Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri
Haritu 12 octubre de 2007ko urria
CuestiĂłn de Estado Javier Ripa & Asisko Urmeneta Egin bidea bakeari, eserialdia prozesu berri baten alde Fidelidad al proyecto, desde IruĂąea Vidas rotas, crĂmenes contra mujeres
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Sumario Aurkibidea
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Haritu 12 Editorial Una consulta integradora Pies de foto Berriz ere deitzeko prest Al hilo Cuestión de Estado Ezbaian Jaime Tapia & Antonio García Martínez Alegiak Te veo pronto, Katixa En primera persona Ramón & Carmen Villalba A dos bandas Trazando la vida con tintes de humor
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Javier Ripa & Asisko Urmeneta Orratza «Egin bidea bakeari», eserialdia prozesu baten alde Opinión En torno a la pérdida, Rakel Mateo Munduari so Vidas rotas, crímenes contra mujeres
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Zuzendariak: María Lizardi eta Alvaro González - Erredakzioa: Itziar Fernandez, Garazi Landa, Ana Elvira, Paul Ríos, A.B. López de Lerena, Miguel Sarratea eta Ruth Soria. Ale honetako kolaboratzaileak: Rakel Mateo, Maite Beaskoetxea, Antonio García Martínez, Fernando González, Jaime Tapia eta Lokarriren Iruñeko Foroa. - Maketazio eta diseinua: Lokarriko diseinu taldea. Ilustrazioak: Srinavasa Ramanujan. - Azaleko argazkia: Srinavasa Ramanujan. Inprimategia: Antza (industrialdea 2. pab. - 20160 Lasarte) - Lege gordailua: SS-1142/06 - ISSN: 1134-8038 Haritu no se responsabiliza de las opiniones emitidas por sus colaboradores. Para la edición de esta revista se utilizan papeles libres de cloro. Aldizkari hau moldatzeko klororik gabeko papera erabiltzen da.
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Editorial
Una iniciativa integradora En marzo de este año Lokarri presentó una iniciativa concreta para impulsar una alternativa que pudiese desbloquear la situación en relación al proceso hacia la paz, consistente en una recogida de firmas que apoyasen la presentación de una propuesta de convocatoria de una consulta popular ante el Parlamento Vasco y el Parlamento de Navarra. El resultado de esta propuesta ha sido que más de 18.000 personas han apoyado la iniciativa mediante su firma. Más allá de este número hay que destacar otros dos datos. En primer lugar, estas 18.000 firmas representan un importante sector social que sigue dispuesto a implicarse y trabajar en favor de la paz y la normalización pese a todas las dificultades y la frustración sufrida por el fracaso del reciente proceso de paz. En segundo lugar, esta propuesta, nacida de la iniciativa social, ha tenido eco y capacidad de influencia en las decisiones políticas, concretamente, en la propuesta de “hoja de ruta” presentada por el Lehendakari Ibarretxe en el pleno del Parlamento Vasco celebrado el pasado 28 de septiembre. Dicha propuesta es una alternativa concreta para abrir un modelo de búsqueda de soluciones y desbloquear la situación basado en los principios de fin de la violencia, dialogo sin exclusiones, acuerdo y consulta. Es positivo que, en caso de bloqueo del proceso de diálogo, se plantee la posibilidad de convocar una consulta que tenga la capacidad de desbloquear la situación incorporando un doble mandato: fin de la violencia y diálogo sin exclusiones para alcanzar un acuerdo de normalización. En definitiva, se trata de una propuesta basada en contenidos integradores y que, con matices, responde a unos principios capaces de unirnos como sociedad. La propuesta de convocatoria de una consulta tiene ante si el reto de lograr el máximo consenso previo. La celebración de una consulta popular es un momento de gran importancia para el conjunto de la ciudadanía. Una consulta que se celebra para refrendar un acuerdo es
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La detención de la Mesa Nacional de Batasuna
la mejor de las opciones. En el caso de que la consulta se convoque para desbloquear el diálogo también es clave trabajar para alcanzar un consenso sobre los contenidos y condiciones para celebrar la consulta. Esta necesidad de consenso trae consigo una exigencia de afrontar todo el proceso con un espíritu constructivo y dialogante. El esfuerzo de acuerdo debe ser constante, tanto entre el Presidente Zapatero y el Lehendakari Ibarretxe, para que hagan posible un primer acuerdo entre las instituciones que ambos representan, como entre todos los partidos políticos, para que inicien un proceso de diálogo que haga posible un acuerdo de normalización que pueda ser refrendado en una consulta. Todo ello sin olvidar que la participación ciudadana es un requisito indispensable. No se deben cometer los mismos errores que en el reciente proceso de paz, y sin participación social la propuesta de diálogo, acuerdo y consulta, es deficitaria. El camino a recorrer hasta que la consulta popular para refrendar un acuerdo pueda ser convocada está lleno de obstáculos y dificultades. El primero de ellos es la persistencia de la violencia de ETA que, siendo inútil y generadora de sufrimiento, tiene la capacidad de distorsionar este debate. Por otro lado, y rememorando estrategias del pasado, habrá sectores que se instalarán en la política del "no". La crítica a la propuesta de convocatoria de una consulta integradora es legítima, al igual que es legítimo plantearla. Lo que no es legítimo es negarse a dialogar o rechazarla con declaraciones altisonantes vacías de contenido. Es exigible que la crítica a la iniciativa se acompañe con propuestas concretas para avanzar.
En este contexto el juez Garzón ha ordenado la detención de la Mesa Nacional de Batasuna. Más allá del rechazo a esta actuación judicial, ya que conlleva un recorte de derechos y libertades democráticas básicas, es conveniente plantear varias consideraciones. La primera de ellas se refiere al momento en el que se ha ordenado esta actuación, por qué ahora sí y antes no. Se puede extraer la conclusión de que el Poder Judicial se utiliza con fines políticos y que se pretende dar una respuesta a ETA recuperando la estrategia del “todo vale”, rememorando las herramientas empleadas en la etapa del gobierno de Aznar. Otra cuestión surge al relacionar esta actuación con el objetivo de alcanzar un acuerdo transversal. No casa muy bien que Zapatero apueste públicamente por un acuerdo en el que quepamos todos y al mismo tiempo se deje a una parte importante de nuestra sociedad sin su máxima representación. Finalmente, es razonable pensar que detrás de las detenciones se halla un deseo de torpedear el proceso hacia la consulta ya que se dificulta el trabajo por alcanzar un consenso amplio al recuperar políticas de exclusión. La respuesta a ETA tiene que basarse en unos principios de radicalidad democrática, en el respeto escrupuloso a los derechos y libertades básicos, en la apuesta por diálogo, en el esfuerzo por lograr un acuerdo plural y en el respeto a la voluntad popular mediante la convocatoria de una consulta. Estas ideas nos unen como sociedad y no son aceptables los atajos. Es el momento de que la ciudadanía pueda pronunciarse democráticamente sobre estas cuestiones a través de una consulta en la que se refleje de manera directa y nítida la voluntad de la sociedad vasca de articular su convivencia sin ningún tipo de exclusión.
Pies de foto
Berriz ere deitzeko prest Nos vuelven a llamar 1979/6/1, Gasteiz Dei bat izan zen. Dei bateratua. Askoren artekoa. Hitzartua. Zazpi alderdi politiko ados. Lortzeko zaila gaur egun bakoitzak bereari eta inoiz ez ondokoari kasu egiten dion bitartean. Mahi beraren inguruan bildu ziren guri, herritarrei, hitza eskatzeko. Gernikako Estatutuaz gure ustea jakiteko ordukoan. Gizarte honen benetako parte garela adieraziz. Askotarikoak pairatu ditugu harrezkero, latzak ugari. Biolentziaren zama bizkarretik aldendu gabe. XXI. mende honetan ere gure hitza entzun dadin nahi dut. Herritarrona.
Miguel Sarratea Hay precedentes. Esta imagen nos retrotrae a la memoria un llamamiento a la participación ciudadana. Representantes de siete partidos políticos de Euskal Herria en torno a la misma mesa reclamando conjuntamente la participación de los ciudadanos en la ratificación del Estatuto de Gernika en Mendizorrotza. Unidas sus fuerzas y con un texto acordado bajo el brazo cara a un referéndum. Fue recién se había estrenado «Doña Constitución», en su primer paseo por la calle. Casi tres décadas después, vuelven a izarse las banderas de la esperanza. Nuestras banderas, las de los ciudadanos, las de nuestra voz. Espero despertarme mañana y ver que nadie las ha arriado. Ruth Soria
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Al hilo
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A. B. López de Lerena Texto
Cuestión
de Estado En los últimos meses, la actualidad política ha salido de su modorra veraniega sobresaltada y agitada por los debates abiertos en torno a la vigencia de la monarquía y la unidad de España. No es de esperar un inminente advenimiento de la tercera República, ni una desmembración a la yugoslava, pero en un Estado acostumbrado a hacer dramáticos casi todos sus debates políticos, las consultas ciudadanas anunciadas en Euskadi y Cataluña y las críticas vertidas contra la monarquía han hecho saltar todas las alarmas. Alguien dijo alguna vez que las crisis son en realidad oportunidades disfrazadas, o al menos momentos oportunos para reflexionar. ¿Será éste el caso, o seguiremos representando el drama?
Todo empezó con una broma. A mediados del verano, la revista satírica «El Jueves» publicó un número en cuya portada se criticaba el «cheque-bebé» que acababa de proponer el presidente Zapatero mediante una caricatura de los príncipes de Asturias haciendo el amor. «¿Te das cuenta? Si te quedas preñada, esto va a ser lo más parecido a trabajar que voy a haber hecho en mi vida», le decía Felipe a Letizia. Después, la Audiencia Nacional intervino y mando secuestrar todos los ejemplares y la bola de nieve comenzó a crecer y llegarían las fotos quemadas, las graves imputaciones legales y la profusión de jóve-
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Al hilo
Ibarretxe ha especificado claramante que la consulta del año que viene no será un referéndum en el que se plantee necesariamente la posibilidad de que Euskadi se independice
nes manifestantes al grito de «Juan Carlos, acelera, que llega la Tercera». Al mismo tiempo, la consulta que el Gobierno Vasco ya había acordado realizar cuando se constituyó hace dos años iba tomando cuerpo, y un día el lehendakari le puso fecha: el 25 de octubre, dentro de un año. «Es el mayor ataque contra la democracia desde el intento de golpe de Estado del 23-F», dijo desde el PP Angel Acebes. «Debéis orar por el Rey, que tantas injurias está recibiendo», dijo el cardenal Antonio Cañizares. Un debate televisivo dedicó hace poco su madrugada a analizar la siguiente cuestión: «¿Se rompe España; sí o no?». Después de dos horas descosiendo tan dramática cuestión entre vídeos de fotos ardiendo y desaforados gritando, casi el 70% de las personas que estaban viendo ese canal a esas horas votó que sí; que era el fin de España tal y como hoy en día la conocemos. Pero, ¿de verdad lo es?; y si lo fuera, ¿debería convertirse el debate en drama traumático? Después del esfuerzo hecho durante la transición, España ha estado mirando hacia otro lado y ha eludido debatir sobre estas dos cuestiones tan sustanciales en la estructura del Estado. Parece conforme con cómo quedó todo «atado y bien atado» en lo fundamental. A partir de ahí, cada planteamiento de cambio ha sido considerado una amenaza, hasta el punto de que el paso de «regiones» a «comunidades autónomas» fue contestado por los sectores más reaccionarios con un nuevo intento de alzamiento militar que no cuajó, pero que dejó claro cuál era el margen de maniobra que se dejaba a la acción política, y que terminó legitimando a ojos de una gran mayoría la figura de Juan Carlos como Jefe del Estado por la percepción que se tuvo de su actuación durante las críticas horas de aquel 23-F.
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En realidad, la monarquía parlamentaria por la que se rige el Estado no está siendo discutida, ni se plantea la secesión inminente del País Vasco. Es cierto que hubo una propuesta de Esquerra Republicana de Catalunya para despojar al Rey de su condición de Jefe de las Fuerzas Armadas, pero también que fue rotundamente rechazada por la Cámara. También es cierto que Federico Jiménez Losantos ha emprendido una campaña contra Juan Carlos pidiéndole incluso «que abdique» en favor de su hijo, porque le considera débil ante las amenazas nacionalistas que él ve cernirse sobre el Estado, pero también lo es que la Conferencia Episcopal, dueña de la cadena en la que trabaja, le ha desautorizado. De hecho, según un barómetro elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hace ahora un año muestra que el 75% de los ciudadanos comparten la idea de que «la figura del Rey es para los españoles una garantía de orden y estabilidad» y casi un 90% reconoce que Juan Carlos «ha sabido ganarse la simpatía y el afecto» de sus súbditos. Del mismo modo, Ibarretxe ha especificado claramente que la consulta del año que viene no será un referéndum de autodeterminación en el que se plantee necesariamente la posibilidad de que Euskadi se independice. Pero ese no es el problema. El problema parece ser que se plantee el debate en sí en torno a lo que se consideran cuestiones de Estado. La tirita y la herida La máxima institucional parece seguir la lógica de ponerse la tirita antes de tener la herida; es decir, montar un follón terrible, para que no pueda ni siquiera plantearse el debate en términos sosegados y democráticos.
España por bandera
Lo último ha sido el himno. Al la, la, la, la de toda la vida, le va a sustituir en breve una letra que están terminando de perfilar entre la Sociedad General de Autores y el Comité Olímpico español. Se acabó eso de envidiar cómo los franceses o los estadounidenses se dejan las gargantas cantando emocionados las excelencias de su patria. Los españoles no quieren ser menos y el Congreso está manos a la obra. Pero esto último del himno -al que por cierto ya le pusieron en tiempos de Franco aquella letra de «Arriba, España, alzad los brazos hijos del pueblo español…»- es sólo el más reciente síntoma de una recuperación de la españolidad de España a través de sus símbolos en la que parecen embarcados tanto el PP como el PSOE. El PP lleva la delantera en este campo y levanta esta bandera como propia, ante un PSOE que trata de presentar como tibio en su defensa de las esen-
cias españolas. De hecho, ante lo que entienden como una «ofensiva nacionalista» que se está produciendo, los populares han decidido sacar una nueva campaña casi preelectoral. En los carteles se ve a dos jóvenes pintando la bandera rojigualda en una pared, y se puede leer: «Nuestra casa, nuestra gente, nuestra nación. Somos España». Y es que la recuperación de la enseña española también es parte de este fenómeno. Así, el PP ha amenazado con querellas contra los ayuntamientos e instituciones en las que esta bandera no ondee en un lugar privilegiado y visible. Ante esta escalada de los símbolos patrióticos, el Gabinete Zapatero ha intentado reafirmar su españolidad institucional tomando la decisión de que todas las campañas sean firmadas como «Gobierno de España», y no con el nombre del ministerio que correspondiera, como se hacía hasta ahora.
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Al hilo
«Hubiera sido milagroso que en 1978 hubiéramos elaborado una Constitución perfecta y armada en todas sus formas (...) Es preciso hacer una reforma pausada y mesuradamente» Francisco Rubio Llorente, presidente del Consejo de Estado
reforma pausada y mesuradamente» de la Carta Magna. «Hubiera sido milagroso que en 1978 hubiéramos elaborado una Constitución perfecta y armada en todas sus formas. Hicimos la Constitución que se podía hacer, pero es que, además, la propia Carta Magna ha ido conformando una realidad que aconseja la reforma», apostillaba el
Después del Pleno del Parlamento Vasco en el que el lehendakari puso fecha a la consulta, el presidente español, Jose Luis Rodríguez Zapatero, respondió al lehendakari que se reuniría con él y que discutirían la propuesta. Ibarretxe se mostró satisfecho por esta actitud y subrayó que su intención es lograr un acuerdo que presentar a la ciudadanía; algo para lo que es vital fortalecer ese diálogo. Hasta ahí, dos posiciones enfrentadas, pero dispuestas a hablar tranquilamente para hacer política. Sin embargo, en medio se han introducido todo tipo de interferencias. Acebes ha pedido que se retome la iniciativa del Gobierno Aznar que pretendía castigar con la cárcel a quien convocara consultas democráticas; colectivos como Manos Limpias han intentado ya presentar denuncias contra Ibarretxe y Carod Rovira; desde el propio Gobierno español se ha tildado al lehendakari de «iluminado» y a su planteamiento de «desvarío», y desde el PSOE, uno de sus barones más importantes, José Bono, ha llegado a decir que la consulta no se celebrará porque lo impedirá la Constitución, y si no, «la Policía». El pasado 30 de septiembre visitó Deusto el presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente. Allí, este hombre que ha vivido toda la restauración democrática en primera fila y que incluso fue secretario general de las Cortes y asesor jurídico en la elaboración de la Constitución de 1978, aseguró que «es preciso hacer una
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experto jurista. Sin embargo, cada paso que supone una mínima alteración de este texto legal se plantea como si se tratase de abrir la caja de Pandora; como si se tuviese miedo al debate que reside en el fondo de estas cuestiones. Y eso hace que ya haya un montón de reformas paralizadas esperando a que un día los responsables de los dos grandes partidos del Estado, PP y PSOE, se pongan de acuerdo para remangarse las camisas y abrir de una vez el melón, porque esa parálisis, ese candado que impermeabiliza al ordenamiento legal del paso del tiempo y de los cambios sociales, es uno de los factores que más favorecen la creación de un clima de anormalidad democrática en el Estado. Sólo hay que mirar lo que ha sucedido en Cataluña,
El bipartidsmo y la «amenaza» electoral En un sistema electoral como el español, los dos grandes partidos se marcan muy de cerca. Cada uno tiene siempre un ojo puesto en lo que hace el otro, para ocupar los espacios políticos que pueda dejar libres en una lucha táctica sin fin. Por eso se alternan cada cierto tiempo, y por eso en contadas ocasiones cuentan con mayorías absolutas cuando alcanzan el palacio de La Moncloa.
donde los ciudadanos han visto «cepillado» el Estatuto que más del 90% de su parlamento aprobó porque algunos aspectos fueron declarados «anticonstitucionales». «Habría sido mejor empezar por la reforma de la Constitución, antes que por la de los estatutos», lamentaba el propio Rubio Llorente. Y es que las leyes no deberían ser barrotes para la evolución de las sociedades, sino herramientas para que cada una se ordene de la forma que mayor apoyo social tenga en cada momento. Sin embargo, sigue siendo habitual escuchar a muchos políticos decir que «la democracia consiste en respetar las leyes»; un rotundo argumento tras el que quedan encerradas las iniciativas planteadas por el Parlamento Vasco, por la Generalitat, e incluso por la Casa Real, que tendrá que lograr que se abra la cancela constitucional si quiere que la infanta Leonor pueda reinar. Ahora el debate está abierto. Aunque se trate más bien de el debate sobre los debates, tras toda esta espiral de declaraciones enfrentadas y aparente crispación, se podría descubrir una ocasión inmejorable para analizar cómo se plantean los debates en este Estado y si ésa es una forma constructiva de hacerlo. La democracia vive de este tipo de reflexiones; de repensarse constantemente y estar lo más pegada posible a ese pueblo del que emana. Si no, se resiente. Y esa capacidad de disfrutar de la normalidad en los debates democráticos sí que debería ser, a día de hoy, una verdadera cuestión de Estado.
