Claroscuro. Un palpitar en el silencio de la noche. Poesía (2015). Shirley Ruiz Monge

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CLAROSCURO un palpitar en el silencio de la noche POESĂ?A

Shirley Ruiz Monge

HEBEL


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CLAROSCURO un palpitar en el silencio de la noche POESÍA

Shirley Ruiz Monge

H E B E L ediciones Micro-Bio | Poesía 3


CLAROSCURO. UN PALPITAR EN EL SILENCIO DE LA NOCHE | POESÍA © Shirley Ruiz Monge, 2015. Todas las imágenes de la obra pertenecen a: Shirley Ruiz Monge. © HEBEL Ediciones Colección Micro-Bio | Poesía Santiago de Chile, 2015. www.benditapoesia.webs.com Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio y tiempo para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo". 4


INTRODUCCIÓN

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El arte desafía, la piel se eriza y los sentires se mezclan con los sonidos de lo que el interior del ser batalla, vive y calla, se fusionan las manos, el corazón, el alma, las ideas, la mente y con la tinta que corre por las venas hacen que la vida mirada por los cinco sentidos palpite en una explosión donde existe un antes y un después, el arte se desnuda en quien lo hace y se desnuda en quien lo mira, seduce al diálogo y se apasiona en la mirada silenciosa.

Claroscuro nace de un sueño imposible y es que si debo definir mi camino, podría decir que de los imposibles he creado lo que nunca imaginé poder crear, y entre colores, pinceles, letras, pasiones, imaginación, tormentas y sentimientos transformé mis trasnoches en arte y allí, en ese silencio, en donde solo el reloj me marca las horas, mis manos se unen con mi alma y expresan lo que muchas veces no puedo gritar o hacer. He plasmado en ellos muchas historias las cuales no pretendo sean interpretadas en su forma original, sino que estas inviten al otro a mirar, mirar y mirar y de alguna forma encontrarme en su mirada y morir en ellas y juntos dejar volar sentimientos, que si bien todos tenemos, muchas veces no sabemos lo profundo de su intensidad.

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Hoy, les dejo a su imaginación las texturas, los relieves, los colores, los sentimientos que ellas producen y ya sea llanto, nostalgia, alegría, incertidumbre, pasión, dolor, etcétera, para mí, el solo hecho de que provoque algo ya es un placer y un honor el compartir una pequeña parte de mi vida con la inmensidad de esta existencia. Shirley Ruiz Monje

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CLAROSCURO

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Claroscuro

Surge la vida como un poema Poemas que bailan sin extremidades y se amparan en el socorro de la vida. ยกAuxilio! Proclama el cielo que llora alegre rompiendo su crรกneo donde mira a la tierra y se hace lejana Las calles como siluetas de hermosas curvas adornan los horizontes 11


donde la libertad termina en prisiones ¡Te necesito! Exclama silenciado el firmamento lleno de lobreguez donde se posan los arcoíris sin color e iluminan la noche y hace que broten los lirios del campo ¡Y reír! Como forastera que vaga con la luna y Abraza los cielos que lloran el albor Esperanzados de emprender un nuevo viaje ¡Y llorar! Riendo en tus brazos llenos de matices Pintados con falacias que desmienten tus labios Allí, me ciego fingiendo debilidad Mirando el rojo en el crepúsculo Seducida por el blanco y el negro que me estrujan, que me miran, que me elogian, que me hacen una estrofa ¡Y me miento! ¡Me engaño! ¡Me apasiono!

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Resurgir con alas en el alma

ÂĄRenacer! pensaba ella mientras miraba las hojas marchitas pintadas en el lienzo donde en sus ramas llevan un pasado no muy distante, ni muy cercano. Saber que sus memorias son como las cenizas que levanta el viento y en ellas los recuerdos de alegrĂ­as y tristezas. Caminar no es olvidar, y eso ella lo sabĂ­a, caminar es volver a atreverse a dar un paso en firme sin saber su destino. Ella amaba resurgir en el viento que acaricia sus "colochos", poder admirar el horizonte lleno de destellos, oler la tierra mojada cuando llueve, ver en los escondites olvidados una vida plena.

