik derrigorrezko mandarra janzten baitzuen berak

—Kosta ahala kosta, ziur egon behar duzue terrorista guztiak itzalean bukatu dutela. Esan zuen polizietako gazteenak, harroputz, lankidearekin topa egitearekin batera. Errituak Manuela asekabetu zuen, haserretu, irakin. —Bi menu, bi mila pezeta. Kontua eraman zien. Duda izan zuen garestiago kobratzekoarena. Alta, ostatuaren paretetako batean iltzatuta zegoen ohar batek menuak mila pezeta balio zituela argitzen zuen. Alabaina, mendekurako tartea hartu zuen Manuelak, emakumea mendekaria ere bazenez. Izan ere, Manuelak kobratzen zituen diruak amantaleko sakelean sartzeko usadioa zuen. Baina beste moduan jokatu zuen egun hartan. Diru-paperak hartu eta Pankrazio deunaren ondoan kafemakinaren gainean zegoen euskal presoei laguntzeko eltze-itsuan sartu zituen hauek, poliziek tabernatik kanporako bidea hartzen zutenean. —Kostako zaizue bai. Zaudete segur. Tira. Aldi hartan gaua argitu eta eguna iluntzen zen bitartean bazuen zer kontatua Manuelak, errepikatzearen errepikatzeaz eskuak amantalean idortzeko berea zuen keinuarekin, bere ixileko mendekuarekin ha-

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En primera persona

Iñaki Arzoz Iniciativa artística «Artamugarriak» Hace unos meses, unas cuantas docenas de artistas se pusieron manos a la obra para reivindicar el proceso de paz. Así fue que retomaron la idea de un «artamugarri», o lo que es lo mismo, la figura de los mojones que en la cultura vasca simbolizan un lugar común, un espacio de acuerdo entre tierras limítrofes, propicias por eso para el desencuentro y la pelea. Todo ello para que la paz avance, «y ahora más que nunca», como reconoce Iñaki Arzoz, uno de los promotores de Artamugarriak, convencido pese a todo de que el camino emprendido no tiene marcha atrás. Por eso, desde el insistencialismo, «pax avant».

Haritu: ¿por qué la referencia a la figura de un «artamugarri» cuando os proponéis hablar de paz? Iñaki Arzoz: queríamos que esta iniciativa artística de apoyo a la paz estuviera relacionado con la cultura vasca. De hecho, en nuestras raices culturales hay espacios para el encuentro y el diálogo como los «artamugarriak», que son como mojones que marcan un lugar de acuerdo, un punto intermedio para la gestión de los pastizales o las tierras comunales. Un «artamugarri» también hace referencia a la figura del círculo, imagen que también está muy presente en la cultura vasca, sobre todo para los que nos consideramos «oteizianos». De hecho, las primeras acciones que estamos desarrollando en defensa del proceso de paz de un modo simbólico tienen como elemento principal las sillas de madera colocadas en círculo, sin obstáculo alguno, sin ni tan siquiera mesas, donde las personas

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se disponen a dialogar y escuchar, para imaginar una realidad en paz. Haritu: en Navarra se cuenta con el «Tributo de las tres vacas» alrededor del «artamugarria» de Larra donde año a año se escenifica el acuerdo sobre el uso de las tierras que quedan en medio, de los valles de Roncal y Baretous. Iñaki Arzoz: este «Tributo de las tres vacas» es el acuerdo de paz más antiguo de toda Europa y que todavía está vivo, aunque sea de una manera simbólica y ritual. Este rito cuenta también con su mojón particular en el cual se hace el llamamiento de «pax avant». Haritu: es decir, que avance la paz. Iñaki Arzoz: así es. En este sentido, la idea de esta iniciativa artística es que todos los grupos o colectivos que participen en ella asuman para sí este llamamiento de «pax

avant». Es decir, que hagan el esfuerzo, siempre en dirección positiva, de seguir caminando en favor de la paz, sin que se admitan retrocesos. Obviamente, después del atentado de Barajas, esto puede parecer más complicado, pero confiamos en que los partidos y, especialmente, la sociedad civil vasca, retomen con nuevos impulsos y mas creatividad en los enfoques el proceso de paz. Haritu: subrayáis que Artamugarriak no es un colectivo ideológico, sino que se trata de un «nodo independiente de una pequeña multitud heterogénea y temporal que se define por su rechazo a la violencia, venga de donde venga, así como por su apuesta por la definitiva normalización política». Ahora bien, ¿cuáles son los cimientos, la base, el tronco de vuestro «artamugarria»? Iñaki Arzoz: desde el arte creemos en una serie de valores básicos, tanto para el funcio-


Daniel Martirena Texto Josu Santesteban Fotos

«Confiamos en que los partidos y, especialmente, la sociedad civil vasca, retomen con nuevos impulsos y más creatividad en los enfoques el proceso de paz» 23


En primera persona

namiento de la cultura en sí como de la sociedad misma. No partimos de una idea partidaria o de partido. Cada uno tiene la suya. Tanto es así que, en mi caso, desconozco las opciones políticas de la mayoría de mis compañeros. No sé lo que votan ni cuál es su proyecto político. Ni lo sé ni me interesa. Así, nuestro único vínculo es la apuesta por un proceso de paz irreversible donde se desarrolle una democracia radicalmente participativa hasta el punto en el que podamos resolver el conflicto de desencuentro de manera definitiva. La participación de la ciudadanía en democracia nos ofrece una base muy sólida para avanzar también en el camino de la paz. Y en esto todos y todas estamos absolutamente de acuerdo, aun cuando nuestra intención no es ofrecer contenidos políticos sobre la

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paz. Más bien, nuestro propósito es ofrecer un espacio donde quepan todas las visiones y propuestas. Haritu: ¿y cómo arranca toda esta historia? Iñaki Arzoz: la prehistoria de Artamugarriak se concreta en el primer Encuentro de Arte y Paz de Navarra en 2004 «Una salida es posible». Por aquel entonces, ofrecimos una exposición colectiva donde se mostraron los trabajos creativos de más de cien artistas. Más tarde, a comienzos de este año, convocamos una mesa redonda para reflexionar sobre lo que los artistas podíamos aportar en un proceso de paz y de ahí surgió la idea de poner en marcha una iniciativa de mayor continuidad en el tiempo que el de una exposi-

ción, con un sentido mucho más activista, respondiendo de algún modo a las corrientes «artivistas« del arte contemporáneo. El «artivismo» no se reduce al ámbito del arte, que puede ser en algunos momentos cerrado y elitista, sino que quiere incidir también en la sociedad y su curso. Y es así como la iniciativa se pone en marcha. Haritu: ¿hasta qué punto el arte puede cambiar la realidad? ¿El arte es principalmente estética o es también algo más? Iñaki Arzoz: los artistas, igual que cualquier otro colectivo o sector social, tiene que reconocer la realidad en la que vive, implicarse en ella, para intentar mejorarla. En este sentido, consideramos que tambien nosotros te-


Más información en www.artamugarriak.org nemos que participar en el proceso de paz, lo mismo que los sindicalistas, los bomberos o los cocineros. Así, en el mundo del arte y la cultura hay un sector que reivindica para sí el compromiso de su trabajo. ¿Cuál es la efectividad de este activismo? ¿Cómo podemos condicionar el proceso de paz? Esta cuestión es una gran incógnita, aunque en el fondo tampoco es que nos importe. Nuestro activismo responde a unas causas concretas, no tanto a los objetivos que buscamos. Nuestro trabajo se enmarca en el ámbito social, en el de la participación, al márgen de los avatares políticos, de la inmediatez política, de la rentabilidad electoral, lo cual nos permite además el disfrute con y de nuestro propio trabajo. Haritu: ¿y te parece que la clase política tiene sensibilidad artística? Iñaki Arzoz: muy poca. Es más, reivindico una mayor coordinación entre la clase política y la esfera social, y dentro de ésta con el ámbito de la creación. A la esfera política le falta flexibilidad, cintura, imaginación y creatividad. Y ésta es la vía que podemos aportar los artistas, el camino de la creatividad, de la imaginación, de lo posible. Vamos mal si nos quedamos en el realismo puro de las cosas ya que desde el realismo incluso puede que resulten imposible un proceso de paz, la normalización, la convivencia y un escenario de posconflicto. Y es que los artistas estamos acostumbrados a pensar en lo imposible, en vías intermedias, en posibilidades en principio no materiales, en caminos virtuales pero que también se pueden llevar a cabo. ¿Por qué no? Haritu: muchas creaciones artísticas se han inspirado en episodios trágicos de la Historia. El Gernika de Picasso es un claro ejemplo. Iñaki Arzoz: el creador comprometido con su tiempo vive de reflejar los dramas, las tragedias, la guerra y la violencia de sus días. Picasso es un ejemplo de esta visión. Así, como

artistas activistas nos sentimos herederos de esta tradición y lo hacemos con el lenguaje de nuestro tiempo, además de la imagen plástica más convencional. Hoy contamos con las posibilidades del video digital, de la fotografía, la instalación, la performance. Ahora bien, la diferencia que tenemos con esa tradición más clásica es que si bien ellos reflejaban en su trabajo toda esa visión ética y de denuncia, nosotros además vamos más allá de una actitud pasiva. Buscamos la intervención política y social. En este sentido, no importan tanto la producción tangible de obras, de materiales, sino la generación de actitudes, actividades, propuestas, de acciones y proyectos con los cuales se desarrollan las ideas de no violencia y la paz activa buscando la regeneración de la sociedad. Haritu: ¿qué objetivos tiene a corto y largo plazo la iniciativa de Artamugarriak? ¿Cuál será vuestro surco? Iñaki Arzoz: queremos coordinarnos con colectivos que ya están trabajando a favor del proceso de paz y la participación ciudadana como Gernika Gogoratuz, Parte Hartuz o Bidea Helburu. Además, también nos gustaría colaborar con plataformas como Ahotsak e incluso con Lokarri. Sería positivo que entre todos nosotros se generara un cauce de intercambio de ideas y proyectos que persigan la participación social ya que éste parece ser el punto común de los partidos políticos, las instituciones y los organismos sociales. Un proceso de paz real necesita de la participación de la ciudadanía. Al mismo tiempo, desde Artamugarriak nos gustaría desarrollar una metodología creativa para generar también una participación creativa. Todavía estamos en la fase de preparación pero esperamos poder aplicarla en Ayuntamientos, pueblos, barrios, colectivos de mayores, mujeres, niños y niñas, adaptándola a cada caso concreto. Y mientras tanto seguiremos multiplicando las acciones de círculos de sillas. No obstante, la ruptura de la tregua nos impone de manera prioritaria incidir con nuestras ac-

ciones en la regeneración de un clima de reflexión y diálogo, para que el proceso de paz vuelva a hacerse efectivo. Haritu: en tu caso particular, eres miembro del nodo de Navarra. Iñaki Arzoz: pensamos que Navarra es fundamental en todo este proceso. Así lo están declarando unos y otros, aunque en sentidos muy distintos. Ahora bien, a nosotros nos gustaría que desde la idea de «Pax avant» la identidad de Navarra se regenerara desde posiciones más plurales y de respeto a su diversidad. De hecho, estamos preparando un encuentro multidisciplinar para los próximos meses donde defenderemos todos estos argumentos. Será en un pueblo de alrededor de Pamplona ya que hoy por hoy en la capital es muy difícil defender esta idea de respeto a la diferencia. Se expondrán material gráfico, se exhibirán videos, se harán instalaciones y performances, actuaciones musicales, también habrá talleres creativos. Queremos que la cita sea un punto de inflexión. Veremos qué sale. Confiemos en que contribuya a que en Navarra se vuelva a trabajar en la base del proceso. Haritu: por cierto, la pregunta del millón. ¿Iñaki Arzoz es optimista respecto al proceso, y que ahora dicen estar roto? Iñaki Arzoz: Gramsci llegó a decir algo así como que él era pesimista de la realidad pero optimista de la voluntad. Hago mías estas palabras. Puedo ser pesimista respecto a lo que leo en la prensa todos los días a la hora de desayunar -como el atentado de Barajas o el inmovilismo del gobierno- pero soy optimista desde la voluntad que es lo que nos obliga a seguir trabajando. Con parones o no, con vaivenes o no, con aparentes retrocesos incluso, el proceso de paz no tiene marcha atrás, sobre todo porque la sociedad vasca está madura para la paz y lo exigirá una y otra vez a sus políticos. El proceso de paz volverá a activarse, porque ya no hay alternativa.

