sólo me reconozco como sinfonía POEMA Luis Cruz-Villalobos
poemas desde fotografías de Martin Parr, 1975-1980 Luis Cruz-Villalobos
HEBEL
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Luis Cruz-Villalobos SÓLO ME RECONOZCO COMO SINFONÍA POEMA HEBEL
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sólo me reconozco como sinfonía POEMA Luis Cruz-Villalobos
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Cuadrá-Tú |Poesía 5
SÓLO ME RECONOZCO COMOSINFONÍA | POEMA © Luis Cruz-Villalobos, 2017. © HEBEL Ediciones Colección Cuadrá-Tú | Poesía Santiago de Chile, 2017. www.issuu.com/hebel.ediciones Imagen de portada y contraportada: 'One in a Million' Lion's Mane Jellyfish rising from a massive moon jellyfish bloom. Winner, Wide Angle, Underwater Photographer of the Year. Photo by Ron Watkins (2017) Fotografía del autor: Isabel Villalobos Rodríguez (2016). Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio y tiempo para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo".
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Mi alma es como una orquesta oculta; no sé qué instrumentos tañen o rechinan en mi interior, cuerdas y arpas, timbales y tambores. Sólo me reconozco como sinfonía. Fernando Pessoa El libro del desasosiego
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a quienes leen dentro
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ser esta fragilidad rutilante que se asoma al asombro cada dĂa y cada noche cada alborada y crepĂşsculo ser este despertar callado y esta ansia de vida nueva comenzar cada espacio cada tiempo como si nada como si no fuese un milagro como si sĂłlo fuese banalidad
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pero aquí comienzo a danzar como los que han perdido luz como los que no soportan la cordura a toda hora del día y se refugian en la noche que tiene sus propias llagas espacios abiertos y tiernos que no sanan con el tiempo pues el tiempo nada repara el tiempo en sí sólo es nada
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se requieren de procesos altos robustos como árboles como sombras de panteras como líquenes invencibles para así sanar y volver a correr por los valles y las llanuras para volver a escalar los abismos y resucitar de la muerte fría pero no todo es tortura abrupta también hay sonidos tersos
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tambiĂŠn luces amables que besan los ojos con la cadencia del amor tambiĂŠn hay incertidumbre dulce amorosa espera de un siglo bueno hay flores que crecen junto al camino y otras al borde de las quebradas hay oxĂgeno claro y desperdigado por todos los sitios necesarios es por eso que podemos salir a caminar por la tarde tranquila
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sin llevar el pesar o el apuro de los dĂas amargos de antaĂąo podemos besar a la amada y mirarla a los ojos australes sumergirse en ellos un minuto que puede durar un para-siempre pues asĂ es esta vida pequeĂąa es una diminuta eternidad envuelta por un abrazo que trasciende el tiempo duro
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que se aparta de toda cavidad que quiere reducir la vida pues somos más que lo que aquí nuestro compás logra circundar y también podemos caminar en la madrugada más fría a aquellas horas gráciles del día en que no cabe más que la luz y mirar lúcidamente el silencio de las nubes nuevas que llaman
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ver el canto de las aves que se esconden entre las hojas ver la dicha y el amor y la paz ver las lรกgrimas ocultas ver las amapolas que brotan invisibles en el corazรณn cansado ver la ternura miserable de todos como develaciรณn profunda como misterio tremendo que sobrecoge a cada paso
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y desde ya hace tantos aĂąos a este poeta breve que calla pero que tambiĂŠn sabe hablar como los que cuentan historias y se dice a los cuatro vientos para no morir solo y abandonado pues querer permanecer de alguna forma es tan humano de hecho es tal vez lo mĂĄs propio de este anhelante espectro
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que somos y hemos sido por los siglos de los siglos aquí no irnos para siempre jamás no perdernos en la ausencia toda no dormirnos en el eterno sueño de no ser más que nada queremos dormir y despertar lúcidos y hambrientos de más queremos permanecer como el sol como las estrellas que no caen
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queremos ser vistos por el amor por la alegría simple de ser pues no nos basta ser una brizna un grano de arena perdido una gota en el mar incontable que no tiene cobijo verdadero somos esta sinfonía tan leve sencilla y diáfana como un árbol no podemos descubrirnos jamás en un detalle solo de nuestro paso
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pues somos esta multicolor verdad que no tiene sĂntesis precisa somos este canto a cien voces que no puede seguirse a una somos pan y azĂşcar que se besan somos caricia y golpe que danzan somos esta mezcla extraĂąa de infiernos y cielos movedizos somos la lucha misma del espanto y la ternura que se encuentran
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y cara a cara se desconocen y se saben a la vez hermanos y podría seguir aquí cantando en medio de estos tiempos idos para describir nuestra dúctil esencia que no es posible de decantar pero no lo haré hoy en este espacio pues sólo quise decir mi nombre y ocultarlo también para siempre junto al tuyo y al de cada quien.
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Poema escrito el 20 de noviembre de 2017 en Santiago de Chile LXV
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Luis Cruz-Villalobos (Santiago, 1976). Poeta y editor chileno. Es ministro presbiteriano, psicólogo clínico y candidato PhD (VU Amsterdam). Cuenta con una amplia producción poética (además de trabajos académicos en sus áreas de especialidad), con más de cincuenta obras publicadas, dentro de las cuales se destacan: Poesía Teológica / Theological Poetry (2014 / 2015), prologada por el reconocido filósofo norteamericano John D. Caputo, y Como Abrazo Exacto (2015), antología seleccionada y prologada por26el destacado poeta Alfredo Pérez Alencart, de la Universidad de Salamanca. Vive en Santiago con su esposa y sus tres hijos.