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Era saber que su corazón aún seguía latiendo, aunque con menor fuerza, pero si callaba escuchaba cada palpitación tan fuerte como el grito en una montaña llena de ecos. Cada día, cada noche ella era consciente de lo que podía sentir; del amor, de la pasión, de los sueños, de los colores, de la música, de los bailes, de los dolores, de los libros, de las palabras, de las letras, de las nostalgias, de los vacíos, de los silencios. Resucitar no era para ella bajar la luna con sus estrellas, más sabía que la noche no brilla si no hay una luna que la acompañe. En sus manos rebrotaba la imaginación, hacía de la quietud un agridulce pintado en un pedazo de madera que sin anhelos de nada se dejaba ir trágicamente en el infinito de su naturaleza. Una tela, unas hojas, unas ramas, unas tintas sin destellos y allí resurgía en sus verdades pintadas con esperanza. Ella y la vida llena de contradicciones Ella y el lienzo que la acompaña Ella y sus únicos colores Con todo lo vibrante de su alma, Ella y su cuerpo con una llama flamante, sabía que vivir en la espera es resurgir en la vida incierta y silenciosa expectante del mañana apasionante y pintar un canto con los trozos de tragedia abrazando las sombras escondidas en la neblina. 14


Ambivalencia

No quiero buscar y aún así te encuentro en cada hoja No quiero encontrarte y aún así no dejo de mirarte No quiero reflejos y una sombra me persigue No quiero salidas y mil caminos se dibujan frente a mí No quiero palabras y el silencio me perturba No quiero miradas y los ojos se desbordan como un grito manso No quiero firmamentos y el alba se pinta coqueta No quiero correr y mis pies no se detienen No quiero respuestas y no dejo de preguntar No quiero la muerte y la vida obstinada me acerca a ella No quiero llorar y en cada sonrisa se dibuja una lágrima No quiero la espera y aún así vivo en ella

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No quiero tristezas y aún así el desconcierto me seduce No quiero tus ojos y aún así pinto miles de ellos No quiero tus besos y aún así mis labios quieren sangrar en el deseo No quiero los recuerdos y los ayeres tocan a mi puerta No quiero esta alma y aún así apasionante habita mis nostalgias No quiero la fe y esta se maquilla de esperanza con alas de mariposas No quiero el tiempo y este baila con mis incertidumbres No quiero vivir de sueños y aún así cada palpitación desnuda mis anhelos No quiero secretos y la vida me esconde el mañana No quiero instantes y aún así en ellos soy una pintura libre No quiero la oscuridad y esta afable se difumina en la niebla No quiero la noche y el día adelanta las horas Mis manos no quieren dibujar y aún así pintan sobre los lienzos que ascienden a los horizontes llenos de miradas abstractas donde abrazan las huellas del peregrinaje esforzado que se deja sentir vivo y despliegan sus alas blancas, libres hacia los firmamentos oscuros donde los deseos se maquilan de rojo. ¡No quiero nada y aún así quiero todo! 16


Una musa en el limbo del arte

Hoy te miré al espejo ¡Sí! te hablo a vos A esa que habita un todo y que ya no es una niña Ahora estás llena de canas, de recuerdos, de deseos, de memorias que te abrazan todos los días Parece que te perdiste en laberintos del tiempo pero no fue así, el tiempo lo hiciste tuyo te encontraste con lo que no querías olvidar y te arriesgas aventurarte a lo desconocido. Ya no eres una adolescente sin rumbo, pero la rebeldía no sale 17


de tu cuerpo, o así lo deja ver lo entrelazado de tus caminos En tu cuerpo hay historias, huellas invisibles, palabras silenciosas que son las maestras de tus pasos. Tus ojos evocan lágrimas y tus mejillas sonríen al ser mojadas con ellas. Palpitas con el viento y el viento abre paso a tus torbellinos Respiras sentimientos que duermen en las hojas de tus poesías Y el grito dibujado en lo abstracto de tus lienzos arrebatan la lógica de de tus temores y te dejas llevar en las noches que creas con el arte. Tienes muchas musas, más solo una te impulsa silente y con su magia se posa en tus manos y se deja llevar por su sabiduría ciega. Hoy soy parte de ti y dibujada me encuentro en lo abstracto de tus líneas y sonrojada de miradas acaricio el destino que nos une en el limbo de la hermosa existencia.