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Hilvanando

Hari-muturrak...

El fiscal archiva el caso Egunkaria por falta de indicios de vínculos con ETA

Justizia kolokan Angel Berruetaren hilketa dela eta

Según se hizo público el pasado 15 de diciembre, la Audiencia Nacioal consideró «improcedente abrir juicio oral» contra los siete imputados por el caso Egunkaria, aunque bien es cierto que no hizo petición expresa de levantar la clausura del periódico. Ahora bien, el tribunal debe decidir si sigue el proceso, tal como reclama la AVT. En este sentido, la Fiscalía de la Audiencia Nacional dió un giro de 180 grados sobre sus tesis iniciales y solicitó al juez que archive las acusaciones contra los directivos del diario Egunkaria, clausurado en 2003, por considerar que no existe ni una prueba, «ni indicios sólidos suficientes», de sus vínculos con ETA. El destino de la causa queda ahora en manos del tribunal de la Sección Primera de la Sala de lo Penal, que debe decidir en las próximas semanas si hace caso al fiscal y archiva el expediente, o si admite las posiciones de las acusaciones particulares -Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y Dignidad y Justicia (DyJ).

Espainiako Auzitegi Gorenak Pilar Rubio absolbitu arren, Anjel Berruetaren hilketan «konplize» izaten segituko du senideentzat. Hori adierazteko eta Gorenaren erabakiarekin desadostasuna agertzeko, agerraldia egin zuen 2006ko abenduaren 21ean Mari Karmen Mañas Berruetaren alargunak, Iruñeko Donibane auzoko lagunekin batera. Rubioren senarrak eta semeak Berrueta hil zutenean Rubiok ez zuen ezer egin hori galarazteko, ezta gero laguntzeko ere. Eta, gainera, Rubiok berak bultzatu zituen bere senarra eta semea Berrueta hiltzera. Frogatutzat eman zen hori Iruñeko Auzitegian egindako epaiketan, eta hala baieztatu zuten, halaber, lekukoek. Nafarroako Auzitegiak baina ez zuen frogatutzat eman hori, eta ezta Espainiako Auzitegi Gorenak ere. Justizia guztientzat ez dela berdina salatu zuten bai Mañasek, bai Iruñeko Donibaneko auzokideek. Zentzu honetan, hilaren 30ean manifestazio jendetsua egin zuten Iruñean.

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...hilos sueltos

La Fiscalía del TSJPV pide el archivo de la causa contra Ibarretxe

100 kiloko lehergailua aurkitu zuen Ertzaintzak Atxondon

La fiscal-jefe del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), María Angeles Montes, pidió el pasado 29 de diciembre de 2006 a la Sala Civil y Penal del alto Tribunal vasco que, «sin más trámites», se archive la causa abierta por supuesta desobediencia abierta contra el lehendakari, Juan José Ibarretxe, por reunirse el pasado mes de abril con Batasuna. La petición del Ministerio Público se produjo después de que la defensa del Lehendakari presentara el pasado 15 de diciembre un escrito ante el TSJPV en el que pedía el sobreseimiento inmediato del procedimiento penal que se sigue contra él. El letrado de Ibarretxe se basó, para realizar esta petición, en el auto del Tribunal Supremo del 7 de diciembre, en el que aseguró que no observaba delito en la reunión que mantuvieron los dirigentes del PSE-EE, Patxi López y Rodolfo Ares, con representantes de Batasuna el 6 de julio.

Ertzaintzak 2007ko urtarrilaren 4an aurkitu zuen 100 kiloko lehergailua leherrarazteko prest zegoen, detongailuaren faltan. Hartara, gertakari honek abenduaren 23an Amorebieta-Etxanon aurkitutako zuloarekin lotura duela uste izan zuten. Bonba bidoi batean gordeta aurkitu zuten, aparkaleku batean zegoen ibilgailu baten ondoan. Ertzaintzak irudiz, lehergailua Amorebieta-Etxanoko ezkutalekua prestatu zuen ETAren talde berak eginikoa zen.

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Campaña

Izaskun Moyua Directora de Emakunde

«No hay paz sin justicia y sin igualdad»

Ya son más de setenta las personas que en www.lokarri.org han reflexionado sobre la idea del acuerdo. En las páginas de Haritu volvemos a hacerles un hueco a algunas de ellas, entendiendo que componen toda una paleta de sentimientos, colores, esperanzas y sueños, tan necesarias ahora.

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(…) Es importante hacer una reflexión sobre la paz, porque conocer su significado nos acercará a ella. Y la paz no significa únicamente ausencia de guerra. Es un concepto y una práctica más completa. No hay paz si, a pesar de silenciar las bombas, una sociedad permite que alguien se muera de hambre. Tampoco hay paz si hay personas que se sienten dueñas de otras, a pesar de que no existan tanques por las calles. No hay paz sin justicia y sin igualdad. La paz pertenece a las comunidades y no es algo esencial, es una opción que tiene que ver con la elección, la responsabilidad y el compromiso. Los acuerdos se construyen en el ejercicio del diálogo, de mirarse a la cara, de ponerse en la situación de la otra persona. Las bases sólidas se forjan desde el respeto a todas las opciones y desde el derecho a decidir; de esta manera botamos los barcos de la diversidad y de la libertad. La única garantía posible a la consecución, al mantenimiento y, por lo tanto, al proceso de paz es la participación ciudadana. En este momento es oxígeno vital. Además, las mujeres a lo largo de la Historia y en muy diferentes lugares del mundo, desde diferentes razas, edades, religiones y condiciones, han alumbrado con luces de generosidad y cuidados el camino de la vida y la paz en días negros de muerte y desesperación. Han conformado un mapa de paces para el siglo XXI. Su protagonismo sí es esencial. (…)


Aingeru Epaltza

txema Urkijo

Idazlea

Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco

«Geure arteko akordioa da epe ertainean premiazkoena»

«Me costó aceptar esto de la subjetividad»

Akordiorik garrantzitsuena, Madrilgo Gobernuaren eta ETAren artekoa, ez dago herritar arrunten esku, erakusten dugun jarrerak laguntzen ahal badu ere. Aurrekoaren ildotik alderdi politikoen artean egin behar den akordioan ere, zer esan handirik ez dugu izanen, haize emaile gisa ez bada. Bada, hala ere, hirugarren akordio bat, hemen bizi garenon artekoa. Horretan Euskal Herriko biztanle eta bizilagun bakoitzak izanen du, nahi badu, hitza eta giltza. Biolentzia egoerak banako bakoitzean sorrarazitako mina apaltzea eta noizbaiteko berradiskidetzea, bertze xederik ez du izaten ahal hirugarren akordio horrek. Lehenbiziko akordioa nahitaezkoa da. Zenbat eta gehiago berandutu, hainbat eta makurrago guztiendako. (...) Bigarrenak piztu du segur aski jakin min gehien bazterrotan. Eta jakin minarekin batera, batzuen esperantza eta bertze anitzen beldurra ere. Niri lehenbizikoaren berme eta/edo ondorio den neurrian interesatzen zait soilik bigarren akordio hau. Kromo trukaketa izanen da, tratante feria bat, zentzurik txarrenean ulertuta. (…) Hirugarren motako akordioa -geure artekoa- iruditzen zait epe ertainean premiazkoena, gorrotoa noizbait itzaltzea lortuko badugu. Hartarako inor ez dugu eskuordetzen ahalko, eta orobat inork ezin izanen gaitu ordezkatu. Denok izanen dugu erantzukizuna. Hain zuzen ere horrexegatik dugu denetan akordiorik zailena.

(…) La verdad es que casi no me acuerdo de cuándo empecé a pensar en esto del acuerdo. Supongo que cuando descubrí que lo que yo pensaba no era la única opción posible y tampoco necesariamente la mejor, ni la correcta, ni indefectiblemente la única verdadera. Me costó aceptar esto de la subjetividad, carajo.(…) Aquí y ahora también me gustarían los acuerdos, por supuesto, ¿cómo no? Pero dos en particular. Y los querría separados. Bueno, mejor dicho, solo los aceptaría separados. (…) Quienes se decantaron por continuar asesinando y utilizando la violencia para conseguir su objetivo político, a pesar incluso de que el resto de la ciudadanía vasca optaba decididamente por las vías exclusivamente políticas, deberán llegar a un acuerdo con el Gobierno de España para jubilarse. (…). Y el otro acuerdo será más hermoso desde el punto de vista democrático, aunque no sea más que por el hecho de que su protagonismo corresponderá a la propia ciudadanía vasca. Un acuerdo sobre el ejercicio del poder público; ya sabemos: ¿quién, desde dónde, cómo?... Parecido a lo que se discute en la construcción de Europa, pero incorporando la opción de DNI y selección de fútbol. Será un acuerdo que no solucionará problemas definitivamente pero que ayudará a afrontarlos en el día a día. (…)

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Campaña

Alberto Surio

Martín Fiz

Periodista

Atleta

«El acuerdo político será posible si «El diálogo creará una desaparece por completo la violencia» meta alcanzable»

(…)Para que el acuerdo sea posible hay que asumir de verdad un profundo cambio de mentalidad y aceptar la complejidad de la sociedad vasca. Las sociedades modernas son complejas por naturaleza. La democracia nos permite arbitrar unas reglas de convivencia con las que administrar esos conflictos consustanciales a las sociedades maduras, en donde se libran intereses diferentes y muchas veces contradictorios. No se trata tanto de inventar soluciones mágicas y milagrosas para resolver atávicos problemas sino articular estrategias inteligentes que permitan desactivar los mismos o cuando menos tratarlos y encauzarlos de forma racional y democrática. El acuerdo político será posible si desaparece por completo el lastre de la violencia y si se renuncia por parte de todos al empleo de la misma para obtener objetivos políticos. Hay que deslegitimar ideológicamente el recurso a las armas, entre otras cosas, para tener presentes siempre a las víctimas de la violencia, que merecen respeto, reconocimiento, memoria y justicia. El terrorismo no sólo es ya un trágico anacronismo, es que está social y políticamente agotado. Como la violencia callejera o cualquier fórmula de coacción o intimidación. Mientras no se asuma de verdad este principio democrático el nuevo acuerdo político no será posible. (…)

30 Haritu

Mucha gente me frena por las calles de Gastéiz para preguntarme lo puro y duro que tiene que ser correr una maratón. Fíjense bien, cuarenta y dos mil ciento noventa y cinco metros es la distancia que separa el punto de salida con el final de carrera. Un primer pensamiento se cruza en el camino del atleta, «que difícil será alcanzar la pancarta de meta». Sí que es duro, sí, pero al menos en esto de la maratón por muy larga que sea la distancia, por mucho que te duelan las piernas, todos sabemos que existe un principio y un final. Hace unos meses los vascos vimos por primera vez la «luz» al escuchar noticias optimistas sobre el proceso de paz en Euskadi. Fue una de las noticias más esperadas, por lo menos yo la acogí con gran esperanza. El punto de salida se inicia con la palabra «diálogo». Ahora bien, al igual que pasa con el maratón, el camino no va a ser un «camino de rosas». (...) Pónganse de acuerdo. Alejen los rencores y las guerras políticas y corran todos en la misma dirección. Sé que no es fácil, mucha gente se ha quedado en el camino, por ello y por ellos, ahora más que nunca dialoguen como seres humanos y, de una vez por todas, movámonos en Euskadi por un mismo sentimiento, el de la «paz definitiva». El diálogo creará una «meta» alcanzable.