Sus discursos, en los asuntos que son susceptibles de ser cuestión de Estado, son muy parecidos, pero puede que esto no se perciba así y, hoy en día, eso puede un problema para los partidos a sólo un año para las elecciones generales. Recientemente, el ex vicepresidente del gobierno Alfonso Guerra afirmó que «los huecos que se han abierto en torno a la cuestión nacional hacen peligrar la continuidad del PSOE en el poder». Ni más, ni menos. El PSOE no quiere parecer débil o tibio para que el PP no le coma la tostada. Pero, a pesar de lo parecidos que son los dos discursos, uno y otro tratarán de hacer mella en el electorado, criticando la forma de plantearlo que tiene el adversario político. El PSOE ya ha afirmado que los populares «no saben qué es España». «Todos somos España», pero con sus actitudes, parece que el PP añora «un centralismo trasnochado». Esta es la respuesta que el PSOE dio a través de su secretario de Organización, José Blanco. Pero el PP no se arredra y un día después, el presidente del partido ligaba tanto las manifestaciones antimonárquicas de Cataluña, como la consulta anunciada por el lehendakari, con la «irresponsabilidad» que ha su juicio ha mostrado Zapatero en materia de España. «Al final todo esto es la consecuencia del desgobierno que hemos vivido en los últimos años los españoles. A mí me gustaría que pudiéramos hablar del papel de España en el mundo, de la economía, de los salarios y de las hipotecas, pero, desgraciadamente, en tres años hemos puesto todo patas arriba. (…) La tibieza del presidente transmite una sensación de debilidad que hace que luego haya otros que se crecen», zanjó. Así las cosas, parece claro que tenemos debate sobre España para rato. Por lo menos, hasta que pase la tormenta electoral. Pero, a pesar de lo que parezca por el tono del enfrentamiento, más allá de las estrategias partidistas y electorales, ninguno de los dos tendrá apenas margen de maniobra para hacer un discurso sobre las cuestiones de Estado distinto del de su adversario. Si quieren ganar las elecciones, claro.
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Ezbaian
Un repaso El pasado 17 de septiembre tuvo lugar la ceremonia de inauguración oficial del Año Judicial en el Palacio de las Salesas, sede del Tribunal Supremo. La apertura del nuevo curso en los juzgados estuvo marcada por la controversia generada en torno al bloqueo de la renovación del máximo órgano de gobierno de la judicatura española, el Consejo General del Poder Judicial, hasta el punto de que el acto estuvo a punto de ser boicoteado por partidos políticos y asociaciones de jueces y magistrados disconformes con esta situación causada por la falta de acuerdo entre los partidos. ¿Cómo se encuentra la Justicia española?; ¿está politizada?; ¿qué se puede hacer para mejorarla? Los portavoces de las dos asociaciones de juristas mayoritarias en el Estado analizan éstas y otras cuestiones relativas al actual estado de la justicia.
Son muchos y diferentes los retos y los problemas que deben abordarse en el ámbito de la Justicia en España (o si se quiere, que elija el lector, el Estado español). Así, citando los principales sin ningún orden jerárquico, podríamos señalar la efectiva aplicación de Jaime Tapia la reforma de la oficina judicial, aprobada en el año Portavoz de la 2003, todavía no ejecutada, que permitirá acomodar Asociación Jueces aquélla a las necesidades del siglo XXI y ofrecer tampara la Democracia bién un servicio público más eficaz a los ciudadanos; las dilaciones en la resolución de los casos, específicamente en ciertos juzgados y tribunales; la falta de medios materiales y personales; la acomodación del Poder Judicial al denominado Estado de las Autonomías, y en tal sentido se han producido reformas en algunos Estatutos de Autonomía que introducen organismos nuevos como los Consejos Autonómicos del Poder Judicial o que dotan de mayores competencias a los Tribunales Superiores de Justicia que se habrán de implementar, y, en otro plano diferente, pero también relevante, la politización de la Justicia y judicialización de la Política. En la Judicatura y en general en la Justicia española el problema actual más acuciante, no obstante, es la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Este órgano constitucional, como es sabido, desarrolla un importante papel en el gobierno de la Justicia, junto con el Ministerio de Justicia y las Comunidades Autónomas, como el País Vasco, que tienen competencias en este campo. El pasado 7 de noviembre de 2006 finalizó el mandato del actual Consejo General del Poder Judicial. Han transcurrido ya casi 11 meses desde que Congreso y Senado debieron renovar aquel órgano constitucional, sin que tal eventualidad haya tenido lugar, porque los Grupos Parlamentarios, especialmente el Partido Popular, han faltado a su responsabilidad institucional. A lo largo de este período, se ha ido deteriorando el gobierno del Poder Judicial, tanto por la dinámica errática en que ha entrado en el ejercicio de sus funciones, con paralización del desempeño de algunas de sus competencias, con repercusión en el conjunto del funcionamiento del Poder Judicial, como por la falta de solución a problemas candentes que repercuten en el adecuado ejercicio de la función jurisdiccional, y la ausencia de proyectos futuros, connatural a esa situación de interinidad en la que se encuentra. De la misma manera, esto ha tenido su influencia en el propio servicio público que se proporciona a los ciudadanos. Jueces para la Democracia ha pedido insistentemente que se produzca tal renovación. Al hilo de ésta, se ha planteado un debate sobre la reforma de este órgano constitucional, y, sin desdeñar la conveniencia del mismo, abarcando aspectos que incluso podrían suponer una reforma de la Constitución (como el número
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de Vocales), estimamos que es oportunista e interesado que se haya suscitado en este preciso momento. El actual modelo de elección de Vocales, en el que interviene la Carrera Judicial, es fruto de un pacto de Estado entre los dos principales partidos políticos, y de igual manera que el Consejo General en funciones refleja en su composición la mayoría parlamentaria de las Cortes en el momento de su elección, en esta renovación se deben tener en cuenta la mayoría política-social actual, recogiéndose también la pluralidad asociativa. El Consejo General es un órgano político, porque, aunque esté formado por 12 jueces o Magistrados (aparte de 8 personas de diferentes profesiones jurídica), gestiona intereses generales o públicos y no sólo los de la propia Carrera Judicial, y de ahí que estimemos que su nombramiento debe ser realizado por las Cortes Generales, que representan la soberanía popular. Esta última reflexión nos lleva a otro tema importante que es el relativo a si la Justicia y la Judicatura están politizadas. En términos generales, debemos afirmar con rotundidad que los Jueces en España actúan con total independencia e imparcialidad y nuestro sistema jurídico- constitucional garantiza la independencia y la imparcialidad incluso en mayor medida que la media de los países de la Unión Europea. Sin embargo, en los últimos años se ha producido una imprudente judicialización de los asuntos políticos, sometiéndose a los tribunales ordinarios temas que deberían haber quedado dentro de los límites de la contienda política. Resulta preocupante en tal sentido el intento de utilizar a los tribunales del orden jurisdiccional penal para tales fines políticos- partidarios, de modo que, cuando no se consigue por las vías legítimas aquello que se pretende o bien se quiere obtener una repercusión mediática relevante, se acude a tales órganos judiciales, en busca de una resolución judicial que se pueda invocar en apoyo de sus intereses. Todo ello provoca que la crispación política se traslade de la plaza pública o del Parlamento a la Administración de Justicia, que se ve constantemente deslegitimada por unos y otros actores públicos, en la medida que no obtienen aquello que esperaba de aquélla. Igualmente, hasta hace pocas fechas Jueces y Fiscales eran conscientes de ese intento de manipulación de la Justicia y rechazaban inmediatamente pretensiones que fueran en la línea de lo que hemos descrito. Sin embargo, últimamente, eso sí en casos muy excepcionales, constatamos la existencia de actuaciones en el curso de los procedimientos judiciales que no se pueden entender sino desde una determinada posición ideológica- partidista, puesto que se alejan de una interpretación y aplicación razonable de ese Derecho Penal (procesal o sustantivo), según las pautas exegéticas que han establecido el Tribunal Supremo o el Tribunal Constitucional. Sin duda que la solución de todos estos problemas descritos, para lo que hace falta voluntad política y recursos financieros, ayudará a que se ofrezca un mejor servicio a los ciudadanos y a que éstos confíen más en la Administración de Justicia, que tutela sus derechos e intereses.
a la Justicia Nadie cuestiona o discute que el sistema judicial español adolece de deficiencias y resulta, por consiguiente, perfectible y mejorable. Las diferencias surgen a la hora de concretar o identificar los problemas por los que atraviesa y el tratamiento que cabría instaurar para ponerles remedio. Para la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) constituyen problemas destacables: (a) la escasa valoración que el funcionamiento del sistema judicial merece en muy amplios sectores de la sociedad española; (b) el riesgo de fragmentación y desvertebración de su unidad que provocan las aspiraciones soberanistas de algunas Comunidades Autónomas y el deseo de equiparación expresado por casi todas las demás, unido a la frivolidad en el tratamiento de cuestiones que afectan a lo más sensible de la estructura del Estado, como su organización territorial e institucional; (c) la progresiva disfuncionalidad e ineficiencia del modelo de Justicia penal, a consecuencia, entre otras razones no menos importantes, de la vetustez de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y (d) el riesgo de desprofesionalización y debilitamiento del rigor en la selección y formación del Juez que genera el empeño, animado incluso por un sector minoritario de la propia judicatura, en eliminar el obstáculo que, para cualquier proyecto extremista, representa una Justicia profesional, técnica, sometida al ordenamiento, con servidores seleccionados mediante un riguroso sistema de oposición, que, complementado por un periodo de prácticas en la Escuela Judicial, se inspira en las ideas de mérito y capacidad. Esa realidad, sustantiva o de valoración, hace necesaria una política de potenciación de la credibilidad y confianza de los ciudadanos en el sistema judicial. Se trata de modernizar su actual estructura, pero, también, y muy principalmente, de neutralizar el tinte de politización que con tanta reiteración se le atribuye. El retorno al sistema original de elección por los Jueces de los doce vocales de procedencia judicial del Consejo General del Poder Judicial (lo que privaría de fundamento a la imputación, tan inexacta como repetida en los medios de comunicación y en amplios sectores de la sociedad española, de que los Jueces y Magistrados discrecionalmente nombrados por dicho órgano de gobierno lo son, en definitiva, por quienes designaron a los respectivos vocales); el consiguiente establecimiento de un sistema de renovación automática de los doce vocales de procedencia judicial, que, una vez agotado su mandato de cinco años, serían inmediatamente sustituidos por los doce que para el periodo siguiente eligieran los Jueces (lo que posibilitaría una renovación parcial y a tiempo del Consejo y convertiría en normal y totalmente tolerable el retraso a que pudiera verse sometida la renovación de los demás vocales por parte del Congreso y el Senado); la incorporación de los Secretarios judiciales al ámbito de gobierno del Poder Judicial ejercido por el Consejo General (lo que reforzaría la estructura del Poder Judicial; contribuiría a reforzar la independencia de los Jueces; potenciaría la actuación leal y cooperativa; permitiría abordar mejor el aumento de sus competencias, y reforzaría la coherencia del sistema), y la supresión del vigente sistema de provisión de una de cada tres plazas de las Salas de lo Civil y de lo Penal de los Tribunales Superiores de Justicia, a propuesta del Consejo General del Poder Judicial, previa terna presentada por la Asamblea legislativa de la correspondiente Comunidad Autónoma (lo que favorecería la imagen de independencia de la referida Sala del Tribunal, que, al fin, debe enjuiciar las conductas de integrantes de los órganos que han de contribuir, con especial influencia, a designar a sus miembros), constituyen medidas que reforzarían a los ojos de los ciudadanos la imagen de independencia y ayudarían a po-
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ner fin a esa supuesta vinculación de lo judicial a lo político tan negativa para el Poder Judicial y, por repercusión, al afectar a uno de sus principales pilares, para la estructura democrática del Estado . De igual manera se hace necesario perseverar y, en lo menester, profundizar en el modelo constitucional de Poder Judicial, como poder del Estado único, independiente y profesional, al servicio de todos los ciudadanos. Las reformas han de favorecer la vertebración de un sistema judicial racional a la vista de la estructura de nuestra organización territorial, sin superar los límites que señala la Constitución de 1978, que sea homologable en todo el territorio nacional, a fin de garantizar la eficacia y la igualdad en la aplicación de la ley. La reforma debería contemplar la ampliación de las atribuciones reconocidas a los órganos judiciales con competencia territorial en toda la nación (Tribunal Supremo y Audiencia Nacional). Y, también, la mejora en la regulación de los recursos de casación, que, por su función de tutela del ordenamiento y, a la vez, unificadora de su interpretación y aplicación, contribuyen más eficazmente a dotar a la sociedad de cohesión y seguridad jurídica, en el sentido de previsibilidad razonable del resultado de los procesos, así como a mantener la unidad Antonio García Martínez del mercado interno. Y también es preciso crear una estructura que posibilite el Portavoz de APM incremento cuantitativo y cualitativo de la eficacia del siste- (Asociación Profema judicial, introduciendo instrumentos que, respetuosos con sional de la Magislos derechos individuales, a la vez que garantizan al ciudada- tratura) no la prestación de tutela por un Juez profesional e independiente, doten a éste de la responsable colaboración de otros técnicos, cuyo papel en el proceso y en actividades previas al mismo conviene revisar. La implantación generalizada en todas las jurisdicciones del modelo de Justicia acelerada (los denominados en penal juicios rápidos), sobre todo cuando se trata de materias que no admiten demora o cuya litigiosidad está carente de complejidad; la potenciación de las alternativas al proceso como la mediación y el arbitraje; la instauración de instrumentos que permitan depurar el sistema de casos manifiestamente improcedentes o repetitivos, y la agilización de los sistemas de notificación, comunicación y auxilio, favorecerían la rapidez y contribuirían a paliar la demora en la resolución de los procesos. La concreción y potenciación de las funciones procesales de los Secretarios judiciales y el afianzamiento de las competencias que ostentan como directores de la oficina judicial y responsables inmediatos del personal, reforzaría su papel y fortalecería al órgano judicial al dotarlo de una colaboración técnica y eficiente. El establecimiento de mecanismos que permitan acelerar la instrucción, con posibilidad, incluso, de que la misma quede, como regla general, sometida a plazo; la elaboración de una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal; la implantación efectiva de la segunda instancia penal, y la posible introducción de mecanismos que permitan el control y la prevención del riesgo que entraña la puesta en libertad de delincuentes incorregibles, especialmente peligrosos, y con pronóstico elevado de reincidencia (violadores, maltratadotes, etc.), una vez cumplida la pena, fortalecerían la funcionalidad y eficiencia de la Justicia penal y reforzarían su papel, respeto y credibilidad frente a la ciudadanía. Finalmente, el mantenimiento del sistema de oposición pública y libre, verdaderamente selectiva, con posterior curso de formación teórico práctico en la Escuela Judicial; la profundización en el principio de especialización de los Jueces, en todos los órdenes jurisdiccionales; la exigencia, para ser Magistrado del Tribunal Supremo, de no menos de veinte años en la carrera y quince en la categoría de Magistrado, y la supresión de la justicia interina e introducción, en su lugar, de la figura del Juez de carrera, adscrito y disponible, servirían para garantizar la independencia y profesionalidad de los Jueces y la prestación a los ciudadanos de una Justicia de calidad. 15
Alegiak
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Maite Beaskoetxea Escritora Ramanujan Dibujos
Consulta del dr. R. Jauregia García Ginecología y obstetricia
Consulta, consulta, mmm, consulta… Puestos a hacer un listado de las palabras que más han reinado en el último medio año en mi vocabulario, sin duda alguna, la reina madre más productiva de la colmena sería la Señora Consulta. Casi omnipresente desde que el doctor Jauregia me confirmara lo que tanto para mí como para su padre era bastante más que una sospecha, que Katixa comenzaba a tomar cuerpo dentro de mis entrañas. La línea rosa púrpura del Predictor se había adelantado a darnos la noticia de mi nuevo estado pocos minutos despúes que comprara el test en la farmacia de la esquina de nuestra casa, la que compartimos Ioseba y yo. Esta vez el rubor facial no se apoderó de mi cuando tuve que articular las palabras para pedírselo a Rosa, la farmacéutica. Claro, el tiempo no pasa en balde. Echo la vista atrás y han transcurrido más de quince años desde que en el intervalo de tres meses acudiera por partida doble a Rosa, atrapada por el pánico, en busca de una prueba que, por favor, no confirmara lo que me temía. Tímido rubor la primera vez que se lo pedí. Vergüenza turbadora la segunda. En fin, eran otros tiempos, otras edades. Noches adolescentes de diversión y desenfreno sexual, incosciente desenfreno. Noches de kalimotxo y txurrumuski. Tras el experimento casero, el doctor Jauregia fue quien con carácter definitivo concluyó que esta niña de quien ansío cada vez con más
nerviosismo ver su pequeño rostro por primera vez, como toda futura madre supongo, se aventuraba a emprender un camino cobijada por el calor y la esperanza de un vientre que día a día he visto, y sobre todo sentido, cómo se ha ido transformando hasta adquirir una forma tan redonda y voluptuosa que me ha obligado a despedirme del metro. El autobús urbano es más servicial con la triponas. Así que, últimamente me he hecho su amiga. No sé si será una amistad que dure a lo largo del tiempo. Hasta que mi cuerpo vuelva a sus medidas acostumbradas sí, al menos. Hasta que las prisas, los empujones, el tumulto del metro no impidan que esta oronda barriga circule con comodidad. Sin riesgos. Cuatro viajes diarios en autobús urbano, disfrutando del lavado de cara, del embellecimiento, que han regalado a esta mi Bilbo, mi ciudad. La de todos los bilbainos. La grandiosa y monumental. En apenas tres lustros el humo contaminante de nuestra urbe se ha esfumado para dar paso a una ciudad moderna y vanguardista. Dos idas y dos venidas gozando de las vistas que me ofrecen la ría, esa maravilla arquitectónica de titanio que es el Guggenheim, de ese paisaje abierto, expandido, que es aprovechado cada día por mis miles de vecinos como lugar de ocio y deporte... Un paisaje que distrae gratamente mi trayecto al trabajo, a «la mina». Cada día, y sobre todo estas últimas semanas con fatiga y debilidad, tengo que esforzarme más para poder subir las escaleras hacia la oficina. Y no son muchos peldaños. Los conté la primera vez que acudí al despacho a someterme a una de esas terroríficas entrevistas de trabajo en la que te sientes la diana de todo ávido lanzador de dardos. 50 peldaños. Contarlos me sirvió para apaciguar mis nervios durante ¿45 segundos? Justo el tiempo que necesitaba para subir las escaleras hasta que esta panza que me antecede decidiera empezar a asomarse haciendo gala de su redondez. Ahora sí que me gustaría montarme en el ascensor, tan excluído siempre por mí, para subir y para bajar, para no tener que hacer una parada de descanso cada cuatro peldaños superados.