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La noche: frenesĂ­ de mis silencios

Tengo mil voces en mi cabeza y quieren fugarse Una mirada y un suspiro las hacen prisioneras de las horas El alma florece en el gris de la tormenta y allĂ­ los ecos entonan su luto Este cuerpo se decae Yo misma en si misma Un algo que se oculta Un algo que palpita Una sed en los ojos secos Se asoma la Incertidumbre y abraza los desvelos sin sentido del amor del odio, de la vida, de la muerte, de las risas, de los llantos y de los miedos. Toca a la puerta la MelancolĂ­a y se expresa desgarradora que carcome las ansias de mis caminos. 19


Me posee una Nostalgia y con ella una búsqueda infinita que indaga mi alma. Algo me impulsa y es la Angustia, ese mi pequeño gran motor existencial Y no importa ese "algo" que busco porque hasta una piedra termina siendo una obra de arte !Aquí, una noche, no importa donde! Miles y una historia, mías, de todos, de nadie y todos se ven reflejados en ellas y yo me miro y no me encuentro en ninguna, más soy todas ellas al mismo tiempo. Pinto las historias porque están destrozadas más no puedo borrarlas porque ya hay tinta manchada en las hojas. Miro el cielo y soy yo Miro la luna y soy su frío Miro el mar y lo ahogo con mis lágrimas Miro el infinito y me pierdo con las palabras Me encuentro en lo insignificante y lo insignificante se hace grande al contenerme Se abrió una puerta y yo no autoricé su entrada, más este portal abierto me da vida y ya no quiero, no puedo y me niego a cerrarlo. Entonces escribo y lloro sobre las letras porque ellas son los pañuelos que visten mis lágrimas y pinto, porque en lo oscuro un rojo golpea y apasiona mis latidos. Envidio a El Ciego, porque no ve el negro y mi alma en busca de encontrarlo se ciega 20


en mirarlo y detrás de estos ojos hay un jardín de insomnios que se acurrucan en los párpados cansados y se escucha un grito y su eco es una canción y las aves bailan en las llanuras y el grito ya no se escucha y hay una niña grande dibujada y la lluvia tiembla en la montaña de sus memorias Tengo un ropaje vestido de una búsqueda incesante que nunca será saciada, un Dios que es mi poesía porque no le interesa encontrar lógica en mis pensamientos y se apasiona en los colores y en lo oculto de lo creado Y llega la noche, me mira, me seduce, me pinta y yo la pinto a ella y tiene un encanto y en sus ojos guarda todos mis secretos

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Camina lento

Camina lento, En su andar triste se fue alejando sin saber si volvería, quizás solo era una infancia inconclusa llena de caprichos que no podía controlar La acera asfaltada apenas veía su mirada y el sol se ocultaba poco a poco para no abandonar su cuerpo que bailaba desaforadamente en la explosión de su alma joven. Una música que anda y abraza Un recuerdo que queda en el vacío Una parte de su alma que lo entrega todo 22


Y el tiempo que desea las sábanas llenas de lágrimas. Una ciudad que acoge las calles Un ruido en su mirada que habla a los vidrios abiertos en la media noche. Y camina lento Se fue, pero la noche escucha su historia y ama la luz que sale de sus manos. Una lluvia insolente en la oscuridad roja que moja las almas fusionadas en el arte del lienzo Ella corre a prisa, pero camina lento Tanta vitalidad atormenta sus miedos y tema ahuyentar la mirada deseada que se empaña en el vaho del cristal Besa las madrugadas y sus preguntas descansan en el cansancio del café Sus rizos tienen vida y desconciertan a la muerte Sostiene a la vida que no se va, que se apega al amor soñando la aventura sincera del camino sabio que la acompaña en silencio y en su desesperación hay belleza porque la belleza es el arte dibujado en la explosión de los colores

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La noche es Ella

La noche es una mujer Donde se pierde la cordura Donde a ciegas se desafía a la luna Y en la belleza de ambas se zarpa a lugares desconocidos donde los hábitos seden a la fascinación de sus sombras La noche es una mujer inocente con sus vestidos de puntos y lienzos vulnerables donde sus ojos descansan en los regazos de los recuerdos La noche es ella La que oscurece en la niebla Con su aroma a niña juega a perderse y encontrarse en otra noche 24


Nunca termina de eclipsarse porque el alba se hace visible en el humo de sus manos y en la brisa nocturna se adentra en los pensamientos del silencio. La noche es ella Tan palpable que no se olvida Los astros la admiran La tocan La piensan Su alma imborrable e indestructible Irradia nostalgias cubiertas de pasi贸n. La noche es ella y la vida en ella se hace placentera Una mirada Un poema Una pintura Y su presencia es la fuerza que emana la vida. 隆La noche es ella, Y ella devora la noche!