Kepa Junkera

María Silvestre

Trikitilari

Decana Facultad de Sociología de la Universidad de Deusto

«La búsqueda de un acuerdo no es nada que nos es ajeno»

«El acuerdo implica entendimiento y lucidez»

Cuando compongo un tema siempre imagino cómo unir las diferentes partes que lo componen, cómo enlazar cada elemento, único, distinto y especial, con el siguiente, cómo hacer para dar a cada uno su espacio para escucharse, saborear sin perder su estilo, su identidad, buscando siempre el equilibrio. Con esto sólo quiero demostrar que la búsqueda del «acuerdo» no es algo ajeno a nosotros; en nuestra vida diaria hemos de relacionarnos con la gente y buscar constantemente el «acuerdo» o lo que es lo mismo, el «equilibrio». En este sentido, en nuestro país llevamos ya muchos años con un conflicto que no logramos superar, Ya sea por unos o por otros, el hecho es que no conseguimos salir de este círculo vicioso que es en lo que se ha convertido todo esto. Todos sabemos que al final habrá que llegar a un acuerdo, de una u otra naturaleza, pero acuerdo al fin y al cabo, y eso sólo llegará cuando seamos capaces de sentarnos en una mesa frente a frente y cuando, mirando a los ojos a la persona que tengamos en frente, seamos capaces de ponernos en el lugar del otro, cuando seamos capaces de pensar en el que está en frente, no como un adversario sino como una persona con la que construir el acuerdo. (...)

Una de las acepciones de la palabra «acuerdo» en el Diccionario de la Real Academia es la de «uso de los sentidos, entendimiento, lucidez». El acuerdo es necesario e imperativo por el mero hecho de que implicaría entendimiento y lucidez, una lucidez que nos permitiría proyectar y planificar nuestro futuro desde la libertad, desde la pluralidad, desde el mutuo respeto y hacia el entendimiento y el consenso. (...) Sin embargo, ¿estamos de acuerdo en que debe haber acuerdo? Creo que es el primer y gran eslabón que debemos superar: aunar esfuerzos para visualizar y socializar el hecho de que el acuerdo es necesario y de que lo es con la presencia de todas y cada una de las fuerzas políticas y sociales. No es posible el acuerdo si no participan del mismo todas las partes implicadas y no puede darse ese acuerdo multilateral sin el convencimiento previo de que es necesario. Puede parecer una simplificación, pero es un previo para garantizar el éxito del proceso de paz. Éxito que va más allá del diálogo en una mesa entre el Gobierno y ETA. Para que la paz se perpetúe es necesario que la sociedad asuma como legítimo el resultado de ese diálogo y eso no es posible sin una legitimación previa de todas las fuerzas políticas y sociales. Afirmación unísona e inequívoca que lo avale y que promueva la conciliación a partir del entendimiento, del respeto y del perdón.

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Concentración

Un mosaico de mesas El pasado 16 de diciembre, Lokarri, la Red ciudadana a favor del acuerdo y la consulta social, celebró una concentración un tanto especial a las puertas del teatro Arriaga de Bilbao ya que se colocaron sesenta mesas formando la palabra «akordioa», mesas que previamente fueron montadas, «mano a mano y en conjunto» por los asistentes a la iniciativa. Así, la concentración estaba enmarcada dentro de la campaña trimestral que en pro de un «acuerdo plural y sin exclusiones» Lokarri está llevando a cabo durante estos meses de invierno. Según explicó Paul Ríos, Coordinador General de Lokarri, este acto simbólico pretendía reivindicar la puesta en marcha de la mesa de partidos ya que «es necesario constituir una mesa de diálogo en la que se trabaje y coopere para superar los obstáculos y avanzar sin ningún tipo de exclusión», según añadió Ríós. Para Ríos, «después de tantos años de enfrentamiento e incomunicación, esta sociedad necesita unos principios básicos para convivir de manera pacífica y democrática. El acuerdo, junto con la consulta y la reconciliación, son los tres grandes objetivos de este proceso y tenemos que sumar esfuerzos sociales y políticos para poder alcanzarlos». Asimismo, insistió en la necesidad de apostar por la «irreversibilidad» del camino hacia la paz. «Esta sociedad no va a aceptar una vuelta al pasado, una marcha atrás en el proceso», dijo. «Como ciudadanos estaremos alerta para que no suceda y estamos dispuestos a seguir movilizándonos y a participar para que el futuro de esta sociedad se construya entre todos, conviviendo pacífica y democráticamente», concluyó. En este sentido, estas palabras adquieren hoy más fuerza que nunca.

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A dos bandas

Daniel Martirena Testua Karlos Corbella Argazkiak

Desde el

Sur

Manuel Dominguez & Julio Anguita Aquel martes por la mañana de últimos de diciembre que llegamos a Córdoba para entrevistar al ex Coordinador General de Izquierda Unida Julio Anguita y al editor de la revista Cambio 16 Manuel Domínguez, nada hacía presagiar que íbamos a despedir el año bajo el estruendo de la furgoneta bomba de Barajas y la incertidumbre de dos jóvenes ecuatorianos desaparecidos en su amasijo de hierros chamuscados y hormigón en polvo, por mucho que se nos alertaba de que el proceso estaba herido en un ala, o en las dos. Por eso, en esta entrevista están ausentes la rabia, el dolor, la desesperanza y el hartazgo, volando como volábamos por otros cielos que esperamos volver a surcar.

Haritu: ¿cómo nos encontramos, Julio? Julio Anguita: bastante bien, sobre todo desde que estoy en una segunda línea aunque, eso sí, siga combatiendo. Acaban de cumplirse siete años desde que me operaron y lo cierto es que me dejaron como nuevo. Me pusieron un doble by-pass que es algo así como que te cambian las tuberías y, eso, que me encuentro como un chaval. De hecho, tres veces por semana me tiro dos horas en el gimnasio lo que casi se ha convertido en un vicio.

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Manuel Domínguez: a decir verdad, se te ve estupendo. Hace mucho que no nos encontrábamos y lo cierto es que te encuentro muy bien. Haritu: el caso es que ésta es la primera vez que ahora con Haritu y antes con la revista Elkarri nos venimos hasta el Sur. En otras ocasiones hemos estado un par de veces en Galicia, unas cuantas veces en Catalunya y otras tantas por Madrid. Manuel Domínguez: pues bienvenidos. Andalucía es una tierra hermosa y rebelde.

Haritu: y es que entendemos que fuera de Euskal Herria las personas pueden sufrir de cierto hartazgo por la sobredosis de información que sobre el denominado conflicto vasco ofrecen todos los medios de comunicación sin apenas ninguna excepción. Julio Anguita: estoy convencido de que la realidad que nos presentan los medios de comunicación sobre el conflicto vasco es muy reducida. De un modo muy esquemático se lanzan consignas para uso de unos y de otros. Pero el problema vasco exige debate, mucho conoci-


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A dos bandas Manuel Domínguez

«El diálogo vuelve a ser un valor fundamental del socialismo» miento de las cosas, que se le quite hierro al asunto, que se asuman con racionalidad todas las propuestas, también la autodeterminación y la independencia. Pero todo se reduce a las consignas y, sin embargo, hace falta que la gente sepa qué es lo que sucede más allá de las informaciones un tanto propagandísticas. De hecho, la cuestión que se esconde en el fondo de todo es cómo construimos España, cuestión ésta que no puede ser resuelta desde planteamientos superficiales. Por lo que a mí respecta, defiendo el derecho de autodeterminación de los pueblos y que en el fondo es una construcción federal del Estado. Pero, ¿y qué dicen a este respecto las fuerzas nacionalistas? ¿Y dónde queda para unos y otros la construcción europea? En este sentido, todas estas preguntas nos ponen de manifiesto que nos encontramos ante un debate muy difícil, muy aristado, sobre todo y muy especialmente en Andalucía por lo que, con vuestro permiso, contaré una anécdota. Haritu: adelante. Julio Anguita: desde hace años formo parte del colectivo Prometeo desde donde solemos organizar diferentes conferencias y reuniones de debate y reflexión sobre distintos problemas políticos y sociales. Cuando hace unos cinco años asistíamos al debate virulento de si los vascos son esto y lo otro, desde este colectivo organizamos las jornadas «Con sus propias voces» a donde invitamos a Mayor Oreja, a Adolfo Ares, al Lehendakari y a Javier Madrazo para que fueran ellos quiénes nos explicaran cuál era su punto de vista. El primero que aceptó la invitación fue Juan José Ibarretxe. Pero, pese a todo, nos sorprendió que las autoridades académicas no quisieran participar en estas jornadas aún cuando el Lehendakari tiene rango de ministro. Digo todo esto porque estas mismas autoridades académicas actuaron de un modo muy distinto cuando por otros motivos visitó Córdoba Edurne Uriarte que, claro está, siempre será bienvenida.

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Quiero decir que por aquel entonces las autoridades locales estaban muertas de miedo ante la presencia en la ciudad del Lehendakari, como si se tratara del diablo. Las calles estaban como alteradas. La presión era tremenda. De hecho, al final no conseguimos que Mayor Oreja y Adolfo Ares vinieran, por lo que a Madrazo le dijimos que no viniera¬ ya que nos iban a acusar de escuchar sólo a una parte. Por todo ello digo que seguimos necesitando serenidad y conocimiento.