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Alegiak
Pero la lucha por el normal funcionamiento del «elevador de personas» del edificio donde trabajo es una batalla desesperante. Casi la doy por perdida. Una consulta sería suficiente, lo mínimo que pido, como puerta a un ¿posible camino de diálogo? Al menos ejercer el derecho a poder consultar, al administrador del edificio claro. Pese a que sea una consulta sin carácter vinculante. Preguntarle. Sólo eso. Para poder saber. A menudo es su invisibilidad la que me lo impide. Pocas veces lo vemos. Y cuando se hace visible, nuestras consultas, las de los vecinos, le producen una tan repentina y aguda sordera que nunca puede practicar el ejercicio de la escucha. No tenemos opción a que nos atienda, aunque figure entre nuestros derechos como vecinos. El doctor Jauregia sí me atenderá. Y espero que en breve. Soy la última panzona que queda en la sala de espera. Durante todo el embarazo Jauregia ha atendido todas mis consultas, que no han sido pocas: ¿cuáles son los exámenes de laboratorio que debo realizar?, ¿qué dieta puedo seguir?, ¿puedo comer embutidos y chocolate?, ¿en qué cantidad?, si mi Katixa se encuentra de nalgas al final del embarazo, ¿puede hacerse algo para darle vuelta?, ¿qué pasa con las tinturas para el pelo; hacen daño al feto?, ¿la televisión, el horno microondas, las pantallas computadoras pueden ser perjudiciales?, ¿tiene la absoluta seguridad de que la epidural me hará su efecto y no romperé el tímpano a Ioseba con mis ayes de dolor y sufrimiento?... Estas y otras muchas han conformado el «breve» cuestinario de mis visitas a la consulta del doctor Jauregia. Es que... un embarazo es una cosa muy seria. Hasta Zapatero empieza a percatarse de ello. 2.500 euros los que pondrá en mi bolsillo cuando Katixa salga a este mundo que cada día es más y más extraño. ¡Fíjate!
-¿Para qué? ¿Para que salten chispas cuando ella se empecine, en el más que probable caso de que herede la testarudez de su madre y padre, de «ambos dos», en comprar la prenda más chirriante de Stradivarius, Bershka o cualquiera de esas tiendas llenas de adolescentes a las que yo, a mis treinta y pico, también soy adicta? El primer augurio, el de que llegaría un niño, era de mi tía Guadalupe, hermana de mi padre y experta productora de chaquetas, a mansalva, en cantidades industriales, de punto muy suave para bebé. Eso sí, hechas todas toditas a mano. Ane, mi compañera de trabajo, también intuía una pista masculina, una pista errónea. El segundo agurio, el que dio en la diana, de churro, lo lanzó la tía Blanca, especializada en asesoramiento de los más prácticos coches para bebés, las cunas más seguras, chichoneras y un largo etcétera. Jauregia lo predijo con la clarividencia de un profesional: -Sexo fetal: niña. Se ve claramante. Lo vió en la ecografía. Me gusta el doctor Jauregia. Facciones serias y sugerentes, aliñadas de vez en cuando con breves incisiones de humor. Buena dosis de perspicacia. Inyecciones de profesionalidad, sin dolor. Excelente atención sanitaria y psicológica. Me gusta. Su consulta también. Sobria. Pero cálida. Luminosa. Con tintes de color plasmados en un pequeño espacio de la pared, justo detrás del cabezal de su confortable silla acolchada. Serán los dibujos de su propia Katixa, o de su Alberto, supongo, o de ambos. No sé. Agradable sensación de relajación, de acogida. -Itziar, puedes pasar.
-Itzi, sobrinitia, ¡qué puntiaguda que tienes la tripa. Será un varón. Seguro. ¡Qué alegría! ¡Un varón en la familia! Ioseba estará muy contento, ¿no? Ya tiene bombero sucesor. Le llamarás Alberto, ¿como al abuelo?
-Con esa forma tan redonda no hay ninguna duda de que vas a tener una niña. Qué bien, txiki, una nena en la familia. Podréis ir juntas de tiendas.
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Es mi turno. Lo ha dicho la enfermera. Espero no tener grandes dificultades para levantarme de este asiento de centro sanitario que parece que, una vez sentada en él, se queda amarrada este trasero que casi casi ha ido aumentando su tamaño en la misma proporción que la barriguita. No, que el barrigón. Ayer acudí a mi primera clase de yoga para embarazadas. ¿Debería sentirme hoy más ligera? No, será demasiado pronto. La monitora nos dijo a todas las futuras amatxos que el yoga nos ayudará a controlar el
«Una consulta sería suficiente, lo mínimo que pido, como puerta a un ¿posible diálogo? Al menos ejercer el derecho a poder consultar, al administrador del edificio claro»
exceso de peso, las estrías, la ciática, los dolores de espalda... Pero, ¡si a estas alturas yo ya he catado todos esos ingredientes! Bueno, mejor tarde que nunca. Al menos, si la concentración y la meditación me enriquecen y fortalecen ante cualquier temor al parto, tal y como dicen... pues, bienvenidas sean las asanas, esas posturas tan peculiares que he empezado a ejercitar. -Hola, Itzi. ¿qué tal estamos? -Bien, muy bien. Aquí, de nuevo en la consulta. -Ya no por mucho tiempo. Se acerca el momento. -Pues, sí. Espero ver pronto a Katixa.
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En primera persona
Carmen y Ramón Villalba miembros de l'Amicale du Camp de Gurs Este mes, la entrevista En primera persona de Haritu es coral. La voz de Ramón Villalba apoya a la de su madre, Carmen, y juntos cuentan la historia de lo que fue el mayor campo de refugiados del sur de Francia: Gurs. La derrota republicana del 39 llevó a Carmen a cruzar la muga y a emprender un exilio que empezó con más de dos años de miedo y hambre en el frío suelo de Gurs, y que terminó haciéndose definitivo por la pervivencia de la dictadura franquista. Hoy en día, madre e hijo son de los que piensan que quien no conoce su pasado está condenado a repetir sus errores en el futuro. Por eso reivindican que Europa siga aprendiendo de la memoria de sus víctimas. Y por eso Carmen, a sus 95 espléndidos años, no parece dispuesta a olvidar nada de todo aquello que vivió en tiempos de guerra, dolor y esperanzas, sin habérselo transmitido antes a las nuevas generaciones; una labor para la que cuenta con la ayuda de su atento hijo Ramón, que preside la asociación de Amigos del Campo de Gurs.
Haritu: ¿cómo llegó al campo de Gurs, Carmen? Carmen: pasamos la frontera hacia Francia a primeros de febrero del 39, al acabar la Guerra Civil, como tantos otros españoles. Estuvimos en una estación dos o tres días hasta que las autoridades francesas nos metieron en un tren y nos trasladaron hacia el norte. Entonces, empezaron a trasladarnos de un campo de refugiados a otro hasta que llegaron los alemanes y nos llevaron a Gurs. Sería el año 40, o 41, y allí pasaría los siguientes 27 largos meses de mi vida. Haritu: ¿en qué se diferenciaban los campos de refugiados de los campos de concentración? Ramón: el campo de Gurs era una cárcel. Cuando los republicanos perdieron la guerra, llegaron más de medio millón de refugiados políticos, y el Gobierno francés, la Tercera República, hizo campos para cobijarlos. Eran
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barracas; islotes de hasta 300 barracas de unos 30 metros cuadrados con unas 60 personas dentro, rodeadas de alambradas y custodiadas por el ejército; o sea, que los que eran ingresados allí estaban presos. Carmen: en realidad, eran campos de concentración. Gurs, desde luego, lo era. Cuando alguien se escapaba, nos castigaban a todos dejándonos sin comida; nos trataban como a individuos peligrosos... estábamos presos más que refugiados. Ramón: sí, pero no se exterminaba. El campo de Gurs se hizo, en principio, para albergar a los vascos. Los soldados, los gudaris, cruzaban la frontera y se quedaban en las playas custodiados por los senegaleses, el cuerpo colonial del Ejército francés. Allí estaban tirados, mojados, hambrientos... Muchos murieron allí, como también al otro lado sucedió con los catalanes. Y por eso se habilitaron los campos, para acotar el problema de tantos refugiados.
El de Gurs estaba pensado para los vascos, pero al final, llegó a albergar a 64.000 refugiados, de los que sólo 7.000 fueron vascos. Haritu: Carmen, ¿qué le viene a la memoria cuando recuerda su estancia en Gurs? Carmen: recuerdo cómo teníamos la mente puesta siempre en España; en que un buen día todo acabase y pudiéramos volver. También recuerdo el día a día. Era muy duro y se hacía largo. Fueron 27 meses durmiendo sobre un montón de paja en el suelo, entre pulgas, ratas y cucarachas, y pasando mucho hambre, mucho frío y mucho miedo. Y, cómo no, recuerdo a mi marido. Él estaba también preso allí, como los 1.600 soldados vascos que inauguraron el campo. Después de ellos entraron las brigadas internacionales, y después llegaron los judíos. Y, curiosamente, allí nos conocimos. Yo de Avilés, él de Durango, y los dos exiliados en Francia y encerrados en Gurs. Era muy duro.
Alvaro González Texto Karlos Corbella Fotos
«Las víctimas tienen que saber perdonar, pero nunca olvidar. Hay que conocer muy bien el pasado para no repetir sus errores» (Carmen)
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En primera persona
Carmen: así es. Cuando decidimos volver por primera vez, nos detuvo la Policía en la frontera. Claro; los policías eran los mismos de antes, y nos preguntaron por qué no habíamos vuelto antes, qué veníamos a hacer... ¡Creían que veníamos a hacer la revolución! ¡A mis sesenta y tantos años! Je, je... (Carmen dibuja en su sonrisa una expresión que esconde aún el asombro y la resignación que aquello le produjo). Ramón: ...es que para regresar del exilio había que ir al consulado de España, renegar de la República y reconocer la autoridad de Franco, y mis padres nunca estuvieron dispuestos a hacerlo. De todas formas, es curioso, pero a pesar de todo, siempre recuerdo en casa una profunda sensación de provisionalidad. Vivíamos en Francia, pero era sólo hasta que pudiésemos regresar porque había vuelto la libertad a España. Haritu: ¿cree que Europa ha reconocido suficientemente el dolor que muchos de sus ciudadanos sufrieron durante aquellos años? Carmen: ha habido de todo.
Haritu: ¿recuerda el momento de la liberación? Carmen: claro; imagínate qué alegría. Bueno, qué alegría y qué terrible pena por los que habían quedado en el camino... El día de la liberación yo estaba internada como todos los días durante aquellos dos años largos, y unos gendarmes llegaron gritando que Francia había sido liberada por fin; que los soldados españoles habían entrado en París y que éramos libres. Yo estaba con mi madre, que entonces tenía 63 años, y nos fuimos del campo. Pero como no teníamos papeles ni nada por cómo entramos al país, estábamos ilegales y no teníamos a dónde ir. Pero entonces nos recogió una familia francesa a la que nunca olvidaremos. Apenas un mes después de la liberación, mi madre murió. Después, muchos hombres volvieron al frente, a luchar contra los alema22 Haritu
nes en el bando aliado, y mi marido fue uno de ellos. Nuestra lucha era volver a España; a una España libre de Franco. Pero... Haritu: ¿cómo se siente un exiliado al ver que la Guerra Mundial acaba pero que no se producen los cambios esperados en España? Carmen: horrible. Fue una gran decepción. Muy grande. Esperamos, y esperamos... nos llegaban noticias de familiares y amigos que habían matado, de que la represión continuaba, de que el fuerte de Pamplona estaba lleno presos republicanos muriendo. De que seguía la dictadura y Europa no iba a hacer nada. Ramón: de hecho, tan grande fue ese dolor, que ni mi padre ni ella quisieron volver a España hasta que Franco hubo muerto, ¿verdad, mamá?
Ramón: el problema que hubo en el 45, cuando terminó la guerra, fue que las barracas de los campos las vendieron en subasta. Y las que no pudieron vender, por lo mal que estaban, las quemaron. En Gurs hasta hicieron crecer un bosque para olvidarlo todo. Hubo que esperar hasta 1970 para que un embajador alemán que visitó la zona reparara en el cementerio, que es lo único que queda como testimonio de lo que allí se vivió. Francia no quería saber nada, y así fue hasta 1977, cuando hicimos una conmemoración de la creación del campo que puso las primeras piedras de lo que hoy es el colectivo L'Amicale du Camp de Gurs; una asociación de familiares y amigos de aquellos que pasaron por allí y que no quieren que se pierda la memoria de lo que Gurs significó. El Gobierno español aún no ha dicho nada sobre aquello; el francés lo hizo de la mano de Mitterrand, y el Vasco hace dos años que nos brindó su apoyo, e incluso se plantó un retoño del árbol de Gernika para recordar a los que allí cayeron. Haritu: ¿qué iniciativas lleva a cabo L'Amicale du Camp de Gurs?
Ramón: nosotros sólo buscamos que se reconozca lo que pasó con los refugiados españoles. Incluso después de la liberación, como decía antes mi madre, esa gente que había pasado por lo indecible, que vivía refugiada fuera de su país, recogida en casas de gente cuyo idioma no comprendía, o tirada muerta de hambre por las esquinas y los campos, entró a luchar en la línea Maginot, en la resistencia francesa y colaboró con los aliados hasta el mismo final del Tercer Reich. Y cuando los alemanes los apresaban, los enviaban a Mauthaussen, o a cualquier otro campo. Y como eran obreros en su mayoría, los ponían a trabajar para mejorar el campo hasta que caían muertos. Toda la región del sur fue liberada por republicanos exiliados, y todo aquello tiene que ser recordado. Haritu: memoria histórica o amnesia colectiva; ¿qué es más sano? Ramón: por favor... Es muy triste lo que está pasando en España al no querer reconocer aquel drama que rodeó a la Guerra Civil española y a la propia Segunda Guerra Mundial. Hace poco leí que una juez de Andalucía había prohibido hacer los test de ADN de unos huesos que se habían encontrado en una cuneta. Todo apuntaba a que fueran hombres y mujeres asesinados, fusilados, y ese espíritu de tratar de hacer borrón y cuenta nueva me llena de tristeza.
convertido en un «parque temático para turistas» ¿Comparten ese miedo a la hora de difundir lo que ocurrió en Gurs? Ramón: ciertamente es uno de los peligros que se corre, pero abrir los campos y explicar lo que pasó es vital. Hay que controlar cómo. Yo, por ejemplo, nunca he querido que la Oficina de Turismo de Olorón gestione lo que queda de Gurs. Lo hace la asociación, y el año pasado más de 6.000 niños visitaron el campo. Pero no vienen a verlo y se van. Días antes de la vista, sus profesores y nuestros expertos y educadores les explican lo que van a ver; lo que significa. Y esto es vital. No es una excursión a un lugar histórico vacío de significado; es parte de un trabajo que hay que hacer día a día para que nunca vuelva a pasar algo así. Carmen: no hay nada más importante que enseñar a los niños su pasado para que aprendan de él y de los errores que se cometieron para mirar al futuro. Muchas escuelas vascas, muchas ikastolas suelen venir y se quedan cuatro o cinco días. Los últimos hicieron piezas de teatro, pintaron murales... la prensa francesa estaba impresionada. Haritu: Kutesz también dijo que, desde que todo acabó, «no ha pasado nada que refute que esto pueda volver a pasar, pues que
ocurriese una vez significa que es posible que se repita»... Ramón: desde luego. No hay más que ver lo que ha pasado en Yugoslavia; en Ruanda, donde se ha producido un genocidio de millones de personas por intereses económicos; en Irak; en Palestina, donde los que antes eran víctimas de esa violencia, ahora se la hacen padecer a sus vecinos árabes... Por eso hay que trabajar día a día y no dejar Gurs correr como una gota en la historia. Haritu: usted, Ramón, estuvo presente en la evaluación del Plan de Paz y Convivencia elaborado por el Gobierno Vasco. ¿Qué sensación se llevó del trabajo que el Ejecutivo vasco desarrolla de cara a las víctimas? Ramón: es todo un gesto lo que hacen día a día. El Gobierno Vasco va por delante del español y del francés en esta materia. Lo que no me ha gustado es que se trate de saldar todo principalmente con dinero. Es muy difícil lograr una unidad total, pero ése es el respaldo necesario. Aquí habría que condenar el alzamiento franquista, para empezar, y eso aún está lejos. Las ayudas están muy bien, e incluso a veces son muy necesarias, pero lo que una víctima necesita en el fondo es saber que cuenta con ese calor; sentirlo y ver que la sociedad le respalda, que reconoce su dolor.