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La esperanza se anida en la mirada

Para mis ojos basta la esperanza cubierta de pensamientos libres que puedan volar y toquen los vientos llenos de alas refugiadas en los cielos somnolientos que abrazan mi alma desvelada Reposar en una ilusión cada día Donde en el paisaje palpiten las entrañas llenas de rocíos perfumados con la brisa de los horizontes y fugadas de sintonías entonen melodiosas los cantos de las aves Abrazar los caminos nostálgicos donde las risas reposen en los gritos que emigran buscando corazones absortos de sueños y las luces rojas del crepúsculo hereden 26


los fuegos llenos de raĂ­ces que alimentan la vida de los inocentes Y es ella, con su rostro de ecos transparentes donde anida las ansias pintadas de certidumbres que viven, respiran y vibran en los tiempos profundos de labios difuminados en la boca de los vientos.

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Hay un abismo

Hay un abismo entre el silencio y el grito Entre mi alma y mi pecho Entre la palabra no dicha y mi garganta ahogada Hay un abismo, Entre la belleza y lo escondido Entre su mirada y la ceguera Entre sus huellas y sus dedos Hay un abismo que vuela alto que roba los recuerdos 28


llenos de sentimientos vapuleados por desdichas que fustigan mis lomos. Hay un abismo donde caminar es pintar, donde el morir revive en el lienzo y se llena de grietas marcadas de fuerzas en mis manos y renacen con el alba Hay un abismo que se escapa en lo no hecho y en lo creado en aferrarme a esa diminuta luz que brilla en el vacío y que abraza mis ansiedades y silencia mis tormentos con paz. Hay un abismo que se pierde en los ecos plasmados y la mentira no es y la verdad tampoco y ambas son, sin dejar de ser. Hay un abismo y esa es mi realidad; Un invierno que me abraza Una lluvia que me arrulla Un semblante frente al espejo Unos sueños ilusionados Un horizonte lejano Una canción que besa mis oídos Una pintura que me acompaña Una luz que habita en mi alma.

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Un día donde vuelan las hojas

Ese día las hojas volaban sin rumbos, el viento era tan fuerte que, ellas, sin oponerse se dejaban acariciar por las brisas que acariciaban sus pieles. Una hoja tocó sus manos, ella la tomó y recordó aquella tarde de verano. Ese día había llovido, en su tierra un verano era hermoso, el horizonte se pintaba de matices deslumbrantes abrazando el ocaso tímido que esperaba la anhelada noche y la lluvia suave y delicada mojaba sus cabellos. Sentada en una grada con la hoja 30


en sus manos y con el paisaje deslumbrante frente a sus ojos, su corazón palpitaba de ilusiones, era joven y su cabello estaba lleno de canas, sus ojos eran fuertes y su piel delicada como plumas de águilas, sus pies cansados seguían corriendo y sus manos con quemaduras pintaban recuerdos. Miró a la hoja, sus pigmentos entre verdes y amarillos gritaban no morir, ella le dio otra vida, la llenó de otros colores, y la hoja agradecida la acompañó en su camino lleno de historias. Allí se encontraron y la vida siendo un segundo de nada, hizo de una compañía una eternidad abrazada de esperanzas y sueños.

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Dama de negro y blanco

Hay una vida llena de sonrisas que se pierden en tu mirada Mis pĂŠtalos marchitos, ingenuos de amor, besan tu alma. Y coexisto en pasos rasgados y lentos donde el devenir se hace hogar y el hogar huele a ternura, a arropo, a esperanza. No me voy, 32


porque la vida vivida resumida en un segundo, hace de las memorias una felicidad y me aferro a ellas y a lo nuevo que palpita. Hay una hora cero Y en ella vuelvo a nacer Tengo un nuevo aroma Y placenteros matices que Lloran Gritan Se estremecen Y en medio de voces ausentes una nueva vida empieza abrazada de fantasmas que tocan a las puertas del alma y paciente respiro como la dama de negro y blanco donde mis labios rojos como suaves plumas borran las espinas de los recuerdos