Manuel Domínguez: efectivamente hay que desmitificar Andalucía en todos los conceptos. Andalucía no es esencialmente Marbella ni lo que aparece en los programas de televisión. Andalucía no es esencialmente ni el cante ni el toreo, por mucho que te gusten el toreo y el cante. Andalucía esencialmente es una tierra de reivindicaciones. No podemos olvidar que las primeras revueltas del campesinado español se dan en el campo andaluz. Ahora bien, hay algo que envuelve a la histo-


Julio Anguita

«La cuestión que se esconde en el fondo de todo es cómo construimos España» nes de sus compañeros socialistas de Euskadi. Recuerdo ahora cuando acompañé a Jesús Eguiguren en la presentación en Sevilla de uno de sus libros. A aquella presentación no apareció ninguna autoridad del Partido Socialista de Andalucía. Todos estaban muertos de miedo. Julio Anguita: el problema es que actualmente las fuerzas políticas sólo piensan en las elecciones. Han perdido el valor de la coherencia. Lo que por aquel entonces vivimos en Córdoba era el miedo al Partido Popular que nos señalaba con el dedo como amigos de los terroristas, incluso como terroristas en algún caso. Incluso, todavía hoy padecemos las consecuencias de este miedo que imposibilita que los partidos políticos expliquen las cosas desde la serenidad al margen de la coyuntura del momento. La coyuntura de un momento concreto no puede condicionar el mensaje de la ideología. No obstante, sucede que problemas como el vasco no pueden ser solucionados desde la coyuntura. Haritu: ¿en qué sentido?

ria del hombre, y es el clima, por lo que a los ojos de otras tierras, como puede ser la vasca, se pueden construir fotografías distintas y expectativas diferentes. Pese a todo, por lo que a mí respecta, insisto en que el pueblo andaluz es coherencia, lucha y sabiduría, capaz de entender también la cuestión vasca. En este sentido, entiendo que el gran problema que hay en Andalucía respecto al País Vasco es la falta de coherencia de los dirigentes andaluces socialistas respecto a las reivindicacio-

Julio Anguita: decidan lo que decidan los vascos si alguna vez lo pueden hacer, deben ganarse el apoyo de los españoles de fuera del País Vasco. Al final, todo este galimatías deberá ser resuelto por los pueblos de España. Estoy hablando de apelar al pueblo, ejercicio que en algunos sitios se llama Derecho de Autodeterminación y en otros sitios se reconoce como reforma constitucional. Puede que a la gente nos duela la cabeza de tanto pensar. Posiblemente al mundo abertzale también le duela la cabeza. Durante muchos años todos estamos formando parte de un mismo Estado donde se han creado ciertas dependencias y unas relaciones de intereses. Por eso, deberán pensar en las consecuencias que trae consigo la asunción de la independencia. El pueblo deberá decidir también sobre la asimetría o no del Estado.

Haritu: acabas de tocar otro hueso muy difícil de roer. Julio Anguita: cuando planteo la cuestión de un debate asimétrico estoy hablando de un debate político, no de un debate de sentimientos, no de cómo un dirigente político va a decirles a sus ciudadanos que su patria chica es menos que la de los otros. De hecho, hay patrias chicas que son menos. Me molesta cuando a este respecto el Presidente de Extremadura arremete contra los vascos o los catalanes. De hecho, tanto los andaluces como los extremeños no hemos sido explotados por los catalanes o los vascos. Los andaluces y los extremeños hemos sido explotados por nuestra propia oligarquía. No echemos la culpa fuera. Por muy andaluz que sea, no tengo nada que ver con la oligarquía andaluza que es y será mi enemigo y adversario. Manuel Domínguez: ahí está el quid de la cuestión, y hablo como un andaluz que desde hace ya unos cuantos años vive en el País Vasco. De hecho, en las últimas elecciones fui candidato independiente a la alcaldía de Mondragón por parte del PSE. En Mondragón hay una importante comunidad andaluza, sobre todo cordobesa, como de un veinte por ciento. Así, recuerdo ahora que hace unos siete años, cuando en la Secretaría General estaba Nicolás Redondo, todas estas personas eran muy reacias a una solución basada en el diálogo, en la palabra a las personas, ya que desde el Partido Socilista de Euskadi se defendía la tesis de una sociedad vasca dividida en bloques. Pero desde que cambió la dirección del PSE y llegaron al partido personas como Jesús Eguiguren, Miguel Buen, Manuel Huertas, incluso Patxi López que sería reciclado a las nuevas tesis, el diálogo es un valor fundamental del socialismo. De hecho, hoy puedo decir que todas estas personas vascas de origen andaluz están de acuerdo con el nuevo rumbo emprendido por el PSE. ¿Qué es lo que ha sucedido entonces?

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A dos bandas Manuel Domínguez

«La patria es principalmente y sobre todo la conciencia» Haritu: ¿qué? Manuel Domínguez: ha sucedido que todas estas personas saben que no han sido oprimidas por el pueblo vasco. Estas personas no han sido oprimidas en las fábricas de la Cooperativa de Mondragón. En absoluto. Es más, muchas de estas personas se sienten ahora propietarias de esta cooperativa. Es decir, estas personas saben que fueron oprimidas por las personas que les obligaron a abandonar Andalucía por la oligarquía andaluza que es la que todavía quiere mandar los mensajes de la división. No hay duda de que el andaluz ha sido bien tratado tanto en Euskadi como en Catalunya pero, ¡ojo!, los andaluces también han trabajado muy duro a favor del progreso de estos dos pueblos. Haritu: no hay ninguna duda. Manuel Domínguez: de hecho, en este sentido, tanto el pueblo catalán como el vasco tienen que saber que no se puede expulsar a nadie porque algunas personas hayan nacido en otro lado, más todavía cuando la patria es principalmente y sobre todo la conciencia. La conciencia se ha convertido en la patria del ser humano, más todavía ahora que todo se está globalizando, tanto las bondades como las maldades, en este sistema donde se prima el duro y puro capital. No pretendo que el mío sea un discurso demagógico. Lo siento así. Y no sólo hablo del capital como dinero. También hablo de la ambición al poder, ya que para demasiados políticos la política se ha convertido en el modo de perpetuar el sillón, aún cuando para conseguir este objetivo sean capaces de crispar hasta el dolor de las víctimas. Haritu: ¿consideras que se hace un uso partidista de ellas? Manuel Domínguez: por supuesto, desde el mismo momento en el que las víctimas se distinguen entre buenas y malas. ¡Pero si no

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puede haber víctimas buenas y víctimas malas! He asistido a muchos funerales de asesinados y de boca de los familiares casi siempre he escuchado esto de que ojalá sirva la muerte de su ser querido para el final de la violencia y el comienzo de la paz. Sin embargo, hoy resulta que hay un sector de la sociedad española que está medrando con las víctimas, poniéndolas delante, ocultando esta reflexión del pasado de perdón que no de olvido, para que la solución al problema vasco se convierta en una lucha puramente electoral. Las víctimas están siendo utilizadas por unos y por otros, aunque más por unos que por otros. Soy muy amigo de Gorka Landaburu a quien le explotó en las manos un paquete bomba. Estamos muy unidos, tanto personal como profesionalmente. Así, siempre recordaré las palabras que Gorka hizo públicas en un homenaje que hace un par de años le hicieron en un pueblo de Sevilla. Ante doscientas personas, Gorka Landaburu reconoció públicamente que sabía en qué prisión estaba la persona que le envió la bomba a su casa. Landaburu admitió que estaba dispuesto a ver en la calle a esta persona si este hecho servía para facilitar el diálogo alrededor de la mesa. También recuerdo el juicio del asesinato de Juan Priede. Haritu: único concejal socialista en el Ayuntamiento de Orio (Gipuzkoa)… Manuel Domínguez: así es. El caso es que a la primera sesión del juicio sólo asistieron los hijos del asesinado. ¿Dónde estaban sus compañeros? ¿Dónde estaba la Federación Socialista Madrileña? ¿Dónde? Lo denunciamos en nuestra revista. Sólo después encontraron los argumentos para presentarse en el juicio. No citaré nombres, pero con ellos también llegarón las cámaras de televisión. En fin. Estoy cansado de decirlo pero no podemos utilizar a las víctimas como armas arrojadizas ya que de este modo las convertimos doblemente en víctimas.

Haritu: ¿y dónde puede estar la solución al problema vasco? Julio Anguita: además de la idea que unos y otros podamos tener sobre el Estado español y su configuración, considero que de nuevo estamos discutiendo sobre el artículo 10 que ya recogía el acuerdo de Ajuria-Enea, punto que una y otra vez se va repitiendo de un modo u otro. ¿Qué hacemos cuando ETA deje de matar? Así, José Luis Rodriguez Zapatero ha propuesto dos foros de diálogo, uno entre los poderes competentes del Estado y ETA y otro marco donde se vayan a reunir los representantes políticos del pueblo vasco. En este sentido, respecto a la ilegalización de Batasuna, ya entoces denuncié que con esta norma se cortaba la posibilidad del diálogo, ya que éste es otro de los problemas que tiene el PSOE, para ver de qué modo los puede volver a legalizar. En todo caso, entiendo que la solución al problema vasco exige que se cambie la Constitución, a no ser que rizando el rizo la legislación española asuma la legislación internacional que ha firmado como suya ya que podemos recordar que en el año 1977 España firmó los tres pactos que desarrollan los Derechos Humanos enre los cuales también está el Derecho de Autodeterminación. Es decir, de un modo u otro, el derecho de decisión sigue siendo la cuestión de fondo. El Plan Ibarretxe, que no sólo era de él ya que era un plan del Parlamento Vasco en su conjunto, volvía a incidir en lo mismo. Haritu: pero también entonces se abrió la caja de los truenos. Julio Anguita: no me da ningún miedo el Derecho de Autodeterminación. Que conste que si tuviera que votar optaría para que Euskadi fuera parte del Estado español si bien al día siguiente quisiera discutir cómo y de qué modo. Ahora bien, yo no le niego a nadie la otra opción, el de la independencia. De hecho, ¿por qué siempre el Derecho de Autodetermina-


Julio Anguita

«No me da ningún miedo el Derecho de Autodeterminación»

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A dos bandas Manuel DomĂ­nguez

ÂŤEl pluralismo de los modos de pensar se tiene que aceptar con mayor normalidadÂť

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Julio Anguita

«A una organización como ETA lo que más le reconforta es la linealidad del pensamiento» ción se ha visto desde la perspectiva de la ruptura cuando puede ser también considerada desde la perspectiva contraria? Haritu: ¿a qué te refieres? Julio Anguita: considero que si ahora mismo el pueblo vasco fuera consultado, los vascos y las vascas votarían por seguir siendo parte del Estado español. Estoy seguro. Por eso, el ejercicio de autodeterminación también tiene una dimensión constructiva. Pero esto no quiere decir que no considere el derecho que tienen los vascos a configurar un Estado independiente y propio, por mucho que haya voces que defienden la simetría del mismo. ¡Pero si ni con Franco eran todos iguales! Navarra, por ejemplo, tiene su privilegio económico desde Alfonso XII. ¡Claro que hay que leer la Historia de España! Tenemos que tener la sensatez de reconocer que la situación de La Rioja es muy distinta a la del País Vasco. Y esto no tiene nada que ver con la justicia social. Tiene mayor relación con un espíritu uniformador que no admito. En este sentido, el reto sigue siendo construir un Estado español donde haya gentes que tienen un nivel de entidad propio porque previamente así lo han decidido. Manuel Domínguez: el pluralismo de los modos de pensar se tiene que aceptar con mayor normalidad de lo que hoy es asumido. Además, los referendum y las consultas populares siempre ayudan a cimentar las democracias, por mucho que dentro de las filas del Partido Socialista de Euskadi haya costado mucho asumir este principio. Vuelvo de nuevo a la figura de Jesús Eguiguren, que desde la defensa de estas tesis tuvo que ver cómo el aparato de Madrid intentó desbancarlo en el VI Congreso de los socialistas vascos. De hecho, Zapatero les dio la mano a todos los miembros de la nueva ejecutiva, a excepción de Jesús Eguiguren. Hoy son buenos amigos e íntimos colaboradores. De hecho, todos los medios de comunicación, desde La Razón a El Mundo, desde

el ABC a El País, confluyen a la hora de determinar que los libros «La crisis vasca» y «Los últimos españoles sin patria y sin libertad» de Jesús Eguiguren constituyen la hoja de ruta de las negociaciones con ETA. Haritu: libros que prologaste. Manuel Domínguez: y que fue un orgullo hacerlo. Así, desde el momento en que las armas callen y el tiro en la nuca sea un ejercicio macabro del pasado, este libro recoge el camino hacia el entendimiento entre vascos y entre el País Vasco y España. No se puede ocultar el hecho de que en el Pais Vasco hay un porcentaje muy importante de personas que quieren la independencia, aunque esta voluntad independentista pueda tener muchos matices. Pues bien, habrá que consultar a la sociedad cuál es su voluntad a fin de poder construir un futuro distinto. Haritu: ¿sois optimistas con el proceso? Las noticias positivas y negativas se suceden sin descanso. Manuel Domínguez: soy absolutamente optimista. Es cierto que nos llega información en un sentido y en otro. En este último tiempo hemos podido comprobar que desde Francia hay grandes resistencias. Por supuesto que hay que detener a quien evidentemente ha robado pistolas. En todo caso, el camino sólo es uno, el de la palabra y el entendimiento. Sin que yo tampoco esté a favor de la independencia, admitiré la voluntad de la sociedad vasca, porque mi patria también es mi conciencia, porque vivo en Euskadi, porque nunca daré la espalda a la voluntad libre de las personas. Además, también estoy convencido de que la sociedad vasca no apoyaría un referendum a favor de la independencia. Haritu: si esto es así, ¿por qué tanto freno a la convocatoria de una consulta a la ciudadanía vasca?