Carmen: sí. Yo venía de una familia acomodada que comenzó a sufrir con la revolución de Asturias en el 34, siguió con la Guerra Civil, y vivió el exilio, la reclusión, y de nuevo la lucha contra el nazismo en primera persona. Y así salí yo, ¡revolucionaria a la fuerza! (Ja, ja...) Y toda esta historia la tienen que recordar los jóvenes. No hay que olvidar. Hay que perdonar. Debemos recordar nuestro pasado y tenerlo muy presente. Y tenemos que perdonar para convivir. Pero sin olvidar nunca. Haritu: hablando de lo que hoy en día es Auschwitz, que se puede visitar, el premio Nobel Imre Kutesz, que estuvo preso allí, expresó su temor a que el campo termine 23
Hilvanando
Hari-muturrak...
Esperanza calculada
A trastazos con los colores
«Si gano, volveré a trabajar como he trabajado desde el primer día por el fin de la violencia». José Luis Rodríguez Zapatero volvió a tirar de su habitual lenguaje ambiguo para dejar abierta una puerta a la esperanza, insinuando que el diálogo podría volver a ser parte de su estrategia para enfrentarse a ETA. Lo hacía en Radio Nacional de España respondiendo a la pregunta de si volvería a negociar con la organización si es reelegido en la próxima legislatura y, a pesar de que poco antes había declarado que esta vía había quedado cerrada por el atentado de Barajas, el presidente volvió a tirar de las palabras calculadas para desdibujar la línea del nunca más. Respecto al presente, afirmó: «desde luego, tras la oportunidad que ETA ha tenido para ver un fin de la violencia dialogado, hay una situación en la que mi determinación es muy clara: combatir en todos los frentes del Estado de Derecho a la banda y decirle que sólo tiene un destino: el fin de sus acciones». Pero de cara al futuro, Zapatero apuntó también ideas como que, «si cree en su país, un presidente está para abordar las cosas difíciles, aunque hacerlo comporte riesgos». A comienzos del proceso, Zapatero se reunió con uno de los artífices del camino hacia la paz recorrido en el Ulster, Tony Blair, y éste le advirtió de los altibajos que pueden sufrir este tipo de situaciones, recomendándole que no bajara los brazos ni siquiera cuando vinieran peor dadas, porque el diálogo es la única vía para garantizar una paz estable. Según parece intuirse en su discurso, puede que el presidente español tomara nota, aunque también hay que tener en cuenta que salió muy escaldado de entre los escombros de Barajas y que la carrera electoral hacia las generales ya ha empezado.
«Iros de una puta vez, si a España no le importáis nada. Cuenca está jodida por vuestra culpa». El pasado 18 de septiembre, lo que era un poco concurrido pleno de verano en el Congreso de los Diputados terminaba con estas palabras que el diputado del PP José Madero dedicó a los partidos periféricos presentes en la Cámara. ¿El motivo? Que estos querían modificar la ley del Deporte para que sus selecciones puedan competir como tales a nivel oficial, siguiendo lo que sus respectivos parlamentos autonómicos han decidido reiteradamente. La resucitada guerra de las banderas y los colores sigue teniendo buena venta entre Sus Señorías y en ella se enredaron. Antes de llegar al alarde semántico del diputado popular, el hemiciclo había presenciado un carrusel de camisetas y colores en el que participaron todos, sin excepción del PP, que agitó la elástica de la selección española de fútbol demostrando una vez más que quizá haya que replantearse qué significa ser nacionalista en el Estado español. Al mismo tiempo, en el Ayuntamiento de Iruña, se celebraba otra función. Los concejales de ANV en el Consistorio se disponían a dar una rueda de prensa, pero antes querían quitar la bandera española de detrás de la mesa como habían hecho en sus anteriores comparecencias. Sin embargo, se toparon las enseñas clavadas al suelo por decisión de la alcaldesa Yolanda Barcina y, ni cortos ni perezosos, trasladaron su rueda de prensa al pasillo para evitar la rojigualda. La espiral de la confrontación simbólica crece demostrando una vez más que este Estado sigue siendo capaz de hacer muy difícil lo sencillo y que, si muchas de sus situaciones cotidianas no fueran tan tristes y dramáticas, sería de un exquisito humor absurdo.
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...hilos sueltos
El adiós de Imaz
Cita con la sociedad
El hombre que sucedió a Xabier Arzalluz al frente del PNV se va. La intención expresada por Josu Jon Imaz de retirarse de la primera línea política ha acaparado portadas en la prensa de todo el Estado durante días y ha centrado buena parte del debate político de las postrimerías del verano. Su decisión ha provocado también el anuncio de Joseba Egibar de que él tampoco optará a presidir el partido en las próximas elecciones internas que celebrará la formación jeltzale, si bien su salida de la carrera por el EBB no ha tenido ni de lejos el mismo eco mediático. El PNV evita así una confrontación entre sus dos almas como la que tuvo lugar hace apenas cuatro años, cuando el combate entre Imaz y Egibar se tuvo que decidir a los puntos dejando muy tocada la tradicional imagen de unidad del partido. Once años en política no son tantos, y muchos miembros del PNV aún recuerdan con dolor la escisión que se saldó con el nacimiento de Eusko Alkartasuna, por lo que la formación jeltzale parece haber optado por lavar los trapos en casa y volver a tirar del histórico péndulo patriótico para vadear la Ría entre las orillas del autonomismo y el independentismo; entre la seducción y la confrontación democrática. Ahora sólo falta saber si éste indica al nuevo timón el del PNV que oriente la proa del partido hacia Madrid o hacia Lizarra.
En el pleno de política general del pasado 28 el lehendakari, Juan José Ibarretxe, decidió afrontar el ecuador de su tercera legislatura tomando por los cuernos uno de los más importantes compromisos de su equipo de Gobierno: dar la palabra al pueblo vasco y convocar una consulta popular para que la exprese. Además, le puso fecha: el 25 de octubre de 2008. El lehendakari propone dialogar con el presidente español, Jose Luis Rodríguez Zapatero, para lograr antes de junio un «pacto político» en el que se respete la «voluntad de la sociedad vasca». Una vez logrado el acuerdo político, lo presentaría ante el Parlamento para que éste convocara una consulta «vinculante» para que la sociedad pudiera refrendar o rechazar lo acordado. En caso de que este itinerario de diálogo y acuerdo no llegara a buen fin, convocaría una «consulta habilitadora» el 25 de octubre para pedir a ETA su definitiva retirada, dialogada con el Gobierno español, y ver si la sociedad quiere que se negocie «un nuevo pacto con España». Independientemente del resultado de la consulta, Ibarretxe convocaría elecciones y sería el nuevo parlamento el que negociaría el marco político sin limitación alguna para, en la segunda mitad del 2010, estar en condiciones de convocar un referendo de ratificación del nuevo Estatuto. Los populares se desvincularon de un proceso que tildaron de «ofensiva nacionalista», y los socialistas apuntaron que Ibarretxe parece vivir «en los mundos de Yupi». También EHAK criticó la iniciativa por «consolidar la partición» de Euskal Herria, y ya hay quien ha apunta que el lehendakari puede terminar en prisión.a “ilegal”. Pero termine en prisión
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Hemeroteka
Umorea
Tasio Gara. 15 de septiembre.
Ripa Deia. 18 de de septiembre.
Montxo Berria. Irailaren 29a.
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Esandakoak «En el callejón de la no respuesta a lo que quiere el pueblo vasco, a los abertzales no les va a quedar más remedio que la desobediencia, (...) que no aceptar ni una vez más que, utilizando la violencia o acualquier otro argumento, nos impidan tomar nuestras decisiones».
Begoña Errazti, presidenta de Eusko Alkartasuna. 24 de septiembre.
«La lucha contra ETA es una larga marcha, (...) pero si gano las elecciones volveré a trabajar como lo he hecho desde el primer día por el fin de la violencia y por prevenir cualquier tipo de acción terrorista».
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español. 21 de septiembre de 2007.
«El riesgo de división en el PNV añadiría inestabilidad a la política vasca. (...) Un partido no puede modernizarse en un contexto de competición por el discurso».
Josu Jon Imaz, presidente del PNV. 13 de septiembre de 2007.
«Las cosas aquí siempre están muy complicadas y enrevesadas, (…) y el hecho de que en este Parlamento, en el que todos los días hay violencia de persecución, se tomen decisiones muy polémicas y en contra de los perseguidos por no ser nacionalistas vascos enrarece muchísimo el clima».
Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Fundación Víctimas del terrorismo. 29 de septiembre e 2007.
«Si el objetivo de lo propuesto por Ibarretxe se concreta en mantener la territorialidad vasca dividida, no lo compartimos, pero si la dirección es superar el actual marco de partición y articular los territorios vasco-navarros, actuaremos con responsabilidad».
Joseba Permach, Portavoz de Batasuna. 29 de septiembre de 2007.
«Mi responsabilidad como lehendakari es presentar iniciativas políticas (...) para afrontar el problema de la violencia por un lado y, por otro, para abordar la solución del conflicto político vasco, que es anterior a la propia violencia de ETA».
Juan José Ibarretxe, lehendakari. 28 de septiembre de 2007.
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A dos bandas
María Lizardi Texto Jon Hernaez Fotos
Trazando la vida con tintes de humor Javier Ripa & Asisko Urmeneta Sobre el humor grueso y el fino, la amenaza de la censura y la necesidad vital de reírnos, entre otros temas, ha charlado Haritu con los humoristas gráficos Asisko Urmeneta y Javier Ripa. La posibles conveniencias e incoveniencias de que la sociedad vasca exprese su voluntad mediante una consulta también fueron puestas sobre el tapete por ambos, justo dos días antes de que el lehendakari Juan José Ibarretxe anunciara en el Parlamento Vasco la celebración de una consulta popular para el 25 de octubre de 2008. Haritu: el humor gráfico raspa y denuncia, pero este verano se ha puesto muy en entredicho la línea divisoria entre la crítica y la injuria a raíz de la retirada de los quioscos de la revista «El jueves», por la viñeta en la que se mostraba a los Príncipes de Asturias manteniendo relaciones sexuales. ¿Os pareció ofensiva? Javier Ripa: a mí no me lo pareció. ¿Cómo me va a parecer injurioso un acto en el que participa todo el mundo? Si echar un polvo es injurioso, casi todo el mundo hemos cometido alguna vez injurias. Al margen de eso, yo puedo ver injurioso, por ejemplo, que te roben en unas fotografías en tu habitación, pero no me lo parece hacer una viñeta cómica en un contexto satírico como es «El jueves». Eso es humor. Lo que pasa es que últimamente estamos viendo que al poder le molesta mucho el humor, porque es algo que no controla, que convence a mucha gente y que puede dirigir masas muy fácilmente si está bien hecho. El poder
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desde siempre ha tenido miedo al humor. Ahí está la famosa película de Umberto Eco, «El nombre de la rosa», en la que tienen oculto ese libro que trata sobre el humor, porque consideran que el humor es algo peligroso.
Haritu: Javier, en tu caso, además, recientemente has declarado ante el juez GrandeMarlaska también por un supuesto delito de injurias al rey con motivo del fotomontaje que publicasteis en «Deia»... Javier Ripa: sí. La querella nos la pusieron hace ya diez meses. Anteriormente nos habían puesto otra que se llegó a desestimar, cuando ya habían pasado dos meses desde la publicación del fotomontaje por el que nos acusaban, coincidiendo con el atentado de la terminal de Barajas. No sé si tendrá algo que ver. En fin, quiero decir que no sé hasta qué punto el contexto político hace que se activen unas cosas o no. De repente, coincidió con el atentado, el final de la tregua... En fin,
nosotros trabajamos en «Deia». Lo que está claro es que no hubiera sido lo mismo si el fotomontaje hubiera salido en otro diario dentro del Estado, o en una página de Antena3 o no sé, no sé. Era la noticia de la semana: el Rey estaba en Rusia, nadie sabe por qué, y emborracharon a un oso para que el monarca lo pudiera cazar más fácilmente. Era la comidilla de la semana y nosotros teníamos que tratarlo. Así lo hicimos, desde el punto de vista más humorístico, sin dañar la imagen de nadie. Lo que ocurre es que en este país hay gente más papista que el papa. Es probable que al Rey ni le molestara, ni a la Familia Real, pero el fiscal vio algo y nos pusieron la querella. Hemos estado declarando hace una semana y, curiosamente, el fiscal que nos acusó no se presentó. Estamos a la espera. Yo estoy tranquilo, tengo la conciencia tranquila. Para mí, esto es casi incluso una medalla. Cuando me preguntan, digo que para mí es un orgullo. Saben que he ido por un tema de éstos.
Asiko Urmeneta: Uno de los bufones más importantes que tuvo el emperador Carlos V era un navarro, deforme de nacimiento y judío. Se llamaba Francesillo de Zuñiga y en su día era un tipo de lo más ingenioso que atacaba a todo el mundo, al propio Cisneros le hacía la caricatura por medio de versos, siempre sin traspasar las fronteras que establecían desde el poder. En ese punto, entras tú, entra tu autocensura... convergen un montón de ideas. ¿Por qué? El bufón navarro, en un momento dado, se debió pasar de gracioso, el Rey le retiró el favor y aparació muerto con 400 estocadas. Algo espantoso. Claro, el Rey le reía las gracias mientras Francesillo se movía dentro de unos límites impuestos por el monarca. Pero en cuanto traspasas esos límites, te cortan la cabeza. Por otro lado, el humor a mí me parece que es fundamental para la vida. Yo veo que hay dos tipos de humor, como la sal: el fino y el grueso. La portada de «El jueves» a mí me parece que es humor grueso. Creo que cualquier tema se puede tratar con humor. Incluso
en este país donde hay temas que son hiperdolorosos para muchos sectores con humor fino se puede tratar todo. Claro, requiere más trabajo, una habilidad que no todos tenemos. Es más fácil el humor de teta, culo, pis... que es un poco, por un lado en cuanto al grafismo, el humor que refleja «El jueves». Javier Ripa: bueno, a mí no me parece humor grueso la portada de «El jueves». Es más, creo que tiene mucha tela, no sólo en el dibujo, sino incluso en el texto. Porque, al final, lo verdaderamente fuerte de la portada de la revista era el texto, no el dibujo. Estaban dibujadas dos personas desnudas. Puede que sea por los michelines que le pusieron al Príncipe, igual ha molestado. Asisko Urmeneta: a Sarkozy le han quitado michelines mediante Photoshop. ¡Ja, ja ja! Javier Ripa: a mí me gusta el humor fino, el grueso, el negro, el marrón, el rosa... Me gustan
todos. Lo que no me gusta es ver siempre humor grueso, pero, de vez en cuando, sí. Estando con mis amigos y, depende de en qué contexto, sí, claro que me gusta. Nos desbarramos. ¿Que me encuentro en otro contexto? Pues, evidentemente, tienes otro tipo de humor, diferente. Pero es que no siempre estamos en los mismos sitios ni con la misma gente. No es lo mismo de cena con tus amigos de borrachera que estar aquí o en una conferencia o lo que sea. Es decir, el humor no sería completo si sólo hicieramos un tipo de humor. Se tienen que dar todos. El humor fino está bien, pero a mí me gusta el fino, el inglés, el vasco... Incluso me gusta el humor que no me gusta. Es decir, cuando veo una barrabasada pienso: qué pelotas ha tenido el tío que ha hecho esto. A veces sí que veo cosas que puedan ser un poco irreverentes, fuertes, pero creo que incluso eso tiene que salir para que todo el mundo vea que está mal. También tiene derecho a salir. Al final, se condena por sí mismo. Si un dibujo o una viñeta es mala, fuerte o despectiva con algún sector, que sal-
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A dos bandas Asisko Urmeneta
«La censuras más flagrantes que he sufrido han sido por un tema tan inocente y sano como el sexual» ga también, porque al final el que queda mal es quien la ha hecho.