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Abstracto

No sé si puedo describir con fidelidad lo que se perfila en el fulgor sobre el lienzo que abraza los sueños. No sé si puedo llegar y tomarlos de las manos y en mis delirios volar con ellos hacia horizontes desconocidos. No sé si puedo esclarecer sus matices llenos de sombras que se empeñan en cautivar mi mirada y hacen que mi piel se erice blanda ante su historia. 34


No sé si puedo contar lo que brotan mis manos cuando los pinceles cubiertos de cosméticos quieren gritar la tristeza y la alegría que se asoma en el amanecer del paisaje distante. No sé si puedo beber las copas que lamen los cielos y se llenan de amores al sabor de sus paisajes llenos de pigmentos detallados en las fisonomías de las palabras que hoy se pintan abstractas en la belleza de la noche. No sé si mi alma pueda sumergirse en los misterios confusos que caen en la atmósfera de una pintura y con unas plumas retratan mi apasionada irrealidad. Me acuesto en mi existencia indefinida y voy creando en medio de mi ambigüedad, formulando deseos subjetivos que adoptan a mi alma llena de negruras puras y luces espeluznantes plasmadas en cuadros abstractos.

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La vida es bella

El cielo canta, y su canto llora, y sus l谩grimas me abrazan, y la vida me acoge, y el coraz贸n palpita en el vaho de un cristal. Al otro lado me espera la lluvia y yo a ella. Cada gota que me toca es vida a mis venas

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y mis venas suspiran y no se ahogan. No entiendo la vida. Pero ella no pide ser entendida. Pero parece que la vida es bella porque se pinta de blanco y negro y es atrevida. Pocos entienden mi música, pero mi música baila y brilla en la oscuridad y sonríe. La vida es bella porque tiene música y encierra mil ideas y en una de ellas me encuentro yo tratando de descifrarla y eso hace que no muera en esta vida bella.

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Nací desnuda

Nací desnuda, entre risas y llantos Donde la nostalgia del amor borraba los huesos del cansancio Donde el Sol abrazó a la Luna para acompañar los gritos guardados de las voces silentes de quejas y tristezas. Llevo hermosos ropajes en blanco y negro que cubren mi alma desnuda la cual no puedo esconder y sin timidez alguna 38


no teme caminar libre por las calles de las miradas que la señalan. Mi alma se pierde en los humos grises Me toma de su mano y no abandona mi cuerpo Caminan juntas y jubilosas no pierden las ganas de vivir Mi alma desnuda mira a mi cuerpo, agotado por la existencia Pero con sus ojos color miel y su pelo esponjado fusionadas brillan con el viento y arrullan las angustias Bailan en el aire y el tiempo se borra en el sonar de los árboles Mi alma desnuda llena de vilezas ilumina los sueños limpios de inocencias que persiguen las esperanzas y la lluvia los moja. Mi alma desnuda corre con mi cuerpo. Y se pinta en un cuadro Huyen, y se encuentran, Juegan y ríen, Y se hacen amantes de la vida que las vio nacer Desnudas se acogen y caminan por los senderos de los paraísos Donde la soledad las abraza y en cada letra vuelven a vivir con la fuerza De ayer, De hoy, De siempre

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Entre la puerta y el cristal

Y brillas, Como ese resplandor en las pequeĂąas cosas Como sin nombrarte, no busco tus respuestas La belleza me guĂ­a a tu interior. No tengo estilo No tengo gemelas Mis ropas se hacen invisibles Y lejos de todo, amo todo a donde quiero llegar 40


Horas frente a un cristal Y soy, Y no sé si seré suficiente, Pero soy feliz. Una canción arde dentro de mí Y me gusta saberme y sentirme. Que la llama interna capricho del amor no se apague. Y no sé si es suficiente Y entonces invento, Y te invento dentro de mí. Un alma habita entre la puerta y el cristal Y me fastidio de hermosas lozas Y los tejados pierden algunas tejas Y me encuentro, Ávida de senderos rojos, Y te pinto, y allí te miro Y ciega de miradas mis ojos esculcan la belleza de la vida Y te pienso Dibujado en mis letras Y pensarte, Pensarte, sana mi alma obstinada.