Manuel Domínguez: no creo que el freno venga sólo desde las filas constitucionalistas. Dentro del Partido Nacionalista Vasco tampoco hay unanimidad a este respecto. El PNV es un partido de derechas y la independencia tendría consecuencias económicas imprevisibles. El nacionalismo es un sentimiento y la ideología es otra cosa distinta. Así, en el PNV coexisten el sentimiento nacionalista y una ideología conservadora. ¿Y cómo se conjuga todo esto con una izquierda abertzale que ha luchado por conseguir la independencia? Es muy difícil. Julio Anguita: también en el mundo de ETA, como toda buena secta, hay luchas internas y el regusto por seguir manteniendo una situación de tensión y excepción que consideran que les beneficia. A una organización como ETA lo que más le reconforta es la linealidad del pensamiento, que es el fondo del fascismo. El fascismo no es ni más ni menos que no querer pensar. En todo caso, en ETA se han empezado a dar cuenta de que este estado de excepción se puede mantener como respuesta a un regimen dictatorial pero no como respuesta a un sistema democrático, aunque nuestra democracia tampoco es que sea una maravilla. Y esto exige tener que pensar, matizar. Y sucede que las organizaciones instaladas en el estado de excepción evitan tener que pensar. Lo peor de las dictaduras es que producen una linealidad del pensamiento también en las organizaciones de lucha contraria. Ahora bien, es posible superar esta linealidad del pensamiento. Hay muchas personas que en los primeros años lucharon en ETA, en la de la VI Asamblea, y que hoy la censuran. Recuerdo ahora a Antton Karrera. Haritu: dirigente de Ezker Batua en la actualidad. Julio Anguita: mientras tanto, por el contrario, te encuentras con esos pistoleros disparando al aire que dicen que lucharán a favor de la

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A dos bandas Manuel Domínguez

«Están locos si piensan que la independencia pasa por la violencia en lugar de por la voluntad de la ciudadanía»

independencia hasta el final, también de modo violento, y se te cae el mundo a los pies. Manuel Domínguez: porque, además, saben que de este modo no lo van a conseguir. Están locos si piensan que la independencia no pasa por la voluntad de la ciudadanía. Ojalá se trate sólo de teatro, de una puesta en escena. Julio Anguita: la historia de ETA es muy compleja. Mataron a Melitón Manzanas porque además era un archivo viviente. Luego llegó la muerte de Carrero Blanco. De hecho, los terroristas de ayer pueden ser los padres de

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la patria mañana. Ahí están Isaac Rabin, Yasser Arafat… Pero luego llegaron muchos asesinatos vergonzosos, injustificables ya fuera del pensamiento lineal de la dictadura. Pese a todo, también soy optimista, aunque a veces lo sea a ciegas. Así, no nos queda otra que dialogar, sabiendo que para la palabra no hay ninguna barrera, ni la autodeterminación, ni la Constitución. Manuel Domínguez: vamos a abstraernos por un momento. ¿Qué campaña veríamos en la próxima primavera sin el tema del terrorismo en el fondo de todo? ¿Qué político es capaz

hoy de plantear al país argumentos para perder o ganar unas elecciones sin mentar las cuestiones que tienen como referencia al País Vasco? Pude que nadie, y menos aún la clase política de la derecha. De hecho, como no tiene argumentos, ha movilizado hasta a las víctimas. A excepción de la bandera, la derecha se queda sin discurso político y social. Con esto no quiero decir que la derecha esté deseando que ETA vuelva a matar, ni mucho menos. Pero debemos evitar que nadie le pegue un tiro en la nuca a nadie, aunque la responsabilidad sea sólo del que decide empuñar esa pistola. Por supuesto que creo que ETA no volverá a la lu-


Julio Anguita

«No nos queda otra que dialogar, sabiendo que para la palabra no hay ninguna barrera, ni la autodeterminación, ni la Constitución» cha armada. Pero, al mismo tiempo, quiero dirigirme a Zapatero para que no deje en saco roto todas sus promesas de diálogo con ETA, de modificar la Constitución, por mucho que ahora que se acercan las elecciones tenga que soportar las presiones de la derecha política y mediática, inclusive las presiones de algunos dirigentes de dentro de su partido. Julio Anguita: en un contexto tal, es inevitable pensar en qué es lo que haría uno. Por eso, entiendo que ya es hora de que alguien se atreva de una vez por todas a plantar cara a este problema sin ningún tipo de complejos. Es decir, el Presidente que se plantee sin complejos cómo redefinimos España se ganará un lugar en la Historia. De hecho, recuerdo que cuando estaba en Madrid, Pujol ofreció a este respecto dos discursos magistrales. El problema no se reduce sólo al País Vasco. Catalunya también es y se siente distinta porque bebe de la revolución industrial del Siglo XVIII. Sucede que hemos estudiado una Historia falsa de España donde la gente crispada se ha llevado siempre el gato al agua, los crispados que siempre se han presentado ante la gente envueltos en la bandera de la patria. Será que me siento moderadamente español, sobre todo porque me siento más tanzano cuando un tanzano pasa hambre, aunque seré también español ante el capitalista tanzano. Haritu: vemos que no renuncias a los planteamientos de clase. Julio Anguita: por supuesto que no, aunque algunos insistan en que son argumentos anticuados. No, ni mucho menos. En todo caso, retomando la idea de España que sigue en vigor, es necesario recordar las palabras de Marcelino Menendez Pelayo quien dijo que la unidad de España era la católica, y que no otra. Cuando más tarde José Antonio Primo de Rivera defiende un destino universal para España también está poniendo de manifiesto un

problema muy importante o lo que es lo mismo, un puñetero problema. Se llamó unidad a la de los Reyes Católicos, pero siguieron con políticas distintas. Por ejemplo, la Corona de Aragón no pudo ir a América. El nacionalismo vasco no es de hace dos días. Sin embargo, también es verdad que la burguesía catalana, vasca y gallega no dudaron a la hora de pactar el Estado de la Restauración en aras de la unidad y temerosos de las revueltas del proletariado. Son algunas lecciones de Historia. Y ahora volvemos a estar en las mismas. Nos encontramos delante con el problema de siempre. Así, apoyo a Zapatero aunque como uno ya no está en el ajo, uno teme que todo se quede en agua de borrajas de cara a las elecciones. En política la racionalidad debe dominar a los afectos a pesar de que la racionalidad entiende que los afectos, los sentimientos y las emociones son parte de la sociedad.

ducido a Andalucía, lo mismo que Andalucía se ha reducido a Sevilla. Admito que a mí siempre me ha gustado la copla, sobre todo la copla de la República, ya que el resto de aderezos que después le han echado no me gustan ni un pelo. También soy un asiduo de la Semana Santa en la calle aunque cuando era alcalde nunca fui con la bara ya que no soy creyente. Sin embargo, Andalucía hasta hace poco tiempo también fue Reino de Granada. Y es que ésa también es Andalucía, la del cuchillo cachicuerno, la de la opresión, de la rebelión, la de la insumisión ante la imposición del catolicismo. Pero ésta ya no aparece. Sólo subrayan el espíritu sevillí, que no el sevillano. Porque una cosa es el espíritu sevillí de aleteo del abanico y de abalorio, desde la mediocridad, y otra cosa el espíritu sevillano de protesta , insumisión y lucha.

Haritu: mientras tanto, en esta idea de España predominan las muestras de la identidad de Andalucía ya que el nacionalismo español toma para sí la idiosincrasia andaluza. ¿Cómo lo veis?

Manuel Domínguez: aunque, eso sí, no creo que esta característica de la apariencia sea propia sólo de nosotros. Ahora que vivo en el País Vasco también se están imponiendo los valores del aparentar. En el fondo, si la patria es la conciencia, es la conciencia quien nos dirige por un camino u otro, el de la honestidad o la traición. Porque Marbella también está llena de vascos, de igual modo que desde Bilbao se fletan aviones para la feria de Sevilla. En el fondo, somos las personas quienes nos encargamos de echar por tierra todos los estereotipos.

Manuel Domínguez: ¿qué culpa tenemos los andaluces si a los señoritos de Madrid les da por venir a la feria de Córdoba o a la de Sevilla y hagan el ridículo vestidos de algo que realmente ni sienten ni entienden? Me parece ridículo que una persona asuma alguna de las costumbres del pueblo andaluz para exteriorizar su españolismo. No obstante, paso de él ya que el problema es suyo, no mío. Ahora bien, como andaluz no me puedo identificar con ese español que cree que lo andaluz es español. Aún así, no renuncio a lo español. Lo español es la pluralidad de sus pueblos. A pesar de costumbrismos y modas, volvemos de nuevo a la cuestión del Estado federal. Julio Anguita: en esta cuestión de los estereotipos, el problema es que España se ha re-

Julio Anguita: los hermanos del Río son quienes compusieron la archiconocida canción de La Macarena. En el referendum de la Constitución europea llegaron a manifestar. con esa gracia andaluza que se les presupone, que como no la habían leído iban a votar que sí. Es terrible que se haga gala y se presuma de la ignorancia. El discurso de la gracia es miserable, maldito y ramplón, lo mismo en Andalucía que en el País Vasco.

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Reflexión

A Mikel Salegi Urbieta Marisa, Miren, Nekane e Itziar, madre y hermanas de Mikel Salegi Urbieta

Mikel, tu ama y hermanas queremos hacerte un pequeño homenaje. Queremos recordar cómo te arrebataron la vida en un control de la Guardia Civil en el barrio de Errekalde de Donostia la madrugada del 18 de diciembre de 1974, cuando sólo tenías 21 años.