Asisko Urmeneta: claro, como las drogas, hay que legalizar todos los tipos de humor. Gratis. Cada cual verá cuál le conviene luego... Yo en ningún momento he querido decir que haya que censurar, pero, como lector, sí que hay unos tipos de humor que me interesan más que otros. A mí me han censurado alguna vez, pero, la verdad que poca cosa. Ahí si que entra un poco la posible autocensura. Es decir, cuando yo estoy dibujando intento reflejar de alguna manera una persona de hoy. Entonces, directamente si pongo el cerebro en barbecho y me pongo a dibujar algo, automáticamente, si voy a dibujar una persona, me sale un tío, porque me veo todos los días en el espejo y es lo que mejor conozco, soy yo. Pero claro, te das cuenta que en la vida profesional hay chicas, algunas que son jefas, otras no sé qué... y entonces ya haces una lectura para currarte el dibujo de una chica. Sigues con tu lectura y el abanico se sigue abriendo: hay chicas senegalesas, sudamericanas... En definitiva, muchas veces el dar varias lecturas o dar vueltas a tu propio cerebro te hace ser un poco más políticamente correcto, pero, al mismo tiempo, te puede quitar gracia o espontaneidad. No diría yo tanto la autocensura, pero ahí sí entra la obligatoriedad de hacer esa lectura sin perder frescura. Javier Ripa: yo sí me siento censurado, y para ello no me ha hecho falta la querella. Una vez decía uno que un hombre no madura hasta que no sabe censurarse por sí mismo, y es la pura verdad. Yo creo que he llegado un punto en el que nadie me tiene que decir cómo tengo que trabajar el tema. ¿Censura? Toda, y no sólo por lo de la Casa Real, por todo. Yo trabajo en un periódico, que es «Deia». No trabajo en «Gara», ni en «El Mundo», ni en «ABC», y punto. Evidentemente, cada vez que pasa algo se me dicen menos cosas. Claro, yo mismo me las voy re-
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cortando. Pero eso ocurre en todo. Hacer humor es muy complicado: no puedes ser racista, no puedes ser machista, tampoco excesivamente feminista, ni homófobo, ni ser zafio... Además, hay que tener en cuenta dónde trabajas y de qué pie cojea tu tu jefe. Y no sólo tu jefe, sino qué campaña de publicidad va en el periódico para que nadie se moleste. Hay que tener en cuenta mogollón de cosas y, además, ser gracioso. A final, lo que tratas de hacer es una de cal y una de arena, pero a veces sales frustrado: cuando hay algo que no te gusta y no lo puedes dar, cuando meterías más caña pero no puedes... Según el medio donde trabajes, te metes muchísimo más con unos que con otros. Así que no tengo libertad. Asisko Urmeneta: yo suelo hacer caricatura en directo para enseñar la apología de la mano y la apología de tirarte sin red, con un boli punkie y sin lápiz. Si sale bien, bien; si sale mal, mal. La caricatura me parece muy interesante como método de comunicación, porque también entra dentro de esa posible autocensura tuya. ¿Hasta qué punto le vas a vacilar a ese desconocido que se te ha sentado delante sin que le duela o mosquee? Pero, a la vez, no es un retrato, tiene que ser una vacilada. Es un poco la cuerda floja, el bufón... Es un arte muy difícil. ¿Hasta dónde voy a seguir vacilando sin que se enfade? Y a la vez, que me lo pase yo bien y sea coherente conmigo mismo. Ahí entran muchas cosas. La posible autocensura puede ser por motivos sociales, políticos... ¿Y en cuanto al tema sexual? Yo las censuras más flagrantes que he sufrido han sido por un tema para mí tan inocente y sano como el sexual. Por otro lado, tienes las leyes. Puedes hacer una vacilada y sabes que te puede pasar, como a Javier, que haya una ley que dicte que lo que recoge tu viñeta hace apología al terrorismo. Sabiendo dónde vivimos y, sin estar lamentándonos, es saber moverte en la cuerda floja. Javier Ripa: lo que ocurre es que, al final, se pierden muchas viñetas por ello.
Asisko Urmeneta: claro, sí, y además, creo que esas son las mejores, las que no te dejan publicar. Haritu: ¿no os parece que entre los políticos el humor brilla por su ausencia?
Javier Ripa: pues, yo me río mucho cuando les oigo hablar. Pero, bueno, es verdad que no tienen una puesta en escena humorística y es una pena, porque con humor metes todo. Si de algo carece la gente, es de humor. Coges un periódico y no hay humor, coges una revista y lo mismo. Precisamente, los programas que están teniendo éxito ahora son, por ejemplo, el de Buenafuente, y es porque la gente está a falta de humor. Si los políticos supieran plantear su asuntos en tono de humor, ganarían muchos votos. Más que con los fotomontajes en photoshop de los carteles electorales. Es un gancho tremendo, un tío que haga reír es aceptado en casi todo los contextos sociales. Un tío simpático, humorístico, sin que tenga que ser gracioso y hacer chistes. Entre los políticos hay más y menos, pero creo que ninguno llega a un cinco. Asisko Urmeneta: yo intentaría aclarar los términos. Una cosa es la seriedad, o sea, podemos contar algo serio con mucha seriedad, pero también utilizando la ironía, un arma perfecta. Se cree que lo serio hay que contarlo con solemnidad y no hay cosa más rídicula y antiatrayente. La cosa de su señoría, hemiciclo... es una especie de jerga totalmente amuermante. Viendo las experiencias a nivel mundial, yo destacaría Coluche, el payaso ese francés que se presentó a las elecciones, un tipo genial y ocurrente. Gracias a él, han surgido iniciativas como la de los Restaurantes del Corazón en toda Francia para la gente que no dispone de medios. Lo consiguió por medio del humor. Dijo algo muy importante, que era había que hacer algo por la gente que no tenía qué comer, unos restaurantes donde se negociaría con gente
Javier Ripa
«Si los políticos hicieran sus planteamientos con humor, ganarían muchos votos» que les pudiera proveer de alimentos en buen estado pero por poco dinero. Llevó a cabo esa lucha social por medio del humor, tratándose de un tema muy serio. No es la solemnidad típica y estúpida del político. Hombre, por otra parte, en Navarra tenemos a Miguel Sanz. ¡Ja, ja, ja! Lo que pasa que de eso tenemos mucho. Van de solemnes, han sido encumbrados por lo que sea, y en el fondo, son como monos a los
patero acusara a Aznar de ir a una guerra ilegal, pues, hombre, es llamarle asesino. Así de claro. Y no pasó nada. Y que luego, además, tuviera el descaro de firmar con él la Ley de partidos, con alguien a quien estás condenando por ir a una guerra ilegal... Pero si yo le llamo asesino a Aznar, mañana tengo una querella sobre la mesa. Al final, me parece que tienen tanto que taparse unos a otros
bía muerto a consecuencia de una gastritis. Casos como ese también existen aquí. Cuando la Ertzaintza cargó en Anoeta y mató a Rosa Zarra de un pelotazo en el abdomen, luego salió el resultado de la autopsia diciendo que falleció de muerte natural, que le llegaba su hora en ese preciso segundo. Mentiras macabras que se repiten con pequeñas variaciones en los partes oficiales de casos impunes.
Javier Ripa: al final, la gente está tan acostumbrada a todo eso, que ya no le sorprende nada. Ellos cuentan con que cualquier cosa rara ya no es una sorpresa. Todo el mundo da por hecho que los políticos son unos corruptos, incompetentes... y sin embargo, la gente, cada cuatro años, sigue votándoles, aunque no tengan esperanza en ellos. Haritu: la esperanza es precisamente la que se vio abortada con la ruptura de la tregua por parte de ETA. ¿Creéis que el proceso de paz es reconducible?
Haritu: la censura de la que habláis no parece estar tan presente en el lenguaje que practican muchos políticos...
que hay ciertos campos en los que no se meten entre ellos. Se ve muy claro con el tema de la corrupción. Todos los partidos tienen corrupciones y se destapan sólo de vez en cuando, cuando alguien, algún medio de comunicación, alguien individualmente lo saca a la luz. Entre los partidos no se tiran piedras. Entre perros no se muerden.
Javier Ripa: sí. Yo, a veces, cuando oigo a un político lo que le dice de otro, me planteo: si yo hubiese dicho lo mismo de ese político, ¿qué me habrían hecho? Es alucinante. Y no pasa nada. Por ejemplo, con motivo de la guerra de Irak, hace uno años que Za-
Asisko Urmeneta: tenemos el caso de Bush por fraude terrorífico-electoral o el del presidente mexicano, Calderón, que tuvo la desvergüenza de decir que la anciana que falleció por las lesiones ocasionadas por los militares de una base militar mexicana que la violaron ha-
que el trasero les queda muy al descubierto. El de Sanz un tipo de humor al que le puedes atacar de una manera muy fácil, pero, a la vez, él carece de humor.
Javier Ripa: la gente está harta. Lo del anuncio de la tregua la gente siempre lo ve con ilusión, pero cada vez menos. El escepticismo cada vez es mayor. Todo el mundo sabe que una tregua es una cosa de dos, no de uno. Uno la tiene que proponer, pero otro la tiene que aceptar. Si no, no vale para nada. Yo es que como considero que el tema está bastante enconado... No sé decir si el tema tiene difícil solución o no la tiene. Casi, casi, yo me esperaba un poco lo ocurrido. ¿Posibilidad de retomar el proceso? Sí, pero si se retoma, tampoco veo que haya visos de que pueda prosperar. De hecho, lo que ha pasado ahora ni tan siquiera considero que haya sido un proceso de paz. Tiene que haber un contexto por ambas partes de relax, de ausencia de violencia, de gestos positivos... Un proceso de paz en el que al día siguiente de anunciarlo están deteniendo gente, a los dos meses otros tiran cócteles molotov... no lo veo nada distentido. De todas maneras, lo veo muy diícil. Eso de que la paz pue-
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A dos bandas Asisko Urmeneta
«Nos vendría bien un poco más de pragmatismo noreuropeo, y aceptar que no hay conceptos absolutos como territorialidad, unidad...»
Ilustración de Asisko Urmeneta
de ser posible... es que igual no podemos alcanzarla. A mí también me hubiera gustado ser más alto, pero no lo soy, y punto. Y lo tengo asumido. Lo veo muy complicado. Un gobierno que acepta que al año mueran 50.000 personas por cáncer de pulmón, por fumar, 3.000 en tráfico, 20.000 denuncias de mujeres maltratadas, etc. no tiene ninguna necesidad de negociar nada porque unos tíos evidencien un problema político matando 800 personas durante treinta años. Haritu: sin embargo, parece que se había dado comienzo a un intento de solucionarlo.
Javier Ripa: ya me dirás en qué. No veo ningún ningún avance. Se siguen negando las mismas cosas, se siguen pidiendo las mismas. Ahora estamos con el tema de la consulta, una simple consulta que no debiera ser motivo de ningún debate, porque es algo a lo que todos tenemos derecho, y mirad las vueltas que estamos dando. Asisko Urmeneta: con el proceso de paz, con estas conversaciones que ha habido yo creo que los observadores internacionales se tienen que quedar helados, sobre todo los nórdicos.
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Vascos, españoles... son un poco como los corsos, pueblos amigos de lo absoluto. A mí me alucina la gente que tiene muchos matices, como los cubistas, que ven las cosas desde mil perspectivas. Aquí, básicamente, o eres amigo o eres enemigo. Por eso, a la hora de dibujar muchas veces también se hace el reparto de: ¿tú estás a favor o estás en contra? De alguna manera tú también te ves obligado a catalogar. ¡Que la sacrosanta unidad o la Constitución o no sé que, o al revés, Lizarra-Garazi, lurraldetasuna... conceptos que parece que están esculpidos en oro tengan tanta fuerza y que no seamos capaces de pasar por encima de las palabras! ¡Que seamos tan absolutos! Nos vendría bien un poco menos de rimbombancia latina, porque son las gentes las que hacen y deshacen las leyes y tratados, y no al revés. Y nos vendría bien un poco más de pragmatismo noreuropeo, y aceptar sin complejos que no hay conceptos absolutos: territorialidad, unidad... Todo puede ser intervenible. Cuando aprobaron la Constitución no había teléfonos móviles, ni inmigrantes, yo tenía 13 años, y era virgen. Todo cambia, ¿qué se cree la ley, que no va a envejecer ella tambien?
Javier Ripa: yo separaría los políticos de la
sociedad. Son conceptos distintos. Aquí, por un lado van los políticos con sus estrategias internas, con sus intereses por detrás, y por otro, está la sociedad, con unos planteamientos muy limpios: paz sí, diálogo, etc. Me parece imposible que se pueda abordar otro proceso de paz si no se cambian los políticos que tenemos ahora, porque no valen, porque llevan cuarenta años fracasando. Y cuando alguien fracasa, hay que cambiarlo por otro. Yo, por ejemplo, no voy a ninguna manifestación, al menos convocada por los políticos. No voy a lavarles la cara del fracaso, cuando ellos, al final, fracasan porque no saben sentarse o porque tienen intereses y prefieren un puñado de votos a cambio de otras cosas. Es más, me gustaría una manifestación contra los políticos que tenemos, convocada desde asociaciones civiles, desde una asociación de vecinos... porque son unos auténticos ineptos. Evidentemente, habrá quien se salve, particulares, pero me estoy refiriendo a todos los partidos políticos en general, y creo que es la misma sensación de la gente. Asisko Urmeneta: yo no tengo ni idea de si el proceso de paz es reconducible. Siempre me ha mosqueado el nivel de información que se tiene sobre las negociaciones, si es que las hay. Yo, desde luego, tengo cero información. No nos informan y creo que no hay derecho a ello. Durante el proceso de paz, cuando nos urgían a participar, yo pensaba: ¿participar?, pero si no tengo información. A mí si me me dicen desde la capilla, del púlpito o de mi partido que tengo que ir a no sé dónde, primero preguntaré por qué, para qué, de qué se está hablando. Yo no puedo ir por dogma, creer a un pope que me diga lo que sea. Tengo que saber qué se está cocinando. No sé por qué se ha arruinado el proceso, ni siquiera si se empezó.
Javier Ripa: al final dices: se ha roto el proceso, ha fracasado, ¿a quién culpamos? Y qué sé yo si no se me ha dicho de qué han estado hablando. Unos te dicen una cosa, otros otra... A mí me gustaría estar allí, en esas reuniones, y ver qué se habla. Cuando dicen que no se puede saber, que es mejor, que tie-
Javier Ripa
«Tiene que haber por ambas partes un contexto de relax, de ausencia de violencia, de gestos positivos... para un proceso exitoso» ne que estar oculto bajo... ¿bajo qué? Me piden que vaya a una manifestación y, luego, resulta que ¿no puedo oir lo que hablan entre ellos? Al final si se llega a algo, antes o después se va a saber. Que la gente no sepa nada, a mi parecer, dificulta. No me parece justo que lo único que conoce la gente del proceso son cosas como detenciones, una bomba colocada en la T4... Parece que a la sociedad nos consideran idiotas. Y yo no me tengo por idiota. Creo que estoy capacitado, quiero saber y no me voy a escandalizar de lo que hablen. Y como yo, habrá muchos. Somos menos idiotas de lo que creen. Haritu: ¿consideráis positivo que se consulte directamente a la ciudadanía para que decida sobre su futuro?
Asisko Urmeneta: sí. En otros países, por ejemplo en Suiza, se hacen consultas populares, plebiscitos... cada nada. Para saber si los ciudadanos están de acuerdo con que los cables de alta tensión pasen por tal valle, para yo que sé qué... Es normal. Ayer, escuchando la radio, preguntaban sobre la amenaza vertida por Al Qaeda. Habría cuatro opciones, no más, y yo no veía reflejada la mía entre ninguna de ellas. Con esto quiero decir que en esos plebiscitos también entra la trampa de que no te veas reconocido en ninguna de las opciones. Yo no sé que manera puede haber de encauzar todas esas cosas, pero las preguntas con trampa me molestan un poco.
lo que yo no sé es a qué esperan para hacer la consulta. No entiendo al señor Ibarretxe. ¿Está intentando exprimir la vaca para otros intereses particulares? No sé. Lleva diciendo que se va a hacer desde hace mucho, de diversas formas. Pues, hazla. Por lo menos aquí, al nivel del Gobierno Vasco. También es verdad que no tiene mucho sentido hacer una consulta si luego no es vinculante, porque sería lo mismo que una encuesta y encuestas ya tenemos. ¿A qué viene eso de sacar todo esto ahora, en este momento, precisamente cuando el PNV parece que está atravesando una crisis no sé si de identidad o de qué? ¿No será que, de repente, le interesa darse un barniz nacionalista? No sé, no sé, igual son tonterías mías. ¿Consulta? Hazla mañana mismo. Sal y prepara urnas en los colegios para dentro de un mes. Quien quiera ir que vaya y quien no, pues, no. Es lo que decíamos antes: los políticos siempre tienen otros intereses por detrás. Si te pones a pensar, mientras se habla de esta consulta concreta, no se habla de otras consultas como:
¿por qué son tan caros los pisos?, ¿por qué nos engañan todos los años con el IPC y nos suben menos de lo que realmente es?, ¿por qué el pan ha subido de repente un 30%?... Esas consultas también quiero que me las hagan. La gente ya empieza a estar muy harta de conceptos como autodeterminación, nacionalismo, derecho, consulta, pueblo... que me parece que pueden estar bien y los puedo compartir, pero empiezo a estar bastante cansado, porque la gente no puede pagar las hipotecas. Asisko Urmeneta: no conviene obviar, de todas maneras el ingrediente nacional, eje de la causa vasca. No vivimos en Disneylandia, somos de un país cazado y bien despiezado. No hemos conocido más que imposición por la fuerza. Y no hablo de guerras, a las que eran asiduos todos nuestros abuelos hasta el paleolítico. Basta con leer la prensa diaria, todo son delitos de opinión. Delitos de palabra, penados con prisión.
Javier Ripa: a mí también. Pero, bueno, a fin de cuentas, eso se puede estudiar. La primera cuestión es decidir si se hace o no la consulta. Asisko Urmeneta: sí, desde luego. Javier Ripa: después, ya veremos qué preguntamos y cómo. Si es que para respirar no tengo que pedir permiso, y me puede decir misa la Constitución. Mi derecho a respirar está por encima de la Consitución, de la Biblia, de los Diez Mandamientos y de todo. A
Ilustración de Javier Ripa
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A dos bandas
«Tú ves a alguien, te giras y lo que queda en tu memoria es la caricatura» La cartera de Fernando Ruiz Piñeiro. Hasta ese lugar tan íntimo y personal ha llegado una de las caricaturas que hizo Javier Ripa del presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. En este caso, no para querellarse en su contra, sino para que el magistrado la muestre con orgullo. Y es que, «a veces te sorprendes de a qué gente tan diferente a tí le puede gustar tu trabajo», reconoce Ripa.