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Que nada me contenga

¿Qué puede contenerme? Si ni la tierra misma puede contenerse en sí misma Si cuando siente que no puede explota y arrasa con todo lo que la habita Entonces, ¿Qué puede contenerme? Una alas no pueden contenerme porque si tengo alas y vuelo me quedaré en el camino porque un día ellas se cansarán y caeré al vacío por no poder moverlas más y ya no habrán alas que me sostengan en la gravedad del infinito. 42


Una mirada no puede contenerme porque al mirarme me atrapa pero al cerrar sus ojos por un segundo me suelta y me pierdo en su ceguera y cuando los ojos sean abiertos ya no estaré para ser vista Un beso no puede contenerme solo existirá un segundo en donde nuestros labios se unan y fusionados exploten pero al separarse quedará un sin sabor de humedad sediento por un desierto de espacios limitados y mis besos se fugarán en búsqueda de lo ilimitado de otros besos sin querer encontrarlos. ¿Y si no quiero que nada me contenga? ¿De qué sirve ser libre si las reglas nos patean todos los días la no libertad buscada? Entonces, ¡La libertad no existe! Aún así la busco, la persigo, la dibujo, y es tan abstracta que ni mis ojos la pueden descifrar, pero, ¿Para qué quiero descifrarla? Eso sería encerrar a la libertad dentro de mi libertad no encontrada y terminaríamos siendo prisioneras de lo que no queremos y buscamos más no encontramos. Me levanto, me acuesto, me siento, me paro y no encuentro un lugar para mi reposo, llega la noche y se hace efímera, 43


destroza las horas de sueños perdidos y poderosa juega con las almas que duermen más no juega con la mía porque mi alma no duerme y llega el día y sus destellos opacan las ojeras de los sentimientos convulsionados que luchan por la no costumbre de que un Lunes sea un Lunes. ¿Quién puso nombre a las cosas? ¿Quién dijo que un Lunes se quería llamar así? ¿Quién dijo que se duerme en la noche y en el día se vive como gentes pasajeras buscando sentido a las cosas? ¿Quién dijo que lo normal es lo correcto y lo anormal necesita terapia? ¿Quién? Muchos, son muchos los que analizan todo, lo que a todo le tienen que encontrar una respuesta y no ven que las respuestas se cansan de ellas mismas por ser encajonadas en prejuicios que no pertenecen para todos por igual. Y yo busco respuestas y luego yo misma las borro porque no me son suficientes, porque no las quiero, porque una respuesta no me produce nada en mi tormentoso interior. Brinco, de aquí a allá, Me muevo todo el tiempo porque todo me aburre 44


y todo se aburre por estar siempre en un solo lugar, Una persona muere porque nunca ha sentido un temblor y mi cuerpo acostumbrado a ellos los extraña porque dejó de sentirlos, Entonces, vuelvo a brincar tratando de pisar lugares que me saquen de la rutina y la rutina llora, porque ella no quiere perder su estabilidad Miro al teléfono y es seco, frío, silencioso y quisiera tirarlo, que no suene más, ¡Lo odio! odio a los que están del otro lado del teléfono porque no los puedo ver y yo quiero verlos y a los que puedo ver parece que ya no me quieren ver a mí Entonces, Sigo, sigo buscando saciarme y me obstino de mi misma De esta sed que me tiene ahogada De estas letras que quieren tener vida y yo quiero matarlas y que sean olvidadas para nunca ser recordadas Y lloro hasta el cansancio tratando de ahogar al mar con mis lágrimas Y río para liberar lo que aprieta mi pecho Y bailo aunque no tenga compañero de baile y la música no suene Pero amo la música silenciosa la que escucho en las noches solitarias porque son las únicas que se atreven a acompañarme 45


Ellas no me temen y se muestran desnudas para que yo me vista de ellas y las haga mías Y vienen miles de pensamientos y no puedo estar despierta tanto tiempo Porque pensar tanto no hace bien a mi cuerpo Pero no puedo dejar de pensar Estoy atrapada en la imaginación de mis pensamientos Soy prisionera de ellos y ellos me llevan a excitarme, a odiarme a amarme No tengo falta de nada, pero nada me contiene Entonces, Sigo buscando y no sé si un día encuentre lo que quiero encontrar Y mientras: busco, deseo, amo, odio, lloro, sonrío y me apasiono Y el día que encuentre lo que busco, ese día moriré Porque ya nada tendrá sentido Porque si pierdo lo picante y pecaminoso del camino estaré en la rutina que Tanto odio y a la que huyo todos los días. Entonces, Que nada me contenga y que esta existencia sea ciega frente a mí, que me ignore y me deje vivir Ilusa de mi libertad y me deje entregarme a lo que quiero y deseo Y no me aprisione a lo correcto de la vida Porque la vida misma no sabe ser correcta con nadie