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Venías de cenar con tus compañeros y compañeras del Instituto Social de la Marina. Había habido oposiciones y estábais celebrando la plaza que algunas de estas personas habían conseguido. Viajábais en tres coches. Tú venías en el tercero. Era una noche oscura y lluviosa. Los cinco coches que la Guardia Civil tenía retenidos en el arcén escondían las señales del control. Entre ellos estaban los dos coches de tus compañeros. Ellos avisaron al guardia civil que dirigía el control que «ese coche que viene por la carretera es el tercero del grupo». Él dio el alto desde el arcén, entre dos coches, impidiendo que el conductor pudiera verlo. No hubo más avisos. Os dispararon los cinco guardias civiles que componían el control. Te mataron. Tenías dieciocho impactos. Ni siquiera habíais superado el último vehículo del control. Tal y como el Capitán General de Burgos admitió ante la ama «los controles no se ponían para avisar, sino para pillar». (A partir de tu muerte comenzaron a ponerse señales luminosas y otros avisos en los controles). Tras los disparos, la única ocupación de la Guardia Civil fue detener–secuestrar al conductor (que estuvo en paradero desconocido durante tres días) y llevarse el coche para ocultar pruebas. A ti te dejaron tendido en la carretera. Tus compañeros y compañeras te subieron al coche y se encaminaron hacia el Hospital. Pero en el camino fueron detenidos por un


nuevo control. Éste de la Policía Nacional. Te tuvieron retenido diez preciosos minutos que quizá hubieran podido salvarte la vida. Cuando llegamos al Hospital, los compañeros y compañeros nos informaron de lo que había sucedido. Quisimos verte. Pero la Policía Nacional no nos lo permitió. No sólo eso. Según estábamos allí, robaron tu cuerpo y lo llevaron al cementerio de Polloe. Nos acercamos allí, pero tampoco fue posible. Estaba tomado por la Policía Nacional y nos lo impidieron. Querían enterrarte sin que pudiéramos verte, sin la autopsia. Sólo al día siguiente, después de múltiples gestiones, lo conseguimos. Fue muy duro. Ante ti prometimos no olvidar y no llorar. La primera promesa ha sido muy fácil de cumplir; tu recuerdo entre nosotras es permanente. No llorar ha sido imposible; te seguimos echando en falta. El funeral fue en Santa María. La salida de la Iglesia fue terrible. Nos rodeaba la Policía Nacional y una primera línea de civiles de extrema derecha armados. Nos apalearon. Empezaron a pegar a la ama, una compañera tuya dijo «no le peguen que es la madre, péguenme a mí». Y así lo hicieron, le pegaron a ella. Estaba embarazada y perdió a su hijo. Hubo más de 10 heridos (uno de ellos perdió un ojo) y doscientos detenidos. Una mujer murió de un infarto por la impresión recibida ante aquella masacre.

A raíz de ello se materializó la primera querella popular para denunciar tu muerte, la brutalidad de la policía y la dictadura. Más de cien personas se acercaron al Palacio de Justicia. Las declaraciones fueron muy valientes. No obtuvimos ningún resultado. No hubo responsables. El caso fue sobreseído. Sobre tu muerte no hubo juicio, pues no era posible la petición de responsabilidad penal, sólo civil. El único juicio fue el militar que se hizo en contra del conductor. Querían demostrar que conducía borracho. Para ello quisieron que el restaurante en el que cenasteis incluyera en la factura más bebidas que las que habíais tomado, cosa a la que se negaron. Todos los datos que hemos dicho anteriormente quedaron claramente demostrados en el juicio. ¡Cómo sería de evidente el caso, que el fiscal militar -sin haber escuchado todavía a nuestros testigos- detuvo el juicio solicitando la «absolución del conductor con todos los pronunciamientos a su favor»! Esta es tu muerte y éste nuestro dolor. Para que no vuelva a ocurrir, es precisa la memoria histórica. Para que nuestro pueblo pueda curar «todas» las heridas del pasado, «todo» el sufrimiento de «todas» las personas de este país, para que podamos construir un futuro para «todos y todas». Por eso, en tu nombre, Mikel, y en el nuestro «pedimos el esfuerzo de todas y todos para que la paz sea posible ya».

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Cr贸nica

Experiencias

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María Garcia Texto

de prestado (II) En Haritu 03 publicamos el primer reportaje de «Experiencias de prestado» donde presentamos las conclusiones del «II Congreso Internacional de Derechos Humanos: La resolución de conflictos». Ahora, en su segunda parte, repasamos los procesos de paz de Irlanda del Norte y Sudáfrica ya que ambas experiencias fueron también analizadas con el objetivo de buscar la luz al final del túnel, si bien reconocemos que ningún proceso de paz es igual a otro, aun cuando siempre hay experiencias que pueden ser tomadas de prestado, más ahora que volvemos a caer en los escombros de la desesperanza.

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Crónica

Luces y sombras desde Irlanda El sacerdote metodista Harold Good Obe y el religioso redentorista Alec Reid se encargaron de reflexionar sobre algunas claves del proceso de paz irlandés. Ambos tienen una dilatada experiencia de trabajo entre las comunidades católicas y protestantes. De hecho, Harold Good Obe destacó la importancia de la religión ya que «hemos ofrecido unos valores y principios compartidos de paz y de respeto absoluto a los derechos humanos, principios sin los cuales sería imposible transitar por el camino de la reconciliación». Además, este sacerdote metodista destacó la importancia de la verdad como «otro valor común de primer orden», porque es importante saber lo que «hemos hecho o dejado de hacer, lo que hemos dicho o lo que hemos dejado silenciado», por mucho que a veces sea «muy doloroso» enfrentarnos a nuestro pasado. En este mismo sentido, destacó que no puede haber «monopolios» del sufrimiento. Del mismo modo, Harold Good Obe subrayó la necesidad de un «diálogo honesto», siempre desde una «comprensión empática del otro», aun cuando este ejercicio de diálogo nos pueda hacer «vulnerables» porque así como damos nuestra opinión, «también tenemos que estar preparados para aceptar la opinión del contrario como una posible nuestra». «Así, tenemos que tener una concepción inclusiva de la sociedad cimentada sobre valores de justicia y con legitimidad de aspiraciones políticas diferentes a las propias». Este fundador de diferentes organizaciones de encuentro entre católicos y protestantes de Irlanda del Norte destacó también la importancia de la responsabilidad de la sociedad para con las víctimas y las personas sufrientes,

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«sin ninguna jerarquización ni uso político de su dolor, porque sólo perpetuamos el victimismo de las víctimas y de sus autores, si bien el perdón y la generosidad de las víctimas queda en el espacio privado de su libertad». «Debemos estar preparados para hacer lo impensable. Tenemos que aceptar los riesgos para conseguir un bien mayor. En Stortmont todos hemos aceptado cosas que parecía que nunca aceptaríamos», explicó. En definitiva, Good Obe reivindicó la «confianza» en uno mismo y en la otra persona, además de la «esperanza», que en su opinión es un valor «magnífico».

La mirada de Alec Reid Por su parte, el sacerdote redentorista Alec Reid, quien jugó un papel de primer orden en las negociaciones con los miembros del IRA, no quiso dejar pasar por alto su valoración respecto al proceso de paz en el País Vasco. En su opinión, el conflicto ya no está en las calles, «está camino de la mesa de negociación, y esto es muy importante». «Como el de Irlanda, tampoco el conflicto del País Vasco se puede resolver con las pistolas. Todo hay que resolverlo a través del diálogo, alrededor de una mesa como símbolo de encuentro». «No entiendo por qué los que defendían el diálogo están tardando tanto tiempo en convocar una mesa de partidos», se preguntó, aunque le pareció muy importante que las personas de Batasuna le insistieran sobre cuándo se iba a poner en marcha un espacio de reflexión mutipartita, ya que esto significa que «están dispuestos a aceptar las opiniones de todos en igualdad de condiciones». A este respecto, Alec Reid también se felicitó sobre la disposición al diálogo por parte del Gobierno espa-

ñol, «que también quiere la mesa», ya que nunca entenderá que el PP «se opusiera y se siga oponiendo a ella». De hecho, Alec Reid reconoció la gravedad de la oposición del PP respecto al proceso, ante lo cual se comprometió a «seguir rezando» para que se sumen cuanto antes a la senda del diálogo sin exclusiones. Y es que Alec Reid se mostró muy preocupado por la «falta de cultura del diálogo» tanto en la política vasca como española. «El problema va más allá de ETA. El problema de fondo es la falta de cultura del diálogo», subrayó. En este sentido, para este sacerdote redentorista, el diálogo no puede tener condiciones previas, «ni la aceptación del Derecho de Autodeterminación ni la premisa de no romper España», ya que para Alec Reid nunca se sabe cuál es la meta de un diálogo sincero, «si bien, sea el que sea, el destino siempre será democrático», para lo cual también habría que legalizar a Batasuna, «que representa a un importante sector de la sociedad vasca». En el orden de las dificultades, Alec Reid también destacó la dimensión política de algunos estamentos de la justicia, «y que metan a la gente a la cárcel con tanta facilidad porque algunas de estas decisiones están entorpeciendo el proceso de paz». Así, en esta misma dirección, se preguntó sobre qué hubiera pasado en Irlanda si hubieran encarcelado a Gerry Adams después del alto el fuego del IRA. «¿Pero qué es lo que buscan encarcelando a Arnaldo Otegi?», reflexionó en voz alta.

Los presos y el proceso El profesor de Derecho de la Universidad de Queen´s de Belfast, Kieran McEvoy, fue el encargado de analizar el papel jugado por el colec-


«Debemos estar preparados para hacer lo impensable. Tenemos que aceptar los riesgos para conseguir un bien mayor. En Stormont todos hemos aceptado cosas que parecía que nunca aceptaríamos», explicó el sacerdote metodista Good Obe.

tivo de los presos en el proceso de paz irlandés ya que esta cuestión era la parte «más difícil» porque inevitablemente resultaba demasiado «emotivo» para las miles de víctimas que había ocasionado el conflicto. Según señaló Kieran McEvoy, durante todos los años del conflicto, el Gobierno británico tuvo distintas perspectivas de tratamiento hacia los presos ya que en un primer momento los consideró como delincuentes comunes, si bien de 1969 a 1976 se pasó de 600 a 3500 presos, por lo que se vio obligado a cambiar de estrategia porque, entre otras cosas, principalmente los reclusos del IRA, se consideraban a sí mismos como «prisioneros de guerra». De hecho, sobre todo durante la década de los 80, la cárcel se convirtió en un «nuevo espacio de lucha política» que perseguía el reconocimiento del status político de los reos. De este tiempo son las «huelgas de hambre o las protestas de suciedad que llegaron a costar la vida a personas como Bobby Sands», tal y como recordó el profesor. «De aquel periodo es también la célebre frase de Margaret Tatcher que vino a decir que un delito siempre es un delito y si es un delito, no es político». En este contexto, no sería hasta 1994 cuando el IRA decretó su primera tregua durante el mandato de John Major. En aquel tiempo, Kieran McEvoy explicó que los presos del IRA que habían atentado en Londres estaban en cárceles londinenses, por lo que una de sus principales reivindicaciones era el «acercamiento de los reos a cárceles irlandesas, del mismo modo como sucede hoy en el caso de los presos de ETA». «De hecho, como no cedieron en esto, el IRA interpretó

que el Gobierno británico jamás cedería respecto a planteamientos políticos más valientes por lo que, al final, se rompió la tregua», argumentó. Así, en opinión de Kieran McEvoy, todo cambió con la llegada de Tony Blair al número 10 de Down Street. Desde el principio, el primer ministro británico se mostró dispuesto a trasladar a todos los presos a las cárceles de Irlanda con el objetivo de dar los primeros pasos del proceso de negociación. «De hecho, en los primeros momentos de las negociaciones, los prisioneros de los grupos armados protestantes tenían mayor interés en hablar sobre la cuestión de la liberación de los presos que los reos republicanos que daban más importancia a las cuestiones políticas», dijo. «En todo caso, hoy podemos decir que hubo una clara voluntad de mantener a todos los presos, de una bando u otro, dentro del proceso, ya que se sabía que sólo así éste se iba a poder culminar con éxito». Tanto es así que en los acuerdos de Viernes Santo se decidió que todos los presos serían liberados en un periodo de dos años.