Haritu: a la mayoría de los lectores de prensa les gusta echar un vistazo a la tira cómica, pero supongo que no todos sus protagonistas aceptarán de buen grado su propia caricatura. Javier Ripa: sí, sí, así es. A mí me consta que a ciertas personas no les gusta mucho. A nosotros no se nos ha trasladado la queja directamente, pero sé que ha habido llamadas a dirección quejándose por algún fotomontaje que hemos publicado. Haritu: ¿y felicitaciones? Javier Ripa: también. Ahora mismo, recuerdo que la última fue a través de la secretaria del juez Piñeiro. Nos llamó para decirnos que a Piñeiro le había gustado mucho cómo había salido retratado. Nos dijo que llevaba en su cartera una viñeta hecha por mí, recortada, y se la iba enseñando a la gente. Además, me pidió el dibujo, me dijo si le haría el favor de firmárselo, y así lo hice. En ocasiones, realmente te sorprendes de hasta dónde llegan tus dibujos y de a qué gente tan diferente a tí en cantidad de cosas, como en este caso un juez, le puede gustar tu trabajo. Haritu: ¿tienes algún personaje preferido a la hora de caricaturizar?
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Javier Ripa: pues, hombre, ¿preferido?... no sé. Bueno, la verdad es que vivimos en un país en el que los políticos son bastante fáciles de caricaturizar. También es cierto que siempre hay alguno que se te complica. Pero bueno, casi todos son fáciles de caricaturizar: Rajoy, Zapatero, Imaz... Por ejemplo, uno que se me ha complicado mucho y que aparentemente es bastante fácil es Tony Blair. Me ha costado. Haritu: ¿por qué? Javier Ripa: no sé. Tiene una cara muy peculiar y, sin embargo, no le pillaba el punto. Quizás uno de los personajes que más me ha gustado caricaturizar ha sido Aznar. Era un personaje muy fácil para ello, porque él es una caricatura de sí mismo. Lo logras simplemente con dibujar fielmente lo que es, lo que tu memoria guarda de él, ya que, al final, una caricatura es dibujar los restos de la memoria. Tú ves a alguien, te giras y lo que te queda en la memoria eso es la caricatura, las primeras impresiones. Aznar ha sido muy fácil de caricaturizar, con ese bigote... Por otro lado, hay caricaturas que no son sólo físicas, sino también psíquicas. Hay gente que puede que tenga una cara muy sencilla, muy corriente, pero dispone de una personalidad muy extrovertida o muy deforme y eso también se puede dibujar.
Haritu: es difícil encontrar una firma femenina en vuestra profesión. ¿A qué crees que se debe? Javier Ripa: sí, es cierto. Hay muy poquitas. Yo no sé si responder a esta pregunta, porque puedo caer en el error de parecer machista. Es verdad que en el mundo del humor hay muy pocas mujeres. De hecho, la publicación «El jueves», que es donde colaboro y, en consecuencia, la revista que más de cerca conozco, cuenta con medio centenar de colaboradores y únicamente uno de ellos es mujer, creo. Y no se le pone cortapisas a nadie. Quiero decir que cualquiera puede presentarse, hacer sus cosas... ¿Por qué? Pues... no sé. Me da miedo decirlo, pero... igual mejor me callo. Haritu: ¿no será que las mujeres carecen de sentido del humor? Javier Ripa: yo creo que el hombre está capacitado para unas cosas y la mujer para otras. Y pienso que, quizás, la mujer no es que carezca de sentido del humor, pero puede que el hombre esté más capacitado para hacer humor. De todas maneras, yo tengo amigas con las que me parto de risa, y también amigos, pero bueno, tengo más amigos con los que me río que amigas.
Haritu: los medios de comunicación conceden a la ilustración una importancia cada vez mayor, pero todavía hay quien opina que vuestro trabajo no se valora lo suficiente. ¿Lo sientes así? Javier Ripa: hombre, sí, pero yo creo que ocurre con todas las artes en general. Salvo cuatro que han sido unos triunfadores y que han llegado a cierto grado de reconocimiento, desde siempre los artistas han formado parte de un mundo marginal en el que más o menos viven, malviven... El concepto que mucha gente tiene del artista humorístico, incluso en general del propio artista, es que se trata de gente bohemia, idealista, y ya sabemos que todos los idealismos no se pagan
bien. El nuestro es uno más. En esta profesión hay gente que sí vive bien, que están reconocidos, pero apenas son cuatro, y el resto andan trapicheando por aquí y por allí. Pero claro, si fuera una profesión muy bien pagada, entonces, creo que también tendríamos mucha basura. Es decir, esto en parte es una selección, es como las vallas en Tarifa, que sólo pasan los negros más grandes y más fuertes. Si tuviese mucho gancho y atractivo, todo el mundo intentaría ser dibujante gráfico, humorístico y tal. Lo que ocurre es que todo el mundo iría de gracioso y eso es lo peor que puede pasar. Haritu: colaboras en el diario «Deia» y en «El jueves». ¿Qué diferencias ves entre los
dos fomatos, prensa y revista, a la hora de trabajar? Javier Ripa: yo me encuentro muy cómodo en ambos formatos, lo que ocurre es que en cada uno de ellos también puedo hacer cosas distintas. Es decir, lo que hago en «El jueves» es diferente a lo que pueda hacer en «Deia», y viceversa. Digamos que me complementa, porque uno es un periódico localista, con una tendencia político-social concreta, y el otro es una revista estatal que me permite llegar a sitios donde no llegaría con el periódico. A veces me divierto más con unas cosas y a veces con otras. Son dibujos totalmente distintos.
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A dos bandas
«Cualquier pueblo necesita humor y, sobre todo, si tiene una lengua que minorizan» Al igual que su hermano, Mikel Urmeneta, humorista gráfico. Pero Asisko Urmeneta no cree que el arte se lleve en los genes: «la clave está en la educación y la continuación de un trabajo». No en vano, ya desde muy pequeño, Asisko se sentaba a emular la afición de su progenitor relacionando el humor con el trazo. Haritu: «Asisko Urmeneta. ¿Hermano del de Kukuxumusu, el de los dibujos de las camisetas?». Supongo que muchos te reconocerán como «el hermano de». Asisko Urmeneta: ¡sí! Antes, históricamente, siempre era: «oye, Urmeneta, ¿no serás tú hijo de aquel que fue alcalde de Pamplona y director de la Caja de Ahorros de Navarra?» Al tiempo de morir mi padre y cuando ya creía superada la pregunta, cuando parecía que la gente ya la había olvidado y pude pensar «bien, existo», entonces, pasó a ser: «oye, ¿tú no serás hermano del de las camisetas?». De todas formas, sin ser motivo de vergüenza para nada, desde pequeño parece que siempre vas a ser algo de alguien. Es una especie de karma que habrá que llevar, pero no pasa nada. ¡Ja, ja, ja! Haritu: dos hermanos dedicándose al humor grafico. ¿El arte se lleva en los genes? Asisko Urmeneta: no, yo creo que para nada. No he conocido milagros en este mundo y creo que la única respuesta está en el trabajo, aunque parezca un poco fascista. Mozart era un músico impresionante de pequeño, pero porque desde edad muy temprana se vio rodeado de un ambiente propicio para ello. Su padre era músico y le impulsaron el trabajo por la música, le enseñaron a tocar el piano... Luego está que te guste más, que tengas más habilidades, etc. Pero si lo trabajas, sigues en ello. Estás más predispuesto no por genes, sino por
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educación. También hay otros factores. Yo, por mi complexión física, no me podría dedicar a la halterofilia, pero incluso si hubiera entrenado desde pequeño, puede ser que practicara alguna modalidad de halterofilia, no sé. En mi caso ha sido el dibujo porque en mi familia siempre ha habido una tendencia a ello. Desde muy pequeños nos ponían a dibujar y tanto mi hermano como yo hemos continuado en esa dirección. Cuando a un adulto le dices que dibuje una casa, te la dibuja tal cual la hubiera plasmado de pequeño y eso se debe a que no ha habido una continuación. Es como si un trompetista me dice a mí que toque la trompeta, o un fotógrafo que saque una foto. No lo sabría hacer, porque no me he dedicado a ello. Tienes que haber seguido. Algunos hemos tenido la suerte de haber visto en casa un determinado ambiente que nos ha relacionado con el mundo del diseño gráfico. Haritu: ¿a quién veíais dibujar en casa? Asisko Urmeneta: a mi padre. Dibujaba muy bien. En tiempos de la República hizo «La historia gráfica de Euzkadi», que publicó el semanario «Napartarra». El texto era de mi abuelo y los dibujos de mi padre. Ves los dibujos que hacía mi padre cuando contaba con unos quince años y flipas. Desde muy pequeños nos inculcaron el mundo de la caricatura y el humor relacionado con el trazo, el dibujo. Haritu: entre los que seguimos un poco el escaparate del humor en euskara, sin embar-
go, tu rostro es sobradamente conocido. Fundador de la revista «Napartheid», presentador en ETB1 del progama «Mihiluze», autor e ilustrador de varios libros... Una amplia trayectoria en la que siempre manejas dos ingredientes básicos: humor y euskara. ¿Ambos están correlacionados o es que los euskaldunes estamos a falta de humor? Asisko Urmeneta: yo creo que cualquier pueblo y civilización del mundo está necesitado de humor y, sobre todo, si se trata de un pueblo al que se le niega su desarrollo normal, o si tiene una lengua que minorizan. En ese caso hay un plus de necesidad de oxígeno y de intentar reírnos de nosotros mismos. A todos nos gusta reírnos. Es una necesidad humana. Vas a Japón, un país que caricaturizas como serio, aburrido y trabajador, y te das cuenta que les encanta reírse, como a todos. Reírse es sanísimo. Por otro lado, en el mundo del cómic, que es donde más me he centrado yo, tenemos que unir dos mundos que aparentemente son muy distintos, pero, luego, al final, no lo son tanto: la imagen y la palabra. De esa unión va surgiendo un producto, como por ejemplo unos dibujos animados, una animación para internet, un cómic... Tanto un mundo como el otro son eminentemente plásticos, podemos jugar con ellos, retorcerlos, podemos crear. El mundo del grafismo es conocido, pero el mundo del euskara, del idioma, ha sido menos explorado. Ahí tenemos a Antton Olariaga, un auténtico forjador de neologismos, de dobles y triples sentidos, que ha sido uno de los primeros en atreverse a aunar el
euskara y el humor en el mundo del grafismo, haciendo frente a las limitaciones que impone el hecho de que el euskara aún no sea una lengua normalizada, ya que esto a veces nos lleva a una hipercorrección petarda. En francés, por ejemplo, es una maravilla: los cantautores, los escritores, los juegos de palabras... el lenguaje informal ha invadido todas las capas del idioma. Incluso entre los políticos. Son características del lenguaje más informal que han pasado absolutamente a todos los estratos del día a día. El castellano no es tan dinámico. El inglés yo creo que también es un idioma informal muy dinámico, aunque mis conocimientos de esta lengua igual no me dan para tanto. Y en euskara, tenemos, por jemplo, las leyendas de Oroz de que es el tesoro de Aitor, la lengua vernácula, nuestra herencia que hay que guardar en un museo, etc. Gracias a Olariaga, sobre todo, se ha abierto una ventana de gozar, disfrutar, hacer reír con el euskara. Esos dos mundos me re-
sultan imprescindibles para contar algo. Por un lado, el mundo de la imagen seguramente no me da, porque no soy un pintor o un escultor, y por otro, el mundo del lenguaje también se me puede quedar corto, porque tampoco tengo la brillantez de un escritor, ni mucho menos. Pero entre los dos vas explicando la vida, toreando las cosas y sí, me encuentro muy bien entre las dos muletas. Es una manera de recorrer un camino, que es la expresión o contar cosas. Haritu: en Nafarroa, un territorio donde el euskara debe hacer frente a continuos impedimentos para su normalización, ¿el trabajo te ha resultado difícil? ¿Te has encontrado solo? Asisko Urmeneta: no, no. Solo no, feliz y sorprendentemente. Por otro lado, tenemos una ventaja, y es que no es sólo un valle de lágrimas como dicen los católicos, precisamente
gracias a que no tenemos una lengua normalizada y que ha sido muy trabajada. Como decía Itxaro Borda, «mientras los hindúes hablaban del arte de amar y del Kamasutra, en euskara en el siglo XII Tartas dictaba ‘Ontsa hiltzeko bidea (Maneras de morir)’». Eso mismo, que el euskara haya sido poco trabajado, además en espacios muy reducidos e interesados, nos ha ayudado de alguna manera. Como decía Arbelbide, «gracias al euskara se ha levantado un muro que impide que lleguen ideas malas, no hay libros perniciosos en vasco». Y era verdad en su época. Así que el euskara impreso de una manera irrespestuosa o informal no existía tanto, sí entre los bertsolaris y la gente de la calle. Por ello, está todo por hacer y, gracias a eso, hemos encontrado un campo en el que los que no somos ni mucho menos brillantes nos hemos visto como pioneros y, en consecuencia, pareces más bueno de lo que realmente eres. ¡Ja, ja, ja!
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Orratza
Egin bidea ba eserialdia prozesu berri baten alde
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akeari Zirkulu biribil bat irudikatuz, Donostiako Bulebarrean aulkietan eserita. Egin bidea bakeari ekimenaren kideek modu horretan eskatzen diete politikariei eta ardura dutenei berriz ere eser daitezela bake-prozesuaren alde lan egiteko. Gizarte zibilaren ahotsa (edo isiltasuna) da ekimenaren giltzarria.
Testua:
Garazi Landa
Donostiako Bulebarrean, hilabetearen lehen eta hirugarren ostegunean, arratsaldeko zortzietan. Gipuzkoako hiriburuko gune ezagun horretan, maiztasun horrekin eta ordu horretan elkarretaratzen dira hainbat euskal herritar bakean bizi nahi dutela eskatzeko. Elkarretaratzeak, ordea, ez du ibilbiderik eskatzen, sarritan ohi den moduan. Beren aldarrikapena ez dute kalez kale pasiatzen pankarta baten burupean, bestelako era bitxi batean baizik: eserita, aulkiz osatutako espazio biribila irudikatuz. Egin bidea bakeari du izena ekimenak eta iragan maiatzean, udaberri loratuarekin batera, ikusi zuen argia. Hain zuzen, maiatzaren 24an. Orduko lehen agerraldi hartan, 50 pertsona inguruk egin zioten deia bakeari. Jatorri eta iritzi anitzetako 50 lagunek, herritarrek. Izan ere, Egin bidea bakeari ekimenaren ateak jende ororentzat daude zabalik. Giltzarik gabekoak dira bere zerrailak. Euria, zarraztaka indartsuan, zerion aurkezpen egun hartan; haatik, gure herrian bakearen alde aurrera egiteko nahia gailendu eta Bulebarraren, kioskoaren aldamenean, bildutakoek aterkien babespean eutsi zioten borobilean eserita. Irmoki. Hasierako agerraldi hartan, Artamugarriak taldeko gonbidatu batek bake prozesua, herritarren partaidetza eta expresio artistikoen inguruko hausnarketa bat egin zuen. Halaber, Egin bidea bakeari ekimenaren oinarriak jasotzen dituen agiria banatu zen, idatziaren filosofiarekin bat egiten duten herritarrei hilabetero, lehen eta hirugarren ostegunean, leku berean esertzeko deian eginez. Agiriaren oinarriak Funtsean, elkarrizketa, parte-hartzea, indarkeriarik eza eta gaztazkaren konponbidea dira ekimen independiente honen agirian proposatutakoa. Datozen belaunaldiek egungo indarkeria adierazpenak jaraunstea ekidin nahi dute. Beren adierazpideak biribilean ipiniako aulkiak eta isiltasunaren indarra dira. Gatazka luze bateko parte sentitzen direla diote eta konponezin hori gizarteratzea dute xede, indarkeria gabeko bideetatik zuzendu, hitza, elkarrizketa eta parte-hartzea erabiliz. Elkarrizketa bultzatzen duten beste ahalegin batzuekin bat egitea dago taldearen ariketen artean. Zergatik, baina, beti espazio berean esertzea? Horrekin erakutsi nahi baitute prest daudela guztiona den leku hau elkarbanatzeko, elkar errespetatuz, eta taldean adierazten ari dira asper-asper eginda dauzkala gizartea pairatzen ari den etengabeko indarkeria eta eskubide gabeziak. Donostiako Bulebarra hautatu zuten hiri horretan ardatzgune delako, jende ugari ikusten du egunero toki historiko horrek eta mugimendu ezberdinen erakuslehio da. Aurkezpen txiki baten ondoren, ordu laurden bat ematen dute isilean eserita. Hala aritzen dira.
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Orratza
Baina giza-biribilaren eserialdia noiz arte? «Ardura dituztenek berriro eser daitezen arte» erantzuten dute Egin bidea bakeari ekimeneko kideek, tinko, gogotsu, «bakea bilatuko duen prozesu berri bati ekin diezaioten». Ez diote etsi nahi, gaurko egoera latz honetan, objektu pasiboak izatera. Gogoa, nahia, ahalegina dituzte ezaguarri. Giza ezaugarri eraikitzaileak. Ez dute ezer egin gabe geratu nahi, ardura guztiak besteei leporatuz. Etsipena ez dago beren lagunen zerrendan, ezta unerik zailenetan ere. Bakeari bideak irekitzeko ahalegin honetan, pertsona guztiei eta bakoitzari gonbita egiten diete egunero bakea eraikitzeko aktiboki zer egin daitekeen hausnar dezaten. Ekimenaren ia urte erdiko jardunbidean, askotarikoak eta batzuk oso bitxiak izan dira dei honek jasotako erantzunak. Musika doinuen giropean aritu denik izan da, adibidez. Taldeak gauzatu zuen hirugarren zitan Rogelio Botanz abeslari legazpiarrak kantu bidez egin zuen bere ekarpena Euskal Herrian bizikidetza baketsua eta demokratikoa lortzeari begira. Amaia Zubiriak ere bere ahots ederraz baliatuz, a capella, eskaini zien bere ekarpena borobilean eseritako guztiei. Olerki irakurraldiak ere izan dira, bai eta graffiti erakustaldiak ere bakearen aldeko proiektu honetan. Eta ekimenari ekarpenak idatziz egiteko sarean ere mada modurik, ondorengo blogetan: www.blogak.com/eginbideabakeari eta www.blogak.com/abramoscaminoalapaz/.