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Vértigo de hojas

Hojas hermosas de un recuerdo de estación Secas, rojas, con aroma a silencios Una a una caen de mi cabeza Hojas de historias que navegan en mi corazón Me curan, me cuidan, llenan la sed de mi alma Tienen un llanto seco, una pena en una canción Canciones que entonan y bailan sin música Hojas que vuelven desde algún lugar sin nombre

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Que viajan apasionadas con un fuego fugitivo que no se calma Hojas de cristales donde soy su espejo Más yo no soy el reflejo de ellas Hojas que quieren beberme, más mi sangre de día es secreta Y en la noche oscura la sangre es mía, sangre de mi reflejo Hojas que se ocultan en mis manos Mis manos brillan Manos que bailan Una mano rebelde Una mano que palpita Una hoja en mis manos Hojas que persiguen mis pasos Que huelen mis huellas Que buscan mis silencios Hojas con rostros que aturden Vértigos amargos y aburridos Hojas que reposan en busca de mi corazón sereno Hojas que gritan mi nombre, más mi nombre nadie lo pronuncia Hojas que traen alegría, perfumes delirantes en sus cuerpos Hojas que ya no lloran, que besan mi alma Y las hojas caen y yo caigo con ellas No temo caer No me asusto Me levanto Me apasiono Me asombro en el milagro y las hojas se van conmigo 48


Un alma, un cuerpo, un sentir

Hay un lugar sombrío, lleno de destellos que caen de la tierra Muchos sueños que vagan en el limbo de la vida Ellos quieren partir, más yo los aferro a mí y los escribo Podría escribir cartas todos los días Aún sabiendo que nunca llegarán a su destino Porque los destinos los cambia el tiempo Y yo no creo en los destinos Más ellos se aferran a existir Miro los pasos y tienen una fría calma y revelan la ausencia de mis miradas Aún así, sigo escribiendo Puedo escribir en mi cuerpo envolverme en una hoja y meterme en una botella 49


lanzarme al mar y llegar a Praga ciudad soñada por mi alma ver sus luces y volar con ellas Deshojarme en sus calles Oler sus vientos otoñales Y pintar frente a un cristal mi sonrisa de placer provocada por la lluvia de una tarde humedecida Un instante, solo un segundo extasiado Y volver a la botella y de nuevo lanzarme al mar llegar a una Isla secreta, donde no haya frío ni calor donde la calma abrace mi alma y el silencio sea el canto para mi paz y despertar volver a mi realidad, correr entre la vida apresurada, llena de incertidumbres y egoísmos pasearme entre las gentes con cuello blanco y oler sus perfumes costosos Y de nuevo quiero ser la hoja dentro de la botella No salir de ella, sonreír en un sueño no encontrado Y navegar sin rumbo hasta llegar al lugar soñado Ver de nuevo las hojas de otoño Y pintar sobre ellas mis versos Acariciar el dolor de ellas, arrullar el miedo que les produce el viento incierto y cubrir sus lágrimas pintadas por la lluvia Unas letras, unas hojas, un cuerpo, una botella un destino, un sueño, una realidad, Y sigo divagando, en el sentir apasionante de las horas que galopean en el reloj y achican mis tormentos. 50