La liberación de los presos Ante aquella decisión sin precedentes en Irlanda se decidió crear una Comisión de Revisión de Condenas, institución muy parecida a la creada en Sudáfrica. También en este caso los presos tenían que hacer individualmente su petición de conmutación de pena a la par que demostraban su compromiso con el proceso de paz. «Para muchos esta condición era insuficiente ya que exigían la entrega de la armas pero tanto el Gobierno británico como el resto de los agen-

tes políticos sabían, desde una visión absolutamente realista, qué es lo que podían pedir y qué no y si bien podían exigir un compromiso con el proceso, sabían que era temprano para pedir la entrega de las armas». Por todo ello, Kieran McEvoy consideró que fue muy importante que en las cárceles hubiera espacio para debatir y pensar sobre la «viabilidad o no de la lucha armada», lo cual evitó «fisuras» dentro del colectivo de presos. «Todos eran conscientes de que si no se solucionaba el problema de los presos difícilmente se iba a solucionar el proceso de paz». De hecho, tal y como reconoció Kieran McEvoy, la liberación de los presos en Irlanda respondió a una razón política dentro del proceso y no tanto a los parámetros de legalidad. Claro que era otra la visión de las víctimas ante lo que se había acordado, «aunque no todas tenían la misma opinión». «Hubo quienes no entendían cómo se podía liberar a personas que habían asesinado, pero también hubo otras que estaban dispuestas a aceptar la decisión siempre y cuando se les ayudara psicológicamente ante la liberación del terrorista porque el dolor todavía les resultaba muy cercano». Así, en total, 460 personas fueron liberadas desde la gestión de esta Comisión de Revisión de Condenas. En este sentido, Kieran McEvoy consideró que la liberación de presos en Irlanda en aras del éxito del proceso de paz fue acertada ya que «hoy podemos decir que sólo un 15% de ellos ha reincidido por delitos de tráfico de drogas o violencia doméstica, nunca por terrorismo, cuanto la proporción de reincidentes es de un 51% en el caso de los presos comunes».

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Crónica

Sudáfrica, la paz compartida

El proceso de paz desarrollado en Sudáfrica también fue analizado en el «II Congreso de Derechos Humanos». Con el objetivo de explicar algunas de las claves seguidas allí, intervinieron Roelf Meyer, Ministro de Defensa y Asuntos Constitucionales durante la transición del apartheid a la democracia en Sudáfrica y Charles Villa-Vicencio, Director Ejecutivo del Instituto para la Justicia y la Reconciliación de Sudáfrica. En el caso de Roelf Meyer, este político «blanco» participó activamente en las conversaciones preparatorias del proceso de paz y según indicó, «todos los líderes aceptaron la responsabilidad de evitar una guerra civil y, de hecho, esta es la razón más importante por la que arrancó el proceso de paz».

Elementos comunes El que fuera Ministro de Defensa y Asuntos Constitucionales durante la transición del apartheid a la democracia indicó también que hay diez elementos que permitieron la paz en su país y que considera que son «elementos comunes que pueden ayudar en la paz de cualquier conflicto político». El primero de los elementos que señaló Ro-

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elf Meyer es el de la «incondicionalidad». Tal y como explicó, que los partidos políticos no pusieran ningún tipo de condición «puede parecer polémico en el caso particular del País Vasco», pero subrayó que a Mandela nunca se le exigió que se arrepintiera de sus delitos antes de salir de la cárcel, «porque él nunca lo hubiera aceptado». Del mismo modo, aunque Mandela puso como condición el regreso «sin juicio alguno» de los exiliados, tampoco se aceptó su voluntad. En segundo lugar, Roelf Meyer destacó la «inclusividad» que permitió que todas las partes relevantes formaran parte del conflicto y de su solución. «Que hubiéramos participado todos nos permitió nuevas alianzas y apoyos para la aceptación del producto final que era la nueva Constitución». De hecho, muy relacionada con esta segunda cuestión, Meyer subrayó en tercer lugar «que todos los sudáfricanos nos pudimos sentir dueños del proceso» ya que desde esta consideración «pudimos evitar la presión que en algunos momentos se ejerció desde los extremos». El cuarto elemento que destacó el político sudafricano fue el «respeto y la confianza mutua» desde donde se pudo evitar la participa-

ción de mediadores. «Las conversaciones se materializaron cara a cara, aunque puedo asegurar que muchos de los representantes políticos no se podían aguantar entre ellos». Así, relacionándolo con este elemento, Meyer subrayó el «liderazgo personal de Mandela y Lecklerc» que en momentos muy críticos supieron «aguantar» el tipo. Roelf Meyer recordó cómo el tercer líder negro fue asesinado por un emigrante blanco pero, «pese a toda la ira que aquel atentado generó», Mandela supo, «desde su liderazgo», gestionar su muerte argumentando que los futuros acuerdos serán también la «voluntad» del asesinado. Roelf Meyer también consideró que en Sudáfrica fue muy importante que «todos se sintieran ganadores con el resultado final», ya que las personas tuvieron la voluntad de «calzarse los zapatos de la otra persona para entender qué es lo que le había pasado al otro». Además, el proceso contó con una participación social muy amplia, «necesaria» en opinión de Meyer. «Lo que se iba acordando en las conversaciones nunca quedó de puertas para adentro», vino a decir. «Los partidos políticos hicieron muchos actos públicos para explicar lo que se estaba negociando en torno


Sin el papel jugado por Nelson Mandela sería imposible concebir el proceso de paz desarrollado en Sudáfrica.

a la nueva Constitución», explicó. «En este sentido, también me gustaría destacar en noveno lugar el papel desempeñado por los medios de comunicación. Lo apoyaron. Hicieron lo posible por explicar a la sociedad qué es lo que estaba ocurriendo», manifestó. No obstante, en décimo lugar, Roelf Meyer subrayó que la clave más importante del proceso seguido en Sudáfrica y que posibilitó la paz fue el «cambio de paradigma». «Durante más de treinta años, reconocimos un paradigma que admitía como natural la dominación de los blancos sobre los negros. Sin embargo, el nuevo paradigma que acordamos reconocía el respeto a los derechos humanos individuales como la piedra angular de nuestra nueva convivencia».

Comisión de la Verdad de Sudáfrica Charles Villa-Vicencio es Director Ejecutivo del Instituto para la Justicia y la Reconciliación de Sudáfrica y sus reflexiones versaron sobre la actividad de la Comisión de la Verdad sudafricana. En un tono jocoso, «pues muchas veces el humor nos permite sobrevivir en las situaciones más dramáticas», Villa-Vicencio recordó un chiste que en Sudáfrica se contaba allá por los

La sociedad negra sudafricana sufrió en sus propias carnes las políticas de exclusión y marginalidad impuestas por la comunidad blanca denominada Apartheid.

años 80. Entonces se decía que, «antes de que la sangre se derramara por completo», en Sudáfrica tenían dos opciones, la «realista» por un lado, y la «milagrosa» por otro. La opción realista consistía en «rezar para que Dios nos mandara a todos los ángeles de la concordia». La opción milagrosa pedía que las partes se sentaran a hablar con el enemigo. «Y optamos por la milagrosa», recordó Charles Villa-Vicencio, mientras sonreía tímidamente. Para el Director Ejecutivo del Instituto para la Justicia y la Reconciliación la Comisión de la Verdad tuvo un logro importante: «En el futuro, ningún blanco, ningún negro podrá negar lo que nos ocurrió durante décadas de violencia, muerte, discriminación y dolor» puesto que, según él mismo reconoció, los logros de una Comisión de la Verdad siempre son limitados. Así, respecto a lo que no se le puede pedir a una Comisión de la Verdad, Villa-Vivencia reconoció que una institución de este tipo no puede «imponer un castigo al nivel del delito», que no puede «garantizar el arrepentimiento de los autores», ni la «reconciliación de las víctimas con los autores». De igual modo, tampoco puede «abordar toda la verdad del pasado porque hay víctimas que no pueden

contar su historia», ni tampoco puede asegurar «el final». Además, no puede «corregir el desequilibrio entre los benefactores y los explotados», ni que los «insatisfechos no puedan seguir clamando otra justicia». No obstante, si todo esto es lo que no se le puede pedir a una Comisión de la Verdad, acto seguido, Charles Villa-Vicencio subrayó todo lo que se le puede exigir. «En primer lugar -dijo- se rompe el silencio del pasado». En su opinión, hay una diferencia entre «conocer y reconocer», y el Estado «reconoció lo sucedido». Así mismo, en palabras de Villa-Vicancio, el trabajo de una Comisión de la Verdad puede «proporcionar las bases para una historia común». Es, además, «un espacio para que las víctimas hablen de sus sentimientos». Otras de las peticiones que se le puede hacer a la Comisión es la «contribución para el análisis y estudio de las causas, motivos y perspectivas que temían los agentes que actuaron en un sentido u otro». Por último, también destacó la labor de la Comisión a favor de la «memoria y la reparación», pues desde aquí se pudieron proponer «nuevos símbolos para una convivencia pacífica».

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Opinión

El recuerdo

«La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto esta en saber elegir lo que debe olvidarse» Roger Martín du Gard (1881-1958)

En el tiempo que llevo trabajando con personas en situación de duelo tras la pérdida de un ser querido, he percibido lo importante de un verbo tan sencillo como «recordar». La vorágine del día a día nos provoca en muchas ocasiones la pérdida del mismo, no nos acordamos de llamar a alguien el día de su cumpleaños, se nos olvidan papeles que necesitábamos para la reunión de hoy... y todo eso nos provoca un malestar e incluso el llegar a pensar en que tenemos algún problema de memoria. Al hablar del recuerdo en las personas con pérdidas emocionales, el tema da un giro importante. Podríamos decir incluso que el recuerdo, o el cómo esa persona lo viva nos puede servir de indicador en la elaboración del duelo. Siempre recordaré el caso de una madre que acudió a la consulta porque no era capaz de recordar la infancia de su hija fallecida hace un año y eso le provocaba mucha sensación de malestar. Incluso se percibía a sí misma como mala madre. El proceso de duelo implica necesariamente un desajuste emocional y una necesidad real de volver a reubicar la vida. Podríamos decir entonces que el recuerdo es un acompañante necesario en este proceso. Se trata de conseguir elaborar un recuerdo positivo de nuestro ser que-


Rakel Mateo Psicopedagoga especialista en procesos de duelo

rido fallecido. Sin embargo, debo reconocer que en ocasiones esto es algo complicado. Durante el proceso, dicho acompañante aparece y desaparece en nuestra mente, muchas veces sin preguntar. En la primera etapa del duelo (shock), la sensación de incredulidad de la situación no nos permite siquiera valorarlo. Suele ser tal el descontrol que nos provoca que en muchos casos ese compañero, llamado recuerdo, ni se percibe. Pasados unos días o tal vez unos meses, empezamos a ser más conscientes de la ausencia, empezamos a darnos cuenta lo que implica la palabra «nunca», nunca mas volveré a ver a mi ser querido, y es en ese momento en dónde pueden empezar a surgir los primeros problemas con el recuerdo. En muchas ocasiones surgen los miedos a no ser capaz de acordarnos de la apariencia física de un ser querido y comenzamos a llenar nuestras paredes con imágenes que no nos permitan olvidarlo, miedo a perder el sonido de su voz, o a no acordarnos de aquellas pequeñas cosas que le hacían ser él o ella, esas cosas que son las que han hecho que para cada uno de nosotros él o ella sean una persona especial. Pasados unos meses y una vez que la persona en duelo empieza a sentirse mejor, a funcionar de nuevo, suele surgir la sensación de «me he olvidado de él, creo que sentirme me-

jor está implicando el olvido y me siento mal por ello». En estos momentos, debemos tranquilizar al doliente, debemos hacer que sea consciente de que volver a vivir no implica olvidar. Muchas veces es la propia persona quien con sus miedos al olvido, lo provoca, y en el momento en el que menos se lo espera, en un momento tranquilo y sin demasiadas preocupaciones, vuelve a surgir ese recuerdo, esa imagen. Ese olor o esa voz, vuelven a aparecer en nosotros, pero esta vez con un matiz diferente. Ya no sentimos un dolor desgarrado. Nos duele la ausencia y la falta, pero sin embargo nos permite vivir. Creo que en muchas ocasiones nos equivocamos cuando pensamos que mantener nuestra mente ocupada para no recordar es lo más positivo, tanto para nosotros como para los demás. De la misma manera que nos tomamos nuestro tiempo para disfrutar, ir de paseo, ir al monte...deberíamos tomarnos nuestro tiempo para pensar. Pararnos y darnos cuenta de lo que está pasando en nuestra vida, para recordar las cosas buenas y malas de la misma. Recordar a alguien es la mejor manera de mantenerlo vivo, pero vivo en nuestra mente. No se trata de vivir para mantener el recuerdo de nuestro ser querido, ni que el recuerdo de nuestro ser querido nos impida vivir.