Parte-hartzaileen gogoetak «Bakearen aldeko bidean denok dugu zeregina, eta uste dut gizarte zibilaren ahotsa (edo isiltasuna) oso baztertua dagoela gaur egun. Politikoak interes elektoralistek baldintzatzen dituzte, eta gizarteak ez badu bultzatzen, ez da prozesurik egongo. Beste jendearen ikuspuntua ezagutu eta elkarrekin bakearen alde aritzeak motibatzen nau. Esparru kolektiboak pixkanaka galtzen ari dira gure gizartean, eta ekimen honen bidez esparru hori osatzen da ere». (Mikel) «Denon artean sua piztuta mantentzeko oinarriak jartzeko nahiak bultzatzen nau. Gustura nago pluraltasun minimoa dagoelako». (Joxe Mari) «Horrenbeste jende ari gara lanean helburu beraren alde bide desberdinetatik, beldur bainaiz indarrak ez oten diren galduko hainbeste bide ezberdin zabalduta. Ekimen honetan, helburu berak ditugun indar anitz metatzen dira». (Aitziber) «Ekimen honen lehen bertutea da indarkeria eta eskubide falta biak batera salatzen dituela, ez dela erortzen pausoa alde batekoei soilik eskatzearen tranpan. Bestetik, bere apaltasunean jende asko eta oso anitza erakartzeko gai da, oinarrizko printzipioekin bat egitea nahikoa da-eta». (Agurtzane)
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ÂŤGurearen antzeko ekimen gehiago sortzea nahiko genukeÂť Haritu: nortzuek osatzen duzue Egin bidea bakeari? Sabino Ormazabal: talde sortzailea hamabi bat pertsonek osatzen zuten, batzuk giza mugimenduetatik datozenak eta ezen taldeko militanteak ez direnak beste batzuk. Besteak beste, bada ondorengo talde, mugimendu zein erakundeetako jendea: Lokarri, Justizia eta Bakea, Amnistia Internacional, komunitate kristauak eta Bidea Helburu. Haatik, azpimarratu beharra dago konpromiso pertsonala dutela ekimenarekin, norbanakoa, ez talde horien orderkari moduan jarduten. Bestalde, nabarmentzekoa da ekimenean ikus daitekeen aniztasuna, jatorriari, esperientziei eta sentsibilitateei dagokienez, baina funtsezko zerbaitek batzen gaitu guztiak: indarkeriarik gabe; hitza, elkarrizketa eta parte-hartzea erabiliz gure gizartearen gatazka konpondu eta bakea eginez joateak. Haritu: nola sortu zen ekimena? S.0.: Bidea Helburu taldeko jendeak egin zuen aurreneko proposamena, ikusita bakoitza bere aldetik ari zela helburu beraren alde, elkarlana bultzatu beharrean, eta deia egiten hasi zen atxikimenduak lortzeari begira. Poliki-poliki, jende gehiago elkartuz joan zaigu. Beste behin ere, hitzordu gastronomiko batean, mahai baten inguruan, hausnartu, eztabaidatu eta hartu ziren lehen erabakiak ekimenaren inguruan. Hasiera horren uzta da orain Donostiako Bulebarraren ondoan hilabetearen lehen eta hirugarren ostegunean ikus dezakeguna. Haritu: zerk bultzatu zintuzten honetara? S.0.: biolentzia mota ezberdinak eta eskubideen gabezia direla eta, askok sentitzen dugun gogaipena modu eraikitzaile batean adierazteko nahiak bultzatu gintuen ekimen hau gauzatzera, horri guztiari modu praktikoan aurre egiteko nahiak. Txinparta bat piztea nahikoa izan zen egitasmoa sostenguak jasotzen hasteko. Igerilekura jauzi egin beharra zegoen, eta busti, hezurretaraino busti ginen elkartu ginen lehendabiziko egunean bota zuen euri zaparrada zela eta. Beste herri edo hiri batzuetan ere gurearen antzeko beste ekimen batzuk sortzea dugu nahia, gurearekin bat etor daiztezkeenak, modu batera edo bestera. Badira batzuk, hala nola, Artamugarriak eta Batzart. Gure plazak biolentziaren aurkako eta elkarrizketa eta partaidetzaren aldeko mezuz betetzen baditugu, gatazka errazago gidatuko da bide sozial eta demokratiagoetatik.
Sabino Ormazabal, Egin bidea bakeari ekimeneko kideetako bat.
Haritu: zein duzue antolatzeko modua? S.0.: erabakiak hartzeko orduan, guztion arteko adostasuna bilatzen da, garrantzizkoena eztabaida da. Bilerak aurretik e-mail bidez elkarri iritziak bidaliz prestatzen dira. Oinarrizkoak, funtsezkoak biltzen gaitu. Adostasunik ez badago, nahiago dugu bozkarik ez egin eta argudio egokiak bilatu (geure burua) konbentzitzeko. Horrelakorik gertatu ezean, proposamena baztertzen da. Hain mugimendu anitzean lan egiteak entzuten jakitea eta malgua izatea eskatzen du. Aulkiena eta borobila egitearena Artamugarriak izeneko beste ekimen baten ekarpena da. Gehienbat Nafarroan dabil jardunean Artamugarriak. Xumea baina, aldi berean, indarrez betea iruditu zitzaigun eszenaratzeko era hori eta aho batez onartu genuen guretzat. Ekimenaren logoa aukeratzea da oraindik zehaztuta ez daukagun kontuetako bat, baina hori ere egingo dugu; izan ere, banatzen dugun orria hartzeko zalantzak izan ditu batek baino gehiagok eta hau da galdetu duen lehen gauza: baina nork antolatzen du ahu? Herri honetan hain dago errotua polarizazioa, ezen arreta handiago eskaintzen baitiogu zelofanari gozokiari baino, jakinda ere gozokia dela benetan zaporeduna. Haritu: noiz arte iraungo du ekimenak? S.0.: ekimenak ibilbide luzea izango duela aurreikusten dugu. Badakigu gauza asko korrotez kontra dauzkagula, baina neurri ezberdinetako euritako eta flotagailu ugari ditugu gure eskuetan zaparrada mota guztietatik salbu irteteko. Halaber, badakigu bakea Itaka baten modukoa dela, aurkitzeko puntuan zarela uste duzunean arraunean jarraitu behar duzula hurrengo uhartera iristeko. Eta gero, hurrengora. Ardurak dituztenek berriro eser daitezen arte jarrituko dugu eserialdiak egiten.
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Opinión
En torno a la pérdida
Tras varios años trabajando con personas que se encuentran en duelo, en muchas ocasiones sigo preguntándome qué supone y significa realmente perder. Desde que nacemos hasta que morimos, estamos perdiendo continuamente: cosas importantes, periodos de vida, personas a las que queremos… Pérdida tras pérdida, y sin embargo, cada una de ellas nos resulta única, increíble y totalmente dolorosa. A veces, tanto en la consulta como en mi propia vida, me encantaría tener en mis manos respuestas, e incluso recetas mágicas, para que todos aquellos que hemos perdido y vamos a perder tuviéramos la oportunidad de sentirnos mejor, pero también se que esto, en la práctica, no es así. Perder lo que quieres, lo que sueñas o lo que te gustaría duele, y creo que la única receta real es permitirse ese dolor. Los niños, e incluso los animales, lloran, rabian y patalean cuando
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suelen perder lo que quieren, porque alguien se lo quita, o simplemente, porque no les pertenece. Yo, a día de hoy, todavía me planteo qué sucedería si nosotros, los adultos, nos dejásemos de tantas apariencias y de tanto miedo por sentir lo que realmente supone una pérdida, me planteo que sucedería si nos permitiésemos llorar, rabiar, patalear. Estoy convencida de que el dolor no desaparecería, pero si se llevaría de otra manera. Creo que en muchas ocasiones no somos conscientes de la realidad que tenemos a nuestro alrededor, damos por hechas muchas cosas porque se supone que tienen que ser así, y sólo somos realmente conscientes de lo que teníamos una vez que lo hemos perdido. Cuántas veces habré escuchado frases como….. «No le dije que le quería», «no le di un beso por lo que él pudiera pensar», «no le di las gracias porque pensaba que era su obligación el hacerlo»… Todas ellas reflejan lo que pretendo explicar.
Rakel Mateo Psicopedagoga especialista en proceso de duelo
No se trata de ir por la vida pensando que todo lo que tenemos lo podemos perder, pero creo que tampoco se trata de no ser conscientes de que realmente lo podemos perder. Damos muchas veces por hecho que los que están a nuestro alrededor van a estarlo siempre, y esto no es así. El camino del nacimiento y el de la muerte nos corresponde a todos y todos lo haremos solos. Sin embargo, en el camino de la vida nos vamos encontrando con muchas personas y cosas. Algunas las dejamos pasar sin ni siquiera mirarlas, porque, tal vez, no es el momento o porque, tal vez, no nos interesan. Otras las hacemos partícipes de nuestro camino y compartimos con ellas el peso de nuestras mochilas. Otras desaparecen sin avisarnos de que lo van a hacer. Tal vez, sería bueno darnos cuenta y mirar a esas personas, pensar si son las que queremos tener a nuestro alrededor, y pensar no sólo lo que ellas nos aportan, sino también lo que nosotros les podemos aportar. A veces sería bueno cerrar los ojos e imaginar que
nuestro camino es único y que cada uno de nosotros vamos a ser lo que decidamos, vamos a elegir por dónde ir y con quién. A veces, hace falta darse cuenta dónde estamos y mirar a dónde queremos llegar, pero, sobre todo, es necesario saber cómo hacerlo. El camino suele ser duro y difícil. En ocasiones, uno se siente cansado y sin ganas de tirar hacia delante. Otras veces, creemos que todo va bien y avanzamos tan deprisa que no nos damos cuenta de todo lo que tenemos a nuestro alrededor. Tras varios años trabajando con personas en proceso de duelo, y a pesar de seguir preguntándome qué significa perder, en ocasiones llego a la conclusión de que perder significa vivir, de que uno seguirá perdiendo cosas importantes, personas y sueños siempre que siga teniendo la posibilidad de hacerlo, y de que, por muy extraño que resulte escucharlo, el perder tiene mucho que ver con el crecer, y con el sentirse vivo.
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Foros
Fidelidad al proyecto, desde Iruñea «Continuidad a través de los años. Fidelidad al proyecto de paz». Con estas palabras subrayan los miembros del Foro de Lokarri de Iruñea una de la que consideran entre sus principales características. Y ciertamente, escuchándoles hablar, vemos que cuentan con una larga trayectoria, llena de sabores y sinsabores, perseverando en pro de ese bien común que es la paz. Tan anhelada y, al mismo tiempo, tan escurridiza cuando parece que la tenemos entre las manos. El actual Foro de Lokarri de Iruñea tiene su procedencia en los varios talleres de Elkarri que desempeñaban su labor en la capital navarra aunque la mayoría de los que participamos ahora venimos del Taller de Donibane. También hay quien comenzó su andadura en otros parajes muy distintos, como es el caso de Blanca Burusko, que dio sus primeros pasos en el taller que trabajaba desde Irati. «Yo me animé a esta historia a través de una charla que dio Elkarri en Burguete –relata Blanca–. Tenía ganas de que saliera algo diferente a lo que proponía la izquierda abertzale, ya que me parecía que se trataba de un discurso que venía repitiéndose muchos años y sin ningún resultado. Cuando acudí a la charla que daba Víctor Aierdi, encontré justo lo que tenía en mente, me gustaba su propuesta, coincidía con lo que buscaba. Así surgió el taller de Irati». En aquellos primeros años de Elkarri, era evidente la desconfianza de muchas personas hacia el recién creado movimiento, no sabían dónde ubicarlo, pero a medida que fue pasando el tiempo, la reacción de la gente cambió. El nivel de aceptación y participación fue creciendo. «Hubo momentos en los que, sobre todo en las salidas a la calle, notabas un gran apoyo por parte de la gente, veías que estaban contentos con nuestro proyecto de paz», relata Maialen, una de las participantes de nuestro Foro. «Sí, es verdad. Pero tampoco podemos olvidar que hubo momentos muy duros, años de trasiego en los que se nos derrumbaba mucho de lo construído», recuerda Blanca. La sucesión de Lokarri a Elkarri con la meta de lograr el acuerdo, la consulta y la reconciliación nos pilló a muchos con un cambio personal importante. «Fue un momento en que la mayoría ya empezába-
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mos a tener cierta edad y con Lokarri preveíamos un cambio considerable en cuanto a la forma de funcionar», cuenta Gabriel, otro de los integrantes del Foro. «No estábamos acostumbrados a recibir la información a través de e-mails, en fin, a ir de la mano de la tecnología, estábamos más acostumbrados al funcionamiento personal. Pero es cierto que, en consonancia con los tiempos, veíamos necesario el cambio. Además la gente necesitaba cambiar. Eso sí, al principio, hizo falta que nos orientaran un poco, pero, bueno, nos adaptamos enseguida», añade Gabriel. La despedida a Elkarri sembró entre muchos de nosotros una nueva semilla germinadora. Había terminado una etapa, pero echando la vista atrás a todo el trabajo desempeñado, al potencial con que contábamos e, incluso, al contexto tan motivante en el que nos hallábamos, con miras a un proceso de paz, decidimos que debíamos continuar. «Que Elkarri dijera adiós y no hacer nada más era perder mucho –opina Blanca–. Toda la gente que estábamos, el trabajo y potencial con el que contábamos, y, de repente, ¿cero? De ahí vino la decisión de seguir con Lokarri. Lo que ocurre es que en estos dos años, desde que nacimos, como no se ha terminado de encauzar el proceso de paz, pues, muchos de los temas que hemos ido trabajando, como el de la reconciliación, todavía no han podido dar sus frutos. Lo que tenía que haber sido una cadena de cosas, por las que hubiéramos trabajado muchísimo, no ha podido materializarse. Estamos en un impás que incluso para nosotros a veces es desalentador, para nosotros y para la sociedad en general, claro, porque estamos todos en una situación…».
HARITU, a partir de un texto de los miembros del Foro de Iruñea
La mayoría de los participantes del Foro nos conocemos desde hace ya muchos años, algunos incluso desde antes del nacimiento de Elkarri. En general, los que conformamos este Foro somos un grupo de personas muy motivadas que lleva trabajando muchos años, de una manera o de otra. Gente que, además de en esta organización, estamos luchando por otros temas sociales. También hay que reseñar que, salvo unos pocos, la mayoría hemos sido muy constantes, hemos continuado a través de los años. Creemos que nos caracteriza la fidelidad al proyecto de paz. De todas formas, dentro del Foro también contamos con algunos jóvenes, aunque pocos, brindando su afán y esfuerzo. Por otro lado, el Foro lo conformamos un grupo de gente bastante homogéneo. Salvo algunas diferencias, la mayoría compartimos varios temas y esto se debe a que muchos hemos coincidido en algunos proyectos, como el Foro Gogoa, las ikastolas... Es cierto que hay, por ejemplo, nacionalistas y no nacionalistas, creyentes y no creyentes, pero, en general, somos gente de ideología y creencias similares. La campaña por la Consulta Popular es en estos momentos uno de
los ejes centrales de nuestro trabajo. Hemos recogido un buen número de firmas que apoyen esta iniciativa, y nuestro deseo es que se sume más gente. «Creo que es el punto clave para el proceso de paz, la resolución del conflicto –dice Blanca–. A veces estoy muy animada, otras no tanto, pero lo que sé es que de aquí a un tiempo todo se va a ir encauzando, se ve por las circunstancias, por cómo se va desarrollando todo… El tema de la consulta es clave para ello. Me da la sensación de que estamos en el punto álgido de la cuestión. Lo que pasa es que está todo tan mal que hace falta tiempo para que esto coja cuerpo, tenemos que trabajar por ello». «La realidad es que, si en este momento tuviéramos un proceso de paz medianamente encauzado, estaríamos mucho más seguros, sería otra historia», apunta Maialen. «La realidad es también que en estos temas Nafarroa va por detrás de la CAV y el desánimo a veces es mayor. Ves que Ibarretxe anda con lo de la consulta y aquí estamos en la época de las cavernas. Pero si el proceso de paz tira adelante, va a tirar para todos, primero allí y luego aquí», señala Blanca.
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Campa単a
Topaketa hausnarketarako beta Gogoeta ugarik eta hausnarketa sakonek girotu zuten joan zen irailaren 29an Lokarrik Deustuko Bidarte Gizarte Etxean egindako Topaketa. Bazen horretarako arrazoirik. 2008ko urriaren 25ean Euskal Autonomia Erkidegoan herri-galdeketa egingo dela iragarri zuen bezaperan Ibarretxe lehendakariak, politikari buruzko osoko bilkuran. Aukera berria mahai gainean, une honetan Lokarrik bere jardunean zeri emango dion lehentasuna izan zen eztabaidaren ardatza.