IMPRESIONES

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Nicolás Panotto: “Claroscuro” no puede ser mejor nombre para esta nueva obra de Shirley Ruiz. Una metáfora que brota de un texto con profundidad existencial, que no se reserva en (casi) nada al describir con lujo de detalles –aunque ello suene paradójico- las ambivalencias, contradicciones, dolores y angustias que producen el enfrentarse a esos interrogantes que distan de sentido o respuesta, pero que nos llevan a los escondites más recónditos de la frontera entre la vida y la muerte que nos constituye. Contamos con el acompañamiento de una serie de imágenes, que añoran el mismo misterioso y sinuoso camino, aunque desde otra sensibilidad estética: cuadros plagados de grises y negros, con formas que distan de una dirección dada; por el contrario, se encuentran plagadas de atajos y de tonos serenos (blancos) y violentos (rojos), como destellos que irrumpen e interrumpen un fondo que ambiciona imponerse en su lúgubre homogeneidad. “Claroscuros” del lienzo, impresiones del alma, fuentes de trazos que dibujan infinitas explicaciones que lo que menos hacen es esclarecer, sino abrir más grietas, y con ellas espiar hacia otros universos escondidos del cuerpo. Esto es lo que nos propone la obra de Shirley: la valentía de adentrarse en el laberinto del sentimiento, con sus condenas y esperanzas, plasmándolas en tímidas aunque sinceras palabras, y enriqueciéndolas con retratos que brotan de las danzas del trazo que, frente al silencio del verbo, evocan los más insondables surcos de la piel para dar un sentido destellante y pasajero al vacío. 53


Gusmar Sosa: Claroscuro, de Shirley, más que un poemario es un espejo que refleja la totalidad del ser. Cada poema es un rasgo fundamental de una transustanciación cíclica y no una contraposición. La claridad no compite con la oscuridad, tampoco se turnan para dar una tonalidad especial a un contexto singular; no, Claroscuro no es una obra de dualidades, aunque así pudiese parecer, le toca al lector ir más allá de sus presupuestos, desafiarse a sí mismo para encontrarse entre las corrientes turbias de un torrente de emociones voraces y volátiles. Le toca al lector formar parte del fenómeno que ocurre mientras lee y ocurrirse a sí mismo, tener el valor de leer en voz alta para encarnar los lamentos y deseos, la melancolía y la tristeza, sin miedo a la inevitable pérdida en el tiempo y espacio donde la claridad y la oscuridad se devoran entre sí. Eso es Claroscuro: un ritual continuo donde ocurre la alimentación de uno con el otro y la digestión se vuelca en la forma del texto. Un ritual que invita a participar, a alimentarse y digerir junto a la autora y terminar devorado e impregnado en un ciclo eterno que existe antes del texto, donde el lector existe antes del texto, solo que allí adentro hay la posibilidad de ser consciente de la existencia y la participación. Dayan Didier Castillo Silva: Las letras se esparcen como tinta sobre el papel más allá de su partícula atómica, las palabras dan forma a semi-figurativas ideas, emociones, con trazos de preludio celular, metamorfosis de 54


un poema de óleo sobre tela. El dialogo de las imágenes expresa un mundo lleno de grises y escaso de color, tratando de otorgar sentido a través de la pasión de una vida de sacrificios, llantos, risas y penas, donde el rojo fluye como sangre entre la tensión de la contradicción de blanco y negro. Cuando la vida parece perder su color y lo único vivo pareces ser tú, entrega tu vida para dar sentido a este mundo, o enloquecerás de su cordura. Después que has logrado sobrevivir a un dilema existencial que ha trastocado tus paradigmas, el mundo de claroscuro intenta mostrar que lo verdaderamente importante es aquello por lo que estarías dispuesto a entregar tu cabeza, lo que sientes luego de que todas las cargas morales ya se han difuminado en la anarquía de tu libertad dentro de un universo vapuleado. Silvia Chaves: La serie claroscuro me remite a Eclesiastés y al texto de Withman: ¿Qué me contradigo? Y si me contradigo! (Yo soy inmenso contengo multitudes) Todo tiene su tiempo... No voy a recordarte a través de tú obra, primeramente, sino a través de tú persona, En tus últimos escritos y obras observo una mirada más introspectiva sobre ella misma y sus propios pesares y preguntas más evidentes.

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Mostrando una búsqueda inquieta en su camino. Acuerdo que son caminos de sanidad, dejar que sus voces "silentes" hablen! Luis Cruz-Villalobos: Cuando cantas Te duele Y te salvas Cuando callas sobre el papel No aguantas La savia igual brota Y vence Y rescata No puedes contener Los claroscuros Los oscuroclaros Del alma Del día De la memoria Y del mañana que apronta Pintas el poema Escribes sobre telas Y paras de llorar llorando Y respiras Y sigues Qué más pedirle A un salto al abismo Tan alto.

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