Munduari so

Japonia urruna Azaroaren hasieran Japonian izan nintzen udal bidaia instituzional baten bidez. Gauza eta xehetasun askok harritu ninduten. Hemen denak jartzeak luzegi joko luke, baina, hala ere, saiatuko naiz interesgarrienak adierazten.

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Xanti Begiristain Madotz Aralar alderdiko zinegotzia , Iru単eko Udala

Hasteko, esan behar da japoniarrak gurekin alderatuta, fisikoki nahiko ezberdinak direla: hankak motzagoak, belaunak elkartuagoak, ibilera desberdina, aurpegia txuriagoa, begiak estuagoak, eta abar. Dena den, oso irribarretsu agurtzen dute jendea beti, makina bat erreberentzia egiten duten bitartean, eta beren hizkuntza, guretzat oso ulergaitza bada ere, esan beharra dago niri, behintzat, arrunt entzungarria gertatu zitzaidala. Harritu ninduten beste gauza batzuk honako hauexek dira, alegia, alde batetik, gure ohiturarako hango janariak oso ezberdinak dira eta hagitz nekeza gertatzen zitzaigun jatea, baina, beste alde batetik, aitortu behar da ia-ia ez zela jende lodirik ikusten; mendebaldeko gizartearen aldean oso deigarria suertatzen zen kontu hau. Era berean ere, esan beharra dago, han ibili ginen bost-sei egunetan, Osakan, Kyoton, Naran eta Yamaguchin, inon ere ez genuela eskalerik edo behartsurik ikusi kaleetan. Gai honen gainean galdetuta, erantzun ziguten, Bigarren Mundu Gerraren ondoren, hango gizarteak ahalegin handia egin zuela eta lortua daukala, alde batetik, langabeziarik ez egotea, eta bestetik, biztanleria gehiena maila erdikoa izatea. Hemen bai-

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Munduari so

no aberats gutxiago omen daude portzentaian, eta aldi berean, dauden behartsuak zentro egokietan omen daude jasoak. Hori bai, japoniarrek ordu asko sartzen dute lanean. Kontu txar bat, ordea, emakumeena da. Orain dela denbora gutxi arte oso zapalduta bizi izan omen dira; gizonek erabat menderatuak eta zanpatuak. Azken hamarkada hauetan, dirudienez, aurrepauso galantak eman omen dituzte beren burujabetzaren alde, baina, antza denez, oraindik borrokan eta lanean jarraitu beharko dute beren eskubide eta berdintasunaren alde. Esate baterako, gaur egun oraindik, normalena omen da nekatxak ezkondu arte etxetik kanpo lanean aritzea, baina behin ezkondutakoan gehienak etxean gelditzen omen dira, bertako lanak egiteko eta haurrak hazteko. Gogotik poztu ninduen beste gauza bat da ikustea pertsona itsu eta elbarrientzat, hango gizartea askoz ere hobeki prestatuta dagoela, konparaziora, ibili ginen hiri guztietan, zebrabideetan beheragune guztiak eginak ikusi genituen, gurpil aulkientzat. Are gehiago, Yamaguchi hirian espaloiak galtzadaren altuera berean daude eginak, beraz, beheraguneak ez dira beharrezkoak. Komunak, hemengoak baino askoz ere sofistikatuagoak dira, eta bainugelak elbarri eta itsuentzat egokituak topatzea, Euskal Herrian baino askoz ere errazagoa zen. Beste alde batetik, ikusi genituen igogailu guztiek, kanpoaldean botoiak beherago zituzten, gurpildun pertsonak errazago iritsi ahal izateko, eta barruan antzeko zerbait gertatzen zen, hau da, ohiko botoiez gain, ezker eta eskuinaldean ere, aparailuaren erdialdean, beste botoi batzuk zeuden baxuago, horrela behar zituzten pertsonek errazago erabili ahal izateko, betiere, braille alfabetoan ere idatzita. Horretaz gain, Osakako aireportuan eta baita tren geltokian ere, esate baterako, eskailera mekanikoak erabili nituen gurpil aulki eta guzti, batere arazorik gabe. Hiri bereko bigarren etxeorratzik garaienera igotzeko ere, azken zatian eskailera-tresna igotzaile batean eraman ninduten, txukun-txukun. Baina, beharbada, nik inondik inora ere espero ez nuena zen, itsuentzat hainbat eta hainbat ibilbide markatuta egotea, hau da, beheraguneetan, hemen bezalaxe, zorua ÂŤbotoiÂť batzuez hornituta egoteaz gain, gainerako ibilbide garrantzitsu gehienak ere marra erliebedun batzuekin daude eginak. Ez bakarrik kanpoaldean, baizik eta baita barnealdeetan ere, adibidez, hoteletan, udaletxeetan, museoetan, kultur eta gizarte etxeetan, jatetxeetan, akuarioetan, liburutegietan, tren geltokietan, aireportuetan, merkataritza guneetan, e.a., e.a. Hori horrela, itsuek erraztasun handiagoa dute iristeko ateetara, igogailuetara, salmahaietara, eta bat eta bestera. Bizikletak edonon Beste gauza bat pozez hartu nuena izan zen ikustea zenbat erabiltzen duten bizikleta. Tresna bera ezberdina da, ez da hemen gehien ikusten dena, beste modelo bat da, alegia, baina asko eta asko erabiltzen dute;


gure gizartean baino askoz ere gehiago, inolako zalantzarik gabe. Toki ugaritan dituzte markatuak bizikleta-bideak, ia-ia espaloi guztietan. Ondoriz, bizikleta aparkalekuak ere nonahi ikusten ziren. Oso arrunta zen bizikletan ikustea zaharrak, helduak, gazteak eta baita haurrak ere. Behin baino gehiagotan ikusi nituen gurasoak bi haur eramaten bizikleta bakar batean, bat aurrean eta bestea atzean. Garraiobideei dagokienez, esan beharra dago trenak eta metroak asko erabiltzen dituztela. Hala ere, japoniarrak hainbeste pertsona direnez gero, 130 milioi baino gehiago, ibilgailu partikularra ere dezente erabiltzen dute hiri handietan, behinik behin, baina, dena dela, ezaugarri berezi batzuk dituzte, esate baterako, auto gehienak hemengoak baino txikixeagoak dira, espazioa hobeki aprobetxatzeko. Aparkalekuak, konparaziora, lur gainean ere bazeuden, baina bizpahiru solairutan, beren tresneria eta guzti, sartu eta ateratzeko. Familietan, lau pertsonako auto bakarra eros dezakete, eta, gainera, ibilgailua erostearekin batera bermatu behar dute badutela autoa aparkatzeko beren plaza. Gidatzerakoan ere, abiaduran muga gogorra dute, hots, 70 ki-

lometro orduko lastertasunetik igarotzea debekatua dute. Horrela lortzen dute zirkulazioa errazago kontrolatzea eta istripu hilgarri gutxiago gertatzea. Errepideen gaiarekin jarraituz, hainbat autobidetan ikusi genuen, ordain lekuetan, bidesaria automatikoki ordaintzen zutela, gelditu gabe, teleordainketaren bidez, alegia. Horrek ere adierazten du gure gizartean baino aurreratuagoak daudela. Osaka hirian bi aireportu dituzte, zaharra eta berria. Azkeneko hau itsasoaren gainean daukate egina, hau da, eremu hartan itsasoa hondakinez bete zuten eta horrela lortu zuten itsasoari puska janda, uhartea handitzea. Hori ere egiteko behar da lankidetza espiritua praktikan jartzea. Jakina den bezala, Japonian, besteak beste, tifoien eta lurrikaren erasoak pairatzen dituzte urtero, sarri samar, baina horri buruz ere kontatu behar da, nola edo hala, japoniarrek jakin izan dutela arazo horiei buelta ematen. Alde batetik, etxeak eta etxeorratzak material malguekin eraikitzen dituzte eta horri esker lortzen dute, lurrikarak gertatzen


Munduari so

direnean, mota guztietako kalteak txiki samarrak izatea, eta, bestetik, tifoiak iritsi baino hiru bat egun lehenago, detektatu eta biztanleei jakinarazten dizkiete, beren neurriak har ditzaten, leihoak, ateak, balkoiak, eta abar babestuz. Politika gaia pixka batean hartuta, Yamaguchiko udaletxean gauza jakingarri bat ezagutu genuen, alegia, osoko bilkuretan alor guztietako zuzendariak edo teknikariak ere egoten omen dira, alkate eta gainerako zinegotzi guztiekin batera, hemen ez bezala, saioetan zehar zalantzaren bat sortuz gero, bertan argitu ahal izateko. Niri deigarria gertatu zitzaidan eta aldi berean oso interesgarria, osoko bilkuretako eztabaidak samurtzeko, laburtzeko eta konponbideak azkarrago eskuratzeko. Azkenik, eta denbora bukatzen ari zaidanez gero, gauza bat kontatu nahi dut. Yamaguchi hiriko nafarren elkartean, Japoniako ipuin bat kontatu ziguten japonieraz eta gaztelaniaz. Ez dakienarentzat

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esanen dut, hau, besteak beste, gertatzen dela Yamaguchi eta Iru単ea senidetuta daudelako. Bukatutakoan jakinarazi ziguten dagoeneko gaztelerara itzulita dituztela ipuin hura eta beste batzuk, eta ahal bezain laster euskaraz ere jarriko dituztela, Iru単eko haur guztiek nahi duten hizkuntzan irakurri ahal izan ditzaten. A zer-nolako ezberdintasuna UPN eta CDNren politikarien eta hango japoniarren jokabidearen artean! Hemengoak, une oro, Iru単ea eta Nafarroaren euskaltasuna ezkutatzen saiatu ziren bitartean, hangoek bazuten gure euskalduntasunaren berri, eta, horren arabera, munduko normaltasunik handienarekin, ondorioz jokatzen zuten. Eskertzekoa da beren jarrera egokia. Lantxo hau pixka bat biribiltzeko esanen nuke, Japoniako gizartean ere agerian gelditzen dela noiz jokatzen den elkarrizketa erabiliz adostasunak bilateko, eta jokamolde horien bitartez zer-nolako aurrerapenak lor daitezkeen.




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