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2007ko martxoaren 31. Bilboko Euskalduna Jauregia. Ospakizunerako hitzordua, Lokarriren lehen urtemugaren karira. Urtebetetzea ospatzeko soilik ez, proposamen bat egiteko ere bai: herri-kontsulta bat deitzeko herri-ekimen bat abian jartzea. Kontsulta bat zertarako? 1) ETAk biloentzia bazter dezan eskatzeko, 2) bazterketarik gabeko elkarrizketaren alde egiteko gure arazoak konpontzeari begira eta 3) bakean eta demokrazian oinarritutako akordio bat lortzeko beharra azpimarratzeko. Konponbiderako baliagarria izango den errezeta berri bat mahai gainean jarri zuen Lokarrik. Eta egun horretatik bertatik, herrikontsulta baten alde hasi zen lanean bakean eta demokrazian oinarrituriko bizikidetza esparru bat lortzeari begira. 2007ko urriaren 31n Eusko Legebiltzarrean eta Nafarroakoan
herri-kontsulta deitzeko herri-ekimenaren aurkeztua zen erronka. Eginbehar hori gogotik gauzatuz joan da martxoaz geroztik eta Lokarriren foro, kide eta kolaboratzaileak, bai eta oro har gizartearen zati handi bat ere, ekin eta ekin, jardunean ibili dira atxikimenduak biltzen. Emaitza ez da nolanahikoa izan. Ekimenari sostengua ematen dioten ia 20.000 sinadura eskuratu ditu akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sareak. Haatik, bilketa-kanpainari benetako bultzada mugiarazlea ematea aurreikusita zegoen unean, 2008 urriaren 25ean Euskal Autonomia Erkidegoan herri-galdeketa egingo dela iragarri zuen Ibarretxe Lehendakariak irailaren 28an Eusko Legebiltzarrean, politika orokorrari buruzko osoko bilkuran. Espainiarekin lortutako «itun politikoa» berresteko edo «blokeoa gainditzeko». Gatazka
gainditzeko bere ibilbide orriaren berri eman zuen Ibarretxek. Espainiako Gobernuarekin hurrengo urteko ekainean indarkeriaren bazterketaz eta erabaki eskubideaz hitzarmena lortu nahi du Lehendakariak. Galdeketaren -batena edo bestearena- emaitza aldekoa balitz, «ETA behartua legoke indarkeriari uko egiteko, eta alderdi politiko guzti-guztiak negoziazio politikorako mahaia abian jartzeko», esan zuen Ibarretxek. «Prozesuari amaiera emateko», 2010ean erreferendum «erabakigarria» egitea proposatu zuen. Espainiarekin akordioa lortzeko, Ibarretxek 2008ko ekaineko epea emango dio hango Gobernuaren presidenteari. «Bi irizpidetan oinarritzen dut proposamena. Bat, printzipio etikoa, indarkeriari uko eginez, euskal gizarteak bide politiko eta demokratikoak bakarrik erabiltzeko duen konpromisoa. Bi,
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printzipio demokratikoa, euskal gizartearen nahia errespetatzeko, eta borondate hau ordenamendu juridikoan jaso eta nola gauzatuko den arautzekoaÂť, Ibarretxeren hitzetan. Jaurlaritzaren eta Espainiaren akordioa balego, hurrengo urteko urriaren 25ean egingo litzateke Araban, Bizkaian eta Gipuzkoan herri galdeketa. Ibarretxek mahai gainean ipinitako aukera berriak gizartearen ekimenek bakearen eta normalizazioaren aldeko bidean oihartzunik badutela adierazten du, bai eta politikarien erabakietan eragiteko ahalmena ere. Lokarrik, giza mugimendua den heinean, atsegin handiz hartu zuen herritarrei hitza emateko erabakia. Hain zuzen ere, aldeak alde, herritarrei hitz egiteko aukera ematea bilatzen ari baitzen Sarea iragan martxoaren 31tik. Politikarien egutegi politikoan osagai garrantzitsu berri eta giltzarria aurkeztuta, ezinbestekoa zen Lokarriren partaideei hausnarketarako atea zabaltzea Sareak une honetan zer jardunbidetik joan behar duen erabakitze-
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ko. para deicidir cuales deben ser las actaucionaHala, irailaren 29an Deustuko Bidarte Gizarte Etxean Sareak egindako Topaketan hori izan zen mintzagai nagusia. Askotarikoak eta ugariak izan ziren bertan bildutakoek egindako ekarpenak, garrantsitsuak guzti-guztiak eta oso aberasgarriak erabaki bat zehaztuz joateko. Herritarren partaidetzarako deiak jendearen gogoak eta hausnarketak ernatzen dituela baieztatu zen. Ibarretxeren proposamenaz agerian geratu zen alternatiba zehatza dela konponbideak bilatzeko eredu bat marrazteko eta biolentziaren amaieran, bazterketarik gabeko elkarrizketan eta kontsultan oinarrituriko egoera desblokeatzeko. Haatik, hutsunerik ere ikusi zitzaion proposamenari. Izan ere, ez baitu jasotzen planteamendu zehatz bat bide guztia osatuz eta lagunduz joango dena herri-partaidetza garatzeko. Eta argi dago ezin direla errepikatu azken bake-prozesuaren akatsak. Herritarrek parte hartzen ez badute, elkarrizketa, akordio eta kontsultaren aldeko proposame-
nak gabeziak izango ditu eta. Bestetik, Topaketan hainbaten ahotik agerian jarri zen herritarrei kontsulta bat egiteko aukera zabalduta ezin dela pentsatu den-dena dagoela egina. Akordio bat berresteko herrikontsulta bat deitu ahal izateko oraindik bada bide zati bat ibili gabe, eragozpen eta zailtasunez betea; hala nola, ETAk biolentziari heltzen diola, hain zuzen, baliagarria ez izanik eta, gainera, sufrimendua eraginda ere, herri-galdeketaren eztabaida hau aztoratzeko eta nahasteko gaitasuna baitu. Horrekin batera, iraganeko jarrerak gogora ekarriz, ÂŤezetzariÂť eutsiko dioten sektoreen arriskuaz ere solastu zen, elkarrizketa eta akordio prozesu bat hasteari oztopoak jarriko dizkiotenei buruz alegia, elkarrizketaren eta askoren arteko akordio anitzaren alde aurrera egiteko alternatiba zehatzak eta bideragarriak proposatu beharrean. Herri-kontsulta bat egitea oso garrantzitsua da gizarte osoarentzat eta Lokarrik komenigarria deritzo herri-kontsulta gizartearen eta politikarien ahalik eta adostasun handienarekin
gauzatzeari. Akordio bat berresteko kontsulta bat aukerarik hoberena da. Kontsulta elkarrizketa desblokeatzeko deituz gero ere, giltzarri garrantzitsua da, halaber, kontsulta-deialdiaren edukien eta baldintzen inguruan adostasunik handiena lortzeari begira. Hala, Lokarrik dei hirukoitza helarazi nahi du ahalik eta adostasun handiena lortzeko: 1) Zapatero Presidenteari eta Ibarretxe Lehendakariari, biek ordezkatzen dituzten erakundeen artean akordio baten alde lan egin dezaten, 2) alderdi politiko guztiei, kontsulta baten bidez berretsi ahal izateko normalizazio prozesu bat ahalbidetuko duen elkarrizketa prozesu bat abia dezaten eta 3) gizarte osoari, elkarrizketa, akordio eta kontsulta prozesuan parte har dezaten, bere ekarpena eskainiz prozesu guztia garatu eta bere azkenera arte eramateko. Dei hirukoitz honen harira, Lokarrik lanean jarraituko du herri-kontsultaren alde bakean eta demokrazian oinarrituriko bizikidetza esparrua eraiki ahal izateko.
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Vidas rotas
CrĂmenes contra mujeres en situacio
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Texto: Luis Fernando González Arce, Coordinador del Grupo de Pamplona-Iruña de Amnistía Internacional
ones de conflicto
La violencia contra la mujer es un drama del que no se libra ninguna sociedad hoy en día. Pero si la trasladamos a situaciones de conflicto, la encontraremos convertida en una auténtica arma de guerra utilizada más habitualmente de lo que pensamos. Un informe elaborado por Amnistía Internacional revela cómo muchas mujeres y niñas son obligadas a convertirse en esclavas sexuales o trabajadoras domésticas hasta que encuentran la muerte, y cómo la sociedad debe reflexionar para ser parte de la solución a este tremendo problema.
Durante el agravamiento del conflicto de Darfur, en el oeste de Sudán, a finales de 2003 y principios de 2004, Amnistía Internacional comenzó a recibir cientos de informes de violaciones y otros actos de violencia sexual contra mujeres y niñas. También salió a la luz que se las estaba secuestrando para utilizarlas como esclavas sexuales o trabajadoras domésticas. Sólo en marzo de 2004 la ONU supo que en el campo para desplazados internos de Mornei eran violadas hasta 16 mujeres al día cuando salían a recoger agua al río. Pero el terrible patrón de actos de violencia sexual y de otra índole que ha salido a la luz en Darfur no es en modo alguno único. En los últimos años, cientos de miles de mujeres afectadas por los conflictos en todo el mundo sufren la misma violencia. En el conflicto de la República Democrática del Congo, decenas de miles de mujeres y niñas han sido violadas. En Colombia, la violencia sexual generalizada es parte integral del conflicto y la cometen todas las partes: las fuerzas de seguridad, los paramilitares respaldados por el ejército y la guerrilla. Los conflictos refuerzan y exacerban unos patrones de discriminación y violencia contra las mujeres ya existentes. La violencia que sufren las mujeres en situaciones de conflicto es una manifestación extrema de la discriminación y los abusos que sufren las mujeres en tiempo de paz y de la desigualdad en las relaciones de poder entre hombres y mujeres en la mayoría de las sociedades. Cuando las tensiones políticas y la militarización creciente estallan en forma de conflicto abierto, esas actitudes y abusos habituales adoptan nuevas dimensiones y patrones distintivos, y todas las formas de violencia aumentan, incluidas la violación y otras formas de violencia sexual. A pesar de esta cruda realidad, y aunque el Consejo de Seguridad de la ONU ha reconocido recientemente que los civiles, y particularmente las mujeres y los niños, constituyen la inmensa mayoría de los que se ven afectados por los conflictos armados y que cada vez sufren de una forma más directa los ataques de los combatientes y
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otros elementos armados, sigue predominando la idea de que las mujeres sólo desempeñan un papel secundario en las situaciones de conflicto.
Un daño irreparable El informe «Vidas rotas. Crímenes contra mujeres en situaciones de conflicto» expone el uso por parte de los Estados y los grupos armados de la violencia basada en el género en situaciones de enfrentamiento armado. El uso de la violación como arma de guerra es quizás la forma más conocida y brutal en la que los conflictos afectan a las mujeres. Muestra también los numerosos efectos que la violencia o la guerra tienen sobre mujeres y niñas, y los efectos devastadores que producen en su integridad física y sus derechos fundamentales. Ciertas mujeres pueden ser víctimas de torturas o de homicidios porque son líderes de su comunidad o porque han desafiado las con-
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venciones sociales relativas a los papeles apropiados de las mujeres. Las mujeres sufren abusos por ser activistas por la paz, mediadoras y negociadoras en situaciones de conflicto y defensoras de derechos humanos y trabajadoras de organizaciones de ayuda humanitaria. Muchos de estos abusos adoptan formas específicas relacionadas con el género. Las mujeres detenidas o encarceladas pueden estar recluidas en instalaciones inadecuadas y a menudo correrán el riesgo de ser sometidas a torturas basadas en el género, como la violación y otras formas de abuso sexual, a manos de sus carceleros o de otros presos. Mujeres y niños constituyen la mayoría de los millones de refugiados y desplazados que huyen de situaciones de conflicto, lo que los expone a privaciones de muchas clases y a un mayor riesgo de sufrir la violencia sexual. Se calcula que el 80 % de los refugiados son mujeres y niños. Pero esta situación tampoco es en absoluto nueva. La trata de mujeres y niñas para la explotación sexual y el trabajo forza-
do es una característica común de situaciones de conflicto y posconflicto a lo largo de la historia. En los últimos años, han estado implicados en esta trata miembros de la ONU y de otras fuerzas de paz, así como trabajadores de organizaciones humanitarias Por otro lado, en muchas partes del mundo son cada vez más las mujeres y niñas que se convierten en combatientes, ya sea voluntariamente o bajo coacción, tanto en ejércitos regulares como en grupos armados. Algunas son reclutadas en grupos armados con el fin de ser explotadas sexualmente o son sometidas a violencia sexual como parte de rituales de «iniciación». Algunas de ellas se convierten a su vez en autoras y responsables de abusos contra los derechos humanos. Sin embargo, a pesar de este papel tan directo en casi todas las facetas del conflicto, las mujeres siguen estando en gran medida ausentes de las iniciativas de establecimiento, mantenimiento y consolidación de la paz, incluso en los casos de aquellas respaldadas por la comunidad internacional.
Violencia integral y endémica La violencia puede adoptar diversidad de formas diferentes, psicológicas y físicas, que provocan una penuria económica y una privación social extremas que niegan a las mujeres sus derechos económicos, sociales y culturales, además de los civiles y políticos. Incluso cuando las mujeres sufren las mismas violaciones de derechos humanos que los hombres, éstas pueden tener consecuencias diferentes para ellas. Las mujeres afrontan a menudo barreras particulares para acceder a la justicia y a la reparación, y soportan el estigma social en las sociedades posconflicto debido a los abusos que han padecido. La retórica, las instituciones y los procesos de la guerra y la mili-
tarización se definen como elementos intrínsecamente centrados en el varón y basados en valores que priman la agresión del varón y devalúan características asociadas a las mujeres. Así, los cuerpos de las
Una campaña, una reflexión
El informe redactado por Amnistía Internacional no intenta ser un catálogo de horrores sino un llamamiento a la acción y con la campaña «No más violencia contra las mujeres» esta organización de defensa de los derechos humanos pretende luchar contra la violencia que sufren las mujeres. Uno de los objetivos de la campaña es mostrar el continuo de la violencia contra las mujeres, desde la paz hasta la guerra, desde el hogar hasta los espacios públicos. La campaña incluye un enfoque sobre la prevención de esta violencia en situaciones de conflicto armado y propone medidas concretas que se pueden adoptar para enfrentar la violencia contra las mujeres, apoyar a las supervivientes y los defensores de derechos humanos que trabajan con ellas, y promover el papel de las mujeres en los procesos que afectan sus vidas.
mujeres, su sexualidad y capacidad reproductiva, se utilizan a menudo como campo de batalla simbólico y literal. Por todo esto, se puede afirmar que la violencia contra las mujeres es un aspecto integral y endémico de los conflictos a lo largo de la historia. Pero eso no significa que sea inevitable o insoluble. Los patrones de la violencia contra las mujeres en situaciones de conflicto no surgen de forma «natural», sino que son ordenados, aprobados o tolerados como resultado del cálculo político. Más aún, estos crímenes son obra de individuos que saben que no serán castigados por agredir a mujeres y niñas. Otra razón más por la que se ignoran las experiencias de militarización y conflicto de las mujeres o no se les da la debida importancia es que las mujeres, tradicionalmente, no están representadas en las instituciones políticas, militares e internacionales que deciden en los asuntos relativos a la guerra y la paz. Por ejemplo, de los más de 240 representantes ante la Conferencia Diplomática que adoptó los Convenios de Ginebra, sólo 13 eran mujeres. Esto significa que
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el impacto particular que los conflictos y la militarización tiene en las mujeres ha tenido poco reflejo en las leyes de la guerra, y la comunidad internacional ha tardado en reconocer la violencia contra las mujeres en cualquier contexto como un abuso contra los derechos humanos.
El futuro como reto Diez años después del genocidio de Ruanda, donde la violencia contra las mujeres fue un elemento central de la estrategia para eliminar a un grupo étnico concreto, poco o nada parece haberse aprendido sobre cómo prevenir estos horrores. Pese a todos los compromisos en el ámbito internacional, las herramientas efectivas para poner fin a la violencia contra las mujeres parecen sumamente escasas en la práctica. En la última década se han logrado avances en relación con las normas, mecanismos y compromisos internacionales destinados a abordar esta violencia. Pero la espeluznante escala y la pertinaz persistencia de los abusos contra las mujeres en los conflictos actuales
Hay mujeres que arrastran maletas cargadas de lluvia, hay mujeres que nunca reciben postales de amor, hay mujeres que sueñan con trenes llenos de soldados, hay mujeres que dicen que sí cuando dicen que no. Hay mujeres que bailan desnudas en cárceles de oro, hay mujeres que buscan deseo y encuentran piedad, hay mujeres atadas de manos y pies al olvido, hay mujeres que huyen perseguidas por su soledad. Hay mujeres veneno, mujeres imán, hay mujeres consuelo, mujeres puñal, hay mujeres de fuego, hay mujeres de hielo, mujeres fatal. Mujeres fatal. Hay mujeres que tocan y curan, que besan y matan, hay mujeres que ni cuando mienten dicen la verdad, hay mujeres que abren agujeros negros en el alma, hay mujeres que empiezan la guerra firmando la paz. Hay mujeres envueltas en pieles sin cuerpo debajo, hay mujeres en cuyas caderas no se pone el sol, hay mujeres que van al amor como van al trabajo, hay mujeres capaces de hacerme perder la razón. Hay mujeres que compran a plazos un nicho en el cielo, hay mujeres que cambian abrazos por ramos de azahar. «Hay mujeres» (Joaquín Sabina)
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en países como Afganistán, Colombia, República Democrática del Congo, Sudán o Nepal, indica que no es suficiente. Al evaluar los progresos realizados 10 años después de la creación de su cargo, la relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres subrayó la falta de voluntad para implantar efectivamente las normas internacionales, la violenta reacción contra los derechos reproductivos de la mujer y el cambio en el contexto de la seguridad mundial como desafíos clave en la lucha para poner fin a la violencia que sufren las mujeres. Hoy ya no puede haber ninguna excusa para ignorar los crímenes que se cometen contra las mujeres en situaciones de conflicto. Con las noticias que llegan casi a diario de zonas de guerra de todo el mundo, nadie puede alegar que no sabe lo que pasa. Nadie puede ocultarse tampoco tras la excusa de que no se puede hacer nada. Por todo ello, es urgente encontrar formas de acciones más eficaces, proporcionales a la gravedad de los crímenes que se cometen, y que nos acerquen a un mundo en el que las mujeres puedan disfrutar de la paz y la seguridad en todas las esferas de su vida.